La Bella Durmiente {Niall Horan}

— Su nombre era Aurora, pero le decían Bella — El Señor Robinson presentaba su hija ante los ojos del joven Niall Horan y su padre Robert Horan.
— Mis condolencias amigo, ¿Hace cuanto falleció su hermosa hija? — Pregunto el Señor Horan. Este par de viejos habían tenido una relación muy buena y por cuestión de tiempo dejaron de hablarse.
— Bueno. Bella falleció hace tres años, pero Aurora aun esta viva — Esa frase dejo pensando al único varón joven en la habitación.
— Niall, tu habitación es la segunda a la izquierda — Comento el castaño hombre amigo de su padre.
— Gracias, Señor Robinson — Niall hizo una reverencia y se fue a lo que seria su habitación por un tiempo.

Camino por los grandes salones y subió la larga escalera que llevaba al segundo piso de la gran mansión. Su traje se había ensuciado un poco ya que ese pasillo no estaba muy limpio que digamos, llego hasta la puerta que le habían indicado, pero en la de enfrente escucho un ruido raro. Miro hacia ambos lados y como no vio nadie camino hasta la puerta, esta estaba cerrada con llave pero desde la cerradura se veía una hermosa joven durmiendo en la cama. Niall pensó que el Señor Robinson tenia otra hija o tal vez ella era su criada, pero a ninguna criada le daban tantos lujos. Volvió a mirar por la cerradura y esta vez detallo a la muchacha. Piel pálida, cabello rubio y largo y unos rasgos finos. El cuerpo del muchacho se tenso al recordar las palabras del viejo amigo de su padre.

La pequeña Rose corría tomada de la mano con sus amigas y a su lado iban sus amigos, todos se dirigían al mismo lugar, la casa del árbol de la casa de Rose el cual da vista a la gran y tenebrosa mansión Robinson. Siempre se reunían en ese lugar para contar las diversas historias que siempre escuchaban, pero todas eran sobre esta misteriosa mansión que queda a las afueras de Dublin.

— Chicos, mi padre me contó la historia de esa casa y el si que se la sabe — Comento Rose mientras todos se sentaban en círculos.
— ¿Porque lo dices? — Pregunto Anabelle, una de las pequeñas con la cual Rose siempre jugaba.
— Porque el vivió ahí — La inocente voz de Rose retumbaba las finas paredes pintadas de colo chocolate.
— Pruebalo — A Rose no le gustaba mentir y esos sus amigos lo sabían ¿Porque creían que ella mentía?
— Pues entonces vamos donde mi padre y que el nos cuente la historia — Su voz ya no era tan inocente, estaba algo fastidiada por la situación.

Los niños bajaron suave y cuidadosamente de la casa del árbol y caminaron hacia la sala en la cual descansaba Niall, Rose se sentó en las piernas de su padre mientras los demás pequeños lo hacían en el suelo o se sentaban a los lados del hombre.

— Papi, ellos no me creen lo de la mansión Robinson — Niall sonrió amplia mente, recordar los extraños y bellos recuerdos que tenia sobre esa casona era lo que mas quería.
— Pues yo les contare. Cuando tenia 18 años, viví ahí con mi padre y el Señor Patrick Robinson... —Comenzo a relatar su historia.

El clásico auto color crema del Señor Horan iba echando humo por atrás, si bien este hombre podía ser el mas rico de todo Dublin, Irlanda. Pero en el auto invertía lo mas mínimo, a su lado iba su único hijo Niall James Horan, el segundo apellido Robert lo escondía porque este chico fue dado a luz por una de las criadas de la antigua casa de Robert, este no dejo que Elizabeth, ya que así se llamaba, lo cuidara y se lo llevo a un lugar en el que jamas lo encontrarían. La mansión Robinson.

— Hola Robert, tanto tiempo — Niall dirigió la mirada hacia un hombre de cabello castaño y ojos verde como el agua, su bigote le hacia gracia y su altura era normal, era delgado y estaba vestido con un traje de etiqueta.
— Mi querido amigo Patrick — Luego de que se saludaran en el umbral de la puerta caminaron hacia la sala.

En la pared había millones de fotografías, en algunas había una mujer joven de piel pálida y cabello marro, los ojos de la mujer eran brillantes y su color era esmeralda. En sus brazos cargaba una bebe, la cual aparecía en otras fotografías hasta que llegaban a una pared decorada con una hermosa muchacha de cabello rubio y ojos esmeralda, la piel pálida hacia parecer que era de porcelana y los finos rasgos daban ternura.

— ¿Quien es ella? — Niall por primera vez se había dignado a hablar, el Señor Robinson se detuvo rápidamente y su mirada se lleno de tristeza.
— Niall, no creo que deba interesarte quien es — Robert jamas había estado tan nervioso como en esta ocasión.
— Su nombre era Aurora, pero le decían Bella — El Señor Robinson presentaba su hija ante los ojos del joven Niall Horan y su padre Robert Horan.
— Mis condolencias amigo, ¿Hace cuanto falleció su hermosa hija? — Pregunto el Señor Horan. Este par de viejos habían tenido una relación muy buena y por cuestión de tiempo dejaron de hablarse.
— Bueno, Bella falleció hace tres años, pero Aurora aun esta viva — Esa frase dejo pensando al único varón joven en la habitación.
— Niall, tu habitación es la segunda a la izquierda — Comento el castaño hombre amigo de su padre.
— Gracias Señor Robinson — Niall hizo una reverencia y se fue a lo que seria su habitación por un tiempo.

Camino por los grandes salones y subió la larga escalera que llevaba al segundo piso de la gran mansión. Su traje se había ensuciado un poco ya que ese pasillo no estaba muy limpio que digamos, llego hasta la puerta que le habían indicado, pero en la de enfrente escucho un ruido raro. Miro hacia ambos lados y como no vio nadie camino hasta la puerta, esta estaba cerrada con llave pero desde la cerradura se veía una hermosa joven durmiendo en la cama. Niall pensó que el Señor Robinson tenia otra hija o tal vez ella era su criada, pero a ninguna criada le daban tantos lujos. Volvió a mirar por la cerradura y esta vez detallo a la muchacha. Piel pálida, cabello rubio y largo y unos rasgos finos. El cuerpo del muchacho se tenso al recordar las palabras del viejo amigo de su padre.