Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||

Louis se sonrojo al instante, lo que su psicólogo había dicho había sonado de una forma tan íntima que la idea le incomodo, el niño era menor por cuatro años y bueno… era un niño. Aunque bueno, no debía tomar ese «necesitas de alguien» tan íntimo, si necesitaba de alguien pero no de la manera que había mal pensado.

–Vamos habla con Harry, explícale lo que debe pasar. Tú lo has pasado, creo que hemos encontrado tu razón para estar aquí ¿no crees? –Dijo James con una sonrisa.

La idea le invadió al instante. Había intentado suicidarse y había sobrevivido, por lo que se suponía que tenía una razón para estar vivo pero en ese momento se cuestionó si Harry sería la razón. La noche anterior sintió unas ganas tremendas de protegerlo, porque se había recordado así mismo.

Entonces no lo negó, si en el niño se veía a sí mismo, seguramente Harry –como quería llamarlo de ahora en adelante– también quería ser protegido.

Louis asintió y se adentró a su habitación, acercándose al niño. Este al instante lo abrazo, escondiendo su rostro en el pecho del mayor, dejando que varias lágrimas salieran de sus ojos.

–Shht –Susurró Louis como la noche anterior. Acaricio sus rizos, encontrándolo grato al instante.

«Diles que se vayan» Quería decir Harry pero como siempre no dijo nada.

Pronto como si leyeran la mente del niño todos se fueron hasta Aylin, dejando un poco de privacidad entre los nuevos amigos.

–Harry… ¿te puedo decir así? –Harry asintió– Tranquilo pequeño… no tengas miedo, ellos no te harán daño…

Harry alzó la mirada preguntándole cómo lo sabía, Louis lo entendió por lo que suspiró antes de hablar.

–He estado aquí, no mucho tiempo tal vez una semana y media casi. No ha sido mucho, pero creo que lo suficiente para decirte que no te harán daño

Harry se acurruco más a Louis. No tenía intenciones de alejarse de su lado, era la primera persona con la que se sentía así después del accidente.

–Te prometo que no te harán nada, quieren ayudarte –Harry asintió– Yo te iré a ver, estaremos bien. Estarás bien… confía en mí

Harry asintió creyendo plenamente en las palabras de Louis.



–Es increíble ver como confía en ti, a pesar de conocerte de una sola noche –Exclamó Aylin con un poco de risa en su voz.

–Ya sé, yo mismo me sorprendo.

–Aunque he de admitir que tienes ese algo, que hace que las personas confíen en ti. Yo confió en ti –Admitió la chica.

–Tal vez Harry también se sintió cómodo, solo eso… –Dijo Louis un poco apenado.

–No solo se sintió cómodo. Confió en ti, es muy diferente –Volvió a hablar mientras paraba por el pasillo.

–Yo no veo la…

–No, si la hay. –Le interrumpió– Pero vamos a comer, en verdad tengo hambre –Dijo ella corriendo, como la última vez, hacia el comedor.

Al llegar fueron por un plato de comida para después sentarse en su mesa, la cual estaba lo más alejada posible. Louis podía sentir como la mirada miel de Aylin posaba en él cada cinco segundos, en sus ojos podía verse la curiosidad por lo que él suspiró, alzo su mirada encontrándose a la pelirroja con una sonrisa, un tanto tierna. Ella lanzó una pequeña risa antes de hablar.

–Cuéntame de tu vida ¿qué sucedía contigo? –Preguntó curiosa mientras seguía comiendo.

Louis miró sorprendido a Aylin pero no tardó en responder.

–Creí decirte que bueno… no recuerdo mucho –Respondió él con obviedad. Bajo su mirada al plato de comida, encontrándose con el brócoli hervido como lo más interesante– Quiero recordar pero… no sucede.

–¿Por qué te recordó a ti?–Dijo ella rápidamente.

–¿Quién? –Aylin le lanzó una mirada fulminante diciéndole «¡sabes de quien hablo!». Él solo suspiro– No sé, verlo llorar… tan pequeño. No lo sé, fue como un espejo de mi pasado.

–Sí… ¿Quieres protegerlo verdad?

–¿Cómo… cómo lo sabes? –Preguntó un tanto confundido.

–Tu mirada –Obvio la chica encogiéndose de brazos– No me considero conocedora de… esas cosas. Pero te mostraste tan ¡protector! Fuiste un tierno, Louis

–Gracias, creo –Se encogió de brazos. Sonrió al recordar al niño pero luego negó, lo conocía de unas horas y seguía siendo un niño– Tiene solo doce años, no es justo para él esto.

–Para nadie –Frunció el ceño– pero igual estamos aquí ¡tan solo mírame a mí!

–¿Cómo fue llegar aquí, para ti?

–Raro. Para nada agradable y muy raro.

Louis suspiró pensando en cómo habría sido para la chica que tenía enfrente. Se fijó en ella durante unos segundos, parecía una chica fuerte y demasiado curiosa, demostraba felicidad a pesar de no tenerla. No parecía tener bipolaridad, desde que la había conocido no había nada que le dijera «Tengo bipolaridad» aunque claro, no se iba a poner un letrero. Lo único que notaba en ella era sus cambios de actitud, mayoritariamente eran de felicidad y entusiasmo pero eran tan drásticos sus cambios que cuando sucedían le sorprendía.

Esa chica sí que era un caso.

–¿En qué piensas? –Preguntó ella mirándolo con curiosidad.

–Nada realmente –Miró su plato otra vez. Luego alzó la mirada– ¿Realmente tienes Trastorno Bipolar?

–Sí, dime tendría alguna razón para mentirte ¿eh? No lo creo Louis. Es ilógico.

–Es que no…

–¿No soy como debería ser un bipolar acaso?

–Algo así… perdón si te incomoda… solo que…

–Me controlo –Interrumpió ella con un tono de voz seria– Me controlan más bien. Digamos que estoy en un nivel bajo pero sé que pronto subiré… como un día fui. No me querrás ver.

–Yo también he tenido… ataques. Bueno intente suicidarme… creo que eso dice mucho

–Si pero es diferente ¿sabes? Porque tú quisiste hacerlo, lo pensaste y tú decidiste. Y yo… no puedo decidir, es como si alguien más lo decidiera por mí. Si hago algo nunca será porque yo desee…

–Oh…

De repente la risa de Aylin rompió el silencio incomodo que se había formado, Louis se había sentido un tanto culpable por hacerse de ideas erróneas de ella. La miró confundido y con una gran interrogante pegada en su frente.

Y prontamente se vio contagiado por la risa de la pelirroja. Con ella era tan fácil reír que lo hacía de verdad.

–¿Cómo eras de niño? –Volvió Aylin con una de sus preguntas curiosas.

–Como un niño –Respondió él sin querer explorar el tema.

–Ajam pero cómo…

–No recuerdo mucho…

–Pero recuerdas algo –Repitió ella.

–No quiero hablar de eso –Admitió Louis– Ya sabes, no son cosas que quieres recordar en realidad

–Lo sé, a mí tampoco me gusta recordar pero a veces me gustaría que preguntarán sobre que pasa conmigo… un cómo me siento, algo por estilo –Dijo ella cambiando su tono de felicidad a tristeza.

–¿Cómo te sientes? –Preguntó él al entender a lo que se refería su amiga. La entendía de verdad.

–Bien –Se encogió de hombros– Aunque a veces me pongo a pensar varias cosas y… bueno no sé, creo que todo está bien pero no… me doy cuenta de que estoy aquí…

–¿Cuánto tiempo llevas acá? –Pregunto él, en ese momento se sorprendió de no saber ese dato que le provocaba tanta curiosidad.

–Casi un año –Dijo ella como si se tratase de un día– Ya me acostumbre

–Es mucho… yo quiero irme la verdad…

Aylin alzó la mirada, y por primera vez noto en sus ojos grises una pizca de tristeza, desilusión, ansiedad y sorpresa combinadas. Ella había encontrado en él un hermano pero al parecer él quería huir de ella, de aquel lugar.

–El pequeño Harry se pondrá triste cuando sepas que te quieres ir –Dijo ella.

–No, no es que me quiera ir ahora… solo que tampoco quedarme aquí tanto tiempo –Intento corregir pero no dio resultado– Perdón

–¿Por qué?

–Por decirlo, no es que quiera irme y dejarte. Eres agradable, y de verdad me siento bien a tu lado. No, no quiero dejarte.

–Gracias

–¿Por qué?

–Por ser sincero, nadie solía serlo conmigo

–Yo estoy aquí para ti… como tú para mí ¿cierto? –Pregunto con un poco de inseguridad.

–Cierto muy cierto –Río ella, su rostro se relajó y dejo ver, nuevamente, felicidad en el– Por algo te escogí para hermano

–Por algo te escogí para hermana –Imito su tono de voz de alegría.