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El significado de felicidad
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El significado de felicidad
por Bart Simpson Dom 06 Ene 2013, 2:22 am
¿Qué es “felicidad”?
Wikipedia la define como “un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas.”
¿Por qué la curiosidad de saber su significado? Bueno, digamos que todo comenzó cuando los cortes empezaron a llenar mis muñecas, cuando odiaba a todo el mundo por razones que ni yo podía explicar, cuando sentía que todas las oportunidades estaban prohibidas para mí cuando ni siquiera había intentado buscar una, cuando me odiaba y no me soportaba por ser como soy, cuando quería dejar de vivir en éste jodido mundo, cuando prefería dormir para no estar consciente de lo que pasaba a mi alrededor, desde ahí comenzó la curiosidad.
En esos tiempos no tenía problemas en casa, ni en la escuela, por lo que era un tanto desconocida la razón de mi sentir, tal vez simplemente no encontraba mi lugar en el mundo, o tal vez estaba tan aferrada al pasado que lo único que quería era quedarme ahí y ser miserable por siempre, mi madre me preguntaba de vez en cuando como me sentía y mis respuestas en todas esas preguntas siempre eran un “bien”, al igual que con cualquier persona que la hiciera. Es verdad que la más linda sonrisa puede esconder la tristeza más inmensa y bueno, sonreír para ocultar lo que sentía se me daba bien.
Por un tiempo dejé el tema tranquilo, pensé que si intentaba ignorar lo que sucedía simplemente todo estaría bien, lo hacía diario, iba a la escuela, prestaba atención a las clases, llegaba a casa, comía obligada por mi madre, prendía la computadora e ignoraba todo hasta que llegara la hora de dormir y ser feliz. Todo era una rutina, ir a la escuela, llegar a comer, perderme en la computadora y dormir, mas después de tanta rutina todo era aburrido y monótono, además de que seguía sintiéndome igual de inservible, horrenda y tonta.
Un jueves, de reunión familiar, si es que se le puede llamar así. Me encontraba sentada en la sala de mi abuela y aquellos fantasmas que me arrastraban a la miseria llegaron, sus pláticas eran sobre viajes, dinero, coches y cualquier cosa material, hasta que uno de ellos notó mi presencia y comenzó a reír, en cambio yo, gritaba mentalmente para no escuchar nada, pero es tan difícil hacerlo cuando las palabras entran a tus oídos como un cuchillo a un gran pedazo de carne.
Palabras como “fea”, “buena para nada”, “gorda”, “estúpida” son las responsables de terminar con muchas vidas, yo creía que me afectaban no tanto por lo que éstas significaban, sino por la forma en que las decían y más importante, quién las decía.
Salí corriendo escuchando risas de burla detrás de mí, me encerré en mi cuarto, me acosté sobre la cama y apreté los ojos, siempre había sabido que nadie ni nada merece mis lágrimas pero me fue difícil aguantarlas, mi cabeza dolía y sentía que me ahogaba, cuando mi “salvación” llegó a mí, un pequeño botiquín de primeros auxilios, lo abrí y ¡tada! Una jeringa, separé el embolo de la aguja y la encajé sin piedad en mi piel. Es complicado dar explicaciones del por qué las personas llegan a hacer cosas así, simplemente llegas a saberlo bien cuando lo experimentas, yo era de esas que decían que cortarse era una cosa estúpida y sólo los débiles lo hacían, pero me tragué mis propias palabras el día en que me ocurrió y puedo jurar que las sentí como espinas en mí garganta.
Las semanas pasaron y el tema de la felicidad volvió, estaba decidida a dejar todo lo que me hacía mal. Me acerqué con mi abuela intentando descubrir que es lo que pensaba ella acerca de esto.
- Hola abue –la miré y ella me miró al instante- quiero hacerle una pregunta
- ¿Qué pasó? –respondió prestándome atención-
- Para usted ¿Qué significa “felicidad”? –entrecerró los ojos y yo me sentí tonta-
- Pues, sentirme bien tal vez con un carro o una casa nueva –respondió sin rodeos-
Al parecer mi abue era un tanto materialista, decidí probar más con la pregunta por lo que me acerqué a mi mamá.
- ¡Ma! –dije para que me prestara atención- para ti ¿qué es felicidad? –me miró como si yo estuviera retrasada mental-
- Pues estar feliz –respondió obvia-
- Eso no me dice mucho –rodó los ojos-
- Me imagino que es sentirse bien ¿no? –asentí incitándola a continuar -
- ¿Qué crees que te haría sentirte bien? –pregunté una vez más-
- Una estufa nueva –sonrió y yo imité su acción-
Hace tiempo, creí que tener una cámara fotográfica me haría feliz, pero una vez que la obtuve, me sentí igual. También creí que una laptop me haría sentir mejor pero al obtenerla nada cambió. Sin más caminé hacia mi cuarto para encerrarme, pero al llegar a la sala me encontré con alguien, mi sobrina de siete años de edad, Abril. Me senté sobre el sillón mientras ella y otras dos niñas jugaban y se divertían dibujando sobre unas hojas de máquina. Ella me miró y sonrió, yo le dediqué una sonrisa un tanto melancólica. Abril se levantó del piso y caminó hacia mí.
- ¿Qué tienes tía? –preguntó con su aguda voz-
- Nada, tengo sueño –sonreí con falsedad- ¿podrías contestarme una pregunta?
- ¿Cuál?
- Para ti, ¿qué significa “felicidad”? –pregunté una vez más, Abril, dirigió la mirada hacia arriba como si estuviera pensando en la respuesta-
- Yo creo que es sentirse bien de tus sentimientos, como cuando tus papás te dicen que te quieren o cuando te sacas un diez en la escuela. ¿Por qué? –preguntó- ¿qué tienes? Te ves triste –me miró comprensiva-
- Me siento algo mal –respondí mirando hacia la nada- ¿Cómo puedo ser feliz? –pregunté sin darme cuenta del todo, la pregunta era más para mí que para ella y me sentí estúpida de hablar estas cosas con una niña de siete años-
- No sé, eso es algo que tú debes descubrir –la miré como esperando a que siguiera hablando- ¿estás triste por llaverito? –preguntó, hacía dos meses que mi perro había muerto y no niego que me afectó-
- Si, no lo puedo olvidar –fue lo único que pude decir, no le iba a decir a la niña que me sentía miserable y que básicamente me despedazaba las muñecas cada vez que la locura me invadía-
- Tía –su mirada se entristeció- él siempre está con nosotros y no tienes por qué olvidarlo, existe una gran diferencia entre olvidar y superar
Y fue así como supe que una niña de siete años era más inteligente y de mente abierta que yo, fue como entendí que no necesitaba olvidar las cosas para sentirme bien, sino superarlas. Entendí que no es necesario olvidar a mi abuelo fallecido, sino superar su muerte y mantener conmigo los momentos agradables que viví con él, entendí que las personas muchas veces dicen las cosas sin pensar en lo que éstas pueden causar, y aprendí a hacer oídos sordos a las palabras que no merecen ser escuchadas. Entendí que si quiero cambiar las cosas primero debo comenzar conmigo misma, a verme al espejo y empezar a querer a la persona que está reflejada, ver sus virtudes, sabiendo que también tiene defectos, al igual que todos. Pude al fin entender aquel dicho de “La belleza no es externa”, la belleza viene de tu forma de ser, no todo se trata de un cuerpo bonito y cara hermosa sino que es más que eso.
El camino fue muy duro, pero no imposible. Siempre me consideré una persona fea, tonta e inservible, pero descubrí que lo era porque los demás querían que me viera así y yo seguía de tonta aferrada a sus palabras, dándoles la razón sin siquiera pensar por mí misma, dañándome junto a ellos sin permitirme defenderme. Pienso que en ocasiones es necesario caer hasta el fondo para darte cuenta de la realidad y luchar por ti mismo, dejar de pensar un poco en los demás y apreciarte más. La vida es tan corta como para sufrir todo el tiempo sin siquiera permitirte luchar para ser feliz, deseo compartir un poco de mi historia para que cualquier persona que haya sentido que no sirve para nada, o que se siente horrible, entre otras muchas cosas, abra los ojos y vea las maravillas que la vida trae, es necesario ser fuerte y no rendirse a mitad del camino porque las cosas por las que más luchamos, son las que más llegamos a disfrutar en el futuro.
ÁMATE, VALÓRATE Y SOBRE TODO… SE FELIZ.
Bart Simpson
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