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These Little Things |One Direction|
O W N :: Archivos :: Canceladas
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Re: These Little Things |One Direction|
∞ Milєηkα✌ ∞ escribió:Pepaa escribió:Pepa quiere que la sigas, Carolin, Pepa quiere que la sigas Carolin cacao leo lao :D! wuajskjas
¿Who's Carolin? Puta la wea que no sé quien será. -notenese mi espanglish-asdfghjklñ Ya la sigo pero antes, Beastly. Aún me faltan 2 capítulos más.
Es una cancion que me cantaban cuando chica.. y pensadolo bien nunca supe quien era Carolin D: wuajskajskajskas, Uyyyyyyyy quiero leer ambas novelas!
Pepaa
Re: These Little Things |One Direction|
AME los caps Mile (te puedo decir así?) ahsjkdlajsd aun me siento mal por transformar de una forma u otra a Farah ajkbsldñjas :$$$ Pero bueno #MILPERDONES!
Melanie♥1D
Re: These Little Things |One Direction|
Mañana les subo capítulo. Gracias por sus coments.
bxmbshell.
Re: These Little Things |One Direction|
Tu Sensualona Foto de Perfil (?
dnsajkdsadfa ¡Te Doy 154563154746534168746 Hijos Mi Amor!
....
Ok, Ok. Calmate... c:
Ah, Que Bueno que subes, ya me hacian falta tus capitulos, ya quiero ver que pasa dasjkdasksadsa :D un beso.
P.D: ¿Has notado que tenemos casi los mismos gustos?
dnsajkdsadfa ¡Te Doy 154563154746534168746 Hijos Mi Amor!
....
Ok, Ok. Calmate... c:
Ah, Que Bueno que subes, ya me hacian falta tus capitulos, ya quiero ver que pasa dasjkdasksadsa :D un beso.
P.D: ¿Has notado que tenemos casi los mismos gustos?
Invitado
Invitado
Re: These Little Things |One Direction|
Valerie escribió:Tu Sensualona Foto de Perfil (?
dnsajkdsadfa ¡Te Doy 154563154746534168746 Hijos Mi Amor!
....
Ok, Ok. Calmate... c:
Ah, Que Bueno que subes, ya me hacian falta tus capitulos, ya quiero ver que pasa dasjkdasksadsa :D un beso.
P.D: ¿Has notado que tenemos casi los mismos gustos?
*O* Vale tu foto de perfil es tan asdfghjklkjhgfd ese sexy redhead... hace que los ovarios *BOOM*
Sí, lamento perderme... soy terrible, pero bueno espero que les gusten los dos capítulos que subiré mañana.
Si! weon, debemos ser almas gemelas perdidas. Shaaaasteeeen ahrre(? no era necesario mencionarlo... nah, sí era necesario asdfghjklñ. Si hacemos cuentas... ya van 35654 almas gemelas perdidas que llevo :D okno.___. solo van... 16 creo.
bxmbshell.
¿Quién soy yo? ¡Tu única lectora que baila sexymente!
Ohsiiiiii Oshiiiii ¿Quién es el mejor perrito del mundo? ¡Hitler lo es! ¿Por qué? porque ha unido dos corazones :3 ¡Ese es mi hermosísimo perrito! :'3 hoy subes capitulo ¿Siiiiiiiiiiiii?
Cariño, alegras mi vida xD ahora subes dos capítulos y entre ellos está el mío ¿Cierto? ¡¿Cierto?!
Síguela pronto porque si no la sigues mi lombriz voladora no me dejara bailar sexymente y yo se que a ti te gusta que baile sexymente ;) :P :twisted:
P.D.1. Abrazos psicológicos :hug:
P.D.2. Síguela ya!!!
P.D.3. Hoy en la noche voy a una boda y no me podré conectar :( así que si hoy subes y no comento ten por seguro que mañana te hartarás de mi xD
P.D.4. Por si no lo has notado soy muy sensual :s
Se despide tu lectora que baila sexymente y es esposa de Louis y amante de los chicos o.O
Cariño, alegras mi vida xD ahora subes dos capítulos y entre ellos está el mío ¿Cierto? ¡¿Cierto?!
Síguela pronto porque si no la sigues mi lombriz voladora no me dejara bailar sexymente y yo se que a ti te gusta que baile sexymente ;) :P :twisted:
P.D.1. Abrazos psicológicos :hug:
P.D.2. Síguela ya!!!
P.D.3. Hoy en la noche voy a una boda y no me podré conectar :( así que si hoy subes y no comento ten por seguro que mañana te hartarás de mi xD
P.D.4. Por si no lo has notado soy muy sensual :s
Se despide tu lectora que baila sexymente y es esposa de Louis y amante de los chicos o.O
invisible.
Re: These Little Things |One Direction|
Siguela babe <3
Quiero leer que pasara con cada una de las chicas :D
Quiero leer que pasara con cada una de las chicas :D
Pepaa
Re: These Little Things |One Direction|
Seguila :(. Hacenos felices a todas :B. No te cuesta nada :).
Invitado
Invitado
Re: These Little Things |One Direction|
Se supone que ayer subía dos capítulos ¿verdad?
The X Factor me distrajo -.-' {asdfghjklkjhgf} Hoy les subo tres. Primero ordeno unas cosas. Gracias por comentar.
The X Factor me distrajo -.-' {asdfghjklkjhgf} Hoy les subo tres. Primero ordeno unas cosas. Gracias por comentar.
bxmbshell.
Re: These Little Things |One Direction|
»кιтту ѕукєѕ
»Yo quiero ser tu príncipe.
Linda pasó un par de horas más comprando. Tenía los zapatos, los accesorios pero no el vestido, ninguno lograba llamar su atención al 120% Lo detestaba, esto no suele pasar. Pero quién se concentraría después de haberse topado con un chico tan… tan perfecto como ese tal Niall, aún le rondaba por la mente aquella pregunta “¿De dónde lo conozco?” Estaba segura de haber visto a ese chico en algún lugar pero no podía recordar dónde. Tal vez solo eran ideas suyas.
Cuando estaba por perder las esperanzas caminó por las cercanías de Central Park, al doblar la esquina encontró una tienda, no muy llamativa pero era una tienda. Entró algo temerosa por lo que encontraría, pensaba hallar un montón de ropa en rebaja porque para Linda si algo no tiene por lo menos tres ceros no vale la pena comprarlo. Una mujer mayor con el cabello negro la atendió, era muy agradable y atenta. Linda se puso a rebuscar entre unos vestidos y lo encontró, un hermoso vestido lavanda muy claro de tirantes y con volados en la parte de abajo. Era perfecto. Se lo probó y fue como si el vestido estuviera hecho para ella, le sentaba a la perfección. {#Click. R.Lin}
Al momento de pagar casi le da un infarto, no por lo caro sino por lo barato, simplemente 56$, hermoso pero no necesitaba valer miles para serlo, porque el precio no es importante. Pagó, salió y tomó un taxi hasta la Universidad, le rogaba a Dios que los días pasaran de prisa para poder irse de vacaciones a Hawaii o las Bahamas ya que por su padre sabía que como todos los años lo pasaría trabajando y pues su madre, su madre lo pasaría en el Club, Lin no estaba dispuesta a pasar otro año sola.
La pelirroja iba entrando al edificio al que pertenecía su habitación, el edificio Gerard, el segundo de los tres que hay. Por no dejar caer la bolsa de los zapatos chocó con una chica haciendo que la mochila y unos libros de esta cayeran al piso.
—¡¿Es enserio?¡ ¿Me va a pasar esto todo el día? —Exclamó Linda, claramente no para la chica con la que había chocado sino para su subconsciente.
—La que debería estar molesta soy yo. —Bajó la vista a la chica que estaba recogiendo sus cosas en el piso, la conocía y de ella si se acordaba, era Valerie Hart.
—No, perdona. No lo decía por ti, hablaba conmigo misma. —Decía la pelirroja ayudando a Val con sus cosas. —Lo lamento, de verdad, estaba distraída… Oh, veo que llevas la chaqueta que te regalé ¡Lo sabía! Te queda perfecta.
—¿Linda McLean? Yo ya te hacía de vacaciones. —Expresó Val metiendo los libros que Zayn le había recomendado en su mochila. —¿Qué haces aquí? Solo si se puede saber.
—Perdí una semana de clases por adelantar mis vacaciones y debo ponerme al corriente con todo o si no me quedaré sin ir de compras por un mes. —Val solo atinó a soltar una pequeña risita. —Veo que andas muy feliz, no sueles sonreír tanto, a decir verdad creo que nunca te vi sonreír. ¿A qué se debe tanta alegría? Solo si se puede saber. —Preguntó Lin imitando un poco a la pelinegra.
—No lo sé, solo estoy feliz. Bien pues… me topé con alguien inesperado pero si te lo digo no me creerías.
—Estoy dispuesta a escuchar lo que sea. Vamos a mi habitación y me cuentas ¿Sí?
—¿Tienes tiempo? —Inquirió Val arqueando las cejas.
—Por supuesto, debo ir a una aburrida cena pero tengo por lo menos una hora libre.
Ambas chicas se dirigieron a la habitación de Linda, que venía a ser la más grande de todo el edifico. “Beneficios de tener un padre rico” pensó Val. Además de todo lo lujoso que había en el lugar, Linda, no tenía compañera.
—Ahora cuéntame: ¿Qué es eso que no creeré? —Le preguntó Linda dándole una taza de café a Valerie.
La pelinegra le contó sobre su encuentro con Zayn Malik y todo lo que había ocurrido. A Linda también se le hacía conocido ese nombre. “¿Por qué. Por qué no puedo recordar quiénes son?” Se repetía la pelirroja hasta que Valerie interrumpió su lucha mental.
—Es increíble ¿verdad? Digo nadie se espera que alguien famoso como él sea tan… tan profundo y tan apuesto. —Valerie se mordió el labio inferior al referirse a lo atractivo que le había parecido Zayn.
—Te gustó ¿No es así? —La sonrisa se le borró a Val, estaba cayendo otra vez, no lo haría. —Espera… ¿dijiste famoso?
—¿No escuchaste? Te dije que él es miembro de esa banda, One Direction. Si mi memoria no me falla y sé que no lo hará leí que sus nombres son: Harry, Louis, Liam, Niall y por supuesto Zayn.
—Niall… ¿Niall qué? —Preguntó Linda demasiado interesada.
—Horan. Sí, Niall Horan. ¿Por? —Valerie no entendía por qué tanto interés por el rubio.
—Algo… —La pelirroja le dio una vista al reloj. Maldición, en media hora vendría el chofer de su padre para llevarla a la dichosa cena. —Oh por Dios, ya es muy tarde. —Decía Linda dirigiéndose al baño. —Lo lamento mucho Val pero se me hará tarde para lo que te dije.
—No te preocupes, ya me voy. Por cierto bella habitación.
—¡Gracias! ¡Recuerda, si te sientes sola o necesitas con quién hablar estoy a un piso de ti! —Le gritaba la chica desde el baño.
Con una rapidez que ni ella sabía que tenía, Linda, se dio una ducha y comenzó a vestirse en tiempo record para ella claro está. 20 minutos, estaba dándole los últimos toques a su maquillaje. Listo, terminó, perfectamente hermosa como siempre. Vio su apariencia en el espejo.
—Eres muy bonita Linda ¿Por qué los chicos no te toman en serio? —Se dijo ella aún mirándose en el espejo. Hizo una mueca. —Tal vez no lo necesario, a los chicos les gustan otro tipo de chicas. No eres lo suficientemente hermosa y por eso tu príncipe aún no llega… tal vez nunca lo hará. —Una lágrima casi invisible rodó por sus mejillas blancas. —Por qué piensan que soy como las demás niñas ricas… no soy así pero eso nadie lo sabrá… solo les interesa mi dinero… nunca les interesa la verdadera Linda. —Se dio cuenta de que arruinaba su maquillaje y se secó las lágrimas con delicadeza.
Un hombre tocó a la puerta de la chica. Linda tomó su abrigo color crema, su bolso y otras cosas para salir; supuso que era el chofer de su padre y efectivamente lo era.
En el camino rumbo a la cena seguía sin dejar de pensar en Niall, pero ahora estaba un poco molesta. ¿Por qué? Porque él no le había dicho quién era, claro ella no le dio tiempo, pero aún así debía habérselo dicho. Ya no se preocuparía en el rubio, de todos modos no lo volvería a ver ¿verdad?
Bajó con cansancio y de igual manera se encaminó hasta la entrada del lugar. Cuando entró nada le sorprendió, lo mismo de siempre. Gente aburrida que se regodeaban hablando de sus fortunas. Rodó los ojos y dejó que uno de los hombres de la entrada guardara su abrigo. Había una pista inmensa como su fuera a haber un baile. Dejó de maquinar ideas y fue a saludar a su padre quien estaba hablando con unas personas, no pudo distinguir quienes eran pero tampoco le importaba.
—Buenas noches padre. Señores. —Saludó con esa cortesía que solo aparecía en momentos como esos.
—Hija. Me alegra que hayas llegado puntual.
—No te decepcionaría. —La chica les ofreció una sonrisa falsa.
—Linda, ya conoces al Sr. Hayne y al Sr. Stewart.
—¿Cómo están señores? —Los hombres respondieron con una sonrisa tan falsa como la suya.
—Y ellos son los esposos O’Connell. Chris O’Connell y su esposa Maura Gallagher.
—Mucho gusto. —Linda les ofreció una sonrisa que -a comparación de las otras- era verdadera, aún no los conocía muy bien por lo que no les guardaba odio como a los otros.
—El gusto es nuestro, querida. Eres muy hermosa ¿Lo sabías? —Hasta el momento la Sra. Gallagher era agradable. Por parte de la pelirroja se escuchó un “gracias” sencillo pero honesto. —Oí que tienes 19 años. Mi hijo menor tiene la misma edad que tú… Oh, mira. Allí está. ¡Niall, querido. Por aquí!
Linda tragó saliva sonoramente al escuchar ese nombre, volteó la vista donde supuestamente estaba ese tal Niall y sus ojos se abrieron como platos al ver que era el mismo chico con el que se había topado en la tarde, él que no le dijo que es famoso y toda la cosa. Niall no se quedaba atrás, el rubio tenía una cara de sorpresa inmensa al ver a la chica, a su Linda, la chica de la cual negaba estar más que atraído.
—Bu-buenas noches. —Titubeaba nervioso sin apartar la vista de la chica.
Sus padres los presentaron, Niall estaba a punto de decirles que ya se habían conocido pero se detuvo al ver como Linda se hacía la que por primera vez lo veía, además se comportaba de una manera muy diferente a la de la tarde. El rubio hizo una mueca al escuchar como la pelirroja se refería a su vestido y a sus accesorios, como si fueran la última maravilla. Cuando sus padres los dejaron solos para que “pudieran conversar” Linda solo quería evadir al irlandés.
—Hey. ¿Dónde vas? —Le cuestionó el chico siguiendo a Linda quien se había dado la vuelta para irse a cualquier lugar donde no estuviera Niall. Linda no respondió. —¿Por qué fingiste no conocerme? —Niall se adelantó y se interpuso en su camino.
—Creí que era la mejor idea ya que nunca conocí al verdadero Niall Horan. —Una expresión de confusión invadió el rostro del rubio, no entendía a qué se refería con eso. —¿No tenías planeado decirme que eres famoso? Odio las mentiras.
—Oh. Es por eso. Bien, tú no preguntaste… además, no es por sonar presumido pero ¿No sabes quienes somos?
—Pues perdóname por estar tan desactualizada, pero no me interesa mucho ese tipo de cosas, no te voy a negar que amo la moda pero sobre lo demás no sé nada. Prefiero la música algo peculiar, no lo sé, bandas como The Script o Coldplay.
—No pude ser… ¡Lo sabía! —Exclamó Niall con una enorme sonrisa en el rostro, parecía un niño al que le acababan de comprar un dulce. —¡Lo sabía! Sabía que no eras como las demás niñas ricas. Eres diferente.
—No entiendo tu emoción pero iré por algo de comida, me estoy muriendo de hambre… espero que hayan seguido el menú que les di. —Estaba por darse la vuelta pero Niall la tomó suavemente de la mano. —¿Qué te traes?
—Voy contigo. —Cuando estaban cerca de los aperitivos, el rubio volvió a hablar. —¿Cómo está eso de que les diste un menú? ¿Sabes algo de comida? —Pregunta clave para el rubio, si ella respondía positivamente, estaba hecho, era ella. La indicada.
—Supongo, me gusta cocinar. Además de diseñar amo todo lo relacionado con la cocina. ¿Las pasiones de mi vida? La moda y la comida. —Al escuchar lo que ella dijo el rubio abrió los ojos y acercó su mano libre -la que no llevaba el plato con comida- cerca de su corazón. No dejaba de mirar a Linda. —Algo anda mal. —Decía ella con una mueca de desagrado.
—¿Qué ocurre?
—Le falta perejil a estas patatas y una pizca de nuez moscada a este postre. No lo hicieron bien…
—A mí me parece que está delicioso.
—No apresures opiniones. Ven. —Ella tomó al chico de la mano y lo llevó a la cocina. Pidió un delantal, buscó lo que necesitaba, le quitó la comida a Niall quién se quedó en “shock”, nadie le quita la comida. Y le puso lo que faltaba. —Ahora, pruébalo. —Decía Linda con una sonrisa de satisfacción. Niall le hizo caso y una sonrisa también se hizo presente en su rostro.
—Es-está mucho más delicioso. Lamento haber ofendido tus habilidades.
Ambos se quedaron bromeando y hablando de cualquier cosa la mayor parte de la noche. Niall comenzaba a conocer mejor a Linda, la verdadera Linda McLean y por supuesto que ese sentimiento de pura atracción se estaba convirtiendo en otra cosa mucho más poderosa, debería aceptarlo en cualquier momento. El rubio le preguntó cómo se había enterado que era famoso y ahí surgió el nombre de Valerie Hart, Niall casi se atragantó con la comida al escuchar ese nombre, era la chica de la que su amigo, Zayn, había estado hablando tanto. Sin más le pidió más datos sobre ella, algún número o contacto; también le preguntó sobre las demás chicas pero Linda solo conocía a Emilia, la chica que tenía como loco a Louis. Por lo menos los números de Valerie y Emilia le servirían de ayuda a los chicos.
Niall llevó casi a rastras a la chica devuelta a la pista de baile. Una canción lenta comenzó a sonar por lo que tuvieron que bailar lo más “románticamente” posible.
—Eres muy hermosa y no lo digo de dientes para afuera, es de verdad. —Habló el rubio sin dejar de verla fijamente.
—Oh vamos. No lo dices enserio. Si fuera así mi príncipe hubiera llegado hace mucho… olvida lo que dije, a veces hablo sin pensar. Soy cursi, lo sé.
—Deben estar muy ciegos para no ver lo hermosa que eres tanto por fuera como por dentro… aparentas ser superficial pero no lo eres… eres mejor de lo que se pueden imaginar. Y sobre lo del príncipe… creo que podría estar más cerca de lo que piensas.
—¿Po-por qué lo dices? —Preguntaba Linda nerviosa ya que Niall se había acercado mucho a ella.
—Porque… yo quiero ser tu príncipe, yo quiero ser el príncipe para la princesa de hielo. —El rubio se acercó mucho más a Linda. Pero no, no la beso en los labios, le dio un tierno beso en la mejilla. —Aún no es el momento, cuando pase quiero que sea perfecto… —Le susurró Niall. Bailaron abrazados, una hermosa escena.
Cuando estaba por perder las esperanzas caminó por las cercanías de Central Park, al doblar la esquina encontró una tienda, no muy llamativa pero era una tienda. Entró algo temerosa por lo que encontraría, pensaba hallar un montón de ropa en rebaja porque para Linda si algo no tiene por lo menos tres ceros no vale la pena comprarlo. Una mujer mayor con el cabello negro la atendió, era muy agradable y atenta. Linda se puso a rebuscar entre unos vestidos y lo encontró, un hermoso vestido lavanda muy claro de tirantes y con volados en la parte de abajo. Era perfecto. Se lo probó y fue como si el vestido estuviera hecho para ella, le sentaba a la perfección. {#Click. R.Lin}
Al momento de pagar casi le da un infarto, no por lo caro sino por lo barato, simplemente 56$, hermoso pero no necesitaba valer miles para serlo, porque el precio no es importante. Pagó, salió y tomó un taxi hasta la Universidad, le rogaba a Dios que los días pasaran de prisa para poder irse de vacaciones a Hawaii o las Bahamas ya que por su padre sabía que como todos los años lo pasaría trabajando y pues su madre, su madre lo pasaría en el Club, Lin no estaba dispuesta a pasar otro año sola.
La pelirroja iba entrando al edificio al que pertenecía su habitación, el edificio Gerard, el segundo de los tres que hay. Por no dejar caer la bolsa de los zapatos chocó con una chica haciendo que la mochila y unos libros de esta cayeran al piso.
—¡¿Es enserio?¡ ¿Me va a pasar esto todo el día? —Exclamó Linda, claramente no para la chica con la que había chocado sino para su subconsciente.
—La que debería estar molesta soy yo. —Bajó la vista a la chica que estaba recogiendo sus cosas en el piso, la conocía y de ella si se acordaba, era Valerie Hart.
—No, perdona. No lo decía por ti, hablaba conmigo misma. —Decía la pelirroja ayudando a Val con sus cosas. —Lo lamento, de verdad, estaba distraída… Oh, veo que llevas la chaqueta que te regalé ¡Lo sabía! Te queda perfecta.
—¿Linda McLean? Yo ya te hacía de vacaciones. —Expresó Val metiendo los libros que Zayn le había recomendado en su mochila. —¿Qué haces aquí? Solo si se puede saber.
—Perdí una semana de clases por adelantar mis vacaciones y debo ponerme al corriente con todo o si no me quedaré sin ir de compras por un mes. —Val solo atinó a soltar una pequeña risita. —Veo que andas muy feliz, no sueles sonreír tanto, a decir verdad creo que nunca te vi sonreír. ¿A qué se debe tanta alegría? Solo si se puede saber. —Preguntó Lin imitando un poco a la pelinegra.
—No lo sé, solo estoy feliz. Bien pues… me topé con alguien inesperado pero si te lo digo no me creerías.
—Estoy dispuesta a escuchar lo que sea. Vamos a mi habitación y me cuentas ¿Sí?
—¿Tienes tiempo? —Inquirió Val arqueando las cejas.
—Por supuesto, debo ir a una aburrida cena pero tengo por lo menos una hora libre.
Ambas chicas se dirigieron a la habitación de Linda, que venía a ser la más grande de todo el edifico. “Beneficios de tener un padre rico” pensó Val. Además de todo lo lujoso que había en el lugar, Linda, no tenía compañera.
—Ahora cuéntame: ¿Qué es eso que no creeré? —Le preguntó Linda dándole una taza de café a Valerie.
La pelinegra le contó sobre su encuentro con Zayn Malik y todo lo que había ocurrido. A Linda también se le hacía conocido ese nombre. “¿Por qué. Por qué no puedo recordar quiénes son?” Se repetía la pelirroja hasta que Valerie interrumpió su lucha mental.
—Es increíble ¿verdad? Digo nadie se espera que alguien famoso como él sea tan… tan profundo y tan apuesto. —Valerie se mordió el labio inferior al referirse a lo atractivo que le había parecido Zayn.
—Te gustó ¿No es así? —La sonrisa se le borró a Val, estaba cayendo otra vez, no lo haría. —Espera… ¿dijiste famoso?
—¿No escuchaste? Te dije que él es miembro de esa banda, One Direction. Si mi memoria no me falla y sé que no lo hará leí que sus nombres son: Harry, Louis, Liam, Niall y por supuesto Zayn.
—Niall… ¿Niall qué? —Preguntó Linda demasiado interesada.
—Horan. Sí, Niall Horan. ¿Por? —Valerie no entendía por qué tanto interés por el rubio.
—Algo… —La pelirroja le dio una vista al reloj. Maldición, en media hora vendría el chofer de su padre para llevarla a la dichosa cena. —Oh por Dios, ya es muy tarde. —Decía Linda dirigiéndose al baño. —Lo lamento mucho Val pero se me hará tarde para lo que te dije.
—No te preocupes, ya me voy. Por cierto bella habitación.
—¡Gracias! ¡Recuerda, si te sientes sola o necesitas con quién hablar estoy a un piso de ti! —Le gritaba la chica desde el baño.
Con una rapidez que ni ella sabía que tenía, Linda, se dio una ducha y comenzó a vestirse en tiempo record para ella claro está. 20 minutos, estaba dándole los últimos toques a su maquillaje. Listo, terminó, perfectamente hermosa como siempre. Vio su apariencia en el espejo.
—Eres muy bonita Linda ¿Por qué los chicos no te toman en serio? —Se dijo ella aún mirándose en el espejo. Hizo una mueca. —Tal vez no lo necesario, a los chicos les gustan otro tipo de chicas. No eres lo suficientemente hermosa y por eso tu príncipe aún no llega… tal vez nunca lo hará. —Una lágrima casi invisible rodó por sus mejillas blancas. —Por qué piensan que soy como las demás niñas ricas… no soy así pero eso nadie lo sabrá… solo les interesa mi dinero… nunca les interesa la verdadera Linda. —Se dio cuenta de que arruinaba su maquillaje y se secó las lágrimas con delicadeza.
Un hombre tocó a la puerta de la chica. Linda tomó su abrigo color crema, su bolso y otras cosas para salir; supuso que era el chofer de su padre y efectivamente lo era.
En el camino rumbo a la cena seguía sin dejar de pensar en Niall, pero ahora estaba un poco molesta. ¿Por qué? Porque él no le había dicho quién era, claro ella no le dio tiempo, pero aún así debía habérselo dicho. Ya no se preocuparía en el rubio, de todos modos no lo volvería a ver ¿verdad?
Bajó con cansancio y de igual manera se encaminó hasta la entrada del lugar. Cuando entró nada le sorprendió, lo mismo de siempre. Gente aburrida que se regodeaban hablando de sus fortunas. Rodó los ojos y dejó que uno de los hombres de la entrada guardara su abrigo. Había una pista inmensa como su fuera a haber un baile. Dejó de maquinar ideas y fue a saludar a su padre quien estaba hablando con unas personas, no pudo distinguir quienes eran pero tampoco le importaba.
—Buenas noches padre. Señores. —Saludó con esa cortesía que solo aparecía en momentos como esos.
—Hija. Me alegra que hayas llegado puntual.
—No te decepcionaría. —La chica les ofreció una sonrisa falsa.
—Linda, ya conoces al Sr. Hayne y al Sr. Stewart.
—¿Cómo están señores? —Los hombres respondieron con una sonrisa tan falsa como la suya.
—Y ellos son los esposos O’Connell. Chris O’Connell y su esposa Maura Gallagher.
—Mucho gusto. —Linda les ofreció una sonrisa que -a comparación de las otras- era verdadera, aún no los conocía muy bien por lo que no les guardaba odio como a los otros.
—El gusto es nuestro, querida. Eres muy hermosa ¿Lo sabías? —Hasta el momento la Sra. Gallagher era agradable. Por parte de la pelirroja se escuchó un “gracias” sencillo pero honesto. —Oí que tienes 19 años. Mi hijo menor tiene la misma edad que tú… Oh, mira. Allí está. ¡Niall, querido. Por aquí!
Linda tragó saliva sonoramente al escuchar ese nombre, volteó la vista donde supuestamente estaba ese tal Niall y sus ojos se abrieron como platos al ver que era el mismo chico con el que se había topado en la tarde, él que no le dijo que es famoso y toda la cosa. Niall no se quedaba atrás, el rubio tenía una cara de sorpresa inmensa al ver a la chica, a su Linda, la chica de la cual negaba estar más que atraído.
—Bu-buenas noches. —Titubeaba nervioso sin apartar la vista de la chica.
Sus padres los presentaron, Niall estaba a punto de decirles que ya se habían conocido pero se detuvo al ver como Linda se hacía la que por primera vez lo veía, además se comportaba de una manera muy diferente a la de la tarde. El rubio hizo una mueca al escuchar como la pelirroja se refería a su vestido y a sus accesorios, como si fueran la última maravilla. Cuando sus padres los dejaron solos para que “pudieran conversar” Linda solo quería evadir al irlandés.
—Hey. ¿Dónde vas? —Le cuestionó el chico siguiendo a Linda quien se había dado la vuelta para irse a cualquier lugar donde no estuviera Niall. Linda no respondió. —¿Por qué fingiste no conocerme? —Niall se adelantó y se interpuso en su camino.
—Creí que era la mejor idea ya que nunca conocí al verdadero Niall Horan. —Una expresión de confusión invadió el rostro del rubio, no entendía a qué se refería con eso. —¿No tenías planeado decirme que eres famoso? Odio las mentiras.
—Oh. Es por eso. Bien, tú no preguntaste… además, no es por sonar presumido pero ¿No sabes quienes somos?
—Pues perdóname por estar tan desactualizada, pero no me interesa mucho ese tipo de cosas, no te voy a negar que amo la moda pero sobre lo demás no sé nada. Prefiero la música algo peculiar, no lo sé, bandas como The Script o Coldplay.
—No pude ser… ¡Lo sabía! —Exclamó Niall con una enorme sonrisa en el rostro, parecía un niño al que le acababan de comprar un dulce. —¡Lo sabía! Sabía que no eras como las demás niñas ricas. Eres diferente.
—No entiendo tu emoción pero iré por algo de comida, me estoy muriendo de hambre… espero que hayan seguido el menú que les di. —Estaba por darse la vuelta pero Niall la tomó suavemente de la mano. —¿Qué te traes?
—Voy contigo. —Cuando estaban cerca de los aperitivos, el rubio volvió a hablar. —¿Cómo está eso de que les diste un menú? ¿Sabes algo de comida? —Pregunta clave para el rubio, si ella respondía positivamente, estaba hecho, era ella. La indicada.
—Supongo, me gusta cocinar. Además de diseñar amo todo lo relacionado con la cocina. ¿Las pasiones de mi vida? La moda y la comida. —Al escuchar lo que ella dijo el rubio abrió los ojos y acercó su mano libre -la que no llevaba el plato con comida- cerca de su corazón. No dejaba de mirar a Linda. —Algo anda mal. —Decía ella con una mueca de desagrado.
—¿Qué ocurre?
—Le falta perejil a estas patatas y una pizca de nuez moscada a este postre. No lo hicieron bien…
—A mí me parece que está delicioso.
—No apresures opiniones. Ven. —Ella tomó al chico de la mano y lo llevó a la cocina. Pidió un delantal, buscó lo que necesitaba, le quitó la comida a Niall quién se quedó en “shock”, nadie le quita la comida. Y le puso lo que faltaba. —Ahora, pruébalo. —Decía Linda con una sonrisa de satisfacción. Niall le hizo caso y una sonrisa también se hizo presente en su rostro.
—Es-está mucho más delicioso. Lamento haber ofendido tus habilidades.
Ambos se quedaron bromeando y hablando de cualquier cosa la mayor parte de la noche. Niall comenzaba a conocer mejor a Linda, la verdadera Linda McLean y por supuesto que ese sentimiento de pura atracción se estaba convirtiendo en otra cosa mucho más poderosa, debería aceptarlo en cualquier momento. El rubio le preguntó cómo se había enterado que era famoso y ahí surgió el nombre de Valerie Hart, Niall casi se atragantó con la comida al escuchar ese nombre, era la chica de la que su amigo, Zayn, había estado hablando tanto. Sin más le pidió más datos sobre ella, algún número o contacto; también le preguntó sobre las demás chicas pero Linda solo conocía a Emilia, la chica que tenía como loco a Louis. Por lo menos los números de Valerie y Emilia le servirían de ayuda a los chicos.
Niall llevó casi a rastras a la chica devuelta a la pista de baile. Una canción lenta comenzó a sonar por lo que tuvieron que bailar lo más “románticamente” posible.
—Eres muy hermosa y no lo digo de dientes para afuera, es de verdad. —Habló el rubio sin dejar de verla fijamente.
—Oh vamos. No lo dices enserio. Si fuera así mi príncipe hubiera llegado hace mucho… olvida lo que dije, a veces hablo sin pensar. Soy cursi, lo sé.
—Deben estar muy ciegos para no ver lo hermosa que eres tanto por fuera como por dentro… aparentas ser superficial pero no lo eres… eres mejor de lo que se pueden imaginar. Y sobre lo del príncipe… creo que podría estar más cerca de lo que piensas.
—¿Po-por qué lo dices? —Preguntaba Linda nerviosa ya que Niall se había acercado mucho a ella.
—Porque… yo quiero ser tu príncipe, yo quiero ser el príncipe para la princesa de hielo. —El rubio se acercó mucho más a Linda. Pero no, no la beso en los labios, le dio un tierno beso en la mejilla. —Aún no es el momento, cuando pase quiero que sea perfecto… —Le susurró Niall. Bailaron abrazados, una hermosa escena.
Última edición por {Milєnkα.} el Sáb 20 Abr 2013, 5:45 pm, editado 1 vez
bxmbshell.
Re: These Little Things |One Direction|
»кιтту ѕукєѕ
»Te haré creer en el amor.
Emilia se había quedado unos minutos más bromeando con Louis, ese chico lograba hacerla sonreír por lo que sea. Todo iba bien hasta que al ojiazul lo llamó uno de sus amigos porque tenían que ir por Harry. Louis se fue tan rápido que no pudo pedirle algún contacto a Emilia, por lo menos sabía su nombre, por lo menos.
El resto de la tarde y parte de la noche transcurrieron de una forma nada interesante. Ya eran las nueve de la noche, el turno de Emilia ya había terminado hace una hora pero se quedó a hacer unas cuentas que le faltaban. Salió del local y fue directo a comprar algo de comida, no lo puede negar, a Ely le encanta comer pero mantiene su excelente cuerpo gracias a que Jo la obliga a ir a correr cuatro veces a la semana.
Cuando Emilia entró a la habitación todo estaba perfectamente ordenado, eso solo significaba una cosa: A Jo le ha pasado o algo muy bueno o algo muy malo. Dejó su abrigo en el perchero y comenzó a llamar a Hitler.
—¡Hitler! ¡Precioso, te traje comida! —Pronto unos ladridos se hicieron escuchar, provenían del baño y segundos después Ely estaba tendida en el piso mientras Hitler no dejaba de lamerle la cara. —Yo también te extrañé… ¿Por qué estás todo mojado? —Decía la morena riendo por ver a su PitBull lleno de espuma.
Pronto una Jo algo furiosa salió del baño, estaba empapada de agua. Miró enfadada a Ely se sentó cruzando los brazos en el suelo.
—Veo que a Hitler se le está haciendo costumbre tirar personas… gracias pequeño… por tu culpa ahora debo salir con ese… ese chico. —Ely la miró confundida, le dio la cena al animalito y luego fue a hablar con Jo, al parecer algo malo le había ocurrido.
—¿Qué ocurre Jo? ¿A qué se debe ese mal humor y quién es ese chico con el que saldrás? —Preguntaba divertida la morena intentando sacarle una sonrisa a su amiga.
—Hoy… será largo de contar… ¿Trajiste comida? —Preguntó Jo viendo las bolsas que la morena había dejado sobre la mesa. —Me lo merezco, la pesadilla que ahora se está devorando esas croquetas me consiguió una cita con… ¿Podemos comer?
—Eso es extorción.
—Lo sé.
—Bien. Traje comida china. Pero no comerás nada si primero no te das una buena ducha, te quiero Jo pero hueles a perro mojado. —Expresó la Emilia soltando una risa, se ganó un almohadazo por parte de la castaña.
Las dos amigas estaban comiendo sentadas sobre el gran sofá de la habitación, hacía frio por lo que cada una estaba envuelta en sus mantas. Hitler se había quedado dormido en un rincón de la habitación donde está su cama especial.
—Espera… hablas de ese Harry Styles. —Jo asintió levemente. —No entiendo tu molestia, es chico está que arde, en el buen sentido… sabes a lo que me refiero.
—Entonces por qué no sales tú con él. —Dijo la castaña tomando de su vaso con coca-cola.
—No gracias, recuerda que no quiero…
—A ningún idiota que mueva tu mundo, lo sé, lo sé. —Completó lo que iba a decir. —Dejando al ególatra de lado ¿Cómo estuvo tu día? —Ely dejó en la mesita de al lado su comida, soltó un sonoro suspiro y…
—No voy bien, creo que ya ha pasado. —Jo la miró con preocupación. Se escuchó un “¿ A qué te refieres?” por parte de la castaña. —Tú conociste a Harry Styles ¿verdad? —Sin entender a dónde quería llegar con eso, la ojiazul se limitó a asentir. —Yo conocí a la otra mitad de Larry Stylinson.
—¿Larry Stylinson? … Ely ten en cuenta que no sé muchas cosas sobre ellos.
—Bien hasta donde yo sé. Larry Stylinson es la pareja que conforman TU Harry y Louis Tomlinson.
—No es mío… Espera ¿Son gays? —Jo se ganó un almohadazo por parte de la morena.
—No, es un bromance. Luego te lo explico mejor. A lo que me refiero es que yo conocí a la otra mitad de ese bromance, por lo que entenderás que me encontré con…
—¡Louis Tomlinson! —Gritó la ojiazul. —Cuéntame todo ahora.
Así, Ely, le contó todo a Jo quién la escuchaba como siempre suele hacerlo. Se la pasaron hablando hasta algo así como las once y media de la noche. Ambas amigas tenían a los otros dos amigos. Ely había convencido a su amiga que salir con ese rizado no era tan malo, que simplemente se divirtiera e intentara conocer mejor al chico.
—Enloquecí ¿verdad? —Le preguntó a Jo.
—No, claro que no. Emilia esto no tiene nada de malo. No podemos apresurar que estás enamorada pero sí te gusta, además por lo que me dices ese chico está muerto por ti.
—Pero yo no quiero sentirme así. ¿No lo entiendes? Mi vida es perfecta tal como está, no quiero que nadie venga a causar un desastre. —Después de quedarse unos minutos en silencio, ella habló. —No debería preocuparme porque digo: No lo voy a volver a ver. ¿No es así?
—No te puedo asegurar nada, querida. Pero bien ya me voy a dormir. Intenta descansar. —Jo se levantó del sofá envuelta en su manta dejando a su amiga mucho más confundida.
Con mucho esfuerzo, Emilia, logró dormir. Estaba molesta, con ella, con Louis, con todo el mundo. Esto era justo lo que no quería, sentirse así, sin poder dormir solo por pensar en él, en esa sonrisa perfecta. Maldijo por lo bajo y a eso de las 03:45 am. logró dormir.
Temprano en la mañana, antes de que el despertador sonara, el sonido hecho por una llamada entrante en el celular de Emilia la sacó del sueño en el que con tanto esfuerzo logró caer. Se escucharon unos quejidos por parte de Jo. La morena aún con media dormida se apresuró a contestar.
—¿Hola? … ¿Quién eres y por qué fastidias un domingo? —Dijo ella mientras se frotaba los ojos.
—¿Por qué tan agresiva? —Como por arte de magia, el sueño desapareció de Emilia. —Esa no es la forma de tratar a alguien que solo tiene buenas intenciones. —Una risa se hizo escuchar por parte de Emilia.
La chica salió de la habitación, aun con pijama y pantuflas, para no molestar a Jo. Ya en el pasillo pudo hablar tranquilamente.
—¿Cómo demonios conseguiste mi número? —Preguntó ella dirigiéndose a la máquina de chocolates que había en la sala principal de su edificio.
—¿Soñaste conmigo? —Expresó él soltando una risilla.
—Cómo lo… NO. ¿Qué ocurre contigo? ¿Por qué piensas eso?
—Si no hubiera sido así no estarías tan a la defensiva. Por cierto ¿Cómo se llama tu edificio en la Universidad? —Este chico sacaba de quicio a la morena pero no podía negar que esa llamada la había hecho feliz.
—Maxwell ¿Por? Espera… no tengo por qué decirte donde vivo. —Respondió Emilia dándole una mordida a la barra de chocolate. —Aún no me dijiste cómo tienes mi número.
—¿Puedo pedirte algo? —Louis no le prestaba atención a Ely.
—¡¿Qué?! ¿Siquiera escuchaste algo de lo que te dije? —La chica estaba caminando de un lado para el otro en la planta baja, por la puerta del edificio.
—¿Podrías ir a la puerta de tu edificio? No preguntes, solo hazlo. Por favor.
—Bien. Ya estoy afuera. Ahora tú responde ¿Cómo conseguiste mi número? —Emilia aún no se había dado cuenta que… bien ya lo sabrán.
—¿No crees que sería mejor responderte en persona? Date la vuelta. —Ella estaba mucho más confundida pero aún así le hizo caso. Cuando se dio la vuelta ahí estaba él, con una sonrisa sínica y abriendo los brazos.
—¡Ahora sí puedo responder todas tus preguntas! —Exclamó Louis colgando y mirándola de arriba para abajo.
Ely caminó furiosa rumbo a Louis, no le importó la nieve ni que estuviera en pijamas, fue directo a darle un zape en la cabeza al ojiazul.
—¡Eres un idiota!
—Te ves muy linda con ese pijama. Me gustan tus pantuflas. —Decía él al percatarse de las pantuflas de la morena, eran de perritos. —¿Quieres tomar algo?
—¿Prestas atención a algo de lo que te digo?
—Tomaré eso como un SÍ. —Louis la cargó como si fuera un costal y la metió al auto. No le importó que ella le golpear la espalda, aún así, lo hizo. Ya dentro del vehículo. Ella comenzó a golpearlo.
—¡Esto. Esto es un secuestro! ¡Déjame salir Louis. No estoy bromeando! —Reclamaba ella. Para tranquilizarla, Louis la abrazó hasta que se calmara. —Si no me sueltas a la cuenta de tres te quedarás sin descendencia. —Advirtió.
—Ok. No hay que ser agresivos. Mejor cálmate un poco y hablemos. —Ella se quedó unos segundos en silencio. —¿Ya estás tranquila? —Se escuchó un leve “Sí” Por parte de la chica, Louis la soltó con miedo pero lo hizo. Cuando ella soltó un leve suspiro dedujo que no había peligro.
—Bien. Louis. ¿Podrías ser tan amable de explicarme qué demonios sucede? —Le cuestionó forzando una sonrisa.
—Llegamos. —Musitó cortante, el chofer. Louis le agradeció, le dio una manta a Emilia y le pidió que bajara. Cuando lo hicieron se dio cuenta de que estaban en las puertas del Empire State.
Tomaron el ascensor hasta llegar a la cima del edificio. Emilia había decidido ignorar a Louis, quien solo tenía una sonrisa de idiota en el rostro. Salieron del ascensor, ella seguía sin dirigirle palabra. Se quedaría así hasta que él tuviera la decencia de explicarle qué demonios ocurría.
Louis se le acercó con una taza de té. Ella aceptó y volvió a ignorarlo. Pasaron unos diez minutos y e´l no pudo más.
—Ya háblame ¿quieres? —Le pidió el ojiazul. Ella le ofreció una sonrisa y volteó la vista a cualquier otro punto. —Está bien. Lamento haberte “secuestrado” Pero si te lo pedía no me ibas a hacer cado ¿O me equivoco? Y si quieres saber cómo conseguí tu número solo debes hablarme. —Dicho esto le dio un sorbo a su té
—¿Todos los ingleses están obsesionados con el té? —Preguntó ella aún sin mirarlo. Louis soltó una risa.
—Haces que me desespere. Me causas dolor de cabeza. —Respondió el castaño.
—Ahora sí. Explícame ¿Cómo conseguiste mi número y por qué haces esto? —Louis soltó un sonoro suspiro y contestó.
—Bien. Tu número, preciosa, tengo mis contactos… está bien… el rubio me lo dio.
—¿Niall?
—Sí… Hago esto porque… porque sé que te gusto. —Ella botó un poco de su té y lo miró sorprendida.
—¿Que yo qué? No creo que las cosas vayan así. Corrígeme si me equivoco pero haces esto porque YO te gusto ¿no es así? —Louis desvió su mirada. Después de unos segundos en silencio dijo algo no muy inteligente.
—Define “gustar”. —Soltó así como así.
—Yo qué sé. Nunca he sentido eso. No me he enamorado ni ese tipo de cosas, no creo en… eso. —Esta vez ambos se estaban viendo. —Tienes lindos ojos. —Continuó Ely sonriéndole amablemente.
—Y tú eres muy hermosa. Muy hermosa como para no creer en el amor. ¿Por qué?
—Te lo dije: No lo sé. Simplemente no creo y punto. —Respondió Emilia soltando una risita al final.
—Mi querida Emilia, recuerda esto: Te haré creer en el amor. —Dijo Louis para luego acercársele y darle un leve beso en la comisura de los labios. Emilia se quedó sin palabras, no se esperaba eso. Estuvieron en silencio unos minutos más hasta que comenzaron a hablar como si nada, bromeaban y se reían de cualquier cosa. Quién sabe, Tal vez la persona menos romántica del mundo -Louis Tomlinson- aprenda a amar y el enseñe sobre el amor a Emilia Moore.
El resto de la tarde y parte de la noche transcurrieron de una forma nada interesante. Ya eran las nueve de la noche, el turno de Emilia ya había terminado hace una hora pero se quedó a hacer unas cuentas que le faltaban. Salió del local y fue directo a comprar algo de comida, no lo puede negar, a Ely le encanta comer pero mantiene su excelente cuerpo gracias a que Jo la obliga a ir a correr cuatro veces a la semana.
Cuando Emilia entró a la habitación todo estaba perfectamente ordenado, eso solo significaba una cosa: A Jo le ha pasado o algo muy bueno o algo muy malo. Dejó su abrigo en el perchero y comenzó a llamar a Hitler.
—¡Hitler! ¡Precioso, te traje comida! —Pronto unos ladridos se hicieron escuchar, provenían del baño y segundos después Ely estaba tendida en el piso mientras Hitler no dejaba de lamerle la cara. —Yo también te extrañé… ¿Por qué estás todo mojado? —Decía la morena riendo por ver a su PitBull lleno de espuma.
Pronto una Jo algo furiosa salió del baño, estaba empapada de agua. Miró enfadada a Ely se sentó cruzando los brazos en el suelo.
—Veo que a Hitler se le está haciendo costumbre tirar personas… gracias pequeño… por tu culpa ahora debo salir con ese… ese chico. —Ely la miró confundida, le dio la cena al animalito y luego fue a hablar con Jo, al parecer algo malo le había ocurrido.
—¿Qué ocurre Jo? ¿A qué se debe ese mal humor y quién es ese chico con el que saldrás? —Preguntaba divertida la morena intentando sacarle una sonrisa a su amiga.
—Hoy… será largo de contar… ¿Trajiste comida? —Preguntó Jo viendo las bolsas que la morena había dejado sobre la mesa. —Me lo merezco, la pesadilla que ahora se está devorando esas croquetas me consiguió una cita con… ¿Podemos comer?
—Eso es extorción.
—Lo sé.
—Bien. Traje comida china. Pero no comerás nada si primero no te das una buena ducha, te quiero Jo pero hueles a perro mojado. —Expresó la Emilia soltando una risa, se ganó un almohadazo por parte de la castaña.
Las dos amigas estaban comiendo sentadas sobre el gran sofá de la habitación, hacía frio por lo que cada una estaba envuelta en sus mantas. Hitler se había quedado dormido en un rincón de la habitación donde está su cama especial.
—Espera… hablas de ese Harry Styles. —Jo asintió levemente. —No entiendo tu molestia, es chico está que arde, en el buen sentido… sabes a lo que me refiero.
—Entonces por qué no sales tú con él. —Dijo la castaña tomando de su vaso con coca-cola.
—No gracias, recuerda que no quiero…
—A ningún idiota que mueva tu mundo, lo sé, lo sé. —Completó lo que iba a decir. —Dejando al ególatra de lado ¿Cómo estuvo tu día? —Ely dejó en la mesita de al lado su comida, soltó un sonoro suspiro y…
—No voy bien, creo que ya ha pasado. —Jo la miró con preocupación. Se escuchó un “¿ A qué te refieres?” por parte de la castaña. —Tú conociste a Harry Styles ¿verdad? —Sin entender a dónde quería llegar con eso, la ojiazul se limitó a asentir. —Yo conocí a la otra mitad de Larry Stylinson.
—¿Larry Stylinson? … Ely ten en cuenta que no sé muchas cosas sobre ellos.
—Bien hasta donde yo sé. Larry Stylinson es la pareja que conforman TU Harry y Louis Tomlinson.
—No es mío… Espera ¿Son gays? —Jo se ganó un almohadazo por parte de la morena.
—No, es un bromance. Luego te lo explico mejor. A lo que me refiero es que yo conocí a la otra mitad de ese bromance, por lo que entenderás que me encontré con…
—¡Louis Tomlinson! —Gritó la ojiazul. —Cuéntame todo ahora.
Así, Ely, le contó todo a Jo quién la escuchaba como siempre suele hacerlo. Se la pasaron hablando hasta algo así como las once y media de la noche. Ambas amigas tenían a los otros dos amigos. Ely había convencido a su amiga que salir con ese rizado no era tan malo, que simplemente se divirtiera e intentara conocer mejor al chico.
—Enloquecí ¿verdad? —Le preguntó a Jo.
—No, claro que no. Emilia esto no tiene nada de malo. No podemos apresurar que estás enamorada pero sí te gusta, además por lo que me dices ese chico está muerto por ti.
—Pero yo no quiero sentirme así. ¿No lo entiendes? Mi vida es perfecta tal como está, no quiero que nadie venga a causar un desastre. —Después de quedarse unos minutos en silencio, ella habló. —No debería preocuparme porque digo: No lo voy a volver a ver. ¿No es así?
—No te puedo asegurar nada, querida. Pero bien ya me voy a dormir. Intenta descansar. —Jo se levantó del sofá envuelta en su manta dejando a su amiga mucho más confundida.
Con mucho esfuerzo, Emilia, logró dormir. Estaba molesta, con ella, con Louis, con todo el mundo. Esto era justo lo que no quería, sentirse así, sin poder dormir solo por pensar en él, en esa sonrisa perfecta. Maldijo por lo bajo y a eso de las 03:45 am. logró dormir.
Temprano en la mañana, antes de que el despertador sonara, el sonido hecho por una llamada entrante en el celular de Emilia la sacó del sueño en el que con tanto esfuerzo logró caer. Se escucharon unos quejidos por parte de Jo. La morena aún con media dormida se apresuró a contestar.
—¿Hola? … ¿Quién eres y por qué fastidias un domingo? —Dijo ella mientras se frotaba los ojos.
—¿Por qué tan agresiva? —Como por arte de magia, el sueño desapareció de Emilia. —Esa no es la forma de tratar a alguien que solo tiene buenas intenciones. —Una risa se hizo escuchar por parte de Emilia.
La chica salió de la habitación, aun con pijama y pantuflas, para no molestar a Jo. Ya en el pasillo pudo hablar tranquilamente.
—¿Cómo demonios conseguiste mi número? —Preguntó ella dirigiéndose a la máquina de chocolates que había en la sala principal de su edificio.
—¿Soñaste conmigo? —Expresó él soltando una risilla.
—Cómo lo… NO. ¿Qué ocurre contigo? ¿Por qué piensas eso?
—Si no hubiera sido así no estarías tan a la defensiva. Por cierto ¿Cómo se llama tu edificio en la Universidad? —Este chico sacaba de quicio a la morena pero no podía negar que esa llamada la había hecho feliz.
—Maxwell ¿Por? Espera… no tengo por qué decirte donde vivo. —Respondió Emilia dándole una mordida a la barra de chocolate. —Aún no me dijiste cómo tienes mi número.
—¿Puedo pedirte algo? —Louis no le prestaba atención a Ely.
—¡¿Qué?! ¿Siquiera escuchaste algo de lo que te dije? —La chica estaba caminando de un lado para el otro en la planta baja, por la puerta del edificio.
—¿Podrías ir a la puerta de tu edificio? No preguntes, solo hazlo. Por favor.
—Bien. Ya estoy afuera. Ahora tú responde ¿Cómo conseguiste mi número? —Emilia aún no se había dado cuenta que… bien ya lo sabrán.
—¿No crees que sería mejor responderte en persona? Date la vuelta. —Ella estaba mucho más confundida pero aún así le hizo caso. Cuando se dio la vuelta ahí estaba él, con una sonrisa sínica y abriendo los brazos.
—¡Ahora sí puedo responder todas tus preguntas! —Exclamó Louis colgando y mirándola de arriba para abajo.
Ely caminó furiosa rumbo a Louis, no le importó la nieve ni que estuviera en pijamas, fue directo a darle un zape en la cabeza al ojiazul.
—¡Eres un idiota!
—Te ves muy linda con ese pijama. Me gustan tus pantuflas. —Decía él al percatarse de las pantuflas de la morena, eran de perritos. —¿Quieres tomar algo?
—¿Prestas atención a algo de lo que te digo?
—Tomaré eso como un SÍ. —Louis la cargó como si fuera un costal y la metió al auto. No le importó que ella le golpear la espalda, aún así, lo hizo. Ya dentro del vehículo. Ella comenzó a golpearlo.
—¡Esto. Esto es un secuestro! ¡Déjame salir Louis. No estoy bromeando! —Reclamaba ella. Para tranquilizarla, Louis la abrazó hasta que se calmara. —Si no me sueltas a la cuenta de tres te quedarás sin descendencia. —Advirtió.
—Ok. No hay que ser agresivos. Mejor cálmate un poco y hablemos. —Ella se quedó unos segundos en silencio. —¿Ya estás tranquila? —Se escuchó un leve “Sí” Por parte de la chica, Louis la soltó con miedo pero lo hizo. Cuando ella soltó un leve suspiro dedujo que no había peligro.
—Bien. Louis. ¿Podrías ser tan amable de explicarme qué demonios sucede? —Le cuestionó forzando una sonrisa.
—Llegamos. —Musitó cortante, el chofer. Louis le agradeció, le dio una manta a Emilia y le pidió que bajara. Cuando lo hicieron se dio cuenta de que estaban en las puertas del Empire State.
Tomaron el ascensor hasta llegar a la cima del edificio. Emilia había decidido ignorar a Louis, quien solo tenía una sonrisa de idiota en el rostro. Salieron del ascensor, ella seguía sin dirigirle palabra. Se quedaría así hasta que él tuviera la decencia de explicarle qué demonios ocurría.
Louis se le acercó con una taza de té. Ella aceptó y volvió a ignorarlo. Pasaron unos diez minutos y e´l no pudo más.
—Ya háblame ¿quieres? —Le pidió el ojiazul. Ella le ofreció una sonrisa y volteó la vista a cualquier otro punto. —Está bien. Lamento haberte “secuestrado” Pero si te lo pedía no me ibas a hacer cado ¿O me equivoco? Y si quieres saber cómo conseguí tu número solo debes hablarme. —Dicho esto le dio un sorbo a su té
—¿Todos los ingleses están obsesionados con el té? —Preguntó ella aún sin mirarlo. Louis soltó una risa.
—Haces que me desespere. Me causas dolor de cabeza. —Respondió el castaño.
—Ahora sí. Explícame ¿Cómo conseguiste mi número y por qué haces esto? —Louis soltó un sonoro suspiro y contestó.
—Bien. Tu número, preciosa, tengo mis contactos… está bien… el rubio me lo dio.
—¿Niall?
—Sí… Hago esto porque… porque sé que te gusto. —Ella botó un poco de su té y lo miró sorprendida.
—¿Que yo qué? No creo que las cosas vayan así. Corrígeme si me equivoco pero haces esto porque YO te gusto ¿no es así? —Louis desvió su mirada. Después de unos segundos en silencio dijo algo no muy inteligente.
—Define “gustar”. —Soltó así como así.
—Yo qué sé. Nunca he sentido eso. No me he enamorado ni ese tipo de cosas, no creo en… eso. —Esta vez ambos se estaban viendo. —Tienes lindos ojos. —Continuó Ely sonriéndole amablemente.
—Y tú eres muy hermosa. Muy hermosa como para no creer en el amor. ¿Por qué?
—Te lo dije: No lo sé. Simplemente no creo y punto. —Respondió Emilia soltando una risita al final.
—Mi querida Emilia, recuerda esto: Te haré creer en el amor. —Dijo Louis para luego acercársele y darle un leve beso en la comisura de los labios. Emilia se quedó sin palabras, no se esperaba eso. Estuvieron en silencio unos minutos más hasta que comenzaron a hablar como si nada, bromeaban y se reían de cualquier cosa. Quién sabe, Tal vez la persona menos romántica del mundo -Louis Tomlinson- aprenda a amar y el enseñe sobre el amor a Emilia Moore.
______________________
Hoy les dejo dos capítulos y no tres ya que me pasé limpiando mi casa casi todo
el día, no me dió tiempo para teminar el cap. de Vale y también quería escribir el
de Jo. Con eso de que terminé las clases mi mamá dijo que ordenara y blah blah
blah. Lo bueno es que ahora veo el piso de mi cuarto ¡wiiiii! lo extrañaba. Soy un
desastre, lo sé. Mañana subo el de Vale, yo sé que le va agustar, lo sé.
Quiero coments o sino: Amenaza en el spiler.
Hoy les dejo dos capítulos y no tres ya que me pasé limpiando mi casa casi todo
el día, no me dió tiempo para teminar el cap. de Vale y también quería escribir el
de Jo. Con eso de que terminé las clases mi mamá dijo que ordenara y blah blah
blah. Lo bueno es que ahora veo el piso de mi cuarto ¡wiiiii! lo extrañaba. Soy un
desastre, lo sé. Mañana subo el de Vale, yo sé que le va agustar, lo sé.
Quiero coments o sino: Amenaza en el spiler.
- Spoiler:
- ¡Hay Tabla!
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Última edición por {Milєnkα.} el Sáb 20 Abr 2013, 5:48 pm, editado 1 vez
bxmbshell.
Re: These Little Things |One Direction|
Ameeeeeeeee los dos capitulos!
Niall y Louis son tan lindooooooooooos *-*!
Me dio risa cuando Louis secuestro a Emilia :Z ajajaja
y Cuando Niall se dio cuenta de quien en verdad era linda *-*
Siguelaaa babe me encanta!
Niall y Louis son tan lindooooooooooos *-*!
Me dio risa cuando Louis secuestro a Emilia :Z ajajaja
y Cuando Niall se dio cuenta de quien en verdad era linda *-*
Siguelaaa babe me encanta!
Pepaa
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