Sin saber que tan sólo estás aquí (Liam Payne)

Hacia apenas dos días que te habías mudado a Londres. Tendías una vida perfecta, la que todos desearian. Eras la más popular del instituto, todos los chicos iban loquitos por ti. Eres guapa, bueno mucho más que eso, tu belleza es indicripdible. Pero aparte de eso, eras comprensiva, simpática, generosa, amable y tímida. La chica perfecta. Incluso para tus profesores eras increíble, una alumna diez. ¿Tu familia? Pues igual. Tus padres se quieren y se querian, y aunque no tengas hermanos, siempre te sientes muy acompañada por ellos. Son comprensibles contigo, pero también marcan sus limites. Como has visto, tenias una vida envidiable.

Pero todo ha cambiado. Un dia, después de llegar del colegio, te sentaron en el sofá como hacian siempre que te tenian que decir algo importante. En ese momento, pensaste que tenia que ser algo realmente exepcional, tus papás no paraban de dar vueltas por el salón, esperando una respuesta tuya sin tan sólo haber formulado la pregunta que se suponía que habías de responder.

-Nos vamos a Londres.-soltó tu papi. En ese momento el mundo se te derrumbó. No eras una de esas chicas pijas que se desmaian por todas partes, pero tampoco eras de hielo. Te afectaba.

-Son por asuntos de mi trabajo. Sabes que aquí tengo pocas oportunidades de conseguir un ascenso, pero allí lo tendré con pisar el país. ¿Que te parece?- dijo tu madre, esperando que en cualquier momento te echaras a llorar como una loca. Pero te conocia bien, y sabía que eso no ocurriria nunca. Eras una de esas que sufren en silencio, más por no hacer sufrir a los tuyos que por vergüenza.

-Vale, me parece bien. Lo que sea por ti, mamá. Habéis hecho muchos sacrificios por mí, ya es hora de que os lo devuelva.-dijiste con un hilo de voz, intentando sonreír. Eso era lo que pensabas. Eso era lo que iba a suceder.

Tus padres te lo agradecieron, repiteiendote muchísimas veces todo lo que te querían, y que si no hubieras aceptado, te querrían igual. No pudiste evitar soltar risitas nerviosas al escuchar eso. Al llegar a tu cuarto, cogiste el movil y marcaste el número de tu mejor amiga Danielle con dedos temblorosos.

-¿Sí?-respondió ella, después de cuatro veces que saltó el contestador.

-¡Danielle! ¡Me tenias que coger el teléfono!-bufaste.

-Ay, lo siento. Estaba acabando de ordenar los zapatos. Me he comprado unos botines con un tacón altísimo, pero...-la interrumpiste con un <>, haciendo que ella se quedara helada. Cuando por fin habló parecíó como si hubiera visto un muerto.

-_____ (tn = tu nombre), lo siento. ¿Estás bien?

-Sí, tranquila. Haré nuevos amigos en Londres, pero te echaré de menos.

-¿Cuándo te vas?

-Mañana. A las ocho. Cogemos el vuelo por la Terminal 2, ¿me vendrás a despedir?

-Mucho mejor que eso. -y dicho eso, colgó. Volviste a llamarla varias veces para que te dijera que significaba lo que te acababa de decir. Danielle es un poco nerviosa y loca, hace las cosas sin pensar. Por eso, es tu complemento ideal. Ya que tu eres _______ (tu característica) y ______ (tc).

Al día siguiente, llegaste al aeropuerto. Ni rastro de nadie. Te habías ocupado de decir por las redes sociales que te ibas, y todos te contestaron, pero nadie ha llegado a despedirte, ni tu mejor amiga.

Subes al avión un poco nerviosa, y en el asiento de delante te encuentras con una persona inesperada, al menos en ese lugar.

-¡Danielle! ¡¿Se puede saber que estás haciendo aquí?!-gritaste por todo lo alto mientras unas azafatas soltaban sus bandejas por el sobresalto y te fulminaban con la mirada. Te sonrojaste.

-Bueno, bueno, calma... -dijo tu mamá mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Tener a una amiga en otra ciudad es bueno para ti.

-Pues, veréis, supe que os íbais a Londres y acabe haciendo que mis papis me dejaran ir contigo. Así tienen más tiempo para estar solos, que les apetecía hacer un viajecito. He alcilado un piso al lado del tuyo, nos podremos ver por las escaleras de emergencia, como las series americanas. Mis papás vendran el viernes a vivir conmigo, así estaremos todos juntos. ¿Te parece bien?

-¡Pues claro!

Os pasasteis el trayecto hablando y riendo, provocando algun que otro lío, pero lo normal cuando estas con gente tan loca. Al fin llegaron a su destino.

-¿Nerviosa?-te preguntan los tres a la vez (Danielle, tu mamá y tu papá).

-Un poco.