Doble cara (niall horan)

Capitulo 36:

El dolor era insoportable, Christopher no paraba de decir, ya vamos a llegar mi amor, mientras el manejaba, si no llegaban al hospital rápido, terminaría dando a luz a sus
hijos en el auto a mitad de la carretera.

-puedes apurar el jodido auto!-le grite

-ya llegaremos mi amor-dice el elevando la velocidad

Habían pasados meses, meses en que ocurrieron miles de cosas, tengo que admitir que siento un gran aprecio hacia Christopher, se podría decir que lo quiero, pero aun tengo en mi corazón a Niall, yo aun lo amo, pero amarlo solo me causa algo de dolor. En estos meses Christopher a sido alguien que me ha apoyado en todo, me estaba dando amor, era un tipo de amor muy distinto al que me dio Niall, me gustaba ese tipo de amor, me daba algo estable, algo en donde no estaba involucrado miles de secretos de por medio.

Las primeras semanas solo habían sido salidas a restoranes, parques y hasta a la playa, habían sido las semanas mas divertidas que había vivido, a pesar de que trataba de mostrarse distante ante el, no lo pude lograr, siempre el hallaba la manera de hacerla sonreír, con el a pesar de que estuviese lloviendo, sentía que era el día mas soleado de toda mi vida, el me hacía sentir amada y eso es lo que me gustaba, pero a pesar de todo eso no logre sentir lo mismo que el siente por mi, pero tengo que ser sincera, no quiero abandonarlo.

Así pasaron 2 meses, cada dia era distinto con el, el era un escritor, fue un secreto que mantuvo hasta que descubrí cada hermosa palabra y fragmento que el había escrito, asi es como me di cuenta de que éramos iguales y a la ves diferentes, nos complementábamos los dos unidos, el era un romántico por naturaleza, cada dia me llegaba con un flor, nunca era misma, cada día era una distinta, cada una tenia su propio significado, cuando escuchaba el sonido del timbre en su departamento, sabia que era el, y la flor nunca venia sin una pequeña frase de amor sacada de algún libro. Un día decidimos vivir juntos, en su departamento, era grande y espacioso, en cada lugar había un estante con libros, no necesariamente grande, había en la cocina, aunque eran solo de cómo cocinas, a pesar de que esto suene un poco estúpido había uno hasta en el baño, eso me parecía divertido a mi, pero había una habitación a la cual nunca había entrado, siempre estaba con llave, hasta hubo un momento en el que pensé que tenía una habitación como la que tenia Christian Grey en “50 sombras”, pero siempre cuando le preguntaba al respecto el me decía que era la habitación donde el trabajaba, nunca pude saber que había dentro, hasta que un dia el sin querer la dejo abierta, espere a que se fuera a trabajar para poder entrar. Lo que vi en esa habitación me impresiono, un gran cuadro de mi, era una de las fotografías que me había tomado Niall, los recuerdos de el comenzaron a llenar mi mente, cada hermoso recuerdo, cada estúpida pelea, cada beso y caricia, hasta la última pelea y el ultimo dia que lo volví a ver, las lagrimas comenzaron a caer por mi rostro, durante días que no había llorado, hasta ahora, no sabía que pensar, ¿Por qué nunca me lo había dicho?, pero algo mas llama mi atención, una máquina de escribir en el escritorio, tengo que aclarar de que nunca he leído algo de el, bueno solamente he leído pequeñas obras que ha escrito para mi, al acercarme veo que tiene algo escrito, lo leo atentamente, era una historia de una mujer, una muy bella, con una vida llena de sueños. Mientras mas iba leyendo, mas me daba cuenta de que aquella mujer, era yo, Christopher escribía de mi, era algo que me hacia sentir feliz, pero no por completo, aun la duda de aquel cuadro me invadía. Espere a que el llegara del trabajo, yo estaba preparando la cena, cuando el llego, como siempre feliz, el me abraza por detrás y me besa, me alegra que el siempre llegue y me haga sentir feliz a mi.

-hay algo que quiero hablar contigo Chris…-digo mientras nos sentamos a comer

-dime mi amor-dice el sentándose a mi lado, mientras toma mi mano y me la acaricia

-¿Por qué tienes un cuadro de mi en tu oficina?-le pregunto yo mirándolo a los ojos

-ohh…lo has visto…supongo que algún dia lo verías-dice el soltando mi mano

-solo explícame Christopher…¿Por qué mierda tienes un cuadro de la fotografía que me tomo niall?-digo aguantándome las lagrimas

-diana yo no lo hice para lastimarte si es eso lo que piensas-dice el mirándome
seriamente-yo lo compre antes de conocerte, un día fui al museo y vi cada hermoso cuadro de ti, en ese tiempo yo no te conocía, encontré que era la mujer mas bella que había visto, quizás esto te suene estúpido, pero me enamore de ti con solo verte en ese cuadro, luego cuando te vi llorando en tu oficina, me sorprendí, eres como mi musa, me inspiras para escribir, por favor no me dejes diana, porque yo no seré como el, yo no rendiré, si tu me dejas, hare lo posible para volver a conquistarte.

-chris yo…

-shh… solo seamos felices-dice para luego besarme tiernamente

Después de eso, cada dia era mas feliz que el anterior, ahora entiendo a Kellin Quinn cuando dice en su canción “a veces hay que caer, antes de volar”.


Llegamos al hospital, el dolor que sentía no paraba, cada vez iba sintiendo mas contracciones, al llegar, Christopher llego prácticamente gritando a todos que yo estaba a punto de dar a luz, una enfermera me trago una silla de ruedas, para poder llevarme a la sala de parto, Chris no paraba de decir que me tranquilizara, me daban unas ganas de decirle que venga a el a dar a luz, a ver si se puede tranquilizar, la enfermera me va llevando a la sala de parto, luego me ayudan a acostarme en la camilla y me inyectan una anestesia, comienzo a ver Niall, a recordar su imagen, el esta sonriente, se ve hermoso, vestido con una pollera blanca y jens, sus ojos brillan de alegría, me gustaría que el estuviera aquí conmigo, pero eso es mucho pedir, cada uno tomo un camino diferente, además el fue el primero que quiso alejarse, ahora tengo a Christopher, que siempre me esta haciendo feliz.

Trato de pujar, me siento drogada y a la vez adolorida, aprieto la mano de Chris fuerte, cierro los ojos trato de pujar aun mas fuerte, el doctor no deja de decirme que lo siga haciendo, creerá que soy tonta, obviamente se que tengo hacer eso, hay 3 enfermeras ayudando al doctor, los 5 están con unas extrañas “batas” de color verde incluyendo a Christopher, mientras que yo estoy con una de color blanco, siento que esto no va a acabar nunca, la sensación de que un bebe este saliendo de ti es algo muy extraño y a la ves doloroso, escucho el llanto de un bebe, los ojos de Christopher e iluminan y brillan de una manera que nunca antes vi, el suelta mi mano y corta lo que le pidió el doctor, estoy tan cansada que quedo rendida y me quedo dormida.


Comienzo a abrir lentamente los ojos, veo a Christopher aun con ese atuendo e incluso hasta el gorro no se lo ha quitado, lo único que lo diferencia es que en sus brazos sostiene a un pequeño bebe, la sonrisa no se borra de su rostro, sinceramente me gustaría que el que estuviera sosteniendo a mi bebe fuera su verdadero padre, niall.

-mira hermosa despertó mami-dice el dirigiéndose al bebe-hemos tenido una hermosa niña-dice el viéndome con alegría

Yo le sonrió, jamás le pedí que fuera el padre de mi hija, pero está claro que el quiere serlo, además le dará un apellido y lo más importante amor.

-déjame tenerla-digo estirando los brazos

El me la entrega delicadamente, al tenerla, me siento completa, feliz, demasiado feliz, su pelo es como el mío, ella pestañea mucho, por lo que veo tiene sus ojos, esos hermosos ojos, comienzo a reír de felicidad y a la ves comienzan a caer lagrimas, pero estas lagrimas son muy distintas a las demás están llenas de alegría y de amor, amor de madre, Christopher se sienta a mi lado, en la silla que esta al lado de la camilla y comienza a acariciarme el pelo, el no deja de ver a mi bebe.

-es hermosa-digo yo

-porque es hija tuya-dice el para luego besarme tiernamente

-nuestra hija-digo yo, pero en el interior me gustaría decirle eso a Niall

-¿Cómo le pondremos?-dice el acariciando el pelo de ella

Nunca había pensado en un nombre

-Amy…-digo sin pensar

-Amy Lowell…me gusta-dice el sonriendo-te amo Diana

Yo lo miro, el me besa con demasiada ternura y pasión

-yo también te amo…