Te amaré, por siempre. {JessicaBauza&ZaynMalik} Terminada.

-¿¡Qué mierda pasó!? –Gritó Liam. Mierda, ¡le daría un ataque al corazón cuando viera aquí! Me desperté exaltado, para darme cuenta, de que no era aquí, sino en la habitación de al lado, suspiré de alivio, qué habrá sucedido ahora.
-Jess, despierta… -Dije, zarandeándola un poco. –Sí Liam me encuentra aquí me acecina.
-Uhm, no importa, te he dicho que nos acecinará a ambos. –Sonrió con los ojos cerrados. –Ya vuelve a dormir. –Dijo. –No puedo creer que me hayas despertado, estaba teniendo el mejor sueño de todos. –Refunfuñó.
-¿Qué soñabas? –Pregunté divertido.
-Soñaba que besaba a Orlando Bloom en lo más alto de la torre Eiffel. –Dijo coqueta.
-¿Disculpa? ¿Con quién? –Fruncí el ceño.
-Oh sí, y no sabes lo bien que besa, sus labios son tan apetecibles…
-¿Con qué sus labios son apetecible, no? –Asintió. –Pero mis besos son mejores, lo apuesto. –Traté de no sonar tan celoso. Ella se carcajeo fuertemente.
-¡Celoso! –Dijo, mientras me tomaba por las mejillas, y comenzaba a plantar pequeños besos en mis labios. Se sentía realmente ¡preciosa! Sí, precioso se sentía tener sus labios junto a los míos. –Ya sabes que te quiero sólo a ti.
-¿Sólo a mí?
-Y a Orlando. –Volví a fruncir el ceño.
-Entonces, no te molestaría que hablara sobre Megan Fox? –Dije. –Hace unos días, soñé con ella, ¡dios! Es tan sensual, y sus ojos verdes ¡malditamente sexy!
-Yo también tengo ojos verdes. –Dijo, y rodó sus ojos. ¡Celosa! Sí, estaba celosa, perfecta y celosa.
-Por eso te quiero muchísimo más a ti. –Dije, tomando su cara para que volteara a verme. Y ahora repetía la acción que ella hacia hace unos minutos atrás, dar millones de besos en sus labios.
-¡Zayn! –Gritaron desde la puerta de la habitación. ¡Mierda, Liam!
-Deja que yo hable. –Susurró Jessica en mi oído. –Buen día, Liam.
-¿Qué hace él aquí, Jess? –Preguntó. Atrás de él, aparecieron los demás chicos supervisando la escena.
-¡Ves! Ellos han dormido juntos. –Señaló Kat, quien entraba a la habitación bruscamente, colocándose al lado de nuestra cama.
-¡No es cierto! –Chilló Jessica, para darle una mirada acecina a Kat. No podría aguantar tanto tiempo la risa. –Zayn llegó hace unos minutos, a darme los buenos días, ¿cierto Zayn? –Asentí, tratando de lucir lo más serio posible.
-Sí y por eso el sofá de Zayn está completamente arreglado. –Volvió a decir Kat. Jessica miró a Niall, buscando esperanzas en el rubio, para que callara a su novia.
-Kat, mi amor… Creo que deberíamos ir a tomar un poco de aire. –Sugirió Niall.
-¡No! Quiero ver que a ella le den el mismo sermón. –Decía Kat.
-No sé cómo es que la aguantan, amigos. –Le dijo Harry, dirigiéndose a Liam y Niall.
-Es cuestión de tiempo. –Rió Niall. Kat frunció el ceño.
-Bueno, si ustedes nos disculpan, Jessica y yo tenemos cosas que hablar. –Dije, tratando de echarlos.
-¡Oh Jessica, Te amo! –Me imitó Harry.
-No, mi amor. Yo te amo más Zayn. –Imitó Louis, la voz de Jessica. Todos estallamos en risas.
-Sólo les diré. –Decía Liam. –Que no quiero ser tío aún, y por nada del mundo tengan relaciones en un lugar donde nosotros los escuchemos, por favor. –Jessica se enrojeció completamente, mientras todos reían al verla, incluyéndome. Jessica le lanzó una almohada a Liam haciendo que le cayese en su cara, de ese modo fue que todos se largaron.
-Pensé que nos mataría. –Dijo ella.
-Y tú ibas a explotar de tanto rojo en tu cara. –Rió nerviosamente. –Algún día vamos a hacer el amor, princesa. –Aseguré.
-¿Hacer el amor? ¿No era sólo sexo como se le decía? –Preguntó.
-Bueno, también se le dice; Follar, fornicar…
-Zayn. –Me interrumpió Jessica. Estaba comenzando a irme por el lado incorrecto de la conversación.
-Lo siento. –Dije. –Pero lo que digo es que hacer el amor, es algo con pasión, entre dos personas que se quieren, que se unen para hacer de ellos uno, y atesorar ese momento por siempre, no es tan sólo sexo.
-Nunca pensé que un chico fuese a decir eso.



-¡Mamá, hemos llegado! –Gritó Kat, mientras depositábamos nuestros bolsos en el living.
-¿Por qué siempre tienes que gritar? –Preguntó Liam exasperado.
-Si no te gusta puedes taparte los oídos.
-Sería buena idea, para no tener que escucharte nuevamente. –Kat rodó los ojos, ante aquel comentario de Liam.
-Son tan inmaduros. –Añadí negando.
-Liam siempre comienza. –Se excusó Kat.
-Sí, Liam siempre tiene la culpa. –Se inculpo irónicamente Liam. –No es mi culpa que hayas perdido.
-¿Perdido? –Pregunté. Nadie contesto mi pregunta.
-¡Niños! –Dijo Karen, al vernos en los sofás. – ¿Cómo lo han pasado?
-Deberías preguntárselo a Jessica. –Dijo Kat. Volteé mi mirada, dejándola clavada en Kat.
-¿Algo de lo que me perdí? –Preguntó Karen.
-Sí, mamá has ganado la apuesta. –Dijo Liam.
-¡Santo dios! –Chilló Karen. –Lo sabía, ¡sabía que estarían juntos cuando regresaras! –Abrazó mi torso.
-Espera. –Me separé de ella. -¿También han apostado por Zayn y yo?
-Sí, y he perdido, ¡es injusto!
-Mala perdedora. –Jugueteó Karen. –Me debes diez euros.
-Vivo en una casa de locos. –Bromeé.
-¡Es la triste realidad! –Inquirió Liam; ambos reímos.


Miré a través de la ventana del balcón. El cielo se encontraba estrellado, no precisamente como ayer, pero lucía igualmente precioso. Me hinqué sobre la barandilla de hierro del balcón, para admirar aquel paisaje. Mi teléfono comenzó a sonar, me exalté por aquello, y corrí a contestar la llamada entrante.

-¿Aló? –Hable a través de la línea.
-Princesa. –Contestaron, sabía claramente quien era. – ¿Cómo estás? ¿Por qué no te has dormido? ¿Qué haces?
-Muchas preguntas a la vez. –Reí. –Estoy muy bien, ¿y tú? No lo sé, no tengo idea de qué hora es. Sólo estaba en el balcón, la noche esta preciosa.
-Bien, estoy bien. Son las once y cuarenta y tres, Jessica. Oh sí, hacía lo mismo.
-¿Once y cuarenta y tres? ¡Dios! Mejor me voy a dormir, no quiero que Karen me vacíe una cubeta.
-¡Espera! Aún no te vayas. –Suplicó. –Karen sólo hace eso el primer día.
-Zayn. –Lo llame. –Mañana nos veremos, no te preocupes, cariño.
-Sí, sí, lo sé. –Dijo. –De acuerdo, duerme muy bien, princesa. Te quiero.
-Descansa Zayn, te quiero. –Dije. –Nos vemos mañana. –Colgué.