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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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"Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
CAPITULO 5
Parte 2/2
—Pensé que te gustaría echar un vistazo a los pastos que rodean el rancho y que después podríamos subir a la colina más alta para divisar el paisaje. Desde allí se ve el río que fluye al este, los pastos de verano, hasta donde van los caballos para pastar.
—¿Los dejáis ir hasta allí?
—Sí, reunimos gran parte de la manada y los llevamos hacia el norte, donde en verano hay más pasto para que se alimenten. Enviamos a un par de hombres con ellos para que los vigilen y atiendan durante esos meses. Viven en una cabaña de madera y procuran que no se acerquen los pumas y que no les pase nada a los caballos.
—¿Y qué pasa con los jóvenes? ¿También los lleváis hasta allí?
Él asintió.
—A todos, menos a los potros que están aún mamando y a los que dejamos aquí para domarlos y poder montarlos. El resto los vendemos según vamos necesitando.
—¿A quién?
—A cualquiera. Algunos viajan al norte, otros se los vendemos al ejército. La mayor parte del beneficio lo conseguimos de los que rompemos y después vendemos a otros rancheros y a gente del este.
—¿Cómo que los rompéis? —preguntó ella con extrañeza por el término.
—Bueno, dama del este, ¿cómo llamáis vosotros allí a conseguir que un caballo sea lo suficientemente manso y obediente como para dejar que te montes sobre él? —le dijo con sonrisa burlona.
—Desde luego no me imagino rompiendo un caballo —replicó ella algo ofendida—. En Kentucky acostumbramos a entrenarlos y domarlos desde que son potros de sólo días. Para cuando están listos para ser montados, ya están acostumbrados a estar en contacto con las personas y son bastante mansos.
—Supongo que sabes mucho del oficio, ¿no? —preguntó él riendo.
La observó mientras cabalgaba. Seguía con facilidad el trote del caballo y tenía que reconocer que se manejaba bien a lomos del animal.
—Siempre me gustó observar a los domadores y entrenadores de caballos. Desde niña —repuso ella con una sonrisa melancólica—. Solía escaparme a las cuadras siempre que podía. Y cuando me hice algo mayor, el jefe de doma, Doc Whitman, me dejó que los ayudara.
—Seguro que tu madre no tenía ni idea de lo que estabas haciendo —repuso él.
—No —respondió ella poniéndose seria de repente—. ¿Falta mucho? —le preguntó para cambiar de tema.
—Un poco.
El terreno iba ascendiendo poco a poco y su poni caminaba sin que tuviera que indicarle por dónde ir, era como si se supiese el camino. Seguía a Nick a pocos metros de él. Empezaba a reconocer el sentido del respaldo que tenía esa silla de montar, hacía que fuera mucho más cómoda. Observaba el paisaje de vez en cuando, pero su vista siempre volvía a Nick. Llevaba la espalda muy enderezada y los hombros echados hacia atrás, parecía orgulloso de las tierras que estaban atravesando y de las que tenía que encargarse por deseo de su padrastro.
La colina más alta apareció de pronto delante de ellos. Podía sentir el calor y el sol de media mañana atravesando la blusa que se había puesto para montar. Agradecía la ligera brisa que la mantenía algo fresca. Nick le había dejado un sombrero cuando salieron a montar, pero ella no se lo había puesto, sino que había dejado que colgara sobre su espalda.
Pero los intensos rayos del sol le hicieron cambiar de opinión y se lo puso.
—Seguro que mañana amaneces con la nariz quemada por el sol —le dijo él mientras la miraba por encima del hombro—. Ya es tarde para que intentes evitarlo poniéndote el sombrero, ¿sabes?
—Nunca me ha preocupado tener la piel blanca —replicó ella arrugando la nariz y acariciándola con la mano—. Pero me temo que esta vez has acertado, ya la noto algo sensible.
—Estoy seguro de que de pequeña fuiste una niña difícil —le dijo él mirándola de nuevo.
—Así fue, pero mejoré mucho cuando maduré —repuso ella con humor.
—Sí, seguro que sí —contestó él con una mueca.
Sus caballos siguieron por un estrecho camino hasta la cima de la colina. Iban en fila india y avanzaban deprisa. Ella lo seguía hasta que llegaron a la parte más alta, donde el terreno era más nivelado. Allí los caballos trotaron alegremente.
Segundos más tarde, Nick tiró de las riendas para parar a su caballo, levantando una importante nube de polvo. Levantó la mano para indicarle que se detuviera a su lado.
—Mira allí abajo —le indicó mientras señalaba el paisaje.
Estaban frente a un valle que llegaba hasta un profundo cañón. Éste se abría entre dos abruptas montañas. Un río bajaba desde una de las montañas más altas y cruzaba el valle.
—¿Es éste el comienzo de la zona de montaña? —le preguntó a Nick, mientras intentaba vislumbrar más allá del cañón.
—Bueno, esto son sólo colinas, las montañas están más al norte, donde empieza el río. Suele secarse en el valle en las épocas de sequía, pero en el norte fluye todo el año. A esa zona es a donde enviamos los caballos.
—Es desolador, ¿verdad? —comentó ella mientras miraba el horizonte.
No había ninguna criatura ni movimiento en toda la amplitud del valle.
—Eso piensan algunas personas.
—¿Tú no? —preguntó ella con curiosidad.
Nick negó con la cabeza y tiró de las riendas de su caballo para hacerlo girar.
—Es hora de volver. A María se le va a enfriar la cena antes de que volvamos a la casa —le dijo él con brusquedad.
Y así se desvaneció. Con la misma rapidez con la que había surgido el momento de complicidad entre los dos.
Él azuzó el caballo para hacerlo trotar.
—¿Podrás mantener mi ritmo? —le preguntó él mirándola de reojo.
—Ponme a prueba —replicó ella con orgullo, mientras tiraba con fuerza de las riendas de su caballo.
—Cualquier día de estos, damisela de ciudad —repuso él exagerando su acento—. Cualquier día de estos te tomaré la palabra.
FIN DEL CAP 5
Espero que les alla gustado
dedicado a Amy d`jonas<3
COMENTEN!!
byebye
Las quiero!! :D
Parte 2/2
—Pensé que te gustaría echar un vistazo a los pastos que rodean el rancho y que después podríamos subir a la colina más alta para divisar el paisaje. Desde allí se ve el río que fluye al este, los pastos de verano, hasta donde van los caballos para pastar.
—¿Los dejáis ir hasta allí?
—Sí, reunimos gran parte de la manada y los llevamos hacia el norte, donde en verano hay más pasto para que se alimenten. Enviamos a un par de hombres con ellos para que los vigilen y atiendan durante esos meses. Viven en una cabaña de madera y procuran que no se acerquen los pumas y que no les pase nada a los caballos.
—¿Y qué pasa con los jóvenes? ¿También los lleváis hasta allí?
Él asintió.
—A todos, menos a los potros que están aún mamando y a los que dejamos aquí para domarlos y poder montarlos. El resto los vendemos según vamos necesitando.
—¿A quién?
—A cualquiera. Algunos viajan al norte, otros se los vendemos al ejército. La mayor parte del beneficio lo conseguimos de los que rompemos y después vendemos a otros rancheros y a gente del este.
—¿Cómo que los rompéis? —preguntó ella con extrañeza por el término.
—Bueno, dama del este, ¿cómo llamáis vosotros allí a conseguir que un caballo sea lo suficientemente manso y obediente como para dejar que te montes sobre él? —le dijo con sonrisa burlona.
—Desde luego no me imagino rompiendo un caballo —replicó ella algo ofendida—. En Kentucky acostumbramos a entrenarlos y domarlos desde que son potros de sólo días. Para cuando están listos para ser montados, ya están acostumbrados a estar en contacto con las personas y son bastante mansos.
—Supongo que sabes mucho del oficio, ¿no? —preguntó él riendo.
La observó mientras cabalgaba. Seguía con facilidad el trote del caballo y tenía que reconocer que se manejaba bien a lomos del animal.
—Siempre me gustó observar a los domadores y entrenadores de caballos. Desde niña —repuso ella con una sonrisa melancólica—. Solía escaparme a las cuadras siempre que podía. Y cuando me hice algo mayor, el jefe de doma, Doc Whitman, me dejó que los ayudara.
—Seguro que tu madre no tenía ni idea de lo que estabas haciendo —repuso él.
—No —respondió ella poniéndose seria de repente—. ¿Falta mucho? —le preguntó para cambiar de tema.
—Un poco.
El terreno iba ascendiendo poco a poco y su poni caminaba sin que tuviera que indicarle por dónde ir, era como si se supiese el camino. Seguía a Nick a pocos metros de él. Empezaba a reconocer el sentido del respaldo que tenía esa silla de montar, hacía que fuera mucho más cómoda. Observaba el paisaje de vez en cuando, pero su vista siempre volvía a Nick. Llevaba la espalda muy enderezada y los hombros echados hacia atrás, parecía orgulloso de las tierras que estaban atravesando y de las que tenía que encargarse por deseo de su padrastro.
La colina más alta apareció de pronto delante de ellos. Podía sentir el calor y el sol de media mañana atravesando la blusa que se había puesto para montar. Agradecía la ligera brisa que la mantenía algo fresca. Nick le había dejado un sombrero cuando salieron a montar, pero ella no se lo había puesto, sino que había dejado que colgara sobre su espalda.
Pero los intensos rayos del sol le hicieron cambiar de opinión y se lo puso.
—Seguro que mañana amaneces con la nariz quemada por el sol —le dijo él mientras la miraba por encima del hombro—. Ya es tarde para que intentes evitarlo poniéndote el sombrero, ¿sabes?
—Nunca me ha preocupado tener la piel blanca —replicó ella arrugando la nariz y acariciándola con la mano—. Pero me temo que esta vez has acertado, ya la noto algo sensible.
—Estoy seguro de que de pequeña fuiste una niña difícil —le dijo él mirándola de nuevo.
—Así fue, pero mejoré mucho cuando maduré —repuso ella con humor.
—Sí, seguro que sí —contestó él con una mueca.
Sus caballos siguieron por un estrecho camino hasta la cima de la colina. Iban en fila india y avanzaban deprisa. Ella lo seguía hasta que llegaron a la parte más alta, donde el terreno era más nivelado. Allí los caballos trotaron alegremente.
Segundos más tarde, Nick tiró de las riendas para parar a su caballo, levantando una importante nube de polvo. Levantó la mano para indicarle que se detuviera a su lado.
—Mira allí abajo —le indicó mientras señalaba el paisaje.
Estaban frente a un valle que llegaba hasta un profundo cañón. Éste se abría entre dos abruptas montañas. Un río bajaba desde una de las montañas más altas y cruzaba el valle.
—¿Es éste el comienzo de la zona de montaña? —le preguntó a Nick, mientras intentaba vislumbrar más allá del cañón.
—Bueno, esto son sólo colinas, las montañas están más al norte, donde empieza el río. Suele secarse en el valle en las épocas de sequía, pero en el norte fluye todo el año. A esa zona es a donde enviamos los caballos.
—Es desolador, ¿verdad? —comentó ella mientras miraba el horizonte.
No había ninguna criatura ni movimiento en toda la amplitud del valle.
—Eso piensan algunas personas.
—¿Tú no? —preguntó ella con curiosidad.
Nick negó con la cabeza y tiró de las riendas de su caballo para hacerlo girar.
—Es hora de volver. A María se le va a enfriar la cena antes de que volvamos a la casa —le dijo él con brusquedad.
Y así se desvaneció. Con la misma rapidez con la que había surgido el momento de complicidad entre los dos.
Él azuzó el caballo para hacerlo trotar.
—¿Podrás mantener mi ritmo? —le preguntó él mirándola de reojo.
—Ponme a prueba —replicó ella con orgullo, mientras tiraba con fuerza de las riendas de su caballo.
—Cualquier día de estos, damisela de ciudad —repuso él exagerando su acento—. Cualquier día de estos te tomaré la palabra.
FIN DEL CAP 5
Espero que les alla gustado
dedicado a Amy d`jonas<3
COMENTEN!!
byebye
Las quiero!! :D
maru!!
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
#Ale
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
ivana-ilove
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
OMG''''¡¡¡¡
me encantaaaa
hey Maru linda sube cap o :twisted:
weno sera mejor k subas si no quieres dormir con un ojo abierto esta noche
siguelaaaaaaaaaaaaa
me encantaaaa
hey Maru linda sube cap o :twisted:
weno sera mejor k subas si no quieres dormir con un ojo abierto esta noche
siguelaaaaaaaaaaaaa
Invitado
Invitado
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
ok les subo cap xq le tengo miedito
a la amenaza de Milet xq dormir con un
ojo abierto molesta jaja :P
esperenme un ratito y subo parte del cap 6! :D
a la amenaza de Milet xq dormir con un
ojo abierto molesta jaja :P
esperenme un ratito y subo parte del cap 6! :D
maru!!
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
maru!! escribió:ok les subo cap xq le tengo miedito
a la amenaza de Milet xq dormir con un
ojo abierto molesta jaja :P
esperenme un ratito y subo parte del cap 6! :D
siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii otro capiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii :D
ivana-ilove
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
CAPITULO 6
Parte 1/3
Los cuartos traseros del caballo brillaban bajo el sol del mediodía como si fueran de caoba y con cada pasada del cepillo conseguía que relucieran más. _________(tn) se dio cuenta de que aquél era un trabajo muy grato. Le gustaba ver el polvo y los pelos que se desprendían cada vez que lo cepillaba. Estaba quedando muy limpio. Le gustaba encargarse de los caballos.
El sonido de las yeguas y los potros y el aroma del heno y la piel le traían recuerdos del pasado, de una infancia vivida entre establos y que no podía evitar añorar.
Su amor por los caballos había sido lo que había impedido que su infancia fuera desgraciada. Su madre apenas se ocupaba de ella, la tenía casi abandonada y no salía con frecuencia del oscuro dormitorio. Y sus abuelos eran personas estrictas que se guiaban siempre por las reglas de comportamiento de la alta sociedad. Habían pasado años intentando modelar a su díscola nieta según esas rigurosas normas.
Siempre se había sentido fuera de lugar en la impresionante mansión neoclásica de sus abuelos, donde recibían a los invitados bajo el elegante pórtico. Ella había tenido también alguna vez que dar allí la bienvenida a los ciudadanos más destacados y adinerados de la ciudad. Recibiéndolos siempre con las palabras adecuadas y una sonrisa helada en el rostro. Todo por mantener el prestigio de su familia. Desde la muerte de su madre, se había pasado diez largos años intentando convertirse en lo que sus abuelos esperaban de ella y poder hacerse un hueco en los ambientes de la alta sociedad de Kentucky.
Pensó en su pasado. Se había esforzado mucho por seguir siempre las normas, ser educada y elegante, pero siempre lo había hecho en contra de su voluntad.
Las horas pasadas con los caballos en las cuadras habían sido su única escapatoria, los únicos momentos de felicidad.
Levantó la cabeza y miró a su alrededor. El picadero y los establos eran muy amplios y estaban rodeados de pastos que eran aún verdes, gracias sin duda a las últimas lluvias de la primavera. Se detuvo a admirar entonces la casa de adobe, parecía pertenecer a la tierra, era del mismo color y estaba perfectamente integrada en el entorno. Sus paredes eran gruesas y los techos altos. Estaba construida para retener en su interior las temperaturas más bajas de la noche durante las horas del día. Era un sitio en el que empezaba a sentirse a gusto, esa casa le había dado la bienvenida de algún modo.
Y la gente que vivía en ella había comenzado a tratarla como si estuviera en su casa. No pudo evitar sonreír al pensar en su hermana pequeña, la niña que había ido a buscar a ese sitio para llevársela de vuelta a Kentucky.
Ese mismo día, Theresa había estado practicando con la comba un buen rato antes de desayunar. Ella había estado diciéndole cómo hacerlo y la había animado sin parar. El momento había terminado con un primer intento de abrazo por parte de la niña. No había sido un abrazo de verdad, más bien un simple acercamiento un poco frío, pero había sido suficiente como para alegrarle el día. Después, Theresa se había ido corriendo de su lado para entrar a tomarse el desayuno.
—¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Haciendo algo de ejercicio? —le había preguntado Nick apareciendo de improviso a su lado.
Se preguntó si la habría visto turnándose con la pequeña para saltar con la comba mientras le mostraba como hacerlo.
Se había girado para mirarlo. Sentía que su cara estaba ruborizada y le costaba respirar. Le había molestado mucho que la sorprendiera con la guardia baja, así que se había disculpado rápidamente para irse corriendo de allí. Había estado segura de que los saltos habrían conseguido despeinarla y hacer que su aspecto general fuera el menos adecuado para una señorita.
Había pasado algunos minutos frente al espejo de su dormitorio para acicalarse antes del desayuno. Se había limpiado la cara con agua caliente y una toalla. También se había cepillado la melena y colocado un lazo a juego con el vestido.
A la mesa, Nick había sido de nuevo el hombre a cargo de todo y todos. Le había preguntado a Olivia sobre las clases de ese día y había vigilado a Tessie para que se terminara el desayuno. Parecía no quedar nada del hombre que había bromeado con ella esa mañana después de que estuviera saltando a la comba, pero cuando se levantó de la mesa, la miró de una manera tan cálida que no pudo evitar estremecerse y guardar ese momento en su corazón.
Siguió cepillando los lomos del caballo mientras recordaba ese instante. Le hubiera encantado saber por qué Nick, que había estado tan serio durante el desayuno, se había relajado un poco al mirarla. Había notado un brillo especial en sus ojos, como si estuviera intentando esconder alguna emoción en su interior.
El caballo, encantado con la atención que ella le procuraba, se acercó más a ella y la miró con sus grandes ojos de color marrón.
—Está mimando mucho a Chocolate, señorita ____(tn) —le dijo Claude desde la puerta del establo, mientras la observaba—. Ese caballo nunca había vivido tan bien.
Sonrió al escuchar sus palabras. Le caía bien ese hombre y sus bromas. Ese día estaba de buen humor, sobre todo pensando en el paseo que iba a darse a lomos de ese caballo.
—Me gusta cuidar de él —contestó ella mientras terminaba un lado y se movía hasta el otro lado del caballo.
Acarició con afecto el aterciopelado hocico del animal.
—Bueno, nunca ha tenido tanta atención y está encantado con usted —insistió el hombre.
Ella colocó una manta sobre el caballo. Después levantó la pesada silla de montar y se la puso encima con cuidado, pero no le quedó bien, no estaba satisfecha con su trabajo. La que solía usar en Kentucky era mucho más ligera y fácil de manejar.
—Deje que la ayude con eso —le dijo Claude mientras se acercaba hasta donde estaba ella para echarle una mano.
Agarró la pesada silla entre sus manos.
Ella se la dio aliviada y se secó las manos en la falda de montar. No dejaba de sorprenderle la suavidad de la prenda de cuero. La miró una vez más. Se había convertido en un regalo de gran valor para ella y apreciaba mucho el gesto que ____(tn) había tenido al dejársela usar. Se sonrojó al pensar en ello y en los momentos que había compartido con él ese día.
Esa mañana iba a salir a montar ella sola, pero les había prometido a todos a la hora del desayuno que no iba a alejarse mucho de la casa ni de las cuadras. Nick iba a estar trabajando allí con los caballos y no tenía tiempo para montar con ella. Observó a Claude mientras ataba las cinchas de la silla y las riendas.
El caballo estaba listo para ella.
Tomó las bridas con la mano y tiró de él hasta acercarlo a un cajón que Claude había colocado allí para ayudarla a subir al caballo. Podía hacerlo sin necesidad del taburete, pero le había enternecido mucho el gesto del hombre y sabía que apreciaría mucho que lo usara para subirse. Le sonrió una vez más desde allí para darle las gracias. Colocó su pie izquierdo en el estribo y le habló con suavidad al caballo para que se tranquilizara. Elevó entonces la pierna derecha por encima y tomó con fuerza las riendas.
El poni sacudió con fuerza la cabeza y resopló tomo si se hubiera vuelto loco. Pateó el suelo con sus cuartos traseros, resopló y, después, hizo un movimiento que la pilló por sorpresa. Sólo le dio tiempo a agarrar las riendas y el asidero de la silla con fuerza. El caballo saltó encabritado, parecía fuera de sí.
—¡Eh! ¡Eh! ¡Tranquilo, Chocolate! —le gritó Claude mientras observaba asustado cómo ____________(tn) intentaba controlar al caballo.
Tres hombres llegaron corriendo a su lado. Nick Jonas iba a la cabeza de ellos. Andaba dando grandes zancadas y con sus ojos fijos en lo que estaba pasando.
Tenía que reconocer con admiración que _______(tn) parecía estar aguantando bien encima del caballo. Pero el movimiento loco de las riendas parecía estar azuzando aún más al caballo, que parecía querer liberarse del peso que llevaba encima fuera como fuera. Volvió a saltar en el aire y esa vez se torció bastante al volver a plantar las patas en el suelo.
Aquello fue demasiado. Ella salió volando y él se apresuró a meterse entre el caballo y la mujer. Fue a donde había caído y la tomó rápidamente en sus brazos mientras los otros hombres intentaban sujetar al caballo. Chocolate los miraba aún resoplando y temblando, poco a poco fue recuperando la calma.
—¿Qué demonios ha pasado? —les gritó Nick furioso.
Miraba al caballo a una distancia prudencial y sujetando en sus brazos el cuerpo inerte de ______(tn).
bueno aqui otro cap
espero q les guste apartir de aca
va a estar mejor la nove lo aseguro!!
COMENTEN!!
byebye♥
Las quiero!
Parte 1/3
Los cuartos traseros del caballo brillaban bajo el sol del mediodía como si fueran de caoba y con cada pasada del cepillo conseguía que relucieran más. _________(tn) se dio cuenta de que aquél era un trabajo muy grato. Le gustaba ver el polvo y los pelos que se desprendían cada vez que lo cepillaba. Estaba quedando muy limpio. Le gustaba encargarse de los caballos.
El sonido de las yeguas y los potros y el aroma del heno y la piel le traían recuerdos del pasado, de una infancia vivida entre establos y que no podía evitar añorar.
Su amor por los caballos había sido lo que había impedido que su infancia fuera desgraciada. Su madre apenas se ocupaba de ella, la tenía casi abandonada y no salía con frecuencia del oscuro dormitorio. Y sus abuelos eran personas estrictas que se guiaban siempre por las reglas de comportamiento de la alta sociedad. Habían pasado años intentando modelar a su díscola nieta según esas rigurosas normas.
Siempre se había sentido fuera de lugar en la impresionante mansión neoclásica de sus abuelos, donde recibían a los invitados bajo el elegante pórtico. Ella había tenido también alguna vez que dar allí la bienvenida a los ciudadanos más destacados y adinerados de la ciudad. Recibiéndolos siempre con las palabras adecuadas y una sonrisa helada en el rostro. Todo por mantener el prestigio de su familia. Desde la muerte de su madre, se había pasado diez largos años intentando convertirse en lo que sus abuelos esperaban de ella y poder hacerse un hueco en los ambientes de la alta sociedad de Kentucky.
Pensó en su pasado. Se había esforzado mucho por seguir siempre las normas, ser educada y elegante, pero siempre lo había hecho en contra de su voluntad.
Las horas pasadas con los caballos en las cuadras habían sido su única escapatoria, los únicos momentos de felicidad.
Levantó la cabeza y miró a su alrededor. El picadero y los establos eran muy amplios y estaban rodeados de pastos que eran aún verdes, gracias sin duda a las últimas lluvias de la primavera. Se detuvo a admirar entonces la casa de adobe, parecía pertenecer a la tierra, era del mismo color y estaba perfectamente integrada en el entorno. Sus paredes eran gruesas y los techos altos. Estaba construida para retener en su interior las temperaturas más bajas de la noche durante las horas del día. Era un sitio en el que empezaba a sentirse a gusto, esa casa le había dado la bienvenida de algún modo.
Y la gente que vivía en ella había comenzado a tratarla como si estuviera en su casa. No pudo evitar sonreír al pensar en su hermana pequeña, la niña que había ido a buscar a ese sitio para llevársela de vuelta a Kentucky.
Ese mismo día, Theresa había estado practicando con la comba un buen rato antes de desayunar. Ella había estado diciéndole cómo hacerlo y la había animado sin parar. El momento había terminado con un primer intento de abrazo por parte de la niña. No había sido un abrazo de verdad, más bien un simple acercamiento un poco frío, pero había sido suficiente como para alegrarle el día. Después, Theresa se había ido corriendo de su lado para entrar a tomarse el desayuno.
—¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Haciendo algo de ejercicio? —le había preguntado Nick apareciendo de improviso a su lado.
Se preguntó si la habría visto turnándose con la pequeña para saltar con la comba mientras le mostraba como hacerlo.
Se había girado para mirarlo. Sentía que su cara estaba ruborizada y le costaba respirar. Le había molestado mucho que la sorprendiera con la guardia baja, así que se había disculpado rápidamente para irse corriendo de allí. Había estado segura de que los saltos habrían conseguido despeinarla y hacer que su aspecto general fuera el menos adecuado para una señorita.
Había pasado algunos minutos frente al espejo de su dormitorio para acicalarse antes del desayuno. Se había limpiado la cara con agua caliente y una toalla. También se había cepillado la melena y colocado un lazo a juego con el vestido.
A la mesa, Nick había sido de nuevo el hombre a cargo de todo y todos. Le había preguntado a Olivia sobre las clases de ese día y había vigilado a Tessie para que se terminara el desayuno. Parecía no quedar nada del hombre que había bromeado con ella esa mañana después de que estuviera saltando a la comba, pero cuando se levantó de la mesa, la miró de una manera tan cálida que no pudo evitar estremecerse y guardar ese momento en su corazón.
Siguió cepillando los lomos del caballo mientras recordaba ese instante. Le hubiera encantado saber por qué Nick, que había estado tan serio durante el desayuno, se había relajado un poco al mirarla. Había notado un brillo especial en sus ojos, como si estuviera intentando esconder alguna emoción en su interior.
El caballo, encantado con la atención que ella le procuraba, se acercó más a ella y la miró con sus grandes ojos de color marrón.
—Está mimando mucho a Chocolate, señorita ____(tn) —le dijo Claude desde la puerta del establo, mientras la observaba—. Ese caballo nunca había vivido tan bien.
Sonrió al escuchar sus palabras. Le caía bien ese hombre y sus bromas. Ese día estaba de buen humor, sobre todo pensando en el paseo que iba a darse a lomos de ese caballo.
—Me gusta cuidar de él —contestó ella mientras terminaba un lado y se movía hasta el otro lado del caballo.
Acarició con afecto el aterciopelado hocico del animal.
—Bueno, nunca ha tenido tanta atención y está encantado con usted —insistió el hombre.
Ella colocó una manta sobre el caballo. Después levantó la pesada silla de montar y se la puso encima con cuidado, pero no le quedó bien, no estaba satisfecha con su trabajo. La que solía usar en Kentucky era mucho más ligera y fácil de manejar.
—Deje que la ayude con eso —le dijo Claude mientras se acercaba hasta donde estaba ella para echarle una mano.
Agarró la pesada silla entre sus manos.
Ella se la dio aliviada y se secó las manos en la falda de montar. No dejaba de sorprenderle la suavidad de la prenda de cuero. La miró una vez más. Se había convertido en un regalo de gran valor para ella y apreciaba mucho el gesto que ____(tn) había tenido al dejársela usar. Se sonrojó al pensar en ello y en los momentos que había compartido con él ese día.
Esa mañana iba a salir a montar ella sola, pero les había prometido a todos a la hora del desayuno que no iba a alejarse mucho de la casa ni de las cuadras. Nick iba a estar trabajando allí con los caballos y no tenía tiempo para montar con ella. Observó a Claude mientras ataba las cinchas de la silla y las riendas.
El caballo estaba listo para ella.
Tomó las bridas con la mano y tiró de él hasta acercarlo a un cajón que Claude había colocado allí para ayudarla a subir al caballo. Podía hacerlo sin necesidad del taburete, pero le había enternecido mucho el gesto del hombre y sabía que apreciaría mucho que lo usara para subirse. Le sonrió una vez más desde allí para darle las gracias. Colocó su pie izquierdo en el estribo y le habló con suavidad al caballo para que se tranquilizara. Elevó entonces la pierna derecha por encima y tomó con fuerza las riendas.
El poni sacudió con fuerza la cabeza y resopló tomo si se hubiera vuelto loco. Pateó el suelo con sus cuartos traseros, resopló y, después, hizo un movimiento que la pilló por sorpresa. Sólo le dio tiempo a agarrar las riendas y el asidero de la silla con fuerza. El caballo saltó encabritado, parecía fuera de sí.
—¡Eh! ¡Eh! ¡Tranquilo, Chocolate! —le gritó Claude mientras observaba asustado cómo ____________(tn) intentaba controlar al caballo.
Tres hombres llegaron corriendo a su lado. Nick Jonas iba a la cabeza de ellos. Andaba dando grandes zancadas y con sus ojos fijos en lo que estaba pasando.
Tenía que reconocer con admiración que _______(tn) parecía estar aguantando bien encima del caballo. Pero el movimiento loco de las riendas parecía estar azuzando aún más al caballo, que parecía querer liberarse del peso que llevaba encima fuera como fuera. Volvió a saltar en el aire y esa vez se torció bastante al volver a plantar las patas en el suelo.
Aquello fue demasiado. Ella salió volando y él se apresuró a meterse entre el caballo y la mujer. Fue a donde había caído y la tomó rápidamente en sus brazos mientras los otros hombres intentaban sujetar al caballo. Chocolate los miraba aún resoplando y temblando, poco a poco fue recuperando la calma.
—¿Qué demonios ha pasado? —les gritó Nick furioso.
Miraba al caballo a una distancia prudencial y sujetando en sus brazos el cuerpo inerte de ______(tn).
bueno aqui otro cap
espero q les guste apartir de aca
va a estar mejor la nove lo aseguro!!
COMENTEN!!
byebye♥
Las quiero!
maru!!
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
oh por diossssssssssssssssssssssss
maruuuuuuuuuuuu te mato si no subes la continuacionnnn AHORA MISMOOOOO
como eres capaz de dejarla alli
en lo mejorrrrrrrrrrrrrr
porfavorrrrrrrrrrrrrrrrrrr sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
no te voy a dejar de molestar hasta que no subasssss :enfadado:
maruuuuuuuuuuuu te mato si no subes la continuacionnnn AHORA MISMOOOOO
como eres capaz de dejarla alli
en lo mejorrrrrrrrrrrrrr
porfavorrrrrrrrrrrrrrrrrrr sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
no te voy a dejar de molestar hasta que no subasssss :enfadado:
ivana-ilove
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
porfavrrrrrrrrrrrrrrrrr necesitpoooooooooooooo mas capitulooooooooooooooo :(
ivana-ilove
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
porfisssssssssss solo uno massssssssssssss :sad:
ivana-ilove
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
porfisssssssssssss quierooooooooooooooooo masssssssssssssss
ivana-ilove
Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
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Re: "Obligados a Casarse" (Nick y tu) Adaptación.
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