The Bad Boy (Harry Styles fanfic)

¡ME ENCANTA!
El cap ha estado genial <3
Espero que la sigas pronto porque esta genial :)
Cuídate, besos ♥

¡Holaaa, nuevísima lectora! Ayer me puse a leer tu nove, pero tenía sueño y la terminé ahora JAJAJAJA he de decirte que está muy buena, en serio, ¡no puedes dejarla así! ¡QUEREMOS MÁS! Ahora te dejo, pero volveré jajaja

Beesis. xx

Hooooola soy lectora ame tu novela jajajaja sigela

SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA


Atte: Mariaa

pd: SOY NUEVA LECTORA! ;D

Woooooooo llegue yooooooooo
Hello nueva y fiel lectora síguela
Me encanta

Capítulo 7

—Harry…

Él no volteó su rostro del todo, sólo lo suficiente para que sus ojos esmeralda oscurecidos me mirasen de reojo. Su humor había cambiado radicalmente.

—¿Qué acaba de pasar? —pregunté muy despacio, aún en shock.

Los murmullos en las mesas a nuestros costados comenzaron a subir de volumen y a aumentar. Vi como un muchacho con el uniforme de McDonald’s recogía unas bandejas cerca de nuestro puesto y vigilaba con atención a mi visiblemente agresivo acompañante.

—Eh. —me levanté de la butaca y estiré un brazo para tocar el hombro de Harry, pero él se volteó antes.

—Recoge tus cosas. Nos vamos. —ordenó con su mandíbula apretada.

Observé su expresión fría unos segundos. Después cargó su bolsa deportiva en el hombro izquierdo y giró hacia nuestro “público”. La gente se asustó y apartó la mirada en ese instante, retomando improvisadas conversaciones.

Harry tenía sus ojos fijos en algún punto ciego en la puerta del restaurante, así que me di prisa y solamente llevé conmigo la botella de agua. Seguí al oji-verde a paso rápido hasta estar en la calle de nuevo.

No se detuvo ni un momento, teniéndome a mi tras de él todo el rato procurando seguir sus pasos. No estábamos muy lejos del gimnasio de Bruce, por lo que me conocía estas calles del barrio.

Caminamos en línea recta sin decir nada durante un buen rato, pasando junto a casas y más casas grises. Las pocas personas con las que nos topábamos se apartaban del camino de Harry con expresiones temerosas.

Hubo un momento en que me decidí a romper el hielo. Necesitaba respuestas.

—Harry, ¿qué pasó? —pregunté, subiendo la vista para mirarlo. El chico siguió su camino sin detenerse y también sin abrir la boca. Veía las aletas de su nariz moverse con furia al respirar. — También me implicaron a mí, así que… ¿Podrías al menos explicarme? —dije aquello con algo de enfado en la voz.

Ninguna respuesta. Bufé exasperada.

—¿Van a pelear esta noche? —mi enfado y sentimiento de culpabilidad se mezclaron. Tal vez Harry se sintiera en deuda conmigo por algún motivo y ahora se veía obligado a protegerme. Yo no quería eso.

—No salgas de casa esta noche. —su respuesta fue una afirmación a mi anterior pregunta.

Dirigí la vista a mis botas mientras iba caminando.

—¿Por qué haces esto? —solté, con un hilo de voz.

—¿Prefieres ir con Garrett?

—¡No!

—Entonces déjame hacer esto y mantente en casa.

Hice una mueca, cruzando los brazos y agarrándome a mis costados como si temiese derrumbarme en cualquier momento.

Por fin divisé el gimnasio unos metros más adelante.

—Espera. —advertí, suspirando. Harry paró y siguió la dirección de mi mirada. —Paso yo y luego empieza a caminar tú. No me fio de que mi padre esté cerca y nos vea a los dos.

Ni si quiera nos despedimos cuando Harry me entregó en mano mi llaves que aún guardaba. Luego eché a andar, con la cabeza algo gacha, y cruce la carretera para llegar a la acera de casa. Subí los escalones de cemento blanco y saqué las llaves del bolsillo de los jeans. Eché un vistazo hacia atrás una última vez, pero sólo alcancé a ver la espalda de Harry antes de que entrara por la puerta del “B&CO GYM”.

Tomé una profunda bocanada de aire y giré la cerradura de la entrada, impregnándome del calor del interior del hogar en cuanto puse un pie dentro.

No podía dejar que Harry peleara por mí.

••••••••••••••••••

—Ya te dije que estaré en casa de Rym esta noche, papá. Lo llevo todo, no te preocupes.

—Abie, ha oscurecido. —Bruce se negaba a dejarme marchar todavía, manteniéndose firme frente a mí en el hall de casa.

Llevé una mano al pomo de la puerta y refunfuñé:

—Papá…

Bruce movió sus ojos hacia todos lados, pensativo. Crucé los dedos porque se hubiese tomado más en serio la idea de tener una hija de 17 años a la que no puede tener todo el día encerrada entre cuatro paredes.

Finalmente, dejó caer sus hombros, abatido.

—¿Cogiste la tarjeta para el bus? —su mano tapando sus ojos y masajeando su frente.

—Sí. —respondí, casi botando en mi puesto de las prisas.

—Llámame en cuanto llegues, ¿de acuerdo?

Mostré una sonrisa y me acerqué a él para darle un beso en la mejilla. Bruce tan sólo me dio unas palmaditas en la espalda, como siempre hacia en momentos así. Nunca fue un hombre de esos que saben manejar situaciones sentimentales.

Coloqué bien mi bufanda en el cuello y el frío me caló hasta los huesos una vez estuve fuera. Le dediqué una última sonrisa cuando Bruce me hizo la señal de un teléfono en mano y cerré la puerta tras de mí.

La seriedad y el miedo vinieron a mí de golpe. Le acababa de mentir a mi padre otra vez. No iría a casa de Rym, sino a Los Descampados. Todos los jóvenes de la ciudad sabían a cerca de ellos y era el único lugar en el que podrían citarse dos personas que querían partirse la cara. Exacto, iría a la pelea de Harry. No estaba dispuesta a quedarme en mi habitación sabiendo que él se jugaba la cara por mí.

Conté hasta tres mentalmente antes de salir a la intemperie de la noche. Mi barrio estaba nuevamente desierto, con algún perro ladrando en la lejanía. Me coloqué mis auriculares y conecté el mp3 para distraerme un poco y no acabar arrepintiéndome de lo que estaba a punto de hacer.

Después de unas cuantas manzanas, llegué a la parada de bus. No tuve que esperar demasiado, ya que el que me llevaría a mi destino pasó en seguida. Marqué la tarjeta de viajes y me senté en la parte trasera.

Contemplaba la oscuridad de fuera a través de las ventanas mientras la música del aparato iba sonando. Tenía miedo, me temblaban las piernas y dudaba aún de todo esto.

—Disculpe, niña. —una mujer mayor intentaba pasar al asiento contiguo al mío.

Le sonreí a modo de disculpa y me aparté para que pudiese pasar. Luego regresé a mi puesto y comprobé por dónde íbamos. Faltaban unas cuantas paradas hasta la mía. Haría el mismo trayecto que cuando iba al cine de la ciudad y una vez allí me las apañaría para encontrar Los Descampados. Menudo plan…

El bus casi vacío hizo su recorrido habitual hasta que me percaté de que era mi turno de bajar. En cuanto se detuvo, me alcé del duro asiento y fui hacia la puerta, dando un salto hacia la acera.

Aquí estaba…

Justo frente a mí las salas de cine, y a los lados solamente calles comerciales y restaurantes.

Giré en busca de alguna muestra de gente armando barullo cerca, pero no encontré nada. Hasta que dos chicos visiblemente aterradores reían a todo volumen casi al final de la calle. Por su vestimenta desaliñada y as cadenas colgando de sus jeans como las que llevaba Garrett (sólo de recordarlo ya me entraban escalofríos...), supuse que estarían al corriente de cualquier nueva pelea que se organizara.

Me enfundé de valor y me encaminé con decisión hacia ellos que detuvieron su animada charla para mirarme con desconfianza.

—Perdonad, —les dije algo intimidada, metiendo mis manos en los bolsillos de la chaqueta para evitar que se me congelaran por el frío. — ¿Podríais indicarme como ir a… Los Descampados? —susurré, sintiéndome como si estuviese hablando del mismísimo infierno.

Ellos se miraron una vez y luego me recorrieron de arriba abajo con la vista, como si no se creyeran que alguien como yo les estuviera preguntando por ese lugar.

—Entra por esa calle —el más alto habló al fin, apuntando un callejón que se abría paso entre medio de dos edificios. — y sigue recto hasta que encuentres una zona industrial. No tiene pérdida, linda.

Asentí, evitando el contacto visual ahora que sus risitas aparecieron de nuevo, y pasé entre ellos para marcharme por donde me dijeron.

Escuché sus voces a lo lejos mientras me alejaba y entraba por esa calle estrecha. Me traía malos recuerdos de aquel día con los borrachos junto al gimnasio, pero me obligué a no pensar en eso. Anduve tan rápido como me lo permitieron mis piernas y crucé todo el lugar hasta verme frente a unas fábricas abandonadas. Con alguna que otra farola iluminando la zona, no había acera sino únicamente explanadas de asfalto agrietado. Escruté con la mirada en la lejanía y llegué a divisar un gran grupo de personas.

La adrenalina ya me recorría cada parte de los huesos.

Allá vamos.

Crucé la explanada. Cuanto más me acercaba al grupo, más distinguía a las personas. Todas tenían un look similar al de los dos chicos que me había encontrado antes e intercambiaban billetes, riendo y bebiendo en el proceso.

No cabía duda; aquí era.

Nadie se percató de mi presencia. Los jóvenes se posicionaban más o menos formando un círculo, por lo que adiviné que en el centro estarían los principales luchadores. Me puse de puntillas, buscando desesperadamente a Harry por algún lugar, pero fallé. Desistí y empleé mis codos para abrirme paso entre la multitud, que me miraba con desprecio cuando los empujaba. Finalmente, llegué al borde de lo que era un espacio vacío en medio. Entrecerré los ojos y allí lo vi, rodeado de un puñado de chicos y chicas con ropas cortas que parecían estar animándolo. En el lado opuesto estaba Garrett, con su séquito de seguidores y chicas también. El combate todavía no había empezado.

No me lo pensé dos veces en entrar al “Ring” improvisado que se habían montado allí y me dirigí a mi objetivo.

—¡Harry! —grité por encima de la música metálica que sonaba des de un celular cercano.

El aludido miró hacia todos lados, dejando a sus compañeros confusos, hasta que sus iris esmeralda se posaran al frente, sobre mi figura.

—¿Abie? —Harry apartó a quienes lo rodeaban con las manos y caminó hacia mí con una expresión extraña, como si dudase de que realmente fuera yo y no su imaginación. — ¿Pero qué…?—su ceño fruncido y mi cabeza inclinado hacia arriba para poder verlo a la cara. — ¡¿Qué haces aquí?! —de repente pasó a enfadarse. Di un paso atrás, asustada. — ¡Mierda! ¡Te dije que te quedaras en tu casa! —con rabia miró hacia allí donde estaba Garrett y luego a mí. — ¡¿Por qué viniste, Abie?!

Entre los gritos y voces altas de la gente, me exasperé y yo también comencé a gritarle.

—¡¿Piensas que voy a dejar que te partan la cara por mí?! ¡Esto fue culpa mía; no era justo que me escondiera!

Harry bufó, apartando el cabello que tenía en su frente hacia un lado y después me cogió del brazo tan fuerte que hasta me hizo algo de daño. Me arrastró hasta sus supuestos amigos y se paró frente a un chico de piel morena, algo más bajo que él pero aún así bastante más alto que yo, delgado, y de cabello negro peinado en una cresta de punta.

—Zayn, encárgate de ella.

—¡Eh, un momento! —me quejé.

—Que no se mueva de aquí, ¿entendido? —ordenó Harry, interrumpiéndome y empujándome contra el muchacho.

Choqué contra el hombro del tal Zayn antes de que éste intercambiase una significativa mirada con Harry. Al minuto siguiente, el oji-verde ya se había quitado su camiseta negra y estaba dirigiéndose al centro del “Ring” con su musculoso torso desnudo.

Luché por detenerlo, pero unas fuertes manos me impidieron avanzar mucho más, tirando de mis hombros hacia atrás. Me revolví, bufando y sintiéndome inútil.

—¡Ey, ey, basta! —me pidió el chico que habían convertido en mi niñera, sosteniéndome para que parase de moverme.

—Tiene que haber otra opción… —pensé en voz alta. De repente, el barullo se hizo más fuerte y los espectadores comenzaron a acercarse al círculo central. — ¡¿Van a pelear ahora?! —giré hacia Zayn y, antes de esperar una respuesta, despotriqué al borde de la desesperación:— ¡¿Y si habla con Garrett antes?! ¡No pueden solucionar las cosas con los puños! —volteé una vez más hacia la pelea, los combatientes posicionados ya uno frente al otro y unas tiras negras enrolladas en sus manos y muñecas. — ¡¿Ni si quiera utilizarán guantes de boxeo?! ¡¿Sólo los nudillos?! —sabía por los comentarios de mi padre que un golpe así dolía el doble.

—Abie, Abie… Te llamas Abie, ¿verdad?—los estirones de Zayn me hicieron acabar mirándole a la cara. Asentí con rapidez y terror en los ojos. —No le tocarán. Sabe pelear, estará bien.

Mi respiración se aceleró en cuanto escuché el primer bramido que daba comienzo al combate.

Harry se mantenía de pie, quieto y con su mirada agresiva posada en el rival. En cambio, Garrett andaba de izquierda a derecha sin apartar la vista de él, al igual que un animal que observa a su presa.

—Veo que cumpliste tu promesa, Styles. —comenzó Garrett, lleno de esa diversión que lo hacía parecer un asesino. — Y además me traes el premio aquí. —sus ojos azabache estuvieron en mí unos segundos, el tiempo que tardó Harry en gruñir y casi perder su posición concentrada.— ¿Qué más podría pedir?

Reconocí entonces lo que hacía Garrett, era idéntico a lo que hizo hoy en McDonald’s: intentaba provocar a Harry.

—Vamos, Hazza, no se lo pongas fácil… —murmuraba Zayn, claramente también detectando la táctica del rival.

Devolví la vista al “Ring”.

—Bueno… ¿estaremos aquí todo el día? ¿No piensas dar el primer golpe? —Garrett sonrió de esa manera felina. — ¿Qué pasa, Styles? ¿Te volviste un blando?

—No caigas en su juego… —volvió a susurrar Zayn, sin quitarme las manos de encima pero bien pendiente de lo que sucedía.

Harry nos daba la espalda, por lo que no podía analizar su expresión, pero adiviné que sus nervios iban en aumento por lo rápido que respiraba y lo mucho que los bíceps se marcaban en sus brazos.

—Mmm… Estoy seguro de que tu hermana no estaría nada orgullosa de ti…

Ahí hubo un cambio en Harry; dio un paso adelante, cargando sus puños pero sin llegar a golpear y soltó un bramido entre dientes.

—Mierda. —maldijo Zayn. Eso quería decir que algo iba mal…

Mordí mis uñas. Esto era frustrante, tenía ganas de estirar de mis cabellos y gritar hasta quedar afónica; además de temer por si Garrett se proclamaba ganador. ¿Qué pasaría conmigo entonces? ¿Me llevaría con él?

—¡Muévete! ¡Demuéstrame lo que sabes! —el rival de Harry acabó por soltar una carcajada sombría. — Pero mírate; ¡eres patético, Styles! ¿O tal vez lo de ser un fracasado venga de familia? Sinó, observa a tu padre; ¡o incluso a tu hermana! Tal vez ella tan sólo ocupaba espacio en este mundo. —mientras sus palabras me desconcertaban, las piernas de Harry estaban flexionadas hacia adelante, deseando abalanzarse contra el contrincante pero reteniéndose a sí mismo de hacerlo. — Gemma está mejor muerta, ¿no crees?

Tapé mi boca con la mano y mis ojos casi salen de sus órbitas.

Harry emitió un sonido animal des del fondo de su pecho.

—¡No, Harry! —bramó Zayn.

El oji-verde salió disparado contra Garrett, con el puño directo a su cara. Garrett sonrió astutamente y se apartó antes de que el golpe impactase contra él. Después se posicionó justo al costado de Harry y levantó su rodilla para clavarla en el tórax del oji-verde. Éste gimió de dolor y empujó a Garrett para apartarlo. Sin darme tiempo a observar todo, Harry ya estaba nuevamente contra el rival, pegando con su puño en la mejilla de él. No detuvo el ritmo y consiguió darle más de cuatro golpes seguidos hasta que Garrett contratacó con un puñetazo a Harry en su ceja.

—¡Eso es lo que quería ver! —el rubio contrincante saltó de emoción y preparó sus puños para otra ronda. — ¿Y sólo he necesitado a tu puta hermana para hacer que te pongas así? ¡Já!

Harry se cabreó nuevamente y corrió dirección a Garrett.

Los dos intercambiaron puñetazos por doquier como dos animales.

Siguieron con ese ritmo hasta que vi sangre correr por sus rostros. Mis ojos no alcanzaban a ver cada detalle dado lo rápido que se movían y tenía mis uñas clavadas en el brazo de Zayn que ahora estaba a mi lado.

—Harry no piensa ahora, sólo actúa… —me decía con voz apesadumbrada. — Lo ha cabreado… —lo de su hermana debía ser algo difícil para Harry y sólo de recordar como Garrett se lo había lanzado a la cara sin compasión… Agh. — ¡Vamos Hazza, piensa antes de actuar! —ahora el amigo de Harry se dirigía a él, utilizando sus manos para colocarlas a los costados de su boca y utilizarlas de altavoz.

La gente aplaudía y animaba. Yo no podía mirar, tenía el corazón a punto de salirse de mi pecho y cada golpe que se propinaban me dolía como si me lo hubiesen dado a mí.

—¡Tienen que parar! ¡¿Cuándo acaba esto?! —estiré de la camiseta de Zayn para que me hiciese caso. — ¡Hay que detenerlos!

Un gruñido me hizo devolver la vista al combate; Harry acababa de hacer caer a Garrett y parecía estar tomándose unos momentos para respirar, manteniéndose en pie y observando al rival fijamente.

—Ahora sí… —la sonrisa de Zayn me dio esperanzas. No sabía que había visto, pero debía ser algo a favor de Harry. — ¡Vamos, ya es tuyo!

Los músculos del oji-verde se contraían mientras se encontraban encima de Garrett, golpeándolo en la cara a mucha velocidad.

—¡Lo va a matar! —le grité al amigo de Harry. Éste siguió prestando atención a la escena en el “Ring” con una sonrisa de oreja a oreja.

El combate no se detenía y tuvo que aparecer un chico con tremendos músculos para apartar a Harry de Garrett.

—¡Está bien, está bien! —el muchacho agarró por los hombros al oji-verde, obligándolo a retroceder y darle espacio al contrario. Harry se resistió y gruñó hacia adelante, pero acabó dejándose arrastrar.

Todos pendientes de Garrett, tirado en el suelo y respirando con dificultad. Su boca estaba manchada de sangre. Puso una mano en su mandíbula, apretándola y haciendo muecas de dolor. Cuando, des de su puesto en el suelo, alzó una mano al aire y la gente comenzó a gritar eufórica, supe que se había rendido y había acabado el combate.

Solté todo el aire que estuve conteniendo y me sentí como si acabase de hacer ejercicio durante horas; totalmente exhausta.

La mayoría de personas corrieron hacia Harry, incluso Zayn me abandonó en cuanto el mismo hombre que antes había apartado al oji-verde de Garrett, levantó su brazo en señal de que lo proclamaba ganador. En poco tiempo, quedé totalmente sola en medio de la nada. Todo el mundo estaba en aquel corro formado alrededor del vencedor.

¡Wooow! Me encant, tienes que seguirla pronto :D

Dios merecio la pena estar despuerta hasta tan tarde sigua

Que capitulaso te has mandado!
LO AMEEEEEEEEEE!
Describiste todo de forma perfecta!
Harry es demasiado rudo!!! me encanta :Z ajjaa
Tienes que seguirla <3

Quiero saber la reacción de ambos ahora que Hazza ha ganado!! Qué ganas de leer más! (:

Oh!!! Esta genial siguela y no importa que esten largos mejor para mi ;)

ameeeee el capituloooooooooo
te quedoo increibleeeeee la peleeaa
tienes que seguirla prontoooooo
me encantaaaaaaaaaa!!
besooss cuidateeeee :bye: