Capítulo: Especial Navidad

por **Carolina 1D** Lun 18 Mayo 2015, 12:53 pm

El Niñero - El Niñero (Harry Styles y Carolina Smith) - Página 25 28tum2s

Milagro de Navidad

Yacía en mi cama, escribiendo unas cuantas cartas de Navidad en la computadora para toda nuestra familia y amigos. Pero había algo que no estaba saliendo totalmente bien, lo único que había escrito era “Feliz Navidad” ¿Por que? Porque no podía concentrarme, habían muchos gritos y simplemente no podía hacerlo.

Aturdida, decidí levantarme. Cerré la laptop, la hice a un lado y apretando mi saco de lana beige a mi cuerpo, salí al balcón, donde Harry estaba detrás de un árbol y Jack, Emily, Thom, Darcy y Joe detrás de otro en paralelo al primero, arrojándose bolas de nieve. Bufé, Harry a veces parecía un niño pequeño.

Bajé las escaleras para poner fin al escándalo que se estaba dando en el patio, pero una vez crucé la puerta, una bola de nieve aterrizó en mis pantuflas; miré furiosa hacia los culpables, pero tanto mis hijos como mi esposo, yacían aterrorizados ante mi mirada, señalándose entre si, echándole la culpa al otro.

- ¿Quién? - pregunté.

- Papá.- dijeron al unisono los chicos.

Miré hacia Harry, el que anteriormente estaba en cuclillas y ahora estaba parado rascándose la nuca.

- Cariño, fue sin querer.- Cada palabra, avanzaba un paso mas. - Tu sabes que te amo y que jamás te arruinaría tus pantuflas.

- Desearás que así fuera, roga por tu vida.- comencé a correrlo por todo el patio mientras los gemelos de siete años reían a carcajadas, Thomas, el mayor de nueve años, lo grababa con su nueva cámara y los otros pequeños de cinco y cuatro años toreaban “¡Mamá!”, apoyándome en la carrera.- - ¡Cariño! ¡Fue sin querer!

Pero fue inevitable, lo atrapé y juntos caímos al suelo, riéndonos llenos de nieve.

- Y yo que pensaba que te habías vuelto una amargada sin cura.- levanté una de mis delgadas cejas.

- ¿Disculpa? ¿Que dijiste?

- Que te amo.- sonreí.

- Yo también te amo. - y juntamos nuestros labios en un dulce beso.

- ¡Wuacala! - gritó Jack.

- ¡Diu! ¡Están haciendo cosas asquerosas! - Gritó Emily.

- ¡No! ¡Arruinaron el vídeo! - se quejó Thom.

- ¡Paren! ¡Paren! - corearon Darcy y Joe. Harry y yo simplemente reímos.

...

La noche había caído, y los niños junto a ella, dormían profundamente en sus camas. Una vez que le di el beso de buenas noches a la última pequeña, me dirigí cansada hacia nuestra habitación. Abrí la puerta y Harry miraba la tele acostado en la cama. Cuando cerré la puerta, se dio cuenta de mi presencia y me sonrió.

- Harry, acabo de darme cuenta que tenemos cinco hijos.- el rió a carcajadas.- No es gracioso ¡Ya para de eyacular dentro de mi!- pero solo hice que sus risas aumentaran.- Harry, despertarás a los niños.- entonces, de a poco, su risa disminuyó a una bella sonrisa.

- No sabes cuanto te amo.- a pesar de mi cansancio, sonreí.

- Yo también te amo.- se bajó de la cama hasta llegar a abrazarme. - Mañana tendremos que armar las decoraciones de navidad.

- Lo sé, será divertido.- lo separé de mi.

- No, Harry, detente, tu si sabes que las decoraciones son delicadas y no puedes arrojarlas a los niños. - el rió.

- ¡Claro que no! Acuérdate que estamos en esto juntos.- acarició mi brazo.

- Lo sé. - me besó y comenzó a bajar sus manos hasta que en cuestión de segundos me estaba cargando. Reí en medio del beso hasta sentir que chocaba contra la cama y el me besaba cada parte de mi cara. - Harry – dije y terminé el beso.

- ¿Que sucede?

- Ya tengo 34 años.- hice un puchero- Me siento vieja.- el rió a carcajadas.

- Si te sirve de consuelo, tengo 37 años, y te sigo viendo igual que cuando te conocí, excepto porque te crecieron mas los pechos y tienes mas cuerpo de mujer.- levanté una ceja.

- ¿Así que dices que antes no lo tenía? - sonrió.

- Tu sabes a lo que me refiero.

- Ajá, quiero que me lo digas.

- ¿Te amo? - negué con la cabeza y volví a besarlo.

Comenzó a acariciar abiertamente cada parte de mi cuerpo, subiendo y bajando a través de este, sintiéndome como una adolescente de nuevo. Pronto, mi suéter desapareció dejando al descubierto mi remera, luego se fue la calza, las pantuflas púrpuras tan amadas, y finalmente la remera, quedando solo en ropa interior.

- Tu siempre serás tan injusto...

- Lo siento, gozo de admirarte en esta situación.- reprimí una carcajada y lo abracé por el cuello, apegándolo mas a mi y enrollando mis piernas alrededor de su cintura. - Hace días que no hacemos esto. - susurró sensualmente en mi oído derecho. Pero una vez que reí, la puerta se abrió y rápidamente me cubrí con el saco de lana que estaba a un lado.

Harry se levantó cubriéndome, dándome mas tiempo a mi accionar y una vez vestida miré por el hombro de Harry, Darcy apareció con una carita asustada, todas las hormonas que había acumulado se fueron fugazmente y el instinto materno hizo hacer a un lado a Harry y abrazar a mi pequeñita.

- Princesa ¿Que sucede? - Harry le acarició el rizado cabello semi rubio.

- No me gusta dormir sola... - Harry y yo nos miramos.

...

Los golpecitos en el suelo cada vez se hacían mas rápidos. Miré la hora en mi reloj, ya eran las doce y media y ninguno de los niños yacía frente a mi, hasta que se escucharon varias correteadas por la sala hasta llegar a la sala principal, donde me encontraba cruzada de brazos.

Thom ganó la carrera, sus pulmones iban y venían, luego lo pechó Jack, quien tenía sus ojos saltones y la chocolatada alrededor de su boca, al mismo tiempo llegaron Emily y Joe, quienes venían riendo y finalmente, detrás de ellos llegaba Harry con Darcy en brazos.

- Supongo que se preguntarán por que están acá.- todos asintieron. - Bien, eso es porque haremos cambios de habitación. - Todos menos Thom torearon.

- ¡No! Yo quiero mi habitación.

- Silencio, ahora escuchen. Darcy es muy pequeña, y creo que todavía no está lista para tener habitación propia, por lo tanto compartirá el cuarto con Emily, y Joe, quien está en la misma situación, con Jack.

Pero todos fruncieron el ceño y Emily se apegó a Jack y viceversa.

- ¡No! Nosotros queremos seguir juntos. - Bufé, esto se estaba tornando complicado

- ¿Y si dejamos a Emily con Jack y juntamos a Joe y a Darcy con Thom? - sugirió Harry, la idea era tan malísima que iba a protestar antes de que lo hicieran los niños, pero en cambio ellos corrieron a los brazos del castaño. - ¿Ves? Es sencillo.

No sabía que, pero algo dentro de mi se quejó.

...

Una vez que bajé todas las cajas de decoración del altillo, los niños bajaron rápidamente y me abrazaron.

- ¡Mamá! Ya terminamos la mudanza.- les sonreí y los abracé a todos.

- Entonces, es hora de decorar la casa.

Primero, comenzamos con el exterior, Harry sacó la enorme escalera y empezó a colocar las luces navideñas en los bordes del tejado. Yo admiraba como entre todos se pasaban con cuidado las luces y se las iban alcanzando a Harry, y lo que lo hacía mas tierno, era que los seis estaban muy abrigados, pareciendo ositos de peluche. Sonreí mientras les alcanzaba las siguientes decoraciones. Luego siguieron las ventanas, al igual que en el tejado, todos marchaban en fila detrás de su padre, cargando delicadamente las luces.

Terminando las decoraciones exteriores e interiores, continuó en la noche, lo que todos esperaban armar, el increíble árbol de navidad.

Harry llegó con el enorme árbol de mas de dos metros de alto y todos eligieron sus objetos para decorar, sin respetar ningún orden o color, comenzaron a colocarlos en el árbol, tal vez no estaba quedando un perfecto árbol, pero simplemente con sus emociones y risas, estaban creando el mejor árbol de navidad. Hasta que llegó el problema principal.

- ¡No! Yo colocaré la estrella.- gritó Joe.

- ¡Claro que no! Lo haremos nosotros.- Negó Emily.

- Si claro, en tu cabeza la pondrás.- defendió Thom.

- ¡Chicos! ¡Calma!- grité y los miré serios por unos segundos.- ¡Obviamente la estrella la pondré yo!

Mientras todos reían y se trepaban en mi, Harry levantó a la pequeña Darcy quién terminó la disputa colocando ella misma la estrella.

...

- ¡Harry! ¡Sal ya del baño! - grité mientras me ponía la caravana derecha.

- Mamá, no te escuchó, dile de nuevo.- me cinchó el vestido Joe.- Me hago pis.- dijo en un susurro con vergüenza.

- ¡Harry! - golpeé la puerta de nuestro baño, puesto que los demás estaban ocupados. - ¡Sal ya!

- ¡Ya salgo! - bufé y me di la vuelta, pero Joe seguía apretándose la entrepierna y flexionando sus piernitas.

- ¡Harry! ¡Que se nos mea!

Después de tener que usar el método de la “botella”, comenzó el problema de Emily.

Iba hacia la habitación para buscar la caravana faltante, cuando me frené en el cuarto de Jack y Emily, habitación que se dividía en rosa y azul, encontrándome con la mayor de las chicas parada frente al espejo de cuerpo entero, observando su vestido con disgusto. Entré y me paré detrás.

- ¿Que pasa linda? - ella me miró sorprendida.

- Mamá.

- ¿Si?

- ¿Me queda bien el vestido? Se que no es rosa como el de las demás niñas o como los otros vestidos, pero el verde también es para chicas, ¿Cierto? - sonreí y me agaché a su altura.

- ¿Te digo un secreto? - ella asintió. - En realidad, los colores no tienen género. - me miró sin entender. - Me refiero, a que de chicos, todos piensan que los colores se dividen en los de niños y niñas, pero no es así, tu decides lo que usar, tu decides el color, y jamás te debe importar la opinión de los demás, nunca dejes que las demás niñas te digan como ser, ni siquiera yo, ¿Está bien? - ella sonrió.

- Te prometo ser una mujer fuerte, Mamá.

- Esa es mi Emily. Por cierto, que guapa te ves con el verde. - ella rió.

- ¡Lo sé! ¡Es muy lindo!

Después de salir de la habitación de los gemelos y llegar a la mía, la pequeña Darcy estaba sentada en la cama jugando con sus muñecas.

- Darcy, ¿Que haces aquí?- ella me miró y señaló el clóset de Harry.

- Papá dijo que lo esperara aquí.

- ¿Ah, si? ¿Y por que? - le pregunté mientras me ponía el pendiente faltante.

- Porque dijo que tenía que buscar una sorpresa.- fruncí el ceño.

- ¿Y te dijo algo de esa sorpresa? - negó con la cabeza. - ¿Te dijo algo de mamá?- ella se tapó la boca con las manos y reía tiernamente.

- Dijo que era un secreto.- abrí los ojos como platos y corrí hasta arrodillarme ante ella.

- ¡Dímelo hija, dímelo!

- Dijo que te veías...

- ¡Darcy! - gritó Harry saliendo del clóset, (acción con la que reí) con su corbata sin arreglar.- ¡Te dije que era un secreto! - ella rió y corrió fuera de la habitación. - Esa niña, no le contaré nada mas.- dijo mientras se acercaba.

- ¿Secreto? ¿Que secreto Harry? ¿Tenías algo que decirme acerca de mi aspecto? - rió hasta llegar a mi y agarrarme de la cintura.

- Nada que no sepas ya.

- ¿Osea?

- Lo mismo que pensaste al verte al espejo.

- ¿Que estoy gorda? - lo miré asustada, pero lejos de tomárselo en serio, carcajeó a mi comentario.

- ¡Claro que no! Te ves completamente sexy en ese vestido, amor. - juntó nuestros labios, pero no lo terminó ahí, comenzó a unir nuestros cuerpos hasta no poder mas, sintiendo que anoche lo había dejado con ganas.

- Harry, debemos irnos. Incluso está la puerta abierta.- le dije cuando se dirigió a mi cuello.

- Tienes razón. Pero cuando volvamos...

- ¡Mamá! - me despegué de Harry y observé al pequeño Jack en su traje blanco y verde manzana, combinando con el vestido de Emily.

- ¿Que sucede Jack? - preguntó Harry.

- Papá, Mamá, si Joe dice que le dijimos que es adoptado, ¡Es mentira! - y corrió hacia afuera.

- Jackson Lucas Styles Smith, ven acá. - Jack frenó su corrida y arrepentido volvió hacia nosotros. - ¿Que le dijiste a tu hermano pequeño? - me agarré de la cintura retándolo con la mirada.

- Le dije que era adoptado...- dijo balbuceando.

- ¿Y te parece decir que lo adopté cuando fue todo lo contrario y me costó tenerlo? En verdad, es un insulto para mi esfuerzo. - me defendí. Y sentí la mirada incrédula de Harry.- Y por supuesto, ¿Que dijimos de molestar a tus hermanos y de las mentiras?

- Que no debemos pelearnos porque somos hermanos y los hermanos se quieren. Y que las mentiras nos llevan por mal camino.- recitó perfectamente las palabras que si no se cumplían se las tatuaría en la frente.

- ¿Entonces?

- Lo siento.

- Eso se lo tendrás que decir a tu hermano.

- ¡Pero ya te lo dije a ti!

- Sin quejarse, no quiero escuchar otra palabra mas. - bufando se fue por donde vino.

Me di la vuelta y miré victoriosa a Harry.

- Ja, soy una buena madre.

...

- ¡Mamá! ¿Como se ata esto? - dejé de maquillarme y me giré al escuchar la voz de mi hijo mayor.

- Pero si eso ni se ata cariño.- sonreí al dilema del moño que Harry le compró para utilizar con su traje. - Mira, tan solo lo desprendes de aquí, pasas la cinta alrededor de tu cuello y luego lo prendes de vuelta. - Lo miré y el parecía inconforme. - ¿Que sucede? - le acaricié la mejilla.

- Nada, solo no sabía hacerlo.- lo miré a los ojos.

- Thom, ¿Que dijimos de las mentiras? - el rodó los ojos.

- Bien, pero no quiero que te molestes conmigo. - le sonreí.

- Imposible enojarme contigo amor. - el miraba a sus pies y se acariciaba su brazo derecho.

- Me siento ignorado. - fruncí el ceño. - Se que todos cuando se sienten así lloran y se aislan sin decir lo que sienten, pero me gustaría que tu me escucharas y no me quiero sentir así y callármelo. - lo miré preocupada.

- Thom, amor, obvio que debes decirme si te sientes así, nunca debes guardártelo. Ahora dime, ¿Por que te sientes así?

- ¿Por que? Obvio que es porque le prestan mas atención a los demás que a mi. - lo miré enternecida.

- Claro que no, cariño, se que últimamente hacemos cambios y estamos mas pendientes de los mas chicos, pero debes entender que ellos aún son pequeños y necesitan toda la atención que una vez tu recibiste, eso no significa que te ignoremos o que no te queramos, significa que estamos ayudando a tus hermanos a que crezcan y empiecen a hacer las cosas por si solos, pero jamás te dejaremos de lado, tu siempre serás mi bebé, no importa tu edad.

- Lo sé, solo quería escucharlo. - abrí mis brazos y lo abracé levantándolo con un poco de dificultad. - Tu sigues siendo mi hijo.

...

Una vez todos listos, subimos al auto.

- ¿Ya está todo?

- Si.- dijeron al unisono todos.

- ¿Darcy? ¿Joe? ¿Jack? ¿Emily? ¿Thom? ¿Están todos? - miré hacia atrás en el auto, todos yacían apretados en la parte trasera. Debemos comprar un auto mas grande.

- Si, estamos todos Mamá.- dijo Harry en el volante, sonriéndome tontamente.

- Bien, vámonos.

En unos veinte minutos llegamos a la casa de mis padres, donde habían unos cuantos coches estacionados afuera. Harry estacionó y apagó el coche, bajándose el primero y abriendo la puerta de los chicos, mientras que yo bajaba las cosas de cada uno y sobre todo el inhalador de Joe, que aún siendo pequeño, es asmático.

- ¡Si! ¡La casa de los abuelos! - los chicos corrieron hacia la puerta donde mi madre los esperaba.

Miré hacia adelante, era la casa en donde había vivido por muchos años. Luego sentí una mano en mi cintura y Harry me besó la mejilla.

- ¿Entramos? - asentí

Al entrar, todos los niños estaban sobre sus abuelos, mis padres y los padres de Harry. Primero me acerqué a mi padre, quién me dio un fuerte abrazo y observé que los años se les habían puesto sobre su entrada, se estaba quedando calvo. Luego me acerqué a mi madre, quién ya comenzaba a cubrir sus notables arrugas y después saludé con un buen abrazo a mis suegros, quienes tampoco se salvaban de las consecuencias de la edad. Terminando de saludar a los mayores, me encontré con mi amada hermana, ya era toda una mujer y una muy linda diría yo. Me acerqué a ella contenta y nos fundimos en un abrazo.

- ¿Como has estado? - le pregunté.

- Mejor imposible.- me sonrió y luego observé a John, su prometido.

- Hola.- lo saludé con un gran abrazo. John a sido una genial pareja para mi hermana pequeña y por eso se lo agradezco eternamente.

- ¡Hola Caro! ¿Como has estado?

- Bien ¿Y vos?

- Bien, por suerte.- y al decir eso abrazó por el hombro a Anna. Les sonreí.

Siguientemente saludé a mi mejor amiga, Hannah había venido junto a sus hijos y Niall.

- ¡Hannah! - Grité emocionada y la abracé fuertemente. - ¡Ay, como te he extrañado!

- ¡Caro! ¡Yo también te extrañé! - parecíamos unas adolescentes otra vez. - nos miramos de arriba a abajo.

- ¡Como has cambiado! - dijimos al unisono.

- ¿Cambiado? ¿En una simple semana? Están locas. - Niall apareció por detrás y lo abracé tal como a Hannah.

- ¡Obvio! ¡Fue una eternidad sin vernos! - le dijimos.

- ¿Como estás Niall?

Súper, me acaban de ascender, así que cool.

- ¿En serio? ¡Ay por dios! ¡Que buenazo! - rió

- ¡Claro!

Luego, alguien me cinchaba del vestido.

- ¡Tía Caro! - me di la vuelta y los trillizos Horan me sonreían traviesos.- ¿Quien es quién?

- No, ¡Chicos! ¡Es un insulto para mi que me pregunten eso! Obvio que son James, Jason y Jacob de derecha a izquierda.- y como siempre, acerté, imposible no hacerlo, eran como mis hijos.

- ¡Tía! - me volteé hacia atrás y allí estaba la mayor de los cuatro, Allison.

- ¡Hola Ally! ¿Como estás?

- ¡Bien! ¿Y vos?

- Bien, ahora que te veo.- los trillizos comenzaron a bufar.

- No te la creas Allison, ella sonrió mas cuando nos vio. - carcajeé y los pequeños corrieron a jugar con los niños.

- ¿Y el tío Harry?

- Debe andar por ahí haciendo de las suyas, búscalo, tal vez esté en a cocina.- ella rió y fue hacia donde le indiqué.

Finalmente, después de encontrarme con los padres de Niall y de Hannah, llegando tarde, entraron Jonnathan, Daniel y Jazmín.

Jazmín ya tenía la edad de Anna, y tal cuál, estaba hermosa, a diferencia de mi hermana que era una rubia de altura media, Jaz era castaña con rulos y muy alta, como su hermano mayor, hermosa sin duda y el carisma jamás falla. Fue la primera a la que saludé, por desgracia estaba soltera, no encontraba un buen hombre o simplemente sus hermanos los espantaban, osea ningún valiente.

Luego saludé a Jonnathan, quien estaba felizmente casado con Zoella, y aún aprovechando su belleza, junto a la de su hermosa mujer, darían alucinantes bebes.

Y dejando el menor para el final, Daniel no estaba nada mal, seguía con su atractivo de joven y su estado igual, soltero, tal vez tenga una novia, pero nada serio, puesto que no la trajo a la fiesta. Por suerte logramos una mejor relación, de familia, es eso o ya se me notan las arrugas y Harry me mintió sobre mi aspecto.

Finalmente la familia se dividió en hombres y mujeres. Los hombres miraban partidos de fútbol y se peleaban entre ellos por quién ganaría el partido, aunque el mismo fuera grabado. Y las mujeres estaban en la cocina o preparando la mesa. La costumbre nunca se pierde, excepto Emily, quien estaba en una pierna de su padre alentando al equipo ganador, siendo el orgullo de su padre; y ese fue el momento en el que me di cuenta que junto al vestido traía un par de championes casuales, igual a su gemelo. Bueno, Thom no se puede quejar de que no le presto atención.

Mientras ayudaba con el pavo en el horno, alguien me tomó por el brazo sacándome al patio. Era Hannah.

- Te traje un regalo por adelantado. - saca una bolsa de plástico rosa. Y de ahí, saca el test de embarazo. Los ojos casi se me salen de las órbitas.

- ¡Hannah! ¡No puedes exhibirlo así como así!- lo escondí entre mis manos. Ella me miró incrédula.

- Caro, no hay nadie. Por eso te traje.- hace señas con sus manos de ausencia de personas.- Ahora, ve y haz la prueba, que no duré una semana en conseguirlo por nada, este no fallará y seguro será un gran regalo de Navidad para todos.

- Hannah, no seas tonta, recuerda que no sabes si estoy o no. - ella le restó importancia rodando los ojos.

- Bien, ¡Solo ve!

Y eso hice, me tomé la prueba y esperé lo debido para saber el resultado.

...

Ya casi eran las doce y los fuegos artificiales comenzaron, todos estábamos afuera a punto de brindar e ir a recoger los regalos que Santa nos había dejado. Y comenzó la cuenta regresiva, todos gritábamos los números del diez al uno. Cuando el reloj marcó las doce, todos celebramos, brindamos, nos felicitamos, nos abrazamos y los niños corrieron a buscar sus regalos, mientras nosotros íbamos detrás. Los mas chicos recibieron regalos deseados y los mayores recibimos inesperados regalos llenos de sorpresa, aunque a veces, alguna broma pesada, probablemente de Hannah insinuando cosas.

Una vez que todos estábamos a punto de comer, observé alrededor mío, una escena que jamás olvidaré y quedará grabada en mi memoria. Thom grababa junto a Ally momentos familiares, Jack y Emily hacían travesuras con los trillizos, Darcy estaba en las piernas de un sonriente Harry, los mayores jugaban con Joe, Jaz y Zoe mantenían una mirada enternecida hacia la escena de mi hermana y su novio fundidos en un hermoso beso, los chistes malos que Jonnathan le contaba a Daniel, el que solo le prestaba atención a su teléfono. Y por último, me levanté de la silla y todos posaron sus miradas en mi.

- Les tengo un regalo mas a todos.- los nervios estaban de punta, pero aún así lo dije. - Estoy embarazada.

Y de la única mirada que estuve pendiente, fue la de Harry, quién asombrado, me miraba feliz, con el destello del que nunca deja su oficio, iba a ser padre otra vez, iba a ser niñero otra vez.

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El Niñero (Harry Styles y Carolina Smith)

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