Sweetest Love ..( Niall Horan y tu)

Es increíble la forma de cómo lo hice que guardara silencio, Frederick, el otro de los manager se reía en silencio y yo también.
—Entonces, ¿Qué sugieres Fred? —Le dijo Russel con fastidio.
—Que me lo dejes a mí, acabas de arruinar todo—Le contestó alzando la voz. —Llévate esto al coche—Le dio un maletín, Russel como el ayudante que era se largó dando un portazo.
—Niall—Dijo Frederick con una voz suave. —Las fans lo único que piden es verte con una de ellas, es todo, deberíamos cumplírselo.
—Te prometo que si me interesa alguna chica, no me importa si es una fan, se lo haré saber… pero por el momento quiero estar solo.
—No Niall tu no entiendes…—Lo interrumpí.
— ¡NO FREDERICK! El que no entiende eres ¡Tú! —Grité. —No quiero, me niego rotundamente, si me quieres sacar ¡Bien!
—Maldita sea—Golpeó la mesa más cercana a él. —No sirvió de nada contratar a una tutora, ¡Todo se fue a la basura!
— ¿Qué? —Contesté.
—Nada, me largo pero recuerda una cosa, si One Direction se derrumba todo será por tu culpa—Me empezó a señalar, yo le hice caso omiso y cerré la puerta tan fuerte apenas el salió.
Golpeé la pared con mi puño, me dolió claro. Nomás se fueron y empezaron a salir los chicos de sus cuevas, parecían animales, uno sobre otro.

—Eso estuvo fuerte—Dijo Louis.
— ¡Casi se golpean! ¡Fue genial! —Harry haciendo su fiesta de cinco segundos.
—Los pusiste en su lugar bro—Dijo Zayn.
—Lo siento mucho—Decía Liam con su cara de pocos amigos.
Yo sólo sonreí fingidamente y los dejé ahí, subí hacia mi habitación y cerré la puerta con llave. Me tiré en la cama y no quería pensar en nada, estaba cansado de todo esto.
¿Controlarme a mí? ¡Nunca! es la idea más estúpida que se les ha ocurrido, esa parte de mí murió hace mucho tiempo.
Cerré mis ojos por aproximadamente cinco minutos pero mi celular comenzó a sonar, decidí dejarlo que sonara pero colgaban y volvían a marcar, me harté y lo contesté de mala gana.

— ¡Qué!
—Alguien está de mal humor, mejor llamaré mañana—Esa voz, se me hacía familiar.
—No, no, ¿Cómo estás Demi?
—Bien, gracias, pero parece que tu no lo estás—Rió.
—He tenido problemas, pero todo bien—Mentí.
— ¿Seguro? — Insistió.
—Sí… hmm, qué te parece si salimos… ¿Mañana está bien? —Lo único que quería era olvidarme de todo.
—De hecho te llamé para invitarte yo, pero me ganaste—Yo reí, de nuevo. —Mañana está bien.
—Te veo mañana entonces.

Tú versión.
Mi sonrisa de idiota nada del mundo me la quitaría; me acosté a dormir, ya se había convertido en costumbre que mi mamá llegara tarde y se fuera después de darle clases a Niall, por suerte mañana era sábado y no le daría clases… pero de igual forma se iría más temprano.
Mi cabeza estaba llena de pensamientos sin sentido, sépanlo.
(…) Me despertó un ruido en la ventana, no sabía que era así que me levanté a revisar, abrí las cortinas y estaba Edward pegado al cristal haciendo caras extrañas, a simple vista me asusté y después le abrí.
— ¿Qué haces aquí? —Dije susurrando para que mi mamá no escuchara.
—Visitándote—Contestó igual susurrando.
—Existen puertas por si no sabías—Reí.
— ¿Por qué susurramos si tu mamá se fue hace como dos horas?
— ¿Enserio? —Miré el reloj, y era cierto, hace rato que mi mamá debió haberse ido y después miré en el espejo mi reflejo ¡Seguía en pijama! —EDWARD SMITH SAL YA—Grité.
—No—Rió. —Te he visto peor, ¡Por favor! No me hagas reír.
— ¡Ash!, está bien Ed—Gruñí. — ¿Ya desayunaste?
—A eso vengo señorita—Me guiñó el ojo, yo reí y bajamos sin decir un solo comentario.
(…)

Mientras desayunábamos Ed me hacía una serie de preguntas y respuestas, me tenía en un lío.
—Entonces, me vas a decir que no te gusta Niall— Dijo en burla.
—Dime algo menos obvio—Reí.
—Claro, tu habitación te delata… tu computadora: Niall, tu pared: Niall, tu celular: Niall, ¿Qué sigue? ¿Papel higiénico marca ‘Niall’? —Reí.
—De hecho ¿Ya has entrado al baño?
—No puede ser.
—Broma—Reí y él también.
—Y tú qué dices ¿Le gustarás a él?
—No lo creo Edward, es obvio que no, no le gusto y nunca le gustaré.
—Eres hermosa, si él no se fijara en ti sería un chico muy tonto—Sonreí sonrojada.
—Edward, él tiene millones de chicas hermosas a su alrededor…

No me contestó, sólo me sonrió, lo cual yo no entendía en el lenguaje masculino.
Estuvimos platicando durante todo el día, Ed se había convertido en un hermano el cual podía contarle absolutamente todo y él a mí, mi mamá lo adoraba como si fuese su propio hijo, era un buen chico, pasaron las horas y nosotros no nos percatamos de ello.
— ¿Es enserio lo que dices? Entonces por eso estabas toda sonrojada cuando abriste la puerta.
—Cállate Edward, pero no pasó nada.
—Entonces, por eso también me dijo “Cullen” tu ‘vampirito’—Se burló.
—No sigas—Reí.
—Te digo que te adora ése Niall, ahora todo encaja—Me decía con una sonrisa mientras encendía el televisor, seguimos platicando pero algo en particular llamó nuestra atención.

—Entre otras noticias les encantará saber que ésta noche vimos a la parejita de Demi Lovato y Niall Horan saliendo del club ésta noche, se veían muy cariñosos… grandes fuentes dicen que Niall estaba borracho.

Entonces, empezaron a salir unas cuantas fotos en las que Demi lo abrazaba por el cuello y Niall sonreía como si se estuviese riendo a carcajadas, yo bajé la mirada. Edward, apagó el televisor y me miró.
—Es un idiota—Dijo Ed
—Te lo dije—Sollocé y me levanté tan rápido como pude del sofá.

Tratar de alejarme fue algo que hice en vano ya que Edward me tomó del brazo levantándose también e impidiéndome que me alejara.
—Tranquila—Me miró con una sonrisa dibujada en su rostro, yo quería devolvérsela pero no podía.
A pesar de que tenía más que claro que entre Niall y yo nunca habría nada me partía el corazón.
— ¿Podrías sólo… abrazarme y no decir nada? —Le dije entre sollozos, Ed abrió sus brazos y yo me acomodé entre ellos.
—Ven acá—Me abrazó. Acomodé mi cabeza entre su cuello y cerré mis ojos dejando caer una lágrima. —Me parte el corazón que estés así—Me decía al oído. —Él no se merece las lágrimas que estás derramando.
—No derramo lágrimas—Me defendí sin motivo.
—Claro que lo haces.
—Sería la misma historia si nunca lo hubiera conocido, créeme.
—Entonces—Ed suspiró y me separó tomándome de los hombros para verme de frente. — ¿Por qué no te fijas en alguien ‘real’?
— ¿Real?
—Una persona normal, con la que puedas conversar, salir, reír, llorar, sin ningún problema.
—Yo… no…
—Entiendo, Niall te tiene encantada con su hechizo—Sonrió y me abrazó de nuevo. En mi mente se habían quedado grabadas esas palabras: “Alguien real”.
Yo me separé después sin mirarlo, caminé hacia la puerta y observé afuera, tan obscuro, tan silencioso… un ambiente calmado, sentí como Edward caminaba tras de mí, yo seguí mi camino igual y me senté en el césped que había en el jardín frente a la casa.

— ¿Te molestó lo que te dije?
—Claro que no, no podrías haber tenido más razón—Me dolía muy en el fondo. Se sentó junto a mí y un silencio incómodo inundó el lugar, odiaba cuando pasaba eso; Ed se acostó en el césped con sus brazos sobre su cabeza y suspiró tan fuerte que hasta yo pude escucharlo.
—Ésa estrella tiene forma de… ¡Estrella!
—A veces me sorprende lo inteligente que puedes ser—Contesté risueña.
—Sólo lo hago para que te rías, tonta—Me sacó la lengua y yo me eché a reír justo después de acostarme igual en el césped.
—Lo sé, tonto.

Justo estábamos acostados mirando al cielo cuando una patinada de llantas llamó nuestra atención, un Mini One D color gris que se había estacionado frente a mi casa. Edward y yo nos miramos confundidos y observamos; una mujer con un sombrero negro, su cabello rubio largo hasta la cintura, un saco y zapatos de tacón bajó, traía lentes… en plena obscuridad, “¡Éxito!” pensé. Se acercaba a nosotros, cuando la tenía enfrente pude reconocerla, o al menos eso creí.
— ¿Alguno de ustedes conoce a (tn)? —Dijo mirándonos, Edward iba a hablar pero yo dije primero.
—Soy yo—Dije insegura.
— ¡Qué alivio! —Suspiró, lo cual yo no lograba entender. —Enseguida regreso—Dijo sonriente.
Salió casi corriendo hasta su auto y abrió la puerta del copiloto, jaloneando al chico dentro, era un chico con una gorra color verde y unos lentes de sol igual, bastante grandes.
— ¡Vamos sal! —Lo jaloneaba. —Si te dejo en tu casa me matarán.
Él simplemente no hablaba, cuando al fin logro salir completamente del coche cayó al suelo, Ed y yo sólo nos mirábamos.
La chica subió al coche sin importarle un poco lo que sucediera con él y aceleró. Cuando por fin se había alejado Ed habló.
—Sería mejor si lo ayudáramos—Concluyó. Asentí y caminamos cerca de él, estaba acostado boca abajo en el césped, sólo se quejaba.
—Amigo—Se inclinó Edward. — ¿Quieres algo de ayuda?
— (tn) —Contestó, yo reconocí perfectamente esa voz.
— ¿Niall?
— (tn) —Dijo de nuevo, con un poco de dificultad al hablar.
— ¿Qué piensas hacer? —Dijo Edward.
—Llevémoslo adentro—Contesté. Edward se lo subió a la espalda y se lo llevó cargando hasta mi cuarto, un lugar donde mi madre no lo pudiera ver.
— ¿Dónde lo tiro? —Bromeó.
—En la cama, tonto—Reí.
— ¿Dónde quedó mi unicornio rosado? —Dijo Niall sin sentido para después quedarse dormido al instante.
—Tu chico está loco—Dijo Ed riendo igual que yo. Ambos salimos del cuarto cerrando la puerta.
Yo me recargué en el barandal de las escaleras, Edward sólo me miraba.
— ¿Qué piensas hacer? ¿Dejarlo aquí?
— ¿No es la mejor opción?
— ¡No!, Si quieres puedo llevármelo a mi casa, está más que borracho, lo que le sigue a eso. Es un asco.
—No hables así de él—Contesté.
—Lo defiendes, después de lo que lloraste… Mujeres—Sonrió sarcásticamente.
—Déjame—Sonreí y luego rodeé su cintura con mis brazos. —Yo sé que guardarás el secreto.
— ¿Intentas seducirme para guardarte un secreto? —Bufó. —Tus encantos no funcionan conmigo, quizá con el borracho de allá—Señaló la puerta. —Conmigo no.
— ¿Dirás algo a mi madre?
—No lo sé… quizá, ¿Qué tal si te hace daño?
—No alucines Ed—Golpeé su cabeza. —Todo estará bien, lo prometo.
—Está bien, me voy… pero recuerda que sólo tienes que gritar desde tu ventana y estaré ahí si me necesitas.
—Claro que lo sé—Le di un beso en la mejilla y él salió cerrando la puerta. Luego de dos segundos recordé lo que tenía arriba, subí rápidamente y lo encontré durmiendo, con la gorra en su cara.
Me senté del otro lado de la cama y sentí como se movió, giré para verlo levantado y me miraba desconcertado.
—Dónde… ¿Dónde está el baño?
—En ésa puerta— Por suerte tenía baño en mi cuarto, Niall salió corriendo y lo primero que hizo fue… vomitar.
Esperé unos dos minutos y luego salió del baño.
— ¿Todo bien?
—Creo que sí—Contestó. Por un momento había olvidado que estaba completamente borracho, caminó hacia mí.
—Niall, tu lugar es al otro lado de la cama—Sonreí.
—No—Se sentó junto a mí. —Eres tan bonita.

En ese momento maldecí con todo mi ser que Niall estuviera ebrio, ya que no tenía ni un gramo de estabilidad corporal… tampoco mental.
Niall me miraba de una forma que me intimidaba demasiado.
—Deberías descansar—Le dije. — ¿Quieres que hmm llamemos a alguien para que venga por ti?
— ¿Te preocupas por mí? —Rió negando. — ¡Qué hermosa!
—Niall—Me paré tomándolo de la mano y guiándolo a la cama. —Recuéstate, estás muy mal.
Él obedeció se recostó y cerró sus ojos. Yo sonreí internamente, se veía lindo después de todo.

Cerré la puerta con llave, ya que si mi mamá entraba podía malinterpretar muchas cosas y después asesinarme.
Tomé una almohada y una cobija, yo dormiría en el suelo.
— ¿A dónde llevas eso?
—Dormiré en el suelo Niall, para que descanses.
—No, yo duermo si quieres, o duerme aquí conmigo—Dijo levantándose rápidamente lo que lo hizo marearse.
—Olvídalo, recuéstate—Le ordené y él obedeció nuevamente.
Apagué la luz y me acosté, me quedé mirando al techo durante un buen rato.
— (tn) —Escuché decir a Niall desde la cama.
—Mande—Contesté.
— ¿Te puedo contar un secreto? —Me decía en voz baja, yo reí.
—Claro Niall, recuerda que estás ebrio y quizá mañana te arrepientas.
—No lo haré—Escuché reírse. —Ven acá no puedo gritarlo.
—Hmmm—Reí me levanté y me senté junto a él. —Dime.
—Acércate más.
—Estoy cerca Niall dime.
—Te lo diré al oído—Se acomodó igual que yo, sentándose.
—Está bien—Acercó su rostro a unos centímetros del mío y sentí su respiración correr en mi oído, me estremecí…
—Me gustas mucho—Susurró, eso hizo que me paralizara por completo, no estaba definitivamente en mis cinco sentidos después de haber escuchado eso. Opté por no decir nada, Niall se apartó de mí para volver a acercarse después y mirarme de esa forma que sólo él sabía; puso una de sus manos en mis mejillas. —Cómo no hacerlo, si eres hermosa.
—No sigas, estás ebrio.
— ¿Y qué tiene? Eso no me impide hablar.
—Esto… esto no es real—Dije en mi mente, pero yo tenía la costumbre de pensar en voz alta.
— ¿Qué no lo es? —Rió. Movió sus manos de lugar, a mi mentón y se acercó a mí, era mi debilidad, algo que no podría negar ¿por qué rayos me tenía que hacer esto a mí?
Lo que pasó es historia… su respiración tan cerca, esos ojos que me intimidaban con toda su existencia, Niall tan cerca de mí depositó en mis labios un tierno y corto beso, de esos que te hacen tocar el cielo sin despegarte del suelo. Así me sentí. Después me arrepentiría pero ¿Qué más da?
—Es real—Terminó de hablar sonriéndome, por mi mente pasaban miles de cosas que no me dejaban en paz.
Yo me levanté y me bajé de nuevo al piso sin decir una sola palabra.
— ¿A dónde vas?
—A dormir, deberías hacer lo mismo.
— ¿Así de simple? —Dijo Niall.
—Mañana será otro cantar—Contesté, cerrando mis ojos.

(…) Abrí mis ojos al instante, según yo, pero mi impresión fue otra, ¡Ya había amanecido! y yo dormida, lo primero que hice fue levantarme para ver a Niall, quien estaba dormido apoderándose de toda la cama, me reí internamente. Después abrí las puertas del balcón y salí encontrándome con Edward desde el suyo con una guitarra en sus manos.

—Hola artista—Lo saludé.
—Hola… perezosa—Contestó.
—Cállate.
— ¿Cómo te va con el ebrio?
—Bien, sigue dormido—Sonreí… más de lo normal.
—Hmmm tengo mis sospechas, iré a clases de guitarra—Mostró su guitarra la cual ya había visto. —Cuando vuelva iré a tu casa.
—Nos vemos entonces—Edward se fue cerrando su ventana, yo hice lo mismo, pero dejando la mía abierta, quien sabe y se le daba por entrar por ahí, como siempre.
Niall ya estaba sentado tallándose los ojos y acomodándose el cabello, sentado en la cama.
— ¿En dónde estoy? —Me dijo.
—Estás en Howgarts, la escuela de magia y hechicería, te raptamos.
— ¡Qué graciosa! —Dijo sarcásticamente, pero sonriendo. —No tengo idea de qué pasó conmigo—Decía, luego puso sus manos en su cabeza y comenzó a quejarse.
—Te debe de estar matando el dolor—Dije acercándome a él. —Lo ebrio que estabas ayer… no tiene nombre.
—Claro que lo tiene—Contestó. —Alcohol.
—Era un decir, Niall Horan—Crucé de brazos.
—Es increíble cómo llegué aquí… ¿Caminando?, o ¿En taxi? ¡No lo creo!
— ¿Qué es lo último que recuerdas? —Pregunté, esperando que no fuera lo que yo pensaba.
—Salí a tomar con De… una amiga y ya.
— ¿Entonces Demi Lovato fue la que te vino a dejar aquí?
— ¿Demi Lovato? —Preguntó nervioso. —¿Quién dijo Demi?
—Bah—Reí. —Tú amiguita Demi—Reí de nuevo. —Llegó y te dejó aquí tirado en el césped de mi casa—La cara que puso Niall cuando se lo dije fue épica, cara de impresión, disgusto, gracia al mismo tiempo, eso nunca lo olvidaré, quería burlarme de él pero me aguanté las ganas, luego que estuviera sola me reiría todo lo que pudiera.

— ¿Y después? —Dijo, yo me ruboricé.
—Te subimos al cuarto y… vomitaste, reíste, hablaste solo… y finalmente te dormiste—Conté resumidamente, quitando las ideas secundarias, ustedes saben.
— ¿Sólo eso? —Contestó con el ceño fruncido.
—Sí… solamente.
— ¿Segura? —Rió.
—Si Niall—Contesté. ¿Acaso si recordaba y sólo quería hacerme pasar un mal rato?
— ¡Qué raro!, está bien (tn), me alegra… siempre que me pongo así, hago alguna estupidez, me sorprende que no haya hecho nada ésta vez.

¿Una estupidez? eso quiere decir que el beso fue una estupidez ¡Claro! ¿Cómo podría imaginar que eso significaría algo? Sólo fue… una estupidez.
Me quedé callada en mi ola de pensamientos, por unos instantes olvidé a quién tenía frente a mí.
— ¿Te pasa algo? —Escuché su voz hablarme, yo parpadeé varias veces y luego lo miré, solamente negué con la cabeza.
—Entonces, ¿por qué la seriedad?
—Ah, pensaba… cosas de mujeres—Sonreí forzadamente.
— ¿Qué cosas?
—Cosas Niall, nunca entenderías—Abrí la puerta del cuarto sin esperar a que contestara, lentamente claro, deseando que no estuviera mi madre. Me asomé a ambos lados y no había rastro de ella.
Después me volteé para ver a Niall, quien estaba mirándome antes. Así nos quedamos, mirándonos mutuamente hasta que sonó el timbre de la casa.
—Iré a abrir—Él asintió. Bajé los escalones con mucho esfuerzo y pereza, no explicaba por qué estaba así; abrí la puerta y no creí lo que había en ella.
Intentaba decir algo pero simplemente no podía, mis impulsos me harían una mala jugada.
—Hmm ¿(tn)? — Cómo diablos sabía cómo me llamaba, no podía creerlo que estuviera mencionándome con su hermosa voz.
—Sí—Contesté secamente, no quería que se me fuera a escapar algún grito.
Ambos especímenes se miraron con una sonrisa, de esas malvadas, después giraron su cabeza como el Exorcista… sus ojos abiertos como platos y una sonrisa más grande que nunca.
—Liam tenía razón Lou.
—Lo sé Styles.
— ¿De qué hablan? —Me uní a su plática.
—Verás… Niall se extravió ayer y no ha regresado, lo hemos buscado por todas partes, no creo que esté aquí pero llegamos por si…—Lo interrumpí.
—Aquí está—Harry hizo una mueca graciosa, como de burla hacia mí. Burla e impresión al mismo tiempo.
—Ya veo, entonces… aquí está… ¿Aquí durmió? —Alzó sus cejas, Louis le pegó con el codo.
—Cállate Harry, esas cosas no se preguntan—Yo reí.
—Bah, pero ya lo hice—Le sacó la lengua riendo. —Y ¿Te gusta Niall?
— ¡HARRY! —Gritó Louis.
—Ya entendí—Contestó.
—Hmm—Me sonrojé. — ¿Y si mejor entran?, digo, para esperar a Niall.
— ¡Se sonrojó Lou! Si le gusta—Dijo Harry ignorando mi comentario. —Esperar a Niall, ¿para que se cambie? —Alzó sus cejas de nuevo.
—Te la estas comiendo viva—Dijo Louis. —Gracias (tn) entraremos entonces—Esa sonrisa encantadora de Louis, al fin la podía ver en vivo y a todo color, y Harry… más entrometido y se muere.
Los chicos se sentaron en los sofás. Yo subí las escaleras para avisarle a Niall, desde arriba podía escuchar sus murmullos.

Abrí la puerta y observé a Niall mirando por la ventana, totalmente calmado, silencioso.
—Niall, vinieron por ti—Dije mientras me acercaba a donde él estaba.
—Lo sé, reconocí el carro de Harry
— ¿Entonces por qué no bajaste?
—No lo sé, esperaba que les dijeras que no estaba aquí—Rió. —Ahora bajo.
—Está bien… te esperaré… abajo supongo—Abrí la puerta para salir.
— ¡Espera!
— ¿Qué ocurre?
—Gracias—Dijo.
— ¿Gracias? —Reí. — ¿Por qué?
—Hmm por soportarme y haberme… ¿Cuidado? —Rió. —No lo sé, tú solo acepta las ‘gracias’, cuando bajemos no podré decírtelo.
—Acepto las gracias—Reí. —No debes agradecerlo, no fue nada—Sonreí y salí del cuarto, con una enorme sonrisa en mi rostro, me tiré a un sofá y suspiré, había olvidado que Harry y Louis estaban ahí, los cuales me miraban como si fuera un animal raro. Me paré de un brinco y empecé a tartamudear.
—Hmm, eh… yo… bueno…—Harry sonrió y se levantó, para sentarse junto a mí.
—Yo lo sé todo linda—Susurró.
—Harry, déjala—Dijo Louis.
—Sólo quiero comprobar algo, Louis, déjame hacerlo.
— ¿Comprobar qué? —Le dije yo.
—Tú déjate querer—Rió.
—No entiendo nada—Le dije a Louis.
—Está loco, luego te acostumbrarás.
— ¿Acostumbrarme? —En eso se escucharon los pasos de Niall al bajar las escaleras, Harry me apegó salvajemente a él formando un abrazo, yo no sabía qué hacer, sólo cerré mis ojos con fuerza.
—Yo también te quiero (tn) —Dijo Harry. —Eres tan linda.
— ¿Qué? —Dije yo.
— ¡Harry! ¿Qué haces? —Escuché la voz de Niall bastante cerca.
—No te importa.
—Hmm—Gruñó. —¿Ya nos vamos entonces? —Volteó a ver a Louis.
—Sí amigo mío—Louis se levantó. Ése momento era tan incómodo, y a la vez satisfactorio, Harry abrazándome mientras Niall y Louis nos observaban, ¿Cuándo pensaba soltarme?
— ¡Ya déjala! la estás asfixiando—Dijo Niall, con fuego en sus ojos.
—Noup—Contestó Harry. —Salgan, salgan, yo me despediré de (tn).
Niall salió como rayo hacia la puerta, y Louis detrás de él, salieron cerrando la puerta, okay esto si era incómodo.
Harry se separó, por fin.
—Espero no haberte incomodado—Rió.
—Lo hiciste.
—Es que, ¡Viste a Niall! Estaba ce-lo-so. Eso era lo que quería comprobar… ¡Ah mi chico está creciendo! —Decía claro, en forma de burla.
—Esto es tan extraño. Niall no… él nunca…—Me trabé yo sola, Harry me interrumpió.
—Niall sí… el siempre…—Rió. —Ah presiento que ésta no será la última vez que te vea—Me guiñó el ojo y sacó de su bolso un papelito. —Tómalo.
— ¿Qué es esto?
—Mi número.
— ¿Estás coqueando conmigo? —Reí.
— ¡No! —Se exaltó. —Aunque quisiera no podría, no entiendes… es que…—Abrieron la puerta, lo cual hizo que Harry no pudiera terminar de hablar.
— ¡Ya te concedí mucho tiempo a solas! Ya vámonos Edward—Era Niall y no parecía estar muy contento que digamos. Tenía los pelos de punta.
—Ya voy Mr. Celoso.
—Te voy a matar cuando lleguemos a casa—Dijo Niall tomándo a Harry del brazo y sacándolo de la casa, yo iba tras de ellos riendo.
—Si no es que me matas antes—Harry se fue trotando al carro, donde ya lo esperaba Louis, Niall se quedó en la puerta, frente a mí.

— ¿Qué te dijo Harry? —Susurró.
—Nada—Dije mientras sonreía y evitaba su mirada, pero simplemente era imposible.
— ¿No me lo vas a decir? —Lo dijo bastante cerca de mí lo que hizo que yo me apartara.
—No, ¿para qué quieres saberlo? —Tarareé.
—Simple curiosidad, dime—Seguía susurrando.
— ¡YA BÉSALA! — Escuchamos que gritaron Louis y Harry al unísono. Niall bajó la mirada y soltó una risita.
—Cuando lleguemos los voy a matar—Me dijo a mí.
—Dales un golpe por mí también.
—Lo tendré en mente; en vista de que no quieres decirme, tendré que irme.
—Está bien—Contesté.
— ¿Así de fácil? ¡Genial! —Dijo sarcásticamente. —Bueno (tn), cuídate, nos vemos después.
—Adiós—Sonreí.
—Bye—Me dijo él.
—See you.
—Nos vemos—Contestó.
—Anda ya vete—Reí. — ‘El que mucho se despide…’ —Dije sin terminar ése dicho.
— ‘…pocas ganas tiene de irse’ —Lo completó. Después me tomó de la mano, algo que no esperé, me quedé paralizada ahí frente a él. —No quiero irme—
—Yo… no sé qué decir.
—Que tú tampoco quieres que me vaya—Dijo. Estaba en una especie de shock en el que no podía ver a mí alrededor, a nada más que a él, y él a mí… un sonido de una bocina de automóvil arruinó ese momento.
— ¡Niall venimos por ti! pero creo que nos iremos sin ti si no te apuras—Dijo Harry.
—Ve—Contesté.
—Entonces, eso fue un ‘no’—Dijo Niall soltando mi mano y dándose media vuelta, lo iba a detener pero no alcancé a tomarlo del brazo. Niall se subió al coche y éste avanzó y me sorprendió que Harry como niño chiquito sacó su cabeza y sacudía sus manos diciéndome —Adiós—.

Cerré la puerta cuando éste avanzó.
— ¿Acaso estoy soñando? —Me dije a mi misma. En ese instante tocaron la puerta, mi corazón se aceleró… ¿Era él? No lo pensé dos veces y abrí. No era quien yo pensaba.
—Hola… Ed, no pensé que fueras tú.
— ¿Esperabas a alguien más? —Dijo entrando a la casa, dejando su guitarra recargada en la pared.
—No, no.
— ¿Y bien? ¿Ya se fue el ebrio?
—Sí.
— ¿Y? Me vas a decir que no pasó nada…—Decía rodando sus ojos, intentando sacarme todo, nos sentamos en el sofá.
— ¡Edward! … estoy viviendo un sueño.
—Empieza…—Dijo asintiendo.
—Niall… Niall me besó, pero… estaba borracho, pero ahora ¡No no no! ¡Es un lindo! ¡Lo adoro! —Grité.
— ¿A quién adoras (tn)? —Escuché la voz de mi madre, oh Dios, había llegado, Edward soltó una carcajada.
—A mí señora, me adora—Dijo Ed.
—Cállate tonto—Reí.
—Bueno, entonces acepto—Dijo mi madre. —Estaré arriba, por si me necesitan.
—Está bien mamá.
—Edward ¿Te quedas a cenar?
—Sí claro, por supuesto.
—Bien, porque tú harás la cena—Dijo mi madre, Edward sonrió y mi mamá subió.

De nuevo nos encontrábamos solos.
—Entonces, estás emocionada porque te beso un borracho, dime ¿Cómo se siente eso? —Estaba siendo sarcástico, o quizá me quería hacer sentir mal, no podía entender eso de Edward algunas veces.
—Edward, eso no es muy lindo que digamos.
—No, no lo es, ¿Sabes? No sé si él es un idiota por haberse aprovechado de ti así o si fuiste tú la que se aprovechó.
—Fue una decisión mutua—Bromeé, Ed me dio un pequeño golpe en el hombro.
—Esto es una locura—Decía mientras ponía sus manos en su cabeza, no podía entender realmente el por qué.

Niall Versión.
—Lo bueno que no te atrae, imagínate si lo hiciera—Decía Harry entrando a la casa, en voz alta, tan discreto como siempre solía ser.
—Cállate.
—Niall, no puedes negarlo—Dijo Louis.—Eres tan obvio.
—No andaré con ella por obedecer a los mánager y ustedes no me convencerán—Contesté.
—No Niall—Dijo Harry.—No es exactamente a lo que me refiero—Eso hizo que Zayn bajara de su habitación, con un peinado que de seguro se lo hizo la almohada.
— ¿Qué es todo este ruido? Harry, Intento dormir, cállate.
—Sólo tú duermes a las doce del mediodía—Dijo Lou.
— ¿Y? —Zayn regresó a su cueva, era típico que se levantara de mal humor.
—Bueno, tienes algo que explicarnos… ¿Te fuiste con Demi y amaneciste con (tn)? —Dijo Lou sentándose de brazos cruzados. —Liam te golpeará, te castigará y no te dejará salir nunca más.
—Es complicado… me emborraché, no recuerdo nada… dijo (tn) que Demi me dejó tirado en el césped de su casa…—Harry me interrumpió.
—OH MY GOD, es una maldita… mala amiga… ¡Dejarte ahí!
—Harry, no seas problemático—Dijo Louis, Harry y yo sólo reímos. —Prosigue Nialler.
—Ah… si, pues, no recuerdo mucho.
—Lo que te acuerdes—Dijo Harry tomándome por los hombros, desesperadamente.
—Cometí un error.
— ¿Qué hiciste?—Dijo Louis y Harry al unísono, estos chicos tenían ese don de hacer, hablar, hasta ir al baño al mismo tiempo. Yo me reí internamente. —Besé a (tn), no sé por qué lo hice, no quería… me acordé en la mañana ¡Fui un tonto!
— ¡LO SABÍA! —Gritó Harry. —Lo sabía, lo sabía, lo sabía—Tarareaba.
—Pero ella no me lo dijo, creo que le di asco o algo así… así que no se lo mencionaré… éste será nuestro secreto ¿Entendieron?
—Claro… nuestro secreto—Dijo Harry, pocos segundos después salió corriendo como un tonto rumbo al jardín.

Harry Versión.
Seguro, secreto ¿Guardar un secreto yo? Bah, Harry Styles no puede guardarse algo así.

Harry Versión.
Me senté en una de las mesas fuera en el jardín y saqué mi celular lo más rápido posible.
— ¡Diablos! No le pedí su número a (tn) —Me dije a mí mismo, miles de cosas me venían a la mente, parece que yo estaba más apresurado a que Niall tuviera una novia, que él mismo.
¡Esperen! Niall debe tener su teléfono registrado en su celular, ¡Claro! ¿Cómo no se me ocurrió antes?
Decidí ir a buscarlo y quién sabe, quizá llamar a (tn) y contarle un poco acerca de Niall, para que se fuera con cuidado, ya saben los buenos consejos de su futuro cuñado: Styles.
Entré de nuevo encontrándome con Lou en la cocina, actué normal, lo más normal posible.
—Dale a tu cuerpo alegría Macarena... —Tarareé, okay, eso no era normal. Error uno.
— ¿Estás cantando tú Harry? —Dijo Louis divertido.
—Hmm, sí—Dije nervioso. — ¿Has visto a Niall?
— ¿Un chico rubio de ojos azules? Creo que sí lo he visto, en algún momento de mi vida.
—No seas tonto por favor—Reí. —Iré a buscarlo—Me fui de ahí y subí a su habitación… ¡Éxito! No había rastro de él por ningún lado, pero encima de ése mueble mediano color marrón que estaba junto a su cama, se encontraba lo que estaba buscando, su celular. Me acerqué a él tarareando la canción de misión imposible… era algo difícil para mí no ser ruidoso. Tomé el celular y busqué su nombre.
—Veamos… (tn) dónde estás—Encontré el número rápido, lo escribí en mi celular y lo dejé ahí intacto como estaba, decidí salir del cuarto antes de que Niall entrara, todo fue un fracaso al salir, lo encontré de frente.
— ¿Qué hacías ahí dentro? —Dijo Niall mirándome de pies a cabeza.
—Hmm, nada… nada—Dije evadiéndolo.
— ¿Seguro?
—Claro, ¿Qué debería hacer? Estaba buscando una pelota que se me fue para adentro… ¡Adiós!—Salí corriendo y bajé las escaleras, escuché a Niall murmurar —Qué chico tan más raro—Reí internamente y seguí mi recorrido, ahora sí, me fui al jardín, donde siempre debí estar.

Tu Versión.
Éste juego de preguntas y respuestas con Ed era tan divertido, me confesó que le gustaba una chica del vecindario y bueno, él era un chico tan tierno, no podía creer cómo lo trataba ella.
— ¿Y es difícil tocar la guitarra? —Le pregunté, observando cómo él la tocaba.
—No lo es, se ve difícil pero es muy sencillo… ¿Quieres que te enseñe?
—Un día de éstos deberás darme unas clases, me interesa mucho eso de la música—Confesé.
—Y cantas bonito ¿No te lo han dicho? —Mis ojos se abrieron como platos.
— ¿Cuándo me escuchaste cantar?
—Todas las mañanas cuando te despiertas cantas, me alegra el día escucharte, me quedo parado en mi ventana oyéndote como un tonto—Rió. —Espero que no lo dejes de hacer ahora que sabes que te escucho.
—Me espías Ed—Reí. —No puedes vivir sin mí.
—Oh no digas tonterías—Miró su reloj. —Debo irme, iré con mi mamá a ver a la abuela—Dijo con fastidio. —Entonces, mañana a las diez en mi casa nos iremos a ensayar guitarra.
— ¿Hablas enserio?
—Nunca lo he dicho más enserio—Sonrió mostrando su perfecta dentadura. —No me falles—Me dio un beso en la mejilla y caminó hacia la puerta, yo lo acompañé.
—Nunca lo haría—Observé como se alejaba hasta enseguida de mi casa… si sonaba ridículo lo sé.

(…)
Estaba más que lista para ir a clases de guitarra con Edward, lo saludé como siempre desde mi ventana; estaba dándome los últimos retoques para salir, cuando sonó el timbre.
—Abre la puerta (tn) —Escuché a mi mamá decirme desde su habitación, obviamente era Ed, me puse mi bolso y bajé los escalones rápidamente, acomodé mi cabello antes de abrir.
—Wow, ¡Qué linda te ves hoy! —Me dijo, no exactamente Ed.
—Gracias—Sonreí. —Igual tú, pasa, mi mamá está en su cuarto, enseguida baja—Le indiqué, cerrando la puerta después de que él pasara.
— ¿Vas a salir hoy?
—Si de hecho tengo que…—Me interrumpió mi frase el timbre, de nuevo, hice una mueca graciosa y abrí de nuevo. Ahora sí, era Ed.
—Hola preciosa—Besó mi mejilla. —¿Nos vamos?
—Hmm, yo… eh—Le hice señas con los ojos, Edward se asomó y miró a Niall con cara de pocos amigos.
—Lo sospeché, bueno, nos vemos entonces…—Dijo dándose media vuelta, yo lo detuve del brazo.
—No Ed, espera aquí—Dije, entrecerrando la puerta y regresando a donde estaba Niall.
—Llegó tu novio por ti eh—Me dijo Niall.
—No, Edward no…—Una voz masculina me interrumpió.
— ¡Linda se nos hará tarde! Deprisa cariño—Edward, te mataré nomás salga, —pensé—. Niall alzó sus cejas y me miró asesinamente, luego giró su rostro para evitar mi mirada.
— ¡Adiós Niall! —Fue lo único que pude decirle, lo cual ni siquiera se molestó en contestar, salí de casa cerrando con llave, me sentía tan mal dejarlo ahí. Caminé hacia donde estaba Ed.
—Eres un tonto, Niall piensa que eres mi novio ¡Arruinaste todo!
— ¡Já! No lo hice con mala intención, siempre te digo así… y no porque ése idiota ande tras de ti dejaré de llamarte como toda la vida lo he hecho.
— ‘Toda la vida’ suena extraño y no es un idiota.
—Lo es para mí—Seguíamos caminando. —Deberías dejar de defender a alguien que ni siquiera conoces.
—Edward, querido… me he tomado el tiempo de hacerlo, por si no lo sabes, pero ¿Sabes qué? Reza por el día en el que me presentes a tu pretendiente, no saldrás vivo de ésta.
—Claro (tn) lo que digas—Decía sin prestarme atención.
—Eres un inmaduro—Decía con tal de que me prestara un poco de atención.
—Ajam.
—Tonto.
—Si claro.
—Agh ¡Te odio! —Le grité en medio de la calle, todos los que estaban ahí pudieron apreciar el momento, Edward se enrojeció de coraje y yo, bueno, salí corriendo sin rumbo fijo, no quería que viniera a decirme cualquier tontería sobre Niall, estaba bien que no le cayera del todo bien, pero debía respetar mis decisiones al menos.

Me detuve a descansar, tanto correr me había hecho agotarme, donde claro ya había llegado a casa, después de dos horas de andar por ahí divagando… llegué, enojada por cierto, abrí la puerta y al entrar y cerrarla se me fue la mano un poco e hice un gran sonido, empujándola muy fuerte.
— ¿Qué ocurre ahí? —Escuché la voz de mi madre decir desde la biblioteca.
— ¡No te importa! —Contesté de mala gana, subiendo las escaleras y encerrándome en mi habitación, de igual modo cerrando la ventana.
Me tiré en la cama y cerré mis ojos quedando dormida, profundamente.

hola
nueva lectora
me encanta tu nove
necesitas chicas?