Inocente (Larry Stylinson)

-Solo quedan cuatro meses antes del examen central. Con resultados como estos, estoy en problemas. – Pensé mirando mi hoja de calificaciones. Así no podría entrar en la universidad que quería.

Estaba en dirección de entrar en mi casa. Puse la llave en el picaporte y la gire.

-Ya llegu… - Mi frase quedo interrumpida al ver una situación que no esperaba.

Había un hombre con las manos alrededor del rostro de mi hermano, sus caras estaban muy cerca… Al escucharme entrar dirigieron su mirada hacia mí.

-Hola, Harry.

Este extraño no dejaba de abrazarlo contra la pared. Y no había disminuido la cercanía de sus cuerpos.

-Vamos, Louis, ya suéltame.

La cara del tal Louis era un reflejo de un gran malhumor.

-Eres el hermano menor de Liam ¿Verdad? – Aun no se despegaba de mi hermano ¿Qué era? ¿Una sanguijuela?

-Sí. Harry, este es mi amigo, Louis Tomlinson.

El hombre hizo una sonrisa malvada y prosiguió hablando – Él no se parece en nada a ti.

Esa fue exactamente la peor primera impresión.

Así fue como conocí al gran Louis Tomlinson.

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-Un chico ordinario como yo no puede estar en un lugar como este con una olla de sopa. – Pensé mientras me detenía en la puerta de la casa de mi nuevo profesor particular. Nada más y nada menos que el heredero de la corporación Tomlinson, quien se graduó de la Universidad Oxford como el primero de su clase y actualmente es un novelista súper popular. Habiendo recibido un premio muy importante con la más corta edad. ¡El gran Louis Tomlinson!

Por cuestiones del destino, desde hoy será mi tutor privado.

-¿Qué pasa? ¿No está aquí?- Pensé tocando el timbre de su casa un par de veces, sin que nadie me atendiera. – Bien, él dijo que podía entrar si él no estaba, así que voy a entrar.

Use la llave que me dio y abrí la puerta. Al entrar quede maravillado con el ostentoso lugar. No se podía esperar menos de una persona con tanto dinero. Era un lugar muy espacioso. Con pisos de madera perfectamente enserados y pulidos. Tenía tres sillones rojos de cuero, se veían muy costosos. Entre medio de los sillones había una mesa ratona muy linda, era de muy buena madera. También había una televisión gigantesca, más bien parecía una pantalla de cine. Todo era precioso, y muy caro, claro está.

En la mesita había una nota. Deje la olla con la sopa en la mesa y procedí a ver que decía.

“Estoy durmiendo, por favor revisa el manuscrito.”

-Oh, entonces él está aquí.

Mire que más había en la mesa y había unos libros. Los había visto en una librería. Entonces, era el quien escribió esto. Al lado de esos libros había otros, tenían letras en rosa y la ilustración en la trapa eran dos hombres muy cerca el uno del otro ¿Qué seria esto? Lo tome. El nombre era “Romance en el consejo estudiantil.” El autor era otro nombre, pero estaba seguro de que ese libro era de él.

Lo abrí para saber un poco de que se trataba. “Liam, cabizbajo sonrió levemente.” “En los labios semiabiertos de Liam, Louis… poso los suyos.”

Corrí hacia su habitación, abrí la puerta de golpe y con fuerza. De esta no se salvaba.

-Levántate escritor de mierda. ¡¿Qué es este libro?! ¡¿Por qué están tú y mi hermano?! ¡¿Qué demonios estás pensando?! Exijo una explicación… - Grite dirigido por la furia.

Al quedarme callado por un segundo pude ver qué tipo de habitación era la de este tipo. Estaba llena de peluches. Osos de felpa, conejitos de juguete, trenecitos eléctricos. El mismo estaba durmiendo con un oso amarillo gigante a su lado. Más parecía la habitación de un niño que la de un adulto de 30 años aproximadamente.

Se movió pesadamente en la cama. Tenía cara de pocos amigos. Me miro de reojo, esa mirada me heló la sangre. Este hombre comenzaba a asustarme.

-Lo viste. – Dijo con vos ronca, arrastrando las palabras.

Este es el gran Louis Tomlinson quien se graduó primero en su clase en la universidad Oxford. Ganador de un muy importante premio a la más corta edad… N-no debo vacilar ahora. Me dije dándome valor.

-¡Hey! ¡¿Los personajes de este libro porno son tú y mi hermano, verdad?! ¡Sabía que eras un pervertido! Pensé que algo estaba mal desde la primera vez que te vi, aferrándote a mi hermano de esa manera. ¡Y cuando dijiste que querías la sopa casera de Liam como paga por mis lecciones! Esto es irritante ¡No intentes arrastrar mi hermano a tu pequeño y sucio mundo! Porque Liam es una persona muy bondadosa te estas aprovechando de eso contra su voluntad, ¿No es así?

Su mano choco contra la pared que estaba al lado de mi cabeza. Haciéndome olvidar lo que estaba diciendo, y asustándome increíblemente. Ni siquiera me había dado cuenta de que se había parado.

-¿Quién está forzando a quién?

-Eh… Quiero decir…

-Tú dices que me estoy aprovechando de Liam…

-N-no, no dije eso… ¡De todas maneras, no acerques a mi hermano! ¡Encuentra a otro sujeto! Si es hombre, cualquiera está bien para ti, ¿No? – Me miraba con esa mirada oscura y asesina.

Me tomo del brazo y me empujo hasta la cama. Se puso encima de mí.

-¿Qué haces?

-¿Qué mierda sabes tú? ¿Qué demonios sabes sobre Liam y yo?

-Oye, déjame ir…

Me di vuelta, librándome de su agarre. Pero a mitad de huida el me tomo por la cabeza y me mantuvo boca abajo en la cama, aplastando mi cara contra el colchon.

-Tú dijiste que si es hombre cualquiera está bien. Eso me molesta.

Levante un poco el cuerpo para intentar irme de nuevo. Pero su mano me sorprendió tocándome la entrepierna.

-Bastardo, que piensas que estás haciendo… - Levante mi brazo e intente pegarle en la cara. Falle. El tomo mi brazo y lo sostuvo por unos segundos. Me acerco a él. Ahora podía sentir su pecho con mi espalda.

-Cualquiera… eso fue lo que dijiste. – Dijo mientras agarraba una cuerdita de mi chaqueta. Paso una mano por debajo de mi camiseta, tocando todo a su paso. Haciéndome estremecer.

-E-Eso no es lo que quise decir…

Tocaba mis pezones, retorciéndolos. Mis sensaciones se mezclaban, le decía que parara pero realmente esto se estaba sintiendo bien de alguna forma… ¡¿Qué estoy diciendo?! Claro que no se sentía bien.

-Espera, para ya... Detente pervertido. – Besó detrás de mí oreja. Mano subió tanto por debajo de mi camiseta que comenzó a tocar mi cara con ella. Volvió a tocar mi miembro, yo me retorcía.

-¿Por qué no gritas por ayuda?

-Bastado.

Saco mi miembro del pantalón y movía su mano. Yo me retorcía, mi cara bajo hacia el colchón. No quería que viera mi rostro.

-No puedo… No debo gritar. ¡No voy a dejarme llevar…! – Pensé. – Las manos de este pervertido no pueden hacerme… Este hombre no puede…

Tragándome un grito me corrí en su mano. Agarrando las sabanas con fuerza.

-Eres muy lindo. – Susurró en mi oído. Se alejó de mi cuerpo, y con una risita de satisfacción por lo bajo lamió los restos que había dejado en su mano. – Eso fue rápido.

Por dios… Este hombre no podía hacerme sentir más avergonzado.

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-Siempre soñé con vivir dentro de una familia normal de clase media. –Dijo mientras le daba una calada a su cigarrillo. Sentados en la sala de su casa, yo en uno de los sillones rojos y el en el que estaba en frente mio. – Intentaba recrear lo que normalmente los niños hacen en su niñez, así empecé a coleccionar varias cosas, más que nada juguetes, y al final termino como lo que viste. – Señalo al oso amarillo que tenía a su lado – Por cierto, este es Gear.

Eso no tiene nada de normal…

-Ah. ¡Ya veo! Eres el típico niño rico después de todo. Esto fue así… Tu padre nunca regresaba a casa del trabajo. Tu madre dejaba de lado al hogar. Dentro de una “familia” solo de nombre. Incluso la relación con tu hermano era mala, así que ni con él te hablabas. Sin nadie alrededor para entender cómo te sentías, simplemente estabas solo. Para llenar el vacío de tu soledad te compraste un auto deportivo rojo y un perro de pelo largo llamado Alexander.

-¿Cómo supiste eso? - ¿Acaso estaba en lo correcto?

-¡Ah! Puedo explicar el porqué de tu orientación sexual también. Tu madre trajo a casa a un amante, y terminaste viéndolos con tus propios ojos… ¡Que trauma! Desde entonces perdiste todo el interés en las mujeres. En aquel entonces tenías un amable tutor que era como un hermano mayor para ti. Él te hizo algunas cosas “malas”, y fue como te fuiste por el otro lado.

Tomo un largo trago de su café. – Si esa información saliera ahora, los periódicos estarían encima de mí. - ¡¿En serio?! No veo forma de que nosotros nos llevemos bien. Pero por mi hermano… Tengo que aguantarlo. – Bien, ¿A dónde estás apuntando a ir?


-A la universidad Hayfield Further.

-¿Estás hablando en sueños?

-¡¿Qué demonios?! ¡¿Por qué te molesta todo lo que digo?! Eso no lo sabrás hasta intentarlo.

-No, yo lo sé. Ya le eche una ojeada a tus respuestas en el examen de prueba. Este no es el nivel de alguien que ha olvidado una formula o cometió errores descuidados. Tú no entiendes nada del problema. Baja tus expectativas. Todas las universidades tienen un departamento de economía.

-¡Me quedo con Hayfield Further! ¡Definitivamente! Tengo que ir allí, por Liam también. Si no voy allí, ¡prefiero no ir a ningún lado!

-¿Por qué nombraste a Liam?

-Tú también sabes sobre esto, ¿verdad? Nuestros padres murieron en un accidente hace diez años. Desde entonces, Liam es el que cuida de mí. A pesar de que él fue aceptado en la universidad Hayfield Further… Dijo que el solo me cuidaría y que no iba a dejar que nadie nos separara. Fue debido a mí que el dejo la escuela y comenzó a trabajar. Por eso, si yo ingreso a un departamento de economía, quiero que sea el de la universidad a la que mi hermano quería ir. Mis motivos quizá no sean los mejores, pero…

Se paró y se posó en frente de mí. Puso su mano en mi cabello y lo revolvió.

-Lo haré. Si eso es así, definitivamente haré que ingreses. No tienes posibilidades de fallar conmigo como tu profesor. – Le sonreí, y pude sentir como mis mejillas comenzaban a tomar un color carmesí.
No estoy completamente seguro si puedo confiar en la persona que me hizo “eso”, pero… de cualquier forma, ¡He dado el primer paso hacia la universidad Hayfield Further!

Unas semanas después…

-¿Qué te parece?

-Oh, un siete. ¡Buen trabajo!

-Bien, tú sabes. Si me lo propongo, ni siquiera tengo que esforzarme.

-No te dejes llevar ahora.

-¿Dejarme llevar con qué? Ahora simplemente soy bueno en esto. - … O eso dije, pero realmente Lou es el mejor enseñando, más que mis maestros de la escuela. Comencé a llamarlo Lou en alguna parte del camino… Esto me molesta.

-Liam estará muy feliz, estoy seguro. ¡Quiero que tú pases para ver su sonrisa!

-¿Lou, de verdad amas tanto a mi hermano?

-¿A qué viene eso tan repentinamente?

-Solo estoy preguntando si lo amas.

-No tienes nada de qué preocuparte. Esto es completamente unilateral. Ese libro que leíste es solo mi fantasía.

-P-pero, tú sabes, que él ya tiene una novia.

-Sí, lo sé. Permanecer al lado de quien amas es uno de los privilegios de ser amigo.

-Si verdaderamente lo amas, deberías sacar a su novia fuera del cuadro y ser el número uno.

-Aun eres muy joven. él significa mucho para mí. Es por eso que no quisiera que me odiara.

Ahora, he comenzado a comprender… Lou jamás haría algo que mi hermano no quisiera. Él lo trata amablemente, preciosamente, como si fuera una joya. Pero Liam lo ve nada más que como un buen amigo. Aun así, Lou es serio, y ciegamente devoto…

-Que idiota. – Murmure.

Como si no le doliera…

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-Wooooo… ¡I-Impresionante! Semejante incremento en tan corto tiempo. Quizá de verdad soy un genio. Si, ¡Soy como un león dormido que ha despertado! Ahora realmente puedo tener una posibilidad en Hayfield Further. ¡Iré a decirle a Lou! – Salí corriendo hacia su casa. - ¡Quiero verlo! Me elogiara de seguro, ¡lo sé!

Un momento… “¿Iré a decirle a Lou?” “¿Quiero verlo?” ¿Qué sucede con esta alegre carrera al atardecer? Liam es a quien debería decírselo primero... No, no es verdad.

-¡A MI NO ME GUSTAN LOS HOMBRES! – La gente que caminaba a mí alrededor se quedó mirándome como si estuviera loco.

-¿Qué estás haciendo? – Esa voz… Lou.

-Oh, Lou. ¿Cómo está su excelencia?

-Suena como si necesitaras estudiar un poco de literatura antigua. Bien, de cualquier manera, es mejor que nos pongamos en marcha. Vamos a casa juntos. Compre un pastel. – Me dijo levantando la bolsa. – Hoy en el cumpleaños de Liam. Te ves como si lo hubieras olvidado.

-Por-Por supuesto que no lo olvide. Obtuve esto hoy. – Le entregue el examen.

Revolvió mi cabello.

-¡¿Qué haces?!

-Buen trabajo. – Me dedico una sonrisa. Bastante sincera a decir verdad, eso me sorprendió. ¿Por qué mi corazón está latiendo tan fuerte? Lou solo me elogio porque Liam estará feliz.
 
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-Llegu…  Ahh.

-¡Feliz cumpleaños, Liam!

-¡Feliz cumpleaños!

-Wow, cuanta comida. Gracias.

-Ten mi regalo. – Dijo Lou entregándole una cajita negra, cuadrada con un moño dorado en el costado. – Querías ese reloj que vimos juntos antes, ¿No es verdad?

-¿Eh?, pero debió haber sido realmente caro.

-Un artículo lujoso por año no te matara.

-Muchas gracias, Lou.

-Liam, olvidaste cerrar la puerta. – Realmente estaba molesto, me estaban dejando de lado.

-Oh, lo siento, lo siento. Ah, es verdad, tengo algo muy importante que decirte. Estoy feliz de que estés aquí también, Lou. Vamos, ¡déjame ir! – Se reía mientras trataba de deshacer el abrazo de Lou.

Liam se acercó a la puerta y por ella entro una chica. Era realmente linda. Su pelo castaño enrulado que le llegaba hasta los pechos, unos ojos café muy dulces, ropa que parecía nueva.

-Ella es Danielle – Dijo señalándola. – Nosotros decidimos casarnos.

-¡Eso es genial! finalmente lo hiciste, Liam. Y ella es una hermosa mujer. - Dijo Louis con una sonrisa en los labios.

-Gracias. Realmente me alegra que tú estés feliz por eso, también. Quería que fueras la primera persona en conocerla.

Le di un pequeño golpe a la pared con mi puño cerrado.

-¿Harry? – Dijo Liam sin entender.

-… Por más. – Mi voz se escuchaba ronca y pausada.

-¿Eh?

-El champagne se acabó, ¡Iré a comprar más!

-No le venderán a un menor.

-Lou, ven conmigo. – Agarre su mano sin que le diera tiempo a negarse y lo arrastre hasta salir de la casa.

Corrí arrastrándolo hasta que llegamos a un callejón. Yo respiraba pesadamente en el aire invernal. Las lágrimas se escapaban de mis ojos.

-Lo siento…

-¿Por qué te disculpas?

-Eso fue… ¡Muy cruel! Has estado enamorado de él hace tanto tiempo. Siempre lo cuidaste, y todavía… ¡¿Él quería presentártela primero?! Fue muy insensible. – No podía parar las lágrimas, mi voz se escuchaba entrecortada. Estaba dándole la espalda a Lou, él estaba en silencio, solo me escuchaba hablar y sollozar. - ¡Esta es la primera vez que yo hubiera querido golpearlo!

-Esa es una manera de llorar un poco sucia, ¿no?

-¡Estoy llorando por tu culpa! Una vez que empiezo no puedo detenerme.

-Ya veo. – Puso su mano en mi cabeza, tomo mi mano y la levanto.

Me puso contra la pared del callejón y me beso. La pared estaba fría, pero no importaba. Metió una de sus piernas entre las mías. Tomó mi cara con las dos manos, acercándome más a él. Me deje llevar por su cercanía, por su sabor, por el momento.


-Ya dejaste de llorar. – Me sonrió un poquito y me abrazó, puso su cara en mi hombro. – Perdón, solo un poco… - Yo también lo abrace.

-Lou… Puedes llorar, si quieres…

-Idiota… Pequeños mocosos como tú no pueden ordenar a sus mayores. Te diré algo… Jamás he llorado en frente de nadie desde que nací,  excepto tú. No permitiría a nadie verme de esta manera más que a ti…

Sentí esas cálidas lágrimas sobre mi hombro, y extrañas emociones empezaron a crecer dentro de mí. “Si solo pudiera estar junto a él por siempre” “Si solo pudiera convertirme en alguien especial para él.” Pensamientos como esos iban de un lado a otro en mi cabeza, y yo parado ahí, incapaz de alejar mis brazos y dejarlo ir.

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-Sí, ¡perfecto! – Dije terminando mi nuevo peinado, mis rizos se veían algo extraños, pero así era mi nuevo estilo.

Lou apareció detrás de mí y destruyó todo mi peinado.

-No te creas la gran cosa “suplente”.

-¡Cállate! ¡Fui aceptado! Eso es todo lo que importa.

-Incluso el haber ingresado cubriendo una vacante, nadie se dará cuenta de que eres un suplente y si te gradúas, incluso un suplente…

-¡Deja de decir suplente!

Eso ocurrió el día que el contrato de nuestro departamento venció… Liam fue repentinamente transferido a Londres. No sé a qué se vino todo esto, pero temporalmente me quedare a vivir en la casa de Louis.

-Hey, hey, ¿Cómo demonios ataste eso? – Me dijo refiriéndose a mi corbata. Me agarro por detrás, estaba muy cerca. Tomó mis manos. – Lo haré por ti, mira de cerca.

-Está bien.

-Te abotonaste mal. – Señalo los botones de mi camisa. – En que estarás pensando. Vamos, quítate lo… - Empezó a desabotonar mi camisa. Y yo comencé a sentirme incómodo y a tratar de zafarme de su agarre.

-Lo haré por mí mismo, es solo que no estaba prestando atención. Además, si no me apresuro llegare tarde a la ceremonia de inauguración.

-No te preocupes, son solo cinco minutos a tu universidad con mi auto. – Se tirò para atrás, llevándome consigo. El sentado en el sillón y yo en sus piernas


-Espera… ¿Estas medio dormido otra vez?- Me besó la oreja.

-Considera esto un honor. Aun no entiendes exactamente lo que significa tener a Louis Tomlinson rendido por ti.

-¡Ni tampoco quiero entenderlo! – Me llevo hasta la cama. - ¡¿Q-Que estás haciendo?! , basta ya. Hey ¡te dije que pares!

En el momento en que sentí compasión por este puro y romántico corazón, mi destino fue sellado… Liam, creo que me he mudado a un lugar muy peligroso…

-¡Estúpido Louis!