Prohibiciones. {Larry Stylinson} ||Terminada||

Seis días antes.
Entrevista con una estación de radio.
Declaración de Harry.

-¿Sabes lo que acabas de hacer? –Había dicho Louis un poco enfurecido.- Harry, tú… ¡no debiste!

-¡¿Qué no debí?! ¿Acaso tú no… querías esto? –Aquello parecía más un susurro de parte del ojiverde.

-No –La respuesta no era la que Harry se esperaba.- ¡Aún no!

-No querías… entonces… -Louis evito la mirada del menor.- Tú… ¡Dijiste que me amabas!

Louis tenía la mirada baja, un poco apenado por la reciente situación con su novio, alzo la mirada esperando encontrarse con ese par de esmeraldas que poseía Harry como ojos. Pero el menor ya se había retiro de su lado, provocando un suspiro en Louis. Necesitaba pensar un poco, no tanto sobre lo que Louis sentía por el ojiverde porque eso ya lo tenía claro. Amaba a Harry como nunca pudo llegar amar a alguien, lo amaba con tal intensidad que se sentía culpable de sentirse de tal manera, lo amaba tanto que nunca sería capaz de alejarse de él.

Respiro hondo antes de retirarse del foro y encontrarse con los chicos. Subieron a la camioneta un poco desconcertados, Harry evitaba a Louis de todas las maneras posibles y al mayor no parecía importarle en lo absoluto.

¿Qué tramaba aquel chico?

Nadie lo sabía.

Y es que Louis no se sentía cómodo, no podía estarlo cuando había alguien amenazando su felicidad. Tal vez no podía estar con Harry después de todo. Si debía alejarse del chico enrulado para que este se mantuviera a salvo, debía hacerlo, no tenía otra salida, aquella era su única opción.

Mientras iban en la camioneta sus manos no paraban de temblar, se veía claramente nervioso pero todos decidieron ignorar ese pequeño detalle. Sacó su celular del bolsillo trasero del pantalón, levantándose un poco para sacarlo, miró con duda el artefacto en sus manos nerviosas. Instantáneamente comenzó a vibrar, sorprendiéndolo de sobre manera, miró a sus compañeros un poco sonrojado por la repentina reacción.

Miró su celular. «Tienes un mensaje nuevo» Aparecía en su pantalla táctil.


Louis suspiró después de leer ese mensaje. Había estado recibiendo mensajes de aquel tal L desde hacía una semana, en cada uno de sus mensajes le pedía –o más bien le obligaba- alejarse de Harry, porque si no el menor se vería afectado de algún modo y temía que aquello se volviese realidad.

¿Y es que qué haría Louis sin su Harry? Sin el chico de hermosos ojos esmeralda, sonrisa picará con esos hoyuelos que le hacían parecer el ser más inocente del mundo -aunque no lo fuera, eso obvio. ¿Qué haría si por su culpa Harry se viera afectado? De ninguna manera se lo perdonaría, no sabiendo que en él estaba la opción de evitar todo.

Entonces eso había hecho. Poco a poco se alejó de su novio, se mantenía distanciado poniendo excusas tontas que había pasado por alto el menor. Por dentro moría de ganas de ir junto al ojiverde, abrazarlo con mimo, llenarle de besos por todo su suave rostro y susurrarle una y otra vez cuanto es que lo amaba. Pero no podía, debía admirarlo desde lejos, debía amarlo en silencio -nuevamente-.

Aquella noche Louis decidió salir a caminar por los pasillos del hotel, necesitaba pensar lo que haría porque no quería alejarse de Harry solo así como si nada. Debía descifrar quien era L, y demostrarle que no podía controlar su vida, menos cuando era más feliz que nunca. Luego le explicaría a Harry el porqué de su comportamiento y eso sucedería a su debido tiempo. Por ahora debía, resolver el misterio de L.

Ya había bajado hacia el living, miro todo su alrededor preguntándose a qué lugar ir. La piscina se veía un buen lugar para relajarse, camino hasta llegar frente a la piscina, miró con fascinación el agua deseando poder meterse y nadar para sentirse libre. Pero lo único que hizo fue sentarse al borde de la misma, metiendo sus ya desnudos pies en el agua e instantáneamente un escalofrió recorrió su cuerpo al sentir el agua un poco tibia. Espero unos minutos para que sus pies se acostumbraran a la temperatura del agua, se echó para atrás apoyándose con sus manos.

Cerró los ojos durante un momento.

Pero el repentino sonido de su celular lo obligo a abrir sus ojos; miró la pantalla, lo que se esperaba un mensaje nuevo.

¡Louis! Soy Liam, Harry tuvo un accidente. Ven rápido al hospital.

El mensaje tenía un número desconocido pero no se cuestionó ese hecho. Su Harry estaba hospitalizado y eso era lo único que importaba. Salió del hotel, comenzó a correr hacia la calle y paro el primer taxi que vio, pidiéndole que le llevará hasta el hospital.

No tardó más de diez minutos en estar ahí, bajo con rapidez y torpeza a la vez adentrándose al hospital con preocupación. Paro a la primera enfermera que vio.

-D-disculpe… ¿Harry, Harry Styles? ¿Dónde se encuentra…? –Pregunto atropelladamente con temor.

-Harry Styles –Dijo la enfermera mientras veía sus papeles que tenía en las manos.- No, lo lamento aquí no se encuentra ningún Harry Styles –La enfermera sonrió.

El hecho de que Harry no se encontrará en el hospital le llenada de tranquilidad pero entonces se preguntó de quien sería el mensaje y porque habían decidido mandárselo. Sus ojos se fijaron en la pantalla del celular y este comenzó a vibrar mostrando un nuevo mensaje.

Lo siento mucho Lou.

Entonces unas manos lo tomaron por la espalda, en una tenían un pañuelo que le obligaron a olerlo. Louis intento luchar contra el cuerpo que lo sujetaba pero poco a poco se iba sintiendo débil, al final cayo desmayado en brazos de una persona desconocida.

-Todo estará bien Lou… y… enserio perdóname… –Dijo una voz que Louis no logro a captar perfectamente pero sabía que le conocía.