Remember that Summer [HarryStyles]

Estos últimos días, desde que paso la noche en que lleve a Luna al casino como dama de compañía – aunque debido a las circunstancias, termine siendo yo el acompañante – no he podido hablar con mi padre sin siquiera darle comentarios mordaces y cargados de sarcasmo. Louis me ha dicho varias veces que baje los humos antes de que se estalle la Tercera Guerra Mundial, pero por más que quiera hacerlo, necesito desquitarme por sus palabras, las cuales resultaron ser aún más hirientes de lo que me esperaba.

Des no parece afectado ante mi actitud, comenzó a tratarme con indiferencia hace unos pocos días. Sé que no dirá nada porque no le conviene, realmente no le conviene dejar de ser amigo de Geoff Payne cuando él tiene grandes influencias en el mundo. Además, a pesar de que estemos distanciados, su lealtad hacia a mi es tan grande como lo es la mía hacia él. Si hay algo que jamás podríamos traicionar es a nuestra propia sangre.

Josh ha intentado comunicarse con nosotros, preguntando si lo necesitamos allí; tanto como mi padre y yo hemos estado de acuerdo en algo estos últimos días: Josh no puede venir a Las Bahamas, ¿por qué? Porque si descubre lo mío con Luna una vez más, tendrá la suficiente excusa para mandarme a la horca. El muy hijo de puta lo ha intentado una vez, estoy seguro que lo intentara otra.

A veces llego a preguntarme como es que mi hermano y yo hemos llegado hasta donde estamos. Nunca tuvimos una buena relación, ni siquiera cuando nuestra madre estaba viva, pero teníamos buenos momentos; él solía pasar más tiempo con mi padre, aprendiendo a manejar los negocios y estaba más concentrado en sus estudios mientras que yo por las mañana tenía clases particulares, a la tarde iba a comedores infantiles con mi madre, y a la noche estudiaba hasta quedarme dormido sobre el libro. Pasábamos tardes enteras cuando había reuniones familiares y practicábamos juntos esgrima, pero cuando mi madre murió, ocupe todo mí tiempo libre en aprender a defenderme, en aplicar más mis estudios y en salir más de mi casa, sin importarme que hiciera o diría mi padre o mi hermano.

Creo que Josh me odio la primera vez que lo golpee, cuando tenía nueve años y fue delante de sus amigos – a quienes también había golpeado – porque habían estado jugando con una pelota adentro de la casa cuando mi padre le había dicho que no estaba permitido, y en un momento de descuido, rompieron el retrato de mi madre, a los pocos meses en que partió.

Podían ser más altos y más grandes para mí, pero no supe controlar mis puños una vez que me cegué por la ira.

Eso fue el comienzo de Harry Styles, el rebelde miserable y violento.

Sacudo la cabeza y paso una mano sobre mi rostro, diciéndome a mí mismo que tengo que olvidar lo pendejo e irresponsable que fui. Debo alegrarme porque Josh esta tan ocupado con su prometida – ya que la boda se acerca en unos meses – y ella insistió ir a Las Vegas que aquí.

Entro en la cafetería de Niall sentándome en la mesa habitual en la que siempre estamos Luna y yo, solo que esta vez llegara un poco más retrasada debido a que es su primer ensayo en la obra. Ha ganado el papel de Sandy y, aunque no pude haber estado presente debido a la cena que tenía con mi padre y el suyo, Louis me aseguro que es toda una estrella de Hollywood. Me pregunto si se refiere a lo diva o a lo talentosa, pero espero que sea lo segundo.

- ¡Harry! – exclama alguien llamándome. Volteo hacia atrás y veo a Niall acercándose con un delantal atado en su cadera y con una libreta en la mano - ¿Qué tal estas, viejo? Hacia tanto que no te veía.

- Bien, gracias – contesto de forma amable. Estrechamos la mano como si fuéramos viejos amigos – Quiero un café, sino te molesta.

- Un café – murmura mientras anota en su libreta, y al terminar, me dedica una gran sonrisa – Oye, no hay rencores, ¿cierto?

Frunzo el ceño, ¿de qué me está hablando? ¿Por qué tendría que haber rencores entre nosotros?

- Digo, soy Danny Zuko. – se encoge de hombros.

- ¿Qué? Ósea que… que vas a tener que besar a Luna, ¿o me equivoco?

- Solo serán una o dos veces, más allá de eso te prometo que no – levanta las manos al aire.

- ¿Y por qué no estás en los ensayos? – replico, sorprendiéndome de lo brusca que sale mi voz. No debería molestarme, ellos solo actuaran.

- Pues… - Niall vacila un poco, un poco intimidado ante mi conducta – Las chicas se quedaban más tarde para ver lo del vestuario de Sandy, no tuve que quedarme también porque ya tenían mi vestuario.

Lo miro con los ojos entrecerrados mientras la ira va creciendo dentro de mí. No me he dado cuenta que estoy parado hasta que lo veo tragar saliva. Suelto un suspiro y me siento, le pido con sinceridad disculpas, a lo que solo sonríe aceptándolas y prometiéndome una tarta de chocolate gratis. Es un buen muchacho, otro me hubiera mandado a la mierda con toda la razón, pero sin embargo no lo hizo. Odio ser extremadamente celoso, me siento enfermo de solo imaginarme a Luna con otra persona que no sea yo, que alguien más la bese, la acaricie, o peor, que la toque de una manera tan íntima que solo los dos lo hemos hecho.

- ¡Harry! – miro hacia al frente y veo a Luna, quien está entrando por la puerta del café con una sonrisa en su rostro.

Le devuelvo la sonrisa y le doy un beso largo y suave cuando se sienta a mi lado. Tomo su mano y comienzo a acariciarla, mientras que mi mano libre está en su nuca, empujándola más hacia a mí.

- Woha – me separo de ella al escuchar la exclamación de Niall. Luna se esconde en mi hombro mientras suelta risitas. – Lo siento, chicos. No quería interrumpir – el rubio deja el café sobre la mesa – Ya te traigo tu batido, Luna.

- Lárgate ya, Niall – digo con un toque de humor, contento porque Luna está en mis brazos.

- De acuerdo, de acuerdo – se ríe el muchacho levantando las manos al aire – Vengo en unos minutos.

Luna se aparta de mí una vez que Niall ya no está al lado de la mesa, me sonríe con timidez y acorto la distancia entre los dos, besando cortamente sus labios.

- ¿Cómo estás? – pregunto agarrando la taza del café y bebiendo un poco.

- Perfectamente, deberías ver el vestuario de Sandy, ¡Es hermoso! – aplaude emocionada, tanto que hace que expanda una sonrisa en mi rostro.

- Te verás hermosa en la obra.

- ¿Vas a venir a verme? Dime que si, por favor – me suplica haciendo pucheros y mirándome con ternura.

Me encojo de hombros y termino aceptando. Luna me abraza nuevamente y se separa cuando Niall vuelve con su batido. Paso mi brazo por sus hombros y la atraigo hacia a mí, ella se acomoda para apoya su cabeza en mi hombro y comienza a hablarme de los detalles de la obra, de cómo su hermana seria excelente para el papel de Rizzo por sus actitudes un poco similares.

- ¡Y no sabes! – chilla con emoción – Esta noche, un compañero del elenco hace una fiesta en su casa y nos ha invitado. Le pregunte si podía llevarte a ti y a unos amigos, me dijo que si sin dudar.

- ¿Una fiesta? – frunzo el ceño - ¿no crees que estoy viejo para ir a una fiesta?

- Robert tiene tu misma edad – suelta una risita – Vamos, por favor.

No estoy del todo convencido, pero no me queda otra que aceptar cuando me está mirando de forma tan suplicante y tierna como si fuera el gato con botas. Asiento levemente y me gano un beso de su parte, cosa que me hace sonreír.

Solo espero que esa dichosa fiesta no nos traiga problemas.

A la noche.

- ¿Y por qué se tienen que arreglar justo en nuestra suite? – me pregunta Louis soltando un bufido. Se escuchan las risitas de Luna y Ella en una de las habitaciones donde se están preparando.

- No lo sé.

- ¿Y Runa por qué no puede venir?

- Porque me odia.

Mi amigo vuelve a asentir con mala gana y camina hacia el pequeño bar donde hay algunas bebidas. Le pregunta a Zayn si quiere algo para tomar, pero este niega con la cabeza y una sonrisa un tanto tímida. A pesar de que ha pasado unas semanas y me lo han presentado, no hemos entablado conversación en lo mas mínimo; quizás, le resulta tan incomodo como a mí que ambos estemos conversando cuando él es el prometido de Luna y yo soy el novio. No se ve un mal chico, Luna asegura que es su mejor amigo y un gran tipo, pero nunca me fio demasiado de las personas, por lo que tendré que mantener un ojo en él esta noche.

Sacándome de mis pensamientos, la voz de Luna se hace presente en la sala, preguntando que tal están. La observo determinadamente mientras una pequeña sonrisa se extiende por mi rostro; esta hermosa, es muy hermosa. Usa vestido azul ajustado en los pechos y suelto en la caída; es largo que llega hasta unos centímetros más arriba de sus rodillas, mostrando sus piernas bronceadas y largas; un fino cinturón que enmarca su cintura del color marrón claro al igual que las sandalias que lleva puesta.

Me acerco hacia a ella, aun deslumbrado por su belleza; tome su mano y bese el dorso, logrando que sus mejillas se tiñeran de rojo, lo que hizo que se viera aun más hermosa. Su sonrisa no tardo en aparecer al igual que una pequeña risita que dejo escapar, claramente mostrando sus nervios.

- Si, bueno, ambos idiotas se dejaron atrapar por sus novias – comenta Louis, permitiendo que mi mirada se capte en el. Me sorprendo cuando veo que Zayn estaba en mis mismas condiciones solo que con Ella, quien viste un vestido sencillo de color lila – Todos ustedes actúan como estúpidos enamorados, pero estoy solo, así que no me hagan extrañar a mi chica.

- ¿Desde cuándo es tu chica? – bromea Luna. Comienza a colocar sus brazos alrededor de mi cuello, por lo que con mis brazos la estrecho hacia a mí.

- Ya pronto lo será – el castaño sonríe con egocentrismo y aplaude – En fin, será mejor que nos vayamos antes de que nos perdamos toda la diversión.

Todos asentimos y salimos de la habitación, Louis y yo decidimos ir por las escaleras y llegar hacia la salida de emergencias utilizando la llave de Luna; será difícil salir por la puerta principal cuando Runa aun me odia, que tenga citas con Louis, no quiere decir que su odio hacia a mi haya disminuido aunque sea un poco. Sigo comprendiéndola, completamente, pero me será difícil acercarme hacia ella para preguntarle como fue el accidente de Luna. No quiero preguntarle a ella, estaba tan mal cuando escucho la canción que temo la reacción que pueda volver a tener; Liam es un imbécil, no puedo hablar con él, pero Runa es un poco más abierta.

La imagen de Luna llorando con desesperación golpea mi mente, encogiéndome por dentro y provocando una punzada fuerte en mi corazón. No fue lindo verla llorar, me siento tan impotente por no haber hecho nada, pero ¿Qué iba a hacer? Es por mi culpa que haya llorado así, es mi misma culpa que ella haya sufrido los días y las noches en que desaparecí y rompí las promesas hechas.

Solemos prometer cosas que creemos que lo lograremos, creemos hacerlo porque, comúnmente, la situación no nos deja otra alternativa. Somos lo bastante idiotas para hacer promesas cuando estamos felices, creyendo que todo irá igual que bien como en ese momento, que nada puede arruinar aquel espacio donde alcanzamos la alegría y la tranquilidad; prometemos y maldecimos cuando la furia, la ira y la pena esta dentro nuestro, cuando no pensamos en frío. Si estamos neutral, no somos capases de prometer, uno no se atreve a privarse de nada o a hacer demasiado esfuerzo para alcanzar aquello.

Las promesas se hacen para romperse, creando desilusión, desamor y dolor. Solo es eso.

Salgo de mis pensamientos cuando Louis me codea con fuerza, haciendo que me duela una de mis costillas. Le devuelvo el golpe y suelta un chillido. Comienza a quejarse del dolor, pero aun así no le presto tención y me sobo el lugar adolorido, creando una mueca en mi rostro. Luna me mira con el ceño fruncido, le señalo a Louis con el mentón.

- No me escuchabas, otra cosa no podía hacer – se defiende el castaño – subámonos antes de que nos vean.

Pongo los en blanco y me subo adentro de la minibús, dejando que Louis conduzca y Luna en el asiento del copiloto. Voy detrás con Ella y Zayn, quienes no han dejado de hacer cursilerías y excesivamente caricias y demostraciones de amor. No entiendo porque la mayor parte de las parejas adolescentes eran así, aun cuando tenía su edad, jamás había actuado tan estúpido con Luna, ella tampoco parece agradarle la forma en la que se miman por como frunce nuevamente el ceño y la boca. Me pregunto cómo actuaria si fuera tan cariñoso como lo es el pelinegro con la castaña.

Una vez que llegamos y bajamos, tomo la mano de Luna de forma posesiva. No bajo la mirada para observarla, sino que fulmino a los idiotas que la miran como si fuera un pedazo de carne. Me controlo para no ir y partirles la cara, realmente hago un control en mi mismo para no hacer algo de que me arrepienta después. Louis parece notar la situación por la mirada divertida que me envía, incluso el imbécil se ríe, burlándose completamente de mí.

Suelto un bufido y me concentro en entrar detrás de la otra pareja que parecer comportarse más serios una vez que entran en la fiesta. Las luces iluminan el espacio negro donde hay adolescentes bailando; se ve una barra de tragos libres donde van bastantes personas a pedir su trago, hay sillones de color rojo con varias parejas, las cuales no están hablando precisamente. Una maquina de humos comienza a funcionar junto con otra máquina, pero esta de burbujas que se apoderan de la pista de baile.

Louis se apresura y le arrebata a Zayn su novia, y aunque Ella se ve muy avergonzada, Louis comienza a bailar mientras el pelinegro lo fusila con la mirada. Mi amigo tiene suerte de que el chico no sea tan agresivo e impulsivo como yo, de lo contrario, estaría en camino al hospital. Ella parece dejar su vergüenza de lado y comienza a divertirse mientras bailan, incluso varias personas se voltean a ver a nuestros amigos divertirse en el baile.

Luna tira de mi mano y ambos nos acercamos hacia Zayn, quien aun asesina con la mirada al castaño.

- No te vas a poner celoso justamente de Louis, ¿o sí? – le golpea el hombro de forma juguetona.

- No – dice con inseguridad. Después de una mirada insistente de la castaña, suelta un suspiro – Solo un poco.

- Ay, Zayn – ella suelta una risita – Sabes que él está loco por Runa, ¿Qué motivos hay para que te pongas celoso?

- Creo que Harry me entenderá mejor, ¿No?

Asiento con la cabeza mientras doy una media sonrisa, siendo interrogado por la mirada de Luna. Por supuesto que lo entiendo, es bastante jodido ver como tu novia es el centro de la pista de baile con otra persona, sea quien sea, aunque si es su hermano o algún familiar no habría problema. Si fuera Luna la que bailara con Louis, no habría de que preocuparme, dado que mi confianza en él es extremadamente alta, pero si fuera ella con Zayn, Niall o Josh, sería un caos.

No sé cómo hare para aguantar ver como Niall besa a Luna; temo de subir al escenario y romperle las piernas por su atrevimiento, aun así cuando actuaran.

- Hey, Zayn, ahora que no está tu novia – Luna coloca en su rostro una sonrisa maliciosa - ¿Crees que deberíamos hacer nuestra competencia, nuevamente?

¿Competencia? ¿Qué competencia? ¿Y por qué nunca supe nada que ellos tenían algo propio? Me molesta, me molesta tanto que ambos tengan actividades juntos, bromas intimidas y miradas cómplices. Supongo que esto también me lo merezco por hacerla sufrir. Y sin evitarlo, no es ira o dolor lo que me atraviesa el alma, es la tristeza profunda de darme cuenta de que me he perdido de la vida de Luna más de lo que imagine alguna vez.

- ¿Harry? ¿Estás bien? – siento sus manos sobre mis mejillas, capturando mi cabeza entre sus manos. Me obliga a mirarla a los ojos, y observo lo preocupada que esta – Contéstame.

Sacudo mi cabeza y suelta su agarre. Me las arreglo para hacer una mueca que es parecida a una sonrisa. Zayn me mira de forma interrogante, pero evito s mirada para darme una excusa mas a mi mismo para golpearlo.

- Estoy bien, solo me distraje – murmuro con sequedad. Luna se aparta un tanto confundida de mí - ¿De qué competencia hablaban? – pregunto tratando de dispersar el ambiente tenso que se ha formado entre los tres.

- Pues te lo diré si haces de conductor designado – dice el pelinegro con humor. Asiento sin ganas.

- Zayn y yo solemos hacer competencias de todo tipo de tragos – Luna aclara su garganta y hace una sonrisa falsa. Siento culpabilidad por haber sido tan mierda con ella.

- Le gano siempre – presume su amigo. La castaña le golpea el hombre con fuerza, por lo que da una mueca de dolor.

- Mentira, yo he ganado más veces que el.

Una pequeña discusión se forma entre ellos, comienzan a contar uno por uno los momentos que pasaban luego de que ambos quedaran borrachos hasta más no poder y como Ella tenía que hacer lo imposible por salvarles el trasero a ambos y cuidando de que Luna no se vaya con algún tipo o que Zayn se marchara en el auto con alguna chica que haya conocido.

Dando una vez por todas finalizada la discusión mientras Louis y Ella siguen siendo el centro de la pista y el alma de la fiesta, Luna se dirige a hacia la barra, hablando con emoción hacia el barman. El hombre asiente con una sonrisa complacida en el rostro y estrecha la mano con ella, como si cerrara un trato. La barra se corta y algunos adolescentes se quejan.

- Lo que viene ahora será lo mejor – me dice Zayn – Por favor, si ves que estoy por hacer un show de strippers, golpéame.

- ¿Qué? – exclamo mientras frunció el ceño.

- La última vez lo hice y Ella no me hablo por dos semanas. – hace una mueca de arrepentimiento – Suelo descontrolarme cuando tomo de mas.

- De acuerdo – levanto el pulgar hacia arriba, contento porque quizás, podre liberar una pizca de mi ira con alguien.

Una pequeña mesa se coloca junto con dos banquetas, se anuncia en toda la casa que hará competencia de tragos y Luna y Zayn serán los competidores. Ambos se acercan y se sientan en sus respectivos lugares, mirándose con total arrogancia, quizás intentando presumir su batalla aun no empezada o intimidando al otro. Solo sé que para cuando esto termine, tendré que recoger en mis manos el cabello de Luna mientras vomite y Ella tendrá que hacer lo mismo me encargare luego de Louis que estará tan borracho que no recordara ni su nombre y tendré que improvisar para entrar al hotel sin que se atreva a cantar una de sus canciones estúpidamente románticas.

Empiezan con algo de whisky, cada trago que dan en los pequeños vasos donde suelen servir tequila parece quemarles la garganta por sus expresiones. Me sorprendo lo mucho que pueden aguantar, ya es su noveno vaso y ambos están decididos a ganar. El vodka se hace presente cuando la botella de whisky se queda vacía y comienzan a bajarse la botella entera y sin dar demasiadas vueltas. Zayn se nota un poco mareado, Luna parece asqueada y a punto de vomitar, pero se ve decidida a ganar.

Cuando colocan el pequeño plato con trozos de limón y dos saleros, es cuando me preocupo por Luna; entiendo que sea adolescente y quiera divertirse, pero con las mezclas no es bueno jugar. Estoy a punto de meterme y parar el absurdo juego, pero en cuanto doy un paso, la castaña parece leer mis intenciones y niega con la cabeza en mi dirección mientras me envía una mirada de advertencia. Me asesinara si actuó, por lo que dejo todo en sus manos.

Minutos después, la cabeza de Zayn se da con fuerza sobre la mesa, levantando la mano al aire y declarando su vencimiento. Luna toma la botella y se para con dificultad mientras comienza a balancearla por su victoria. Todos aquellos que están alrededor le aplauden y gritan su nombre, festejando su batalla ganada.

Dos horas después.

Agradezco a Dios y a todos los cielos que Ella no haya tomado una pizca de alcohol y se hubiera mantenido por bebidas energéticas y batidos, es la única que me está ayudando a llevar a tres borrachos sin que seamos descubiertos. Louis se le ocurrió pelear con un muchacho, el hermano de este salto en su defensa, y antes de que pudiera hacer algo, fue Zayn quien lo ayudo. La policía llego y pude sacar a esos dos de milagro antes de que fueran arrestados. Luna ya estaba en la camioneta con Ella, murmurándole incoherencias y echándose a reír cuando vio golpeado los rostros de los chicos, contrario a lo que su amiga hizo, soltando un gritito y apresurándose a ver el estado de su novio.

Nos fuimos demasiado temprano, Luna quería que nos quedáramos hasta el amanecer para ir a correr por la playa, Louis quería darse un chapuzón y Zayn le murmuraba cosas al oído a Ella que la hacía sonrojar y golpearlo con la mano. Definitivamente, no quiero averiguar que le estaba proponiendo.

- ¡No quiero ir a dormir contigo, Ella! – chilla Luna con la voz arrastrada. Estamos en medio del pasillo frente a la puerta de su habitación y si sigue gritando, saldrán los otros huéspedes – Yo quiero dormir con mi novio – enreda sus brazos en mi cuello. Siento el olor a alcohol que desprende sus ropas y su boca.

- Luna, no me lo hagas mas difícil, por favor – ruega su amiga abriendo la puerta mientras le echa un vistazo con preocupación. – Levántate, Zayn, hay que entrar – le dice a su novio que está sentando en el suelo, con los ojos cerrados.

- No quiero, aquí estoy cómodo – hace un bostezo.

Después de unas insistencias por parte de su novia, este se levanta de mala gana y va caminando con pasos lentos hacia la suite. Escucho un ruido adentro y una maldición, por lo que dedujo que se habrá tropezado con algo. Luna aun insiste en que no se irá sin mí, y aun tengo sujeto del brazo a Louis. Estoy comenzando a sacarme de quicio, no soporto tratar con personas así que no tienen la mínima conciencia de lo que están haciendo; Louis me ha dado dolores de cabezas grandes cuando salíamos y nos emborrachamos, incluso yo lo soy, pero una cosa es tratar con una persona que con dos. Mejor amigo y novia, ambos borrachos, ¿Qué más se puede pedir en la vida?

- Quiero ir contigo, bebe, ellos solo van a hacer cosas sucias y yo voy a tener que escuchar toda la acción otra vez.

- ¡Luna! – exclama su amiga con total vergüenza y las mejillas enrojecidas.

- Me la llevare, no entrara – suspiro y coloco mi brazo alrededor de su cuerpo – Mañana le diré que venga directo hacia aquí, no queremos levantar sospechas.

Ella se cruza de brazos y suspira agotada; asiente con la cabeza y me desea buenas noches. Como puedo, cayó a Louis y a Luna que comienzan a cantar viejas canciones del ochenta en medio del pasillo mientras ambos saltan de alegría. Los encierro en el ascensor justo cuando un anciano sale de su puerta y observa todo con los ojos entrecerrados. Lo que espero es que no se queje y entienda a los jóvenes hoy en día, también a un idiota de veintitrés años que no ha madurado nunca, y si, hablo de Louis.

Llego al piso siete con los tímpanos casi sangrando debido a la gran desafinación que hay en las voces de Luna y Louis en su estado. Al estar frente a la puerta de la habitación, la abrió y les dejo pasar primero mientras siguen su show; el castaño no tarda rápido en bostezar y caer rendido en el sillón. Soltando un suspiro de alivio, coloco una manta arriba de él.

Siento como unos brazos familiares me abrazan por detrás, sonrió de oreja a oreja, y aunque estoy un poco molesto por lo ocurrido esta noche, no puedo evitar la sensación de placer que tengo por sentirla tan cerca, oler su aroma mezclado con alcohol, escuchar su risita nerviosa.

Me separo de ella y la tomo de la mano mientras comienza a balbucear palabras que no logro captar su significado, suelta más risitas y se coloca en el baño la remera que le doy para que use de piyama. Tardo un poco en convencerla en que se acueste a dormir, pero en cuanto su cuerpo entra en contacto con el acolchado, su respiración se vuelve más lenta y pausada.

Trato de conciliar el sueño, pero es imposible cuando solo puedo observar sus rasgos, inevitablemente comprar a la pequeña Luna de hace cuatro años atrás, la cual tenía apariencia de niña y entraba recientemente a la adolescencia; creía que por ello era tan rebelde y desobediente, pero me doy cuenta de que es la esencia de Luna ser así, su timidez y simpatía no han disminuido, su característico humor tampoco, su manera fluida de hablar y la forma en la que cambia de tema con sencillez, me hace pensar quien era esa Luna que vivía deprimida. No parece conocer el dolor, la tristeza o la depresión; sabe ocultarlo bien, tan bien como lo hace Runa y Liam. Supongo que esa es la manera en que le enseñaron a ser fuertes, a enfrentar las situaciones difíciles que la vida les ha impuesto.

Me sorprendo cuando los comienzo a comprar conmigo, y con dolor, vuelvo a experimentar la tristeza por dentro al darme cuenta de que yo no soy tan fuerte como aparento, cierro mi corazón y no siento nada más que furia. Quizás por ello, Luna es la única que me hace sentir de distintas maneras, sentirme bien y feliz, sentir amor y alegría, sentir ilusión y esperanza.

Quizás, por todo ello, yo la amo como lo hago.