Re: Los Ojos del Demonio (Harry Styles)

por **Adstef_cupcakelove31** Sáb 29 Jun 2013, 4:50 pm

La puta madre, me pueden matar si quieren pero les traigo un mega capitulo de final de temporada que espero que les guste, jamas habia escrito algo tan malditamente largo en mi vida, me he desvelado como loca escribiendo, y ayer lo iba a subir pero me di cuenta que era un capitulo mediocre asi que me la pase toda la noche viendo que hacia con el capitulo y en unos minutos se los subire y quiero que sean sinceras, porque en verdad me esforce muchisimo con este capitulo, pero diganme ¿QUIEN ESTA CONECTADA?

por **AndreaF1701** Sáb 29 Jun 2013, 5:21 pm

¡YO! Maldita sea, hasta que te apareces, me tenias con una jodida preocupacion :O

por **RaquelStyles** Sáb 29 Jun 2013, 5:32 pm

Yo! Por fin apareces, me tenias preocupada. Seguro que esta muy bien. xx

por **RaquelStyles** Sáb 29 Jun 2013, 5:32 pm

Yo! Por fin apareces, me tenias preocupada. Seguro que esta muy bien. xx

por **.cheshire.** Sáb 29 Jun 2013, 5:53 pm

Yo yoyoyoyoyoooyoyoyoy, que en todo caso vendria a ser nueva lectora ! Pero tenia otro usuario con el que comentaba y lo borre !
La amo, espero el cap con ansias

por **Adstef_cupcakelove31** Sáb 29 Jun 2013, 6:06 pm

No hay porque preocuparse chicas, aun las seguire atormentando con mi novela por mucho tiempo wuajaja, bueno ya estoy corrigiendo la ortografia, esperendo en unos minutos.

por **.cheshire.** Sáb 29 Jun 2013, 7:10 pm

Sigala sigala doña !

Me re copa hablar gringo *.*

por **Lady Horan Styles ;-)** Sáb 29 Jun 2013, 7:15 pm

._./ manito arriba
Hasta q aparece tienes suerte de q no conozca tú casa xq sino ahorita mismo estarías .... me voy a calmar sólo xq se q subías Caps hay q emB-)B-)oción
Sigurla Sigurla please. ;-) <3.<3

por **Adstef_cupcakelove31** Sáb 29 Jun 2013, 7:30 pm

Los Ojos del Demonio (Harry Styles) - Página 14 Tumblr_mp6k9kVmHZ1rvnfvbo1_500

Capitulo 16. Un giro inesperado

El otoño estaba por terminar, el invierno estaba cubriendo parte de Durham con su desdeñosa capa de nieve, y el bosque no había sido la excepción ante la magia que producía el invierno. Las frías corrientes heladas producían en Dina escalofríos mientras dormía, a pesar de ambos estar cubiertos con la pesada manta que producía el calor suficiente para ambos, parecía que el cuerpo de Dina ocupara más que ese calor. Harry negó con una sonrisa en el rostro girando en la cama para así caminar hasta la ventana.

Tres semanas habían pasado desde aquel incidente con Gian, las cosas habían vuelto a la normalidad… por así decirlo. Los demonios no habían vuelto a molestarles, pero él sabía que en cualquier momento regresaría Fabela por venganza, trayendo consigo a unos cuantos para cuidar su espalda, por otro lado las preguntas de Louis le hacían sentirse abrumado, sus sentimientos habían cambiado repentinamente hacia esa chica que ahora estaba tumbada en su cama.

No se permitiría pensar negativamente, no después de todo aquello que había pasado. Le había protegido y no permitiría que nadie le hiciera daño, no ahora que él no quería perderla. Sacrificaría a cualquiera para llevar su venganza a cabo, ese sentimiento no había desaparecido, debía haber algun bastardo de Nerky caminando por el mundo y él lo encontraría. Su sed de ser humano ahora estaba más que a tope, estaba convencido de que ahora lo quería más que nunca, y todo por querer envejecer al lado de una mirtingasi.

El libro de Tusincar le había hecho volver en sí, pero a pesar de saber que Dina era la descendiente de un arcángel le ponía los pelos de punta, y más dudas surgían en él, “La marca” esa marca que estaba en el cuerpo de la chica le ponía mas dudas en su cabeza, ¿Cómo podía no ser una más de las bastardas de Nerky y llevar esa marca?

El crujir de la cama le hizo girarse, teniendo una buena visión a pesar de no haber amanecido aun no pudo captar a Dina en la cama.

-Harry… - escucho entre risas. Una sincera sonrisa se le escapo cuando logro localizarla de espaldas a él.

-Ve a descansar, gatita… aun no amanece – Dina giro sobre sus talones, su mirada estaba ida mientras sostenía un cuchillo en sus manos.

-Me iré a dormir para siempre…solo debes pedirlo – dijo levantando el filoso artefacto, llevándolo a su cuello.

-Hazlo – esas palabras salieron de su boca, pero él no había querido decirlo.

Dina sonrió sardónicamente mirando a Harry, el cuchillo fue pasado lentamente por su cuello haciendo un corte en la yugular. El rizado no podía hablar, ni siquiera podía moverse para detener aquella atroz escena que estaba presenciando. El cuerpo de Dina cayó frente a él desangrándose, abrió la boca pero ningún sonido salía de él, quería gritar, que alguien viniera a ayudarle pero parecía que no iba a pasar.

Un agitado Harry despertó por la mañana sobre su cama, su respiración era agitada y fue ahí cuando se dio cuenta que todo era un sueño, un mal sueño. Su mirada busco a Dina a su lado pero no le encontró, tan solo unas gotas de sangre que le condujeron al baño, aun sin recuperarse del todo, su cabeza estaba formando hipótesis de lo que había causado esa sangre.

Abrió la puerta del baño topándose a Dina de espaldas, su cabeza estaba hacia abajo mirando como la sangre corría por el lavamanos.

-Dina – dijo alarmado sosteniéndola por la cintura. Ella se giró hacia él con la nariz y parte de los labios cubiertos de ese espeso liquido rojo.

-¿Te desperté? – se encogió de hombros cubriendo su nariz con la palma de su mano. Harry negó.

-¿Has asesinado a alguien con tus dientes? – pregunto apartando la mano de Dina de sus labios. Ella rio negando dejando que el rizado le limpiara.

-Una pequeña hemorragia… nada de qué preocuparse.

-Mis sabanas tienen tu sangre, eso es de preocuparse… pensaran que te quería asesinar – ella rio ante sus palabras, Harry cogió papel pasándolo por las partes que estaban cubiertas de sangre.

-Las llevare a casa para lavarlas – se encogió de hombros, él rio negando. – Sabes que puedo limpiarme sola, Harry. – decía mientras el rizado pasaba el pañuelo por debajo del agua.

-Solo trato de cuidarte, gatita – sonrió hacia ella pasando el pañuelo ahora húmedo por debajo de la nariz de la chica.

-Últimamente te has vuelto muy sobreprotector… No siempre podrás estar a mi lado, debo saber defenderme por mi misma – el rizado se encogió de hombros restándole importancia. – ¿Qué es lo que pasa conmigo? – la pregunta fue más para ella misma que para Harry, el rizado le miro por unos segundos, sus ojos estaban conectados, un sentimiento de culpa surgió en Dina, ella no podía decir que su padre era un arcángel, así como tampoco podía saber si su padre estaba ahora furioso con ella por tomar la decisión de seguir con Harry.

-Has quedado limpia de nuevo – murmuro tirando el pañuelo al cesto de la basura. – Es hora de desayunar – sonrió separándose de ella. – Prepárate para bajar – le dijo para después desaparecer por la puerta del baño cerrándola detrás de él.

Dina apoyo su espalda contra la puerta, se fue deslizando hasta quedar sentada sobre el frio suelo.

¿Qué era lo que estaba haciendo? Gian había muerto, y tanto ella como Harry sabían que Fabela regresaría, podría incluso ser una mala idea huir de todo esto, pero estaba atada a esta vida, lo normal no iba con ella, no más. Dio un largo respiro mirando las gotas de sangre que habían caído de su nariz al suelo. Algo inusual en ella, jamás había sangrado de esa forma, a menos que hubiera un golpe de por medio, pero esta vez no hubo nada, tan solo despertó sintiendo el amargo sabor a sangre correr por su garganta, tal vez podría tratarse de algo congénito, más tarde le preguntaría a su madre, una vez estando en casa.

Había pasado todas las noches junto a Harry, algunas veces en su casa y otras veces en casa de los cinco demonios. Su madre no había sospechado nada ante sus escapadas por la noche, pero todo esto era gracias a la ilusión que Harry había puesto en su habitación, la señora Madeline al entrar a la habitación de Dina siempre vería a su hija haciendo cualquier cosa –excepto cuando la real Dina se encontrara ahí- eso incluía verla dormir antes de que ella fuera a la cama. Dina se había negado al principio, ella sabía que jugar de ese modo con su madre era casi un crimen ante su relación de confianza que había entre ellas. Por otro lado, había querido ir a visitar a Apple desde su regreso de Nueva Zelanda, pero por una cosa o por otra lo dejaba de lado.

Su padre, Miguel, era quien le hacía preocuparse y cuestionarse varias cosas, ¿Qué estará pasando con él ahora mismo? Tendría que llamar su atención para así poder contactar con él, pero eso sería más tarde, ya que no estuviera cerca de algun demonio.

-Café italiano tostado, por favor – dijo Louis sentándose en su respectivo lugar en la mesa, Verónica rodo los ojos poniendo un poco de ese líquido oscuro en una taza de porcelana, coloco la taza frente a Louis mirándolo mal.

-¿Qué pasa? – se quejó el ojiazul. Verónica alzo una mano restándole importancia.

-Prepotente – dijo Liam sentándose a su lado. Louis frunció el ceño.

-¿Qué está mal aquí? – pregunto Louis mirando a Verónica, ella no le miro solo continuo sirviendo el café en una taza más para ella y otra para Liam, junto con el diario de Durham del día.

-Buenos días, puñeteros y Verónica – Niall se coló en la cocina después de saludar efusivamente a todos, un poco de cereal para él.

-La señora Wind ha preparado el desayuno esta mañana, lo menos que podemos hacer es comer lo que hizo y no prepararnos otra cosa… - se quejó Verónica quitándole la caja de cereal y el tazón a Niall, el rubio frunció el ceño mirando hacia el recipiente sobre la mesa.

-Mientras sea comestible – se encogió de hombros.

-Niall ayúdame con los cubiertos, tendremos un desayuno como una familia esta vez – le pidió Verónica. El rubio tomo platos y cubiertos para colocar en la mesa.

-¿Qué tenemos aquí? – La voz grave de Harry hizo que Liam alzara la vista del diario de Durham – Todos están reunidos – sonrió tomando una taza de porcelana – Verónica ¿podrías darme un poco de ese café italiano que tan bien te sale? – la castaña sonrió tomando la cafetera de cristal sirviendo el líquido oscuro en la taza.

-Amanecimos de buen humor hoy – Verónica sonrió al decirlo.

-Buen sexo fue lo que tuvo anoche – comenzó Niall a lo que Liam le lanzo un pedazo de pan, el rubio lo esquivo riendo.

-¿Dónde está Dina? – pregunto Louis a Harry.

-Bajara en unos minutos – Niall soltó una risa escuchando a Harry.

-La dejaste exhausta… - Verónica paso detrás de él dándole un ligero golpe en la cabeza con su mano. – ¡Heyy! – se quejó el rubio.

-Concéntrate en tu desayuno – le ordeno tomando asiento en su lugar en la mesa.

-Sí, abuela – se quejó mirando mal a la castaña.

-¿Dónde está la señora Wind? – pregunto Zayn entrando al comedor.

-Buenos días, niño de la selva – saludo Louis. El moreno rodo los ojos esperando que alguien respondiera a su pregunta.

-Ha salido temprano… - Verónica hablo sirviendo un poco de esa ensalada de zanahoria, col y vinagre que había preparado la señora Wind.

-¿Dijo a donde iría? ¿A qué hora regresaría? – continuo preguntando el moreno.

-Solo dijo que no tardaría mucho… - se encogió de hombros. Zayn tomo asiento para comenzar a desayunar – Harry… - la castaña llamo su atención. – Dina ha tardado en bajar ¿Por qué no vez que le está atrasando? El desayuno se terminara con estos hombres animales en la mesa – echo un vistazo hacia Niall quien ya llevaba la tercera porción de aquella ensalada.

El rizado no dudo en ir en la busca de Dina, dio un último sorbo a su café, segundos después ya estaba dirigiéndose a las escaleras. Dio dos golpecitos a la puerta asegurándose que Dina no estuviera ocupada pero no recibió respuesta del otro lado, frunció el ceño abriendo la puerta de un tiron.

-Gatita – le llamo al no verle en la habitación. Sus pies le condujeron hacia la puerta del baño, no se inmuto en llamar a la puerta, solo la abrió encontrando vacío dentro. Solo le quedaba un lugar dentro de su habitación done buscar, se apresuró al subir las escaleras que daban al ático, la puerta estaba entreabierta.

Su mirada recorrió rápidamente el ático desde la entrada, Dina estaba sentada en el viejo sofá rojo hojeando uno de los libros. Ella parecía estar tan metida en la lectura que no se había dado cuenta de la presencia del rizado.

-Te esperamos para desayunar… - dijo el rizado mirándole, la chica dio un respingón mirando hacia Harry con los ojos desorbitados del pánico. – Lamento haberte asustado – sonrió el rizado acercándose a ella.

-Quieres matarme – soltó de inmediato la castaña. Esas palabras aterraron a Harry haciendo que su cuerpo en un impulso tomara a Dina entre sus brazos.

-No es así – exclamo de inmediato. – yo solo intento protegerte.

-Tranquilo Harry, solo lo decía literalmente – sonrió la chica negando con la cabeza al ver el nerviosismo del rizado. -¿Qué va mal? – quiso saber. Él negó con un ligero movimiento de la cabeza.

-Es solo que… - acaricio su mejilla, suspiro pausadamente mirándole – tengo miedo de perderte – el corazón de Dina dio un vuelco haciendo que la castaña le abrazara fuertemente.

-Harry… jamás me separaría de ti, ni aunque el universo se ponga en contra de nosotros… - las palabras que había dicho eran sinceras.

-Sabes perfectamente al igual que yo que esto… - señalo a ambos – no es lo correcto – murmuro dolido por la verdad en sus propias palabras.

-Lo sé – Dina cerro los ojos conteniendo las lágrimas. La verdad dolía.

-Pero ¿Cuándo me ha importado hacer lo correcto? – Dina abrió los ojos rápidamente, los ojos de Harry eran una fascinación para ella, él había permitido que ella le viera de una manera que no se le permitía a los demás, inclusive con los que habitaba en la casa.

Podía ver esos ojos que solo él tenía, sin miedo a salir lastimada le acaricio la mejilla con cariño, Harry cerró los ojos sintiendo el tacto suave que le proporcionaba la mano de Dina. Un gruñido desde la garganta del rizado hizo que Dina sonriera mirándolo disfrutar.

La mano de Dina viajo hacia el abdomen del rizado, le acaricio por encima de su playera blanca sintiendo los músculos tensarse, abrió los labios un poco acercándose mas a él, un pequeño beso deposito sobre los labios del rizado sintiéndose sin aliento demasiado rápido. Las manos de la castaña jugaron con el dobladillo de la playera de Harry, una de sus manos se coló al interior de esta acariciando la tersa piel del rizado, Harry lanzo una maldición tensando la quijada.

-Dina… - susurro conteniendo el aire. – si sigues así, te tomare en este sillón – murmuro contra los labios de la castaña. Dina gimió cuando sintió que Harry le tumbo por completo en el sillón quedando él encima de ella. – Y sabes… lo malo que sería faltar al instituto en lunes – sonrió mientras veía como la castaña se retorcía bajo sus caricias.

Los labios de Harry hicieron un recorrido desde la garganta de Dina hasta llegar al inicio de sus pechos, se detuvo ahí, mirándole por sobre las pestañas, una pequeña sonrisa cuando se apartó y vio como Dina no se recuperaba del trance que había tenido hace unos momentos.

-¿Eso es todo? – pregunto la chica al abrir los ojos y ver como Harry se acomodaba la playera. Harry le miro con diversión.

-Debemos ir a desayunar – dijo divertido al verle indefensa. – Verónica se molestara si no bajamos rápido. – Dina le lanzo uno de los cojines cuando le vio cruzar la puerta para bajar a su habitación.

-Buenos días señorita tengo-mas-tiempo-para-mi-novio-raro – Dina sonrió acomodando sus libros en el casillero.

-Lo siento, iba a llamarte – cerro la puertita del casillero mirando a la pelirroja frente a ella.

-¿Cómo va tu vida? Después de… - Apple hizo un gesto despreocupado sin terminar la oración. Dina frunció el ceño comenzando a caminar, la pelirroja le siguió a paso veloz danzando por el pasillo. – Sabes que los chismes siguen en el instituto, sabes que la mayoría le tiene miedo a Harry desde la muerte del profesor Guinner…

-Harry no asesino a nadie – dijo molesta la castaña. Sabía que Apple podría ponerse algo insoportable al tratarse de Harry o alguno de los otros cuatro demonios.

-Dina… aunque las pruebas hayan indicado al final de cuentas que él no hizo nada, sabes perfectamente que es el primer sospechoso tan solo por salir de la escena del crimen huyendo – la castaña negó con la cabeza, si tan solo Apple supiera lo que había pasado en realidad las cosas serían diferentes, tal vez ella no estaría en contra de Harry como lo estaba ahora.

-No quiero discutir sobre lo sucedido hace dos meses atrás – se dio la vuelta dejando a una Apple sola en el pasillo.

El día en el instituto había transcurrido de lo más lento para Dina. No se había topado con Harry o con alguno de los chicos, para la hora del almuerzo se la paso sentada en los jardines sosteniendo su libro de aritmética, ni siquiera Apple había aparecido en clase de historia.

Salió deprisa esperado toparse con el Audi de Harry, pero solo habían aparcados algunos coches del profesorado. Frunció el ceño sosteniendo su mochila en el hombro, bajo las escaleras procurando no resbalarse con las escarchas de nieve.

Podría ser un buen día después de todo, aun no se terminaba y tenía muy olvidada su pasión por las fotografías. Se desviaría en su camino, había lugares en Durham que aún no conocía y por lo tanto necesitaba fotografiar algo.

Serian solo ella y su cámara.

Su lente captaba cada rincón haciendo fascinante para Dina el poder captar todo a su alrededor con tan solo apretar un botón y enfocar lo que quería.

-No creo que sea buena idea hacer eso – Dina dio un paso hacia atrás cuando una chica apareció en su lente, bajo la cámara. – Siento haberte asustado.

-No hay problema, estoy un poco paranoica hoy – sonrió queriendo apartar el nerviosismo de su cuerpo.

-Tuve la culpa, ¿Qué te parece si para pasar el mal rato te invito un trago? – Dina negó rápidamente. Ella no debería estar hablando con alguien desconocido, por más confianza que le inspirara la chica, no debía.

-Debo ir a casa temprano… mamá puede preocuparse si no llego a la hora de la comida – la chica hizo una mueca de desagrado.

-Espero encontrarte en otro momento – sonrió.

-Un placer…

-Renny – dijo dándole un aire de gentileza al pronunciar su nombre.

-Dina – se presentó ella, para después estrechar su mano con la de la chica de nombre Renny. Se despidió sin mirar atrás y camino hasta su hogar.

-Mamá… - colgó su abrigo en el perchero, dejo su mochila en el suelo. – Como siempre no hay nadie – mascullo molesta.

-Yo no estaría tan seguro – una voz profunda le sorprendió en el vestíbulo.

-Preguntaría ¿cómo entraste? Pero se cómo lo hiciste… - paso delante de él yendo a la sala, se tumbó en el sillón abrazando uno de los cojines.

-Deberías acostumbrarte ya a esas entradas – rio el rubio yendo a su lado, para sentarse igual.

-¿Dónde está Harry? – pregunto Dina cambiando de canal sin poner atención al televisor en realidad.

-Tu madre ha dejado unas tortitas de papa en el horno – la castaña se giró para verle bien.

-¿Has visto a mi mamá? – el asintió.

-No siempre entro de la forma inadecuada, Dina. – sonrió más para complacerse él mismo.

-¿Por qué te dejaría solo en casa mientras ella no está?

-Porque le indique que debía esperarte, aparte le agrade con mis recetas de cocina irlandesa – Dina rio mostrando sus dientes.

-Da igual, Niall… ahora quiero saber ¿Dónde está Harry?

-Información que no puedo proporcionarte – la castaña le dio un golpe en el hombro pero él pareció no molestarle.

-Así que serás mi guardián por hoy… - farfullo molesta.

-No sé si solo por hoy, no dijo cuándo regresaría – la diversión de Niall aumentaba al ver enojada a Dina.

-Este día no podría ser peor – se levantó del sillón caminando hasta su habitación.

-Acostúmbrate a mi presencia – le grito Niall desde abajo.

-¿y ahora qué? ¿Dónde diablos se metió Harry? – decía molesta después de cerrar la puerta de su habitación de un golpe.

Se sentía egoísta al querer a Harry cerca de ella y de nadie más, pero así es el amor ¿no? Se dedicó a terminar los deberes que tenía pendientes, algo de bioquímica, que por cierto la odiaba hasta lo más profundo de su ser.

Recopilo todos sus trabajos de los últimos días, el internet siempre era una forma fácil y económica de hacer las tareas que no entendía. Encendió su computador tecleando “células madre” un sinfín de opciones en links aparecieron en el monitor, una sonrisa curvada apareció en el rostro de Dina, tendría mucho que leer ese día.

-Apple está aquí – escucho a Niall desde afuera de su habitación.

-Déjale pasar… - se reincorporo en la silla mirando hacia la puerta abrirse.

-¿Por qué te encierras en tu habitación? – pregunto la pelirroja incrédula.

-Tengo cosas pendientes del instituto – murmuro con pesar.

-Pero tienes a un gran niñero ahí abajo, podrías divertirte con él – sonrió maliciosa tumbándose en la cama, haciendo que algunos cojines cayeran al suelo.

-No comiences con eso – resoplo la castaña.

-¿Qué? Diviértete mientras tu novio no está para visitarte – Dina le miro con el ceño fruncido.

-¿Cómo sabes que Harry no está aquí?

-Él rubio no estaría aquí cuidándote si Harry estuviera en el pueblo o a menos de unos metros de ti – Dina arqueo una ceja analizando las palabras de Apple.

-No he visto a Harry desde hoy en la mañana – murmuro con pesar encogiéndose de hombros. – No tengo idea de donde este…

-¿Por qué no le llamas a su celular? – Dina negó.

-Debió haberme avisado donde estaría esta tarde, no lo vi en el instituto – se levantó de la silla yendo a su cama, se recostó al lado de Apple ocultando su rostro con una almohada.

-Harry sabe cómo cuidarse, y recuerda que si algo malo le ha pasado ya lo sabríamos… las malas noticias son las que llegan primero.

-Solo deseo que este aquí.

-Cambiemos de tema, no quiero que te deprimas mientras este aquí… - Apple abrió su bolso regando lo que traía dentro sobre la cama, Dina alzo la cabeza observando las hojas que yacían en su cama. – he encontrado algunas cosas de interés mientras no hablábamos…

-¿Qué es? – pregunto sentándose en la cama con las piernas cruzadas.

-Son escritos antiguos… - Apple le miro – sobre demonios – dijo al fin. Dina sintió sus manos hormiguear sentir el suave papel.

-¿Qué es lo que quieres con esto?

-Dina… - suspiro la pelirroja, le miro por unos momentos para después comenzar a hablar. – sé que tal vez no te des cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor… hay seres inimaginables que habitan cerca de nosotros los mortales… -la castaña soltó el aire que estaba conteniendo. Mientras Apple siguió hablando con fascinación - Hay tanto que quiero que sepas sobre esto, incluso debo contarte uno de mis pasatiempos y trabajo familiar – sonio abiertamente.

-¿De qué demonios estás hablando? – exclamo Dina espantada de lo que su amiga hablaba, sabía perfectamente que Niall podía oírle a pesar de él estar lejos de ambas, sus capacidad en convertirse en lobo le proporcionaba el tener un oído agudizado en cualquier entorno.

-No me vengas con que no crees en demonios y ángeles – Dina frunció el ceño escuchándole.

-No quiero escuchar nada sobre eso ahora – mascullo intentando que Apple captara la indirecta de que Niall estaba abajo.

-No veo porque esperar… - suspiro encogiéndose de hombros – de acuerdo, en otra ocasión tu y yo hablaremos sobre todo esto, y poder explicarte porque estuve tan ocupada también en estos días, y déjame decirte que no se trataba de visitar a un novio – sonrió a lo que Dina lo hizo también.

-Tu mamá acaba de llegar – escucho del otro lado de la puerta, segundos después se abrió dejando ver el rubio cabello de Niall.

-Bajaremos en unos momentos – el rubio asintió desapareciendo de la habitación.

-Supongo que debo irme… se ha hecho tarde – murmuro levantándose de la cama y comenzando a guardar los papeles que había dejado sobre la cama.

-Podrías quedarte a cenar – Apple negó sonriendo ante la propuesta de Dina.

-Prometí ayudarle a mi hermano con algunas cosas después del instituto – se encogió de hombros. La castaña se sorprendió al escuchar la palabra “hermano” no es como si Apple hablara de él, ella creía que la pelirroja era hija única. Dina comenzó a caminar escaleras abajo con Apple detrás de ella.

-Entonces será para la siguiente – Apple sonrió al llegar al vestíbulo.

-Apple ¿te quedas a cenar? – la señora Madeline ya estaba al lado de ellas mirándoles con una sonrisa.

-Lo siento, señora… debo llegar temprano a casa – se excusó.

-Es bueno verte de nuevo por aquí, Apple – sonrió su madre despidiéndole.

-Es bueno verla también, señora – sonrió la pelirroja. La señora Madeline desapareció por la cocina dejándoles solas. – Te veo mañana – Dina asintió, ambas caminaron en silencio hasta la puerta, Apple salió y con un ligero movimiento de mano se despidió.

Dina soltó un suspiro.

¿Qué había sido todo eso? Apple hablando de demonios teniendo a un demonio bajo el mismo techo, pero no es como si la pelirroja lo supiera. Tenía que tener esos papeles que Apple le había mostrado hace unos momentos, bien podían ser solo patrañas sobre los demonios, mañana hablaría con ella sobre eso.

-Dina… ayúdame con las patatas – le grito su madre desde la cocina.

-¿Dónde está Niall? – pregunto la castaña tomando el cucharon en sus manos y girando el espeso liquido de patatas.

-Está en el huerto del señor Smith – sonrió Madeline – nos hacía falta unos aguacates – le sonrió de regreso a su madre siguiendo con su tarea en las patatas.

La noche se había llegado, Niall se había marchado o eso era lo que penaba Dina, y Harry no había aparecido en todo el día, muchas dudas y preguntas son las que pasaron por la mente de la castaña, inclusive había cuestionado a Niall en la cena sobre eso, pero él se negó a responder.

Estaba tumbada en la cama mirando el techo, un poco de luz entraba por la ventana de su balcón, deseaba en silencio que Harry estuviera ahí con ella. No fue hasta que el sueño le venció que dejo de pensar.

“Un enorme salón del siglo XVIII estaba frente a ella, miro sus ropas, estaba vestida con un vestido de la época medieval, su cabello recogido con horquillas y algunos rizos caían en sus patillas, un estruendo se escuchó al otro lado de la puerta principal haciendo que se quisiera esconder, pero fue imposible cuando las puertas se abrieron.

-Una donación solamente, no pienso hacer más gastos en esa casa hogar sin saber que los niños están recibiendo la ayuda necesaria… - decía un hombre alzando las manos dramáticamente, otro hombre venía detrás haciendo algunas anotaciones en lo que sería algun pergamino. – ¿Dónde se ha metido la Sra. Julia? – pregunto mirando a todos lados en el vestíbulo.

-Señor… creo que… - decía el otro hombre.

-¿Qué pasa Oscar? – el otro hombre le hizo una seña hacia donde Dina se encontraba, él hombre “dramático” se giró en dirección a la castaña, cualquier gesto de desagrado había desaparecido, haciendo una sonrisa de los labios del hombre. - ¿Puedo hacer algo por usted, srita…? – Espero a que dijera su nombre, Dina solo miro sin entender lo que pasaba a su alrededor.

-Dina – dijo rápidamente, a lo que el hombre frunció el ceño “tal vez debí decir mi apellido” se amonesto ella misma.

-¿Qué le parece si charlamos en mi despacho? – Dina asintió sin saber que más decir, de todos modos ¿Dónde se encontraba? Debía estar soñando para encontrarse en esa época. – Por aquí – le indico el hombre.

El despacho era amplio, las paredes tenían un toque de refinado, estanterías con varios libros, un escritorio en el centro, la ventana estaba completamente abierta dejando entrar la luz a la habitación.

-Tome asiento… estaré con usted en unos momentos – el viejo hombre salió del despacho cerrando la puerta detrás de él. “Debo salir de aquí” pensó Dina mirando por la ventana, si tan solo el vestido le dejara saltar, ella podría escapar sin ser vista.

La puerta se volvió a abrir, una joven de mediana estatura y cabello oscuro entro, parecía no ser muy mayor que ella, pero cuando la chica le miro, Dina sintió que le había visto antes.

-¿Puedo ofrecerle algo de beber? – pregunto sin verle a los ojos, se veía cohibida.

-Una soda está bien – murmuro Dina, la chica frunció el ceño aun sin mirarle.

-Lo siento srita, no tenemos… sod… soda… ¿le gustaría un té? - Dina asintió para después hablar.

-¿Qué día es hoy? – pregunto dudosa.

-Trece de marzo – sonrió la joven dispuesta a retirarse, pero Dina le detuvo con otra pregunta.

-¿De qué año?

-1723, srita. – La castaña se quedó boquiabierta cuando la joven salió de la habitación. “¿Qué carajo está pasando?” pensó pasando nerviosamente su mano por su frente, como si intentara aplacar el dolor de cabeza “Debo estar soñando, no puedo estar en otro año, ni siquiera existía” se dijo a sí misma.

Debía salir de ahí antes de que aquel hombre regresara, ¿e qué demonios iba a hablar con él? No sabía ni siquiera en donde se encontraba ¿estaba aún en Durham? Soltó una maldición caminando hacia la puerta, la abrió con cuidado de no toparse con nadie más y salió deprisa.

Localizo la puerta principal pero no pudo continuar caminando, el hombre estaba de pie discutiendo de nuevo con el otro hombre de nombre Oscar, se dio media vuelta buscando desesperada otra salida, una puerta que ella suponía daba a la parte trasera de la casa, comenzó a caminar vigilando que nadie le viera.

Pasos provenientes de las escaleras le hicieron detenerse.

-Madre, no creo que sea buena idea el desposarme con Sir Ghinter – protestaba una voz femenina.

-Oh, hija… - la voz de alguien mayor resonó en el lugar acompañada de mas pasos. – el matrimonio será lo mejor, hija mía, la familia Ghinter es reconocida en Londres por sus aportaciones a las finanzas, será una buena vida para ti a pesar de que no se trata de alguien de la realeza. – Los pasos se iban alejando y así las voces se convirtieron en murmullos.

Dina suspiro comenzando su caminar hasta su destino, aquella puerta de madera frente a ella.

Cuando llego dio un suspiro abriéndola con cuidado. Salió sin mirar atrás, un hermoso jardín con algunos rosales decorándolo, un laberinto en medio que podía ver a sus anchas gracias a que era un balcón en el que estaba.

Sus pasos se hicieron calmados cuando bajaba las escaleras.

En medio del jardín pudo ver a un par de chicos conversando, se les notaba fascinado con la charla, uno de ellos movía las manos intentando aparentar explosiones por lo que podía apreciar Dina.

La castaña se movió más de cerca para tener una mejor visión, él chico de cabello alborotado giro en dirección a Dina su cabeza pero sin verle. La boca de Dina cayo abierta al notar de quien se trataba. Era él, era su Harry. No dudo en acercarse a él, tal vez él podría decirle que estaba pasando.

-HARRY – soltó mientras iba bajando los últimos escalones. El rizado se giró para verle pero no recibió respuesta de parte de él. Dina se lanzó a sus brazos apretándolo contra su cuerpo, odiaba el hecho de llevar vestido vaporoso, no le permitía acercarse lo suficiente a él.

-Srita… - se quejó el rizado mientras que su amigo se reía simulando toser. – Srita… -volvió a decir.

-Harry – la castaña dijo de nuevo, separándose de él le miro - ¿Qué es lo que paso? ¿Cómo es que estamos aquí? En este año… ¿Por qué me visto con esto? No entiendo nada… - la voz de Dina se fue apagando cuando vio la confusión en el rostro de Harry.

-Srita. Podría explicarnos ¿Por qué acorralo de esa forma al joven Styles? – Dina giro un poco su cabeza topándose con la mirada divertida de Louis, su acento era diferente al que recordaba.

-¿Qué sucede? Louis ¿no me recuerdas? – Louis parecía analizar la pregunta de Dina, pero al final negó. – ¿y tú, Harry?

-Dudo mucho que nos hayamos topado antes, no olvidaría su rostro por ningún motivo – sonrió amablemente el rizado, y al igual que Louis el acento londinense se hizo presente en él también.

-Me siento una tonta – dijo finalmente dándose cuenta que todo andaba mal. Lagrimas amenazaban con salir de sus ojos.

-No hable así de sí misma, no debería tirarse tierra usted misma… - le reprendió Harry frunciendo el ceño pero sin apartar su sonrisa.

-Lo soy… y ahora creo que estoy perdida…

-Creo que no lo está – la castaña frunció el ceño – el cambio de horario debió afectarle un poco – decía Louis.

-Londres causa ese efecto en los extranjeros – se rio Harry de su propia broma. Así que se encontraba en Londres.

-¿Qué día y año se supone que son? – pregunto esperanzada aun de que hubiera escuchado mal cuando la joven se lo había dicho, pero de ser así ¿Por qué Harry y Louis no le recordaban? Y ¿Por qué todos vestían de esa manera?

-Trece de marzo de 1723 – anuncio Louis.

-Creo que si estoy perdida – dijo más para sí misma.

-¿Qué le parece si le muestro el lugar? – pregunto Harry mirando a Dina. Él Harry amable le gustaba a la castaña, se veía en la chispa de sus ojos, “sus ojos” pensó, no había visto que eran de un verde hoja, así debían ser los ojos de Harry antes del incidente con el demonio. - ¿Señorita? – insistió Harry. Dina solo asintió.

-Un placer Señorita… - Dijo Louis esperando su nombre.

-Trevlos… - murmuro ahora su apellido, no planeaba equivocarse de nuevo.

-Un placer Srita, Trevlos – repitió Louis – Harold nos vemos más tarde – el rizado asintió, ambos observaron a Louis desaparecer rumbo a las escaleras.

-Bien… Srita Trevlos, vayamos a mostrarle el jardín – Harry le ofreció su brazo, a lo que Dina lo tomo sonriente. Un silencio incomodo se hizo presente entre ambos cuando caminaban por el empedrado al lado de los rosales.

-¿En serio no me recuerdas? – Harry frunció el ceño negando con la cabeza.

-Como lo dije antes, me temo que no olvidaría su rostro… pero al verle tan insistente supongo que usted me recuerda, podría contarme ¿Cómo nos conocimos?

-Tal vez si te beso ahora mismo lo recuerdes – la castaña se encogió de hombros, Harry rio gentilmente negando de nuevo.

-Me temo que esa no es la mejor idea, podrían vernos y eso perturbaría su decencia – decía el rizado.

-De acuerdo, creo que tendrá que ser como tú digas… la historia – frunció el ceño comenzando a recordar. – Ambos vivimos en Durham, vamos juntos al instituto, incluso Louis va con nosotros, claro que en diferentes clases ya que no tenemos el mismo horario… - miro a Harry, él le miraba atento mientras seguían caminando – tu eres un… - de pronto se sintió perturbada porque no sabía lo que iba a decir, era como si estuviera olvidándolo todo.

-¿Un qué? – quiso saber Harry.

-No lo recuerdo con exactitud, pero había animales cuando yo estaba en el cementerio, recuerdo a un chico rubio… Niall y también recuerdo un cuerpo junto con un chico moreno… Zayn – dijo frunciendo el ceño sin poder recordar con claridad, eran solo vagos recuerdos en su mente. – También este otro chico que era como el responsable de ustedes… no recuerdo su nombre…

-Entonces me dice que nos conocimos en el instituto – Dina asintió mirándole – un instituto en Durham… ¿Dónde está ubicado ese lugar en el mapa precisamente?

-Al noroeste de Inglaterra – dijo dudosa.

-No creo recordar haber visitado Durham, ni haber asistido al instituto en tal lugar – Dina frunció el ceño.

El rizado se encogió de hombros disculpándose.

Dina se dejó caer en el empedrado, el vestido se abulto a su alrededor, oculto su rostro con ambas manos frustrada de la situación.

-Tranquila Srita Trevlos… - Harry se inclinó a su lado.

-No puedo estar tranquila Harry… ¿Por qué demonios me llamas Srita Trevlos de todos modos?... – El rizado le miro confundido – no es como sueles decirme – tiro de su cabello queriendo deshacer el peinado, Harry le tomo de las manos deteniéndola.

-Usted me llama “Harry”… - la castaña le miro frunciendo el ceño – solo familia y amigos cercanos me llaman así – Dina resoplo y supo que era imposible hacerle recordar. – pero podemos arreglar el cómo le llamo ¿Cuál es su nombre Srita?

-Tan solo dime Dina – mascullo molesta. Harry le tomo por la barbilla haciéndole mirarle.

-Dina… no creo que debamos llamarnos por nuestros nombres frente a mi familia o a la suya, ¿Qué le parece si solo lo hacemos cuando estemos conversando nosotros solos? – propuso.

-Ya da igual… - resoplo jugando con las costuras de su vestido.

-No da igual… Dina – sonrió mostrando sus dientes.

-Claro que sí, no recuerdas nada acerca de mí, ni siquiera de nosotros… - alzo las manos dramáticamente.

-¿Nosotros? – Dina asintió – entonces explíqueme que paso con “nosotros” – le animo Harry sin apartarse de su lado en el empedrado.

-Srita Dina… - la voz de una mujer le hizo mirar hacia arriba. – la he estado buscando por todas partes – suspiro con alivio al ver de quien se trataba, era Verónica, vestía un vestido similar al de la castaña pero un poco más escotado en la parte delantera, su peinado estaba más arreglado y llevaba una sombrilla de encaje cubriéndole de los rayos del sol.

-¿Verónica? – ella sonrió ayudándole a levantarse del empedrado.

-Creí que le había perdido –Dina frunció el ceño – debe descansar después del viaje, se lo prometió a su madre – la cabeza de la castaña aun no entendía como era esto posible.

-¿Lo hice? – Verónica asintió con la sonrisa en el rostro aun.

-Supongo que nos veremos a la hora de la cena – le dijo Harry a Dina – un placer señorita Trevlos – tomo su mano inclinándose y besando la parte superior, la castaña sintió ruborizarse. – Nos vemos – se despidió cuando Verónica le indico a Dina que debían comenzar a caminar.

Ambas se encontraban subiendo las escaleras para entrar a la casa cuando Verónica comenzó a hablar.

-¿Estas bien? – Dina bufo subiendo el último escalón y echando una mirada hacia atrás, Harry aun seguía mirándoles, sonrió inclinando un poco la cabeza en forma de despedida de nuevo a lo que Dina solo sonrió.

-Creo que necesito respuestas coherentes – mascullo cuando uno de los criados abrió la puerta. Después de un “gracias” al hombre de parte de Verónica ambas se introdujeron en la casa.

-Las preguntas pueden esperar para cuando estemos en la habitación designada por el Señor Styles – Verónica la condujo escaleras arriba.

Entraron a una habitación, Verónica cerró la puerta con llave, segundos después ya estaba al lado de Dina.

-¿Qué le has dicho a Harry? – pregunto quitándose los guates, los dejo sobre el tocador.

-No mucho, solo las pequeñas cosas que recuerdo – se sentó en la cama quejándose por el vaporoso vestido - tan solo quiero saber ¿Qué demonios hacemos en el año 1723?

-Esta mañana… - suspiro la ojiverde – después de que se marcharon al instituto, Harry regreso a casa, balbuceaba sobre cómo había visto a Renata en el instituto mirándole, dijo que había algo extraño en ella…

-¿Quién es Renata? – pregunto rápidamente la castaña.

-No lo sé, él jamás había mencionado a nadie con ese nombre… pero esta mañana se veía alterado, creí que iba a arrancarse el cabello… - suspiro afligida. – después de que se calmo dijo que debía ir a un lugar, para ese entonces ya estaban todos los chicos en casa, habían llegado mucho antes de que las clases se terminara, Harry le pidió a Niall que se quedara cuidándote, no me permitió acompañarlos, me dijo que me quedara en casa, tu podrías necesitar algo…

-¿Qué lugar? Verónica debes recordar…

-No dijo, creo que quería mantenerme alejada de su plan, ni siquiera recuerdo lo que paso después de que se fueran de casa… – dijo frustrada – lo que no entiendo es ¿Por qué estamos en este año y precisamente en la casa de Harry?

-13 de marzo de 1723 – dijo Dina con pesar. – Yo no existía aun…

-Y yo no conocía a Harry en este tiempo… - Verónica pareció atar cabos, miro a Dina con asombro - acabas de decir 13 de marzo de 1723 – Dina asintió. – este año fue el año en que Louis y Harry perdieron su alma…

-¿Qué?

-Harry lo menciono en el tiempo que estuvieron en mi casa de Italia, él dijo algo sobre un compromiso para desposar a su hermana mayor…

-Gemma… entonces Gemma también está aquí – recordó la plática que había escuchado antes de encontrarse con Harry. Dos mujeres en las escaleras, una de ellas debía ser Gemma y la otra su madre. - ¿Cuándo es el compromiso?

-No recuerdo el día exacto, solo recuerdo que es este año y en este mes, Harry no dijo la fecha exacta.

-Pero entonces ¿Qué hacemos tú y yo en este año? ¿Por qué estamos viviendo el pasado? Y ¿Por qué somos las únicas en recordar todo?

-No lo sé, Dina – la frustración de la ojiverde se hacía más visible. – algo grave debió ocurrir cuando Harry y los demás se marcharon.

por **.cheshire.** Sáb 29 Jun 2013, 7:57 pm

NO ! NO NO NO NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO !
Como se te ocurre cortarlo de esa manera ! Me encanto, lo ame tanto tanto tantooooooooooooo ! Dios, que dulce se volvio Harry, pero no quiero que la estupida de Renata llegue y la cague toda aaaaaargh
Promete que no vas a tardar en subir el proximo capitulo, sino me voy a morir de angustiaaaa dios MIOOOOOO
Siguela o me muero

por **Max:DD** Sáb 29 Jun 2013, 8:00 pm

*o* ase demaciado tiempo no me paso por aca y mierda perdon:c pero siiguela no puedes dejar asi porfa:c siiguela ILoviuTuyu:33

por **Adstef_cupcakelove31** Sáb 29 Jun 2013, 9:47 pm

[b style="font-size: 1em; font-weight: 700;"]Micky.[/b]

NO ! NO NO NO NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO !
Como se te ocurre cortarlo de esa manera ! Me encanto, lo ame tanto tanto tantooooooooooooo ! Dios, que dulce se volvio Harry, pero no quiero que la estupida de Renata llegue y la cague toda aaaaaargh
Promete que no vas a tardar en subir el proximo capitulo, sino me voy a morir de angustiaaaa dios MIOOOOOO
Siguela o me muero

Que bueno que te gusto, y si, la Renny anda tramando algo!! ya veras que es lo que trama esa arpia xD nahh mejor no digo nada, que despues hago spoiler.

Max:DD escribió:*o* ase demaciado tiempo no me paso por aca y mierda perdon:c pero siiguela no puedes dejar asi porfa:c siiguela ILoviuTuyu:33

Lo importante es que andas por aqui ahora, que bueno que te gusto el capitulo asdfghjklñ love ya more!!!

por **mcamila_99** Dom 30 Jun 2013, 2:09 am

Me dejaste con intrigaaa me encanto este capitulo, pero por favor seguilaaa, me tenes muerta de intriga besos :*

por **san1Dbg** Dom 30 Jun 2013, 7:59 am

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH:wut: DIOOOOS SIGUELAAA!!!!!
LA AMO:(L): :(L): :(L): :(L): :enamorado: :enamorado:

por **Directioner.forever271299** Dom 30 Jun 2013, 9:35 am

Ah! Hasta que apareces, ya me estaba preocupando. En fin, esto esta bien genial, simplemente amo tu novela, por cierto tu la escribes porque tu forma de escribir me encanta. Bien ya que dije esto debes que seguirla mujer eh?!?!?!
:bye: ATTE: Tu fiel lectora Ale(;

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