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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
a dios ella no nos dejes ais siguelaa por dios
por la que mas quieras sigueeelaaa aaaa
por la que mas quieras sigueeelaaa aaaa
issadanger
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
hola chiks....hoy les pongo dos caps!
thks por sus coments!!! .............y bienvenida Jenny! :D
Capitulo 38:
—Levanté uno del césped en nuestro camino por el sendero. ¿Quién sabe, tal vez Marcie vaya a usarlo. Entonces habré hecho mi parte para mantenerla fuera de la reserva genética.
thks por sus coments!!! .............y bienvenida Jenny! :D
Capitulo 38:
—Levanté uno del césped en nuestro camino por el sendero. ¿Quién sabe, tal vez Marcie vaya a usarlo. Entonces habré hecho mi parte para mantenerla fuera de la reserva genética.
Vee y yo nos acercamos hasta el fondo y pusimos nuestras espaldas a la pared.
En una silla de terciopelo en el salón, varias parejas se enredaban como un montón de clips. El centro de la habitación estaba llena de cuerpos bailando.
Fuera de la sala de estar, una entrada arqueada llevaba a la cocina, donde las personas
estaban bebiendo y riendo. Nadie prestaba a Vee o a mí la menor atención, e intente levantarme el ánimo ante la conciencia de que meterse dentro de la habitación de Marcie desapercibida no iba a ser tan difícil como yo pensaba.
El problema era que estaba empezando a pensar que yo no había venido aquí esta noche para espiar en el dormitorio de Marcie y encontrar pruebas de que ella estaba con Patch. De hecho, estaba peligrosamente cerca de pensar que había venido porque sabía que Patch estaría aquí. Y quería verlo.
Parecía que iba a llegar mi oportunidad.
Patch apareció en la entrada de la cocina de Marcie, vestido con un polo negro y jeans oscuros. Yo no estaba acostumbrada estudiarlo desde la distancia.
Sus ojos eran del color de la noche y su cabello rizado bajo sus orejas parecía que se había pasado seis semanas de un necesitado corte.
Él tenía un cuerpo que instantáneamente atraía al sexo opuesto, pero su postura decía “no estoy abierto a la conversación”.
Su gorra aún estaba perdida, lo que significaba que estaba probablemente en posesión de Marcie. No hay problema, me recordé a mí misma. Ya no es mi asunto. Patch podría dar su gorra de béisbol a quien él quería. Sólo porque nunca me la había prestado a mí no hería mis sentimientos.
Jenn Martin, una chica con la que había tenido matemáticas en primer año, estaba hablando con Patch, pero él parecía distraído.
Sus ojos vagaban por la sala de estar, atento, como si él no estuviera dispuesto a confiar en una sola alma allí. Su postura era relajada, pero atenta, casi como si esperara que sucediera algo en cualquier momento.
Antes de que sus ojos se aproximaran a mí, desvié la mirada.
Mejor no ser atrapada mirando con pesar y nostalgia.
Anthony Amowitz sonrió y me saludó desde el otro lado de la habitación. Yo automáticamente le devolví la sonrisa. Habíamos tenido PE juntos este año, y mientras yo apenas había dicho más de diez palabras a él, era bueno que alguien se emocionara al verme a mí y a Vee aquí.
—¿Por qué esta Anthony Amowitz con su sonrisa proxeneta hacia ti? —Vee preguntó.
Puse los ojos en blanco. —Sólo lo llamas proxeneta porque está aquí. En lo de Marcie.
—Sí, ¿y?
—Él está siendo amable —Le di un codazo—. Sonríele de vuelta.
—¿Siendo amable? —Él esta cachondo.
Anthony levantó el vaso de plástico rojo hacia mí y gritó algo, pero era demasiado difícil de escuchar con la música.
—¿Qué? —Grité de vuelta.
—¡Te ves muy bien! —Una sonrisa tonta quedó plasmada en su rostro.
—Oh, Dios —dijo Vee—. No es sólo un chulo, si no un mal chulo.
—A lo mejor está un poco borracho.
—Borracho y con la esperanza de arrinconarte a solas en una habitación del piso de arriba. Ugh.
Cinco minutos más tarde, estábamos todavía con nuestra posición justo dentro de la puerta principal. Yo tenía la mitad de una lata de cerveza derramada por accidente en mis zapatos, pero por suerte, no había habido vómito.
Estaba a punto de sugerir a Vee que nos alejáramos de la puerta abierta —La dirección de todo el mundo parecía correr momentos antes de derramar el contenido de su estómago— cuando Brenna Dubois se acercó y puso un vaso de plástico rojo frente a mí.
—Esto es para ti, cortesía del tipo al otro lado de la habitación.
—Te lo dije —Vee susurró a mi lado.
Di una vista rápida a Anthony, quien hizo un guiño.
—Uh, gracias, pero no me interesa —le dije a Brenda. Yo no era muy experimentada a la hora de las fiestas, pero yo sabía que no debía aceptar bebidas de dudosa procedencia. Por todo lo que sabía, que estaba contaminada con GHB20 —. Dile a Anthony que no bebo nada que no sea una lata sellada.
Wow. Me parecía incluso más tonta de lo que yo me sentía.
—¿Anthony? —Su rostro se torció por la confusión.
—Sí, Anthony Chulo-o-witz —dijo Vee—. El tipo que te hace jugar a la chica del reparto.
—¿Piensas que Anthony quien me dio el vaso? —Ella negó con la cabeza—. Prueba con el tipo al otro lado de la habitación —Se volvió hacia donde Patch había estado sólo unos minutos atrás—. Bueno, estaba allí. Supongo que él se fue. Era guapo y vestía una camiseta negra, si eso ayuda.
—Oh, Dios —dijo Vee, esta vez en voz baja.
—Gracias —le dije a Brenna, sin más remedio que tomar el vaso.
Ella se perdió entre la multitud, y yo puse el vaso de lo que parecía ser Coca-Cola de cereza en la mesa de entrada detrás de mí.
¿Estaba Patch tratando de mandar un mensaje? ¿Recordándome a mí en el Devil‘s Handbag cuando Marcie me había rociado con Coca-cola de Cereza?
Vee empujó algo en mi mano.
—¿Qué es esto? —Le pregunté.
—Un walkie-talkie. Lo preste de mi hermano. Me sentaré en las escaleras y vigilaré. Si alguien viene, voy a avisarte por la radio.
—¿Quieres que husmee en la habitación de Marcie ahora?
—Quiero que le robes el diario.
—Sí, eso. Estoy teniendo una especie de cambio de planes.
—¿Estás bromeando? —dijo Vee—. No puedes acobardarte ahora. Imagínate lo que hay en ese diario. Esta es tu gran oportunidad para averiguar lo que está pasando con Marcie y Patch. No puedes dejarla pasar.
—Pero es un error.
—No se siente mal si lo robas tan rápido que la culpa no tiene tiempo para disfrutarse.
Le di una mirada afilada.
—El diálogo con una misma también ayuda —agregó Vee—. Dite a ti misma que esto no está mal el número suficiente de veces, y lo comenzarás a creer.
—Yo no voy a tomar el diario. Sólo quiero... mirar a su alrededor. Y robar la gorra de Patch.
—Te voy a pagar la cuota anual de eZine si me entregas el diario en los próximos treinta minutos —dijo Vee, comenzando a sonar desesperada.
—¿Es por eso que deseas el diario? ¿Para su publicación en eZine?
—Piensa en ello. Podría lanzar mi carrera.
—No —dije con firmeza—. ¿Y qué más, Vee mala.
Ella dejó escapar un suspiro. —Bueno, valió la pena intentarlo.
Miré el walkie-talkie en mi mano. —¿Por qué no podemos simplemente mandarnos un mensaje de texto?
—Los espías no mandan textos.
—¿Cómo sabes?
—¿Cómo sabes tú que hacen?
Pensando que no valía la pena una discusión, metí el walkie-talkie en la cintura de mis pantalones vaqueros.
—¿Estás segura que el dormitorio de Marcie se encuentra en el segundo piso?
—Uno de sus ex novios se sienta detrás de mí en español. Me dijo que cada noche a las diez en punto se desnuda Marcie con las luces encendidas. A veces, cuando él y sus amigos están aburridos, vienen a ver el espectáculo. Él dijo Marcie nunca se precipita, y para cuando termina, tiene un calambre en el cuello de mirar para arriba. También dijo que hubo una vez…
Me llevé las manos sobre mis oídos.
—¡Alto!
—Oye, si mi cerebro tiene que estar contaminado con este tipo de detalles, Me imagino que el tuyo también debe. La razón por la que sé todo esta información inductora al vomito se debe a que yo estaba tratando de ayudar.
Miré hacia las escaleras. Mi estómago parecía pesar el doble de lo que lo hacía hace tres minutos. Yo no había hecho nada, y ya estaba enferma con la culpa.
¿Cuándo me había convertido en lo suficientemente baja como para husmear en la habitación de Marcie? ¿Cuándo había permitido que Patch me enredara y retorciera de esta manera?
-Creo que voy a subir —dije de manera poco convincente—. ¿Me cubres?
—Entendido.
En una silla de terciopelo en el salón, varias parejas se enredaban como un montón de clips. El centro de la habitación estaba llena de cuerpos bailando.
Fuera de la sala de estar, una entrada arqueada llevaba a la cocina, donde las personas
estaban bebiendo y riendo. Nadie prestaba a Vee o a mí la menor atención, e intente levantarme el ánimo ante la conciencia de que meterse dentro de la habitación de Marcie desapercibida no iba a ser tan difícil como yo pensaba.
El problema era que estaba empezando a pensar que yo no había venido aquí esta noche para espiar en el dormitorio de Marcie y encontrar pruebas de que ella estaba con Patch. De hecho, estaba peligrosamente cerca de pensar que había venido porque sabía que Patch estaría aquí. Y quería verlo.
Parecía que iba a llegar mi oportunidad.
Patch apareció en la entrada de la cocina de Marcie, vestido con un polo negro y jeans oscuros. Yo no estaba acostumbrada estudiarlo desde la distancia.
Sus ojos eran del color de la noche y su cabello rizado bajo sus orejas parecía que se había pasado seis semanas de un necesitado corte.
Él tenía un cuerpo que instantáneamente atraía al sexo opuesto, pero su postura decía “no estoy abierto a la conversación”.
Su gorra aún estaba perdida, lo que significaba que estaba probablemente en posesión de Marcie. No hay problema, me recordé a mí misma. Ya no es mi asunto. Patch podría dar su gorra de béisbol a quien él quería. Sólo porque nunca me la había prestado a mí no hería mis sentimientos.
Jenn Martin, una chica con la que había tenido matemáticas en primer año, estaba hablando con Patch, pero él parecía distraído.
Sus ojos vagaban por la sala de estar, atento, como si él no estuviera dispuesto a confiar en una sola alma allí. Su postura era relajada, pero atenta, casi como si esperara que sucediera algo en cualquier momento.
Antes de que sus ojos se aproximaran a mí, desvié la mirada.
Mejor no ser atrapada mirando con pesar y nostalgia.
Anthony Amowitz sonrió y me saludó desde el otro lado de la habitación. Yo automáticamente le devolví la sonrisa. Habíamos tenido PE juntos este año, y mientras yo apenas había dicho más de diez palabras a él, era bueno que alguien se emocionara al verme a mí y a Vee aquí.
—¿Por qué esta Anthony Amowitz con su sonrisa proxeneta hacia ti? —Vee preguntó.
Puse los ojos en blanco. —Sólo lo llamas proxeneta porque está aquí. En lo de Marcie.
—Sí, ¿y?
—Él está siendo amable —Le di un codazo—. Sonríele de vuelta.
—¿Siendo amable? —Él esta cachondo.
Anthony levantó el vaso de plástico rojo hacia mí y gritó algo, pero era demasiado difícil de escuchar con la música.
—¿Qué? —Grité de vuelta.
—¡Te ves muy bien! —Una sonrisa tonta quedó plasmada en su rostro.
—Oh, Dios —dijo Vee—. No es sólo un chulo, si no un mal chulo.
—A lo mejor está un poco borracho.
—Borracho y con la esperanza de arrinconarte a solas en una habitación del piso de arriba. Ugh.
Cinco minutos más tarde, estábamos todavía con nuestra posición justo dentro de la puerta principal. Yo tenía la mitad de una lata de cerveza derramada por accidente en mis zapatos, pero por suerte, no había habido vómito.
Estaba a punto de sugerir a Vee que nos alejáramos de la puerta abierta —La dirección de todo el mundo parecía correr momentos antes de derramar el contenido de su estómago— cuando Brenna Dubois se acercó y puso un vaso de plástico rojo frente a mí.
—Esto es para ti, cortesía del tipo al otro lado de la habitación.
—Te lo dije —Vee susurró a mi lado.
Di una vista rápida a Anthony, quien hizo un guiño.
—Uh, gracias, pero no me interesa —le dije a Brenda. Yo no era muy experimentada a la hora de las fiestas, pero yo sabía que no debía aceptar bebidas de dudosa procedencia. Por todo lo que sabía, que estaba contaminada con GHB20 —. Dile a Anthony que no bebo nada que no sea una lata sellada.
Wow. Me parecía incluso más tonta de lo que yo me sentía.
—¿Anthony? —Su rostro se torció por la confusión.
—Sí, Anthony Chulo-o-witz —dijo Vee—. El tipo que te hace jugar a la chica del reparto.
—¿Piensas que Anthony quien me dio el vaso? —Ella negó con la cabeza—. Prueba con el tipo al otro lado de la habitación —Se volvió hacia donde Patch había estado sólo unos minutos atrás—. Bueno, estaba allí. Supongo que él se fue. Era guapo y vestía una camiseta negra, si eso ayuda.
—Oh, Dios —dijo Vee, esta vez en voz baja.
—Gracias —le dije a Brenna, sin más remedio que tomar el vaso.
Ella se perdió entre la multitud, y yo puse el vaso de lo que parecía ser Coca-Cola de cereza en la mesa de entrada detrás de mí.
¿Estaba Patch tratando de mandar un mensaje? ¿Recordándome a mí en el Devil‘s Handbag cuando Marcie me había rociado con Coca-cola de Cereza?
Vee empujó algo en mi mano.
—¿Qué es esto? —Le pregunté.
—Un walkie-talkie. Lo preste de mi hermano. Me sentaré en las escaleras y vigilaré. Si alguien viene, voy a avisarte por la radio.
—¿Quieres que husmee en la habitación de Marcie ahora?
—Quiero que le robes el diario.
—Sí, eso. Estoy teniendo una especie de cambio de planes.
—¿Estás bromeando? —dijo Vee—. No puedes acobardarte ahora. Imagínate lo que hay en ese diario. Esta es tu gran oportunidad para averiguar lo que está pasando con Marcie y Patch. No puedes dejarla pasar.
—Pero es un error.
—No se siente mal si lo robas tan rápido que la culpa no tiene tiempo para disfrutarse.
Le di una mirada afilada.
—El diálogo con una misma también ayuda —agregó Vee—. Dite a ti misma que esto no está mal el número suficiente de veces, y lo comenzarás a creer.
—Yo no voy a tomar el diario. Sólo quiero... mirar a su alrededor. Y robar la gorra de Patch.
—Te voy a pagar la cuota anual de eZine si me entregas el diario en los próximos treinta minutos —dijo Vee, comenzando a sonar desesperada.
—¿Es por eso que deseas el diario? ¿Para su publicación en eZine?
—Piensa en ello. Podría lanzar mi carrera.
—No —dije con firmeza—. ¿Y qué más, Vee mala.
Ella dejó escapar un suspiro. —Bueno, valió la pena intentarlo.
Miré el walkie-talkie en mi mano. —¿Por qué no podemos simplemente mandarnos un mensaje de texto?
—Los espías no mandan textos.
—¿Cómo sabes?
—¿Cómo sabes tú que hacen?
Pensando que no valía la pena una discusión, metí el walkie-talkie en la cintura de mis pantalones vaqueros.
—¿Estás segura que el dormitorio de Marcie se encuentra en el segundo piso?
—Uno de sus ex novios se sienta detrás de mí en español. Me dijo que cada noche a las diez en punto se desnuda Marcie con las luces encendidas. A veces, cuando él y sus amigos están aburridos, vienen a ver el espectáculo. Él dijo Marcie nunca se precipita, y para cuando termina, tiene un calambre en el cuello de mirar para arriba. También dijo que hubo una vez…
Me llevé las manos sobre mis oídos.
—¡Alto!
—Oye, si mi cerebro tiene que estar contaminado con este tipo de detalles, Me imagino que el tuyo también debe. La razón por la que sé todo esta información inductora al vomito se debe a que yo estaba tratando de ayudar.
Miré hacia las escaleras. Mi estómago parecía pesar el doble de lo que lo hacía hace tres minutos. Yo no había hecho nada, y ya estaba enferma con la culpa.
¿Cuándo me había convertido en lo suficientemente baja como para husmear en la habitación de Marcie? ¿Cuándo había permitido que Patch me enredara y retorciera de esta manera?
-Creo que voy a subir —dije de manera poco convincente—. ¿Me cubres?
—Entendido.
Ionee
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Capitulo 39:
Subí las escaleras.
Había un cuarto de baño con pisos de baldosas y cornisa moldeada en la parte superior. Me fui por el pasillo a mi izquierda, pasando lo que parecía ser un dormitorio de invitados, y un cuarto equipado con una cinta de correr y elípticas.
Di marcha atrás, esta vez tomando el pasillo a la derecha. La primera puerta estaba abierta, y me asomé dentro.
El color de la habitación era un espumoso rosa: paredes de color rosa, cortinas de color rosa, y un edredón de rosa con almohadas rosa.
El contenido del armario estaba echado sobre la cama, el piso y otras superficies de los muebles. Varias fotografías, en tamaño cartel llenaban las paredes, y todas eran de Marcie posando seductoramente en su uniforme de porristas.
Experimenté una oleada de náuseas leves, a continuación, cuando vi la gorra de Patch sobre la cómoda.
Encerrándome en la habitación, enrolle la gorra en un cono estrecho y la puse en mi bolsillo trasero.
Debajo de la gorra, tirada en la cómoda, había una llave de un coche.
Era una de repuesto, pero tenía una etiqueta de Jeep. Patch le había dado a Marcie una llave de repuesto para su Jeep.
Deslizando la llave de la cómoda, me la metí profundamente en mi otro bolsillo trasero. Mientras estaba en ello, pensé que también podría buscar cualquier otra cosa de su propiedad.
Abrí y cerré unos cuantos cajones. Miré bajo la cama, en la cabecera, y en la plataforma superior del armario de Marcie.
Por último deslicé mi mano entre el colchón y la base. Saqué el diario.
El pequeño diario azul de Marcie, se rumoreaba que contenía más escándalos que un tabloide. Sosteniéndolo entre mis manos, sentí la tentación abrumadora de abrirlo.
¿Qué había escrito sobre Patch? ¿Qué cosas secretas se escondía en sus páginas?
Mi walkie-talkie crujió.
—Oh, mierda —dijo Vee a través de él.
Lo saque de mi cintura y apreté el botón para hablar.
—¿Qué te pasa?
—Perro. Enorme perro. Sólo entró pesadamente en la sala de estar, o como se llame a este espacio abierto enorme. Está mirándome. Al igual que, mirando fijamente hacia mí.
—¿Qué tipo de perro?
—No estoy al día con los tipos de perro, pero creo que es un Doberman. Cara puntiaguda y gruñendo. Se parece demasiado a Marcie, si eso ayuda. Uh-oh. Sus orejas se acaban de levantar. Viene hacia mí. Creo que es uno de esos perros psíquicos. Sabe que yo no estoy aquí sentada pensando en mis cosas.
—Mantén la calma.
—¡Fuera, perro —dije— ¡Fuera!
El rugido inconfundible de un perro grande vino a través del walkie-talkie.
—¿Um,____________? Tenemos un problema —dijo Vee un momento después.
—¿El perro no se fue?
—Lo que es peor. Simplemente fue hacia arriba.
En ese momento hubo un ladrido en la puerta. Los ladridos no se detuvieron, se hicieron más fuertes y más gruñidos.
—Vee —susurré en el walkie-talkie—. ¡Deshazte del perro!
Ella dijo algo en respuesta, pero yo no podía oír más que el perro gruñendo. Aplané mi mano en mi oreja.
—¿Qué?
—¡Marcie viene! ¡Sal de ahí!
Empecé a empujar la parte trasera del diario bajo el colchón, pero perdí la gorra.
Un puñado de notas y fotografías que se cayeron de las páginas. En el pánico, recogí las notas y fotos en una pila y las tiré de nuevo en el diario. Entonces empuje el diario, que era muy pequeño teniendo en cuenta cuántos secretos se dice que contiene, y mi walkie-talkie en la cintura de mis pantalones y apagué el interruptor de la luz. Lidiaría con la devolución del diario después. En este
momento, yo tenía que salir.
Levanté la ventana, esperando a tener que quitar la mampara, pero ya estaba hecho. Probablemente Marcie la había quitado hace mucho tiempo para evitar la molestia cuando saliera a escondidas. Ese pensamiento me dio una pequeña medida de esperanza. Si Marcie había salido antes, yo también podría.
No era como si fuera a caer y matarme. Por supuesto, Marcie era una porrista y mucho más flexible y coordinada.
Metiendo la cabeza por la ventana abierta, miré hacia abajo. La puerta de entrada estaba justo debajo, debajo de un pórtico sostenido por cuatro pilares. Sacando una pierna, encontré tracción en las tejas. Después de que estuve segura de que no me iba a deslizar por el pórtico inclinado, saqué mi
otra pierna.
Equilibrando mi peso, bajé la ventana en su lugar. Me agaché justo debajo de la línea de la ventana cuando el cristal se lleno de luz. Las uñas del perro hicieron clic en contra del vidrio, y me lanzó una ronda de ladridos furiosos.
Deslizándome en mi estómago, me apreté tan cerca de la casa como pude y oré para que Marcie no abriera la ventana y mirara hacia abajo.
—¿Qué es? —La voz apagada de Marcie sonaba a través del cristal de la ventana—. ¿Qué te pasa, Boomer?
Un hilo de sudor caía por mi espalda. Marcie iba a mirar hacia abajo, y ella me iba a ver. Cerré los ojos y traté de olvidar que su casa estaba llena de gente con la que tenía que asistir a la escuela los próximos dos años. ¿Cómo iba yo a explicar el espionaje en el dormitorio de Marcie? ¿Cómo iba yo a explicar tener su diario? La idea era demasiado humillante para soportarla.
—¡Cállate, Boomer! —Marcie gritó—. ¿Podría alguien sostener a mi perro mientras abro la ventana? Si no lo sostienen, es tan estúpido como para saltar. Tú, en el pasillo. Sí, tú .Agarra el collar de mi perro y no lo dejes ir. Sólo hazlo.
Con la esperanza de que los ladridos del perro enmascararan cualquier sonido que hiciera, di la vuelta y planté mi espalda contra la tubería. Tragué el nudo de miedo en mi garganta. Tenía algo de fobia a las alturas, y el pensamiento de todo este aire entre el suelo y yo hizo que el sudor escapara de mi piel.
Plantando los talones en el techo para empujar mi peso lo más lejos posible desde el borde, luché por el walkie-talkie en mis pantalones.
—Vee? —susurré.
—¿Dónde estás? —dijo a través de la música a todo volumen de fondo.
—¿Crees que podrías deshacerte del perro en cualquier momento?
—¿Cómo?
—Sé creativa.
—¿Cómo darle veneno?
Me sequé el sudor de mi frente con el dorso de mi mano.
—Yo estaba pensando más bien en encerrarlo en un armario.
—¿Te refieres a tocarlo?
—Vee.
—Bueno, bueno, voy a pensar en algo.
Treinta segundos pasaron antes de escuchar la voz de Vee flotando a través de la ventana del dormitorio de Marcie.
—Hey, ¿Marcie? —gritó sobre los ladridos—. No es por intervenir, pero la policía está en la puerta principal. Dijeron que estaban respondiendo a una queja del ruido. —¿Quieres que les invite a entrar?
—¿Qué? —Marcie chilló directamente por encima de mí—. No veo ningún coche de policía.
—Probablemente tuvieron que aparcar un par de cuadras más allá. De todos modos, como decía, vi sustancias ilegales en manos de algunos invitados.
—¿Y qué? —Le espetó ella—. Es una fiesta.
—El alcohol es ilegal antes de los veintiún años.
—Grandioso —gritó Marcie—. ¿Qué voy a hacer? —Ella hizo una pausa, luego levantó su voz de nuevo—. ¡Es probable que los hayas llamado tú!
—¿Quién, yo? —dijo Vee—. ¿Y perderme la comida gratis? De ninguna manera.
Un momento después, los ladridos frenéticos de Boomer se desvanecieron en la casa, y la luz de la habitación se apagó.
Me sostuve perfectamente quieta un momento más, escuchando. Cuando estuve segura de que el dormitorio de Marcie estaba vacío, me di la vuelta a mi estómago me arrastré sobre mi vientre a la ventana.
El perro se había ido, Marcie se había ido, y si pudiera sólo…
Apreté mis manos a la ventana para forzarla, pero no se movió. Aprovechando mis manos más bajo en el panel, puse toda mi fuerza en ella. No pasó nada.
Bueno, pensé. No es gran cosa. Marcie debió haber asegurado la ventana. Todo lo que tenía que hacer era pasar el tiempo aquí otras cinco horas hasta que la fiesta terminara, a continuación, hacer que Vee volviera con una escalera.
Oí pasos en el camino de abajo y estire el cuello para ver si por algún golpe de suerte Vee había venido a mi rescate.
Para mi horror, Patch estaba de espaldas a mí, caminando hacia el jeep.
Marcó un número en su celular y se lo llevó a su oído. Dos segundos después, mi teléfono celular cantaba en mi bolsillo.
Antes de que pudiera lanzar el celular en los arbustos en el borde de la propiedad, Patch se detuvo.
Miró por encima del hombro, con los ojos viajando hacia arriba.
Su mirada cayó en mí, y pensé que habría sido mejor si Boomer me hubiera destrozado viva.
—Y yo que pensaba que se llamaban voyeurs —Yo no tenía que verlo para saber que sonreía.
(Voyeurs: Personas que obtienen placer sexual observando a otros en escenas íntimas.)
—Deja de reír —dije, con mis mejillas calientes por la humillación—. Bájame.
—Salta.
—¿Qué?
—Voy a atraparte.
—¿Estás loco? Entra y abre la ventana. O consigue una escalera.
—Yo no necesito una escalera. Salta. No te voy a soltar.
—¡Ah, claro! ¡Como si creyera eso!
—¿Quieres mi ayuda o no?
—¿Llamas a esto ayuda? —susurré furiosamente—. ¡Esto no es ayudar!
Giró su llavero alrededor de su dedo, luego comenzó a caminar.
—¡Eres un idiota! ¡Vuelve aquí!
Página144
—¿Idiota? —repitió—. Tú eres quién espía en las ventanas.
—Yo no estaba espiando. Yo estaba, yo estaba… —¡Piensa en algo!
Los ojos de Patch estudiaron la ventana por encima de mí, y observe como la
comprensión iluminó su rostro. Él inclinó la cabeza hacia atrás y soltó una
carcajada. —Estabas registrando el dormitorio de Marcie.
—No —rodé los ojos como si fuera la propuesta más absurda.
—¿Qué estabas buscando?
—Nada —Di un tirón a la gorra de Patch en mi bolsillo trasero y la arroje hacia
él—. ¡Y aquí está estúpida gorra, por cierto!
—¿Entraste por mi gorra?
—¡Una gran pérdida, por supuesto!
El ajustó su gorra en su cabeza.
—¿Vas a saltar?
Di una mirada inquieta sobre el borde del pórtico, y el suelo parecía otra caída de seis metros fuera del alcance.
Eludiendo una respuesta, le pregunté,
—¿Por qué llamaste?
—Te perdí de vista en el interior. Quería asegurarme de que estabas bien. Parecía sincero, pero era un buen mentiroso. —¿Y la Coca-Cola de Cereza?
—Ofrenda de paz. ¿Vas a saltar o qué?
Al no haber alternativa, me deslicé cautelosamente hasta el borde del pórtico. Mi estómago se volteo en círculos.
—Si me dejas caer... —le advertí.
Los brazos de Patch se levantaron. Cerrando los ojos, me deslicé fuera de la cornisa.
Sentí romper el aire alrededor de mi cuerpo y luego estuve en los brazos de Patch, anclada contra él.
Me quedé allí un momento, con mi corazón latiendo tanto por la adrenalina de la caída como por la cercanía de Patch.
Se sentía cálido y familiar.
Se sentía solido y seguro. Quería aferrarme a su camisa, enterrar mi cara en la curva cálida de su cuello, y nunca dejarlo ir.
Patch colocó un rizo perdido detrás de mi oreja.
—¿Quieres ir de nuevo a la fiesta? —murmuró.
Negué con la cabeza.
—Voy a llevarte a tu casa —Utilizó su barbilla para señalar al Jeep, porque todavía no había desplegado sus brazos alrededor de mí.
—Vine con V —dije—, debo volver con ella.
—Vee no va a recoger comida china para llevar camino a casa.
Comida china para llevar. Eso implicaba a Patch entrando en la casa a comer.
Mi mamá no estaba en casa, lo que significaba que estaríamos solos…
Dejé que la guardia bajara un poco.
Probablemente estábamos a salvo.
Probablemente, los arcángeles estarían cerca. Patch no parecía preocupado, por lo que tampoco yo debería estarlo.
Y era sólo una cena. Había tenido un largo e insatisfactorio día en la escuela, y estaba hambrienta desde gimnasia. Comida para llevar con Patch sonaba perfecto. ¿Cuánto podía lastimar una cena informal?
La gente cenaba junta todo el tiempo y no iba más lejos.
—Sólo la cena —dije, más para convencerme a mí que a Patch.
Subí las escaleras.
Había un cuarto de baño con pisos de baldosas y cornisa moldeada en la parte superior. Me fui por el pasillo a mi izquierda, pasando lo que parecía ser un dormitorio de invitados, y un cuarto equipado con una cinta de correr y elípticas.
Di marcha atrás, esta vez tomando el pasillo a la derecha. La primera puerta estaba abierta, y me asomé dentro.
El color de la habitación era un espumoso rosa: paredes de color rosa, cortinas de color rosa, y un edredón de rosa con almohadas rosa.
El contenido del armario estaba echado sobre la cama, el piso y otras superficies de los muebles. Varias fotografías, en tamaño cartel llenaban las paredes, y todas eran de Marcie posando seductoramente en su uniforme de porristas.
Experimenté una oleada de náuseas leves, a continuación, cuando vi la gorra de Patch sobre la cómoda.
Encerrándome en la habitación, enrolle la gorra en un cono estrecho y la puse en mi bolsillo trasero.
Debajo de la gorra, tirada en la cómoda, había una llave de un coche.
Era una de repuesto, pero tenía una etiqueta de Jeep. Patch le había dado a Marcie una llave de repuesto para su Jeep.
Deslizando la llave de la cómoda, me la metí profundamente en mi otro bolsillo trasero. Mientras estaba en ello, pensé que también podría buscar cualquier otra cosa de su propiedad.
Abrí y cerré unos cuantos cajones. Miré bajo la cama, en la cabecera, y en la plataforma superior del armario de Marcie.
Por último deslicé mi mano entre el colchón y la base. Saqué el diario.
El pequeño diario azul de Marcie, se rumoreaba que contenía más escándalos que un tabloide. Sosteniéndolo entre mis manos, sentí la tentación abrumadora de abrirlo.
¿Qué había escrito sobre Patch? ¿Qué cosas secretas se escondía en sus páginas?
Mi walkie-talkie crujió.
—Oh, mierda —dijo Vee a través de él.
Lo saque de mi cintura y apreté el botón para hablar.
—¿Qué te pasa?
—Perro. Enorme perro. Sólo entró pesadamente en la sala de estar, o como se llame a este espacio abierto enorme. Está mirándome. Al igual que, mirando fijamente hacia mí.
—¿Qué tipo de perro?
—No estoy al día con los tipos de perro, pero creo que es un Doberman. Cara puntiaguda y gruñendo. Se parece demasiado a Marcie, si eso ayuda. Uh-oh. Sus orejas se acaban de levantar. Viene hacia mí. Creo que es uno de esos perros psíquicos. Sabe que yo no estoy aquí sentada pensando en mis cosas.
—Mantén la calma.
—¡Fuera, perro —dije— ¡Fuera!
El rugido inconfundible de un perro grande vino a través del walkie-talkie.
—¿Um,____________? Tenemos un problema —dijo Vee un momento después.
—¿El perro no se fue?
—Lo que es peor. Simplemente fue hacia arriba.
En ese momento hubo un ladrido en la puerta. Los ladridos no se detuvieron, se hicieron más fuertes y más gruñidos.
—Vee —susurré en el walkie-talkie—. ¡Deshazte del perro!
Ella dijo algo en respuesta, pero yo no podía oír más que el perro gruñendo. Aplané mi mano en mi oreja.
—¿Qué?
—¡Marcie viene! ¡Sal de ahí!
Empecé a empujar la parte trasera del diario bajo el colchón, pero perdí la gorra.
Un puñado de notas y fotografías que se cayeron de las páginas. En el pánico, recogí las notas y fotos en una pila y las tiré de nuevo en el diario. Entonces empuje el diario, que era muy pequeño teniendo en cuenta cuántos secretos se dice que contiene, y mi walkie-talkie en la cintura de mis pantalones y apagué el interruptor de la luz. Lidiaría con la devolución del diario después. En este
momento, yo tenía que salir.
Levanté la ventana, esperando a tener que quitar la mampara, pero ya estaba hecho. Probablemente Marcie la había quitado hace mucho tiempo para evitar la molestia cuando saliera a escondidas. Ese pensamiento me dio una pequeña medida de esperanza. Si Marcie había salido antes, yo también podría.
No era como si fuera a caer y matarme. Por supuesto, Marcie era una porrista y mucho más flexible y coordinada.
Metiendo la cabeza por la ventana abierta, miré hacia abajo. La puerta de entrada estaba justo debajo, debajo de un pórtico sostenido por cuatro pilares. Sacando una pierna, encontré tracción en las tejas. Después de que estuve segura de que no me iba a deslizar por el pórtico inclinado, saqué mi
otra pierna.
Equilibrando mi peso, bajé la ventana en su lugar. Me agaché justo debajo de la línea de la ventana cuando el cristal se lleno de luz. Las uñas del perro hicieron clic en contra del vidrio, y me lanzó una ronda de ladridos furiosos.
Deslizándome en mi estómago, me apreté tan cerca de la casa como pude y oré para que Marcie no abriera la ventana y mirara hacia abajo.
—¿Qué es? —La voz apagada de Marcie sonaba a través del cristal de la ventana—. ¿Qué te pasa, Boomer?
Un hilo de sudor caía por mi espalda. Marcie iba a mirar hacia abajo, y ella me iba a ver. Cerré los ojos y traté de olvidar que su casa estaba llena de gente con la que tenía que asistir a la escuela los próximos dos años. ¿Cómo iba yo a explicar el espionaje en el dormitorio de Marcie? ¿Cómo iba yo a explicar tener su diario? La idea era demasiado humillante para soportarla.
—¡Cállate, Boomer! —Marcie gritó—. ¿Podría alguien sostener a mi perro mientras abro la ventana? Si no lo sostienen, es tan estúpido como para saltar. Tú, en el pasillo. Sí, tú .Agarra el collar de mi perro y no lo dejes ir. Sólo hazlo.
Con la esperanza de que los ladridos del perro enmascararan cualquier sonido que hiciera, di la vuelta y planté mi espalda contra la tubería. Tragué el nudo de miedo en mi garganta. Tenía algo de fobia a las alturas, y el pensamiento de todo este aire entre el suelo y yo hizo que el sudor escapara de mi piel.
Plantando los talones en el techo para empujar mi peso lo más lejos posible desde el borde, luché por el walkie-talkie en mis pantalones.
—Vee? —susurré.
—¿Dónde estás? —dijo a través de la música a todo volumen de fondo.
—¿Crees que podrías deshacerte del perro en cualquier momento?
—¿Cómo?
—Sé creativa.
—¿Cómo darle veneno?
Me sequé el sudor de mi frente con el dorso de mi mano.
—Yo estaba pensando más bien en encerrarlo en un armario.
—¿Te refieres a tocarlo?
—Vee.
—Bueno, bueno, voy a pensar en algo.
Treinta segundos pasaron antes de escuchar la voz de Vee flotando a través de la ventana del dormitorio de Marcie.
—Hey, ¿Marcie? —gritó sobre los ladridos—. No es por intervenir, pero la policía está en la puerta principal. Dijeron que estaban respondiendo a una queja del ruido. —¿Quieres que les invite a entrar?
—¿Qué? —Marcie chilló directamente por encima de mí—. No veo ningún coche de policía.
—Probablemente tuvieron que aparcar un par de cuadras más allá. De todos modos, como decía, vi sustancias ilegales en manos de algunos invitados.
—¿Y qué? —Le espetó ella—. Es una fiesta.
—El alcohol es ilegal antes de los veintiún años.
—Grandioso —gritó Marcie—. ¿Qué voy a hacer? —Ella hizo una pausa, luego levantó su voz de nuevo—. ¡Es probable que los hayas llamado tú!
—¿Quién, yo? —dijo Vee—. ¿Y perderme la comida gratis? De ninguna manera.
Un momento después, los ladridos frenéticos de Boomer se desvanecieron en la casa, y la luz de la habitación se apagó.
Me sostuve perfectamente quieta un momento más, escuchando. Cuando estuve segura de que el dormitorio de Marcie estaba vacío, me di la vuelta a mi estómago me arrastré sobre mi vientre a la ventana.
El perro se había ido, Marcie se había ido, y si pudiera sólo…
Apreté mis manos a la ventana para forzarla, pero no se movió. Aprovechando mis manos más bajo en el panel, puse toda mi fuerza en ella. No pasó nada.
Bueno, pensé. No es gran cosa. Marcie debió haber asegurado la ventana. Todo lo que tenía que hacer era pasar el tiempo aquí otras cinco horas hasta que la fiesta terminara, a continuación, hacer que Vee volviera con una escalera.
Oí pasos en el camino de abajo y estire el cuello para ver si por algún golpe de suerte Vee había venido a mi rescate.
Para mi horror, Patch estaba de espaldas a mí, caminando hacia el jeep.
Marcó un número en su celular y se lo llevó a su oído. Dos segundos después, mi teléfono celular cantaba en mi bolsillo.
Antes de que pudiera lanzar el celular en los arbustos en el borde de la propiedad, Patch se detuvo.
Miró por encima del hombro, con los ojos viajando hacia arriba.
Su mirada cayó en mí, y pensé que habría sido mejor si Boomer me hubiera destrozado viva.
—Y yo que pensaba que se llamaban voyeurs —Yo no tenía que verlo para saber que sonreía.
(Voyeurs: Personas que obtienen placer sexual observando a otros en escenas íntimas.)
—Deja de reír —dije, con mis mejillas calientes por la humillación—. Bájame.
—Salta.
—¿Qué?
—Voy a atraparte.
—¿Estás loco? Entra y abre la ventana. O consigue una escalera.
—Yo no necesito una escalera. Salta. No te voy a soltar.
—¡Ah, claro! ¡Como si creyera eso!
—¿Quieres mi ayuda o no?
—¿Llamas a esto ayuda? —susurré furiosamente—. ¡Esto no es ayudar!
Giró su llavero alrededor de su dedo, luego comenzó a caminar.
—¡Eres un idiota! ¡Vuelve aquí!
Página144
—¿Idiota? —repitió—. Tú eres quién espía en las ventanas.
—Yo no estaba espiando. Yo estaba, yo estaba… —¡Piensa en algo!
Los ojos de Patch estudiaron la ventana por encima de mí, y observe como la
comprensión iluminó su rostro. Él inclinó la cabeza hacia atrás y soltó una
carcajada. —Estabas registrando el dormitorio de Marcie.
—No —rodé los ojos como si fuera la propuesta más absurda.
—¿Qué estabas buscando?
—Nada —Di un tirón a la gorra de Patch en mi bolsillo trasero y la arroje hacia
él—. ¡Y aquí está estúpida gorra, por cierto!
—¿Entraste por mi gorra?
—¡Una gran pérdida, por supuesto!
El ajustó su gorra en su cabeza.
—¿Vas a saltar?
Di una mirada inquieta sobre el borde del pórtico, y el suelo parecía otra caída de seis metros fuera del alcance.
Eludiendo una respuesta, le pregunté,
—¿Por qué llamaste?
—Te perdí de vista en el interior. Quería asegurarme de que estabas bien. Parecía sincero, pero era un buen mentiroso. —¿Y la Coca-Cola de Cereza?
—Ofrenda de paz. ¿Vas a saltar o qué?
Al no haber alternativa, me deslicé cautelosamente hasta el borde del pórtico. Mi estómago se volteo en círculos.
—Si me dejas caer... —le advertí.
Los brazos de Patch se levantaron. Cerrando los ojos, me deslicé fuera de la cornisa.
Sentí romper el aire alrededor de mi cuerpo y luego estuve en los brazos de Patch, anclada contra él.
Me quedé allí un momento, con mi corazón latiendo tanto por la adrenalina de la caída como por la cercanía de Patch.
Se sentía cálido y familiar.
Se sentía solido y seguro. Quería aferrarme a su camisa, enterrar mi cara en la curva cálida de su cuello, y nunca dejarlo ir.
Patch colocó un rizo perdido detrás de mi oreja.
—¿Quieres ir de nuevo a la fiesta? —murmuró.
Negué con la cabeza.
—Voy a llevarte a tu casa —Utilizó su barbilla para señalar al Jeep, porque todavía no había desplegado sus brazos alrededor de mí.
—Vine con V —dije—, debo volver con ella.
—Vee no va a recoger comida china para llevar camino a casa.
Comida china para llevar. Eso implicaba a Patch entrando en la casa a comer.
Mi mamá no estaba en casa, lo que significaba que estaríamos solos…
Dejé que la guardia bajara un poco.
Probablemente estábamos a salvo.
Probablemente, los arcángeles estarían cerca. Patch no parecía preocupado, por lo que tampoco yo debería estarlo.
Y era sólo una cena. Había tenido un largo e insatisfactorio día en la escuela, y estaba hambrienta desde gimnasia. Comida para llevar con Patch sonaba perfecto. ¿Cuánto podía lastimar una cena informal?
La gente cenaba junta todo el tiempo y no iba más lejos.
—Sólo la cena —dije, más para convencerme a mí que a Patch.
Ionee
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
ahhh ella sigueA!!!
te juro que matare a marcie con mis propias manos..y a aptch tambien..bueno a el no... porq no lo puedo matar ¬¬
te juro que matare a marcie con mis propias manos..y a aptch tambien..bueno a el no... porq no lo puedo matar ¬¬
helado00
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
CLUB ANTI-MARCIE A FULL!!
ESTOY A PUNTO SE SALTAR A SU CABEZA Y QUITARSELA CON LAS MANOS PARA LUEGO HACERLAS CENIZAS CON AYUDA DE FUEGO!!!!
(HAHA, QUE MALEFICA... LO SIENTO, ES QUE VOLVI A VER HANNIBAL COMO POR OCTAVA VEZ XD)
CENA CON PATCH? ... ME ENCANTA! XD
QUE ESTES BIEN ELLA!
YA SABES QUE ESPERO EL PROXIMO CAPITULO!
XOXO
JAVI'S JONAS
ESTOY A PUNTO SE SALTAR A SU CABEZA Y QUITARSELA CON LAS MANOS PARA LUEGO HACERLAS CENIZAS CON AYUDA DE FUEGO!!!!
(HAHA, QUE MALEFICA... LO SIENTO, ES QUE VOLVI A VER HANNIBAL COMO POR OCTAVA VEZ XD)
CENA CON PATCH? ... ME ENCANTA! XD
QUE ESTES BIEN ELLA!
YA SABES QUE ESPERO EL PROXIMO CAPITULO!
XOXO
JAVI'S JONAS
JaviOfJonas
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Por fin algo bueno!!! el diario de la puta esa!! , yo pegaria todas las hojas con los secretos mas vergonzosos en la escuela para q todos lo vieran!! :twisted:
Una cena con patch?? no es mala la idea , ojala pase algo interesante :¬w¬:
TEAM ANTI - MARCIE PUTA ZORRUDA,OTARIA,CULIADA,PAPO HELADO Y TODOS LOS APODOS POSIBLES 8)
SIGUELA!!!!!!!!!!
MAÑANA PON 2 CAPS PLEASE!!!!! :jeje:
Una cena con patch?? no es mala la idea , ojala pase algo interesante :¬w¬:
TEAM ANTI - MARCIE PUTA ZORRUDA,OTARIA,CULIADA,PAPO HELADO Y TODOS LOS APODOS POSIBLES 8)
SIGUELA!!!!!!!!!!
MAÑANA PON 2 CAPS PLEASE!!!!! :jeje:
jb_fanvanu
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Siento no hacer pasado antes xD!!
Yo tambien me unooo!!....
Como la odioo ¬¬!!
Por suerte patch me atrapooo!! haha
Tienes que seguirlaaaa!!....
yo queria leer el diario :¬w¬: quizas y que cosas escribee!!
Adoro a Vee y su loca imaginacion! :risa: !!
Quien era el de la biblioteca?? porque alguien se hace pasar por mi papa??
Ella si no la sigues voy a morir de la desesperacon!!!
necesito mas.... SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
Yo tambien me unooo!!....
Como la odioo ¬¬!!
Por suerte patch me atrapooo!! haha
Tienes que seguirlaaaa!!....
yo queria leer el diario :¬w¬: quizas y que cosas escribee!!
Adoro a Vee y su loca imaginacion! :risa: !!
Quien era el de la biblioteca?? porque alguien se hace pasar por mi papa??
Ella si no la sigues voy a morir de la desesperacon!!!
necesito mas.... SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
CrazyxJonas
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
¡OMG! Cena con Patch? :¬w¬: Dime qe tendremos postre xDD
Me encantaron loz capiiz sobre todo el zegundo, a veces amo a Patch y otraz vecez kiziera matarlo y ahora mismo... ¡LO ADORO! hahaha waah ez un aay lo amoo!
Ay ay ¡¡SIGUEEELAA PORFAA!! Te amu Ella por ponernos dos caps :P Graciiaas por atender my peticion hahaha te kerooo Ellittaa! :D
¡¡SIGUEEELAAA!! Quiero maas caps como eztos xDD Oh ze preocupo por mii *-* Okas Okas AMO A PATCH!
¡¡FUERAA MARCIEEE OJALA LA MATE EL JEEP DE PATCH!! Y por supuesto lo ire conduciendo yo hahahaha! Ok ok no, hahaha amo a Vee ez loca jajaja izq va a envenenar al perro jojo y se parece a Marcie jajajaja lo qe pasa es qe en femenino: perra :¬¬: :)
¡SIGUEELA ELLA TE AMOO!
Me encantaron loz capiiz sobre todo el zegundo, a veces amo a Patch y otraz vecez kiziera matarlo y ahora mismo... ¡LO ADORO! hahaha waah ez un aay lo amoo!
Ay ay ¡¡SIGUEEELAA PORFAA!! Te amu Ella por ponernos dos caps :P Graciiaas por atender my peticion hahaha te kerooo Ellittaa! :D
¡¡SIGUEEELAAA!! Quiero maas caps como eztos xDD Oh ze preocupo por mii *-* Okas Okas AMO A PATCH!
¡¡FUERAA MARCIEEE OJALA LA MATE EL JEEP DE PATCH!! Y por supuesto lo ire conduciendo yo hahahaha! Ok ok no, hahaha amo a Vee ez loca jajaja izq va a envenenar al perro jojo y se parece a Marcie jajajaja lo qe pasa es qe en femenino: perra :¬¬: :)
¡SIGUEELA ELLA TE AMOO!
Kat
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
JaviOfJonas escribió:CLUB ANTI-MARCIE A FULL!!
ESTOY A PUNTO SE SALTAR A SU CABEZA Y QUITARSELA CON LAS MANOS PARA LUEGO HACERLAS CENIZAS CON AYUDA DE FUEGO!!!!
(HAHA, QUE MALEFICA... LO SIENTO, ES QUE VOLVI A VER HANNIBAL COMO POR OCTAVA VEZ XD)
CENA CON PATCH? ... ME ENCANTA! XD
QUE ESTES BIEN ELLA!
YA SABES QUE ESPERO EL PROXIMO CAPITULO!
XOXO
JAVI'S JONAS
gabby
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
KatitaDeJonas escribió:¡OMG! Cena con Patch? :¬w¬: Dime qe tendremos postre xDD
Me encantaron loz capiiz sobre todo el zegundo, a veces amo a Patch y otraz vecez kiziera matarlo y ahora mismo... ¡LO ADORO! hahaha waah ez un aay lo amoo!
Ay ay ¡¡SIGUEEELAA PORFAA!! Te amu Ella por ponernos dos caps :P Graciiaas por atender my peticion hahaha te kerooo Ellittaa! :D
¡¡SIGUEEELAAA!! Quiero maas caps como eztos xDD Oh ze preocupo por mii *-* Okas Okas AMO A PATCH!
¡¡FUERAA MARCIEEE OJALA LA MATE EL JEEP DE PATCH!! Y por supuesto lo ire conduciendo yo hahahaha! Ok ok no, hahaha amo a Vee ez loca jajaja izq va a envenenar al perro jojo y se parece a Marcie jajajaja lo qe pasa es qe en femenino: perra :¬¬: :)
¡SIGUEELA ELLA TE AMOO!
gabby
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
WWWAA!!! PATCH Y YO...A CENAR WWAAA!!! JAJJA POR FIN PATCH Y YO JUNATOS, AUNQEU SOLO SEA UNA CENA :twisted: POR POCO Y ESE PERRO ARRUINA TODO, UFF!
YA QUIERO SABER QUE PASA CON PATCH!!!!
YA QUIERO SABER QUE PASA CON PATCH!!!!
gabby
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
gabby escribió:JaviOfJonas escribió:CLUB ANTI-MARCIE A FULL!!
ESTOY A PUNTO SE SALTAR A SU CABEZA Y QUITARSELA CON LAS MANOS PARA LUEGO HACERLAS CENIZAS CON AYUDA DE FUEGO!!!!
(HAHA, QUE MALEFICA... LO SIENTO, ES QUE VOLVI A VER HANNIBAL COMO POR OCTAVA VEZ XD)
CENA CON PATCH? ... ME ENCANTA! XD
QUE ESTES BIEN ELLA!
YA SABES QUE ESPERO EL PROXIMO CAPITULO!
XOXO
JAVI'S JONAS
dios ! es enserio ....LA ODIO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! :enfadado:
por que no solo desaparece y ya :roll:
por favor sigue ! :bounce:
fernanda
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
hello!!! chiks!...>>ahhhh este cap a mi me hizo realmente llorar :crybaby: ...ok ok.... :sad: :hi:
Capitulo 40:
Dejé que la guardia bajara un poco. Probablemente estábamos a salvo.
Probablemente, los arcángeles estarían cerca. Patch no parecía preocupado, por lo que tampoco yo debería estarlo. Y era sólo una cena. Había tenido un largo e insatisfactorio día en la escuela, y estaba hambrienta desde gimnasia. Comida para llevar con Patch sonaba perfecto. ¿Cuánto podía lastimar una cena informal?
La gente cenaba junta todo el tiempo y no iba más lejos.
—Sólo la cena —dije, más para convencerme a mí que a Patch.
Capitulo 40:
(aqui les dejo otras de mis favoritas!!>...pero esta creo q va mas dedicada de patch (joe) a tu)
Dejé que la guardia bajara un poco. Probablemente estábamos a salvo.
Probablemente, los arcángeles estarían cerca. Patch no parecía preocupado, por lo que tampoco yo debería estarlo. Y era sólo una cena. Había tenido un largo e insatisfactorio día en la escuela, y estaba hambrienta desde gimnasia. Comida para llevar con Patch sonaba perfecto. ¿Cuánto podía lastimar una cena informal?
La gente cenaba junta todo el tiempo y no iba más lejos.
—Sólo la cena —dije, más para convencerme a mí que a Patch.
Él me dio un saludo de Boy Scouts, pero su sonrisa no era buena.
La sonrisa de un chico malo. La sonrisa maliciosa y encantadora de un tipo que había besado a Marcie hace apenas dos noches... y que ofrecía cenar conmigo esta noche, muy probablemente con la esperanza de que la cena llevaría a algo completamente distinto.
Pensaba que una sonrisa arrebatadora era todo lo que se necesitaría para borrar mi dolor. Para hacerme olvidar que había besado a Marcie.
Toda mi confusión interna se disperso cuando me sacudí hasta el presente.
Mis especulaciones murieron, sustituidas por una sensación repentina y fuerte de inquietud que no tenía nada que ver con Patch o la noche del domingo.
Mi piel se erizó. Estudié las sombras rodeando el césped.
—¿Mmm? —murmuró Patch, detectando mi preocupación, apretando sus brazos protectoramente alrededor mío.
Y entonces lo sentí de nuevo. Un cambio en el aire. Una niebla invisible, extrañamente cálida, colgando hacia abajo, presionando por todos lados, en zigzag como un centenar de serpientes furtivas en el aire.
La sensación era tan perjudicial, que me costó mucho creer que Patch no había notado al menos algo
raro, aunque no pudiera sentirlo directamente.
—¿Qué pasa, Ángel? —Su voz era baja, interrogante.
—¿Estamos seguros?
—¿Importa?
Recorrí mis ojos por el patio. No estaba segura de por qué, pero seguí pensando, Los arcángeles. Ya están aquí.
—Quiero decir... los arcángeles —dije en voz tan baja que apenas escuche mi propia voz—. ¿Nos miran?
—Sí.
Traté de dar un paso atrás, pero Patch se negó a dejarme.
—No me importa lo que ven. Estoy cansado de la farsa —Había dejado de acariciar mi cuello, y vi un
cierto desafío atormentado en sus ojos.
Luché duro para liberarme.
—Déjame ir.
—¿Tú no me quieres? —Su sonrisa era toda de un zorro.
—Esa no es la cuestión. Yo no quiero ser responsable de cualquier cosa que te pase. Déjame ir. —¿Cómo podía estar tan relajado acerca de esto? Ellos estaban buscando una excusa para deshacerse de él.
No podía ser visto sosteniéndome.
Acarició los lados de mis brazos, pero como yo trataba de tomar la oportunidad de liberarme, él tomó mis manos. Su voz entró en mi mente. Podría seguir sin escrúpulos. Yo podría irme ahora mismo, y podríamos dejar de jugar por las reglas de los arcángeles.
Lo dijo tan decididamente, tan fácilmente, yo sabía que no era la primera vez que pensaba en ello. Este era un plan con el que había fantaseado secretamente muchas, muchas veces.
Mi corazón latía violentamente.
—¿Irse ahora mismo? ¿Dejar de jugar por las reglas? ¿De qué estás hablando?
Viviría en movimiento, constantemente oculto, esperando que los arcángeles no me encontraran.
—¿Y si lo hicieran?
Yo iría a juicio. Yo sería culpable, pero nos daría unas cuantas semanas a solas mientras deliberan.
Podía sentir la mirada afectada en mi cara.
—¿Y después?
Ellos me mandarían al infierno.
Hizo una pausa y agregó con calmada convicción, no tengo miedo del infierno. Me merezco lo que viene. He mentido, estafado, engañado. He hecho daño a personas inocentes. He cometido más errores de los que puedo recordar. De una forma u otra, he estado pagando por ellos la mayor
parte de mi existencia. El infierno no va a ser diferente.
Su boca se curvo en una sonrisa breve, irónica.
Pero estoy seguro de los arcángeles tienen algunos ases bajo la manga.
Su sonrisa se desvaneció, y él me miró con honestidad desnuda.
Estar contigo nunca se sintió errado. Es lo único que hice bien. Eres lo único que he hecho bien. No me preocupan los arcángeles. Dime lo que quieres que haga. Di la palabra. Voy a hacer lo que desees. Podemos irnos ahora mismo.
Me tomó un momento para entender sus palabras. Miré al Jeep. La pared de hielo entre nosotros se apartó. La pared estaba ahí sólo a causa de los arcángeles. Sin ellos, todo por lo que Patch y yo habíamos estado luchando no significaba nada.
Ellos eran el problema. Quería dejarlos, y todo lo demás detrás y huir con Patch. Yo quería ser imprudente, pensar sólo en el aquí, y ahora. Podríamos hacernos olvidar las consecuencias. Nos reiríamos de las reglas, límites y sobre todo, del mañana. Sólo habría Patch y yo, nada más importaría.
Nada más que la promesa de lo que sucedería cuando las semanas llegaran a su fin.
Yo tenía dos opciones, pero la respuesta era clara.
La única manera de retener a Patch era dejarlo ir. Al no tener nada que ver con él. No me di cuenta que estaba llorando hasta que Patch pasó los pulgares bajo mis ojos.
—Shh —murmuró—. Va a estar bien. Te quiero. No puedo seguir haciendo lo que estoy haciendo ahora, viviendo a mitad del camino.
—Pero te van a mandar al infierno —balbuceé, incapaz de controlar el temblor en mi labio inferior.
—He tenido mucho tiempo para llegar a un acuerdo con ellos.
Yo estaba decidida a no mostrar a Patch lo difícil que era para mí, pero me atraganté con las lágrimas corriendo por mi garganta. Mis ojos estaban húmedos e hinchados, y me dolía el pecho. Esto era toda mi culpa. Si no fuera por mí, el no sería un ángel guardián.
Si, si no fuera por mí, los arcángeles no se empeñarían en destruirlo. Soy responsable de llevarlo hasta este punto.
—Necesito un favor —dije finalmente en un hilo de voz que sonaba más como de un extraño que mía—. Dile a Vee que caminé a casa. Necesito estar sola.
—¿Ángel? —Patch alcanzó mi mano, pero me zafe. Sentí mis pies andar, un paso delante de otro. Más y más lejos de Patch me llevaban, como si mi mente se hubiera entumecido y tomado acción sobre mi cuerpo.
La sonrisa de un chico malo. La sonrisa maliciosa y encantadora de un tipo que había besado a Marcie hace apenas dos noches... y que ofrecía cenar conmigo esta noche, muy probablemente con la esperanza de que la cena llevaría a algo completamente distinto.
Pensaba que una sonrisa arrebatadora era todo lo que se necesitaría para borrar mi dolor. Para hacerme olvidar que había besado a Marcie.
Toda mi confusión interna se disperso cuando me sacudí hasta el presente.
Mis especulaciones murieron, sustituidas por una sensación repentina y fuerte de inquietud que no tenía nada que ver con Patch o la noche del domingo.
Mi piel se erizó. Estudié las sombras rodeando el césped.
—¿Mmm? —murmuró Patch, detectando mi preocupación, apretando sus brazos protectoramente alrededor mío.
Y entonces lo sentí de nuevo. Un cambio en el aire. Una niebla invisible, extrañamente cálida, colgando hacia abajo, presionando por todos lados, en zigzag como un centenar de serpientes furtivas en el aire.
La sensación era tan perjudicial, que me costó mucho creer que Patch no había notado al menos algo
raro, aunque no pudiera sentirlo directamente.
—¿Qué pasa, Ángel? —Su voz era baja, interrogante.
—¿Estamos seguros?
—¿Importa?
Recorrí mis ojos por el patio. No estaba segura de por qué, pero seguí pensando, Los arcángeles. Ya están aquí.
—Quiero decir... los arcángeles —dije en voz tan baja que apenas escuche mi propia voz—. ¿Nos miran?
—Sí.
Traté de dar un paso atrás, pero Patch se negó a dejarme.
—No me importa lo que ven. Estoy cansado de la farsa —Había dejado de acariciar mi cuello, y vi un
cierto desafío atormentado en sus ojos.
Luché duro para liberarme.
—Déjame ir.
—¿Tú no me quieres? —Su sonrisa era toda de un zorro.
—Esa no es la cuestión. Yo no quiero ser responsable de cualquier cosa que te pase. Déjame ir. —¿Cómo podía estar tan relajado acerca de esto? Ellos estaban buscando una excusa para deshacerse de él.
No podía ser visto sosteniéndome.
Acarició los lados de mis brazos, pero como yo trataba de tomar la oportunidad de liberarme, él tomó mis manos. Su voz entró en mi mente. Podría seguir sin escrúpulos. Yo podría irme ahora mismo, y podríamos dejar de jugar por las reglas de los arcángeles.
Lo dijo tan decididamente, tan fácilmente, yo sabía que no era la primera vez que pensaba en ello. Este era un plan con el que había fantaseado secretamente muchas, muchas veces.
Mi corazón latía violentamente.
—¿Irse ahora mismo? ¿Dejar de jugar por las reglas? ¿De qué estás hablando?
Viviría en movimiento, constantemente oculto, esperando que los arcángeles no me encontraran.
—¿Y si lo hicieran?
Yo iría a juicio. Yo sería culpable, pero nos daría unas cuantas semanas a solas mientras deliberan.
Podía sentir la mirada afectada en mi cara.
—¿Y después?
Ellos me mandarían al infierno.
Hizo una pausa y agregó con calmada convicción, no tengo miedo del infierno. Me merezco lo que viene. He mentido, estafado, engañado. He hecho daño a personas inocentes. He cometido más errores de los que puedo recordar. De una forma u otra, he estado pagando por ellos la mayor
parte de mi existencia. El infierno no va a ser diferente.
Su boca se curvo en una sonrisa breve, irónica.
Pero estoy seguro de los arcángeles tienen algunos ases bajo la manga.
Su sonrisa se desvaneció, y él me miró con honestidad desnuda.
Estar contigo nunca se sintió errado. Es lo único que hice bien. Eres lo único que he hecho bien. No me preocupan los arcángeles. Dime lo que quieres que haga. Di la palabra. Voy a hacer lo que desees. Podemos irnos ahora mismo.
Me tomó un momento para entender sus palabras. Miré al Jeep. La pared de hielo entre nosotros se apartó. La pared estaba ahí sólo a causa de los arcángeles. Sin ellos, todo por lo que Patch y yo habíamos estado luchando no significaba nada.
Ellos eran el problema. Quería dejarlos, y todo lo demás detrás y huir con Patch. Yo quería ser imprudente, pensar sólo en el aquí, y ahora. Podríamos hacernos olvidar las consecuencias. Nos reiríamos de las reglas, límites y sobre todo, del mañana. Sólo habría Patch y yo, nada más importaría.
Nada más que la promesa de lo que sucedería cuando las semanas llegaran a su fin.
Yo tenía dos opciones, pero la respuesta era clara.
La única manera de retener a Patch era dejarlo ir. Al no tener nada que ver con él. No me di cuenta que estaba llorando hasta que Patch pasó los pulgares bajo mis ojos.
—Shh —murmuró—. Va a estar bien. Te quiero. No puedo seguir haciendo lo que estoy haciendo ahora, viviendo a mitad del camino.
—Pero te van a mandar al infierno —balbuceé, incapaz de controlar el temblor en mi labio inferior.
—He tenido mucho tiempo para llegar a un acuerdo con ellos.
Yo estaba decidida a no mostrar a Patch lo difícil que era para mí, pero me atraganté con las lágrimas corriendo por mi garganta. Mis ojos estaban húmedos e hinchados, y me dolía el pecho. Esto era toda mi culpa. Si no fuera por mí, el no sería un ángel guardián.
Si, si no fuera por mí, los arcángeles no se empeñarían en destruirlo. Soy responsable de llevarlo hasta este punto.
—Necesito un favor —dije finalmente en un hilo de voz que sonaba más como de un extraño que mía—. Dile a Vee que caminé a casa. Necesito estar sola.
—¿Ángel? —Patch alcanzó mi mano, pero me zafe. Sentí mis pies andar, un paso delante de otro. Más y más lejos de Patch me llevaban, como si mi mente se hubiera entumecido y tomado acción sobre mi cuerpo.
Ionee
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