Forever |Niall Horan|

Capítulo Tres.

He estado un par de días sin salir de mi casa,se me hace tan duro ver el exterior,llamé  al trabajo y bueno, ya no voy a trabajar, ¿Para qué? 
Entré en twitter, y me llego un mensaje de él.
"¿Has visto la entrevista,no? Lo siento mucho, tendría que habértelo dicho"
Me daba igual que no me lo hubiera dicho, odiaba no ser ella.
"Me da igual, y bueno,¿Qué tal estás con ella?"
"Fatal, corté con ella"
"¿Y eso?"
"porque Emily,ósea ella era muy rara, egocéntrica, me quería por mi fama"
"Bueno amigo, no sé que decir,¿Me lo contaras el 30?¡Ya estamos a 20!"
Después de hablar con él me alegre de que ya no saliera con ella, pero eso no cambiaba el echo de que no sentía nada por mi,menuda mierda todo,era un asco.
Me Levante y fui a comer,tenía bastante hambre.
—¡Al fin bajas!
—Mamá, no exageres, esto.. Necesito decirte una cosa.
—Adelante.
Vamos Jenna,tú puedes, no pierdes nada por intentarlo.
—Me gustaría irme el 1 de noviembre a Londres.
—Me quieres dejar sola..¿No?
—Mamá,¡Echo de menos mi país!
—Ahora es España
—¡No! Siempre será Gran Bretaña, le pediré a papá si me puedo quedar con él,ya esta decidido.
Entonces me fui arriba,a dormir más,me daba igual que ella no quisiera que vaya,yo iré.
Estaba soñando,sí,soñaba aquella vez que realmente me enamoré de él, escogían gente para que estén en su equipo,pues íbamos a jugar a mato,entonces sólo quedaba yo,nadie me quería o eso creía.
—¡Vamos Jenna! Seguro que nos divertimos.
Él,el jefe del equipo.
—¿Y...yo?
Él asintió y yo fui, él me quería en su equipo.
Entonces empecé a sudar,él me quería como amiga,no me quería como yo le quería a él,entonces empecé a odiar mi vida,y ahí me desperté de ese horrible sueño.
Genial, se me había dormido el pie,¿Por qué me pasaba todo a mi? Vaya si hacia daño.
Al ver que ya no me dolía,fui hasta el baño y me di una ducha, estaba terriblemente fea.
—Vamos Jenna, recuerda que él te dijo que eres hermosa.
Me puse otro pijama y fui hasta el salón a ver la tele,y ahí estaba mi madre.
—¿No piensas hacer nada en tu puta vida?
¿Qué le pasaba a mi madre? Ella no era así.
—¿Qué te pasa mamá?. Tú no eres así.
—Llamé a tu padre y el 1 de noviembre te irás.
—Que así sea.
Y me fui de ahí, me puse una camisa estampada, un pantalón negro y unas vans rosas.
Entonces me acordé de Eleanor, por suerte me dio su móvil, bueno, me lo dejo en el mostrador, pero eso no importa.
La llamé.
—¿Diga?
—Hola Eleanor, sé que nunca hemos hablado pero necesito tu ayuda
—Ah,¡Jenna! Claro, en el Capuccino del centro de Madrid.
—Vale, en diez minutos.
—Sí, adiós.
Entonces fui para el Capuccino hasta llegar, y ahí vi a Eleanor, con  una chaqueta marrón, unos pantalones estrechos, una camisa normal y unos tacones, y bueno su pelo hermoso.
Entonces entré.

 
 .

Eleanor me saludó y me senté en la mesa  que ella estaba.
—¡Hola Jenna!
—Hola Eleanor, gracias por poder quedar.
—No es nada, y dime..¿Qué te pasa?
Le conté lo de mi madre y demás menos lo de los chicos, ella era directioner.
—Lo siento mucho, bueno al menos irás a Londres,¡Allí están mis ídolos!
—Ya lo sé.. Y dime,¿Irás al hormiguero?
—Estaré fuera.
Me dio pena, ella fue muy simpática entonces hice una llamada y después colgué.
—¿Te vienes conmigo? Tengo pases Vips.
—¿¡En serio!?
—Sí.
—Si no soy molestia.
—¡NO!
—Gracias Jenna.
Después de hablar con ella me caía cada vez mejor, por primera ves tengo una amiga que no fuera él.
Me fui de allí hasta llegar a mi casa, subí a mi cuarto me cambié de ropa y revisé mi twitter, y nada nuevo tenía.
Entonces me desconecté y intenté dormir, aunque plan fallido.
Era casi 22 de octubre,¿Qué le diría a verlo? Tenía nervios, él era muy importante para mi, aún no me atrevía a decir su nombre, aún no.
Me desperté y fui a bajo por suerte no estaba mi madre, entonces ví una llamada perdida de un número..¿Londinense?
—¿Sí?
—H...Hola, es que acabo de ver tu número, me has echo una perdida.
—¿Jenna?
Él, era él, no podía decir su nombre, aún no.
—Hola mejor amigo.
—¡Mejor amiga! Echaba de menos tú voz, no puedo esperar a verte
—Yo menos, y invité a una amiga, Eleanor, me calló muy bien.
—Me alegro mucho preciosa, bueno ya me llaman,¡Tenemos que hablar más!
—Prometido.

Y cuando colgó me toqué la cara,y, efectivamente sonreía como una niña de trece años al enamorarse por primera vez.
Cené y por primera vez tenía ganas de salir así que llamé a Eleanor otra vez para ir al cine y ella aceptó y dijo que iría con una amiga suya.
Al ir al cine 'Multicines' vi a Eleanor y a su amiga.
—¡Hola Ele!
—Hola Jenna, está es mi amiga Danielle.
—¡Hola Danielle!
—Hola Jenna,¿Vamos a ver mamá?
—¿Esa de susto?
—Sí.
—Bueno, vale
Durante toda la película estaba riéndome, me resultaba graciosa, pues no me daba nada de miedo, simplemente me daba gracia.
Al despedirme de ellas fui a mi casa y vi ahí a mi madre..¿En el suelo? 

 Capítulo Cinco

El mierda reloj sonaba pero nadie salía, ¿Qué le habría pasado? Odiaba que mi madre estuviera en el hospital por a saber que.
Entonces empecé a recordar todo de Londres, cuando nos conocimos en el lago, cuando fui su mejor amiga, cuando me enamoré de él, cuando me fui.
Nunca supe la verdad del porque nos fuimos, y eso me dolía.
—¿Señorita Wondwell?
—Sí,aquí
Y el doctor vino.
—Su madre no está muy bien, puede que....
—¿¡QUÉ!?
—Muera.
Entonces me tiré en la silla, las lágrimas sólo salían, cogí el móvil y le llamé a él
 
—¿Sí?
—Puede que mi madre muera.
—¿Qué?¿Estás bien?¿Dónde estás?
—Sí,no,hospital.
—¿Cuál?
—Hospital{inventado} Margalita
—¡Voy para allá!
—¿Estás loco?¡Estás en Londres!
—Mañana íbamos a venir, es lo mismo, adiós.
Nunca entendía porque él estaba conmigo sólo le daba problemas.
Pasaron las horas y él no venía, seguro que iba en broma, pero antes de que me levantará le ví ahí, de pie.
Corrí, lo abracé y empecé a llorar.
—Shh, tranquila mi amor, todo estará bien
—¡No!. Tenía pensado estar en londres el uno de noviembre, irme contigo, estar en la casa de mi padre,¿Pero ahora?
—Tranquila, algo se solucionará ya verás
Nos sentamos y puse mi cara en su cuello mientras él me abrazaba por la cintura.
No nos habíamos dado cuenta, pero eran las siete de la mañana y al levantarnos vimos que el doctor estaba a lado nuestro.
Nos levantamos y fuimos hacia él
—¿Y?
—Le hicimos la operación, lo sentimos, no pudo ser
¿Sabes esos momentos en los qué te da igual cómo vas, sólo quieres morir? Eso me pasaba a mi.
—Niall, llévame a mi casa, haré la maleta, cogeré todo el dinero que haya y me iré de ahí cagando leches.