Re: The steps of his heart (kevin jonas)

por **xlivelikeitsnowornever** Dom 31 Mar 2013, 3:47 pm

4

Me encontraba arriba de la máquina mirando a mí alrededor, quizá en un intento estúpido de olvidar que corría sobre una máquina, mientras que parecía que me tiraran mucha carga, por mi mal estado físico.
― ¡Vamos, Andrea, tú puedes! ― me alentó y luego siguió su camino, la verdad, en cierta parte agradecía ese apoyo de parte del profesor.
Parecía una eternidad caminar sobre la máquina, mientras los demás trabajaban con una sonrisa en la cara las pesas, me sentía cansada y, en cierta parte, sola.
― ¿Qué te parece si te bajas? ― apareció el musculín en frente mío y con su perfecta sonrisa me incitó a seguirlo.
Bajé de la máquina y tomé un poco de agua, mientras que seguía los pasos del profesor. Me guío hasta una de las máquinas, un tanto alejadas.
― ¡Hola! ― saludó una muchacha que pedaleaba sobre la bicicleta estática como si estuviera en una maratón.
― Hola― dije algo incómodo, la verdad es que se veía un tanto rara.
― ¿Cómo te llamas? ― preguntó y yo me acomodé en la bicicleta que se encontraba al lado de la de ella.
― Andrea, ¿y tú? ― le sonreí y ella tomó un respiro.
― Brenda, un gusto― me sonrió de vuelta―. Eres nueva, ¿no?
― Sí, sí― contesté comenzando a pedalear.
― Eso es genial― agregó y miró al profesor―. ¿Cuántos años tienes?
― Tengo 24― respondí algo incómoda―. ¿Y tú?
― 20― Limpió su sudada frente y yo le eché una mirada, parecía tener más. La verdad, es que la chica no me daba buena vibra.
― ¿Vas a la universidad?
― Ya terminé, ¿y tú?
― Estoy estudiando― corrió su flequillo y luego me miró, me incomodaba. Detuve mi pedalear, llamando la atención del profesor.
― ¿Ocurre algo? ― enarcó una de sus gruesas cejas y yo negué―. ¿Entonces?
― Olvidé guardar algo― sonreí nerviosa y el caminó hasta la chica. Pensé en salir corriendo de ahí, mi intuición femenina poco desarrollada pero muy acertada, me advertía que algo me ocurriría si no salía de ahí.
― ¿Lista? ― El profesor me observó, asentí y deje las cosas allí.
― Terminé― avisó la muchacha y se bajó, para luego, caminar lejos del lugar.
Miré a mí alrededor y noté que sólo estábamos el profesor y yo. Mi nerviosismo aumentó y por un momento, recordé cuando Marie me había dicho que me había coqueteado.
― Así que… ¿Eres soltera? ― ¡Bam!, Marie jamás fallaba. Suspiré y comencé a hacer más lento el pedaleo, en caso de emergencia.
― No― le mostré mi mano y él asintió.
― ¿Cómo se llama el afortunado? ― sonrió y yo enarqué mi ceja. Ahora extrañaba que Kevin no emitiera palabra.
― Douglas― miré a otro lugar.
― ¿Douglas? ― sonrió divertido―. ¿Douglas Martin? ―asentí algo extrañada―. ¿Te casarás con el que se acuesta con medio mundo? ― detuve mi pedalear y lo fulminé con la mirada―. ¿No me crees?, ¡Yo mismo lo acompaño a esos lugares!, tú sabes de qué hablo― me bajé de la bicicleta y tomé mi bolso―. Hey, no te vayas― tomó mi muñeca y yo solté el agarre enseguida―. Lamento ser tan…
― Sólo cállate, ¿sí?
― Hay cosas mejores… Yo jamás te haré llorar…― reí irónicamente, y le di una bofetada.
― Si lo acompañas a “esos” bares ¿debería creerte? ― Él se quedó en silencio―. Acabas de perder una clienta― aclare mi garganta y con la frente en alto salí de ese lugar.
¿Y si era verdad?, ¿Qué ocurría si Douglas de verdad me engañaba?, ¿Y si Marie sabía y había decidido no decirme?, maldición, era el peor momento para dudar de mi prometido.
***
Me sentía sola. Eso describía mi estado anímico. No hablaba con Marie hace días, Douglas llegaba tarde y de conversación ni hablar, estaba muy cansado. Y es más, extrañaba la frialdad y profesionalismo de Kevin, extrañaba hablar con Marie, extrañaba a la activa yo, ir de un lado a otro viendo cosas para el matrimonio y cosas por el estilo hacían que mi día fuera realmente uno, estar en la cama, viendo novelas deprimentes o viendo películas de amores prácticamente utópicos no subían mucho mi autoestima ni mi ánimo.
La puerta sonó y salí de la cama enseguida, arreglé mi atuendo y sonreí falsamente, y me senté en la cama simulando leer un libro.
― ¿Qué tal estás? ― apareció Douglas en la habitación y yo desvié mi vista del libro.
― Bien, bien.
― Te quiero― besó mis labios y me sonrió―. Te amo, mucho― se puso de cuclillas en frente mío y me entregó un ramo de flores, yo lo tomé sonriente y suspiré, por alguna razón, todas esas dudas habían desaparecido con aquel gesto de su parte.
― También yo― lo abracé y él se separó de mí.
― Te he visto algo triste, ¿ocurre algo malo? ― quitó su chaqueta y me observó.
― No, ¿Por qué lo dices?
― Porque no has hablado con Marie― me miró y yo sonreí.
― Su trabajo, tú sabes.
― Oh, qué pena, ustedes son tan cercanas― se lamento, yo lo miré algo extrañada―. Que ella me odie es otra cosa― rió y yo sonreí.
― ¿Qué tal tu trabajo?
― Igual de aburrido que siempre― rió,
― ¿Por qué volviste antes? ― cuestioné mirándolo, él me miró divertido.
― Terminé antes, disculpa por no avisarte para que le dijeses al otro que se fuera― dijo burlón y yo lo golpeé suavemente.
― No crees eso de mí, ¿cierto?
― Claro que no― besó mis labios y caminó hasta el sillón para tirarse ahí.
― ¿Qué haremos hoy? ― me senté junto a él y él se encogió de hombros, dándome a entender que no tenía nada en mente.
― Supongo que ver televisión y comer algo― se levantó del sillón―. Hoy cocino.
― No sabes hacerlo― reí.
― Aprendí, cariño― guiñó su ojo y yo reí.
Comenzó a moverse por toda la cocina buscando lo necesario para cocinar algo, verlo moverse de un lugar a otro me causaba ternura.
― Ahora ve a ver televisión, quiero que sea sorpresa.
Prendí la televisión y comencé a hacer el típico zapping, entonces, ahí apareció una pareja bailando y a mí mente se vino Kevin, sonreí inconscientemente y recordé la última clase que habíamos tenido.
― ¡A cenar! ― gritó Douglas desde el comedor, me levanté de la cama y caminé hasta la mesa.
― Se ve delicioso― le sonreí y me senté.
Tomé el tenedor e inconscientemente comencé a jugar con la comida que se hallaba en el plato, no quería comer, quería tirarme a la cama y dormir hasta que mi ánimo decidiera mejorar.
― ¿Qué ocurre? ― preguntó mirándome.
― ¿Por qué lo dices? ― respondí a la defensiva, él enarcó una de sus cejas.
― Reaccionas raro, no quieres comer… Yo… No sé qué te ocurre― confesó algo frustrado.
― Si de verdad me conocieras, sabrías que me ocurre― me levanté de la mesa y él me observó sin ningún gesto en la casa―. Pero claro, te preocupas si estoy pasada en unos cuantos kilos y no en como rayos me siento, ahora que prácticamente estoy cayendo en un pozo depresivo ¿te preocupas por mí?, así no funciona, Douglas― caminé hasta la habitación y cerré la puerta de un golpe.
― ¡Ábreme, Andrea! ― gritó el rubio del otro lado de la puerta.
― No quiero― grité poniendo mis zapatillas.
― ¿Sabes? ¡Llámame cuando se te quite la estupidez! ― sentí un portazo y sonreí. Arreglé mi cabello y luego de verificar que su auto no estaba donde solía estacionarlo, tomé mi bolso y salí de la casa.
Estaba nerviosa, eran las once de la noche y sinceramente, había querido escaparme sin saber dónde ir, y ahora me arrepentía, me podía pasar cualquier cosa.
Había pensado en ir donde Kevin, pero seguramente ya no se encontraría ahí para escucharme y decirme alguna verdad hiriente que tanto necesitaba, no quedaba más opción que Marie, aunque me regañaría, necesitaba escuchar la voz de mi amiga.
Conduje hasta su departamento, fue entonces cuando la vi llegar con un muchacho al edificio, si mi vista no fallaba, ese era Kevin. Me estacioné, y con algo de enojo mezclado con curiosidad.
― ¡Marie! ― grité y ella me miró algo desconcertada y nerviosa―. Marie, cariño― dije irónicamente acercándome a ella―. Kevin, ¡eres tú!, que sorpresa― golpeé levemente su hombro y él me miró nervioso―. No sabía que tenían algo― los apunté y se notaban algo desesperados―. ¡Jamás me imaginé que serías un mentiroso, Kevin! ― reí―. “No me vinculo con mis alumnos”, esto parece más que una salida a tomar café― él negó.
― Nosotros no somos nada, sólo la traje― su ceño se frunció―. Ahora que lo pienso, no tengo por qué darle explicaciones a una muchachita loca e inconsecuente.
― ¿Inconsecuente por no ir a tus aburridas clases o…?
― Exacto― miró a Marie y se dio la media vuelta, comenzó a caminar a paso rápido y algo molesto.
― ¿Te das cuenta de la escena que acabas de hacer? ― preguntó Marie incrédula, negué, recién ahora venía a caer que mi instinto le había ganado a mi conciencia y sinceramente, me sentía la chica más loca del mundo.
― No sé qué decir… Yo sólo venía a verte y…
― ¿No deberías estar con Douglas? ― respondió molesta y entró al edificio. Me maldije unas mil veces antes de apoyarme en mi auto.
Definitivamente, las cosas no estaban jugando a mi favor desde el estúpido día en el que había pisado aquel gimnasio. Me sentía mal, había encarado a Kevin sin razón aparente… A final de cuentas, Marie ya no era alumna suya y él podía hacer lo que quería con su vida… Había hecho enojar a Marie y también a Douglas, sólo para escaparme y no sabía de qué huía.
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:) espero que les haya gustado

por **ale_princess** Vie 05 Abr 2013, 11:17 pm

celos??? jajaja pobre andrea
siguela pronto por fis

por **xlivelikeitsnowornever** Mar 16 Abr 2013, 2:46 pm

5

Ocho y treinta de la mañana, Douglas estaba guardando todas sus cosas en el portafolio mientras yo seguía en la cama.
― Hasta la noche― se despidió superficialmente, y lo entendía, lo había hecho enojar. Aunque, lo que había dicho anoche no era mentira.
Me levanté y caminé hasta el baño, para darme una larga ducha y quitar todo el estrés que todo me producía. Me vestí rápidamente y luego de tomar un café y comer algo ligero, comencé a hacer las tareas diarias, limpié toda la casa y me sentía mucho mejor que ayer, al terminar, comí una fruta y salí de la casa, llamaría a Marie para que nos juntásemos y pudiera disculparme con ella.
Nos encontramos en el típico lugar al que íbamos a comer helados, compramos unas copas y nos sentamos un tanto apartadas.
― Discúlpame― comencé y tomé la cuchara para jugar con el helado.
― No te preocupes― sonrió―. Te extrañé mucho estos días y de verdad lamento haberte dicho eso… A final de cuentas, es tú cuerpo y tú sabes si dejas el baile por el gimnasio.
― Con respecto a eso― la miré y ella enarcó una de sus cejas―. Dejé el gimnasio, el tipo era cualquier cosa, tenías razón, como siempre.
― Es lindo que por fin te des cuenta de que yo tengo razón, pero aún faltan algunas cosas― yo suspiré.
― Sabes que no puedo dejar a Douglas, yo lo amo y…
― No hablemos de Douglas, la idea era pasar un buen tiempo y siempre que hablamos de él terminamos peleando, linda.
― Tienes razón.
Luego de una divertida tarde con Marie, me despedí de ella y sentí un peso menos en mi espalda, me subí al auto y conduje hasta donde enseñaba Kevin, tenía que retomar las clases y pedirle disculpas.
Al aparecer en la habitación noté que había llegado por lo menos una hora más temprano, así que, me senté a observarlo gritonear a los muchachos que lucían bastante cansados.
― Muévanse― gritó y yo sonreí, no sabía cuánto se podía extrañar su voz―. Lo hacen bien, pero quiero que lo hagan mejor― negué, era bastante exigente, según mi punto de vista, los chicos se veían bastante coordinados y era una danza mucho más que buena, miró su reloj y detuvo la música―. Tomen agua y váyanse, nos vemos mañana― se sentó en la típica banca que solía usar para hidratarse y los chicos se fueron retirando del lugar, unos se demoraban más que otros, lo cual comenzaba a inquietarme, quería acercarme a él y hablarle, necesitaba sentirlo cerca.
La última muchacha se fue y su vista se fijó en mí, una pequeña sonrisa se escapo de sus labios y yo no pude ocultar la mía. Estaba segura de que él me había extrañado tanto como yo a él.
― Volviste― dijo sin moverse de su lugar, tomó otro sorbo de agua y yo asentí―. Acércate― se levantó y yo caminé hasta él.
― Quería pedirte disculpas― comencé mientras el tomaba mi mano―. Ayer fui una estúpida, no tengo ningún derecho para hacer lo que hice…― él carcajeó y posicionó su mano libre en mi cintura.
― Eso es lo que quería escuchar― Su ego me hizo reír―. ¿De qué ríes?
― De nada― sonreí y me sentí algo mareada.
― Como digas― me miró sin creerme, comenzó a moverse, y yo lo seguí.
Me sentí genial por no haberlo pisado aún, pero el dolor de cabeza me estaba matando, y sentía que las cosas daban ligeramente vuelta a mi alrededor.
― Kevin― me separé de él y él me observó―. Me siento algo mal― él se acercó a mí y me miró preocupado.
― ¿Qué ocurre?
Sentí como si me dieran vuelta todo, y no supe nada más.
― Despierta, Andrea, por favor― escuché una voz a lo lejos y vi a Kevin junto a mí, con la cara más preocupada que jamás había visto.
― ¿Qué ocurrió? ― articulé abriendo los ojos de a poco.
― Te desmayaste― volvió a su posición normal, de hombre frío.
― Eso es raro― traté de moverme pero el me detuvo―. Estoy bien.
― Hazlo lento, y cuidadosamente por favor― sus ojos no podían ocultar el nerviosismo y la preocupación que sentía hacía mí―. Dime― se puso de cunclillas en frente mío―. ¿Estás embarazada? ¿Tienes problemas con el azúcar? ¿Con la presión? ¿Estrés?
― No me ocurre nada― dije molesta levantándome.
― Uno no se desmaya porque sí― me reclamó―. ¿Comiste bien hoy? ― me había dado en el clavo. Me senté nuevamente y evité su mirada―. Lo tomo como un no, ¿por qué?
― Estoy pasada de peso― me levanté y me puse en frente del espejo.
― ¿Tienes problemas alimenticios? ― negué―. Así se llama no comer, verse gorda cuando estás en un excelente estado físico… Pero según lo que sé, eso siempre ocurre por alguna razón, y hasta la semana pasada, eras una chica feliz y sin estrés por tu físico.
― Las cosas cambian.
― No es una buena respuesta― Dijo molesto.
― Para mí si…
― No, es tú salud de la cual estamos tratando… No es algo irrelevante, dime que ocurre… Quizá pueda ayudarte― sonreí y sentí como los latidos se me aceleraban.
― Douglas, mi prometido― él bufó, como sabiendo de lo que se trataba―. El dijo que debería bajar unos kilos.
― Es un estúpido― escupió cada palabra con asco―. Empezando, dile que vaya a un oculista, estás bien… Segundo, es un estúpido que no merece que alguien como tú aguante todas las estupideces que se le ocurra decir… Y tercero, no deberías dejarte influenciar por él.

abajo un bonus :)

por **xlivelikeitsnowornever** Mar 16 Abr 2013, 2:47 pm

6

Sus pies se movían al compás de la canción, y yo trataba de seguirlos, cosa que se me hacía un tanto difícil, pero no imposible, ya que en algunas partes lograba seguirlo, pero luego me descoordinaba nuevamente.
― Se acabo― miró su reloj de muñeca y me miró.
― Profesor― aclaré mi garganta y él me miró―. ¿Le puedo hacer una pregunta personal? ― Él me miró dudando.
― Creo que sí… Yo hoy te pregunté algo personal.
― ¿Tienes una relación con Marie? ― él negó enseguida―. ¿Enserio? ¿Entonces por qué ayer la acompañaste a su departamento? ¿Me estás mintiendo?
― Era sólo una pregunta, tramposa― rió divertido y comenzó a guardar sus cosas.
― ¿Desde cuándo eres tan amigable? ― él detuvo su risa y sonrió.
― No estoy siendo amigable.
― Comparado hace unos días atrás, lo estás siendo, demasiado… Y acepto que me asusta.
― De verdad, no soy amigable― su ceño se frunció y suspiré tranquila.
― Será mejor que me vaya― tomé mi bolso y lo miré―. Adiós profesor, hasta mañana.
― Adiós― se despidió mientras guardaba sus cosas.
Caminé hasta la puerta del salón y me volteé a verlo, estaba sentado leyendo algo en su teléfono. Troté hasta donde él se encontraba y él desvió su vista hacia mí.
― ¿Ocurre algo? ― pregunto algo extrañado.
― Gracias― lo abracé y besé su mejilla.
― ¿Por- Por qué? ― tartamudeó.
― Por preocuparte por mí― me separé y le sonreí―. Te lo agradezco, últimamente siento que no le importo a nada ni nadie.
― Te aseguro que no es así― me animó y noté un leve rubor en sus mejillas―. Será mejor que te vayas― apuntó la puerta y asentí.
Salí con una sonrisa de oreja a oreja luego de aquel contacto, pero mucho más por su preocupación, sentía que las cosas por fin comenzaban a arreglarse, que por fin comenzaban a salirme las cosas bien. Y hasta podría decir que volví a sentirme valorada por un chico, sentía que a Douglas no le interesaba, y que cuando lo hacía, era por alguna razón, quizá para seguir reteniéndome a su lado.
Al llegar a casa, Douglas estaba sentado en la mesa con millones de papeles alrededor suyo, parecía preocupado y algo estresado.
― Llegué― avisé dejando las llaves en la mesa.
― Que bien― respondió examinando unos papeles.
― ¿Algo va mal? ― me acerqué y miré los papeles.
― No, sólo traje algo de trabajo a casa― contestó buscando un papel.
― Te quería contar que dejé el gimnasio y… Volví a clases de baile― levantó su vista y me observó serio.
― ¿Podrías decidirte?
― Ya lo hice― sonreí.
― Genial― ironizó y yo reí, él detuvo su actuar y me miró desconcertado―. ¿De qué ríes?
― ¿Pretendes que llore? ―cuestioné con una sonrisa en los labios y él negó.
― No… Yo sólo…
― Tanto trabajo te afecta― reí y besé su mejilla―. Me voy a dar una ducha, así que, si no te vas a la cama en una hora, buenas noches― él sonrió y volvió a su papeleo.
Luego de una ducha más o menos larga, me acosté y vinieron flashbacks de la clase a mi mente, recordar como Kevin se había preocupado por mí era algo que me llenaba de una sensación de felicidad increíble. No pude dormirme en un rato, no sé cuánto tiempo había pasado y yo seguía ahí pensando en la vida.
Quizá cuánto tiempo había pasado, ya que Douglas se hallaba acostado a mi lado, sentí su brazo en mi cintura atrayéndome a su cuerpo, la sonrisa de mi rostro se borró y ahora me sentía llena de culpa, ¿pero por qué?
Verlo dormir tan plácidamente me entregaba una paz enorme, pero a la vez me hacía sentir como si estuviera haciendo algo mal. Quizá haber tanto pensado y repasado el tema de Kevin me estaba volviendo loca. Cerré los ojos con la esperanza de poder conciliar el sueño, pero enseguida venía Kevin a mi mente, suspiré y abrí los ojos nuevamente, me di la media vuelta y quedé frente a mi prometido, el cual dormía plácidamente. Resaltaba enseguida su típica pinta de príncipe azul, y cuan relajado se encontraba. Acaricié su mejilla con delicadeza y besé su frente, para luego acomodarme entre sus brazos, él algo adormilado me acomodó mejor y yo cerré los ojos y traté de dormir por fin.

La alarma sonó y me hallé sola en la gran cama, no sabía qué hora era, ni cuando me había dormido, sólo sabía que debía levantarme y tenía que quitar esas dudas que me habían costado unas cuantas horas de sueño.
Me levanté y vi que ya eran las dos de la tarde, así que me tomé mi tiempo con todas las cosas que debía hacer ese día. Quería que el tiempo pasara rápido, sin que lo notara y sin que “aquel” tema viniera a mi mente nuevamente.

Salí del departamento y pasé a una pizzería, compré una de mis favoritas y una idea loca se me ocurrió mientras la esperaba. Al momento en el que me entregaron la pizza, noté que faltaba un cuarto de hora para que mis clases comenzaran, así que, con una sonrisa caminé las cuadras restantes y llegué al local. Me topé con varios chicos cuando subía las escaleras, por lo que supe que su clase había terminado y seguramente me estaba esperando a mí.

― ¡Kevin! ― aparecí en la silenciosa habitación sobresaltándolo por el grito.
― Andrea ― se volteó a verme y caminó hasta mí―. Llegaste dos minutos tardes, ¿sabes lo que significa esto?
― ¡Si! ― reí―. Que traigo una pizza y quiero que compartamos un buen momento juntos.
― ¿De qué hablas? ― enarcó una de sus cejas y yo me senté en la banca que él solía sentarse.
― De esto― saqué la pizza y unos refrescos, él me miró no creyéndolo―. ¿Ocurre algo?
― Me estás pagando por enseñarte a bailar, no por comer.
― Hoy te pago por comer, ¿algún problema? ― salí en mi defensa, a lo cual él negó.
― Sí, esa cosa tiene mucha grasa y…
― ¿Kevin? ― reí―. Al parecer, el que tiene complejos con su cuerpo eres tú.
― ¿Eso significa que tú no? ― sonrió.
― No, soy linda como soy― me encogí de hombros y él se sentó en frente mío.
― Me gusta eso, merece celebrarlo― tomó un trozo de pizza y comenzó a comerlo.
― Me gusta que comas pizza― carcajeé y tomé un trozo de la masa circular.
― ¿Segura que no tiene veneno o algo parecido? ― reí y negué.
― Y cuéntame― comencé y él suspiró.
― Sabía que esto era por algo, claro, traes comida… Y me sacas las respuestas.
― Por supuesto― le respondí.
― Te voy a dar la oportunidad de hacerme tres preguntas, nada más.
― ¿Enserio? ― dije animada.
― Ya perdiste una― rió y tomó un poco de gaseosa.
― Eres malo― me quejé―. Dime, ¿tienes novia?
― No, no tengo una.
― ¿Te gusta alguien?
― Por supuesto― sonrió―. Estoy locamente enamorado de esta actriz que apareció en…― se quedó en silencio tratando de recordar el nombre de la chica.
― Deja las bromas, ¿quién te gusta?
― ¿Te interesa?
― Claro, por algo lo pregunto― respondí y él bufó.
― No puedo contarlo, puede ocurrir lo mismo de la otra vez.
― ¿Qué cosa? ― indagué interesada, quizá había una gran historia detrás de su forma de ser.
― Dijimos tres preguntas― dijo serio, y supe que le dolía tocar el tema.
― Disculpa― volví a mi pizza y él me miró algo incrédulo, jamás era así de obediente.
― ¿Puedo hacer tres preguntas?
― Claro― sonreí.
― ¿Cómo conociste a tú prometido?
― En una fiesta, gracias a un amigo― contesté.
― ¿El te trata como una reina? ― cuestionó mirando el alimento.
― Algo así, podríamos darle en cincuenta por ciento.
― La última pregunta y comenzamos con la clase― limpió sus labios con la servilleta y se levantó del asiento―. Sé que esto no es correcto, ni para ti ni para mí, y una parte de mí me dice que no lo haga… Pero la otra le gana y le dice que no cometa los errores del pasado― rió y yo lo miré expectante―. ¿Te gustaría ir a tomar un café conmigo?
― ¿Qué? ― no pude ocultar la felicidad que aquellas palabras me habían producido y prácticamente salté de la banca.
― ¿Eso es un sí?
― ¡Por supuesto! ―me abalancé sobre él y él se mantuvo sin hacer nada, carraspeó en signo de que me separara y mi compostura volvió.
― ¿Bailamos? ― me estiró la mano y yo acepté.
Luego de bailar un rato al ritmo del vals, me despedí de él y quería ir cantando por las escaleras, pero la cosa no era ahuyentarlo.
Al llegar a casa y ver a Douglas con mil papeles nuevamente a su alrededor, bufé y caminé hasta nuestra habitación, me cambié de ropa y me metí en la cama, con ansias de que fuera el día siguiente para salir a tomar un café con Kevin; quizá ese sería el momento exacto en el que podría sacarle la información que me había ocultado hoy.
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por **xlivelikeitsnowornever** Sáb 11 Mayo 2013, 9:31 am

No voy a seguir subiendo.

Novela completa aquí:http://www.mediafire.com/view/?cy6vck3ro368umz

por **Ed Sheeran** Dom 19 Mayo 2013, 1:23 pm

¡¡Hola!! Me encanto la novela.
No suelo leer fanfics y menos de aquí del foro.
Pero esta novela me encanto y más porque
es con mi hermoso Kevombom.
¿Por qué no la seguirás? :c

por **xlivelikeitsnowornever** Dom 23 Jun 2013, 5:20 pm

Ed Sheeran escribió:
¡¡Hola!! Me encanto la novela.
No suelo leer fanfics y menos de aquí del foro.
Pero esta novela me encanto y más porque
es con mi hermoso Kevombom.
¿Por qué no la seguirás? :c

je, holi, disculpa la demora.
porque estoy concentrada en otras novelas/cosas, y como esta ya la habia subido y la tengo lista y con link de descarga... Entonces por eso :)

por Invitado Dom 23 Jun 2013, 5:58 pm

Hola!! Nueva Lectora!!! me encanto tu nove!!! esta geniall!!
Seguila pronto!!

PD: se pasaria por mi nove? Una Relación Por Conveniencia [Nick Jonas] y The Perfect Game [Joe Jonas]

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