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Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
• Titulo: Devilish Temptation.©(Hell, Yes)
• Autor: M.C. Stella (osea YO)
• Adaptación: No.
• Género: Drama, Romance, ficcion, hot.
• Contenido: Lenguaje inapropiado (aveces xd), escenas eróticas.
• Advertencias: Tal vez no subiré seguido ya que aun sigue escribiéndose y si subo seguido terminaría los capítulos rapidísimo. (Bajo ningún motivo puede copiarse este material y difundirlo sin permiso del autor)
• Otras páginas: No.
Sinopsis.
• Autor: M.C. Stella (osea YO)
• Adaptación: No.
• Género: Drama, Romance, ficcion, hot.
• Contenido: Lenguaje inapropiado (aveces xd), escenas eróticas.
• Advertencias: Tal vez no subiré seguido ya que aun sigue escribiéndose y si subo seguido terminaría los capítulos rapidísimo. (Bajo ningún motivo puede copiarse este material y difundirlo sin permiso del autor)
• Otras páginas: No.
Sinopsis.
A partir del asesinato de su padre _______ Blake y su familia deciden mudarse en busca de un nuevo comienzo. Para ________ el mudarse no es la solución, para ella su mundo ha terminado y siente que el verdadero problema es mudarse y dejar todos los recuerdos atrás. _______ se encontrara con un nuevo problema que enfrentar uno atractivo y peligroso, Joseph Jonas entrara en su vida para volverla loca de mil maneras. Con su arrogancia y encanto lograra descifrar la verdad sobre _______ y sobre el mismo. El tan diabólicamente tentador y ella angelicalmente testaruda.
Ambos iniciaran una guerra sin siquiera saber que la provocarían.
Comenten chicas las quiero ñ_ñ
Última edición por MileyCyruZ el Dom 21 Sep 2014, 11:35 pm, editado 4 veces
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
CAPITULO 1
Cambios
Dicen que todos tenemos cambios a lo largo de nuestra vida, unos buenos y otros no tanto, en mi caso aún no sé de qué tipo será mi cambio y eso me tiene nerviosa. Estoy dentro de la camioneta de mi madre en el lugar del copiloto viendo por la ventana, golpes insistentes en el respaldo de mi asiento me informan que mi hermano de 8 años Sebastián está despierto, me duele la cabeza y no he dormido nada, llevamos en carretera horas y aún nos faltan más, no puedo sentir mi trasero y mi hermano insiste en patear mi asiento como un demente, veo los labios de mi madre moverse mientras mira por el retrovisor, supongo que regaña a mi molesto hermano, la ignoro y subo el volumen de mi IPod, cierro mis ojos y finjo dormir no quiero tener que hablar con ella. Si no fuera por ella yo estaría en mi antigua cama descansando, pero no, ella tenía que desear mudarnos a Long Beach. Ya lo sé, no es tan malo incluso es un lugar genial en donde vivir, pero por lo menos pudo elegir viajar en avión, en lugar de pasar horas manejando en carretera, la fuerte patada de Sebastián termina con mi paciencia me arranco los auriculares y me giro en mi asiento para enfrentar a Sebastián.
— ¡Vuelve a patear mi asiento y meteré tu pie en tu trasero!—Tome su pierna y le di un tirón tumbándolo del asiento trasero.
—Mamá, ¿Escuchaste lo que me dijo?—Sebastián se quejó pateando mi asiento desde el reducido espacio en el suelo.
— ¡Bethany Eve Blake! Cuida tus palabras jovencita.
Mi madre me dedico una mirada molesta con sus enormes ojos color café que en ese momento eran negros. La risita victoriosa de mi hermano me hizo lanzarle un puñetazo en la pierna y comenzó a llorar.
— ¡MAMÁ! ¡BETHANY ME GOLPEO!
— ¡Cállate Sebastián, pareces una niña!
— ¡BETHANY, BASTA YA!—Mamá golpeo el volante molesta.
—Como sea. —Murmure apretando mis dientes.
Me senté derecha en mi asiento y busque mis auriculares.
— ¿Dónde está mi IPod?—Busque bajo mi asiento a tientas.
—Te lo devolveré cuando lleguemos. —Respondió mamá.
Me cruce de brazos molesta mientras trataba de darle la espalda a mi madre en mi pequeño asiento. Después de un par de horas más mi hermano volvió a dormirse y mi madre rompió el silencio.
—Beth. Sé que aun estas triste por lo de tu padre... Yo... yo también lo estoy, es por eso que necesitábamos este cambio, lo sabes... ¿Verdad?
Trague saliva con fuerza intentando deshacer el gran nudo en mi garganta, el solo escuchar de mi padre me hacía sentir un enorme vació en mi pecho era tan grande y frio que me hacía abrazarme a mí misma para intentar sentir algo, pero jamás tenía un resultado al hacerlo.
Mi padre había sido asesinado 8 meses atrás, la policía había dicho que había sido asaltado ya que no encontraron su cartera y pertenencias. Papá era el mundo para mí, no solo era mi padre, él era mi mejor amigo, siempre estaba conmigo y me apoyaba incluso cuando yo estaba equivocada, y ahora él estaba muerto, me dolía tanto recordarlo y aún más hablar sobre él con mi madre.
—Beth, sé que no te gusta hablar sobre él, pero eso te haría bien hija.
— ¿Bien? ¿En qué puede hacerme bien? Hablar sobre él no va a hacer que regrese... Nada lo regresara mamá—las palabras salieron de mi boca más fuerte de lo que esperaba. Los ojos de mamá se volvieron cristalinos, con un delicado movimiento de su mano tomo un mechón negro de su lacio cabello y lo acomodo detrás de su oreja.
—Se mejor que nadie que no va a regresar, Beth. Solo quiero tener una conversación con mi hija de nuevo.
Desde la muerte de papá la relación entre mi madre y yo se deterioró más y más, entre nosotras había un gran espacio. La única razón por la que permanecíamos juntas era papá y ahora el ya no estaba, ya nada volvería a ser igual.
Permanecí en silencio para demostrar mi punto de no querer hablar sobre nada y me dedique a ver a los autos que nos rebasaban a toda velocidad, mi madre pareció entender el mensaje y no volvió decir ni una palabra, al contrario, me entrego con una mano temblorosa mi IPod, lo tome con precaución y me coloque mis auriculares. Cerré mis ojos e intente dormir.
El traqueteo de la camioneta y el zumbido de los autos debieron adormecerme porque para cuando me di cuenta ya estaba sumergida en un extraño sueño. Desde la muerte de mi padre soñaba cada noche con él y el final siempre era más desgarrador que el anterior, siempre al finalizar mi sueño terminaba con mi padre muriendo en mis brazos con 3 tiros en su pecho, me desperté dando un sobre salto en el asiento.
—Tranquila, solo fue un sueño.
La voz de mi madre sonaba angustiada.
—Ya llegamos, dormiste bastante. —Dijo con una sonrisa.
Me quede en silencio mientras me acomodaba en mi asiento y contemplaba las calles por las que transitábamos, di un vistazo rápido al asiento trasero y Sebastián aun dormía. ¡Gracias a Dios!
—Antes de venir aquí, arregle el papeleo para sus escuelas.
—Genial—Murmure con sarcasmo.
—Deberías estar emocionada te inscribí en una escuela de Arte podrás bailar como tanto te gusta. Es tu último año debes disfrutarlo. — ¿Perdón? ¿Escuche bien? ¿Mi madre dijo esas palabras? —No me veas así, pensé que eso te alegraría. —Claro que me alegraba, bailar era mi pasión desde que aprendí a caminar.
— ¿Qué escuela es?—Pregunte sonando indiferente cuando por dentro saltaba y bailaba de alegría, mi madre sonrió como hace tiempo no hacía.
—¡Renaissance High School for the Arts! Te va encantar hija. Y además queda cerca de casa. Tú y Sebastián podrán ir y venir con solo unos cuantos pasos. Irán por las mañanas. Yo en las noches tendré mi turno en el hospital así que... confió en ti.
Mamá era enfermera, pero cuando se casó con papá había dejado de ejercer su profesión, ella no quería perder ni un solo minuto de su tiempo en algo que no fuera papá, pero después de su muerte ella solo quería ir a los hospitales y ayudar a cuanta persona herida se le ponía enfrente.
— ¿No te encanta? Nuestra casa también estará cerca de la playa. Todo un sueño.
—Asombroso—Articule la palabra en mis labios de modo que no saliera el sonido.
—Mira esa es nuestra casa.
La voz emocionada de mamá me sorprendió un poco pero me sorprendió más la casa, era algo enorme. La casa estaba situada en una esquina y todo el mundo sabe que una casa en una esquina es enorme y más cara, eso era algo excesivo para solo 3 personas pero no dije nada. Mamá aparco la camioneta en la calzada a un lado de la casa, me quede sentada dentro de la camioneta mientras mamá despertaba a Sebastián quien al ver la casa bajo corriendo como loco, lo contemple correr por el gran patio frontal de la casa, eso era demasiado verde, demasiado patio, mamá me dio una sonrisa mientras caminaba hacia la casa, Sebastián corría y giraba por todo el patio, era claro que para él la casa era perfecta. Baje a paso lento y azote la puerta de la camioneta, el sol me picaba en la cara y apresure mi paso hacia el interior de la casa, Sebastián me paso zumbando por un lado y fue escaleras arriba.
— ¡ENCONTRÉ MI HABITACIÓN!
Lo escuche gritar desde el segundo piso y no pude evitar rodar mis ojos al escucharlo, mi plan era buscar la habitación más alejada de mi hermano. Contemple el enorme recibidor, eso era algo enorme, no lo podía creer, a un lado encontré una sala de estar igual de enorme con un centro de entretenimiento frente al sofá, examine la habitación hasta que me dije que era demasiado; Cansada camine hacia la escalera, mamá salió de una puerta que supuse era la cocina.
— ¿Te gusta?
—Es... Enorme mamá, nosotros solo somos 3. —mamá rodó los ojos y dio un suspiro mientras caminaba hacia mí.
—Beth, por favor, por una vez en tu vida ¿Puedes alegrarte con las decisiones que tomo? Esta casa la compre únicamente pensando en Sebastián y en ti, en nadie más. Tal vez cuando veas la alberca te guste un poco más.
¿Alberca? Díganme ¿Quién demonios compra una casa con alberca cuando la playa está a unas horas tal vez minutos? quería decirle pero la triste sonrisa en su cara me detuvo, suspire y forcé una sonrisa.
—Subiré a buscar mi habitación.
Mamá asintió y cruzo sus brazos, subí escaleras arriba tan rápido como pude, incluso tuve el deseo de resbalar y romperme el cuello. El pensamiento de que la casa era enorme me invadió de nuevo cuando vi el largo pasillo con montones de puertas por doquier, abrí una de las puertas a mi derecha y encontré un tipo de biblioteca bueno por lo menos algo bueno abría en esta casa, camine por el largo pasillo abriendo cada puerta, incluso tuve una pelea con Sebastián cuando encontré su habitación.
— ¡Esta es mi habitación! ¡Yo llegue primero, Beth!
Sebastián estaba con sus brazos cruzados sobre su pecho y sus ojos café me veían brillando.
—Genial, ahora sabré a cual habitación prenderle fuego en la noche—riéndome de su expresión Sebastián negó con fuerza y sus rubios rizos rebotaban con el movimiento de su cabeza. —Cálmate pulga solo bromeo.
Cerré la puerta y me dirigí a la última en el pasillo ninguna habitación me había llamado mucho la atención hasta ahora así que era mi última opción, con lentitud gire el pomo de la puerta que hizo un rechinido al empujarla. Mi mandíbula cayó al suelo, esa habitación definitivamente era la mía tenía un gran ventanal que daba hacia la calle las puertas eran corredizas y del otro lado había una especie de balcón, camine a paso lento y abrí las puertas acercándome al balcón podía ver el límite de la playa a pesar de que no estaba tan cerca como parecía, era una vista hermosa, el sol ya estaba ocultándose tras de algunas nubes, el viento jugó con mi cabello y yo cerré mis ojos disfrutando la sensación. Dejando las puertas del balcón abiertas recorrí mi nueva habitación, me sobresalte con mi propio reflejo y fue cuando note que una pared era completamente de espejo, me acerque y descubrí una perilla de cristal incrustada en el espejo, la tome con cuidado y deslice, eso no era solo una pared de espejo, detrás había un enorme closet y gavetas, si mi intención fuera llenarlo necesitaría pedir ropa prestada a mamá y Sebastián y dudo que aun así se llenara, era algo asombroso, el closet de los sueños de cualquier chica, con cuidado cerré la puerta del closet y ahora dedique mi atención a la cama desnuda frente a mí, tenía dos veces el tamaño de mi antigua cama individual, el colchón se encontraba sobre una base metálica blanca con figuras como las ramas de una enredadera que subía por los 4 postes de la cama.
El dosel de la cama era un velo blanco tipo tul que colgaba por los lados, camine unos pasos y me recargue en un poste tomando el velo y retirándolo para ver la enorme cama de nuevo.
—La encontraste.
La voz de mi madre desde el marco de la puerta me tomo por sorpresa, ella entro y camino hacia mí, deteniéndose justo a un lado mío.
— ¿Por qué esta amueblada?—Pregunte mirando aún la cama.
—Bueno no quería llegar y tener que esperar por nuestras viejas cosas, así que compre solo lo necesario. ¿Te gusta? en cuanto vi esta habitación pensé en ti y después vi esta cama...
—Es muy lindo mamá, gracias.
Alejándome de ella camine de nuevo hacia el balcón y abrace mi cintura.
—Traje tus cosas ¿Quieres que te ayude a desempacar?—Mamá dejo mis maletas sobre la cama y comenzó a sacar mi ropa.
—No es necesario mamá yo no soy una niña, deberías ayudar a Sebastián él te necesita más que yo.
Mamá se quedó quieta mientras tomaba una de mis blusas y la dejaba en la cama, la mire unos segundos.
—Bien... te... te traeré tus sabanas nuevas para la cama y unas cortinas.
Después de eso me dejo sola en la habitación durante un largo tiempo, para cuando regreso con mis nuevas sabanas y cortinas yo ya había terminado de desempacar y ahora estaba leyendo en el balcón, mamá entro y trato de mantener una conversación conmigo, después de unos muy incómodos silencios y miradas se dio por vencida, despidiéndose y deseándome buenas noches me dejo de nuevo sola. Comencé a vestir mi cama, las sabanas eran blancas y el cobertor negro con estampado de rosas blancas, mamá sabía que yo no era una chica muy colorida después de todo, mis cortinas eran blancas y traslucidas con encaje en todo el contorno de ellas eran exactamente del largo de mi balcón, las colgué con cuidado de no caer de la silla en el intento, cerré las puertas del balcón y sujete las cortinas con los pequeños cintos de encaje.
Cuando termine continué leyendo mi libro, pensé que sería otra tonta novela de romance pero cuando termine de leer y descubrí que el protagonista se suicidaba yo ya estaba llorando como una desquiciada, imaginen esto así, una chica llorando a mares como una loca a las 3:30 de la madrugada espantaría a cualquiera. Apague mi lámpara y deje el libro sobre mi mesa de noche y continué llorando en silencio como lo había hecho los últimos 8 meses, el recuerdo de papá venía a mí siempre antes de dormir y yo terminaba siempre llorando esta vez el resultado fue mucho peor, sabiendo que estaba en una nueva casa, nueva habitación y probablemente con una nueva vida a partir del lunes.
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Me gustó mucho el capítulo, seguila pronto (:
Ed Sheeran
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Hey chicas perdón por ese capitulo olvide editarlo los demás ya estarán correctos.. es que me confundo con las 2 novelas y como una ya esta editada pienso que todas lo están y solo lo copio perdón por ese error mas tarde subire el segundo cap gracias por leer ñ_ñ
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
CAPITULO 2
Arte
El fin de semana paso rápido mamá nos llevó a visitar nuestras nuevas escuelas y nos dio indicaciones, yo tendría que llevar y recoger a Sebastián en la escuela.
Después de visitar mi escuela me quede emocionada era bastante colorida, yo odiaba los colores pero verlos en una escuela de arte me gustaba. La tarde del domingo pasamos el día en la playa con mamá, después nos llevó de compras escolares, sentía que mamá estaba haciendo todo por sobornarme con cosas y eso me ponía triste, sabía que aunque yo intentara jamás volveríamos a ser como antes. Cuando llegamos a casa Sebastián llego completamente dormido, ayude a mamá a dejarlo en su habitación con cuidado de no despertarlo, después de cambiarlo, arroparlo y besar su frente mamá lo observo desde la puerta con una mirada nostálgica, esa era mi señal para salir corriendo de ahí, me gire sobre mis talones y camine por el pasillo hacia mi habitación, sentí la mano de mamá sobre mi muñeca.
— ¿_______?...—espero mi respuesta— ¿Estas emocionada por mañana?
—Si algo... Debería irme a dormir ya.
Jale mi mano y la deslice de su agarre lentamente, ella me contemplo en silencio. Minutos después mi madre hablo con ojos acuosos.
—Dios... tus ojos me recuerdan tanto a tu padre.
Sentí el dolor familiar en mi pecho extenderse por mi garganta, el nudo comenzó a formarse lento y doloroso, me abrace automáticamente a mi cintura, no tenía que mencionarlo incluso a mí me atormentaban mis ojos, no podía verme en un espejo sin soltarme a llorar, había heredado los hermosos ojos grises de mi padre pero en mi lucían terroríficos, parpadee un par de veces para alejar las lágrimas que querían formarse.
—Mamá... yo... tengo que dormir.
Forcé mi voz para articular cada patética palabra pero apenas salieron de mi boca. Mamá se veía tan frágil frente a mí, más pálida de lo normal y sus ojos eran vacíos, incluso había perdido varios kilos en los últimos meses.
—_______... el que tengas 18 años no quiere decir que ya no necesites a tu madre. —Sus palabras eran tranquilas pero se sentían dolorosas.
—Lo sé...— Fue todo lo que pude decir, mamá tiro de mi rodeándome en un fuerte abrazo, la sentí vibrar contra mí, supe enseguida que estaba llorando.
—Te amo hija, más de lo que piensas.
El nudo en mi garganta creció y creció con sus palabras, mis brazos estaban colgando a mis lados sin responder, me tome mi tiempo para asegurarme de que mi voz no me traicionaría.
—Lo sé mamá... también te amo—Mi voz me fallo haciendo mis palabras tan débiles que no estaba segura si mi madre las había escuchado, ella sorbió su nariz y deposito un beso en mi mejilla antes de soltarme.
—Descansa _______, mañana es tu día.
—Buenas noches mamá.
Con una débil sonrisa y ojos hinchados mi madre camino por el pasillo lentamente hasta que entro en su habitación, yo me había quedado ahí mirándola sin moverme, aun cuando ella ya no estaba me quede ahí. El nudo en mi garganta seguía ahí negándose a marcharse pronto, mis ojos se volvieron cristalinos y una tibia lagrima corrió veloz por mi mejilla, la seque rápido con el dorso de mi mano como si alguien pudiera descubrirme y corrí a mi habitación, como era de esperar llore toda la noche y parte de la madrugada.
La mañana del lunes llego y sufrí para lJoetarme, tenía un nudo en el estómago que se movía como loco, tome una ducha fría y me prepare para mi primer día de escuela, me puse unos pantalones desgastados, una camisa negra de tirantes de mi banda favorita y mis converse, me observe en el espejo tenía unas obscuras ojeras delatoras, suspire agotada.
Ignorando las ojeras yo era bonita dentro de los estándares pero tampoco era una Miss universo, era genéticamente bendecida con la piel blanca de mamá y su físico delgado, sin mencionar mi par de largas piernas, pero todo lo demás en mí era de papá, mis ojos color gris, mi cabello dorado, su nariz respingona y sin duda su carácter, el nudo se comenzaba a formar en mi garganta, aleje a mi padre de mis pensamientos y me concentre en cepillar mi largo cabello para después recogerlo en una coleta alta, aplique un poco de maquillaje, tome mi bolso y baje a la cocina donde Sebastián y mamá desayunaban.
—Te ves muy linda _______.
Mamá me sonreía mientras me extendía un plato con hot cakes en él y un vaso de jugo de naranja, los acepte y me senté en el taburete de la cocina, Sebastián ya vestía su uniforme Azul con sus rizos dorados perfectamente acomodados, masticaba su desayuno con ánimo mientras balanceaba sus pies en el taburete, Sebastián también era una copia de mi padre a excepción de sus ojos.
— ¿Están listos para su primer día de clases?—la voz de mi madre me saco de mis pensamientos y empecé a desayunar en silencio.
— ¡SI!
El grito de Sebastián casi me hace caer de mi lugar, el sin dudas estaba emocionado por su primer día de clases.
— ¿Y tú _______?—Mamá pregunto mientras tomaba mi mano, fingí necesitar mi mano para coger mi vaso de jugo y le di un trago.
—No puedo esperar. —Murmure tan bajo con la intención de no ser escuchada, mamá me respondió con un gesto y termino de desayunar.
Mamá nos acompañó camino a la escuela, Sebastián iba en medio de mi madre y yo tomando las manos de ambas mientras saltaba durante todo el recorrido a su colegio, no quise presenciar la triste despedida entre él y mi madre y me despedí argumentando que quería llegar antes para recorrer la escuela, les dije adiós con la mano antes de acelerar mi paso hasta dar vuelta en una esquina y perderles, ahí fue donde empecé a caminar más lento que un caracol.
Cuando llegue la campana había sonado y no quedaban alumnos en el estacionamiento, acelere mi paso un poco y entre buscando las oficinas. Cuando por fin las encontré entre tropezando con una silla, la secretaria pelirroja me observo detrás de sus anteojos de gato.
—Hola—murmure acercándome a su escritorio—Soy _______ Blake soy de nuevo ingreso, me dijeron que aquí me entregarían mi horario.
—Oh por supuesto, mi nombre es Ollie—revolvió sus carpetas y me entrego dos hojas blancas—Este es tu horario y este es un mapa del instituto—dijo apuntando cada hoja y después me observo un momento, entendí que esperaba una respuesta de mí.
—Ah, sí, gracias... Ollie
—De nada, ahora date prisa, no querrás perder tu primera clase— asintiendo le di una sonrisa falsa y me gire hacia la puerta para salir pero la voz de Ollie me detuvo— Bienvenida a Renaissance, _______.
—Gracias—Respondí sin girarme a verla y salí de la oficina, mi primera clase era Calculo—Genial.
Tome el mapa y comencé a caminar guiada por él, subí las escaleras corriendo, camine rápido por el pasillo concentrada en mi mapa y gire en una esquina chocando contra la pared lanzando mis papeles al aire, el golpe me mando hacia atrás para caer de espaldas, preparándome para amortiguar con mi trasero apreté mis ojos esperando el golpe, pero la pared me tomo por la cintura frenando mi caída y cayendo sobre mí. Abrí mis ojos recostada en el piso y me encontré con unos ojos tan verdes como la hierba rodeados de largas pestañas oscuras que cualquier chica mataría por tener, incluida yo. Aleje mi mirada de sus ojos y note que la pared era bastante atractiva, sus facciones eran fuertes y marcadas una nariz recta y linda y unos labios carnosos y besables, tenía un cabello lacio tan obscuro como la tinta y le llegaba a la altura de sus ojos.
— ¿Estás bien?—su voz sonaba burlona, me aclare la garganta y me apoyé sobre mis codos ya que él seguía en cuclillas frente a mí, ahora tenía una mejor vista de su cuerpo, de sus anchos hombros. Llevaba una camisa negra con la leyenda "Rock Star" estampada en el pecho sus músculos se marcaban sobre la tela y sus brazos musculosos estaban visibles, note tatuajes tribales bajar por sus brazos musculosos, aparte mi mirada de sus tatuajes y lo vi tomar algo del suelo, era mi horario y mapa de la escuela, me observo con ojos entrecerrados.
—Sabes qué vas por el camino equivocado ¿cierto?—Ahora estaba sonriendo de manera arrogante causando que unos encantadores hoyuelos aparecieran en sus mejillas para después hacer un perfecto hari flip que me dijo sin aliento.
—Yo no... No sabía... perdón por chocar contigo. —El desconocido se encogió de hombros y sonrió de lado, el hoyuelo en su mejilla se profundizo.
—Estoy acostumbrado a que las chicas se me tiren encima.
—De hecho tú eres el que está encima de mí.
Sonrió de manera más arrogante aún y yo rodé mis ojos, trate de lJoetarme pero él seguía justo enfrente de mí.
—Aerosmith. Son... una buena banda—lo mire sin entender y después seguí su mirada hacia mis pechos, color subió por mis mejillas y él sonrió de manera sexy. —Tu salón está del otro lado.
Una puerta se abrió detrás de mí y el desconocido se puso de pie de inmediato lanzándome mi horario y mapa.
—Bienvenida _______—murmuro antes de comenzar a caminar por el pasillo, lo observe de pies a cabeza y note que poseía un lindo trasero y unas piernas largas y musculosas enfundadas en unos ajustados jeans...¿Cómo diablos supo mi nombre? Me senté en el piso y recogí mi horario y mapa, ah claro, mi nombre estaba escrito en las hojas. Una mano me tomo por el codo alzándome y tomándome por sorpresa.
—Déjame ayudarte, ese Joe es una bestia.
— ¿Joe?—Murmure confusa.
Me puse de pie sacudiendo mis pantalones mientras alzaba la vista hacia el chico que me había ayudado, me encontré con un chico alto y rubio con unos ojos tan azules como el zafiro.
—No te conozco ¿Por qué no te conozco?—lo mire algo aturdida—Eres nueva ¿Cierto?
—Sí. Lo soy. —El rubio dio una gran sonrisa mostrando unos dientes blancos y rectos.
—Soy Andy Tartiny. —Extendió su mano hacia mí y la tome.
—_______ Blake—Respondí por lo bajo.
—Bonito nombre. —Andy me observo más de lo permitido y tenía aun mi mano en la suya superando el tiempo establecido para un saludo normal, retire mi mano y él sonrió sonrojándose. — ¿Estas perdida _______?
—Si eso creo, tengo Cálculo en el aula C11.
Mire mi mapa como si fuera a aparecer un camino punteado en rojo indicando por dónde ir.
—Ah, es justo de aquel lado, vas en sentido contrario. —Sonrió apuntando el pasillo detrás de mí.
—Emm. Bien, entonces me voy, Gracias.
—De nada _______, te veo luego.
Camine a mi clase y ahí fue aún más vergonzoso, tan vergonzoso como es ser la alumna nueva, lo que implica que todo el mundo te observe incluso el maestro, fue la primera vez que me estaba concentrando verdaderamente en calculo. Mis demás clases fueron igual de incomodas con la presentación tan vergonzosa ante todos para después disfrutar de muchos pares de ojos observándome como si fuera un animal en un circo y esperaran que hiciera una gracia, suspire agradecida y asustada cuando la hora del almuerzo llego. Camine hacia la cafetería y busque una mesa disponible y sola, por suerte para mí la encontré fácilmente saque mi botella de agua, mi manzana y mi libro de Romero y Julieta que había leído un millón de veces, ahora solo lo usaba para dejar claro que no quería establecer alguna conversación con nadie.
— ¡Hey _______! ¿Puedo sentarme?
Callada negué con mi cabeza sin levantar la vista de mi libro, pero Andy pareció no importarle mientras se sentaba en la mesa con su charola del almuerzo, en ella había una hamburguesa tamaño monstruo con un montón de papas fritas y un refresco.
— ¿Cómo va tu primer día?—Andy pregunto dándole una gran mordida a su hamburguesa. Me encogí de hombros.
—Normal, creo, ya sabes todo el mundo me observa.
—Si bueno es normal, eres muy llamativa— ¿Llamativa?
Ignorándolo mordí mi manzana y mastique lentamente para poner el pretexto de no poder hablar con la boca llena, me concentre en mi libro de nuevo, a Andy pareció no importarle por que siguió comiendo.
—Joe Jonas te está observando. —Andy dijo las palabras tan bajo mientras fijaba la mirada en su plato como si no quisiera que nadie lo escuchara, lo ignore leyendo mi libro, pero cuando me di cuenta que había leído la misma línea 6 veces me di por vencida. —El parece que te quiere comer.
Andy estaba abriendo un sobre de kétchup con sus dientes mientras murmuraba de nuevo.
—No me interesa— Cerré mi libro y tome mi botella de agua.
—Eso dices ahora, cualquier otra estaría emocionada por eso, Joe es el "Famoso" de la preparatoria. —Andy uso sus dedos como comillas para poner más énfasis en sus palabras.
— ¿Famoso? ¿Qué hace? ¿Vende drogas?—Me reí mientras mordía mi manzana.
—No. Él tiene una Banda de Rock, varios dicen que ya tiene un contrato firmado para cuando termine la preparatoria. Si es que la termina. —Ahora entiendo el mensaje de su camisa, pero que arrogante por dios.
—Mmmm debe ser todo un creído arrogante.
— ¿Joe? No tanto, el creído arrogante es Kyle, Joe solo es... Joe.
—Me suena exactamente lo mismo, pensé que dijiste que era una bestia.
—Me refería a que no le importan mucho las personas, es cociente de que las chicas están detrás de él pero no les toma importancia muy a menudo, eso no le quita lo idiota algunas ocasiones, como hoy en el pasillo, te pudo ayudar y no lo hizo, a eso me refiero.
Me quede en silencio Joe me había ayudado a amortiguar la caída pero no a levantarme, tal vez el sostenerme fue instintivo no fue por que quiso.
—Y ¿Cómo se llama su banda? ¿Los renegados?
Andy rio y tomo una papa llena de kétchup y la metió en su boca se tomó el tiempo masticando antes de contestarme.
—Black Demons.
—Wow ¿Son de ese tipo de bandas que cantan como si fueran fumadores de 70 años?—Andy soltó una carcajada esta vez y negó con la cabeza.
—Me gustaría decir que canta como una mierda pero no puedo, el muy hijo de puta tiene talento.
—Supongo, que eso quiere decir que Joe es el vocalista.
—Vocalista, guitarrista, baterista, bajista.
—Valla es toda una navaja suiza—Andy soltó otra carcajada mientras metía más papas en su boca pero su risa se detuvo rápidamente y bajo la mirada.
—Deberías dejar de hacerme reír, Joe está planeando mi muerte en su mente, creo que le interesas.
—O, tal vez quiere preguntarme donde compre mi linda playera. —Andy negó con la cabeza reprimiendo una sonrisa.
Mis clases fueron lentas y aburridas hasta que llego DANZA me encanto todo en esa clase, el maestro, mis compañeros, incluso no me molesto presentarme ni que todos me observaran, las rutinas de la clase eran fáciles de manejar recibí unas cuantas felicitaciones de mis compañeros y maestro. El maestro menciono que al finalizar el año siempre se acostumbraba dar una especie de demostración final, como un recital, el solo pensarlo me emociono muchísimo.
Camino a casa prácticamente fui bailando, Sebastián me observaba divertido y animado parecía que también había tenido un buen primer día y yo no podía esperar para mi segundo día.
Estábamos a unas pocas calles de nuestra nueva casa y ya me dolía mi hombro con tantos jalones que me daba Sebastián, tenía la sensación de ser observados pero había demasiadas personas en la calle como para saber quién era mi acosador, apresure mi paso arrastrando a Sebastián tras de mí, cuando nuestra casa fue visible solté a Sebastián y el corrió hacia la casa para contarle todo su día a mamá.
Camine a paso lento a diferencia de Sebastián, escuche unos pasos tras de mí, nerviosa me gire para enfrentar a mi perseguidor, me quede muda cuando me encontré con la sonrisa burlona de Joe.
— ¿Me estas siguiendo?—Cerré mis puños sobre mis caderas, él sonrió con sus manos en los bolsillos de sus jeans.
—Eso quisieras, yo solo camino a casa.
Rodé mis ojos y le di la espalda ignorándolo.
—Veo que conseguiste perrito faldero muy pronto... Bueno no me sorprende.
Me detuve en seco al escuchar sus palabras, ¿Cómo podía hablar así de mí sin conocerme? Me gire molesta para enfrentarlo de nuevo.
—No tienes motivos para hablar así sobre mí, tú no me conoces. —Apreté mis puños resistiendo las ganas de romper su bonita nariz. Joe hizo otro flip sorprendente con su cabello y me sonrió, sus hoyuelos se burlaron de mí.
—Eso se puede arreglar _______. —Lo mire confundida—Podemos llegar a conocernos muy bien si es lo que quieres. Que es algo obvio por la manera en la que me estas mirando justo ahora.
— ¿Por qué no te largas a tu casa y me dejas en paz?
—Yo ya he llegado a casa, vete tú a la tuya. —Sonrió y sus ojos verdes brillaron.
Me gire y observe la enorme casa en la esquina tras nosotros, su casa estaba a un lado de la mía cruzando la calle ¡Genial! Gire sobre mis talones y comencé a caminar a casa.
— ¡Oye _______!—grito Joe.
Me detuve antes de cruzar la calle fue más por precaución que porque él me llamara, sentí sus pasos acercándose a mí y rogué que los autos pasaran rápido antes de que él se me acercara más, mis plegarias no fueron escuchadas ya que más y más autos pasaban cortándome el paso para llegar a mi casa a solo unos metros.
Sentí el pecho de Joe contra mi espalda y un escalofrió me recorrió, pude sentir el cabello en mi nuca erizarse, su aliento frio chocaba contra mi cuello haciendo flotar hebras de mi cabello, di un paso bajando de la acera tratando de alejarme de él, no sabía que me daba más miedo, si la camioneta negra sonando el claxon mientras me esquivaba o el brazo de Joe tomándome por la cintura y derribándome sobre la acera. Con su brazo libre amortiguo nuestra caída y se quedó sobre mi presionándome ligeramente con su enorme y musculoso cuerpo, mis manos estaban sobre su pecho que se sentía tan duro como una roca, sus ojos verdes brillaban examinándome con detenimiento, las esquinas de los labios de Joe se alzaron en una sonrisa.
—Me comienza a gustar tenerte debajo de mí.
Mis ojos debieron abrirse como platos porque Joe soltó una fuerte y melódica carcajada. Empujándolo con toda mi fuerza trate de liberarme pero no dio resultado, sino todo lo contrario, Joe se presiona más contra mí, eso era vergonzoso había personas transitando esa acera y nos sacaban la vuelta mirándonos extraño, estaba tan molesta y luche de nuevo por quitar a Joe de encima, levante mi rodilla conectando directamente con su ingle y él se desparramo sobre mí, lo empuje logrando moverlo y lo deje recostado en la acera mientras me ponía rápido de pie y caminaba a mi casa.
— ¡_______ mira a ambos lados antes de cruzar!—cruce la calle furiosa dando grandes zancadas— ¡ME ENCANTO TENERTE DEBAJO DE MI POR SEGUNDA VEZ EN EL DÍA!
No podía creer que Joe había gritado eso, me gire y lo encontré sentado en la acera con una sonrisa de satisfacción en su rostro, varios vecinos murmuraban e intercambiaban miradas entre ellos.
— ¡PÚDRETE!— Le saque el dedo medio y entre azotando la puerta.
—Hey ¿Que sucede contigo?—Mamá bajaba las escaleras a toda velocidad.
—Perdón mamá fue un accidente. —Sabía que no la había convencido pero mamá ya no dijo nada sobre la puerta.
— ¿Cómo te fue en tu primer día de escuela? —Pregunto cruzándose de brazos.
—Bien, es una gran escuela, subiré a hacer mi tarea.
—Espera. Cuéntame más, ¿Hiciste amigos?—Dios me sentía como una niña.
—Conocí a varias personas, Sí.
— ¿Algún chico guapo?—Pregunto animada.
La imagen de Joe con su sonrisa burlona con hoyuelos y ojos verdes apareció en mi mente pero la aleja tan rápido como llego.
—No Mamá, no hay nadie, fue mi primer día. Por Dios.
Subí las escaleras corriendo y me encerré en mi habitación, lance mi bolso sobre la cama, el viento fresco entraba por las puertas de mi balcón, me solté mi cabello y di un leve masaje a mi cuero cabelludo. Horas después mamá toco mi puerta con su uniforme de enfermera puesto, la acompañe hasta la puerta y la despedí, la vi alejarse en la camioneta y después entre en la casa cerrando con llave.
Después de pelear con Sebastián sobre comer sus vegetales de la cena, lo mande a ducharse y a entrar en la cama, mil peleas después, logre que obedeciera. Camine cansada hacia mi habitación estaba planeando un baño largo en esa bañera tan ridículamente grande en mi habitación y así lo hice agregue mi esencia favorita de manzana y fresa. Me relaje por toda una hora, para cuando salí estaba segura que estaría más arrugada que una pasa pero no me importo, me enfunde un mi pijama negra con lunares color rosa, no era la gran cosa un pantalón de seda corto y una blusa ligera de tirantes, salí de mi cuarto de baño y después de cepillar mi cabello busque entre mis libros, cuando por fin decidí cual leer salí a mi balcón y me senté en el pequeño sillón puff con estampado de cebra que mamá había dejado temprano para mí. Comencé a leer sin prestar realmente atención a mi lectura, cuando llegue a la página 30 me di cuenta que realmente no tenía idea de lo que había leído, ni siquiera sabía el nombre de algún personaje, el único rostro que estuvo en mi mente captando toda mi atención fue el de Joe, ese desgraciado engreído.
Cerré mi libro con frustración, me puse de pie dejando mi libro en el sillón, camine hasta la barandilla del balcón y me recargue en ella. Observando la enorme luna brillante en el cielo, ese tipo de paisajes me absorbían, me hacían pensar en si había algo más allá, me hacían pensar si existía un cielo o un infierno. Contemple aquel espectáculo un momento más, aleje la mirada cuando mi padre apareció en mi mente, solté una respiración audible tratando de ahuyentar el nudo en mi garganta y por primera vez funciono, aliviada dirigí mi mirada a la casa de enfrente. El color abandono mi rostro con rapidez cuando note a Joe observándome desde su balcón con sus manos en sus caderas donde colgaba un pantalón negro de pijama y únicamente eso, no había camisa, note más tatuajes en su pecho, su sonrisa me envolvió en un escalofrió, lo vi caminar y recargarse en la barandilla con su sonrisa creciendo más y más juraría que desde aquí podía ver el verde extraño de sus ojos, me retire de la barandilla y di un pasa hacia atrás. ¿Cuánto tiempo llevaba observándome? ¿Me vio cambiarme de ropa esta mañana?
— ¡LINDA PIJAMA!—Grito Joe con sus manos de cada lado de su boca.
Le mostré mi dedo medio y le di la espalda, tome mi libro rápidamente y entre cerrando de golpe las puertas del balcón seguidas por mis cortinas, apague las luces y me acerque lentamente a las cortinas como si Joe pudiera verme, lo observe aun en la misma posición en su balcón sonriendo de lado como su supiera que lo espiaba. Joe se alejó de la barandilla y saludo con su mano, me aleje de la cortina como si me quemara las manos y corrí hasta mi cama, no estaba segura pero juro que casi pude escuchar la carcajada de Joe.
Arte
El fin de semana paso rápido mamá nos llevó a visitar nuestras nuevas escuelas y nos dio indicaciones, yo tendría que llevar y recoger a Sebastián en la escuela.
Después de visitar mi escuela me quede emocionada era bastante colorida, yo odiaba los colores pero verlos en una escuela de arte me gustaba. La tarde del domingo pasamos el día en la playa con mamá, después nos llevó de compras escolares, sentía que mamá estaba haciendo todo por sobornarme con cosas y eso me ponía triste, sabía que aunque yo intentara jamás volveríamos a ser como antes. Cuando llegamos a casa Sebastián llego completamente dormido, ayude a mamá a dejarlo en su habitación con cuidado de no despertarlo, después de cambiarlo, arroparlo y besar su frente mamá lo observo desde la puerta con una mirada nostálgica, esa era mi señal para salir corriendo de ahí, me gire sobre mis talones y camine por el pasillo hacia mi habitación, sentí la mano de mamá sobre mi muñeca.
— ¿_______?...—espero mi respuesta— ¿Estas emocionada por mañana?
—Si algo... Debería irme a dormir ya.
Jale mi mano y la deslice de su agarre lentamente, ella me contemplo en silencio. Minutos después mi madre hablo con ojos acuosos.
—Dios... tus ojos me recuerdan tanto a tu padre.
Sentí el dolor familiar en mi pecho extenderse por mi garganta, el nudo comenzó a formarse lento y doloroso, me abrace automáticamente a mi cintura, no tenía que mencionarlo incluso a mí me atormentaban mis ojos, no podía verme en un espejo sin soltarme a llorar, había heredado los hermosos ojos grises de mi padre pero en mi lucían terroríficos, parpadee un par de veces para alejar las lágrimas que querían formarse.
—Mamá... yo... tengo que dormir.
Forcé mi voz para articular cada patética palabra pero apenas salieron de mi boca. Mamá se veía tan frágil frente a mí, más pálida de lo normal y sus ojos eran vacíos, incluso había perdido varios kilos en los últimos meses.
—_______... el que tengas 18 años no quiere decir que ya no necesites a tu madre. —Sus palabras eran tranquilas pero se sentían dolorosas.
—Lo sé...— Fue todo lo que pude decir, mamá tiro de mi rodeándome en un fuerte abrazo, la sentí vibrar contra mí, supe enseguida que estaba llorando.
—Te amo hija, más de lo que piensas.
El nudo en mi garganta creció y creció con sus palabras, mis brazos estaban colgando a mis lados sin responder, me tome mi tiempo para asegurarme de que mi voz no me traicionaría.
—Lo sé mamá... también te amo—Mi voz me fallo haciendo mis palabras tan débiles que no estaba segura si mi madre las había escuchado, ella sorbió su nariz y deposito un beso en mi mejilla antes de soltarme.
—Descansa _______, mañana es tu día.
—Buenas noches mamá.
Con una débil sonrisa y ojos hinchados mi madre camino por el pasillo lentamente hasta que entro en su habitación, yo me había quedado ahí mirándola sin moverme, aun cuando ella ya no estaba me quede ahí. El nudo en mi garganta seguía ahí negándose a marcharse pronto, mis ojos se volvieron cristalinos y una tibia lagrima corrió veloz por mi mejilla, la seque rápido con el dorso de mi mano como si alguien pudiera descubrirme y corrí a mi habitación, como era de esperar llore toda la noche y parte de la madrugada.
La mañana del lunes llego y sufrí para lJoetarme, tenía un nudo en el estómago que se movía como loco, tome una ducha fría y me prepare para mi primer día de escuela, me puse unos pantalones desgastados, una camisa negra de tirantes de mi banda favorita y mis converse, me observe en el espejo tenía unas obscuras ojeras delatoras, suspire agotada.
Ignorando las ojeras yo era bonita dentro de los estándares pero tampoco era una Miss universo, era genéticamente bendecida con la piel blanca de mamá y su físico delgado, sin mencionar mi par de largas piernas, pero todo lo demás en mí era de papá, mis ojos color gris, mi cabello dorado, su nariz respingona y sin duda su carácter, el nudo se comenzaba a formar en mi garganta, aleje a mi padre de mis pensamientos y me concentre en cepillar mi largo cabello para después recogerlo en una coleta alta, aplique un poco de maquillaje, tome mi bolso y baje a la cocina donde Sebastián y mamá desayunaban.
—Te ves muy linda _______.
Mamá me sonreía mientras me extendía un plato con hot cakes en él y un vaso de jugo de naranja, los acepte y me senté en el taburete de la cocina, Sebastián ya vestía su uniforme Azul con sus rizos dorados perfectamente acomodados, masticaba su desayuno con ánimo mientras balanceaba sus pies en el taburete, Sebastián también era una copia de mi padre a excepción de sus ojos.
— ¿Están listos para su primer día de clases?—la voz de mi madre me saco de mis pensamientos y empecé a desayunar en silencio.
— ¡SI!
El grito de Sebastián casi me hace caer de mi lugar, el sin dudas estaba emocionado por su primer día de clases.
— ¿Y tú _______?—Mamá pregunto mientras tomaba mi mano, fingí necesitar mi mano para coger mi vaso de jugo y le di un trago.
—No puedo esperar. —Murmure tan bajo con la intención de no ser escuchada, mamá me respondió con un gesto y termino de desayunar.
Mamá nos acompañó camino a la escuela, Sebastián iba en medio de mi madre y yo tomando las manos de ambas mientras saltaba durante todo el recorrido a su colegio, no quise presenciar la triste despedida entre él y mi madre y me despedí argumentando que quería llegar antes para recorrer la escuela, les dije adiós con la mano antes de acelerar mi paso hasta dar vuelta en una esquina y perderles, ahí fue donde empecé a caminar más lento que un caracol.
Cuando llegue la campana había sonado y no quedaban alumnos en el estacionamiento, acelere mi paso un poco y entre buscando las oficinas. Cuando por fin las encontré entre tropezando con una silla, la secretaria pelirroja me observo detrás de sus anteojos de gato.
—Hola—murmure acercándome a su escritorio—Soy _______ Blake soy de nuevo ingreso, me dijeron que aquí me entregarían mi horario.
—Oh por supuesto, mi nombre es Ollie—revolvió sus carpetas y me entrego dos hojas blancas—Este es tu horario y este es un mapa del instituto—dijo apuntando cada hoja y después me observo un momento, entendí que esperaba una respuesta de mí.
—Ah, sí, gracias... Ollie
—De nada, ahora date prisa, no querrás perder tu primera clase— asintiendo le di una sonrisa falsa y me gire hacia la puerta para salir pero la voz de Ollie me detuvo— Bienvenida a Renaissance, _______.
—Gracias—Respondí sin girarme a verla y salí de la oficina, mi primera clase era Calculo—Genial.
Tome el mapa y comencé a caminar guiada por él, subí las escaleras corriendo, camine rápido por el pasillo concentrada en mi mapa y gire en una esquina chocando contra la pared lanzando mis papeles al aire, el golpe me mando hacia atrás para caer de espaldas, preparándome para amortiguar con mi trasero apreté mis ojos esperando el golpe, pero la pared me tomo por la cintura frenando mi caída y cayendo sobre mí. Abrí mis ojos recostada en el piso y me encontré con unos ojos tan verdes como la hierba rodeados de largas pestañas oscuras que cualquier chica mataría por tener, incluida yo. Aleje mi mirada de sus ojos y note que la pared era bastante atractiva, sus facciones eran fuertes y marcadas una nariz recta y linda y unos labios carnosos y besables, tenía un cabello lacio tan obscuro como la tinta y le llegaba a la altura de sus ojos.
— ¿Estás bien?—su voz sonaba burlona, me aclare la garganta y me apoyé sobre mis codos ya que él seguía en cuclillas frente a mí, ahora tenía una mejor vista de su cuerpo, de sus anchos hombros. Llevaba una camisa negra con la leyenda "Rock Star" estampada en el pecho sus músculos se marcaban sobre la tela y sus brazos musculosos estaban visibles, note tatuajes tribales bajar por sus brazos musculosos, aparte mi mirada de sus tatuajes y lo vi tomar algo del suelo, era mi horario y mapa de la escuela, me observo con ojos entrecerrados.
—Sabes qué vas por el camino equivocado ¿cierto?—Ahora estaba sonriendo de manera arrogante causando que unos encantadores hoyuelos aparecieran en sus mejillas para después hacer un perfecto hari flip que me dijo sin aliento.
—Yo no... No sabía... perdón por chocar contigo. —El desconocido se encogió de hombros y sonrió de lado, el hoyuelo en su mejilla se profundizo.
—Estoy acostumbrado a que las chicas se me tiren encima.
—De hecho tú eres el que está encima de mí.
Sonrió de manera más arrogante aún y yo rodé mis ojos, trate de lJoetarme pero él seguía justo enfrente de mí.
—Aerosmith. Son... una buena banda—lo mire sin entender y después seguí su mirada hacia mis pechos, color subió por mis mejillas y él sonrió de manera sexy. —Tu salón está del otro lado.
Una puerta se abrió detrás de mí y el desconocido se puso de pie de inmediato lanzándome mi horario y mapa.
—Bienvenida _______—murmuro antes de comenzar a caminar por el pasillo, lo observe de pies a cabeza y note que poseía un lindo trasero y unas piernas largas y musculosas enfundadas en unos ajustados jeans...¿Cómo diablos supo mi nombre? Me senté en el piso y recogí mi horario y mapa, ah claro, mi nombre estaba escrito en las hojas. Una mano me tomo por el codo alzándome y tomándome por sorpresa.
—Déjame ayudarte, ese Joe es una bestia.
— ¿Joe?—Murmure confusa.
Me puse de pie sacudiendo mis pantalones mientras alzaba la vista hacia el chico que me había ayudado, me encontré con un chico alto y rubio con unos ojos tan azules como el zafiro.
—No te conozco ¿Por qué no te conozco?—lo mire algo aturdida—Eres nueva ¿Cierto?
—Sí. Lo soy. —El rubio dio una gran sonrisa mostrando unos dientes blancos y rectos.
—Soy Andy Tartiny. —Extendió su mano hacia mí y la tome.
—_______ Blake—Respondí por lo bajo.
—Bonito nombre. —Andy me observo más de lo permitido y tenía aun mi mano en la suya superando el tiempo establecido para un saludo normal, retire mi mano y él sonrió sonrojándose. — ¿Estas perdida _______?
—Si eso creo, tengo Cálculo en el aula C11.
Mire mi mapa como si fuera a aparecer un camino punteado en rojo indicando por dónde ir.
—Ah, es justo de aquel lado, vas en sentido contrario. —Sonrió apuntando el pasillo detrás de mí.
—Emm. Bien, entonces me voy, Gracias.
—De nada _______, te veo luego.
Camine a mi clase y ahí fue aún más vergonzoso, tan vergonzoso como es ser la alumna nueva, lo que implica que todo el mundo te observe incluso el maestro, fue la primera vez que me estaba concentrando verdaderamente en calculo. Mis demás clases fueron igual de incomodas con la presentación tan vergonzosa ante todos para después disfrutar de muchos pares de ojos observándome como si fuera un animal en un circo y esperaran que hiciera una gracia, suspire agradecida y asustada cuando la hora del almuerzo llego. Camine hacia la cafetería y busque una mesa disponible y sola, por suerte para mí la encontré fácilmente saque mi botella de agua, mi manzana y mi libro de Romero y Julieta que había leído un millón de veces, ahora solo lo usaba para dejar claro que no quería establecer alguna conversación con nadie.
— ¡Hey _______! ¿Puedo sentarme?
Callada negué con mi cabeza sin levantar la vista de mi libro, pero Andy pareció no importarle mientras se sentaba en la mesa con su charola del almuerzo, en ella había una hamburguesa tamaño monstruo con un montón de papas fritas y un refresco.
— ¿Cómo va tu primer día?—Andy pregunto dándole una gran mordida a su hamburguesa. Me encogí de hombros.
—Normal, creo, ya sabes todo el mundo me observa.
—Si bueno es normal, eres muy llamativa— ¿Llamativa?
Ignorándolo mordí mi manzana y mastique lentamente para poner el pretexto de no poder hablar con la boca llena, me concentre en mi libro de nuevo, a Andy pareció no importarle por que siguió comiendo.
—Joe Jonas te está observando. —Andy dijo las palabras tan bajo mientras fijaba la mirada en su plato como si no quisiera que nadie lo escuchara, lo ignore leyendo mi libro, pero cuando me di cuenta que había leído la misma línea 6 veces me di por vencida. —El parece que te quiere comer.
Andy estaba abriendo un sobre de kétchup con sus dientes mientras murmuraba de nuevo.
—No me interesa— Cerré mi libro y tome mi botella de agua.
—Eso dices ahora, cualquier otra estaría emocionada por eso, Joe es el "Famoso" de la preparatoria. —Andy uso sus dedos como comillas para poner más énfasis en sus palabras.
— ¿Famoso? ¿Qué hace? ¿Vende drogas?—Me reí mientras mordía mi manzana.
—No. Él tiene una Banda de Rock, varios dicen que ya tiene un contrato firmado para cuando termine la preparatoria. Si es que la termina. —Ahora entiendo el mensaje de su camisa, pero que arrogante por dios.
—Mmmm debe ser todo un creído arrogante.
— ¿Joe? No tanto, el creído arrogante es Kyle, Joe solo es... Joe.
—Me suena exactamente lo mismo, pensé que dijiste que era una bestia.
—Me refería a que no le importan mucho las personas, es cociente de que las chicas están detrás de él pero no les toma importancia muy a menudo, eso no le quita lo idiota algunas ocasiones, como hoy en el pasillo, te pudo ayudar y no lo hizo, a eso me refiero.
Me quede en silencio Joe me había ayudado a amortiguar la caída pero no a levantarme, tal vez el sostenerme fue instintivo no fue por que quiso.
—Y ¿Cómo se llama su banda? ¿Los renegados?
Andy rio y tomo una papa llena de kétchup y la metió en su boca se tomó el tiempo masticando antes de contestarme.
—Black Demons.
—Wow ¿Son de ese tipo de bandas que cantan como si fueran fumadores de 70 años?—Andy soltó una carcajada esta vez y negó con la cabeza.
—Me gustaría decir que canta como una mierda pero no puedo, el muy hijo de puta tiene talento.
—Supongo, que eso quiere decir que Joe es el vocalista.
—Vocalista, guitarrista, baterista, bajista.
—Valla es toda una navaja suiza—Andy soltó otra carcajada mientras metía más papas en su boca pero su risa se detuvo rápidamente y bajo la mirada.
—Deberías dejar de hacerme reír, Joe está planeando mi muerte en su mente, creo que le interesas.
—O, tal vez quiere preguntarme donde compre mi linda playera. —Andy negó con la cabeza reprimiendo una sonrisa.
Mis clases fueron lentas y aburridas hasta que llego DANZA me encanto todo en esa clase, el maestro, mis compañeros, incluso no me molesto presentarme ni que todos me observaran, las rutinas de la clase eran fáciles de manejar recibí unas cuantas felicitaciones de mis compañeros y maestro. El maestro menciono que al finalizar el año siempre se acostumbraba dar una especie de demostración final, como un recital, el solo pensarlo me emociono muchísimo.
Camino a casa prácticamente fui bailando, Sebastián me observaba divertido y animado parecía que también había tenido un buen primer día y yo no podía esperar para mi segundo día.
Estábamos a unas pocas calles de nuestra nueva casa y ya me dolía mi hombro con tantos jalones que me daba Sebastián, tenía la sensación de ser observados pero había demasiadas personas en la calle como para saber quién era mi acosador, apresure mi paso arrastrando a Sebastián tras de mí, cuando nuestra casa fue visible solté a Sebastián y el corrió hacia la casa para contarle todo su día a mamá.
Camine a paso lento a diferencia de Sebastián, escuche unos pasos tras de mí, nerviosa me gire para enfrentar a mi perseguidor, me quede muda cuando me encontré con la sonrisa burlona de Joe.
— ¿Me estas siguiendo?—Cerré mis puños sobre mis caderas, él sonrió con sus manos en los bolsillos de sus jeans.
—Eso quisieras, yo solo camino a casa.
Rodé mis ojos y le di la espalda ignorándolo.
—Veo que conseguiste perrito faldero muy pronto... Bueno no me sorprende.
Me detuve en seco al escuchar sus palabras, ¿Cómo podía hablar así de mí sin conocerme? Me gire molesta para enfrentarlo de nuevo.
—No tienes motivos para hablar así sobre mí, tú no me conoces. —Apreté mis puños resistiendo las ganas de romper su bonita nariz. Joe hizo otro flip sorprendente con su cabello y me sonrió, sus hoyuelos se burlaron de mí.
—Eso se puede arreglar _______. —Lo mire confundida—Podemos llegar a conocernos muy bien si es lo que quieres. Que es algo obvio por la manera en la que me estas mirando justo ahora.
— ¿Por qué no te largas a tu casa y me dejas en paz?
—Yo ya he llegado a casa, vete tú a la tuya. —Sonrió y sus ojos verdes brillaron.
Me gire y observe la enorme casa en la esquina tras nosotros, su casa estaba a un lado de la mía cruzando la calle ¡Genial! Gire sobre mis talones y comencé a caminar a casa.
— ¡Oye _______!—grito Joe.
Me detuve antes de cruzar la calle fue más por precaución que porque él me llamara, sentí sus pasos acercándose a mí y rogué que los autos pasaran rápido antes de que él se me acercara más, mis plegarias no fueron escuchadas ya que más y más autos pasaban cortándome el paso para llegar a mi casa a solo unos metros.
Sentí el pecho de Joe contra mi espalda y un escalofrió me recorrió, pude sentir el cabello en mi nuca erizarse, su aliento frio chocaba contra mi cuello haciendo flotar hebras de mi cabello, di un paso bajando de la acera tratando de alejarme de él, no sabía que me daba más miedo, si la camioneta negra sonando el claxon mientras me esquivaba o el brazo de Joe tomándome por la cintura y derribándome sobre la acera. Con su brazo libre amortiguo nuestra caída y se quedó sobre mi presionándome ligeramente con su enorme y musculoso cuerpo, mis manos estaban sobre su pecho que se sentía tan duro como una roca, sus ojos verdes brillaban examinándome con detenimiento, las esquinas de los labios de Joe se alzaron en una sonrisa.
—Me comienza a gustar tenerte debajo de mí.
Mis ojos debieron abrirse como platos porque Joe soltó una fuerte y melódica carcajada. Empujándolo con toda mi fuerza trate de liberarme pero no dio resultado, sino todo lo contrario, Joe se presiona más contra mí, eso era vergonzoso había personas transitando esa acera y nos sacaban la vuelta mirándonos extraño, estaba tan molesta y luche de nuevo por quitar a Joe de encima, levante mi rodilla conectando directamente con su ingle y él se desparramo sobre mí, lo empuje logrando moverlo y lo deje recostado en la acera mientras me ponía rápido de pie y caminaba a mi casa.
— ¡_______ mira a ambos lados antes de cruzar!—cruce la calle furiosa dando grandes zancadas— ¡ME ENCANTO TENERTE DEBAJO DE MI POR SEGUNDA VEZ EN EL DÍA!
No podía creer que Joe había gritado eso, me gire y lo encontré sentado en la acera con una sonrisa de satisfacción en su rostro, varios vecinos murmuraban e intercambiaban miradas entre ellos.
— ¡PÚDRETE!— Le saque el dedo medio y entre azotando la puerta.
—Hey ¿Que sucede contigo?—Mamá bajaba las escaleras a toda velocidad.
—Perdón mamá fue un accidente. —Sabía que no la había convencido pero mamá ya no dijo nada sobre la puerta.
— ¿Cómo te fue en tu primer día de escuela? —Pregunto cruzándose de brazos.
—Bien, es una gran escuela, subiré a hacer mi tarea.
—Espera. Cuéntame más, ¿Hiciste amigos?—Dios me sentía como una niña.
—Conocí a varias personas, Sí.
— ¿Algún chico guapo?—Pregunto animada.
La imagen de Joe con su sonrisa burlona con hoyuelos y ojos verdes apareció en mi mente pero la aleja tan rápido como llego.
—No Mamá, no hay nadie, fue mi primer día. Por Dios.
Subí las escaleras corriendo y me encerré en mi habitación, lance mi bolso sobre la cama, el viento fresco entraba por las puertas de mi balcón, me solté mi cabello y di un leve masaje a mi cuero cabelludo. Horas después mamá toco mi puerta con su uniforme de enfermera puesto, la acompañe hasta la puerta y la despedí, la vi alejarse en la camioneta y después entre en la casa cerrando con llave.
Después de pelear con Sebastián sobre comer sus vegetales de la cena, lo mande a ducharse y a entrar en la cama, mil peleas después, logre que obedeciera. Camine cansada hacia mi habitación estaba planeando un baño largo en esa bañera tan ridículamente grande en mi habitación y así lo hice agregue mi esencia favorita de manzana y fresa. Me relaje por toda una hora, para cuando salí estaba segura que estaría más arrugada que una pasa pero no me importo, me enfunde un mi pijama negra con lunares color rosa, no era la gran cosa un pantalón de seda corto y una blusa ligera de tirantes, salí de mi cuarto de baño y después de cepillar mi cabello busque entre mis libros, cuando por fin decidí cual leer salí a mi balcón y me senté en el pequeño sillón puff con estampado de cebra que mamá había dejado temprano para mí. Comencé a leer sin prestar realmente atención a mi lectura, cuando llegue a la página 30 me di cuenta que realmente no tenía idea de lo que había leído, ni siquiera sabía el nombre de algún personaje, el único rostro que estuvo en mi mente captando toda mi atención fue el de Joe, ese desgraciado engreído.
Cerré mi libro con frustración, me puse de pie dejando mi libro en el sillón, camine hasta la barandilla del balcón y me recargue en ella. Observando la enorme luna brillante en el cielo, ese tipo de paisajes me absorbían, me hacían pensar en si había algo más allá, me hacían pensar si existía un cielo o un infierno. Contemple aquel espectáculo un momento más, aleje la mirada cuando mi padre apareció en mi mente, solté una respiración audible tratando de ahuyentar el nudo en mi garganta y por primera vez funciono, aliviada dirigí mi mirada a la casa de enfrente. El color abandono mi rostro con rapidez cuando note a Joe observándome desde su balcón con sus manos en sus caderas donde colgaba un pantalón negro de pijama y únicamente eso, no había camisa, note más tatuajes en su pecho, su sonrisa me envolvió en un escalofrió, lo vi caminar y recargarse en la barandilla con su sonrisa creciendo más y más juraría que desde aquí podía ver el verde extraño de sus ojos, me retire de la barandilla y di un pasa hacia atrás. ¿Cuánto tiempo llevaba observándome? ¿Me vio cambiarme de ropa esta mañana?
— ¡LINDA PIJAMA!—Grito Joe con sus manos de cada lado de su boca.
Le mostré mi dedo medio y le di la espalda, tome mi libro rápidamente y entre cerrando de golpe las puertas del balcón seguidas por mis cortinas, apague las luces y me acerque lentamente a las cortinas como si Joe pudiera verme, lo observe aun en la misma posición en su balcón sonriendo de lado como su supiera que lo espiaba. Joe se alejó de la barandilla y saludo con su mano, me aleje de la cortina como si me quemara las manos y corrí hasta mi cama, no estaba segura pero juro que casi pude escuchar la carcajada de Joe.
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
:P
Última edición por MileyCyruZ el Dom 15 Dic 2013, 10:07 pm, editado 1 vez
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
REALIDAD
Joe apareció en mis sueños. Y hablo de todos mis sueños durante todo el mes, no entendía el por qué, incluso en los sueños tristes con mi padre Joe aparecía separándome del cuerpo de mi padre y llevándome lejos de él. Cuando solo eran sueños sobre Joe todos comenzaban igual, con Joe entrando por mi balcón con una facilidad y gracia, mientras se recostaba en mi cama sorprendiéndome mientras dormía para después iniciar una candente sesión de besos y manoseos que deberían ser prohibidos por alguna ley, lo más extraño era la sensación de realidad al despertar, me despertaba con respiración entrecortada y el corazón latiendo tan acelerado que pensaba que saldría de mi pecho, incluso una vez desperté sin la parte de arriba de mi pijama.
La parte difícil era verlo en la escuela y recordar todos mis sueños candentes, se hizo más difícil aun después de notar que compartíamos clase de actuación y el estúpido maestro nos puso a improvisar una escena juntos, como era de esperar Joe quiso aprovechar la ocasión para intentar intimidarme, pude escuchar la respiración de varias en el salón detenerse mientras Joe se inclinaba hacia mi rostro, lo detuve dándole una bofetada tan fuerte y sonante que algunas soltaron unos gritos ahogados, el maestro nos felicitó diciendo que habíamos actuado tan natural.
¡Claro que sí!
Joe consiguió su venganza días después cuando enfrente de toda la cafetería me pregunto si recordaba la ocasión cuando estuve debajo de él y que le encantaría repetirlo. ¡Ese arrogante! La cafetería entera se echó a reír y yo lance mi batido de fresa en su bonita cara para después salir echando humo por los oídos Joe se quedó ahí sin poder creer lo que había pasado, su cara de sorpresa me había dado tanta satisfacción que pronto se me paso mi mal humor.
Los días después de eso se calmaron un poco tanto en la escuela como en casa, mamá ya no tenía tiempo para intentar una conversación conmigo, ella trabajaba toda la noche y parte de la madrugada, cuando llegábamos de la escuela ella aun dormía y cuando se despertaba comenzaba a prepararse para su siguiente turno. Sebastián y yo ya no peleábamos tanto, ahora nuestras peleas eran menos comunes y aprendimos a convivir juntos, incluso ya me obedecía o si no quería obedecer negociaba con hacerlo si lo dejaba ver 10 minutos más de caricaturas.
Andy se convirtió en un gran amigo, pero algunas veces molestaba con Joe y nuestro amor-odio, y de lo celoso que Joe estaba con él por hablarme, alguna vez me menciono que Joe lo había empujado en alguna de sus clases sin ningún motivo.
Andy y yo todos los días nos sentamos en la misma mesa en la cafetería y comíamos papas fritas con kétchup mientras bromeábamos.
—Te lo juro _________, vi al maestro de pintura lamer un pincel.
—Eso es asqueroso, Andy, nadie lo haría—murmure riendo mientras tomaba una papa.
—Te lo juro, si no me crees puedes comprobarlo tú misma, aun se le ve una línea color azul en su lengua. —Andy tomo un puño de papas y las metió en su boca.
—No le haré una revisión bucal—Dije lanzando le una papa a Andy, quien estaba con sus ojos abiertos, no era necesario girarme para saber quién se encontraba detrás de mí.
Joe.
— ¿Y a mí? ¿Me harías una revisión bucal a mi _________?—Rodé mis ojos y observe a Andy fijar su mirada en el plato de papas sin decir nada. Gracias Amigo. Joe se sentó junto a mí.
—No Joe. A ti me dan ganas de hacerte una autopsia con el método de meter una granada activa en tu boca. —Note a Andy reprimiendo una sonrisa.
Joe se giró en su asiento poniendo un brazo sobre el respaldo de mi silla y otro en la mesa, pude sentir su mirada penetrante sobre mí.
—Me encantaría probarlo, solo si me dejas experimentar contigo también—Respondió riendo.
— ¿Qué quieres Joe?—Pregunte fastidiada.
— ¿Que no puedo acercarme a saludar? ¿Te molesta?—Joe fingió una falsa indignación y se giró hacia Andy— ¿A ti te molesta Abel?
—Su nombre es Andy— lo corregí molesta y Andy lo ignoro. —Y si nos molesta.
—Oh, yo tuve un perro llamado así, pero una vez tomo algo muy personal y algo muy malo le sucedió, en fin. ¿Qué harás este sábado _________?— ¿Qué? ¿De qué iba todo eso?
—No es de tu incumbencia Joe.
— ¿Tienes planes? ¿Saldrás con Abby?—Joe apunto con su pulgar a Andy—Soy tu vecino _________ sabré si me estas mintiendo.
—Su nombre es ANDY, y si ANDY vendrá a mi casa a ver películas.
Eso era una vil mentira, rogué para que Joe no notara los enorme ojos de Andy salirse de sus órbitas, le dedique una mirada de súplica a Andy y Joe lo observo.
— ¿Es cierto Alvin? ¿Veras películas con _________?
—Su nombre es ANDY, A—N—D—Y, Andy. Y a todo esto ¿A qué vienes a preguntar Joe?
Joe sostuvo la mirada en Andy durante unos segundos más antes de girarse hacia mí.
—Tenía pensado invitarte a salir, pero ver películas me parece bien.
— ¿QUE?—pregunte pero Joe ya estaba de pie a mi lado.
—Te veo mañana llegare a las 8. —Dijo Joe sonriéndome y se giró hacia Andy—Nos vemos Antonio.
—Su nombre es ANDY—grite pero Joe ya se había alejado de nuestra mesa.
—Déjalo _________, solo quiere molestarme—Andy sonreía sin ánimos—Así que... ¿Veremos películas mañana?
—Perdón por meterte en eso Andy.
—Ah, no importa _________, ahora tengo una cita con Joe, seré el más envidiado.
Sonreí con la ocurrencia de Andy.
—Lamento arruinar tus planes de mañana, pero necesito que vayas a mi casa, ese loco podría presentarse.
—Ahí estaré _________ despreocúpate.
El resto de las clases me la pase evitando a Joe que cada que nos encontrábamos en los pasillos o aulas me decía "No puedo espera para la acción de mañana" Gracias a él no me bajaban de puta, Joe era tan... tan... Ni siquiera podía encontrar una palabra tan molesta y asquerosa que pudiera describirlo.
Llegue a casa tratando de hacer el menos ruido posible para no despertar a mamá, Sebastián me había pedido permiso para ir a jugar a casa de uno de sus amigos así que habría paz y silencio en la casa durante varias horas. Subí a mi habitación y me cambie de ropa rápido, el calor era insoportable, tuve la intención de salir y nadar en la alberca pero una vez que Joe el mirón apareció en mi cabeza aleje ese deseo de mi mente, tome un libro y baje a la sala para disponerme a leer, la protagonista se encontraba completamente deprimida, su relación con el hombre de sus sueños había terminado y todo porque él no era capaz de enamorarse de ella como ella deseaba, su depresión me lleno de somnolencia y caí dormida, esta vez sin ningún tipo de sueño erótico lo cual agradecí ya que dormía en la sala. La voz de mamá y una sacudida me despertó.
—Cariño, ya tengo que irme, lamento despertarte. —murmuro mamá con una sonrisa de disculpa.
—Está bien mamá, de todas formas tengo que ir por Sebastián a casa de su amigo.
Despedí a mamá y cuando ya no me fue posible ver la camioneta camine un par de calles hasta la casa del amigo de Sebastián toque el timbre y espere un momento, cuando la puerta se abrió apareció una señora regordeta de cabello obscuro me sonrió e invito a entrar mientras esperaba a Sebastián.
— ¡Sebastián llegaron por ti cariño! Mi nombre es Norma Gibbson—Sonriendo extendió su mano hacia mí y la tome.
—_________ Blake.
—Eres tan bonita _________ pareces una muñeca—Casi note sus ganas de pellizcar mis mejillas.
—Gracias señora Gibbson.
—De nada linda, tú y tu novio parecen Barbie y Ken. —la señora Gibbson me sonrió dejándome aturdida. ¿Novio?
— ¿Novio?—Pregunte bastante confundida, la mujer me miro haciendo una mueca.
—Si Joe... Mis ojos se abrieron.
— ¿Joe Jonas?—Pregunte como una idiota—Joe no es mi novio, ni siquiera amigo.
—Oh, yo pensé que sí, cuando los vi en... bueno tal vez lo malinterprete, pues él es muy guapo...
Sebastián bajo las escaleras corriendo con su amigo detrás, lo tome del brazo y nos dependimos de la familia Gibbson, caminamos a la puerta, para después ir a casa.
El grito de la señora Gibbson me asusto.
— ¡BETH QUERIDA, ESPERA!—Ella corrió hacia nosotros—Olvide mencionarte que invitamos a Sebastián a una fiesta de pijamas el día de mañana, es el cumpleaños de mi pequeño Henry, tendrá una pequeña merienda y una fiesta de pijamas, puedes traerlo alrededor de las 6.
—Oh claro, gracias señora Gibbson. —Me despedí nuevamente.
Al llegar a casa Sebastián cepillo sus dientes y se acostó a dormir emocionado por su fiesta de mañana, fue un alivio para mí no tener que estar detrás de el para que lo hiciera, agotada sin saber porque me dirigir a mi habitación para una corta ducha, estaba tan cansada que solo quería ir a la cama, al terminar de ducharme note que había olvidado meter mi pijama al cuarto de baño, fastidiada tome una camiseta holgada que me llegaba a los muslos y me la puse, entre a mi habitación apague las luces y me desparrame en mi cama, después de colocar el dosel cerré mis ojos, en cuestión de minutos ya me encontraba sumergida en un profundo sueño, estaba tan cansada que soñaba que dormía, me vi rodar en la gran cama mientras una brisa movía ligeramente el dosel de mi cama, gire de nuevo quedando boca arriba, de un momento a otro ya no me estaba viendo recostada en la cama si no que realmente me sentía recostada en la cama, una silueta fuera del dosel me provoco un escalofrió, vi la silueta moverse y extender su mano hasta alejar el dosel blanco, la silueta se acercó lentamente, no podía verle el rostro ya que la poca luz de luna jugaba con sus facciones escondiéndolas entre sombras, sentí su peso hundir el colchón, me sorprendí cuando el pánico no me abordo enseguida, la figura obscura se acercó tumbándose sobre mi presionando mi cuerpo ligeramente, contuve la respiración yo no necesitaba ver su rostro para saber de quién se trataba.
Joe por supuesto, era otro estúpido sueño.
Joe deslizo su mano por el contorno de mi cuerpo hasta llegar a mi cara, sus dedos apenas rosaron mis mejillas, acerco más su rostro al mío de manera que pude sentir su aliento frio contra mis labios, Dios, Joe olía tan bien, al menos en mis sueños lo hacía. El olía a mar y a su jabón de baño no sé cómo explicarlo. Joe olía a... Joe.
Joe acaricio mi rostro con las yemas de sus dedos, con su rostro tan cercano al mío pude notar el verde tan extraño de sus ojos, delineo mis labios con su índice muy lentamente para mi gusto, se movió acomodándose mejor sobre mi apoyándose sobre su codo, su mano libre se posó sobre mi cuello y se acercó aún más a mi rostro, sus labios rosaron los míos durante unos segundos antes de presionarlos con fuerza. Joe me estaba besando de manera lenta y yo le seguía el beso sin objetar nada, me sorprendí deslizando mis manos hacia su pecho, Joe hizo un ruido con su garganta que vibro contra mis labios enviando electricidad por todo mi cuerpo, mis manos se hicieron puños en su camisa negra, los labios de Joe formaron una sonrisa sobre los míos, haciendo el beso más fuerte y salvaje, su mano abandono mi cuello y comenzó a descender por entre mis pechos y después por mi estómago lentamente, mi respiración se comenzaba a acelerar para ese momento Tomándome por la cintura me acerco más a él con fuerza, enrede mis brazos en su cuello. Joe deshizo nuestro beso de forma violenta, ahora se encontraba arrancando las sabanas de mi cuerpo y lanzándolas al suelo, mi corazón latía con fuerza contra mi pecho. Joe se presionó de nuevo contra mí besándome desesperadamente, enrede mis brazos de nuevo sobre su cuello y lo atraje hacia mí profundizando nuestro beso, las manos de Joe desenredaron mis brazos de su cuello tomándome por las muñecas y poniéndolas a cada lado de mi cabeza presionándolas contra la cama.
Joe me besaba con fuerza su lengua luchaba contra la mía, sus besos comenzaron a descender por mi cuello y yo moví mi cabeza para darle mejor acceso, luche por liberar mis muñecas pero Joe no me lo permitió, sus labios seguían en mi cuello volviéndome loca haciéndome soltar un gemido mientras luchaba por liberar mis manos una vez más. Envolví sus caderas con mis piernas, quería acercarlo como fuera posible, si no podía usar mis manos usaría mis piernas, lo escuche maldecir contra mi cuello, soltando mis muñecas abrazo mi cintura con fuerza y yo metí mis manos en su obscuro cabello acercándolo más hacia mí, con su mano libre busco el dobladillo de mi camiseta y lo empezó a deslizar lentamente hacia arriba por mis muslos, nuestras respiraciones eran entrecortadas y rápidas eso era una locura de todos mis sueños ese era el mejor hasta ahora, jale su camisa intentando sacársela sin lograrlo, Joe se compadeció de mí y en un rápido movimiento la saco por su cabeza y la lanzo a alguna parte en la habitación, se presionó de nuevo contra mí y mis manos viajaron a su abdomen marcado, él tenía un perfecto six pack era una lástima que no pudiera verlo en la obscuridad, su mano se deslizo por debajo de mi camiseta, se sentía fría y rasposa contra mi piel, se detuvo justo debajo de mi pecho izquierdo, quise golpearlo justo en la cara, su boca abandono mis labios y descendió por mi cuello de nuevo dejando un camino de húmedos besos, contonee mis caderas disfrutando de la sensación de sus labios contra mi cuello, su mano me tomo por sorpresa cuando atrapo mi pecho apretándolo ligeramente, solté un gemido y me arque contra él, aquello era tan real de hecho se sentía demasiado real, incluso me había dolido la mordida que Joe le había dado a mi labio, ¿que no se supone que cuando sientes dolor en un sueño despiertas? parpadee nerviosa, Joe seguía moviéndose contra mí, moví mis manos hasta sus hombros aturdida por todas las sensaciones, con el besando mi cuello no podía pensar con claridad.
— ¿J-Joe?—Sentí su cuerpo tensarse sobre mí, lo empuje por los hombros — ¡JOE!
Me senté en la cama de golpe esperando encontrar a Joe frente a mí, pero no había nadie conmigo, examine la habitación, las puertas del balcón y las cortinas estaban cerradas justo como yo las había dejado, inhale audiblemente dejándome caer en la cama, mi camisa estaba enrollada hasta mi cintura, la acomode y busque mis sabanas sobre la cama pero no estaban, me senté de nuevo y un escalofrió me invadió al encontrarlas en el suelo justo como en mi sueño, lleve mi mano rápidamente a mi cuello, no sabía si la humedad en él era por los supuestos besos de Joe o solo era mi sudor por lo nerviosa que eso me estaba poniendo, me deje caer de nuevo en la cama e intente volver a dormir, un par de horas después lo logre.
Gracias por leer aunque solo sean lectoras fantasmas D:
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
HOLA HOLA!!!
Me presento! Soy tu nueva y fiel lectora!
Me ha encantado la historia hasta ahora, en verdad me hace reír mucho las actitudes de rayis y joseph!!
Espero la sigas pronto y oh..una pregunta, de donde la adaptaste?
Me presento! Soy tu nueva y fiel lectora!
Me ha encantado la historia hasta ahora, en verdad me hace reír mucho las actitudes de rayis y joseph!!
Espero la sigas pronto y oh..una pregunta, de donde la adaptaste?
helado00
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Me da muchisimo gusto que a varias les este gustando no saben lo que significa para mi. Y respecto a tu pregunta sobre de donde la adapte no se si te refieres a de que libro la adapte? si es asi, la historia es mia :oops: yo soy la escritora pero la adapte con el nombre de Joe para subirla para ustedes ñ_ñ espero que sigan leyendo despues de esta confesión :S Gracias por leer <3helado00 escribió:HOLA HOLA!!!
Me presento! Soy tu nueva y fiel lectora!
Me ha encantado la historia hasta ahora, en verdad me hace reír mucho las actitudes de rayis y joseph!!
Espero la sigas pronto y oh..una pregunta, de donde la adaptaste?
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Oh wooow!!
como decia adaptación pensé que era un libro pero...
WOOW!!
Qué si la seguiré leyendo despues de saber eso?...por supuesto que no..me la perdería por nada del mndo!!!! vamos sigue sigue :D
como decia adaptación pensé que era un libro pero...
WOOW!!
Qué si la seguiré leyendo despues de saber eso?...por supuesto que no..me la perdería por nada del mndo!!!! vamos sigue sigue :D
helado00
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