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Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Capítulo 52. Maratón 4/5
Ya es viernes. ¿Se preguntan porque no he hablado del miércoles y jueves, cierto? pues es simple, nada interesante paso en esos días. Con Maru entregamos el trabajo práctico y al parecer nos ha ido bastante bien. El profesor nos entregará hoy las notas, con eso sabremos si nos hemos llevado Historia a diciembre. No he salido con Zayn pero continuamos con nuestras discusiones y charlas diarias, nada del otro mundo. Lo único que fue medio raro es que Tracy se acercó a hablarme. Intenté prestarle atención pero cuando me di cuenta que lo que me decía se trataba sobre ella y Zayn acompañado con un 'Aléjate de el' dejé de escucharla, aunque también me pareció oír que Zayn la había invitado al baile pero hice oídos sordos a sus palabras.
Me levantó el sonido del celular. Me vestí con lo primero que encontré y bajé a desayunar, Maru me estaría esperando con el coche para ir a la escuela. Hoy se venía un día lleno de charlas. Estaba segura que no pararía de hablar sobre la fiesta de mañana. Todavía no sabía si iba a ir, no le había avisado a mi mamá. Supongo que si le digo que tengo que ir a la casa de Maru para que ella me lleve me creerá. Si iba, llegaría una o dos horas después. Sabía que era peligroso tomar el bus a las doce de la noche pero no creía que nada malo pudiera pasarme.
- ¿Qué tal?- preguntó Maru mientras me sentaba en el asiento del copiloto-, hoy será un gran día.
- ¿Enserio, por qué?- rematé confundida-, es un día normal.
- Claro que no, dime... ¿irás a la fiesta?- Sabía que Maru me preguntaría eso. Me estaba cuestionando lo mismo hace como cuatro días.
- No lo sé, supongo que si estoy aburrida o mis ganas de salir se encienden iré.
- Recuerda que el bus que está a tres calles de tu casa te dejará a cinco cuadras del boliche- me recordó-, tienes que ir. Esas fiestas se hacen una vez por año y son geniales.
- Lo tendré en cuenta.
Llegamos al colegio, por suerte no tuve que correr hacía mi casillero. Agarré los libros y me dirigí a la primer clase del día. Lengua. Al fin y al cabo esa clase se había vuelto una de mis favoritas, pero no exactamente por el profesor y los contenidos de la materia. Claro que no. Era una de mis favoritas porqué compartía asiento con la persona que me volvía loca. Si bien no eramos los compañeros de banco más normales y Zayn no era el chico más gracioso, divertido o simpático del curso a veces la pasábamos bien.
Me sorprendió el echo de no encontrarlo allí. Había faltado, bueno no es raro en Zayn faltar a la escuela pero quería verlo. Otro día más sin sus medias sonrisas que me ganaba al decir estupideces o sin sus frases raras llenas de cosas para pensar.
La siguiente clase fue Geografía, lamentablemente no me tocaba con Maru ya que ella se encontraba en la de Historia pero si no me equivocaba a ella ya le habían dado la nota del trabajo. A mi me la darían en la hora siguiente, solo deseaba haberme sacado más de un Aprobado para poder tener la materia adentro.
- Señorita _____-me llamó la profesora para entregarme el trabajo. Necesitaba una buena nota si o si-, muy bien. Al parecer no nos veremos en el verano.
Me sorprendí al ver que la nota era un excelente. ¿Acaso Maru y yo habíamos echo magia? Jamás nos habíamos sacado una nota así en un trabajo práctico. Estaba segura de que ella se había sacado la misma nota que yo, ya que habíamos echo el trabajo juntas. Al salir de la clase Maru me esperaba afuera con el folio en la mano.
- ¡Aprobamos!- exclamó contenta-. ¡Aprobamos el trabajo! ¿Puedes creerlo? ¡Un excelente!
- Esto es genial- dije emocionada-, pensé que me sacaría un regular algo por el estilo.
- Alégrate-dijo Maru con una sonrisa en el rostro-, ahora nuestras madres nos dejaran salir a todos lados. Estoy segura de que la mía estará orgullosa, jamás le he llevado un excelente y estaba empezando a preocuparle.
El viaje a casa lo tuve que hacer caminando. Maru tenía que ir a buscar a su madre al medico ya que tenía que hacerse unos estudios. Cuando llegué a casa lo primero que hice fue mandarle un mensaje a mi madre, no le diría que me saqué ya que cuando lo hiciera tendría que decirle que mañana por la noche tendría que ir a una fiesta.
Subí a mi habitación, la ordenaría un poco para perder el tiempo. Estaba tendiendo mi cama cuando mi celular comenzó a sonar. No podía distinguir si era una llamada o un mensaje ya que el tono era el mismo. Corrí hacía mi mochila y lo busqué. Era un mensaje, de un número desconocido.
"____, soy Zayn ¿cómo estás? :)'' Comencé a reírme. ¿Enserio? jamás imaginé que Zayn me mandaría un mensaje con una carita feliz, el parece ser tan maduro pero de a poco me voy dando cuenta de que no tiene nada de eso.
"Bien. ¿Sabes? Me sorprende el echo de que me estés mandando un mensaje y más cuando contiene una carita feliz. :):):):):)' Mensaje enviado, me senté en mi cama esperando a que me contestara.
"Oh lo siento, bueno supongo que debo seguir siendo alguien serio para hablar contigo. ¿Qué haces?'' Sonreí, no quería tardarme en responderle ya que esto no pasa nunca y ahora que pasa tenía que aprovecharlo.
"Ordenaba mi habitación. ¿Tu?''
"Nada, estoy parado frente a la puerta de tu casa tocando el timbre hace como veinte minutos esperando a que me abras, pero no hay caso ¿te has quedado sorda, ángel?''.
Me levanté de un salto. No había escuchado el timbre pero tampoco estaba sorda. Seguramente se había roto, pobre, es un estúpido ¿veinte minutos tocando el timbre? dejé el celular en mi cama y bajé corriendo las escaleras. Me miré en el espejo del living y abrí la puerta. Efectivamente allí se encontraba, tan guapo como siempre y con esa sonrisa que me encantaba. Llevaba las manos en los bolsillos de su pantalón.
- Supongo que el timbre de tu celular anda mejor que el de tu casa- comentó sin entrar-. ¿Invitarás a pasarme?
- Oh... claro, no tienes que pedir permiso.
- Lo tendré en cuenta, la próxima vez que venga a visitarte por la noche recuerdame entrar por la puerta.
- Lamento informarte que si sigues con tus visitas nocturnas tendrás que seguir trepando por la ventana-le advertí-, no entrarás por la puerta a las doce de la noche. Ni en chiste.
- Me pregunto a que he venido-murmuró pensativo-, supongo que quería verte. ¿Qué tal la escuela?
- Nada del otro mundo-comenté, pero luego recordé que me había sacado un excelente en el trabajo de Historia-. Va, si ha sido de otro mundo. ¡Aprobé el trabajo de historia!
- Genial-festejó con sarcasmo mientras se sentaba en el sillón-, estoy seguro de que yo también lo he aprobado. ¿Crees que la profesora desaprobaría a alguien para ir a trabajar en las vacaciones?
- Su trabajo es enseñarnos y calificar sus trabajos como corresponde-me defendí algo ofendida por su comentario.
- Mira, te diré una cosa. El año pasado entré a este colegio a fin de año, no me preguntes el porque-agregó-. No hice absolutamente nada, no entregué trabajos, no hice tarea, no prestaba atención en clase ¿Y?
- ¿Y, que?- pregunté para que siga hablando.
- Pasé de año igual, tal vez mis notas fueron bajas pero aquí estoy. Así como tu no quieres ir a estudiar pero es tu obligación ir para ellos es lo mismo, si te desaprueban tendrán que trabajar en vacaciones y eso no es nada divertido.
- Pero igual, me saqué un excelente-le eché en cara ya que no podía decir nada contra lo que el me había dicho.
- Lo sé y te felicito pero tienes que abrir los ojos-me aconsejó-. ¿Crees que yo hice ese trabajo?
- Em...-me quedé pensando un momento buscando alguna posibilidad para que mi respuesta sea 'sí' pero no encontré ninguna-, no.
- Bien, entonces adivina que me he sacado en Historia-hice un silencio, no sabía que responder-. ¿Quieres saber?- asentí-, aprobado. Si bien no fue un excelente, aprobé por no hacer nada. Deberías tenerlo en cuenta para el año siguiente.
- No, yo seguiré haciendo mi tarea-dije.
- No estoy diciendo que no tienes que hacerla, es más es mejor que la hagas pero... puedes darte un buen respiro cada tanto si te sientes presionada por eso-hizo una pausa-, podrías contárselo a Maru. Creo que ella dejará los estudios apenas se lo digas.
- ¿Para que quieres que se lo diga? No quiero que terminé siendo como tu.
- ¿Eso es un alago? supongo que gracias.
- No, perdona no quise decir que... lo siento-me lamenté luego de darme cuenta de lo que dije.
- No te preocupes.
- ¿Por qué has faltado?-pregunté cambiando de tema- ¿Y como es que tienes tu trabajo si no has ido hoy?
- Pasé hace un rato por la escuela, se me han sumado varias faltas y ahora las tengo que ir a notificar. Les dije que estuve enfermo y me encontré con la profesora así que aprovecho a darme la nota y la hoja vacía que le entregué.
- No me has contestado porqué faltaste-repetí.
- Cosas..., es bastante difícil de explicar y no creo que sea el momento.
- ¿Cuántas cosas me ocultas?- pregunté inesperadamente-, digo... siempre me dices que no puedes contarme o que no es el momento.
- ¿Quieres saber cuántas?-preguntó acompañado de una risa-, muchas pero solo una es la más importante.
- ¿Vas a decírmelo algún día?- exigí saber-, quiero decirte que si no, comenzaré a espiarte. Nunca me quedo con la intriga.
- Te conozco y se como eres, aunque no lo creas-afirmó-, y sí, algún día voy a contártelo. En realidad estoy seguro de que te darás cuenta sola.
Gruñí, si había algo que me molestaba era que me dejaran con la intriga. No era la primera vez que Zayn me decía esto pero, sentía que yo sabía de lo que me estaba hablando pero no podía lograr entenderlo del todo.
- ¿Y bien?-pregunté tratando de comenzar otra conversación-, me aburro. Se supone que cuando uno tiene visitas no debe aburrirse.
- ¿Quieres divertirte?-preguntó con una sonrisa. Era un estúpido, en cuando se dio cuenta que entendí la frase en un segundo sentido comenzó a reírse-, bueno si te quieres divertir de esa manera también podemos.
- Ya, cállate-le ordené-. Tengo juegos de mesa en mi habitación. ¿Quieres jugar al estanciero?
- ¿Estás bromeando?-preguntó enarcando una ceja-, ni en broma. Además, no sé jugar a eso. El único juego de mesa que me gusta son las cartas.
- Creo que tengo cartas, te reto una partida.
- ¿Tienes películas? Este sillón está cómodo-apoyó los pies en la mesita, si mi mamá se enojaba cuando yo lo hacía no me quería imaginar si veía a Zayn así.
- Sí, pero las de Crepúsculo-comenté, tal vez se arrepentiría-. La saga completa-agregué al ver que no contestaba.
- Bueno, supongo que ya me ha llegado la hora-dijo-, jamás he visto esa película.
- ¡Iré a buscarlas!- exclamé entusiasmada, nunca me podía negar a ver las películas de esos vampiros. Edward me tenía loca.
Busqué los DVDs en los cajones de mesita de luz. Mi madre llegaría en unas... dos horas así que solo habría tiempo para ver una. Suponiendo que Zayn no había visto ninguna de las películas era conveniente que ponga la primera. Bajé las escaleras corriendo y casi más me mato, por suerte no se dio cuenta.
- Aquí la tengo- le avisé mientras le mostraba el disco-, te gustará. Lo sé.
- Dudo mucho que me vaya a gustar pero creo que soy capaz de soportar esta película para poder quedarme un rato contigo.
Apagué las luces y me senté al lado de Zayn quien enseguida paso su brazo por encima de mis hombros y me hizo apoyar mi cabeza en los suyos. Dudaba mucho que vaya a poder prestarle atención a la película estando así pero bueno, si enserio me interesaba podría hacerlo.
- ¿El vampiro está enamorado de ella?-preguntó en medio de la película-, no entiendo. La verdad me parece algo estúpido.
- Sh, cállate y déjame escuchar-le ordené-. Y Edward no es estúpido.
- Discúlpame no quise agredir a tu amor platónico-bromeó-, la verdad que Rosalie no está nada mal. Si algún día llegas a ver a Edward dile que me presente a la hermana.
- ¡Ya cállate!-protesté, no sé si por que quería ver la película o por el echo de que me molestaba que haya dicho eso sobre Rosalie-, y si llego a conocer a Edward no le diré nada sobre ti.
- Edward no existe acéptalo-dijo riendo-, jamás lo conocerás.
- Créeme que me costó mucho aceptar eso-confesé riendo-, antes pensaba que en verdad existía pero mi madre me lo contó. Digamos que todavía queda la posibilidad de que conozca a Robert Pattinson y se enamore perdidamente de mi, entonces el deja a Kristen y nos casamos.
- No dudo el echo de que si te ve se enamorará de ti, lo difícil será que lo veas-comentó-, digamos que se encuentra... un poco lejos.
- Tendré que conformarme con mis posters.
- Exactamente.
La puerta de entrada se abrió y mi madre encendió la luz. Me levanté de un salto quitándome el brazo de Zayn de mis hombros. Al parecer, no se había dado cuenta de que el se encontraba allí.
- Hola ____. ¿Qué tal te ha ido en el día?-preguntó mientras dejaba su saco en el perchero. Antes de que mirara al sillón le dije a Zayn que se acostara en el- ¿qué haces?- me apresuré a taparlo con una manta que había y le tapé los pies con un almohadón.
- Nada, solo... me voy a acostar a continuar viendo la película-comenté con una sonrisa.
- Espera a que guardé la comida en la heladera y la vemos juntas.
- Oh, no, no te preocupes- dije buscando alguna excusa para que no se sentara en el sillón. No encontré otra mejor que acostarme. Sabía que Zayn se estaba muriendo de la risa por dentro, pero si llegaba a escuchar un ruido salir de su boca lo mataría. Me acosté arriba de el, por suerte la manta esa nos separaba. Acomodé mi cabeza para no aplastar la suya.
- Esto está bastante cómodo ¿no crees?-susurró-, deberías sacar la manta.
- Cállate, cuando mi mamá suba a su habitación tienes que irte rápido ¿si?
- Claro, pero ¿podrías dejar de hacer peso muerto? me estás dejando sin respiración.
- Lo siento pero no puedo, cuando estoy nerviosa me pongo así.
- ¿Nerviosa de que tu madre te encuentre acostada arriba de un chico?-preguntó-, ah olvidé agregar que además estamos en su sofá.
- ¿Podrías ayudarme y dejar de presionarme?-le pedí-, además cállate y deja de hablar pensará que estoy loca.
- Lo estás, créeme.
- ¿_____, con quien hablas?-preguntó mi madre mientras volvía al living.
- ¿Qué?- me hice la desentendida, por suerte ella se encontraba cerca de las escaleras y bastante alejada del sofá-, no estoy hablando con nadie.
- Me pareció escuchar voces-rió-, tengo que buscar algo en tu habitación. Necesito esa cartera color beige que tienes.
- Oh, si está en mi armario- ¡sube rápido, no quiero matar a Zayn!-, apúrate que... en un rato subiré y no te dejaré entrar.
- No puedes prohibirme la entrada a tu cuarto, soy dueña de esta casa-me echó en cara riendo-, si no la encuentro me tendrás que ayudar.
Una vez que sentí la puerta de mi habitación cerrarse me levanté rápidamente del sillón.
- ¡Muévete!-le ordené a Zayn quitandole la manta de encima-, vamos tienes que irte.
- Que forma de despedirme-dijo mientras se dirigía a la puerta-, la he pasado bien. ¿no crees?
- Sí, lo creo-dije apresurada, si mi mamá me descubría estaba muerta. Antes de que pudiera cerrar la puerta Zayn me dio un beso cerca del labio, me sonrió y se dirigió a su auto que estaba estacionado en la esquina.
Cerré la puerta y subí a mi habitación con el DVD de la película, gracias a dios mi madre no se había enterado de nada. Mi corazón se estaba recuperando y había a comenzado a latir nuevamente. Los nervios me habían tensado.
- ¿La has encontrado?-pregunté mientras guardaba la película en la mesita-, está en mi armario hoy he acomodado todo.
- Cuéntame, ¿cuál fue la nota en tu trabajo?-preguntó mientras miraba mis carteras-. Me dijiste que te lo han dado.
- Oh si-recordé lo que Zayn me había dicho sobre las notas, pero igual, aunque no me lo haya merecido la profesora me lo puso-. Me saqué un excelente.
- ¡¿Enserio?!-preguntó sorprendida. ¿Acaso pensaba que era tan estúpida que no podía sacarme un diez?-, que bueno. Eso significa que tienes las vacaciones libres.
- Si eso creo. Oye mamá, mañana a las doce iré a la casa de Maru.
- ¿A las doce, para que?
- Iremos a un boliche que queda en el centro de la ciudad, me llevará en el auto-mentí-. Debo ir a su casa ya que no puede pasar por mi. En realidad si puede pero si viene a casa tendremos que tomar otro camino que nos queda bastante lejos.
A veces podía inventar excusas muy convincentes.
- Bueno, está bien-aceptó-. Pero quiero que sepas que es solo porqué te has sacado una buena nota en el trabajo. Mañana saldré con mis amigas a comer, así que no estaré a esa hora pero me avisas apenas llegas a la casa de Maru ¿entendido?
- Sí, yo te avisaré.
Ya es viernes. ¿Se preguntan porque no he hablado del miércoles y jueves, cierto? pues es simple, nada interesante paso en esos días. Con Maru entregamos el trabajo práctico y al parecer nos ha ido bastante bien. El profesor nos entregará hoy las notas, con eso sabremos si nos hemos llevado Historia a diciembre. No he salido con Zayn pero continuamos con nuestras discusiones y charlas diarias, nada del otro mundo. Lo único que fue medio raro es que Tracy se acercó a hablarme. Intenté prestarle atención pero cuando me di cuenta que lo que me decía se trataba sobre ella y Zayn acompañado con un 'Aléjate de el' dejé de escucharla, aunque también me pareció oír que Zayn la había invitado al baile pero hice oídos sordos a sus palabras.
Me levantó el sonido del celular. Me vestí con lo primero que encontré y bajé a desayunar, Maru me estaría esperando con el coche para ir a la escuela. Hoy se venía un día lleno de charlas. Estaba segura que no pararía de hablar sobre la fiesta de mañana. Todavía no sabía si iba a ir, no le había avisado a mi mamá. Supongo que si le digo que tengo que ir a la casa de Maru para que ella me lleve me creerá. Si iba, llegaría una o dos horas después. Sabía que era peligroso tomar el bus a las doce de la noche pero no creía que nada malo pudiera pasarme.
- ¿Qué tal?- preguntó Maru mientras me sentaba en el asiento del copiloto-, hoy será un gran día.
- ¿Enserio, por qué?- rematé confundida-, es un día normal.
- Claro que no, dime... ¿irás a la fiesta?- Sabía que Maru me preguntaría eso. Me estaba cuestionando lo mismo hace como cuatro días.
- No lo sé, supongo que si estoy aburrida o mis ganas de salir se encienden iré.
- Recuerda que el bus que está a tres calles de tu casa te dejará a cinco cuadras del boliche- me recordó-, tienes que ir. Esas fiestas se hacen una vez por año y son geniales.
- Lo tendré en cuenta.
Llegamos al colegio, por suerte no tuve que correr hacía mi casillero. Agarré los libros y me dirigí a la primer clase del día. Lengua. Al fin y al cabo esa clase se había vuelto una de mis favoritas, pero no exactamente por el profesor y los contenidos de la materia. Claro que no. Era una de mis favoritas porqué compartía asiento con la persona que me volvía loca. Si bien no eramos los compañeros de banco más normales y Zayn no era el chico más gracioso, divertido o simpático del curso a veces la pasábamos bien.
Me sorprendió el echo de no encontrarlo allí. Había faltado, bueno no es raro en Zayn faltar a la escuela pero quería verlo. Otro día más sin sus medias sonrisas que me ganaba al decir estupideces o sin sus frases raras llenas de cosas para pensar.
La siguiente clase fue Geografía, lamentablemente no me tocaba con Maru ya que ella se encontraba en la de Historia pero si no me equivocaba a ella ya le habían dado la nota del trabajo. A mi me la darían en la hora siguiente, solo deseaba haberme sacado más de un Aprobado para poder tener la materia adentro.
- Señorita _____-me llamó la profesora para entregarme el trabajo. Necesitaba una buena nota si o si-, muy bien. Al parecer no nos veremos en el verano.
Me sorprendí al ver que la nota era un excelente. ¿Acaso Maru y yo habíamos echo magia? Jamás nos habíamos sacado una nota así en un trabajo práctico. Estaba segura de que ella se había sacado la misma nota que yo, ya que habíamos echo el trabajo juntas. Al salir de la clase Maru me esperaba afuera con el folio en la mano.
- ¡Aprobamos!- exclamó contenta-. ¡Aprobamos el trabajo! ¿Puedes creerlo? ¡Un excelente!
- Esto es genial- dije emocionada-, pensé que me sacaría un regular algo por el estilo.
- Alégrate-dijo Maru con una sonrisa en el rostro-, ahora nuestras madres nos dejaran salir a todos lados. Estoy segura de que la mía estará orgullosa, jamás le he llevado un excelente y estaba empezando a preocuparle.
El viaje a casa lo tuve que hacer caminando. Maru tenía que ir a buscar a su madre al medico ya que tenía que hacerse unos estudios. Cuando llegué a casa lo primero que hice fue mandarle un mensaje a mi madre, no le diría que me saqué ya que cuando lo hiciera tendría que decirle que mañana por la noche tendría que ir a una fiesta.
Subí a mi habitación, la ordenaría un poco para perder el tiempo. Estaba tendiendo mi cama cuando mi celular comenzó a sonar. No podía distinguir si era una llamada o un mensaje ya que el tono era el mismo. Corrí hacía mi mochila y lo busqué. Era un mensaje, de un número desconocido.
"____, soy Zayn ¿cómo estás? :)'' Comencé a reírme. ¿Enserio? jamás imaginé que Zayn me mandaría un mensaje con una carita feliz, el parece ser tan maduro pero de a poco me voy dando cuenta de que no tiene nada de eso.
"Bien. ¿Sabes? Me sorprende el echo de que me estés mandando un mensaje y más cuando contiene una carita feliz. :):):):):)' Mensaje enviado, me senté en mi cama esperando a que me contestara.
"Oh lo siento, bueno supongo que debo seguir siendo alguien serio para hablar contigo. ¿Qué haces?'' Sonreí, no quería tardarme en responderle ya que esto no pasa nunca y ahora que pasa tenía que aprovecharlo.
"Ordenaba mi habitación. ¿Tu?''
"Nada, estoy parado frente a la puerta de tu casa tocando el timbre hace como veinte minutos esperando a que me abras, pero no hay caso ¿te has quedado sorda, ángel?''.
Me levanté de un salto. No había escuchado el timbre pero tampoco estaba sorda. Seguramente se había roto, pobre, es un estúpido ¿veinte minutos tocando el timbre? dejé el celular en mi cama y bajé corriendo las escaleras. Me miré en el espejo del living y abrí la puerta. Efectivamente allí se encontraba, tan guapo como siempre y con esa sonrisa que me encantaba. Llevaba las manos en los bolsillos de su pantalón.
- Supongo que el timbre de tu celular anda mejor que el de tu casa- comentó sin entrar-. ¿Invitarás a pasarme?
- Oh... claro, no tienes que pedir permiso.
- Lo tendré en cuenta, la próxima vez que venga a visitarte por la noche recuerdame entrar por la puerta.
- Lamento informarte que si sigues con tus visitas nocturnas tendrás que seguir trepando por la ventana-le advertí-, no entrarás por la puerta a las doce de la noche. Ni en chiste.
- Me pregunto a que he venido-murmuró pensativo-, supongo que quería verte. ¿Qué tal la escuela?
- Nada del otro mundo-comenté, pero luego recordé que me había sacado un excelente en el trabajo de Historia-. Va, si ha sido de otro mundo. ¡Aprobé el trabajo de historia!
- Genial-festejó con sarcasmo mientras se sentaba en el sillón-, estoy seguro de que yo también lo he aprobado. ¿Crees que la profesora desaprobaría a alguien para ir a trabajar en las vacaciones?
- Su trabajo es enseñarnos y calificar sus trabajos como corresponde-me defendí algo ofendida por su comentario.
- Mira, te diré una cosa. El año pasado entré a este colegio a fin de año, no me preguntes el porque-agregó-. No hice absolutamente nada, no entregué trabajos, no hice tarea, no prestaba atención en clase ¿Y?
- ¿Y, que?- pregunté para que siga hablando.
- Pasé de año igual, tal vez mis notas fueron bajas pero aquí estoy. Así como tu no quieres ir a estudiar pero es tu obligación ir para ellos es lo mismo, si te desaprueban tendrán que trabajar en vacaciones y eso no es nada divertido.
- Pero igual, me saqué un excelente-le eché en cara ya que no podía decir nada contra lo que el me había dicho.
- Lo sé y te felicito pero tienes que abrir los ojos-me aconsejó-. ¿Crees que yo hice ese trabajo?
- Em...-me quedé pensando un momento buscando alguna posibilidad para que mi respuesta sea 'sí' pero no encontré ninguna-, no.
- Bien, entonces adivina que me he sacado en Historia-hice un silencio, no sabía que responder-. ¿Quieres saber?- asentí-, aprobado. Si bien no fue un excelente, aprobé por no hacer nada. Deberías tenerlo en cuenta para el año siguiente.
- No, yo seguiré haciendo mi tarea-dije.
- No estoy diciendo que no tienes que hacerla, es más es mejor que la hagas pero... puedes darte un buen respiro cada tanto si te sientes presionada por eso-hizo una pausa-, podrías contárselo a Maru. Creo que ella dejará los estudios apenas se lo digas.
- ¿Para que quieres que se lo diga? No quiero que terminé siendo como tu.
- ¿Eso es un alago? supongo que gracias.
- No, perdona no quise decir que... lo siento-me lamenté luego de darme cuenta de lo que dije.
- No te preocupes.
- ¿Por qué has faltado?-pregunté cambiando de tema- ¿Y como es que tienes tu trabajo si no has ido hoy?
- Pasé hace un rato por la escuela, se me han sumado varias faltas y ahora las tengo que ir a notificar. Les dije que estuve enfermo y me encontré con la profesora así que aprovecho a darme la nota y la hoja vacía que le entregué.
- No me has contestado porqué faltaste-repetí.
- Cosas..., es bastante difícil de explicar y no creo que sea el momento.
- ¿Cuántas cosas me ocultas?- pregunté inesperadamente-, digo... siempre me dices que no puedes contarme o que no es el momento.
- ¿Quieres saber cuántas?-preguntó acompañado de una risa-, muchas pero solo una es la más importante.
- ¿Vas a decírmelo algún día?- exigí saber-, quiero decirte que si no, comenzaré a espiarte. Nunca me quedo con la intriga.
- Te conozco y se como eres, aunque no lo creas-afirmó-, y sí, algún día voy a contártelo. En realidad estoy seguro de que te darás cuenta sola.
Gruñí, si había algo que me molestaba era que me dejaran con la intriga. No era la primera vez que Zayn me decía esto pero, sentía que yo sabía de lo que me estaba hablando pero no podía lograr entenderlo del todo.
- ¿Y bien?-pregunté tratando de comenzar otra conversación-, me aburro. Se supone que cuando uno tiene visitas no debe aburrirse.
- ¿Quieres divertirte?-preguntó con una sonrisa. Era un estúpido, en cuando se dio cuenta que entendí la frase en un segundo sentido comenzó a reírse-, bueno si te quieres divertir de esa manera también podemos.
- Ya, cállate-le ordené-. Tengo juegos de mesa en mi habitación. ¿Quieres jugar al estanciero?
- ¿Estás bromeando?-preguntó enarcando una ceja-, ni en broma. Además, no sé jugar a eso. El único juego de mesa que me gusta son las cartas.
- Creo que tengo cartas, te reto una partida.
- ¿Tienes películas? Este sillón está cómodo-apoyó los pies en la mesita, si mi mamá se enojaba cuando yo lo hacía no me quería imaginar si veía a Zayn así.
- Sí, pero las de Crepúsculo-comenté, tal vez se arrepentiría-. La saga completa-agregué al ver que no contestaba.
- Bueno, supongo que ya me ha llegado la hora-dijo-, jamás he visto esa película.
- ¡Iré a buscarlas!- exclamé entusiasmada, nunca me podía negar a ver las películas de esos vampiros. Edward me tenía loca.
Busqué los DVDs en los cajones de mesita de luz. Mi madre llegaría en unas... dos horas así que solo habría tiempo para ver una. Suponiendo que Zayn no había visto ninguna de las películas era conveniente que ponga la primera. Bajé las escaleras corriendo y casi más me mato, por suerte no se dio cuenta.
- Aquí la tengo- le avisé mientras le mostraba el disco-, te gustará. Lo sé.
- Dudo mucho que me vaya a gustar pero creo que soy capaz de soportar esta película para poder quedarme un rato contigo.
Apagué las luces y me senté al lado de Zayn quien enseguida paso su brazo por encima de mis hombros y me hizo apoyar mi cabeza en los suyos. Dudaba mucho que vaya a poder prestarle atención a la película estando así pero bueno, si enserio me interesaba podría hacerlo.
- ¿El vampiro está enamorado de ella?-preguntó en medio de la película-, no entiendo. La verdad me parece algo estúpido.
- Sh, cállate y déjame escuchar-le ordené-. Y Edward no es estúpido.
- Discúlpame no quise agredir a tu amor platónico-bromeó-, la verdad que Rosalie no está nada mal. Si algún día llegas a ver a Edward dile que me presente a la hermana.
- ¡Ya cállate!-protesté, no sé si por que quería ver la película o por el echo de que me molestaba que haya dicho eso sobre Rosalie-, y si llego a conocer a Edward no le diré nada sobre ti.
- Edward no existe acéptalo-dijo riendo-, jamás lo conocerás.
- Créeme que me costó mucho aceptar eso-confesé riendo-, antes pensaba que en verdad existía pero mi madre me lo contó. Digamos que todavía queda la posibilidad de que conozca a Robert Pattinson y se enamore perdidamente de mi, entonces el deja a Kristen y nos casamos.
- No dudo el echo de que si te ve se enamorará de ti, lo difícil será que lo veas-comentó-, digamos que se encuentra... un poco lejos.
- Tendré que conformarme con mis posters.
- Exactamente.
La puerta de entrada se abrió y mi madre encendió la luz. Me levanté de un salto quitándome el brazo de Zayn de mis hombros. Al parecer, no se había dado cuenta de que el se encontraba allí.
- Hola ____. ¿Qué tal te ha ido en el día?-preguntó mientras dejaba su saco en el perchero. Antes de que mirara al sillón le dije a Zayn que se acostara en el- ¿qué haces?- me apresuré a taparlo con una manta que había y le tapé los pies con un almohadón.
- Nada, solo... me voy a acostar a continuar viendo la película-comenté con una sonrisa.
- Espera a que guardé la comida en la heladera y la vemos juntas.
- Oh, no, no te preocupes- dije buscando alguna excusa para que no se sentara en el sillón. No encontré otra mejor que acostarme. Sabía que Zayn se estaba muriendo de la risa por dentro, pero si llegaba a escuchar un ruido salir de su boca lo mataría. Me acosté arriba de el, por suerte la manta esa nos separaba. Acomodé mi cabeza para no aplastar la suya.
- Esto está bastante cómodo ¿no crees?-susurró-, deberías sacar la manta.
- Cállate, cuando mi mamá suba a su habitación tienes que irte rápido ¿si?
- Claro, pero ¿podrías dejar de hacer peso muerto? me estás dejando sin respiración.
- Lo siento pero no puedo, cuando estoy nerviosa me pongo así.
- ¿Nerviosa de que tu madre te encuentre acostada arriba de un chico?-preguntó-, ah olvidé agregar que además estamos en su sofá.
- ¿Podrías ayudarme y dejar de presionarme?-le pedí-, además cállate y deja de hablar pensará que estoy loca.
- Lo estás, créeme.
- ¿_____, con quien hablas?-preguntó mi madre mientras volvía al living.
- ¿Qué?- me hice la desentendida, por suerte ella se encontraba cerca de las escaleras y bastante alejada del sofá-, no estoy hablando con nadie.
- Me pareció escuchar voces-rió-, tengo que buscar algo en tu habitación. Necesito esa cartera color beige que tienes.
- Oh, si está en mi armario- ¡sube rápido, no quiero matar a Zayn!-, apúrate que... en un rato subiré y no te dejaré entrar.
- No puedes prohibirme la entrada a tu cuarto, soy dueña de esta casa-me echó en cara riendo-, si no la encuentro me tendrás que ayudar.
Una vez que sentí la puerta de mi habitación cerrarse me levanté rápidamente del sillón.
- ¡Muévete!-le ordené a Zayn quitandole la manta de encima-, vamos tienes que irte.
- Que forma de despedirme-dijo mientras se dirigía a la puerta-, la he pasado bien. ¿no crees?
- Sí, lo creo-dije apresurada, si mi mamá me descubría estaba muerta. Antes de que pudiera cerrar la puerta Zayn me dio un beso cerca del labio, me sonrió y se dirigió a su auto que estaba estacionado en la esquina.
Cerré la puerta y subí a mi habitación con el DVD de la película, gracias a dios mi madre no se había enterado de nada. Mi corazón se estaba recuperando y había a comenzado a latir nuevamente. Los nervios me habían tensado.
- ¿La has encontrado?-pregunté mientras guardaba la película en la mesita-, está en mi armario hoy he acomodado todo.
- Cuéntame, ¿cuál fue la nota en tu trabajo?-preguntó mientras miraba mis carteras-. Me dijiste que te lo han dado.
- Oh si-recordé lo que Zayn me había dicho sobre las notas, pero igual, aunque no me lo haya merecido la profesora me lo puso-. Me saqué un excelente.
- ¡¿Enserio?!-preguntó sorprendida. ¿Acaso pensaba que era tan estúpida que no podía sacarme un diez?-, que bueno. Eso significa que tienes las vacaciones libres.
- Si eso creo. Oye mamá, mañana a las doce iré a la casa de Maru.
- ¿A las doce, para que?
- Iremos a un boliche que queda en el centro de la ciudad, me llevará en el auto-mentí-. Debo ir a su casa ya que no puede pasar por mi. En realidad si puede pero si viene a casa tendremos que tomar otro camino que nos queda bastante lejos.
A veces podía inventar excusas muy convincentes.
- Bueno, está bien-aceptó-. Pero quiero que sepas que es solo porqué te has sacado una buena nota en el trabajo. Mañana saldré con mis amigas a comer, así que no estaré a esa hora pero me avisas apenas llegas a la casa de Maru ¿entendido?
- Sí, yo te avisaré.
MrsMalikStyles
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Capítulo 53. Maratón 5/5
Me levanté a las dos de la tarde. Ya estaba acostumbrada a eso. Tenía que llamar a Maru, estaba segura de que iría a la fiesta. Por lo menos para no aburrirme en casa.
Marqué su número y esperé a que contestara.
- ¡____!-exclamó ella desde el otro lado-, ¿qué ha pasado?
- Quería avisarte que iré a esa fiesta-comenté-, pero necesito que me digas bien la dirección.
- Regent, no sé exactamente el número pero cuando estés en esa calle te darás cuenta cual es el lugar. ¿Le has dicho a tu madre que irás a mi casa?
- Sí, le dije que me llevarías-le avisé-. Igual, iré una o dos horas más tarde ¿si? no quiero aburrirme.
- Claro, no hay problema. Entonces nos vemos hoy-festejó entusiasmada-, Antonella irá con Niall también.
- Oye, ¿estás segura que las calles por allí son seguras?-pregunté-, es que llegaré a eso de las doce y no me fío de caminar sola por ahí.
- No lo sé, la última vez que fui me llevaron en auto-respondió-, si te pierdes pregúntale a alguien. ¿Si?
- Ok, bueno entonces nos vemos hoy por la noche-me despedí.
Corté la llamada y me senté en el sofá. Enseguida se me vino a la mente lo que había pasado ayer. A pesar de que fue una mala pasada ahora me causaba gracia. ¿Qué habría sido de mi si mi mamá veía a Zayn? No creo que se fuera a enojar si lo veía sentado conmigo pero si lo encontraba escondido y conmigo arriba no le agradaría mucho.
Mientras ''miraba'' la tele me puse a pensar en que me pondría. Pensé seriamente la idea de robarle unos tacones a mi madre para ir. Sabía que no podía caminar con esos pero haría la prueba, además si Maru me iba a obligar a llevar unos al baile de fin de año tendría que practicar un poco. El problema era encontrar un par de tacos decentes en el armario de mi madre, dudaba mucho que ella llegara a tener unos que me gustasen y sean algo cómodos.
Oh, ahora que recordaba también tenía que avisarle a mi madre que mañana iríamos a comprar los vestidos. Necesitaba dinero, con mis ahorros no me alcanzaría ni para los zapatos. No me encontraba muy entusiasmada con la idea de ir de compras, la última vez que fui al centro del pueblo no la había pasado muy bien.
- ¿_____?-mi madre entró a casa con las bolsas de las compras-, ayúdame con las bolsas que están en el auto.
Me levanté y me dirigí al auto. ¿Cuántas cosas compra mi madre en el supermercado? Como si se pasara el día en casa cocinando. Luego cuando la comida se vence tenemos que tirarla toda. Yo no cocino y ella nunca está aquí, siempre terminamos comiendo comida rápida.
No sé como se pasó el día, lo único que me acuerdo es que comencé a leer un libro y me quedé dormida. Mi madre me levantó a eso de las diez para decirme que comience a ducharme y vestirme para ir a lo de Maru. Ella se tenía que ir a las once treinta a un restaurante para cenar con sus amigas. Antes de bañarme bajé a la cocina, tenía que pedirle un par de zapatos.
- ¿Hija?-preguntó mientras se lavaba las manos-, tienes que apurarte conociéndote si no empiezas ahora no llegaras.
- Lo sé, pero necesito que me prestes un par de zapatos-le pedí-, es que Maru me dijo que ella llevara unos y yo...
Bueno, esa excusa serviría para luego no tener que dar explicaciones.
- Claro, busca en el armario-comentó-. Creo que hay un par que te gustará los otros son más para adultos.
Subí rápidamente al cuarto de mi mamá. Ahora sí, tenía que apurarme. No me convenía salir muy tarde a tomar el autobús para ir a la ciudad y menos cuando no sabía el camino correcto hacía el lugar. Si mi madre se enteraba de lo que estaba planeando me mataría, por suerte ella sigue creyendo que iré a lo de Maru. Dios quiera que no se le ocurra llamar a la mamá para preguntarle si estoy allí porque si no moriría.
Me duché, ya eran las doce menos cuarto para cuando salí del baño. Maru y los demás ya debían de estar allí. Revisé mi celular, no tenía mensajes al parecer todo estaba bien. Mi madre ya se había ido y solo faltaba que me vistiera y vaya a esperar el autobús. Me cabié y guardé el celular y un saco en la cartera. Suponía que por la hora que era habría algo de viento. Esto de estar con los tacos de mi madre me hacían caminar algo raro, por suerte no tenían mucha altura y eran bastantes cómodos.
Todo saldría bien, mi madre pensaba que estaba en lo de Maru. Ella confía en mi, no llamará a la mamá de mi amiga para confirmar que estoy ahí. Bueno, con eso estoy tratando de convencerme pero no estoy del todo segura de que esto salga bien. Caminé esas tres cuadras hasta la parada del bus. Me aterró el echo de que se encontrara vacío, eso no parecía muy seguro. Pagué el boleto y me senté en uno de los asientos del fondo inclinándome los suficiente como para que el conductor no pudiera verme por el retrovisor. Si bien todo se encontraba bien el corazón me latía a mil. Nunca pensé que haría esto, cada vez me estoy convenciendo más de que me estoy transformando en una de esas típicas adolescentes rebeldes. Pero si estoy segura de algo es que fue Zayn quien produjo este cambio en mi. El fue el que me hizo escapar varias veces y ya le he tomado la mano.
Cuando empecé a notar que había cada vez más luces en las calles supuse que ya nos encontrábamos en la ciudad. A pesar de ser las doce treinta de la noche el centro se encontraba bastante iluminado. Me levanté y me dirigí a la puerta para bajar. Le preguntaría al conductor en que calle me encontraba y si sabía por donde tenía que ir para dirigirme a ese boliche.
- Disculpe, quería preguntarle en que calle nos encontramos ahora-le pedí lo más amable posible. Tenía bastante en cuenta que cualquier persona que se encontraba trabajando a esa hora de la noche no podía encontrarse de muy buen humor.
- Haymarket-contestó de mala gana-, por como estás vestida imagino a donde vas. No te encuentras lejos pero debes tener cuidado al caminar porque las calles son muy oscuras por allí.
- ¿Y no habría otro camino que me lleve hasta ese lugar sin tener que pasar por esas calles?-pregunté en busca de una respuesta positiva.
- No lo creo, no conozco mucho la zona pero las únicas calles que te dejan en Regent son esas.
- Muchas gracias, bajaré aquí.
Esperé a que me abra la puerta y me bajé. Me quedé parada viendo como el bus se alejaba. El tipo me había dicho que las calles eran oscuras y si eran oscuras podría relacionarlas con peligrosas. ¿Valía la pena ir a ese boliche? Creo que tendría que haberle dicho que no iría a Maru, pero ya está, ahora tenía que hacerlo. Lo peor era que no sabía exactamente por que calles ir, si doblaba en la equivocada estaría perdida.
Comencé a caminar lentamente, hasta por donde iba el camino no era oscuro. Me agarró un escalofrío al sentir pasos por detrás mio. ¿Enserio? esto era lo último que podía faltarme. Mi corazón comenzó a latir a toda prisa. Me repetí una y mil veces que no debía preocuparme, seguramente había alguien que se estaba dirigiendo al mismo lugar que yo. No debía preocuparme, no, no tenía que hacerlo. A medida que avanzaba continuaba sintiendo esos pasos por detrás mio. Ya no prestaba atención a por donde caminaba, no sabía si estaba perdida o iba en la dirección correcta de lo único que me había dado cuenta es que ahora sí, como había dicho el chofer las calles estaban extremadamente oscuras. Me arrepentía de haberme puesto los tacos de mi madre. Si la persona me estaba siguiendo y me empezaba a correr no duraría mucho, estos zapatos me están haciendo doler los pies como ningunos y si no puedo caminar bien menos voy a poder correr. Pequeños faroles las calles alumbraban cada tanto. Los pasos habían cesado pero una figura en la esquina me paralizo. Por suerte a medida que avanzaba pude darme cuenta que se trataba de una señora pobre que se acercaba a mi con un chango medio rotoso.
- Oh, mira que tenemos por aquí Benito-murmuró la señora. Pude darme cuenta que le hablaba a su gato-, una jovencita perdida.
- ¿Usted sabe donde se encuentra la calle Regent?-pregunté temerosa. Jamás me había sentido tan asustada.
- Debes dirigirte a ese baile ¿cierto? todos los años pasa lo mismo-rió mostrando su fea dentadura-, sé por donde queda pero también debes saber que aquí nada es gratuito.
- No tengo dinero encima-tartamudeé-, no puedo darle nada.
- Tienes un lindo saco que me serviría de mucho en estas noches de viento-comentó mientras se acercaba aún más a mi. Por suerte su viejo carro nos separaba, la calle estaba tan oscura que apenas podía verla.
- ¿Quiere mi saco?-pregunté para comprobar que lo que había dicho era cierto.
- Si quieres saber como llegar a ese lugar tendrás que darmelo si no... buena suerte en el intento de llegar.
Me quité el abrigo, una brisa recorrió mi cuerpo haciéndome poner la piel de gallina. Le entregué el abrigo a la vieja manteniendo la distancia que nos separaba.
- ¿Quieres ir por el camino corto o el largo?-preguntó.
- Por el corto sería mejor-respondí de mala gana, esto me estaba colmando.
- Bien, entonces veo que tendrás que darme otra cosa.
- ¿Otra cosa más?- estaba indignada-, no tengo más nada para poder darle.
- Dame tu cartera-me ordenó-, necesito algo que combine con mi saco nuevo.
Abrí la cartera y saqué el celular y el dinero para la entrada. El resto, eran cosas sin sentido como chicles y gomitas para el pelo. Le entregué la cartera y me sonrió.
- ¿Ves el callejón que está allí?-señaló por arriba de mi hombro-, es por allí lo cruzas y llegas.
A bueno, si esto era verdad me recibía de estúpida. ¡Le dí mi saco y mi cartera y el camino se encontraba menos de tres metros míos! Me dirigí hacía el callejón ese, la señora me estaba siguiendo. De pronto sentí un escalofrío, la persona que me estaba siguiendo hace un rato estaba aquí. Me dí vuelta y sentí un disparo que terminó atravesando a la señora delante de mis ojos. ¡Estúpidos tacones, no tenía tiempo para sacarmelos! La imagen que había visto recién fue horrible, alguien había matado a la señora y estaba segura de que venía por mi. Comencé a correr en busca del callejón que estaba a tres metros.
Efectivamente la señora me había engañado y era un callejón sin salida. No tenía lugar para esconderme. Estaba temblando y las lagrimas caían desesperadamente por mi cara. Si seguía así no faltaba mucho para desmayarme. El corazón se me estaba por salir. Una camioneta se metió en el lugar frenando estrepitosamente, un hombre alto con la cara encubierta se bajó del auto, llevaba un arma en la mano. Me apuntó al pecho.
En este preciso momento se me pasaban por la cabeza todas las cosas que había vivido y no supe aprovechar. ¿Era el la persona que mató a mi padre? ¿Ese hombre que se encontraba por detrás del trapo? ¿El me había mandado las amenazas? No, no lo veía posible. Ese tipo ni siquiera me parecía familiar, probablemente era un ladrón. De otra cosa que me pude dar cuenta era de que habían más personas en la camioneta pero estaba tan nerviosa que ni me gasté en ver si podía reconocer a alguna. Volví mi mirada al tipo que me estaba apuntando. Parecía nervioso, algo en su mirada me decía que el no quería hacerlo, que lo estaban obligando. Con la otra mano sacó su celular del bolsillo, lo estaban llamando. ¿Era este el momento perfecto para escapar? No, para nada. Había hombres en la camioneta, debían ser como cuatro y si corría me atraparían al instante. Estos tacos me han traído mala suerte.
- ¿Está seguro señor?-preguntó el hombre con la mirada fija en mi-. Sí, aquí la tenemos. ¿Entonces que hacemos?. Está bien, lo que usted diga. Adiós.
Cortó y volvió a guardar su teléfono.
- Estoy seguro de que no quieres terminar como la pobre señora que acabo de matar-comentó-, pero para eso tienes que darme algo.
Espero que ese algo no sea lo que estaba pensando por qué si no, preferiría morir. Me preguntaba que estaría haciendo Zayn ahora. El siempre aparece en el momento adecuado ¿Porqué no está aquí? lo necesito, estoy segura que si el viene todo saldría bien.
- Bien, veo que no contestas-siguió-, necesito que me des tu celular y todo el dinero que llevas encima-me ordenó-, si no creo que tendré que hacer uso de este lindo objeto-miró el arma y me apuntó a la cabeza.
Moví las manos temerosa en mis bolsillos. ¿Tendría la señora alguna posibilidad de seguir viva? No podía pararme a pensar en eso. Saqué el celular y el poco dinero que traía. Se lo entregué sin decir ninguna palabra.
- Igual no creas que esto terminó aquí-me avisó-, no te he matado porqué me acaban de ordenar que no lo haga. Deberías agradecerme que sigues con vida. Adiós, supongo que si todo es como yo creo estarás muerta en menos de un mes.
Me quedé mirando como se dirigía al auto y azotaba la puerta. La persona que estaba sentada del lado del copiloto me miró, tampoco la reconocía. No me encontraba en un estado apto como para poder reconocer a alguien pero si había algo que tenía en claro era que jamás en mi vida había visto a esas dos personas.
Una vez que estuve segura de que ya se habían alejado me concentré en recuperar el movimiento de mi cuerpo. Había quedado paralizada y lo único que hacía era sollozar y tiritar de frío. Necesitaba encontrar una cabina telefónica y llamar a alguien para que me pase a buscar. También tenía que ver en que estado se encontraba la señora, por más que se haya robado mi saco y mi cartera nadie merecía la muerte de esa manera y más aún si la habían matado por mi culpa.
Caminé hasta donde había estado hace media hora. La señora se encontraba en el piso y su gato estaba junto a ella maullando. Me arrodille a su lado, el olor a sangre me mareó pero tenía que superar eso, no podía dejar que me nublara solo por un estúpido olor. Mientras más lagrimas caían de mis ojos busqué con mi mano donde se encontraba el corazón de la señora. Tenía que saber si estaba con vida, si tenía alguna posibilidad de revivir correría por ayuda si no, me dirigiría a una cabina telefónica y llamaría a Zayn para que me viniera a buscar. El solo podría entender esto que había pasado y no había otra persona en este mundo a la cual necesitara más en este preciso momento.
La mujer estaba muerta, antes de levantarme me dí cuenta que no tenía ni mi cartera ni el saco. Se lo habían llevado esos hombres, claro, eso era lo que buscaban además de mi. Información por si no lograban matarme. Tal vez por eso luego me corrieron hasta el callejón, cuando se dieron cuenta que mi celular no se encontraba en la cartera tenían que buscarme para quitármelo. Aunque... no creo que haya sido tan así, el hombre que me siguió tenía planeado matarme tuviera o no el celular... solo que una persona le dio la orden de que no lo haga. ¿Quién habrá sido? ¿Me conocía, esos hombres me conocían? Cuando pude darme cuenta donde estaba me encontraba adentró de una cabina telefónica. Estaba todo oscuro y me costaba ver los números. Había un solo problema ¿cuál era el teléfono de Zayn? traté de recordar cuantas veces lo había visto en mi celular. Traté de recordarlo y por suerte pude.
- ¿Hola?
- Zayn...-sollocé al escuchar su voz, una ola de tranquilidad recorrió mi cuerpo haciendo que más lagrimas cayeran de mis ojos-, Zayn...
- ¿Qué ha pasado?-preguntó preocupado- ¿dónde te encuentras?
- Necesito que...-no podía hablar, simplemente me había quedado sin palabras y las pocas que me salían quedaban en el aire sin formar nada coherente-, tienes que...
- ¿Donde estás?- exigió saber con cierta desesperación-, no pierdas tiempo, dime donde estás.
- Regent, pero del lado de los callejones.
Zayn cortó la llamada. Dejé el teléfono colgando y me deslicé por una de las paredes de la cabina, rodeé mis piernas con los brazos y reguardé mi cabeza allí. Ahora lo único que faltaba era esperar a que Zayn llegara y todo estaría bien. ¿A quién engañaba? Nada estaría bien, la señora seguiría muerta y esos hombres seguirían buscándome para matarme. ¿Seguirían dando vueltas por aquí? ¿Estarán esperando verme cruzar alguna calles para terminar con mi vida? Lo único que podía hacer ahora era llorar, llorar y nada más. Todo estaba demasiado oscuro y mis pies me estaban haciendo doler. Sentí que alguien abría la puerta, no me asusté ya que su olor inundo el pequeño lugar. Se arrodilló a mi lado y me pasó un saco por los hombros. Tomó mi cintura y me levantó lentamente. Apenas estuve de pie lo abracé, necesitaba tenerlo cerca, lo más cerca posible.
- Ya está, ya está-trató de tranquilizarme-. Estoy aquí nada podrá pasarte. ¿Si, ángel? Tranquila.
Respiré hondo y me separé de el. Lo miré a los ojos, no lo notaba preocupado pero el sí notó el miedo que tenía. Me tomó de la cintura y salimos de allí. Me abrió la puerta del copiloto y me sentó con cuidado. El mundo me daba vueltas y estaba segura de que ahora tendría que darle un montón de explicaciones.
- ¿Qué hacías aquí y a esta hora?-preguntó-, no creo que haya sido una casualidad. Sabes que es peligroso-puso el auto en marcha y piso el freno.
- Te...tenía que ir a ese lugar...-trataba de buscar palabras lo más decentes posibles-, Maru me había invitado y dije que llegaría más tarde.
- Entiendo-afirmó-, pero dime ¿qué paso? ¿viste a alguien?
- ¡Espera!-exclamé al recordar el cuerpo de la señora-, había una señora allí... estaba muerta pero tal vez si la llevamos a un hospital.
- Ya la he visto-me avisó-, no hay posibilidades de que reviva la han matado. ¿Sabes quien ha sido?
- Estaba detrás de ella cuando le dispararon-sollocé mientras recordaba la horrible imagen-, y no. No pude ver quien fue tenía la cara tapada.
- ¿Te han echo algo?-preguntó-. ¿Te encuentras bien, cierto?
- No, no me han echo nada-dije-, pero cuando llegué a ese callejón me dí cuenta que no tenía salida y me encerró el mismo tipo que mato a la señora.... No estaba solo-trataba de recordar todo los detalles posibles.
- ¿Quién más estaba con el?
- Había una gran camioneta blanca-Zayn se enfureció y golpeó su mano contra el volante, me asusté ante esa reacción pero supuse que no tenía nada que ver-, había como... tres hombres más allí dentro.
- ¿Qué te hicieron?
- Nada, al principio me apuntaron con el arma pero luego de una llamada solo me quitaron el celular y el dinero que llevaba pero me dijeron que si todo esto salía como ellos querían iba a morir en menos de un mes.
- ¿Reconociste a alguna de esas personas?
- No... jamás las había visto. Llevaban la cara tapada pero la forma del cuerpo no... no se me hacía familiar-intenté recordar más cosas-, también le quitaron mi cartera y el saco a la anciana.
- ¿Qué hacía esa señora con tus cosas?
- Tuve que darselas para que me dijera como llegar al lugar. Tengo que llamar a Maru debe estar preocupada por mi... no tengo mi celular.
- Llámala del mio-Zayn abrió la guantera y me dio su celular-, no lo tiene agendado. Si te pregunta... trata de no contarle nada ¿si?
- No, no se lo diré.
Marqué el número de Maru pero no me contestó. La llamé otra vez pero tampoco, bueno la tercera es la vencida.
- ¡_____!-exclamó- ¿dónde estás? Te he estado llamando al celular pero no contestas. Me atendió un hombre pero me cortó. ¿Estás bien?
- Sí, estoy genial-mentí con todo el dolor del mundo, se me hacía bastante difícil reprimir las lagrimas.
- ¿No vendrás, no? Se ha echo tarde, si todavía no has salido no vengas-me recomendó-, no me enojaré.
- No iré entonces-me excusé-, estoy en casa todavía y me siento algo... mal.
- ¿Qué le ha pasado a tu celular?-preguntó.
- ¿Está bien, le ha pasado algo?- escuché que le preguntaba Harry. Sonreí al ver que se preocupaba por mi.
- Sí, está en su casa-le contestó Maru en un susurró.
- Lo perdí... se me cayó en la calle y me lo robaron-mentí, al parecer esto se me estaba haciendo costumbre últimamente-, Maru tengo que cortar ¿si? estoy bien no sé preocupen por mi.
Me levanté a las dos de la tarde. Ya estaba acostumbrada a eso. Tenía que llamar a Maru, estaba segura de que iría a la fiesta. Por lo menos para no aburrirme en casa.
Marqué su número y esperé a que contestara.
- ¡____!-exclamó ella desde el otro lado-, ¿qué ha pasado?
- Quería avisarte que iré a esa fiesta-comenté-, pero necesito que me digas bien la dirección.
- Regent, no sé exactamente el número pero cuando estés en esa calle te darás cuenta cual es el lugar. ¿Le has dicho a tu madre que irás a mi casa?
- Sí, le dije que me llevarías-le avisé-. Igual, iré una o dos horas más tarde ¿si? no quiero aburrirme.
- Claro, no hay problema. Entonces nos vemos hoy-festejó entusiasmada-, Antonella irá con Niall también.
- Oye, ¿estás segura que las calles por allí son seguras?-pregunté-, es que llegaré a eso de las doce y no me fío de caminar sola por ahí.
- No lo sé, la última vez que fui me llevaron en auto-respondió-, si te pierdes pregúntale a alguien. ¿Si?
- Ok, bueno entonces nos vemos hoy por la noche-me despedí.
Corté la llamada y me senté en el sofá. Enseguida se me vino a la mente lo que había pasado ayer. A pesar de que fue una mala pasada ahora me causaba gracia. ¿Qué habría sido de mi si mi mamá veía a Zayn? No creo que se fuera a enojar si lo veía sentado conmigo pero si lo encontraba escondido y conmigo arriba no le agradaría mucho.
Mientras ''miraba'' la tele me puse a pensar en que me pondría. Pensé seriamente la idea de robarle unos tacones a mi madre para ir. Sabía que no podía caminar con esos pero haría la prueba, además si Maru me iba a obligar a llevar unos al baile de fin de año tendría que practicar un poco. El problema era encontrar un par de tacos decentes en el armario de mi madre, dudaba mucho que ella llegara a tener unos que me gustasen y sean algo cómodos.
Oh, ahora que recordaba también tenía que avisarle a mi madre que mañana iríamos a comprar los vestidos. Necesitaba dinero, con mis ahorros no me alcanzaría ni para los zapatos. No me encontraba muy entusiasmada con la idea de ir de compras, la última vez que fui al centro del pueblo no la había pasado muy bien.
- ¿_____?-mi madre entró a casa con las bolsas de las compras-, ayúdame con las bolsas que están en el auto.
Me levanté y me dirigí al auto. ¿Cuántas cosas compra mi madre en el supermercado? Como si se pasara el día en casa cocinando. Luego cuando la comida se vence tenemos que tirarla toda. Yo no cocino y ella nunca está aquí, siempre terminamos comiendo comida rápida.
No sé como se pasó el día, lo único que me acuerdo es que comencé a leer un libro y me quedé dormida. Mi madre me levantó a eso de las diez para decirme que comience a ducharme y vestirme para ir a lo de Maru. Ella se tenía que ir a las once treinta a un restaurante para cenar con sus amigas. Antes de bañarme bajé a la cocina, tenía que pedirle un par de zapatos.
- ¿Hija?-preguntó mientras se lavaba las manos-, tienes que apurarte conociéndote si no empiezas ahora no llegaras.
- Lo sé, pero necesito que me prestes un par de zapatos-le pedí-, es que Maru me dijo que ella llevara unos y yo...
Bueno, esa excusa serviría para luego no tener que dar explicaciones.
- Claro, busca en el armario-comentó-. Creo que hay un par que te gustará los otros son más para adultos.
Subí rápidamente al cuarto de mi mamá. Ahora sí, tenía que apurarme. No me convenía salir muy tarde a tomar el autobús para ir a la ciudad y menos cuando no sabía el camino correcto hacía el lugar. Si mi madre se enteraba de lo que estaba planeando me mataría, por suerte ella sigue creyendo que iré a lo de Maru. Dios quiera que no se le ocurra llamar a la mamá para preguntarle si estoy allí porque si no moriría.
Me duché, ya eran las doce menos cuarto para cuando salí del baño. Maru y los demás ya debían de estar allí. Revisé mi celular, no tenía mensajes al parecer todo estaba bien. Mi madre ya se había ido y solo faltaba que me vistiera y vaya a esperar el autobús. Me cabié y guardé el celular y un saco en la cartera. Suponía que por la hora que era habría algo de viento. Esto de estar con los tacos de mi madre me hacían caminar algo raro, por suerte no tenían mucha altura y eran bastantes cómodos.
Todo saldría bien, mi madre pensaba que estaba en lo de Maru. Ella confía en mi, no llamará a la mamá de mi amiga para confirmar que estoy ahí. Bueno, con eso estoy tratando de convencerme pero no estoy del todo segura de que esto salga bien. Caminé esas tres cuadras hasta la parada del bus. Me aterró el echo de que se encontrara vacío, eso no parecía muy seguro. Pagué el boleto y me senté en uno de los asientos del fondo inclinándome los suficiente como para que el conductor no pudiera verme por el retrovisor. Si bien todo se encontraba bien el corazón me latía a mil. Nunca pensé que haría esto, cada vez me estoy convenciendo más de que me estoy transformando en una de esas típicas adolescentes rebeldes. Pero si estoy segura de algo es que fue Zayn quien produjo este cambio en mi. El fue el que me hizo escapar varias veces y ya le he tomado la mano.
Cuando empecé a notar que había cada vez más luces en las calles supuse que ya nos encontrábamos en la ciudad. A pesar de ser las doce treinta de la noche el centro se encontraba bastante iluminado. Me levanté y me dirigí a la puerta para bajar. Le preguntaría al conductor en que calle me encontraba y si sabía por donde tenía que ir para dirigirme a ese boliche.
- Disculpe, quería preguntarle en que calle nos encontramos ahora-le pedí lo más amable posible. Tenía bastante en cuenta que cualquier persona que se encontraba trabajando a esa hora de la noche no podía encontrarse de muy buen humor.
- Haymarket-contestó de mala gana-, por como estás vestida imagino a donde vas. No te encuentras lejos pero debes tener cuidado al caminar porque las calles son muy oscuras por allí.
- ¿Y no habría otro camino que me lleve hasta ese lugar sin tener que pasar por esas calles?-pregunté en busca de una respuesta positiva.
- No lo creo, no conozco mucho la zona pero las únicas calles que te dejan en Regent son esas.
- Muchas gracias, bajaré aquí.
Esperé a que me abra la puerta y me bajé. Me quedé parada viendo como el bus se alejaba. El tipo me había dicho que las calles eran oscuras y si eran oscuras podría relacionarlas con peligrosas. ¿Valía la pena ir a ese boliche? Creo que tendría que haberle dicho que no iría a Maru, pero ya está, ahora tenía que hacerlo. Lo peor era que no sabía exactamente por que calles ir, si doblaba en la equivocada estaría perdida.
Comencé a caminar lentamente, hasta por donde iba el camino no era oscuro. Me agarró un escalofrío al sentir pasos por detrás mio. ¿Enserio? esto era lo último que podía faltarme. Mi corazón comenzó a latir a toda prisa. Me repetí una y mil veces que no debía preocuparme, seguramente había alguien que se estaba dirigiendo al mismo lugar que yo. No debía preocuparme, no, no tenía que hacerlo. A medida que avanzaba continuaba sintiendo esos pasos por detrás mio. Ya no prestaba atención a por donde caminaba, no sabía si estaba perdida o iba en la dirección correcta de lo único que me había dado cuenta es que ahora sí, como había dicho el chofer las calles estaban extremadamente oscuras. Me arrepentía de haberme puesto los tacos de mi madre. Si la persona me estaba siguiendo y me empezaba a correr no duraría mucho, estos zapatos me están haciendo doler los pies como ningunos y si no puedo caminar bien menos voy a poder correr. Pequeños faroles las calles alumbraban cada tanto. Los pasos habían cesado pero una figura en la esquina me paralizo. Por suerte a medida que avanzaba pude darme cuenta que se trataba de una señora pobre que se acercaba a mi con un chango medio rotoso.
- Oh, mira que tenemos por aquí Benito-murmuró la señora. Pude darme cuenta que le hablaba a su gato-, una jovencita perdida.
- ¿Usted sabe donde se encuentra la calle Regent?-pregunté temerosa. Jamás me había sentido tan asustada.
- Debes dirigirte a ese baile ¿cierto? todos los años pasa lo mismo-rió mostrando su fea dentadura-, sé por donde queda pero también debes saber que aquí nada es gratuito.
- No tengo dinero encima-tartamudeé-, no puedo darle nada.
- Tienes un lindo saco que me serviría de mucho en estas noches de viento-comentó mientras se acercaba aún más a mi. Por suerte su viejo carro nos separaba, la calle estaba tan oscura que apenas podía verla.
- ¿Quiere mi saco?-pregunté para comprobar que lo que había dicho era cierto.
- Si quieres saber como llegar a ese lugar tendrás que darmelo si no... buena suerte en el intento de llegar.
Me quité el abrigo, una brisa recorrió mi cuerpo haciéndome poner la piel de gallina. Le entregué el abrigo a la vieja manteniendo la distancia que nos separaba.
- ¿Quieres ir por el camino corto o el largo?-preguntó.
- Por el corto sería mejor-respondí de mala gana, esto me estaba colmando.
- Bien, entonces veo que tendrás que darme otra cosa.
- ¿Otra cosa más?- estaba indignada-, no tengo más nada para poder darle.
- Dame tu cartera-me ordenó-, necesito algo que combine con mi saco nuevo.
Abrí la cartera y saqué el celular y el dinero para la entrada. El resto, eran cosas sin sentido como chicles y gomitas para el pelo. Le entregué la cartera y me sonrió.
- ¿Ves el callejón que está allí?-señaló por arriba de mi hombro-, es por allí lo cruzas y llegas.
A bueno, si esto era verdad me recibía de estúpida. ¡Le dí mi saco y mi cartera y el camino se encontraba menos de tres metros míos! Me dirigí hacía el callejón ese, la señora me estaba siguiendo. De pronto sentí un escalofrío, la persona que me estaba siguiendo hace un rato estaba aquí. Me dí vuelta y sentí un disparo que terminó atravesando a la señora delante de mis ojos. ¡Estúpidos tacones, no tenía tiempo para sacarmelos! La imagen que había visto recién fue horrible, alguien había matado a la señora y estaba segura de que venía por mi. Comencé a correr en busca del callejón que estaba a tres metros.
Efectivamente la señora me había engañado y era un callejón sin salida. No tenía lugar para esconderme. Estaba temblando y las lagrimas caían desesperadamente por mi cara. Si seguía así no faltaba mucho para desmayarme. El corazón se me estaba por salir. Una camioneta se metió en el lugar frenando estrepitosamente, un hombre alto con la cara encubierta se bajó del auto, llevaba un arma en la mano. Me apuntó al pecho.
En este preciso momento se me pasaban por la cabeza todas las cosas que había vivido y no supe aprovechar. ¿Era el la persona que mató a mi padre? ¿Ese hombre que se encontraba por detrás del trapo? ¿El me había mandado las amenazas? No, no lo veía posible. Ese tipo ni siquiera me parecía familiar, probablemente era un ladrón. De otra cosa que me pude dar cuenta era de que habían más personas en la camioneta pero estaba tan nerviosa que ni me gasté en ver si podía reconocer a alguna. Volví mi mirada al tipo que me estaba apuntando. Parecía nervioso, algo en su mirada me decía que el no quería hacerlo, que lo estaban obligando. Con la otra mano sacó su celular del bolsillo, lo estaban llamando. ¿Era este el momento perfecto para escapar? No, para nada. Había hombres en la camioneta, debían ser como cuatro y si corría me atraparían al instante. Estos tacos me han traído mala suerte.
- ¿Está seguro señor?-preguntó el hombre con la mirada fija en mi-. Sí, aquí la tenemos. ¿Entonces que hacemos?. Está bien, lo que usted diga. Adiós.
Cortó y volvió a guardar su teléfono.
- Estoy seguro de que no quieres terminar como la pobre señora que acabo de matar-comentó-, pero para eso tienes que darme algo.
Espero que ese algo no sea lo que estaba pensando por qué si no, preferiría morir. Me preguntaba que estaría haciendo Zayn ahora. El siempre aparece en el momento adecuado ¿Porqué no está aquí? lo necesito, estoy segura que si el viene todo saldría bien.
- Bien, veo que no contestas-siguió-, necesito que me des tu celular y todo el dinero que llevas encima-me ordenó-, si no creo que tendré que hacer uso de este lindo objeto-miró el arma y me apuntó a la cabeza.
Moví las manos temerosa en mis bolsillos. ¿Tendría la señora alguna posibilidad de seguir viva? No podía pararme a pensar en eso. Saqué el celular y el poco dinero que traía. Se lo entregué sin decir ninguna palabra.
- Igual no creas que esto terminó aquí-me avisó-, no te he matado porqué me acaban de ordenar que no lo haga. Deberías agradecerme que sigues con vida. Adiós, supongo que si todo es como yo creo estarás muerta en menos de un mes.
Me quedé mirando como se dirigía al auto y azotaba la puerta. La persona que estaba sentada del lado del copiloto me miró, tampoco la reconocía. No me encontraba en un estado apto como para poder reconocer a alguien pero si había algo que tenía en claro era que jamás en mi vida había visto a esas dos personas.
Una vez que estuve segura de que ya se habían alejado me concentré en recuperar el movimiento de mi cuerpo. Había quedado paralizada y lo único que hacía era sollozar y tiritar de frío. Necesitaba encontrar una cabina telefónica y llamar a alguien para que me pase a buscar. También tenía que ver en que estado se encontraba la señora, por más que se haya robado mi saco y mi cartera nadie merecía la muerte de esa manera y más aún si la habían matado por mi culpa.
Caminé hasta donde había estado hace media hora. La señora se encontraba en el piso y su gato estaba junto a ella maullando. Me arrodille a su lado, el olor a sangre me mareó pero tenía que superar eso, no podía dejar que me nublara solo por un estúpido olor. Mientras más lagrimas caían de mis ojos busqué con mi mano donde se encontraba el corazón de la señora. Tenía que saber si estaba con vida, si tenía alguna posibilidad de revivir correría por ayuda si no, me dirigiría a una cabina telefónica y llamaría a Zayn para que me viniera a buscar. El solo podría entender esto que había pasado y no había otra persona en este mundo a la cual necesitara más en este preciso momento.
La mujer estaba muerta, antes de levantarme me dí cuenta que no tenía ni mi cartera ni el saco. Se lo habían llevado esos hombres, claro, eso era lo que buscaban además de mi. Información por si no lograban matarme. Tal vez por eso luego me corrieron hasta el callejón, cuando se dieron cuenta que mi celular no se encontraba en la cartera tenían que buscarme para quitármelo. Aunque... no creo que haya sido tan así, el hombre que me siguió tenía planeado matarme tuviera o no el celular... solo que una persona le dio la orden de que no lo haga. ¿Quién habrá sido? ¿Me conocía, esos hombres me conocían? Cuando pude darme cuenta donde estaba me encontraba adentró de una cabina telefónica. Estaba todo oscuro y me costaba ver los números. Había un solo problema ¿cuál era el teléfono de Zayn? traté de recordar cuantas veces lo había visto en mi celular. Traté de recordarlo y por suerte pude.
- ¿Hola?
- Zayn...-sollocé al escuchar su voz, una ola de tranquilidad recorrió mi cuerpo haciendo que más lagrimas cayeran de mis ojos-, Zayn...
- ¿Qué ha pasado?-preguntó preocupado- ¿dónde te encuentras?
- Necesito que...-no podía hablar, simplemente me había quedado sin palabras y las pocas que me salían quedaban en el aire sin formar nada coherente-, tienes que...
- ¿Donde estás?- exigió saber con cierta desesperación-, no pierdas tiempo, dime donde estás.
- Regent, pero del lado de los callejones.
Zayn cortó la llamada. Dejé el teléfono colgando y me deslicé por una de las paredes de la cabina, rodeé mis piernas con los brazos y reguardé mi cabeza allí. Ahora lo único que faltaba era esperar a que Zayn llegara y todo estaría bien. ¿A quién engañaba? Nada estaría bien, la señora seguiría muerta y esos hombres seguirían buscándome para matarme. ¿Seguirían dando vueltas por aquí? ¿Estarán esperando verme cruzar alguna calles para terminar con mi vida? Lo único que podía hacer ahora era llorar, llorar y nada más. Todo estaba demasiado oscuro y mis pies me estaban haciendo doler. Sentí que alguien abría la puerta, no me asusté ya que su olor inundo el pequeño lugar. Se arrodilló a mi lado y me pasó un saco por los hombros. Tomó mi cintura y me levantó lentamente. Apenas estuve de pie lo abracé, necesitaba tenerlo cerca, lo más cerca posible.
- Ya está, ya está-trató de tranquilizarme-. Estoy aquí nada podrá pasarte. ¿Si, ángel? Tranquila.
Respiré hondo y me separé de el. Lo miré a los ojos, no lo notaba preocupado pero el sí notó el miedo que tenía. Me tomó de la cintura y salimos de allí. Me abrió la puerta del copiloto y me sentó con cuidado. El mundo me daba vueltas y estaba segura de que ahora tendría que darle un montón de explicaciones.
- ¿Qué hacías aquí y a esta hora?-preguntó-, no creo que haya sido una casualidad. Sabes que es peligroso-puso el auto en marcha y piso el freno.
- Te...tenía que ir a ese lugar...-trataba de buscar palabras lo más decentes posibles-, Maru me había invitado y dije que llegaría más tarde.
- Entiendo-afirmó-, pero dime ¿qué paso? ¿viste a alguien?
- ¡Espera!-exclamé al recordar el cuerpo de la señora-, había una señora allí... estaba muerta pero tal vez si la llevamos a un hospital.
- Ya la he visto-me avisó-, no hay posibilidades de que reviva la han matado. ¿Sabes quien ha sido?
- Estaba detrás de ella cuando le dispararon-sollocé mientras recordaba la horrible imagen-, y no. No pude ver quien fue tenía la cara tapada.
- ¿Te han echo algo?-preguntó-. ¿Te encuentras bien, cierto?
- No, no me han echo nada-dije-, pero cuando llegué a ese callejón me dí cuenta que no tenía salida y me encerró el mismo tipo que mato a la señora.... No estaba solo-trataba de recordar todo los detalles posibles.
- ¿Quién más estaba con el?
- Había una gran camioneta blanca-Zayn se enfureció y golpeó su mano contra el volante, me asusté ante esa reacción pero supuse que no tenía nada que ver-, había como... tres hombres más allí dentro.
- ¿Qué te hicieron?
- Nada, al principio me apuntaron con el arma pero luego de una llamada solo me quitaron el celular y el dinero que llevaba pero me dijeron que si todo esto salía como ellos querían iba a morir en menos de un mes.
- ¿Reconociste a alguna de esas personas?
- No... jamás las había visto. Llevaban la cara tapada pero la forma del cuerpo no... no se me hacía familiar-intenté recordar más cosas-, también le quitaron mi cartera y el saco a la anciana.
- ¿Qué hacía esa señora con tus cosas?
- Tuve que darselas para que me dijera como llegar al lugar. Tengo que llamar a Maru debe estar preocupada por mi... no tengo mi celular.
- Llámala del mio-Zayn abrió la guantera y me dio su celular-, no lo tiene agendado. Si te pregunta... trata de no contarle nada ¿si?
- No, no se lo diré.
Marqué el número de Maru pero no me contestó. La llamé otra vez pero tampoco, bueno la tercera es la vencida.
- ¡_____!-exclamó- ¿dónde estás? Te he estado llamando al celular pero no contestas. Me atendió un hombre pero me cortó. ¿Estás bien?
- Sí, estoy genial-mentí con todo el dolor del mundo, se me hacía bastante difícil reprimir las lagrimas.
- ¿No vendrás, no? Se ha echo tarde, si todavía no has salido no vengas-me recomendó-, no me enojaré.
- No iré entonces-me excusé-, estoy en casa todavía y me siento algo... mal.
- ¿Qué le ha pasado a tu celular?-preguntó.
- ¿Está bien, le ha pasado algo?- escuché que le preguntaba Harry. Sonreí al ver que se preocupaba por mi.
- Sí, está en su casa-le contestó Maru en un susurró.
- Lo perdí... se me cayó en la calle y me lo robaron-mentí, al parecer esto se me estaba haciendo costumbre últimamente-, Maru tengo que cortar ¿si? estoy bien no sé preocupen por mi.
MrsMalikStyles
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Bueno chicas, hasta aquí el maratón, espero que os haya gustado, y también quiero deciros una cosita, solo quedan 7 CAPÍTULOS creo que os va a gustar bastante, leyendo los capítulos finales lo pasé mal, porque como habréis leído en el último capítulo son cosas bastante raras(? jajajajaja Y os prometo, que el último capítulo os va a encantar, bueno, a mi por lo menos me encantó, bueno, ya os dejo, se que soy muy pesada, sorry jajajaja Bye chicas, os quiero <3
MrsMalikStyles
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Holaaa!!! denuebo yo comentando!!
¿de donde sacas tanta imaginacion para escribir esas cosaaas o por dioss te juro que casi me muero!! Zayn es tan adjshuifcbbysuwv!! (POBRE VIEJITA)
WOW!! Solo quedan 7 capitulos? es enserio?
pero no quiero que termine! digo, no puede terminaaaaaaar!!
me voy a un rincon a llorar :lloro: okno.
jaja bueno cuando puedas siguela!!! besooos!!!!
¿de donde sacas tanta imaginacion para escribir esas cosaaas o por dioss te juro que casi me muero!! Zayn es tan adjshuifcbbysuwv!! (POBRE VIEJITA)
WOW!! Solo quedan 7 capitulos? es enserio?
pero no quiero que termine! digo, no puede terminaaaaaaar!!
me voy a un rincon a llorar :lloro: okno.
jaja bueno cuando puedas siguela!!! besooos!!!!
Lulu!
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Luisa14 escribió:Holaaa!!! denuebo yo comentando!!
¿de donde sacas tanta imaginacion para escribir esas cosaaas o por dioss te juro que casi me muero!! Zayn es tan adjshuifcbbysuwv!! (POBRE VIEJITA)
WOW!! Solo quedan 7 capitulos? es enserio?
pero no quiero que termine! digo, no puede terminaaaaaaar!!
me voy a un rincon a llorar :lloro: okno.
jaja bueno cuando puedas siguela!!! besooos!!!!
Holii :3 djksalfjskñhgasjdfls gracias por comentar, en serio, eres un amor ¿lo sabías?
Sorry, pero terminará muy pronto... :( Mañana quizás suba dos capítulos, no quiero subirlos todos del tirón, porque si no no hace gracia jajajajaja BESOS LINDAAA TE QUIERO :) <3
MrsMalikStyles
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
wiiiii!! si mañana si si ... (*baile de felicidad de 5 segundos*) jaja bueno esta bien, tendra que terminar pero te juro que la voy a leer 987.045.623.873 veces y la voy a guardar en la compu y voy a obligar a mis hijos a que la lean.. jajajajajajajajj em bueno linda no me agradescas por comentar! yo te tengo que agradecer por escribir esa novela tan... WOOW jajaj bueno nos vemos chau!!!! :)
Lulu!
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
SIGUELA! Me encanta :D
#Happines
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Luisa14 escribió:wiiiii!! si mañana si si ... (*baile de felicidad de 5 segundos*) jaja bueno esta bien, tendra que terminar pero te juro que la voy a leer 987.045.623.873 veces y la voy a guardar en la compu y voy a obligar a mis hijos a que la lean.. jajajajajajajajj em bueno linda no me agradescas por comentar! yo te tengo que agradecer por escribir esa novela tan... WOOW jajaj bueno nos vemos chau!!!! :)
Jajajajajajajaja la sigo cuando vuelva de la academia de inglés :) Jo, eres un amor, te lo juro, cada vez que veo tus comentarios me rio sola jajajaja me hacen mucha gracia :D fajslkdgñjhahfñldsfklasdñfakdsj <3
MrsMalikStyles
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Kissing Zayn escribió:SIGUELA! Me encanta :D
La sigo cuando vuelva de la academia de inglés linda :) <3
MrsMalikStyles
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Aiii cuando vuelves de esa academia??? me voy a morir!!! jaja bueno me hace sentir bien que te gusten mis comentarios y que no te molesten aveces pienso que podrian llegar a fastidiarte ya que comento todo el tiempo pero es que simplemente me encanta tu novela y quiero dejarte sabiendo que es genial!! igual si te llegan a molestar mucho mis comentarios no dudes en avisarme y si no quieres responderlos no hay problema.. total yo solo escribo para que sepas que eres genial! bueno me voy a no se chauuu!!! <3
P.D. ¿de que pais eres??
P.D. ¿de que pais eres??
Lulu!
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Luisa14 escribió:Aiii cuando vuelves de esa academia??? me voy a morir!!! jaja bueno me hace sentir bien que te gusten mis comentarios y que no te molesten aveces pienso que podrian llegar a fastidiarte ya que comento todo el tiempo pero es que simplemente me encanta tu novela y quiero dejarte sabiendo que es genial!! igual si te llegan a molestar mucho mis comentarios no dudes en avisarme y si no quieres responderlos no hay problema.. total yo solo escribo para que sepas que eres genial! bueno me voy a no se chauuu!!! <3
P.D. ¿de que pais eres??
Volví hace unas horas, pero después mis amigas se quedaron en mi casa un rato y me olvidé por completo de que hoy tenía que subir, pero ya estoy aquí jajajajaj
No, para nada, no me fastidias, todo lo contrario :) <3
De España ¿y tu? :)
MrsMalikStyles
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Chicas, de ahora en adelante solo voy a subir un capítulo por día, o cada dos días, ya que quedan solo 7 y si los subo todos de golpe no tiene gracia jajajaja bueno, aquí os dejo el cap 54, espero que os guste, OS QUIERO :) <3
MrsMalikStyles
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Capítulo 54.
- ¿A dónde vamos?-le pregunté. Nos habíamos desviado del camino a mi casa.
- A mi casa, no puedes llegar así a la tuya-dijo-. Tienes las manos llenas de sangre.
- No necesito que me lo recuerdes-se me revolvió el estomago-, Zayn...
- ¿Qué?
- Me duele la cabeza-me quejé-, quiero ir directo a mi casa.
- No puedes, te quedarás en la mía un rato. Hasta que te sientas mejor.
- No, no quiero.
- Sí, tu madre no puede verte así-me recordó-. Ella está en tu casa.
- No, no está en casa. Salió con unas amigas a comer.
- ¿Y que pasa si ya volvió? ¿Estás segura que quieres explicarle todo, hasta lo de las amenazas?
- No.
- Entonces, vienes a casa, te tranquilizas y te llevo.
Apoyé la cabeza en la ventanilla y dejé de secarme las lagrimas dejando que caigan. No quería vivir sabiendo que dentro de un mes estaría muerta, o bueno al menos eso me habían dado a entender. Zayn estacionó el auto frente a su casa y me abrió la puerta del copiloto para que bajase.
- No hay nadie en casa-me avisó-. ¿tienes hambre? creo que hay algo de comer en la heladera.
- No, no tengo hambre. Solo quiero algo para el dolor de cabeza. Ah, y también quitarme la sangre de las manos-agregué.
Entramos a la casa y nos dirigimos a la habitación de Zayn. Pero algo me llamó la atención. No había nadie en la casa, solo nosotros dos. Estaba segura de que si iba a tener alguna otra posibilidad de entrar al despacho del ''padre'' de Zayn era esta. Si había sido el quien organizo esto, si había sido el quien mato a la anciana y quien quería matarme a mi las pistas estarían ese lugar. Y que más daba si me descubrían, intentaría matarme de todos modos.
Me senté en la cama de Zayn, tenía que encontrar el momento indicado para bajar y abrir la puerta del despacho. Me quité un clip del pelo y lo guardé en el bolsillo del pantalón, tenía que estar preparada para hacer todo rápido.
- Ve a lavarte las manos-me ordenó-, no quiero que quede el olor a sangre en mis sabanas.
Por mala suerte la habitación tenía baño propio y si me iba al del pasillo dejaría todo muy obvio. Entré y me enjuague las manos tratando de no ver como lo rojo se iba, no quería recordar la imagen de la señora cayendo luego de que le dispararan. Me sequé las manos y volví a sentarme en la cama. El se me quedó mirando, estaba segura de que trataba de descubrir como me sentía sin tener que preguntármelo.
- Me duele la cabeza-le recordé-, necesito algo para que se me vaya el dolor. Siento que me voy a desmayar.
- Oh, claro-movió su cabeza para reaccionar-. Las pastillas están en el baño de abajo. ¿Me esperas aquí?
- Sí-mentí.
Justo cuando cerró la puerta de la habitación se puso en marcha. Me fijé que ya haya bajado las escaleras para ir a abajo. Tratando de hacer el menor ruido posible con los tacones bajé las escaleras. Puedo decir que casi más me mataba pero logré sostenerme con la baranda. Dí un vistazo rápido al pasillo en donde se encontraba la oficina/despacho. Corrí hasta la puerta y busqué el clip. Mis manos temblaban, nunca me hubiera imaginado haciendo esto pero había algo que me decía que tenía que hacerlo.
Por suerte la puerta abrió fácil. El lugar estaba oscuro pero puse divisar un escritorio de madera lleno de papeles, una silla por detrás de el y un montón de estantes en las paredes llenos de libros. Para quien no creía que Jack era un asesino esta oficina podría parecer de una persona normal, pero no lo era. Cerré la puerta con cuidado para que Zayn no sospechara nada. Encendí la luz, tendría que hacer esto rápido. Solo una mirada a los papeles y me iría. Con las piernas temblorosas me dirigí al escritorio.
Las primeras hojas estaban en blanco pero a medida que las movía encontré algunas con mis fotos. El corazón me latía a mil. Ya no me importaba que Zayn me descubriera, algo acá estaba muy mal, demasiado para mi gusto. Papeles con información mía y de mi madre, los horarios de mis clases... y también estaban anotadas mis salidas.
Me quité los tacones, ya no los aguantaba más y me estaban retrasando bastante. Mientras tiraba todos los papeles al piso abrí los cajones. Un arma, dos..., dinero y más dinero. En el tercer cajón un papel que conocía como la palma de mi mano. El papel en donde me llegaban las amenazas. Era el, siempre lo supe. Por eso no estaba aquí, seguramente el se encontraba en la camioneta. El le dijo al tipo ese que no me matara, estaba segura.
- _____-dijo Zayn entrando de golpe al despacho.
- Tu...-espeté con odio-, tu lo sabías. Sabías todo esto y no me lo dijiste.
- Déjame explicarte.
- ¡¿EXPLICARME QUE?!-grité mientras tiraba más papeles al piso- ¿Qué es lo que me quieres explicar? ¿Qué iban a matarme y tu eras cómplice de todo esto?
- Escúchame-me ordenó tranquilamente mientras se ponía frente a mi-, tengo muchas cosas que explicarte. Sabía que vendrías aquí en cuando te dejara sola en la habitación, por eso te traje esta noche.
- Aléjate de mi-grité, me agarró ambos brazos para que no pudiera escaparme-. ¡Suéltame, tu solo quieres lastimarme! Nunca debí haber confiado en ti, jamás...
Un segundo bastó para que me tomara por la cintura y juntara mis labios con los suyos. Inconcientemente coloqué mis brazos al rededor de su cuello y me puse en puntas de pies para poder estar más cómodos. Esto había sacado lo peor de mi, no quería besarlo pero lo había esperado tanto tiempo que no pude separarme. Me agarró la cara con las manos haciendo que no pueda separarme. Mis labios encajaban perfectamente con los de el. Al parecer el también había estado esperando esto por bastante tiempo ya que lo estaba haciendo bastante apasionante. Sentía que volaba en las nubes pero no podía, no tenía que sentir eso. Tenía que volver a la tierra aunque con Zayn besándome de esa manera se me hiciera imposible tenía que hacerlo. Cerré los ojos con fuerza y separé mi cara de la de el, quien me dedicó su mejor sonrisa. Estúpido, como podía, como pudo mejor dicho. Le abofeteé pero antes de que pudiera alejarme nuevamente me tomó de la mano.
- ¿No me escucharás?-preguntó mirándome fijamente a los ojos-, ahora que sabes la verdad te contaré todo.
- Mira, luego de esto creo que ya sé los suficiente como para saber que eres un verdadero estúpido, un farsante y por sobre todas las cosas un asesino.
- Este beso... lo estuve esperando mucho tiempo ¿sabes?-dijo sin prestarme atención-, demasiado podría decirse y debo decirte que no lo has echo nada mal.
- ¡Yo no quise besarte!-le eché en cara-, y deja de hablar sobre eso. No me interesa, tu no me interesas. ¡Te odio, Zayn, te odio!
- Si aceptaras escucharme te darías cuenta de varias cosas de las cuales estás equivocada. Te llevaré a tu casa, te diré todo en el camino. No te haré nada si es eso lo que te preocupa.
- No-repuse-, no, no me subiré a ningún lado contigo.
No podía creerlo. Al final nunca había estado equivocada, desde el principio yo había tenido razón. Yo sabía que este viejo de mierda había matado a mi padre, lo sabía y lo intuí desde el comienzo cuando la policía no había allanado su casa. ¿Ahora que iba a hacer? Tenía que irme lo más rápido posible de allí. Había destruido el despacho del asesino ese y era más que obvio que en cuando lo viera iba a saber que fui yo quien estuvo allí.
¿Qué tenía que ver Zayn en esto? me pregunté. No lo sé, pero el lo sabía desde un principio pero jamás me lo dijo. O bueno... ahora que lo recuerdo me lo dio a entender un montón de veces las cuales yo deje pasar. Si había echo eso significaba que no quería matarme, no del todo. ¿Y si debía escucharlo? tal vez no era una mala idea. Capaz tenía algo útil que aportarme. El beso de recién me había dejado media drogui, ya no me dolía la cabeza pero me daba vueltas con solo pensar como se había sentido besar tan apasionadamente a Zayn.
- Mira, tengo que... yo también debo irme de aquí-añadió apurado-, tengo que preparar una mochila con mis cosas.
- Si vas a explicarme que es lo que realmente está pasando quiero que sea ahora-le ordené furiosa-, no pienso perder más tiempo estando contigo.
- Ayúdame a preparar la mochila-me pidió, no parecía asustado pero si algo apurado-, Jack no tardará en llegar y ninguno de los dos debe encontrarse aquí para ese entonces.
Agarré mis tacos y subí corriendo a la habitación de Zayn. Si el debía escaparse por algo era. De a poco mis ideas se iban aclarando, si había algo que me daba seguridad era el echo de creer que Zayn no tenía nada que ver en esto y que la explicación que iba a darme era buena. Bueno, en este estado y tratándose de que hay alguien que quiere matarme ninguna información o explicación puede ser buena.
Mientras Zayn sacaba una mochila bastante grande de arriba de su armario yo desenganchaba sus remeras para guardarlas allí. Estaba claro que yo era la persona más contradictoria en este mundo. Si había probabilidades de que el quisiera matarme no tendría que estar ayudándolo a escaparse.
- Listo-dijo mientras se colgaba la mochila-, ahora si vamos.
Revisando que todo quedara en orden nos dirigimos al auto. Sabía que no iríamos directamente a mi casa. Zayn puso el auto en marcha y me miró.
- Tienes una hora para explicarme todo-le advertí con odio.
- Es lo que haré, pero dime ¿con que quieres empezar?-preguntó tranquilo.
Había muchas cosas con las que quería comenzar. Quería saber que era lo que tramaba ese hombre. Quería saber si el había sido el asesino de mi padre, en realidad quería que me lo confirmara. Quería saber sobre su pasado ¿por qué lo habían adoptado?. También quería saber porqué si su padre quería matarme el se había acercado a mi. ¿Qué sentía por mi? ¿Por qué me besó?
- No lo sé, estoy bloqueada-confesé-. Cuéntame todo.
- Bien te diré... como empezó todo. Mira, yo sé que tu y Maru entraron al archivo estudiantil para buscar información sobre mi. Supongo que ya sabes que soy adoptado-asentí, no quería interrumpirlo-. Cuando nací mis padres me abandonaron. He estado en ese orfanato desde que tenía dos años prácticamente. Allí con otros cuatro amigos más teníamos una ''pandilla'', al principio no era nada serio. Jugábamos como todos los niños normales pero a medida que íbamos creciendo queríamos explorar el mundo por así decirlo. Con catorce años ninguna familia se quería hacer cargo de nosotros. Las reglas en ese lugar eran muy estrictas y como cualquier adolescente las queríamos romper. Nos escapábamos todas las noches, todas pero exactamente todas hasta que un día nos cansamos y nos escapamos, nos fuimos definitivamente. Con el tiempo nos enteramos que el orfanato había comenzado una búsqueda para encontrarnos pero nosotros estábamos alojados en la parte superior del boliche de un amigo que nos habíamos echo y sabíamos que era imposible que nos encontraran, además gozábamos de la libertad de ir a donde quisiéramos cuando queríamos. Se podría decir que... nos habíamos convertido en una pandilla callejera, bebíamos de todo, nos emborrachábamos y nos peleábamos con todo el mundo. Todo era muy divertido hasta que un día se nos fue de las manos. Yo había tomado de más y mis ''amigos'' también. Estábamos tan... inconscientes que no teníamos ni idea de lo que estábamos haciendo y terminamos matando a un chico-hizo una pausa para mirarme, no hice ningún comentario. Me esperaba algo así del pasado de Zayn. Era raro y esto era una prueba del porqué-, la familia comenzó una investigación y nos encontraron. No podíamos ir presos porqué teníamos quince años pero nos devolvieron al orfanato donde nos tuvieron encerrados. James escapó junto con Joe.
- ¿Los chicos que juegan contigo al billar?-pregunté inconcientemente-. ¿Ellos... digo ustedes, se conocían?
- Claro que nos conocíamos-respondió-, es más se sorprendieron cuando los encontré. Tanto que pensaron que les haría daño pero estaba tan concentrado en otras cosas que no... no me vengué de nadie.
- Sigue contándome-le ordené-. ¿qué paso luego?- parecía una nena de tres años pidiéndole a su padre que le continuara leyendo su historia preferida.
- Me quedé solo, ese último año me habían echo de todo para que me confiese y diga a donde se habían ido James y Joe pero yo no sabía y nadie me creía-respiró hondo y siguió:-, pasé mi cumpleaños dieciséis en el orfanato cuando un día se abrió la puerta y entraron Jack y Chloe a mi habitación. Para ese entonces era un chico de dieciséis años bastante maduro, las cosas que había echo y sobre todo el asesinato de ese chico me habían dado bastante que pensar pero me había quitado el miedo a todo. Trataba indiferente a cada persona que se me acercaba provocandole rechazo. Ya sabes, lo que suelo hacer en la escuela-agregó con una sonrisa-, solo que en ese lugar era mucho más intenso. Me adoptaron a la fuerza y los odié desde el primer momento.
- ¿Dónde ocurrió todo esto?-le pregunté al recordar que no había mencionado ese detalle.
- En Texas-respondió-, para ese entonces todavía vivíamos allí. Los primeros meses que viví en ese lugar me los pasaba a fuera, tomaba, hacía apuestas y me peleaba con todos al igual que antes pero un día, Jack llegó de su trabajo a los gritos ordenándonos que preparáramos nuestras maletas porqué debíamos irnos. Sin darle muchas vueltas al asunto lo hice, pero sabíamos que no nos mudábamos porqué le había parecido bonito irse a vivir a Londres.
Al principio no le dí mucha atención pero cuando me enteré que el mismo día que nos fuimos de Texas su colega había muerto mis sospechas aumentaron. Estaba seguro de que había sido el. Jack se pasaba las tardes enteras dentro de su despacho y yo me las pasaba detrás de la puerta escuchando sus conversaciones. Y así fue como me enteré lo que te esperaba, al comienzo no le presté mucha atención pensé que... quería matar a la mamá de tu padre y las muertes o asesinatos no me parecían nada del otro mundo pero cuando me enteré de que tenías mi edad y toda una vida por vivir... pensé en mi pasado y sabiendo lo que te pasaría no podía quedarme parado. Había dejado de salir por las noches para seguir los pasos de ese hombre. Por lo que escuchaba no faltaba mucho para que tu madre aceptara el empleo que el le había dado aquí en Londres, no lo hizo por cortesía claro está, lo hizo para tenerte cerca.
Seguía sus pasos a la par, tenía todo calculado. Cuando te mudaste aquí le recomendó a tu madre que te inscribiera en el colegio al que yo estaba yendo. Yo sabía que el te mandaba las amenazas, cuando hablaba por teléfono con uno de sus ayudantes le contaba todo. Eso era una gran ayuda para mi, me había dado cuenta que el le contaba todo lo que hacía e iba a hacer a uno de sus colegas. Entonces, yo también lo sabía-suspiró-, no pensé que me enamoraría de ti antes de verte ¿sabes? te conocía mucho antes de que tu me conocieras a mi. Un día, cuando me aseguré que mi padre no estuviera en casa entré a su despacho, tenía fotos tuyas, información sobre tu familia, hasta tu horario. En ese entonces yo jamás te había visto personalmente solo sabía que no faltaría mucho para hacerlo. Me estabas volviendo loco. No te conocía pero el echo de mantenerte a salvo me superaba. Sentía que salvar una vida me haría... sentir menos culpable de haber matado a ese chico pero dado que yo iba al billar todas las noches también tenía que lidiar viendo como mataban a los traicioneros, aunque yo jamás toqué a ninguno.
Y así fue como a un mes de haber empezado las clases llegaste tu. El primer día me la pasé observándote y se me ocurrió la idea de proponerle al profesor de Lengua los cambios de lugares. Al principio pensé que no sería muy conveniente hablarte pero se me hizo imposible. Una vez que lo hice no podía parar, necesitaba escuchar tu voz... verte y así fue como de a poco me tomaste confianza y yo seguía loco por ti. ¿Sabes? cuando te decía que lucías bien o bromeaba con esas cosas las decía enserio-rió.
El día que fuiste a alquilar esas películas fue la primera vez que sentiste que alguien te seguía. Mi padre había hablado con tu madre y le había sacado información sobre a donde te encontrabas. Iba a matarte allí y no podía hacer nada pero luego se me ocurrió llamarlo para distraerlo. Le hice una broma algo estúpida y tu escapaste ya que cuando te llamé estabas de lo más bien. Luego... pasó lo del centro, mi padre le pregunto a tu madre en donde te encontrabas y ella le contestó. No la culpes-agregó al ver mi cara-, ella no sabe quien es realmente ese tipo-respiró para seguir-. Tu me habías dicho que ese sábado estarías en el centro y cuando me enteré que Jack intentaría matarte allí me vi obligado a ir a buscarte. Sabía que ibas a estar en la librería, tu misma me lo habías dicho. Cuando doblé justo en esa esquina y te vi corriendo sentí que todo lo que había echo ya no tenía sentido pero en cuando Jack vio las luces del auto se escondió.
Recordé lo que había pasado ese día y también recordé el auto que Zayn estaba usando. No era su Jeep.
- ¿De quien era ese auto?-pregunté entre todo el lío que tenía en la cabeza.
- Lo robé-respondió con una risa-, créeme que cuando nos escapamos del orfanato hacíamos esto bastante seguido, ya lo tengo bastante domado.
- ¿Estuve en un auto robado?-pregunté indignada.
- ¿Te preocupas por haber estado sobre un auto robado y no por todo lo que te estoy contando?-rió-, tu sí que eres rara.
- Bueno, eso no importa ahora.
- Bien, sigo.
Luego, pasó que te llegaron nuevas amenazas. Sabía que te sentías mal pero no podía hacer nada contra eso. Solo decirte que todo estaría bien, no podía contarte todo esto a menos que te enteraras por ti misma. Jack no sospechaba nada sobre mi y mi plan pero si sabía que alguien se estaba interponiendo. Había alguien que sabía todo lo que el estaba haciendo y lo estaba traicionando. ¿Adivina de quien sospecho? Sí, de su colega. Lo mandó a matar y se consiguió a otra persona de confianza. En ese tiempo me había dado cuenta que el no podía hacer las cosas solo necesitaba a alguien a quien poder contarle sus movimientos. El día que fuiste al parque de diversiones nuevos había escuchado una conversación de Jack con tu madre, pero no había podido escucharla entera. No sabía si tu madre le había dicho donde estabas pero no podía correr el riego de no estar ahí. Al parecer no estaba enterado de que te encontrabas allí pero bueno, de todos modos no la pasamos mal juntos ¿cierto?. Yo nunca la paso mal contigo-agregó.
Y finalmente llegamos al día de hoy-suspiró-. No... tenía la más mínima idea de que esto pasaría. Estas últimas noches lo había visto más de lo normal en su despacho pero no hablaba con nadie. Al parecer se había dado cuenta de la ''traición'' de su otro colega y decidió no confiar más en nadie. Cuando me llamaste pensé que había sido un robo o algo por el estilo ya que Jack había salido con Chloe y no creo que ella lo haya acompañado. No sabe absolutamente nada sobre esto. Pero luego, cuando me dijiste que había una camioneta blanca mis sospechas se aclararon. Supuse que con lo del arma y el asesinato de la anciana las cosas ya se habían ido demasiado lejos. Sé que no eres estúpida, es más hasta tu me lo has dicho varias veces, tu sabías o más bien tenías una clara sospecha de quien era Jack quien hacía todo esto. La primera vez que viniste a mi casa te vi observando su oficina, por poco no te metes adentro-hizo una pausa y doblo para estacionar el auto frente a mi casa-, entonces pensé que si te dejaba sola en mi habitación irías y afirmarías que tus sospechas eran correctas.
- Y efectivamente acertaste-comenté.
- Sí, lo hice-dijo mientras me abría la puerta del copiloto. Bajé del auto, estaba lucida pero algo confusa. Me calcé los tacones y me dirigía a la puerta de casa.
Me paré frente a la puerta, mi madre todavía no había llegado ya que las luces de adentro estaban apagadas. Zayn se paró frente a mi y me miró a los ojos. La mirada más sincera que jamás había visto en el. Me tomó ambas manos sin quitarme la mirada de encima.
- Creo que te debo... una gran disculpa-dije con total sinceridad sin correr la mirada-, pero también creo que debes haber entendido mi reacción. Yo no sabía todo...
- Entiendo y sabía que ibas a reaccionar así-comentó.
- ¿Qué pasará ahora?- esa pregunta era la más difícil, no sabía que respuesta se podía venir.
- No lo sé, me iré a la casa de James junto con Joe-comentó-. Jack no sospecha nada sobre mi ni creo que lo haga pero de todos modos ya no necesito saber más información. El se enterará de que tu sabes la verdad en cuando entre a su despacho.
- ¿Y que pasará con nosotros?-pregunté tímidamente. Zayn me tomó de la cintura y pegó su frente con la mía.
- Solo te diré una cosa...-cerró los ojos y suspiró-. Te amo, ángel.- su voz era sincera y cariñosa-. Me haces acordar a quien solía ser. Me haces querer ser ese hombre otra vez. Ahora mismo sosteniéndote, siento como si tuviéramos una oportunidad de superar todos los obstáculos, haciendolo juntos. Y porque desde que te vi eres lo único que me motiva a seguir viviendo.
Subí mis brazos a su cuello y acerqué mi cara a la de el para besarlo. Otro beso apasionado a diferencia que a este lo disfruté mucho más. Teniéndolo a el así sentía que nada podía pasarme. Sus besos me hacía olvidar de todo, como si viviera en una nube y nada de lo que estaba pasando en la realidad me afectara. No quería separarme de el como en el anterior, ahora que sabía la verdad nada me nos separaría. Porqué yo también lo amo. Nos separamos por la falta de aire, el me miró y sonreí.
- He esperado este momento por tanto tiempo-comentó-, ahora que sabes la verdad supongo que podré hacerlo más seguido.
- No lo creas.
- ¿A dónde vamos?-le pregunté. Nos habíamos desviado del camino a mi casa.
- A mi casa, no puedes llegar así a la tuya-dijo-. Tienes las manos llenas de sangre.
- No necesito que me lo recuerdes-se me revolvió el estomago-, Zayn...
- ¿Qué?
- Me duele la cabeza-me quejé-, quiero ir directo a mi casa.
- No puedes, te quedarás en la mía un rato. Hasta que te sientas mejor.
- No, no quiero.
- Sí, tu madre no puede verte así-me recordó-. Ella está en tu casa.
- No, no está en casa. Salió con unas amigas a comer.
- ¿Y que pasa si ya volvió? ¿Estás segura que quieres explicarle todo, hasta lo de las amenazas?
- No.
- Entonces, vienes a casa, te tranquilizas y te llevo.
Apoyé la cabeza en la ventanilla y dejé de secarme las lagrimas dejando que caigan. No quería vivir sabiendo que dentro de un mes estaría muerta, o bueno al menos eso me habían dado a entender. Zayn estacionó el auto frente a su casa y me abrió la puerta del copiloto para que bajase.
- No hay nadie en casa-me avisó-. ¿tienes hambre? creo que hay algo de comer en la heladera.
- No, no tengo hambre. Solo quiero algo para el dolor de cabeza. Ah, y también quitarme la sangre de las manos-agregué.
Entramos a la casa y nos dirigimos a la habitación de Zayn. Pero algo me llamó la atención. No había nadie en la casa, solo nosotros dos. Estaba segura de que si iba a tener alguna otra posibilidad de entrar al despacho del ''padre'' de Zayn era esta. Si había sido el quien organizo esto, si había sido el quien mato a la anciana y quien quería matarme a mi las pistas estarían ese lugar. Y que más daba si me descubrían, intentaría matarme de todos modos.
Me senté en la cama de Zayn, tenía que encontrar el momento indicado para bajar y abrir la puerta del despacho. Me quité un clip del pelo y lo guardé en el bolsillo del pantalón, tenía que estar preparada para hacer todo rápido.
- Ve a lavarte las manos-me ordenó-, no quiero que quede el olor a sangre en mis sabanas.
Por mala suerte la habitación tenía baño propio y si me iba al del pasillo dejaría todo muy obvio. Entré y me enjuague las manos tratando de no ver como lo rojo se iba, no quería recordar la imagen de la señora cayendo luego de que le dispararan. Me sequé las manos y volví a sentarme en la cama. El se me quedó mirando, estaba segura de que trataba de descubrir como me sentía sin tener que preguntármelo.
- Me duele la cabeza-le recordé-, necesito algo para que se me vaya el dolor. Siento que me voy a desmayar.
- Oh, claro-movió su cabeza para reaccionar-. Las pastillas están en el baño de abajo. ¿Me esperas aquí?
- Sí-mentí.
Justo cuando cerró la puerta de la habitación se puso en marcha. Me fijé que ya haya bajado las escaleras para ir a abajo. Tratando de hacer el menor ruido posible con los tacones bajé las escaleras. Puedo decir que casi más me mataba pero logré sostenerme con la baranda. Dí un vistazo rápido al pasillo en donde se encontraba la oficina/despacho. Corrí hasta la puerta y busqué el clip. Mis manos temblaban, nunca me hubiera imaginado haciendo esto pero había algo que me decía que tenía que hacerlo.
Por suerte la puerta abrió fácil. El lugar estaba oscuro pero puse divisar un escritorio de madera lleno de papeles, una silla por detrás de el y un montón de estantes en las paredes llenos de libros. Para quien no creía que Jack era un asesino esta oficina podría parecer de una persona normal, pero no lo era. Cerré la puerta con cuidado para que Zayn no sospechara nada. Encendí la luz, tendría que hacer esto rápido. Solo una mirada a los papeles y me iría. Con las piernas temblorosas me dirigí al escritorio.
Las primeras hojas estaban en blanco pero a medida que las movía encontré algunas con mis fotos. El corazón me latía a mil. Ya no me importaba que Zayn me descubriera, algo acá estaba muy mal, demasiado para mi gusto. Papeles con información mía y de mi madre, los horarios de mis clases... y también estaban anotadas mis salidas.
Me quité los tacones, ya no los aguantaba más y me estaban retrasando bastante. Mientras tiraba todos los papeles al piso abrí los cajones. Un arma, dos..., dinero y más dinero. En el tercer cajón un papel que conocía como la palma de mi mano. El papel en donde me llegaban las amenazas. Era el, siempre lo supe. Por eso no estaba aquí, seguramente el se encontraba en la camioneta. El le dijo al tipo ese que no me matara, estaba segura.
- _____-dijo Zayn entrando de golpe al despacho.
- Tu...-espeté con odio-, tu lo sabías. Sabías todo esto y no me lo dijiste.
- Déjame explicarte.
- ¡¿EXPLICARME QUE?!-grité mientras tiraba más papeles al piso- ¿Qué es lo que me quieres explicar? ¿Qué iban a matarme y tu eras cómplice de todo esto?
- Escúchame-me ordenó tranquilamente mientras se ponía frente a mi-, tengo muchas cosas que explicarte. Sabía que vendrías aquí en cuando te dejara sola en la habitación, por eso te traje esta noche.
- Aléjate de mi-grité, me agarró ambos brazos para que no pudiera escaparme-. ¡Suéltame, tu solo quieres lastimarme! Nunca debí haber confiado en ti, jamás...
Un segundo bastó para que me tomara por la cintura y juntara mis labios con los suyos. Inconcientemente coloqué mis brazos al rededor de su cuello y me puse en puntas de pies para poder estar más cómodos. Esto había sacado lo peor de mi, no quería besarlo pero lo había esperado tanto tiempo que no pude separarme. Me agarró la cara con las manos haciendo que no pueda separarme. Mis labios encajaban perfectamente con los de el. Al parecer el también había estado esperando esto por bastante tiempo ya que lo estaba haciendo bastante apasionante. Sentía que volaba en las nubes pero no podía, no tenía que sentir eso. Tenía que volver a la tierra aunque con Zayn besándome de esa manera se me hiciera imposible tenía que hacerlo. Cerré los ojos con fuerza y separé mi cara de la de el, quien me dedicó su mejor sonrisa. Estúpido, como podía, como pudo mejor dicho. Le abofeteé pero antes de que pudiera alejarme nuevamente me tomó de la mano.
- ¿No me escucharás?-preguntó mirándome fijamente a los ojos-, ahora que sabes la verdad te contaré todo.
- Mira, luego de esto creo que ya sé los suficiente como para saber que eres un verdadero estúpido, un farsante y por sobre todas las cosas un asesino.
- Este beso... lo estuve esperando mucho tiempo ¿sabes?-dijo sin prestarme atención-, demasiado podría decirse y debo decirte que no lo has echo nada mal.
- ¡Yo no quise besarte!-le eché en cara-, y deja de hablar sobre eso. No me interesa, tu no me interesas. ¡Te odio, Zayn, te odio!
- Si aceptaras escucharme te darías cuenta de varias cosas de las cuales estás equivocada. Te llevaré a tu casa, te diré todo en el camino. No te haré nada si es eso lo que te preocupa.
- No-repuse-, no, no me subiré a ningún lado contigo.
No podía creerlo. Al final nunca había estado equivocada, desde el principio yo había tenido razón. Yo sabía que este viejo de mierda había matado a mi padre, lo sabía y lo intuí desde el comienzo cuando la policía no había allanado su casa. ¿Ahora que iba a hacer? Tenía que irme lo más rápido posible de allí. Había destruido el despacho del asesino ese y era más que obvio que en cuando lo viera iba a saber que fui yo quien estuvo allí.
¿Qué tenía que ver Zayn en esto? me pregunté. No lo sé, pero el lo sabía desde un principio pero jamás me lo dijo. O bueno... ahora que lo recuerdo me lo dio a entender un montón de veces las cuales yo deje pasar. Si había echo eso significaba que no quería matarme, no del todo. ¿Y si debía escucharlo? tal vez no era una mala idea. Capaz tenía algo útil que aportarme. El beso de recién me había dejado media drogui, ya no me dolía la cabeza pero me daba vueltas con solo pensar como se había sentido besar tan apasionadamente a Zayn.
- Mira, tengo que... yo también debo irme de aquí-añadió apurado-, tengo que preparar una mochila con mis cosas.
- Si vas a explicarme que es lo que realmente está pasando quiero que sea ahora-le ordené furiosa-, no pienso perder más tiempo estando contigo.
- Ayúdame a preparar la mochila-me pidió, no parecía asustado pero si algo apurado-, Jack no tardará en llegar y ninguno de los dos debe encontrarse aquí para ese entonces.
Agarré mis tacos y subí corriendo a la habitación de Zayn. Si el debía escaparse por algo era. De a poco mis ideas se iban aclarando, si había algo que me daba seguridad era el echo de creer que Zayn no tenía nada que ver en esto y que la explicación que iba a darme era buena. Bueno, en este estado y tratándose de que hay alguien que quiere matarme ninguna información o explicación puede ser buena.
Mientras Zayn sacaba una mochila bastante grande de arriba de su armario yo desenganchaba sus remeras para guardarlas allí. Estaba claro que yo era la persona más contradictoria en este mundo. Si había probabilidades de que el quisiera matarme no tendría que estar ayudándolo a escaparse.
- Listo-dijo mientras se colgaba la mochila-, ahora si vamos.
Revisando que todo quedara en orden nos dirigimos al auto. Sabía que no iríamos directamente a mi casa. Zayn puso el auto en marcha y me miró.
- Tienes una hora para explicarme todo-le advertí con odio.
- Es lo que haré, pero dime ¿con que quieres empezar?-preguntó tranquilo.
Había muchas cosas con las que quería comenzar. Quería saber que era lo que tramaba ese hombre. Quería saber si el había sido el asesino de mi padre, en realidad quería que me lo confirmara. Quería saber sobre su pasado ¿por qué lo habían adoptado?. También quería saber porqué si su padre quería matarme el se había acercado a mi. ¿Qué sentía por mi? ¿Por qué me besó?
- No lo sé, estoy bloqueada-confesé-. Cuéntame todo.
- Bien te diré... como empezó todo. Mira, yo sé que tu y Maru entraron al archivo estudiantil para buscar información sobre mi. Supongo que ya sabes que soy adoptado-asentí, no quería interrumpirlo-. Cuando nací mis padres me abandonaron. He estado en ese orfanato desde que tenía dos años prácticamente. Allí con otros cuatro amigos más teníamos una ''pandilla'', al principio no era nada serio. Jugábamos como todos los niños normales pero a medida que íbamos creciendo queríamos explorar el mundo por así decirlo. Con catorce años ninguna familia se quería hacer cargo de nosotros. Las reglas en ese lugar eran muy estrictas y como cualquier adolescente las queríamos romper. Nos escapábamos todas las noches, todas pero exactamente todas hasta que un día nos cansamos y nos escapamos, nos fuimos definitivamente. Con el tiempo nos enteramos que el orfanato había comenzado una búsqueda para encontrarnos pero nosotros estábamos alojados en la parte superior del boliche de un amigo que nos habíamos echo y sabíamos que era imposible que nos encontraran, además gozábamos de la libertad de ir a donde quisiéramos cuando queríamos. Se podría decir que... nos habíamos convertido en una pandilla callejera, bebíamos de todo, nos emborrachábamos y nos peleábamos con todo el mundo. Todo era muy divertido hasta que un día se nos fue de las manos. Yo había tomado de más y mis ''amigos'' también. Estábamos tan... inconscientes que no teníamos ni idea de lo que estábamos haciendo y terminamos matando a un chico-hizo una pausa para mirarme, no hice ningún comentario. Me esperaba algo así del pasado de Zayn. Era raro y esto era una prueba del porqué-, la familia comenzó una investigación y nos encontraron. No podíamos ir presos porqué teníamos quince años pero nos devolvieron al orfanato donde nos tuvieron encerrados. James escapó junto con Joe.
- ¿Los chicos que juegan contigo al billar?-pregunté inconcientemente-. ¿Ellos... digo ustedes, se conocían?
- Claro que nos conocíamos-respondió-, es más se sorprendieron cuando los encontré. Tanto que pensaron que les haría daño pero estaba tan concentrado en otras cosas que no... no me vengué de nadie.
- Sigue contándome-le ordené-. ¿qué paso luego?- parecía una nena de tres años pidiéndole a su padre que le continuara leyendo su historia preferida.
- Me quedé solo, ese último año me habían echo de todo para que me confiese y diga a donde se habían ido James y Joe pero yo no sabía y nadie me creía-respiró hondo y siguió:-, pasé mi cumpleaños dieciséis en el orfanato cuando un día se abrió la puerta y entraron Jack y Chloe a mi habitación. Para ese entonces era un chico de dieciséis años bastante maduro, las cosas que había echo y sobre todo el asesinato de ese chico me habían dado bastante que pensar pero me había quitado el miedo a todo. Trataba indiferente a cada persona que se me acercaba provocandole rechazo. Ya sabes, lo que suelo hacer en la escuela-agregó con una sonrisa-, solo que en ese lugar era mucho más intenso. Me adoptaron a la fuerza y los odié desde el primer momento.
- ¿Dónde ocurrió todo esto?-le pregunté al recordar que no había mencionado ese detalle.
- En Texas-respondió-, para ese entonces todavía vivíamos allí. Los primeros meses que viví en ese lugar me los pasaba a fuera, tomaba, hacía apuestas y me peleaba con todos al igual que antes pero un día, Jack llegó de su trabajo a los gritos ordenándonos que preparáramos nuestras maletas porqué debíamos irnos. Sin darle muchas vueltas al asunto lo hice, pero sabíamos que no nos mudábamos porqué le había parecido bonito irse a vivir a Londres.
Al principio no le dí mucha atención pero cuando me enteré que el mismo día que nos fuimos de Texas su colega había muerto mis sospechas aumentaron. Estaba seguro de que había sido el. Jack se pasaba las tardes enteras dentro de su despacho y yo me las pasaba detrás de la puerta escuchando sus conversaciones. Y así fue como me enteré lo que te esperaba, al comienzo no le presté mucha atención pensé que... quería matar a la mamá de tu padre y las muertes o asesinatos no me parecían nada del otro mundo pero cuando me enteré de que tenías mi edad y toda una vida por vivir... pensé en mi pasado y sabiendo lo que te pasaría no podía quedarme parado. Había dejado de salir por las noches para seguir los pasos de ese hombre. Por lo que escuchaba no faltaba mucho para que tu madre aceptara el empleo que el le había dado aquí en Londres, no lo hizo por cortesía claro está, lo hizo para tenerte cerca.
Seguía sus pasos a la par, tenía todo calculado. Cuando te mudaste aquí le recomendó a tu madre que te inscribiera en el colegio al que yo estaba yendo. Yo sabía que el te mandaba las amenazas, cuando hablaba por teléfono con uno de sus ayudantes le contaba todo. Eso era una gran ayuda para mi, me había dado cuenta que el le contaba todo lo que hacía e iba a hacer a uno de sus colegas. Entonces, yo también lo sabía-suspiró-, no pensé que me enamoraría de ti antes de verte ¿sabes? te conocía mucho antes de que tu me conocieras a mi. Un día, cuando me aseguré que mi padre no estuviera en casa entré a su despacho, tenía fotos tuyas, información sobre tu familia, hasta tu horario. En ese entonces yo jamás te había visto personalmente solo sabía que no faltaría mucho para hacerlo. Me estabas volviendo loco. No te conocía pero el echo de mantenerte a salvo me superaba. Sentía que salvar una vida me haría... sentir menos culpable de haber matado a ese chico pero dado que yo iba al billar todas las noches también tenía que lidiar viendo como mataban a los traicioneros, aunque yo jamás toqué a ninguno.
Y así fue como a un mes de haber empezado las clases llegaste tu. El primer día me la pasé observándote y se me ocurrió la idea de proponerle al profesor de Lengua los cambios de lugares. Al principio pensé que no sería muy conveniente hablarte pero se me hizo imposible. Una vez que lo hice no podía parar, necesitaba escuchar tu voz... verte y así fue como de a poco me tomaste confianza y yo seguía loco por ti. ¿Sabes? cuando te decía que lucías bien o bromeaba con esas cosas las decía enserio-rió.
El día que fuiste a alquilar esas películas fue la primera vez que sentiste que alguien te seguía. Mi padre había hablado con tu madre y le había sacado información sobre a donde te encontrabas. Iba a matarte allí y no podía hacer nada pero luego se me ocurrió llamarlo para distraerlo. Le hice una broma algo estúpida y tu escapaste ya que cuando te llamé estabas de lo más bien. Luego... pasó lo del centro, mi padre le pregunto a tu madre en donde te encontrabas y ella le contestó. No la culpes-agregó al ver mi cara-, ella no sabe quien es realmente ese tipo-respiró para seguir-. Tu me habías dicho que ese sábado estarías en el centro y cuando me enteré que Jack intentaría matarte allí me vi obligado a ir a buscarte. Sabía que ibas a estar en la librería, tu misma me lo habías dicho. Cuando doblé justo en esa esquina y te vi corriendo sentí que todo lo que había echo ya no tenía sentido pero en cuando Jack vio las luces del auto se escondió.
Recordé lo que había pasado ese día y también recordé el auto que Zayn estaba usando. No era su Jeep.
- ¿De quien era ese auto?-pregunté entre todo el lío que tenía en la cabeza.
- Lo robé-respondió con una risa-, créeme que cuando nos escapamos del orfanato hacíamos esto bastante seguido, ya lo tengo bastante domado.
- ¿Estuve en un auto robado?-pregunté indignada.
- ¿Te preocupas por haber estado sobre un auto robado y no por todo lo que te estoy contando?-rió-, tu sí que eres rara.
- Bueno, eso no importa ahora.
- Bien, sigo.
Luego, pasó que te llegaron nuevas amenazas. Sabía que te sentías mal pero no podía hacer nada contra eso. Solo decirte que todo estaría bien, no podía contarte todo esto a menos que te enteraras por ti misma. Jack no sospechaba nada sobre mi y mi plan pero si sabía que alguien se estaba interponiendo. Había alguien que sabía todo lo que el estaba haciendo y lo estaba traicionando. ¿Adivina de quien sospecho? Sí, de su colega. Lo mandó a matar y se consiguió a otra persona de confianza. En ese tiempo me había dado cuenta que el no podía hacer las cosas solo necesitaba a alguien a quien poder contarle sus movimientos. El día que fuiste al parque de diversiones nuevos había escuchado una conversación de Jack con tu madre, pero no había podido escucharla entera. No sabía si tu madre le había dicho donde estabas pero no podía correr el riego de no estar ahí. Al parecer no estaba enterado de que te encontrabas allí pero bueno, de todos modos no la pasamos mal juntos ¿cierto?. Yo nunca la paso mal contigo-agregó.
Y finalmente llegamos al día de hoy-suspiró-. No... tenía la más mínima idea de que esto pasaría. Estas últimas noches lo había visto más de lo normal en su despacho pero no hablaba con nadie. Al parecer se había dado cuenta de la ''traición'' de su otro colega y decidió no confiar más en nadie. Cuando me llamaste pensé que había sido un robo o algo por el estilo ya que Jack había salido con Chloe y no creo que ella lo haya acompañado. No sabe absolutamente nada sobre esto. Pero luego, cuando me dijiste que había una camioneta blanca mis sospechas se aclararon. Supuse que con lo del arma y el asesinato de la anciana las cosas ya se habían ido demasiado lejos. Sé que no eres estúpida, es más hasta tu me lo has dicho varias veces, tu sabías o más bien tenías una clara sospecha de quien era Jack quien hacía todo esto. La primera vez que viniste a mi casa te vi observando su oficina, por poco no te metes adentro-hizo una pausa y doblo para estacionar el auto frente a mi casa-, entonces pensé que si te dejaba sola en mi habitación irías y afirmarías que tus sospechas eran correctas.
- Y efectivamente acertaste-comenté.
- Sí, lo hice-dijo mientras me abría la puerta del copiloto. Bajé del auto, estaba lucida pero algo confusa. Me calcé los tacones y me dirigía a la puerta de casa.
Me paré frente a la puerta, mi madre todavía no había llegado ya que las luces de adentro estaban apagadas. Zayn se paró frente a mi y me miró a los ojos. La mirada más sincera que jamás había visto en el. Me tomó ambas manos sin quitarme la mirada de encima.
- Creo que te debo... una gran disculpa-dije con total sinceridad sin correr la mirada-, pero también creo que debes haber entendido mi reacción. Yo no sabía todo...
- Entiendo y sabía que ibas a reaccionar así-comentó.
- ¿Qué pasará ahora?- esa pregunta era la más difícil, no sabía que respuesta se podía venir.
- No lo sé, me iré a la casa de James junto con Joe-comentó-. Jack no sospecha nada sobre mi ni creo que lo haga pero de todos modos ya no necesito saber más información. El se enterará de que tu sabes la verdad en cuando entre a su despacho.
- ¿Y que pasará con nosotros?-pregunté tímidamente. Zayn me tomó de la cintura y pegó su frente con la mía.
- Solo te diré una cosa...-cerró los ojos y suspiró-. Te amo, ángel.- su voz era sincera y cariñosa-. Me haces acordar a quien solía ser. Me haces querer ser ese hombre otra vez. Ahora mismo sosteniéndote, siento como si tuviéramos una oportunidad de superar todos los obstáculos, haciendolo juntos. Y porque desde que te vi eres lo único que me motiva a seguir viviendo.
Subí mis brazos a su cuello y acerqué mi cara a la de el para besarlo. Otro beso apasionado a diferencia que a este lo disfruté mucho más. Teniéndolo a el así sentía que nada podía pasarme. Sus besos me hacía olvidar de todo, como si viviera en una nube y nada de lo que estaba pasando en la realidad me afectara. No quería separarme de el como en el anterior, ahora que sabía la verdad nada me nos separaría. Porqué yo también lo amo. Nos separamos por la falta de aire, el me miró y sonreí.
- He esperado este momento por tanto tiempo-comentó-, ahora que sabes la verdad supongo que podré hacerlo más seguido.
- No lo creas.
MrsMalikStyles
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Lo siento. Pero etos caps ya los habias subido (creo)
mikdirectioner
Re: Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}
Hola chicas, espero que os haya gustado el capítulo, este es uno de los capítulos que más me gustan, lloré con el, en serio, espero que os guste tanto como a mi, besos, os quiero :) <3
MrsMalikStyles
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