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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
Gracias por todos los coments niñas!
Bienvenida a la nove GirlDanger!
Más tarde les subiré cap porque me imagino que la mayoria está durmiendo, aquí en las Islas Canarias (España) son las 11 de la mañana!
Un besooooooote!
Bienvenida a la nove GirlDanger!
Más tarde les subiré cap porque me imagino que la mayoria está durmiendo, aquí en las Islas Canarias (España) son las 11 de la mañana!
Un besooooooote!
ForJoeJonas
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
Aquí les traigo su cap niñas, dejenme decirles que al subir este, solo quedarán 2 capis para el final de la nove :(
-Gracias -tocó el colgante con un dedo-. Yo tampoco te he comprado bombones, pero tal vez pueda regalarte otra cosa.
Sonriendo, lo besó suave y provocativamente, con una vehemencia que los sorprendió a ambos. Solo hacía falta un instante para perderse, para dejarse llevar por el deseo, por la imaginación. Con la espalda apoyada en la puerta, él deslizó las manos por su cara, por su pelo y sus hombros, y luego hasta sus caderas para apretarla contra sí. El fuego de la pasión se inflamó en un instante y, cuando ______ se apartó, Joe se sintió abrasado por él. Sin apartar los ojos de ella, dejó escapar un largo y lento suspiro.
-Supongo que los críos estarán a punto de volver.
-En cualquier momento.
-Ya -la besó suavemente en la sien antes de darse la vuelta y abrir la puerta-. Hasta luego.
Bajaría a buscar a Tas, se dijo Joe mientras recorría el pasillo. Y luego iría a dar un paseo. Un paseo muy largo.
Como había prometido, Joe llegó con los bolsillos llenos de monedas de cuarto de dólar. El salón de juegos recreativos estaba atestado de gente y en él resonaban los pitidos, chiflidos y musiquillas de las máquinas de juegos. ______ permanecía a un lado mientras Joe y Robert aunaban fuerzas para salvar al mundo de las guerras intergalácticas.
-Buen disparo cabo -Joe le dio al niño una palmada en el hombro cuando una nave Phaser II se desintegró con un destello de color.
-Te toca a ti -Robert le entregó los mandos a su oficial superior-. Cuidado con los misiles inteligentes.
-No te preocupes. Soy un veterano.
-Vamos a superar el récord -Robert apartó los ojos de la pantalla el tiempo justo para mirar a su madre-. Luego, pondremos nuestras iniciales. ¿Verdad que es genial este sitio? Tiene de todo.
De todo, pensó ______, incluidos algunos personajes de aspecto sórdido cubiertos de tatuajes y cuero. La máquina que había tras ella emitió un agudo chillido.
-No te alejes, ¿eh?
-Bueno cabo, solo estamos a setecientos puntos del récord. Mucho ojo con los satélites nucleares.
-Señor, sí, señor -Robert apretó la mandíbula y tomó de nuevo los mandos.
-Buenos reflejos -le dijo Joe a ______ viendo que Robert controlaba su nave con una mano y disparaba misiles tierra-aire con la otra.
-Josh tiene una videoconsola. A Rob le encanta ir a su casa a jugar a estas cosas -se mordió el labio inferior al ver que la nave de Robert se salvaba por los pelos de la aniquilación-. No me explico cómo se entera de lo que pasa. Ay, mira, ya ha pasado el récord.
Siguieron mirando en tenso silencio mientras Robert luchaba con bravura con su último oponente. Al final, la pantalla estalló en brillantes fuegos artificiales de sonido y color.
-Un nuevo récord -Joe levantó a Robert en el aire-. Esto merece un ascenso. Sargento, inscriba sus iniciales.
-Pero tú te has hecho más puntos que yo.
-¿Quién lo dice? Anda, adelante.
Sofocado de orgullo, Robert pulsó las teclas que pasaban el alfabeto y escribió «R.S.W». «S» de Steven, pensó Joe, pero no dijo nada.
-¿Quieres echar una partida, ______?
-No, gracias. Prefiero mirar.
-A mamá no le gusta jugar -dijo Robert -. Le sudan las manos.
-¿Te sudan las manos? -repitió Joe, sonriendo.
______ miró a Rob con el ceño fruncido.
-Es por la presión. No soporto llevar sobre los hombros la responsabilidad de salvar el mundo. Sé que es un juego -dijo antes de que Joe pudiera responder-. Pero me atrapa, por decirlo de algún modo.
-Es usted fantástica, señora Wallace -dijo él, y la besó.
Robert, que los estaba mirando, se quedó pensativo. Le parecía raro ver a Joe besar a su madre. Pero no sabía si le gustaba o no. Entonces Joe le puso la mano sobre el hombro. Aquello siempre le hacía sentirse bien.
-Bueno, ¿qué te apetece ahora? ¿La selva del Amazonas, la Edad Media o la caza del tiburón asesino?
-A mí me gusta la del ninja. Una vez vi una peli de ninjas en casa de Josh. Bueno, casi. La madre de Josh la quitó porque una de las chicas empezó a quitarse la ropa y esas cosas.
-¿Ah, sí? -Joe contuvo la risa mientras ______ miraba a Robert espantada-. ¿Cómo se llamaba?
-Da igual -______ lo agarró con fuerza de la mano-. Estoy segura de que los padres de Josh se equivocaron.
-Su padre creía que era de kung-fu. Y su madre se enfadó y le hizo ir a devolverla al videoclub. Pero a mí me siguen gustando los ninjas.
-Vamos a ver si encontramos una máquina libre -Joe se puso al lado de ______ -. No creo que esté traumatizado de por vida.
-Ya, pero me gustaría saber qué ha querido decir con «y esas cosas».
-A mí también -le pasó un brazo por los hombros mientras pasaban entre un grupo de adolescentes-. Quizá podamos alquilarla.
-Yo paso, gracias.
-¿No quieres ver Los Ninjas de Nagasaki en pelotas? -ella se giró y lo miró boquiabierta, y Joe extendió las manos con las palmas hacia arriba-. Me lo he inventado, lo juro.
-Ya.
-Aquí hay una. ¿Puedo jugar a esta?Joe siguió mirando a ______, sonriendo, mientras se sacaba un puñado de monedas del bolsillo.
Pasó el tiempo y ______ casi dejó de oír el ruido de las máquinas y la gente. Por complacer a Robert, echó un par de partidas a los juegos menos violentos, a los que no trataban de la dominación del mundo ni de la destrucción universal. Pero la mayor parte del tiempo la pasó observando a su hijo, contenta de verlo disfrutar de lo que para él era una auténtica noche en la ciudad.
Mientras Robert y Joe permanecían inclinados sobre los mandos, cabeza con cabeza, pensó que debían de parecer una familia, y deseó poder creer aún en esas cosas. Pero para ella, la familia y los compromisos de por vida eran cosas tan ilusorias como las máquinas que difundían luz y color a su alrededor.
El día a día, pensó con un leve suspiro. Eso era lo único en que podía pensar en ese momento. Al cabo de unas horas metería a Robert en la cama y se iría sola a su habitación. Ese era el único modo de asegurarse de que estarían los dos a salvo. Oyó que Joe se reía y animaba a gritos a Robert, y apartó la mirada. No había otro modo, se dijo de nuevo. Por más que quisiera creer de nuevo, no podía arriesgarse.
-¿Qué tal las pinballs? -sugirió Joe.
-No están mal -aunque tenían colores chillones y luces, a Robert no le parecían muy excitantes-. Pero a mamá le gustan.
-¿Eres buena?
______ ahuyentó sus sombríos pensamientos.
-No soy mala del todo.
-¿Echamos una? -hizo tintinear las monedas en el bolsillo.
Ella no se consideraba muy competitiva, pero se dejó llevar por la mirada desafiante de Joe.
-De acuerdo.
Siempre había tenido buena mano para las pinballs, tan buena que, de pequeña, ganaba a su hermano nueve veces de cada diez. Aunque aquellas máquinas eran electrónicas y mucho más sofisticadas que las de su niñez, no dudaba de que podría hacer una buena exhibición.
-Puedo darte ventaja, si quieres -sugirió Joe mientras metía monedas en la ranura.
-Es curioso, yo iba a decirte lo mismo -con una sonrisa, ______ tomó los mandos.
Como por arte de magia, ______ dejó de oír los ruidos de alrededor y se concentró en mantener la bola en juego. Sus toques eran nerviosos y rápidos.
Joe permanecía tras ella, con las manos metidas en los bolsillos de atrás, asintiendo mientras ella impulsaba la bola. Le gustaba su modo de inclinarse hacia la máquina, con los labios levemente abiertos y la mirada aguzada y alerta. De vez en cuando, sacaba la punta de la lengua entre los dientes o doblaba el cuerpo hacia delante como si quisiera seguir el curso rápido, errático, de la bola.
La pequeña bola plateada chocaba contra la goma haciendo sonar las campanas y encenderse las luces. Cuando la máquina se tragó su primera bola, ya había conseguido una puntuación notable.
-No está mal para una aficionada -comentó Joe, guiñándole un ojo a Robert.
-Solo estaba calentando -sonriendo, ella se apartó.
Joe tomó los mandos. Puesto de puntillas, Robert observaba las evoluciones de la bola. Era genial cuando se quedaba atascada en la parte de arriba de la máquina, vibrando entre los parachoques en un torbellino. Miró hacia atrás y, al ver las filas de máquinas; deseó haber pedido otra moneda antes de que su madre y Joe empezaran a jugar. Aunque, si no podía jugar, al menos podía mirar. Se alejó un poco para echarle un vistazo a una máquina cercana.
-Parece que te gano por cien puntos –dijo Joe, apartándose para dejarle sitio a ______.
-No quería machacarte con la primera bola. Me parecía muy descortés -tiró de la varilla y empujó la bola.
Esta vez, le pareció haberle tomado de nuevo el tranquillo. No dejaba descansar la bola, mandándola de derecha a izquierda y luego hacia arriba, por el medio, donde pasaba por un túnel y chocaba con un dragón rojo. Aquello la devolvía a su niñez, cuando sus deseos eran sencillos y sus sueños dorados aún. Mientras la máquina se agitaba ruidosamente, se echó a reír, dejándose arrastrar por la partida.
Su puntuación subía y subía con tanto bullicio que a su alrededor se congregó una pequeña multitud. Antes de que se colara su segunda bola, la gente ya había elegido su bando.
Joe tomó posición. Él, a diferencia de ______, no bloqueaba sus oídos a las luces y los ruidos, sino que los usaba para bombear adrenalina. Estuvo a punto de perder la bola, causando sobresalto a su alrededor, pero logró mantenerla con la punta del propulsor y la lanzó con fuerza a un rincón. Esa vez, acabó cincuenta puntos por debajo de ella.
La tercera y última partida atrajo a más gente. ______ creyó oír que alguien hacía apuestas antes de desconectar y concentrarse en la bola y el toque. Estaba casi exhausta cuando volvió a apartarse.
-Te va a hacer falta un milagro, Joe.
-No te pongas chulita -giró las muñecas como un concertista de piano, cosechando unos cuantos abucheos y ovaciones a su alrededor.
Observando su técnica, ______ tuvo que reconocer que su modo de jugar era brillante. Aceptaba riesgos que podían haberle costado su última bola y los convertía en puntos ganadores. Permanecía con las piernas abiertas, relajado, pero ______ veía en sus ojos esa profunda concentración que tan familiar le resultaba en él y a la que, sin embargo, aún no se había acostumbrado. El pelo le caía sobre la frente, descuidado. En su cara había una leve sonrisa que le pareció al mismo tiempo complacida y temeraria.
Se descubrió mirándolo a él en lugar de a la bola mientras jugueteaba con el pequeño corazón de diamantes que llevaba sobre un jersey de cuello vuelto negro. Joe era dé esos hombres con los que las mujeres soñaban y a los que convertían en héroes. Uno de esos hombres en los que una mujer podía llegar a confiar si se descuidaba. Con un hombre así, una podía pasarse años riendo. Las defensas de su corazón se debilitaron un poco más y dejó escapar un suspiro.
La bola se perdió en la cueva del dragón con una serie de gruñidos.
-Te ha ganado por diez puntos -dijo alguien entre la gente-. Diez puntos, colega.
-Tienen una partida gratis -dijo otro, dándole a ______ una palmadita amistosa en la espalda.
Joe sacudió la cabeza, pasándose las manos por los vaqueros para secárselas.
-Respecto a esa ventaja... -dijo.
-Demasiado tarde -ridículamente satisfecha de sí misma, ______ enganchó los pulgares en las presillas de su pantalón y observó el marcador-. Magníficos reflejos. Es todo cuestión de muñeca.
-¿Echamos la revancha?
-No quiero humillarte otra vez -se dio la vuelta con intención de ofrecerle a Robert la partida gratis-. Rob, ¿por qué no...? ¿Rob? -se abrió paso entre los mirones que aún quedaban-. ¿Robert? -una leve punzada de pánico recorrió su espina dorsal-. No está aquí.
-Estaba hace un minuto -Joe le puso una mano en el brazo y escudriñó lo que veía del local.
-Me he descuidado -ella se llevó una mano a la garganta, donde el miedo se le había alojado ya, y empezó a caminar rápidamente-. Mira que sé que no debo perderlo de vista en un sitio así...
-Tranquila -dijo él con calma, a pesar de que ______ había conseguido contagiarle su miedo. Sabía lo fácil que era perder a un niño pequeño entre la multitud. Se oía todos los días en las noticias-. Estará por ahí, mirando las máquinas. Lo encontraremos. Yo iré por este lado, y tú por aquel.
Ella asintió y se dio la vuelta sin decir palabra. Había hasta seis y siete filas de personas en algunas de las máquinas. ______ se detuvo en todas ellas, buscando al niño rubio con el jersey azul. Lo llamaba alzando la voz por encima del ruido y el estrépito de las máquinas.
Al pasar junto a las grandes puertas de cristal, miró fuera, hacia las luces y las aceras atestadas de Times Square, y el corazón le dio un vuelco en el pecho. Robert no había salido, se dijo. Él nunca haría algo que le había prohibido expresamente muchas veces. A menos que alguien se lo hubiera llegado o...
Apretándose las manos con fuerza, se alejó de allí. No podía pensar así. Pero el local era tan grande y había tanta gente, tantos extraños... Y el ruido... El ruido era más ensordecedor de lo que recordaba. ¿Cómo iba a oír a Robert si la llamaba?
Se acercó a la siguiente fila, llamándolo. Oyó reír a un niño y se dio la vuelta. Pero no era Robert. Diez minutos después, cuando ya había recorrido la mitad del local, empezó a pensar que tenía que llamar a la policía. Aceleró el paso e intentó mirar a todas partes a la vez mientras iba de fila en fila. Había tanto ruido y las luces eran tan brillantes... Tal vez debiera volver sobre sus pasos. Quizá no lo había visto. Quizá estuviera esperándola junto a la maldita pinball, preguntándose dónde se habrían metido. Tal vez estuviera asustado. Podía estar llamándola. Podía estar...
Entonces lo vio en brazos de Joe. Apartó a dos personas y corrió hacia ellos.
-¡Robert! -se abrazó a ellos y enterró la cara en el pelo de su hijo.
-Se había ido a ver jugar a uno -dijo Joe, acariciándole la espalda-. Y se ha encontrado con alguien que conocía del colegio.
-Era Ricky Nesbit, mamá. Estaba con su hermano mayor y me han prestado un cuarto de dólar. Hemos ido a echar una partida. No sabía que estaba tan lejos.
-Robert -ella luchó con las lágrimas y mantuvo firme la voz-. Sabes que no debes alejarte de mí. Este sitio es muy grande y hay mucha gente. Necesito saber que no vas a irte por ahí.
-Yo no quería. Es que Ricky me ha dicho que era solo un momento. Iba a volver enseguida.
-Las normas son las normas, Robert, y no hay más que hablar.
-Pero mamá...
-Rob -Joe movió al niño entre sus brazos-, nos has dado un buen susto a tu madre y a mí.
-Lo siento -sus ojos se empañaron-. No quería asustarlos.
-No vuelvas a hacerlo -dijo ______ con voz más suave, y le dio un beso en la mejilla-. La próxima vez, irás a la celda de castigo. Eres lo único que tengo, Rob -lo abrazó otra vez. Tenía los ojos cerrados, de modo que no vio que a Joe le cambiaba de pronto la expresión-. No puedo permitir que te pase nada.
-No lo haré más.
«Lo único que tiene», pensó Joe, dejando al niño en el suelo. ¿Tan cabezota era que no podía admitir, ni siquiera para sí misma, que ya tenía alguien más? Se metió las manos en los bolsillos y procuró sofocar su enojo y su dolor. Pronto ______ tendría que hacerle sitio en su vida, o se lo haría él mismo.
-Gracias -tocó el colgante con un dedo-. Yo tampoco te he comprado bombones, pero tal vez pueda regalarte otra cosa.
Sonriendo, lo besó suave y provocativamente, con una vehemencia que los sorprendió a ambos. Solo hacía falta un instante para perderse, para dejarse llevar por el deseo, por la imaginación. Con la espalda apoyada en la puerta, él deslizó las manos por su cara, por su pelo y sus hombros, y luego hasta sus caderas para apretarla contra sí. El fuego de la pasión se inflamó en un instante y, cuando ______ se apartó, Joe se sintió abrasado por él. Sin apartar los ojos de ella, dejó escapar un largo y lento suspiro.
-Supongo que los críos estarán a punto de volver.
-En cualquier momento.
-Ya -la besó suavemente en la sien antes de darse la vuelta y abrir la puerta-. Hasta luego.
Bajaría a buscar a Tas, se dijo Joe mientras recorría el pasillo. Y luego iría a dar un paseo. Un paseo muy largo.
Como había prometido, Joe llegó con los bolsillos llenos de monedas de cuarto de dólar. El salón de juegos recreativos estaba atestado de gente y en él resonaban los pitidos, chiflidos y musiquillas de las máquinas de juegos. ______ permanecía a un lado mientras Joe y Robert aunaban fuerzas para salvar al mundo de las guerras intergalácticas.
-Buen disparo cabo -Joe le dio al niño una palmada en el hombro cuando una nave Phaser II se desintegró con un destello de color.
-Te toca a ti -Robert le entregó los mandos a su oficial superior-. Cuidado con los misiles inteligentes.
-No te preocupes. Soy un veterano.
-Vamos a superar el récord -Robert apartó los ojos de la pantalla el tiempo justo para mirar a su madre-. Luego, pondremos nuestras iniciales. ¿Verdad que es genial este sitio? Tiene de todo.
De todo, pensó ______, incluidos algunos personajes de aspecto sórdido cubiertos de tatuajes y cuero. La máquina que había tras ella emitió un agudo chillido.
-No te alejes, ¿eh?
-Bueno cabo, solo estamos a setecientos puntos del récord. Mucho ojo con los satélites nucleares.
-Señor, sí, señor -Robert apretó la mandíbula y tomó de nuevo los mandos.
-Buenos reflejos -le dijo Joe a ______ viendo que Robert controlaba su nave con una mano y disparaba misiles tierra-aire con la otra.
-Josh tiene una videoconsola. A Rob le encanta ir a su casa a jugar a estas cosas -se mordió el labio inferior al ver que la nave de Robert se salvaba por los pelos de la aniquilación-. No me explico cómo se entera de lo que pasa. Ay, mira, ya ha pasado el récord.
Siguieron mirando en tenso silencio mientras Robert luchaba con bravura con su último oponente. Al final, la pantalla estalló en brillantes fuegos artificiales de sonido y color.
-Un nuevo récord -Joe levantó a Robert en el aire-. Esto merece un ascenso. Sargento, inscriba sus iniciales.
-Pero tú te has hecho más puntos que yo.
-¿Quién lo dice? Anda, adelante.
Sofocado de orgullo, Robert pulsó las teclas que pasaban el alfabeto y escribió «R.S.W». «S» de Steven, pensó Joe, pero no dijo nada.
-¿Quieres echar una partida, ______?
-No, gracias. Prefiero mirar.
-A mamá no le gusta jugar -dijo Robert -. Le sudan las manos.
-¿Te sudan las manos? -repitió Joe, sonriendo.
______ miró a Rob con el ceño fruncido.
-Es por la presión. No soporto llevar sobre los hombros la responsabilidad de salvar el mundo. Sé que es un juego -dijo antes de que Joe pudiera responder-. Pero me atrapa, por decirlo de algún modo.
-Es usted fantástica, señora Wallace -dijo él, y la besó.
Robert, que los estaba mirando, se quedó pensativo. Le parecía raro ver a Joe besar a su madre. Pero no sabía si le gustaba o no. Entonces Joe le puso la mano sobre el hombro. Aquello siempre le hacía sentirse bien.
-Bueno, ¿qué te apetece ahora? ¿La selva del Amazonas, la Edad Media o la caza del tiburón asesino?
-A mí me gusta la del ninja. Una vez vi una peli de ninjas en casa de Josh. Bueno, casi. La madre de Josh la quitó porque una de las chicas empezó a quitarse la ropa y esas cosas.
-¿Ah, sí? -Joe contuvo la risa mientras ______ miraba a Robert espantada-. ¿Cómo se llamaba?
-Da igual -______ lo agarró con fuerza de la mano-. Estoy segura de que los padres de Josh se equivocaron.
-Su padre creía que era de kung-fu. Y su madre se enfadó y le hizo ir a devolverla al videoclub. Pero a mí me siguen gustando los ninjas.
-Vamos a ver si encontramos una máquina libre -Joe se puso al lado de ______ -. No creo que esté traumatizado de por vida.
-Ya, pero me gustaría saber qué ha querido decir con «y esas cosas».
-A mí también -le pasó un brazo por los hombros mientras pasaban entre un grupo de adolescentes-. Quizá podamos alquilarla.
-Yo paso, gracias.
-¿No quieres ver Los Ninjas de Nagasaki en pelotas? -ella se giró y lo miró boquiabierta, y Joe extendió las manos con las palmas hacia arriba-. Me lo he inventado, lo juro.
-Ya.
-Aquí hay una. ¿Puedo jugar a esta?Joe siguió mirando a ______, sonriendo, mientras se sacaba un puñado de monedas del bolsillo.
Pasó el tiempo y ______ casi dejó de oír el ruido de las máquinas y la gente. Por complacer a Robert, echó un par de partidas a los juegos menos violentos, a los que no trataban de la dominación del mundo ni de la destrucción universal. Pero la mayor parte del tiempo la pasó observando a su hijo, contenta de verlo disfrutar de lo que para él era una auténtica noche en la ciudad.
Mientras Robert y Joe permanecían inclinados sobre los mandos, cabeza con cabeza, pensó que debían de parecer una familia, y deseó poder creer aún en esas cosas. Pero para ella, la familia y los compromisos de por vida eran cosas tan ilusorias como las máquinas que difundían luz y color a su alrededor.
El día a día, pensó con un leve suspiro. Eso era lo único en que podía pensar en ese momento. Al cabo de unas horas metería a Robert en la cama y se iría sola a su habitación. Ese era el único modo de asegurarse de que estarían los dos a salvo. Oyó que Joe se reía y animaba a gritos a Robert, y apartó la mirada. No había otro modo, se dijo de nuevo. Por más que quisiera creer de nuevo, no podía arriesgarse.
-¿Qué tal las pinballs? -sugirió Joe.
-No están mal -aunque tenían colores chillones y luces, a Robert no le parecían muy excitantes-. Pero a mamá le gustan.
-¿Eres buena?
______ ahuyentó sus sombríos pensamientos.
-No soy mala del todo.
-¿Echamos una? -hizo tintinear las monedas en el bolsillo.
Ella no se consideraba muy competitiva, pero se dejó llevar por la mirada desafiante de Joe.
-De acuerdo.
Siempre había tenido buena mano para las pinballs, tan buena que, de pequeña, ganaba a su hermano nueve veces de cada diez. Aunque aquellas máquinas eran electrónicas y mucho más sofisticadas que las de su niñez, no dudaba de que podría hacer una buena exhibición.
-Puedo darte ventaja, si quieres -sugirió Joe mientras metía monedas en la ranura.
-Es curioso, yo iba a decirte lo mismo -con una sonrisa, ______ tomó los mandos.
Como por arte de magia, ______ dejó de oír los ruidos de alrededor y se concentró en mantener la bola en juego. Sus toques eran nerviosos y rápidos.
Joe permanecía tras ella, con las manos metidas en los bolsillos de atrás, asintiendo mientras ella impulsaba la bola. Le gustaba su modo de inclinarse hacia la máquina, con los labios levemente abiertos y la mirada aguzada y alerta. De vez en cuando, sacaba la punta de la lengua entre los dientes o doblaba el cuerpo hacia delante como si quisiera seguir el curso rápido, errático, de la bola.
La pequeña bola plateada chocaba contra la goma haciendo sonar las campanas y encenderse las luces. Cuando la máquina se tragó su primera bola, ya había conseguido una puntuación notable.
-No está mal para una aficionada -comentó Joe, guiñándole un ojo a Robert.
-Solo estaba calentando -sonriendo, ella se apartó.
Joe tomó los mandos. Puesto de puntillas, Robert observaba las evoluciones de la bola. Era genial cuando se quedaba atascada en la parte de arriba de la máquina, vibrando entre los parachoques en un torbellino. Miró hacia atrás y, al ver las filas de máquinas; deseó haber pedido otra moneda antes de que su madre y Joe empezaran a jugar. Aunque, si no podía jugar, al menos podía mirar. Se alejó un poco para echarle un vistazo a una máquina cercana.
-Parece que te gano por cien puntos –dijo Joe, apartándose para dejarle sitio a ______.
-No quería machacarte con la primera bola. Me parecía muy descortés -tiró de la varilla y empujó la bola.
Esta vez, le pareció haberle tomado de nuevo el tranquillo. No dejaba descansar la bola, mandándola de derecha a izquierda y luego hacia arriba, por el medio, donde pasaba por un túnel y chocaba con un dragón rojo. Aquello la devolvía a su niñez, cuando sus deseos eran sencillos y sus sueños dorados aún. Mientras la máquina se agitaba ruidosamente, se echó a reír, dejándose arrastrar por la partida.
Su puntuación subía y subía con tanto bullicio que a su alrededor se congregó una pequeña multitud. Antes de que se colara su segunda bola, la gente ya había elegido su bando.
Joe tomó posición. Él, a diferencia de ______, no bloqueaba sus oídos a las luces y los ruidos, sino que los usaba para bombear adrenalina. Estuvo a punto de perder la bola, causando sobresalto a su alrededor, pero logró mantenerla con la punta del propulsor y la lanzó con fuerza a un rincón. Esa vez, acabó cincuenta puntos por debajo de ella.
La tercera y última partida atrajo a más gente. ______ creyó oír que alguien hacía apuestas antes de desconectar y concentrarse en la bola y el toque. Estaba casi exhausta cuando volvió a apartarse.
-Te va a hacer falta un milagro, Joe.
-No te pongas chulita -giró las muñecas como un concertista de piano, cosechando unos cuantos abucheos y ovaciones a su alrededor.
Observando su técnica, ______ tuvo que reconocer que su modo de jugar era brillante. Aceptaba riesgos que podían haberle costado su última bola y los convertía en puntos ganadores. Permanecía con las piernas abiertas, relajado, pero ______ veía en sus ojos esa profunda concentración que tan familiar le resultaba en él y a la que, sin embargo, aún no se había acostumbrado. El pelo le caía sobre la frente, descuidado. En su cara había una leve sonrisa que le pareció al mismo tiempo complacida y temeraria.
Se descubrió mirándolo a él en lugar de a la bola mientras jugueteaba con el pequeño corazón de diamantes que llevaba sobre un jersey de cuello vuelto negro. Joe era dé esos hombres con los que las mujeres soñaban y a los que convertían en héroes. Uno de esos hombres en los que una mujer podía llegar a confiar si se descuidaba. Con un hombre así, una podía pasarse años riendo. Las defensas de su corazón se debilitaron un poco más y dejó escapar un suspiro.
La bola se perdió en la cueva del dragón con una serie de gruñidos.
-Te ha ganado por diez puntos -dijo alguien entre la gente-. Diez puntos, colega.
-Tienen una partida gratis -dijo otro, dándole a ______ una palmadita amistosa en la espalda.
Joe sacudió la cabeza, pasándose las manos por los vaqueros para secárselas.
-Respecto a esa ventaja... -dijo.
-Demasiado tarde -ridículamente satisfecha de sí misma, ______ enganchó los pulgares en las presillas de su pantalón y observó el marcador-. Magníficos reflejos. Es todo cuestión de muñeca.
-¿Echamos la revancha?
-No quiero humillarte otra vez -se dio la vuelta con intención de ofrecerle a Robert la partida gratis-. Rob, ¿por qué no...? ¿Rob? -se abrió paso entre los mirones que aún quedaban-. ¿Robert? -una leve punzada de pánico recorrió su espina dorsal-. No está aquí.
-Estaba hace un minuto -Joe le puso una mano en el brazo y escudriñó lo que veía del local.
-Me he descuidado -ella se llevó una mano a la garganta, donde el miedo se le había alojado ya, y empezó a caminar rápidamente-. Mira que sé que no debo perderlo de vista en un sitio así...
-Tranquila -dijo él con calma, a pesar de que ______ había conseguido contagiarle su miedo. Sabía lo fácil que era perder a un niño pequeño entre la multitud. Se oía todos los días en las noticias-. Estará por ahí, mirando las máquinas. Lo encontraremos. Yo iré por este lado, y tú por aquel.
Ella asintió y se dio la vuelta sin decir palabra. Había hasta seis y siete filas de personas en algunas de las máquinas. ______ se detuvo en todas ellas, buscando al niño rubio con el jersey azul. Lo llamaba alzando la voz por encima del ruido y el estrépito de las máquinas.
Al pasar junto a las grandes puertas de cristal, miró fuera, hacia las luces y las aceras atestadas de Times Square, y el corazón le dio un vuelco en el pecho. Robert no había salido, se dijo. Él nunca haría algo que le había prohibido expresamente muchas veces. A menos que alguien se lo hubiera llegado o...
Apretándose las manos con fuerza, se alejó de allí. No podía pensar así. Pero el local era tan grande y había tanta gente, tantos extraños... Y el ruido... El ruido era más ensordecedor de lo que recordaba. ¿Cómo iba a oír a Robert si la llamaba?
Se acercó a la siguiente fila, llamándolo. Oyó reír a un niño y se dio la vuelta. Pero no era Robert. Diez minutos después, cuando ya había recorrido la mitad del local, empezó a pensar que tenía que llamar a la policía. Aceleró el paso e intentó mirar a todas partes a la vez mientras iba de fila en fila. Había tanto ruido y las luces eran tan brillantes... Tal vez debiera volver sobre sus pasos. Quizá no lo había visto. Quizá estuviera esperándola junto a la maldita pinball, preguntándose dónde se habrían metido. Tal vez estuviera asustado. Podía estar llamándola. Podía estar...
Entonces lo vio en brazos de Joe. Apartó a dos personas y corrió hacia ellos.
-¡Robert! -se abrazó a ellos y enterró la cara en el pelo de su hijo.
-Se había ido a ver jugar a uno -dijo Joe, acariciándole la espalda-. Y se ha encontrado con alguien que conocía del colegio.
-Era Ricky Nesbit, mamá. Estaba con su hermano mayor y me han prestado un cuarto de dólar. Hemos ido a echar una partida. No sabía que estaba tan lejos.
-Robert -ella luchó con las lágrimas y mantuvo firme la voz-. Sabes que no debes alejarte de mí. Este sitio es muy grande y hay mucha gente. Necesito saber que no vas a irte por ahí.
-Yo no quería. Es que Ricky me ha dicho que era solo un momento. Iba a volver enseguida.
-Las normas son las normas, Robert, y no hay más que hablar.
-Pero mamá...
-Rob -Joe movió al niño entre sus brazos-, nos has dado un buen susto a tu madre y a mí.
-Lo siento -sus ojos se empañaron-. No quería asustarlos.
-No vuelvas a hacerlo -dijo ______ con voz más suave, y le dio un beso en la mejilla-. La próxima vez, irás a la celda de castigo. Eres lo único que tengo, Rob -lo abrazó otra vez. Tenía los ojos cerrados, de modo que no vio que a Joe le cambiaba de pronto la expresión-. No puedo permitir que te pase nada.
-No lo haré más.
«Lo único que tiene», pensó Joe, dejando al niño en el suelo. ¿Tan cabezota era que no podía admitir, ni siquiera para sí misma, que ya tenía alguien más? Se metió las manos en los bolsillos y procuró sofocar su enojo y su dolor. Pronto ______ tendría que hacerle sitio en su vida, o se lo haría él mismo.
ForJoeJonas
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
Waaaaaaaaaaaaaaaaaaa me encanta la nove ..... Enserio te pido de todo corazon k la sigas!!!
Waaaaaaaaaa me encanta ...... espero kedarme con joe ... xk si no me suicidare!! xD
Waaaaaaaaaa me encanta ...... espero kedarme con joe ... xk si no me suicidare!! xD
GirlDanger
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
Hay DIOS!!!!!!!!!! JOE pork eres tan lindo????
AMO TU NOVE!!!!!!!!!!!!!!!
Por favor SUBE CAPI
AMO TU NOVE!!!!!!!!!!!!!!!
Por favor SUBE CAPI
♫ Laura Jonas ♥
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
Ay Joseph ¿¡Porque me haceez ezto?! Enzerio qe ez muy difizil odiaar a una perzona taan lindaa y hermozaa! Aww lo amo!
Nu nu Ade perdonamee por no habeme pasado, ¡SIGUUEELA MII AMORE!
Uff esq aun estoy en shock, esq sii sabez qe se rumorea en todaz partez qe Jashley se acabo? No ze qe creer ._.
¡SIGUEE MII ADEE PRECIOZAA! Te amuu
Nu nu Ade perdonamee por no habeme pasado, ¡SIGUUEELA MII AMORE!
Uff esq aun estoy en shock, esq sii sabez qe se rumorea en todaz partez qe Jashley se acabo? No ze qe creer ._.
¡SIGUEE MII ADEE PRECIOZAA! Te amuu
Kat
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
WAAAAAAAAAAAAAAAA!! Quieroo mas caapppss!
MAAAAAAAAAAAS! MUCHOOOSSSSS MAAAAAAAAAAAAAAASS! :)
Siguuelaaa Coraazoon! (L)
MAAAAAAAAAAAS! MUCHOOOSSSSS MAAAAAAAAAAAAAAASS! :)
Siguuelaaa Coraazoon! (L)
joe_love
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
KatitaDeJonas escribió:Ay Joseph ¿¡Porque me haceez ezto?! Enzerio qe ez muy difizil odiaar a una perzona taan lindaa y hermozaa! Aww lo amo!
Nu nu Ade perdonamee por no habeme pasado, ¡SIGUUEELA MII AMORE!
Uff esq aun estoy en shock, esq sii sabez qe se rumorea en todaz partez qe Jashley se acabo? No ze qe creer ._.
¡SIGUEE MII ADEE PRECIOZAA! Te amuu
Mi Katy!! :D
Si, ya lo he leido!! No sabes que creer? Si, es complicado... Pero yo creo que lo que deseo que sea en verdad :D
Es un poco trabalenguas no? Jaaaajajajajajajajajajajaa! Pero si lo lees lento lo pillaras!
ForJoeJonas
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
ForJoeJonas escribió:KatitaDeJonas escribió:Ay Joseph ¿¡Porque me haceez ezto?! Enzerio qe ez muy difizil odiaar a una perzona taan lindaa y hermozaa! Aww lo amo!
Nu nu Ade perdonamee por no habeme pasado, ¡SIGUUEELA MII AMORE!
Uff esq aun estoy en shock, esq sii sabez qe se rumorea en todaz partez qe Jashley se acabo? No ze qe creer ._.
¡SIGUEE MII ADEE PRECIOZAA! Te amuu
Mi Katy!! :D
Si, ya lo he leido!! No sabes que creer? Si, es complicado... Pero yo creo que lo que deseo que sea en verdad :D
Es un poco trabalenguas no? Jaaaajajajajajajajajajajaa! Pero si lo lees lento lo pillaras!
Hahaha see ya lo pille mii Ade :risa: Naah pero a mii por un lado ez: "¡SII DIOOZ JASHLEY TERMINO!" y otro ez: "No ze qe decir, ¿como estara Joseph?" buuf estoy en un lio de sentimiientoz o.O Como no salgan las palabraz: "He terminado con Ashley" de la boquita de Joe, no voy a podeer creer jaja!
Por otro lado...¡SIGUEEELAAAA! :risa:
Por otro lado...¡SIGUEEELAAAA! :risa:
Kat
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
ADE DE MI DE ANANÁ
COMO EXTRAÑE LA NOVE, HACIA BASTANTE QUE NO COMENTABA U_U
ESTUVE OCUPADA ENTRE EL COLEGIO, MIS ABUELOS, MIS AMIGOS, ETC.. ME TENGO QUE REPARTIR Y HABERCES SIENTO QUE NO PUEDO CON TODO, PERO BUE, ES PARTE DE LA VIDA...
ME ACABO DE DAR CUENTA QUE ME PUSE A FILOSOFAR Y NO ME DI CUENTA(? :| JAJAJAJAJ
VOLVIENDO A LA NOVE, ME ENCANTO EL CAP!!
:love:
TE JURO QUE MORI CON ESTA PARTE:
-¿No quieres ver Los Ninjas de Nagasaki en pelotas? -ella se giró y lo miró boquiabierta, y Joe extendió las manos con las palmas hacia arriba-. Me lo he inventado, lo juro.
AAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
AMO TU NOVE ADE!
ESPERO QUE LA SIGAS PRONTITO Y NO QUIERO QUE TERMINE :'|
COMO EXTRAÑE LA NOVE, HACIA BASTANTE QUE NO COMENTABA U_U
ESTUVE OCUPADA ENTRE EL COLEGIO, MIS ABUELOS, MIS AMIGOS, ETC.. ME TENGO QUE REPARTIR Y HABERCES SIENTO QUE NO PUEDO CON TODO, PERO BUE, ES PARTE DE LA VIDA...
ME ACABO DE DAR CUENTA QUE ME PUSE A FILOSOFAR Y NO ME DI CUENTA(? :| JAJAJAJAJ
VOLVIENDO A LA NOVE, ME ENCANTO EL CAP!!
:love:
TE JURO QUE MORI CON ESTA PARTE:
-¿No quieres ver Los Ninjas de Nagasaki en pelotas? -ella se giró y lo miró boquiabierta, y Joe extendió las manos con las palmas hacia arriba-. Me lo he inventado, lo juro.
AAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
AMO TU NOVE ADE!
ESPERO QUE LA SIGAS PRONTITO Y NO QUIERO QUE TERMINE :'|
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
F l r e n c i a. escribió:ADE DE MI DE ANANÁ
COMO EXTRAÑE LA NOVE, HACIA BASTANTE QUE NO COMENTABA U_U
ESTUVE OCUPADA ENTRE EL COLEGIO, MIS ABUELOS, MIS AMIGOS, ETC.. ME TENGO QUE REPARTIR Y HABERCES SIENTO QUE NO PUEDO CON TODO, PERO BUE, ES PARTE DE LA VIDA...
ME ACABO DE DAR CUENTA QUE ME PUSE A FILOSOFAR Y NO ME DI CUENTA(? :| JAJAJAJAJ
VOLVIENDO A LA NOVE, ME ENCANTO EL CAP!!
:love:
TE JURO QUE MORI CON ESTA PARTE:
-¿No quieres ver Los Ninjas de Nagasaki en pelotas? -ella se giró y lo miró boquiabierta, y Joe extendió las manos con las palmas hacia arriba-. Me lo he inventado, lo juro.
AAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
AMO TU NOVE ADE!
ESPERO QUE LA SIGAS PRONTITO Y NO QUIERO QUE TERMINE :'|
Awwww mi Flor, te perdono porque te super quieroooooo!!
Yo tampoco quiero que se acabe la nove, pero ya solo quedan 2 capis :(
Amaste esa parte? Yo tambieeen! Jaaaaajajajajajajaja!!
ForJoeJonas
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
Chicas, esto es importante.
Quiero decirles que hoy mi ordenador ha estado sufriendo errores :S Con lo cual a cada poco se apaga y se vuelve a encender y me da problemas cuando entro a Internet.
Hoy no voy a poder subirles capítulo. Espero que mañana esto se estabilice un poco.
Espero que me comprendan y sepan entender. Extraño mucho poder subirles capitulo y poder leer en sus noves tranquilamente.
Un besote enorme.
Ade
Quiero decirles que hoy mi ordenador ha estado sufriendo errores :S Con lo cual a cada poco se apaga y se vuelve a encender y me da problemas cuando entro a Internet.
Hoy no voy a poder subirles capítulo. Espero que mañana esto se estabilice un poco.
Espero que me comprendan y sepan entender. Extraño mucho poder subirles capitulo y poder leer en sus noves tranquilamente.
Un besote enorme.
Ade
ForJoeJonas
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
no ahy problema ade
tu tranquila
esperamos a que subas capi
por cierto me encanto el capi
amo esta nove en verdad :D
tu tranquila
esperamos a que subas capi
por cierto me encanto el capi
amo esta nove en verdad :D
Invitado
Invitado
Re: ~·~ Un Héroe En Nueva York ~·~ (Joe y tú)
Claro ADE, sube capi cuando puedas, pero...que sea pronto :D
♫ Laura Jonas ♥
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