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Un amante de Ensueño (Joe y tu) TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Un amante de Ensueño (Joe y tu) TERMINADA
GUUUAAAUUUU!!!!!... Y AHORA QUE HARA JOEEE?????
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!!!!!
PON OOOOOOTROOOO
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!!!!!
PON OOOOOOTROOOO
chelis
Re: Un amante de Ensueño (Joe y tu) TERMINADA
subeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee....... pleaseeeeeeeeee
@ntonella
Re: Un amante de Ensueño (Joe y tu) TERMINADA
Capitulo 15 Parte 5
Él sintió que acababan de darle un golpe en el pecho y comenzó a verlo todo negro. Entró a la habitación.
— ¿Cuándo has hablado con mi madre? —inquirió.
_____ alzó la vista, sorprendida.
— Esto… Lanie, tengo que colgar. Adiós. —Dejó el auricular en su sitio.
— ¿Cuándo has hablado con ella? —insistió.
____ encogió los hombros descuidadamente.
— El día que comenzaste a sentirte mal.
— ¿Qué te dijo?
Ella volvió a encoger los hombros, esta vez con timidez.
— No fue una verdadera amenaza, sólo me dijo que no te compartiría conmigo.
La ira lo atravesó. ¡Cómo se había atrevido! ¿Quién demonios se creía su madre que era como para exigir que _____ o él mismo la obedecieran?
Qué imbécil había sido al pensar que el corazón de Afrodita se había ablandado.
¿Cuándo iba a aprender?
— Joe —lo increpó _____, poniéndose en pie y acercándose a él, al pie de la cama—, ella ha cambiado. Cuando vino a liberarte…
— No, _____ —la interrumpió—. La conozco mucho mejor que tú.
Y sabía de lo que su madre era capaz. Su crueldad hacía que las acciones de su padre pareciesen meras travesuras.
Con el corazón abatido, comprendió que jamás podría confesarle a _____ lo que sentía por ella.
Y lo que era aún peor, no podía quedarse con ella. Si algo había aprendido acerca de los dioses era que jamás lo dejarían vivir en paz.
¿Cuánto tiempo tardarían en hacer daño a ______? ¿Cuánto tiempo le llevaría a Príapo ponerla en su contra? ¿O cuándo se vengaría su madre de ambos?
Tarde o temprano, le pasarían factura por ser feliz. No le cabía la menor duda. Y la simple idea de que ______ pudiese sufrir…
No. Jamás podría arriesgarse.
Los días pasaron volando mientras ellos permanecían tanto tiempo juntos como les resultaba posible.
Joe enseñó a _____ cultura clásica griega y algunas formas muy interesantes de disfrutar del Reddi-wip y la crema de chocolate. _____ le enseñó a desahuciar al contrario en el Monopoly y a leer en inglés.
Después de unas cuantas clases más de conducción, y de un nuevo embrague, _____ reconoció que Joe no tenía futuro al frente de un volante.
A _____ le parecía que apenas había pasado el tiempo y, sin embargo, el último día del plazo de Joe llegó tan rápido que la dejó aterrorizada.
La noche previa a ese fatídico día, hizo el más sorprendente de los descubrimientos: no podía vivir sin Joe.
Cada vez que pensaba en retomar su antigua vida, sin él, creía morir de dolor.
Pero finalmente comprendió que la decisión era de Joe, y sólo de él.
— Por favor, Joe —le susurró mientras él dormía a su lado—. No me abandones.
Él sintió que acababan de darle un golpe en el pecho y comenzó a verlo todo negro. Entró a la habitación.
— ¿Cuándo has hablado con mi madre? —inquirió.
_____ alzó la vista, sorprendida.
— Esto… Lanie, tengo que colgar. Adiós. —Dejó el auricular en su sitio.
— ¿Cuándo has hablado con ella? —insistió.
____ encogió los hombros descuidadamente.
— El día que comenzaste a sentirte mal.
— ¿Qué te dijo?
Ella volvió a encoger los hombros, esta vez con timidez.
— No fue una verdadera amenaza, sólo me dijo que no te compartiría conmigo.
La ira lo atravesó. ¡Cómo se había atrevido! ¿Quién demonios se creía su madre que era como para exigir que _____ o él mismo la obedecieran?
Qué imbécil había sido al pensar que el corazón de Afrodita se había ablandado.
¿Cuándo iba a aprender?
— Joe —lo increpó _____, poniéndose en pie y acercándose a él, al pie de la cama—, ella ha cambiado. Cuando vino a liberarte…
— No, _____ —la interrumpió—. La conozco mucho mejor que tú.
Y sabía de lo que su madre era capaz. Su crueldad hacía que las acciones de su padre pareciesen meras travesuras.
Con el corazón abatido, comprendió que jamás podría confesarle a _____ lo que sentía por ella.
Y lo que era aún peor, no podía quedarse con ella. Si algo había aprendido acerca de los dioses era que jamás lo dejarían vivir en paz.
¿Cuánto tiempo tardarían en hacer daño a ______? ¿Cuánto tiempo le llevaría a Príapo ponerla en su contra? ¿O cuándo se vengaría su madre de ambos?
Tarde o temprano, le pasarían factura por ser feliz. No le cabía la menor duda. Y la simple idea de que ______ pudiese sufrir…
No. Jamás podría arriesgarse.
Los días pasaron volando mientras ellos permanecían tanto tiempo juntos como les resultaba posible.
Joe enseñó a _____ cultura clásica griega y algunas formas muy interesantes de disfrutar del Reddi-wip y la crema de chocolate. _____ le enseñó a desahuciar al contrario en el Monopoly y a leer en inglés.
Después de unas cuantas clases más de conducción, y de un nuevo embrague, _____ reconoció que Joe no tenía futuro al frente de un volante.
A _____ le parecía que apenas había pasado el tiempo y, sin embargo, el último día del plazo de Joe llegó tan rápido que la dejó aterrorizada.
La noche previa a ese fatídico día, hizo el más sorprendente de los descubrimientos: no podía vivir sin Joe.
Cada vez que pensaba en retomar su antigua vida, sin él, creía morir de dolor.
Pero finalmente comprendió que la decisión era de Joe, y sólo de él.
— Por favor, Joe —le susurró mientras él dormía a su lado—. No me abandones.
issadanger
Re: Un amante de Ensueño (Joe y tu) TERMINADA
Capítulo 16
Ninguno de los dos habló mucho en todo el día. De hecho, Joe la evitó constantemente.
Eso, más que ningún otro detalle, le hizo imaginarse cuál era la decisión que había tomado.
_____ tenía el corazón destrozado. ¿Cómo podía abandonarla después de todo lo que habían pasado juntos? ¿Después de todo lo que habían compartido?
No podía soportar la idea de perderlo. La vida sin él sería intolerable.
Al atardecer, lo encontró sentado en la mecedora del porche, contemplando el sol por última vez. Su rostro tenía una expresión tan dura que apenas si podía reconocer al hombre alegre que había llegado a amar tanto.
Cuando el silencio se hizo demasiado insoportable, le habló:
— No quiero que me abandones. Quiero que te quedes aquí, en mi época. Puedo cuidar de ti, Joe. Tengo mucho dinero y te enseñaré todo lo que desees saber.
— No puedo quedarme —le contestó entre dientes—. ¿Es que no lo entiendes? Todos los que han estado cerca de mí alguna vez han sido castigados por los dioses: Jasón, Penélope, Calista, Atolycus. —La miró como si estuviese aturdido—. ¡Por Zeus! Nick acabó crucificado.
— Esta vez será diferente.
Se puso en pie y la miró con dureza.
— Tienes razón. Será diferente. No voy a quedarme aquí para ver cómo mueres por mi culpa.
Pasó por su lado y entró a la casa.
_____ apretó los puños, deseando estrangularlo.
— ¡Eres un… testarudo!
¿Cómo podía ser tan insoportable?
En ese momento notó que el diamante del anillo de boda de su madre se le clavaba en la palma de la mano. La abrió y lo miró durante un buen rato. Estaba a punto de conseguir que el pasado dejara de atormentarla. Por primera vez en su vida tenía un futuro en el que pensar. Un futuro que la llenaba de felicidad.
Y no estaba dispuesta a permitir que Joe lo echara todo por la borda.
Más decidida que nunca, abrió la puerta de la casa y sonrió maliciosamente.
— No vas a librarte de mí, Joe de Macedonia. Puede que hayas vencido a los romanos, pero te aseguro que a mi lado son unos enclenques.
Joe estaba sentado en la salita, con su libro en el regazo. Pasaba la palma de la mano sobre la antigua inscripción, despreciándola más que nunca.
Cerró los ojos y recordó la noche que _____ lo convocó. Recordó lo que se sentía cuando no tenía conciencia de su propia identidad. Cuando no era más que un simple esclavo sexual griego.
Hacía mucho, mucho tiempo que se hallaba perdido en un lugar oscuro y temible, y _____ lo había encontrado.
Con su fortaleza y su bondad había conseguido desafiar lo peor que había en él y le había devuelto la humanidad. Sólo ella había percibido su corazón y había decidido que merecía la pena luchar por él.
Quédate con ella.
¡Por los dioses!, qué fácil parecía. Qué sencillo. Pero no se atrevía. Ya había perdido a sus hijos. ____ era la dueña de lo que le quedaba de corazón, y perderla por culpa de su hermano…
Sería lo más doloroso a lo que jamás se hubiera enfrentado.
Hasta él tenía un punto débil. Ahora conocía el rostro y el nombre de la persona que podría hacerle caer de rodillas.
_____.
Tenía que apartarse de ella para que estuviera a salvo.
La sintió entrar en la estancia. Abrió los ojos y la vio de pie, en el hueco de la puerta, mirándolo fijamente.
— Ojalá pudiese destruir esta cosa —gruñó al devolver el libro a la mesita.
— Después de esta noche no tendrás necesidad de hacerlo.
Sus palabras le dolieron. ¿Cómo podía hacer esto por él? No soportaba la idea de que alguien la utilizara y aquí estaba él, usándola del mismo modo que lo habían usado a él tantas y tantas veces.
— ¿Aún estás dispuesta a dejarme utilizar tu cuerpo para que pueda marcharme?
La sinceridad de su mirada lo dejó paralizado.
— Si de ese modo conseguimos que seas libre, sí.
La siguiente pregunta se le atravesaba en la garganta, pero tenía que saber la respuesta.
— ¿Llorarás cuando me haya marchado?
______ apartó la mirada y él vio la verdad en sus ojos. No era mucho mejor que Paul. Era exactamente igual que aquel egoísta.
Pero, después de todo, era hijo de su padre. Tarde o temprano, la mala sangre siempre hacía acto de presencia.
_____ se dio la vuelta y se marchó, dejándolo solo con sus pensamientos. Dejó que sus ojos vagaran por la salita. Cuando miró enfrente del sofá, el corazón se le encogió.
Cómo iba a echar de menos las noches pasadas allí junto a ____, escuchando su voz. Su risa.
Pero sobre todo, echaría de menos sus caricias.
Era muy tentador quedarse, pero no podía hacerlo. No había sido capaz de proteger a sus hijos, ¿cómo iba a proteger a _____?
— ¿Joe?
Se sobresaltó al escuchar la voz de _____ que lo llamaba desde el piso de arriba.
— ¿Qué?
— Son las once y media. ¿No deberías subir?
Joe miró el bulto que se apreciaba bajo los vaqueros. Había llegado la hora de darle utilidad.
Debería estar encantado. Era lo que había querido desde el primer instante en que la vio.
Pero, por alguna razón, le dolía el hecho de tomarla así.
Por lo menos no le harás daño.
¿No?
De hecho, dudaba mucho que Paul la hubiese hecho sufrir tanto como él estaba a punto de hacer.
— ¿Joe?
— Voy —le contestó, obligándose a abandonar el sofá.
En la puerta, volvió la cabeza para mirarlo todo por última vez.
Incluso ahora podía ver la imagen de _____ tumbada en el sofá, con los pechos cubiertos de nata mientras él, muy lentamente, los lamía hasta no dejar ni rastro de la crema. Podía escuchar su risa y ver el brillo de sus ojos cada vez que la llevaba al clímax.
«No me abandones, Joe», le había susurrado la noche anterior mientras él supuestamente dormía, y sus palabras le habían abrasado. Ahora le estaban partiendo en dos el corazón.
— ¿Joe?
Dándose la vuelta, se encaminó hacia las escaleras y se apoyó en el pasamanos. Sería la última vez que subiría estos escalones. La última vez que cruzaría el pasillo para llegar al dormitorio de ______.
Y la última vez que la vería en su cama…
Con el corazón en la garganta, se dio cuenta de que apenas podía respirar.
¿Por qué tenía que ser así?
Soltó una amarga carcajada. ¿Cuántas veces se habría hecho esa misma pregunta?
Se detuvo al llegar a la puerta. La habitación estaba alumbrada por la tenue luz de las velas, pero lo que más le impresionó fue ver a ______ con la negligé roja que él había elegido.
Estaba arrebatadora.
De repente, sintió que la lengua acababa de caérsele hasta el suelo y que era imperante enrollarla de nuevo para meterla en la boca.
— No vas a ponérmelo fácil, ¿verdad? —le preguntó con voz ronca.
Ella le dedicó una sonrisa traviesa.
— ¿Debería hacerlo?
Totalmente embobado por ella, Joe era incapaz de mover un músculo mientras observaba cómo se acercaba.
— ¿No tienes demasiada ropa?
Antes de que pudiese responder, ella agarró el borde inferior de su camisa y la levantó hasta pasarla por su cabeza. Una vez la arrojó al suelo, alargó un brazo y colocó la mano en su pecho, justo sobre el corazón. En ese instante, para Joe era la mujer más hermosa del mundo. Ni siquiera la belleza de su madre podía competir con la de ____.
Permaneció inmóvil como una estatua mientras ella deslizaba las manos sobre su piel, provocándole escalofríos.
No, no iba a ponérselo nada fácil.
Joe notó que ella intentaba desabrocharle el botón del pantalón.
— ______ —le advirtió, y le apartó las manos.
Ninguno de los dos habló mucho en todo el día. De hecho, Joe la evitó constantemente.
Eso, más que ningún otro detalle, le hizo imaginarse cuál era la decisión que había tomado.
_____ tenía el corazón destrozado. ¿Cómo podía abandonarla después de todo lo que habían pasado juntos? ¿Después de todo lo que habían compartido?
No podía soportar la idea de perderlo. La vida sin él sería intolerable.
Al atardecer, lo encontró sentado en la mecedora del porche, contemplando el sol por última vez. Su rostro tenía una expresión tan dura que apenas si podía reconocer al hombre alegre que había llegado a amar tanto.
Cuando el silencio se hizo demasiado insoportable, le habló:
— No quiero que me abandones. Quiero que te quedes aquí, en mi época. Puedo cuidar de ti, Joe. Tengo mucho dinero y te enseñaré todo lo que desees saber.
— No puedo quedarme —le contestó entre dientes—. ¿Es que no lo entiendes? Todos los que han estado cerca de mí alguna vez han sido castigados por los dioses: Jasón, Penélope, Calista, Atolycus. —La miró como si estuviese aturdido—. ¡Por Zeus! Nick acabó crucificado.
— Esta vez será diferente.
Se puso en pie y la miró con dureza.
— Tienes razón. Será diferente. No voy a quedarme aquí para ver cómo mueres por mi culpa.
Pasó por su lado y entró a la casa.
_____ apretó los puños, deseando estrangularlo.
— ¡Eres un… testarudo!
¿Cómo podía ser tan insoportable?
En ese momento notó que el diamante del anillo de boda de su madre se le clavaba en la palma de la mano. La abrió y lo miró durante un buen rato. Estaba a punto de conseguir que el pasado dejara de atormentarla. Por primera vez en su vida tenía un futuro en el que pensar. Un futuro que la llenaba de felicidad.
Y no estaba dispuesta a permitir que Joe lo echara todo por la borda.
Más decidida que nunca, abrió la puerta de la casa y sonrió maliciosamente.
— No vas a librarte de mí, Joe de Macedonia. Puede que hayas vencido a los romanos, pero te aseguro que a mi lado son unos enclenques.
Joe estaba sentado en la salita, con su libro en el regazo. Pasaba la palma de la mano sobre la antigua inscripción, despreciándola más que nunca.
Cerró los ojos y recordó la noche que _____ lo convocó. Recordó lo que se sentía cuando no tenía conciencia de su propia identidad. Cuando no era más que un simple esclavo sexual griego.
Hacía mucho, mucho tiempo que se hallaba perdido en un lugar oscuro y temible, y _____ lo había encontrado.
Con su fortaleza y su bondad había conseguido desafiar lo peor que había en él y le había devuelto la humanidad. Sólo ella había percibido su corazón y había decidido que merecía la pena luchar por él.
Quédate con ella.
¡Por los dioses!, qué fácil parecía. Qué sencillo. Pero no se atrevía. Ya había perdido a sus hijos. ____ era la dueña de lo que le quedaba de corazón, y perderla por culpa de su hermano…
Sería lo más doloroso a lo que jamás se hubiera enfrentado.
Hasta él tenía un punto débil. Ahora conocía el rostro y el nombre de la persona que podría hacerle caer de rodillas.
_____.
Tenía que apartarse de ella para que estuviera a salvo.
La sintió entrar en la estancia. Abrió los ojos y la vio de pie, en el hueco de la puerta, mirándolo fijamente.
— Ojalá pudiese destruir esta cosa —gruñó al devolver el libro a la mesita.
— Después de esta noche no tendrás necesidad de hacerlo.
Sus palabras le dolieron. ¿Cómo podía hacer esto por él? No soportaba la idea de que alguien la utilizara y aquí estaba él, usándola del mismo modo que lo habían usado a él tantas y tantas veces.
— ¿Aún estás dispuesta a dejarme utilizar tu cuerpo para que pueda marcharme?
La sinceridad de su mirada lo dejó paralizado.
— Si de ese modo conseguimos que seas libre, sí.
La siguiente pregunta se le atravesaba en la garganta, pero tenía que saber la respuesta.
— ¿Llorarás cuando me haya marchado?
______ apartó la mirada y él vio la verdad en sus ojos. No era mucho mejor que Paul. Era exactamente igual que aquel egoísta.
Pero, después de todo, era hijo de su padre. Tarde o temprano, la mala sangre siempre hacía acto de presencia.
_____ se dio la vuelta y se marchó, dejándolo solo con sus pensamientos. Dejó que sus ojos vagaran por la salita. Cuando miró enfrente del sofá, el corazón se le encogió.
Cómo iba a echar de menos las noches pasadas allí junto a ____, escuchando su voz. Su risa.
Pero sobre todo, echaría de menos sus caricias.
Era muy tentador quedarse, pero no podía hacerlo. No había sido capaz de proteger a sus hijos, ¿cómo iba a proteger a _____?
— ¿Joe?
Se sobresaltó al escuchar la voz de _____ que lo llamaba desde el piso de arriba.
— ¿Qué?
— Son las once y media. ¿No deberías subir?
Joe miró el bulto que se apreciaba bajo los vaqueros. Había llegado la hora de darle utilidad.
Debería estar encantado. Era lo que había querido desde el primer instante en que la vio.
Pero, por alguna razón, le dolía el hecho de tomarla así.
Por lo menos no le harás daño.
¿No?
De hecho, dudaba mucho que Paul la hubiese hecho sufrir tanto como él estaba a punto de hacer.
— ¿Joe?
— Voy —le contestó, obligándose a abandonar el sofá.
En la puerta, volvió la cabeza para mirarlo todo por última vez.
Incluso ahora podía ver la imagen de _____ tumbada en el sofá, con los pechos cubiertos de nata mientras él, muy lentamente, los lamía hasta no dejar ni rastro de la crema. Podía escuchar su risa y ver el brillo de sus ojos cada vez que la llevaba al clímax.
«No me abandones, Joe», le había susurrado la noche anterior mientras él supuestamente dormía, y sus palabras le habían abrasado. Ahora le estaban partiendo en dos el corazón.
— ¿Joe?
Dándose la vuelta, se encaminó hacia las escaleras y se apoyó en el pasamanos. Sería la última vez que subiría estos escalones. La última vez que cruzaría el pasillo para llegar al dormitorio de ______.
Y la última vez que la vería en su cama…
Con el corazón en la garganta, se dio cuenta de que apenas podía respirar.
¿Por qué tenía que ser así?
Soltó una amarga carcajada. ¿Cuántas veces se habría hecho esa misma pregunta?
Se detuvo al llegar a la puerta. La habitación estaba alumbrada por la tenue luz de las velas, pero lo que más le impresionó fue ver a ______ con la negligé roja que él había elegido.
Estaba arrebatadora.
De repente, sintió que la lengua acababa de caérsele hasta el suelo y que era imperante enrollarla de nuevo para meterla en la boca.
— No vas a ponérmelo fácil, ¿verdad? —le preguntó con voz ronca.
Ella le dedicó una sonrisa traviesa.
— ¿Debería hacerlo?
Totalmente embobado por ella, Joe era incapaz de mover un músculo mientras observaba cómo se acercaba.
— ¿No tienes demasiada ropa?
Antes de que pudiese responder, ella agarró el borde inferior de su camisa y la levantó hasta pasarla por su cabeza. Una vez la arrojó al suelo, alargó un brazo y colocó la mano en su pecho, justo sobre el corazón. En ese instante, para Joe era la mujer más hermosa del mundo. Ni siquiera la belleza de su madre podía competir con la de ____.
Permaneció inmóvil como una estatua mientras ella deslizaba las manos sobre su piel, provocándole escalofríos.
No, no iba a ponérselo nada fácil.
Joe notó que ella intentaba desabrocharle el botón del pantalón.
— ______ —le advirtió, y le apartó las manos.
issadanger
Re: Un amante de Ensueño (Joe y tu) TERMINADA
:muack: :wut: :calor: :amor: :aah:
A QUE ESOERAS JOEEE!!!!!
JAJAJJAJAJ AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!!
SIGUELAA PORFIISSS COMO LA DEJAS AHIIII!!! PON OOTROOO
A QUE ESOERAS JOEEE!!!!!
JAJAJJAJAJ AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!!
SIGUELAA PORFIISSS COMO LA DEJAS AHIIII!!! PON OOTROOO
chelis
Re: Un amante de Ensueño (Joe y tu) TERMINADA
pero como la dejas asi MUJER!!!
SISUELAAAAAA....
SISUELAAAAAA....
Última edición por @ntonella el Dom 28 Abr 2013, 8:26 pm, editado 1 vez
@ntonella
Re: Un amante de Ensueño (Joe y tu) TERMINADA
noononononononnonononononono :lloro:
ese no tiene muchos significados
1- no puedo creer que hayas dejado la nove hasta ahí
2-no puedo creer que joe no quiera quedarse y por último
3-no quiero que acabe la nove pero quiero desesperadamente seguir leyendo
SÍGUELA!
ese no tiene muchos significados
1- no puedo creer que hayas dejado la nove hasta ahí
2-no puedo creer que joe no quiera quedarse y por último
3-no quiero que acabe la nove pero quiero desesperadamente seguir leyendo
SÍGUELA!
fernanda
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