Stay |Zayn Malik y tu| Terminada

Era un estado de shock impresionante, ____ estaba en una misma cama con otro chico. Ambos estaban ya dormidos. Su ropa estaba a un lado de la cama. Malik no lo podía creer, ¿acaso ____ lo había hecho? Eso era imposible, en su cabeza no cabía esa idea. Pero sus ojos le confirmaban otra realidad. Malik se quedó ahí parado viendo como su mundo caía. Lisa que aún se encontraba a su lado azotó la puerta para despertarlos. Efectivamente ambos despertaron, pero la castaña estaba desorbitada. Al ver en el lugar que se encontraba abrió los ojos rápidamente, tocó su cabeza con las manos, el dolor de cabeza la estaba matando. Al ver a Tom a su lado se sobresaltó, pero lo que más miedo le dio fue ver a Zayn frente suyo.
—Zayn... -se quejó.
—Mejor me voy. -dijo Tom tomando sus jeans y camiseta, ya que estaba en bóxer.
—Opino lo mismo. -agregó Lisa.
—¿Que hiciste...? -logró pronunciar Malik.
—¿Que sucede? ¿Porque estoy aquí? -Parker solo lograba hacer preguntas y sus respuestás eran nulas.
—Y aún así lo preguntas, ¿Que no te das cuenta de lo que hiciste? -Zayn fue subiendo poco a poco su voz hasta llegar a un grito.
—No, ¿que sucedió? -preguntó no sabiendo lo que venía. Luego miró debajo de las cobijas y la ropa que llevaba no estaba, solo tenía puesta su ropa interior.
—¿Como fuiste capaz de hacerlo? ¿Porque lo hiciste? Acaso no te bastaba el amor que yo te daba? No soy suficiente para ti? ¡DÍMELO! ¡RESPONDE!
—¡No! Yo no hice nada, no es lo que parece. Zayn, escúchame... -suplicó la castaña con lagrimas en los ojos.
—No hay nada que decir. Las palabras no van a cambiar nada. -Malik abandonó la habitación, triste, desconcertado, suplicando que todo lo ocurrido fuera un sueño, o lo más probable una pesadilla. Salió enfadado, solo quería llegar a su casa y dormir; dormir hasta el otro día, o el otro año si fuera posible. Parker lloraba desconsoladamente, se colocó su ropa y salió de la habitación, sus ojos aún desprendían lagrimas que no iban a cesar muy pronto. Buscó a Harry, pero las personas que estaban en la fiesta eran desconocidas para ella. Traspasó la puerta de entrada mas derrumbada de lo que ya se encontraba. Aspiró el aire frío de la noche y se dispuso a caminar, ya que no llevaba dinero para un taxi. Cada paso que daba era una lagrima que resbalaba sobre su rostro, se preguntó si toda esta confusión era reversible, pero y si ¿tal vez no? Pensó en Zayn de nuevo, en estos momentos no salía de su pensamiento. Recordó como le había hablado, lo seco y frío que se comportó. Pero tal vez, solo tal vez todo esto se podría arreglar, solo si la escuchaba todo se aclararía. Aún tenía una oportunidad, quizás Zayn se la diera. Cuando llegó a casa sus piernas flaqueaban del cansancio, subió a su cuarto, quitó la ropa que llevaba y se metió a la ducha. El agua corría, llevándose sus pesares, como si el agua fluyendo por su cuerpo se llevara los problemas. Al terminar salió de la lluvia artificial y se puso ropa cómoda, iba a ser un larga noche.

Cuando la luz se coló por la ventana _____ ya estaba despierta. Tuvo una desagradable pesadilla, que no quería recordar. Se levantó y casualmente sus padres ni su hermano se encontraban en casa. Perfecto. Pensó ella en sus adentros. Fue hasta la habitación de su madre, buscó entre sus cosas y encontró una tarjetita.


Le dio la vuelta a la tarjeta y vió el numero de celular, no dudó en llamar. Marcó las teclas y esperó, un tono, dos tonos, y se escuchó la voz de una mujer atrás de la línea.
—¿Hola?
—Hola, ehh habla _____ Parker...
—Hola, supongo que tu eres hija de Tess Parker, ¿no es así? -____ se sorprendió tal parece su madre era muy amiga de la doctora Collins.
—Si, soy yo. ¿Me preguntaba si podía verla hoy?
—Linda, hoy es domingo. Tal vez mañana...
—Pero, lo necesito, urgente. Por favor. -se quejó la castaña al otro lado de la línea.
—De acuerdo, ven a mi casa en media hora. -la doctora Collins le dio su dirección, la castaña agradeció y se fue a arreglar. En quince minutos ya estaba lista, tomó dinero suficiente y salió de casa. Se fue con la esperanza de que todo se solucionaría. Paró un taxi y le indicó el lugar. Al llegar se dio cuenta de la enorme casa en la que se encontraba, estaba toda pintada de un lindo color blanco. Se paró en el pórtico de la casa y toco el timbre. Unos pasos se escucharon en el interior de la casa hasta que se abrió completamente.
—Hola, tu debes ser ____. -la doctora Collins sonrió.
—Hola, si soy yo. ¿Puedo pasar? -preguntó tímida.
—Claro, pasa. -la castaña ingresó- Y dime, ¿que te trae por acá? -Parker vaciló un poco.
—Necesito un chequeo médico, completo.
—¿Te sientes enferma o algo así? -cuestionó Clare.
—No... en realidad, quiero saber si ayer tuve... coito. -dijo avergonzada.
—¿Te refieres a una relación sexual? ¿No deberías tu saberlo? -preguntó confundida.
—Esa es la cuestión, que no lo sé, ayer estaba en una fiesta y de repente aparecí en la cama con un chico, quiero estar segura de que en realidad no sucedió. -los ojos de la castaña se estaban nublando debido a las lagrimas repentinas que estaban por salir.
—Estabas ¿ebria?
—No, solo tomé un refresco, y después de eso me sentía mal, tuve mareos y no recuerdo nada más.
—Esta bien, comencemos. -la doctora revisó a Parker que cada vez se preocupaba más y más por los resultados. Cuando la doctora terminó con su trabajo esperó ansiosa el resultado.
—Y... -dijo esperando una respuesta.
—En hora buena, no hay señales de fecundación. Pero quisiera hacerte un examen de sangre. -la doctora Collins sacó una pequeña aguja y pinchó el brazo de la castaña.
—Te llamaré para los resultados.
—Espero que haya confidencialidad entre médica y paciente. -dijo _____.
—Por supuesto que la hay. Espera mi llamada. Fue un gusto conocerte... Espero que todo se solucione. -comentó en una sonrisa.
—Igual yo. -respondió la morena triste. Se despidió y salió de la casa, miró la hora 1:06 p.m. a pesar de que no había probado bocado en todo el día, no tenía hambre. Pero aún no podía llegar a casa, tenia que pasar por otro lugar. Caminó las manzanas necesarias, por suerte era cerca.