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El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
He subido dos veces la misma parte del capitulo, no se como eliminarlo. Espero me sepan disculpar.
Dilingdingdong
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
DilyJonas escribió:Noe :) escribió:DilyJonas escribió:Noe :) escribió:Holaaaa :)
soy la primera lectora ! PARTY HARD ! jajajaja
me encanta la novela, aunque me da pena la rayis, que se tiene que casar con un viejooo! :S
pero seguro que Zayn encuentra otra solucion ;) jajaja
por cierto, si necesitas chicas para los demas ( si salen ) aqui me tienes vale guapa ? ^^
tengo que avisarte de que no podre comentar muy a menudo, porque estoy en 1 de Bachillerato y tengo que estudiar muchoo :'(
pero intentare comentarte lo mas que pueda vale? :D
cuantos años tiene Zayn en la nove? porque la rayis tiene 21 no? :)
espero que la sigas pronto :3
un besito cielo <3
Jkskajsj gracias por comentar, creí que tendría que cancelar la nove. Gracias! Bueno, te explico que no se mucho sobre la nove, las iré leyendo con ustedes, decidí adaptarla porque con solo leer el argumento me llamo mucho la atencion. No hay problema si no comentas mucho, lo importante es que leas la novela y disfrutes. Gracias por comentar, de verdad.
Es un placer comentar en tu nove ! jajajjaa
ook ! es verdad, el argumento es buenísimo. Me enganchó nada mas leerlo :D
Gracias por entenderme linda, es que el instituto no me deja comentar en las noves tanto como me gustaría :S
me ha encantado el capi :3 La baronesa me da pena, por lo visto solo cumple ordenes de Zayn, no?
Dunwort parece simpático ! sera el amigo y cómplice de la rayis dentro de la casa (?
siguela pronto ! Y POR FAVOR NO LA CANCELES, QUE LA NOVE ES BUENÍSIMA <3
un besito cieloo :)xx
ksjaskj Gracias por volver a comentar, no la cancelare, aunque me siento triste de que no comenten muchas, tranquila, te entiendo. Yo ya salí del bachillerato y se lo que es. Si, pobre de la baronesa, es utilizada por Zayn. kajsjs Dunwort es genial. Ya he dejado un larguísimo capi. Espero te guste.
De nada nena! si el instituto me deja me tendras aqui comentando todos los días... hasta que te hartes de mii jajaajaaj
si quieres recomiendo la nove en otras noves ! leo muchisimas, y si quieres le hago..promoción(? ajjaja
JSCNLKSV EL CAPI ME HA ENCANTADOOO !
lo has publicado justo cuando te estaba comentando :3 ya lo he leido y me parece que lo que desea Zayn y no sabe lo que es es... la rayis(? JSCDNKLSC CREO QUE SIII JEJEJE :P
no te preocupes porque salga dos veces, yo me extrañe de verlo repetido, aunque no se como quitarlo tampoco :S
siguela prontoooo :)
un besito cielo <3
beige
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
Noe :) escribió:DilyJonas escribió:Noe :) escribió:DilyJonas escribió:Noe :) escribió:Holaaaa :)
soy la primera lectora ! PARTY HARD ! jajajaja
me encanta la novela, aunque me da pena la rayis, que se tiene que casar con un viejooo! :S
pero seguro que Zayn encuentra otra solucion ;) jajaja
por cierto, si necesitas chicas para los demas ( si salen ) aqui me tienes vale guapa ? ^^
tengo que avisarte de que no podre comentar muy a menudo, porque estoy en 1 de Bachillerato y tengo que estudiar muchoo :'(
pero intentare comentarte lo mas que pueda vale? :D
cuantos años tiene Zayn en la nove? porque la rayis tiene 21 no? :)
espero que la sigas pronto :3
un besito cielo <3
Jkskajsj gracias por comentar, creí que tendría que cancelar la nove. Gracias! Bueno, te explico que no se mucho sobre la nove, las iré leyendo con ustedes, decidí adaptarla porque con solo leer el argumento me llamo mucho la atencion. No hay problema si no comentas mucho, lo importante es que leas la novela y disfrutes. Gracias por comentar, de verdad.
Es un placer comentar en tu nove ! jajajjaa
ook ! es verdad, el argumento es buenísimo. Me enganchó nada mas leerlo :D
Gracias por entenderme linda, es que el instituto no me deja comentar en las noves tanto como me gustaría :S
me ha encantado el capi :3 La baronesa me da pena, por lo visto solo cumple ordenes de Zayn, no?
Dunwort parece simpático ! sera el amigo y cómplice de la rayis dentro de la casa (?
siguela pronto ! Y POR FAVOR NO LA CANCELES, QUE LA NOVE ES BUENÍSIMA <3
un besito cieloo :)xx
ksjaskj Gracias por volver a comentar, no la cancelare, aunque me siento triste de que no comenten muchas, tranquila, te entiendo. Yo ya salí del bachillerato y se lo que es. Si, pobre de la baronesa, es utilizada por Zayn. kajsjs Dunwort es genial. Ya he dejado un larguísimo capi. Espero te guste.
De nada nena! si el instituto me deja me tendras aqui comentando todos los días... hasta que te hartes de mii jajaajaaj
si quieres recomiendo la nove en otras noves ! leo muchisimas, y si quieres le hago..promoción(? ajjaja
JSCNLKSV EL CAPI ME HA ENCANTADOOO !
lo has publicado justo cuando te estaba comentando :3 ya lo he leido y me parece que lo que desea Zayn y no sabe lo que es es... la rayis(? JSCDNKLSC CREO QUE SIII JEJEJE :P
no te preocupes porque salga dos veces, yo me extrañe de verlo repetido, aunque no se como quitarlo tampoco :S
siguela prontoooo :)
un besito cielo <3
Nunca me molestara tenerte comentando. Bueno si quieres hacerlo, me encantaria! akjskajs de verdad gracias. gracias por todo sakjaksjjas eres mi lectora favorita.
Un beso, gracias por comentar!
Dilingdingdong
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
Capítulo 4
________ se despertó temprano, como hacía habitualmente. Su padre era madrugador y ella siempre lo acompañaba a desayunar para disfrutar del sonido de su voz mientras ensayaba su sermón. Esa mañana, sin embargo, ________ encontró la casa del vizconde silenciosa.
Abrió los ojos, echando de menos los suaves ronquidos de sus hermanos. No oía nada, excepto los sonidos de la mañana londinense. Podría haberse vuelto a dormir. Había dormido poco después de la visita nocturna del vizconde y se sentía bastante cansada. Pero no podía cerrar los ojos, sabiendo que había una tenebrosa puerta negra a sólo unos pasos de ella, y que él se encontraba a escasos metros de distancia.
Tan silenciosamente como pudo, se levantó de la cama por el lado opuesto a la puerta. Agarró la ropa y se vistió rápidamente, con los ojos fijos en la entrada de la habitación del vizconde, por miedo a que él apareciera en cualquier momento. Luego salió de su habitación de puntillas, casi sin atreverse a respirar por temor a despertarlo.
No había nadie en el piso principal, ni siquiera Dunwort. ________ se deslizó hasta la cocina sin hacer ruido, con la esperanza de que el sirviente hubiese pensado en comprar algo para el desayuno, aunque ella no se lo hubiera dicho, ni preguntado cuando regresó con los pasteles de carne. Al abrir la puerta de la cocina, se encontró con la baronesa sentada a la mesa, con un panecillo en la mano. La habitación estaba agradablemente tibia y sobre el fogón hervía una tetera.
—Buenos días, baronesa. Espero que haya dormido bien. —Era el saludo que acostumbraba a dar siempre a su padre. Y él también respondía religiosamente que había descansado como los santos y que esperaba que ella también. ________ se preguntó por un instante cómo le habría contestado a su padre aquel día en que su sueño no había sido ni reparador ni santo. Por fortuna, no tuvo tiempo de pensar mucho, pues la baronesa la miró con ojos enrojecidos.
—El resto de las muchachas dormían hasta tarde —afirmó la mujer.
________ vaciló, al tiempo que súbitamente echó de menos a su padre con desesperación.
—Siempre me he levantado a esta hora —dijo cuidadosamente.
—La mañana me pertenece —anunció bruscamente la baronesa—. Es cuando él está dormido.
En otras circunstancias, ________ se habría marchado simplemente por cortesía. Pero no podía dejar pasar aquella oportunidad de conocer más cosas sobre su misterioso anfitrión.
—¿El vizconde? ¿Normalmente duerme hasta tarde?
Al principio la baronesa no contestó, concentrándose en su desayuno. Pero pasados unos minutos, comenzó a hablar y cada una de sus palabras destilaba una enorme rabia.
—Su tiempo es por la noche. No lo verás antes del mediodía e incluso a esa hora será para gruñir. Será mejor que lo recuerdes, niña.
________ asintió.
—Desde luego...
—Él deja notas —interrumpió la baronesa. Se sacó un sobre del bolsillo y se lo tiró por encima de la mesa—. Órdenes que escribe la noche anterior. Éstas son las tuyas.
________ se quedó mirando el impecable sobre blanco. Durante un instante, sintió una abrumadora sensación de terror; si tocaba aquella misiva estaría irrevocablemente manchada. Pero desechó de inmediato aquella ridícula sensación. Ya estaba manchada. Desde el momento en que había entrado en aquella casa, su reputación había quedado mancillada. ¿Acaso no se lo había dicho todo el mundo? Tocar un sobre no podía hacerle más daño.
Aun así, tardó un poco en leerlo con la única excusa que tenía a mano. Se levantó para sacar del fuego la tetera que se había puesto a pitar de repente.
—¿Hay un poco de té?
—No.
Sorprendida, ________ miró a la baronesa. Era obvio que la mujer mentía. ¿Para qué habría puesto a hervir agua si no era para hacer té? Pero al ver la mezquina expresión de la mujer, ________ decidió abstenerse de hacer cualquier comentario. Observando a su padre, había aprendido que, en ocasiones, las cosas, aunque fueran tan insignificantes como el té, no merecían la molestia de desencadenar una discusión. Se dejó caer en la silla y se quedó mirando el mensaje del vizconde. Sin otra excusa a mano, no tuvo más opción que abrirlo.
-------------------------------------
Este cap es largo, tiene dos partes mas, las subiré mañana. Espero les guste esta parte.
Dilingdingdong
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
Holaaaaaaaa me llamo Pia, soy de Argentina, y tengo 15.
Vos ?
Me encanta la nove, es muy "rara", original obvio, pero es algo que se sale de todas las ideas que se me pudieron haber ocurrido de novelas, nunca habia esperado algo asi!
Esta genial y quiero saber que pasa!
Espero que la sigas pronto.
Pd: escribis muy bien, felicitaciones
Besotes!
Vos ?
Me encanta la nove, es muy "rara", original obvio, pero es algo que se sale de todas las ideas que se me pudieron haber ocurrido de novelas, nunca habia esperado algo asi!
Esta genial y quiero saber que pasa!
Espero que la sigas pronto.
Pd: escribis muy bien, felicitaciones
Besotes!
Invitado
Invitado
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
Serenity escribió:Holaaaaaaaa me llamo Pia, soy de Argentina, y tengo 15.
Vos ?
Me encanta la nove, es muy "rara", original obvio, pero es algo que se sale de todas las ideas que se me pudieron haber ocurrido de novelas, nunca habia esperado algo asi!
Esta genial y quiero saber que pasa!
Espero que la sigas pronto.
Pd: escribis muy bien, felicitaciones
Besotes!
Hola, gracias por comentar. Si, la novela es muy genial, pero NO es mía. Es una adaptación. Ahorita subo un capi, gracias por comentar.
Dilingdingdong
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
Cuando levantó la vista, vio el rostro satisfecho de la baronesa mirando por encima de su hombro.
—Siempre escribe lo mismo —reveló la mujer con su aguda risa entrecortada—. Por supuesto, tú eres la primera que lo recibe cuando todavía hay tiempo de hacer algo al respecto.
________ miró a su alrededor, a la inmensa cocina vacía, intentado luchar contra una abrumadora sensación de pánico. ¿Dónde estaba Dunwort?
—Pero ¿qué voy a hacer? No sé nada sobre cómo se organiza una cocina. —La baronesa no respondió a su pregunta y, tras un instante, el silencio se extendió entre ellas. Consciente de la advertencia de Dunwort de que pidiera ayuda, ________ se giró y dijo—: ¿Sería usted tan amable de ayudarme, por favor? No tengo la menor idea.
—¡Has pedido mi ayuda! —exclamó la baronesa, y una sonrisa comenzó a dibujarse en su rostro. ________ observó sorprendida aquella transformación, impresionada al ver una expresión jovial en la mujer. El pelo castaño y liso era un complemento perfecto para su rostro anguloso de pómulos prominentes. Sólo los ojos enrojecidos y un cierto gesto de amargura ensombrecían su semblante. Cuando sonreía, tal como estaba haciendo en aquel momento, resultaba hermosa.
________ todavía estaba dándole vueltas a aquella observación, cuando entró Dunwort diciendo:
—Está aquí. Se despertará, me dije cuando apagué mi vela anoche. Es mejor que me duerma pronto porque ella estará lista y entonces serán mis oídos los que estarán zumbando.
—Llevamos bastante tiempo esperando una chica nueva —explicó la baronesa—. Ahora que estás aquí, tendremos mucha comida.
Dunwort levantó una pesada bolsa de dinero.
—Tengo el dinero. —Él y la baronesa se giraron para mirar a ________, esperando sus órdenes. Ella se limitó a parpadear. Su cabeza daba vueltas.
—¿Cu... cuánto puedo gastar? —tartamudeó al fin.
El hombre le entregó la bolsa.
—Será mejor que lo cuente. Su señoría querrá las cuentas claras.
—¡Ya me ha pedido ayuda! —exclamó la baronesa con evidente alegría.
Dunwort aplaudió.
—Yo sabía que era inteligente. —Se inclinó y abrió la bolsa ante ________, sacando un billete de una libra—. Siempre empezamos primero con el menú. ¿Compro algo para desayunar?
Ligeramente mareada, ________ no pudo más que asentir. Dunwort tomó su sombrero de manera respetuosa y desapareció por la puerta trasera. Entre tanto, la baronesa sacó una caja de té que tenía escondida entre los pliegues del vestido y tranquilamente sirvió té para las dos. Consiguió papel y tinta y se sentó, como si fueran viejas amigas.
La muchacha casi no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Hacía sólo unos minutos aquella mujer se había comportado como si ________ fuera la más fastidiosa de las intrusas, indeseable y despreciable. ¡Incluso había mentido sobre el té! ¿Qué tipo de casa convierte a sus huéspedes primero en enemigos y luego los acepta misteriosamente como amigos? ¿Y cómo iba a sobrevivir ella en una casa tan extraña? Era tan distinto a todo lo que conocía...
—El futuro se aclarará por sí solo. Por ahora haz lo que dice y quédate tranquila.
________ se sorprendió con las palabras de la baronesa. ¿Acaso sus pensamientos eran tan obvios? Aturdida, se refugió en una verdad a medias.
—Lo siento. Estaba pensando en mi familia y en cuánto los echo de menos.
La aguda risa de la baronesa la detuvo.
—Nunca mientas. Sabemos lo que estás pensando. Hemos visto a otras seis muchachas pasar por lo mismo.
—Entonces, ¿por qué se muestra usted tan amable de repente? —dijo ________ con brusquedad.
La baronesa tardó unos instantes en responder, bebiendo un largo sorbo de té antes de hablar.
—Porque has solicitado mi ayuda. Recuerda, ahora eres una dama. Nadie te ofrecerá ayuda con este tipo de tareas.
________ no pudo contener la risa.
—Le aseguro, baronesa, que pedir ayuda nunca me ha resultado difícil. De hecho, dadas mis responsabilidades en la parroquia, resultaba un requisito indispensable.
La mujer asintió con una expresión pensativa.
—Entonces tal vez tenga alguna ventaja ser la hija de un sacerdote. —Lanzó una mirada maléfica a ________—. Aunque, de alguna manera, dudo que sigas pensando eso.
El día pasó volando. ¡Había tanto que aprender! La baronesa resultó ser una increíble fuente de información, y los comentarios, a veces burdos, pero siempre divertidos, de Dunwort ayudaron a que ________ se sintiera cómoda, sorprendiéndose al desear que el día nunca terminara.
Se pasaron buena parte de la jornada en la ciudad, comprando toda clase productos para abastecer la despensa. ________ iba observando hasta el más mínimo detalle, con los ojos abiertos como platos, pero no podía evitarlo. Estaba fascinada, y trataba de ver, aprender y recordarlo todo. Además, sus nuevos compañeros eran amables, serviciales y llenos de ingenio.
Hasta que regresaron a casa. De repente, la baronesa y el mayordomo adquirieron tal seriedad que a ________ ya no le quedaron ganas de reír. Colocaron todo lo que habían comprado, pero lo hicieron en silencio, y sus comentarios ocasionales se convirtieron en susurros. Frustrada y triste, ________ se puso las manos en la cadera, dirigiéndose a sus dos compañeros.
—¿Acaso él odia tanto la risa? —preguntó.
Tanto Dunwort como la baronesa levantaron los ojos para mirarla, con una mezcla de sorpresa y cautela. Pero ninguno dijo nada.
—Lord Malik —insistió ________—. ¿Odia oír risas?
La baronesa frunció el ceño.
—Por supuesto que no. ¿Por qué dices eso?
—Ustedes. —________ cruzó los brazos sobre el pecho—. Hemos pasado un día tan divertido... ¿por qué debe terminar ahora que hemos regresado a esta casa?
—Querida —exclamó la baronesa—, eso no tiene nada que ver con lord Malik.
—Entonces, ¿qué sucede? ¿Por qué de pronto hablamos en susurros entre nosotros?
Fue Dunwort quien le proporcionó una explicación convincente, frotándose las manos a causa de un cierto nerviosismo.
—No es correcto, señorita. Yo soy un sirviente, ella, una baronesa y usted, la hija de un clérigo. —Se calló, de repente, como si aquello fuera todo lo que ________ necesitara saber.
Pero no era suficiente. En absoluto.
—Ya lo sé, pero...
—Simplemente no es adecuado —interrumpió la baronesa—. Tú y yo no debemos relacionarnos con los sirvientes de esa manera.
—En este caso, conmigo, señorita —apostilló Dunwort.
________ suspiró.
—Pero llevamos juntos todo el día. Y lo hemos pasado bien.
—Sí, y eso ha sido un error por nuestra parte —señaló Dunwort, lanzándole una mirada de reproche a la baronesa. Ella se la devolvió con la misma intensidad y luego se concentró en ________.
—Si te vas a casar como una dama, debes actuar como una dama. —________ quiso protestar, pero la baronesa levantó la mano, silenciando de manera eficaz cualquier comentario—. Te convertiste en una dama en el momento en que entraste en esta casa. De ahora en adelante, debemos tratarte como tal.
—Será mejor que lo aprenda ahora, señorita —dijo Dunwort con firmeza. Y luego se apartó un mechón de pelo de la frente y salió de la cocina por la puerta trasera. La baronesa hizo lo mismo, pero se dirigió a la escalera.
—Ven, ________ —le ordenó por encima del hombro—. Tendrás que arreglarte para la cena.
________ no se movió. Se quedó allí, mirando la habitación repentinamente vacía con una sensación de desaliento. Su padre siempre le había dicho que ella era demasiado amistosa, pero, al final, parecía agradecerlo, sobre todo porque pasaba la mayor parte del tiempo consolando a los pobres, que apreciaban su manera de ser.
Y ahora, ¿se suponía que debía transformarse repentinamente en una dama? No estaba segura de que le gustara la idea. Sin embargo, no parecía tener muchas opciones.
-------------------------------------------
¡Hola!, esta es la segunda parte del capitulo #4. Todavía queda una parte. Si hay comentarios lo subiré en la noche, si no mañana. Espero les guste.
—Siempre escribe lo mismo —reveló la mujer con su aguda risa entrecortada—. Por supuesto, tú eres la primera que lo recibe cuando todavía hay tiempo de hacer algo al respecto.
________ miró a su alrededor, a la inmensa cocina vacía, intentado luchar contra una abrumadora sensación de pánico. ¿Dónde estaba Dunwort?
—Pero ¿qué voy a hacer? No sé nada sobre cómo se organiza una cocina. —La baronesa no respondió a su pregunta y, tras un instante, el silencio se extendió entre ellas. Consciente de la advertencia de Dunwort de que pidiera ayuda, ________ se giró y dijo—: ¿Sería usted tan amable de ayudarme, por favor? No tengo la menor idea.
—¡Has pedido mi ayuda! —exclamó la baronesa, y una sonrisa comenzó a dibujarse en su rostro. ________ observó sorprendida aquella transformación, impresionada al ver una expresión jovial en la mujer. El pelo castaño y liso era un complemento perfecto para su rostro anguloso de pómulos prominentes. Sólo los ojos enrojecidos y un cierto gesto de amargura ensombrecían su semblante. Cuando sonreía, tal como estaba haciendo en aquel momento, resultaba hermosa.
________ todavía estaba dándole vueltas a aquella observación, cuando entró Dunwort diciendo:
—Está aquí. Se despertará, me dije cuando apagué mi vela anoche. Es mejor que me duerma pronto porque ella estará lista y entonces serán mis oídos los que estarán zumbando.
—Llevamos bastante tiempo esperando una chica nueva —explicó la baronesa—. Ahora que estás aquí, tendremos mucha comida.
Dunwort levantó una pesada bolsa de dinero.
—Tengo el dinero. —Él y la baronesa se giraron para mirar a ________, esperando sus órdenes. Ella se limitó a parpadear. Su cabeza daba vueltas.
—¿Cu... cuánto puedo gastar? —tartamudeó al fin.
El hombre le entregó la bolsa.
—Será mejor que lo cuente. Su señoría querrá las cuentas claras.
—¡Ya me ha pedido ayuda! —exclamó la baronesa con evidente alegría.
Dunwort aplaudió.
—Yo sabía que era inteligente. —Se inclinó y abrió la bolsa ante ________, sacando un billete de una libra—. Siempre empezamos primero con el menú. ¿Compro algo para desayunar?
Ligeramente mareada, ________ no pudo más que asentir. Dunwort tomó su sombrero de manera respetuosa y desapareció por la puerta trasera. Entre tanto, la baronesa sacó una caja de té que tenía escondida entre los pliegues del vestido y tranquilamente sirvió té para las dos. Consiguió papel y tinta y se sentó, como si fueran viejas amigas.
La muchacha casi no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Hacía sólo unos minutos aquella mujer se había comportado como si ________ fuera la más fastidiosa de las intrusas, indeseable y despreciable. ¡Incluso había mentido sobre el té! ¿Qué tipo de casa convierte a sus huéspedes primero en enemigos y luego los acepta misteriosamente como amigos? ¿Y cómo iba a sobrevivir ella en una casa tan extraña? Era tan distinto a todo lo que conocía...
—El futuro se aclarará por sí solo. Por ahora haz lo que dice y quédate tranquila.
________ se sorprendió con las palabras de la baronesa. ¿Acaso sus pensamientos eran tan obvios? Aturdida, se refugió en una verdad a medias.
—Lo siento. Estaba pensando en mi familia y en cuánto los echo de menos.
La aguda risa de la baronesa la detuvo.
—Nunca mientas. Sabemos lo que estás pensando. Hemos visto a otras seis muchachas pasar por lo mismo.
—Entonces, ¿por qué se muestra usted tan amable de repente? —dijo ________ con brusquedad.
La baronesa tardó unos instantes en responder, bebiendo un largo sorbo de té antes de hablar.
—Porque has solicitado mi ayuda. Recuerda, ahora eres una dama. Nadie te ofrecerá ayuda con este tipo de tareas.
________ no pudo contener la risa.
—Le aseguro, baronesa, que pedir ayuda nunca me ha resultado difícil. De hecho, dadas mis responsabilidades en la parroquia, resultaba un requisito indispensable.
La mujer asintió con una expresión pensativa.
—Entonces tal vez tenga alguna ventaja ser la hija de un sacerdote. —Lanzó una mirada maléfica a ________—. Aunque, de alguna manera, dudo que sigas pensando eso.
El día pasó volando. ¡Había tanto que aprender! La baronesa resultó ser una increíble fuente de información, y los comentarios, a veces burdos, pero siempre divertidos, de Dunwort ayudaron a que ________ se sintiera cómoda, sorprendiéndose al desear que el día nunca terminara.
Se pasaron buena parte de la jornada en la ciudad, comprando toda clase productos para abastecer la despensa. ________ iba observando hasta el más mínimo detalle, con los ojos abiertos como platos, pero no podía evitarlo. Estaba fascinada, y trataba de ver, aprender y recordarlo todo. Además, sus nuevos compañeros eran amables, serviciales y llenos de ingenio.
Hasta que regresaron a casa. De repente, la baronesa y el mayordomo adquirieron tal seriedad que a ________ ya no le quedaron ganas de reír. Colocaron todo lo que habían comprado, pero lo hicieron en silencio, y sus comentarios ocasionales se convirtieron en susurros. Frustrada y triste, ________ se puso las manos en la cadera, dirigiéndose a sus dos compañeros.
—¿Acaso él odia tanto la risa? —preguntó.
Tanto Dunwort como la baronesa levantaron los ojos para mirarla, con una mezcla de sorpresa y cautela. Pero ninguno dijo nada.
—Lord Malik —insistió ________—. ¿Odia oír risas?
La baronesa frunció el ceño.
—Por supuesto que no. ¿Por qué dices eso?
—Ustedes. —________ cruzó los brazos sobre el pecho—. Hemos pasado un día tan divertido... ¿por qué debe terminar ahora que hemos regresado a esta casa?
—Querida —exclamó la baronesa—, eso no tiene nada que ver con lord Malik.
—Entonces, ¿qué sucede? ¿Por qué de pronto hablamos en susurros entre nosotros?
Fue Dunwort quien le proporcionó una explicación convincente, frotándose las manos a causa de un cierto nerviosismo.
—No es correcto, señorita. Yo soy un sirviente, ella, una baronesa y usted, la hija de un clérigo. —Se calló, de repente, como si aquello fuera todo lo que ________ necesitara saber.
Pero no era suficiente. En absoluto.
—Ya lo sé, pero...
—Simplemente no es adecuado —interrumpió la baronesa—. Tú y yo no debemos relacionarnos con los sirvientes de esa manera.
—En este caso, conmigo, señorita —apostilló Dunwort.
________ suspiró.
—Pero llevamos juntos todo el día. Y lo hemos pasado bien.
—Sí, y eso ha sido un error por nuestra parte —señaló Dunwort, lanzándole una mirada de reproche a la baronesa. Ella se la devolvió con la misma intensidad y luego se concentró en ________.
—Si te vas a casar como una dama, debes actuar como una dama. —________ quiso protestar, pero la baronesa levantó la mano, silenciando de manera eficaz cualquier comentario—. Te convertiste en una dama en el momento en que entraste en esta casa. De ahora en adelante, debemos tratarte como tal.
—Será mejor que lo aprenda ahora, señorita —dijo Dunwort con firmeza. Y luego se apartó un mechón de pelo de la frente y salió de la cocina por la puerta trasera. La baronesa hizo lo mismo, pero se dirigió a la escalera.
—Ven, ________ —le ordenó por encima del hombro—. Tendrás que arreglarte para la cena.
________ no se movió. Se quedó allí, mirando la habitación repentinamente vacía con una sensación de desaliento. Su padre siempre le había dicho que ella era demasiado amistosa, pero, al final, parecía agradecerlo, sobre todo porque pasaba la mayor parte del tiempo consolando a los pobres, que apreciaban su manera de ser.
Y ahora, ¿se suponía que debía transformarse repentinamente en una dama? No estaba segura de que le gustara la idea. Sin embargo, no parecía tener muchas opciones.
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¡Hola!, esta es la segunda parte del capitulo #4. Todavía queda una parte. Si hay comentarios lo subiré en la noche, si no mañana. Espero les guste.
Dilingdingdong
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
siguela por faaaaa......como se llama la version original? esta muy interesante :)
nathalia berhur
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
nathalia berhur escribió:siguela por faaaaa......como se llama la version original? esta muy interesante :)
Se llama exactamente igual "El arte de pecar" de Jade Lee. La novela es mega interesante, ya veras.
Si hay mas comentarios la sigo ahorita. Si no mañana.
Dilingdingdong
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
________ no necesitaba «arreglarse para la cena». Casi no tenía qué ponerse y, desde luego, no necesitaba acicalarse durante horas antes de sentarse a la mesa. Por tanto, se puso el mismo vestido gris que había usado la noche anterior y salió de su habitación a dar una vuelta por la casa.
Él se encontraba en el primer piso; ________ lo supo desde el mismo momento en que puso un pie en los escalones. La casa parecía transmitir su presencia tangible cuando él estaba en ella, como si hasta los muebles estuvieran a la espera, ansiosos por saber qué haría. ¿O sería su imaginación? Quizás había oído el ruido de papeles en la biblioteca o percibido el parpadeo de su candelabro. Pero impulsada por un oscuro temor, ________ se quedó al pie de las escaleras, conteniendo la respiración mientras esperaba, sin saber cómo actuar.
Y en ese momento apareció él. El vizconde la vio al salir de la biblioteca. Llevaba unos papeles en la mano, pero sin mostrar el menor interés en ellos, le dedicó una sonrisa perezosa a ________.
—________. —Su voz era suave, con un tono meloso, pero ella sintió un escalofrío al oírla. No le tenía miedo. En realidad, no sabría definir lo que sentía, excepto que tenía unas súbitas ganas de huir.
Pero no lo hizo. Echó los hombros hacia atrás y lo miró fijamente.
—Milord —respondió con un tono tan frío como pudo.
—Aún no estás vestida para la cena. ¿Será que las cosas no están preparadas en la cocina? —El vizconde tenía una expresión burlona. Aparentemente, no esperaba que ella hiciera su trabajo.
—Al contrario, milord. En estos momentos, Dunwort está haciendo gala de sus artes culinarias. La cena se servirá a la hora habitual.
________ no esperó ninguna muestra de sorpresa por parte del vizconde, y éste no dejó traslucir sus pensamientos ni siquiera con un ligero movimiento de sus cejas. Se limitó a asentir, mientras volvía a fijar sus ojos en el vestido de ________.
—Entonces debes cambiarte de ropa. Se espera que una dama utilice su mejor traje a la hora de la cena.
—Esta dama ya lo hace —respondió ________ de manera cortés.
Esta vez el vizconde sí reaccionó. Sus labios mostraron una mueca de disgusto cuando se acercó a examinarla con más detenimiento.
—Ni siquiera una institutriz tendría un aspecto tan austero.
________ levantó la barbilla, herida por la desdeñosa actitud del vizconde ante un vestido que ella había tardado tanto en hacer.
—Pensé en solicitar un empleo como institutriz.
—¿Y por qué no lo hiciste?
________ se mordió el labio mientras se preguntaba si debía decirle la verdad. Sólo con mirar el rostro del vizconde supo que tendría que confesar. Estaba segura de que él detectaría cualquier mentira que ella pudiera contarle. Así que suspiró y se obligó a revelar lo que sabía que era un terrible defecto.
—Ayudé a mi padre desde muy joven. Mi presencia en la habitación de un enfermo era muy valorada. —________ desvió la mirada del rostro del vizconde mientras confesaba su mayor vergüenza—. Pero la verdad es, milord, que soy una chica muy desnaturalizada. No me gustan los niños. —Levantó la barbilla, intentado hacerse comprender—. No me resultan odiosos por norma general. Si se portan bien. Pero los niños siempre están corriendo por todos lados, rompiendo cosas que después hay que arreglar o haciendo ruido. Y cada vez que los reprendo, las madres se ponen furiosas conmigo. Pero realmente no entiendo cómo pueden dejar que sus pequeños se comporten tan mal. Sin embargo, lo hacen, y sólo de pensar que tendría que cuidar todo el día, todos los días, a los hijos de otra persona, que tendría que hacer que se porten bien cuando no tienen necesidad... —________ tragó saliva, impresionada por el horror de sus extraños sentimientos—. No podría hacerlo. Sencillamente, me resultaría insoportable.
El vizconde pareció percibir la amargura en el tono de ________ porque enseguida frunció el ceño con preocupación.
—No es ningún pecado despreciar a los chiquillos gritones de otra persona. Eso no significa que seas una desnaturalizada.
________ bajó la vista hacia sus manos, aliviada al ver que el vizconde no se burlaba de su extraña naturaleza.
—Yo pensé —confesó sin pensarlo— que con un marido viejo la concepción de niños estaría descartada.
—Eres realmente sorprendente —dijo el vizconde en voz tan baja que ________ lo miró preguntándose si se estaría burlando de ella. Pero no. De hecho, su expresión se había vuelto pensativa, con una cierta admiración—. Esa idea no está mal, aunque careces de información. Hay maneras de impedir la concepción con cualquier hombre, joven o viejo.
Mientras ________ se quedaba totalmente confusa ante aquella actitud de aceptación del vizconde, éste extendió el brazo para tocarla. Acarició su mejilla con la punta de los dedos, pero a ella le pareció que la había rozado con un hierro candente.
Instintivamente, echó la cabeza, hacia atrás, y se habría alejado, pero él la agarró del brazo y la apretó con firmeza.
—No huyas de mis caricias.
Sintió la mano del vizconde como un aro de acero alrededor de su brazo. Trató de zafarse, pero el hombre no aflojó la presión de sus dedos.
—Milord —exclamó ________—, me hace daño.
El vizconde continuó apretando, y ante sus ojos le dio la sensación de que se hacía más grande y era capaz de dominarla sin necesidad de moverse.
—Entonces no luches contra mí.
—¡Entonces no me toque! —exclamó ________. El vizconde se rió. El sonido no la tranquilizó.
—Te voy a tocar mucho —dijo el vizconde—. Quiero que entiendas una cosa, ________: no puedes huir de mí, ni alejarte, y ni siquiera levantar una mano para detenerme. Tienes mucho que aprender, y soy tu único maestro.
La muchacha lo miró con rabia mientras el corazón le palpitaba aceleradamente.
—¡Usted no es mi esposo! No tiene derecho...
—Al contrario —la interrumpió el vizconde con una voz apagada y amenazante. El forcejeo los había acercado lo suficiente para que ella pudiera sentir su cálido aliento sobre el rostro—. Es hora de que lleguemos a un acuerdo, ________ —susurró—. Anoche tuve mucha paciencia. Hoy no.
________ tembló al escuchar las palabras del vizconde, aterrada ante sus métodos. Él no vociferaba como su padre. No pataleaba ni rompía cosas para llamar la atención. Al mirar el azul brillante de sus ojos, ________ sintió verdadero horror. Mientras que su padre era como un martillo, enorme y brutal cuando lo desafiaban, el vizconde Malik le recordaba a un bisturí. Quirúrgicamente preciso en todo lo que hacía, ella tuvo miedo de que pudiera hacer un corte mucho más profundo que el que habría podido hacer su padre.
Tembló involuntariamente. Sin embargo, no se dio por vencida. Y él tampoco la soltó.
Se quedaron así durante un instante que a ella le pareció eterno: él mirándola a los ojos y ella aguantando desafiante aquella mirada. Pero pasados unos minutos, ________ sintió que comenzaba a debilitarse. La voluntad del vizconde parecía dominarla por completo. Él era más fuerte y más poderoso en muchos sentidos. ¿Cómo podría luchar contra él?
Al final la muchacha cedió y asintió con la cabeza.
—Tal vez tenga usted razón. Debemos discutir los términos de nuestro acuerdo.
—Bien —dijo el hombre suavemente, y luego la soltó. De manera instintiva, ________ se frotó el brazo. ¿La había agarrado con una sola mano? ¿Acaso eso era todo lo que necesitaba para doblegarla?
La vergüenza asomó a su rostro en una oleada de calor. ¿Tenía tan poco respeto por sí misma que se desmoronaba tan pronto como él se enfurecía? ¡No! ________ lo miró con firmeza y frialdad.
—Usted no es mi marido. Y yo no soy su esclava. No tiene derecho sobre mi persona. He organizado su cocina. He surtido su despensa; con mi propio dinero, además. He cumplido con esas tareas y lo seguiré haciendo. Pero usted no tiene acceso a mi cuerpo y no me tocará otra vez. —________ hizo una pausa para asegurarse de que él entendía hasta dónde llegaba su determinación—. Ésos son los términos del acuerdo.
________ quería marcharse a toda prisa, pero no lo hizo. Tardó sólo una fracción de segundo para lanzarle una última mirada altiva al vizconde, y en ese momento él la detuvo.
—¿Te han besado alguna vez?
________ parpadeó, sorprendida por la pregunta.
—Todavía soy tu maestro, ¿o no? —dijo el vizconde antes de que ella pudiera pensar en su pregunta. Luego comenzó a caminar alrededor de ella, obligándola a darse la vuelta para mirarlo—. Eso forma parte de nuestro trato, ¿no es así? ¿No debo enseñarte a atrapar un marido rico?
________ asintió lentamente, sospechando que tenía que haber una trampa en algún lado, pero sin poder ver exactamente dónde estaba el peligro.
—Sí, milord —asintió finalmente—. Usted ha sido contratado para instruirme.
El hombre soltó una sonora carcajada.
—¡Qué hábil eres con las palabras, querida alumna! ¿Así que soy un empleado contratado? Muy bien; aceptaré esa caracterización por el momento. Y ¿cuál se supone que debe ser la naturaleza de mi instrucción?
________ vaciló. ¿Acaso no era eso exactamente lo que había estado tratando de descubrir? ¿Qué iba a sucederle? ¿Cómo iba a atrapar un marido?
—No lo sabes, ¿verdad? —La voz del vizconde sonaba más suave ahora, pero igual de imperiosa—. Claro que no lo sabes. Porque eres la alumna y yo el maestro. —Se recostó casi con indiferencia contra la pared, pero ella no se dejó engañar. Él la siguió mirando con sus ojos penetrantes—. Y como tal sólo se te pide que aprendas. —El vizconde cruzó los brazos sobre el pecho—. Voy a añadir un requisito adicional: siempre debes ser sincera conmigo.
________ levantó la mirada, sobresaltada.
—Ah, veo que te he sorprendido. La mayor parte de los tutores sólo les piden a sus pupilos que repitan lo que han aprendido. Esos estudiantes se convierten en loros que reproducen los conocimientos de sus instructores como si fueran propios. Ésos son malos maestros. —El vizconde se acercaba al punto álgido de la conversación. Se enderezó y dio un paso hacia ella—. Yo necesito más.
Se detuvo, mirando a ________ fijamente, tratando de calibrar su reacción.
Ella contuvo su lengua. No habría hablado por nada ni el mundo. Su mente se encontraba en un estado demasiado caótico para poder articular algún pensamiento coherente.
—Para que yo pueda saber si has entendido tus lecciones debes decirme lo que piensas. Lo que sientes. —Al pronunciar esta última palabra el tono del vizconde se hizo más profundo y adquirió un timbre ronco, como si tuviera un significado especial. Pero ________ no llegó a captarlo, como tampoco comprendió la manera en que su cuerpo se puso tenso, una reacción puramente física ante las palabras del hombre—. Eso es todo, ________. Te exijo sinceridad y que me permitas enseñarte.
Ella asintió con la cabeza, sintiendo la garganta inexplicablemente seca. Tenía lógica. Pero ¿qué tenía que ver eso con las desmedidas libertades hacia su persona que se tomaba el vizconde?
—Dilo, ________, para que sepa que has comprendido. Dime que estás de acuerdo.
—Acepto ser completamente sincera con usted. Le comunicaré mis pensamientos y expresaré mis sentimientos lo mejor que pueda. —A ella no le asustaba decir lo que pensaba. Si él quería que ella expresara sus opiniones con sinceridad y franqueza, así lo haría, y tendría que sufrir las consecuencias.
—Y ¿qué hay de mi instrucción? ¿Me permitirás enseñarte todo lo que necesitas?
________ levantó la barbilla.
—Por supuesto que permitiré que me instruya. Es mi... —buscó la palabra apropiada— obligación con usted. Porque quiero un marido rico. —________ tragó saliva. La amarga realidad era que necesitaba encontrar un marido rico para que su hermano y hermana tuvieran oportunidad de tener una vida libre de privaciones.
El vizconde sonrió. Era la primera sonrisa genuina que ________ veía en su rostro y le daba un aire peligrosamente atractivo. Sus rasgos se suavizaron, en sus ojos apareció un brillo inesperado y los mechones desordenados de su oscura melena le proporcionaron un aspecto licencioso.
—Bien dicho, ________. Ahora, presta mucha atención. Mi instrucción requiere que te toque y tú acabas de prometer que me dejarás enseñarte.
—No... —comenzó ________, pero enseguida se dio cuenta de que era cierto. Aquélla era la trampa que había presentido pero que no pudo ver.
—Ah, sí. —De repente, el tono del vizconde se dulcificó—. Pero yo no quiero que me temas. —Se le acercó y volvió a acariciarle la mejilla hasta que ella lo miró directamente a los ojos—. Te prometeré algo: nunca te tocaré cuando estés enfadada, nunca te haré daño.
________ vio en sus ojos que decía la verdad, pero, aun así, se sintió atrapada, arrinconada. Traicionada.
—¿Y usted también me promete responder a mis preguntas con la verdad? ¿A cualquier cosa que le pregunte?
El vizconde asintió lentamente, como si estuviera estudiando la cuestión desde todos los ángulos. A ella no le importó el tiempo que tardara en pensarlo, siempre y cuando aceptara.
—Te diré la verdad tal y como la entiendo. Seguramente tendrás muchas preguntas en los días venideros. Puedes estar segura de que nunca te mentiré, pero también debes saber que hay cosas que son... difíciles de explicar. —Sus ojos brillaron con malicia—. ¿Tal vez necesitas una promesa formal? —Se enderezó y puso la mano sobre el pecho con un gesto solemne—. Te doy mi palabra de vizconde Malik de que sean cuales sean tus preguntas, te responderé con la verdad.
Aquello era exactamente lo que ________ quería oír.
—Así que si pregunto si sus caricias son parte de mi instrucción...
—Entonces te contestaré con sinceridad, diciéndote que así es.
El vizconde la miró y ella le sostuvo la mirada. Sellaron su pacto de esa forma, y ________ supo entonces que, fuera cual fuese el acuerdo que había comenzado cuando llegó a Londres, acababa de hacerse más profundo, adquiriendo un carácter de obligatoriedad.
Aunque temiera lo que pudiera suceder en el futuro, ________ había dado su palabra. Permitiría al vizconde hacer lo que él considerara conveniente, siempre y cuando ella consiguiera lo que buscaba.
Él se encontraba en el primer piso; ________ lo supo desde el mismo momento en que puso un pie en los escalones. La casa parecía transmitir su presencia tangible cuando él estaba en ella, como si hasta los muebles estuvieran a la espera, ansiosos por saber qué haría. ¿O sería su imaginación? Quizás había oído el ruido de papeles en la biblioteca o percibido el parpadeo de su candelabro. Pero impulsada por un oscuro temor, ________ se quedó al pie de las escaleras, conteniendo la respiración mientras esperaba, sin saber cómo actuar.
Y en ese momento apareció él. El vizconde la vio al salir de la biblioteca. Llevaba unos papeles en la mano, pero sin mostrar el menor interés en ellos, le dedicó una sonrisa perezosa a ________.
—________. —Su voz era suave, con un tono meloso, pero ella sintió un escalofrío al oírla. No le tenía miedo. En realidad, no sabría definir lo que sentía, excepto que tenía unas súbitas ganas de huir.
Pero no lo hizo. Echó los hombros hacia atrás y lo miró fijamente.
—Milord —respondió con un tono tan frío como pudo.
—Aún no estás vestida para la cena. ¿Será que las cosas no están preparadas en la cocina? —El vizconde tenía una expresión burlona. Aparentemente, no esperaba que ella hiciera su trabajo.
—Al contrario, milord. En estos momentos, Dunwort está haciendo gala de sus artes culinarias. La cena se servirá a la hora habitual.
________ no esperó ninguna muestra de sorpresa por parte del vizconde, y éste no dejó traslucir sus pensamientos ni siquiera con un ligero movimiento de sus cejas. Se limitó a asentir, mientras volvía a fijar sus ojos en el vestido de ________.
—Entonces debes cambiarte de ropa. Se espera que una dama utilice su mejor traje a la hora de la cena.
—Esta dama ya lo hace —respondió ________ de manera cortés.
Esta vez el vizconde sí reaccionó. Sus labios mostraron una mueca de disgusto cuando se acercó a examinarla con más detenimiento.
—Ni siquiera una institutriz tendría un aspecto tan austero.
________ levantó la barbilla, herida por la desdeñosa actitud del vizconde ante un vestido que ella había tardado tanto en hacer.
—Pensé en solicitar un empleo como institutriz.
—¿Y por qué no lo hiciste?
________ se mordió el labio mientras se preguntaba si debía decirle la verdad. Sólo con mirar el rostro del vizconde supo que tendría que confesar. Estaba segura de que él detectaría cualquier mentira que ella pudiera contarle. Así que suspiró y se obligó a revelar lo que sabía que era un terrible defecto.
—Ayudé a mi padre desde muy joven. Mi presencia en la habitación de un enfermo era muy valorada. —________ desvió la mirada del rostro del vizconde mientras confesaba su mayor vergüenza—. Pero la verdad es, milord, que soy una chica muy desnaturalizada. No me gustan los niños. —Levantó la barbilla, intentado hacerse comprender—. No me resultan odiosos por norma general. Si se portan bien. Pero los niños siempre están corriendo por todos lados, rompiendo cosas que después hay que arreglar o haciendo ruido. Y cada vez que los reprendo, las madres se ponen furiosas conmigo. Pero realmente no entiendo cómo pueden dejar que sus pequeños se comporten tan mal. Sin embargo, lo hacen, y sólo de pensar que tendría que cuidar todo el día, todos los días, a los hijos de otra persona, que tendría que hacer que se porten bien cuando no tienen necesidad... —________ tragó saliva, impresionada por el horror de sus extraños sentimientos—. No podría hacerlo. Sencillamente, me resultaría insoportable.
El vizconde pareció percibir la amargura en el tono de ________ porque enseguida frunció el ceño con preocupación.
—No es ningún pecado despreciar a los chiquillos gritones de otra persona. Eso no significa que seas una desnaturalizada.
________ bajó la vista hacia sus manos, aliviada al ver que el vizconde no se burlaba de su extraña naturaleza.
—Yo pensé —confesó sin pensarlo— que con un marido viejo la concepción de niños estaría descartada.
—Eres realmente sorprendente —dijo el vizconde en voz tan baja que ________ lo miró preguntándose si se estaría burlando de ella. Pero no. De hecho, su expresión se había vuelto pensativa, con una cierta admiración—. Esa idea no está mal, aunque careces de información. Hay maneras de impedir la concepción con cualquier hombre, joven o viejo.
Mientras ________ se quedaba totalmente confusa ante aquella actitud de aceptación del vizconde, éste extendió el brazo para tocarla. Acarició su mejilla con la punta de los dedos, pero a ella le pareció que la había rozado con un hierro candente.
Instintivamente, echó la cabeza, hacia atrás, y se habría alejado, pero él la agarró del brazo y la apretó con firmeza.
—No huyas de mis caricias.
Sintió la mano del vizconde como un aro de acero alrededor de su brazo. Trató de zafarse, pero el hombre no aflojó la presión de sus dedos.
—Milord —exclamó ________—, me hace daño.
El vizconde continuó apretando, y ante sus ojos le dio la sensación de que se hacía más grande y era capaz de dominarla sin necesidad de moverse.
—Entonces no luches contra mí.
—¡Entonces no me toque! —exclamó ________. El vizconde se rió. El sonido no la tranquilizó.
—Te voy a tocar mucho —dijo el vizconde—. Quiero que entiendas una cosa, ________: no puedes huir de mí, ni alejarte, y ni siquiera levantar una mano para detenerme. Tienes mucho que aprender, y soy tu único maestro.
La muchacha lo miró con rabia mientras el corazón le palpitaba aceleradamente.
—¡Usted no es mi esposo! No tiene derecho...
—Al contrario —la interrumpió el vizconde con una voz apagada y amenazante. El forcejeo los había acercado lo suficiente para que ella pudiera sentir su cálido aliento sobre el rostro—. Es hora de que lleguemos a un acuerdo, ________ —susurró—. Anoche tuve mucha paciencia. Hoy no.
________ tembló al escuchar las palabras del vizconde, aterrada ante sus métodos. Él no vociferaba como su padre. No pataleaba ni rompía cosas para llamar la atención. Al mirar el azul brillante de sus ojos, ________ sintió verdadero horror. Mientras que su padre era como un martillo, enorme y brutal cuando lo desafiaban, el vizconde Malik le recordaba a un bisturí. Quirúrgicamente preciso en todo lo que hacía, ella tuvo miedo de que pudiera hacer un corte mucho más profundo que el que habría podido hacer su padre.
Tembló involuntariamente. Sin embargo, no se dio por vencida. Y él tampoco la soltó.
Se quedaron así durante un instante que a ella le pareció eterno: él mirándola a los ojos y ella aguantando desafiante aquella mirada. Pero pasados unos minutos, ________ sintió que comenzaba a debilitarse. La voluntad del vizconde parecía dominarla por completo. Él era más fuerte y más poderoso en muchos sentidos. ¿Cómo podría luchar contra él?
Al final la muchacha cedió y asintió con la cabeza.
—Tal vez tenga usted razón. Debemos discutir los términos de nuestro acuerdo.
—Bien —dijo el hombre suavemente, y luego la soltó. De manera instintiva, ________ se frotó el brazo. ¿La había agarrado con una sola mano? ¿Acaso eso era todo lo que necesitaba para doblegarla?
La vergüenza asomó a su rostro en una oleada de calor. ¿Tenía tan poco respeto por sí misma que se desmoronaba tan pronto como él se enfurecía? ¡No! ________ lo miró con firmeza y frialdad.
—Usted no es mi marido. Y yo no soy su esclava. No tiene derecho sobre mi persona. He organizado su cocina. He surtido su despensa; con mi propio dinero, además. He cumplido con esas tareas y lo seguiré haciendo. Pero usted no tiene acceso a mi cuerpo y no me tocará otra vez. —________ hizo una pausa para asegurarse de que él entendía hasta dónde llegaba su determinación—. Ésos son los términos del acuerdo.
________ quería marcharse a toda prisa, pero no lo hizo. Tardó sólo una fracción de segundo para lanzarle una última mirada altiva al vizconde, y en ese momento él la detuvo.
—¿Te han besado alguna vez?
________ parpadeó, sorprendida por la pregunta.
—Todavía soy tu maestro, ¿o no? —dijo el vizconde antes de que ella pudiera pensar en su pregunta. Luego comenzó a caminar alrededor de ella, obligándola a darse la vuelta para mirarlo—. Eso forma parte de nuestro trato, ¿no es así? ¿No debo enseñarte a atrapar un marido rico?
________ asintió lentamente, sospechando que tenía que haber una trampa en algún lado, pero sin poder ver exactamente dónde estaba el peligro.
—Sí, milord —asintió finalmente—. Usted ha sido contratado para instruirme.
El hombre soltó una sonora carcajada.
—¡Qué hábil eres con las palabras, querida alumna! ¿Así que soy un empleado contratado? Muy bien; aceptaré esa caracterización por el momento. Y ¿cuál se supone que debe ser la naturaleza de mi instrucción?
________ vaciló. ¿Acaso no era eso exactamente lo que había estado tratando de descubrir? ¿Qué iba a sucederle? ¿Cómo iba a atrapar un marido?
—No lo sabes, ¿verdad? —La voz del vizconde sonaba más suave ahora, pero igual de imperiosa—. Claro que no lo sabes. Porque eres la alumna y yo el maestro. —Se recostó casi con indiferencia contra la pared, pero ella no se dejó engañar. Él la siguió mirando con sus ojos penetrantes—. Y como tal sólo se te pide que aprendas. —El vizconde cruzó los brazos sobre el pecho—. Voy a añadir un requisito adicional: siempre debes ser sincera conmigo.
________ levantó la mirada, sobresaltada.
—Ah, veo que te he sorprendido. La mayor parte de los tutores sólo les piden a sus pupilos que repitan lo que han aprendido. Esos estudiantes se convierten en loros que reproducen los conocimientos de sus instructores como si fueran propios. Ésos son malos maestros. —El vizconde se acercaba al punto álgido de la conversación. Se enderezó y dio un paso hacia ella—. Yo necesito más.
Se detuvo, mirando a ________ fijamente, tratando de calibrar su reacción.
Ella contuvo su lengua. No habría hablado por nada ni el mundo. Su mente se encontraba en un estado demasiado caótico para poder articular algún pensamiento coherente.
—Para que yo pueda saber si has entendido tus lecciones debes decirme lo que piensas. Lo que sientes. —Al pronunciar esta última palabra el tono del vizconde se hizo más profundo y adquirió un timbre ronco, como si tuviera un significado especial. Pero ________ no llegó a captarlo, como tampoco comprendió la manera en que su cuerpo se puso tenso, una reacción puramente física ante las palabras del hombre—. Eso es todo, ________. Te exijo sinceridad y que me permitas enseñarte.
Ella asintió con la cabeza, sintiendo la garganta inexplicablemente seca. Tenía lógica. Pero ¿qué tenía que ver eso con las desmedidas libertades hacia su persona que se tomaba el vizconde?
—Dilo, ________, para que sepa que has comprendido. Dime que estás de acuerdo.
—Acepto ser completamente sincera con usted. Le comunicaré mis pensamientos y expresaré mis sentimientos lo mejor que pueda. —A ella no le asustaba decir lo que pensaba. Si él quería que ella expresara sus opiniones con sinceridad y franqueza, así lo haría, y tendría que sufrir las consecuencias.
—Y ¿qué hay de mi instrucción? ¿Me permitirás enseñarte todo lo que necesitas?
________ levantó la barbilla.
—Por supuesto que permitiré que me instruya. Es mi... —buscó la palabra apropiada— obligación con usted. Porque quiero un marido rico. —________ tragó saliva. La amarga realidad era que necesitaba encontrar un marido rico para que su hermano y hermana tuvieran oportunidad de tener una vida libre de privaciones.
El vizconde sonrió. Era la primera sonrisa genuina que ________ veía en su rostro y le daba un aire peligrosamente atractivo. Sus rasgos se suavizaron, en sus ojos apareció un brillo inesperado y los mechones desordenados de su oscura melena le proporcionaron un aspecto licencioso.
—Bien dicho, ________. Ahora, presta mucha atención. Mi instrucción requiere que te toque y tú acabas de prometer que me dejarás enseñarte.
—No... —comenzó ________, pero enseguida se dio cuenta de que era cierto. Aquélla era la trampa que había presentido pero que no pudo ver.
—Ah, sí. —De repente, el tono del vizconde se dulcificó—. Pero yo no quiero que me temas. —Se le acercó y volvió a acariciarle la mejilla hasta que ella lo miró directamente a los ojos—. Te prometeré algo: nunca te tocaré cuando estés enfadada, nunca te haré daño.
________ vio en sus ojos que decía la verdad, pero, aun así, se sintió atrapada, arrinconada. Traicionada.
—¿Y usted también me promete responder a mis preguntas con la verdad? ¿A cualquier cosa que le pregunte?
El vizconde asintió lentamente, como si estuviera estudiando la cuestión desde todos los ángulos. A ella no le importó el tiempo que tardara en pensarlo, siempre y cuando aceptara.
—Te diré la verdad tal y como la entiendo. Seguramente tendrás muchas preguntas en los días venideros. Puedes estar segura de que nunca te mentiré, pero también debes saber que hay cosas que son... difíciles de explicar. —Sus ojos brillaron con malicia—. ¿Tal vez necesitas una promesa formal? —Se enderezó y puso la mano sobre el pecho con un gesto solemne—. Te doy mi palabra de vizconde Malik de que sean cuales sean tus preguntas, te responderé con la verdad.
Aquello era exactamente lo que ________ quería oír.
—Así que si pregunto si sus caricias son parte de mi instrucción...
—Entonces te contestaré con sinceridad, diciéndote que así es.
El vizconde la miró y ella le sostuvo la mirada. Sellaron su pacto de esa forma, y ________ supo entonces que, fuera cual fuese el acuerdo que había comenzado cuando llegó a Londres, acababa de hacerse más profundo, adquiriendo un carácter de obligatoriedad.
Aunque temiera lo que pudiera suceder en el futuro, ________ había dado su palabra. Permitiría al vizconde hacer lo que él considerara conveniente, siempre y cuando ella consiguiera lo que buscaba.
Dilingdingdong
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
Ese es la ultima parte del capitulo #4. Espero les guste. Por favor comenten, me es muy triste ver esto así. Ojala mañana haya comentarios. Mañana subo cap.
Dilingdingdong
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
Hellooooo :D
JSDCKAVFLDVADFLVJ DE VERDAD?! DE VERDAD SOY TU LECTORA FAVORITA?! AAAAAW MUCHISIMAS GRACIAS CARIÑO ! :3
siento no haber comentado antes :'(
me han encantado los capiis ! cuantos años tienen Zayn y la rayis? :)
espero que la sigas pronto cielo :)
un besitoo <3
JSDCKAVFLDVADFLVJ DE VERDAD?! DE VERDAD SOY TU LECTORA FAVORITA?! AAAAAW MUCHISIMAS GRACIAS CARIÑO ! :3
siento no haber comentado antes :'(
me han encantado los capiis ! cuantos años tienen Zayn y la rayis? :)
espero que la sigas pronto cielo :)
un besitoo <3
beige
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
La amé; es muy dbhvcdashbchjdasvd.
Me gusta este tipo de novelas, pero me hago la misma pregunta de Noe cuantos años tienen los dos? :B
Cuando puedas seguila :N
Besos!
Me gusta este tipo de novelas, pero me hago la misma pregunta de Noe cuantos años tienen los dos? :B
Cuando puedas seguila :N
Besos!
MiiLuuh22
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
Noe :) escribió:Hellooooo :D
JSDCKAVFLDVADFLVJ DE VERDAD?! DE VERDAD SOY TU LECTORA FAVORITA?! AAAAAW MUCHISIMAS GRACIAS CARIÑO ! :3
siento no haber comentado antes :'(
me han encantado los capiis ! cuantos años tienen Zayn y la rayis? :)
espero que la sigas pronto cielo :)
un besitoo <3
Holiiii, que bueno que comentaste, ya que extrañaba. SI, SI LO ERES ASKJKASJJS :3 Tranquila, comenta cuando puedas skjsjja, que bueno que te han gustado \o/ La verdad, no se cuandos años tienen, porque yo estoy leyendo esta novela con ustedes ksjakjs No se, si mas adelante lo diran, sera una sorpresa para todas.
Ahorita subo cap, saludos!
Dilingdingdong
Re: El Arte de Pecar |ZaynMalik & Tu| Adaptada *HOT* (TERMINADA)
MiiLuuh22 escribió:La amé; es muy dbhvcdashbchjdasvd.
Me gusta este tipo de novelas, pero me hago la misma pregunta de Noe cuantos años tienen los dos? :B
Cuando puedas seguila :N
Besos!
Holi, bienvenida, que bueno que te haya gustado la novela. La verdad, no se que edad tienen, ya que estoy leyendo esta novela con ustedes, espero que mas adelante lo digan porque yo también quiero saber! kasjkjas Ahorita subire cap, saludos!
Dilingdingdong
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