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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Siguelaaaaaaaaaaaaaa!!
Quiero a Patch *________*
Quiero a Patch *________*
Vale_Gajardo
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
awwss qe trizte es no estar con Patch :c hahaha
1DStylesJB
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
SIGUELAAAAAAAAAA!!!
TODAS QUEREMOS QUE VUELVA PATCH.... HAS QUE APARESCA!! XD
TODAS QUEREMOS QUE VUELVA PATCH.... HAS QUE APARESCA!! XD
CrazyxJonas
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
PATCH!! PATCH!! PATCH!!
PATCH!! PATCH!! PATCH!!
Vale_Gajardo
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Capitulo 19:
Agarre el teléfono de la casa y me desplace a través de mi teléfono celular, buscando el número de Scott. Yo iba a tirar la precaución al viento y tomar su oferta. Incluso a pesar que sabía que era por
todas las razones equivocadas, que quería salir con Scott. Quería sacarle a Patch el dedo. Si él pensaba que yo iba sentarme en casa y llorar por él, estaba equivocado.
Habíamos roto, yo era libre de salir con otros chicos.
Y mientras estaba en ello, iba a probar la capacidad de Patch para mantenerme a salvo. Tal vez Scott
realmente era un Nefilim. Tal vez el era un problema. Tal vez era exactamente el tipo de persona que debería evitar.
Sentí una dura sonrisa en mi cara cuando me di cuenta que no importaba lo que hiciera, o lo que Scott pudiera hacer; Patch tenía que protegerme.
—¿Ya te has ido a Springvale ? —Le pregunté a Scott, después de introducir su número.
—¿Andar conmigo no es tan malo después de todo?
—Si me lo vas a restregar, no voy —Le oí reír.
—Tranquila, Grey, sólo estoy jugando contigo —Le prometí a mi mamá que mantendría distancia de Scott, pero no estaba preocupada. Si Scott se metía conmigo Patch tendría que entrar.
—Bueno —dije—. ¿Me vas a recoger o qué?
—Paso por allá después de las siete.
Springvale es un pequeño pueblo pesquero, y en su mayor parte está aglomerado en la calle principal: la oficina de correos, algunos restaurantes baratos de pescado y papas, Tiendas de pesca, y el Salón de billar Z.
El Z era de un solo piso, con una ventana de vidrio que ofrecía una vista privilegiada al salón de billar y un bar. Basura y malas hierbas decoraban el exterior.
Dos hombres con la cabeza rapada y barbas de chivo estaban fumando en la acera a las afueras de las puertas; Ellos tiraron sus cigarrillos y desaparecieron en el interior. Scott se estaciono en una esquina cerca de las puertas.
—Voy a correr un par de cuadras para encontrar un cajero automático —dijo apagando el motor.
Estudié el letrero de la tienda colgando encima de la ventana.
El Salón de Billar Z. El nombre me hizo cosquillas en la memoria.
—¿Por qué este lugar me suena familiar? —Le pregunté.
—Un par de semanas atrás un hombre se desangró en una de las mesas. Una pelee en el Bar. Estuvo en todas las noticias.
—Oh.
—Iré contigo —le ofrecí rápidamente.
Se volvió, y yo le seguí. —No —dijo por encima de la lluvia.
—Vas a mojarte. Espera en el interior. Vuelvo en diez minutos —Sin darme otra oportunidad de seguirlo, se encorvó los hombros en la lluvia, metió las manos en sus bolsillos, y se fue corriendo por la acera.
La lluvia caía en mi cara, me metí debajo del voladizo del edificio y resumí mis opciones. Podía entrar sola, o podía esperar aquí a Scott. Yo no había esperado ni cinco segundos antes de que mi piel empezara a picar. Si bien en la acera había poco tráfico, no estaba completamente desolado.
Los que estaban debajo de aquel tiempo llevaban camisas y botas de trabajo. Se veían más grandes, más duros, y más malo que los hombres que merodeaban en torno a Main Street en Coldwater. Algunos me dieron un vistazo en su paso.
Miré por la acera en la dirección que Scott había tomado y lo vi rodear el edificio y desaparecer por un lado del callejón. Mi primer pensamiento fue que iba a pasar un duro tiempo encontrando un cajero automático en el callejón junto al Z.
Mi segundo pensamiento fue que tal vez me había mentido. Tal vez él no iba en la búsqueda de un cajero automático después de todo. Pero entonces ¿qué estaba haciendo en un callejón, en la lluvia?
Quería seguirlo, pero no sé cómo se iba a quedar fuera de su vista. Lo último que necesitaba era que él me atrapara expiándolo de nuevo. Ciertamente, no promovería la confianza entre nosotros.
Pensando que tal vez yo podría entender lo que estaba haciendo sólo observándolo a través de una de las ventanas dentro del Z, yo tire de la manija de la puerta.
El aire en el interior era fresco y cubierto de humo y hombres transpirando. El techo era bajo, las paredes eran de hormigón. Tenía algunos carteles de los coches gigantes, un calendario de Sports Illustrated, y una placa de Budweiser ofrecían la única decoración. Sin ventanas, los paneles de la pared me dividieron de Scott. Di un paseo por el pasillo central, vagando más adentro en la sala
oscura, y disminuí mi respiración haciéndola superficial, tratando de filtrar mi consumo de sustancias cancerígenas.
Cuando llegué a la parte posterior del Z, fije los ojos en la salida y mire hacia el callejón trasero. No tan conveniente como una ventana, pero tendría que ser. Si Scott me sorprendía mirándolo, yo podría siempre fingir inocencia y afirmar que había salido por aire fresco.
Después de asegurarme de que nadie estaba mirando, abrí la puerta y saqué la cabeza.
Unas Manos me agarraron por el cuello de mi chaqueta de jean, tirando de mí, y me apoyaron contra el exterior de la pared de ladrillo.
—¿Qué estás haciendo aquí? —Exigió Patch. La lluvia siseó detrás de él, derramándose fuera del techo de metal.
—Jugar billar —yo tartamudeé, mi corazón aún congelado por la sorpresa de ser arrancada de mis pies.
—Jugar billar —él repitió, no sonando ni incluso cerca de comprarlo.
—Estoy aquí con un amigo. Scott Parnell —Su expresión se endureció.
—¿Tienes un problema con eso? —replique.
—¿Rompimos, recuerdas? Puedo salir con otros chicos si quiero. Yo estaba enojada con los arcángeles, con el destino, con las consecuencias. Estaba enojada por estar aquí con Scott, y no con Patch. Y yo estaba enojada con Patch por no tirar de mí hacia sus brazos y decirme que quería poner todo lo que había sucedido en las últimas veinticuatro horas detrás de él. Que todo lo que nos dividía, seria lavado, y seriamos sólo él y yo a partir de ahora. Patch bajó la mirada al suelo y se pellizcó el puente de la nariz. Me di cuenta de que estaba convocando a la paciencia desde lo más profundo.
—Scott es un Nefilim. Una primera generación de raza pura. Justo como era Chauncey.
Parpadeé. —Es cierto, entonces. Gracias por la información, pero ya sospechaba.
—Hizo un gesto de asco—. Termina con el acto de valentía. Es un Nefilim.
—Cada Nefilim no es Chauncey Langeais —dije con irritación.
—Todos los Nefilim no son malos. Si le dieras a Scott una oportunidad, verías que es en realidad bastante…
—Scott no es cualquier viejo Nefilim —dijo Patch, cortándome.
—El pertenece a una sociedad de sangre Nefilim que ha ido creciendo en el poder. La sociedad quiere liberar a la esclavitud Nefilim de los ángeles caídos durante Cheshvan. Están reclutando miembros, como locos para luchar contra los ángeles caídos, y es una guerra por el territorio entre las dos partes. Si la sociedad se vuelve más potente, lo suficiente, los ángeles caídos darán marcha atrás... y comenzaran a poseer a los seres humanos como sus vasallos en su lugar.
Me mordí el labio y lo mire con inquietud. Sin querer, Me acordé del sueño de la noche anterior. Cheshvan. Nefilims. Ángeles Caídos. No podía escapar de nada de eso.
—¿Por qué los ángeles caídos por lo general no poseen a los seres humanos?—Le pregunté.—¿Por qué eligen un Nefilim?
—Los cuerpos humanos no son tan fuertes o resistentes como los cuerpos de los Nefilim —respondió Patch.—Una posesión de dos semanas de duración los mataría. Decenas de miles de seres humanos morirían en cada Cheshvan.
—Y es mucho más difícil de poseer un ser humano —continuó.—Los ángeles caídos no pueden obligar a los seres humanos a jurar fidelidad, tienes que convencerlos de entregar sus cuerpos. Eso lleva tiempo y persuasión. Los cuerpos humanos también se deterioran más rápido. No son muchos los
ángeles caídos que quieren tomar la molestia de poseer un ser humano si podría estar muerto en una semana.
Un estremecimiento de aprensión se deslizó a través de mí, pero yo le dije.
—Eso es una triste historia, pero es difícil culpar a Scott o a cualquier Nefilim, por la materia. No me gustaría que un ángel caído tomara el control de mi cuerpo dos semanas de cada año tampoco. Esto no suena como un problema Nefilim. Suena como un problema de los ángeles caídos.
El músculo de su mandíbula saltó. —El Z no es tu tipo de lugar. Vete a casa.
—Acabo de llegar aquí
—Bo´s es leve en comparación con este lugar.
—Gracias por el dato, pero no estoy de humor para pasar el rato en mi casa toda la noche sintiendo lástima por mí misma.
Patch se cruzó de brazos y me estudió.
—¿Te estás poniendo a ti misma en peligro para volver conmigo? —el adivinó. —En caso de que lo hayas olvidado, no fui el que termino las cosas
—No te hagas ilusiones. Esto no es acerca de ti.
Patch excavo en su bolsillo por las llaves. —Te voy a llevar a casa.
Su tono me dijo que yo era un gran inconveniente, y que si veía algún modo de rodearme, con mucho gusto lo haría.
—No necesito que me lleves. Yo no necesito tu ayuda.
Se echó a reír, pero el sonido carecía de humor. —Te vas a meter en el jeep, incluso si tengo que arrastrarte dentro, porque no vas a quedarte aquí. Es demasiado peligroso.
—No puedes darme órdenes. Él simplemente me miró.
—Y mientras lo haces, tú vas a dejar de salir con Scott.
Sentí que mi ira burbujeaba. Cómo se atrevía a suponer que era débil e indefensa. Cómo se atrevía a tratar de controlarme diciendo lo que podía y no podía hacer, y con quién podía pasar el tiempo. Cómo se atrevía a actuar como si hubiera significado algo para él. Le envié una mirada de desafío fresco.
—No me hagas más favores. Nunca te los pedí. Y yo no te quiero como mi ángel guardián más.
Patch se puso sobre mí, y una gota de lluvia cayó de su pelo, aterrizando como hielo en mi clavícula. La sentí deslizarse a lo largo de mi piel, y desaparecer por debajo de la línea del cuello de mi camisa. Sus ojos siguieron la gota de agua, y empecé a temblar por dentro. Yo quería decirle que lo sentía por todo lo que había dicho.
Quería decirle que no me importaba Marcie, o lo que los arcángeles pensaran. Me preocupaba por nosotros. Pero la verdad era dura y fría, nada de lo que dijera o hiciera podría alinear las estrellas. A mí no me podría importar el nosotros.
No si quería mantenerme cerca de Patch. No, si yo no quería que lo desterraran al infierno. Cuanto más peleáramos, más fácil seria ingerir el odio y convencerme de que él no significaba nada para mí, y que podía seguir adelante sin él.
—Retíralo —dijo Patch, en voz baja.
Yo no me atrevía a mirarlo, y no podía llevarme a mí misma a retirarlo. Yo apunte la barbilla hacia arriba y cubrí mis ojos en el desenfoque de la lluvia por encima de sus hombros. Maldita sea mi orgullo, y maldito sea él, también.
—Retíralo, ______________ —repitió Patch más firme.
—No puedo hacer las cosas bien contigo en mi vida —le dije, odiándome a mí misma por permitir que mi barbilla temblara.
—Esto sería lo más fácil de todo el mundo si sólo quiero una ruptura limpia. He pensado sobre esto.—Yo no lo había hecho. Yo no había pensado en esto en absoluto. No había querido decir estas palabras. Sin embargo, una pequeña, horrible y despreciable parte de mí quería herir a Patch tanto como yo estaba herida.
—Te quiero fuera de mi vida. Durante todo el camino. Después de un golpe fuerte de silencio, Patch llegó a mí alrededor y metió algo profundo en el bolsillo trasero de mis vaqueros. Yo No sabría decir si me había imaginado que su mano había quedado allí un latido más del tiempo necesario.
—Efectivo —explicó—. Vas a necesitarlo.
Saqué el dinero. —No quiero tu dinero —Cuando no tomo el fajo de dinero en efectivo extendido, lo golpeé contra su el pecho, queriendo, rozarlo al pasarme por delante de él cuando lo hacía, Patch agarró mi mano, capturándola contra de su cuerpo.
—Tómalo —El tono de su voz me dijo que yo no sabía nada. Que yo no lo entendía, o a su mundo. Que era una forastera, y que nunca encajaría
—La mitad de los chicos allí está llevando algún tipo de arma. Si pasa algo, tira el dinero sobre la mesa y dirígete hacia las puertas. Nadie te va a seguir con un montón de dinero en efectivo en juego.
Me acordé de Marcie.
¿Estaba sugiriendo que alguien podría tratar de acuchillarme? Casi me eché a reír. ¿El honestamente creía que me asustaba?
Si yo lo quería como mi ángel de la guarda era irrelevante. El hecho del asunto es, que nada de lo que dijera o hiciera cambiaría su destino. Tenía que mantenerme a salvo. El hecho de que estaba aquí en este momento lo había demostrado.
Soltó mi mano y tiró de la manija de la puerta, los músculos a lo largo de su brazo estaban rígidos. La
puerta se cerró detrás de él, temblando sobre sus bisagras.
Agarre el teléfono de la casa y me desplace a través de mi teléfono celular, buscando el número de Scott. Yo iba a tirar la precaución al viento y tomar su oferta. Incluso a pesar que sabía que era por
todas las razones equivocadas, que quería salir con Scott. Quería sacarle a Patch el dedo. Si él pensaba que yo iba sentarme en casa y llorar por él, estaba equivocado.
Habíamos roto, yo era libre de salir con otros chicos.
Y mientras estaba en ello, iba a probar la capacidad de Patch para mantenerme a salvo. Tal vez Scott
realmente era un Nefilim. Tal vez el era un problema. Tal vez era exactamente el tipo de persona que debería evitar.
Sentí una dura sonrisa en mi cara cuando me di cuenta que no importaba lo que hiciera, o lo que Scott pudiera hacer; Patch tenía que protegerme.
—¿Ya te has ido a Springvale ? —Le pregunté a Scott, después de introducir su número.
—¿Andar conmigo no es tan malo después de todo?
—Si me lo vas a restregar, no voy —Le oí reír.
—Tranquila, Grey, sólo estoy jugando contigo —Le prometí a mi mamá que mantendría distancia de Scott, pero no estaba preocupada. Si Scott se metía conmigo Patch tendría que entrar.
—Bueno —dije—. ¿Me vas a recoger o qué?
—Paso por allá después de las siete.
Springvale es un pequeño pueblo pesquero, y en su mayor parte está aglomerado en la calle principal: la oficina de correos, algunos restaurantes baratos de pescado y papas, Tiendas de pesca, y el Salón de billar Z.
El Z era de un solo piso, con una ventana de vidrio que ofrecía una vista privilegiada al salón de billar y un bar. Basura y malas hierbas decoraban el exterior.
Dos hombres con la cabeza rapada y barbas de chivo estaban fumando en la acera a las afueras de las puertas; Ellos tiraron sus cigarrillos y desaparecieron en el interior. Scott se estaciono en una esquina cerca de las puertas.
—Voy a correr un par de cuadras para encontrar un cajero automático —dijo apagando el motor.
Estudié el letrero de la tienda colgando encima de la ventana.
El Salón de Billar Z. El nombre me hizo cosquillas en la memoria.
—¿Por qué este lugar me suena familiar? —Le pregunté.
—Un par de semanas atrás un hombre se desangró en una de las mesas. Una pelee en el Bar. Estuvo en todas las noticias.
—Oh.
—Iré contigo —le ofrecí rápidamente.
Se volvió, y yo le seguí. —No —dijo por encima de la lluvia.
—Vas a mojarte. Espera en el interior. Vuelvo en diez minutos —Sin darme otra oportunidad de seguirlo, se encorvó los hombros en la lluvia, metió las manos en sus bolsillos, y se fue corriendo por la acera.
La lluvia caía en mi cara, me metí debajo del voladizo del edificio y resumí mis opciones. Podía entrar sola, o podía esperar aquí a Scott. Yo no había esperado ni cinco segundos antes de que mi piel empezara a picar. Si bien en la acera había poco tráfico, no estaba completamente desolado.
Los que estaban debajo de aquel tiempo llevaban camisas y botas de trabajo. Se veían más grandes, más duros, y más malo que los hombres que merodeaban en torno a Main Street en Coldwater. Algunos me dieron un vistazo en su paso.
Miré por la acera en la dirección que Scott había tomado y lo vi rodear el edificio y desaparecer por un lado del callejón. Mi primer pensamiento fue que iba a pasar un duro tiempo encontrando un cajero automático en el callejón junto al Z.
Mi segundo pensamiento fue que tal vez me había mentido. Tal vez él no iba en la búsqueda de un cajero automático después de todo. Pero entonces ¿qué estaba haciendo en un callejón, en la lluvia?
Quería seguirlo, pero no sé cómo se iba a quedar fuera de su vista. Lo último que necesitaba era que él me atrapara expiándolo de nuevo. Ciertamente, no promovería la confianza entre nosotros.
Pensando que tal vez yo podría entender lo que estaba haciendo sólo observándolo a través de una de las ventanas dentro del Z, yo tire de la manija de la puerta.
El aire en el interior era fresco y cubierto de humo y hombres transpirando. El techo era bajo, las paredes eran de hormigón. Tenía algunos carteles de los coches gigantes, un calendario de Sports Illustrated, y una placa de Budweiser ofrecían la única decoración. Sin ventanas, los paneles de la pared me dividieron de Scott. Di un paseo por el pasillo central, vagando más adentro en la sala
oscura, y disminuí mi respiración haciéndola superficial, tratando de filtrar mi consumo de sustancias cancerígenas.
Cuando llegué a la parte posterior del Z, fije los ojos en la salida y mire hacia el callejón trasero. No tan conveniente como una ventana, pero tendría que ser. Si Scott me sorprendía mirándolo, yo podría siempre fingir inocencia y afirmar que había salido por aire fresco.
Después de asegurarme de que nadie estaba mirando, abrí la puerta y saqué la cabeza.
Unas Manos me agarraron por el cuello de mi chaqueta de jean, tirando de mí, y me apoyaron contra el exterior de la pared de ladrillo.
—¿Qué estás haciendo aquí? —Exigió Patch. La lluvia siseó detrás de él, derramándose fuera del techo de metal.
—Jugar billar —yo tartamudeé, mi corazón aún congelado por la sorpresa de ser arrancada de mis pies.
—Jugar billar —él repitió, no sonando ni incluso cerca de comprarlo.
—Estoy aquí con un amigo. Scott Parnell —Su expresión se endureció.
—¿Tienes un problema con eso? —replique.
—¿Rompimos, recuerdas? Puedo salir con otros chicos si quiero. Yo estaba enojada con los arcángeles, con el destino, con las consecuencias. Estaba enojada por estar aquí con Scott, y no con Patch. Y yo estaba enojada con Patch por no tirar de mí hacia sus brazos y decirme que quería poner todo lo que había sucedido en las últimas veinticuatro horas detrás de él. Que todo lo que nos dividía, seria lavado, y seriamos sólo él y yo a partir de ahora. Patch bajó la mirada al suelo y se pellizcó el puente de la nariz. Me di cuenta de que estaba convocando a la paciencia desde lo más profundo.
—Scott es un Nefilim. Una primera generación de raza pura. Justo como era Chauncey.
Parpadeé. —Es cierto, entonces. Gracias por la información, pero ya sospechaba.
—Hizo un gesto de asco—. Termina con el acto de valentía. Es un Nefilim.
—Cada Nefilim no es Chauncey Langeais —dije con irritación.
—Todos los Nefilim no son malos. Si le dieras a Scott una oportunidad, verías que es en realidad bastante…
—Scott no es cualquier viejo Nefilim —dijo Patch, cortándome.
—El pertenece a una sociedad de sangre Nefilim que ha ido creciendo en el poder. La sociedad quiere liberar a la esclavitud Nefilim de los ángeles caídos durante Cheshvan. Están reclutando miembros, como locos para luchar contra los ángeles caídos, y es una guerra por el territorio entre las dos partes. Si la sociedad se vuelve más potente, lo suficiente, los ángeles caídos darán marcha atrás... y comenzaran a poseer a los seres humanos como sus vasallos en su lugar.
Me mordí el labio y lo mire con inquietud. Sin querer, Me acordé del sueño de la noche anterior. Cheshvan. Nefilims. Ángeles Caídos. No podía escapar de nada de eso.
—¿Por qué los ángeles caídos por lo general no poseen a los seres humanos?—Le pregunté.—¿Por qué eligen un Nefilim?
—Los cuerpos humanos no son tan fuertes o resistentes como los cuerpos de los Nefilim —respondió Patch.—Una posesión de dos semanas de duración los mataría. Decenas de miles de seres humanos morirían en cada Cheshvan.
—Y es mucho más difícil de poseer un ser humano —continuó.—Los ángeles caídos no pueden obligar a los seres humanos a jurar fidelidad, tienes que convencerlos de entregar sus cuerpos. Eso lleva tiempo y persuasión. Los cuerpos humanos también se deterioran más rápido. No son muchos los
ángeles caídos que quieren tomar la molestia de poseer un ser humano si podría estar muerto en una semana.
Un estremecimiento de aprensión se deslizó a través de mí, pero yo le dije.
—Eso es una triste historia, pero es difícil culpar a Scott o a cualquier Nefilim, por la materia. No me gustaría que un ángel caído tomara el control de mi cuerpo dos semanas de cada año tampoco. Esto no suena como un problema Nefilim. Suena como un problema de los ángeles caídos.
El músculo de su mandíbula saltó. —El Z no es tu tipo de lugar. Vete a casa.
—Acabo de llegar aquí
—Bo´s es leve en comparación con este lugar.
—Gracias por el dato, pero no estoy de humor para pasar el rato en mi casa toda la noche sintiendo lástima por mí misma.
Patch se cruzó de brazos y me estudió.
—¿Te estás poniendo a ti misma en peligro para volver conmigo? —el adivinó. —En caso de que lo hayas olvidado, no fui el que termino las cosas
—No te hagas ilusiones. Esto no es acerca de ti.
Patch excavo en su bolsillo por las llaves. —Te voy a llevar a casa.
Su tono me dijo que yo era un gran inconveniente, y que si veía algún modo de rodearme, con mucho gusto lo haría.
—No necesito que me lleves. Yo no necesito tu ayuda.
Se echó a reír, pero el sonido carecía de humor. —Te vas a meter en el jeep, incluso si tengo que arrastrarte dentro, porque no vas a quedarte aquí. Es demasiado peligroso.
—No puedes darme órdenes. Él simplemente me miró.
—Y mientras lo haces, tú vas a dejar de salir con Scott.
Sentí que mi ira burbujeaba. Cómo se atrevía a suponer que era débil e indefensa. Cómo se atrevía a tratar de controlarme diciendo lo que podía y no podía hacer, y con quién podía pasar el tiempo. Cómo se atrevía a actuar como si hubiera significado algo para él. Le envié una mirada de desafío fresco.
—No me hagas más favores. Nunca te los pedí. Y yo no te quiero como mi ángel guardián más.
Patch se puso sobre mí, y una gota de lluvia cayó de su pelo, aterrizando como hielo en mi clavícula. La sentí deslizarse a lo largo de mi piel, y desaparecer por debajo de la línea del cuello de mi camisa. Sus ojos siguieron la gota de agua, y empecé a temblar por dentro. Yo quería decirle que lo sentía por todo lo que había dicho.
Quería decirle que no me importaba Marcie, o lo que los arcángeles pensaran. Me preocupaba por nosotros. Pero la verdad era dura y fría, nada de lo que dijera o hiciera podría alinear las estrellas. A mí no me podría importar el nosotros.
No si quería mantenerme cerca de Patch. No, si yo no quería que lo desterraran al infierno. Cuanto más peleáramos, más fácil seria ingerir el odio y convencerme de que él no significaba nada para mí, y que podía seguir adelante sin él.
—Retíralo —dijo Patch, en voz baja.
Yo no me atrevía a mirarlo, y no podía llevarme a mí misma a retirarlo. Yo apunte la barbilla hacia arriba y cubrí mis ojos en el desenfoque de la lluvia por encima de sus hombros. Maldita sea mi orgullo, y maldito sea él, también.
—Retíralo, ______________ —repitió Patch más firme.
—No puedo hacer las cosas bien contigo en mi vida —le dije, odiándome a mí misma por permitir que mi barbilla temblara.
—Esto sería lo más fácil de todo el mundo si sólo quiero una ruptura limpia. He pensado sobre esto.—Yo no lo había hecho. Yo no había pensado en esto en absoluto. No había querido decir estas palabras. Sin embargo, una pequeña, horrible y despreciable parte de mí quería herir a Patch tanto como yo estaba herida.
—Te quiero fuera de mi vida. Durante todo el camino. Después de un golpe fuerte de silencio, Patch llegó a mí alrededor y metió algo profundo en el bolsillo trasero de mis vaqueros. Yo No sabría decir si me había imaginado que su mano había quedado allí un latido más del tiempo necesario.
—Efectivo —explicó—. Vas a necesitarlo.
Saqué el dinero. —No quiero tu dinero —Cuando no tomo el fajo de dinero en efectivo extendido, lo golpeé contra su el pecho, queriendo, rozarlo al pasarme por delante de él cuando lo hacía, Patch agarró mi mano, capturándola contra de su cuerpo.
—Tómalo —El tono de su voz me dijo que yo no sabía nada. Que yo no lo entendía, o a su mundo. Que era una forastera, y que nunca encajaría
—La mitad de los chicos allí está llevando algún tipo de arma. Si pasa algo, tira el dinero sobre la mesa y dirígete hacia las puertas. Nadie te va a seguir con un montón de dinero en efectivo en juego.
Me acordé de Marcie.
¿Estaba sugiriendo que alguien podría tratar de acuchillarme? Casi me eché a reír. ¿El honestamente creía que me asustaba?
Si yo lo quería como mi ángel de la guarda era irrelevante. El hecho del asunto es, que nada de lo que dijera o hiciera cambiaría su destino. Tenía que mantenerme a salvo. El hecho de que estaba aquí en este momento lo había demostrado.
Soltó mi mano y tiró de la manija de la puerta, los músculos a lo largo de su brazo estaban rígidos. La
puerta se cerró detrás de él, temblando sobre sus bisagras.
Ionee
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
yo definitivamente soy un ....poco ...como se dice?....
..... a si !
ESTUPIDA !!!!!!!!!!!! PERO............COMO SE ME OCURRE !
aunque se que patch no va a dejarme sola ! :love: :arre: :inlove:
..... a si !
ESTUPIDA !!!!!!!!!!!! PERO............COMO SE ME OCURRE !
aunque se que patch no va a dejarme sola ! :love: :arre: :inlove:
fernanda
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
OH MY JONAS!!
COMO LA DEJASTE AHÍ, ELLA??
MÁS IMPORTANTE QUE ESO, COMO SOMOS TAN TONTAS PARA DEJAR A PATCH!!
SIGUELA, POR FAVOR!!!
TE LO RUEGGOOOOO
QUE ESTES BIEEEN! (:
XOXO
JAVI'S JONAS
COMO LA DEJASTE AHÍ, ELLA??
MÁS IMPORTANTE QUE ESO, COMO SOMOS TAN TONTAS PARA DEJAR A PATCH!!
SIGUELA, POR FAVOR!!!
TE LO RUEGGOOOOO
QUE ESTES BIEEEN! (:
XOXO
JAVI'S JONAS
JaviOfJonas
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
chiks aqi les voy a dejar otro cap! :D
Capitulo 20:
Si yo lo quería como mi ángel de la guarda era irrelevante. El hecho del asunto es, que nada de lo que dijera o hiciera cambiaría su destino. Tenía que mantenerme a salvo. El hecho de que estaba aquí en este momento lo había demostrado.
Soltó mi mano y tiró de la manija de la puerta, los músculos a lo largo de su brazo estaban rígidos. La
puerta se cerró detrás de él, temblando sobre sus bisagras.
Me encontré a Scott apoyado en su palo de billar en una mesa cercana al frente. Estaba estudiando un conjunto de bolas de billar cuando me acerqué.
—¿Encontraste un cajero automático? —Le pregunté, sacudiendo mi chaqueta de jean húmeda en una silla plegable de metal que estaba contra la pared.
—Sí, pero no antes de ingerir como diez galones de lluvia. —Levantó su gorra y sacudió el agua para dar énfasis. Tal vez había encontrado un cajero automático, pero no hasta después de que hubiera terminado lo que fuera que había estado haciendo en el callejón. Y por mucho que me hubiera gustado saber qué era, probablemente no iba a saberlo pronto. Yo había perdido mi oportunidad cuando Patch me apartó para decirme que estaban sobre mi cabeza aquí en Z y debía correr hacia la casa.
Extendí mis manos en el borde de la mesa de billar y me apoyé de forma casual, con la esperanza de que pareciera completamente en calma, pero la verdad eraque mi ritmo cardíaco estaba alto. No sólo había acabado de salir de una confrontación con Patch, sino que nadie en los alrededores lucía remotamente amigable. Y por más que lo intentara, no podía evitar recordar que alguien se había desangrado en una de las mesas. ¿Era en esta? Me levanté de la mesa y sacudí mis manos para limpiarlas.
—Estamos a punto de iniciar un juego —dijo Scott—. Cincuenta dólares y estás dentro. Coge un taco.
Yo no estaba de humor para jugar y hubiera preferido ver, pero un rápido vistazo a la sala reveló que Patch estaba sentado en una mesa de póquer en el otro extremo. A pesar de que su cuerpo no estaba directamente enfrentándome, yo sabía que me estaba observando. Él estaba observando a todos en la sala.
Nunca iba a ninguna parte sin hacer una evaluación cuidadosa y detallada de su entorno.
Sabiendo esto, probé la sonrisa más deslumbrante que había dentro de mí en este momento.
—Me encantaría. —Yo no quería que Patch supiera qué tan molesta me encontraba, y lo mucho que me dolía. No quería que pensara que no estaba pasando un buen momento con Scott.
Pero antes de que pudiera alzar la cabeza hacia la estantería, un hombre bajito con gafas de alambre y un chaleco tejido se acercó a Scott. Todo en él parecía fuera de lugar: estaba arreglado, los pantalones estaban planchados, y sus mocasines pulidos. Le preguntó a Scott en una voz casi demasiado silenciosa para oír:
—¿Cuánto?
—Cincuenta —respondió Scott con un toque de molestia—. Igual que siempre.
—El juego tiene un mínimo de cien.
—¿Desde cuándo?
—Déjame reformular. Para ti tiene un mínimo de cien.
La cara de Scott se puso roja, tomó su copa del borde de la mesa, y la dejó de nuevo. Entonces sacó un fajo de billetes de su billetera y después metió uno en el bolsillo delantero de la camisa del hombre.
—Aquí hay cincuenta. Voy a pagar la otra mitad después del partido. Ahora quita tu mal aliento de mi cara, para así poder concentrarme.
El hombre bajito presionó un lápiz contra su labio inferior.
—Vas a tener que liquidar la cuenta con Dew primero. Se está poniendo impaciente. Él ha sido
generoso contigo, y tú no le has devuelto el favor.
—Dile que voy a tener el dinero al final de la noche.
—Esa línea dejó de ser aceptable la semana pasada.
Scott se acercó más, invadiendo el espacio del hombre. —Yo no soy el único aquí que le debe un poco a Dew.
—Pero tú eres por el que está preocupado de que no le pague. —El hombre sacó el dinero que Scott había metido en su bolsillo y dejó caer los billetes al suelo—. Como he dicho, Dew está cada vez más inquieto. —Le dio a Scott un significativo levantamiento de cejas y se alejó.
—¿Cuánto le debes a Dew? —Le pregunté a Scott.
Me fulminó con la mirada.
De acuerdo, siguiente pregunta. —¿Cómo es la competencia aquí? —Hablé en voz baja mientras miraba a los otros jugadores repartidos por las diferentes mesas de billar. Dos de cada tres estaban fumando. Tres de cada tres tenían tatuajes de cuchillos, pistolas y otras armas subiendo por sus brazos. Cualquier otra noche, podría haber tenido miedo, o al menos haberme sentido incómoda, pero Patch todavía estaba en la esquina. Mientras él estuviera aquí, sabía que estaba a salvo.
Scott soltó un bufido. —Estos tipos son aficionados. Yo podía ganarles aún en mi peor día. Mi verdadera competencia está ahí. —Cambió su mirada hacia un corredor que se separaba de la zona principal. El pasillo era estrecho y oscuro, y conducía a una habitación que brillaba de un naranja luminoso. Una cortina de cuentas colgaba en la puerta. Una mesa de billar tallada se encontraba justo
detrás de la entrada.
—¿Ahí es donde se juega el gran dinero? —Supuse.
—Ahí dentro, yo podría ganar en un juego lo que hago en quince aquí.
Por el rabillo de mi ojo, vi la mirada fulminante que Patch me daba. Fingiendo no darme cuenta, me metí la mano en el bolsillo de atrás y di un paso más cerca de Scott. —Se necesita un total de cien para el juego siguiente, ¿verdad? Aquí tienes... cincuenta —le dije, antes contando los dos billetes de veinte y diez que Patch me había dado. Yo no era un gran fan de los juegos de azar, pero quería
probar a Patch que Z no iba a comerme viva y escupirme. Podría encajar. O al menos no ser pisoteada. Y si parecía que estaba coqueteando con Scott en el proceso, que así sea. Que te jodan, pensé hacia el otro extremo de la habitación, aunque sabía que Patch no podía oírme.
Scott miró entre mí y el dinero en mi mano. —¿Es una broma?
—Si ganas, dividiremos las ganancias.
Scott examinó el dinero con una lujuria que me cogió con la guardia baja.
Necesitaba el dinero. No estaba esta noche en Z para entrenarse. El juego era su adicción.
Él tomo el dinero y corrió hacia el hombre de baja estatura con el chaleco, cuyo lápiz estaba furiosa pero meticulosamente garabateando números y saldos para los otros jugadores. Le eché un vistazo a Patch, para ver su reacción ante lo que acababa de hacer, pero sus ojos estaban puestos en el juego de póquer, con una expresión indescifrable.
El hombre del chaleco contó el dinero de Scott, alineando los billetes para que todos miraran en la misma dirección. Cuando terminó, le dio a Scott una sonrisa con los labios apretados. Parecía que
estábamos dentro.
Scott regresó, marcando con tiza su palo de billar. —¿Sabes qué dicen de la buena suerte? Tienes que besar mi taco. —Él lo pegó a mi cara.
Di un paso atrás. —No besaré a tu palo de billar.
Scott agitaba los brazos y jugueteaba haciendo ruidos de gallina.
Eché un vistazo a la parte posterior de la sala, con la esperanza de confirmar que Patch no estaba viendo la humillante escena, y fue entonces cuando vi a Marcie Millar paseando detrás de él, apoyándose, y cruzando los brazos alrededor de su cuello.
Mi corazón se cayó hasta mis rodillas.
Scott estaba hablando, tocando el palo de billar en contra de mi frente, pero las palabras no me llegaban. Estaba luchado por recuperar el aliento y me centré en el borrón de concreto frente a mí para darle sentido a mi sorpresa total y sentido de traición.
¿Así que esto era lo que quería decir cuando dijo que las cosas con Marcie eran estrictamente de negocios? Porque seguro que no se veía de esa manera para mí. ¿Y qué estaba haciendo allí después de haber sido apuñalada en Bo‘s? ¿Se sentía segura porque estaba con Patch?
En una fracción de segundo, me pregunté si estaba haciendo esto para darme celos. Pero, si ese fuera el caso, tendría que haber sabido que estaría en Z esta noche. Lo cual no podría saber, a menos que él hubiera estado espiándome. ¿Acaso había estado alrededor durante las últimas veinticuatro horas más de lo que yo había creído originalmente?
Me clavé las uñas en las palmas de mis manos, tratando de concentrarme en el dolor ahí, y no en el ahogado y humillante sentimiento creciendo dentro de mí.
Capitulo 20:
Si yo lo quería como mi ángel de la guarda era irrelevante. El hecho del asunto es, que nada de lo que dijera o hiciera cambiaría su destino. Tenía que mantenerme a salvo. El hecho de que estaba aquí en este momento lo había demostrado.
Soltó mi mano y tiró de la manija de la puerta, los músculos a lo largo de su brazo estaban rígidos. La
puerta se cerró detrás de él, temblando sobre sus bisagras.
Me encontré a Scott apoyado en su palo de billar en una mesa cercana al frente. Estaba estudiando un conjunto de bolas de billar cuando me acerqué.
—¿Encontraste un cajero automático? —Le pregunté, sacudiendo mi chaqueta de jean húmeda en una silla plegable de metal que estaba contra la pared.
—Sí, pero no antes de ingerir como diez galones de lluvia. —Levantó su gorra y sacudió el agua para dar énfasis. Tal vez había encontrado un cajero automático, pero no hasta después de que hubiera terminado lo que fuera que había estado haciendo en el callejón. Y por mucho que me hubiera gustado saber qué era, probablemente no iba a saberlo pronto. Yo había perdido mi oportunidad cuando Patch me apartó para decirme que estaban sobre mi cabeza aquí en Z y debía correr hacia la casa.
Extendí mis manos en el borde de la mesa de billar y me apoyé de forma casual, con la esperanza de que pareciera completamente en calma, pero la verdad eraque mi ritmo cardíaco estaba alto. No sólo había acabado de salir de una confrontación con Patch, sino que nadie en los alrededores lucía remotamente amigable. Y por más que lo intentara, no podía evitar recordar que alguien se había desangrado en una de las mesas. ¿Era en esta? Me levanté de la mesa y sacudí mis manos para limpiarlas.
—Estamos a punto de iniciar un juego —dijo Scott—. Cincuenta dólares y estás dentro. Coge un taco.
Yo no estaba de humor para jugar y hubiera preferido ver, pero un rápido vistazo a la sala reveló que Patch estaba sentado en una mesa de póquer en el otro extremo. A pesar de que su cuerpo no estaba directamente enfrentándome, yo sabía que me estaba observando. Él estaba observando a todos en la sala.
Nunca iba a ninguna parte sin hacer una evaluación cuidadosa y detallada de su entorno.
Sabiendo esto, probé la sonrisa más deslumbrante que había dentro de mí en este momento.
—Me encantaría. —Yo no quería que Patch supiera qué tan molesta me encontraba, y lo mucho que me dolía. No quería que pensara que no estaba pasando un buen momento con Scott.
Pero antes de que pudiera alzar la cabeza hacia la estantería, un hombre bajito con gafas de alambre y un chaleco tejido se acercó a Scott. Todo en él parecía fuera de lugar: estaba arreglado, los pantalones estaban planchados, y sus mocasines pulidos. Le preguntó a Scott en una voz casi demasiado silenciosa para oír:
—¿Cuánto?
—Cincuenta —respondió Scott con un toque de molestia—. Igual que siempre.
—El juego tiene un mínimo de cien.
—¿Desde cuándo?
—Déjame reformular. Para ti tiene un mínimo de cien.
La cara de Scott se puso roja, tomó su copa del borde de la mesa, y la dejó de nuevo. Entonces sacó un fajo de billetes de su billetera y después metió uno en el bolsillo delantero de la camisa del hombre.
—Aquí hay cincuenta. Voy a pagar la otra mitad después del partido. Ahora quita tu mal aliento de mi cara, para así poder concentrarme.
El hombre bajito presionó un lápiz contra su labio inferior.
—Vas a tener que liquidar la cuenta con Dew primero. Se está poniendo impaciente. Él ha sido
generoso contigo, y tú no le has devuelto el favor.
—Dile que voy a tener el dinero al final de la noche.
—Esa línea dejó de ser aceptable la semana pasada.
Scott se acercó más, invadiendo el espacio del hombre. —Yo no soy el único aquí que le debe un poco a Dew.
—Pero tú eres por el que está preocupado de que no le pague. —El hombre sacó el dinero que Scott había metido en su bolsillo y dejó caer los billetes al suelo—. Como he dicho, Dew está cada vez más inquieto. —Le dio a Scott un significativo levantamiento de cejas y se alejó.
—¿Cuánto le debes a Dew? —Le pregunté a Scott.
Me fulminó con la mirada.
De acuerdo, siguiente pregunta. —¿Cómo es la competencia aquí? —Hablé en voz baja mientras miraba a los otros jugadores repartidos por las diferentes mesas de billar. Dos de cada tres estaban fumando. Tres de cada tres tenían tatuajes de cuchillos, pistolas y otras armas subiendo por sus brazos. Cualquier otra noche, podría haber tenido miedo, o al menos haberme sentido incómoda, pero Patch todavía estaba en la esquina. Mientras él estuviera aquí, sabía que estaba a salvo.
Scott soltó un bufido. —Estos tipos son aficionados. Yo podía ganarles aún en mi peor día. Mi verdadera competencia está ahí. —Cambió su mirada hacia un corredor que se separaba de la zona principal. El pasillo era estrecho y oscuro, y conducía a una habitación que brillaba de un naranja luminoso. Una cortina de cuentas colgaba en la puerta. Una mesa de billar tallada se encontraba justo
detrás de la entrada.
—¿Ahí es donde se juega el gran dinero? —Supuse.
—Ahí dentro, yo podría ganar en un juego lo que hago en quince aquí.
Por el rabillo de mi ojo, vi la mirada fulminante que Patch me daba. Fingiendo no darme cuenta, me metí la mano en el bolsillo de atrás y di un paso más cerca de Scott. —Se necesita un total de cien para el juego siguiente, ¿verdad? Aquí tienes... cincuenta —le dije, antes contando los dos billetes de veinte y diez que Patch me había dado. Yo no era un gran fan de los juegos de azar, pero quería
probar a Patch que Z no iba a comerme viva y escupirme. Podría encajar. O al menos no ser pisoteada. Y si parecía que estaba coqueteando con Scott en el proceso, que así sea. Que te jodan, pensé hacia el otro extremo de la habitación, aunque sabía que Patch no podía oírme.
Scott miró entre mí y el dinero en mi mano. —¿Es una broma?
—Si ganas, dividiremos las ganancias.
Scott examinó el dinero con una lujuria que me cogió con la guardia baja.
Necesitaba el dinero. No estaba esta noche en Z para entrenarse. El juego era su adicción.
Él tomo el dinero y corrió hacia el hombre de baja estatura con el chaleco, cuyo lápiz estaba furiosa pero meticulosamente garabateando números y saldos para los otros jugadores. Le eché un vistazo a Patch, para ver su reacción ante lo que acababa de hacer, pero sus ojos estaban puestos en el juego de póquer, con una expresión indescifrable.
El hombre del chaleco contó el dinero de Scott, alineando los billetes para que todos miraran en la misma dirección. Cuando terminó, le dio a Scott una sonrisa con los labios apretados. Parecía que
estábamos dentro.
Scott regresó, marcando con tiza su palo de billar. —¿Sabes qué dicen de la buena suerte? Tienes que besar mi taco. —Él lo pegó a mi cara.
Di un paso atrás. —No besaré a tu palo de billar.
Scott agitaba los brazos y jugueteaba haciendo ruidos de gallina.
Eché un vistazo a la parte posterior de la sala, con la esperanza de confirmar que Patch no estaba viendo la humillante escena, y fue entonces cuando vi a Marcie Millar paseando detrás de él, apoyándose, y cruzando los brazos alrededor de su cuello.
Mi corazón se cayó hasta mis rodillas.
Scott estaba hablando, tocando el palo de billar en contra de mi frente, pero las palabras no me llegaban. Estaba luchado por recuperar el aliento y me centré en el borrón de concreto frente a mí para darle sentido a mi sorpresa total y sentido de traición.
¿Así que esto era lo que quería decir cuando dijo que las cosas con Marcie eran estrictamente de negocios? Porque seguro que no se veía de esa manera para mí. ¿Y qué estaba haciendo allí después de haber sido apuñalada en Bo‘s? ¿Se sentía segura porque estaba con Patch?
En una fracción de segundo, me pregunté si estaba haciendo esto para darme celos. Pero, si ese fuera el caso, tendría que haber sabido que estaría en Z esta noche. Lo cual no podría saber, a menos que él hubiera estado espiándome. ¿Acaso había estado alrededor durante las últimas veinticuatro horas más de lo que yo había creído originalmente?
Me clavé las uñas en las palmas de mis manos, tratando de concentrarme en el dolor ahí, y no en el ahogado y humillante sentimiento creciendo dentro de mí.
Ionee
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
u.u
ME HICISTE LLORAR, ELLA!!
TIENES QUE SEGUIRLA!
PATCH NO ES TAN CRETINO COMO PARA SACAR CELOS ASII!! ..
O SI?
SIGUELA!!
XOXO
JAVI'S JONAS
ME HICISTE LLORAR, ELLA!!
TIENES QUE SEGUIRLA!
PATCH NO ES TAN CRETINO COMO PARA SACAR CELOS ASII!! ..
O SI?
SIGUELA!!
XOXO
JAVI'S JONAS
JaviOfJonas
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
aaaaaaaaaaaaaaa dios mioo vuelvoo y pasa todo eso aa diossss mioo
porq pacht por qqqqqqqqqq
sigueee ella sigueeeeeee
porq pacht por qqqqqqqqqq
sigueee ella sigueeeeeee
issadanger
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Que esta haciendo con Marice!!!!!!!?????? noooooooooooooo!!! no quiero qe este con ellaaaa!! u.u
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
Vale_Gajardo
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Listo jodete patch!! nos haces sufrir!! :crybaby: ___ espero q empieze a coquetearle a scott hay q darle a patch una leccion,que tome de su propia medicina,que sufra como lo haze ella :twisted: al final siempre las mujeres terminan echan mierdad y los hombres viva la pepa! :caliente:
siguela!!!!!!!!!
ps: casi lloro :sad:
siguela!!!!!!!!!
ps: casi lloro :sad:
jb_fanvanu
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