Belmont Mill Hill sin Harry. (Harry Styles, Louis Tomlinson)

Madeleine Bradley era de lo más ordinario. Metida en un mundo de gente rica y fina, intentando adaptarse sin éxito.
En la cena de esta noche Madeleine se sienta en la mesa central, donde hay más cubiertos que comida, y mira asqueada su alrededor. Las velas y las flores están por todos lados, vestidos de seda, tan grandes que sobresalen de los asientos. No hay nadie que no lleve maquillaje. <<¿Por qué rayos tengo que soportar esto?>> Michael Bradley, se levanta de su asiento y golpea su copa suavemente, eso basta para hacer callar a todos.
-Oh padre, otra vez…- Madeleine suspira, porque ella odia estos discursos.
Entonces comienza su salmo.
-Me complace hoy estar reunido aquí, para darles la última buena nueva que ha llegado a la familia...- todo el mundo lo escucha mientras Michael habla con su voz ronca, y mientras hace horribles gestos con las manos.
Todo el mundo respeta a la familia Bradley, sin embargo, Madeleine no se respeta a sí misma.
Michael sigue hablando.
Madeleine no lo escucha, ni le interesa. Pero cuando voltea y fija su mirada en Harry, Harry Styles, se ve obligada a escuchar, porque él está en estado de shock mirando a Michael.
-Pa..dre, ¿puedes repetirlo por favor?-Dice algo tensa, sin levantar la mirada.
-¡Madeleine!- Alza la voz y todos en la sala se sobresaltan –Te he dicho que me escuches cuando hablo.
-Repítelo, por favor padre-Ella comienza a perder la calma.
Entonces las siguientes palabras se hacen un nudo en la cabeza de Madeleine y explotan, no recuerda más que “unirán sus caminos”, “Louis Tomlinson”, “escuela Belmont Mill Hill”. Pero ya no quiere recordarlas, pues ahora esta postrada en una cama con dolor de cabeza y náuseas.
Abre los ojos deseando estar muerta, pero solo ve a Harry.
-No te preocupes Mad, siempre estaremos juntos.- Y sin más, Harry la besa.