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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Trilogía Existence {Nick&_____}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
Holaaa! Me dió Pena por Demi y también por la Rayis pero principalmente por Demi es tan... Triste :lloro: Además ese no era su Destino :misery:
Kevin es tierno si sólo hubiera hecho las cosas bien
pero simplemente AMO A NICK quién no? trata de hacer todo por solucionar los problemas
SIGUELA PRONTO!!! abrazoooos :hug: AND :bye:
Kevin es tierno si sólo hubiera hecho las cosas bien
pero simplemente AMO A NICK quién no? trata de hacer todo por solucionar los problemas
SIGUELA PRONTO!!! abrazoooos :hug: AND :bye:
CatitaaJonas
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
Hola a todas, Estoy super enojada porque nuestra reina no gano y era la mejor. -literalmente, toooodos lo decían- Gano una chica que ni siquiera sabía bailar... :muere: Bueno, ese no es el punto, les venía a avisar que mañana subo dos caps. Fin del comunicado. :bye:
P.D: Esto va para los jurados del Carnaval del colegio :fuckya: (?) ah.
P.D: Esto va para los jurados del Carnaval del colegio :fuckya: (?) ah.
IreGarciaT
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
Capitulo 17
________:
Los cementerios en la noche son mucho más espeluznantes que durante el día. Intenté desesperadamente ignorar a las almas cerniéndose sobre las tumbas que supuse que eran suyas. Pero era muy difícil no saltar cada vez que pasábamos por delante de una tumba y un alma aparecía frente de nosotras. Quería agarrar a Demi por el brazo y detenerla para que el alma pudiese vagar más allá, pero eso sólo la habría confundido y les haría saber a las almas que yo las podía ver. Así que en vez de eso, cerré los ojos con fuerza y traté de fingir que no caminábamos entre las almas. Oh, cómo odiaba al padre de Kevin por esta estúpida maldición.
—Hace frío aquí —dijo Demi, rompiendo el silencio. Le miré mientras tomaba otro sorbo de la botella de vino que tenía en las manos.
Había encontrado un vino de postre que yo sabía que ella podría manejar. Venir al cementerio en la noche no era mi mejor idea de pasar un rato agradable, pero no quería que ella perdiese el control o, Dios no lo quiera, que corriese asustada en la noche de la manera que corrió por el centro comercial. Yo no estaba dispuesta a perseguirla entre almas.
—Sip —dije, tirando de mi chaqueta de cuero beige y abotonándomela.
—¿Quieres? Te calentará —Demi me ofreció la botella de vino. La miré en su mano. El color pálido y el aroma afrutado me tentaban. Podía beber un poco para mitigar mi incomodidad. Pero yo conducía, así que negué con la cabeza.
—No, estoy bien.
Demi esperó un segundo más antes de atraer el vino a su pecho.
—De acuerdo, si estás segura.
Pero ayuda de verdad. No iba a discutir con ella. Estoy segura de que el vino le ayudaba muchísimo. Tres semanas antes no habría podido pagarle para caminar a través del cementerio por noche. Tener a alguien querido enterrado aquí cambia las cosas. 
—Ahí está —susurró, deteniéndose finalmente.
Mi mirada siguió la suya. La tumba de Joe se encontraba todavía fresca y cubierta de flores. Unas pocas comenzaban a marchitarse, pero la mayor parte de las flores todavía seguía tan encantadoras como lo habían estado en su funeral.
—Sentémonos en el banco —dijo casi reverentemente. Los padres de Joe habían puesto un banco a los pies de su tumba. Me pregunté sobre eso cuando lo vi el día del funeral. Pensé que solo estaría allí durante el funeral, pero cuando nos fuimos miré atrás y todavía estaba allí.
—Ahí está el que mandé yo —La voz de Demi se quebró mientras nos sentábamos y mirábamos los arreglos florales que había delante nuestro. La pelota de baloncesto grande y redonda que se recostaba en la cabeza de su tumba estaba hecha de claveles naranjas y botones de oro negros. Demi había insistido histéricamente al florista que hiciera un arreglo que pareciese una pelota de baloncesto. Lo hicieron para ella. Era bonito. A Joe le habría encantado.
—Quedó muy bien —Le aseguré.
—Sí. Ojalá él pudiera verlo.
No estaba segura de cómo responder a eso. No quería empezar a decirle que su alma no estaba aquí y que yo lo vi irse. Mentir no era mi punto fuerte y lo pasé mal estando de acuerdo con ella cuando yo sabía más cosas.
—¿Recuerdas la vez que trajimos la cuatri moto de Joe hasta aquí, por el camino del bosque de detrás de su casa? —La voz de Demi tenía un toque divertido.
—Sí.—La policía nos persiguió por saltar tumbas con su cuatri moto. Joe y yo asumimos la culpa y dejamos a Demi fuera. Joe siempre había sido protector con ella y, honestamente, nos había rogado que no lo hiciéramos. Le habíamos escuchado durante todo el camino hasta aquí hablar sobre lo mal que estaba eso y cómo los fantasmas de las personas sobre cuyas tumbas habíamos saltado nos perseguirían. Yo sabía, claro, que se equivocaba y no me preocupaba.
—Mi madre todavía no tiene ni idea de lo que pasó. Ni siquiera le he dicho que fueron perseguidos, porque temí que no me dejase salir con delincuentes.
Me reí y una pequeña sonrisa apareció en los labios de Demi. Era tan bueno ver esas sonrisas. Eran muy pocas y distantes entre sí. Demi tomó otro trago de vino. Sus sorbos habían vuelto tragos. La mirada vidriosa en sus ojos me dijo que conseguía el efecto deseado. Me sentí culpable de conseguirle el vino, pero ella necesitaba estar relajada para afrontar esto. Recordar el pasado. Eso era bueno. Valían la pena una botella de vino y consumo de alcohol de menores.
—Whoa, no son a quienes esperaba ver aquí —dijo Kevin mientras se acercaba a nuestro lado. Demi dejó escapar un pequeño grito, luego le siguió una risilla después de darse cuenta que era Kevin y no un zombi quien se nos había unido. —¿Y bebiendo? —Los ojos de Kevin se levantaron de la botella de vino de Demi para encontrarse con mi mirada.
—Ella quería venir aquí. Me imaginé que necesitaba un poco de valor para afrontarlo.
Kevin asintió con la cabeza y un pequeño ceño frunció su frente. Me pregunté si lo sentía por la pérdida de ella o si incluso echaba de menos a Joe.
—Puedo entenderlo —Contestó.
Demi se acercó más a mí y dio unas palmaditas en el sitio al lado suyo.
—Ven y siéntate —Le ordenó a Kevin. Quería decirle que él era lo más peligroso aquí afuera, pero mantuve mi boca cerrada. Por lo menos, en el otro lado de Demi no tendría que ver su cara.
—Toma, está bueno —Contestó Demi, empujando la botella a Kevin torpemente. Vale, posiblemente ya ha bebido suficiente.
—Claro —Contestó él, y pude verlo inclinar la botella por la esquina de mi ojo.
—Perdón por haber huido hoy y... po habete deado allí—Demi comenzaba a balbucear. Sip, había tenido suficiente. Llegué al otro lado de ella y le cogí la botella a Kevin.
—Has alcanzado tu límite, Demi. Un poco más y mañana me odiarás. —Le expliqué mientras me sacaba el corcho del bolsillo y tapé la botella antes de ponerla entre mis pies.
—Me preocupe por ti, pero vi a _______ contigo —Respondió Kevin palmeándole la rodilla.
—Sssssí. Do zabría ge hacer zin ella —Balbuceó Demi. Kevin se inclinó hacia delante y pude sentir su mirada en mí.
—Ella es muy especial —Concordó.
Demi asintió con la cabeza y empezó a apoyar su cabeza en mi hombro, pero falló y se cayó. Tanto Kevin como yo la agarramos antes de que pudiera caerse de cara en la tierra fresca y las flores.
Riendo, Demi se balanceó de atrás y adelante mientras la sentábamos de nuevo. Había bebido más que suficiente. Dudo que recordara algo en la mañana. Con suerte, no se despertaría abrazando la taza del baño.
—Vale, creo que es hora de que volvamos a casa —dije agachándome para coger la botella de vino y después me levanté.
—Vamos. Te meteremos en la cama.
—Te ayudaré a llevarla al coche —Ofreció Kevin y comencé a negarme cuando Demi se cayó de rodillas y se rió a carcajadas.
—Sí, gracias —murmuré. Sería de mucha ayuda si Gee no hubiese desaparecido completamente hoy.
Pero estaba por mi cuenta y Kevin era el único “ser” acechándome en este momento. Kevin parecía demasiado satisfecho con este giro de acontecimientos, y tuve que reprimir el impulso de decirle que yo podía hacerlo por mí misma. Porque estaba más que segura de que terminaríamos durmiendo en el cementerio si tenía que llevarla al coche sola. Kevin se agachó y la cogió por debajo de los brazos. Ella se balanceó en sus pies y Kevin envolvió su brazo alrededor de su cintura.
—Tranquila, chica —dijo.
—Dranquila, chica —Le imitó Demi riéndose como si hubiera dicho la cosa más graciosa que nunca había escuchado. Nota para mí, Demi es un peso ligero. En el futuro, una copa de vino será su límite.
—Adiós, Joe, de guiero musho —gritó Demi mientras Kevin la guiaba por el camino que hicimos desde el aparcamiento hasta aquí. Como yo, Kevin podía ver las almas, las esquivó y las ahuyentó así yo no tendría que atravesarlas en el camino a la salida.
—De guiero musho —Demi empezó a canturrear con tristeza. La borracha triste empezaba a emerger. No había pensado sobre esa posibilidad.
Kevin abrió la puerta del lado del pasajero y dejó a Demi en el asiento en vez de dejar que cayera. Lo que debía admitir era muy considerado. Especialmente para un espíritu vudú. Me dirigía el lado del conductor cuando oí cerrarse la puerta del pasajero y abrirse la de la parte de atrás.
Volviendo mi cabeza, vi a Kevin meterse en el asiento trasero. No había manera de que eso pasara. Me paré y abrí la puerta del pasajero de mi lado y metí la cabeza.
—¿Qué crees que estás haciendo? —Siseé.
—Me estoy asegurando de que lleguen a casa a salvo. —Contestó con una sonrisa educada en el rostro.
—Oh, no, no lo vas a hacer. ¡Sal fuera!
—No seas tan mala, ________ —Intervino Demi desde el lado del copiloto. Rodando los ojos, dejé salir un suspiro exasperado.
Bien, si quería ser el príncipe encantador podía serlo. No iba a tratar con el ahora mismo. Necesitaba llevar a Demi a casa antes de que se desmayase, o peor, vomitase en el coche. 
—Lo que sea —refunfuñé y cerré la puerta de golpe para darle un efecto extra.
Me las arreglé para arrancar el coche y llevarlo a la carretera sin mirar atrás, ni reconocer la presencia de Kevin. Pretendí ignorarlo todo el camino hasta casa. Igual se enfadaba y desaparecía. Dios sabe que Demi no se enteraría. Deslicé mis ojos a ella y vi sus parpados ponerse pesados.
—Quédate despierta. No seré capaz de llevarte dentro si estás desmayada. No queremos que tu padre salga y te encuentre de esta manera.
Eso la animó. Si su padre la encontraba borracha estaría furioso. Bueno, puede. Sus padres habían estado tan preocupados por ella que quizás lo entendería. O podrían ingresarla en un centro psiquiátrico. Ella realmente no quería ir a uno de esos.
—Así esta mejor, mantén esos ojos abiertos —Bajé su ventana—. El aire frío te ayudará y si empiezas a marearte, por favor, asómate por la ventana y vomita.
Demi se rió y apoyó la cabeza en el reposacabezas, dejando que la fría brisa le volase el pelo de un lado a otro de su cara.
—¿De quién fue la idea de emborracharla? —preguntó Kevin desde el asiento trasero.
Me iba apegar a mi plan de ignorarlo, así que alcancé el volumen de la radio para subirlo cuando Demi dijo arrastrando las palabras: —Deeee ____________, eees tan listaaa.
Kevin rió entre dientes desde el asiento trasero. Tenía que estar de acuerdo con él. Yo también me cuestionaba mi inteligencia.
—¿Podemos hacerlo ooootra vez ma...mañana? —preguntó Demi. Negué con la cabeza.
—No. Créeme, el dolor de cabeza que vas a tener mañana me dará la razón. Esto ha sido cosa de una sola vez.
Demi hizo un sonido de “pffft” que causó que escupiera saliva. Me detuve en el camino de entrada de Demi, esperando por completo que Kevin simplemente se evaporara cuando abrió la puerta del coche como un humano y procedió a sacar a Demi del coche.
Genial, el Príncipe Encantador iba a seguir con su educado comportamiento. Lo seguí a la puerta y la madre de Demi se encontró allí con nosotros. Di un paso adelante y le entregué la botella de vino medio vacía.
—Ella quería ir a ver la tumba de Joe esta noche. Cogí esto porque pensé que lo iba a necesitar. Lo siento... 
Su madre levantó la mano para detenerme.
—No, está bien. Entiendo. Esto no es peor que las pastillas que le he estado dando —El tono de voz de su madre sonó derrotado. Había escuchado ese tono antes en mi madre. Esperaba que no hiciesen con Demi lo que mi madre hizo conmigo.
—Solo vete a casa, _______. Tu madre ya me ha llamado buscándote. Su avión llegó hace una hora. Cuidaré de Demi esta noche.
Asentí y di un paso atrás mientras Miranda se metió en los brazos de su madre y cerró la puerta.
—Parece que estamos solo tú y yo —dijo Kevin, completamente satisfecho.
—Hace frío aquí —dijo Demi, rompiendo el silencio. Le miré mientras tomaba otro sorbo de la botella de vino que tenía en las manos.
Había encontrado un vino de postre que yo sabía que ella podría manejar. Venir al cementerio en la noche no era mi mejor idea de pasar un rato agradable, pero no quería que ella perdiese el control o, Dios no lo quiera, que corriese asustada en la noche de la manera que corrió por el centro comercial. Yo no estaba dispuesta a perseguirla entre almas.
—Sip —dije, tirando de mi chaqueta de cuero beige y abotonándomela.
—¿Quieres? Te calentará —Demi me ofreció la botella de vino. La miré en su mano. El color pálido y el aroma afrutado me tentaban. Podía beber un poco para mitigar mi incomodidad. Pero yo conducía, así que negué con la cabeza.
—No, estoy bien.
Demi esperó un segundo más antes de atraer el vino a su pecho.
—De acuerdo, si estás segura.
Pero ayuda de verdad. No iba a discutir con ella. Estoy segura de que el vino le ayudaba muchísimo. Tres semanas antes no habría podido pagarle para caminar a través del cementerio por noche. Tener a alguien querido enterrado aquí cambia las cosas. 
—Ahí está —susurró, deteniéndose finalmente.
Mi mirada siguió la suya. La tumba de Joe se encontraba todavía fresca y cubierta de flores. Unas pocas comenzaban a marchitarse, pero la mayor parte de las flores todavía seguía tan encantadoras como lo habían estado en su funeral.
—Sentémonos en el banco —dijo casi reverentemente. Los padres de Joe habían puesto un banco a los pies de su tumba. Me pregunté sobre eso cuando lo vi el día del funeral. Pensé que solo estaría allí durante el funeral, pero cuando nos fuimos miré atrás y todavía estaba allí.
—Ahí está el que mandé yo —La voz de Demi se quebró mientras nos sentábamos y mirábamos los arreglos florales que había delante nuestro. La pelota de baloncesto grande y redonda que se recostaba en la cabeza de su tumba estaba hecha de claveles naranjas y botones de oro negros. Demi había insistido histéricamente al florista que hiciera un arreglo que pareciese una pelota de baloncesto. Lo hicieron para ella. Era bonito. A Joe le habría encantado.
—Quedó muy bien —Le aseguré.
—Sí. Ojalá él pudiera verlo.
No estaba segura de cómo responder a eso. No quería empezar a decirle que su alma no estaba aquí y que yo lo vi irse. Mentir no era mi punto fuerte y lo pasé mal estando de acuerdo con ella cuando yo sabía más cosas.
—¿Recuerdas la vez que trajimos la cuatri moto de Joe hasta aquí, por el camino del bosque de detrás de su casa? —La voz de Demi tenía un toque divertido.
—Sí.—La policía nos persiguió por saltar tumbas con su cuatri moto. Joe y yo asumimos la culpa y dejamos a Demi fuera. Joe siempre había sido protector con ella y, honestamente, nos había rogado que no lo hiciéramos. Le habíamos escuchado durante todo el camino hasta aquí hablar sobre lo mal que estaba eso y cómo los fantasmas de las personas sobre cuyas tumbas habíamos saltado nos perseguirían. Yo sabía, claro, que se equivocaba y no me preocupaba.
—Mi madre todavía no tiene ni idea de lo que pasó. Ni siquiera le he dicho que fueron perseguidos, porque temí que no me dejase salir con delincuentes.
Me reí y una pequeña sonrisa apareció en los labios de Demi. Era tan bueno ver esas sonrisas. Eran muy pocas y distantes entre sí. Demi tomó otro trago de vino. Sus sorbos habían vuelto tragos. La mirada vidriosa en sus ojos me dijo que conseguía el efecto deseado. Me sentí culpable de conseguirle el vino, pero ella necesitaba estar relajada para afrontar esto. Recordar el pasado. Eso era bueno. Valían la pena una botella de vino y consumo de alcohol de menores.
—Whoa, no son a quienes esperaba ver aquí —dijo Kevin mientras se acercaba a nuestro lado. Demi dejó escapar un pequeño grito, luego le siguió una risilla después de darse cuenta que era Kevin y no un zombi quien se nos había unido. —¿Y bebiendo? —Los ojos de Kevin se levantaron de la botella de vino de Demi para encontrarse con mi mirada.
—Ella quería venir aquí. Me imaginé que necesitaba un poco de valor para afrontarlo.
Kevin asintió con la cabeza y un pequeño ceño frunció su frente. Me pregunté si lo sentía por la pérdida de ella o si incluso echaba de menos a Joe.
—Puedo entenderlo —Contestó.
Demi se acercó más a mí y dio unas palmaditas en el sitio al lado suyo.
—Ven y siéntate —Le ordenó a Kevin. Quería decirle que él era lo más peligroso aquí afuera, pero mantuve mi boca cerrada. Por lo menos, en el otro lado de Demi no tendría que ver su cara.
—Toma, está bueno —Contestó Demi, empujando la botella a Kevin torpemente. Vale, posiblemente ya ha bebido suficiente.
—Claro —Contestó él, y pude verlo inclinar la botella por la esquina de mi ojo.
—Perdón por haber huido hoy y... po habete deado allí—Demi comenzaba a balbucear. Sip, había tenido suficiente. Llegué al otro lado de ella y le cogí la botella a Kevin.
—Has alcanzado tu límite, Demi. Un poco más y mañana me odiarás. —Le expliqué mientras me sacaba el corcho del bolsillo y tapé la botella antes de ponerla entre mis pies.
—Me preocupe por ti, pero vi a _______ contigo —Respondió Kevin palmeándole la rodilla.
—Sssssí. Do zabría ge hacer zin ella —Balbuceó Demi. Kevin se inclinó hacia delante y pude sentir su mirada en mí.
—Ella es muy especial —Concordó.
Demi asintió con la cabeza y empezó a apoyar su cabeza en mi hombro, pero falló y se cayó. Tanto Kevin como yo la agarramos antes de que pudiera caerse de cara en la tierra fresca y las flores.
Riendo, Demi se balanceó de atrás y adelante mientras la sentábamos de nuevo. Había bebido más que suficiente. Dudo que recordara algo en la mañana. Con suerte, no se despertaría abrazando la taza del baño.
—Vale, creo que es hora de que volvamos a casa —dije agachándome para coger la botella de vino y después me levanté.
—Vamos. Te meteremos en la cama.
—Te ayudaré a llevarla al coche —Ofreció Kevin y comencé a negarme cuando Demi se cayó de rodillas y se rió a carcajadas.
—Sí, gracias —murmuré. Sería de mucha ayuda si Gee no hubiese desaparecido completamente hoy.
Pero estaba por mi cuenta y Kevin era el único “ser” acechándome en este momento. Kevin parecía demasiado satisfecho con este giro de acontecimientos, y tuve que reprimir el impulso de decirle que yo podía hacerlo por mí misma. Porque estaba más que segura de que terminaríamos durmiendo en el cementerio si tenía que llevarla al coche sola. Kevin se agachó y la cogió por debajo de los brazos. Ella se balanceó en sus pies y Kevin envolvió su brazo alrededor de su cintura.
—Tranquila, chica —dijo.
—Dranquila, chica —Le imitó Demi riéndose como si hubiera dicho la cosa más graciosa que nunca había escuchado. Nota para mí, Demi es un peso ligero. En el futuro, una copa de vino será su límite.
—Adiós, Joe, de guiero musho —gritó Demi mientras Kevin la guiaba por el camino que hicimos desde el aparcamiento hasta aquí. Como yo, Kevin podía ver las almas, las esquivó y las ahuyentó así yo no tendría que atravesarlas en el camino a la salida.
—De guiero musho —Demi empezó a canturrear con tristeza. La borracha triste empezaba a emerger. No había pensado sobre esa posibilidad.
Kevin abrió la puerta del lado del pasajero y dejó a Demi en el asiento en vez de dejar que cayera. Lo que debía admitir era muy considerado. Especialmente para un espíritu vudú. Me dirigía el lado del conductor cuando oí cerrarse la puerta del pasajero y abrirse la de la parte de atrás.
Volviendo mi cabeza, vi a Kevin meterse en el asiento trasero. No había manera de que eso pasara. Me paré y abrí la puerta del pasajero de mi lado y metí la cabeza.
—¿Qué crees que estás haciendo? —Siseé.
—Me estoy asegurando de que lleguen a casa a salvo. —Contestó con una sonrisa educada en el rostro.
—Oh, no, no lo vas a hacer. ¡Sal fuera!
—No seas tan mala, ________ —Intervino Demi desde el lado del copiloto. Rodando los ojos, dejé salir un suspiro exasperado.
Bien, si quería ser el príncipe encantador podía serlo. No iba a tratar con el ahora mismo. Necesitaba llevar a Demi a casa antes de que se desmayase, o peor, vomitase en el coche. 
—Lo que sea —refunfuñé y cerré la puerta de golpe para darle un efecto extra.
Me las arreglé para arrancar el coche y llevarlo a la carretera sin mirar atrás, ni reconocer la presencia de Kevin. Pretendí ignorarlo todo el camino hasta casa. Igual se enfadaba y desaparecía. Dios sabe que Demi no se enteraría. Deslicé mis ojos a ella y vi sus parpados ponerse pesados.
—Quédate despierta. No seré capaz de llevarte dentro si estás desmayada. No queremos que tu padre salga y te encuentre de esta manera.
Eso la animó. Si su padre la encontraba borracha estaría furioso. Bueno, puede. Sus padres habían estado tan preocupados por ella que quizás lo entendería. O podrían ingresarla en un centro psiquiátrico. Ella realmente no quería ir a uno de esos.
—Así esta mejor, mantén esos ojos abiertos —Bajé su ventana—. El aire frío te ayudará y si empiezas a marearte, por favor, asómate por la ventana y vomita.
Demi se rió y apoyó la cabeza en el reposacabezas, dejando que la fría brisa le volase el pelo de un lado a otro de su cara.
—¿De quién fue la idea de emborracharla? —preguntó Kevin desde el asiento trasero.
Me iba apegar a mi plan de ignorarlo, así que alcancé el volumen de la radio para subirlo cuando Demi dijo arrastrando las palabras: —Deeee ____________, eees tan listaaa.
Kevin rió entre dientes desde el asiento trasero. Tenía que estar de acuerdo con él. Yo también me cuestionaba mi inteligencia.
—¿Podemos hacerlo ooootra vez ma...mañana? —preguntó Demi. Negué con la cabeza.
—No. Créeme, el dolor de cabeza que vas a tener mañana me dará la razón. Esto ha sido cosa de una sola vez.
Demi hizo un sonido de “pffft” que causó que escupiera saliva. Me detuve en el camino de entrada de Demi, esperando por completo que Kevin simplemente se evaporara cuando abrió la puerta del coche como un humano y procedió a sacar a Demi del coche.
Genial, el Príncipe Encantador iba a seguir con su educado comportamiento. Lo seguí a la puerta y la madre de Demi se encontró allí con nosotros. Di un paso adelante y le entregué la botella de vino medio vacía.
—Ella quería ir a ver la tumba de Joe esta noche. Cogí esto porque pensé que lo iba a necesitar. Lo siento... 
Su madre levantó la mano para detenerme.
—No, está bien. Entiendo. Esto no es peor que las pastillas que le he estado dando —El tono de voz de su madre sonó derrotado. Había escuchado ese tono antes en mi madre. Esperaba que no hiciesen con Demi lo que mi madre hizo conmigo.
—Solo vete a casa, _______. Tu madre ya me ha llamado buscándote. Su avión llegó hace una hora. Cuidaré de Demi esta noche.
Asentí y di un paso atrás mientras Miranda se metió en los brazos de su madre y cerró la puerta.
—Parece que estamos solo tú y yo —dijo Kevin, completamente satisfecho.
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IreGarciaT
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
Pobre Demi, está tan mal, y Kevin que aprovecha la situación, siguela pronto.
romina.13
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
pobre Demi!!! no soporto que este asiii
:misery:
la verdad no me gusta nada
que la rayis trate asi a Kevin!!!
es que el es tan lindo y pues hasta ahora no ha hecho nada malo
solo esta enamorado eso es un crimen??
:wut:
siguela porfis que la dejaste en lo mejor!!!
:aah:
:misery:
la verdad no me gusta nada
que la rayis trate asi a Kevin!!!
es que el es tan lindo y pues hasta ahora no ha hecho nada malo
solo esta enamorado eso es un crimen??
:wut:
siguela porfis que la dejaste en lo mejor!!!
:aah:
DanieladeJonas
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
hola soy una nueba lectora... por favor siguelaaaaaaaa... me encanta tu novela :P
dayana_94
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
oh dios pobre demi.... :(
nah q le hara kevin dios eso me preocupa estero q no la obligue a nada...
siguela esta muy pero muy intrigante y muy pero muy buena quiero maaaaaaaaaaaaaaaaaaas por favor, alguna vez te eh dicho q
AMO :enamorado: tu novela de verdad si te lo dije no importa te lo vuelvo a repetir adoro esta saga es la mejor
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeee
nah q le hara kevin dios eso me preocupa estero q no la obligue a nada...
siguela esta muy pero muy intrigante y muy pero muy buena quiero maaaaaaaaaaaaaaaaaaas por favor, alguna vez te eh dicho q
AMO :enamorado: tu novela de verdad si te lo dije no importa te lo vuelvo a repetir adoro esta saga es la mejor
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeee
ElitzJb
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
Hola, hola! Voy a intentar subir todos los fines de semana, ya saben, el colegio, las tareas, todo eso... No me queda mucho tiempo para leer, escribir y adaptar e.e Espero que no abandonen la nove, prometí terminarla y así será. Todo depende de ustedes, que realmente quieran que la siga.
Gracias por sus comentarios. See ya xx. :corre:
Capitulo 18
_______:
No, estoy sólo yo y me voy a casa. —Le respondí dándome la vuelta y me encaminé al coche. No le iba a dar el placer de mirar atrás.
Abrí la puerta del coche con un poco más de fuerza de la que era necesaria y me metí dentro. Alcanzando las llaves que había dejado en el encendido, las busqué a tientas y no las pude encontrar. Frustrada, encendí la luz y miré alrededor del volante para ver que mis llaves no se encontraban allí. Comprobé mis dos bolsillos y empecé a agacharme y buscar por el suelo cuando la puerta del lado del pasajero se abrió y Kevin se deslizó dentro con mis llaves colgando de sus dedos. Grrrrrr... Las alcancé y se las arrebaté fácilmente de sus dedos y las empujé en el encendido.
—¿Qué planeas hacer, Kevin? ¿Irás conmigo a visitar a mi madre? Hmmm... Porque es más que probable que Gee esté allí poco después de que yo llegue y está deseando darte una patada en el culo.
Kevin se inclinó hacia atrás en el asiento, poniéndose cómodo.
—No, ______, sólo pienso que tu y yo necesitamos hablar.
—¿Sobre qué? ¿Del hecho de que quieres quitarme mi alma para algún rito vudú o del hecho de que me has acechado toda mi vida y luego me quitaste mis recuerdos? ¡Ya lo se! Quieres hablar sobre cómo me mentiste sobre todo desde el principio y me hiciste pensar que eras un buen tipo. Elige un tema porque voy a hablar de todos.
Kevin dejó escapar un cansado suspiro y se frotó la palma en la rodilla casi nerviosamente. Antes, cuando pensaba que era humano, pensaba que era un gesto lindo. Ahora, yo no estoy muy encariñada con ese gesto.
—Estás enfadada conmigo. Lo cojo. Incluso lo entiendo. Yo siempre esperaba a que tú lo supieses...
—¿Entonces por qué no me lo dijiste?
—Porque te elegí. Era tu propósito. Es tu propósito. ¿No lo entiendes? Has muerto, _______. Muerto. Desaparecido. Conseguido otra vida y completamente perdido la oportunidad en esta vida. Porque tú ibas a morir. La Muerte no estaba enamorada de ti entonces. Iba a cogerte como se suponía que debía. No había nada que nadie pudiese hacer para detenerle, excepto tu madre. Ella pudo elegir entregarte a Ghede, y así lo hizo. Puede que no se diese cuenta, pero cuando le suplicó a un doctor vudú que salvase tu vida con magia vudú, ella te entregó a mi padre. Así que viviste. No moriste. La Muerte no te tomó. Tú tenías que crecer con tu madre y tener una amistad con Demi e incluso con Joe. Tú tenías que VIVIR. Esos años no los habrías tenido si yo no te hubiese elegido. Esta vida que tienes ahora debió terminar esa noche en el Hospital Infantil de Nueva Orleans.
Escuchar esa explicación fue duro. Tragando el repentino nudo en mi garganta, empecé a dar la vuelta cuando Kevin agarró le volante.
—No. No hemos terminado de hablar.
Intenté girar, pero el volante no se movía. El coche se quedó encabezado hacia las afueras de la ciudad y el viejo puente East Gulf.
—Vale, de acuerdo. Me has mantenido viva. Tenía que vivir esta vida. Lo aprecio, pero ahora quiero mantenerla y a ti no te importa. Tú reclamas que me quieres y me necesitas, pero no te podría importar menos lo que yo quiero. Es muy egoísta de tu parte. Es todo sobre lo que Kevin quiere. No tomas en consideración lo que yo quiero. Actúas como si fuera tu posesión y yo debo estar feliz sobre eso.
Kevin no me contestó de inmediato. Intenté girar el volante otra vez y no pude. Sospechaba que si quitaba mis manos del volante, el coche conduciría solo. La idea de que posiblemente Kevin no me dejaría ir a casa empezó a crecer. Mi ritmo cardiaco se aceleró e intenté mantenerme en calma. Si ese no era su plan, no quería darle ninguna idea.
—He intentado hacértelo fácil. He intentado hacer esta transición de manera que lo pudieses aceptar. Te he protegido de la verdad. Quería que hicieses esta decisión porque tú lo querías. No porque te estuviese forzando, pero nos hemos quedado sin tiempo. Hay algo que debes saber. —Kevin señaló hacia la parte de la carretera justo antes del puente—Detente.
No estaba segura si se dirigía a mí o al coche, porque yo no iba a detenerme, pero el coche se detuvo y se paró sin mi ayuda.
—¿Qué es lo que necesito saber? —Le pregunté, golpeando el volante por haberme traicionado.
—No te va a gustar esto. No quería que lo supieses. Pero cuando te negaste a aceptar que tu alma era la restitución por la vida que mi padre te concedió, mi padre decidió que el tomaría su restitución en otra parte.
¿Qué quería decir eso? ¿Significaba que la deuda fue pagada por completo y que sería libre ahora? Porque si era así, no había nada sobre eso que no me gustase.
—_______, mírame. —Me ordenó Kevin, y volví mi cabeza para encontrarme con su firme mirada—. La muerte de Joe fue solo el principio. Ghede tomará más. A todos a tu alrededor. Él los tomará uno por uno hasta que cedas y aceptes venir conmigo o hasta que no quede nadie más por tomar.
Un entumecimiento se estableció en mí y miré de regreso a Kevin. Era como si hubiera hablado en otro idioma. Entendí lo que decía, pero el significado debajo de sus palabras era casi imposible para mí de aceptar.
Quería empujarlo hacia atrás, empujarlo fuera. No podía haber dicho lo que acababa de escuchar. No había manera de que esta restitución de mi alma afectase a otros. Solo a mí. No... no a Joe. No, había estado allí. Había visto a Nick. Kevin mentía. Sacudiendo mi cabeza casi violentamente grité:
—¡NO! TÚ estás mintiendo. Eres un mentiroso. Yo vi a Nick. Lo vi sacar el alma de Joe. Nick nunca habría tomado un alma para tu padre. Él nunca habría...
—Nick no lo sabía —Me interrumpió Kevin—, ¿Te dijo sobre eso de antemano? ¿Te preparó para la muerte de tu amigo? No. No lo hizo. Porque la muerte de Joe no era el destino. Mi padre usó su poder sobre tu restitución sin pagar para matar el cuerpo que habitaba el alma de Joe. Nick fue atraído a allí para recuperar el alma del cuerpo porque ese es su trabajo. Él estaba tan sorprendido como tú.
No tenía respuesta. Nick no me lo dijo. Nunca me había preparado para ello. ¿Podría esto simplemente ocurrir? ¿Podría este señor espiritual de los muertos tomar almas porque yo no cumplí sus órdenes?
—Pero... pero tu me dijiste que mi muerte y la de Joe iban a ser las tragedias este año escolar. Eso significaría que la muerte de Joe era el destino.
—Te mentí. Quería que estuvieses enfadada con Nick. Podía sentir tu dolor y sabía que te mantenías lejos de él.
Mentiras. Parecía que Kevin sólo sabía cómo vivir con mentiras. Me quería a su lado, así que mintió de todas las maneras que pudo para conseguir lo que quería. Y ahora, su padre iba a matar a personas inocentes que amaba si no me rendía. ¿Quién sería la siguiente? ¿Mamá? ¿Demi? No podía esperar a averiguarlo. Esto no ocurriría otra vez. Nick había dicho que él era más grande que esto. Él podría detenerlo, pero era muy tarde ahora. Joe ya había perdido la vida por mí. No podía sentarme y esperar que alguien más muriese. El dolor y la culpa serían peores que una eternidad con Kevin. Dejé ir el férreo control que tenía en el volante y mis hombros se hundieron en derrota.
—Bien. Iré contigo.
Kevin no contestó inmediatamente. El coche se puso en marcha y se movió a la carretera. Miré a través de una neblina mientras se conducía a sí mismo hacia el puente. Al instante, mi cabeza se estrelló contra el reposacabezas por la velocidad del coche y agarré frenéticamente el volante y empecé a apretar los frenos inservibles. —¡Kevin! ¡Ayúdame! —Lloré y el volante hizo un brusco giro a la derecha tan pronto como estuvimos en medio del puente.
—Te tengo, _______. —La voz de Kevin era calmada, a pesar que el coche rompió a través de la barandilla y nos fuimos a toda velocidad a las aguas del océano de debajo de nosotros. Ni siquiera tuve tiempo de gritar antes de que todo se volviese oscuro.
Nick:
Gee apareció delante de mí, deteniéndome de ir más lejos en mi búsqueda de espíritus vudú en su principal Meca de New Orleans. Sabía que tenían aquí, en alguna parte, un portal que los llevaba a Vilokan, el espíritu vudú de otro mundo. Sólo tres sitios en el mundo tenían un portal. Con el tiempo, New Orleans se había convertido en el portal más famoso para los espíritus. Aquí los humanos les daban la bienvenida y los celebraban. Incluso los católicos empezaron a aceptarlos e integrarlos en su religión.
—Tenemos un problema. —Las palabras de Gee no contenían sarcasmo ni humor. Eran serias. Lo que significaba que cualquiera que fuera el problema, involucraba a _______.
Preparándome, le pregunté: —¿Qué?
—Fui a revisarla tal como me dijiste. Había coches de policía en su casa. Su madre está muy cerca de un colapso emocional, si no ha sufrido ya uno, y había lanchas de rescate, helicópteros y ambulancias en el Puente East Gulf. El coche de _______ fue encontrado a un kilometro río abajo. Hay marcas de patinazos en el puente y una apertura del tamaño de un coche en la barandilla donde el coche chocó.
—Ella no está ahogada —declaré, sabiendo que el cuerpo de ______ no había muerto. Yo no había sido convocado.
—Claro que no lo está. Pero todos piensan que ha muerto. Llevó a casa a Demi anoche y ella se emborracho. Kevin la acompañó a casa según lo que dice la madre de Demi. Ahora se están preguntando si también estaba intoxicada y por supuesto, si Kevin también está desaparecido, otra vez, y piensan que los dos se encontraban en el coche que cayó al río.
—Vilokan —gruñí. Kevin la había llevado a Vilokan. Se sabía que había una isla debajo del agua. Pero sólo los espíritus vudú podrían entrar a través del fondo del mar. Los portales eran la única vía para cualquiera pudiera entrar.
—Eso es lo que yo pensé, también, pero no podría llevarla si ella se negara.
Él se lo había contado. Kevin le había dicho sobre Joe y por supuesto ella acepto. Haría cualquier cosa para salvar a aquellos que amaba. La había visto rendirse por mí sin ninguna pregunta. Mi bella alma se sacrificaba una vez más.
Maldito Ghede. Él pagaría por esto. Lo pagaría con la extinción del Vudú. Su mundo se cerrará a este mundo. Haré que desee nunca haberse acercado a _______. Con un rugido de furia, empujé la farola que estaba junto a mí con la suficiente fuerza para mandarla volando hacia el centro de la concurrida calle. El cristal se hizo añicos y la gente corrió gritando mientras las bocinas de los coches sonaban.
—Un movimiento brillante, Hulk. Ve y mata a alguien que no está destinado a morir hoy, ¿Por qué no? Como si el Creador no estuviera lo suficientemente enfadado ahora mismo. —Se quejó Gee antes de empujarme y empezar a andar con enojo.
No había matado a nadie. Lo máximo que había hecho era causar algún daño a unos pocos coches y a la farola. El caos que había creado no había sido intencional, pero sería muy útil.
No, estoy sólo yo y me voy a casa. —Le respondí dándome la vuelta y me encaminé al coche. No le iba a dar el placer de mirar atrás.
Abrí la puerta del coche con un poco más de fuerza de la que era necesaria y me metí dentro. Alcanzando las llaves que había dejado en el encendido, las busqué a tientas y no las pude encontrar. Frustrada, encendí la luz y miré alrededor del volante para ver que mis llaves no se encontraban allí. Comprobé mis dos bolsillos y empecé a agacharme y buscar por el suelo cuando la puerta del lado del pasajero se abrió y Kevin se deslizó dentro con mis llaves colgando de sus dedos. Grrrrrr... Las alcancé y se las arrebaté fácilmente de sus dedos y las empujé en el encendido.
—¿Qué planeas hacer, Kevin? ¿Irás conmigo a visitar a mi madre? Hmmm... Porque es más que probable que Gee esté allí poco después de que yo llegue y está deseando darte una patada en el culo.
Kevin se inclinó hacia atrás en el asiento, poniéndose cómodo.
—No, ______, sólo pienso que tu y yo necesitamos hablar.
—¿Sobre qué? ¿Del hecho de que quieres quitarme mi alma para algún rito vudú o del hecho de que me has acechado toda mi vida y luego me quitaste mis recuerdos? ¡Ya lo se! Quieres hablar sobre cómo me mentiste sobre todo desde el principio y me hiciste pensar que eras un buen tipo. Elige un tema porque voy a hablar de todos.
Kevin dejó escapar un cansado suspiro y se frotó la palma en la rodilla casi nerviosamente. Antes, cuando pensaba que era humano, pensaba que era un gesto lindo. Ahora, yo no estoy muy encariñada con ese gesto.
—Estás enfadada conmigo. Lo cojo. Incluso lo entiendo. Yo siempre esperaba a que tú lo supieses...
—¿Entonces por qué no me lo dijiste?
—Porque te elegí. Era tu propósito. Es tu propósito. ¿No lo entiendes? Has muerto, _______. Muerto. Desaparecido. Conseguido otra vida y completamente perdido la oportunidad en esta vida. Porque tú ibas a morir. La Muerte no estaba enamorada de ti entonces. Iba a cogerte como se suponía que debía. No había nada que nadie pudiese hacer para detenerle, excepto tu madre. Ella pudo elegir entregarte a Ghede, y así lo hizo. Puede que no se diese cuenta, pero cuando le suplicó a un doctor vudú que salvase tu vida con magia vudú, ella te entregó a mi padre. Así que viviste. No moriste. La Muerte no te tomó. Tú tenías que crecer con tu madre y tener una amistad con Demi e incluso con Joe. Tú tenías que VIVIR. Esos años no los habrías tenido si yo no te hubiese elegido. Esta vida que tienes ahora debió terminar esa noche en el Hospital Infantil de Nueva Orleans.
Escuchar esa explicación fue duro. Tragando el repentino nudo en mi garganta, empecé a dar la vuelta cuando Kevin agarró le volante.
—No. No hemos terminado de hablar.
Intenté girar, pero el volante no se movía. El coche se quedó encabezado hacia las afueras de la ciudad y el viejo puente East Gulf.
—Vale, de acuerdo. Me has mantenido viva. Tenía que vivir esta vida. Lo aprecio, pero ahora quiero mantenerla y a ti no te importa. Tú reclamas que me quieres y me necesitas, pero no te podría importar menos lo que yo quiero. Es muy egoísta de tu parte. Es todo sobre lo que Kevin quiere. No tomas en consideración lo que yo quiero. Actúas como si fuera tu posesión y yo debo estar feliz sobre eso.
Kevin no me contestó de inmediato. Intenté girar el volante otra vez y no pude. Sospechaba que si quitaba mis manos del volante, el coche conduciría solo. La idea de que posiblemente Kevin no me dejaría ir a casa empezó a crecer. Mi ritmo cardiaco se aceleró e intenté mantenerme en calma. Si ese no era su plan, no quería darle ninguna idea.
—He intentado hacértelo fácil. He intentado hacer esta transición de manera que lo pudieses aceptar. Te he protegido de la verdad. Quería que hicieses esta decisión porque tú lo querías. No porque te estuviese forzando, pero nos hemos quedado sin tiempo. Hay algo que debes saber. —Kevin señaló hacia la parte de la carretera justo antes del puente—Detente.
No estaba segura si se dirigía a mí o al coche, porque yo no iba a detenerme, pero el coche se detuvo y se paró sin mi ayuda.
—¿Qué es lo que necesito saber? —Le pregunté, golpeando el volante por haberme traicionado.
—No te va a gustar esto. No quería que lo supieses. Pero cuando te negaste a aceptar que tu alma era la restitución por la vida que mi padre te concedió, mi padre decidió que el tomaría su restitución en otra parte.
¿Qué quería decir eso? ¿Significaba que la deuda fue pagada por completo y que sería libre ahora? Porque si era así, no había nada sobre eso que no me gustase.
—_______, mírame. —Me ordenó Kevin, y volví mi cabeza para encontrarme con su firme mirada—. La muerte de Joe fue solo el principio. Ghede tomará más. A todos a tu alrededor. Él los tomará uno por uno hasta que cedas y aceptes venir conmigo o hasta que no quede nadie más por tomar.
Un entumecimiento se estableció en mí y miré de regreso a Kevin. Era como si hubiera hablado en otro idioma. Entendí lo que decía, pero el significado debajo de sus palabras era casi imposible para mí de aceptar.
Quería empujarlo hacia atrás, empujarlo fuera. No podía haber dicho lo que acababa de escuchar. No había manera de que esta restitución de mi alma afectase a otros. Solo a mí. No... no a Joe. No, había estado allí. Había visto a Nick. Kevin mentía. Sacudiendo mi cabeza casi violentamente grité:
—¡NO! TÚ estás mintiendo. Eres un mentiroso. Yo vi a Nick. Lo vi sacar el alma de Joe. Nick nunca habría tomado un alma para tu padre. Él nunca habría...
—Nick no lo sabía —Me interrumpió Kevin—, ¿Te dijo sobre eso de antemano? ¿Te preparó para la muerte de tu amigo? No. No lo hizo. Porque la muerte de Joe no era el destino. Mi padre usó su poder sobre tu restitución sin pagar para matar el cuerpo que habitaba el alma de Joe. Nick fue atraído a allí para recuperar el alma del cuerpo porque ese es su trabajo. Él estaba tan sorprendido como tú.
No tenía respuesta. Nick no me lo dijo. Nunca me había preparado para ello. ¿Podría esto simplemente ocurrir? ¿Podría este señor espiritual de los muertos tomar almas porque yo no cumplí sus órdenes?
—Pero... pero tu me dijiste que mi muerte y la de Joe iban a ser las tragedias este año escolar. Eso significaría que la muerte de Joe era el destino.
—Te mentí. Quería que estuvieses enfadada con Nick. Podía sentir tu dolor y sabía que te mantenías lejos de él.
Mentiras. Parecía que Kevin sólo sabía cómo vivir con mentiras. Me quería a su lado, así que mintió de todas las maneras que pudo para conseguir lo que quería. Y ahora, su padre iba a matar a personas inocentes que amaba si no me rendía. ¿Quién sería la siguiente? ¿Mamá? ¿Demi? No podía esperar a averiguarlo. Esto no ocurriría otra vez. Nick había dicho que él era más grande que esto. Él podría detenerlo, pero era muy tarde ahora. Joe ya había perdido la vida por mí. No podía sentarme y esperar que alguien más muriese. El dolor y la culpa serían peores que una eternidad con Kevin. Dejé ir el férreo control que tenía en el volante y mis hombros se hundieron en derrota.
—Bien. Iré contigo.
Kevin no contestó inmediatamente. El coche se puso en marcha y se movió a la carretera. Miré a través de una neblina mientras se conducía a sí mismo hacia el puente. Al instante, mi cabeza se estrelló contra el reposacabezas por la velocidad del coche y agarré frenéticamente el volante y empecé a apretar los frenos inservibles. —¡Kevin! ¡Ayúdame! —Lloré y el volante hizo un brusco giro a la derecha tan pronto como estuvimos en medio del puente.
—Te tengo, _______. —La voz de Kevin era calmada, a pesar que el coche rompió a través de la barandilla y nos fuimos a toda velocidad a las aguas del océano de debajo de nosotros. Ni siquiera tuve tiempo de gritar antes de que todo se volviese oscuro.
Nick:
Gee apareció delante de mí, deteniéndome de ir más lejos en mi búsqueda de espíritus vudú en su principal Meca de New Orleans. Sabía que tenían aquí, en alguna parte, un portal que los llevaba a Vilokan, el espíritu vudú de otro mundo. Sólo tres sitios en el mundo tenían un portal. Con el tiempo, New Orleans se había convertido en el portal más famoso para los espíritus. Aquí los humanos les daban la bienvenida y los celebraban. Incluso los católicos empezaron a aceptarlos e integrarlos en su religión.
—Tenemos un problema. —Las palabras de Gee no contenían sarcasmo ni humor. Eran serias. Lo que significaba que cualquiera que fuera el problema, involucraba a _______.
Preparándome, le pregunté: —¿Qué?
—Fui a revisarla tal como me dijiste. Había coches de policía en su casa. Su madre está muy cerca de un colapso emocional, si no ha sufrido ya uno, y había lanchas de rescate, helicópteros y ambulancias en el Puente East Gulf. El coche de _______ fue encontrado a un kilometro río abajo. Hay marcas de patinazos en el puente y una apertura del tamaño de un coche en la barandilla donde el coche chocó.
—Ella no está ahogada —declaré, sabiendo que el cuerpo de ______ no había muerto. Yo no había sido convocado.
—Claro que no lo está. Pero todos piensan que ha muerto. Llevó a casa a Demi anoche y ella se emborracho. Kevin la acompañó a casa según lo que dice la madre de Demi. Ahora se están preguntando si también estaba intoxicada y por supuesto, si Kevin también está desaparecido, otra vez, y piensan que los dos se encontraban en el coche que cayó al río.
—Vilokan —gruñí. Kevin la había llevado a Vilokan. Se sabía que había una isla debajo del agua. Pero sólo los espíritus vudú podrían entrar a través del fondo del mar. Los portales eran la única vía para cualquiera pudiera entrar.
—Eso es lo que yo pensé, también, pero no podría llevarla si ella se negara.
Él se lo había contado. Kevin le había dicho sobre Joe y por supuesto ella acepto. Haría cualquier cosa para salvar a aquellos que amaba. La había visto rendirse por mí sin ninguna pregunta. Mi bella alma se sacrificaba una vez más.
Maldito Ghede. Él pagaría por esto. Lo pagaría con la extinción del Vudú. Su mundo se cerrará a este mundo. Haré que desee nunca haberse acercado a _______. Con un rugido de furia, empujé la farola que estaba junto a mí con la suficiente fuerza para mandarla volando hacia el centro de la concurrida calle. El cristal se hizo añicos y la gente corrió gritando mientras las bocinas de los coches sonaban.
—Un movimiento brillante, Hulk. Ve y mata a alguien que no está destinado a morir hoy, ¿Por qué no? Como si el Creador no estuviera lo suficientemente enfadado ahora mismo. —Se quejó Gee antes de empujarme y empezar a andar con enojo.
No había matado a nadie. Lo máximo que había hecho era causar algún daño a unos pocos coches y a la farola. El caos que había creado no había sido intencional, pero sería muy útil.
Gracias por sus comentarios. See ya xx. :corre:
IreGarciaT
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
kevin se la llevó? No! Qué le ocurre? Nick tiene que solucionarlo pronto y encontrarse con ella ya, siguela pronto, me encantó
romina.13
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
que?!! noooo como la puedes dejar ahi!!!!!!
ahhh eres perversa!!!!!!
hahaha ya pues es que estaba en lo mejor
:wut:
se la llevo!!! ahhh por dios!!!!
Nicky esta enojado :gasp:
seria una persona horrible si digo que aun amo a Kevin?
es que el la quiere de verdad y ha estado con ella
cuando lo ha necesitado.... rayos si no lo quiere que me lo mande a mi *.*
hahahaha :happuy:
siguela pronto no se cuanto pueda vivir sin un capi :bye:
ahhh eres perversa!!!!!!
hahaha ya pues es que estaba en lo mejor
:wut:
se la llevo!!! ahhh por dios!!!!
Nicky esta enojado :gasp:
seria una persona horrible si digo que aun amo a Kevin?
es que el la quiere de verdad y ha estado con ella
cuando lo ha necesitado.... rayos si no lo quiere que me lo mande a mi *.*
hahahaha :happuy:
siguela pronto no se cuanto pueda vivir sin un capi :bye:
DanieladeJonas
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
oh dios mio le contó ese padre de kevin es un malvado
ahahhaha nick lo quiere matar .... esto se pone cada vez mejor
pobre de la madre de la rayis :(
ahahhaha nick lo quiere matar .... esto se pone cada vez mejor
pobre de la madre de la rayis :(
ElitzJb
Re: Trilogía Existence {Nick&_____}
siguielaaaaaaaaaa no seas malita queremos mas capitulos :wut: por favor
ElitzJb
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