They don’t know about us (HARRY STYLES Y TU)

Un año y medio después.

El colegio ya había llegado nuevamente a su fin y no podíamos estar más extasiados. Vacaciones nuevamente. Sólo me faltaba un año para graduarme.

Los exámenes finales habían salido bien. Excepto por Física. Tuve que llorarle literalmente al profesor como todos los años, para que me ayudara a pasar. Gracias al cielo el Sr. Morris era muy bueno conmigo y sabía que me esforzaba estudiando, él era consciente de que yo simplemente era demasiado estúpida y no podía resolver algún problema por mí misma.

Hace algunas semanas mi tía Anne había llamado para invitarnos a pasar algunos días en Liverpool. Mi madre por supuesto había aceptado, así que nos encontrábamos arreglando las últimas cosas del viaje. Trey iría con nosotras, había estado más unido y eso hacía a mamá muy feliz. Y a mí también, por supuesto. Él continuaba viviendo en su departamento pero nos visitaba frecuentemente.

No pude evitar ponerme nerviosa al saber que vería a Harry después de tanto tiempo de no hacerlo. Él y yo no habíamos hablado bien desde hacía mucho. El último contacto fue cuando lo llamé en su cumpleaños número 19 y cuando él me llamó cuando cumplí 17. Eso fue todo.

Harry se había tomado un año antes de la Universidad y estuvo viviendo con Louis y Zayn en Nueva York.

Por un lado no quería viajar porque estaba enojada con él por haber roto nuestro contacto así como así, pero por otro lado quería hacerlo, así podríamos arreglar las cosas. Y al parecer el segundo lado estaba ganando. Este tiempo sin hablarnos me hizo darme cuenta de lo mucho que lo quería, y lo quería en mi vida.

Sam y yo éramos cada vez más unidas, y su locura y espíritu libre me impulsaban. Días antes del viaje me había ayudado a prepararme. A veces ella podía llegar a ser demasiado ridícula, pero nadie podía decirle que no. Me llevó de compras y literalmente casi dejamos el centro comercial sin ropa.

Me hizo ir a un Spa, lo cual me pareció supremamente estúpido pero, nadie le dice que no. Me hizo ir al salón de belleza a arreglar mis uñas y mi cabello. Ella pretendía que me pintara el cabello de rubio y solo por esa vez tuve que negarme, de ninguna manera lo haría. Luego de discutir conmigo un rato, se rindió y llegamos al acuerdo de pintar las puntas de rubio. ¡Patético! Pero lo hice.

Luego de que Paolo terminara con mi cabello me miré en el espejo, y me gustó lo que vi. Me veía más grande. Paolo como fiel peluquero que era, había pintado un poco más que sólo las puntas pero aun así no le reproché nada. En realidad me había gustado bastante, la combinación de castaño y rubio en mi largo cabello hacia que mi rostro se viera más iluminado.

A mamá le había encantado y dijo que en cuanto llegáramos de viaje se haría lo mismo. Yo volteé los ojos divertida. Trey también lo había aprobado.

Mis maletas ya se encontraban listas abajo junto con las de Trey, sólo hacían falta las de mi madre. Mientras tanto estaba en mi habitación hablando con Sam por teléfono.

-Ya tienes el cabello, ya tienes la ropa, tienes el cuerpo, tienes el look y lo más importante, tienes la actitud.

Inevitablemente reí por sus ocurrencias.

-Deja de ser tan boba una vez en tu vida-Dije riendo todavía.
-Tu no aprecias la magnífica amiga que tienes-Reprochó haciéndose la sufrida.
-¿Por qué eras tan tonta?
-Vale, vale-Respondió estallando en risas-No sé ni porque te tomas tantas molestias con Harry. Podrías follarte a algún chico lindo aquí y listo.
-Eres increíble-Dije riendo y negando con la cabeza en desaprobación.
-¿¡Verdad que sí!?-Exclamó y reímos aún más fuerte.

Escuché la voz de Trey llamarme desde abajo. Había llegado la hora de partir. Suspiré fuertemente y me despedí de Sam.

Tomamos las maletas y las guardamos en el taxi que nos llevaría al aeropuerto. El clima se volvía cada vez más frio, estábamos entrando en invierno.

Guardamos el equipaje y abordamos el vuelo sin ningún inconveniente. Apenas despegó el avión encendí mi iPod y con los audífonos puestos me quedé dormida.

La voz de mi madre me despertó avisándome que ya habíamos llegado y automáticamente un nudo se formó en mi estómago. Sabía que mi tía estaría esperándonos en el aeropuerto, pero no sabía si Harry también, lo más probable era que no. Pero aun así debía estar preparada. Dije a mi madre que debía entrar al baño del avión primero, al estar dentro saqué un cepillo de dientes de mi bolso de mano y lavé mi boca, también lavé mi cara para despejarme un poco.

Luego apliqué un poco de polvos, rubor y brillo, algo sencillo. Opté por dejar mi cabello suelto así que lo arreglé para que cayera correctamente. Cuando creí que ya estaba lista tanto física como psicológicamente, salí.

Llevaba puesto un skinny jean negro, una camisa blanca con cuello y un sweater vino tinto sencillo encima de esta haciendo que el cuello blanco sobresaliera por encima del sweater. Slippers beige con un poco de pedrería dorada y en la mano, mi bolso beige que hacia juego con los zapatos.

De hecho Sam fue quién escogió la ropa. Por alguna razón ella estaba empeñada en hacer que me viera mayor. Ella también dijo que mi actitud debía ser más madura, lo cual me ofendió un poco pero sabía que tenía razón.

Tomamos nuestro equipaje. Yo llevaba una maleta bastante grande donde estaba mi ropa. Y otra un poco más pequeña para los zapatos y accesorios. Menos mal tenían ruedas de lo contrario no habría sido capaz de moverlas ni un milímetro. Aun así me estaba costando trabajo llevarlas.

Caminé torpemente detrás de mama y Trey. Cuando un grito hizo que levantara la cabeza.

-¡Aquí!

Pude reconocer la voz de mi tía, y al momento de mirar al frente la vi caminando hacia nosotros. Abrazó alegremente a mi madre primero, luego a mi hermano y finalmente se abrió paso hacia mí que estaba un poco más atrás. Reí por su entusiasmo y soltando los bolsos le devolví el abrazo.

La sonrisa se fue de mi rostro al ver hacia atrás de Anne. Harry estaba allí, de pie, mirándome fijamente. Aparté la vista de él lo más rápido posible y tomé un fuerte suspiro. Era hora de poner en práctica los consejos de Sam. Gracias a los cielos había decidido arreglarme un poco antes de bajar.

Mi tía me dijo lo “linda” que estaba, como siempre todos los tíos dicen aunque no estés nada “linda”, mientras que los demás saludaban a Harry. Era el momento de hacerlo yo. Así que cuando Anne se alejó de mí. Caminé hacia él y le di un fuerte abrazo. Una corriente bajó por mi columna y recorrió todo mi cuerpo en cuanto hicimos contacto. Sonreí en sus brazos, enserio lo había extrañado terriblemente. Me separé y lo miré a los ojos brindándole una sonrisa sincera y me giré tomando mis pertenencias nuevamente.

-Déjame ayudarte con eso-Dijo Harry llegando a mi lado.
-Oh gracias-Exclamé viendo como él tomaba mis dos maletas. De inmediato quité la más pequeña de su mano-Yo puedo con esta. Gracias.

Rodando las maletas, caminamos juntos hacia una camioneta Audi que aparentemente pertenecía a Harry. Guardamos el equipaje y tomando nuestros asientos partimos a casa con el oji verde como piloto, Trey de copiloto y mi tía y mamá hablando atrás, mientras que yo estaba apoyada en la ventana admirando el exterior.

No era ajena al hecho de que mi hermano y Harry susurraban cosas en la parte delantera, pero no podía escuchar bien por las dos mujeres a mi lado.

-¡Estás hecha toda una mujer _________!-Dijo mi tía de repente, ganándose una risa de mi parte.
-No lo creo-Respondí con diversión-Ni siquiera se me permite ir a ningún club decente.

Mi madre me miro mal pero yo levanté mis manos diciendo que sólo estaba bromeando. Mi tía estalló en risas y negó con la cabeza.

-¡Estos jóvenes!-Exclamó y dijo otra cosa a mi madre que no hice ningún esfuerzo en escuchar-¿Y tienes novio?

Le di una sonrisa un tanto incómoda. La prudencia de la familia era algo simplemente inexistente.

-No. No le tengo.
-Ella tiene un amiguito. Pero aún no nos quiere contar.

¿Amiguito? ¿Mi madre realmente había utilizado la palabra “amiguito”? Trey y yo soltamos una carcajada de inmediato. ¿Qué tipo de persona decía eso?

Fue ahí cuando mi mirada cayó en Harry, parecía ajeno a nuestra conversación, serio mientras se mantenía fijo en la carretera, sus manos estaban apretando fuertemente el timón. Se veía tenso.

-¿Amiguito?-Dijo Trey tratando de respirar.
-Si ese chico rubio que siempre está en la casa-Respondió ella, las manos de Harry apretaron más fuerte y su mandíbula se tensó.
-Niall mamá, su nombre es Niall. Y no es mi “amiguito”-Comenté recalcando las comillas con mis dedos-Solo es mi amigo. Te lo he dicho millones de veces.

Por alguna razón ella creía que nosotros estábamos manteniendo un romance secreto, incluso había tenido conmigo la famosa e incómoda charla sobre sexo. Traté de calmarla diciéndole que no había nada entre nosotros y que no planeaba tener sexo todavía con quien fuera, pero aun así nada podía sacarle de la cabeza que Niall y yo estábamos saliendo.

Después de una-oh tan incómoda-charla de novios en el auto, llegamos a casa. Estas mujeres juntas eran como dinamita pura. En menos de veinte minutos habían revelado romances de todo tipo de Harry y de Trey. Gracias a Dios mis experiencias románticas eran mínimas y no les dio mucho de qué hablar.

La verdad era que no me gustaba nada escuchar sobre las hazañas de Harry. Pero aun así un sentimiento de alivio recorrió mi interior al ver que ella no mencionó alguna novia reciente ni nada serio. La mayoría de cosas que mi tía sabía era porque los amigos de él lo habían delatado, podría apostar que esos amigos eran Louis y Zayn.

Nos instalamos en nuestras habitaciones. Mi mamá dormiría en la habitación que era de Gemma, la hermana de Harry, que desde hace cuatro años vivía en Estados Unidos. Yo dormiría en la de huéspedes. Trey dormiría en la alcoba de Harry. Mientras que este último dormiría en el sofá-cama de la sala de televisión.

Luego de arreglar mis cosas y de hablar un rato con Sam, fui hacia la sala dónde se encontraban Harry y mi hermano viendo una película.

Me tiré en el sofá en medio de los dos. Trey puso su brazo alrededor de mis hombros y me acercó dando un beso fuerte en mi frente, sólo para molestarme.

-¡No seas baboso!-Exclamé apartándolo. El simplemente rió y siguió viendo la televisión-¿Qué ven?
-La chica del dragón tatuado-Respondió mi hermano.

Vi la película con ellos hasta que escenas de sexo aparecieron en la pantalla y me hicieron sentir supremamente incomoda por el simple hecho de que las estaba viendo en medio de dos hombres.

No quería actuar como una niñita e irme, así que me obligue a mí misma a permanecer sentada y simular que veía la película.

Trey se removió incómodo, y apreté los labios tratando de reprimir una risa.

-Bueno iré a hacer unas llamadas-Dijo mi hermano en cuanto la película terminó, dejándonos a Harry y a mi solos.

Nos quedamos en un silencio mortal por un rato, escuchamos la puerta de la habitación donde dormiría mi hermano cerrarse.

-¿Y dónde están mamá y mi tía?-Pregunté tratando de hacer la situación menos extraña.
-Salieron a caminar y a comprar unas cosas.
-Amm-susurré-¿Y cómo has estado?
-Estás hermosa.

Levanté mi mirada hacia el con obvia sorpresa. No debía sonrojarme, no debía, pero no pude evitarlo. El calor se apoderó de mis mejillas haciéndome mirar hacia otro lado nuevamente.

-Um. Gracias, supongo-Susurré dudando.

Otro momento de silencio cayó sobre nosotros y esta vez no sería yo quién lo terminaría. Después de unos minutos sentí como Harry se acercaba a mi lado en el mueble, lo que me hizo saltar un poco por la impresión. Lo miré con el ceño fruncido esperando que dijera algo, pero no lo hizo.

Esperé unos minutos más, y estaba dispuesta a decir algo cuando él se me adelantó.

-Esta vez quiero hacer las cosas bien. Seré sincero.
-¿De qué hablas?-Pregunté confundida.
-No haremos como si nada hubiera pasado ¿Vale?-Dijo mirándome fijamente con sus hermosos ojos color esmeralda-No haremos como si nada pasara entre nosotros.
-Nada pasa entre nosotros-Me apresuré a decir un poco molesta por lo seguro de sí mismo que él estaba.
-¿Estás segura?-Preguntó acercándose más a mi rostro y poniéndome nerviosa-¿Estás segura de que nada pasa entre nosotros?

Su aliento chocó contra mi rostro y sentía como estaba a punto de tirarme encima de él. Así que decidí apartar mi cara. Él de inmediato tomó mi barbilla haciendo girar mi rostro hasta el suyo. Se acercó más, tanto que sentía sus labios rozando los míos haciendo que perdiera toda mi determinación.

Casi podía escuchar la voz de Sam en mi cabeza diciendo que yo era una vergüenza para el fuerte e independiente género femenino.

Estaba a punto de besarme cuando el sonido proveniente de la puerta principal hizo que nos separáramos bruscamente. Nuestras madres entraron riendo con bolsas en las manos. Yo me puse de pie rápidamente y caminé hacia ellas para ayudarles, sin mirar hacia atrás.

Los siguientes días habían pasado normales, Harry y yo no habíamos tenido oportunidad de hablar a solas.

Des, Anne y mi madre irían esa noche a teatro y comerían por fuera. Mientras que nosotros nos quedábamos en casa viendo películas y comiendo pizza junto con Louis y Zayn, que de hecho se llevaban de maravilla con mi hermano.

-¡Oh Dios! Demasiada testosterona-Exclamé con fingido fastidio haciendo que ellos soltaran en carcajadas.

Una película rodaba en el DVD, pero ellos ni siquiera prestaban atención, estaban hablando cosas de chicos. Yo giraba los ojos por lo hombres que podían llegar a ser.

-¡Vamos por cerveza!-Gritó Zayn poniéndose de pie.

Trey y Louis inmediatamente lo siguieron, pero cuando yo fui a hacer lo mismo el moreno me detuvo.

-Tu deberías quedarte-Dijo hacia mí-No te ofendas. Pero podrían ponernos problema por el alcohol si nos ven contigo.
-Eso tiene sentido-Secundó Trey-Lo siento hermanita, pero tendrás que esperarnos.
-Yo te acompaño-Dijo Harry mirándome.

Los demás salieron de la casa y apenas la puerta principal se cerró, volteé hacia Harry con las cejas juntas. Estaba atrapada con él. Y era demasiado obvio para mí, que había sido planeado.

-Tenemos que hablar-Dijo él repentinamente.
-¿De-De qué?-Susurré con el corazón en la boca viendo como él se acercaba a mí.
-Tú sabes de qué.

Me alejé de él caminando hacia la cocina por un vaso de agua, lo necesitaba. Harry siguió mis pasos. Tomé un poco de agua y me apoyé en la encimera viéndolo esperando que continuara con lo que sea que iba a decirme.

-Yo…he hecho las cosas tan mal. Lamento mucho el haberme alejado de ti.
-Okey-Dije tratando de cortar la conversación.
-No, escúchame. Necesito que sepas-Suspiró pesadamente-Estuve con una chica y me sentí la mierda más grande del mundo porque te había traicionado de nuevo.
-Tu no me traicionaste- Me apresuré a comentar ignorando la presión en mi pecho provocada por su confesión.
-Sí. Lo hice.
-No. No lo hiciste-Contesté nuevamente-No me traicionaste porque no estábamos juntos.
-Da igual __________-Dijo con exasperación-Yo sentí que lo había hecho.

Me quedé en silencio sin saber que era lo correcto para decir. Él me miraba fijamente.

-Solo quería que lo supieras a pesar de que eso sucedió hace mucho tiempo-Dijo acercándose a mí colocando las manos en la encimera a cada lado de mi cuerpo-¿Estás saliendo con Niall?

Su cercanía me estaba volviendo loca. Después de estar alejados por tanto tiempo , ahora estábamos tan cerca que parecía irreal. Traté de pensar en qué haría Sam en una situación como esta.

-Sí-Mentí con la voz firme.
-¿Sí?-Se acercó incluso más-No creo que Niall vaya a estar muy feliz con esto.
-¿Con qué?
-Esto.

Y antes de que yo pudiera decir algo más, sus labios estaban haciendo presión contra los míos. Debería apartarlo, eso era lo que haría Sam. Pero yo no era Sam así que me deje besar.

Harry se acercó más a mí apretándome entre el duro mármol de la encimera y su duro cuerpo y yo posicioné mis manos alrededor de su cuello. Estar tocando sus labios con los míos se sentía tan surreal.

La lengua de Harry delineó mis labios pidiendo entrada y yo no tuve fuerzas para negársela, con fuerza entro en mi boca mientras presionaba más mi cuerpo. Nuestras bocas se movían con necesidad, como si se hubieran extrañado todos estos años.

Las manos de Harry soltaron el mármol y se ubicaron en mi cadera por unos segundos antes de subirlas hasta mis mejillas, acunando mi rostro entre ellas mientras se separaba un poco y me miraba a los ojos. Los dos respirábamos con dificultad.

No dijo nada, sólo me miró por algunos segundos y luego inclinó la cabeza para alcanzar mis labios nuevamente. Esta vez el beso era más suave y romántico. Enredé mis manos en sus rizos mientras lo besaba.

Sus labios se separaron de los míos marcando un camino de besos por mi mandíbula hasta llegar a mi cuello, cerré los ojos fuertemente y un suspiro salió de mi boca al sentir a Harry besándolo, chupándolo y lamiéndolo.

Las manos de Harry bajaron nuevamente a mis caderas mientras que yo hacía más fuerte el agarre alrededor de su cuello. Incliné la cabeza más hacia la derecha buscando darle un mejor acceso y luego a la izquierda cuando su boca se movió hacia el otro lado.

Apreté los labios fuertemente tratando de contener un jadeo pero este salió de todos modos. Las manos de Harry acariciaban mi piel por debajo de la blusa y luego bajaron hasta mi trasero. Mi corazón comenzó a palpitar violentamente en mi pecho al sentir sus manos presionando mi culo haciendo que me pegara mucho más a su cuerpo.

Sus labios viajaron nuevamente a los míos y su lengua entró en mi boca de inmediato. Ya no era un beso suave e inocente.

De repente mi celular comenzó a sonar a lo lejos en algún lugar de la sala de televisión, lo ignoramos mientras seguíamos en lo nuestros. Pero un pensamiento de que podría ser Trey o mamá me hizo reaccionar.

Coloqué las manos en el pecho de Harry tratando de separarme, pero él se apretó más a mí besando mi cuello de nuevo.

-Ha-Hazza-Tartamudeé sin aire-Debo contestar.
-No-dijo separándose levemente de mi cuello.

El ringtone dejó de sonar así que me enfoqué en los besos de Harry, pero cuando el celular timbró de nuevo me alejé esta vez con más fuerza.

-Lo siento-Hablé tratando de controlar mi respiración-Puede ser importante.

Fui casi corriendo hasta la sala y tomé mi celular que estaba en el sofá. Era Niall. Antes de poder contestar unas manos me abrazaron por la cintura distrayéndome.

-No contestes-Susurró con voz ronca en mi oído.

Bajé la mano olvidándome de contestar a mi amigo y me concentré en Harry que besaba mi oreja y el costado de mi rostro. Coloqué mis manos sobre las suyas, aun sosteniendo el celular, y él las entrelazó sobre mi vientre.

-Te quiero-Susurró en mi oído y sentí como mis piernas se hacían gelatina.
-Yo también te quiero-Dije después de unos segundos.