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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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"Sombras en la noche" {Joe & tu}
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
hey! hey new page ?
Where are you?
Alguien vio la naranja molesta?
(Me acaba de sonar el dedito )
Si no la vieron, busquenlá en Youtube. es buenísimaaaaaa!
Where are you?
Alguien vio la naranja molesta?
(Me acaba de sonar el dedito )
Si no la vieron, busquenlá en Youtube. es buenísimaaaaaa!
Invitado
Invitado
Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
LLLLLLLLLEGASTE LINNNNDA!
Y YO ME RETIRO.
TE QUIERO CAAAAAMI
TEAM PASIÓN
Y YO ME RETIRO.
TE QUIERO CAAAAAMI
TEAM PASIÓN
Invitado
Invitado
Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
Cammi escribió:Dayi_JonasLove!* escribió:New Reader!!! Qde hipntizada con esta nove!
Esta exc! La ameeee!!!
Es la única nove de vampiros que me gusta después de crepúsculo!
Tienes q seguirlaaaa lo mas pronto posiblee!
Lo ncesitoo!
JAJAJJA yo amo crepusculo. Toda la saga. Ahora estoy leyendo otra de ese tipo de genero y vere qe tal esta, me voy a comprar otro qe se llama 'eternidad' y quiero otro qe es 'Los sangre azul' no lei los libros de la seria 'The vampire diaries' pero si veo la seria. ME gusta esos tipos de generos, qe mezclan el amor, la realidad, y la fantasia, por eso también lei' la huesped' de la misma autora de crepusculo. steph. y lo ame.
Jajaja de hecho estoy leyendo Eclipse nuevamente!
Ya que viene la peli y bueno la verdad hay muchas cosas q no recuerdo! xD
Y bueno Vampires Daries me interesa y conseguí los libros pro en ingles -.-
y la serie la pasan muy tarde los domingos y yo tengo obviamente clases los lunes
Así q apenas salga de vacaciones la veré en Youtube jajaja
y tambn tengo La Huesped pro me ha faltado tiempo para leerla completa :(
Es mi otro proyecto para vacaciones xD!
Bueno espero con ansias a q continúes la nove jajaja
SIGUELAAAA...!!!
Dayi_JonasLove!*
Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
Dayi_JonasLove!* escribió:Cammi escribió:Dayi_JonasLove!* escribió:New Reader!!! Qde hipntizada con esta nove!
Esta exc! La ameeee!!!
Es la única nove de vampiros que me gusta después de crepúsculo!
Tienes q seguirlaaaa lo mas pronto posiblee!
Lo ncesitoo!
JAJAJJA yo amo crepusculo. Toda la saga. Ahora estoy leyendo otra de ese tipo de genero y vere qe tal esta, me voy a comprar otro qe se llama 'eternidad' y quiero otro qe es 'Los sangre azul' no lei los libros de la seria 'The vampire diaries' pero si veo la seria. ME gusta esos tipos de generos, qe mezclan el amor, la realidad, y la fantasia, por eso también lei' la huesped' de la misma autora de crepusculo. steph. y lo ame.
Jajaja de hecho estoy leyendo Eclipse nuevamente!
Ya que viene la peli y bueno la verdad hay muchas cosas q no recuerdo! xD
Y bueno Vampires Daries me interesa y conseguí los libros pro en ingles -.-
y la serie la pasan muy tarde los domingos y yo tengo obviamente clases los lunes
Así q apenas salga de vacaciones la veré en Youtube jajaja
y tambn tengo La Huesped pro me ha faltado tiempo para leerla completa :(
Es mi otro proyecto para vacaciones xD!
Bueno espero con ansias a q continúes la nove jajaja
SIGUELAAAA...!!!
Lo pasan también los Jueves, desp de Supeeeerrr
Invitado
Invitado
Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
waoo! me encantaron los caps pobre stormy!!
pliss quiero q la sigas cammi !!! :face:
me muero si no hay mas capss!!! :(
sigue!!! :lol!: :king:
pliss quiero q la sigas cammi !!! :face:
me muero si no hay mas capss!!! :(
sigue!!! :lol!: :king:
*annie d' jonas*
Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
siguelaa me encanto los caps
diosss es q es enserio me encanta y quiero q suvas muchos :cheers:
................................................................................................................
I LOVE VAMPIR
AMI ME NCANTA TODA LA SAGA DE CREPUSCULO PARA DECIRLE Q LOS CONOCI EN PERSONA
CASI ME DESMALLO Y CUANDO ME TUVE Q DESPEDIR DE ELLOS FUE MUYY DOLOROSO :sad: :crybaby: .PERO ESO SI ESTAN BUENISIMOS JEJJE
.................................................................DE JO DE DECIR TONTERIAS XDD..........................
SIGUELA Q ME ENCANTA SIGUEL Q ES ENSERIO SIGUE Y NO ME SEAS MALA :P
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE :cheers: :D :) :bounce: :hi:
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE :cheers: :D :) :bounce: :hi:
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE :cheers: :D :) :bounce: :hi:
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE :cheers: :D :) :bounce: :hi:
diosss es q es enserio me encanta y quiero q suvas muchos :cheers:
................................................................................................................
I LOVE VAMPIR
AMI ME NCANTA TODA LA SAGA DE CREPUSCULO PARA DECIRLE Q LOS CONOCI EN PERSONA
CASI ME DESMALLO Y CUANDO ME TUVE Q DESPEDIR DE ELLOS FUE MUYY DOLOROSO :sad: :crybaby: .PERO ESO SI ESTAN BUENISIMOS JEJJE
.................................................................DE JO DE DECIR TONTERIAS XDD..........................
SIGUELA Q ME ENCANTA SIGUEL Q ES ENSERIO SIGUE Y NO ME SEAS MALA :P
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE :cheers: :D :) :bounce: :hi:
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE :cheers: :D :) :bounce: :hi:
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE :cheers: :D :) :bounce: :hi:
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE :cheers: :D :) :bounce: :hi:
Invitado
Invitado
Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
I LOVE VAMPIR
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
I LOVE JOE
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
Q NO TE QUIERO MATAR :lol!:
POR QUE SI TE MATO NO PODRAS SUBIR CASP XDD
YYY ESO NO QUEREMOS NADIE VERDAD¿¿¿??? JEJJEJ
BUENO SIGUE PLIS SIGUE Y NO TENGAS EN VELA Y ANCIOSA OK :flower:
ASIQUE PLIS SIGUEEEEEEE Y PON CAPS MUCHOS CAPS Q ME ENCANTA :cheers:
IIIIIIIII LOVEEEEEEE NOVEEEE :cheers: :bounce: :D :) :twisted:
VAYYYYYYYY BSS :hi: :hi:
I LOVE VAMPIR
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
I LOVE JOE
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
Q NO TE QUIERO MATAR :lol!:
POR QUE SI TE MATO NO PODRAS SUBIR CASP XDD
YYY ESO NO QUEREMOS NADIE VERDAD¿¿¿??? JEJJEJ
BUENO SIGUE PLIS SIGUE Y NO TENGAS EN VELA Y ANCIOSA OK :flower:
ASIQUE PLIS SIGUEEEEEEE Y PON CAPS MUCHOS CAPS Q ME ENCANTA :cheers:
IIIIIIIII LOVEEEEEEE NOVEEEE :cheers: :bounce: :D :) :twisted:
VAYYYYYYYY BSS :hi: :hi:
Invitado
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Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
tendría tiempo de leer nada. Sin embargo, era importante que lo hiciera.
Media hora después volvió al despacho, recién duchada, con el pelo limpio y perfumado de lavanda, suelto sobre los hombros. Llevaba la bata blanca de satén, iba descalza y se había hecho una tetera de té de hierbas que, supuestamente, le daría energía.
Encendió la chimenea, sacó un volumen de la caja fuerte y se sentó en una butaca frente al fuego. Se sirvió una taza de té y empezó a leer. En un instante estuvo inmersa en las historias del vampiro, escuchándolas con tanta claridad como si las estuviera narrando la voz rica y profunda de Joe.
Sarafina intentó advertirme.
—Nunca te mezcles con los mortales. Nunca —me dijo al principio de mi educación— Nuestra raza debe vivir sola.
—¿Y qué pasa con los elegidos?
Yo conocía la palabra, y creo que aquello la dejó sorprendida porque yo no la había oído de sus labios. Estábamos sentados al lado de una hoguera, como lo habíamos hecho en nuestras vidas mortales. Creo que, al principio, eso era lo que Sarafina había deseado. Una banda de dos... vampiros gitanos, viviendo como lo habían hecho antes. Creo que estaba intentando recuperar algo de lo que había perdido cuando había perdido a su familia y a su clan. Pero, por supuesto, aquello era imposible. Yo lo había aceptado hacía mucho tiempo.
—Los elegidos son humanos que tienen una conexión con nosotros —me respondió—. Sabemos cuáles son porque lo sentimos. Nos sentimos atraídos hacia ellos, y algunas veces, ellos hacia nosotros. Pero no debemos darnos a conocer, Joe. Debes entender y aceptar eso. No debemos hacerlo.
—Pueden convertirse en vampiros. Como nosotros —dije yo.
—Sí. ¿ Y sabes lo que ocurre cuando se transforman?
Yo sacudí la cabeza.
—Se vuelven locos.
Lo dijo como si fuera un hecho ineludible.
—¿Todos? —le pregunté yo, aunque sabía que no era cierto. Yo no me había vuelto loco, ni Sarafina tampoco.
—Algunos se vuelven tan taciturnos que se niegan a alimentarse hasta que sus cuerpos se convierten en cáscaras que yacen como si estuvieran muertas durante siglos, con sus almas atrapadas dentro. Otros se quedan tan aturdidos con el descubrimiento de sus nuevos poderes vampíricos que se entregan a orgías insaciables de muerte y dejan tantos cadáveres en su despertar que los humanos se dan cuenta de lo que está sucediendo y nos dan caza como animales vengativos. Ellos también mueren. Nosotros mismos los matamos, si es que no lo hacen antes los humanos.
Yo estaba allí sentado, escuchándola absorto.
—Otros se limitan a abrirse las venas y a desangrarse hasta morir. Otros entran deliberadamente en una hoguera como esta y se queman.
Yo la observé durante un largo instante, admirando cómo el reflejo de las llamas bailaba en sus ojos.
—Yo era uno de los elegidos. Tú lo sentiste y me transformaste.
—No tenía elección. Estabas muriendo.
—Sí tenías elección. Podías haber dejado que muriera.
Ella apartó la mirada y se encogió de hombros como si mis palabras no tuvieran sentido.
—Creo que siempre tuviste la idea de convertirme, Sarafina. Por eso volviste a la familia y me elegiste.
Ella clavó sus ojos en mí y me traspasó con la mirada.
—Quizá sea cierto que lo deseara, Joe, pero no lo habría hecho sin pensarlo cuidadosamente. Ésta no es una vida fácil. Sé que puede parecértelo en este punto, pero no lo es.
—¿De verdad crees que esta vida me parece fácil? He perdido todo lo que amaba, Sarafina. A mi madre, a mi familia, mi forma de vida. Todo lo que conocía lo perdí aquella noche. Es muy difícil, y sin embargo, yo no me he vuelto loco ni me he suicidado.
—Se hará más duro y difícil.
Yo reflexioné sobre aquello durante un momento. Lo había dicho con total convencimiento. ¿Era ella tan infeliz, entonces? Empecé a darme cuenta de lo sola que debía de haber estado durante todos aquellos años antes de que yo me hubiera unido a ella.
—La mayoría de los mortales no soportan el shock que supone el cambio. La pérdida que supone. Incluso entre aquellos que se adaptan y lo aceptan, hay algunos que no lo consiguen. En un siglo, o quizá dos, cuando la realidad de la vida eterna se revela tal y como es, con tanta maldición como bendición, con tanto dolor como placer, muchos deciden no continuar.
—¿Y qué hacen los que deciden continuar?
Ella se quedó silenciosa durante un rato.
—Esos... supongo que finalmente, encuentran una manera de estar en paz con lo que son. Dejan de luchar contra ello. Dejan de esperar que existan una cura que los convierta en mortales de nuevo. Dejan de buscar razones que expliquen su existencia o que la justifiquen. Y, simplemente, lo asumen.
— ¿Tú lo has conseguido? —le pregunté.
Ella me miró a los ojos y sacudió la cabeza.
—No. Pero he visto esa aceptación en los ojos de algunos mayores. Los he oído hablar de ello. Y estoy decidida a sobrevivir, a mi manera, hasta que lo consiga.
Yo pensé que lo conseguiría. Pero por el momento, buscaba sin descanso esa paz de la que hablaba, y quizá algo más. Yo no podía saberlo.
—Entonces, ¿qué haces, Sarafina? —le pregunté—. Para tener... compañía.
—Nos tenemos el uno al otro.
—No me refiero a eso —tuve que mirar a otro lado. Me sentía incómodo con los aspectos lujuriosos de lo que yo era, y no lo entendía en aquel estadio tan temprano de mi vida inmortal. No podía mirarla mientras hablaba—. Cuando me alimento de los humanos... especialmente de las mujeres, aunque algunas veces también con los hombres, siento... bueno...
—Deseo —dijo ella, terminando la frase por mí—. Ya entiendo qué es lo que necesitas saber. Cómo saciarlo.
Yo asentí, con los ojos fijos en el fuego.
—No te avergüences, Joe. Somos criaturas sensuales. Está en nuestra naturaleza. Todas las sensaciones se intensifican hasta un punto que los humanos no podrían soportarlo. Sentimos las cosas mil veces más que antes. El dolor, sí. Hasta un punto en que puede paralizarnos. Pero el placer también. Dios, la forma en que experimentamos el clímax físico está más allá de toda comprensión.
Epa.
Media hora después volvió al despacho, recién duchada, con el pelo limpio y perfumado de lavanda, suelto sobre los hombros. Llevaba la bata blanca de satén, iba descalza y se había hecho una tetera de té de hierbas que, supuestamente, le daría energía.
Encendió la chimenea, sacó un volumen de la caja fuerte y se sentó en una butaca frente al fuego. Se sirvió una taza de té y empezó a leer. En un instante estuvo inmersa en las historias del vampiro, escuchándolas con tanta claridad como si las estuviera narrando la voz rica y profunda de Joe.
Sarafina intentó advertirme.
—Nunca te mezcles con los mortales. Nunca —me dijo al principio de mi educación— Nuestra raza debe vivir sola.
—¿Y qué pasa con los elegidos?
Yo conocía la palabra, y creo que aquello la dejó sorprendida porque yo no la había oído de sus labios. Estábamos sentados al lado de una hoguera, como lo habíamos hecho en nuestras vidas mortales. Creo que, al principio, eso era lo que Sarafina había deseado. Una banda de dos... vampiros gitanos, viviendo como lo habían hecho antes. Creo que estaba intentando recuperar algo de lo que había perdido cuando había perdido a su familia y a su clan. Pero, por supuesto, aquello era imposible. Yo lo había aceptado hacía mucho tiempo.
—Los elegidos son humanos que tienen una conexión con nosotros —me respondió—. Sabemos cuáles son porque lo sentimos. Nos sentimos atraídos hacia ellos, y algunas veces, ellos hacia nosotros. Pero no debemos darnos a conocer, Joe. Debes entender y aceptar eso. No debemos hacerlo.
—Pueden convertirse en vampiros. Como nosotros —dije yo.
—Sí. ¿ Y sabes lo que ocurre cuando se transforman?
Yo sacudí la cabeza.
—Se vuelven locos.
Lo dijo como si fuera un hecho ineludible.
—¿Todos? —le pregunté yo, aunque sabía que no era cierto. Yo no me había vuelto loco, ni Sarafina tampoco.
—Algunos se vuelven tan taciturnos que se niegan a alimentarse hasta que sus cuerpos se convierten en cáscaras que yacen como si estuvieran muertas durante siglos, con sus almas atrapadas dentro. Otros se quedan tan aturdidos con el descubrimiento de sus nuevos poderes vampíricos que se entregan a orgías insaciables de muerte y dejan tantos cadáveres en su despertar que los humanos se dan cuenta de lo que está sucediendo y nos dan caza como animales vengativos. Ellos también mueren. Nosotros mismos los matamos, si es que no lo hacen antes los humanos.
Yo estaba allí sentado, escuchándola absorto.
—Otros se limitan a abrirse las venas y a desangrarse hasta morir. Otros entran deliberadamente en una hoguera como esta y se queman.
Yo la observé durante un largo instante, admirando cómo el reflejo de las llamas bailaba en sus ojos.
—Yo era uno de los elegidos. Tú lo sentiste y me transformaste.
—No tenía elección. Estabas muriendo.
—Sí tenías elección. Podías haber dejado que muriera.
Ella apartó la mirada y se encogió de hombros como si mis palabras no tuvieran sentido.
—Creo que siempre tuviste la idea de convertirme, Sarafina. Por eso volviste a la familia y me elegiste.
Ella clavó sus ojos en mí y me traspasó con la mirada.
—Quizá sea cierto que lo deseara, Joe, pero no lo habría hecho sin pensarlo cuidadosamente. Ésta no es una vida fácil. Sé que puede parecértelo en este punto, pero no lo es.
—¿De verdad crees que esta vida me parece fácil? He perdido todo lo que amaba, Sarafina. A mi madre, a mi familia, mi forma de vida. Todo lo que conocía lo perdí aquella noche. Es muy difícil, y sin embargo, yo no me he vuelto loco ni me he suicidado.
—Se hará más duro y difícil.
Yo reflexioné sobre aquello durante un momento. Lo había dicho con total convencimiento. ¿Era ella tan infeliz, entonces? Empecé a darme cuenta de lo sola que debía de haber estado durante todos aquellos años antes de que yo me hubiera unido a ella.
—La mayoría de los mortales no soportan el shock que supone el cambio. La pérdida que supone. Incluso entre aquellos que se adaptan y lo aceptan, hay algunos que no lo consiguen. En un siglo, o quizá dos, cuando la realidad de la vida eterna se revela tal y como es, con tanta maldición como bendición, con tanto dolor como placer, muchos deciden no continuar.
—¿Y qué hacen los que deciden continuar?
Ella se quedó silenciosa durante un rato.
—Esos... supongo que finalmente, encuentran una manera de estar en paz con lo que son. Dejan de luchar contra ello. Dejan de esperar que existan una cura que los convierta en mortales de nuevo. Dejan de buscar razones que expliquen su existencia o que la justifiquen. Y, simplemente, lo asumen.
— ¿Tú lo has conseguido? —le pregunté.
Ella me miró a los ojos y sacudió la cabeza.
—No. Pero he visto esa aceptación en los ojos de algunos mayores. Los he oído hablar de ello. Y estoy decidida a sobrevivir, a mi manera, hasta que lo consiga.
Yo pensé que lo conseguiría. Pero por el momento, buscaba sin descanso esa paz de la que hablaba, y quizá algo más. Yo no podía saberlo.
—Entonces, ¿qué haces, Sarafina? —le pregunté—. Para tener... compañía.
—Nos tenemos el uno al otro.
—No me refiero a eso —tuve que mirar a otro lado. Me sentía incómodo con los aspectos lujuriosos de lo que yo era, y no lo entendía en aquel estadio tan temprano de mi vida inmortal. No podía mirarla mientras hablaba—. Cuando me alimento de los humanos... especialmente de las mujeres, aunque algunas veces también con los hombres, siento... bueno...
—Deseo —dijo ella, terminando la frase por mí—. Ya entiendo qué es lo que necesitas saber. Cómo saciarlo.
Yo asentí, con los ojos fijos en el fuego.
—No te avergüences, Joe. Somos criaturas sensuales. Está en nuestra naturaleza. Todas las sensaciones se intensifican hasta un punto que los humanos no podrían soportarlo. Sentimos las cosas mil veces más que antes. El dolor, sí. Hasta un punto en que puede paralizarnos. Pero el placer también. Dios, la forma en que experimentamos el clímax físico está más allá de toda comprensión.
Epa.
Invitado
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Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
A mí se me secó la garganta, y sentí que el deseo se despertaba en mí.
—La lujuria de la sangre y la del sexo están íntimamente ligadas en nuestra raza —continuó ella—. No puedes experimentar una sin la otra. Si intentaras tener relaciones sexuales con una mortal, acabarías por morderla profundamente y beberte toda su sangre. El éxtasis de beber sangre realza el éxtasis sexual, y viceversa. La combinación de ambos es un placer tan poderoso y abrumador que uno se abandona totalmente a la sensación. Les haces daño, y finalmente los matas.
Yo la observé con los ojos entrecerrados.
—No te creo.
—¿No?
—No. Ciertamente, creo que algo de lo que estás diciendo es cierto, pero no que ese placer físico podría conseguir que no me controlara a mí mismo. Eso no.
—Quizá —dijo ella, lentamente—. Es mucho menos probable que mataras a uno de los elegidos, aunque existe el riesgo. Será mejor que te limites al sexo con otros vampiros, o que te hagas algunas esclavas.
—Esclavas —repetí la palabra con desprecio.
Ella siempre tenía algunos esclavos a su disposición. Eran mortales, no de la casta de los elegidos. Los convertía en zombis completamente dedicados a ella. Se bebía su sangre hasta que estaban a punto de morir, y después les administraba una módica cantidad de la suya. Lo hacía una y otra vez, manteniéndolos prisioneros hasta que el vínculo quedaba forjado y su existencia sólo estaba destinada a complacerla. No sé cómo se las arreglaba para mantener relaciones sexuales con aquellos individuos sin matarlos. Creo que siempre terminaba haciéndolo, al final, pero cómo los mantenía vivos entretanto no lo entiendo. No soportaba la presencia de aquellos seres, y no tenía ningún deseo de saber qué hacía con ellos.
En cuanto a mí, conocía mi propia alma. Y sabía que nunca podría emborracharme tanto de placer como para matar a un inocente.
—No te creo —le dije—. Creo que sólo estás diciéndome esto para mantenerme alejado de otros, para que esté siempre contigo.
Ella arqueó las cejas.
— ¿De verdad?
—Sí. Quizá tú no tengas el control necesario como para mantener relaciones sexuales y no matar a tu compañero, pero yo sí.
—Bien. Está muy bien saber eso.
Yo no me di cuenta entonces, pero mi querida benefactora tenía un plan en mente para enseñarme de una vez por todas cuál era la verdad.
—La lujuria de la sangre y la del sexo están íntimamente ligadas en nuestra raza —continuó ella—. No puedes experimentar una sin la otra. Si intentaras tener relaciones sexuales con una mortal, acabarías por morderla profundamente y beberte toda su sangre. El éxtasis de beber sangre realza el éxtasis sexual, y viceversa. La combinación de ambos es un placer tan poderoso y abrumador que uno se abandona totalmente a la sensación. Les haces daño, y finalmente los matas.
Yo la observé con los ojos entrecerrados.
—No te creo.
—¿No?
—No. Ciertamente, creo que algo de lo que estás diciendo es cierto, pero no que ese placer físico podría conseguir que no me controlara a mí mismo. Eso no.
—Quizá —dijo ella, lentamente—. Es mucho menos probable que mataras a uno de los elegidos, aunque existe el riesgo. Será mejor que te limites al sexo con otros vampiros, o que te hagas algunas esclavas.
—Esclavas —repetí la palabra con desprecio.
Ella siempre tenía algunos esclavos a su disposición. Eran mortales, no de la casta de los elegidos. Los convertía en zombis completamente dedicados a ella. Se bebía su sangre hasta que estaban a punto de morir, y después les administraba una módica cantidad de la suya. Lo hacía una y otra vez, manteniéndolos prisioneros hasta que el vínculo quedaba forjado y su existencia sólo estaba destinada a complacerla. No sé cómo se las arreglaba para mantener relaciones sexuales con aquellos individuos sin matarlos. Creo que siempre terminaba haciéndolo, al final, pero cómo los mantenía vivos entretanto no lo entiendo. No soportaba la presencia de aquellos seres, y no tenía ningún deseo de saber qué hacía con ellos.
En cuanto a mí, conocía mi propia alma. Y sabía que nunca podría emborracharme tanto de placer como para matar a un inocente.
—No te creo —le dije—. Creo que sólo estás diciéndome esto para mantenerme alejado de otros, para que esté siempre contigo.
Ella arqueó las cejas.
— ¿De verdad?
—Sí. Quizá tú no tengas el control necesario como para mantener relaciones sexuales y no matar a tu compañero, pero yo sí.
—Bien. Está muy bien saber eso.
Yo no me di cuenta entonces, pero mi querida benefactora tenía un plan en mente para enseñarme de una vez por todas cuál era la verdad.
Invitado
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Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
Les voy a dejar los capitulos de ayer, como siempre estoy tratando de recomensar. Días muy agotadores, perdon chicas, pero estos son largos:)
Invitado
Invitado
Re: "Sombras en la noche" {Joe & tu}
Todo ocurrió semanas después. Eramos huéspedes de una hombre mayor y muy rico, que estaba totalmente enamorado de Sarafina. A mí no me gustaba mezclarme de aquel modo con los mortales, pero a ella no le importaba en absoluto. Se escondía detrás de una fachada de mentiras y jugaba a ser su amiga y su invitada. No sentía nada por ellos, ni tampoco se alimentaba de ellos. Sin embargo, yo estaba seguro de que había estado cazando campesinos en el pueblo de al lado. Habían desaparecido tres personas desde que habíamos llegado allí.
A mí no me gustaba pensar que mi tía estuviera cazando inocentes, pero aquella era su elección. Yo no podía entrometerme en su vida; ella tendría que enfrentarse a su propia culpa, a su karma, o a su pecado, o a cualquiera que fueran los resultados de sus acciones.
Una noche estaba pensando en aquellas cosas cuando alguien llamó suavemente a mi puerta. No me molesté en abrir mi mente y reunir impresiones, un error que cometía frecuentemente en mis primeros días, me temo. Simplemente asumí que sería Sarafina la que estaba llamando, y dije:
—Adelante.
La puerta se abrió y entró una sirvienta joven que yo había visto varias veces durante las cenas que compartíamos con nuestro anfitrión y sus demás invitados.
noche tras noche, en veladas que parecían no terminar nunca. La muchacha llevaba tan sólo un camisón tan fino que cada milímetro de su cálida carne mortal era visible a mis ojos. Llevaba una palmatoria. Tenía el pelo espeso, rubio del color de la miel, suavemente rizado, y lo llevaba suelto por los hombros. Sus labios estaban húmedos y separados. Su cuerpo era rotundo y exuberante.
Me obligué a mirarla a la cara y le pregunté:
—¿Qué quieres de mí?
—Usted lo ha entendido mal, milord. He venido a hacerle la misma pregunta a usted.
—Me temo que no te entiendo.
Ella entró en la habitación y dejó la palmatoria sobre un buró. Después cerró la puerta y me miró con calma.
—Me he dado cuenta de cómo me mira, milord. Me he cansado de esperar a que me pida algo, y he pensado que podría atreverme a ofrecérselo.
Era cierto. Aquella muchacha llevaba unos escotes tan pronunciados que era imposible no mirar lo que sobresalía de sus pechos por encima de la tela de su uniforme. Y ella se aseguraba de ponérmelos bien cerca de la nariz mientras me servía. Me sentí tentado e intrigado, a la vez.
—Usted no es tímido, ¿verdad, milord?
—No. No lo soy.
—Se dará cuenta de que yo tampoco —y me lo demostró. Se acercó, y mientras cruzaba la habitación hacia mí, se deslizó los tirantes del camisón por los hombros y dejó que se deslizara hasta el suelo. Se quedó orgullosamente desnuda a unos centímetros de la butaca donde yo estaba sentado, frente al fuego.
Yo percibí todas sus esencias. Estaba limpia, recién bañada para mí, pensé. Su pelo olía a henna, y su piel a aloe. Y olí también su excitación, y supe que estaba húmeda. Y ni siquiera la había acariciado.
Epaa yo quiero ser la sirvienta. PUEDO PUEDO? *:* JAJJA
A mí no me gustaba pensar que mi tía estuviera cazando inocentes, pero aquella era su elección. Yo no podía entrometerme en su vida; ella tendría que enfrentarse a su propia culpa, a su karma, o a su pecado, o a cualquiera que fueran los resultados de sus acciones.
Una noche estaba pensando en aquellas cosas cuando alguien llamó suavemente a mi puerta. No me molesté en abrir mi mente y reunir impresiones, un error que cometía frecuentemente en mis primeros días, me temo. Simplemente asumí que sería Sarafina la que estaba llamando, y dije:
—Adelante.
La puerta se abrió y entró una sirvienta joven que yo había visto varias veces durante las cenas que compartíamos con nuestro anfitrión y sus demás invitados.
noche tras noche, en veladas que parecían no terminar nunca. La muchacha llevaba tan sólo un camisón tan fino que cada milímetro de su cálida carne mortal era visible a mis ojos. Llevaba una palmatoria. Tenía el pelo espeso, rubio del color de la miel, suavemente rizado, y lo llevaba suelto por los hombros. Sus labios estaban húmedos y separados. Su cuerpo era rotundo y exuberante.
Me obligué a mirarla a la cara y le pregunté:
—¿Qué quieres de mí?
—Usted lo ha entendido mal, milord. He venido a hacerle la misma pregunta a usted.
—Me temo que no te entiendo.
Ella entró en la habitación y dejó la palmatoria sobre un buró. Después cerró la puerta y me miró con calma.
—Me he dado cuenta de cómo me mira, milord. Me he cansado de esperar a que me pida algo, y he pensado que podría atreverme a ofrecérselo.
Era cierto. Aquella muchacha llevaba unos escotes tan pronunciados que era imposible no mirar lo que sobresalía de sus pechos por encima de la tela de su uniforme. Y ella se aseguraba de ponérmelos bien cerca de la nariz mientras me servía. Me sentí tentado e intrigado, a la vez.
—Usted no es tímido, ¿verdad, milord?
—No. No lo soy.
—Se dará cuenta de que yo tampoco —y me lo demostró. Se acercó, y mientras cruzaba la habitación hacia mí, se deslizó los tirantes del camisón por los hombros y dejó que se deslizara hasta el suelo. Se quedó orgullosamente desnuda a unos centímetros de la butaca donde yo estaba sentado, frente al fuego.
Yo percibí todas sus esencias. Estaba limpia, recién bañada para mí, pensé. Su pelo olía a henna, y su piel a aloe. Y olí también su excitación, y supe que estaba húmeda. Y ni siquiera la había acariciado.
Epaa yo quiero ser la sirvienta. PUEDO PUEDO? *:* JAJJA
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