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Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion) Terminada.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 1 de 12. • 1, 2, 3 ... 10, 11, 12
Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion) Terminada.
]Hola! Meli aqui de nuevo :)
....... he, solo espero les guste :D
Nombre: Rosas sin espinas
Autor: Nora Roberts
Adaptación: Si.
Género: Romance.. con un toque de todo.
Advertencias: No, yo creo que no.
Otras páginas:No
Desde que era una niña, _______ Grant ha sido una romántica empedernida. Así que no es de extrañar que haya hecho de su vocación el encargarse de todos los arreglos florales que una boda conlleva. Cada día, se pone manos a la obra con sus flores y tiene como compañeras a sus tres mejores amigas. Desde luego no podría tener un trabajo mejor.
En apariencia, la vida amorosa de ______ va viento en popa. Esbelta y seductora, cada vez que entra en una habitación la llena de color, tal y como lo hacen sus arreglos. Pero aunque no le faltan hombres a su alrededor, todavía no ha encontrado a Míster Perfecto. Y el último lugar donde espera encontrárselo es debajo de sus narices.
Y ahí es precisamente donde está Nick Jonas, que ha sido el mejor amigo del hermano de su compañera Parker durante años, lo que prácticamente le convierte en familia. Pero este arquitecto ha empezado a darse cuenta de que sus sentimientos por ______ se han transformado en algo más que simple amistad. Así que cuando _______ corresponde a su pasión –con besos abrasadores– las cosas empiezan a complicarse…
Nick huye del compromiso y _______ quiere un amor que dure toda la vida. Si ambos esperan encontrar un punto intermedio a estas dos posturas tan dispares, tienen que empezar a confiar en su relación... y en sus corazones.
....... he, solo espero les guste :D
Nombre: Rosas sin espinas
Autor: Nora Roberts
Adaptación: Si.
Género: Romance.. con un toque de todo.
Advertencias: No, yo creo que no.
Otras páginas:No
Desde que era una niña, _______ Grant ha sido una romántica empedernida. Así que no es de extrañar que haya hecho de su vocación el encargarse de todos los arreglos florales que una boda conlleva. Cada día, se pone manos a la obra con sus flores y tiene como compañeras a sus tres mejores amigas. Desde luego no podría tener un trabajo mejor.
En apariencia, la vida amorosa de ______ va viento en popa. Esbelta y seductora, cada vez que entra en una habitación la llena de color, tal y como lo hacen sus arreglos. Pero aunque no le faltan hombres a su alrededor, todavía no ha encontrado a Míster Perfecto. Y el último lugar donde espera encontrárselo es debajo de sus narices.
Y ahí es precisamente donde está Nick Jonas, que ha sido el mejor amigo del hermano de su compañera Parker durante años, lo que prácticamente le convierte en familia. Pero este arquitecto ha empezado a darse cuenta de que sus sentimientos por ______ se han transformado en algo más que simple amistad. Así que cuando _______ corresponde a su pasión –con besos abrasadores– las cosas empiezan a complicarse…
Nick huye del compromiso y _______ quiere un amor que dure toda la vida. Si ambos esperan encontrar un punto intermedio a estas dos posturas tan dispares, tienen que empezar a confiar en su relación... y en sus corazones.
Última edición por MeliGarcia el Dom 13 Ene 2013, 12:12 pm, editado 1 vez
MeliGarcia
Re: Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion) Terminada.
PRIMEERAAAAAAA
LEECTOOORAAAA
AAAIIIIII ON EL PRIMEER CAAAPIISSSS
LEECTOOORAAAA
AAAIIIIII ON EL PRIMEER CAAAPIISSSS
chelis
Re: Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion) Terminada.
wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
super feliz
nueva nove
nuevas complicaciones
me gusta!!!
nos leemos pronto
xoxo
super feliz
nueva nove
nuevas complicaciones
me gusta!!!
nos leemos pronto
xoxo
Belencita
Re: Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion) Terminada.
wao me encanto el argumento tienes q seguirla yaaaaaaaa
coloca el primer capitulo por favor
coloca el primer capitulo por favor
ElitzJb
Re: Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion) Terminada.
SDLKASDNASJDA Acá me tienes como Lectora! :3 sjdnasd Me Encantó! espero el Primer Cap! :)
Invitado
Invitado
Re: Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion) Terminada.
YA VOY!!!!!
LO SIENTO, SE ME HIZO TARDE!
MeliGarcia
Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion)
Prólogo
El amor, en opinión de _______, hacía que ser mujer fuera algo especial. El amor volvía hermosas a las mujeres, y a los hombres los convertía en príncipes. Una mujer que sintiera amor vivía con la grandeza de una reina, porque su corazón era como un tesoro.
Flores, velas encendidas, largos paseos a la luz de la luna en un jardín privado… la idea misma le arrancaba un suspiro. Mejor bailar a la luz de la luna en un jardín privado… eso, en su escala de valores, era la culminación de lo romántico.No le costaba imaginarlo: el aroma de las rosas en verano, la música colándose por las ventanas abiertas de una sala de baile, el modo en que la luz plateaba el perfil de los objetos, como en las películas… La manera en que le latiría el corazón (la misma en que le latía entonces al imaginarlo).Anhelaba bailar a la luz de la luna en un jardín privado. Tenía once años. Veía tan claro cómo tendría que ser esa escena (cómo sería), que se la describió, con todo detalle, a sus mejores amigas.Las noches en que se reunían todas para dormir en casa de alguna de las cuatro hablaban sin cesar durante horas de esto y de aquello,escuchaban música o veían películas. Tenían permiso para estar levantadas el tiempo que quisieran, incluso para pasar despiertas la noche entera. Aunque ninguna de ellas lo había conseguido. Todavía.
Cuando dormían en casa de Parker, les dejaban quedarse a jugar en la terraza de su dormitorio hasta medianoche, si el tiempo lo permitía. Le encantaba estar en esa terraza en primavera, la mejor época del año para salir, y desde allí oler los jardines de la propiedad de los Brown y sentir la fragancia de la hierba si el jardinero había segado ese día.
La señora Grady, el ama de llaves, solía traerles leche y galletas. O aveces magdalenas. Y la señora Brown se asomaba de vez en cuando para ver qué se traían entre manos.Casi siempre, sin embargo, estaban las cuatro solas.
—Cuando sea una ejecutiva famosa y viva en Nueva York, no tendré tiempo para el amor. —Laurel, con su pelo rubio claro veteado de verde tras un tratamiento casero de acondicionador mezclado con polvos de saborizante artificial Kool-Aid de sabor a lima-limón, daba un toque moderno a los cabellos rojo intenso de Mackensie.
—Pero hay que vivir el amor —insistió ______.
—Ni hablar. —Laurel, con la lengua asomando entre los dientes,convertía un mechón del cabello de Mac en una larga y fina trencita—. Yo seré como mi tía Jennifer, que le cuenta a mi madre que no tiene tiempo de casarse y que no necesita a ningún hombre para sentirse realizada y todo eso. Vive en el Upper East Side y va a fiestas con Madonna. Papá dice que es una rompe pelotas. Pues bien, yo también seré una rompe pelotas e iré a fiestas con Madonna.
—Como si lo viera —espetó Mac con sorna. El breve tirón que notó en la trencita le arrancó unas risas—. Bailar es divertido, y supongo que el amor está muy bien si no te vuelve imbécil. Mi madre solo piensa en el amor, y en el dinero, claro. En las dos cosas, supongo. Es como si siempre quisiera tener amor y dinero a la vez.
—Ese no es amor de verdad —le aclaró ______ dándole una palmadita cariñosa en la pierna—. Creo que el amor es cuando dos personas están pendientes la una de la otra porque se han enamorado. Ojalá fuéramos mayores y pudiéramos enamorarnos. —Suspiró abiertamente—. Creo que tiene que ser sensacional.
—Tenemos que besar a un chico para averiguar de qué va la cosa.
Todas se quedaron mirando a Parker, que, echada boca abajo sobre la cama, observaba a sus amigas jugando a peinarse.
—Tenemos que elegir a un chico y conseguir que nos dé un beso.Estamos a punto de cumplir los doce. Hay que probar para saber si nos gustará o no.
Laurel entrecerró los ojos.
—¿Como en un experimento?
—Pero ¿a quién le vamos a dar un beso? —se preguntó _______.
—Haremos una lista. —Parker rodó por la cama para tomar la libreta nueva que estaba encima de la mesilla de noche. En la tapa había un dibujo de un par de zapatos rosas abiertos por la puntera—. Escribiremos el nombre de todos los chicos que conocemos y luego los nombres de los que pensamos que vale la pena darles un beso. Y diremos el porqué.
—No suena nada romántico.
Parker le dedicó una breve sonrisa a _______.
—Por algo hay que empezar, y las listas siempre ayudan. Bueno, los familiares no nos servirán. Me refiero a Del —precisó Parker aludiendo a su hermano—, o a los hermanos de _______, que, por otro lado, son demasiado mayores. —Abrió la libreta y buscó una página en blanco—. A ver…
—A veces te meten la lengua en la boca.
La frase de Mac les arrancó chillidos, bromas y más risas.Parker se levantó de la cama y fue a sentarse en el suelo, junto a _______.
—Bien, cuando hayamos hecho la lista principal, podemos dividirla. Sí y No. Luego elegimos un nombre de la lista del Sí. Si conseguimos que el chico nos bese, tenemos que contarles a las demás cómo ha ido. Y si nos mete la lengua en la boca, las otras también tendrán que saberlo.
—¿Y si elegimos uno que no quiere besarnos?
—¿Qué dices, ______? —Laurel, terminando ya la última trencita, hizo un gesto de incredulidad—. Cualquier chico va a querer darte un beso. Eres muy guapa y hablas con ellos como si fueran normales. Hay chicas que parecen estúpidas cuando andan chicos cerca, pero tú no. Además, te están creciendo los pechos.
—A los chicos les gustan los pechos —informó Mac en plan entendida—. En fin, si no te da un beso, se lo das tú. No creo que sea para tanto.
_______ pensó que lo era, o al menos debería serlo. De todos modos, escribieron la lista, y solo eso ya les hizo reír. Laurel y Mac representaron qué táctica seguirían algunos de aquellos chicos para conseguir un beso y todas terminaron rodando por el suelo muertas de risa, hasta que el señor Fish, el gato, se fue indignado del dormitorio para ir a aovillarse a la salita de Parker.
Parker camufló la libreta cuando la señora Grady entró con la leche y las galletas. Más tarde, la idea de interpretar a la Banda de las Chicas las tuvo revolviendo en el armario y las cómodas de Parker buscando prendas que les sirvieran para subir al escenario.
Se quedaron dormidas en el suelo, sobre la cama. Aovilladas,despatarradas.
_______ se despertó antes del amanecer. La habitación estaba a oscuras, salvo por el resplandor que emitía la lamparilla de noche del dormitorio de Parker y los rayos de luna que se filtraban por los ventanales. Alguien la había tapado con una manta ligera y le había puesto una almohada debajo. Siempre había alguien que velaba por ellas cuando las niñas se quedaban allí a pasar la noche.
La luz de la luna la atrajo y, todavía medio dormida, salió a la terraza.Un aire frío, denso con la fragancia de las rosas, le rozó las mejillas. Contempló los jardines de contornos plateados donde la primavera habitaba en tenues colores y dulces siluetas. Le pareció oír música, casi se vio bailando entre rosas y azaleas, entre peonías que aún conservaban los pétalos y el perfume en su prieta redondez. Creyó ver la silueta de su pareja, alguien que le hacía girar danzando. El vals, pensó con un suspiro. Tendría que ser un vals, como en los cuentos. Era eso el amor, pensó ______ cerrando los ojos para respirar el aire de la noche. Se prometió que un día sabría lo que era.
Flores, velas encendidas, largos paseos a la luz de la luna en un jardín privado… la idea misma le arrancaba un suspiro. Mejor bailar a la luz de la luna en un jardín privado… eso, en su escala de valores, era la culminación de lo romántico.No le costaba imaginarlo: el aroma de las rosas en verano, la música colándose por las ventanas abiertas de una sala de baile, el modo en que la luz plateaba el perfil de los objetos, como en las películas… La manera en que le latiría el corazón (la misma en que le latía entonces al imaginarlo).Anhelaba bailar a la luz de la luna en un jardín privado. Tenía once años. Veía tan claro cómo tendría que ser esa escena (cómo sería), que se la describió, con todo detalle, a sus mejores amigas.Las noches en que se reunían todas para dormir en casa de alguna de las cuatro hablaban sin cesar durante horas de esto y de aquello,escuchaban música o veían películas. Tenían permiso para estar levantadas el tiempo que quisieran, incluso para pasar despiertas la noche entera. Aunque ninguna de ellas lo había conseguido. Todavía.
Cuando dormían en casa de Parker, les dejaban quedarse a jugar en la terraza de su dormitorio hasta medianoche, si el tiempo lo permitía. Le encantaba estar en esa terraza en primavera, la mejor época del año para salir, y desde allí oler los jardines de la propiedad de los Brown y sentir la fragancia de la hierba si el jardinero había segado ese día.
La señora Grady, el ama de llaves, solía traerles leche y galletas. O aveces magdalenas. Y la señora Brown se asomaba de vez en cuando para ver qué se traían entre manos.Casi siempre, sin embargo, estaban las cuatro solas.
—Cuando sea una ejecutiva famosa y viva en Nueva York, no tendré tiempo para el amor. —Laurel, con su pelo rubio claro veteado de verde tras un tratamiento casero de acondicionador mezclado con polvos de saborizante artificial Kool-Aid de sabor a lima-limón, daba un toque moderno a los cabellos rojo intenso de Mackensie.
—Pero hay que vivir el amor —insistió ______.
—Ni hablar. —Laurel, con la lengua asomando entre los dientes,convertía un mechón del cabello de Mac en una larga y fina trencita—. Yo seré como mi tía Jennifer, que le cuenta a mi madre que no tiene tiempo de casarse y que no necesita a ningún hombre para sentirse realizada y todo eso. Vive en el Upper East Side y va a fiestas con Madonna. Papá dice que es una rompe pelotas. Pues bien, yo también seré una rompe pelotas e iré a fiestas con Madonna.
—Como si lo viera —espetó Mac con sorna. El breve tirón que notó en la trencita le arrancó unas risas—. Bailar es divertido, y supongo que el amor está muy bien si no te vuelve imbécil. Mi madre solo piensa en el amor, y en el dinero, claro. En las dos cosas, supongo. Es como si siempre quisiera tener amor y dinero a la vez.
—Ese no es amor de verdad —le aclaró ______ dándole una palmadita cariñosa en la pierna—. Creo que el amor es cuando dos personas están pendientes la una de la otra porque se han enamorado. Ojalá fuéramos mayores y pudiéramos enamorarnos. —Suspiró abiertamente—. Creo que tiene que ser sensacional.
—Tenemos que besar a un chico para averiguar de qué va la cosa.
Todas se quedaron mirando a Parker, que, echada boca abajo sobre la cama, observaba a sus amigas jugando a peinarse.
—Tenemos que elegir a un chico y conseguir que nos dé un beso.Estamos a punto de cumplir los doce. Hay que probar para saber si nos gustará o no.
Laurel entrecerró los ojos.
—¿Como en un experimento?
—Pero ¿a quién le vamos a dar un beso? —se preguntó _______.
—Haremos una lista. —Parker rodó por la cama para tomar la libreta nueva que estaba encima de la mesilla de noche. En la tapa había un dibujo de un par de zapatos rosas abiertos por la puntera—. Escribiremos el nombre de todos los chicos que conocemos y luego los nombres de los que pensamos que vale la pena darles un beso. Y diremos el porqué.
—No suena nada romántico.
Parker le dedicó una breve sonrisa a _______.
—Por algo hay que empezar, y las listas siempre ayudan. Bueno, los familiares no nos servirán. Me refiero a Del —precisó Parker aludiendo a su hermano—, o a los hermanos de _______, que, por otro lado, son demasiado mayores. —Abrió la libreta y buscó una página en blanco—. A ver…
—A veces te meten la lengua en la boca.
La frase de Mac les arrancó chillidos, bromas y más risas.Parker se levantó de la cama y fue a sentarse en el suelo, junto a _______.
—Bien, cuando hayamos hecho la lista principal, podemos dividirla. Sí y No. Luego elegimos un nombre de la lista del Sí. Si conseguimos que el chico nos bese, tenemos que contarles a las demás cómo ha ido. Y si nos mete la lengua en la boca, las otras también tendrán que saberlo.
—¿Y si elegimos uno que no quiere besarnos?
—¿Qué dices, ______? —Laurel, terminando ya la última trencita, hizo un gesto de incredulidad—. Cualquier chico va a querer darte un beso. Eres muy guapa y hablas con ellos como si fueran normales. Hay chicas que parecen estúpidas cuando andan chicos cerca, pero tú no. Además, te están creciendo los pechos.
—A los chicos les gustan los pechos —informó Mac en plan entendida—. En fin, si no te da un beso, se lo das tú. No creo que sea para tanto.
_______ pensó que lo era, o al menos debería serlo. De todos modos, escribieron la lista, y solo eso ya les hizo reír. Laurel y Mac representaron qué táctica seguirían algunos de aquellos chicos para conseguir un beso y todas terminaron rodando por el suelo muertas de risa, hasta que el señor Fish, el gato, se fue indignado del dormitorio para ir a aovillarse a la salita de Parker.
Parker camufló la libreta cuando la señora Grady entró con la leche y las galletas. Más tarde, la idea de interpretar a la Banda de las Chicas las tuvo revolviendo en el armario y las cómodas de Parker buscando prendas que les sirvieran para subir al escenario.
Se quedaron dormidas en el suelo, sobre la cama. Aovilladas,despatarradas.
_______ se despertó antes del amanecer. La habitación estaba a oscuras, salvo por el resplandor que emitía la lamparilla de noche del dormitorio de Parker y los rayos de luna que se filtraban por los ventanales. Alguien la había tapado con una manta ligera y le había puesto una almohada debajo. Siempre había alguien que velaba por ellas cuando las niñas se quedaban allí a pasar la noche.
La luz de la luna la atrajo y, todavía medio dormida, salió a la terraza.Un aire frío, denso con la fragancia de las rosas, le rozó las mejillas. Contempló los jardines de contornos plateados donde la primavera habitaba en tenues colores y dulces siluetas. Le pareció oír música, casi se vio bailando entre rosas y azaleas, entre peonías que aún conservaban los pétalos y el perfume en su prieta redondez. Creyó ver la silueta de su pareja, alguien que le hacía girar danzando. El vals, pensó con un suspiro. Tendría que ser un vals, como en los cuentos. Era eso el amor, pensó ______ cerrando los ojos para respirar el aire de la noche. Se prometió que un día sabría lo que era.
Espero les guste :)
Bienvenidas a mis queridas lectoras :D
Al tiro subo el cap.1
MeliGarcia
Re: Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion) Terminada.
NUEVA LECTORA!! por aqui ando yo otra vez ahhhh siguela! me ENCANTO el prologo fue hermoso!
XILE!!
Rosas sin espinas - Nick&Tu (adaptacion)
Capitulo 1.
Eran tantos los detalles, la mayoría confusos, que poblaban su mente que _______ se puso a revisar la agenda con la primera taza de café. Tener una consulta tras otra le daba el mismo subidón que un café cargado y dulce. Deleitándose en ello, se retrepó en la silla de su precioso despacho para repasar las notas de cada cliente que había ido añadiendo al margen. Por experiencia sabía que la personalidad de la pareja (o mejor dicho,de la novia) era algo muy útil para determinar el tono de la consulta, la intención que tenían los novios. En opinión de ______, las flores eran el alma de toda boda. Elegantes o divertidas, elaboradas o simples, las flores simbolizaban el amor.
Su trabajo consistía en obsequiar a los clientes con todo el amor y toda la pasión que deseaban. Suspiró, se desperezó y sonrió al ver el jarrón con rosas de pitiminí que había en su escritorio. No había nada como la primavera, pensó. La temporada de bodas había empezado a tope; eso significaba jornadas de días intensos y noches largas diseñando, arreglando y creando no solo para las bodas de esa misma primavera, sino también para las de la siguiente temporada. Le encantaba la continuidad tanto como el trabajo en sí. Eso era lo que Votos les había dado, a ella y a sus tres amigas íntimas: continuidad, un trabajo satisfactorio y la sensación de realizarse.
Además podía dedicarse a combinar flores, vivir con flores y,prácticamente, nadar entre flores a diario. Se examinó las manos con aire reflexivo, los pequeños rasguños y diminutos cortes que había en ellas. Unos días se figuraba que eran heridas de guerra, otros, en cambio, le parecían medallas al valor. Esa mañana tan solo deseaba poder acordarse de que tenía que buscar el momento de hacerse la manicura. Echó un vistazo al reloj y calculó. Espoleada por un nuevo pensamiento, se levantó de golpe. Fue primero al dormitorio, eligió una sudadera escarlata con capucha y se la abrochó sobre el pijama. Tenía tiempo de pasarse por la casa principal antes de vestirse y arreglarse para el día. La señora Grady ya debía de estar preparando el desayuno, así que _______ podría ahorrarse cocinar o picotear cualquier cosa.
Mientras bajaba a paso ligero por la escalera, pensó que en su vida todo eran ventajas. Cruzó la sala de estar que utilizaba como área de recepción y consulta y echó un rápido vistazo antes de salir. Humedecería las flores expuestas antes de la primera entrevista y… ah, ¡qué hermosos eran esos lirios orientales recién abiertos!
Salió de la que había sido la casa de invitados de la propiedad de los Brown, y que ahora era su hogar y la sede de Centros Florales (su parte de Votos), inspiró hondo para notar el aire primaveral… y se echó a temblar. Maldita sea, ¿por qué no podía hacer más calor? Estaban en abril,caray; en la época de los narcisos. Si incluso los pensamientos que había plantado estaban preciosos, pensó negándose en redondo a aceptar que una mañana gélida (en la que, encima, empezaba a lloviznar) le pusiera de mal humor.
Se arrebujó en la sudadera, asió con fuerza la taza de café, metió la mano que le quedaba libre en el bolsillo y se marchó caminando hacia la casa principal. A su alrededor, todo despertaba de nuevo a la vida. Por poco que se fijara, podía adivinar la promesa del follaje en los árboles, los indicios de lo que serían las delicadas inflorescencias del cornejo y el cerezo. Esos narcisos querían abrirse, y el azafrán ya lo había hecho. Quizá caería otra nevada primaveral, pero lo peor ya había pasado. Pronto llegaría la época de cavar la tierra y sacar algunas de sus preciosidades del invernadero para dejarlas a la vista.
Añadiría ramos,festones y guirnaldas, pero nada superaba a la madre Naturaleza cuando se trataba de crear el paisaje más cautivador para una boda. Y en su opinión, también, nada superaba a la propiedad de los Brown cuando se trataba de brindar el marco más adecuado para ello. Los jardines, que incluso entonces ya eran de exposición, pronto estallarían en colores, flores, aromas… e invitarían a pasear por los sinuosos senderos, a sentarse en un banco y relajarse al sol o a la sombra. Parker la había dejado al cargo de todo (en la medida en que Parker podía dejar a alguien al cargo) y cada año tenía que hacer combinaciones,plantar algo nuevo o supervisar a los paisajistas.
Las terrazas y los patios conformaban hermosos espacios habitables al aire libre que resultaban perfectos para bodas y celebraciones:recepciones junto a la piscina y en las terrazas, ceremonias en el cenador de rosas o en la pérgola, o quizá un poco más lejos, junto al estanque que había bajo el sauce llorón.«Lo tenemos todo», pensó ______.¿Y qué decir de la casa? ¿Cabía la posibilidad de que fuera más grácil, más bella? El maravilloso azul tenue, los cálidos toques de amarillo y crudo… Los diversos perfiles del tejado, las ventanas en arco y los balcones forjados se sumaban a su elegante encanto. En realidad, el pórtico de la entrada estaba concebido para que lo invadieran un verdor exuberante o sofisticados colores y texturas.
De niña pensaba que se encontraba en el país de las hadas, coronado incluso con un castillo. Ahora era su hogar.Se desvió hacia la casita de la piscina, donde su socia Mac vivía y tenía el estudio de fotografía. Al acercarse a la entrada vio que la puerta se abría. _______ esbozó una sonrisa y saludó con un gesto al larguirucho de pelo alborotado y chaqueta de tweed que salía en ese momento.
—¡Buenos días, Carter!
—Hola, ______.
La familia de Carter y la suya eran amigas desde que le alcanzaba la memoria. Ahora, Carter Maguire, antiguo profesor de Yale y actual catedrático de literatura en su instituto de toda la vida, se había prometido con una de sus mejores amigas. La vida no solo era buena, pensó ______, sino también un excitante camino de rosas.
Con ese pensamiento en la cabeza, ejecutó unos pasos de baile acercándose a Carter, lo agarró por la solapa, se puso de puntillas y le dio un sonoro beso.
—¡Uau! —exclamó él sonrojándose un poco.
—Oye, tú —Mackensie, con sueño en los ojos y la mata de pelo rojizo destacando en la penumbra, se apoyó en la jamba de la puerta—,¿intentas pasar el rato con mi chico?
—Ojalá. Te lo robaría, pero lo has hechizado y vampirizado.
—Tú lo has dicho.
—Bueno —Carter les sonrió azorado a ambas mujeres—, bonita manera de empezar el día. La reunión de profesores que me espera no será ni la mitad de agradable.
—Llámalos y diles que te encuentras mal —susurró Mac casi con un ronroneo—. Yo sí te daré algo agradable.
—Ja, ja… Ya. En fin. Adiós.
______, sin dejar de sonreír, lo vio alejarse con prisas hacia el coche.
—Caray, es monísimo.
—Sí lo es.
—Y mírate a ti: la Chica Feliz.
—La Chica Feliz y Prometida. ¿Quieres que te enseñe mi anillo otra vez?
—Oooh… —exclamó ______ con amabilidad cuando Mac movió los dedos—. Ahhh…
—¿Ibas a desayunar?
—Ese es el plan.
—Espera. —Mac se inclinó hacia un lado, agarró una chaqueta y luego cerró la puerta tras ella—. Solo he tomado un café, así que…
Las dos acompasaron la marcha y, de repente, Mac frunció el ceño.
—Esa taza es mía.
—¿Quieres que te la devuelva ahora?
—Ya sé por qué estoy alegre esta mañana de perros, y es por lo mismo por lo que no he tenido tiempo de desayunar. Se llama Duchémonos Juntos
.—La Chica Feliz también es la Bruja Chula.
—Y muy orgullosa de ello. ¿Por qué estás tan contenta? ¿Has metido aun hombre en casa?
—Por desgracia, no. Pero tengo programadas cinco consultas para hoy, y eso es una manera fantástica de empezar la semana, que se suma a la preciosa manera en que terminó la anterior, con la merienda de ayer. Esa boda fue una delicia, ¿verdad?
—Una pareja sexagenaria intercambiando los votos matrimoniales yc elebrándolo con los hijos de él, los hijos de ella y los nietos. No solo fue una delicia, sino que creo que estas cosas dan seguridad. Era la segunda vez para los dos, y ahí los tienes, listos para repetir, deseando vivir juntos y en armonía. Saqué unas fotos fabulosas. En fin, me parece que a esos alocados jovenzuelos les va a ir bien.
—Hablando de jovenzuelos alocados, habrá que organizar lo de tus flores. Aunque pienses que falta mucho para diciembre —dijo ______temblando—, pronto lo tendremos aquí, y eso ya lo sabes.
—Ni siquiera he decidido cómo van a ser las fotos de compromiso. No he mirado vestidos, ni he pensado en los colores.
—A mí me sientan bien los tonos gema —dijo _______ parpadeando repetidas veces.
—A ti te sienta bien una arpillera. ¿Y tú me llamas Bruja Chula?
Mac abrió la puerta y, como la señora Grady ya había regresado de sus vacaciones de invierno, se acordó de restregar los zapatos en el felpudo antes de entrar.
—Tan pronto como encuentre el vestido, haremos una puesta en común sobre lo demás.
—Eres la primera de nosotras que se casa, la primera que celebrará su boda aquí.
—Sí. Será interesante ver cómo nos las arreglamos para organizar la boda y formar parte al mismo tiempo.
—Ya sabes que puedes contar con Parker para la logística. Si alguien es capaz de conseguir que todo vaya como una seda, esa es Parker.
Las dos amigas entraron en la cocina, y se vieron sumidas en el caos. Mientras la equitativa Maureen Grady trabajaba junto al fuego, con movimientos eficaces y expresión plácida, Parker y Laurel caminaban arriba y abajo discutiendo.
—Hay que hacerlo —insistió Parker.
—Y una mierda, y una mierda.
—Laurel, esto es un negocio, y en los negocios hay que servir al cliente.
—Deja que te diga lo que serviría yo a esta clienta.
—Basta ya. —Parker, con su abundante melena color castaño recogida en una cola, iba vestida con el clásico traje de chaqueta azul oscuro que destinaba para las entrevistas con los clientes. Sus ojos, de un color parecido, echaban chispas de la impaciencia—. Mira, he hecho una lista con todo lo que ella ha elegido, el número de invitados, sus colores, la selección de flores. Ni siquiera tienes que hablar con ella. Yo haré de puente entre las dos.
—Y ahora te diré lo que puedes hacer con tu lista.
—La novia…
—La novia es una borde. La novia es imbécil, una niña mimada y malcriada que dejó muy claro hace un año que ni necesitaba ni quería mis servicios personales. Que me muerda a mí si le apetece, porque lo que es a mis pasteles, a esos no les va a hincar el diente, aunque ahora se haya dado cuenta de que cometió una estupidez.
Vestida con el pantalón del pijama y la camiseta sin mangas de algodón con los que había dormido, con el cabello todavía despeinado de la noche, Laurel se dejó caer en una silla de la mesita del rincón donde desayunaban.
—Tienes que calmarte —dijo Parker agachándose para recoger una carpeta. Probablemente Laurel la habría tirado al suelo, adivinó _______—. Todo lo que necesitas está aquí. —Dejó la carpeta sobre la mesa—. Ya le he asegurado a la novia que nos encargaremos de todo, así que…
—Así que tú diseñas y horneas un pastel de boda de cuatro pisos entre hoy y el sábado, más el pastel del novio y una selección de postres.Para doscientas personas. Y lo haces sin tiempo de prepararlo bien, con tres celebraciones más durante el fin de semana y otra por la noche dentro de tres días.—Con una expresión de rebeldía pintada en el rostro,Laurel cogió la carpeta y la dejó caer deliberadamente al suelo.
—Ahora estás comportándote como una cría.
—Perfecto. Soy una cría.
—Chicas, vuestras amiguitas han venido a jugar —canturreó la señora Grady con un tono de voz muy dulce y la mirada risueña.
—Ah, me parece que mi madre me llama —dijo _______ intentando batirse en retirada.
—¡No, no te vayas! —exclamó Laurel dando un salto—. ¡Escucha esto!El enlace de los Folk y Harrigan. El sábado por la noche. Estoy segura deque recuerdas que la novia rechazó que Glaseados de Votos se ocupara del pastel o de los postres, que se rió de mí y de mi propuesta e insistió en que su prima, una chef de repostería de Nueva York que ha estudiado en París y diseña pasteles para actos muy especiales, se ocupara de los postres. ¿Recuerdas lo que me dijo?
—Esto… —_______ se desplazó porque Laurel apuntaba con el dedo justo a su corazón—. Las palabras exactas, no.
—Bien, pues yo sí. Dijo que estaba segura (y lo dijo con esa sonrisilla socarrona) de que yo era capaz de ocuparme de la mayoría de los banquetes, pero que ella quería lo mejor de lo mejor para su boda. Me lo soltó a la cara.
—Y fue muy maleducada, sin duda —terció Parker.
—No he terminado todavía —protestó Laurel entre dientes—. Ahora, a las quinientas, se descuelga diciendo que su brillante prima se ha fugado con uno de sus clientes. Gran escándalo, porque el cliente de marras conoció a la brillante prima cuando le encargó que diseñara un pastel para su propia fiesta de compromiso. Ahora están desaparecidos en combate y la novia quiere que me meta en faena para salvarle el día.
—Que es a lo que nos dedicamos. Laurel…
—No estoy hablando contigo —espetó la joven amenazando primero a Parker con un dedo y señalando luego a Mac y a ______—. Hablo con ellas.
—¿Qué? ¿Habías dicho algo? —preguntó Mac sonriendo de oreja a oreja—. Lo siento, debe de haberme entrado agua en los oídos al ducharme. No oigo nada.
—Cobarde. ¿______?
—Ah…
—¡El desayuno! Todas a sentarse. —La señora Grady trazó un círculo en el aire—. Tortilla de claras sobre una tostada de pan integral. Sentaos,sentaos. Comed.
—No comeré hasta que....
—Sentémonos. —_______, interrumpiendo la parrafada de Laurel que se les avecinaba, adoptó un tono conciliador—. Dame un minuto para pensar. Sentémonos todas y… Oh, señora Grady, esto tiene una pinta increíble. —Cogió dos platos a modo de escudo, se dirigió al rincón donde estaba la mesa y se acomodó en una silla—. No hay que olvidar que somos un equipo.
—A ti no te han insultado y no te han colgado ningún marrón.
—En realidad, sí. O me lo colgaron, mejor dicho. A Whitney Folk podemos ponerle la coletilla «zilla» y llamarla Noviazilla. Podría contartelas pesadillas que esa mujer me provoca, pero esa historia la dejo para otro día.
—Yo tengo más cosas que contar —terció Mac.
—Veo que has recuperado el oído —musitó Laurel.
—Es grosera, exigente, malcriada, complicada y desagradable —siguió explicando ______—. Por lo general, cuando planificamos una ceremonia, sin olvidar los problemas que pueden surgir y lo extrañas que son algunas parejas, me gusta pensar que estamos ayudándo les a vivir un día que marcará el comienzo del «y fueron felices y comieron perdices».Pero con esta en concreto me sorprendería que llegaran a los dos años.Esa mujer fue muy grosera contigo, y no creo que te dedicara una sonrisilla socarrona, más bien creo que te sonrió con desprecio. No me gusta.
Complacida por las muestras de apoyo, Laurel miró con aires de suficiencia a Parker y empezó a comer.
—Dicho lo cual, comprendamos que somos un equipo, y las clientas,incluso las malas pécoras que se las dan de marquesas, tienen que quedar contentas. Y aunque son dos buenas razones —dijo ______ capeando la mirada de rabia de Laurel—, hay algo mejor aún. Vas a demostrarle a ese culo plano, grosero y desdeñoso, lo que sabe hacer una brillante chef de repostería, y bajo presión.
—Parker ya ha intentado este argumento conmigo.
—Oh. —_______ cortó un trocito de tortilla—. Vale, pero así están las cosas.
—Podría machacar a su prima roba hombres con mis pasteles.
—No lo dudo. Personalmente, creo que la novia tendría que arrastrarse a tus pies, al menos un poquito.
—Me gusta la idea —consideró Laurel—, y que pida clemencia.
—Podría mirar de arreglar eso —dijo Parker tomando su taza de café—. También le dije que si aceptábamos de una manera tan imprevista, le cargaríamos un importe adicional. Añadí el veinticinco por ciento. Se agarró a ello como a un clavo ardiendo, y de hecho soltó unas lágrimas de agradecimiento.
Los ojos azules de Laurel resplandecieron con una nueva luz.
—¿Lloró?
Parker inclinó la cabeza y arqueó una ceja en dirección a Laurel.
—¿Y si es así?
—Me reconforta mucho saberlo, pero aun así, tendrá que aceptar lo que yo le diga, y además tendrá que gustarle mi propuesta.
—Por descontado.
—Comunicadme vuestra decisión… cuando os hayáis decidido —dijo ______—. Yo trabajaré en las flores y la decoración de la mesa. —Y entonces le dedicó una sonrisa compasiva a Parker—. ¿A qué hora te llamó para contarte todo esto?
—A las tres y veinte de la mañana.
Laurel se acercó a Parker para darle una palmadita en la espalda.
—Lo siento.
—Es mi parte del convenio. Saldremos de esta. Siempre lo conseguimos.
Siempre lo conseguían, pensó ______ mientras hidrataba los arreglos florales de su sala de estar. Y confiaba en que así sería siempre. Echó un vistazo a una fotografía que conservaba en un sencillo marco blanco en la que se veía a tres niñas jugando al «día de la boda» en un jardín, en verano. Ella fue la novia ese día y llevó el ramo de hierbas y flores silvestres, y también el velo de encaje. Además, se había sentido tan encantada e ilusionada como sus amigas cuando la mariposa azul se posó sobre un diente de león que había en su ramo.
Mac también estaba allí, por supuesto. Tras la cámara, captando el momento. Era un auténtico milagro que hubieran podido convertir su juego preferido de la infancia en un próspero negocio.Los dientes de león habían quedado atrás, pensó mientras ahuecaba las almohadas. ¿Cuántas veces habría visto la misma mirada, encantada y estupefacta, en el rostro de una novia al ofrecerle el ramo que había hecho para ella? Para ella especialmente.
Esperaba que la reunión que iba a comenzar terminase en boda a la primavera siguiente, y que esa misma mirada atónita se dibujara en el rostro de la novia.
Dispuso sus carpetas, álbumes y libros y fue al espejo a comprobar cómo le quedaban el pelo, el maquillaje y la caída del traje pantalón que se había puesto. La imagen era una prioridad en 'Votos', pensó.
Sonó el teléfono y, apartándose del espejo, fue a contestar la llamada.
—Centros Florales de Votos —respondió con un tono alegre—. Sí,hola, Roseanne. Claro que me acuerdo de ti. La boda es en octubre,¿verdad? No, no es demasiado pronto para tomar estas decisiones.
Mientras hablaba, ______ cogió una libreta de su escritorio y la abrió.
—Podemos concertar una cita para la semana que viene, si te va bien. ¿Puedes traer una foto de tu vestido? Fantástico. Si has elegido los vestidos de las damas o los colores… ajá. Te ayudaré con todo eso. ¿Qué te parece el lunes próximo a las dos?
Anotó la cita en su agenda y levantó la vista al oír el sonido de un coche que aparcaba.
Una clienta al teléfono y otra acercándose a la puerta.¡Adoraba la primavera!
_______ le mostró a la última clienta del día su exposición de arreglos y ramos de seda, así como diversas muestras, que tenía preparadas en varias mesas y estantes.
—Hice esto cuando me enviaste por correo la foto de tu vestido y mediste una idea aproximada de cuáles eran tus flores y colores preferidos. Ya sé que me dijiste que preferías un ramo espectacular y en cascada,pero… — De un estante, ______ cogió un ramo de rosas y lirios unidos entre sí con una cinta blanca y entrelazada de perlas—. Quería que vieras esto antes de que tomaras una decisión en firme.
—Es precioso, y además son mis flores preferidas; pero no me parece… cómo lo diría… bastante grande.
—Dado el corte de tu vestido, la falda tubular y la hermosa pedrería del cuerpo, este ramo más moderno te quedaría espectacular. Pero quiero que elijas exactamente lo que quieres, Miranda. Esta otra muestra se parece bastante a lo que tienes en mente.
______ tomó un arreglo en cascada del estante.
—¡Oh, es como un jardín!
—Sí. Deja que te muestre un par de fotos —propuso _______ abriendo sobre el mostrador una carpeta de la que sacó dos fotografías.
—¡Es mi vestido! Con los ramos.
—Mi socia Mac es un hacha con el Photoshop. Con estas fotos te harás una idea de cómo combinan estos dos estilos con tu vestido. No hay que precipitarse. Es tu día, y cada uno de los detalles tiene que ser exactamente como desees.
—Pero tienes razón, ¿no? —Miranda examinó los dos retratos—. El grande… es como si tapara el vestido; el otro, en cambio, le va como anillo al dedo. Es elegante sin dejar de ser romántico. Porque es romántico, ¿verdad?
—Creo que sí. Los lirios, con un matiz rosado que contrasta con las rosas blancas, y unos toques de verde pálido. La cinta blanca colgando, el destello de las perlas… A mí me parece, si a ti te gusta, que podríamos reservar los lirios para tus damas, quizá atados con una cinta rosa.
—Creo… —Miranda acercó el ramo de muestra a un antiguo espejo de cuerpo entero que había en un rincón. Su sonrisa se abrió como una flor al estudiar su reflejo—. Parece que lo hayan montado unos duendecillos laboriosos. Y me encanta.
______ anotó la composición en su libreta.
—Me alegro. Trabajaremos con esa idea y montaremos los ramos en espiral. Pondré jarrones transparentes en la mesa de presidencia, así los ramos no solo se mantendrán frescos, sino que servirán como decorado durante la recepción. Veamos, para el ramo que tendrás que lanzar, se me ha ocurrido que sea solo de rosas blancas, un poco más pequeño que este.—______ cogió otra muestra diferente—. Y que vaya atado con unas cintas de color rosa y blanco.
—Eso sería perfecto. ¡Está resultando mucho más fácil de lo que imaginaba!
Complacida, ______ seguía anotando en su libreta.
—Las flores son importantes, pero también tendrían que ser divertidas. No hay que precipitarse, recuérdalo. Después de todo lo que me has dicho, entiendo que el tono de la boda tendría que ser un romanticismo moderno.
—Sí, eso es exactamente lo que busco.
—Tu sobrina, la niña que llevará las flores, tiene cinco años, ¿verdad?
—Los cumplió el mes pasado. Está nerviosísima por tener que esparcir pétalos de rosa por el pasillo central.
—Ya lo imagino. —______ tachó la idea de la almohadilla perfumada de su lista mental—. Podríamos usar este cesto tan elegante, forrarlo de satén blanco y entrelazarlo con rosas de pitiminí, y también ponerle unas cintas rosadas y blancas que cuelguen. Iría lleno de pétalos rosados y blancos. Podríamos hacer una diadema para la niña, con rosas de pitiminí rosadas y blancas. En función del vestido, y de tus gustos, podría ser un diseño sencillo o podríamos pasarle unas cintas que le colgaran por detrás.
—Pongamos cintas, sin duda. Es muy coqueta. Estará encantada. —Miranda tomó la diadema de muestra que ______ le ofreció—. Oh, ______,¡es como una pequeña corona! Digna de una princesa.
—Exacto. —Cuando Miranda se la puso en la cabeza, ______ rió—. Una niña presumida de cinco años se sentirá como en el cielo con ella. Y tú serás su tía favorita durante toda la vida.
—Estará preciosa. Sí, sí a todo. El cesto, la diadema, las cintas, las rosas, los colores…
—Magnífico. Me lo estás poniendo muy fácil. Ahora tenemos que ocuparnos de las madres y las abuelas. Podríamos hacer unos ramilletes,de los que se llevan en la muñeca o como un broche, con rosas, lirios o combinando ambas flores a la vez. Pero…
Sonriendo, Miranda dejó a un lado la diadema.
—Cada vez que dices «pero» acaba resultando fantástico. Dime,¿pero qué?
—Creo que podríamos modernizar el clásico porta ramilletes.
—No tengo ni idea de lo que es.
—Es un ramo pequeño, como este, que va en un recipiente diminuto para que las flores se mantengan frescas. Pondremos unos soportes en las mesas, en el lugar donde ellas se sienten, y eso también vestirá sus mesas un poco más que las del resto de los invitados. Usaremos lirios y rosas, en miniatura, pero podríamos invertir los colores. Rosas de color rosa y lirios blancos, con un toque de verde pálido. O si eso no combina con sus vestidos, flores blancas para todas. Y el porta ramilletes que sea pequeño, no muy sofisticado. Me decantaría por uno parecido a este, de plata, muy simple, sin decoraciones. Podríamos grabar en él la fecha de la boda, vuestros nombres o los nombres de ellas.
—Es como si fueran a tener sus propios ramos. Como el mío, pero en miniatura. Oh, mi madre estará…
Al ver que a Miranda se le ponían los ojos llorosos, ______ le alcanzó la caja de pañuelos de papel que siempre tenía a mano.
—Gracias. Esto es lo que quiero. Aunque tengo que pensar en el monograma y me gustaría hablarlo con Brian.
—Tienes todo el tiempo del mundo.
—Pero quiero eso. Y con colores invertidos, creo, porque así será como si los ramos les pertenecieran más. Voy a sentarme un rato.
______ la acompañó al rincón donde había unas butacas y dejó la caja de pañuelos cerca de Miranda.
—Quedará precioso.
—Ya lo sé. Lo veo. Es como si lo viera, y ni siquiera hemos empezado con los arreglos y los centros de mesa, por no hablar del resto. Pero puedo verlo. Tengo que contarte una cosa.
—Dime.
—Mi hermana… mi dama de honor, ¿sabes?, nos presionó mucho para que contratáramos a Felfoot. Siempre ha sido el lugar por excelencia de Greenwich, y es precioso.
—Es una maravilla, y el trabajo que hacen es soberbio.
—Pero Brian y yo nos enamoramos de este lugar, de su aspecto, del ambiente, del modo en que trabajáis las cuatro. Era justo lo que queríamos. Cada vez que vengo, o que me reúno con alguna de vosotras,me doy cuenta de que estábamos en lo cierto. Tendremos una boda increíble. Lo siento —dijo Miranda secándose los ojos una vez más.
—No lo sientas. —______ cogió un pañuelo para ella—. Para mí es un halago, y nada me hace más feliz que tener a una novia sentada junto a mí llorando de felicidad. ¿Qué tal si nos tomamos una copa de champán para calmarnos un poco antes de pasar a las flores de ojal?
—¿Lo dices en serio? _______, si no estuviera locamente enamorada de Brian, te pediría que te casaras conmigo.
Soltando una carcajada, ______ se levantó.
—Ahora mismo vuelvo.
Un rato después _______ despidió a la excitada novia y, cansada aunque relajada, se instaló en su despacho con una cafetera pequeña amano. Miranda tenía razón, pensó mientras introducía todos los detalles en el ordenador. Su boda sería espectacular. Con muchísimas flores, de estilo moderno y con unos toques románticos. Velas y el brillo satinado de las cintas y la gasa. Rosados y blancos con notas de atrevidos azules y verdes para contrastar y potenciar el efecto. Plata bruñida y cristal transparente para matizar. Líneas alargadas y el capricho de unas luces de colores.
Mientras escribía el borrador con todos los detalles del contrato, se felicitó por el día tan productivo que había tenido. Y como al día siguiente tenía que trabajar en los arreglos de la celebración que tocaba por l anoche entre semana, decidió que se acostaría temprano.Resistiría la tentación de ir a ver lo que la señora Grady había hecho para cenar y se prepararía una ensalada, o puede que un poco de pasta.Se acurrucaría luego para ver una película u hojear un montón de revistas y llamaría a su madre. De ese modo tendría tiempo de terminarlo todo,pasar una velada descansada y estar en la cama antes de las once.
Estaba sacando una impresión de prueba del contrato, cuando su teléfono sonó con los dos timbrazos rápidos de su línea particular. Echó un vistazo al visor y sonrió.
—Hola, Sam.
—Hola, preciosa. ¿Qué haces en casa cuando deberías estar conmigo?
—Trabajar.
—Son más de las seis. Déjalo todo, cariño. Adam y Vicki dan una fiesta. Podríamos ir primero a picar algo. Te recogeré dentro de una hora.
—Uau, espera. Le dije a Vicki que esta noche no me iba bien. Hoy he tenido un montón de entrevistas y todavía me queda otra hora más antes de…
—Hay que comer, ¿o no? Y si has estado trabajando todo el día,mereces salir a jugar un rato. Ven a jugar conmigo.
—Eres un encanto, pero…
—No querrás que vaya a la fiesta solo. Nos dejamos caer por ahí,tomamos una copa, nos echamos unas risas y nos marchamos cuando quieras. No me partas el corazón.
______ alzó los ojos mientras veía esfumarse su plan de acostarse temprano.
—No puedo salir a cenar, pero nos encontraremos allí sobre las ocho.
—Puedo pasar a recogerte a las ocho.«Y entonces querrás entrar cuando me acompañes de vuelta a casa—pensó ella—. Y eso no va a ocurrir.»
—Nos veremos allí. De ese modo, si quiero marcharme y tú te estás divirtiendo, no tendrás que acompañarme.
—Me conformo con eso. Te veré allí.
Su trabajo consistía en obsequiar a los clientes con todo el amor y toda la pasión que deseaban. Suspiró, se desperezó y sonrió al ver el jarrón con rosas de pitiminí que había en su escritorio. No había nada como la primavera, pensó. La temporada de bodas había empezado a tope; eso significaba jornadas de días intensos y noches largas diseñando, arreglando y creando no solo para las bodas de esa misma primavera, sino también para las de la siguiente temporada. Le encantaba la continuidad tanto como el trabajo en sí. Eso era lo que Votos les había dado, a ella y a sus tres amigas íntimas: continuidad, un trabajo satisfactorio y la sensación de realizarse.
Además podía dedicarse a combinar flores, vivir con flores y,prácticamente, nadar entre flores a diario. Se examinó las manos con aire reflexivo, los pequeños rasguños y diminutos cortes que había en ellas. Unos días se figuraba que eran heridas de guerra, otros, en cambio, le parecían medallas al valor. Esa mañana tan solo deseaba poder acordarse de que tenía que buscar el momento de hacerse la manicura. Echó un vistazo al reloj y calculó. Espoleada por un nuevo pensamiento, se levantó de golpe. Fue primero al dormitorio, eligió una sudadera escarlata con capucha y se la abrochó sobre el pijama. Tenía tiempo de pasarse por la casa principal antes de vestirse y arreglarse para el día. La señora Grady ya debía de estar preparando el desayuno, así que _______ podría ahorrarse cocinar o picotear cualquier cosa.
Mientras bajaba a paso ligero por la escalera, pensó que en su vida todo eran ventajas. Cruzó la sala de estar que utilizaba como área de recepción y consulta y echó un rápido vistazo antes de salir. Humedecería las flores expuestas antes de la primera entrevista y… ah, ¡qué hermosos eran esos lirios orientales recién abiertos!
Salió de la que había sido la casa de invitados de la propiedad de los Brown, y que ahora era su hogar y la sede de Centros Florales (su parte de Votos), inspiró hondo para notar el aire primaveral… y se echó a temblar. Maldita sea, ¿por qué no podía hacer más calor? Estaban en abril,caray; en la época de los narcisos. Si incluso los pensamientos que había plantado estaban preciosos, pensó negándose en redondo a aceptar que una mañana gélida (en la que, encima, empezaba a lloviznar) le pusiera de mal humor.
Se arrebujó en la sudadera, asió con fuerza la taza de café, metió la mano que le quedaba libre en el bolsillo y se marchó caminando hacia la casa principal. A su alrededor, todo despertaba de nuevo a la vida. Por poco que se fijara, podía adivinar la promesa del follaje en los árboles, los indicios de lo que serían las delicadas inflorescencias del cornejo y el cerezo. Esos narcisos querían abrirse, y el azafrán ya lo había hecho. Quizá caería otra nevada primaveral, pero lo peor ya había pasado. Pronto llegaría la época de cavar la tierra y sacar algunas de sus preciosidades del invernadero para dejarlas a la vista.
Añadiría ramos,festones y guirnaldas, pero nada superaba a la madre Naturaleza cuando se trataba de crear el paisaje más cautivador para una boda. Y en su opinión, también, nada superaba a la propiedad de los Brown cuando se trataba de brindar el marco más adecuado para ello. Los jardines, que incluso entonces ya eran de exposición, pronto estallarían en colores, flores, aromas… e invitarían a pasear por los sinuosos senderos, a sentarse en un banco y relajarse al sol o a la sombra. Parker la había dejado al cargo de todo (en la medida en que Parker podía dejar a alguien al cargo) y cada año tenía que hacer combinaciones,plantar algo nuevo o supervisar a los paisajistas.
Las terrazas y los patios conformaban hermosos espacios habitables al aire libre que resultaban perfectos para bodas y celebraciones:recepciones junto a la piscina y en las terrazas, ceremonias en el cenador de rosas o en la pérgola, o quizá un poco más lejos, junto al estanque que había bajo el sauce llorón.«Lo tenemos todo», pensó ______.¿Y qué decir de la casa? ¿Cabía la posibilidad de que fuera más grácil, más bella? El maravilloso azul tenue, los cálidos toques de amarillo y crudo… Los diversos perfiles del tejado, las ventanas en arco y los balcones forjados se sumaban a su elegante encanto. En realidad, el pórtico de la entrada estaba concebido para que lo invadieran un verdor exuberante o sofisticados colores y texturas.
De niña pensaba que se encontraba en el país de las hadas, coronado incluso con un castillo. Ahora era su hogar.Se desvió hacia la casita de la piscina, donde su socia Mac vivía y tenía el estudio de fotografía. Al acercarse a la entrada vio que la puerta se abría. _______ esbozó una sonrisa y saludó con un gesto al larguirucho de pelo alborotado y chaqueta de tweed que salía en ese momento.
—¡Buenos días, Carter!
—Hola, ______.
La familia de Carter y la suya eran amigas desde que le alcanzaba la memoria. Ahora, Carter Maguire, antiguo profesor de Yale y actual catedrático de literatura en su instituto de toda la vida, se había prometido con una de sus mejores amigas. La vida no solo era buena, pensó ______, sino también un excitante camino de rosas.
Con ese pensamiento en la cabeza, ejecutó unos pasos de baile acercándose a Carter, lo agarró por la solapa, se puso de puntillas y le dio un sonoro beso.
—¡Uau! —exclamó él sonrojándose un poco.
—Oye, tú —Mackensie, con sueño en los ojos y la mata de pelo rojizo destacando en la penumbra, se apoyó en la jamba de la puerta—,¿intentas pasar el rato con mi chico?
—Ojalá. Te lo robaría, pero lo has hechizado y vampirizado.
—Tú lo has dicho.
—Bueno —Carter les sonrió azorado a ambas mujeres—, bonita manera de empezar el día. La reunión de profesores que me espera no será ni la mitad de agradable.
—Llámalos y diles que te encuentras mal —susurró Mac casi con un ronroneo—. Yo sí te daré algo agradable.
—Ja, ja… Ya. En fin. Adiós.
______, sin dejar de sonreír, lo vio alejarse con prisas hacia el coche.
—Caray, es monísimo.
—Sí lo es.
—Y mírate a ti: la Chica Feliz.
—La Chica Feliz y Prometida. ¿Quieres que te enseñe mi anillo otra vez?
—Oooh… —exclamó ______ con amabilidad cuando Mac movió los dedos—. Ahhh…
—¿Ibas a desayunar?
—Ese es el plan.
—Espera. —Mac se inclinó hacia un lado, agarró una chaqueta y luego cerró la puerta tras ella—. Solo he tomado un café, así que…
Las dos acompasaron la marcha y, de repente, Mac frunció el ceño.
—Esa taza es mía.
—¿Quieres que te la devuelva ahora?
—Ya sé por qué estoy alegre esta mañana de perros, y es por lo mismo por lo que no he tenido tiempo de desayunar. Se llama Duchémonos Juntos
.—La Chica Feliz también es la Bruja Chula.
—Y muy orgullosa de ello. ¿Por qué estás tan contenta? ¿Has metido aun hombre en casa?
—Por desgracia, no. Pero tengo programadas cinco consultas para hoy, y eso es una manera fantástica de empezar la semana, que se suma a la preciosa manera en que terminó la anterior, con la merienda de ayer. Esa boda fue una delicia, ¿verdad?
—Una pareja sexagenaria intercambiando los votos matrimoniales yc elebrándolo con los hijos de él, los hijos de ella y los nietos. No solo fue una delicia, sino que creo que estas cosas dan seguridad. Era la segunda vez para los dos, y ahí los tienes, listos para repetir, deseando vivir juntos y en armonía. Saqué unas fotos fabulosas. En fin, me parece que a esos alocados jovenzuelos les va a ir bien.
—Hablando de jovenzuelos alocados, habrá que organizar lo de tus flores. Aunque pienses que falta mucho para diciembre —dijo ______temblando—, pronto lo tendremos aquí, y eso ya lo sabes.
—Ni siquiera he decidido cómo van a ser las fotos de compromiso. No he mirado vestidos, ni he pensado en los colores.
—A mí me sientan bien los tonos gema —dijo _______ parpadeando repetidas veces.
—A ti te sienta bien una arpillera. ¿Y tú me llamas Bruja Chula?
Mac abrió la puerta y, como la señora Grady ya había regresado de sus vacaciones de invierno, se acordó de restregar los zapatos en el felpudo antes de entrar.
—Tan pronto como encuentre el vestido, haremos una puesta en común sobre lo demás.
—Eres la primera de nosotras que se casa, la primera que celebrará su boda aquí.
—Sí. Será interesante ver cómo nos las arreglamos para organizar la boda y formar parte al mismo tiempo.
—Ya sabes que puedes contar con Parker para la logística. Si alguien es capaz de conseguir que todo vaya como una seda, esa es Parker.
Las dos amigas entraron en la cocina, y se vieron sumidas en el caos. Mientras la equitativa Maureen Grady trabajaba junto al fuego, con movimientos eficaces y expresión plácida, Parker y Laurel caminaban arriba y abajo discutiendo.
—Hay que hacerlo —insistió Parker.
—Y una mierda, y una mierda.
—Laurel, esto es un negocio, y en los negocios hay que servir al cliente.
—Deja que te diga lo que serviría yo a esta clienta.
—Basta ya. —Parker, con su abundante melena color castaño recogida en una cola, iba vestida con el clásico traje de chaqueta azul oscuro que destinaba para las entrevistas con los clientes. Sus ojos, de un color parecido, echaban chispas de la impaciencia—. Mira, he hecho una lista con todo lo que ella ha elegido, el número de invitados, sus colores, la selección de flores. Ni siquiera tienes que hablar con ella. Yo haré de puente entre las dos.
—Y ahora te diré lo que puedes hacer con tu lista.
—La novia…
—La novia es una borde. La novia es imbécil, una niña mimada y malcriada que dejó muy claro hace un año que ni necesitaba ni quería mis servicios personales. Que me muerda a mí si le apetece, porque lo que es a mis pasteles, a esos no les va a hincar el diente, aunque ahora se haya dado cuenta de que cometió una estupidez.
Vestida con el pantalón del pijama y la camiseta sin mangas de algodón con los que había dormido, con el cabello todavía despeinado de la noche, Laurel se dejó caer en una silla de la mesita del rincón donde desayunaban.
—Tienes que calmarte —dijo Parker agachándose para recoger una carpeta. Probablemente Laurel la habría tirado al suelo, adivinó _______—. Todo lo que necesitas está aquí. —Dejó la carpeta sobre la mesa—. Ya le he asegurado a la novia que nos encargaremos de todo, así que…
—Así que tú diseñas y horneas un pastel de boda de cuatro pisos entre hoy y el sábado, más el pastel del novio y una selección de postres.Para doscientas personas. Y lo haces sin tiempo de prepararlo bien, con tres celebraciones más durante el fin de semana y otra por la noche dentro de tres días.—Con una expresión de rebeldía pintada en el rostro,Laurel cogió la carpeta y la dejó caer deliberadamente al suelo.
—Ahora estás comportándote como una cría.
—Perfecto. Soy una cría.
—Chicas, vuestras amiguitas han venido a jugar —canturreó la señora Grady con un tono de voz muy dulce y la mirada risueña.
—Ah, me parece que mi madre me llama —dijo _______ intentando batirse en retirada.
—¡No, no te vayas! —exclamó Laurel dando un salto—. ¡Escucha esto!El enlace de los Folk y Harrigan. El sábado por la noche. Estoy segura deque recuerdas que la novia rechazó que Glaseados de Votos se ocupara del pastel o de los postres, que se rió de mí y de mi propuesta e insistió en que su prima, una chef de repostería de Nueva York que ha estudiado en París y diseña pasteles para actos muy especiales, se ocupara de los postres. ¿Recuerdas lo que me dijo?
—Esto… —_______ se desplazó porque Laurel apuntaba con el dedo justo a su corazón—. Las palabras exactas, no.
—Bien, pues yo sí. Dijo que estaba segura (y lo dijo con esa sonrisilla socarrona) de que yo era capaz de ocuparme de la mayoría de los banquetes, pero que ella quería lo mejor de lo mejor para su boda. Me lo soltó a la cara.
—Y fue muy maleducada, sin duda —terció Parker.
—No he terminado todavía —protestó Laurel entre dientes—. Ahora, a las quinientas, se descuelga diciendo que su brillante prima se ha fugado con uno de sus clientes. Gran escándalo, porque el cliente de marras conoció a la brillante prima cuando le encargó que diseñara un pastel para su propia fiesta de compromiso. Ahora están desaparecidos en combate y la novia quiere que me meta en faena para salvarle el día.
—Que es a lo que nos dedicamos. Laurel…
—No estoy hablando contigo —espetó la joven amenazando primero a Parker con un dedo y señalando luego a Mac y a ______—. Hablo con ellas.
—¿Qué? ¿Habías dicho algo? —preguntó Mac sonriendo de oreja a oreja—. Lo siento, debe de haberme entrado agua en los oídos al ducharme. No oigo nada.
—Cobarde. ¿______?
—Ah…
—¡El desayuno! Todas a sentarse. —La señora Grady trazó un círculo en el aire—. Tortilla de claras sobre una tostada de pan integral. Sentaos,sentaos. Comed.
—No comeré hasta que....
—Sentémonos. —_______, interrumpiendo la parrafada de Laurel que se les avecinaba, adoptó un tono conciliador—. Dame un minuto para pensar. Sentémonos todas y… Oh, señora Grady, esto tiene una pinta increíble. —Cogió dos platos a modo de escudo, se dirigió al rincón donde estaba la mesa y se acomodó en una silla—. No hay que olvidar que somos un equipo.
—A ti no te han insultado y no te han colgado ningún marrón.
—En realidad, sí. O me lo colgaron, mejor dicho. A Whitney Folk podemos ponerle la coletilla «zilla» y llamarla Noviazilla. Podría contartelas pesadillas que esa mujer me provoca, pero esa historia la dejo para otro día.
—Yo tengo más cosas que contar —terció Mac.
—Veo que has recuperado el oído —musitó Laurel.
—Es grosera, exigente, malcriada, complicada y desagradable —siguió explicando ______—. Por lo general, cuando planificamos una ceremonia, sin olvidar los problemas que pueden surgir y lo extrañas que son algunas parejas, me gusta pensar que estamos ayudándo les a vivir un día que marcará el comienzo del «y fueron felices y comieron perdices».Pero con esta en concreto me sorprendería que llegaran a los dos años.Esa mujer fue muy grosera contigo, y no creo que te dedicara una sonrisilla socarrona, más bien creo que te sonrió con desprecio. No me gusta.
Complacida por las muestras de apoyo, Laurel miró con aires de suficiencia a Parker y empezó a comer.
—Dicho lo cual, comprendamos que somos un equipo, y las clientas,incluso las malas pécoras que se las dan de marquesas, tienen que quedar contentas. Y aunque son dos buenas razones —dijo ______ capeando la mirada de rabia de Laurel—, hay algo mejor aún. Vas a demostrarle a ese culo plano, grosero y desdeñoso, lo que sabe hacer una brillante chef de repostería, y bajo presión.
—Parker ya ha intentado este argumento conmigo.
—Oh. —_______ cortó un trocito de tortilla—. Vale, pero así están las cosas.
—Podría machacar a su prima roba hombres con mis pasteles.
—No lo dudo. Personalmente, creo que la novia tendría que arrastrarse a tus pies, al menos un poquito.
—Me gusta la idea —consideró Laurel—, y que pida clemencia.
—Podría mirar de arreglar eso —dijo Parker tomando su taza de café—. También le dije que si aceptábamos de una manera tan imprevista, le cargaríamos un importe adicional. Añadí el veinticinco por ciento. Se agarró a ello como a un clavo ardiendo, y de hecho soltó unas lágrimas de agradecimiento.
Los ojos azules de Laurel resplandecieron con una nueva luz.
—¿Lloró?
Parker inclinó la cabeza y arqueó una ceja en dirección a Laurel.
—¿Y si es así?
—Me reconforta mucho saberlo, pero aun así, tendrá que aceptar lo que yo le diga, y además tendrá que gustarle mi propuesta.
—Por descontado.
—Comunicadme vuestra decisión… cuando os hayáis decidido —dijo ______—. Yo trabajaré en las flores y la decoración de la mesa. —Y entonces le dedicó una sonrisa compasiva a Parker—. ¿A qué hora te llamó para contarte todo esto?
—A las tres y veinte de la mañana.
Laurel se acercó a Parker para darle una palmadita en la espalda.
—Lo siento.
—Es mi parte del convenio. Saldremos de esta. Siempre lo conseguimos.
Siempre lo conseguían, pensó ______ mientras hidrataba los arreglos florales de su sala de estar. Y confiaba en que así sería siempre. Echó un vistazo a una fotografía que conservaba en un sencillo marco blanco en la que se veía a tres niñas jugando al «día de la boda» en un jardín, en verano. Ella fue la novia ese día y llevó el ramo de hierbas y flores silvestres, y también el velo de encaje. Además, se había sentido tan encantada e ilusionada como sus amigas cuando la mariposa azul se posó sobre un diente de león que había en su ramo.
Mac también estaba allí, por supuesto. Tras la cámara, captando el momento. Era un auténtico milagro que hubieran podido convertir su juego preferido de la infancia en un próspero negocio.Los dientes de león habían quedado atrás, pensó mientras ahuecaba las almohadas. ¿Cuántas veces habría visto la misma mirada, encantada y estupefacta, en el rostro de una novia al ofrecerle el ramo que había hecho para ella? Para ella especialmente.
Esperaba que la reunión que iba a comenzar terminase en boda a la primavera siguiente, y que esa misma mirada atónita se dibujara en el rostro de la novia.
Dispuso sus carpetas, álbumes y libros y fue al espejo a comprobar cómo le quedaban el pelo, el maquillaje y la caída del traje pantalón que se había puesto. La imagen era una prioridad en 'Votos', pensó.
Sonó el teléfono y, apartándose del espejo, fue a contestar la llamada.
—Centros Florales de Votos —respondió con un tono alegre—. Sí,hola, Roseanne. Claro que me acuerdo de ti. La boda es en octubre,¿verdad? No, no es demasiado pronto para tomar estas decisiones.
Mientras hablaba, ______ cogió una libreta de su escritorio y la abrió.
—Podemos concertar una cita para la semana que viene, si te va bien. ¿Puedes traer una foto de tu vestido? Fantástico. Si has elegido los vestidos de las damas o los colores… ajá. Te ayudaré con todo eso. ¿Qué te parece el lunes próximo a las dos?
Anotó la cita en su agenda y levantó la vista al oír el sonido de un coche que aparcaba.
Una clienta al teléfono y otra acercándose a la puerta.¡Adoraba la primavera!
_______ le mostró a la última clienta del día su exposición de arreglos y ramos de seda, así como diversas muestras, que tenía preparadas en varias mesas y estantes.
—Hice esto cuando me enviaste por correo la foto de tu vestido y mediste una idea aproximada de cuáles eran tus flores y colores preferidos. Ya sé que me dijiste que preferías un ramo espectacular y en cascada,pero… — De un estante, ______ cogió un ramo de rosas y lirios unidos entre sí con una cinta blanca y entrelazada de perlas—. Quería que vieras esto antes de que tomaras una decisión en firme.
—Es precioso, y además son mis flores preferidas; pero no me parece… cómo lo diría… bastante grande.
—Dado el corte de tu vestido, la falda tubular y la hermosa pedrería del cuerpo, este ramo más moderno te quedaría espectacular. Pero quiero que elijas exactamente lo que quieres, Miranda. Esta otra muestra se parece bastante a lo que tienes en mente.
______ tomó un arreglo en cascada del estante.
—¡Oh, es como un jardín!
—Sí. Deja que te muestre un par de fotos —propuso _______ abriendo sobre el mostrador una carpeta de la que sacó dos fotografías.
—¡Es mi vestido! Con los ramos.
—Mi socia Mac es un hacha con el Photoshop. Con estas fotos te harás una idea de cómo combinan estos dos estilos con tu vestido. No hay que precipitarse. Es tu día, y cada uno de los detalles tiene que ser exactamente como desees.
—Pero tienes razón, ¿no? —Miranda examinó los dos retratos—. El grande… es como si tapara el vestido; el otro, en cambio, le va como anillo al dedo. Es elegante sin dejar de ser romántico. Porque es romántico, ¿verdad?
—Creo que sí. Los lirios, con un matiz rosado que contrasta con las rosas blancas, y unos toques de verde pálido. La cinta blanca colgando, el destello de las perlas… A mí me parece, si a ti te gusta, que podríamos reservar los lirios para tus damas, quizá atados con una cinta rosa.
—Creo… —Miranda acercó el ramo de muestra a un antiguo espejo de cuerpo entero que había en un rincón. Su sonrisa se abrió como una flor al estudiar su reflejo—. Parece que lo hayan montado unos duendecillos laboriosos. Y me encanta.
______ anotó la composición en su libreta.
—Me alegro. Trabajaremos con esa idea y montaremos los ramos en espiral. Pondré jarrones transparentes en la mesa de presidencia, así los ramos no solo se mantendrán frescos, sino que servirán como decorado durante la recepción. Veamos, para el ramo que tendrás que lanzar, se me ha ocurrido que sea solo de rosas blancas, un poco más pequeño que este.—______ cogió otra muestra diferente—. Y que vaya atado con unas cintas de color rosa y blanco.
—Eso sería perfecto. ¡Está resultando mucho más fácil de lo que imaginaba!
Complacida, ______ seguía anotando en su libreta.
—Las flores son importantes, pero también tendrían que ser divertidas. No hay que precipitarse, recuérdalo. Después de todo lo que me has dicho, entiendo que el tono de la boda tendría que ser un romanticismo moderno.
—Sí, eso es exactamente lo que busco.
—Tu sobrina, la niña que llevará las flores, tiene cinco años, ¿verdad?
—Los cumplió el mes pasado. Está nerviosísima por tener que esparcir pétalos de rosa por el pasillo central.
—Ya lo imagino. —______ tachó la idea de la almohadilla perfumada de su lista mental—. Podríamos usar este cesto tan elegante, forrarlo de satén blanco y entrelazarlo con rosas de pitiminí, y también ponerle unas cintas rosadas y blancas que cuelguen. Iría lleno de pétalos rosados y blancos. Podríamos hacer una diadema para la niña, con rosas de pitiminí rosadas y blancas. En función del vestido, y de tus gustos, podría ser un diseño sencillo o podríamos pasarle unas cintas que le colgaran por detrás.
—Pongamos cintas, sin duda. Es muy coqueta. Estará encantada. —Miranda tomó la diadema de muestra que ______ le ofreció—. Oh, ______,¡es como una pequeña corona! Digna de una princesa.
—Exacto. —Cuando Miranda se la puso en la cabeza, ______ rió—. Una niña presumida de cinco años se sentirá como en el cielo con ella. Y tú serás su tía favorita durante toda la vida.
—Estará preciosa. Sí, sí a todo. El cesto, la diadema, las cintas, las rosas, los colores…
—Magnífico. Me lo estás poniendo muy fácil. Ahora tenemos que ocuparnos de las madres y las abuelas. Podríamos hacer unos ramilletes,de los que se llevan en la muñeca o como un broche, con rosas, lirios o combinando ambas flores a la vez. Pero…
Sonriendo, Miranda dejó a un lado la diadema.
—Cada vez que dices «pero» acaba resultando fantástico. Dime,¿pero qué?
—Creo que podríamos modernizar el clásico porta ramilletes.
—No tengo ni idea de lo que es.
—Es un ramo pequeño, como este, que va en un recipiente diminuto para que las flores se mantengan frescas. Pondremos unos soportes en las mesas, en el lugar donde ellas se sienten, y eso también vestirá sus mesas un poco más que las del resto de los invitados. Usaremos lirios y rosas, en miniatura, pero podríamos invertir los colores. Rosas de color rosa y lirios blancos, con un toque de verde pálido. O si eso no combina con sus vestidos, flores blancas para todas. Y el porta ramilletes que sea pequeño, no muy sofisticado. Me decantaría por uno parecido a este, de plata, muy simple, sin decoraciones. Podríamos grabar en él la fecha de la boda, vuestros nombres o los nombres de ellas.
—Es como si fueran a tener sus propios ramos. Como el mío, pero en miniatura. Oh, mi madre estará…
Al ver que a Miranda se le ponían los ojos llorosos, ______ le alcanzó la caja de pañuelos de papel que siempre tenía a mano.
—Gracias. Esto es lo que quiero. Aunque tengo que pensar en el monograma y me gustaría hablarlo con Brian.
—Tienes todo el tiempo del mundo.
—Pero quiero eso. Y con colores invertidos, creo, porque así será como si los ramos les pertenecieran más. Voy a sentarme un rato.
______ la acompañó al rincón donde había unas butacas y dejó la caja de pañuelos cerca de Miranda.
—Quedará precioso.
—Ya lo sé. Lo veo. Es como si lo viera, y ni siquiera hemos empezado con los arreglos y los centros de mesa, por no hablar del resto. Pero puedo verlo. Tengo que contarte una cosa.
—Dime.
—Mi hermana… mi dama de honor, ¿sabes?, nos presionó mucho para que contratáramos a Felfoot. Siempre ha sido el lugar por excelencia de Greenwich, y es precioso.
—Es una maravilla, y el trabajo que hacen es soberbio.
—Pero Brian y yo nos enamoramos de este lugar, de su aspecto, del ambiente, del modo en que trabajáis las cuatro. Era justo lo que queríamos. Cada vez que vengo, o que me reúno con alguna de vosotras,me doy cuenta de que estábamos en lo cierto. Tendremos una boda increíble. Lo siento —dijo Miranda secándose los ojos una vez más.
—No lo sientas. —______ cogió un pañuelo para ella—. Para mí es un halago, y nada me hace más feliz que tener a una novia sentada junto a mí llorando de felicidad. ¿Qué tal si nos tomamos una copa de champán para calmarnos un poco antes de pasar a las flores de ojal?
—¿Lo dices en serio? _______, si no estuviera locamente enamorada de Brian, te pediría que te casaras conmigo.
Soltando una carcajada, ______ se levantó.
—Ahora mismo vuelvo.
Un rato después _______ despidió a la excitada novia y, cansada aunque relajada, se instaló en su despacho con una cafetera pequeña amano. Miranda tenía razón, pensó mientras introducía todos los detalles en el ordenador. Su boda sería espectacular. Con muchísimas flores, de estilo moderno y con unos toques románticos. Velas y el brillo satinado de las cintas y la gasa. Rosados y blancos con notas de atrevidos azules y verdes para contrastar y potenciar el efecto. Plata bruñida y cristal transparente para matizar. Líneas alargadas y el capricho de unas luces de colores.
Mientras escribía el borrador con todos los detalles del contrato, se felicitó por el día tan productivo que había tenido. Y como al día siguiente tenía que trabajar en los arreglos de la celebración que tocaba por l anoche entre semana, decidió que se acostaría temprano.Resistiría la tentación de ir a ver lo que la señora Grady había hecho para cenar y se prepararía una ensalada, o puede que un poco de pasta.Se acurrucaría luego para ver una película u hojear un montón de revistas y llamaría a su madre. De ese modo tendría tiempo de terminarlo todo,pasar una velada descansada y estar en la cama antes de las once.
Estaba sacando una impresión de prueba del contrato, cuando su teléfono sonó con los dos timbrazos rápidos de su línea particular. Echó un vistazo al visor y sonrió.
—Hola, Sam.
—Hola, preciosa. ¿Qué haces en casa cuando deberías estar conmigo?
—Trabajar.
—Son más de las seis. Déjalo todo, cariño. Adam y Vicki dan una fiesta. Podríamos ir primero a picar algo. Te recogeré dentro de una hora.
—Uau, espera. Le dije a Vicki que esta noche no me iba bien. Hoy he tenido un montón de entrevistas y todavía me queda otra hora más antes de…
—Hay que comer, ¿o no? Y si has estado trabajando todo el día,mereces salir a jugar un rato. Ven a jugar conmigo.
—Eres un encanto, pero…
—No querrás que vaya a la fiesta solo. Nos dejamos caer por ahí,tomamos una copa, nos echamos unas risas y nos marchamos cuando quieras. No me partas el corazón.
______ alzó los ojos mientras veía esfumarse su plan de acostarse temprano.
—No puedo salir a cenar, pero nos encontraremos allí sobre las ocho.
—Puedo pasar a recogerte a las ocho.«Y entonces querrás entrar cuando me acompañes de vuelta a casa—pensó ella—. Y eso no va a ocurrir.»
—Nos veremos allí. De ese modo, si quiero marcharme y tú te estás divirtiendo, no tendrás que acompañarme.
—Me conformo con eso. Te veré allí.
Listo, primer cap :)
Y por si aun no entiende lo que va de la nove,
les dejo la sinopsis :)
A los 11 años ______ soñaba con bailar un vals nupcial en un jardín recóndito a la luz de la Luna. Y es que de pequeña, ______ fue la más romántica y soñadora de sus amigas. Un romanticismo y unos sueños que ha volcado en sus dos pasiones: las flores y los hombres. Por eso es la encargada de los arreglos florales de la empresa de bodas que comparte con tres amigas. ______ es una auténtica rompecorazones, y aunque el de ella sigue intacto, todavía no ha encontrado el hombre con quien bailar su vals. Hasta que Nick, un amigo desde hace años, comete el error de besarla. ¿Podrá el amor cruzar la barrera de la amistad?
MeliGarcia
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