Hush, Hush ¿Te atreves a caer? [Zayn Malik] TERMINADA

- ¿Quien era? - Pregunto Patch.

Todo mi cuerpo estaba rígido. Me llevo un momento contestarle.

- Vee se metió en la escuela con Elliot y Jules. Querían que yo fuera con ellos. Creo que Elliot va a hacerle daño a Vee si no voy. - Mire a Patch. - Creo que va a hacerle daño aun si voy.

El cruzo sus brazos frunciendo el ceño.

- ¿Elliot?

- La semana pasada, en la biblioteca, encontré un articulo que decía que el había sido interrogado durante la investigación de un homicidio en su vieja escuela, la preparatoria Kinghorn. El entro en la sala de ordenadores y me vio leyéndolo. Desde esa noche he percibido una mala vibración de el. Una vibración realmente mala. Creo que el incluso se metió a mi habitación para llevarse el articulo de nuevo.

- ¿Algo mas que yo deba saber?

- La chica que fue asesinada era la novia de Elliot. Ella fue colgada de un árbol. Justo ahora, en el teléfono, el dijo "Si no vienes aquí, hay un árbol en el área común con el nombre de Vee en el".

- Yo he visto a Elliot. El parece presumido y un poco agresivo, pero no lo veo como un asesino. - El metió la mano en mi bolsillo delantero y saco las llaves del Jeep. - Voy a conducir hasta allí a comprobarlo. No me tardare mucho.

- Creo que deberíamos llamar a la policía. - El sacudió su cabeza.

- Vas a entregar a Vee por destrucción e invasión de propiedad privada. Otra cosa Jules. ¿Quien es ese chico?

- El amigo de Elliot. El estaba en el Delphic la noche que nos encontramos contigo. Su ceño se profundizo.

- Si había otro chico yo lo hubiera recordado.

El abrió la puerta y yo lo seguí afuera. Un encargado usando pantalones negros y una camisa de trabajo marrón estaba barriendo trozos de palomitas en el vestíbulo. El nos dio una segunda mirada cuando vio a Patch saliendo del baño de mujeres. Yo lo recordaba de la escuela. Brandt Christensen. Estábamos juntos en ingles el semestre pasados y yo lo había ayudado a escribir un ensayo.

- Elliot esta esperándome a mi, no a ti. - Le dije a Patch. - Si no voy. ¿Quien sabe que puede pasarle a Vee? Ese es un riesgo que no estoy dispuesta a correr.

- Si te dejo ir ¿Vas a escuchar mis instrucciones y a seguirlas cuidadosamente?

- Si

- ¿Si te digo que saltes?

- Yo salto.

- ¿Si te digo que te quedes en el coche?

- Me quedo en el coche. - Eso era casi la verdad.

Afuera, en el estacionamiento del cine, Patch apunto con su llavero hacia el Jeep y las luces parpadearon. De repente, se detuvo bruscamente y maldijo silenciosamente.

- ¿Cual es el problema? - Pregunte yo.

- Las llantas.

Baje mi mirada y, en realidad, las dos llantas del lado del conductor estaban pinchadas.

- No puedo creerlo. - Dije. - ¿Conduje hasta aquí sobre dos clavos?

Patch se agacho junto a la llanta delantera, pasando si mano alrededor de la circunferencia.

- Destornillador. Esto fue un ataque intencionado.

Por un momento pensé que esto podía ser otro truco mental. a lo mejor Patch tenia sus razones para no querer que yo fuera a la escuela. Después de todo, sus sentimientos hacia Vee no era ningún secreto. Pero algo faltaba. Yo no podía sentir a Patch dentro de mi cabeza. Si el estuviera alterando mis pensamientos, entonces había encontrado una nueva manera de hacerlo, porque hasta donde yo sabia, lo que yo esta viendo era real.

- ¿Quien haría esto?

El se levanto por completo.

- La lista es larga.

- ¿Estas tratando de decirme que tienes muchos enemigos?

- He molestado a unas cuantas personas. Un montón de hombre hacen apuestas que no pueden ganar. Después, ellos me culpan por llevarme sus coches, o mas.

Patch camino hacia un Coupé, abrió el lado del conductor y tomo asiento detrás del volante.

- ¿Que estas haciendo? - Pregunte de pie al lado de la puerta.

- Buscando una llave de repuesto. - La mano de Patch reapareció sosteniendo dos cables azules. Con cierta habilidad, removió los extremos de los cables y los pego juntos. el motor se encendió y Patch me miro. - Cinturón de seguridad.

- No voy a robar un coche. - El se encogió de hombros.

- Nosotros lo necesitamos, ellos no.

- Eso se llama robar. Esta mal.

Patch no parecía ni un poquito consternado. De hecho, se veía demasiado relajado en el asiento del conductor. Esta no es la primera vez que lo hace. Pensé.

- Primera regla del robo de coches. - dijo el con una sonrisa. - Trata de no quedarte en la escena del crimen mas de lo necesario.

- Espera un minuto. - Le dije levantando el dedo.

Corrí de regreso al cine. Camine dentro, las puertas de cristal reflejaban destras de mi, y vi a Patch saliendo de Coupé.

- Hola Brandt. - Le dije al chico, que terminaba de tirar las palomitas a un recogedor. Brandt me miro de nuevo, pero su atención se dirigió rápidamente sobre mis hombros. Escuche las puertas de cristal abrirse y sentí a Patch moverse detrás de mi. Su acercamiento no era muy diferente al de una nube eclipsando al sol, oscureciendo sutilmente el paisaje, presagiando un tormenta.

- ¿Como va todo? - Dijo Brandt con incertidumbre.

- Tengon un problema con mi coche. - Dije yo mordiendo mi labio y tratando de poner una cara amistosa. - Se que te pongo en una situación incomoda, pero, ya que yo te ayude con el ensayo de Shakepeare el semestre pasado...

- Quieres tomar prestado mi coche.

- De hecho... si.

- Es un pedazo de basura. No es ningún Jeep Comando. - El miro directamente a Patch, como si se estuviera disculpando.

- ¿Funciona? - Pregunte.

- Si por funcionar te refieres a que las ruedas giren, si, funciona, Pero no esta disponible para prestamos,

Patch abrió su billetera y le entrego lo que parecían tres billetes arrugados de cien dolares. Frenando mi sorpresa, decidí que lo mejor que podía hacer era seguirle el juego.

- Cambie mi opinión. - Dijo Brandt guardándose el dinero. Busco en sus bolsillos y le entrego a Patch un par de llaves.

- ¿Cual es el modelo y el color? - Pregunto Patch atrapando las llaves.

- Difícil decirlo. Parte Volkswagen, parte Chevette. Alguna vez fue azul. Eso antes de que se oxidara y se pusiera naranja. ¿Vas a llenar el tanque antes de devolverlo? - Pregunto Brandt sonando como si estuviera cruzando los dedos tras su espalda, presionando su buena suerte.

Patch saco otros veinte.

- En caso de que nos olvidemos. - Dijo metiendolos en el bolsillo delantero de la camisa de Brandt.

Afuera le dije a Patch:

- Yo lo hubiera podido convencer de que me diera sus llaves. Solo necesitaba un poco mas de tiempo. Y por cierto. ¿Para que sirves mesas en el Borderline si eres millonario?

- No lo soy. Gane el dinero en un juego de billar hace un par de noches. - El metió la llave en la cerradura y abrió el asiento de pasajeros para mi. - El banco esta oficialmente cerrado.


**********


Patch condujo a través del pueblo por las oscuras y silenciosas calles. Detuvo el coche de Brandt en el ala este del edificio y apago el motor.

El campus estaba empantanado, las ramas se retorcían y sonaban en medio de la neblina. Detrás de ellas se levantaba la Preparatoria Coldwater.

La parte original del edificio había sido construida a finales del siglo XIX, y después del ocaso se parecía bastante a una catedral. Gris y pensativa. Muy gris. Muy abandonada.

- Yo tengo muy mal presentimiento. - Dije mirando los huecos oscuros de las ventanas de la escuela.

- Quédate en el coche y mantente fuera de la vista. - Me dijo Patch entregándome las llaves.

- Si alguien sale del edificio, márchate.

El salio. Estaba usando una ajustada camisa negra de cuello redondo, Levi's y botas. Con su cabello negro y su piel morena, era difícil distinguirlo en el fondo.

Cruzo la calle y, en cuestión de segundos, se mezclo totalmente con la noche.

Pasaron los cinco minutos. Y diez minutos que se extendieron a veinte. Luche por ignorar ese espeluznante sentimiento que me ponía los pelos de punta, de que me estaban vigilando. Mire hacia las sombras que venían de la escuela.

¿Que le tomaba tanto a Patch? Cambie varias teorías, sintiéndome mas y mas nerviosa.

¿Y si Patch no podía encontrar a Vee? ¿Que pasaría cuando Patch encontrara a Elliot? No creía que Elliot pudiera ganarle a Patch, pero siempre estaba la posibilidad. Si Elliot lo tomaba por sorpresa.

el teléfono sonó en mi bolsillo, y salte del susto.

- Te veo. - Dijo Elliot cuando respondí. - Estas sentada en el coche.

- ¿Donde estas?

- Mirándote desde una ventana del segundo piso, estamos jugando adentro.

- No quiero jugar.

el finalizo la llamada. Con mi corazón en la mano, salí del auto. Mire hacia las ventanas oscuras de la escuela. No creía que elliot supiera que Patch estaba adentro. Su voz sonó impaciente, no enojada ni irritada. Mi única esperanza era que Patch tuviese un plan y se asegurara que nada nos pasara ni a Vee ni a mi. La luna esta cubierta con nueves, y con miedo, camine hasta la puerta.

Entre en la penumbra. Mi ojos se tomaron unos cuantos momento en para acostumbrarse y discernir algo por la luz de la calle que entraba por la ventana de la parte de arriba de la puerta. Las baldosas del suelo reflejaban un brillo de cera. Los casillero estaban alineados a ambos lados de los pasillos como soldados roboticos. En lugar de ser pacifico y calmado, los pasillo irradiaban una amenaza oculta.

Las luces de afuera iluminaban los primeros metro del pasillo, pero después de eso, no podía ver nada.

Como había luz afuera supe que la luz de adentro de el colegio había sido cortada apropósito. Me pregunte si esto era parte del plan de Elliot. No podía verlo, ni a Vee. Tampoco podía ver a Patch. Iba a tener que tantear cada paso que diera en cada lugar de la escuela, jugando un juego lento de eliminación hasta que lo encontrara. Juntos encontraríamos a Vee.

Usando la pared como guía, avance. En un día cualquiera de la semana, pasaría por este tramo de la sala varias veces, pero en la oscuridad de repente parecía extraño y largo. Mucho mas largo.

En la primera intersección pensé en lo que me rodeaba mentalmente. Si doblaba a la izquierda iba a llegar a la sala de la banda y la orquesta, y la cafetería. Si doblaba a la derecha, llegaría a la oficina de administración y a las escalera doble. Seguí derecho, metiéndome mas dentro de la escuela, hacia las aulas. Mi pies sintió algo y antes de que pudiera reaccionar caí al piso. La luz borrosa y gris del cielo se filtraba justo cuando la luna salia de detrás de la nubes, iluminando los bordes del cuerpo con el que había tropezado. Jules estaba sobre su espalda, su expresión fija en una mirada en blanco. Su pelo largo y rubio estaba enredado sobre su cara, sus manos flojas al lado de su cuerpo.

Retrocedí de rodilla y me tape la boca, jadeando y tratando de respirar. Mis piernas temblaban con adrenalina. Muy lentamente, puse la palma de mi manos sobre el pecho de Jules. No estaba respirando. Estaba muerto.

Salte y me puse de pie, y atragante un grito. Quería gritar y llamar a Patch, pero eso le mostraría mi ubicación a Elliot, si es que no la sabia ya. Me di cuenta de pronto que el podría estar a unos pasos de distancia, mirándome, mientras este juego macabro se desarrolla.

La luz desapareció y corrí por el pasillo. Solo había mas pasillo interminables adelante.

La biblioteca estaba a solo unas cortas escaleras de distancia, hacia mi izquierda. Las aulas estaban a la derecha. Era una decisión del momento, elegí la biblioteca, yendo a tientas por los pasillos oscuros para escapar del cuerpo de Jules. Mi nariz goteaba y me di cuenta de que estaba llorando en silencio. ¿Por que estaba muerto Jules? ¿Quien lo había matado? Si Jules estaba muerto ¿Vee también lo estaba?

Las puertas de la biblioteca estaban abiertas, y entre a tientas. Al final de la biblioteca, atrás de los estantes, había tres aulas pequeñas de estudio. Eran a prueba de sonido. Si Elliot quería aislar a Vee, ese era el lugar adecuado para dejarla.

Estaba por caminar hacia ellos cuando un crujido masculino se extendio por la biblioteca. Me pare en seco. Las luces de afuera del pasillo de pronto se encendieron, iluminando la oscuridad de la biblioteca. El cuerpo de Elliot estaba a unos metro de distancia, su boca abierta, su piel quemada. Su ojos giraron en mi direccion, y extendio un brazo hacia mi. Se me escapo un grito desgarrador. Girandome, corri hacia las puertas de la biblioteca, empujando y pateando sillas que estaban en mi camino. ¡Corre! Me ordene a mi misma ¡Llega a la salida!

Me tambalee por la puerta, y en ese momento las luces se apagaron, sumiendo todo lo que una vez había estado iluminado en una nueva oscuridad.

- Patch. - Trate de gritar. Pero mi voz se ahogo, y me atragante al decir su nombre.

Jules estaba muerto. Elliot estaba casi muerto. ¿Quien los había matado? ¿Quien faltaba? Trate de ponerle un poco de sentido a lo que estaba pasando, pero toda razón me había dejado.

Un empujón en mis espalda me saco el equilibrio. Otro me mando volando hacia un costado. Mi cabeza se golpeo contra un casillero, lo que me dejo atontada. Un pequeño destello de luz apareció en mi visión, y un par de ojos oscuros, detrás de un pasa montañas, se pusieron delante de mi. La luz venia de una linterna de minero, asegurada sobre el pasamontañas.

Empuje y trate de correr. Uno de sus brazos se extendió hacia mi, cortándome el escape. Acerco su otro brazo, atrapándome contra un casillero.

- ¿Pensaste que estaba muerto? - Escuche la fría sonrisa de regodeo en su voz. - No Podía dejar pasar otra oportunidad de jugar contigo. Complaceme. ¿Quien pensaste que era el malo de la historia? ¿Elliot? ¿O se te cruzo por la cabeza que tu mejor amiga podría haber hecho esto? ¿Mes estoy acercando? Ese es el tema con el miedo. Saca lo peor de nosotros.

- Eres tu. - Mi voz sonó nerviosa.

Jules se saco la linterna y el pasamontañas. - En persona.

- ¿Como lo hiciste? - Pregunte, mi voz aun temblaba. - Te vi. No estabas respirando. Estaba muerto.

- Me estas dando mucho crédito. fuiste solo tu, Nora. Si tu mente no fuese tan débil, no podría haber hecho ninguna cosa. ¿Te estoy haciendo sentir mal? ¿Es desconcertante saber que de todas las mente que he invadido, la tuya es la mas fácil de todas? Y la mas divertida.

Lamí mis labios. Mi boca se sentía seca y pegajosa. Podía oler el miedo en mi respiración. - ¿Donde esta Vee?

Me dio una cachetada. - No cambies de tema. En verdad deberías aprender a controlar tu miedo. E miedo socava todo tipo de lógica y le abre oportunidades a gente como yo.

Este era un lado de Jules que no había visto antes. Siempre había estado tan callado, tan hosco, irradiando un completo desinterés por todo lo que lo rodeaba. Se había quedado en segundo plano, llamando muy poco la atención, generando pocas sospechas. Muy inteligente de su parte, pensé.

Me agarro del brazo y me arrastro detrás de el.

Me sacudí y trate de irme, pero me dio un puñetazo en el estomago. Trastrabille hacia atrás, jadeando y buscando aire, pero no llego. Mi hombro se arrastro por el casillero hasta que llego al piso. Un poco de aire entro por mi garganta, y me atragante con el.

Jules toco las marcas de mis uñas en su antebrazo. - Eso te va a costar.

¿Por que me trajiste aquí? ¿Que quieres? - No pude esconder la histeria en mi voz.

Me levanto agarrándome del brazo y me arrastro por el pasillo. Pateando una puerta para abrirla, me empujo dentro y yo caí, con mi manos golpeando el piso duro. La puerta se cerro detrás de mi. La única luz que había venia de la linterna que tenia Jules.

El aire tenia el olor familiar a polvo de tiza y químico rancio. Las paredes estaban decoradas con posters del cuerpo humano y cortes transversales de la célula humana. En la parte delantera de la sala, habia un largo mostrador de granito negro con un lavabo, que hacia juego con la mesa de granito.

Estábamos dentro del aula de biología del Entrenador McConaughy. Un destello de metal llamo mi atención. Había un bisturí en le suelo, justo al lado del tacho de basura. Seguro que tanto el entrenador con el conserje no lo habían visto. Lo pase por el cinturón de mis jeans mientras Jules me arrastraba para ponerme de pies.

- Tenia que cortar la electricidad. - Dijo, poniendo la linterna en la mesa mas cercana. - No puedes jugar a las escondidas en la luz.

Arrastrando dos sillas por el piso, las puso una enfrente de la otra. - Siéntate. - No sonó como una invitación.

Mis ojos miraron el panel de la ventana que estaba en la pared mas lejana. Me pregunte si podría abrir una y escapar antes de que Jules me atrapara. Entre otros miles de pensamientos de auto preservación, me dije que no debía d verme asustada. en algún rincón de mi mente, recordé el consejo de una clase de auto defensa que había tomado con mama después de que papa muriera. Haz contacto visual... Finge tener confianza.... usa el sentido común... todo eso era mucho mas fácil de decir que hacer.

Jules me empujo hacia abajo por mis hombros, forzándome a sentarme en la silla. El metal frió se filtro por mis jeans.

- Dame tu celular. - Ordeno con una mano extendida esperándolo.

- Lo deje en el auto.

Respiro con una risa. - ¿De verdad quieres jugar juegos conmigo? Tengo a tu mejor amiga encerrada en algún lugar del edificio. Si juegas conmigo se va a sentir dejada de lado. Tendré que pensar en un juego extra especial para que no se enoje.

Busque el teléfono y se lo pase.

Con una fuerza super humana, lo doblo por la mitad. - Ahora solo somos nosotros dos. - Se sentó en la otra silla y extendió sus piernas con lujo. Un brazo le colgaba del respaldo de la silla. - Hablemos, Nora.

Me pare rápido. Jules me sentó de nuevo de un empujón, tomándome de la cintura antes de que hubiera logrado hacer cuatro paso.

- Solía tener caballos. - Dijo. - Hace mucho tiempo en Francia, tenia un establo con hermosos caballos. Los caballos españoles eran mis favoritos. Se los atrapaba salvajes y me los traían a mi. E un par de semanas los tenia domados. Pero siempre estaba el caballo raro que se rehusaba a ser domado. ¿Sabes lo que hacia cuando un caballo se rehusaba a ser domado?

Temblé como respuesta.

- Coopera y no tendrás nada que temer. - Dijo.

No le creí ni por un segundo. El brillo de sus ojos no era sincero.

- Vi a Elliot en la biblioteca. - Me sorprendí por el quiebre de mi voz. Ni me gustaba ni gustaba Elliot, pero no merecía morir lentamente y con dolor. - ¿Lo lastimaste?

Se acerco mas, como si fuese a compartir un secreto conmigo. - Si vas a cometer un crimen, nunca dejes evidencia. Elliot ha sido una parte integral de todo. Sabe demasiado.

- ¿Por eso estoy aquí? ¿Por el articulo de Kristen Halverson que encontré?

Jules sonrió. - Elliot se olvido mencionar que sabias de Kristen.

- ¿La mato Elliot... o lo hiciste tu? - Pregunte en un lapso de inspiración.

- Tenia que probar la lealtad de Elliot. Le saque lo mas importante. Elliot estaba en Kinghorn con una beca, y nadie lo dejaba olvidarlo. Hasta que llegue yo, su benefactor. Al final, era cuestión de elegirme a mi o a Kristen. O mas fácil, dinero o amor. Aparentemente, no hay ningún tipo de placer en ser un mendigo entre príncipes. Lo compre, y entonces supe que podría confiar en el cuando llegara el momento de lidiar contigo.

- ¿Por que yo?

- ¿No te has dado cuenta todavía? - La luz resaltaba la crueldad de su cara, y creaba la ilusión de que sus ojos se habían vuelto de color de la plata fundida. - He estado jugando contigo. Manejándote como su estuvieras atada a un hilo. Usándote como una aproximación. Porque la persona que quiero lastimas, no puede ser lastimada. ¿Sabes quien es esa persona?

Todos los nudos de mi cuerpo se soltaron. mis ojos perdieron el foco. La cara de Jules era como una pintura impresionista, borroneada en los bordes, sin detalles. Se me fue la sangre de la cabeza, y sentí como me empezaba a deslizar de la silla. Me había sentido así la suficiente cantidad de veces como para saber que necesitaba hierro. Pronto.

Me dio una cachetada de nuevo. - Concéntrate. ¿De quien estoy hablando?

- No lo se. - No pude forzarme a hablar mas alto que un susurro.

- ¿Sabes por que no se le puede lastimar? Porque no tiene cuerpo humano. Su cuerpo no tiene sensaciones físicas. Si lo atrapara y torturara, no serviría de nada. No puede sentir. Ni un gramo de dolor. Seguramente ya sabes ahora, ¿No? Has pasado mucho tiempo con esta persona. ¿Por que estas tan callada Nora? ¿No te puedes dar cuenta?

Una gotita de sudor corrió por mi espalda.

- Cada año, en el comienzo del mes Hebreo de Chesvan, el toma control sobre mi cuerpo. Dos semana completa. Ese es el tiempo por el que pierdo el control. No tengo libertad, ni elección. No puedo escaparme durante esas dos semanas, prestar mi cuerpo y luego regresar cuando el ya no este. Si así fuera seria capaz de convencerme a mi mismo que en verdad eso no pasa. No. Sigo siempre ahí, prisionero dentro de mi propio cuerpo, viviendo cada minuto de eso. - Dijo con un cierto filo en la voz. - ¿Sabes lo que se siente? ¿Lo sabes? - Grito.

Me quede callada, sabiendo que hablar seria peligroso. Jules se rió, y una bocanada de aire paso por sus dientes. Sono mas siniestro que cualquiera otra cosa que había escuchado antes.

Dijo. - Hice un juramento dejándolo tomar posesión de mi cuerpo durante el Chesvan. Tenia dieciséis años. - Se encogió de hombros, pero fue un movimiento rígido. - Me engaño para que lo hiciera, torturándome. Después, me dijo que no era humano. ¿Lo puedes creer? No humano. Me dijo que mi madre, una humana, se había acostado con un ángel caído. - Sonrió odiosamente, con sudor en su frente. - ¿Te mencione que herede algunas cosillas de mi padre? Justo como el, puedo engañar. Te hago ver mentiras. Escuchar voces.

Justo así. ¿Puedes oírme Nora? ¿No tienes miedo todavía?

Me golpeo con un dedo en la frente. - ¿Que pasa ahí adentro Nora? Estas terriblemente callada.

Jules era Chauncey. Era un Nepilhim. Recordé mi marca de nacimiento, y lo que Dabria me había dicho. Jules y yo compartíamos la misma sangre. en mis venas corría la sangre de un monstruo. Cerré mis ojos y se me escapo una lagrima.

- ¿Recuerdas la noche en que nos conocimos? Salte en frente del auto que estabas manejando. Estaba oscuro y había niebla. Ya estabas casi al borde, lo que mi hizo mucho mas fácil engañarte. Disfrute asustarte. esa fue la primera noche que me di el gusto de hacerlo.

- Hubiera notado que eras tu. - Susurrer. - no hay mucha gente tan alta como tu.

- No estas escuchando. Te puedo hacer ver lo que sea que yo quiera que veas. ¿En verdad crees que dejaría pasar un detalle tan obvio como mi altura? Viste lo que yo quise que vieras. Viste a un hombre cualquiera con un pasamontañas negro.

Me senté allí, sintiendo una pequeña rotura en mi terror. No estaba loca. jules estaba detrás de todo. El era el loco. Podía crear juegos de mente porque su padre era un ángel caído y había heredado el poder.

- en verdad no destrozaste mi habitación. - Dije. - Tan solo me hiciste pensar que lo habías hecho. Por eso todo estaba en orden cuando la policía llego.

Me aplaudió lente y deliberadamente. - ¿Quieres saber la mejor parte? Me podrías haber bloqueado. No podría haber tocado tu mente sin tu permiso. Me acerque, y tu nunca te resististe. eras débil. eras fácil.

Todo tenia sentido, y en lugar de tener un breve momento de alivio, me di cuenta de lo susceptible que era. Estaba completamente abierta. No había nada que evitara que jules me metiera de nuevo en su jueguito de mente, salvo que aprendiera a bloquearlo.

- Imagínate ne mi lujar. - dijo Jules. - tu cuerpo violada años tras años. Imagina un odio tan fuerte, que nada salvo la venganza lo puede curar. Imagina gastar grandes cantidades de energía y recursos para mantener al objeto de tu venganza bajo vigilancia, esperando pacientemente por el momento en el que el destino te presentara con la oportunidad, no solo de igualar la situación, sino de poner todo a tu favor. - Su ojos se fijaron en los míos. - Tu eres esa oportunidad, si te lastimo, lastimo a Patch.

- Estas sobrevaluendo el valor que tengo para Patch. - dije mientras que el frio sudor pasaba por la linea de mi pelo.

- He vigilado a Patch por siglos. El verano pasado hizo el primer viaje a tu casa, aunque no te diste cuenta. Te siguió cuando ibas de compras varias veces. de vez en cuando, hizo un viaje especial, completamente en contra de su camino, solo para encontrarte. Luego se matriculo en tu escuela. no podía dejar de preguntarme, ¿Que había de especial en ti? Me esforcé por descubrirlo. Te he estado vigilando por mucho tiempo ya.

Un temor montruoso se apodero de mi. En ese momento, me di cuenta que nunca había sentido la presencia de mi papa, siguiéndome como un fantasma guardián. Era Jules. Sentía la misma presencia fría, fuera de esta tierra, ahora, solo que amplificada unas cien veces.

- No quería llamar la atención de Patch, así que me aleje. - Continuo. - Y ahí es cuando Elliot apareció, y no le tomo mucho tiempo decirme lo que yo ya había supuesto. Patch esta enamorado de ti.

Todo cayo en su lugar. Jules no había estado enfermo la noche que desapareció dentro del baño de hombre en Delphic. Y no había estado enfermo la noche que fuimos al Borderline. Todo el tiempo, había sido solo el simple hecho de mantenerse invisible ante Patch. El momento en que Patch lo viera, todo habría acabado. Patch habría reconocido a Jules o chaucey, y que planeaba algo. Elliot era los ojos y oídos de jules, dándole información.

- El plan era matarte en el viaje de campamento, pero Elliot no pudo convencerte de que vinieras. - Dijo Jules. - Y antes hoy, te seguí afuera del Blind joe y te dispare. Imagina mi sorpresa cuando descubrí que había matado a una vieja pordiosera vestida con tu ropa. Pero todo funciono. - Su tono se relajo. - Aquí estamos.

Me moví en mi asiento, y el bisturí se deslizo mas profundo dentro de mis jeans. Si no tenia cuidado, se deslizaría fuera de mi alcance. Si Jules me forzaba a pararme, se podría deslizar hasta el fondo de mi pierna. Y eso seria el final de todo.

- Déjame adivinar lo que estas pensando. - Dijo Jules, parándose y paseando por el aula. - Estas empezando a desea jamas haber conocido a Patch. Deseas que nunca se hubiera enamora de ti. Vamos. Ríete de la posición en la que te ha puesto. Ríete de tu propia mala elección.

Oír a Jules hablar del amor de Patch por mi me lleno de una esperanza irracional.

Busque el bisturí en mi pantalón y salte de mi asiento. - ¡No te acerques! Te apuñalare. Lo juro. ¡Lo haré!

Jules hizo un sonido gutural y movió su brazo hacia adelante por sobre el mostrador. las cubetas de vidrios se destrozaron sobre el pizarron , los papeles volaron hacia abajo. Camino hacia mi. En pánico, subí el bisturí tan alto como puede. Me encontré con su palma, cortando su piel.

Jules siseo y dio un paso atrás.

Sin esperar, metí el bisturí en su muslo.

Jules se quedo boquiabierto mirando el metal que sobresalía de su pierna. Lo saco usando ambas manos, con su cara contorsionada por el dolor. Abrió su manos, y el bisturí cayo al piso haciendo ruido.

Dio un paso vacilante hacia mi.

Grite y me agache, pero mi cadera golpeo el borde de la mesa. Perdí el equilibrio y me caí. El bisturí cayo a varios metro de mi.

Jules me dio vuelta sobre mi estomago y se monto a horcajadas por detras de mi. Aplasto mi cara contra el piso, aplastando mi nariz y amortiguando mis gritos.

- Un intento valiente. - Gruño. - Pero eso no me matara. Soy un Nelpilhin. Soy inmortal.

Trate de agarrar el bisturí, clavando mis dedos en el piso para estirarme esos últimos y vitales centímetros. Mis dedos casi lo tocaron. Estaba tan cerca... y luego jules me esta arrastrando hacia atrás.

Le pegue con mi tacón entre las piernas, gruño y se quedo quieto sobre un costado. Me puse de pies pero Jules haba girado hacia la puerta, y estaba de rodillas entre la puerta y yo.

Su pelo caía sobre sus ojos. Gotas de sudor caían por su cara. Su boca estaba desequilibrada, con una mitad doblada de dolor.

Cada musculo en mi cuerpo esta contraído, listo para entrar en acción.

- Buena suerte tratando de escapar. - Dijo con una sonrisa cínica que pareció requerir de mucho esfuerzo.

- Ya veras lo que quiero decir. - Luego cayo al piso.

No tenia ni idea de donde estaba Vee. La respuesta obvia era pensar como Jules. ¿Donde escondería a Vee, mi rehén, si fuese el?

Quiere que sea difícil escapar de este lugar, y tiene que ser difícil de encontrar, eso razone.

Mentalmente, pensé en el edificio, concentrándome en los niveles superiores. Las chances era que Vee estuviera en el tercer piso, el mas alto de la escuela. Excepto por un cuarto piso, que eras mas un ático que cualquier otra cosa. Una escalera angosta llevaba allí, y era accesible solo desde el tercer piso. Había dos aulas estilo bungalow arriba: Español AP y el laboratorio eZine.

Vee estaba en el laboratorio eZine. Así de fácil, lo supe.

Moviéndome tan rápido como podía en la oscuridad, tantee mi camino hasta que llegue a unas escaleras. Después de algunos intentos fallidos encontre la pequeña escalera que llevaba al laboratorio eZine. Arriba, empuje la puerta.

- ¿Vee? La llame suavemente.

Dejo escapar un pequeño gemido.

- Soy yo. - Dije, dando cada paso con cuidado mientras maniobraba mi caminata por el pasillo de los escritorios, y no queriendo golpear alguna silla que alertara a Jules de mi ubicación. - ¿Estas herida? Tenemos que salir de aquí. - La encontré agazapada en el frente de la habitación, abrazando sus rodilla contra su pecho.

- Jules me golpeo en la cabeza. - Dijo, levantando la voz. - Creo que me desmaye. Ahora no puedo ver. ¡No puedo ver nada!

- Escúchame. Jules corto la electricidad y las ventanas están trabadas. Es solo la oscuridad. Toma mi mano. Tenemos que bajar ahora mismo.

- Creo que me lastimo algo. Mi cabeza... palpita. Me duele. ¡Creo que estoy realmente ciega!

- No estas ciega. - Susurre, sacudiéndola un poco. - Yo tampoco puedo ver. Tenemos que tantear nuestro caminos hacia abajo. Vamos a irnos por la salida de la oficina de atletismo.

- Tiene cadenas en todas las puertas.

Un momento de silencio rígido cayo entre nosotras. Me acorde de Jules deseándome suerte en poder escapar, y ahora sabia por que. Un frió perceptible paso por mi corazón y por el resto de mi cuerpo. - No en la puerta por la que entre. - Dije finalmente. - La puerta este mas lejana esta abierta.

- Debe ser la única. Estaba con el cuando encadeno las otras. Dijo que así nadie se vería tentado en salir mientras jugábamos a las escondidas. Dijo que afuera estaba 'fuera de limites'

- Si la puerta del este es la única abierta, tratara de bloquearla. Nos esperara hasta que lleguemos a el. Pero no vamos a hacerlo. Nos vamos a escapar por una ventana. - dije, armando un plan rápido en mi mente. - Del lado opuesto del edificio. - ¿Tienes tu celular?

- Jules se lo llevo.

- Cuando salgamos, tenemos que separarnos. si Jules nos persigue, va a tener que elegir a una de las dos. La otra conseguirá ayuda. - Ya sabia a quien iba a elegir. Vee no le servia a Jules, salvo para hacer que yo llegara allí hoy. Corre tan rápido como puedas y llega aun teléfono. Llama a la policía. Diles que Elliot esta en la biblioteca.

- ¿Vivo? - Pregunto Vee, con su voz temblorosa.

- No lo se.

Nos paramos abrazadas, y sentí como se levantaba su ramera para secarse las lagrimas. - Todo esto es mi culpa.

- Esto es culpa de Jules.

- Estoy asustada.

- Vamos a estar bien. - Dije, intentando sonar optimista. - Le clave un bisturí en la pierna a Jules. Esta sangrando mucho. quizás deje de perseguirnos y vaya a recibir asistencia medica.

Se le escapo un sollozo. ambas sabíamos que estaba mintiendo. La sed de venganza de jules superaba su herida. Lo superaba todo.

Bajamos por las escaleras, manteniendonos pegadas a las paredes, hasta que estábamos de nuevo en la planta baja.

- Por aquí. - Le susurre en le oído, sosteniendo su mano mientras caminábamos rápido por el pasillo, alejándonos mas por el lado oeste de la escuela.

- Bueno, bueno ¿Que tenemos aquí? - Dijo Jules. No había ninguna cara unida a esa Voz.

- corre. - Le dije a Vee, apretando su mano. - Me quiere a mi. Llama a la policía. ¡Corre!

Vee soltó mi mano y corrió. sus pisadas desaparecieron muy rápido. Me pregunte brevemente si Patch estaba todavía en el edificio, pero fue mas que nada un pensamiento secundario. La mayor parte de mi concentración estaba fija en no desmayarme. Porque, nuevamente, estaba sola con Jules.

- A la policía le tomara al menos unos veinte minutos llegar aquí. - Me dijo Jules, el sonido de sus pisadas acercándose. - No necesito veinte minutos.

Me gire y empece a corre. Jules comenzó a correr detrás de mi.

Revoloteando mis manos para sentir las paredes, gire a la derecha en la primera intersección, y corrí por un pasillo perpendicular. Me vi forzada a confiar en la paredes para guiarme, así que mis manos pasaban golpeando los bordes de los casilleros y picaportes, mellandome la piel. Gire de nuevo a la derecha, corriendo tan rápido como podía, hasta las puertas dobles del gimnasio.

El único pensamiento en mi mete era que si podía llegar a mi casillero del gimnasio a tiempo, me podía encerrar adentro. Los casilleros de las chicas iban de pared a pared, y del techo al piso, y eran muy grandes. Le tomaría tiempo a Jules abrir cada uno. Si tenia suerte, la policía llegaría antes de que me encontrara.

Me tambalee hasta el gimnasio y corrí hacia los casilleros. En cuanto empuje el picaporte de la puerta, sentí como si una espina de terror me travesara. La puerta estaba cerrada. Sacudí el picaporte de nuevo, pero no cedió.

Girándome, busque otra salida, pero estaba atrapada en el gimnasio. Me caí contra la puerta, apreté mis ojos para evitar el desmayo, y escuche mi respiración a medida que se aceleraba.

Cuando reabrí los ojos, Jules estaba caminando por uno de los rayos de luz de luna que venia de afuera.

Se había anudado su camisa alrededor de su muslo, y se veía una mancha de sangre. Tenia solo un camiseta blanca y sus pantalones chino (Un estilo de pantalón, recto, generalmente de lino o telas parecidas). Tenia un arma en la cintura.

- Por favor déjame ir. - Susurre.

- Vee me dijo algo interesante sobre ti. Tienes miedo de las alturas. - Levanto su mirada hacia las vigas de arriba del gimnasio. Y su cara se ilumino con una sonrisa.

El aire estancado se sentía como empapado de olores, de sudor y barniz. La calefacción no estaba prendida debido a las vacaciones de primavera, y la temperatura ambiente estaba helada. Había sombras que se movían por todo el piso barnizado cuando la luz de la luna salio por sobre las nubes. Jules estaba de pie con su espalda hacia las gradas, y vi a Patch moviéndose detrás de el.

- ¿Atacaste a Marcie Millar? - Le pregunte a Jules, ordenándome a mi misma a no reaccionar y delatar a Patch.

- Elliot me dijo que había mala vibra entre ustedes dos. No me gusto la idea de que alguien mas tuviera el placer de atormentar a mi chica.

- ¿Y la ventana de mi habitación? ¿Me espiaste mientras estaba durmiendo?

- Nada personal.

Jules se quedo quieto. Dio un paso hacia adelante de pronto y me dio un tirón por la muñeca, girándome y dejándome adelante de el. Sentí algo que temía era el arma apretarse contra la base de mi cuello. - Sácate el gorro. - Le ordeno Jules a Patch. - quiero ver la expresión de tu cara cuando la mate. estas desvalido, no puedes salvarla. Tan desvalido como yo lo estoy por hacer algo con respecto al juramente que te hice.

Patch dio un par de pasos hacia delante. Se movió con facilidad, pero sentí si precaución. El arma se clavo mas profunda, y yo hice una mueca de dolor.

- Si das otro paso, este sera su ultimo aliento. - Le advirtió Jules.

Patch miro la distancia entre nosotros, calculando que tan rápido podía cubrirla. Jules lo vio también.

- No lo intentes. - Le dijo.

- No vas a dispararle Chauncey.

- ¿No? - Jules apretó el gatillo. El arma hizo 'clic' y abrí mi boca para gritar, pero todo lo que salio de ella fue un tremolo sollozo.

- Revolver. - Explico Jules. - Las otras cinco cámaras están cargadas.

¿Lista para usar esos movimientos de boxeo de los que tanto alardeas?

Le dijo Patch a mi mente.

Mi pulso estaba rapidísimo, mis piernas apenas y me sostenían. - ¿Q-que?. - Tartamudee.

Sin advertencia alguna, una ráfaga de poder entro dentro de mi. La fuerza extraña se expandió para llenarme. Mi cuerpo estaba totalmente vulnerable a Patch, perdí toda mi fuerza y voluntad mientras el tomaba posesión de mi cuerpo.

Antes de que tuviera tiempo para darme cuenta de lo mucho que estar perdida me asustaba, un dolor insoportable atravesó mi mano, y me di cuenta que Patch estaba usando mi puño para golpear a Jules. El arma salio volando, deslizándose por el piso del gimnasio y lejos del alcance.

Patch le ordeno a mis manos que golpearan a Jules hasta las gradas. Jules trastrabillo, cayendo sobre ellas.

Lo siguiente que supe, mis manos se estaban cerrando alrededor del cuello de Jules, moviendo y golpeando su cabeza hacia atrás contra las gradas con un fuerte 'crak'. Lo mantuve allí, apretando mis dedos contra su cuello. Sus ojos se abrieron, luego se salieron de su órbita. Estaba tratando de hablar, moviendo sus labios ininteligiblemente, pero Patch no lo soltó.

No podre quedarme en ti mucho mas tiempo. - Le dijo Patch a mi mente. - No es el Cheshvan y no se me permite hacerlo. Tan pronto como me saquen, corre. ¿Entiendes? Corre tan rápido como puedas. chauncey estará demasiado débil y aturdido para meterse en tu cabeza. Corre y no pares.

Un zumbido fuerte me atravesó y sentí que mi cuerpo se estaba librando de Patch.

Los vasos en el cuello de Jules explotaron y su cabeza cayo a un costado.

- Vamos. - Escuche a Patch apurarlo. - Desmayate..... desmayate.

Pero era demasiado tarde. Patch desapareció de mi interior. Se había ido tan rápido, que me quede un poco atontada. Mis manos estaban en control mio de nuevo, y se alejaron del cuello de Jules por impulso. Tomo aire y me miro parpadeando. Patch estaba en el piso a unos metros de distancia, sin moverse.

Recordé lo que Patch me había dicho y empece a correr por el gimnasio. Me eche sobre la puerta, esperando salir al pasillo. En lugar de eso, fue como golpear una pared. Empuje la barra de la puerta, sabiendo que la puerta estaba abierta. Hacia cinco minutos que había entrado por ella. Puse todo mi peso sobre la puerta. No se abrió.

Me gire, con la baja de adrenalina que hizo que mi rodilla temblara. - Sal de mi mente. - Le grite a Jules.

Parándose de las gradas mas bajas, jules se masajeo el cuello. - No. - Dijo.

Trate con la puerta de nuevo. Levante el pie y patee la barra de la puerta. Golpee mi mano contra la ventana superior de la puerta. - ¡Ayuda! ¿Me escucha alguien? ¡Ayuda!

Mirando por sobre mi hombro, vi que Jules rengueaba hacia mi, su pierna herida quedaba detrás en cada paso que daba. Apreté fuerte mis ojos, tratando que mi mente se concentrara. La puerta se abriría en cuanto encontrara su voz en mi mente y la sacara de allí. Busque en cada rincón de mi mente pero no pude encontrarlo. Estaba en algún lugar profundo, escondiéndose de mi. Abrí mis ojos, jules estaba mucho mas cerca. Iba a tener que encontrar otras salida.

Atrás de la gradas, había una escalera de hierro perforada y adosada a la pared. Llegaba a las vigas del techo del gimnasio. Y arriba de todo eso, en la pared opuesta, casi arriba de donde yo estaba, había un conducto de aire. Si podía llegara hasta el, podría trepar adentro y encontrar otra salida.

Corrí rápidamente pasando a jules hasta arriba de las gradas. Mis zapatos golpeaban la madera, haciendo eco por el espacio vació, y haciendo imposible escuchar si jules me seguía o no. Puse mi pies en el primer escalón de la escalera y empece a subir. subí un escalón, luego otro. De reojo, vi el bebedero muy bajo. Era pequeño, lo que significaba que ya estaba a distancia. mucha distancia.

No mires hacia abaja, me ordene. concéntrate en lo que esta arriba. Tentativamente, pise otro escalón. La escalera se sacudió, no estaba bien adosada a la pared.

La risa de jules me llego desde abajo, y perdí la concentración. Me pasaron muchas visiones de mi misma cayendo por la mente.

Lógicamente, sabia que el las estaba plantando en mi mente. Luego mi cerebro se mareo, y no podía recordar para donde iba hacia arriba y para donde hacia abajo. No podía descifrar que pensamientos eran míos y cuales eran de jules.

Tenia tanto miedo que se me nublo la visión. No sabia donde estaba parada en la escalera. ¿Estaban mis pies centrados? ¿Estaba por resbalar? Tomando un escalón con ambas manos, apreté mi frente contra mis nudillos. Respira, me dije a mi misma. ¡Respira!

Y luego lo escuche.

El sonido del metal cediendo, lento y agonizante. Cerré mis ojos para suprimir el mareo.

Las trabas metálicas de la parte superior de la escalera se soltaron. El rujido metálico cambio a un chillido alto mientras que las otras trabas se soltaban. Mire, con un grito atrapado en mi garganta, como toda la parte superior de la escalera se soltaba. Apretándome fuerte contra la escalera, me prepare para la caída. La escalera quedo un momento en el aire, sucumbiendo a la gravedad lentamente.

Y luego todo paso muy rápido. la vigas y luces desaparecieron en un borrón mareante. Caí, hasta que la escalera, de pronto paso. Se sacudió de arriba abajo, perpendicular a la pared, unos 15-20 metro por sobre el piso. el impacto solo mi pierna, mis manos quedaron como el único sostén que tenia de la escalera.

- ¡Auxilio! - Grite, con la piernas bicicleteando el aire.

La escalera cedió otros metros mas, uno de mis zapatos se me salio del pie, se trabo en uno de mis dedos, y luego cayo. Demasiado tiempo después, golpeo el piso del gimnasio.

Me mordí la lengua mientras el dolor de mis brazos empeoraba. Se estaban saliendo de sus articulaciones. Y luego, a través del miedo y el pánico, sentí la voz de Patch. Bloquealo. sigue subiendo. La escalera esta intacta.

- No puedo. - Solloce. - Me caeré.

Bloquelo. Cierra los ojos. Escucha mi voz.

Tragando saliva, cerré los ojos. Me agarre de la voz de Patch y sentí una superficie dura debajo de mi. mis pies no estaban colgando en el aire. Sentí unos de los escalones de la escalera en mis pies. concentrándome en la voz de Patch, espere hasta que el mundo volviera a estar en su lugar. Patch tenia razón. Estaba en la escalera. Estaba derecha, segura a la pared. Recupere un poco de determinación, y seguí subiendo.

Ya arriba, me pase la las vigas mas cercanas con cuidado. Puse mis brazos alrededor de la vigas, y luego pase la pierna derecha por arriba. Estaba frente a la pared, con mi espalda al conducto de aire, pero no podía hacer nada ahora. Con mucho cuidado, me puse de rodillas. Usando toda mi concentración, empece a ir hacia atrás por todo el espacio del gimnasio.

Pero era muy tarde.

Jules había trepado rápidamente, y estaba menos de 7 metros de mi. Subió a una viga. Mano a manos, se arrastro hacia mi. Una cortadura en el lado interior de su muñeca me llamo la atención. Interceptaba su vena en un angulo de 90º y era casi negra. Para cualquier otra persona, podría haber sido una cicatriz. Pero para mi, era mucho mas. La conexión familiar era obvia. compartíamos la misma sangre, y se notaba en nuestras marcas idénticas.

Los dos estábamos montados a horcajadas sobre las vigas, sentados cara a cara a unos 5 metro de distancia.

- ¿alguna ultima palabra? - dijo Jules.

Mire hacia abajo, aunque me mareaba. Patch estaba abajo en el piso del gimnasio, quieto como si estuviese muerto. En ese momento, quise regresar en el tiempo y revivir cada momento con el. Una sonrisa secreta mas, otra risa compartida. Otro beso eléctrico. Encontrarlo fue como encontrar a alguien que no sabia que andaba buscando. Había llegado a mi vida muy tarde, y ahora se estaba yendo muy pronto. Recordé que el me había dicho que habría dejado todo por mi. Ya lo había hecho. Había abandonada la idea de tener un cuerpo humano para si mismo para que yo pudiera vivir.

Me balance accidentalmente e instintivamente me agache sobre la viga para recuperar el equilibrio.

La risa de Jules llego como un susurro frió. - No me hace ninguna diferencia si te disparo o se te caes y mueres.

- si que hace la diferencia. - Dije, con la voz suave pero llena de confianza. - Tu y yo compartimos la misma sangre. - Levante la manos con cuidado, mostrandole mi marca de nacimiento. Soy tu descendiente. Si sacrifico mi sangre, Patch se volverá humano, y tu morirás. Esta escrito en el libro de Enoch.

Los ojos de Jules ya no tenían ninguna luz, nada de gracia. Se concertaron en mi, absorbiendo cada palabra que había dicho. Me di cuenta por su expresión que estaba sopesando mis palabras. Se le puso la cara un poco rosa, y supe que me había creído.

- Tu. - Farfullo.

Se deslizo hacia mi con una velocidad desenfrenada, simultáneamente sacando su arma de su cintura.

Las lagrimas se juntaron en mis ojos. sin tener tiempo de repensarlo, me tire de la viga.