Las dulces coincidencias / Niall , Harry & tu

ensalaura escribió:Aww gracias amee! Te pasaste, casi me salieron lágrimas :') asjfsafsahfsahfsahf En tu honor le pondré a una amiga Ame ;)
Las seguireee pronto, incluso puede que hooy si no me quedo dormida en en intento, lol xd

ajsja denada :hug: enserio???? aparecere??? no hay nada que me haga mas feliz!! voi a bailar :aah: y yo porque fuiste tan buena con migo voi a promocionar tu nove x las que yo lea
love you darling :love:

laura esto es inaceptable, me estoi muriendo de intriga ytu no te dignas a segir la nove

Mi vista recorría la habitación de Laura, que contenía unos cuantos posters de One Direction. En cada foto Niall sonreía con una amplia sonrisa, sus ojos enamaban calidez y mientras más tiempo mis ojos descansaban sobre los suyos, más revoltijeaba mi estómago. ¿Era esto posible? ¿Era la realidad, un sueño, una pesadilla?
Escuchaba como Laura tipeaba nerviosamente sobre su teclado blanco, y cada cuento me miraba con espectativa.
- Estoy tratando de ubicar una amiga, que tiene una amiga, de la cual la prima conoce una amiga lejana de Niall. -
Esto, lo decía con profunda seriedad, lo cual casi me llegaba a dar gracia, si no fuera por lo electrizante que era la situación. No sabía como explicarmelo a mi misma.
Había conocido a un chico maravilloso, habíamos hecho conexión, jamás había sentido algo parecido en mi vida y me entero que es famoso. No cualquier famoso, es Niall, de One Direction. El chico de los sueños de cualquier adolescente. Aquel que produce ataques histéricos entre miles y miles de chicas.
- LA TENGO - exclamó Laura, haciendome saltar de la cama.
- CASI ME DAS UN ATAQUE- grité enojada, soteniendo mi mano sobre el pecho teatralmente.
- Lo siento, pero mira, acércate, esta chica es. Basta con hacer unas llamadas telefónicas y el cuento de hadas tiene un final feliz. -
Me miró con cara pervertida, y yo no pude ocultar una sonrisa avergonzada.
Naill y yo, reencontrandonos. Que hermoso pensamiento.
Me quedaban exactamente 4 días, 4 días para cambiar el rumbo de mi vida.
¿Sonoaba muy exagerada?
Laura hizo unas cuantas llamadas, y yo solo cruzaba los dedos, esperando lo mejor.

Luego de una hora sin éxito, Laura soltó un largo suspiro, y me miró con frustración.
Yo solo moví los hombros, era predecible que nada iba a ocurrir. Finalmente, la vida no era un cuento de hadas, y había que vivir con aquello.
- No te preocupes ni te sientas culpable. Es lógico que esto es imposible. Es uno de los chicos más famosos del mundo, y aunque hubieses dado con el, dudo que hubieses pasado algo más... -
dije, trantándo de consolar a mi amiga. ¿Acaso no era yo la cual tenía que ser consolada? Pero por mucho que quería estar triste, no podía, porque todo el asunto sonaba demasiado absurdo, de otro mundo.
Fuimos por unos nachos, que la madre de Laura los había preparado para una cena que hizo junto a unos amigos del trabajo la noche anterior. Me encantaban los nachos, pero justamente hoy no sabía nada apetitosos. ¿Por qué me pasaban estas cosas a mi?

Lentamente doblaba la ropa, la tela suave se deslizaba entremedio de mis dedos, y en el fondo de la habitación sonaba despacio la canción "Daylight" de Maroon 5. Perfecta.
"And when the daylight comes I'll have to go". Estuve a punto de arrojar un jeans hacia el parlante portátil, tan misera me sentía. Me iba, dejaba la ciudad de mis sueños, junto al chico perfecto. Mi bulto de ropa cada vez se hacía más grande, tuve que saltar encima de mi maleta para cerrarla. El reloj marcaba las 5:40, en tres horas más estaría sentada en un avión, probablemente mirando por la ventana, viendo como todo la ilusión se alejaba cada vez más. Cerré los ojos y suspiré con fuerza.

Finalmente, me levanté de la cama, tomé mis maletas, echandole un último vistazo a mi pieza, y la abandoné. Laura, junto a sus padres ya me estaban esperando a los pies de la escalera, con una leve emoción en sus ojos.
- Ay no, este es el fín- dijo Laura teatralmente, y yo me reí, entre pena y alegría de haber encontrado un segundo hogar, por muy cliché que sonaba.
El padre de Laura tomó mis maletas y agregó:
- Chicas, bajen pronto, nunca es demasiado temprano para llegar a un aeropuerto.-
Siempre tan puntuales, estos londonienses.
No tardamos mucho, me despedí de todas las mascotas, recorrí todas las habitaciones por última vez y me hallé sentada rumbo al aeropuerto. Todas las calles, todos los aromas, todos los puentes, pasaban frente mi nariz, y yo tratando de asimilar que este era el final.

Llegando al aeropuerto, un tumulto de personas nos recibió. Era imposible encontrar aparcamiento, puesto a esto el padre de Laura nos dejó junto a la entrada, lo que tampoco fue de demasiada ayuda.
-¿Qué pasa aquí? Acaso la reina de Inglaterra tomará el avión?-
me gritó Laura sobre el ruidoso ir y venir de la gente. Yo solo moví los hombros. Lo mejor que me podía pasar era perder el avión, así que mi apuro no era el más grande.
Tratamos de adentrarnos entre el gentío, lo que resultaba bastante difícil.
Cuando comencé mirar a mi alrededor, me precaté que la mayoría de las personas amontonadas eran chicas, y muchas con cámara.
Lentamente un borboteo comenzó a hacerse notable en mi garganta, que avanzaba hacia el estómago. ¿Era posible?
Pasé mi mirada hacia Laura, la cual estaba demasiado ocupada haciendose camino entre la gente como para notarlo.

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
es hermoooooosooooooo apenas creo lo que pasaaaaa y yo ya estaba jurando de guata que se
aaa volvia pa shile ajaja creo que la sorpresa alargo un poco mi comentario, siguela, me encanto
besos

Laura se adelantó a la fila de pasajeros, que estaban aguardando su turno para el CHECK INN, ganándose unas miradas nada amistosas, pero finalmente logrando su objetivo y llegando rapidamente al principio de la interminable fila. Nos llamaron enseguida a las bandas, las cuales más rápido aún se llevaron mis maletas. Ahora bastaba con pasar aquella puerta al final del pasillo, y mi vida londoniense acabaría.

Miré de reojo hacia las chicas desesperadas y a los fotógrafos, y Laura vió mi entusiasmo por entererme que estaba ocurriendo. Por alguna extraña razón sentí que Laura se conectó con mis pensamientos, llamandome por mi nombre y diciendo en voz alta sobre la multitud: -¿ Y si nos acercamos a ver quién es digno de tanta atención -
Me guiñó con un ojo, por lo cual supe enseguida que había captado mi leve suposición de quién podría ser...
Intentamos estrujarnos por la multitud, lo que resultó imposibles, con todas aquellas locas gritando un nombre muy conocido. Demasiado conocido.
- Esto es imposible, jamás llegaremos hacia adelante.- Por un momento me acordé cuando tenía siete años, y estaba en el cumpleaños de una prima algo más grande, y había llegado el momento del gran regalo. Todos los niños eran más grandes que yo, y yo dando saltitos intentaba captar algo del gran espectáculo. Intentaba colarme por entremedio de los niños enfrente mío, pero eran demasiado fuertes y nisiquiera se dieron cuenta de mi presencia. Solo llegué a escuchar los gritos de alegría de mi prima, y los "ooooooh" de asombro de todos los niños, pero nunca llegué a ver lo que todos apreciaban con tanto entusiasmo. En estos momentos, me sentía igual. Sabía que ahí delante, estaba él, sabía que tal vez sus ojos buscaban los míos, pero con la misma desilusión que yo al no poder encontrarlos. Me quedé parada donde estaba, entrando en un trance extraño, donde solo escuchaba los gritos eufóricos "ONE DIRECTIO" como ecos rezumbando en las extremidades de mi ser. Laura me hizo señas con su mano delante de mis ojos, como viendo si estaba en el planeta tierra todavía.

Parpadeé y solo le dije:- Vamos ya, esto no tiene sentido ni lógica. -
Hizo pucherito tratando de sacarme una sonrisa, a lo cual respondí con una leve mueca, tratando esforzarme por no convertir esta despedida en un mar de llantos.
Por lo tanto, sacudí la cabeza y sonreí de la mejor forma que pude:
-Vamos, acompañame a la salida- Me sonrió, aprobando mi razonamiento, y nos dirigimos hacia la salida lentamente, dejando supuestamente atrás todo el griterío. A medido que avanzabamos, el griterío en vez de alejarse, a cada paso se acercaba. Di media vuelta, y vi que avanzaban hacia nosotros, y lentamente se formaba una medialuna, dejando a los tan alabados a la vista. El corazó pareció salirse de todos los marcos que lo resguardaba en mi cuerpo. Como una flecha me llegó su mirada, sus ojos azules, electrizando mis cinco sentidos de un golpe. Se quedó parado, tan rígido que desde donde yo estaba podría haber jurado que se le cortó la respiración. Los demás también se quedaron como de piedra, mirando a Niall con ojos de asombro. Los guardias, que intantaban lo mejor que podían impedir que las chicas se abalanzaran sobre el grupo, también por un momento olvidaron su tarea y analizaron la situación con cuidado. Luego, los 5 chicos, de haber mirado con asombro la mirada de Niall, siguieron la dirección de esta, y de pronto me veía con todos los ojos encima mío. Olvidé respirar, olvidé mi nombre, olvidé mi historia. Laura me tiró de la polera desesperada, sin saber qué hacer. Aquel momento caído del cielo duró unos pocos segundos, antes que la multitud se los comiera nuevamente, creando un círculo completo alrededor de ellos, imposibilitandome soñar con aquellos ojos tan azules.
Escuché un _ _ _ _ sobre el eco de las fans, pero tal vez solo fue mi imaginación que ya estaba escapandose de mis manos, creando una voz que llamaba mi nombre.
Traté de ponerme en puntillas, pero no logré ver nada.
-_ _ _ no te quiero decepcionar ni crearte una de las más horribles despedidas del mundo, pero si esperas mucho más tiempo tu avión habrá despegado sin tu trasero en un asiento- Laura tenía razón. No valía la pena cruzar los dedos por un milagro, era hora de separarme de este sueño tan irreal. Unas lágrimas se me resbalaron por las mejillas, la despedida de Laura y de Londres ya era bastante dolorosa, y ahora más encima haber estado tan cerca de volver a ver a Niall, y tirar las esperanzas por segunda vez por la ventana hacía todo más difícil aún. Laura me dió un gigantesco abrazo, y se interpuso entre mi mirada hacia la multitud, para que ya luego entrara por aquella maldita puerta que decía "SALIDA" con letras rojas.
- Te extrañaré un montón, fuiste la mejor hermana no hermana del mundo -
Me sequé las lágrimas y sollozé conmovida.
- Tu también la mía. Eres insoporblamente soportable - reí entre lágrimas y le dí otro abrazo más. Luego suspiré hondo, la miré por última vez, arriesgando una mirada más allá de su cabeza, pero el escenario seguía igual: una multitud encerrando a mis ojos azules. Tomé mi bolso de mano, le regalé otra sonrisa más a Laura, y cruzé la maldita puerta. Adiós Londres.

Noooooooooooo se vaaaaas y sin niall morirémoriré:wut::lloro::gasp:

Lo lindo de poder olvidar es que aunque te propongas una y otra vez hacerlo definitivamente, jamás te resultará a la perfección. Las primeras semanas en Chile fue bastante imposible no acordarme de cada detalle de mi estadía en Londres. Y en cada rincón de Chile se hablaba de One Direction, por lo cual cada vez me recordaban a los ojos azules y a la sonrisa perfecta. No conté nada a nadie de lo ocurrido con Niall, ya que probablemente nadie me creería por mucho que lo intente. Solo a Lisa, mi mejor amiga de todos los tiempos, fue la afortunada en oír mi loca historia romántica, la cual quedé encantada y chillaba todo el rato sobre un "Reencuentro mágico" y bla bla bla.
Yo solo me reía con ganas ,porque era absurdo mantener ilusiones en una tontera tan grande como esta. 

El día de mi cumpleaños, tres semanas de mi vuelta de Londres, ocurrió algo inesperado. Algo que tal vez desafiaba una vez más las estrellas. Mientras mamá hacía las típicas tostadas mañaneras con mermelada, Mili, mi hermana más pequeña, encendió el televisor sobre el refrigerador para ver su programa favorito, Hi5.
Estaba puesto el canal de noticias, al cual prestaría atención si no fuera por lo rica que estaba mi pedazo de torta de cumpleaños que me encontraba devorando. 
"...Y así quedan pocos días para la llegada del famoso grupo One Direction a Chile, el cual tiene anunciada esta esperada gira desde Junio del año pasado..." Dejé caer el tenedor el cual cayó ruidosamente sobre el plato con torta, el cual estupidamente estaba colocado al borde de la mesa y voló con gran estruendo sobre el piso de cerámica. Pueden imaginarse que no quedó entero, sino en miles de pedacitos esparcidos y una mamá con grandes ojos fixionandome enojada. No presté atención a nada. Otra vez sentía la típica sensación que el corazón se me desbordaba, y la respiración se me cortaba en tiritas.
-Yujuu _ _ _- Mili hacía gestos infantiles enfrente mi cara, sacándome la lengua y tirándome baba. 
-MILI - Mamá la miró enojada y seguía fixionandome. 
- ¿_ _ _ no vas a recojer tu desastre? ¿Qué te pasó? ¿Calambre de cumpleaños?-
La miré confundida, me estaba señalando el pedazo de torta y los vidrios en el piso. 
- Lo siento, lo siento. No sé, tenía acalambrada la mano... Me tengo que ir, adiós-
Me levanté de un salto, dándole un beso en la mejilla a mamá, cojí mi bolso en vuelo y rapidamente me escabullí por la puerta principal, corriendo a toda prisa al paradero del bus. Millones de pensamientos asaltaban mi mente. ¡LO VOLVERÍA A VER! Repentinamente quedé como piedra. No tenía entradas, y si conseguía iba a estar al fondo del estadio y con suerte no moriría aplastada por todas las fanáticas histéricas.

-Lisaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa- apenas respiraba de lo rápido que había corrido de la estación al colegio. Lisa me miró extrañanada, me abrazó y me dijo:
-Eh, hoy es tu Cumpleaños. Feliz Cumpleaños primero.-
- Nononono, hoy no importa mi cumpleaños. ¿Por qué rayos jamás me dijiste que One Direction venía a Chile? ¿Sabes lo que sicnifica eso? ¿Sabeeeees?-
Pestañé como loca, tratándo de hacerme la obvia, pero ella me quedó mirando con cara de Pockerface.
- Uno: No tenía idea que venían, no soy muy fanática qué digamos. Dos: Si sé lo que sicnfica, volverás a encontrate con tu noviecito londoniense de ojos color algas o no sé que y te casarás y serán felices por siempre.-
Caminamos hacia el edificio del colegio, donde transitaba una gran cantidad de alumnos apurados.
- Eh, no, simplemente sicnifica que podría volver a verlo. Nada más. ¿Por qué tienes que ser tan irónica y arruinar todo?- La empujé amistosamente, y ella  me guiñó con el ojo:
- Qué va, si sé que es tu graaan oportunidad. El punto es cómo lo volverás a ver. Pretendes ir al concierto, donde probablemente solo quedarán entradas para las filas más atrás.... O pretendes dejarselo al destino, y ellas te enseñarán el camino correcto- Lisa intentó fingir una voz angelical, la cual no resultó muy convincente.
-No lo sé. La verdad es que ir al concierto queda descartado, es un poquito improbable que me note entre tantas chicas...-