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Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
Nombre: Private relations
Autor: Nancy W.
Adaptación: Sí,
Género: Drama, Hot & Romance...
Advertencias: es algo EROTICA :twisted:
Otras páginas: Nop
Argumento:
¿Podrían separar la realidad de la fantasía cuando aquel fin de semana llegara a su fin?
La directora de relaciones públicas (_Tn) Prestcott había puesto todo su empeño en promocionar aquel hotel erótico que se dedicaba a satisfacer todos los sentidos de sus clientes, y para ello había organizado un apasionante concurso… pero entonces tuvo que dar la bienvenida al ganador. El sexy Joe Jonas, que ahora se alojaba en la mejor suite del hotel, era el mismo hombre que la había dejado abandonada en el altar tres años antes.
Joe estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de recuperar a (_Tn); se había atrevido incluso a poner por escrito sus fantasías más secretas para que ella pudiera leerlas… y ponerlas en práctica.
_______________________________________________________________________________________________________
hola aqui estoy Yop de nuevo con otra estupenda historia espero q les guste mucho y las atrape hasta el final xD
ya mismo coloco el primer capitulo completo para q se enamoren de la nove, nos leeremos pronto vale ;)
Autor: Nancy W.
Adaptación: Sí,
Género: Drama, Hot & Romance...
Advertencias: es algo EROTICA :twisted:
Otras páginas: Nop
Argumento:
¿Podrían separar la realidad de la fantasía cuando aquel fin de semana llegara a su fin?
La directora de relaciones públicas (_Tn) Prestcott había puesto todo su empeño en promocionar aquel hotel erótico que se dedicaba a satisfacer todos los sentidos de sus clientes, y para ello había organizado un apasionante concurso… pero entonces tuvo que dar la bienvenida al ganador. El sexy Joe Jonas, que ahora se alojaba en la mejor suite del hotel, era el mismo hombre que la había dejado abandonada en el altar tres años antes.
Joe estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de recuperar a (_Tn); se había atrevido incluso a poner por escrito sus fantasías más secretas para que ella pudiera leerlas… y ponerlas en práctica.
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hola aqui estoy Yop de nuevo con otra estupenda historia espero q les guste mucho y las atrape hasta el final xD
ya mismo coloco el primer capitulo completo para q se enamoren de la nove, nos leeremos pronto vale ;)
Última edición por ElitzJb el Jue 16 Mayo 2013, 6:36 pm, editado 1 vez
ElitzJb
Re: Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
Capítulo 1
Parte 1
(_Tn) Prescott cruzó el vestíbulo del hotel Hush con los dos elementos básicos de su trabajo: su móvil, en ese momento pegado a la oreja, y su sonrisa resuelta, en ese momento dibujada en sus labios.
Como relaciones públicas del hotel de lujo más de moda de todo Manhattan, (_Tn) se pasaba mucho tiempo al teléfono y había perfeccionado aquella sonrisa. Daba lo mismo lo que estuviera pasando entre bambalinas; ella blandía ese gesto como un escudo; como un arma o una cortina de humo.
Una columnista de los ecos de sociedad había dicho en una ocasión que (_Tn) Prescott era «la equivalente humana de esas caras amarillas sonrientes que inundaban los correos electrónicos sin parar». Pero en lugar de molestarse, ella se había reído y había empezado a coleccionar cualquier cosa donde apareciera una de esas caras sonrientes.
—Las flores del vestíbulo no están tan frescas como yo quisiera —le había dicho a uno de las floristas de más renombre de Manhattan, que acabaría vendiendo margaritas en una feria del campo si (_Tn) le contaba a alguien que no estaba contenta con sus flores; y él lo sabía.
Pues que se fastidiara. (_Tn) no veía excusa alguna para que uno no ofreciera siempre el mejor producto. ¿Si uno no poseía ambición, creatividad y habilidades para la organización, por qué meterse en negocios?
El vestíbulo de estilo art decó era tan glorioso que el leve desmayo de las aves del paraíso de los arreglos florales de ese día la irritaba tremendamente. Mientras que reprendía para sus adentros al florista, mentalmente repasaba algunas ideas para la gran promoción que estaba planeando para la presentación de la línea de otoño de la joyería RAJ. Era un espectáculo elegante y prestigioso que (_Tn) había trabajado mucho para conseguir, y estaba empeñada en que todo tuviera un resultado tan espectacular que la empresa automáticamente contratara al Hush para todas sus exclusivas fiestas.
Como si su cerebro tuviera un programa de Power Point, en su mente apareció un elefante en una diapositiva a todo color; ¿porque, qué mejor manera de hacer una entrada triunfal para los mejores zafiros y rubíes de la India que con un elefante indio transportando al maharajá y el cofre del tesoro?
Sí, eso podría resultar maravilloso... ¿Pero dónde iba a encontrar un elefante en Manhattan? ¿Y se podría sacar a un elefante de su hogar habitual, o tendría que ponerle un pañal tamaño gigante?
Soñar era su gran lema, y a lo mejor sus sueños eran a veces algo exagerados. Como esa escena de la Amazonia que había recreado en su último proyecto para promocionar un nuevo café sudamericano con un certificado de comercio equitativo. Cada liana, cada árbol y cada arbusto había estado en su sitio; había pedido prestados varios loros amaestrados de una tienda de animales para colocarlos en las ramas de los árboles.
Incluso había conseguido montar un lago artificial con cocodrilos de verdad. La música de salsa y las deliciosas especialidades de la cocina del sur del continente no habían faltado; y un aroma exquisito a café había perfumado el ambiente.
¿Cómo iba a haber sabido ella que los cocodrilos tratarían de tomarse de aperitivo a los loros, que no parecían saber volar, y que entonces la barrera cedería y los cocodrilos accederían al atestado salón donde se estaba celebrando el cóctel?
Mientras el funesto recuerdo la asaltaba, el elefante en su presentación mental de Power Point desaparecía como si su disco duro interno se hubiera estropeado.
Cancelaría el elefante.
—Estoy diciendo que las flores no están tan frescas como esperaba —añadió, continuando con su discusión por el móvil con el arrogante y cretino del florista.
—¿Si pide aves del paraíso y no es la época, qué espera?
—Espero que estén tan frescas como perfectas. Pago por eso.
No habló en mal tono ni gritó; la sonrisa no abandonó sus labios, aunque el florista no pudiera verla. Agradable. Siempre era agradable y amigable, pero nunca se conformaba con nada que no fuera lo mejor. Así era como uno conseguía lo que quería.
Pasó por la mesa de recepción y saludó con la mano a la recepcionista de cabello rosa que estaba ayudando a una pareja a reservar unas entradas para una obra de Broadway. Un hombre de negocios de aspecto próspero leía The Wall Street Journal sentado en una de las sillas verde agua mientras su mucho más joven acompañante femenina ojeaba un libro de arte erótico de la biblioteca del Hush. Una relación condenada desde el principio.
Un solitario camarero abrillantaba copas en el bar Erotique, preparándose para los clientes que llegarían antes del almuerzo.
La puerta de cristal emplomado de la entrada se abrió y una mujer con un abrigo de pieles de imitación y tacones de aguja que repiqueteaban en el suelo accedió al vestíbulo. Uno de los porteros uniformados de negro la seguía con su juego de maletas de Louis Vuitton a la zaga, y (_Tn) se dio cuenta de que la elección de las pieles de imitación era simplemente de índole ético más que económico. Con vaguedad se preguntó con quién habría quedado la mujer y si llevaba algo puesto debajo del abrigo.
Llegado ese momento, (_Tn) le había sacado un malhumorado «veré lo que puedo hacer» al florista.
—Sería estupendo que fuera hoy —dijo ella con su alegría habitual, y terminó la llamada cuando llegó al ascensor, en el que se montó para ir a la planta baja, donde la dueña del hotel, Piper Devon, tenía su despacho. De su maletín, (_Tn) sacó el fajo de solicitudes para el concurso Fin de Semana de Ensueño del Hush que había recibido. Frunció el ceño ligeramente cuando se abrieron las puertas del ascensor. Lo del concurso había sido idea suya, su proyecto más estimado; y por ello le extrañaba que Piper insistiera en implicarse. ¿Sería que aquellos malditos cocodrilos todavía acechaban su carrera profesional?
Empeñada en que nada empañara el éxito de aquel proyecto, ni del Hush, ya que sabía lo importante que era la empresa para Piper, decidió mostrarse agradecida de que la dueña del hotel fuera a ayudarla a elegir al primer ganador del Fin de Semana de Ensueño.
Saludó a Angela Portero, la secretaria de Piper, que le hizo un gesto con la mano para que pasara al despacho de su jefa.
Entró con naturalidad y se encontró a su vieja amiga y nueva jefa de pie. Piper era tan espectacular como una estrella de cine, y para aquéllos que no la conocieran podría dar la impresión de vana y hedonista; pero (_Tn) la conocía hacia muchos años y jamás había cometido el error de juzgarla así. Piper estaba mirando fijamente los esbozos del arquitecto como una madre miraría a un recién nacido.
—¿Aún no puedes creer que lo hayas conseguido? —le preguntó (_Tn) en tono suave.
Piper se dio la vuelta y se echó a reír.
—Te lo juro, a veces me despierto a media noche y pienso que acabo de soñar la locura de abrir una boutique erótica en el hotel.
—Sí, bueno, pues yo tengo a algunas personas que sueñan con hospedarse aquí.
—Uh —chilló Piper, iluminándosele la mirada—. ¿Tienes las solicitudes?
A Piper se la veía tan emocionada que (_Tn) descartó inmediatamente sus suposiciones anteriores de que su jefa fuera a estar detrás de ella todo el tiempo. Era evidente que la mujer estaba muy emocionada por la promoción y quería participar en el proyecto, por muy pequeña que fuera su participación.
—Sí. Eliminé las solicitudes de los que eran tan babosos que te habrían provocado náuseas. Aquí está el resto de los concursantes para el Fin de Semana de Ensueño. Algunos son hombres y otros mujeres.
—Estupendo —dijo Piper mientras se acercaba a una asiento en tono crema y se sentaba junto a Eartha (_Tn)ty. La gata del hotel se enroscó en un rincón; llevaba un collar brillante de color rosa.. Cuando el cojín del sofá se hundió al sentarse las dos mujeres, abrió uno de sus adormilados ojos verdes para cerrarlo de nuevo al momento siguiente.
(_Tn) dejó el montón de participaciones sobre la mesa.
Por supuesto, las había leído todas ya, y estaba claro que ella ya había hecho su selección. Si no podía confiar en todas sus habilidades de persuasión para convencer a Piper de que tomara la misma decisión que ella, entonces tendría que abandonar su carrera de relaciones públicas.
Ante la insistencia de Piper, las participaciones eran anónimas. A (_Tn) le había parecido ridículo, pero Piper era una perfeccionista, y ella era la jefa; así que todas las participaciones le habían llegado a la secretaria de Piper, que las había numerado y enviado a (_Tn). Naturalmente, Angela había indicado si el participante era hombre o mujer. ya que parte del plan era que un anfitrión o anfitriona hiciera de aquel fin de semana con todos los gastos pagados una ocasión memorable.
La selección de los anfitriones había sido estricta. No quería nada abyecto en el asunto, y a propósito había preferido utilizar los términos anfitrión/anfitriona en lugar de acompañante. Todas las elegidas eran personas atractivas e interesantes a quienes les encantaba Manhattan y se lo conocían como la palma de la mano. Los anfitriones, muchos de los cuales eran personas que ella conocía, disfrutarían de un fin de semana fantástico, incluida su propia habitación del hotel, y un abultado cheque al final de la semana.
Todos estaban solteros y ninguno salía con nadie en exclusividad. Aunque el sexo no era de ningún modo parte del paquete, no podía pasarse por alto que el Hush era un paraíso de sensualidad, y a veces las personas se sentían atraídas. (_Tn) no quería ningún corazón roto como resultado de una de sus promociones.
Ella misma ya lo había sufrido en sus carnes, y nadie sabía mejor que ella lo doloroso que podía ser. En su caso, el evento que tan meticulosamente había organizado y que tan mal había terminado había sido su propia boda. Con un leve estremecimiento se volvió hacia el montón de hojas que Piper estaba hojeando con la emoción de quien tuviera delante una caja de bombones suizos y no supiera en cuál hincar el diente primero.
—No sé por dónde empezar —dijo Piper mientras le pasaba las hojas—. ¿Por qué no las lees en voz alta?
—Algunas de ellas son un poco... íntimas —dijo (_Tn), pensando en la que había elegido para el ganador del primer fin de semana y en cómo sus palabras la habían trastornado.
El número veinticuatro le había parecido la participación de un hombre al que no le importaría conocer. A decir verdad, ya había decidido que cuando llegara a reclamar su premio, se quedaría en el hotel un rato para presentarse.
—¿Y si nos turnamos para leerlas en voz alta? Así podremos hablar de ellas.
—De acuerdo —esparció las hojas sobre la mesa y sonrió a su amiga de toda la vida—. Tú eres la chica de compañía experimentada. Tú primero —Piper era en el presente una respetable hotelera enamorada de un hombre honrado y muy feliz con su recién encontrada estabilidad, pero su pasado de chica mala siempre sería parte de ella. Y del Hush.
—Bien —Piper pasó la uña perfectamente pintada sobre las hojas y escogió una—. Ésta es de una mujer. De acuerdo. ¿Cuál es su fantasía? —Piper levantó la vista—. Recuérdame qué tenían que hacer.
—En doscientas palabras máximo tenían que describir una fantasía que les gustaría satisfacer hospedados en el Hush, el sensual hotel de lujo de Manhattan —recitó de la solicitud de participación que habían anunciado en los periódicos nacionales, en revistas y en programas de radio.
—«Mi fantasía —leyó Piper— es pasar el fin de semana entero desnuda» —levantó la vista—. ¿No habías dicho que habías eliminado a los locos? En el Hush somos bastante abiertos, pero no puedo permitir que la gente nos vea como una colonia nudista.
ElitzJb
Re: Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
Capitulo 1
Parte 2
—Sigue leyendo.
Piper lo hizo con gesto de incredulidad.
—«Me gustaría dormir desnuda entre las sábanas más finas, despertarme desnuda y pedir al servicio de habitaciones. Naturalmente, me pondría una bata para recibir al camarero, pero debajo de la bata estaría desnuda. Él lo sabría y yo lo sabría» —Piper dejó la página a la derecha de la mesa—. Estupendo. Esta chica quiere pasearse como su madre la trajo al mundo y hacérselo con los camareros de piso; voy a ponerla en el montón de los que voy a eliminar —se volvió hacia (_Tn) y se recostó en el sofá—. Sigue tú.
(_Tn) vio el número veinticuatro en medio del abanico de papeles, pero se refrenó de seleccionarlo. Quería que Piper sacara ese para poder ella escoger otro.
—Ésta es de un hombre —dijo antes de empezar a leer—. «Mi fantasía es encontrar a esa mujer tan especial para hacer el amor lenta y apasionadamente sobre una alfombra de oso delante de la chimenea» —(_Tn) levantó la vista—. ¿Continúo?
—John el Trampero no sólo no debería salir de los Apalaches, sino que no tiene ni una pizca de imaginación. ¿Una piel de oso? —Piper negó con la cabeza—. Mándalo de vuelta a los ochenta. Vaya, espero que el resto sea un poco mejor.
Y lo fueron. Algunos deseaban masoquismo, otros exhibicionismo. Un tipo muy dinámico deseaba practicar el sexo en cada habitación del hotel, pero tenía una visión del sexo tan divertida y sensual que lo pusieron en el montón de los admitidos.
Una comediante que fantaseaba con ser Cenicienta las hizo reír con su ingeniosa y al mismo tiempo sincera participación, de modo que la colocaron en el montón de los admitidos. Sin duda sería una de los cuatro ganadores de un fin de semana de los cuatro que había en aquel mes de promoción; pero (_Tn) esperaba que el número veinticuatro consiguiera el premio más especial de todos, que era el primer fin de semana.
A medida que el montón de solicitudes disminuía, las del montón de solicitantes admitidos no llegaba a la media docena, mientras que el otro era mucho más grande. (_Tn) estaba deseando poder leer su solicitud favorita, pero se contuvo para que fuera Piper quien la leyera.
Piper escogió la solicitud número setenta y dos, que era de una mujer cuya fantasía era simplemente sentirse mimada, lejos del trabajo y de todas las demás distracciones. Quería encerrarse en una suite de lujo, no tener que cocinar y que la dejaran en paz para relajarse.
—Bueno, me identifico con esa fantasía totalmente —reconoció Piper cuando dejó de leer.
—Y yo —concedió (_Tn).
—¿Desde cuándo nos hemos vuelto tan adictas al trabajo, (_Tn)? —le preguntó Piper con una sonrisa—. Bueno, para mí fue cuando decidí quedarme con mi chico y abrir mi propio hotel —se echó a reír—. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida.
—Desde luego que sí —dijo (_Tn), que suspiró al pensar en su tendencia a matarse a trabajar—. Siempre he sido una persona con mucho ímpetu.
—Pero has empeorado desde el día de tu boda —le dijo Piper en tono suave.
—Voy a leer la última —respondió (_Tn), que finalmente tomó la solicitud número veinticuatro.
—Nunca hablas de él —insistió Piper.
Se conocían hacía demasiado tiempo como para fingir que no sabía a quién se refería Piper. Los tres habían ido juntos a la facultad: Piper, la chica que había nacido entre algodones pero que había sufrido mucho en su infancia; (_Tn), la ambiciosa, la que había conseguido la beca para seguir estudiando; y Joe , el encantador y atlético licenciado en empresariales que ella había amado y con quien había planeado casarse.
—Jamás pienso en los errores pasados. He seguido adelante. Si hablara de él, le daría importancia en mi vida, y él no tiene ninguna en estos momentos.
Bajó la cabeza para centrar su atención en la solicitud que tenía en la mano y empezó a leer:
—«Hush. Oigo esa palabra y pienso en la noche que cae, compartiendo secretos susurrados, haciendo el amor pausada e íntimamente mientras el resto del mundo duerme; y después la respiración callada de una mujer bien amada durmiendo a mi lado en la noche. ¿Qué secretos le susurraría al oído? ¿Qué fantasías compartiría? Sería ésta: la mujer con la que sueño se siente tan segura de su sexualidad, tan segura de su poder, que no teme descontrolarse totalmente por el hombre en quien confía, o tomar el mando si ése es su deseo.
»Imagino a esta mujer entrando en mi habitación del hotel con un elegante vestido negro y unos zapatos de tacón alto que estilizan sus piernas largas y sedosas. Lleva el cabello recogido. Va arreglada como si fuera a una cena elegante. Cuando entra, no dice ni palabra y señala una silla. Yo me siento en ella y observo.
La habitación tiene varios espejos. Ella no se mira en ninguno, sino que me mira a mí. Sin embargo, yo la veo reflejada por todos los lados. Entonces ella se baja la cremallera del vestido despacio, muy despacio; se lo quita y deja al descubierto su ropa interior negra: un tanga, un sujetador semitransparente, medias y liguero. Ella me provoca desvistiéndose despacio, de tal modo que se va revelando ante mí poco a poco; y todos esos reflejos me vuelven loco. Si trato de levantarme e ir hacia ella, ella se detiene y niega con la cabeza. Me dice que no. Que todavía no.
»Apenas soy capaz de estarme quieto en la silla. Me gustaría que ella me atara a la silla para no tener que controlarme, pero no lo hace. Me inmoviliza con una mirada. La veo, la huelo y estoy deseoso de tocarla, de probarla y de tomarla.
»Está casi desnuda, pero todavía lleva esa ropa interior tan sexy cuando se acerca y se sienta a horcajadas encima de mí. «Sí», me digo para mis adentros. Por fin. Me desata el nudo de la corbata, me la quita del cuello y entonces, antes de saber lo que tiene en mente, me la coloca sobre los ojos y me la ata a la cabeza.
(_Tn) tuvo que pararse a tomar aire. Sentía escalofríos que le recorrían todo el cuerpo y tuvo que dar un trago de agua de la botella que Piper tenía en la mesa.
—«Yo le digo que no. Quiero verla, pero ella sólo se echa a reír, entonces me toma las manos y deja que la toque. Me deja que le quite el sujetador, y me está matando porque no puedo verla. Siento que conozco a esa mujer de toda la vida, aunque nunca la he visto. Le acaricio la piel y siento el calor que desprende, la toco íntimamente y sé que ella me desea. ¿Me dejará amarla? No lo sé. Estoy en una agonía, pero depende de ella».
Cuando terminó de leer, (_Tn) sentía un calor incontrolable que se extendía por sus partes íntimas. Miró a Piper.
—Ésas son más de doscientas palabras —fue lo que le dijo la otra.
Y de pronto estaban muertas de risa, como las estudiantes que habían sido cuando se habían conocido.
—No me lo puedo creer. Suena demasiado atractivo —dijo (_Tn) finalmente.
—Me ha puesto —dijo Piper.
—¿Entonces?
Piper lo pensó un momento, con la cabeza ladeada.
—La actriz cómica con la fantasía de Cenicienta me suena más bien a una fantasía de adolescente.
—Mientras que el hombre está más en consonancia con el concepto de los caprichos eróticos del Hush — (_Tn) suspiró—. La anfitriona no tiene por qué satisfacer su fantasía, por supuesto, pero creo que es la clase de cliente que queremos para nuestro hotel. Es sensual y no tiene miedo a demostrarlo. Está claro que le gustan mucho las mujeres, y que no le importa que tomen la iniciativa —se echó a reír—. Me gustaría que hubiera más hombres así.
Piper la miró largamente.
—De acuerdo. Entiendo lo que dices —asintió con dinamismo—. Creo que acabamos de encontrar a nuestro primer ganador. Díselo a Angela. Lo preparará todo.
(_Tn) asintió y anotó algo en una carpeta roja. Francamente, quería saber lo que ocurriría después en la fantasía del señor Veinticuatro.
ElitzJb
Re: Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
ESTOY EN ESTA NOVEEE CONTIGOO!:DDDDDDD SIGUELaaa!:3
AniitaRP4
Re: Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
Soy nueva lectora !! Dios mío suena tan genial q estoy esperando con ansias el sig CAP!!!!! Síguela pronto, no nos vayas a dejar asiiiiiii!!!!!!
kenyajonasgrey
Re: Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
hola mis chicas BIENVENIDAS :hug: a todas es un placer volverlas a tener por otras de mis noves ....
gracias x los comentarios y ya mismo colocare el capitulo 2 okis se que les encantara la historia, se les quiere y q tengan buenas noches ... xD
gracias x los comentarios y ya mismo colocare el capitulo 2 okis se que les encantara la historia, se les quiere y q tengan buenas noches ... xD
ElitzJb
Re: Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
Capítulo 2
1/2
Parte Uno
Joe Jonas sintió una sensación poco habitual en el estómago al apretar los botones para marcar un número de móvil. Tardó un momento en darse cuenta de que estaba nervioso. Estaba de pie en la estación Grand Central rodeado del bullicio de la gente que se movía de un lado al otro y de los ruidos por doquier. Había quedado a almorzar con un cliente en el Oyster Bar, pero primero tenía que hacer una llamada.
—¿Y bien? —le preguntó cuando la mujer que estaba llamando se identificó.
—Si vuelves a hacerle daño, te juro que iré a por ti, te cortaré los huevos y se los daré de comida a mi gato.
—Lo has hecho entonces —dijo él, apoyándose con alivio sobre uno de los pilares de mármol.
—Lo he hecho —dijo ella—. Y será mejor que no te equivoques esta vez.
Ella colgó sin más, antes de darle tiempo a contestar.
Cada vez más contento, Joe entró en el Oyster Bar y vio al hombre con quien había quedado tomándose una ginebra con tónica con un solo trozo de hielo.
—¿Llego tarde? —le preguntó mientras le daba la mano a Giles Pendleton mientras el otro se levantaba para saludarlo.
—En absoluto. Soy yo quien ha llegado temprano. Pareces muy contento. ¿Está acaso a punto de firmar algún negocio con un cliente importante?
—No, estoy tratando de cortejar a una mujer.
El otro arqueó las cejas.
—No será una proposición imposible, supongo. A mí se me antoja como un buen partido.
—Gracias, Giles. Pero esta mujer va a ser un desafío.
—¿Por qué? ¿Acaso la has arruinado?
—No. Le he roto el corazón.
—Qué dramático.
—Créeme, así fue. La dejé plantada en el altar el día de nuestra boda.
Giles bajó el vaso despacio y lo miró con gesto hosco.
—Nunca se me habría ocurrido que pudieras ser un canalla.
Él se encogió al oír la palabra. Tal vez fuera una palabra anticuada, pero había dado en el blanco con ella.
—Me entró miedo, Giles. Estaba de camino a la iglesia y no sé cómo se me pasó el desvío. Supuse que podría girar en al intersección siguiente. Tres estados más allá, me di cuenta de que no iba a volver.
Giles se echó hacia atrás con gesto elegante y divertido al mismo tiempo, como sólo los británicos eran capaces de hacer.
—¿Y crees que tienes esperanzas con esa mujer?
—No —hizo una pausa para pedirse un Martini, y cuando el camarero se hubo marchado continuó—. Pero últimamente he estado pensando mucho en que me gustaría verla en persona. Para disculparme.
—¿No habrás empezado uno de esos programas de doce etapas que tanto gustan a los americanos en los que una persona quiere encontrar a todas las personas a las que les ha hecho daño en su vida y avergüenza a todo el mundo haciendo las paces entre lágrimas?
Joe se echó a reír aunque no tenía ganas. Giles era veinte años mayor que él, inmensamente rico y discretamente gay. Con tan pocas cosas en común, le extrañaba muchísimo que se hubieran hecho y continuaran siendo tan buenos amigos.
—No. Sólo siento que es algo que debo hacer.
Giles sacó un billete de cien dólares de una delgada cartera y lo dejó sobre la mesa.
—El billete de cien dólares dice que ella se niega a verte.
Joe sonrió y empujó el billete en dirección a su compañero de almuerzo.
—No puedo aceptar tu dinero, Giles. La reunión ya ha comenzado.
—Qué poco espíritu por parte de la dama —dijo Giles mientras sacudía la cabeza y se guardaba el billete en la cartera.
—Oh, no del todo. No tiene ni idea de que va a volver a verme.
—Bueno —dijo Giles alzando la copa—. Menuda sorpresa agradable que se va a llevar entonces.
—¿Qué quieres decir con que Cassie no ha aparecido todavía? —dijo (_Tn) al teléfono, y aunque no gritó sintió la tentación de hacerlo—. Confirmé con ella esta mañana que sería la anfitriona durante nuestro primer fin de semana de concurso. Éste es el sueño de cualquier actriz. Ella consigue que la fotografíen, que la vean en los mejores sitios. Será noticia, por no decir que le pagaremos lo suficiente por el fin de semana como para pagarle el próximo trimestre en la academia de rodaje. ¿Qué más quiere?
—Pues hay otra noticia peor.
Helen, la jefa de recepción, había llamado a (_Tn) en persona. Todo el mundo sabía lo importante que podía ser esta promoción.
—¿El hotel está en llamas?
Lo había dicho con sarcasmo, por supuesto, pero la idea de pronto le pareció ciertamente atractiva.
De producirse un desastre, nadie se daría cuenta de que su primer gran evento para el Hush desde la inauguración se estaba desmoronando. Además de su carrera profesional.
—El ganador del primer Fin de Semana de Ensueño ha llegado ya.
—Ah, estupendo.
Miró su reloj con la esfera de una de esas caras sonrientes y por una vez no sintió tantas ganas de sonreír.
—No debería llegar hasta dentro de una hora.
—Bueno, no podíamos echarlo. Además, es una monada. Si necesitas una voluntaria para ocupar el lugar de Cassie...
—No. Gracias. Eso lo tengo cubierto.
Apoyó la rodilla en la silla del ordenador, apretó una tecla y empezó a buscar a una candidata perfecta en una ajetreada tarde de viernes.
—¿Cómo te va?
Normalmente (_Tn) habría estado encantada de ver a Piper, pero no en ese momento en el que de pronto lo veía todo negro.
—Estupendo —dijo con una sonrisa falsa en los labios mientras se daba la vuelta.
—Excelente. ¿Todo listo para el soltero de ensueño?
A algunas personas (_Tn) podía mentirles si tenía que hacerlo; pero resultaba que Piper no era una de ellas.
—Ya ha llegado.
—Estupendo. ¿Y Cassie y él, se han gustado?
En el silencio que siguió se oía el zumbido del ordenador de (_Tn), y el ruido de la sangre golpeándola en los oídos. Finalmente cedió y se derrumbó.
—Cassie ha desaparecido. ¡Ha desaparecido, Piper!
—¿Cómo? —Piper abrió los ojos como platos y negó con la cabeza, sin poder dar crédito a lo que oía—. ¿Dónde está? ¿Qué ha pasado?
—No lo sé. Esta mañana la llamé para confirmarlo, pero después no se ha presentado. Nadie sabe dónde está.
(_Tn) frunció el ceño.
—Tal vez le haya pasado algo.
—Tal vez.
—¿Y qué vamos a hacer?
Piper pocas veces hablaba como la niña mimada que había sido, pero en ese momento lo hizo. (_Tn) se dio la vuelta, sorprendida; pero Piper no estaba mirándola, sino que estaba rebuscando algo en su bolso.
—Estoy tratando de...
—Ahora mismo voy a llamar a unas cuantas amigas. Esto es una locura. ¿Qué hombre podría desear un fin de semana de ensueño a solas? ¡Seremos el hazmerreír de toda la ciudad!
(_Tn) observó horrorizada cómo su amiga Piper sacaba su móvil. Con las amigas de Piper, una nunca podía estar segura. ¿Además, quién iba a estar disponible un viernes a las cinco de la tarde?
A no ser que fueran inadaptados sociales, o adictos al trabajo, como ella.
—¿A quién estás llamando?
—A Mimsy. Desde que rompió por última vez, ha estado muy desanimada. Esto la animará.
—Mimsy está en rehabilitación.
—¿No te lo he contado? Salió el miércoles. Y creo que está lista para salir a celebrarlo.
Mimsy. No, Dios. Lo único peor que Mimsy antes de entrar en rehabilitación era Mimsy nada más salir de rehabilitación. Cualquier cosa le parecería mejor que eso.
—Guarda el teléfono —le dijo a Piper con más inquietud de la que hubiera deseado—. Ya tengo una sustituta.
Piper la miró, pero no guardó el móvil.
—¿Quién?
(_Tn) aspiró hondo.
—Yo. Como directora de relaciones públicas, es mi responsabilidad.
Además, cuando había dejado de estrangular a Cassie con el pensamiento, se le había ocurrido lo mucho que le había gustado aquel hombre por carta. Tal vez no sería tan duro trabajar ese fin de semana.
Piper no parecía muy entusiasmada.
—Pero tú no eres una chica de compañía.
—No buscamos a una chica de compañía, sino a una anfitriona para acompañar y mostrar. Una persona interesante y divertida que conozca Manhattan.
—¿Y te vas a poner ese traje sastre para la cena íntima de esta noche en el restaurante?
Maldita sea. The Times había prometido enviar a un fotógrafo para captar al ganador disfrutando de una espléndida cena en el Amuse Bouche. Una publicidad de esa clase no era fácil de conseguir.
—Pues claro que no. Bajaré a la boutique y escogeré algo.
Piper asintió.
—Muy bien. Es un buen plan —miró a (_Tn) de arriba abajo—. Tú sales mucho por la ciudad, conoces a todo el mundo, tu nombre aparece en los ecos de sociedad. Pensándolo bien, es una idea perfecta.
—Bien, entonces voy a buscar un vestido.
—Voy contigo.
—¿Por qué?
—Porque tengo muy buen gusto con la ropa, y esto se cargará en mi cuenta.
En una de sus valientes genialidades, Piper había contratado los servicios de varios diseñadores de moda para decorar el interior de las suites de lujo. Y por supuesto Piper, siendo Piper, se había asegurado de que la exclusiva boutique del vestíbulo vendiera ropa de esos mismos diseñadores.
—Tu ganador del fin de semana está en la Suite Carnaby, ¿verdad? —dijo Piper mientras miraba a su alrededor en la boutique un rato después—. Stella McCartney diseñó esa suite. Toma, pruébate esto —y con su habitual lógica de cabra loca, le pasó a (_Tn) un vestido de Stella McCartney.
—Ya está. Ahora irás a juego con el decorado.
—No puedo creer que te gastes tanto dinero para hacer de mí un accesorio de una habitación —dijo (_Tn) mientras se ponía el sugerente traje de noche turquesa con lunares en azul añil.
—Vuélvete, vuélvete —dijo Piper, observándola con ojo crítico mientras la otra obedecía—. Excelente. Un par de zapatos y un bolso y nos vamos de aquí.
Pero las tonterías no terminaron allí. Piper insistió en llevarse a (_Tn) a su suite para maquillarla ella misma.
—Déjalo; yo no uso tanto maquillaje como tú — dijo (_Tn) adelantando la mano para impedir el progreso de lo que parecía un pequeño cepillo cargado de algo oscuro que parecía dirigido a sus párpados.
—Piensa en tu fotografía en The Times. ¿Quieres aparecer derrengada y cansada? ¿Quién quieres ser, Gwyneth Paltrow el día que dio a luz, o Gwyneth en el estreno de una película?
—De acuerdo, de acuerdo —dijo (_Tn), pensando que sería mejor dejar que Piper se saliera con la suya y reconociendo para sus adentros que maquillada tendría mejor aspecto si salía fotografiada en un periódico o en una revista—. Hay que ver los sacrificios que tengo que hacer por ti.
En cuanto remató el conjunto aplicándole un carmín rosa profundo, le quitó los rulos calientes que le había puesto en la cabeza y le cepilló el cabello.
—Preciosa —dijo Piper.
Y cuando (_Tn) se miró al espejo de la coqueta de Piper tuvo que reconocer que estaba muy... sexy.
Piper le retiró la enorme toalla de los hombros y le pasó su bolso rosa fucsia y sus zapatos a juego.
ElitzJb
Re: Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
Capítulo 2
2/2
Parte Dos
[size=18]Después de mirarla de arriba abajo, le dio un beso en la mejilla.
—¡Estás guapísima! ¡Buena suerte!
—Gracias —dijo (_Tn), que salió de la habitación como si flotara entre los pliegues de gasa del sensual vestido.
Se sentiría culpable por llevar puesta una pequeña fortuna si no pensara que fueran a conseguir ganar mucho más de lo que valía en valor publicitario si era capaz de que la boutique quedara mencionada en el periódico.
De acuerdo, así que durante un fin de semana ella iba a representar un papel en una de sus promociones. Aunque las cosas podrían haber ido peor. Al menos en ese momento no tenía que preocuparse de si Cassie lo hacía mal o bien.
Su sonrisa era tan natural como le era posible dado el nerviosismo que sentía, mientras se apresuraba al piso décimo octavo y caminaba por la suntuosa alfombra del pasillo hacia la Suite Carnaby, donde se detuvo un instante para tomar aire y centrarse en lo que estaba haciendo antes de llamar.
La puerta se abrió.
—Hola —dijo el atractivo hombre de cabello oscuro que le abrió la puerta, vestido con una camisa de un blanco inmaculado, unos pantalones azul marino y una corbata a medio anudar.
Por un momento el mundo se detuvo. (_Tn) no podía respirar, y parecía que el corazón ya no le latiera. Dejó de oír. En ese momento estaba con su vestido de boda, reviviendo el momento en el que finalmente había reconocido que la habían dejado plantada en el altar. Miró al hombre con quien había planeado casarse. No lo había visto en los tres años que habían pasado desde la noche antes de su boda. Y fue tal la oleada de emociones que la asaltaron, que (_Tn) no fue capaz de procesarlas.
Tal vez otra mujer se habría tambaleado, o se habría desmayado, o le habría dado una patada en un lugar estratégico. Pero (_Tn), aunque le entraban ganas de hacer las tres cosas, no hizo nada. Su famosa sonrisa vaciló un poco, pero se agarró a ella igual que se agarró al bolso rosa que empezaba a resbalársele de la mano.
—Joe —dijo—. Qué sorpresa.
—(_Tn). Me alegro de verte.
El momento siguiente fue muy extraño, puesto que él no retrocedió ni habló; tan sólo se quedó mirándola. Ella echó una discreta mirada a la placa de bronce que sin duda le decía que aquélla era la Suite Carnaby.
¿Y qué pasaba si por un cruel giro del destino Joe fuera el ganador del concurso? De ningún modo pensaba titubear delante de su ex prometido. Después de todo, se había enfrentado a un salón lleno de mujeres de sociedad histéricas que trataban de escapar de los cocodrilos que se deleitaban con su libertad recién recuperada. Sería capaz de arreglárselas con una serpiente.
—¿Así que debo entender que eres el ganador del concurso Fin de Semana de Ensueño?
Aparentemente, a Joe le costó un poco recuperar la compostura.
—Sí, y estoy encantado —se retiró de la puerta—. Pasa, por favor.
—Gracias.
Ella se iba quebrando el cerebro mientras accedía a la suite decorada con tanto lujo y sensualidad, donde estaba el hombre con quien un día había planeado pasar su vida. Era imposible escaquearse de la cena, ya que el fotógrafo de The Times iba a estar allí.
—Estoy aquí para llevarte a cenar —le dijo ella con brusquedad, y entonces arqueó las cejas con gesto de cierto desafío—. ¿Te molesta?
—No hay nadie con quien me gustaría cenar más que contigo —dijo él.
—Bien. Pues cuando quieras.
—Mira. ¿Te gustaría tomar algo aquí primero? Tal vez deberíamos hablar antes de salir en público.
Ella se limitó a mirarlo y arqueó las cejas un poco más.
Él jugueteó con la punta de su corbata.
—Por si tienes resentimientos y quieres desahogarte. De cosas de antes.
—Con «de antes» imagino que te refieres a cuando me dejaste plantada en el altar el día de nuestra boda, ¿no es así?
Él asintió. (_Tn) sintió la satisfacción de ver que el cuello, que se le veía por encima del cuello de la camisa, se le había puesto colorado; y eso quería decir que estaba avergonzado. Lo merecía.
—Tu carta de disculpa fue agradable. Y el cheque que le enviaste a mis padres cubrió por exceso los gastos de la boda. Claramente, éramos demasiado jóvenes, y el no casarnos fue lo mejor que pudimos hacer. Nada de resentimientos.
—Me gustaría darte una explicación. O al menos intentarlo —se pasó la mano por la cabeza y se despeinó el cabello sin darse cuenta—. Sé que lo que hice fue imperdonable, pero...
—Joe —lo interrumpió ella—. No creo que uno deba insistir en los errores pasados. Me ha ido bien. Soy feliz. ¿Nos marchamos?
Él parecía confuso, tal vez incluso algo ofendido. ¡Ja! ¿Pero qué había esperado? ¿Que se hubiera echado a llorar y le hubiera abierto el corazón para enseñarle las viejas cicatrices? Ni hablar. Si uno empezaba a tocar una vieja cicatriz, la haría sangrar de nuevo.
—De acuerdo —Joe se dio la vuelta hacia el espejo de cuerpo entero enmarcado en un caleidoscopio de retazos de cristal y espejo.
Ella se volvió para no tener que ver a Joe anudándose la corbata. No quería ser testigo de tanta intimidad. En lugar de eso, examinó la habitación para ver si había algún detalle fuera de lugar o algún fallo.
Pero no había nada de eso.
La impresión inicial era de un decorado lúdico, pero era un juego para adultos lo que evocaba el decorado.
Ése era el ático de lujo preferido de (_Tn), y por ello lo había elegido para hospedar al ganador del primer fin de semana del concurso. El jacuzzi doble color rosa claro que había en el centro de la habitación tenía una pantalla diseñada por Stella McCartney, que uno podía correr para tener más privacidad, o simplemente por coquetería, y daba a un alto ventanal con vistas a Madison Avenue. Era de cristal reflectante, para que nadie viera el interior de la suite, pero desde dentro era fácil que uno sintiera como si los demás los estuvieran viendo, lo cual, según Piper, era una potente fantasía.
Como (_Tn) había enviado a una camarera de piso unas horas antes de la llegada del huésped para que fuera preparando la suite, un alegre fuego ardía en la chimenea junto a la bañera del jacuzzi, y una botella de champán se enfriaba ya en la cubitera. Ella sabía sin necesidad de mirar que dos albornoces de lujo colgaban de dos perchas en la pared, y que junto a la bañera había un cesto con los mejores jabones italianos.
En la mayoría de las suites de los hoteles, una zona de recepción o de estar sería la pieza principal, con un dormitorio o dos que se abrían a la zona de estar. Pero eso no ocurría en el Hush. En esa suite, Piper había decretado que el dormitorio fuera parte de la habitación principal. De aquella enorme habitación salía un baño completo con una ducha de hidromasaje con aromaterapia, y otra puerta conducía a una cocina totalmente equipada con una íntima zona de comedor; había dos puertas más que conducían a un office y a un vestidor.
Las cosas de Joe no estaban por ningún sitio, y (_Tn) se dijo que como era muy ordenado debía de haberlas guardado en algún armario.
Si hablaba con él no tenía que pensar en sus cosas, o en el aire de relajada sexualidad que flotaba en el ambiente como el aroma de su perfume favorito.
—Estoy deseosa de saber de todos los sitios en donde has estado. Me escribiste desde Londres, que yo recuerde.
Todavía recordaba cuándo había recibido la carta y cómo se había mostrado reacia a leerla; eso después de haber conseguido pegar todos los pedazos de nuevo. No había encontrado todos los pedazos de papel, de la rabia con que los había tirado. Pero lo principal le había quedado claro: «Siento haberte hecho daño; espero que un día puedas perdonarme».
Durante un tiempo ella había tratado de componer aquel difícil rompecabezas para tratar de averiguar qué era lo que había ido mal. Pero poco después había decidido olvidarse de aquel amor fracasado. Pensar en el pasado era labor de historiadores y de gente mayor. Nueva York la llamaba con sus atractivos. Nadie la conocía allí. ¿Y qué relevancia tenía un corazón roto más en una ciudad de más de ocho millones de personas?
Tal vez hubiera tirado la carta, pero había seguido la carrera profesional de Joe . Sabía que había trabajado para una empresa de marketing internacional. Después de estar destinado en su oficina de Londres, había sido transferido a Hong Kong, de ahí a Brasil y hacía poco había sido contratado por una prestigiosa empresa de publicidad en Nueva York. Leer la prensa financiera era importante para su trabajo, así que no podía evitar ver su nombre de vez en cuando.
—Así es. Será estupendo ponernos al día —él le puso la mano en el hombro con gesto cálido, pero la retiró enseguida.
A pesar de la brevedad del contacto, (_Tn) experimentó una mezcla de sensaciones complejas y demasiado contradictorias como para darles nombre.
—¿Te gusta el hotel? —le preguntó ella cuando salieron de la habitación y se dirigían hacia el ascensor.
Estaba empeñada en adoptar una actitud impersonal y natural, en tratarlo como si fuera un huésped más del hotel.
—Es fantástico —dijo él—. Me sorprendió mucho que Piper siguiera con el negocio familiar; pero en cuanto vi el hotel, entendí que era perfecto para ella.
—¿Has visto a Piper desde que te mudaste a Nueva York?
Sabía muy bien que no había sido así. Piper se lo habría dicho.
—No. No la he visto —le confirmó él.
—Estoy segura de que este fin de semana tendrás la oportunidad de hacerlo.
Una conversación ligera de camino al ascensor, que llegó con silenciosa prontitud, como si se hiciera eco del nombre del hotel al que servía.
En el interior tenuemente iluminado de paredes de espejo, (_Tn) estudió a Joe disimuladamente. Le pareció un extraño de aspecto agradable. Habría cumplido ya los veintisiete, y desde luego estaba totalmente desarrollado. El hecho de vivir en lugares exóticos, o tal vez la responsabilidad, le habían dado un aire de sofisticación que resultaba tremendamente sexy. Podía fingir que era un extraño atractivo... ¡Eso si al menos su olor no le resultara tan familiar!
La había dejado plantada sin vacilar ni un instante, pero tres años después seguía fiel al mismo perfume de antaño; Polo para hombre.
—¿Fuiste tú quien elegiste mi habitación?
—Por supuesto. Yo creo que es la mejor suite del hotel.
—Jamás he visto una suite tan idealmente diseñada para dos amantes —dijo Joe .
Tal vez el corazón le diera un vuelco cuando él la miró significativamente al decir la última palabra, pero consiguió reaccionar sin exabruptos.
—Sí. Piper Devon tiene buen ojo. Este hotel es un sensual refugio en un mundo ajetreado. Es perfecto para nuevos amantes, parejas casadas o solteros. Todos se sienten mimados aquí; y tal vez encuentran la oportunidad de hacer algo nuevo.
El ascensor indicó que habían llegado al vestíbulo. Ella lo condujo hacia el Amuse Bouche.
—¿Te apetecería tomar algo en el bar antes de cenar? —hizo un gesto hacia el Erotique, adyacente al restaurante.
—No, gracias. Tal vez más tarde.
Ella asintió y, después de saludar discretamente con la mano a Dee, su camarera favorita, se dirigió hacia el restaurante con Joe a su lado.
—Estás a punto de que te agasajen el paladar. Nuestro chef, Jacob Hill, es el mejor de la ciudad. Piper se lo trajo desde Los Ángeles, haciéndole con ello un favor enorme a Nueva York.
El comedor estaba lleno, lo cual (_Tn) había esperado, pero aun así respiró con alivio. Puesto que la prensa se presentaría sin duda esa noche, (_Tn) deseaba que el Amuse Bouche diera un aspecto íntimo y actual, y que estuviera lleno de gente.
—Buenas noches, señorita Prescott. Señor Jonas — dijo Walter, el maitre, sin mostrar ni un ápice de sorpresa porque (_Tn) estuviera cenando con el ganador del primer fin de semana. Walter los condujo rápidamente a una mesa para dos, que tenía la apariencia de estar enclavada en una alcoba privada debido a la inteligente utilización de los biombos. De camino (_Tn) saludó con la mano a unos que estaban cenando y que ella sabía que querrían ser reconocidos. Y de paso le echó una mirada a la sala para comprobar que todo estaba perfecto.
Por supuesto, lo estaba. El chef era tan perfeccionista como ella.
—Bien —dijo (_Tn) cuando estuvieron sentados—. Puedes elegir entre pedir algo del menú o dejar que nuestro maravilloso chef te sorprenda.
Él le echó una medio sonrisa que la dejó en el sitio. Había sido un hombre guapo entonces, pero tres años después estaba incluso más guapo. Le daba la sensación de que iba a seguir mejorando con el tiempo.
—Pero tal vez hayas recibido suficientes sorpresas por un día —dijo él.
—Me encantan las sorpresas. Y, de hecho, espera a que te lleve a dar una vuelta por el hotel después de la cena. Creo que te quedarás impresionado con todas las innovaciones que se le han ocurrido a Piper. Es una auténtica genio.
—No me cabe la menor duda —comentó Joe .
—Y este fin de semana te vas a sentir tan mimado que no sabrás lo que te ha pasado.
—Que yo recuerde, la propaganda del concurso decía que este fin de semana yo podría tener lo que quisiera.
—Dentro de la ley, por supuesto —le dijo con una breve risa, detestando su manera cálida de mirarla.
—Lo que quiero es que dejes el papel de relaciones públicas y hables conmigo.
Afortunadamente, el sumiller eligió ese momento para presentarse, y decidieron probar el menú degustación del chef y dejar que el sumiller les llevara con cada plato el vino más conveniente. Eso fue fácil y rápido, pero dejó a (_Tn) sin el apoyo del menú tras el cual esconderse.
Así que decidió contestar a la pregunta de Joe .
—No te olvides de que la razón por la cual vamos a cenar es porque yo soy la relaciones públicas.
—Mira, dada la naturaleza de nuestro trabajo, es lógico que nos encontremos de vez en cuando. Sería agradable si pudiéramos ser amigos; por eso quería volver a verte.
Ella pestañeó. Era cierto que no creía ni por un momento que el que él hubiera resultado ganador fuera un extraño capricho del destino, pero había decidido fingir que así lo creía. ¿Cómo se atrevía a enfrentarla con el hecho de que la había manipulado?
—¿Y no pudiste simplemente llamarme?
Dos copas de vino fresco aparecieron delante de ellos junto con un par de pequeñas torres que incluían espárragos trigueros y pedazos de langosta decorados con caviar.
—¿Me habrías querido ver?
Ella se lo pensó un momento.
—Probablemente no.
—Entonces brindemos por los nuevos principios —le dijo él alzando su copa.
Ella no alzó la copa, ni la voz, pero se inclinó hacia delante con aire misterioso.
—¿De dónde te sacas que podría interesarme el tenerte de nuevo en mi vida?
Él la miró con sus ojos oscuros y reservados, como los secretos de los amantes.
—Leíste mi fantasía —dijo él—. Y me elegiste a mí.
______________________________________________________________________________________________________
continuara...
ElitzJb
Re: Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
Un muy mal comienzo... Y joe no ayuda mucho!!!!... Aaaaaaahh pon oooooootrooooo
chelis
Re: Encuentros privados Joe J y(_TN) Terminada
Noooooo mujer... No me hagas esto !!!!! Como la dejas así? Confieso q odio a Joe (por ahora) por a dejo a rayis en el altar y pretende q sean amigos!!! Como se atreve!!!!!!! Ash en estos momentos me dan ganas de golpearlo... Síguela pronto por favor!!!!
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