After The Storm Comes The Rainbow *Zayn Malik y Tú* [TERMINADA]

Melissa era rubia, delgada, sociable y muy graciosa. No me parecía raro que todos los chicos estén enamorados de ella.
Va a las clases de teatro de la escuela, y actúa en todas las obras como protagonista. Estudia canto y baile desde los 5 años. Toca el piano, la guitarra, el violín e innumerables instrumentos más. Tiene una familia adinerada, es hija única. Es la mujer perfecta. A mí me cayó muy bien la primera vez que hablamos, y desde entonces no nos separamos un día. Ella lo sabe absolutamente todo de mí, de Matt, de Zayn, de mi madre. Creo saber todo de ella, porque hay algo que no me cierra en ella. Siempre me quedo con la duda, tiene algo extraño, pero no en la forma física, sino en su interior.

En fin, me agarraron un poco de celos al verlos hablando juntos... Pero los olvidé transcurrido el día. Como dije, fuimos al shopping. Entramos a mil y un negocios, creo que no hubo uno solo al que no visitamos. Compró ropa, accesorios, comida, de todo.
Al salir fuimos a su casa. Cenaríamos allí. Vive en un departamento con sus padres, dentro de un edificio común y corriente, en el piso más alto. Fuimos por el ascensor.
La mamá estaba arreglándose porque esa noche saldría a cenar con su marido, el papa de Melissa. Es idéntica a ella, en la forma de expresarse y de moverse. De tal palo tal astilla...
Su habitación era espaciosa y muy bien decorada. Con una gran cama en el centro, un armario enorme, un baño propio y pequeños sillones al lado de la ventana, que daban una vista estupenda de la cuidad.
Nos quedamos riendo un largo rato, sobre las personas y la vida. Eso era lo que me unía a ella: que todo giraba en torno a las risas, no pasaban dos minutos sin escuchar una carcajada suya. Escuchando música bien fuerte para molestar a los vecinos y bebiendo gaseosas. Noté que a cada rato le llegaban mensajes de texto al celular, pero cada vez que le preguntaba quién era, me cambiaba el tema. Algo escondía, pero quién soy yo para juzgarla, todos tenemos secretos, esos que están en el fondo de nuestro corazón bajo candado y cien llaves.


Llamamos al delivery de pizzas, en 30 minutos las traerían. Mientras tanto Melissa aprovechó para ir a bañarse. Yo me quedé en la computadora, como si fuera mi casa.
En eso tocan el timbre, voy a atender el teléfono y me hablo un muchacho con una voz ronca, era el repartidor.

- ¡Mel, llegaron las pizzas! -Le grité de afuera del baño.
- ¡El dinero está arriba en el mesón, tienes que ir a recoger las pizzas abajo! -Me respondió.


Tendría que ir a buscarlas. No me gustan las cosas espontáneas, me gusta más el orden y seguir el plan acordado.
Tomé el dinero, las llaves y fui a esperar el ascensor al pasillo.
Estaba en el piso 14. Muy distraída, arreglándome el cabello en el espejo, se paró el ascensor. Alguien del piso 8 lo había detenido, y luego iba a subir. Se abrieron las puertas lentamente y la persona del otro lado era Zayn.
Sentí haber visto un fantasma. Ambos quedamos paralizados e inmovilizados. Flashes vinieron a mi mente, los recuerdos me invadían, sentía que las paredes del ascensor me ahogaban. Estábamos a un metro de distancia y no nos hablábamos.

Al fin él se decidió y subió. Estaba al lado mío. El ambiente estaba muy tenso. Me sentía tan incómoda. Había tantas cosas que quería que sepa, tantos besos que me faltaron por darle. Pero me contuve. Actuamos como dos desconocidos.
Pareciera que el destino nuevamente estaba en contra mío. El ascensor se detuvo de nuevo, pero esta vez las puertas no se abrieron. Zayn presiono todos los botones, pero estaba inmóvil. Fue la segunda vez que me miró en el día y me dijo:

- ¿Qué le pasa a esto? ¿Se trabó?

Estaban atrapadas en un ascensor, dos personas que no deberían haberse encontrado...