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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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CAPITULO ONCE.-
Capitulo once
— Yo no tengo la vacuna contra el tétanos, no pude dármela antes de viajar — dijo Cassandra agachando la cabeza. Su voz sonaba triste y decepcionada — Disculpen.
— No, Cass no te disculpes — la calmó Morgana — no es tu culpa, ni la de nadie.
— Pero es que los entiendo, y quiero hacer algo…
— Hey, Cass de veras. No te preocupes — tranquilizó Zayn — buscáremos otra forma de que la niña reciba ayuda.
— Sí algo haremos por ella — concordé con una sonrisa — sólo lo charlamos entre todos para que lo sepamos en caso de que se nos ocurra una idea.
— Chicos realmente lo lamento — repitió Cassandra.
— Tranquila — dijo Zayn mientras que con su mano sobaba la espalda de la muchacha — Ya encontráremos un solución.
— Es que realmente quiero ayudar, a ella y a ustedes — su voz sonaba a angustia y culpa. Cassandra no tenía la culpa de nada.
Antes de venir a cada voluntario se le dio una lista con las vacunas reglamentarias y otras optativas. Las últimas, como la del tétanos, no eran obligatorias ya que pocas personas contaban con esa enfermedad. Pero nos ha tocado cruzarnos con una de esas pocas. Miré a Zayn de reojo. Sus ojos brillaban, pero estaban apagados. Había tristeza y frustración en estos, lo cual me hizo recordar a Louis cuando sentía que había fracasado con sus clases. Quería abrazarlo, me dolía verlo así. ¿Quedaría mal si lo abrazaba? ¡Por Dios! Ese hombre necesita apoyo, pareciera que se encuentra en los abismos de la desgracia. Quizás suene exagerado, pero sus rostro expresaba muchas cosas. Sus ojos café decían tantas cosas en ese momento, que destrozaban si los mirabas.
— Discúlpenme — dijo Zayn, sacándome de todos mis pensamientos. Se levantó de la silla y con la mirada agachada caminó hasta la puerta. Las tres nos quedamos sin saber que hacer. Él realmente quería ayudar, eso se notaba a simple vista. Obviamente no le echábamos la culpa a Cassandra, pero a veces uno siente como impotencia al no poder hacer algo para ayudar a otro. Volví mi mirada a mis compañeras, Morgana me miraba con confusión y como preguntándome que hacer. Mientras que la muchacha de cabello rubio miraba sus pies.
— Cass — comencé tomando su mano — Todo estará bien. No es tu culpa, ¿Sí?
Asintió con la cabeza y yo le regalé una sonrisa. Me puse de pie y caminé silenciosamente hasta la puerta. Una vez afuera observé el panorama. Mi vista se fijo en el maravilloso atardecer de ese día, el cual como todos, era único. El cielo, todavía celeste, nos cubría como una manta. Y el sol se iba perdiendo en el horizonte, despidiéndose. Busqué a Zayn con la mirada, y allí estaba. Sentado con la mirada perdida en algún punto que ni él mismo registraba. Los rayos del sol sobre su cara, lo hacía brillar y parecían calmarlo. Quizás el sol nos cure y cuide un poco, después de todo. Me acerqué a él con cautela y me senté a su lado, Se que en ese momento estaba pensando y no quería ser una molestia.
— Hey — dije sonriendo.
— Hey — repitió volteándose y regalándome una bonita sonrisa.
— ¿Piensas? — dije señalando el cigarrillo que sostenía entre sus dedos. Lo miró un poco avergonzado. Al ver su reacción tomé de uno de mis bolsillos un paquete y se lo enseñe sonriendo.
— Entonces… ¿Me entiendes? — cuestionó con un poco de alivio. Asentí con la cabeza y me lleve un cigarrillo a la boca. La realidad es que no fumaba casi nunca, sólo en los momentos que me sentía mal. Fue un mal hábito, supongo, que tomé luego de lo de George. Muchas cosas cambiaron en mí después de eso. Que fume a veces algún cigarrillo no significa que sea adicta a ellos, simplemente hay momentos en que me calma, me tranquiliza. Es un rato para mí, un rato de relajación. Un rato único y privado.
— ¿Lo haces seguido? — cuestioné.
— Lo se — suspiró exhalando el humo — Sólo cuando siento que lo necesito de verdad. Me tranquiliza,
— Entiendo — dije y me sonrío. El silencio se hizo presente entre nosotros, cada uno disfrutaba su momento de reflexión y relajación. No era necesario decir nada, ambos compartíamos esa necesidad de buscar paz y por ende, nos entendíamos. El sol se terminaba de esconder delante de nosotros, el espectáculo que nos ofrecía ese día la naturaleza estaba llegando a su fin. Unas pocas aves volaban por encima nuestro en dirección al sol, quizás querían alcanzarlo antes de que se vaya a otro lugar. Ese momento, esa vista, esa paz que se veía y sentía, parecía estar hecho especialmente para Zayn y para mí.
— No me gustaría que Cassandra se sintiera culpable — soltó de repente, sin dejar de mirar hacia adelante.
— Lo se, Zayn. Pero también la entiendo — me senté con mis piernas cruzadas a su costado con mi rostro hacia él observándolo, casi obligándolo a que me mire también — debe ser feo no saber que hacer para ayudarnos o sentirse el obstáculo para que realicemos una buena acción.
— Supongo — susurró. Pasó sus manos por su cabello, revolviéndolo a modo de nerviosismo — es sólo que quiero hacer algo por esa niña. Lo necesito, All.
— Te entiendo, créeme — lo tranquilicé dándole una palmadas en su espalda. Realmente lo entiendo, él sólo quiere ayudar, quiere hacer un bien. ¿Por qué cuando uno quiere hacer las cosas bien casi siempre algo se interpone? No, no le hecho la culpa a Cassandra, por supuesto que no. Pero estamos aquí para ayudar, y en este momento parece como si eso no fuera a conseguirse.
— Me recuerda… — comenzó mientras volvía su mirada a mí — me recuerda a mi hermano pequeño…
— ¿Quieres contarme? — pregunté luego de unos minutos de silencio.
— Estuvo enfermo durante un tiempo, nadie sabía que era — sus voz se hacía pequeña, el dolo estaba reflejado en todo él — Mis padres, yo, toda mi familia… Estábamos desesperados, All él sólo tenía cinco años cuando comenzó todo…
— Tranquilo — dije con suavidad. No sabía que decirle exactamente, me era difícil entenderlo, entender lo que vivió.
— Empezó quejándose un día de dolor en el brazo izquierdo — su voz se entrecortaba, se notaba que le costaba compartir este dolor. Le costaba recordarlo — luego de unos meses le encontraron un tumor…
— Zayn si no quieres seguir, lo entenderé — me daba miedo su historia, miedo al dolor. Odio que la gente sufra, odio que el dolor a veces sea tan fuerte y nos deje débiles. Detesto esa sensación de desesperación cuando el dolor ya no cabe en tu pecho.
— Luego de la operación estuvo seis meses con quimioterapias e internado — sus ojos comenzaban a cristalizarse — cada día verlo allí en un camilla de hospital, era horrible. ¿Por qué Dios le pone traba tan difíciles a los niños, cuando tienen toda una vida por vivir? ¿Por qué les da tanto dolor?
— No lo se, Zayn — ¿Qué iba a decirle? ¿Cómo explicarle que seguro Dios se equivoco? — Sólo se que cada cosa que nos sucede en la vida nos ayuda a tomar decisiones y a ser más fuertes. Luego de eso tomaste la decisión de venir aquí, ¿O no?
— Sí — una lágrima bajaba por su mejilla pero se la limpió rápidamente — sólo desearía que los niños no sufran… Sólo quiero que puedan ser felices, no merecen eso…
— Ya lo se, y lo comprendo, de veras — su angustia me estaba destrozando. Ahora entendía porque su urgencia por ayudar a esa niña, ahora entiendo su historia y su motivo de estar aquí.
— A pesar de todo, él es feliz hoy, All — el llanto ya se hacía notar, aunque quisiera Zayn no podría haber contenido todas las lagrimas que ahora resbalaban por su rostro — pero es injusto, fue injusto. ¡¿Por qué él y no?!
— Hey, tranquilo — dije suavemente. No lo resistí más, su dolor estaba llegando a mí. En este momento su tristeza era mía también. Me moví de donde estaba sentada y fui acercándome a él hasta tomarlo en un abrazo. Recostó su rostro en mi hombro mientras lloraba, lagrimas contenidas, dolor guardado por años. Eso parecía. Me limité a contenerlo mientras su desgracia era descargada, como una nube llena de vapor. En cada gemido, en cada llanto se notaba esa frustración. Ese “¿Por qué él y no yo?” — Zayn, de nada sirve que preguntes por que no fuiste tú. No sólo sufrió él, mírate tú como lloras…
— Es la primera vez que lloró así, All — levantó su cabeza y me miró a los ojos — nunca pude descargar ese dolor, no podía hablar de esto…
— Pero lo has descargado — lo alenté sonriendo — mírate Zayn, lloras por lo que sufrió tu hermano. Debes de ser el mejor hermano del planeta, y él debe ser feliz por eso.
No contestó, se limitó a mirarme a los ojos y sonreír. Acarició mi mejilla suavemente, y me volvió a abrazar. Nos quedamos un rato así, abrazándonos, sintiéndonos contenidos, apoyándonos.
— Gracias, All — susurró en mi oído — de veras, gracias.
— Gracias a ti — dije mientras se separaba. Una lágrima perdida estaba en su mejilla y la borré con mi pulgar — gracias a ti por confiar en mí y compartir esto.
— Me inspiraste confianza, y me entendiste desde el principio — comentó sonriendo — seguro eres una gran muchacha.
Sonreí, sin saber que decirle. Se levantó y extendió su mano hacía mi. La tomé y en cuestión de segundos ya estaba de pie. Comenzamos a caminar hacía el complejo, ya se acercaba la hora de la cena. Este Zayn era distinto al que estaba allí sentado cuando el sol comenzó a ponerse, era un Zayn liberado, tranquilo, relajado. Paso una mano por mis hombros y me sonrío.
— Oye… ¿Por qué te llevas tan mal con Liam? — esa pregunta me asombro, me dejo sin habla. ¿Liam? ¿Qué tenía que ver él con todo esto? ¿Por qué Payne tenía que aparecer en todos lados? No me había acordado de él en todo el día, ahora se quedará en mi cabeza vaya uno a saber por cuanto tiempo. “¡Gracias, Zayn!” gritó una voz sarcástica en mi cabeza.
— No, Cass no te disculpes — la calmó Morgana — no es tu culpa, ni la de nadie.
— Pero es que los entiendo, y quiero hacer algo…
— Hey, Cass de veras. No te preocupes — tranquilizó Zayn — buscáremos otra forma de que la niña reciba ayuda.
— Sí algo haremos por ella — concordé con una sonrisa — sólo lo charlamos entre todos para que lo sepamos en caso de que se nos ocurra una idea.
— Chicos realmente lo lamento — repitió Cassandra.
— Tranquila — dijo Zayn mientras que con su mano sobaba la espalda de la muchacha — Ya encontráremos un solución.
— Es que realmente quiero ayudar, a ella y a ustedes — su voz sonaba a angustia y culpa. Cassandra no tenía la culpa de nada.
Antes de venir a cada voluntario se le dio una lista con las vacunas reglamentarias y otras optativas. Las últimas, como la del tétanos, no eran obligatorias ya que pocas personas contaban con esa enfermedad. Pero nos ha tocado cruzarnos con una de esas pocas. Miré a Zayn de reojo. Sus ojos brillaban, pero estaban apagados. Había tristeza y frustración en estos, lo cual me hizo recordar a Louis cuando sentía que había fracasado con sus clases. Quería abrazarlo, me dolía verlo así. ¿Quedaría mal si lo abrazaba? ¡Por Dios! Ese hombre necesita apoyo, pareciera que se encuentra en los abismos de la desgracia. Quizás suene exagerado, pero sus rostro expresaba muchas cosas. Sus ojos café decían tantas cosas en ese momento, que destrozaban si los mirabas.
— Discúlpenme — dijo Zayn, sacándome de todos mis pensamientos. Se levantó de la silla y con la mirada agachada caminó hasta la puerta. Las tres nos quedamos sin saber que hacer. Él realmente quería ayudar, eso se notaba a simple vista. Obviamente no le echábamos la culpa a Cassandra, pero a veces uno siente como impotencia al no poder hacer algo para ayudar a otro. Volví mi mirada a mis compañeras, Morgana me miraba con confusión y como preguntándome que hacer. Mientras que la muchacha de cabello rubio miraba sus pies.
— Cass — comencé tomando su mano — Todo estará bien. No es tu culpa, ¿Sí?
Asintió con la cabeza y yo le regalé una sonrisa. Me puse de pie y caminé silenciosamente hasta la puerta. Una vez afuera observé el panorama. Mi vista se fijo en el maravilloso atardecer de ese día, el cual como todos, era único. El cielo, todavía celeste, nos cubría como una manta. Y el sol se iba perdiendo en el horizonte, despidiéndose. Busqué a Zayn con la mirada, y allí estaba. Sentado con la mirada perdida en algún punto que ni él mismo registraba. Los rayos del sol sobre su cara, lo hacía brillar y parecían calmarlo. Quizás el sol nos cure y cuide un poco, después de todo. Me acerqué a él con cautela y me senté a su lado, Se que en ese momento estaba pensando y no quería ser una molestia.
— Hey — dije sonriendo.
— Hey — repitió volteándose y regalándome una bonita sonrisa.
— ¿Piensas? — dije señalando el cigarrillo que sostenía entre sus dedos. Lo miró un poco avergonzado. Al ver su reacción tomé de uno de mis bolsillos un paquete y se lo enseñe sonriendo.
— Entonces… ¿Me entiendes? — cuestionó con un poco de alivio. Asentí con la cabeza y me lleve un cigarrillo a la boca. La realidad es que no fumaba casi nunca, sólo en los momentos que me sentía mal. Fue un mal hábito, supongo, que tomé luego de lo de George. Muchas cosas cambiaron en mí después de eso. Que fume a veces algún cigarrillo no significa que sea adicta a ellos, simplemente hay momentos en que me calma, me tranquiliza. Es un rato para mí, un rato de relajación. Un rato único y privado.
— ¿Lo haces seguido? — cuestioné.
— Lo se — suspiró exhalando el humo — Sólo cuando siento que lo necesito de verdad. Me tranquiliza,
— Entiendo — dije y me sonrío. El silencio se hizo presente entre nosotros, cada uno disfrutaba su momento de reflexión y relajación. No era necesario decir nada, ambos compartíamos esa necesidad de buscar paz y por ende, nos entendíamos. El sol se terminaba de esconder delante de nosotros, el espectáculo que nos ofrecía ese día la naturaleza estaba llegando a su fin. Unas pocas aves volaban por encima nuestro en dirección al sol, quizás querían alcanzarlo antes de que se vaya a otro lugar. Ese momento, esa vista, esa paz que se veía y sentía, parecía estar hecho especialmente para Zayn y para mí.
— No me gustaría que Cassandra se sintiera culpable — soltó de repente, sin dejar de mirar hacia adelante.
— Lo se, Zayn. Pero también la entiendo — me senté con mis piernas cruzadas a su costado con mi rostro hacia él observándolo, casi obligándolo a que me mire también — debe ser feo no saber que hacer para ayudarnos o sentirse el obstáculo para que realicemos una buena acción.
— Supongo — susurró. Pasó sus manos por su cabello, revolviéndolo a modo de nerviosismo — es sólo que quiero hacer algo por esa niña. Lo necesito, All.
— Te entiendo, créeme — lo tranquilicé dándole una palmadas en su espalda. Realmente lo entiendo, él sólo quiere ayudar, quiere hacer un bien. ¿Por qué cuando uno quiere hacer las cosas bien casi siempre algo se interpone? No, no le hecho la culpa a Cassandra, por supuesto que no. Pero estamos aquí para ayudar, y en este momento parece como si eso no fuera a conseguirse.
— Me recuerda… — comenzó mientras volvía su mirada a mí — me recuerda a mi hermano pequeño…
— ¿Quieres contarme? — pregunté luego de unos minutos de silencio.
— Estuvo enfermo durante un tiempo, nadie sabía que era — sus voz se hacía pequeña, el dolo estaba reflejado en todo él — Mis padres, yo, toda mi familia… Estábamos desesperados, All él sólo tenía cinco años cuando comenzó todo…
— Tranquilo — dije con suavidad. No sabía que decirle exactamente, me era difícil entenderlo, entender lo que vivió.
— Empezó quejándose un día de dolor en el brazo izquierdo — su voz se entrecortaba, se notaba que le costaba compartir este dolor. Le costaba recordarlo — luego de unos meses le encontraron un tumor…
— Zayn si no quieres seguir, lo entenderé — me daba miedo su historia, miedo al dolor. Odio que la gente sufra, odio que el dolor a veces sea tan fuerte y nos deje débiles. Detesto esa sensación de desesperación cuando el dolor ya no cabe en tu pecho.
— Luego de la operación estuvo seis meses con quimioterapias e internado — sus ojos comenzaban a cristalizarse — cada día verlo allí en un camilla de hospital, era horrible. ¿Por qué Dios le pone traba tan difíciles a los niños, cuando tienen toda una vida por vivir? ¿Por qué les da tanto dolor?
— No lo se, Zayn — ¿Qué iba a decirle? ¿Cómo explicarle que seguro Dios se equivoco? — Sólo se que cada cosa que nos sucede en la vida nos ayuda a tomar decisiones y a ser más fuertes. Luego de eso tomaste la decisión de venir aquí, ¿O no?
— Sí — una lágrima bajaba por su mejilla pero se la limpió rápidamente — sólo desearía que los niños no sufran… Sólo quiero que puedan ser felices, no merecen eso…
— Ya lo se, y lo comprendo, de veras — su angustia me estaba destrozando. Ahora entendía porque su urgencia por ayudar a esa niña, ahora entiendo su historia y su motivo de estar aquí.
— A pesar de todo, él es feliz hoy, All — el llanto ya se hacía notar, aunque quisiera Zayn no podría haber contenido todas las lagrimas que ahora resbalaban por su rostro — pero es injusto, fue injusto. ¡¿Por qué él y no?!
— Hey, tranquilo — dije suavemente. No lo resistí más, su dolor estaba llegando a mí. En este momento su tristeza era mía también. Me moví de donde estaba sentada y fui acercándome a él hasta tomarlo en un abrazo. Recostó su rostro en mi hombro mientras lloraba, lagrimas contenidas, dolor guardado por años. Eso parecía. Me limité a contenerlo mientras su desgracia era descargada, como una nube llena de vapor. En cada gemido, en cada llanto se notaba esa frustración. Ese “¿Por qué él y no yo?” — Zayn, de nada sirve que preguntes por que no fuiste tú. No sólo sufrió él, mírate tú como lloras…
— Es la primera vez que lloró así, All — levantó su cabeza y me miró a los ojos — nunca pude descargar ese dolor, no podía hablar de esto…
— Pero lo has descargado — lo alenté sonriendo — mírate Zayn, lloras por lo que sufrió tu hermano. Debes de ser el mejor hermano del planeta, y él debe ser feliz por eso.
No contestó, se limitó a mirarme a los ojos y sonreír. Acarició mi mejilla suavemente, y me volvió a abrazar. Nos quedamos un rato así, abrazándonos, sintiéndonos contenidos, apoyándonos.
— Gracias, All — susurró en mi oído — de veras, gracias.
— Gracias a ti — dije mientras se separaba. Una lágrima perdida estaba en su mejilla y la borré con mi pulgar — gracias a ti por confiar en mí y compartir esto.
— Me inspiraste confianza, y me entendiste desde el principio — comentó sonriendo — seguro eres una gran muchacha.
Sonreí, sin saber que decirle. Se levantó y extendió su mano hacía mi. La tomé y en cuestión de segundos ya estaba de pie. Comenzamos a caminar hacía el complejo, ya se acercaba la hora de la cena. Este Zayn era distinto al que estaba allí sentado cuando el sol comenzó a ponerse, era un Zayn liberado, tranquilo, relajado. Paso una mano por mis hombros y me sonrío.
— Oye… ¿Por qué te llevas tan mal con Liam? — esa pregunta me asombro, me dejo sin habla. ¿Liam? ¿Qué tenía que ver él con todo esto? ¿Por qué Payne tenía que aparecer en todos lados? No me había acordado de él en todo el día, ahora se quedará en mi cabeza vaya uno a saber por cuanto tiempo. “¡Gracias, Zayn!” gritó una voz sarcástica en mi cabeza.
ailubush
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
NO ME DIGAS Q ALLIE SE VA A ENAMORAR PRIMERO DE ZAYN!!!
DIME Q NOOOOOOO XFAAA
Ay q monos los dos juntitos y llorando jeje
Pero no puede seer ella no se puede enamorar de Zayn, verdad?
Bueno ya dejo mis paranoias! jajaja se me van de las manos jajjaa
Q majo Zayn al recordarle a Payne! jajajaja
Me encanto el cap enserio (bueno y a quien no le habra gustado el cap? pff q preguntas hago jajja)
Siguela cuando puedas!!
Muuchos besitos :*
DIME Q NOOOOOOO XFAAA
Ay q monos los dos juntitos y llorando jeje
Pero no puede seer ella no se puede enamorar de Zayn, verdad?
Bueno ya dejo mis paranoias! jajaja se me van de las manos jajjaa
Q majo Zayn al recordarle a Payne! jajajaja
Me encanto el cap enserio (bueno y a quien no le habra gustado el cap? pff q preguntas hago jajja)
Siguela cuando puedas!!
Muuchos besitos :*
LuciaBJ
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
Uy se me olvidaba:
Lo mas probable esq esta semana este un pocito ausente xq me quedan los ultimos examenes y me tengo q concentrar mucho mucho muchito!
Pero aunq sea intentare conectarme el miercoles o asi!
NO LLORES X MI AUSENCIA (jajaja vale eso es raro pero bueno)
Besos teq <3 :*
Lo mas probable esq esta semana este un pocito ausente xq me quedan los ultimos examenes y me tengo q concentrar mucho mucho muchito!
Pero aunq sea intentare conectarme el miercoles o asi!
NO LLORES X MI AUSENCIA (jajaja vale eso es raro pero bueno)
Besos teq <3 :*
LuciaBJ
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
LuciaBJ escribió:Uy se me olvidaba:
Lo mas probable esq esta semana este un pocito ausente xq me quedan los ultimos examenes y me tengo q concentrar mucho mucho muchito!
Pero aunq sea intentare conectarme el miercoles o asi!
NO LLORES X MI AUSENCIA (jajaja vale eso es raro pero bueno)
Besos teq <3 :*
No importa, espero que mi inspiración siga como hasta hoy, y cuando vuelvas tengas mucho para leer!
¿El miercoles? SIII, ES MY BIRTHDAY! :)
Gracias por leer, luu! Te adoroo!
ailubush
CAPITULO DOCE.-
Capitulo doce
Algunos dicen que los domingos han de ser aburridos, bueno yo los adoro. La tranquilidad de ese día, el poder no hacer nada y pasarte el día en pijama es grandioso. Aunque también los domingos de paseo son muy bonitos. Últimamente con Louis aprovechábamos esos días para estar con Emma. Salíamos, íbamos de compras, a comer o al cine. Lo importante era simplemente compartir un buen rato entre nosotros y con ella. Era algo así como la misión de esos días. También solíamos almorzar con mi madre ya que durante la semana no nos veíamos mucho, Lou si porque trabajaba con ella.
Sí, los domingos fueron hechos para holgazanear, para no hacer nada y este estaba siendo uno de esos. Me recosté sobre mi cama y tomé mi móvil. Busqué entre mis contactos a Helena y marqué el botón de llamar. A pesar de como se comportaba a veces conmigo, es mi madre y la amo.
— Hola mamá — dije dulcemente cuando escuché que atendió.
— Allie ¿Estás bien? — preguntó preocupada.
— Sí, mamá — contesté riendo — llamaba para saber como estaban tu y Emma.
— Oh… — su tono era a sorpresa. Luego de las discusiones que teníamos, mi madre solía seguir un poco resentida. A veces su orgullo era muy fuerte — Estamos bien, recién se ha ido Louis que ha venido a almorzar.
— ¡Qué bueno! — contesté alegremente — ¿Y Emma?
— En su habitación, quiso acostarse a ver “Buscando a Nemo” otra vez — comentó riendo — No ha parado de verla desde que Lou se la regalo. Ya se sabe todos los diálogos.
— Siempre hace eso — carcajeé. Era lindo sentir como la relación entre Emma y mi madre crecía poco a poco. No es que se llevaran mal, simplemente a Helena le costaba un poco acercarse ala pequeña.
— ¿Tu cómo estás?
— ¿Qué pasa, mamá? ¿Por fin me has entendido? — bromeé por su buen humor.
— No, Allie. Todavía me pregunto porque no has buscado otra manera de hacer las cosas — dijo un poco más seria — pero se que aunque siga rogando no volverás.
— Lo vas entendiendo, Helena — comenté divertida.
— Allie… — comenzó a modo de advertencia.
— Ya sé — interrumpí fingiendo fastidio — “No me digas Helena.”
— Lo vas entendiendo — repitió con el mismo tono que yo había usado.
— Parece que no soy la única con un buen día… ¿Qué ha pasado, mamá? — interrogué bromeando.
— No seas tonta, All — su risa sonaba… ¿Nerviosa? — Hoy he descansado bastante supongo que seta eso…
— Claro — ¿Cómo preguntarle algo que seguramente arruinaría la buena charla que estábamos teniendo? Tranquila, me dije — Mamá… ¿A dónde has ido el fin de semana pasado?
— ¿Cómo te has enterado que salí? — soltó defendiéndose.
— He hablado con Emma y Louis cuando estaban en mi departamento — excusé — ¿Dónde has ido?
— He viajado por negocios contestó rápidamente. Su voz sonaba a mentira. ¿Me estaba mintiendo? — Tuve que ir a Edimburgo a ver unos clientes.
— Oh… ¿Y qué tal te ha…? — fui interrumpída por unos golpes en mi puerta — Mamá, espérame un segundo.
Deje el móvil sobre la cama y fui a abrir la puerta. Allí parada estaba Cassandra que parecía agitada.
— Hola — apenas pudo decir.
— Cass, ¿Qué haces aquí? — cuestioné regalándole una sonrisa.
— Tengo que hablar contigo y los chicos — dijo sonriéndome también — ¿Vamos a buscar a los demás?
— Sí, espera un momento — di la vuelta y cogí el móvil de donde estaba — Mamá debo ir a hacer unas cosas. Luego hablamos, ¿Sí?
— Está bien — susurró — Cuídate, Allie.
— Envíale saludos a Emma. Las quiero, adiós — colgué el llamado y caminé hacia la puerta — Vamos.
Caminamos en silencio hasta la habitación de Morgana. Todos teníamos habitaciones individuales, eran pequeñas pero acogedoras. Una vez que las tres estuvimos juntas nos dirigimos al edificio de los hombres, donde ellos vivían. Me quedé para frente a este, no quería entrar ahí, no iría al lugar donde seguramente estaría el muchacho de ojos miel. ¿Correr el riesgo de cruzármelo? No.
— Las esperaré aquí — dije unos pasos detrás de ellas. Ambas voltearon a ver confundidas, me limité a sonreírles para mostrarles que estaba todo bien. ¿Por qué no estaba todo bien?
— No tardaremos — dijo Morgana guiñándome el ojo. Ella sabía algo de lo de Payne, supongo que entendió porque no quise entrar. Traspasaron las puertas de cristal y me senté en uno de los escalones de la entrada, ocultando mi rostro entre mis piernas. ¿Por qué temía a enfrentarlo? ¿Desde cuándo un hombre me intimidaba tanto? Seguí allí sin salir de mi posición esperando a que las puertas se abran y salgan mis compañeros. ¿Qué pasaba conmigo? ¿Por qué me ponía tan nerviosa cuando lo veía?
— ¿De quien te escondes? — no podía ser. No, no y no. ¿Acaso soy la protagonista de una novela y nadie me lo dijo? ¿Por qué me pasaba esto a mí? Levanté mi rostro lentamente, no quería otra discusión con aquel muchacho. Lo miré a los ojos, y me quede impactada con la bonita sonrisa que me ofrecía. ¿Payne sonreía?
— No me escondo, sólo me duele la cabeza — mentí con una sonrisa. Pero no iba a decirle “Oh, Liam me escondía de ti, no se porque pero me intimidas.” No, definitivamente no.
— ¿Quieres una pastilla? — dijo con tono preocupado sentándose a mi lado. Un escalofrío recorrió mi espalda en cuanto sentí su calor cerca de mí.
— No, gracias. No tomo medicamentos — dije sin mirarlo.
— ¿De veras? Tengo algunas en la habitación… — ¿Estaba siendo amable conmigo?
— En serio, gracias — lo interrumpí, ahora si mirándolo y sonriéndole.
— ¿Te has cambiado de bando? — bromeó riendo — ¿Vienes a vivir con los hombres?
— No — reí — Hemos venido a buscar a Zayn…
— ¿Hemos?
— Sí. Cassandra, Morgana y yo, mis compañeras. Entraron a buscar a Zayn mientras yo me quedé aquí…
— Esperándome — interrumpió. Mis ojos se abrieron como platos antes esta afirmación y me sonroje. ¿Esperándolo? ¿Acaso parecía estar esperándolo? ¿Estaba realmente esperando que aparezca?
— ¿Perdona? — dije incrédula. ¿A qué venía eso?
— Era sólo una broma, Allie — me tranquilizó sonriendo. Lo miré, en su rostro había solamente rastros de sinceridad — Escucha… Disculpa de nuevo por lo de la otra noche.
— Está bien, Liam — dije con una sonrisa.
— ¿Disfrutando el domingo?
— Un poco — susurré. ¿Por qué ahora era agradable conmigo? — ¿Y tu?
— También — contestó, su sonrisa no salía de su rostro. No sabía que hacer, ni que decir. Estaba incómoda, su presencia me era incómoda. Me forzaba a sonreírle porque no sabía como contestarle. Por suerte en ese momento las muchachas salieron junto a Zayn por las puertas. Volteé a mirar al moreno pidiéndole ayuda con una sola mirada, que por suerte ha entendido.
— Allie — gritó cuando llegaba hacia mí. Me levante rápidamente y me acerqué a él. Cuando estuvo suficientemente cerca me abrazó — ¿Cómo has estado?
— Bien, ¿Tu, Zayn? — dije sonriendo. Con mis labios modulé un suave “Gracias”.
— Bien — dijo luego de guiñarme un ojo — Parece que tenemos reunión, ¿Vamos?
— Sí — bajé los escalones con él pero antes miré al muchacho de ojos miel, que observaba atento la escena — Adiós, Liam. Que sigas bien.
— Adiós, Allie — dijo sonriendo y moviendo su mano — Adiós, Zayn.
— Adiós — contestó el moreno a mi lado. Comenzamos a caminar hacia la sala de estudios, donde podríamos hablar tranquilos. Las chicas iban delante nuestro, mientras nosotros caminábamos tranquilos — Te he salvado, ¿No?
— Gracias — suspiré.
— ¿Te ha dicho algo malo? — cuestionó un poco preocupado.
— Sólo se ha disculpado por lo del la noche en el pub — dije restándole importancia — pero realmente era incómodo.
— Si llega a decirte algo, me avisas. ¿Sí? — asentí con la cabeza. En ese momento Zayn me hizo acordar a Louis. Normalmente mi relaciones con los hombres eran sencillas, casi siempre nos llevábamos bien desde el principio. Liam era una excepción.
Habíamos llegado al salón donde Cassandra y Zayn daban clases. La rubia encabezando el grupo entró y se sentó en una mesa, mientras que los tres que restábamos repetimos su acción.
— He estado hablando con uno de los coordinadores — soltó de una Cassandra — y hemos encontrado una solución para la niña.
— ¿Qué solución? — cuestionó Zayn inmediatamente. Cassandra se limitó a sonreír mientras nos observaba un por uno.
— Bueno… Como yo no tengo la vacuna y ustedes si, hemos decidido cambiar el grupo de trabajo — comenzó. Los tres nos quedamos asombrados ante esas palabras. ¿Cambiar el grupo de trabajo? ¿Volver a entablar relación con tres personas nuevas? La muchacha al ver nuestras expresiones empezó a reír — No me miren así…
— ¿Cómo que cambiar el grupo? — prácticamente escupí la pregunta — Cass, explícate por favor.
— Verán… Me cambiaré de grupo — dije sonriendo, pero en sus ojos había un dejo de tristeza — Ustedes tres se quedarán aquí y mandarán otra persona que tenga la vacuna, así podrán ayudar a la niña. Y yo, iré al grupo donde se encuentra esa persona.
— No, Cass — dijo Zayn — no es necesario que te vayas. Buscáremos otra solución.
— Chicos — dijo mirándonos y regalándonos una linda sonrisa — es la solución más rápida y segura. Nos veremos los fines de semana o durante la semana, quizás me toque en el grupo de al lado…
— ¿Tu estás segura? — cuestionó Morgana — No tienes que hacerlo si no quieres…
— Estoy totalmente segura — comentó — Hey, no pongan esas caras. Escuchen, vinimos aquí a ayudar y si yo me quedo con ustedes no podremos ayudar a esa niña que nos necesita…
— Gracias — dijo el moreno al momento que se levantó y fue a abrazar a la muchacha. Zayn realmente estaba agradecido, ninguno quería que Cassandra se vaya pero ella tenía razón era una solución rápida.
— No me agradezcas — dijo la rubia mientras lo abrazaba también. Morgana que casi no había pronunciado palabra también se levantó y cogió a ambos en un abrazo. Antes de que su cuerpo se una con el de los chicos pude ver una lágrima correr por su mejilla, lo cual Cassandra también notó — No llores, Mor. Me harás llorar a mi también.
— Es que te extrañaremos — tartamudeó la castaña. Rápidamente corrí hacia ellos, y me uní a su abrazo. Zayn salió de debajo de todos y nos abrazo por encima nuestro a las tres. Su abrazo era protector.
— No lloren o me harán llorar a mi también — dijo Zayn sonriendo. Sus ojos brillaban de emoción, de alegría pero también de tristeza — Vamos, no lloren. Soy hombre y no puedo llorar.
— No le diremos a nadie — bromeé. Mis ojos se cristalizaron cuando Zayn besó cada una de nuestras frentes. No queríamos separarnos, pero todos sabíamos que era una buena solución.
— Te echaré de menos, colega — dijo el muchacho sonríendole a la rubia — me harás falta en las clases.
— Y yo a ti — contestó la muchacha abrazándolo más fuerte — pero haremos un bien, lo prometo.
— Lo sé. Mor, no llores más — ordenó Zayn suavemente pero las tres estallamos más en llanto, lo cual hizo que él nos abrace más fuerte — Ay, mis pequeñas lloronas.
Sí, los domingos fueron hechos para holgazanear, para no hacer nada y este estaba siendo uno de esos. Me recosté sobre mi cama y tomé mi móvil. Busqué entre mis contactos a Helena y marqué el botón de llamar. A pesar de como se comportaba a veces conmigo, es mi madre y la amo.
— Hola mamá — dije dulcemente cuando escuché que atendió.
— Allie ¿Estás bien? — preguntó preocupada.
— Sí, mamá — contesté riendo — llamaba para saber como estaban tu y Emma.
— Oh… — su tono era a sorpresa. Luego de las discusiones que teníamos, mi madre solía seguir un poco resentida. A veces su orgullo era muy fuerte — Estamos bien, recién se ha ido Louis que ha venido a almorzar.
— ¡Qué bueno! — contesté alegremente — ¿Y Emma?
— En su habitación, quiso acostarse a ver “Buscando a Nemo” otra vez — comentó riendo — No ha parado de verla desde que Lou se la regalo. Ya se sabe todos los diálogos.
— Siempre hace eso — carcajeé. Era lindo sentir como la relación entre Emma y mi madre crecía poco a poco. No es que se llevaran mal, simplemente a Helena le costaba un poco acercarse ala pequeña.
— ¿Tu cómo estás?
— ¿Qué pasa, mamá? ¿Por fin me has entendido? — bromeé por su buen humor.
— No, Allie. Todavía me pregunto porque no has buscado otra manera de hacer las cosas — dijo un poco más seria — pero se que aunque siga rogando no volverás.
— Lo vas entendiendo, Helena — comenté divertida.
— Allie… — comenzó a modo de advertencia.
— Ya sé — interrumpí fingiendo fastidio — “No me digas Helena.”
— Lo vas entendiendo — repitió con el mismo tono que yo había usado.
— Parece que no soy la única con un buen día… ¿Qué ha pasado, mamá? — interrogué bromeando.
— No seas tonta, All — su risa sonaba… ¿Nerviosa? — Hoy he descansado bastante supongo que seta eso…
— Claro — ¿Cómo preguntarle algo que seguramente arruinaría la buena charla que estábamos teniendo? Tranquila, me dije — Mamá… ¿A dónde has ido el fin de semana pasado?
— ¿Cómo te has enterado que salí? — soltó defendiéndose.
— He hablado con Emma y Louis cuando estaban en mi departamento — excusé — ¿Dónde has ido?
— He viajado por negocios contestó rápidamente. Su voz sonaba a mentira. ¿Me estaba mintiendo? — Tuve que ir a Edimburgo a ver unos clientes.
— Oh… ¿Y qué tal te ha…? — fui interrumpída por unos golpes en mi puerta — Mamá, espérame un segundo.
Deje el móvil sobre la cama y fui a abrir la puerta. Allí parada estaba Cassandra que parecía agitada.
— Hola — apenas pudo decir.
— Cass, ¿Qué haces aquí? — cuestioné regalándole una sonrisa.
— Tengo que hablar contigo y los chicos — dijo sonriéndome también — ¿Vamos a buscar a los demás?
— Sí, espera un momento — di la vuelta y cogí el móvil de donde estaba — Mamá debo ir a hacer unas cosas. Luego hablamos, ¿Sí?
— Está bien — susurró — Cuídate, Allie.
— Envíale saludos a Emma. Las quiero, adiós — colgué el llamado y caminé hacia la puerta — Vamos.
Caminamos en silencio hasta la habitación de Morgana. Todos teníamos habitaciones individuales, eran pequeñas pero acogedoras. Una vez que las tres estuvimos juntas nos dirigimos al edificio de los hombres, donde ellos vivían. Me quedé para frente a este, no quería entrar ahí, no iría al lugar donde seguramente estaría el muchacho de ojos miel. ¿Correr el riesgo de cruzármelo? No.
— Las esperaré aquí — dije unos pasos detrás de ellas. Ambas voltearon a ver confundidas, me limité a sonreírles para mostrarles que estaba todo bien. ¿Por qué no estaba todo bien?
— No tardaremos — dijo Morgana guiñándome el ojo. Ella sabía algo de lo de Payne, supongo que entendió porque no quise entrar. Traspasaron las puertas de cristal y me senté en uno de los escalones de la entrada, ocultando mi rostro entre mis piernas. ¿Por qué temía a enfrentarlo? ¿Desde cuándo un hombre me intimidaba tanto? Seguí allí sin salir de mi posición esperando a que las puertas se abran y salgan mis compañeros. ¿Qué pasaba conmigo? ¿Por qué me ponía tan nerviosa cuando lo veía?
— ¿De quien te escondes? — no podía ser. No, no y no. ¿Acaso soy la protagonista de una novela y nadie me lo dijo? ¿Por qué me pasaba esto a mí? Levanté mi rostro lentamente, no quería otra discusión con aquel muchacho. Lo miré a los ojos, y me quede impactada con la bonita sonrisa que me ofrecía. ¿Payne sonreía?
— No me escondo, sólo me duele la cabeza — mentí con una sonrisa. Pero no iba a decirle “Oh, Liam me escondía de ti, no se porque pero me intimidas.” No, definitivamente no.
— ¿Quieres una pastilla? — dijo con tono preocupado sentándose a mi lado. Un escalofrío recorrió mi espalda en cuanto sentí su calor cerca de mí.
— No, gracias. No tomo medicamentos — dije sin mirarlo.
— ¿De veras? Tengo algunas en la habitación… — ¿Estaba siendo amable conmigo?
— En serio, gracias — lo interrumpí, ahora si mirándolo y sonriéndole.
— ¿Te has cambiado de bando? — bromeó riendo — ¿Vienes a vivir con los hombres?
— No — reí — Hemos venido a buscar a Zayn…
— ¿Hemos?
— Sí. Cassandra, Morgana y yo, mis compañeras. Entraron a buscar a Zayn mientras yo me quedé aquí…
— Esperándome — interrumpió. Mis ojos se abrieron como platos antes esta afirmación y me sonroje. ¿Esperándolo? ¿Acaso parecía estar esperándolo? ¿Estaba realmente esperando que aparezca?
— ¿Perdona? — dije incrédula. ¿A qué venía eso?
— Era sólo una broma, Allie — me tranquilizó sonriendo. Lo miré, en su rostro había solamente rastros de sinceridad — Escucha… Disculpa de nuevo por lo de la otra noche.
— Está bien, Liam — dije con una sonrisa.
— ¿Disfrutando el domingo?
— Un poco — susurré. ¿Por qué ahora era agradable conmigo? — ¿Y tu?
— También — contestó, su sonrisa no salía de su rostro. No sabía que hacer, ni que decir. Estaba incómoda, su presencia me era incómoda. Me forzaba a sonreírle porque no sabía como contestarle. Por suerte en ese momento las muchachas salieron junto a Zayn por las puertas. Volteé a mirar al moreno pidiéndole ayuda con una sola mirada, que por suerte ha entendido.
— Allie — gritó cuando llegaba hacia mí. Me levante rápidamente y me acerqué a él. Cuando estuvo suficientemente cerca me abrazó — ¿Cómo has estado?
— Bien, ¿Tu, Zayn? — dije sonriendo. Con mis labios modulé un suave “Gracias”.
— Bien — dijo luego de guiñarme un ojo — Parece que tenemos reunión, ¿Vamos?
— Sí — bajé los escalones con él pero antes miré al muchacho de ojos miel, que observaba atento la escena — Adiós, Liam. Que sigas bien.
— Adiós, Allie — dijo sonriendo y moviendo su mano — Adiós, Zayn.
— Adiós — contestó el moreno a mi lado. Comenzamos a caminar hacia la sala de estudios, donde podríamos hablar tranquilos. Las chicas iban delante nuestro, mientras nosotros caminábamos tranquilos — Te he salvado, ¿No?
— Gracias — suspiré.
— ¿Te ha dicho algo malo? — cuestionó un poco preocupado.
— Sólo se ha disculpado por lo del la noche en el pub — dije restándole importancia — pero realmente era incómodo.
— Si llega a decirte algo, me avisas. ¿Sí? — asentí con la cabeza. En ese momento Zayn me hizo acordar a Louis. Normalmente mi relaciones con los hombres eran sencillas, casi siempre nos llevábamos bien desde el principio. Liam era una excepción.
Habíamos llegado al salón donde Cassandra y Zayn daban clases. La rubia encabezando el grupo entró y se sentó en una mesa, mientras que los tres que restábamos repetimos su acción.
— He estado hablando con uno de los coordinadores — soltó de una Cassandra — y hemos encontrado una solución para la niña.
— ¿Qué solución? — cuestionó Zayn inmediatamente. Cassandra se limitó a sonreír mientras nos observaba un por uno.
— Bueno… Como yo no tengo la vacuna y ustedes si, hemos decidido cambiar el grupo de trabajo — comenzó. Los tres nos quedamos asombrados ante esas palabras. ¿Cambiar el grupo de trabajo? ¿Volver a entablar relación con tres personas nuevas? La muchacha al ver nuestras expresiones empezó a reír — No me miren así…
— ¿Cómo que cambiar el grupo? — prácticamente escupí la pregunta — Cass, explícate por favor.
— Verán… Me cambiaré de grupo — dije sonriendo, pero en sus ojos había un dejo de tristeza — Ustedes tres se quedarán aquí y mandarán otra persona que tenga la vacuna, así podrán ayudar a la niña. Y yo, iré al grupo donde se encuentra esa persona.
— No, Cass — dijo Zayn — no es necesario que te vayas. Buscáremos otra solución.
— Chicos — dijo mirándonos y regalándonos una linda sonrisa — es la solución más rápida y segura. Nos veremos los fines de semana o durante la semana, quizás me toque en el grupo de al lado…
— ¿Tu estás segura? — cuestionó Morgana — No tienes que hacerlo si no quieres…
— Estoy totalmente segura — comentó — Hey, no pongan esas caras. Escuchen, vinimos aquí a ayudar y si yo me quedo con ustedes no podremos ayudar a esa niña que nos necesita…
— Gracias — dijo el moreno al momento que se levantó y fue a abrazar a la muchacha. Zayn realmente estaba agradecido, ninguno quería que Cassandra se vaya pero ella tenía razón era una solución rápida.
— No me agradezcas — dijo la rubia mientras lo abrazaba también. Morgana que casi no había pronunciado palabra también se levantó y cogió a ambos en un abrazo. Antes de que su cuerpo se una con el de los chicos pude ver una lágrima correr por su mejilla, lo cual Cassandra también notó — No llores, Mor. Me harás llorar a mi también.
— Es que te extrañaremos — tartamudeó la castaña. Rápidamente corrí hacia ellos, y me uní a su abrazo. Zayn salió de debajo de todos y nos abrazo por encima nuestro a las tres. Su abrazo era protector.
— No lloren o me harán llorar a mi también — dijo Zayn sonriendo. Sus ojos brillaban de emoción, de alegría pero también de tristeza — Vamos, no lloren. Soy hombre y no puedo llorar.
— No le diremos a nadie — bromeé. Mis ojos se cristalizaron cuando Zayn besó cada una de nuestras frentes. No queríamos separarnos, pero todos sabíamos que era una buena solución.
— Te echaré de menos, colega — dijo el muchacho sonríendole a la rubia — me harás falta en las clases.
— Y yo a ti — contestó la muchacha abrazándolo más fuerte — pero haremos un bien, lo prometo.
— Lo sé. Mor, no llores más — ordenó Zayn suavemente pero las tres estallamos más en llanto, lo cual hizo que él nos abrace más fuerte — Ay, mis pequeñas lloronas.
Última edición por ailubush el Lun 03 Jun 2013, 5:10 pm, editado 1 vez
ailubush
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
ailubush escribió:LuciaBJ escribió:Uy se me olvidaba:
Lo mas probable esq esta semana este un pocito ausente xq me quedan los ultimos examenes y me tengo q concentrar mucho mucho muchito!
Pero aunq sea intentare conectarme el miercoles o asi!
NO LLORES X MI AUSENCIA (jajaja vale eso es raro pero bueno)
Besos teq <3 :*
No importa, espero que mi inspiración siga como hasta hoy, y cuando vuelvas tengas mucho para leer!
¿El miercoles? SIII, ES MY BIRTHDAY! :)
Gracias por leer, luu! Te adoroo!
X eso me iba a pasar!!
Para felicitarte
Pero era una surprise!
Asi q ya no hay surprise :(
Pero bueno...
LuciaBJ
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
Me encantooooooooo <33
Bueno yo aqui me despido hasta el miercoles!
Besoos *muak*
TEQ <3
Bueno yo aqui me despido hasta el miercoles!
Besoos *muak*
TEQ <3
LuciaBJ
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
TE DIJE Q EL MIERCOLES VOLVIA Y AQUI ESTOOOOOOOOOOY
MUUUUUUUUUUCHIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISIIIIIIIIIIIIIIISIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIMAS FELICIDADEEEES (jajajaj creo q me pase de vocales pero bueno)
Q TE LO PASES MUUY BIEN EN TU DIA Y Q CUMPLAS MUCHOS MAAS!!
TAMBIEN Q TE REGALEN MUCHAS COSITAAS!!
MUCHOS BESOOOOOOOS MUCHOS TIRONES DE OREJA TAMBIEEN!!
teq <3
MUUUUUUUUUUCHIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISIIIIIIIIIIIIIIISIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIMAS FELICIDADEEEES (jajajaj creo q me pase de vocales pero bueno)
Q TE LO PASES MUUY BIEN EN TU DIA Y Q CUMPLAS MUCHOS MAAS!!
TAMBIEN Q TE REGALEN MUCHAS COSITAAS!!
MUCHOS BESOOOOOOOS MUCHOS TIRONES DE OREJA TAMBIEEN!!
teq <3
LuciaBJ
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
SaraJaneStyles escribió:Me encantotoror esa jovela es ideal. Siguela:)
Graciaaas! Ya la sigoo!
ailubush
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
LuciaBJ escribió:TE DIJE Q EL MIERCOLES VOLVIA Y AQUI ESTOOOOOOOOOOY
MUUUUUUUUUUCHIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISIIIIIIIIIIIIIIISIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIMAS FELICIDADEEEES (jajajaj creo q me pase de vocales pero bueno)
Q TE LO PASES MUUY BIEN EN TU DIA Y Q CUMPLAS MUCHOS MAAS!!
TAMBIEN Q TE REGALEN MUCHAS COSITAAS!!
MUCHOS BESOOOOOOOS MUCHOS TIRONES DE OREJA TAMBIEEN!!
teq <3
Gracias, lindaaa! Ya estoy aqui para tii! Te quierooo!
ailubush
CAPITULO TRECE.-
Capitulo trece
— ¿Harás un pastel para un ejercito o es mi imaginación? — pregunté bromeando. Estaba junto a Morgana preparando la comida, habíamos hablando con los demás niños para darle una linda bienvenida a la nueva niña. La castaña a mi lado preparaba una tarta de chocolate bastante grande para ser honestos. Cassandra ya no estaba con nosotros, por lo que Zayn tuvo que dar sus clases sólo en la mañana. Por la tarde traerían a la niña y mañana llegaría una nueva persona al grupo, lo cual era emocionante y temeroso a la vez. Sí, me cuesta relacionarme con los demás.
— Somos muchos, All — dijo mientras lo ponía en el horno — y ya veras que Zayn comerá bastante.
— Lo se — contesté riendo — ¿Lo decorarás?
— ¿Quedará mal de rosado? — cuestionó asomándose al horno con cara de duda.
— Hazlo como te parezca, Mor.
— Si, supongo — contestó todavía dudativa. Algunos dicen que las mujeres somos indecisas, pues tienen razón. Supongo que será por naturaleza pero tendemos a siempre antes de decidir observar todo y a veces hasta no encontrar algo malo, aunque quizás no lo haya, no paramos. Bueno, por lo menos así soy yo, indecisa e insegura. Louis me había regañado millones de veces por eso, pero era parte mi esencia. Considero que la inseguridad y la indecisión aparecen por la falta de confianza. ¿Cómo confiar en los demás cuando casi no confió en mis padres? ¿Cómo confiar en mi misma cuando mi padre no confiaba en mí? No, no les echo la culpa a ellos, pero creo que todo lo que vivimos como “familia” me ha dejado marcada. Yo decido si confiar o no, mejor dicho yo decido que me cueste. Y de veras me cuesta.
La confianza es algo sagrado, creo que cuando se pierde se puede recuperar sin embargo nada será igual. Es como un espejo, si se quiebra puede volver a pegarse y así unirse las partes pero nunca volverá a ser una sola pieza. Indecisión. Decidir. ¿Esto o aquello? ¿Aquí o allí? ¿Cómo estar seguro de estar tomando la decisión correcta? ¿Cómo saber si tomar la izquierda o la derecha? Bueno, la indecisión es algo así como un síntoma, casi permanente, luego de algún fracaso, luego de la frustración.
He decidido muchas veces y me he equivocado otras tantas. He aprendido obviamente, pero todo eso me ha dejado insegura e indecisa. A veces he decidido y luego fracasado, y ¿Saben qué me paso? Tuve tanto miedo a equivocarme, a fracasar que hubo momentos en que decidí no decidir. ¿Izquierda o derecha? No, no cambiaba mi rumbo seguía para adelante, en la monotonía. O terminaba quedándome estancada allí donde estaba. No avanzaba ni retrocedía. Seguía allí parada sin crecer, sin sentir absolutamente nada. Seguía allí casi sin vivir. Esto me ha pasado unos meses antes de querer venir aquí, al voluntariado., era tanto el miedo a fracasar que mi rutina era siempre igual. No aceptaba emociones nuevas o nuevas actividades. NADA. No elegía nada, y hasta dejaba de sentir emociones que ya había sentido. Era algo así como estar perdida en los abismos de la desolación. Recuerdo un día que estaba en mi departamento sin hacer nada, algo que ya era costumbre en mí en aquel momento. Días anteriores había discutido con Louis y él no había vuelto. Recuerdo que me había dicho que comience algo nuevo, que busque alguna actividad que me ayude. Le había contestado que así estaba bien, lo cual era mentira. Cada noche lloraba sin entender que me pasaba, las lagrimas salían diciéndome: “Allie, ya para. Te estás lastimando.” ¿Con qué me estaba lastimando? ¿Por qué? Ese día Louis entró junto a mi madre, a mi departamento, a mi guarida de preguntas y miedos. La furia creció en mi interior cuando los vi ubicarse frente mío para hablar, ya sabía que me dirían. ¿No podría mi amigo haber buscado otra persona para que me ayude? Helena comenzó a hablar, a gritar, amenazó con enviarme a un psicólogo diciendo que estaba desperdiciando mi vida. Mi hogar se llenó de gritos, llantos y la conversación concluyó con dos portazos, me encerré en mi habitación. Se habían ido. Todavía llorando me deslice hasta el suelo, preguntándome que diablos pasaba conmigo. Las respuestas no llegaban. ¿Por qué vivía? No había nada emocionante en mi vida, ya casi no sentía. Pero la solución estaba del otro lado de la madera donde me apoyaba…
— Por favor, All, déjame ayudarte — susurró mi amigo a través de la puerta. — déjame entrar, déjame abrazarte.
¡Maldición! ¿Cómo resistirme a su abrazo? Si lo que más necesitaba en ese momento
era su apoyo. Apoyo de mi familia y de Louis. Me levanté, saqué el seguro de la puerta y la abrí. Allí estaba él, sus ojos celestes estaban inundados de lágrimas. ¿Cómo podía ser que los demás se preocuparan tanto por mí y yo no lo haga? ¿Cuándo deje de amarme?
— Ven aquí, princesa — dijo abriéndome sus brazos en cuanto me asomé por la puerta, no lo pensé y corrí hacia él. Louis, mi amigo, mi ángel, mi protector, mi confidente. Él fue, es y será mi mejor amigo, mi persona favorita en el planeta. Mi hermano.
— Perdóname…
— Shh… — comenzó mientras palmeaba suavemente mi espalda — Tranquila, estoy aquí.
— Perdóname, Louis por favor — mi llanto crecía mientras él me abrazaba más fuerte. ¿Cómo pude ser tan estúpida de pelear con él? ¿Cómo fui tan estúpida de no ver que mi vida se iba desmoronando y mi amigo sólo quería ayudarme? — ¿Por qué soy tan idiota?
— Shh… — repitió. Levantó mi mentón con una mano, sin soltarme de su abrazo y con su pulgar comenzó a barrer las lágrimas en mi mejillas — No llores más, ven.
Comenzó a caminar hacia mi cama, me ayudó a recostarme y tomó mi mano. Desde allí podía contemplarlo, sus ojos rojos de furia, de impotencia por no saber como ayudarme. Sus lágrimas de dolor, de arrepentimiento. ¿Por qué no lo llame? Es mi mejor amigo, nunca nos dejamos solos, lo alejé de mí. Me alejé de mi misma.
— Iré por agua — susurró. Beso mi frente y lo vi marcharse por la puerta. Automáticamente me metí bajo las sabanas y me hice una bolita. ¿Qué estaba pasando conmigo? ¿Qué hice con Allie Bush? ¿Por qué no podía decidir? ¿Por qué tenía tanto miedo? No había respuestas sólo preguntas y lagrimas, estaba desesperada. Quería gritar. ¿Por qué me pasaba esto a mí? Seguí así hasta que sentí como alguien acariciaba mi cabello — Ven, toma un poco de agua.
— Perdón — sollocé mientras me ofrecía el vaso. Le di unos sorbos y le pasé de nuevo el recipiente. Antes de que pudiera siquiera volver a tocar la cama, mi amigo ya tenía entre sus brazos nuevamente — perdón por discutir contigo.
— Hablaremos de eso en la mañana — dijo besando mi frente — ahora duerme pequeña.
Me acomodé en su pecho mientras el comenzaba a cantarme despacio, su voz dulce sonaba en mi oído. Su voz, su canción, sus palabras eran sólo para mí, para curar mi dolor. En cuestión de minutos caí rendida, esa fue una de las noches en que Louis y yo dormimos juntos.
Luego de esa noche comencé a plantearme quien era, que estaba haciendo conmigo, y como pude dejar que mi vida pase sin molestarme en vivirla. No, no fui al psicólogo, lo hice yo misma con ayuda de mi amigo. Era tan grande la desesperación y frustración que sentía que no sabía como salir adelante. El miedo había invadido mi vida, había dejado todo, era como un vegetal. Vivía pero sin vivir, sin disfrutar. Louis vino un día apurado diciéndome que tenía algo para mi y esa tarde mi vida cambio. Recuerdo que llegamos al orfanato donde vivían los niños a los que él les daba clases. Mirando a esos niños me di cuenta que a pesar de estar solos son capaces de sonreír y vivir felices. Me di cuenta de cuan equivocada estaba, de que la vida es maravillosa. A veces nos da golpes, es verdad pero si miramos bien la felicidad esta volando en el aire. La felicidad se encuentra en las pequeñas cosas y yo había estado durante meses mirando sin mirar. Después de una tarde con esos niños y con Louis volví a sonreír, volví a sentir el calor de un abrazo, sentí que tengo todo lo necesario para vivir. Me volví a sentir fuerte y capaz, me volví a sentir segura y decidida. No quiero vivir sin vivir, ni quiero morir sin estarlo. Quiero sentir, quiero amar, quiero sonreír. Quiero ayudar a los demás como algunas pequeñas personas, sin saberlo, lo hicieron conmigo. En ese momento volví a decidir, en ese momento decidí que me destino sea donde estaba ahora.
Y allí estaba, junto a Morgana cocinando para unos niños que tenían vidas mucho más difíciles y no desperdiciaban un solo segundo. Cada vez que volteabas a verlos, todos pero todos, sonreían. Sonreían con ganas, como agradeciendo estar vivos.
— All… ¿Estás aquí? — dijo mi compañera pasando su mano por delante de mi rostro. Sacudí un poco mi cabeza, para volver a la realidad y por inercia sonreí. Estaba feliz con mis cambios y mi decisión.
— Estaba pensando — susurré.
— ¿Pensabas en Payne? — cuestionó divertida. ¿Payne? ¿Por qué me preguntaba eso?
— ¿Qué dices? No, no pensaba en él — dije entre sorprendida y divertida. Golpeé su brazo con suavidad — no seas tonta, Mor. Pensaba en mí.
— Ya, era una broma, Allie — dijo aún riendo — ¿Qué pensabas de ti?
— Oh… cosas sin importancia — fingí sonriendo.
— Esta bien, Payne — volvió a bromear y también a recibir un pequeño golpe de mi parte — ayúdame con el pastel, por favor.
La comida estaba lista, el gran pastel rosado en el refrigerador enfriándose. Salí de la cocina para ir a buscar a Zayn y los niños así ya almorzábamos. Caminaba lento, todavía pensado en aquella noche que pase llorando junto a Louis. A pesar de haberme comportado como una estúpida, había salido adelante. De hecho ahora estaba allí, había podido decidir, elegir que quería hacer. Si, la inseguridad e indecisión seguían siendo mis compañeras, todavía me costaba confiar en los demás pero me quería a mi misma. Y una de las cosas más importantes para vivir tranquilos es quererse a uno mismo. Quererse y respetarse, nadie te querrá ni te respetará si tú no lo haces. La vida es y será maravillosa, y la prueba la tenía delante de mí. El cielo me cubría, el sol me iluminaba llenándome de su sabia energía y el viento me hace sentir más viva que nunca. Tenía ganas de gritar: “Oigan, aquí estoy. Estoy viva, siento como el viento sopla contra mí. Respiro y soy capaz de ver lo grandioso que es el mundo.” Sonreí como hace meses lo venía haciendo, sonreí porque soy feliz con quien soy. Nadie podía sacarme aquella satisfacción que tenía de ser quien soy, de ser quien fui y de saber quien quiero ser. Bueno, creo…
— Parece que el destino nos vuelve a encontrar — gritó una voz detrás de mi. No era cualquier voz, era su voz.
— Somos muchos, All — dijo mientras lo ponía en el horno — y ya veras que Zayn comerá bastante.
— Lo se — contesté riendo — ¿Lo decorarás?
— ¿Quedará mal de rosado? — cuestionó asomándose al horno con cara de duda.
— Hazlo como te parezca, Mor.
— Si, supongo — contestó todavía dudativa. Algunos dicen que las mujeres somos indecisas, pues tienen razón. Supongo que será por naturaleza pero tendemos a siempre antes de decidir observar todo y a veces hasta no encontrar algo malo, aunque quizás no lo haya, no paramos. Bueno, por lo menos así soy yo, indecisa e insegura. Louis me había regañado millones de veces por eso, pero era parte mi esencia. Considero que la inseguridad y la indecisión aparecen por la falta de confianza. ¿Cómo confiar en los demás cuando casi no confió en mis padres? ¿Cómo confiar en mi misma cuando mi padre no confiaba en mí? No, no les echo la culpa a ellos, pero creo que todo lo que vivimos como “familia” me ha dejado marcada. Yo decido si confiar o no, mejor dicho yo decido que me cueste. Y de veras me cuesta.
La confianza es algo sagrado, creo que cuando se pierde se puede recuperar sin embargo nada será igual. Es como un espejo, si se quiebra puede volver a pegarse y así unirse las partes pero nunca volverá a ser una sola pieza. Indecisión. Decidir. ¿Esto o aquello? ¿Aquí o allí? ¿Cómo estar seguro de estar tomando la decisión correcta? ¿Cómo saber si tomar la izquierda o la derecha? Bueno, la indecisión es algo así como un síntoma, casi permanente, luego de algún fracaso, luego de la frustración.
He decidido muchas veces y me he equivocado otras tantas. He aprendido obviamente, pero todo eso me ha dejado insegura e indecisa. A veces he decidido y luego fracasado, y ¿Saben qué me paso? Tuve tanto miedo a equivocarme, a fracasar que hubo momentos en que decidí no decidir. ¿Izquierda o derecha? No, no cambiaba mi rumbo seguía para adelante, en la monotonía. O terminaba quedándome estancada allí donde estaba. No avanzaba ni retrocedía. Seguía allí parada sin crecer, sin sentir absolutamente nada. Seguía allí casi sin vivir. Esto me ha pasado unos meses antes de querer venir aquí, al voluntariado., era tanto el miedo a fracasar que mi rutina era siempre igual. No aceptaba emociones nuevas o nuevas actividades. NADA. No elegía nada, y hasta dejaba de sentir emociones que ya había sentido. Era algo así como estar perdida en los abismos de la desolación. Recuerdo un día que estaba en mi departamento sin hacer nada, algo que ya era costumbre en mí en aquel momento. Días anteriores había discutido con Louis y él no había vuelto. Recuerdo que me había dicho que comience algo nuevo, que busque alguna actividad que me ayude. Le había contestado que así estaba bien, lo cual era mentira. Cada noche lloraba sin entender que me pasaba, las lagrimas salían diciéndome: “Allie, ya para. Te estás lastimando.” ¿Con qué me estaba lastimando? ¿Por qué? Ese día Louis entró junto a mi madre, a mi departamento, a mi guarida de preguntas y miedos. La furia creció en mi interior cuando los vi ubicarse frente mío para hablar, ya sabía que me dirían. ¿No podría mi amigo haber buscado otra persona para que me ayude? Helena comenzó a hablar, a gritar, amenazó con enviarme a un psicólogo diciendo que estaba desperdiciando mi vida. Mi hogar se llenó de gritos, llantos y la conversación concluyó con dos portazos, me encerré en mi habitación. Se habían ido. Todavía llorando me deslice hasta el suelo, preguntándome que diablos pasaba conmigo. Las respuestas no llegaban. ¿Por qué vivía? No había nada emocionante en mi vida, ya casi no sentía. Pero la solución estaba del otro lado de la madera donde me apoyaba…
— Por favor, All, déjame ayudarte — susurró mi amigo a través de la puerta. — déjame entrar, déjame abrazarte.
¡Maldición! ¿Cómo resistirme a su abrazo? Si lo que más necesitaba en ese momento
era su apoyo. Apoyo de mi familia y de Louis. Me levanté, saqué el seguro de la puerta y la abrí. Allí estaba él, sus ojos celestes estaban inundados de lágrimas. ¿Cómo podía ser que los demás se preocuparan tanto por mí y yo no lo haga? ¿Cuándo deje de amarme?
— Ven aquí, princesa — dijo abriéndome sus brazos en cuanto me asomé por la puerta, no lo pensé y corrí hacia él. Louis, mi amigo, mi ángel, mi protector, mi confidente. Él fue, es y será mi mejor amigo, mi persona favorita en el planeta. Mi hermano.
— Perdóname…
— Shh… — comenzó mientras palmeaba suavemente mi espalda — Tranquila, estoy aquí.
— Perdóname, Louis por favor — mi llanto crecía mientras él me abrazaba más fuerte. ¿Cómo pude ser tan estúpida de pelear con él? ¿Cómo fui tan estúpida de no ver que mi vida se iba desmoronando y mi amigo sólo quería ayudarme? — ¿Por qué soy tan idiota?
— Shh… — repitió. Levantó mi mentón con una mano, sin soltarme de su abrazo y con su pulgar comenzó a barrer las lágrimas en mi mejillas — No llores más, ven.
Comenzó a caminar hacia mi cama, me ayudó a recostarme y tomó mi mano. Desde allí podía contemplarlo, sus ojos rojos de furia, de impotencia por no saber como ayudarme. Sus lágrimas de dolor, de arrepentimiento. ¿Por qué no lo llame? Es mi mejor amigo, nunca nos dejamos solos, lo alejé de mí. Me alejé de mi misma.
— Iré por agua — susurró. Beso mi frente y lo vi marcharse por la puerta. Automáticamente me metí bajo las sabanas y me hice una bolita. ¿Qué estaba pasando conmigo? ¿Qué hice con Allie Bush? ¿Por qué no podía decidir? ¿Por qué tenía tanto miedo? No había respuestas sólo preguntas y lagrimas, estaba desesperada. Quería gritar. ¿Por qué me pasaba esto a mí? Seguí así hasta que sentí como alguien acariciaba mi cabello — Ven, toma un poco de agua.
— Perdón — sollocé mientras me ofrecía el vaso. Le di unos sorbos y le pasé de nuevo el recipiente. Antes de que pudiera siquiera volver a tocar la cama, mi amigo ya tenía entre sus brazos nuevamente — perdón por discutir contigo.
— Hablaremos de eso en la mañana — dijo besando mi frente — ahora duerme pequeña.
Me acomodé en su pecho mientras el comenzaba a cantarme despacio, su voz dulce sonaba en mi oído. Su voz, su canción, sus palabras eran sólo para mí, para curar mi dolor. En cuestión de minutos caí rendida, esa fue una de las noches en que Louis y yo dormimos juntos.
Luego de esa noche comencé a plantearme quien era, que estaba haciendo conmigo, y como pude dejar que mi vida pase sin molestarme en vivirla. No, no fui al psicólogo, lo hice yo misma con ayuda de mi amigo. Era tan grande la desesperación y frustración que sentía que no sabía como salir adelante. El miedo había invadido mi vida, había dejado todo, era como un vegetal. Vivía pero sin vivir, sin disfrutar. Louis vino un día apurado diciéndome que tenía algo para mi y esa tarde mi vida cambio. Recuerdo que llegamos al orfanato donde vivían los niños a los que él les daba clases. Mirando a esos niños me di cuenta que a pesar de estar solos son capaces de sonreír y vivir felices. Me di cuenta de cuan equivocada estaba, de que la vida es maravillosa. A veces nos da golpes, es verdad pero si miramos bien la felicidad esta volando en el aire. La felicidad se encuentra en las pequeñas cosas y yo había estado durante meses mirando sin mirar. Después de una tarde con esos niños y con Louis volví a sonreír, volví a sentir el calor de un abrazo, sentí que tengo todo lo necesario para vivir. Me volví a sentir fuerte y capaz, me volví a sentir segura y decidida. No quiero vivir sin vivir, ni quiero morir sin estarlo. Quiero sentir, quiero amar, quiero sonreír. Quiero ayudar a los demás como algunas pequeñas personas, sin saberlo, lo hicieron conmigo. En ese momento volví a decidir, en ese momento decidí que me destino sea donde estaba ahora.
Y allí estaba, junto a Morgana cocinando para unos niños que tenían vidas mucho más difíciles y no desperdiciaban un solo segundo. Cada vez que volteabas a verlos, todos pero todos, sonreían. Sonreían con ganas, como agradeciendo estar vivos.
— All… ¿Estás aquí? — dijo mi compañera pasando su mano por delante de mi rostro. Sacudí un poco mi cabeza, para volver a la realidad y por inercia sonreí. Estaba feliz con mis cambios y mi decisión.
— Estaba pensando — susurré.
— ¿Pensabas en Payne? — cuestionó divertida. ¿Payne? ¿Por qué me preguntaba eso?
— ¿Qué dices? No, no pensaba en él — dije entre sorprendida y divertida. Golpeé su brazo con suavidad — no seas tonta, Mor. Pensaba en mí.
— Ya, era una broma, Allie — dijo aún riendo — ¿Qué pensabas de ti?
— Oh… cosas sin importancia — fingí sonriendo.
— Esta bien, Payne — volvió a bromear y también a recibir un pequeño golpe de mi parte — ayúdame con el pastel, por favor.
La comida estaba lista, el gran pastel rosado en el refrigerador enfriándose. Salí de la cocina para ir a buscar a Zayn y los niños así ya almorzábamos. Caminaba lento, todavía pensado en aquella noche que pase llorando junto a Louis. A pesar de haberme comportado como una estúpida, había salido adelante. De hecho ahora estaba allí, había podido decidir, elegir que quería hacer. Si, la inseguridad e indecisión seguían siendo mis compañeras, todavía me costaba confiar en los demás pero me quería a mi misma. Y una de las cosas más importantes para vivir tranquilos es quererse a uno mismo. Quererse y respetarse, nadie te querrá ni te respetará si tú no lo haces. La vida es y será maravillosa, y la prueba la tenía delante de mí. El cielo me cubría, el sol me iluminaba llenándome de su sabia energía y el viento me hace sentir más viva que nunca. Tenía ganas de gritar: “Oigan, aquí estoy. Estoy viva, siento como el viento sopla contra mí. Respiro y soy capaz de ver lo grandioso que es el mundo.” Sonreí como hace meses lo venía haciendo, sonreí porque soy feliz con quien soy. Nadie podía sacarme aquella satisfacción que tenía de ser quien soy, de ser quien fui y de saber quien quiero ser. Bueno, creo…
— Parece que el destino nos vuelve a encontrar — gritó una voz detrás de mi. No era cualquier voz, era su voz.
ailubush
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
Me encanto el cap
Me hizo reflexionar sobre mi vida q fuerte jajajajjaja todavia estoy en shock
jajajajja
Siguela cuando puedas!!
Besos :*
Me hizo reflexionar sobre mi vida q fuerte jajajajjaja todavia estoy en shock
jajajajja
Siguela cuando puedas!!
Besos :*
LuciaBJ
Re: Abrázame fuerte.- [Liam Payne]
haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaazzzzzz
yo como que estoy en estado de shock o algo por el estilo sabesÇ?¿
osea yo leia en watpad en el movil pero no sabia que hacer para comentar y pensé que habías dejado de subir acá y hoy me meto y yo tipo :wut:
sabes?¿
y por eso es que m odias de que no comente
porfavor haazz no me odies, porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor, porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor, porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor, ,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor, porfavor,porfavor porfavor porfavor,porfavor, porfavor, porfavor,
ME PERDONAS? :lloro:
Bueno amor sigue subiendo porfavor por que sino me da algo si?
perdonmae amor
te amor reinaa
:bye:
yo como que estoy en estado de shock o algo por el estilo sabesÇ?¿
osea yo leia en watpad en el movil pero no sabia que hacer para comentar y pensé que habías dejado de subir acá y hoy me meto y yo tipo :wut:
sabes?¿
y por eso es que m odias de que no comente
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ME PERDONAS? :lloro:
Bueno amor sigue subiendo porfavor por que sino me da algo si?
perdonmae amor
te amor reinaa
:bye:
blodymarysea
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