The Bad Boy (Harry Styles fanfic)

Ou babe no sabes como me alegra tener noticias de ti!
Y entiendo perfectamente todo lo que te ha pasado y que por eso has estado alejada, de todas formas yo estoy en algo parecido... COLEGIO ¬¬ y mi ultimo años, así que también tengo muy poco tiempo.
Amo tu novela, y esperare lo que sea x un nuevo cap jiji
SUERTE EN TU EXAMEN DE LITERATURA! <3

Y el capitulo?
PD: Me encanto el Trailer llore!

Capítulo 5

Jamás en mi vida se me había hecho tan larga una tarde como la de hoy. Después de regresar a Elvis al hogar de los Claiver, volví a casa para preparar la comida. Bruce no dijo ni una sola palabra sobre mi aparente falta de concentración en la charla que estábamos teniendo en la mesa. Pasé cada maldito minuto dándole vueltas al mismo asunto: “nos vemos esta noche”. ¿A qué pudo haberse referido Harry con eso? Por mucho que buscaba, no encontraba respuesta posible. Y era frustrante, porque no podía evitar sentir un cosquilleo incómodo en mi estómago cargado de miedo y, al mismo tiempo, de expectación e intriga. Claro que, me obligaba a mí misma a reprimir esas últimas emociones.

Las horas restantes fueron pasando sin que mis preocupaciones se reducieran. Nada salió de la rutina habitual; mi padre fue al gimnasio con Billy para seguir con los entrenamientos de sus chicos y yo me dediqué a hacer deberes de la escuela. Sin éxito, porque no lograba concentrarme.

Al final acabé tumbada en mi cama, con mis grandes auriculares puestos sobre los oídos mientras escuchaba una de las miles de canciones que guardaba en mi Mp3. Tenía ese aparato des de hacía siglos y aún continuaba funcionado; era genial.

—¡Estoy en casa!

Me sobresalté, abriendo mis ojos de repente y alzando mi cabeza de la almohada. Eché un vistazo a la ventana; había oscurecido. Ouch. Aún no había preparado la cena. Me quité los cascos de música y abandoné la cama, caminando fuera de mi cuarto rápidamente.

Pasé por el lavabo y agarré una goma de pelo para recoger mi larga melena en una improvisada coleta. Mientras me peinaba, bajé las escaleras, sintiendo el suelo contra mis pies casi descalzos, únicamente cubiertos por unos grises calcetines.

Bajé el último escalón para llegar al hall.

—Lo siento papá, me dormí y… —alcé la vista y la respiración se me cortó en ese momento.

Oh, no.

—Abie, hoy tenemos compañía. —Bruce no sonrió demasiado cuando señaló al musculoso chico que tenía a su lado con un gesto de mano.

Harry Styles estaba de pie en mi casa. Aquí. Ahora. Con una orgullosa sonrisita dirigida a mí y sus ojos verdes con un brillo inusual.

Mi pequeño corazoncito dio un vuelco y pasó a cabalgar en mi pecho.

—Él es Harry Styles. Será quien nos represente en el campeonato de este año. —explicó Bruce, deshaciéndose de su chaqueta negra y colgándola en el perchero de madera situado tras la puerta principal.

A si que a esto se refirió el oji-verde esta mañana… Mi padre lo invitó a cenar. ¿Mi padre? ¿Invitando a un chico a casa?

—Un placer. —extendí la mano a Harry, haciéndome la desentendida. Era mejor que mi padre no se enterase sobre nuestros numerosos encuentros anteriores.

Él la apretó a modo de saludo, produciendo un instantáneo cosquilleo en mi estómago. Me separé del contacto con rapidez, sintiendo la mirada protectora de mi padre sobre nosotros.

—Papá yo… —giré hacia Bruce: — Perdí la noción del tiempo. Aún tengo que preparar la cena…

Mi padre asintió y luego señaló con un gesto de cabeza hacia el salón. Harry metió sus manos en los bolsillos de su sudadera gris y se dirigió allí con despreocupación.
Bruce fue a seguirlo, pero antes me susurró:

—Fue idea de Billy.

Ahora todo tenía sentido; Billy fue quien invitó a cenar a Harry.

Rodé mis ojos, viéndo a papá alejarse con sus brazos cruzados bajo el pecho y sus negras pupilas ahora incluso más oscuras. Por primera vez, me dio vergüenza que fuese tan sobreprotector conmigo.


Los tenedores chocar contra los platos era lo único que llenaba ese incómodo silencio. Mi padre no le quitaba el ojo de encima a todos y cada uno de los movimientos que Harry hacía. Éste, sin embargo, no parecía tenerle miedo a Bruce o estar intimidado. Las pequeñas miradas que nos dedicaba el oji-verde eran suficiente para saber que se lo estaba pasando en grande a mi costa. Oh, sí, ríete de que mi padre me trate como si tuviese 3 años. De acuerdo, tal vez era para reírse… La vergüenza aumentaba por segundos.

Mis mejillas ardían, por eso evitaba cualquier contacto visual con alguno de los dos hombres de la mesa. Simplemente me dedicaba a masticar con parsimonia los trozos de pollo de mi plato.

La cena fue lenta; muy, muy lenta. Pero finalmente acabó.

Recogí la vajilla sucia, haciendo equilibrios con mis manos para no dejarla caer al suelo, mientras Bruce por fin mantenía una conversación con nuestro invitado. Eran temas de boxeo, así que decidí no intervenir.

Introducí los platos y vasos en el lava-vajillas para ponerlo en marcha después.

Cuando regresé al salón, Harry y mi padre se había trasladado al sofá para seguir hablando, así que tuve espacio a la hora de recoger lo que quedaba en la mesa.
Bueno, no fue tan malo después de todo…

Miré el reloj; eran más de las 11. Los chicos hacían lo mismo, dándose cuenta de que era tarde. Bruce dio una palmada al hombro de Harry y se levantó de su asiento. El chico lo siguió, dejando atrás el sofá y pasando delante mío para dirigrise fuera del salón. Primero pasó mi padre, aún con sus músculos tensos, y después lo hizo Harry, envíandome de nuevo esa sonrisa que me producía escalofríos. Tragué saliva, cogiendo una gran bocanada de aire en cuanto hubieron desaparecido de mi vista. El comportamiento de Harry era extraño, como si estuviese guardándose algún chiste privado. Eso me asustaba.

—Sé puntual el lunes, Styles. O buscaremos a otro que ocupe tu lugar.

—Entendido.

Llegué hasta ellos, que se despedían en la puerta.

—Me alegro de que nos hayamos conocido. —Harry me estrechó la mano, escondiendo una risa.

Bruce se aclaró la garganta, posicionándose un poco más cerca de mí.

—Lo mismo digo. —suspiré, dejando ir su mano al mismo tiempo que esa corriente que recorría mi cuerpo cada vez que Harry me tocaba desaparecía. Fruncí el ceño un poco, añorando esa sensación.

El boxeador bajó los escalones de entrada a casa hasta llegar a la acera y sus ojos verdes chocaron contra los achocolatados míos una última vez. Me ruboricé al instante; menos mal que Bruce cerró con llave entonces.

—Ese chico está demasiado distraído… —refunfuñó papá, sin moverse de su puesto y mirando a un punto ciego delante de él.

Procuré hacer como si lo estuviese escuchando, pero en realidad en mi mente estaba teniendo lugar una batalla. Media parte de mi cerebro, la parte más racional, me abofeteaba internamente por las sensaciones que Harry Styles era capaz de producir en mí. La otra media parte quería volverlo a ver. Por supuesto, la primera intentaba con todas sus fuerzas aplastar a la segunda.

—…, ¿cierto, Abie? —preguntó mi padre, sacándome de mis ensoñaciones. Ahí me di cuenta de que no escuché nada de lo que dijo.

—¿Eh?

Las cejas de Bruce se fruncieron con desconfianza.

—Te pregunté si Styles habló contigo durante la cena. —su ceja se elevó. Ouch. — Parecía estar muy cómodo…

—No, no me dijo nada. —contesté, negando con mi cabeza frenéticamente y largándome de allí antes de que me descubriese. Exacto, jamás se me dio bien mentir.

—Fue mala idea… —escuché decir a Bruce entre bufidos frustrados. — Se lo dije a Billy, pero nunca me escucha.

—Papá, —paré en seco al pie de las escaleras y me volteé para hablarle a la cara. — en serio, no pasó nada con ese chico.

Me forcé al máximo para no apartar la vista de su desafiante y cabreada mirada; no conmigo, sinó con “Styles”. Seguro que Harry encontró ridículo el comportamiento obsesivo de Bruce. Una ola de disgusto me inundó.

—No me gusta cómo te mira, Abie. Puede que sea tu viejo padre, pero yo también fui joven alguna vez y créeme, sé cuando un hombre utiliza esa mirada. Es el calentamiento para un combate.

—¿Esto qué es? —lo corté indignada. — ¿Una especie de análisis del rival? ¡No todo en la vida tiene que ver con el boxeo, papá!—grité sin controlarme. El rostro de Bruce se crispó un poco, encogiéndose levemente. Había ido demasiado lejos. Me controlé para no perder los nervios y poder arreglarlo.— Te digo que no pasó nada, estás exagerando.

—No, no estoy exagerando, Abie.

Bufé y comencé a subir las escaleras sin dar un último vistazo a mi padre; estaba enfadada. Nunca me había molestado tanto la sobreprotección a la que estaba sometida como esta noche, después de que Harry hubiese sido testigo de ello y, lo más probable, se hubiese reído internamente.

—Buenas noches, papá.

No me detuve hasta estar en el segundo piso y encerrarme en mi cuarto. Me lancé de espaldas al colchón de la mullida cama y no me entretuve en correr las sábanas, simplemente quedé estirada sobre ellas y cerré los ojos con fuerza.

Respiré hondo.

¿Qué me estaba pasando?

Abrí los párpados repentinamente. Esta no era yo. Yo jamás le diría cosas así a Bruce o me importaría tanto lo que uno de los boxeadores de mi padre pensase de mí. Pero ese boxeador era Harry… Y es que cuando estaba con él me sentía viva de verdad y no encerrada en la burbuja en la que me tenía papá. Estar con Harry era como una droga, te produce adrenalina mientras dura pero cuando acaba, te sientes exhausta. Sí, exactamente igual que una droga.

El sonido de un golpe seco hizo eco en el exterior.

Un mal presentimiento vino a mí. Alcé la espalda poco a poco, sin apartar la atención de la ventana. Justo bajo ella estaba la escalera de emergencia por si ocurría algún incendio o accidente en la casa. Y ese golpe sonó como un choque contra el metal de la escalera.

Agarré lo primero que encontré a mano, mi despertador viejo, y lo empuñé como si de un cuchillo se tratara. Avancé con cautela y aparté las cortinas, observando hacia fuera. Estaba muy oscuro, era una noche de luna nueva la de hoy. Entrecerré los ojos y miré hacia abajo, la escalera parecía estar vacía.

—¡Bu!

Di un bote hacia atrás y caí al suelo. Mi trasero dolió…

El intruso se descolgó del marco de la ventana y entró a la habitación a través de ella, aguantando la risa.

—La torpeza es tu problema, ¿sabes? —Harry Styles de nuevo.

Quedé estática en mi lugar. Mi cerebro no alcanzaba a procesarlo todo, pero sabía que esto no era una buena señal y que estaba en problemas.

—¿Q-qué… —no pude continuar. Retrocedí como pude, sin perderlo de vista ni un solo momento.

Algo iba mal, y mis instintos me lo confirmaban.

—No parecías tan callada esta noche. —sus pasos se acercaban a mí cada vez que yo me arrastraba hacia atrás para alejarme. — Vamos, papá no está cerca, es hora de divertirse, ¿no?

El corazón bombeaba a mil por hora en mi pecho. Retrocedí un poco más hasta que mi espalda chocó contra la puerta. Me apegué a ella tanto como pude y fui poniéndome en pie. Era ahora o nunca. Conduje mi mano hacia el pórtico de la puerta, pero antes de poder girarlo, una enorme mano me detuvo y el imponente cuerpo de Harry ya estaba pegado al mío. Solté el aire que había estado conteniendo.

—Sé lo que quiero.

Sus labios se estamparon contra los míos, haciendo estallar mil y una bombas dentro de mí. Un gruñido escapó de mi boca cuando mordió mi labio inferior con sus dientes. Tenía miedo, ganas de llorar, de correr… Ahora lo comprobaba, Harry era quien Rym me había dicho. Alguien peligroso.

Las manos de él ahora agarraban mi cintura y me apegaron a su musculoso tórax mientras sus labios seguían trabajando contra los míos. Sus dedos se clavaron contra mi camiseta y sus dientes volvieron a morder mi labio, haciéndome soltar un gemido contra su boca. Noté como una sonrisa se extendía en su rostro. Con su fuerza superior a la mía por mucha diferencia, caminó hacia atrás a tientas en el cuarto oscuro, llevándome a mí con él. Giró con rapidez y me impulsó contra la cama, quedando él encima de mi cuerpo.

Mis pensamientos no eran racionales entonces. ¡Ni si quiera podía pensar algo lógico!
Su boca regresó a torturarme, esta vez en el cuello. Besaba, mordisqueaba y gruñía contra mi piel. Se había colocado sobre mí, pero aguantando su peso con sus brazos, uno a cada lado de mi cabeza.

—Serás mía… —susurró contra mi oído, mordiendo el lóbulo de mi oreja después. Me encongí cuando lo hizo, apretando mis dientes.

Mis ojos se abrieron como platos cuando noté un bulto rozar contra mi vientre. Era el pantalón de Harry. Él tan sólo sonrió con lujuria, dándose cuenta de mi desconcierto.

—Te haré sentir bien… —murmuró nuevamente, pero esta vez llevando una mano hacia abajo y recorriendo mi pierna con ella. Un fuego me recorrió todo el cuerpo.

—Por favor… —sus labios me interrumpieron y sentí una lágrima descender por mi mejilla. Empecé a temblar, esto se acababa y Harry tenía claro su objetivo. ¡Dios, tenía tanto miedo! — Por favor, no… —esta vez fue mi gemido el que me hizo callar.
Un gemido sordo producido porque Harry había apretado mi muslo con su mano al mismo tiempo que estiraba del borde de mi camisa con los dientes.

Al segundo siguiente ya tenía su rostro frente al mío y sus ojos verdes oscurecidos por la poca luz de las farolas de la calle que entraba por mi ventana.

—Bésame. —ordenó, claro y firme.

Lo miré con lágrimas esperando por salir de mis ojos.

Harry no dudó un segundo y comenzó, lanzando sus hábiles manos a mi pantalón y desabrochándolo para comenzar a bajarlo.

El pánico me inundó y sollocé sin poder evitarlo.

—No… por favor, por favor, por favor… —susurré, estirando de sus brazos para que se detuviese. Él se sobresaltó y dejó su trabajo para centrarse en mi rostro. — Por favor…

—¿Estás lloran…

—¿Abie? —el llamado de Bruce des del piso de abajo nos hizo girar el rostro hacia la puerta a los dos.

Harry se alzó de su posición, aún con ese sobresalto anterior pintado en sus ojos esmeralda y desapareció por la ventana.

Salté en la cama, notando pequeñas gotitas de sudor caer por mi frente. Las piernas me temblaban al mismo tiempo que la respiración era cada vez más agitada. Acababa de soñar con Harry. Acababa de soñar que él... Oh dios.

—¿Abie? —los golpes de mi padre en la puerta me hicieron saltar. Tapé como acto reflejo mi cuerpo con las sábanas cuando la puerta fue abriéndose.— ¿Estás despierta?[/i]

Que le pasa a Harry por que la quiere violar? No entiendo nada!

Te envíe una solicitud de amistad, aceptala :)

¡Wooow! Tienes que seguirla pronto :D

:enamorado: :muere: Que fue esooooo??? D: No la puedes dejar ahiii!!! Nos quieres matar verdad?? D: Siguelaaaa

HOLIS
Soy nueva lectora :-w-: me encanta tu novela síguela!!!!!

Me encantó!! *-*
Sigue prontooooo pliss! ^ ^
Besooooos ♡

Hola Holita I'm coming back! Yeah, no te librabas de mi con tanta facilidad, baby*-* Amo el capitulo yme la sigues prontito, eeeeh! O te acosare por suenios