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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
ahh porque siempre los interrumpen!! :misery:
Porque no los dejan besarse?!! :imdead: Voy a morir!!!
Siguela!!
Porque no los dejan besarse?!! :imdead: Voy a morir!!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
¡Aquí nueva lectora!
Asgsdhdskhjs te vi comentando en una novela,
vi tu firma y no pude resistirme a entrar :enamorado:
Al principio me creía que Nick era Kevin...
Pues eso sdabsfjas sigueeee!
Asgsdhdskhjs te vi comentando en una novela,
vi tu firma y no pude resistirme a entrar :enamorado:
Al principio me creía que Nick era Kevin...
Pues eso sdabsfjas sigueeee!
DreamerGirl~
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
DreamerGirl~ escribió:¡Aquí nueva lectora!
Asgsdhdskhjs te vi comentando en una novela,
vi tu firma y no pude resistirme a entrar :enamorado:
Al principio me creía que Nick era Kevin...
Pues eso sdabsfjas sigueeee!
Holaaaaaaaa asdkasndnqwe Bienvenida!! yo tambien te vi en una novela asdnaksnd ahora mismo la sigo!! knkdansd muchas gracias por pasarte!! :D
Invitado
Invitado
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
CAPITULO 6: Sábanas sucias
–No sabía que tu vecino gay trabajaba en Junior's –decía Linda, ambas íbamos camino a uno de los castigos del señor Milisent, hoy nos tocaría limpiar su oficina.
Todavía no le había aclarado nada y aquí entre nos, no quería hacerlo; decirle que todo fue una broma de él significaría desatar a un perro rabioso que se ha estado conteniendo por días amarrado a un poste, además era muy probable que se enojara terriblemente conmigo. Y eso por no hablar de lo rápido que lo estaría conquistando.
–Aja... Lo vi el otro día con el horrible uniforme gris que usan -continuó hablando ella – era increíble ver lo bien que le quedaba, tenía ganas de arrancarle la ropa con los dientes; lástima que batea para el otro equipo. Es un desperdicio por completo... -y allí me puse en modalidad automática y dejé de escucharla. Asintiendo cuando ella abría los ojos enormemente y negando con la cabeza cuando hacia pucheros con su boca.
Íbamos doblando una esquina cuando mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo. Miré la pantalla de mi Nokia y el nombre de mi madre se posicionaba en él. El día anterior cuando toda la familia, y unos cuantos vecinos, nos descubrieron a Nick y a mí en el elevador; ella se tomo la molestia de sentarme frente a su portátil y enseñarme video tras video de las enfermedades de transmisión sexual que pudo encontrar. Unos eran demasiado gráficos y con otros quedé traumada de por vida; y como si eso no fuera poco también mi padre comenzó a sermonearme con el típico discurso de que aun éramos jóvenes y bla, bla, bla.
Kat se moría de la risa y entonces de alguna manera logré incluirla en el paquete de castigo que me esperaba en casa de tía Sussette (o sí, el castigo aun seguía en pie). Ella estaba hecha una furia así que fue a mi cuarto y con marcador permanente escribió PERDEDORA con letras grandes en la puerta; eso le hizo ganarse castigo doble.
Era increíble que teniendo ella veinticinco años aun tenían que castigarla como a una niña, si yo llegaba a esa edad y continuaba soltera o en los brazos de un portero llamado Ralph... Por favor acaben con mi sufrimiento.
–¿Aló? ¿(TN)?
–Sí, mamá. ¿Ocurre algo?
–Oh, solo quería recordarte que mañana puedes hacer una visita a la clínica, lleva a Linda si quieres...
–¡Mamá! ¿Sigues insistiendo con eso?
–Yo sé, yo sé. Él es gay pero igual es bueno que estés informada...
–Tengo un castigo que cumplir, hablamos luego.
Con eso colgué la llamada; sentía mi cara completamente roja y vaya que yo era toda una mentirosa.
Me vi en la necesidad de decirle a mi madre que Nick era gay para que no siguiera mostrándome esos desagradables videos; me sentía mal por él, por usarlo para mi beneficio pero él se lo ganó. ¿Quién lo manda a decir semejante cosa?
Solo esperaba que él no se diera cuenta porque seguro y me mata.
Después de haberle soltado la noticia a mi madre y de hacerla prometerme de que no le mencionaría nada a Nick o a su madre; ella había dejado de hostigarme con los videos. Pero nada de eso la detuvo para querer que yo diera una visita rápida a la clínica en la que trabajaba para que me informaran más acerca del tema del sexo. Ni siquiera había besado a Nick y ella ya estaba acosándome sobre un tema más avanzado para mí.
Patética vida... Patética.
****************
–Tienes que ver esto -me llamó mi amiga desde el otro lado de la oficina del señor Milisent -el perfil del señor M. Al parecer le gustan los caballos, las largas caminatas y hacer natación a mar abierto.
–¿De qué hablas?
–Hablo del perfil de usuario que tiene el señor Milisent en se-busca-pareja.com deberías leerlo, es para morirse de risa –decía Linda mientras exploraba sus dedos en el teclado de la computadora del señor Milisent, ya le había dicho que se podía meter en problemas por hacer eso pero ella insistía en que solo quería divertirse.
Me acerqué hacia ella, yo llevaba la mitad de la oficina limpia mientras Linda ni se había mosqueado para limpiar la parte que le tocaba.
–Mira lo que dice en descripciones: cabello rubio, ojos azules y un porte de majestuoso caballero -leía Linda mientras se reía a la vez.
La verdad si era para reírse, el señor Milisent no tenía ni un solo cabello en su calva cabeza y ni hablar de sus ojos azules, tan azules como un charco de lodo.
De pronto miré la hora en la pantalla del monitor y di un grito ahogado.
–Mejor apaga eso que en cualquier momento viene –le dije a Linda dándole golpecitos en el hombro.
–Pero si faltan todavía como quince minutos -protestó ella.
Rodé los ojos, mejor me puse a limpiar el gran escritorio de madera en el que Linda estaba husmeando.
Brillante castigo que había elegido el señor Milisent pero era esto o avisarle al director y acto seguido ser suspendidas. Nos tenía en sus manos.
Rápidamente terminé de limpiar el resto que le tocaba a Linda, quien ahora estaba revisando el cesto de la basura.
La miré sorprendida, no sabía qué buscaba precisamente en él...
–¿Qué...? –le iba a preguntar cuando ella alzó la vista y de forma muy divertida añadió:
–Dicen que para conocer mejor a una persona tienes que revisar en su basura.
–¿Y qué has averiguado hasta ahora? –le pregunté contiendo una risita. Ella tenía puestos unos guantes hasta el codo.
–Pues que gastó 200 billetes para comprar un CD de Damien Rice y el libro de Seducción para principiantes.
Y con eso alzó el recibo arrugado sosteniéndolo con solo dos dedos en el aire.
–También que tiene una fuerte obsesión por el whisky y el vodka bien cargado –y acto seguido levantó dos botellas completamente vacías. Una en cada mano.
–Interesante, ahora deja eso que el señor Milisent puede estar a punto de llegar. -le dije y de mala gana ella se alejó.
–Nunca me dejas divertirme –dijo apartándose un mechón de pelo de la frente.
Le saqué la lengua.
***************
Después de estar casi toda la tarde limpiando, lo que más quería ahora era descansar en mi habitación y relajarme. Nick me había dicho que el desastre que era mi pared ya estaba reparado.
El departamento se encontraba vacío así que nada de una hostigadora madre por al menos un rato.
Estaba de pie frente a mi habitación viendo como la palabra "perdedora" estaba impregnada en las vetas de la madera de la puerta y miré de nuevo a la puerta de Kat que estaba antes que la mía y se me ocurrió una cosa.
No iba a ser tan infantil como ella y colocar IDIOTA en su puerta pero si se me ocurrían otras cosas.
Eran las cuatro de la tarde, y como no había nadie me escabullí por el dormitorio de Kat, ella llegaba dentro de dos horas así que me acomodé en su cama. Sinceramente su cuarto era más fresco que el mío y el solo hecho de que se iba a molestar cuando me encontrara dentro valía la pena.
Todo el dormitorio de Kat era rosado chillón y tenía una pared con una repisa llena de peluches, yo no soportaba los peluches.
Su cama estaba envuelta en una sábana rosada y juro que cuando me acosté la almohada emitía un sonido como de cantos de delfín.
Sí, está era Kat. Tenía un grave problema de regresión o algo así; es de esas personas que siguen creyéndose niños aun cuando ya no lo sean (y aun así ella heredo la belleza descomunal y el cerebro de Einstein-ves que injusta es la vida).
Poco a poco me fui relajando y cada vez mis párpados se cerraban, estaba a punto de entrar en esa etapa cuando estás entre dormido y consiente, pero de repente escuché un sonido. Alguien abría la puerta de entrada y se escuchaban pasos y risas; sonaba a la odiosa y molesta risa de Kat. ¡Kat! Inmediatamente abrí los ojos, ella sí que iba a estar molesta conmigo por violar su espacio personal. Puse una sonrisa en mi cara y me acomode con una pose de modelo sobre la enorme colcha de barbie sirenita que estaba sobre la cama, me iba a encontrar y vaya que se iba a enojar; al menos yo no lo escribí perdedora en su puerta pero igual este pequeño detalle sí que la molestaría y ese era mi propósito.
Ahora podía escucharla claramente, se acercaba cada vez más a la habitación y solo me quedaba esperar a que me encontrara pero también escuche otra voz hablando con ella... Sonaba muy grave como para ser de una chica, además esa voz carrasposa se me hacía bastante conocida. Era Ralph.
¿Ralph venía con ella?
Traté de movilizarme para salir de la cama pero las sábanas se enredaron en mis pies entonces rodé y caí en el suelo y me puse de pie justo cuando Kat abría la puerta.
Me quedé inmóvil, no esperaba ver lo que vi.
Logré esconderme detrás de una cortina que llegaba hasta el suelo, era enorme y pesada; Kat ni siquiera se fijó en mí ya que su boca estaba pegada a la de Ralph, parecía una aspiradora succionándolo.
Asco. Ambos entraron y aunque yo me quedé parada frente a ellos como por un minuto, ninguno notó mi presencia. Solo pude moverme hasta la cortina y rogar para que no se les ocurriera hacer algo más que solo besarse.
Llevaba cinco minutos y solo podía escuchar besos y risas; asomé la cabeza y ambos seguían parados frente a la puerta besándose, Ralph tenía un hilo de baba que le colgaba por la comisura de los labios y sus manos vagaban por toda la espalda de Kat. Casi vomito ahí mismo; tenía que salir a como diera lugar.
Se me ocurrió una idea estando ahí y saqué mi celular para tomarle una foto a Kat; sería realmente grandioso enmarcarla y ponerla en la sala de estar. Le quité el sonido al obturador para tomar la foto y justo cuando la saliva de Ralph empezaba a caer sobre el pelo de Kat, la foto fue tomada. No pude resistirme y se la envié a Linda.
Yo me encontraba entre las risas y el asco cuando rápidamente un mensaje de texto me llegó. De Linda, por supuesto.
<< jajajaaaja, estoy doblada de la risa. Excelente venganza, amiga. Toma más para la colección >> y así lo pensaba hacer pero ellos se separaron y Ralph pasó su mano sobre su boca para limpiar la baba; accidentalmente se le había levantado la camiseta blanca que traía y dejaba ver su barriga peluda.
Realmente Ralph no era extremadamente feo, más bien era descuidado; tenía bonitas pestañas con las que cualquier chica soñaría en tener y un cabello marrón abundante poco común en los chicos pero no era una persona musculosa, bueno sí tenía músculos pero estos eran flácidos y gordos; no es la clase de chico con el que una soñaría definitivamente. Su personalidad estaba entre tímido y raro; pero sea cual sea la razón había logrado conquistar el corazón de Kat. Seguro que ahora él piensa en que se ganó la lotería con esa modelito que era mi hermana.
–Tenemos que hablar –le dijo Kat.
Ella puso sus manos en la barriga de Ralph y bajó la camiseta para tapar su abundante pelaje. Su barriga me recordaba a esas panzas cerveceras que obtenían los borrachos por beber tanto licor.
–Lo que tú digas Katherine.
Era probablemente una de las pocas personas que decía su nombre completo.
Ambos se sentaron al borde de la cama; nada bueno sucedía sentándose allí, había visto demasiadas películas como para saber que era muy probable que terminaran recostados haciendo cosas que bien podían llegar a traumarme.
–La próxima semana me mandan a hacer servicio comunitario en una aldea rural -se explicó Kat –no podremos vernos sino hasta el otro fin de semana.
–¿Me vas a dejar solo?
–Sí pero será por un corto tiempo. ¿Qué te parece si nos vemos el sábado aquí como una breve despedida?
Ralph parecía pensárselo muy bien y ella lo acariciaba en el mentón como para tratar de convérselo.
–De acuerdo. ¿Pero qué hay de tu hermana? Ella va a estar en casa el sábado. Y tus padres ¿A qué hora se supone que regresen?
–Por mi hermana no te preocupes. Presiento que para el sábado tendrá que ir a casa de mi tía -dijo Kat riéndose silenciosamente. Bastarda –Y por mis padres tampoco te preocupes. Es su aniversario y saldrán de vacaciones, como una segunda luna de miel. Se van por toda una semana.
–Ósea que tenemos todo el día para nosotros solos –dijo Ralph.
Kat asintió y luego comenzó a besar a Ralph en la barbilla.
Él le devolvió el beso en el cuello y Kat comenzó a reír como una niña desenfrenada.
Me preguntaba si acaso Ralph notaba la decoración infantil del cuarto; era como de una niña pequeña y Kat ya no era una niña de cinco años.
Pronto los dos comenzaron a besarse justo como en un principio, tuve que regresar la cabeza a la cortina. Está me comenzaba a irritar, era demasiado gruesa y caliente y lo que menos quería en estos momentos era escuchar los salivosos besos de mi hermana y el portero del edificio. Sabía que nada bueno pasaba si te acercabas a una cama.
Pero pronto dejé de escuchar el sonido de labios siendo succionados. Asomé de nuevo la cabeza; ahora Ralph estaba parado y Kat sentada todavía al borde de la cama.
–¿Qué ocurre? –preguntó ella, sus labios estaban rojos.
–No sé si está bien hacer esto aquí -dijo él frotando sus brazos como si su piel se hubiera erizado –. Estos peluches me asustan mucho.
Vaya, al parecer si había notado el cuarto tan infantil en el que estaba.
–No te preocupes por eso. Sabes que no podemos ir a mi cuarto –dijo Kat.
Ahora yo era la perdida, se supone que ya estaban en su cuarto.
–Sí, pero no está bien estar en el cuarto de (TN).
¿Qué? Casi pego un salto fuera de la cortina.
–Ya te dije que en mi cuarto no se puede estar por el hueco que hizo el vecino. -le dijo ella.
No aguantaba las ganas de salir y darle un golpe en la nariz; ella le dijo a Ralph que este era mi cuarto, este cuarto mega infantil y ñoño. Me mordí el dedo para evitar gritar y lanzarme sobre Kat.
–Ya lo sé; pero se siente incorrecto estar en su propiedad.
–Es propiedad de mis padres, además será solo por hoy. Ya para el sábado estaremos en mi dormitorio.
–No puedo creer que a (TN) le gusten estas cosas –dijo Ralph tomando un osito de peluche de la repisa -¿Cuántos años tiene? ¿Seis?
Ambos comenzaron a reír y yo tenía que contar hasta diez para contenerme y no salir directamente hacia Ralph.
–Te prometo que esta será la única vez que estaremos aquí –dijo Kat.
De acuerdo, si algo pude entender fue que ella le había dicho a Ralph que ésta era mi habitación... Entonces su habitación ¿Era?
No. Imposible. Tenía que ser una broma, solo quedaba una habitación a la que podía engañar que era suya. La mía.
–Bien. Me gusta estar más en tu cuarto, pero si dices que ella no se molesta... -dijo Ralph y le dio un pequeño beso a Kat en la frente.
La mataré, sin duda la voy a asesinar cuando estemos cara a cara.
Lo peor era que ellos habían estado antes en mi cuarto. ¡Fornicando en mí cama!
Recuerdo haber enterrado mi cara en las sábanas que creía limpias, por lo general cambio mis sábanas una vez a la semana... La voy a matar, le voy a arrancar el poco pelo que le queda. Quería gritar de la furia, tuve que apretar mis dientes varias veces, sentía que me salía humo por las orejas.
Decidí sorprender a Kat así que aparté de un solo la cortina, pero ellos ni siquiera se vieron tentados a abrir un solo ojo. Seguían besándose asquerosamente. Mejor me salí de puntillas por la habitación y medio abrí la puerta para escabullirme.
Me fui directo a mi habitación. Me iba a recostar en mi cama hasta que recordé que probablemente Kat y Ralph ya se habían revolcado aquí primero.
Arranqué las sábanas y con dos dedos la lleve arrastrando hasta la cesta de la ropa sucia. Estaba furiosa, la cama estaba desnuda y sentía asco de volver a dormir allí.
Tuve que salir de la habitación silenciosamente y llegué hasta la puerta de entrada del departamento, incluso la cerré cuidadosamente.
Definitivamente Kat me las iba a pagar. Es una asquerosa.
Me acerqué al elevador, pero qué idiota, estaba fuera de uso nuevamente. Tomé las escaleras y justo cuando iba por el tercer piso escuché una risa bastante ruidosa y escandalosa. Era de Linda, ella había quedado de darse una pasada por el departamento pero no me la esperaba tan temprano; de nuevo escuché la risa y asomé la cabeza. Ella definitivamente estaba coqueteando con alguien, siempre que coqueteaba su voz se volvía aguda y sigilosa como el sisear de una serpiente. No podía ver con quién estaba pero vaya que estaba ruborizada de los pies a la cabeza.
Pensaba aparecerme frente a ella pero no quería arruinarle la conquista y retrocedí un paso pero me detuve al escuchar otra risa, una masculina, bastante familiar.
Me acerqué un poco para confirmar mis sospechas y justo a los pies de la escalera estaba él usando una gorra roja.
¡Pero claro...! Qué tonta fui al no darme cuenta antes.
Era Kevin.
–No sabía que tu vecino gay trabajaba en Junior's –decía Linda, ambas íbamos camino a uno de los castigos del señor Milisent, hoy nos tocaría limpiar su oficina.
Todavía no le había aclarado nada y aquí entre nos, no quería hacerlo; decirle que todo fue una broma de él significaría desatar a un perro rabioso que se ha estado conteniendo por días amarrado a un poste, además era muy probable que se enojara terriblemente conmigo. Y eso por no hablar de lo rápido que lo estaría conquistando.
–Aja... Lo vi el otro día con el horrible uniforme gris que usan -continuó hablando ella – era increíble ver lo bien que le quedaba, tenía ganas de arrancarle la ropa con los dientes; lástima que batea para el otro equipo. Es un desperdicio por completo... -y allí me puse en modalidad automática y dejé de escucharla. Asintiendo cuando ella abría los ojos enormemente y negando con la cabeza cuando hacia pucheros con su boca.
Íbamos doblando una esquina cuando mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo. Miré la pantalla de mi Nokia y el nombre de mi madre se posicionaba en él. El día anterior cuando toda la familia, y unos cuantos vecinos, nos descubrieron a Nick y a mí en el elevador; ella se tomo la molestia de sentarme frente a su portátil y enseñarme video tras video de las enfermedades de transmisión sexual que pudo encontrar. Unos eran demasiado gráficos y con otros quedé traumada de por vida; y como si eso no fuera poco también mi padre comenzó a sermonearme con el típico discurso de que aun éramos jóvenes y bla, bla, bla.
Kat se moría de la risa y entonces de alguna manera logré incluirla en el paquete de castigo que me esperaba en casa de tía Sussette (o sí, el castigo aun seguía en pie). Ella estaba hecha una furia así que fue a mi cuarto y con marcador permanente escribió PERDEDORA con letras grandes en la puerta; eso le hizo ganarse castigo doble.
Era increíble que teniendo ella veinticinco años aun tenían que castigarla como a una niña, si yo llegaba a esa edad y continuaba soltera o en los brazos de un portero llamado Ralph... Por favor acaben con mi sufrimiento.
–¿Aló? ¿(TN)?
–Sí, mamá. ¿Ocurre algo?
–Oh, solo quería recordarte que mañana puedes hacer una visita a la clínica, lleva a Linda si quieres...
–¡Mamá! ¿Sigues insistiendo con eso?
–Yo sé, yo sé. Él es gay pero igual es bueno que estés informada...
–Tengo un castigo que cumplir, hablamos luego.
Con eso colgué la llamada; sentía mi cara completamente roja y vaya que yo era toda una mentirosa.
Me vi en la necesidad de decirle a mi madre que Nick era gay para que no siguiera mostrándome esos desagradables videos; me sentía mal por él, por usarlo para mi beneficio pero él se lo ganó. ¿Quién lo manda a decir semejante cosa?
Solo esperaba que él no se diera cuenta porque seguro y me mata.
Después de haberle soltado la noticia a mi madre y de hacerla prometerme de que no le mencionaría nada a Nick o a su madre; ella había dejado de hostigarme con los videos. Pero nada de eso la detuvo para querer que yo diera una visita rápida a la clínica en la que trabajaba para que me informaran más acerca del tema del sexo. Ni siquiera había besado a Nick y ella ya estaba acosándome sobre un tema más avanzado para mí.
Patética vida... Patética.
****************
–Tienes que ver esto -me llamó mi amiga desde el otro lado de la oficina del señor Milisent -el perfil del señor M. Al parecer le gustan los caballos, las largas caminatas y hacer natación a mar abierto.
–¿De qué hablas?
–Hablo del perfil de usuario que tiene el señor Milisent en se-busca-pareja.com deberías leerlo, es para morirse de risa –decía Linda mientras exploraba sus dedos en el teclado de la computadora del señor Milisent, ya le había dicho que se podía meter en problemas por hacer eso pero ella insistía en que solo quería divertirse.
Me acerqué hacia ella, yo llevaba la mitad de la oficina limpia mientras Linda ni se había mosqueado para limpiar la parte que le tocaba.
–Mira lo que dice en descripciones: cabello rubio, ojos azules y un porte de majestuoso caballero -leía Linda mientras se reía a la vez.
La verdad si era para reírse, el señor Milisent no tenía ni un solo cabello en su calva cabeza y ni hablar de sus ojos azules, tan azules como un charco de lodo.
De pronto miré la hora en la pantalla del monitor y di un grito ahogado.
–Mejor apaga eso que en cualquier momento viene –le dije a Linda dándole golpecitos en el hombro.
–Pero si faltan todavía como quince minutos -protestó ella.
Rodé los ojos, mejor me puse a limpiar el gran escritorio de madera en el que Linda estaba husmeando.
Brillante castigo que había elegido el señor Milisent pero era esto o avisarle al director y acto seguido ser suspendidas. Nos tenía en sus manos.
Rápidamente terminé de limpiar el resto que le tocaba a Linda, quien ahora estaba revisando el cesto de la basura.
La miré sorprendida, no sabía qué buscaba precisamente en él...
–¿Qué...? –le iba a preguntar cuando ella alzó la vista y de forma muy divertida añadió:
–Dicen que para conocer mejor a una persona tienes que revisar en su basura.
–¿Y qué has averiguado hasta ahora? –le pregunté contiendo una risita. Ella tenía puestos unos guantes hasta el codo.
–Pues que gastó 200 billetes para comprar un CD de Damien Rice y el libro de Seducción para principiantes.
Y con eso alzó el recibo arrugado sosteniéndolo con solo dos dedos en el aire.
–También que tiene una fuerte obsesión por el whisky y el vodka bien cargado –y acto seguido levantó dos botellas completamente vacías. Una en cada mano.
–Interesante, ahora deja eso que el señor Milisent puede estar a punto de llegar. -le dije y de mala gana ella se alejó.
–Nunca me dejas divertirme –dijo apartándose un mechón de pelo de la frente.
Le saqué la lengua.
***************
Después de estar casi toda la tarde limpiando, lo que más quería ahora era descansar en mi habitación y relajarme. Nick me había dicho que el desastre que era mi pared ya estaba reparado.
El departamento se encontraba vacío así que nada de una hostigadora madre por al menos un rato.
Estaba de pie frente a mi habitación viendo como la palabra "perdedora" estaba impregnada en las vetas de la madera de la puerta y miré de nuevo a la puerta de Kat que estaba antes que la mía y se me ocurrió una cosa.
No iba a ser tan infantil como ella y colocar IDIOTA en su puerta pero si se me ocurrían otras cosas.
Eran las cuatro de la tarde, y como no había nadie me escabullí por el dormitorio de Kat, ella llegaba dentro de dos horas así que me acomodé en su cama. Sinceramente su cuarto era más fresco que el mío y el solo hecho de que se iba a molestar cuando me encontrara dentro valía la pena.
Todo el dormitorio de Kat era rosado chillón y tenía una pared con una repisa llena de peluches, yo no soportaba los peluches.
Su cama estaba envuelta en una sábana rosada y juro que cuando me acosté la almohada emitía un sonido como de cantos de delfín.
Sí, está era Kat. Tenía un grave problema de regresión o algo así; es de esas personas que siguen creyéndose niños aun cuando ya no lo sean (y aun así ella heredo la belleza descomunal y el cerebro de Einstein-ves que injusta es la vida).
Poco a poco me fui relajando y cada vez mis párpados se cerraban, estaba a punto de entrar en esa etapa cuando estás entre dormido y consiente, pero de repente escuché un sonido. Alguien abría la puerta de entrada y se escuchaban pasos y risas; sonaba a la odiosa y molesta risa de Kat. ¡Kat! Inmediatamente abrí los ojos, ella sí que iba a estar molesta conmigo por violar su espacio personal. Puse una sonrisa en mi cara y me acomode con una pose de modelo sobre la enorme colcha de barbie sirenita que estaba sobre la cama, me iba a encontrar y vaya que se iba a enojar; al menos yo no lo escribí perdedora en su puerta pero igual este pequeño detalle sí que la molestaría y ese era mi propósito.
Ahora podía escucharla claramente, se acercaba cada vez más a la habitación y solo me quedaba esperar a que me encontrara pero también escuche otra voz hablando con ella... Sonaba muy grave como para ser de una chica, además esa voz carrasposa se me hacía bastante conocida. Era Ralph.
¿Ralph venía con ella?
Traté de movilizarme para salir de la cama pero las sábanas se enredaron en mis pies entonces rodé y caí en el suelo y me puse de pie justo cuando Kat abría la puerta.
Me quedé inmóvil, no esperaba ver lo que vi.
Logré esconderme detrás de una cortina que llegaba hasta el suelo, era enorme y pesada; Kat ni siquiera se fijó en mí ya que su boca estaba pegada a la de Ralph, parecía una aspiradora succionándolo.
Asco. Ambos entraron y aunque yo me quedé parada frente a ellos como por un minuto, ninguno notó mi presencia. Solo pude moverme hasta la cortina y rogar para que no se les ocurriera hacer algo más que solo besarse.
Llevaba cinco minutos y solo podía escuchar besos y risas; asomé la cabeza y ambos seguían parados frente a la puerta besándose, Ralph tenía un hilo de baba que le colgaba por la comisura de los labios y sus manos vagaban por toda la espalda de Kat. Casi vomito ahí mismo; tenía que salir a como diera lugar.
Se me ocurrió una idea estando ahí y saqué mi celular para tomarle una foto a Kat; sería realmente grandioso enmarcarla y ponerla en la sala de estar. Le quité el sonido al obturador para tomar la foto y justo cuando la saliva de Ralph empezaba a caer sobre el pelo de Kat, la foto fue tomada. No pude resistirme y se la envié a Linda.
Yo me encontraba entre las risas y el asco cuando rápidamente un mensaje de texto me llegó. De Linda, por supuesto.
<< jajajaaaja, estoy doblada de la risa. Excelente venganza, amiga. Toma más para la colección >> y así lo pensaba hacer pero ellos se separaron y Ralph pasó su mano sobre su boca para limpiar la baba; accidentalmente se le había levantado la camiseta blanca que traía y dejaba ver su barriga peluda.
Realmente Ralph no era extremadamente feo, más bien era descuidado; tenía bonitas pestañas con las que cualquier chica soñaría en tener y un cabello marrón abundante poco común en los chicos pero no era una persona musculosa, bueno sí tenía músculos pero estos eran flácidos y gordos; no es la clase de chico con el que una soñaría definitivamente. Su personalidad estaba entre tímido y raro; pero sea cual sea la razón había logrado conquistar el corazón de Kat. Seguro que ahora él piensa en que se ganó la lotería con esa modelito que era mi hermana.
–Tenemos que hablar –le dijo Kat.
Ella puso sus manos en la barriga de Ralph y bajó la camiseta para tapar su abundante pelaje. Su barriga me recordaba a esas panzas cerveceras que obtenían los borrachos por beber tanto licor.
–Lo que tú digas Katherine.
Era probablemente una de las pocas personas que decía su nombre completo.
Ambos se sentaron al borde de la cama; nada bueno sucedía sentándose allí, había visto demasiadas películas como para saber que era muy probable que terminaran recostados haciendo cosas que bien podían llegar a traumarme.
–La próxima semana me mandan a hacer servicio comunitario en una aldea rural -se explicó Kat –no podremos vernos sino hasta el otro fin de semana.
–¿Me vas a dejar solo?
–Sí pero será por un corto tiempo. ¿Qué te parece si nos vemos el sábado aquí como una breve despedida?
Ralph parecía pensárselo muy bien y ella lo acariciaba en el mentón como para tratar de convérselo.
–De acuerdo. ¿Pero qué hay de tu hermana? Ella va a estar en casa el sábado. Y tus padres ¿A qué hora se supone que regresen?
–Por mi hermana no te preocupes. Presiento que para el sábado tendrá que ir a casa de mi tía -dijo Kat riéndose silenciosamente. Bastarda –Y por mis padres tampoco te preocupes. Es su aniversario y saldrán de vacaciones, como una segunda luna de miel. Se van por toda una semana.
–Ósea que tenemos todo el día para nosotros solos –dijo Ralph.
Kat asintió y luego comenzó a besar a Ralph en la barbilla.
Él le devolvió el beso en el cuello y Kat comenzó a reír como una niña desenfrenada.
Me preguntaba si acaso Ralph notaba la decoración infantil del cuarto; era como de una niña pequeña y Kat ya no era una niña de cinco años.
Pronto los dos comenzaron a besarse justo como en un principio, tuve que regresar la cabeza a la cortina. Está me comenzaba a irritar, era demasiado gruesa y caliente y lo que menos quería en estos momentos era escuchar los salivosos besos de mi hermana y el portero del edificio. Sabía que nada bueno pasaba si te acercabas a una cama.
Pero pronto dejé de escuchar el sonido de labios siendo succionados. Asomé de nuevo la cabeza; ahora Ralph estaba parado y Kat sentada todavía al borde de la cama.
–¿Qué ocurre? –preguntó ella, sus labios estaban rojos.
–No sé si está bien hacer esto aquí -dijo él frotando sus brazos como si su piel se hubiera erizado –. Estos peluches me asustan mucho.
Vaya, al parecer si había notado el cuarto tan infantil en el que estaba.
–No te preocupes por eso. Sabes que no podemos ir a mi cuarto –dijo Kat.
Ahora yo era la perdida, se supone que ya estaban en su cuarto.
–Sí, pero no está bien estar en el cuarto de (TN).
¿Qué? Casi pego un salto fuera de la cortina.
–Ya te dije que en mi cuarto no se puede estar por el hueco que hizo el vecino. -le dijo ella.
No aguantaba las ganas de salir y darle un golpe en la nariz; ella le dijo a Ralph que este era mi cuarto, este cuarto mega infantil y ñoño. Me mordí el dedo para evitar gritar y lanzarme sobre Kat.
–Ya lo sé; pero se siente incorrecto estar en su propiedad.
–Es propiedad de mis padres, además será solo por hoy. Ya para el sábado estaremos en mi dormitorio.
–No puedo creer que a (TN) le gusten estas cosas –dijo Ralph tomando un osito de peluche de la repisa -¿Cuántos años tiene? ¿Seis?
Ambos comenzaron a reír y yo tenía que contar hasta diez para contenerme y no salir directamente hacia Ralph.
–Te prometo que esta será la única vez que estaremos aquí –dijo Kat.
De acuerdo, si algo pude entender fue que ella le había dicho a Ralph que ésta era mi habitación... Entonces su habitación ¿Era?
No. Imposible. Tenía que ser una broma, solo quedaba una habitación a la que podía engañar que era suya. La mía.
–Bien. Me gusta estar más en tu cuarto, pero si dices que ella no se molesta... -dijo Ralph y le dio un pequeño beso a Kat en la frente.
La mataré, sin duda la voy a asesinar cuando estemos cara a cara.
Lo peor era que ellos habían estado antes en mi cuarto. ¡Fornicando en mí cama!
Recuerdo haber enterrado mi cara en las sábanas que creía limpias, por lo general cambio mis sábanas una vez a la semana... La voy a matar, le voy a arrancar el poco pelo que le queda. Quería gritar de la furia, tuve que apretar mis dientes varias veces, sentía que me salía humo por las orejas.
Decidí sorprender a Kat así que aparté de un solo la cortina, pero ellos ni siquiera se vieron tentados a abrir un solo ojo. Seguían besándose asquerosamente. Mejor me salí de puntillas por la habitación y medio abrí la puerta para escabullirme.
Me fui directo a mi habitación. Me iba a recostar en mi cama hasta que recordé que probablemente Kat y Ralph ya se habían revolcado aquí primero.
Arranqué las sábanas y con dos dedos la lleve arrastrando hasta la cesta de la ropa sucia. Estaba furiosa, la cama estaba desnuda y sentía asco de volver a dormir allí.
Tuve que salir de la habitación silenciosamente y llegué hasta la puerta de entrada del departamento, incluso la cerré cuidadosamente.
Definitivamente Kat me las iba a pagar. Es una asquerosa.
Me acerqué al elevador, pero qué idiota, estaba fuera de uso nuevamente. Tomé las escaleras y justo cuando iba por el tercer piso escuché una risa bastante ruidosa y escandalosa. Era de Linda, ella había quedado de darse una pasada por el departamento pero no me la esperaba tan temprano; de nuevo escuché la risa y asomé la cabeza. Ella definitivamente estaba coqueteando con alguien, siempre que coqueteaba su voz se volvía aguda y sigilosa como el sisear de una serpiente. No podía ver con quién estaba pero vaya que estaba ruborizada de los pies a la cabeza.
Pensaba aparecerme frente a ella pero no quería arruinarle la conquista y retrocedí un paso pero me detuve al escuchar otra risa, una masculina, bastante familiar.
Me acerqué un poco para confirmar mis sospechas y justo a los pies de la escalera estaba él usando una gorra roja.
¡Pero claro...! Qué tonta fui al no darme cuenta antes.
Era Kevin.
Invitado
Invitado
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
ok ya me hice bolas! :muack:
Nick es Kevin??
O quien es Kevin?? :gasp:
Que asco con Kate!!
Siguela!!
Nick es Kevin??
O quien es Kevin?? :gasp:
Que asco con Kate!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
Si yo tambien me confundi!!
Nick es kevin eh!! ok bueno pero lo de Ralph Iuu!1 dios que asco y es una Hija de su buena madre kat! agg dios que asco!!! es su cama! u.u creo que voy a vomitar yo tambien ok!!! ya 1 jajaj besos!
Nick es kevin eh!! ok bueno pero lo de Ralph Iuu!1 dios que asco y es una Hija de su buena madre kat! agg dios que asco!!! es su cama! u.u creo que voy a vomitar yo tambien ok!!! ya 1 jajaj besos!
SmileJonas
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
ENTONCES SABE QUIEN ES KEVIN???????
chelis
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
hola nueva lectora :)
me encanta la novela
kat es una cochina como puede acostarse en la cama de su hermana ??que asco
siguela
me encanta la novela
kat es una cochina como puede acostarse en la cama de su hermana ??que asco
siguela
JB&1D2
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
CAPITULO 7: ¿Celos?
Kevin.
Cuando escuché ese nombre la primera vez, me imaginaba a un tipo alto, ojos azul pálido, sonrisa estilo Colgate y un cuerpo que bien podía pasar como una estatua esculpida en mármol en alguna plaza italiana.
Jamás, jamás en la vida iba a asociar el nombre con el tipo que estaba viendo oculta detrás del barandal del tercer piso.
¿Cómo pude olvidarme de él?
Claro, tarjeta roja, gorra roja... Me sorprendía que no llegara vestido de rojo por completo.
El chico de aspecto desprolijo y descuidado que recordaba no se parecía en nada a la imagen que tenía en mi cabeza de lo que un Kevin debería ser.
Éste Kevin era pelo castaño y tenía unos ojos verdes que estaban ocultos detrás de unas gafas que bien podían ser de mi abuela; recuerdo que usaba frenillos y una vez llegada la pubertad su cara se llenó por completo de barritos y espinillas, aparte de eso él siempre fue más bajito que yo.
Era un chico muy por debajo del promedio; sé que estoy siendo cruel pero no tengo una muy buena impresión de él.
Cuando éramos niños solía molestarme y comportarse de una forma latosa; una vez en séptimo grado descubrí que me miraba demasiado y babeaba peor o igual que Ralph.
Él se sentaba detrás de mí para oler mi cabello y le gustaba pegarme notas en la espalda para que cuando yo llegara a casa viera escrito: la nena más hermosa del aula, pegado con chicle previamente masticado sobre mi camiseta.
Podría decirse que él era como mi acosador personal y cada vez se fue poniendo más y más raro. Los demás me molestaban diciendo que él guardaba una bolsa llena de las uñas que me cortaba y las escondía bajo su cama. Asqueroso.
Hace cuatro años que no sé nada de él, por eso instantáneamente había sacado su nombre de los registros de mi cerebro. Ahora que escuchaba su voz nuevamente mientras hablaba con Linda, su nombre llego fuerte y claro hasta mi memoria.
Pero claro, las flores eran de él. Era casi imposible que un chico guapo y completamente normal me las enviara. Hasta por un momento llegué a pensar que eran de Nick... Pero nooo, a (TN) Allisen solo le salen tipos raros con propuestas que quisiera escuchar únicamente de la boca de algún modelo ruso o de un príncipe de Inglaterra; no de un chico regular que me hizo pensar que yo era especial por un momento pero que explotó la burbuja de felicidad en la que estaba, haciendo su aparición frente a mí.
–Sí, ella está en su departamento –escuché que dijo de repente Linda. Creo que estaban hablando de mí. Entonces me fui casi gateando escaleras arriba para que ninguno me fuera a encontrar.
No quería que Kevin el acosador me fuera a ver.
Tropecé un poco en las últimas gradas antes de llegar al descanso y subir hasta el cuarto piso; el edificio tenía cinco pisos y pensaba seriamente en irme al último para esconderme pero justo cuando subía arrebatadamente me golpeé contra algo o más bien alguien. Nick.
–¿A dónde vas con tanta prisa? –me detuvo poniendo ambas manos en mis hombros.
Giré mi cabeza y solo era cuestión de segundos para que subieran Linda y Kevin.
–Ahora no puedo explicar nada –dije de forma apresurada y salí corriendo hasta el departamento, o bueno, esa era la intención si Nick llegara a soltarme ya que aun me tenía agarrada de los hombros.
Alcé la vista y sus ojos cafés me miraban con algo de preocupación; de seguro y piensa que ya llegué a mi punto de locura.
–De verdad tengo que irme rápid...
–¿(TN)?
Oh, mierda. Esa era la voz de Kevin.
–Hola Nick –oí que dijo entusiasmadamente Linda.
Me giré muy lentamente, esperaba encontrarme al chico más feo del planeta y... Por Dios ¿Quién era ese?
–(TN) soy yo... Kevin, ¿Me recuerdas? –habló el chico.
Ese no podía ser Kevin, me negaba a creerlo. Este era unas mil veces más guapo de lo que yo recordaba.
–Me lo encontré en las gradas mientras subía, me preguntó si te conocía -decía Linda, ella claramente coqueteaba con él y como si no le bastara también le lanzaba los perros a Nick.
¡Nick! Me volteé a verlo rápidamente y se mostraba tranquilo y sereno; ahora él sabía que quién me había enviado las flores era el chico atlético, de ojos verdes y cabello café y de sonrisa blanca que estaba frente a mí, este chico parecía haberse estirado de manera sobrehumana dejando así enterrado al Kevin que solía molestarme.
–Espero no te moleste que te visite –dijo el hermoso chico frente a mí; sus labios carnosos se movían de manera atractiva al hablar. Definitivamente no había nada de imperfección en su rostro.
Los cuatro seguíamos estorbando el paso en la escalera y yo seguía sin abrir la boca.
–¿(TN)? ¿Nos vas a tener parados aquí por toda la eternidad? –esa era Linda.
Entonces reaccioné.
–Ah, hola Kevin –apenas y podía hablar. Mis palabras tropezaban al salir. – Por aquí está el departamento.
Luego vi a Nick y antes de que pudiera invitarlo a pasar también...
–Si quieres puedes acompañarnos Nick -sí, se adelantó Linda.
–No quisiera arruinarles la visita –dijo de forma que sus palabras parecían arrastrarse.
Le lanzaba miradas despreciables a Kevin y por un momento me puse a pensar si él estaba celoso.
¿Nick estaba celoso? Woaaa, nadie nunca estuvo celoso de mí antes.
De hecho me gustaba que se pusiera de esa forma. No pude evitar sonreír.
–Para nada, ahora ven, acompáñanos –de nuevo Linda se me adelantó y lo tomó del brazo y se lo llevó hasta la puerta de mi departamento. Si que no desaprovechaba ninguna oportunidad.
–(TN)... Luces hermosa –ese fue Kevin. Algo cosquilleó dentro de mi estómago.
–Gracias –fue lo único que pude decir. ¿Qué rayos pasaba conmigo?
Una vez que abría la puerta para entrar al departamento recordé que Kat estaba con Ralph en su dormitorio. Si quería despacharlo ni en sueños lo iba a lograr por los momentos; como todos los espacios estaban relacionados era casi imposible sacar a Ralph del departamento sin que alguien lo viera. Comencé a reírme fuertemente.
Tres pares de ojos: unos verdes, grises y cafés; me examinaban como si fuera la cosa más rara del mundo.
–¿(TN)? A la cocina, ahora –me dijo Linda y retiró su brazo del de Nick. Me jaló de la camisa y dejamos a Nick y Kevin solos en la sala.
Linda y yo estábamos hablando de forma suave mientras no quitábamos un solo ojo de los dos chicos.
–Pero que suertuda eres –comenzó Linda -él era quien te mandó las flores la semana pasada ¿Cierto?
Asentí con la cabeza.
–Está como para comérselo; no pude evitar sacarle la ropa con la mirada –saqué un poco de té helado y comencé a servirlo en los vasos; Linda siempre hablaba de una forma despejada. –Te apuesto que hasta Nick lo está haciendo en estos momentos.
Casi me da un ataque de risa, tuve que disimularlo con tos.
–Pero ya veras... –continuaba ella –te apuesto que con un solo beso mío él reacciona. Pero que lo convierto en macho... Lo convierto.
¿Qué? Ya podía imaginarme a Linda besando a Nick, no. Tenía que detenerla.
–Oye, respeta sus gustos. Si él es gay deja que sea libre.
–Es que no puedo creer que una tremenda cosa como él... Bateé para el otro equipo.
Rodé los ojos. Solo esperaba haberla detenido por los momentos.
–Entonces probaré suerte con Kevin -dijo ella como si nada.
¿Es que acaso no le importaba que el chico venía a verme, no sé... A mí?
–¿No te importa verdad?
Pero ni siquiera pude hablar porque Kat hizo su aparición en escena.
–¿Qué es todo esto? -me dijo con la cara roja y la mirada de una desquiciada. Tuve que contralar las ganas de echarme a reír.
–Una reunión. No sabía que ya habías venido –le lancé.
Ahora sí que no podría sacar a Ralph del departamento, y como era demasiado orgullosa como para admitir que andaba con él, pues le tocaría esperar hasta que no quedara nadie. Veamos cuanto aguanta.
–Salí temprano para preparar unos documentos que dejé aquí –ella no podía mentir bien. Siempre que mentía miraba para abajo rascándose el brazo, justo como lo hacía en estos momentos.
Linda salió de la cocina y llevó la bandeja con el té helado para la sala.
Entonces Kat fijó la vista hacia enfrente.
–¿Con que cita doble, eh? –me preguntó, ya había recuperado el control.
–No, para nada.
–Le diré a mamá que preparé los videos de ETS (enfermedades de transmisión sexual) para esta noche.
–Ni se te ocurra.
–Dime ¿Cuál es el tuyo?
–Ninguno...
–Ah, ya sé. Es el de las flores en la mano.
Entonces miré de nuevo a la sala en donde Kevin sostenía un pequeñísimo arreglo de flores en la mano. Antes no me había fijado en ellas.
–Que no, además él... Él es el novio del vecino -Por Dios ¿Qué estaba haciendo?
Kat abrió los ojos enormemente.
–¿Qué hacen en nuestra casa entonces? ¿Por qué no se van a la de él?
–Porque su madre no sabe, ya te había dicho. Ahora piérdete.
–Con que le haces de Cupido. Que interesante.
–Tal vez tú deberías recapitular esos videos. Además ¿No tenías trabajo que hacer? -le dije, ya la quería ver fuera de esto.
–Es cierto, el trabajo me espera.
No pude evitarlo pero antes de que se fuera le dije:
–Salúdame a Ralph.
Ella se detuvo pero yo seguí avanzando en dirección a la sala con una sonrisa plantada en el rostro.
***************
–Entonces así quedamos –decía Linda.
No sé cómo pero en algún momento de nuestra plática con Nick y Kevin; habíamos quedado de ir todos juntos al cine. Los cuatro.
¿Cuál era mi pareja? No tengo ni la menor idea.
–No creo que deberíamos de ir. Nick se sentiría incómodo –le dije a través del teléfono.
–Pfftt, se sentiría incómodo si lo dejáramos solo con Kevin. Pero no creo que lo vaya a dejar tan fácilmente.
Ya me empezaba a enojar.
–¿Es que no te molesta que a él no le gusten las chicas? –pregunté algo avergonzada. Si Nick se llegara a enterar seguro y me mata.
–Ya te dije cual es mi plan. Lo besaré hasta convertirlo de nuevo en un hombre hecho y derecho.
–No es así de fácil Linda.
La verdad es que no quería verla coqueteándole a él; cierto que no tendría por qué estar celosa ya que él y yo no éramos novios, solo tuvimos una especie de momento casi romántico pero supongo que eso se olvida fácilmente cuando estas frente a una modelito de Victoria Secret.
–No me importa si me lleva toda una vida, ya veras... Además creo que he tenido progresos. El otro día cuando fuimos al cine juro que me estaba viendo las piernas...
¡¿Qué?!
–¿Salieron juntos? –me levanté del sofá en el que estaba acostada y sujeté mi celular con más fuerza sobe mi oído.
–Claro, fuimos a ver Transformes pero te diré que no me gusto que cambiaran a Megan Fox por esa... -y seguía divagando aun cuando me tenía con el aliento colgando de un hilo.
–Pero, ¿Cuándo salieron? –la interrumpí.
–Eh, como hace dos días creo.
Era el día que nos quedamos atorados en el elevador.
–Oye, te hablo después. Mi madre acaba de llegar y quiere que le ayude con la cena. Acuérdate que mañana vamos a examen y no se te olvide saludar a Kevin de mi parte cuando lo veas. -y con eso Linda colgó el teléfono.
Apenas y escuché la mitad de lo que me dijo. Mi mente seguía dándome vueltas.
¡Ella y Nick salieron en una cita!
Ahora no tenía dudas de quien iba a ser mi pareja para el cine.
Marqué su número; lo había guardado en mi celular e incluso se tomó una foto para que apareciera cada vez que llamara.
–¿Aló? ¿Kevin?
Kevin.
Cuando escuché ese nombre la primera vez, me imaginaba a un tipo alto, ojos azul pálido, sonrisa estilo Colgate y un cuerpo que bien podía pasar como una estatua esculpida en mármol en alguna plaza italiana.
Jamás, jamás en la vida iba a asociar el nombre con el tipo que estaba viendo oculta detrás del barandal del tercer piso.
¿Cómo pude olvidarme de él?
Claro, tarjeta roja, gorra roja... Me sorprendía que no llegara vestido de rojo por completo.
El chico de aspecto desprolijo y descuidado que recordaba no se parecía en nada a la imagen que tenía en mi cabeza de lo que un Kevin debería ser.
Éste Kevin era pelo castaño y tenía unos ojos verdes que estaban ocultos detrás de unas gafas que bien podían ser de mi abuela; recuerdo que usaba frenillos y una vez llegada la pubertad su cara se llenó por completo de barritos y espinillas, aparte de eso él siempre fue más bajito que yo.
Era un chico muy por debajo del promedio; sé que estoy siendo cruel pero no tengo una muy buena impresión de él.
Cuando éramos niños solía molestarme y comportarse de una forma latosa; una vez en séptimo grado descubrí que me miraba demasiado y babeaba peor o igual que Ralph.
Él se sentaba detrás de mí para oler mi cabello y le gustaba pegarme notas en la espalda para que cuando yo llegara a casa viera escrito: la nena más hermosa del aula, pegado con chicle previamente masticado sobre mi camiseta.
Podría decirse que él era como mi acosador personal y cada vez se fue poniendo más y más raro. Los demás me molestaban diciendo que él guardaba una bolsa llena de las uñas que me cortaba y las escondía bajo su cama. Asqueroso.
Hace cuatro años que no sé nada de él, por eso instantáneamente había sacado su nombre de los registros de mi cerebro. Ahora que escuchaba su voz nuevamente mientras hablaba con Linda, su nombre llego fuerte y claro hasta mi memoria.
Pero claro, las flores eran de él. Era casi imposible que un chico guapo y completamente normal me las enviara. Hasta por un momento llegué a pensar que eran de Nick... Pero nooo, a (TN) Allisen solo le salen tipos raros con propuestas que quisiera escuchar únicamente de la boca de algún modelo ruso o de un príncipe de Inglaterra; no de un chico regular que me hizo pensar que yo era especial por un momento pero que explotó la burbuja de felicidad en la que estaba, haciendo su aparición frente a mí.
–Sí, ella está en su departamento –escuché que dijo de repente Linda. Creo que estaban hablando de mí. Entonces me fui casi gateando escaleras arriba para que ninguno me fuera a encontrar.
No quería que Kevin el acosador me fuera a ver.
Tropecé un poco en las últimas gradas antes de llegar al descanso y subir hasta el cuarto piso; el edificio tenía cinco pisos y pensaba seriamente en irme al último para esconderme pero justo cuando subía arrebatadamente me golpeé contra algo o más bien alguien. Nick.
–¿A dónde vas con tanta prisa? –me detuvo poniendo ambas manos en mis hombros.
Giré mi cabeza y solo era cuestión de segundos para que subieran Linda y Kevin.
–Ahora no puedo explicar nada –dije de forma apresurada y salí corriendo hasta el departamento, o bueno, esa era la intención si Nick llegara a soltarme ya que aun me tenía agarrada de los hombros.
Alcé la vista y sus ojos cafés me miraban con algo de preocupación; de seguro y piensa que ya llegué a mi punto de locura.
–De verdad tengo que irme rápid...
–¿(TN)?
Oh, mierda. Esa era la voz de Kevin.
–Hola Nick –oí que dijo entusiasmadamente Linda.
Me giré muy lentamente, esperaba encontrarme al chico más feo del planeta y... Por Dios ¿Quién era ese?
–(TN) soy yo... Kevin, ¿Me recuerdas? –habló el chico.
Ese no podía ser Kevin, me negaba a creerlo. Este era unas mil veces más guapo de lo que yo recordaba.
–Me lo encontré en las gradas mientras subía, me preguntó si te conocía -decía Linda, ella claramente coqueteaba con él y como si no le bastara también le lanzaba los perros a Nick.
¡Nick! Me volteé a verlo rápidamente y se mostraba tranquilo y sereno; ahora él sabía que quién me había enviado las flores era el chico atlético, de ojos verdes y cabello café y de sonrisa blanca que estaba frente a mí, este chico parecía haberse estirado de manera sobrehumana dejando así enterrado al Kevin que solía molestarme.
–Espero no te moleste que te visite –dijo el hermoso chico frente a mí; sus labios carnosos se movían de manera atractiva al hablar. Definitivamente no había nada de imperfección en su rostro.
Los cuatro seguíamos estorbando el paso en la escalera y yo seguía sin abrir la boca.
–¿(TN)? ¿Nos vas a tener parados aquí por toda la eternidad? –esa era Linda.
Entonces reaccioné.
–Ah, hola Kevin –apenas y podía hablar. Mis palabras tropezaban al salir. – Por aquí está el departamento.
Luego vi a Nick y antes de que pudiera invitarlo a pasar también...
–Si quieres puedes acompañarnos Nick -sí, se adelantó Linda.
–No quisiera arruinarles la visita –dijo de forma que sus palabras parecían arrastrarse.
Le lanzaba miradas despreciables a Kevin y por un momento me puse a pensar si él estaba celoso.
¿Nick estaba celoso? Woaaa, nadie nunca estuvo celoso de mí antes.
De hecho me gustaba que se pusiera de esa forma. No pude evitar sonreír.
–Para nada, ahora ven, acompáñanos –de nuevo Linda se me adelantó y lo tomó del brazo y se lo llevó hasta la puerta de mi departamento. Si que no desaprovechaba ninguna oportunidad.
–(TN)... Luces hermosa –ese fue Kevin. Algo cosquilleó dentro de mi estómago.
–Gracias –fue lo único que pude decir. ¿Qué rayos pasaba conmigo?
Una vez que abría la puerta para entrar al departamento recordé que Kat estaba con Ralph en su dormitorio. Si quería despacharlo ni en sueños lo iba a lograr por los momentos; como todos los espacios estaban relacionados era casi imposible sacar a Ralph del departamento sin que alguien lo viera. Comencé a reírme fuertemente.
Tres pares de ojos: unos verdes, grises y cafés; me examinaban como si fuera la cosa más rara del mundo.
–¿(TN)? A la cocina, ahora –me dijo Linda y retiró su brazo del de Nick. Me jaló de la camisa y dejamos a Nick y Kevin solos en la sala.
Linda y yo estábamos hablando de forma suave mientras no quitábamos un solo ojo de los dos chicos.
–Pero que suertuda eres –comenzó Linda -él era quien te mandó las flores la semana pasada ¿Cierto?
Asentí con la cabeza.
–Está como para comérselo; no pude evitar sacarle la ropa con la mirada –saqué un poco de té helado y comencé a servirlo en los vasos; Linda siempre hablaba de una forma despejada. –Te apuesto que hasta Nick lo está haciendo en estos momentos.
Casi me da un ataque de risa, tuve que disimularlo con tos.
–Pero ya veras... –continuaba ella –te apuesto que con un solo beso mío él reacciona. Pero que lo convierto en macho... Lo convierto.
¿Qué? Ya podía imaginarme a Linda besando a Nick, no. Tenía que detenerla.
–Oye, respeta sus gustos. Si él es gay deja que sea libre.
–Es que no puedo creer que una tremenda cosa como él... Bateé para el otro equipo.
Rodé los ojos. Solo esperaba haberla detenido por los momentos.
–Entonces probaré suerte con Kevin -dijo ella como si nada.
¿Es que acaso no le importaba que el chico venía a verme, no sé... A mí?
–¿No te importa verdad?
Pero ni siquiera pude hablar porque Kat hizo su aparición en escena.
–¿Qué es todo esto? -me dijo con la cara roja y la mirada de una desquiciada. Tuve que contralar las ganas de echarme a reír.
–Una reunión. No sabía que ya habías venido –le lancé.
Ahora sí que no podría sacar a Ralph del departamento, y como era demasiado orgullosa como para admitir que andaba con él, pues le tocaría esperar hasta que no quedara nadie. Veamos cuanto aguanta.
–Salí temprano para preparar unos documentos que dejé aquí –ella no podía mentir bien. Siempre que mentía miraba para abajo rascándose el brazo, justo como lo hacía en estos momentos.
Linda salió de la cocina y llevó la bandeja con el té helado para la sala.
Entonces Kat fijó la vista hacia enfrente.
–¿Con que cita doble, eh? –me preguntó, ya había recuperado el control.
–No, para nada.
–Le diré a mamá que preparé los videos de ETS (enfermedades de transmisión sexual) para esta noche.
–Ni se te ocurra.
–Dime ¿Cuál es el tuyo?
–Ninguno...
–Ah, ya sé. Es el de las flores en la mano.
Entonces miré de nuevo a la sala en donde Kevin sostenía un pequeñísimo arreglo de flores en la mano. Antes no me había fijado en ellas.
–Que no, además él... Él es el novio del vecino -Por Dios ¿Qué estaba haciendo?
Kat abrió los ojos enormemente.
–¿Qué hacen en nuestra casa entonces? ¿Por qué no se van a la de él?
–Porque su madre no sabe, ya te había dicho. Ahora piérdete.
–Con que le haces de Cupido. Que interesante.
–Tal vez tú deberías recapitular esos videos. Además ¿No tenías trabajo que hacer? -le dije, ya la quería ver fuera de esto.
–Es cierto, el trabajo me espera.
No pude evitarlo pero antes de que se fuera le dije:
–Salúdame a Ralph.
Ella se detuvo pero yo seguí avanzando en dirección a la sala con una sonrisa plantada en el rostro.
***************
–Entonces así quedamos –decía Linda.
No sé cómo pero en algún momento de nuestra plática con Nick y Kevin; habíamos quedado de ir todos juntos al cine. Los cuatro.
¿Cuál era mi pareja? No tengo ni la menor idea.
–No creo que deberíamos de ir. Nick se sentiría incómodo –le dije a través del teléfono.
–Pfftt, se sentiría incómodo si lo dejáramos solo con Kevin. Pero no creo que lo vaya a dejar tan fácilmente.
Ya me empezaba a enojar.
–¿Es que no te molesta que a él no le gusten las chicas? –pregunté algo avergonzada. Si Nick se llegara a enterar seguro y me mata.
–Ya te dije cual es mi plan. Lo besaré hasta convertirlo de nuevo en un hombre hecho y derecho.
–No es así de fácil Linda.
La verdad es que no quería verla coqueteándole a él; cierto que no tendría por qué estar celosa ya que él y yo no éramos novios, solo tuvimos una especie de momento casi romántico pero supongo que eso se olvida fácilmente cuando estas frente a una modelito de Victoria Secret.
–No me importa si me lleva toda una vida, ya veras... Además creo que he tenido progresos. El otro día cuando fuimos al cine juro que me estaba viendo las piernas...
¡¿Qué?!
–¿Salieron juntos? –me levanté del sofá en el que estaba acostada y sujeté mi celular con más fuerza sobe mi oído.
–Claro, fuimos a ver Transformes pero te diré que no me gusto que cambiaran a Megan Fox por esa... -y seguía divagando aun cuando me tenía con el aliento colgando de un hilo.
–Pero, ¿Cuándo salieron? –la interrumpí.
–Eh, como hace dos días creo.
Era el día que nos quedamos atorados en el elevador.
–Oye, te hablo después. Mi madre acaba de llegar y quiere que le ayude con la cena. Acuérdate que mañana vamos a examen y no se te olvide saludar a Kevin de mi parte cuando lo veas. -y con eso Linda colgó el teléfono.
Apenas y escuché la mitad de lo que me dijo. Mi mente seguía dándome vueltas.
¡Ella y Nick salieron en una cita!
Ahora no tenía dudas de quien iba a ser mi pareja para el cine.
Marqué su número; lo había guardado en mi celular e incluso se tomó una foto para que apareciera cada vez que llamara.
–¿Aló? ¿Kevin?
Invitado
Invitado
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
wow de verdad a veces creo que linda no me cae bien no entiendo donde esta la regla de chicas??!!?! dios! por cierto jajaj kevin me dejo boca abierta ehh!! jajjajaja wow si que el estaba obsesionado jajja ...adore el capitulo besoos!! ;3
SmileJonas
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
asi que Nick esta saliendo con Linda :muere: pero que le pasa??!!!
Siguela!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Se solicita novio... ¡URGENTE! (Jonas) -Adaptacion- (Terminada)
AAAAIII NOOOOOOO!!!!
CREO QUE ESTO ESTA REALMENTEEE BUENOOOOO"!!!!!
SIGUELAA PORFIISS
CREO QUE ESTO ESTA REALMENTEEE BUENOOOOO"!!!!!
SIGUELAA PORFIISS
chelis
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