Letters To You [Larry Stylinson.] {Ziam.}

Cualquier persona, podría haber creído que Louis Tomlinson estaba sufriendo. Su frente arrugada, sus ojos obscurecidos, y la concentración que se extendió por su rostro – que podría haber significado algún tipo de dolor interno causado por una migraña hasta un dolor post-entrenamiento o algún tipo de estreñimiento. Pero la niña bonita con el pelo ondulado que estaba sentado frente a él, lo sabía mejor.

─Estas haciendo esa cara de nuevo ─ dijo Eleanor a la ligera, sin poder evitar dibujar una sonrisa.─ Tu rostro de amargado. Te estas poniendo todo arrugado. Hasta aquí, en la frente─.

Louis levanto la vista de su libro de texto. Solo había escuchado la mitad de lo que había dicho pero la divertida expresión de su rostro le dijo inmediatamente lo que había comentado. Frunció el ceño, aunque sólo sea un poco exagerado.

─Es mi cara de estudio─ dijo de forma quejosa, que ya había estado prevista.

─Lo sé, ─ respondió ella, con los ojos brillantes.

─¿Tú la odias completamente?─

─Me parece… Simpática─ decidió ella, pateándolo en broma por debajo de la mesa─ Pero no se cuan simpática voy a encontrar una conjunto de arrugas cuando los treinta te golpeen─

─Tengo genes perfectos─ dijo Louis guiñándole un ojo y corriendo su flequillo color castaño─ no te preocupes, amor─

Y en respuesta, Eleanor dibujo una amplia sonrisa –que en su mayoría estaba compuesta de dientes perfectos y admiración – que lo hizo sentir inestable e incomodo en una forma que jamás podría explicar, pero le pasaba con demasiada frecuencia como para ignorarlo. Pensó que podría haber dicho algo, pero ella hundió la cabeza hacia atrás en sus libros, tragándose las palabras y volviendo a su lectura.

Estaban sentados en una mesa en la esquina de la biblioteca de la universidad, el cual no era el lugar favorito de Louis, pero era mejor que estar encerrado todo el día en la habitación de Eleanor, y era mejor que estar en su habitación, con Liam y Zayn enredados en la cama opuesta. Ademas, realmente necesitaba aprobar ese examen de psicología –Eleanor le dijo que lo haría genial, como siempre- Y la biblioteca parecía el mejor lugar para un poco de estudio.

Por otra parte. Se encontraba a si mismo más tiempo estudiando, que más tiempo no haciéndolo y se preguntó por qué alguien tan estudioso como él no amaba a la biblioteca y todo lo que probablemente debería tener.

Louis le echo un vistazo a Eleanor, quien ahora estaba bastante concentrada en su lectura, y ahora no podía dejar de sentir punzadas de culpabilidad por no sentir más que devoción pura a la cual en ese momento se hacia llamar su novia. Pero la verdad el asunto era que le gustaba Eleanor, pero no al punto de haberla etiquetado como su “novia” y sentirse cómodo con compartirlo con la gente, y mucho menos como para mantenerla en su corazón y dejarla ahí como si hubiera sido una especie de recuerdo. En todo caso, era sólo que no pertenecía allí, y se preguntó por qué o cómo su relación terminó ahí en primer lugar.

Eleanor era, en muchos sentidos, una parte más de la vida de Louis que simplemente no podía controlar. Y sin embargo, había llegado en un lugar con comodidad y como se esperaba, más bien, como si hubiera sido destinado a ser y siempre debería ser así. No podía explicar por qué, sin embargo, muchos aspectos de su vida parecían seguir este patrón. Él nunca deseaba de forma interesada las cosas que le ocurrieron, ni se tomo las medidas necesarias para asegurarse de que todo pasara de cierto modo, y sin embargo lo hacía siempre.

Siempre.

Un gran ejemplo de su impotencia para ejercer cualquier tipo de control sobre su vida era su plan académico. Él era un premédico, y para ser sincero, no tenia idea de cómo había llegado a serlo. No es exactamente como él había planeado ir a la universidad. Él había esperado – o mejor dicho soñado - hacer algo más con su vida. Se había preguntado si podía hacer algo como la actuación o el canto o algo teatral. Y no era exactamente como si su madre lo hubiera persuadido o algo así – porque ella había sido y era su mayor apoyo en todas las decisiones de su vida- sin embargo sentía como si la estuviera decepcionando. Después de todo ella tenia que cuidar a sus hermanas, sola, y se sentiría culpable si no podía aportar cuando llegase a su mayoría de edad.

Así que fuera de la universidad a la que iba, y casi como por casualidad, al azar, se decidió por ser premédico. Parecía bastante fácil - la decisión, no el programa. A diferencia de la mayoría de las personas que conocía, él amaba la lectura y la escritura, y el estudio, y la investigación e incluso tenía una inclinación por las matemáticas, lo cual era muy poco razonable e injusto y sin embargo, toda clase de cosas apuntando en la dirección de hacer cualquier cosa menos cantar o actuar o ser un profesor de teatro que él determinó que la forma más estrecha para lograr esos sueños.

Pero si la universidad le ha enseñado algo, es que los sueños eran nada más que los subproductos de la inocencia adolescente - y no mucho más que eso. Y a medida que pasaba el tiempo, se encontró con que no lo tenía precisamente en mente. Era más fácil de encajar en la realidad jugando frente a él, para ser un espectador en lugar de un promotor.

Él odiaba tener que incluir a Eleanor en ese tipo de mentalidad.

Cuando llegó el momento de la verdad, a Louis le gustaba Eleanor. Era buena, era divertida, ella se reía de sus chistes, ella olía agradable, y ella era hermosa. Dios mío, que era hermosa. Y en un modo como todo el infierno. Y a pesar de todo, ella estaba realmente interesada en él cuando se conocieron en una fiesta durante su primer año. E incluso más improbable era cómo ella tenía la intención de mantener una amistad con él durante las semanas que siguieron. Le gustaba pasar tiempo con ella, y le gustaba que ella fuese una excusa para salir de su dormitorio y, de hecho hacer cosas con su vida, que no implicaban pasar cada hora del día con Liam ni un libro de texto. Así que casi tenía sentido cuando comenzaron a salir oficialmente.

Y habría sido perfecto, también, si tan solo él considerara que su relación fuera algo más que una casualidad. Él podría disfrutar de su afición por tomarse de la mano, y a él incluso le gustaría envolver un brazo alrededor de ella mientras caminan por el patio juntos mirando, como cualquier otra pareja. Pero los besos eran en un momento privado, e incluso de ese modo, Louis prefería que ese tiempo privado no se diese mucho. Después de todo el sexo era agotador y que era tiempo desperdiciado cuando podría hacer las cosas que prefería estar haciendo.

Como estudiar.

Y así, la culpa carcomía su cerebro otra vez esta tarde, cuando ella insistió en reunirse con él en la biblioteca cuando ella podía haber estado haciendo cualquier otra cosa – como salir con su grupo de amigos del cual comenzó a distanciarse cuando comenzaron a salir. Él secretamente esperaba que ella pudiese encontrar a alguien que mereciese su tiempo.

Y esperaba que tal vez encontrara a alguien que realmente podría estar emocionado de la forma en que él sólo ha oído hablar en las canciones o visto en las películas.

─Oye─ dijo Eleanor levantando la vista de su libro ─Tengo una idea─

Sin levantar la vista de su libro respondió; ─¿Si?─

─Si─ dijo ella cerrando su libro y esperando hasta que Louis le diera toda su atención.

Él se sentó y decidió que cuanto más rápido escuchase, más rápido seria capas de volver a determinar qué factor se asocia a menudo con a hipopotasemia durante un electrocardiograma.
─Esta bien, adelante ─

Ella se animó, evidentemente emocionada después de haber esperado toda la tarde, obviamente, para ejecutar esta idea junto a él.

─Una chica de mis clases -su nombre es Danielle- Bien, ella es bailarina─

─ Bien…─

─Y al parecer, las bailarinas están teniendo una fiesta esta noche en la casa.─

Louis arqueó la ceja. ─¿Las bailarinas tienen una casa?─

Eleanor se encogió de hombros─ supongo que es la casa de una de las chicas, de todos modos ese no es realmente el punto, ella me ha invitado a la fiesta y ella me dijo que llevara amigos─ Ella se inclino sobre la mesa y tomo una de las manos de Louis sobre las suyas ─ Y me encantaría que tú fueses conmigo─

Louis parpadeó, un poco sorprendido por el hecho de que los dedos de Eleanor se serpentearan a través de él. ─Pero, es domingo─

─Sí, pero no tenemos clase hasta el mediodía. Y podemos irnos temprano si tú estás realmente interesado en ella. ¡Pero realmente quiero ir! No hemos salido en siglos, y creo que podríamos esta vez.─

Las excusas invadieron la mente de Louis en ese momento, con Eleanor mirándolo expectante, como si la llave de su felicidad dependiera de la respuesta que él diese.

─Tengo este examen─ finalmente decidió, preparándose para el momento inevitable en que su cara cayera en un gesto sutil.─ Y es bastante largo, todavía no me siento adecuadamente listo─

─Pero tú dices eso antes de todos tus exámenes-…─

─Mira─, dijo Louis suavemente, palmeándole la mano tan afectuosamente como pudo. ─Yo no quiero que no vallas en mi nombre. Quiero que te diviertas. Así que por favor, vayan sin mí. Traigan algunos de sus amigos y salgan de noche de chicas o algo así. Y te prometo que el próximo fin de semana que no tenga una prueba para estudiar, soy todo tuyo. Cruza mi corazón. ─

Efectivamente, ella frunció el ceño. Pero asintió con la cabeza comprensivamente y de alguna manera, eso fue peor.

─Bien─ dijo ella, llevando su mano a los labios y le besó los nudillos.─ Pero es mejor que mantengas tu promesa, Louis Tomlinson. No voy a dejarte ir tan fácilmente la segunda vez. ─

─Soy un hombre de palabra─, dijo a la ligera ofreciendo una pequeña sonrisa.

Y se preguntó cuánto de esa afirmación sonaba a verdad.