Harry Styles y Tú - Stole My Heart (One Shot)

Autor: mrsjonection
Adaptación: No.
Genero: Romance, drama.
Advertencias: Es un One Shot, pero constara de varias partes, y el shot no es mio!!! es de una conocida osea 'mrsjonection'.
Otras Paginas: univision

BUENO! hola chicas, me llamo lucia, y soy nueva es este sitio. he leido varias novelas y shots aqui pero nunca tuve
la oportunidad de hacerme una cuenta, pero ya me la ice jaja, bueno les dejo la pequeña sinopsis, comente y subo la primera parte

SINOPSIS: Jamás pensaste que un ladrón, llamado Harry Styles, además de robarte el celular... se encargaría de robarte el corazón.

HOLA! sube:D me gusta*-*

seguila porfa!!!! :)

perdonen por no subir tube unos problemas con la computadora, heem bueno chicas le subo la primera parte, pero NO QUIERO FANTASMAS amores!!!

parte I[u]

Tuve esa sensación de que algo malo iba a ocurrir. Se me apretó el pecho y tenía un nudo en el estómago. Mi respiración comenzó a agitarse sin ninguna explicación. Cerré los ojos y en un flash vi todos y cada uno de los momentos que vivimos juntos- Harry…- susurré angustiada.

Me detuve frente a una tienda nueva de la avenida Roosevelt, el corazón de Londres. Los maniquís tenían puestos hermosos modelos de primavera-verano cuyos colores vivos y diseños creativos llamaron mi atención. Me imaginaba como se verían puestos en mí cuando de mi cartera escuché cantar a Coldplay y me apresuré en sacar el móvil; no alcancé ni a decir “Aló” cuando alguien me lo arrebata rápidamente. – ¡OYE! – grité sintiéndome e s t ú p i d a en ese preciso momento. Yo diciéndole “Oye” como si el ladrón fuera a detenerse, voltear y decir “¿Qué?”. Comencé a correr por la misma dirección por la que se fue; no me resultaba difícil identificarlo ya que llevaba puesto un gorro azul fuerte pero mi desventaja era que me triplicaba la velocidad. Para su desgracia dobló por la calle Buckingham y yo corté camino a través de la galería Le Solei pillándolo a la altura de una plazoleta. Me miró sorprendido al ver que lo había alcanzado y entró hacía un callejón. Pobre… no sabe que es sin salida. Corrí tras él y cuando se encontró con la pared que mostraba el fin de la calle, volteó y lo empujé contra el muró agarrándolo del cuello de la camisa, quedando así los dos frente a frente, podía sentir el aroma de su aliento. Levantó el rostro y pude apreciar sus ojos verde esmeralda que brillaban temerosos al ser capturado in fraganti. Puso su mano al interior de su camisa cuadrillé.

- ¡Aléjate o saco el arma!- dijo mirándome con ira. No había pensado antes en la enorme posibilidad que había de que el ladrón poseyera un arma. Tragué saliva.
- Tranquilo – dije levantando las manos en son de paz – Solo quiero mi teléfono devuelta. ¿Sabes lo que cuesta comprarse uno de esos cuando vives del arte? Cuesta vender pinturas en estos días– Me miraba desconfiado – Me lo devuelves y prometo no llamar a la policía.
- ¿Por qué debería creerte? – dijo serio. ¿Cómo le demuestro a un delincuente que digo la verdad? Me encogí de hombros.
- Ya se, tú coloca tu dedo índice extendido – tomé su mano y la coloqué apuntando hacia mí – y yo tengo que hacer lo mismo, pero mi dedo tiene que seguir camino en línea recta hasta chocar con el tuyo. Si no lo logro es porque estoy nerviosa y miento, si lo logro es porque digo la verdad – lo hice y afortunadamente di con su dedo- ¿Vez? Digo la verdad… bueno al menos en primaria esta forma funcionaba – él sonrió cambiando radicalmente su estado de ánimo.
- Oye, deberían usar esa técnica en los interrogatorios de la comisaria- dijo con un tono irónico. Se sacó la otra mano del interior de la camisa – Bueno, igual ni tenía un arma – sacó de su bolsillo mi celular y lo miró detenidamente por unos segundos- Te lo devolveré solo con una condición
- ¿cuál? – Pregunté intrigada
- Te espero mañana a mediodía a las afueras del London Bridge. Ahí te devolveré tu celular – dijo caminando hacia la salida del callejón.
- Espera- dije dudando. Él volteó- cómo sé de qué no es una trampa para que te quedes con mi celular. ¿Qué me asegura de que irás? Y de que irás solo, porque perfectamente podrías ir con una pandilla... ya sabes, has visto los noticieros donde… – se acercó de nuevo a mí, tomó mi mano, la abrió y dejó en ella una cadena de oro.
- Cuídala… era de mi mamá- me dijo seriamente.
- ¿Me estás invitando a salir extorsionándome con mi celular? – Contesté
- Prefiero llamarlo… una cita – se mordió el labio inferior, volteó y se fue. Quedé observando como su silueta se desvanecía mezclándose con el color de la noche que comenzaba a caer.


Miré el reloj. Marcaba las 11:56 AM. Crucé la calle y me coloqué en la entrada derecha del London bridge, junto a un señor que tenía un carrito donde vendía algodón de azúcar. Ante cualquier cosa que pudiera pasar quería que hubiera testigos. A pesar de ser pleno verano, hoy el bipolar clima de la capital de Inglaterra sorprendió bastante helado. Traté de arreglarme la bufanda cuando una ráfaga de viento se la llevó de improviso
- ¡M I E R D A! – grité a lo que el señor del carrito respondió dando un brinco asustado. Giré para intentar atraparla pero el chico de los ojos turquesa la sujeto a tiempo. Me la devolvió enseguida
- gracias- respondí cortantemente. Debo decir que a plena luz del día se veía…hermoso. Sin el gorro que usaba ayer, pude apreciar la perfecta caída de sus rulos al costado del rostro, iluminado por una amplia sonrisa. Su nariz se notaba un tanto irritada.

- De nada ...eehh... – balbuceó insinuando querer saber mi nombre
- ________ - respondí
- Harry – contestó. Hubo un silencio. Saco del bolsillo de su jeans mi celular y me lo entregó, yo hice lo mismo con su cadena. Se quedó quieto mirándome. Comencé a ponerme un tanto nerviosa.
- bien…- dije un poco incómoda- entonces… - reaccionó y despertó de la especie de trance en la que estaba.
- te invito a un helado – dijo a lo que respondí afirmando con la cabeza. Dios mío… cómo llegué a estar en esta situación a partir de un robo… además ¿Helado? Pero si hace frío… bueno ni yo me entiendo la mayoría del tiempo. Una vez en la heladería pedí helado de lúcuma mientras que Harry de chocolate. Me puse a mirar por la ventana mientras él esperaba el cambio cuando noté que en la calle había un señor arrodillado detrás de un vehículo estacionado. Estaba prácticamente en posición fetal y pensé que necesitaba algo. Salí inmediatamente del local y me acerqué a él rápidamente.

- Señor ¿Está bien? ¿Necesita algo? – me miró asustadamente y me lanzó una cartera hacía mi estómago y salió corriendo. No entendí nada. Tomé y miré el bolso blanco inverno Armani con detenimiento.
- ¡ALTO AHÍ! – escuché a alguien gritar. De pronto vi correr hacia mí a 3 oficiales de policía con armas de fuego en su poder – ATRÁPENLA. – JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, M I ER D A AHORA ENTIENDO TODO. Aun en shock sentí alguien tomar mi mano y jalar de mí en dirección contraria de la que venían los policías. Mi helado se cayó al suelo.
- ¡CORRE, CORRE, CORRE!- me gritaba Harry- Y SUELTA EL BOLSO – lo lancé hacia atrás pero los uniformados más que querer el bolso tenían como objetivo atraparme. Harry me llevó dentro de un edificio de 5 pisos y comenzamos a subir las escaleras.
- HARRY NOS PILLARÁN, NOS ENCERRAMOS SOLOS- grité desesperada escuchando a los policías entrando al edificio. No me contestó. Subimos hasta la azotea y comenzó a correr en dirección al techo del edificio del lado - ¿QUÉ HACES? ¿NOS QUIERES MATAR?
- tenemos que saltar – me contestó intentando calmarme- es la única manera – lo miré con miedo – confía en mí – tomó mi mano muchísimo más fuerte y por alguna extraña razón me inspiró confianza el hombre que ayer quiso robarme el celular. Nos impulsamos hasta el borde de la azotea y en el momento del salto cerré mis ojos sintiendo como el estómago se me apretaba como cuando está en la cima de una montaña rusa y volví a respirar cuando sentí el piso del techo del otro edificio en mis pies. Comenzamos a bajar rápidamente la escalera de emergencia y notamos que los policías quisieron imitar nuestra proeza y saltaron de igual manera. Casi sin oxígeno en los pulmones, continuamos corriendo por las calles de Londres y Harry me jaló hacia un callejón.
- ¿Es que tu no aprendes de tus errores? ¡Nos pillarán! Así como yo te atrapé ayer – Él me ignoró completamente.
- ¡Rucio cúbreme! – gritó Harry y a los pocos segundos, de una ventana junto a nosotros salta un chico rubio, ojos claros y con una sudadera que tenía estampada un trébol. Seguimos corriendo hasta el final del callejón, Harry sacó de su bolsillo una llave y rápidamente abrió una puerta de latón grueso de un garaje. Una vez sanos y salvos me tiré sobre un sillón sin tapete que había en aquella pieza/living/cocina… no sabría como describirla exactamente. Aun respirábamos agitados y Harry, apoyado en la pared, inhalaba y exhalaba para recuperar el aliento. Sacó una caja bajo del sofá y me ofreció una botella de cerveza.
-No gracias, no tomo. Dios mío – dije apenas- nunca había vivido una situación así
- ¿Nunca hiciste nada ilegal? – Me preguntó sorprendido. Me detuve a pensar por un momento.
- Ví películas piratas – respondí. Harry soltó una carcajada que resonó con gran fuerza en la habitación.
- ¡Qué ruda!- exclamó irónicamente. Hice una mueca de desagrado. Un felino blanco con negro se acercó hacia mí y comenzó a ronronear mientras pasaba su rostro por mis pantalones.
- Aww, ¡qué adorable!- exclamé. Miré al chico de los rulos y me sonrió plácidamente. Observé que sobre un cajón un poco destartalado había un marco con una foto de Harry junto a una señora aproximadamente de entre 35 o 40 años. A los pocos segundos se acercaron dos gatos más a mí.
- El pequeño color café se llama Capuccino, tiene como 3 meses. El de raza persa se llama Molly, por afuera en el vecindario deben de andar Floopy y Tom. Todos eran de la calle.
- y este – dije señalando al primero que se me acercó. Ahora estaba echado patas arriba jugando con mi bufanda.
- Él – hizo una pausa- es Dusty. Era el gato de mi mamá – Se quedó observando a Dusty un buen rato y yo miré de nuevo la foto que había visto antes. No quise preguntar nada. – Ella…
- Harry... no tienes que contarme – dije al ver el esfuerzo que estaba tratando de hacer. Se sentó junto a mí.
- Ella falleció hace unos 4 años más o menos – sus dedos acariciaban tiernamente a Capuccino- mi hermana que en ese entonces ya era mayor de edad retiró su parte de la herencia y se fue a vivir a Sídney. Yo quedé bajo la tutela de mi padrastro quien derrochaba el dinero de lo que correspondía mi herencia, se casó con una caza fortunas que no le llegaba ni a los talones a mi madre- dijo mientras su voz le temblaba de ira- y me trataban prácticamente como un esclavo. Así fue como a los 14 años me escape y desde entonces vivo aquí – dijo tratando de sonreír pero no lo logró. Sentí un enorme impulso y antes de darme cuenta, lo estaba abrazando fuertemente. De pronto un fuerte golpeteo en la puerta nos hizo sobresaltarnos.
- Todo solucionado Hazza – escuchamos afuera. Harry abrió la puerta y entro el mismo chico que vimos antes junto a otros tres. Uno de ellos muy alto, pelo castaño, ojos del mismo color y una sonrisa encantadora, el segundo tenía pelo café con flequillo hacía un lago y unos ojos celestes bastante luminosos y el último era un chico con rasgos árabes, nariz fina, un jopo negro en el pelo y ojos color miel. – Uff… nos costó un montón distraer a los policías.
- gracias chicos – contestó Harry aliviado.
- ¿Y no nos presentarás? – dijo el chico de la sonrisa encantadora
- ______, ellos son Niall, Liam, Louis y Zayn – a medida que los iba nombrando me saludaban y sonreían, el último incluso me guiñó un ojo – son “mi pandilla”. Ellos me acogieron en este lugar.
- En Londres somos conocidos por las demás pandillas como “One Direction”- dijo Zayn muy orgulloso.
- ¿Y como conociste a tu nueva amiga, Harry? – Preguntó Liam muy amablemente
- bueno, ya sabes… pues… robándole el celular – dijo avergonzado. Los chicos lo quedaron mirando en silencio
- Ahh – suspiró Louis- qué romántico – todos reímos. Se quedaron un rato a conversar con nosotros y así me fui enterando de la historia de cada uno. Eran chicos muy divertidos y agradables, pero tras sus sonrisas se ocultaban vidas difíciles. Luego de que se fueron comencé a mirar cada rincón de la casa con detenimiento.
- Este lugar necesita un toque femenino a gritos- dije apreciando el chiquero que había por doquier.
- está perfecto- argumentó Harry- no necesita flores ni corazones ni esas tonteras – lo fulminé con la mirada.
- dije toque femenino no que debe lucir como el cuarto de una niña – rodó los ojos.
- Entonces… ¿qué necesita? – preguntó guardando un mechón de pelo que caía sobre mi rostro tras la oreja.

no lo dejes asi porfavor seguila! :)