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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Teenage Runaways. |One Direction|
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Re: Teenage Runaways. |One Direction|
hahaha Cande, sabes que tu tambien lo quieres, no trates de negarlo ah(?)
por mp
por mp
peralta.
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Re: Teenage Runaways. |One Direction|
Cande, apúrale que ya casi me voy a dormir ;-;
peralta.
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Re: Teenage Runaways. |One Direction|
hahaha ya lo vi
cuando miré la hora que mandaste el mensaje, chequé la hora de mi computadora y decía 3 am y yo como "apoco ya tengo dos horas aquí, wut" luego me di cuenta que se cambió la zona horaria y no tengo ni idea porque
ya lo respondo
cuando miré la hora que mandaste el mensaje, chequé la hora de mi computadora y decía 3 am y yo como "apoco ya tengo dos horas aquí, wut" luego me di cuenta que se cambió la zona horaria y no tengo ni idea porque
ya lo respondo
peralta.
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Re: Teenage Runaways. |One Direction|
Perdón por tardarme T.T me estaba volviendo boluda porque no sabía como explicarlo bien(?
Jaeger.
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Re: Teenage Runaways. |One Direction|
Cualquier persona en ese mismo instante estuviera durmiendo plácidamente con aquel ambiente frío y con el golpeteo constante de las gotas de lluvia sobre el techo, pero ella no. No tenía nada de sueño, era como si hubiera consumido cerca de unas veinte tazas de café. Volteó hacia su compañero de cuarto, que a comparación de ella dormía tranquilamente y en su rostro se veía reflejada aquella armonía que Abby deseaba tener, lo observó por un largo rato y sonrió; se levantó con cuidado de no hacer ningún movimiento que interrumpiera el sueño de Liam, agarró su mochila y entro al baño. Ni siquiera se asombró al verse en el espejo: pálida, despeinada, con el maquillaje corrido y con unas ojeras que daban la impresión de que le fue imposible pegar un ojo por más de una semana, pero su aspecto físico ni siquiera era un atisbo de cómo estaba por dentro. Si a simple vista daba la impresión de estar desecha, por dentro lo estaba diez veces peor. Se sentó sobre la tapa del inodoro y sacó la botella de Jack Daniel’s que guardaba en su mochila, el primer trago la hizo cerrar los ojos fuertemente…el alcohol le quemó la garganta como nunca, pero eso era lo que necesitaba…quería tratar de borrar cualquier tipo de cicatriz emocional que le dejó el loco-bastardo-hijodeperra. Las primeras lágrimas comenzaron a salir, trataba de recordar qué le había hecho ese loco pero era imposible…su mente estaba desecha, recordaba por fragmentos pero no lograba unir de forma correcta cada pedazo. Tomó un segundo trago y se maldijo el día en que esa pesadilla comenzó. Tomó un tercer, cuarto y quinto trago. Más lágrimas comenzaban a salir, lloraba no sólo por el simple hecho de todo lo que ocurría sino porque estaba molesta consigo misma, molesta porque había dejado de ser aquella chica ruda, la que no se rompía en miles de trocitos al primer tacto, ¿dónde quedó aquella Abby? se preguntó. En un arrebato de cólera arrojó la botella haciendo que se estrellara en miles de pedazos, como ella. No se percató si quiera cuando Liam entró al baño, con la angustia reflejada en su rostro.
―Abby –susurró el chico. Tomó a la castaña de los brazos para tratar de incorporarla, pero ella lo apartó bruscamente.
―No me toques –dijo quedamente. Miraba hacia el vacío, como si su alma hubiera abandonado completamente su cuerpo. Liam la tomó con firmeza y la medio zarandeó, pero entre su estado de ánimo y el alcohol corriendo por sus venas Abby entró en un pequeño estado de crisis y comenzó a golpear a Liam para que la soltara.
―¡Abby, basta! –vociferó―. Ya pasó, todo va a estar bien.
La chica dejó caer sus brazos y con lágrimas sobre sus mejillas abrazó fuertemente a Liam.
―¡No! –exclamó―. Nada ha pasado, nada va a estar bien. No sé por qué simplemente ese imbécil no me mató de una sola vez, así no estaría cómo estoy…sintiéndome como me siento.
Liam la alejó de su pecho, secó cariñosamente sus lágrimas.
―No vuelvas a decir eso, ¿está bien?
―Es la verdad Liam, yo sólo quiero volver a ser como antes…invencible, ¿sabes? Siempre me creí la más fuerte, la que iba de última en la lista de personas a las que le podían hacer daño… y mira cómo terminé. Ni siquiera me dio tiempo de luchar cuando ya tenía mi cabeza contra la pared…no sabes la impotencia que tengo, si tuviera a ese desgraciado en frente te juro que le patearía las pelotas y esa sería la menor de las torturas para él…
A pesar de ser un momento para nada agradable, Liam sonrió al escuchar eso último. El castaño le dio un tierno beso en la frente a la chica y la envolvió de nuevo en sus brazos.
―No eres débil, Abby. Simplemente estabas en el lugar y momento inadecuados…y para nuestra mala suerte, con la guardia baja…pero éstos no son temas para estarlos conversando a las dos de la mañana. Vayamos a dormir, lo necesitas.
Abby no tenía ganas y mucho menos fuerzas para seguir maldiciendo y llorando por todo aquello, a parte que nada lograba con hacerlo. Ambos se acostaron en la cama, ella no dudó un solo segundo para abrazarlo y segundos después quedarse completamente dormida.
―¡Abby, espera! –exclamó Liam, tratando de seguirle el paso a la castaña.
―No entiendo cuál es tu drama, sinceramente –exclamó Zayn.
Abby se detuvo frente a la puerta número 10 del motel y dio tres ruidosos golpes, enseguida Niall abrió la puerta de habitación pero apenas se percató que la persona que había pasado a su lado como un huracán y haciendo que casi cayera al piso era Abby. Más atrás estaban un Liam con cara de angustia, un Zayn con su típica cara de “los mataré a todos si no salen de mi camino” y una Joe que por su rostro de confusión, daba a entender que no sabía nada de lo que estaba pasando.
―¿Qué pasa, Abby? –preguntó Niall, seguido por un bostezo–. Es muy temprano para andar por ahí queriendo tumbar las puertas de…
―¡Cállate, rubio! –exclamó– Necesito hablar con todos, traigan a los que faltan.
―Te despertaste muy mandona esta mañana, ¿no crees? –ironizó el moreno.
―Abigail, ¿se puede saber por qué estás armando tanto escándalo? –Candice hizo acto de presencia, seguida por los otros tres chicos que faltaban–. Ruega porque el fastidioso encargado de éste cuchitril no nos eche de aquí a causa de tus gritos.
―¡Mujer! –exclamó asombrado Louis–. Te ves perfectamente bien, ayer estabas prácticamente muerta en vida y hoy…¡wow! luces como si nada hubiera pasado ¿Cuál es tu secreto? ¿Sirve también para las resacas?
Candice cerró los ojos y se masajeo la sien, tratando de no golpear a Louis y dejarlo tendido en el suelo.
―Louis, creo que no es momento de chistes –susurró Niall, seriamente. Abby simplemente ignoró aquellos comentarios sin sentido y le arrojó a Phoenix un sobre.
―¡Explícame eso! –le gritó a la joven– ¡Explíquenme todos semejante idiotez!
Phoenix observó el sobre y no tardó mucho en reconocerlo. Observó nerviosamente a Niall y luego hacia Liam.
―¿No quedamos en que no le diríamos nada?
―¡No fue mi culpa! –se justificó Liam, muy tranquilo–. Ella vio el sobre y leyó todo y antes de que me dejara decir una sola palabra vino hasta acá a armar todo este escándalo.
―¡Como si me lo hubieran podido ocultar para siempre, Nix! –ironizó.
―¿Alguien me puede decir qué está pasando? –susurró nerviosamente Joe.
―Pasa, querida Josephine –dijo frustada Abby– que el maldito psicópata que nos está persiguiendo se antojó de jugar con nosotros como si fuéramos una especie de conejillos de indias, ¿has visto las películas de Saw alguna vez en tu vida? pues un juego parecido es el que quiere jugar ese loco con nosotros y estos imbéciles en lugar de huir decidieron aceptar el maldito juego, ¿qué te parece?
Joe abrió los ojos, totalmente horrorizada. Abby caminaba de un lugar a otro en aquella habitación, tratando de descubrir cómo es que sus amigos habían sido tan imbéciles para aceptar tal locura.
―Todavía estamos a tiempo de huir, de no aceptar nada –trató de calmarse, miró a cada uno de sus amigos. Todos con un semblante diferente, todos con el mismo miedo de acabar perdiendo aquel juego–. Piénsenlo, la idea principal era huir… ¿por qué no seguir con eso?
―Porque será lo mismo –habló Harry, con aquella particular voz ronca y extrañamente tranquilizante–. Huimos, nos encuentra, nos ataca, volvemos a huir. Es todo un círculo vicioso.
―Abby… –Candice trató de sonar lo más cautelosa posible– con lo que te pasó ayer nos dimos cuenta de que éste tipo es capaz de cualquier cosa y es mejor hacer caso a lo que él nos diga.
―Candice, es un verdugo. Está haciendo que acabamos con nosotros…lo más probable es que las siguientes pruebas sean mucho peores que estar enterrado vivo… –la voz de Abby cambió del tono de frustración e histeria al tono conciliador– ¿Le harías eso a una Joe o alguno de estos cinco tontos que solamente están aquí por nosotras? No fuimos muy lejos de nuestras casas, podemos irnos del país…cambiar de identidad o algo así.
―Ni siquiera tenemos suficiente dinero para irnos a otro país –dijo seriamente Ally.
―¿Qué hay del imbécil de Malik o de la familia Monroe? –preguntó Abby, al borde de un colapso–. Ellos son niños de papi y mami que pueden conseguir lo que sea, bueno…por lo menos el imbécil de Zayn –observó al chico en cuestión–, sin ánimos de ofender.
―No –habló con voz rotunda Phoenix, dejando estupefactos a todos los demás–. Ya lo decidimos, aceptaremos el reto. Esta noche cumpliré lo que está escrito en este sobre.
Abby aún estaba molesta por aquella estúpida decisión de aceptar el juego que aquel psicópata proponía, no entendía como sus amigos pudieron haber sido tan obtusos. Miró a Louis quien tamborileaba nerviosamente sus dedos en torno al volante de la camioneta. Las reglas para esta noche era que: debían ir como máximo cuatro personas y Phoenix, obviamente, a unos de los cementerios más cercanos de donde ellos se encontraban (el psicópata había añadido un mapa del cementerio y del lugar donde les esperaba donde estaría ubicado el sitio para enterrarla) justo a las doce a.m, Zayn y Niall tendrían la tarea de enterrarla (orden puesta por el ya antes mencionado psicópata) y luego de eso se irían de vuelta al motel junto con los demás, esperarían dos horas para volver y desenterrarla. En la carta había advertido claramente que él estaba vigilando cada uno de sus movimientos y que cualquier intento por desobedecer alguna de las reglas, Phoenix no pasaría con vida de esa noche. Abby comenzó a morderse las uñas, hacia solo cinco minutos desde que aquellos tres se habían ido. No quería imaginarse como estaba Phoenix en ese momento o Niall, que era el que tendría que enterrarla…en Zayn no pensó casi, el era un hijo de puta de por sí. Cerró los ojos, rogando porque Phoenix saliera intacta de todo aquello y justo en ese instante se dio cuenta que aquellas dos horas serían eternas para todos ellos.
―Abby –susurró el chico. Tomó a la castaña de los brazos para tratar de incorporarla, pero ella lo apartó bruscamente.
―No me toques –dijo quedamente. Miraba hacia el vacío, como si su alma hubiera abandonado completamente su cuerpo. Liam la tomó con firmeza y la medio zarandeó, pero entre su estado de ánimo y el alcohol corriendo por sus venas Abby entró en un pequeño estado de crisis y comenzó a golpear a Liam para que la soltara.
―¡Abby, basta! –vociferó―. Ya pasó, todo va a estar bien.
La chica dejó caer sus brazos y con lágrimas sobre sus mejillas abrazó fuertemente a Liam.
―¡No! –exclamó―. Nada ha pasado, nada va a estar bien. No sé por qué simplemente ese imbécil no me mató de una sola vez, así no estaría cómo estoy…sintiéndome como me siento.
Liam la alejó de su pecho, secó cariñosamente sus lágrimas.
―No vuelvas a decir eso, ¿está bien?
―Es la verdad Liam, yo sólo quiero volver a ser como antes…invencible, ¿sabes? Siempre me creí la más fuerte, la que iba de última en la lista de personas a las que le podían hacer daño… y mira cómo terminé. Ni siquiera me dio tiempo de luchar cuando ya tenía mi cabeza contra la pared…no sabes la impotencia que tengo, si tuviera a ese desgraciado en frente te juro que le patearía las pelotas y esa sería la menor de las torturas para él…
A pesar de ser un momento para nada agradable, Liam sonrió al escuchar eso último. El castaño le dio un tierno beso en la frente a la chica y la envolvió de nuevo en sus brazos.
―No eres débil, Abby. Simplemente estabas en el lugar y momento inadecuados…y para nuestra mala suerte, con la guardia baja…pero éstos no son temas para estarlos conversando a las dos de la mañana. Vayamos a dormir, lo necesitas.
Abby no tenía ganas y mucho menos fuerzas para seguir maldiciendo y llorando por todo aquello, a parte que nada lograba con hacerlo. Ambos se acostaron en la cama, ella no dudó un solo segundo para abrazarlo y segundos después quedarse completamente dormida.
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―¡Abby, espera! –exclamó Liam, tratando de seguirle el paso a la castaña.
―No entiendo cuál es tu drama, sinceramente –exclamó Zayn.
Abby se detuvo frente a la puerta número 10 del motel y dio tres ruidosos golpes, enseguida Niall abrió la puerta de habitación pero apenas se percató que la persona que había pasado a su lado como un huracán y haciendo que casi cayera al piso era Abby. Más atrás estaban un Liam con cara de angustia, un Zayn con su típica cara de “los mataré a todos si no salen de mi camino” y una Joe que por su rostro de confusión, daba a entender que no sabía nada de lo que estaba pasando.
―¿Qué pasa, Abby? –preguntó Niall, seguido por un bostezo–. Es muy temprano para andar por ahí queriendo tumbar las puertas de…
―¡Cállate, rubio! –exclamó– Necesito hablar con todos, traigan a los que faltan.
―Te despertaste muy mandona esta mañana, ¿no crees? –ironizó el moreno.
―Abigail, ¿se puede saber por qué estás armando tanto escándalo? –Candice hizo acto de presencia, seguida por los otros tres chicos que faltaban–. Ruega porque el fastidioso encargado de éste cuchitril no nos eche de aquí a causa de tus gritos.
―¡Mujer! –exclamó asombrado Louis–. Te ves perfectamente bien, ayer estabas prácticamente muerta en vida y hoy…¡wow! luces como si nada hubiera pasado ¿Cuál es tu secreto? ¿Sirve también para las resacas?
Candice cerró los ojos y se masajeo la sien, tratando de no golpear a Louis y dejarlo tendido en el suelo.
―Louis, creo que no es momento de chistes –susurró Niall, seriamente. Abby simplemente ignoró aquellos comentarios sin sentido y le arrojó a Phoenix un sobre.
―¡Explícame eso! –le gritó a la joven– ¡Explíquenme todos semejante idiotez!
Phoenix observó el sobre y no tardó mucho en reconocerlo. Observó nerviosamente a Niall y luego hacia Liam.
―¿No quedamos en que no le diríamos nada?
―¡No fue mi culpa! –se justificó Liam, muy tranquilo–. Ella vio el sobre y leyó todo y antes de que me dejara decir una sola palabra vino hasta acá a armar todo este escándalo.
―¡Como si me lo hubieran podido ocultar para siempre, Nix! –ironizó.
―¿Alguien me puede decir qué está pasando? –susurró nerviosamente Joe.
―Pasa, querida Josephine –dijo frustada Abby– que el maldito psicópata que nos está persiguiendo se antojó de jugar con nosotros como si fuéramos una especie de conejillos de indias, ¿has visto las películas de Saw alguna vez en tu vida? pues un juego parecido es el que quiere jugar ese loco con nosotros y estos imbéciles en lugar de huir decidieron aceptar el maldito juego, ¿qué te parece?
Joe abrió los ojos, totalmente horrorizada. Abby caminaba de un lugar a otro en aquella habitación, tratando de descubrir cómo es que sus amigos habían sido tan imbéciles para aceptar tal locura.
―Todavía estamos a tiempo de huir, de no aceptar nada –trató de calmarse, miró a cada uno de sus amigos. Todos con un semblante diferente, todos con el mismo miedo de acabar perdiendo aquel juego–. Piénsenlo, la idea principal era huir… ¿por qué no seguir con eso?
―Porque será lo mismo –habló Harry, con aquella particular voz ronca y extrañamente tranquilizante–. Huimos, nos encuentra, nos ataca, volvemos a huir. Es todo un círculo vicioso.
―Abby… –Candice trató de sonar lo más cautelosa posible– con lo que te pasó ayer nos dimos cuenta de que éste tipo es capaz de cualquier cosa y es mejor hacer caso a lo que él nos diga.
―Candice, es un verdugo. Está haciendo que acabamos con nosotros…lo más probable es que las siguientes pruebas sean mucho peores que estar enterrado vivo… –la voz de Abby cambió del tono de frustración e histeria al tono conciliador– ¿Le harías eso a una Joe o alguno de estos cinco tontos que solamente están aquí por nosotras? No fuimos muy lejos de nuestras casas, podemos irnos del país…cambiar de identidad o algo así.
―Ni siquiera tenemos suficiente dinero para irnos a otro país –dijo seriamente Ally.
―¿Qué hay del imbécil de Malik o de la familia Monroe? –preguntó Abby, al borde de un colapso–. Ellos son niños de papi y mami que pueden conseguir lo que sea, bueno…por lo menos el imbécil de Zayn –observó al chico en cuestión–, sin ánimos de ofender.
―No –habló con voz rotunda Phoenix, dejando estupefactos a todos los demás–. Ya lo decidimos, aceptaremos el reto. Esta noche cumpliré lo que está escrito en este sobre.
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Abby aún estaba molesta por aquella estúpida decisión de aceptar el juego que aquel psicópata proponía, no entendía como sus amigos pudieron haber sido tan obtusos. Miró a Louis quien tamborileaba nerviosamente sus dedos en torno al volante de la camioneta. Las reglas para esta noche era que: debían ir como máximo cuatro personas y Phoenix, obviamente, a unos de los cementerios más cercanos de donde ellos se encontraban (el psicópata había añadido un mapa del cementerio y del lugar donde les esperaba donde estaría ubicado el sitio para enterrarla) justo a las doce a.m, Zayn y Niall tendrían la tarea de enterrarla (orden puesta por el ya antes mencionado psicópata) y luego de eso se irían de vuelta al motel junto con los demás, esperarían dos horas para volver y desenterrarla. En la carta había advertido claramente que él estaba vigilando cada uno de sus movimientos y que cualquier intento por desobedecer alguna de las reglas, Phoenix no pasaría con vida de esa noche. Abby comenzó a morderse las uñas, hacia solo cinco minutos desde que aquellos tres se habían ido. No quería imaginarse como estaba Phoenix en ese momento o Niall, que era el que tendría que enterrarla…en Zayn no pensó casi, el era un hijo de puta de por sí. Cerró los ojos, rogando porque Phoenix saliera intacta de todo aquello y justo en ese instante se dio cuenta que aquellas dos horas serían eternas para todos ellos.
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- D:
- Bueno, bueno...pues lo prometido es deuda. Si tiene algún error o algo así, discúlpenme... hoy no sé, ando en esos días de que mi cerebro procesa lento JAJAJAJA.
En fin, prometo no desaparecerme mas u_u
PurpleSky.
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