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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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[Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
hola chicas como están
espero q estén bien
aqui les djo capitulo nuevo disfruntenlos
y gracias x sus comentarios
espero q estén bien
aqui les djo capitulo nuevo disfruntenlos
y gracias x sus comentarios
Capitulo Cinco
(Parte Dos)
(Parte Dos)
(_Tn) intentó imaginar al joven Joe , un joven que intentaba abrirse camino y que tendría que luchar contra la desconfianza de los hermanos Jarrod. Al parecer, tenían muchas cosas en común. Pero (_Tn) no estaba tan interesada en su proceso de adaptación al mundo de los Jarrod como en la vida que había tenido antes de caer en gracia a Donald.
A decir verdad, le interesaba todo lo de él y se sorprendía pensando en él con más frecuencia de la conveniente. En primer lugar, no sabía si quería mantener una relación con alguien; en segundo, no sabía si tenía derecho a exponer a Joe a una situación tan inestable como la suya; y en tercero, ni siquiera sabía si Joe estaría interesado. Cabía la posibilidad de que no sintiera lo mismo que ella.
—¿Qué pasó cuando tu padre se interesó por Joe ?
—Querrás decir nuestro padre —puntualizó con una sonrisa—. Papá lo ayudó a ir a la universidad y lo contrató cuando salió de la Facultad de Derecho. Aunque, ahora que lo pienso, lleva trabajando toda la vida para nosotros… pero en fin, el caso es que papá lo convirtió en el abogado oficial de la familia y no hubo más que hablar.
—Comprendo.
—Supongo que referirte a Donald como padre te resultará muy extraño…
—Sí, reconozco que sí. Pero tú me facilitas las cosas.
—Me alegro de poder ayudarte. Créeme; estoy encantada de tener a otra chica entre los Jarrod —le confesó.
—Gracias.
(_Tn) lo dijo muy en serio. Se encontraba en un mundo completamente nuevo para ella y tenía la suerte de haber encontrado una aliada.
De repente, Melissa señaló los folletos y las revistas que (_Tn) había desperdigado sobre la mesa y preguntó:
—¿Qué es todo eso?
(_Tn) soltó una carcajada y se puso a ordenarlos.
—Intentaba averiguar todo lo posible sobre Jarrod Ridge.
Melissa tomó un sorbo de vino.
—Hay una forma mucho más fácil. Pregúntame a mí.
—Te preguntaré en cuanto sepa qué preguntar.
—Trato hecho. Por cierto, Joe nos dijo que trabajabas en el campo de las relaciones públicas.
(_Tn) se alegró de que la conversación se internara por terrenos más familiares para ella.
—Sí. Y al parecer, también voy a hacerlo aquí.
—Eso significa que trabajarás con Trevor… te caerá bien. Trevor es bastante despreocupado y no pierde los estribos con facilidad. A diferencia del resto de mis hermanos.
—He conocido a Guy esta tarde.
—¿Y cómo te ha ido?
—Bueno, ha estado frío pero cortés.
—Sí, no me sorprende en absoluto. Guy es muy razonable. En eso tampoco se parece a Blake, pero descuida, ya se acostumbrará. Pero hazme caso… no dejes que te asuste.
(_Tn) ya estaba preocupada ante la perspectiva de conocer a Blake, y las palabras de Melissa no sirvieron para tranquilizarla. Sin embargo, al menos estaba sobre aviso y tenía tiempo para prepararse.
—Estoy aquí y no me voy a marchar. Si a Blake le molesta, tendrá que vivir con ello.
Melissa sonrió de oreja a oreja.
—¡Bien dicho! Además, Blake es el mayor de los obstáculos; en cuanto lo superes, todo irá sobre ruedas. Solo te quedará Gavin, que es algo introvertido. No te desesperes si no consigues sacarle una sonrisa. Él es así.
—Por lo que dices, me recuerda a mis hermanos mayores.
—Ah, sí, Joe me contó que tú también eras la única chica en tu familia… ¿Qué dijeron tus hermanos cuando les informaste de tu decisión de viajar a Aspen?
—Intentaron convencerme de lo contrario, al igual que mi pa… que Walter —se corrigió.
Melissa se inclinó hacia ella y le dio una palmadita en la mano.
—Tener dos padres resulta de lo más confuso, ¿verdad?
—Supongo que sí.
—Mira, es posible que mi padre fuera tu padre biológico, pero no debes olvidar que Walter Prentice es el hombre que te crió.
—Lo sé, pero…
(_Tn) no terminó la frase. No sabía cómo expresar su necesidad de encontrar respuestas, ni su sentimiento de culpabilidad por haber dado la espalda a Walter.
—¿Tienes una buena relación con él?
—No, en absoluto. ¿Y tú y tu padre? ¿Cómo os llevabais?
Melissa suspiró.
—Regular. Yo tenía dos años cuando mi madre falleció; supongo que papá no supo qué hacer conmigo, así que no hizo nada —afirmó—. Sé que no tengo derecho a quejarme; crecí en el seno de una familia rica, con todas las ventajas que eso supone. Pero créeme… tu parte de la herencia es la más limpia de todas. No tuviste la desgracia de crecer aquí.
—Al menos teníais esta mansión. Es un lugar precioso.
—Lo es, pero una jaula de oro sigue siendo una jaula.
Melissa alcanzó uno de los folletos de la mesa y añadió:
—Bueno, dejemos el pasado para otro día. ¿Te gustaría ayudarme a diseñar una gama nueva de servicios para el balneario del complejo? Los que se ofrecen ahora son tan corrientes que me aburren. Incluso había pensado incluir clases de yoga… ¿tú haces yoga?
(_Tn) rio y sacudió la cabeza. Melissa podía cambiar de temas de conversación con la velocidad de una ametralladora.
—No, qué va; me temo que no soy tan flexible. Pero me encantaría ayudarte con los servicios nuevos. Si el festival me deja tiempo…
Melissa bufó, disgustada.
—Ah, el festival… Lo había olvidado. Entonces, aceptaré tu ayuda cuando te quites de encima ese problema.
—Me parece muy bien.
La nueva hermana de (_Tn) alcanzó su copa de vino y propuso un brindis.
—Por nosotras. Hermanas de nacimiento y amigas por elección.
—Por nosotras.
Sus copas tintinearon al chocar. Melissa habría dado cualquier cosa para que su encuentro con el resto de los Jarrod fuera tan agradable como aquel.
A decir verdad, le interesaba todo lo de él y se sorprendía pensando en él con más frecuencia de la conveniente. En primer lugar, no sabía si quería mantener una relación con alguien; en segundo, no sabía si tenía derecho a exponer a Joe a una situación tan inestable como la suya; y en tercero, ni siquiera sabía si Joe estaría interesado. Cabía la posibilidad de que no sintiera lo mismo que ella.
—¿Qué pasó cuando tu padre se interesó por Joe ?
—Querrás decir nuestro padre —puntualizó con una sonrisa—. Papá lo ayudó a ir a la universidad y lo contrató cuando salió de la Facultad de Derecho. Aunque, ahora que lo pienso, lleva trabajando toda la vida para nosotros… pero en fin, el caso es que papá lo convirtió en el abogado oficial de la familia y no hubo más que hablar.
—Comprendo.
—Supongo que referirte a Donald como padre te resultará muy extraño…
—Sí, reconozco que sí. Pero tú me facilitas las cosas.
—Me alegro de poder ayudarte. Créeme; estoy encantada de tener a otra chica entre los Jarrod —le confesó.
—Gracias.
(_Tn) lo dijo muy en serio. Se encontraba en un mundo completamente nuevo para ella y tenía la suerte de haber encontrado una aliada.
De repente, Melissa señaló los folletos y las revistas que (_Tn) había desperdigado sobre la mesa y preguntó:
—¿Qué es todo eso?
(_Tn) soltó una carcajada y se puso a ordenarlos.
—Intentaba averiguar todo lo posible sobre Jarrod Ridge.
Melissa tomó un sorbo de vino.
—Hay una forma mucho más fácil. Pregúntame a mí.
—Te preguntaré en cuanto sepa qué preguntar.
—Trato hecho. Por cierto, Joe nos dijo que trabajabas en el campo de las relaciones públicas.
(_Tn) se alegró de que la conversación se internara por terrenos más familiares para ella.
—Sí. Y al parecer, también voy a hacerlo aquí.
—Eso significa que trabajarás con Trevor… te caerá bien. Trevor es bastante despreocupado y no pierde los estribos con facilidad. A diferencia del resto de mis hermanos.
—He conocido a Guy esta tarde.
—¿Y cómo te ha ido?
—Bueno, ha estado frío pero cortés.
—Sí, no me sorprende en absoluto. Guy es muy razonable. En eso tampoco se parece a Blake, pero descuida, ya se acostumbrará. Pero hazme caso… no dejes que te asuste.
(_Tn) ya estaba preocupada ante la perspectiva de conocer a Blake, y las palabras de Melissa no sirvieron para tranquilizarla. Sin embargo, al menos estaba sobre aviso y tenía tiempo para prepararse.
—Estoy aquí y no me voy a marchar. Si a Blake le molesta, tendrá que vivir con ello.
Melissa sonrió de oreja a oreja.
—¡Bien dicho! Además, Blake es el mayor de los obstáculos; en cuanto lo superes, todo irá sobre ruedas. Solo te quedará Gavin, que es algo introvertido. No te desesperes si no consigues sacarle una sonrisa. Él es así.
—Por lo que dices, me recuerda a mis hermanos mayores.
—Ah, sí, Joe me contó que tú también eras la única chica en tu familia… ¿Qué dijeron tus hermanos cuando les informaste de tu decisión de viajar a Aspen?
—Intentaron convencerme de lo contrario, al igual que mi pa… que Walter —se corrigió.
Melissa se inclinó hacia ella y le dio una palmadita en la mano.
—Tener dos padres resulta de lo más confuso, ¿verdad?
—Supongo que sí.
—Mira, es posible que mi padre fuera tu padre biológico, pero no debes olvidar que Walter Prentice es el hombre que te crió.
—Lo sé, pero…
(_Tn) no terminó la frase. No sabía cómo expresar su necesidad de encontrar respuestas, ni su sentimiento de culpabilidad por haber dado la espalda a Walter.
—¿Tienes una buena relación con él?
—No, en absoluto. ¿Y tú y tu padre? ¿Cómo os llevabais?
Melissa suspiró.
—Regular. Yo tenía dos años cuando mi madre falleció; supongo que papá no supo qué hacer conmigo, así que no hizo nada —afirmó—. Sé que no tengo derecho a quejarme; crecí en el seno de una familia rica, con todas las ventajas que eso supone. Pero créeme… tu parte de la herencia es la más limpia de todas. No tuviste la desgracia de crecer aquí.
—Al menos teníais esta mansión. Es un lugar precioso.
—Lo es, pero una jaula de oro sigue siendo una jaula.
Melissa alcanzó uno de los folletos de la mesa y añadió:
—Bueno, dejemos el pasado para otro día. ¿Te gustaría ayudarme a diseñar una gama nueva de servicios para el balneario del complejo? Los que se ofrecen ahora son tan corrientes que me aburren. Incluso había pensado incluir clases de yoga… ¿tú haces yoga?
(_Tn) rio y sacudió la cabeza. Melissa podía cambiar de temas de conversación con la velocidad de una ametralladora.
—No, qué va; me temo que no soy tan flexible. Pero me encantaría ayudarte con los servicios nuevos. Si el festival me deja tiempo…
Melissa bufó, disgustada.
—Ah, el festival… Lo había olvidado. Entonces, aceptaré tu ayuda cuando te quites de encima ese problema.
—Me parece muy bien.
La nueva hermana de (_Tn) alcanzó su copa de vino y propuso un brindis.
—Por nosotras. Hermanas de nacimiento y amigas por elección.
—Por nosotras.
Sus copas tintinearon al chocar. Melissa habría dado cualquier cosa para que su encuentro con el resto de los Jarrod fuera tan agradable como aquel.
ElitzJb
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
awww que linda es Melissa
Por lo menos ya tiene una aliada
Siguela!!!
Por lo menos ya tiene una aliada
Siguela!!!
aranzhitha
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
:wut: :wut: :wut:
SIII ES COMO LOS DESCRIIBEEEE!!!
YA ME IRIIAAA DE AAAIIIII!!!!!!
JAJAJAJAJAJA
SIGUELA PORFIISS
SIII ES COMO LOS DESCRIIBEEEE!!!
YA ME IRIIAAA DE AAAIIIII!!!!!!
JAJAJAJAJAJA
SIGUELA PORFIISS
chelis
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
Nueva lectoraaaa....
me encantaaaaaaaaaa la noveee
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
me encantaaaaaaaaaa la noveee
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
@ntonella
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
Nueva lectora!!!!
Siguela porfisSssss!!!! :(
Muero por saber que sigue :(
Siguela porfisSssss!!!! :(
Muero por saber que sigue :(
Yhosdaly
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
Yhosdaly escribió:Nueva lectora!!!!
Siguela porfisSssss!!!! :(
Muero por saber que sigue :(
;) bienvenida
ya la sigo
ElitzJb
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
chicas les traigo hoy un mini maraton de 3 capitulos x los dias q las abandones y las prive de capitulos nuevos disfrútenlos
Capitulo Seis
(Parte 1).
1/3
A la mañana siguiente, Gavin entró en la mansión y se dirigió al despacho de Joe , donde (_Tn) Prentice y el abogado lo estaban esperando.
Mientras caminaba, pensó que (_Tn) no sería nunca su hermana. No era más que una desconocida que compartía parte del código genético de los Jarrod; una desconocida que, al igual que ellos, se había visto envuelta en las maquinaciones de su padre desde la tumba. Pero en su opinión, eso no le daba derecho a estar allí.
En realidad, Gavin no sabía qué pensar sobre la presencia de (_Tn). Ni siquiera sabía qué pensar sobre su propio regreso a Manor Jarrod. Cada vez que paseaba por las estancias de la mansión, notaba la presencia de su difunto padre y pensaba que estaría disfrutando de lo lindo desde el otro mundo, si es que existía.
—Típico de él —murmuró.
Cruzó el vestíbulo, tan lleno de gente como de costumbre, y tomó el corredor que llevaba al despacho de Joe . Ya había tenido ocasión de hablar con Guy y con Melissa sobre la recién llegada; como cabía esperar, Guy no se había formado una opinión al respecto y Melissa se había puesto abiertamente de su lado. Pero su opinión le importaba bien poco. Gavin era de la clase de personas que tomaban decisiones por su cuenta y que nunca dejaban para mañana lo que podían hacer hoy.
A diferencia de Blake; Gavin lo conocía de sobra y estaba seguro de que se había marchado a Las Vegas para no estar en Aspen cuando (_Tn) llegara. En cuanto a Trevor, se suponía que aquella misma mañana se iba a pasar por la mansión.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que casi no vio a su hermano pequeño cuando apareció de repente por un pasillo lateral.
—No sabía si ibas a venir —dijo Trevor.
—Te dije que vendría.
Trevor sonrió.
—Claro, claro. Y tú siempre estás donde tienes que estar.
—¿Qué tiene eso de malo?
—Nada en absoluto —afirmó Trevor, sacudiendo la cabeza—. Pero, ¿no te cansas de llevar una vida tan cuadriculada?
—Yo no llevo una vida…
Gavin se refrenó; no quería discutir con él.
Trevor lo dejó estar. Siempre había admirado a su hermano mayor. De niño, casi lo idolatraba; pero ahora eran adultos y estaba convencido de que Gavin necesitaba espabilarse un poco. Era demasiado estricto y rígido. Desde su punto de vista, su vuelta a Jarrod Ridge podía ser un primer paso para que cambiara de actitud.
En cuanto a él, se encontraba en un caso distinto al de sus hermanos. Él siempre había vivido en Aspen; le gustaba la ciudad, le encantaba esquiar y todos sus amigos estaban allí. Pero se alegraba de que los demás hubieran vuelto.
—Supongo que ardes en deseos de conocer a esa mujer —dijo Gavin, muy serio.
Trevor rio. Estaba decidido a dar una oportunidad a (_Tn) Prentice; al fin y al cabo, ella no tenía la culpa de ser hija de Don.
—Por tu tono de voz, cualquiera diría que te llevan a la horca —se burló.
—Y por el tuyo, que vas a una fiesta —contra atacó Gavin.
—Porque en cierto modo, lo es. Estamos a punto de conocer a nuestra hermana perdida. Y si no quieres darle un susto de muerte, deberías sonreír un poco.
—Tú ya sonríes por los dos.
—Eres incorregible, hermano. ¿No comprendes que esta situación es mucho más incómoda para ella que nosotros? Concédele una oportunidad.
—De acuerdo, se la concederé a ella; pero no a ti.
Trevor rio.
Siguieron andando hasta llegar al despacho de Joe . El abogado no tenía secretaria; cuando necesitaba algo, llamaba a alguno de los empleados del hotel y pedía lo que le hiciera falta. Solo tenían que llamar a la puerta y entrar, sin intermediarios de ninguna clase.
Cuando los vio, Joe sonrió y dijo:
—No está aquí.
—Llega tarde, ¿eh? —ironizó Gavin.
—No. Nosotros hemos llegado pronto —puntualizó su hermano.
Trevor cruzó la habitación y se sentó en uno de los sillones. Después, miró a Joe y preguntó:
—¿Cómo es nuestra nueva hermanita?
Joe se echó hacia atrás y observó a los dos hombres. Gavin estaba inclinado hacia un lado, con los brazos cruzados sobre el pecho; Trevor era la viva imagen de la relajación. Cuando le plantearon la posibilidad de conocer a (_Tn) juntos, Joe se mostró encantado porque sabía que la presencia de Trevor contribuiría a mitigar la frialdad de Gavin.
—¿Que cómo es? —murmuró.
Su mente se llenó automáticamente de imágenes. Recordó los ojos, la boca y la silueta de (_Tn). Recordó su propio deseo hacia ella.
Pero obviamente, los hermanos Jarrod no esperaban una descripción de carácter erótico.
—Es inteligente, fuerte y divertida —dijo al fin—. Naturalmente, está tan nerviosa como cabe esperar en esta situación; pero también está decidida a que las cosas salgan bien. Esto es importante para ella.
—¿Por qué? —se interesó Gavin.
—Buena pregunta —intervino Trevor.
Joe frunció el ceño y respondió.
—(_Tn) se crió con un hombre muy parecido a Don Jarrod y tuvo una infancia parecida a la vuestra… Poneos en su lugar. De repente, ha descubierto que tiene una familia nueva. Es lógico que quiera aprovechar la oportunidad.
—Ya —dijo Gavin.
Joe lo miró fijamente.
—(_Tn) sabe que algunos de vosotros no estáis precisamente dispuestos a darle una cálida bienvenida. Pero, por lo que sé, está acostumbrada a recibir ese trato por parte de sus hermanos.
—Básicamente, nos estás diciendo que podemos ser buenos con ella o comportarnos como esos canallas de los Prentice —dijo Trevor.
—Básicamente —repitió Joe —. (_Tn) no tiene la culpa de nada… si os molesta que Donald tuviera una aventura con su madre, enfadaos con él; no con ella.
Gavin cambió de posición, incómodo.
—Yo no he dicho que la culpe —se defendió—. Simplemente, es una situación incómoda. Para todo el mundo.
—Lo es.
La voz que sonó era la de (_Tn), que acababa de entrar en el despacho.
Joe miró hacia la puerta y se levantó.
—(_Tn)…
Ella sonrió y entró en la habitación. Gavin y Trevor se levantaron al instante.
—Lamento interrumpiros de este modo. Acababa de entrar y he oído vuestra conversación sin querer…
—No nos has interrumpido —dijo Joe —. Pero permíteme que te presente a Gavin y a Trevor.
Trevor sonrió y (_Tn) le devolvió la sonrisa. Gavin permaneció impertérrito durante unos segundos, pero entonces dio un paso adelante, le estrechó la mano y dijo:
—Bienvenida, (_Tn).
—Gracias. Tenías razón en lo que estabas diciendo… esta situación es extraordinariamente difícil para todos.
—En efecto —dijo Trevor—. Razón de más para que no prestes atención a lo que te hayan podido decir de nosotros. Es normal que estemos algo nerviosos.
—Lo comprendo de sobra.
—Cuando te hayas acostumbrado a la mansión y estés más tranquila, ven a verme —continuó Trevor—. Falta poco para el festival anual del hotel y sobra decir que casi todo el trabajo de publicidad está hecho; pero quedan algunos cabos sueltos con los que me podrías echar una mano.
(_Tn) asintió.
—Conozco la celebración, aunque no he asistido nunca. Anoche, Melissa me enseñó algunas de las cosas que has estado haciendo… son impresionantes.
Trevor sonrió, satisfecho.
—Pero tengo algunas ideas que te podrían interesar —añadió ella. Trevor entrecerró los ojos un momento y volvió a sonreír.
—En tal caso, ¿te parece bien que quedemos mañana?
—Me parece perfecto.
Gavin los interrumpió.
—Sé que todo esto es complicado para ti. De repente estás en una ciudad y con una familia de las que no sabías nada hasta hace una semana.
—Así es.
—Te confieso que estaba decidido a que no me gustaras; pero respeto mucho a la gente que sabe defenderse a sí misma.
—Y yo respeto a cualquiera que proteja a su familia —dijo ella.
Gavin asintió.
—Empiezo a pensar que en Jarrod Manor hay sitio para ti… hermanita.
(_Tn) sonrió a Gavin. No se podía afirmar que sus problemas estuvieran resueltos, pero había dado un paso importante.
Al cabo de unos minutos, los dos hermanos se excusaron y se fueron. Joe la miró y volvió a sentir admiración por ella; a pesar de su nerviosismo, había salido victoriosa de una situación muy complicada.
—No ha ido tan mal, ¿verdad? —dijo (_Tn).
—Ha ido muy bien —puntualizó él—. Les has causado una gran impresión.
Ella lo miró a los ojos.
—No intentaba impresionarlos.
—Pero lo has hecho. Te has mostrado como eres y les has gustado. Los Jarrod respetan mucho a la gente con carácter.
—Eso es porque no se han dado cuenta de que las piernas me temblaban —dijo con humor.
(_Tn) se acercó al balcón, contempló las montañas y siguió hablando.
—Has organizado esta reunión para estar presente y evitar que me enfrentara a ellos a solas, ¿verdad?
—Sí —admitió—. Supuse que sería más fácil.
(_Tn) se giró hacia él.
—Supusiste bien. Gracias.
Cuando la miró a los ojos, Joe tuvo que hacer un esfuerzo para no tomarla entre sus brazos y besarla hasta dejarla sin respiración.
—De nada. Aún tienes que conocer a Blake, el más duro de todos; pero no volverá hasta dentro de un par de días.
—Por lo que me han dicho, puede ser un problema.
—Sí, podría serlo; pero Blake es un buen hombre. Aunque esté molesto con la situación, sabe que no es culpa tuya.
(_Tn) suspiró.
—¿Y tú qué piensas de todo esto, Joe ? A fin de cuentas, eres un observador objetivo… ¿Crees que saldrá bien?
Joe se acercó.
—Por supuesto que sí. De hecho, ya te has ganado un sitio en Jarrod Manor. Tu hermana está encantada contigo y tus hermanos entrarán en razón.
(_Tn) sacudió la cabeza y su cabello osciló suavemente sobre sus hombros. Joe tuvo que cerrar los puños para no acariciárselo.
—¿Por qué te has puesto de mi lado? Melissa me dijo anoche que conoces a la familia desde niño y que fuiste el abogado personal de Donald… Sería más lógico que los apoyaras a ellos —argumentó.
Él dio un paso atrás y se apoyó en la mesa.
—Don Jarrod era un hombre que no se dejaba conocer con facilidad. Podía ser muy duro, pero me ayudó en mi juventud y me ofreció un empleo cuando salí de la Facultad de Derecho… sin embargo, mi agradecimiento a los Jarrod no llega hasta el extremo de nublarme el juicio. Yo tomo mis propias decisiones.
Ella ladeó la cabeza.
—Y has decidido ayudarme.
—Sí.
—¿Por qué?
—¿Quieres saberlo de verdad?
—Claro.
Joe se encogió de hombros. No podía decirle la verdad. Quería mucho más que una simple amistad con ella; pero si tomaba ese camino, lo arriesgaría todo.
Capitulo Seis
(Parte 1).
1/3
A la mañana siguiente, Gavin entró en la mansión y se dirigió al despacho de Joe , donde (_Tn) Prentice y el abogado lo estaban esperando.
Mientras caminaba, pensó que (_Tn) no sería nunca su hermana. No era más que una desconocida que compartía parte del código genético de los Jarrod; una desconocida que, al igual que ellos, se había visto envuelta en las maquinaciones de su padre desde la tumba. Pero en su opinión, eso no le daba derecho a estar allí.
En realidad, Gavin no sabía qué pensar sobre la presencia de (_Tn). Ni siquiera sabía qué pensar sobre su propio regreso a Manor Jarrod. Cada vez que paseaba por las estancias de la mansión, notaba la presencia de su difunto padre y pensaba que estaría disfrutando de lo lindo desde el otro mundo, si es que existía.
—Típico de él —murmuró.
Cruzó el vestíbulo, tan lleno de gente como de costumbre, y tomó el corredor que llevaba al despacho de Joe . Ya había tenido ocasión de hablar con Guy y con Melissa sobre la recién llegada; como cabía esperar, Guy no se había formado una opinión al respecto y Melissa se había puesto abiertamente de su lado. Pero su opinión le importaba bien poco. Gavin era de la clase de personas que tomaban decisiones por su cuenta y que nunca dejaban para mañana lo que podían hacer hoy.
A diferencia de Blake; Gavin lo conocía de sobra y estaba seguro de que se había marchado a Las Vegas para no estar en Aspen cuando (_Tn) llegara. En cuanto a Trevor, se suponía que aquella misma mañana se iba a pasar por la mansión.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que casi no vio a su hermano pequeño cuando apareció de repente por un pasillo lateral.
—No sabía si ibas a venir —dijo Trevor.
—Te dije que vendría.
Trevor sonrió.
—Claro, claro. Y tú siempre estás donde tienes que estar.
—¿Qué tiene eso de malo?
—Nada en absoluto —afirmó Trevor, sacudiendo la cabeza—. Pero, ¿no te cansas de llevar una vida tan cuadriculada?
—Yo no llevo una vida…
Gavin se refrenó; no quería discutir con él.
Trevor lo dejó estar. Siempre había admirado a su hermano mayor. De niño, casi lo idolatraba; pero ahora eran adultos y estaba convencido de que Gavin necesitaba espabilarse un poco. Era demasiado estricto y rígido. Desde su punto de vista, su vuelta a Jarrod Ridge podía ser un primer paso para que cambiara de actitud.
En cuanto a él, se encontraba en un caso distinto al de sus hermanos. Él siempre había vivido en Aspen; le gustaba la ciudad, le encantaba esquiar y todos sus amigos estaban allí. Pero se alegraba de que los demás hubieran vuelto.
—Supongo que ardes en deseos de conocer a esa mujer —dijo Gavin, muy serio.
Trevor rio. Estaba decidido a dar una oportunidad a (_Tn) Prentice; al fin y al cabo, ella no tenía la culpa de ser hija de Don.
—Por tu tono de voz, cualquiera diría que te llevan a la horca —se burló.
—Y por el tuyo, que vas a una fiesta —contra atacó Gavin.
—Porque en cierto modo, lo es. Estamos a punto de conocer a nuestra hermana perdida. Y si no quieres darle un susto de muerte, deberías sonreír un poco.
—Tú ya sonríes por los dos.
—Eres incorregible, hermano. ¿No comprendes que esta situación es mucho más incómoda para ella que nosotros? Concédele una oportunidad.
—De acuerdo, se la concederé a ella; pero no a ti.
Trevor rio.
Siguieron andando hasta llegar al despacho de Joe . El abogado no tenía secretaria; cuando necesitaba algo, llamaba a alguno de los empleados del hotel y pedía lo que le hiciera falta. Solo tenían que llamar a la puerta y entrar, sin intermediarios de ninguna clase.
Cuando los vio, Joe sonrió y dijo:
—No está aquí.
—Llega tarde, ¿eh? —ironizó Gavin.
—No. Nosotros hemos llegado pronto —puntualizó su hermano.
Trevor cruzó la habitación y se sentó en uno de los sillones. Después, miró a Joe y preguntó:
—¿Cómo es nuestra nueva hermanita?
Joe se echó hacia atrás y observó a los dos hombres. Gavin estaba inclinado hacia un lado, con los brazos cruzados sobre el pecho; Trevor era la viva imagen de la relajación. Cuando le plantearon la posibilidad de conocer a (_Tn) juntos, Joe se mostró encantado porque sabía que la presencia de Trevor contribuiría a mitigar la frialdad de Gavin.
—¿Que cómo es? —murmuró.
Su mente se llenó automáticamente de imágenes. Recordó los ojos, la boca y la silueta de (_Tn). Recordó su propio deseo hacia ella.
Pero obviamente, los hermanos Jarrod no esperaban una descripción de carácter erótico.
—Es inteligente, fuerte y divertida —dijo al fin—. Naturalmente, está tan nerviosa como cabe esperar en esta situación; pero también está decidida a que las cosas salgan bien. Esto es importante para ella.
—¿Por qué? —se interesó Gavin.
—Buena pregunta —intervino Trevor.
Joe frunció el ceño y respondió.
—(_Tn) se crió con un hombre muy parecido a Don Jarrod y tuvo una infancia parecida a la vuestra… Poneos en su lugar. De repente, ha descubierto que tiene una familia nueva. Es lógico que quiera aprovechar la oportunidad.
—Ya —dijo Gavin.
Joe lo miró fijamente.
—(_Tn) sabe que algunos de vosotros no estáis precisamente dispuestos a darle una cálida bienvenida. Pero, por lo que sé, está acostumbrada a recibir ese trato por parte de sus hermanos.
—Básicamente, nos estás diciendo que podemos ser buenos con ella o comportarnos como esos canallas de los Prentice —dijo Trevor.
—Básicamente —repitió Joe —. (_Tn) no tiene la culpa de nada… si os molesta que Donald tuviera una aventura con su madre, enfadaos con él; no con ella.
Gavin cambió de posición, incómodo.
—Yo no he dicho que la culpe —se defendió—. Simplemente, es una situación incómoda. Para todo el mundo.
—Lo es.
La voz que sonó era la de (_Tn), que acababa de entrar en el despacho.
Joe miró hacia la puerta y se levantó.
—(_Tn)…
Ella sonrió y entró en la habitación. Gavin y Trevor se levantaron al instante.
—Lamento interrumpiros de este modo. Acababa de entrar y he oído vuestra conversación sin querer…
—No nos has interrumpido —dijo Joe —. Pero permíteme que te presente a Gavin y a Trevor.
Trevor sonrió y (_Tn) le devolvió la sonrisa. Gavin permaneció impertérrito durante unos segundos, pero entonces dio un paso adelante, le estrechó la mano y dijo:
—Bienvenida, (_Tn).
—Gracias. Tenías razón en lo que estabas diciendo… esta situación es extraordinariamente difícil para todos.
—En efecto —dijo Trevor—. Razón de más para que no prestes atención a lo que te hayan podido decir de nosotros. Es normal que estemos algo nerviosos.
—Lo comprendo de sobra.
—Cuando te hayas acostumbrado a la mansión y estés más tranquila, ven a verme —continuó Trevor—. Falta poco para el festival anual del hotel y sobra decir que casi todo el trabajo de publicidad está hecho; pero quedan algunos cabos sueltos con los que me podrías echar una mano.
(_Tn) asintió.
—Conozco la celebración, aunque no he asistido nunca. Anoche, Melissa me enseñó algunas de las cosas que has estado haciendo… son impresionantes.
Trevor sonrió, satisfecho.
—Pero tengo algunas ideas que te podrían interesar —añadió ella. Trevor entrecerró los ojos un momento y volvió a sonreír.
—En tal caso, ¿te parece bien que quedemos mañana?
—Me parece perfecto.
Gavin los interrumpió.
—Sé que todo esto es complicado para ti. De repente estás en una ciudad y con una familia de las que no sabías nada hasta hace una semana.
—Así es.
—Te confieso que estaba decidido a que no me gustaras; pero respeto mucho a la gente que sabe defenderse a sí misma.
—Y yo respeto a cualquiera que proteja a su familia —dijo ella.
Gavin asintió.
—Empiezo a pensar que en Jarrod Manor hay sitio para ti… hermanita.
(_Tn) sonrió a Gavin. No se podía afirmar que sus problemas estuvieran resueltos, pero había dado un paso importante.
Al cabo de unos minutos, los dos hermanos se excusaron y se fueron. Joe la miró y volvió a sentir admiración por ella; a pesar de su nerviosismo, había salido victoriosa de una situación muy complicada.
—No ha ido tan mal, ¿verdad? —dijo (_Tn).
—Ha ido muy bien —puntualizó él—. Les has causado una gran impresión.
Ella lo miró a los ojos.
—No intentaba impresionarlos.
—Pero lo has hecho. Te has mostrado como eres y les has gustado. Los Jarrod respetan mucho a la gente con carácter.
—Eso es porque no se han dado cuenta de que las piernas me temblaban —dijo con humor.
(_Tn) se acercó al balcón, contempló las montañas y siguió hablando.
—Has organizado esta reunión para estar presente y evitar que me enfrentara a ellos a solas, ¿verdad?
—Sí —admitió—. Supuse que sería más fácil.
(_Tn) se giró hacia él.
—Supusiste bien. Gracias.
Cuando la miró a los ojos, Joe tuvo que hacer un esfuerzo para no tomarla entre sus brazos y besarla hasta dejarla sin respiración.
—De nada. Aún tienes que conocer a Blake, el más duro de todos; pero no volverá hasta dentro de un par de días.
—Por lo que me han dicho, puede ser un problema.
—Sí, podría serlo; pero Blake es un buen hombre. Aunque esté molesto con la situación, sabe que no es culpa tuya.
(_Tn) suspiró.
—¿Y tú qué piensas de todo esto, Joe ? A fin de cuentas, eres un observador objetivo… ¿Crees que saldrá bien?
Joe se acercó.
—Por supuesto que sí. De hecho, ya te has ganado un sitio en Jarrod Manor. Tu hermana está encantada contigo y tus hermanos entrarán en razón.
(_Tn) sacudió la cabeza y su cabello osciló suavemente sobre sus hombros. Joe tuvo que cerrar los puños para no acariciárselo.
—¿Por qué te has puesto de mi lado? Melissa me dijo anoche que conoces a la familia desde niño y que fuiste el abogado personal de Donald… Sería más lógico que los apoyaras a ellos —argumentó.
Él dio un paso atrás y se apoyó en la mesa.
—Don Jarrod era un hombre que no se dejaba conocer con facilidad. Podía ser muy duro, pero me ayudó en mi juventud y me ofreció un empleo cuando salí de la Facultad de Derecho… sin embargo, mi agradecimiento a los Jarrod no llega hasta el extremo de nublarme el juicio. Yo tomo mis propias decisiones.
Ella ladeó la cabeza.
—Y has decidido ayudarme.
—Sí.
—¿Por qué?
—¿Quieres saberlo de verdad?
—Claro.
Joe se encogió de hombros. No podía decirle la verdad. Quería mucho más que una simple amistad con ella; pero si tomaba ese camino, lo arriesgaría todo.
ElitzJb
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
Capitulo Seis
(segunda Parte)
2/3.
(segunda Parte)
2/3.
—Digamos que, por muchas cosas que les deba a los Jarrod, me debo más a mí mismo. Estoy de tu lado por la sencilla razón de que me parece lo más justo y de que puedo ayudarte.
—¿Te sientes responsable de mí? No es necesario, Joe … sé cuidarme sola.
Joe sonrió.
—Ya me había dado cuenta. Pero salgamos de aquí y demos un paseo. ¿Te apetece que te enseñe el lugar?
—Me encantaría.
(_Tn) aceptó el brazo que Joe le ofreció y se marcharon juntos.
Caminaron un buen rato.
(_Tn) estaba asombrada con la belleza del lugar. Jarrod Ridge era el sitio más bonito que había visto en toda su vida; el complejo hotelero venía a ser una pequeña ciudad con sus aceras, sus calles, sus jardines, sus chalés y sus cabañas.
Cuando pasaron por delante de la casa de Joe , él la invitó a entrar y ella aceptó. A (_Tn) le pareció tan bonita como todo lo demás. Tenía una chimenea gigantesca en el salón y desde la cocina se veían los bosques y las montañas. Era tan acogedora que se imaginó a sí misma sentada en la mecedora del porche y disfrutando de una taza de café mientras admiraba los primeros rayos del sol.
Además, la casa sirvió para que conociera un poco mejor al abogado. La decoración hablaba de un hombre ordenado pero no obsesivo; tenía fotografías de su familia en las paredes y la cocina estaba perfectamente equipada, lo que significaba que sabía cocinar y que lo hacía con frecuencia.
Cuando salieron, (_Tn) estaba más interesada en él que antes.
Lo tomó del brazo y siguieron con el paseo. Joe le indicó la localización de las casas de Gavin y Melissa y le enseñó las tiendas, las joyerías, la panadería y la heladería antes de mostrarle las piscinas y las instalaciones deportivas del complejo.
El sol se estaba poniendo, el cielo seguía despejado y ella se sentía como si estuviera en un universo paralelo.
Todo le parecía perfecto. Incluso el hombre que caminaba a su lado.
Joe no llevaba traje, vestía unos vaqueros, una camisa blanca y unas botas negras con aspecto de haber visto mucho mundo. (_Tn) lo prefería así, con ropa informal y lejos de cualquier tipo de lujos, porque demostraba que su seguridad y su energía no surgían de elementos externos como su trabajo o un coche caro, sino de su forma de ser.
Se cruzaron con muchas personas; algunos sonreían y saludaban desde la distancia y otros se acercaban a Joe y le estrechaban la mano. Él se los presentó a todos y los trató con la misma cordialidad, tanto si eran directivos como empleadas de la limpieza.
Aquello le encantó. (_Tn) había crecido con un hombre esencialmente clasista. Walter jamás habría saludado a una criada para presentársela a un amigo suyo. Pero Joe era diferente; el tipo de hombre que (_Tn) había estado buscando antes de que su mundo cambiara.
—¿Y bien? ¿Qué te parece?
Ella lo miró. El viento le había revuelto el cabello y estuvo a punto de apartarle un mechón de la frente.
—No quiero repetirme tanto, pero es maravilloso…
Él sonrió y señaló un punto en la distancia.
—Los establos y las pistas de equitación están allí. También tenemos un campo de golf, pero está al otro lado del complejo.
—Jarrod Ridge es como una ciudad pequeña.
—Sí, Don opinaba lo mismo y actuaba en consecuencia. Incluso hay un ambulatorio… lo dirige Joel Remy con ayuda de una enfermera; pero si surge algún problema grave, derivan a los pacientes al hospital.
—Hasta tenemos nuestro propio equipo médico —dijo ella, asombrada—. Es increíble.
—Vaya, es la primera vez que hablas de Jarrod Ridge en primera persona del plural… Se nota que te empiezas a sentir integrada.
Ella asintió.
—Supongo que sí. Esto es bastante abrumador, pero también apasionante. No sé si me entiendes.
—Claro que te entiendo. Y estoy seguro de que aquí encontrarás tu lugar.
(_Tn) sonrió.
—Sí, es posible.
—Sé de lo que estoy hablando, (_Tn). Hubo un tiempo en el que yo tampoco estaba seguro de querer quedarme aquí, pero comprendí que este era mi hogar y tomé la decisión de ganarme un espacio en Jarrod Ridge.
—¿Por qué? —preguntó con curiosidad.
Él se metió las manos en los bolsillos de los vaqueros.
—Ya te he contado que crecí en Aspen.
(_Tn) asintió en silencio y dejó que hablara.
—Empecé a trabajar como ayudante de camarero en el restaurante principal de la mansión. Lo adoraba… bueno, no me gustaba trabajar en el restaurante, pero adoraba estar allí, formar parte de todo aquello —declaró—. Para mí era como una gran familia. Ten en cuenta que mi padre falleció cuando yo tenía tres años y que mi madre trabajaba todo el tiempo.
Joe respiró hondo y siguió hablando.
—Yo sabía lo que quería. Quería pertenecer a un sitio como este. Así que me concentré en los estudios, conseguí una beca y más tarde, con ayuda de Don, pude ingresar en la Facultad de Derecho.
—¿Por qué te ayudó?
—A decir verdad, no tengo ni idea —respondió con una sonrisa—. Don nunca daba explicaciones sobre esas cosas. Pero me gusta creer que vio algo especial en mí y que quería que trabajara para él.
—Es lo más probable.
—Puede ser, pero no estoy seguro. Solo sé que me ayudó a convertirme en abogado y que yo lo ayudé a convertir Jarrod Ridge en lo que ves hoy.
—Entonces, conseguiste tus objetivos…
—Sí, lo logré. Y siempre estuve en deuda con Don… Él se encargaba de recordármelo.
(_Tn) lo miró con extrañeza.
—¿Qué quieres decir?
—Que Don dejó bien claro lo que esperaba de mí. Lo dejó por escrito, en mi contrato laboral —respondió—. Incluso se tomó la molestia de añadir una cláusula especial en el testamento, como si yo necesitara que me lo recordaran.
—¿Una cláusula?
Joe la miró a los ojos.
—Sí. Especifica que si quiero mantener mis acciones en Jarrod Ridge, tengo que mantenerme leal al negocio.
—Bueno, eso no es tan terrible…
—No lo sería si no fuera porque la cláusula dicta que debo mantenerme alejado de sus hijas —explicó.
(_Tn) sacudió la cabeza. No lo podía creer.
—¿Cómo? ¿Qué has dicho?
Joe suspiró.
—No lo dice exactamente con esas palabras, pero viene a decir eso. Aunque ahora sea un abogado con éxito y con dinero, Don nunca dejó de considerarme un chico pobre en busca de una oportunidad. Y no quería que ese tipo de personas se acercaran a sus hijos. ¿Lo comprendes ahora, (_Tn)? Estás completamente fuera de mi alcance.
—¿Te sientes responsable de mí? No es necesario, Joe … sé cuidarme sola.
Joe sonrió.
—Ya me había dado cuenta. Pero salgamos de aquí y demos un paseo. ¿Te apetece que te enseñe el lugar?
—Me encantaría.
(_Tn) aceptó el brazo que Joe le ofreció y se marcharon juntos.
Caminaron un buen rato.
(_Tn) estaba asombrada con la belleza del lugar. Jarrod Ridge era el sitio más bonito que había visto en toda su vida; el complejo hotelero venía a ser una pequeña ciudad con sus aceras, sus calles, sus jardines, sus chalés y sus cabañas.
Cuando pasaron por delante de la casa de Joe , él la invitó a entrar y ella aceptó. A (_Tn) le pareció tan bonita como todo lo demás. Tenía una chimenea gigantesca en el salón y desde la cocina se veían los bosques y las montañas. Era tan acogedora que se imaginó a sí misma sentada en la mecedora del porche y disfrutando de una taza de café mientras admiraba los primeros rayos del sol.
Además, la casa sirvió para que conociera un poco mejor al abogado. La decoración hablaba de un hombre ordenado pero no obsesivo; tenía fotografías de su familia en las paredes y la cocina estaba perfectamente equipada, lo que significaba que sabía cocinar y que lo hacía con frecuencia.
Cuando salieron, (_Tn) estaba más interesada en él que antes.
Lo tomó del brazo y siguieron con el paseo. Joe le indicó la localización de las casas de Gavin y Melissa y le enseñó las tiendas, las joyerías, la panadería y la heladería antes de mostrarle las piscinas y las instalaciones deportivas del complejo.
El sol se estaba poniendo, el cielo seguía despejado y ella se sentía como si estuviera en un universo paralelo.
Todo le parecía perfecto. Incluso el hombre que caminaba a su lado.
Joe no llevaba traje, vestía unos vaqueros, una camisa blanca y unas botas negras con aspecto de haber visto mucho mundo. (_Tn) lo prefería así, con ropa informal y lejos de cualquier tipo de lujos, porque demostraba que su seguridad y su energía no surgían de elementos externos como su trabajo o un coche caro, sino de su forma de ser.
Se cruzaron con muchas personas; algunos sonreían y saludaban desde la distancia y otros se acercaban a Joe y le estrechaban la mano. Él se los presentó a todos y los trató con la misma cordialidad, tanto si eran directivos como empleadas de la limpieza.
Aquello le encantó. (_Tn) había crecido con un hombre esencialmente clasista. Walter jamás habría saludado a una criada para presentársela a un amigo suyo. Pero Joe era diferente; el tipo de hombre que (_Tn) había estado buscando antes de que su mundo cambiara.
—¿Y bien? ¿Qué te parece?
Ella lo miró. El viento le había revuelto el cabello y estuvo a punto de apartarle un mechón de la frente.
—No quiero repetirme tanto, pero es maravilloso…
Él sonrió y señaló un punto en la distancia.
—Los establos y las pistas de equitación están allí. También tenemos un campo de golf, pero está al otro lado del complejo.
—Jarrod Ridge es como una ciudad pequeña.
—Sí, Don opinaba lo mismo y actuaba en consecuencia. Incluso hay un ambulatorio… lo dirige Joel Remy con ayuda de una enfermera; pero si surge algún problema grave, derivan a los pacientes al hospital.
—Hasta tenemos nuestro propio equipo médico —dijo ella, asombrada—. Es increíble.
—Vaya, es la primera vez que hablas de Jarrod Ridge en primera persona del plural… Se nota que te empiezas a sentir integrada.
Ella asintió.
—Supongo que sí. Esto es bastante abrumador, pero también apasionante. No sé si me entiendes.
—Claro que te entiendo. Y estoy seguro de que aquí encontrarás tu lugar.
(_Tn) sonrió.
—Sí, es posible.
—Sé de lo que estoy hablando, (_Tn). Hubo un tiempo en el que yo tampoco estaba seguro de querer quedarme aquí, pero comprendí que este era mi hogar y tomé la decisión de ganarme un espacio en Jarrod Ridge.
—¿Por qué? —preguntó con curiosidad.
Él se metió las manos en los bolsillos de los vaqueros.
—Ya te he contado que crecí en Aspen.
(_Tn) asintió en silencio y dejó que hablara.
—Empecé a trabajar como ayudante de camarero en el restaurante principal de la mansión. Lo adoraba… bueno, no me gustaba trabajar en el restaurante, pero adoraba estar allí, formar parte de todo aquello —declaró—. Para mí era como una gran familia. Ten en cuenta que mi padre falleció cuando yo tenía tres años y que mi madre trabajaba todo el tiempo.
Joe respiró hondo y siguió hablando.
—Yo sabía lo que quería. Quería pertenecer a un sitio como este. Así que me concentré en los estudios, conseguí una beca y más tarde, con ayuda de Don, pude ingresar en la Facultad de Derecho.
—¿Por qué te ayudó?
—A decir verdad, no tengo ni idea —respondió con una sonrisa—. Don nunca daba explicaciones sobre esas cosas. Pero me gusta creer que vio algo especial en mí y que quería que trabajara para él.
—Es lo más probable.
—Puede ser, pero no estoy seguro. Solo sé que me ayudó a convertirme en abogado y que yo lo ayudé a convertir Jarrod Ridge en lo que ves hoy.
—Entonces, conseguiste tus objetivos…
—Sí, lo logré. Y siempre estuve en deuda con Don… Él se encargaba de recordármelo.
(_Tn) lo miró con extrañeza.
—¿Qué quieres decir?
—Que Don dejó bien claro lo que esperaba de mí. Lo dejó por escrito, en mi contrato laboral —respondió—. Incluso se tomó la molestia de añadir una cláusula especial en el testamento, como si yo necesitara que me lo recordaran.
—¿Una cláusula?
Joe la miró a los ojos.
—Sí. Especifica que si quiero mantener mis acciones en Jarrod Ridge, tengo que mantenerme leal al negocio.
—Bueno, eso no es tan terrible…
—No lo sería si no fuera porque la cláusula dicta que debo mantenerme alejado de sus hijas —explicó.
(_Tn) sacudió la cabeza. No lo podía creer.
—¿Cómo? ¿Qué has dicho?
Joe suspiró.
—No lo dice exactamente con esas palabras, pero viene a decir eso. Aunque ahora sea un abogado con éxito y con dinero, Don nunca dejó de considerarme un chico pobre en busca de una oportunidad. Y no quería que ese tipo de personas se acercaran a sus hijos. ¿Lo comprendes ahora, (_Tn)? Estás completamente fuera de mi alcance.
ElitzJb
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
Capitulo Siete
(parte Uno)
3/3.
—Eso es ridículo —declaró, perpleja.
Joe se encogió de hombros.
—Cosas de Don.
—Es tan absurdo que parece salido de la Edad Media —insistió.
(_Tn) se dio la vuelta, se alejó un poco y se volvió a girar. Cuando lo miró a los ojos, supo que su deseo era recíproco.
—¿Por qué me lo has contado, Joe ?
—Lo sabes perfectamente. Te lo he dicho porque entre nosotros hay algo.
—Y no quieres que haya nada…
—Yo no he dicho eso. Pero esta es mi vida; he trabajado mucho para llegar adonde estoy. No puedo ponerla en peligro.
—Sí, es tu vida; pero también es la mía.
Don no tiene nada que ver con esto.
Joe soltó una risa irónica.
—Se nota que no lo conociste.
—No, no lo conocí; pero si lo hubiera conocido, tampoco permitiría que tomara decisiones en mi nombre —declaró, enfadada—. Rechacé a Walter cuando quiso impedir que viniera a Aspen y me niego a que Donald Jarrod decida desde la tumba con quién puedo y no puedo salir.
—¿Crees que eso me agrada? ¿Crees que me gusta bailar al son de la música de Don? Va contra todo lo que soy.
—Entonces, ¿por qué lo soportas?
—Porque mi pobre madre tuvo que trabajar toda su vida y no quiero que vuelva a pasar calamidades. Gracias a mi trabajo en Jarrod Ridge, tiene una casa en Orlando, juega al golf, se va de crucero con los amigos siempre que tiene oportunidad y puede comprarse lo que quiera sin volver a preocuparse por el dinero —respondió Joe con vehemencia—. No importa lo que yo sienta o pueda llegar a sentir por ti; no puedo arriesgar el bienestar de mi madre.
—Ni yo te lo he pedido.
—Entonces, entenderás que esto no tiene futuro…
—Ni mucho menos. Solo entiendo que tú lo crees así.
Joe suspiró de nuevo, la tomó de la mano y dijo:
—Ven conmigo.
Ella se negó a moverse.
—¿Adónde?
—Quiero enseñarte algo. Ven conmigo, por favor.
(_Tn) asintió y lo acompañó de la mano. Pero en lugar de seguir por el camino, que estaba trazado, empezaron a ascender por una colina.
—¿Adónde vamos? —insistió.
—Quiero que veas algo que no tiene nada que ver con Don ni con su negocio.
—¿Aquí? ¿En Jarrod Ridge? Pensé que todos estos terrenos eran de la familia.
—No, no todos.
Entraron en un bosque que se fue haciendo más denso. A medida que caminaban, los sonidos del complejo se perdieron en la distancia. Ya solo se oía el canto de los pájaros y un rugido de agua que aumentaba poco a poco. Giró la cabeza un momento y miró hacia atrás. Solo se veían árboles y más árboles.
De repente, Joe se detuvo y ella miró a su alrededor, pasmada ante tanta belleza. Un río de montaña corría a sus pies, saltando entre las rocas y la arena de la orilla. El agua era absolutamente transparente.
Se acercó, dominada por el hechizo de aquel lugar mágico, y respiró hondo.
—Este era mi sitio preferido cuando era niño —explicó él—. Si estaba deprimido o necesitaba pensar, venía y me sentía bien de inmediato.
—No me extraña en absoluto —dijo ella—. Y supongo que habrás traído a muchas mujeres… ¿A cuántas en total?
—¿Contándote a ti?
(_Tn) asintió.
—Veamos… a una.
Ella se llevó una buena sorpresa.
—¿Solo me has traído a mí?
—Solo a ti.
—No lo entiendo. Después de lo que me has dicho sobre Don y la cláusula de tu contrato… ¿Por qué me has traído aquí?
Joe la miró con dulzura, como si la estuviera acariciando.
—Porque debía hacerlo —respondió.
Después, se acercó a ella y la besó en la boca.
La besó con una pasión de la que ni siquiera se sabía capaz. Ella se entregó sin resistencia alguna, dándole la bienvenida.
Joe ya había imaginado que sería así. Sabía que la electricidad que había entre ellos se convertiría en una cascada de luz y de calor en cuanto se tocaran.
Gimió y se rindió a las sensaciones de su cuerpo. No quería pensar en nada más. El sabor de su boca parecía llenar hasta los rincones más oscuros de su alma.
Sus lenguas se encontraron y se acariciaron una y otra vez. Joe le puso una mano en la espalda y la acarició. Ardía en deseos de quitarle la camiseta roja que se había puesto, pero se contentó con levantarla lo suficiente para tocar la piel desnuda de su cintura. Necesitaba sentir su contacto.
Ella se estremeció de placer y le pasó los brazos alrededor del cuello. Él sintió sus senos contra el pecho y notó que sus pezones se habían endurecido.
Joe se apretó contra sus caderas. La deseaba desde el primer día, desde que se conocieron en San Francisco. Y ahora que por fin estaban juntos, no quería volver a separarse de ella.
Gimió, dejó de besarla y la miró a los ojos.
(_Tn) sonrió.
—¿A qué ha venido eso? —dijo con humor.
—Discúlpame. Te aseguro que he intentado contenerme, pero he deseado besarte desde el momento en que te vi por primera vez —confesó él.
(_Tn) le acarició la mejilla.
—Me alegra saberlo, porque me ocurre lo mismo. Te deseo, Joe .
Él se excitó más de lo que habría creído posible.
—Veo que no me lo vas a poner fácil…
—Por supuesto que no. Por duro que te resulte, no deberías permitir que los caprichos de Don se interpongan entre nosotros.
—Por eso te he traído al río. Necesitaba tenerte, aunque solo fuera un día.
—¿Es que un día sería suficiente?
Joe apartó las manos de su cintura y ascendió hasta detenerlas sobre sus pechos; después, le acarició suavemente los pezones, por encima del encaje del sostén.
Ella gimió.
—No —admitió—, no lo sería. No he dejado de pensar en tocarte, en probarte. He soñado con tenerte sobre mí, debajo de mí…
—Oh, Joe …
Lentamente, él bajó las manos hasta los pantalones de (_Tn) y le desabrochó el botón. Sus miradas se encontraron en ese momento y Joe tuvo la sensación de que todo el universo, o al menos el universo que le importaba de verdad, estaba en aquellos ojos de color ámbar.
—Necesito tocarte —susurró mientras le bajaba la cremallera.
—Sí, por favor.
Él sonrió y le puso una mano en la cintura mientras introducía la otra por debajo del elástico de las braguitas. Luego, descendió milímetro a milímetro, pasando por encima de los rizos de su pubis, hasta llegar al interior de sus muslos.
Cuando notó su humedad, supo que le deseaba tanto y tan desesperadamente como él a ella. (_Tn) se estremeció y cerró los ojos.
Joe la tocó y exploró sus delicados pliegues, aprendiendo los detalles de su cuerpo, aprendiendo lo que más le gustaba, lo que la volvía loca. Contempló su cara durante unos segundos y vio que estaba inflamada por el rubor del deseo, así que le acarició el clítoris con un movimiento suave que le arrancó un gemido.
Mientras el sol se ocultaba definitivamente, Joe regaló a (_Tn) un camino rápido al placer. La masturbó de forma implacable, hasta que ella gimoteó y pronunció su nombre en tono de ruego mientras movía las caderas contra su mano. Entonces, separó un poco más los muslos, como invitándolo a ir más lejos.
Joe aceptó la invitación e introdujo un dedo, y luego otro, en su cuerpo.
—Ah…
Él consideró la posibilidad de tumbarla en la hierba, al abrigo de los árboles, pero no se atrevió. Corrían el riesgo de que alguien pasara por allí y los descubriera en una situación comprometida. No tenía más remedio que contentarse con lo que tenía; pero no había nada más importante para él.
Ella gimió, suspiró, se estremeció y él insistió una y otra vez, aumentando su tensión, hasta llevarla al borde del orgasmo.
—Déjate llevar —murmuró Joe —. Déjate llevar y dame tu placer.
(_Tn) se aferró a su camisa con fuerza, como si estuviera al borde de un precipicio y tuviera miedo de caer al vacío.
—Joe …
El orgasmo la asaltó en ese momento. Su cuerpo tembló entre olas de placer que se fueron apagando poco a poco, hasta dejarla completamente agotada.
Él la abrazó con fuerza. Los latidos del corazón de (_Tn) se hicieron más lentos y parecieron adoptar el ritmo de su propio corazón. Pero no era suficiente. Por algún motivo, había pensado que su deseo perdería intensidad cuando conociera el contacto de su piel. Sin embargo, la deseaba más que nunca y se sentía profundamente insatisfecho.
Echó la cabeza hacia atrás y miró el cielo.
En ese momento se dio cuenta de que le acababa de pasar algo increíble, algo que podía cambiar su vida.
Pero no sabía si quería que su vida cambiara. Ni si podía impedirlo.
(_Tn) vio poco a Joe durante los dos días siguientes, aunque apenas tuvo tiempo de lamentarlo. Estaba muy ocupada con la organización del festival anual y debía ponerse al día con los planes de Trevor.
Trabajar con su hermano resultó más divertido de lo que había supuesto. (_Tn) conocía bien su profesión; sabía cómo promocionar un producto para convencer a los clientes, y el festival de Jarrod Ridge no era distinto en ese sentido a sus trabajos anteriores. Tuvieron que elegir carteles, organizar sesiones fotográficas y hasta decidir sobre los menús para los vendedores que llegaban de otras ciudades.
hasta aqui chicas espero q lo hallan disfrutado
ya vamos a la mitad de esta nove
nos leeremos despues
gracias x los comentarios anteriores
chicas cuidense ;)
(parte Uno)
3/3.
—Eso es ridículo —declaró, perpleja.
Joe se encogió de hombros.
—Cosas de Don.
—Es tan absurdo que parece salido de la Edad Media —insistió.
(_Tn) se dio la vuelta, se alejó un poco y se volvió a girar. Cuando lo miró a los ojos, supo que su deseo era recíproco.
—¿Por qué me lo has contado, Joe ?
—Lo sabes perfectamente. Te lo he dicho porque entre nosotros hay algo.
—Y no quieres que haya nada…
—Yo no he dicho eso. Pero esta es mi vida; he trabajado mucho para llegar adonde estoy. No puedo ponerla en peligro.
—Sí, es tu vida; pero también es la mía.
Don no tiene nada que ver con esto.
Joe soltó una risa irónica.
—Se nota que no lo conociste.
—No, no lo conocí; pero si lo hubiera conocido, tampoco permitiría que tomara decisiones en mi nombre —declaró, enfadada—. Rechacé a Walter cuando quiso impedir que viniera a Aspen y me niego a que Donald Jarrod decida desde la tumba con quién puedo y no puedo salir.
—¿Crees que eso me agrada? ¿Crees que me gusta bailar al son de la música de Don? Va contra todo lo que soy.
—Entonces, ¿por qué lo soportas?
—Porque mi pobre madre tuvo que trabajar toda su vida y no quiero que vuelva a pasar calamidades. Gracias a mi trabajo en Jarrod Ridge, tiene una casa en Orlando, juega al golf, se va de crucero con los amigos siempre que tiene oportunidad y puede comprarse lo que quiera sin volver a preocuparse por el dinero —respondió Joe con vehemencia—. No importa lo que yo sienta o pueda llegar a sentir por ti; no puedo arriesgar el bienestar de mi madre.
—Ni yo te lo he pedido.
—Entonces, entenderás que esto no tiene futuro…
—Ni mucho menos. Solo entiendo que tú lo crees así.
Joe suspiró de nuevo, la tomó de la mano y dijo:
—Ven conmigo.
Ella se negó a moverse.
—¿Adónde?
—Quiero enseñarte algo. Ven conmigo, por favor.
(_Tn) asintió y lo acompañó de la mano. Pero en lugar de seguir por el camino, que estaba trazado, empezaron a ascender por una colina.
—¿Adónde vamos? —insistió.
—Quiero que veas algo que no tiene nada que ver con Don ni con su negocio.
—¿Aquí? ¿En Jarrod Ridge? Pensé que todos estos terrenos eran de la familia.
—No, no todos.
Entraron en un bosque que se fue haciendo más denso. A medida que caminaban, los sonidos del complejo se perdieron en la distancia. Ya solo se oía el canto de los pájaros y un rugido de agua que aumentaba poco a poco. Giró la cabeza un momento y miró hacia atrás. Solo se veían árboles y más árboles.
De repente, Joe se detuvo y ella miró a su alrededor, pasmada ante tanta belleza. Un río de montaña corría a sus pies, saltando entre las rocas y la arena de la orilla. El agua era absolutamente transparente.
Se acercó, dominada por el hechizo de aquel lugar mágico, y respiró hondo.
—Este era mi sitio preferido cuando era niño —explicó él—. Si estaba deprimido o necesitaba pensar, venía y me sentía bien de inmediato.
—No me extraña en absoluto —dijo ella—. Y supongo que habrás traído a muchas mujeres… ¿A cuántas en total?
—¿Contándote a ti?
(_Tn) asintió.
—Veamos… a una.
Ella se llevó una buena sorpresa.
—¿Solo me has traído a mí?
—Solo a ti.
—No lo entiendo. Después de lo que me has dicho sobre Don y la cláusula de tu contrato… ¿Por qué me has traído aquí?
Joe la miró con dulzura, como si la estuviera acariciando.
—Porque debía hacerlo —respondió.
Después, se acercó a ella y la besó en la boca.
La besó con una pasión de la que ni siquiera se sabía capaz. Ella se entregó sin resistencia alguna, dándole la bienvenida.
Joe ya había imaginado que sería así. Sabía que la electricidad que había entre ellos se convertiría en una cascada de luz y de calor en cuanto se tocaran.
Gimió y se rindió a las sensaciones de su cuerpo. No quería pensar en nada más. El sabor de su boca parecía llenar hasta los rincones más oscuros de su alma.
Sus lenguas se encontraron y se acariciaron una y otra vez. Joe le puso una mano en la espalda y la acarició. Ardía en deseos de quitarle la camiseta roja que se había puesto, pero se contentó con levantarla lo suficiente para tocar la piel desnuda de su cintura. Necesitaba sentir su contacto.
Ella se estremeció de placer y le pasó los brazos alrededor del cuello. Él sintió sus senos contra el pecho y notó que sus pezones se habían endurecido.
Joe se apretó contra sus caderas. La deseaba desde el primer día, desde que se conocieron en San Francisco. Y ahora que por fin estaban juntos, no quería volver a separarse de ella.
Gimió, dejó de besarla y la miró a los ojos.
(_Tn) sonrió.
—¿A qué ha venido eso? —dijo con humor.
—Discúlpame. Te aseguro que he intentado contenerme, pero he deseado besarte desde el momento en que te vi por primera vez —confesó él.
(_Tn) le acarició la mejilla.
—Me alegra saberlo, porque me ocurre lo mismo. Te deseo, Joe .
Él se excitó más de lo que habría creído posible.
—Veo que no me lo vas a poner fácil…
—Por supuesto que no. Por duro que te resulte, no deberías permitir que los caprichos de Don se interpongan entre nosotros.
—Por eso te he traído al río. Necesitaba tenerte, aunque solo fuera un día.
—¿Es que un día sería suficiente?
Joe apartó las manos de su cintura y ascendió hasta detenerlas sobre sus pechos; después, le acarició suavemente los pezones, por encima del encaje del sostén.
Ella gimió.
—No —admitió—, no lo sería. No he dejado de pensar en tocarte, en probarte. He soñado con tenerte sobre mí, debajo de mí…
—Oh, Joe …
Lentamente, él bajó las manos hasta los pantalones de (_Tn) y le desabrochó el botón. Sus miradas se encontraron en ese momento y Joe tuvo la sensación de que todo el universo, o al menos el universo que le importaba de verdad, estaba en aquellos ojos de color ámbar.
—Necesito tocarte —susurró mientras le bajaba la cremallera.
—Sí, por favor.
Él sonrió y le puso una mano en la cintura mientras introducía la otra por debajo del elástico de las braguitas. Luego, descendió milímetro a milímetro, pasando por encima de los rizos de su pubis, hasta llegar al interior de sus muslos.
Cuando notó su humedad, supo que le deseaba tanto y tan desesperadamente como él a ella. (_Tn) se estremeció y cerró los ojos.
Joe la tocó y exploró sus delicados pliegues, aprendiendo los detalles de su cuerpo, aprendiendo lo que más le gustaba, lo que la volvía loca. Contempló su cara durante unos segundos y vio que estaba inflamada por el rubor del deseo, así que le acarició el clítoris con un movimiento suave que le arrancó un gemido.
Mientras el sol se ocultaba definitivamente, Joe regaló a (_Tn) un camino rápido al placer. La masturbó de forma implacable, hasta que ella gimoteó y pronunció su nombre en tono de ruego mientras movía las caderas contra su mano. Entonces, separó un poco más los muslos, como invitándolo a ir más lejos.
Joe aceptó la invitación e introdujo un dedo, y luego otro, en su cuerpo.
—Ah…
Él consideró la posibilidad de tumbarla en la hierba, al abrigo de los árboles, pero no se atrevió. Corrían el riesgo de que alguien pasara por allí y los descubriera en una situación comprometida. No tenía más remedio que contentarse con lo que tenía; pero no había nada más importante para él.
Ella gimió, suspiró, se estremeció y él insistió una y otra vez, aumentando su tensión, hasta llevarla al borde del orgasmo.
—Déjate llevar —murmuró Joe —. Déjate llevar y dame tu placer.
(_Tn) se aferró a su camisa con fuerza, como si estuviera al borde de un precipicio y tuviera miedo de caer al vacío.
—Joe …
El orgasmo la asaltó en ese momento. Su cuerpo tembló entre olas de placer que se fueron apagando poco a poco, hasta dejarla completamente agotada.
Él la abrazó con fuerza. Los latidos del corazón de (_Tn) se hicieron más lentos y parecieron adoptar el ritmo de su propio corazón. Pero no era suficiente. Por algún motivo, había pensado que su deseo perdería intensidad cuando conociera el contacto de su piel. Sin embargo, la deseaba más que nunca y se sentía profundamente insatisfecho.
Echó la cabeza hacia atrás y miró el cielo.
En ese momento se dio cuenta de que le acababa de pasar algo increíble, algo que podía cambiar su vida.
Pero no sabía si quería que su vida cambiara. Ni si podía impedirlo.
(_Tn) vio poco a Joe durante los dos días siguientes, aunque apenas tuvo tiempo de lamentarlo. Estaba muy ocupada con la organización del festival anual y debía ponerse al día con los planes de Trevor.
Trabajar con su hermano resultó más divertido de lo que había supuesto. (_Tn) conocía bien su profesión; sabía cómo promocionar un producto para convencer a los clientes, y el festival de Jarrod Ridge no era distinto en ese sentido a sus trabajos anteriores. Tuvieron que elegir carteles, organizar sesiones fotográficas y hasta decidir sobre los menús para los vendedores que llegaban de otras ciudades.
hasta aqui chicas espero q lo hallan disfrutado
ya vamos a la mitad de esta nove
nos leeremos despues
gracias x los comentarios anteriores
chicas cuidense ;)
ElitzJb
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
awww que lindo :hug:
Lastima lo de la clausula!!
Siguela!!
Lastima lo de la clausula!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
:wut: POOORRR QUE LOS PADRES SIEMPRE TOMAN LAS DECISIONEEESSS!!!
QUE NOS CONCIERNEN PARA NUESTRA FELICIDAD???
AAAIIII SIGUELAAA PORFIISSS
QUE NOS CONCIERNEN PARA NUESTRA FELICIDAD???
AAAIIII SIGUELAAA PORFIISSS
chelis
Re: [Resuelto]Amor sin control joe y tu (Terminada)
aranzhitha escribió:awww que lindo :hug:
Lastima lo de la clausula!!
Siguela!!
el señor desde la tumba los domina :(
ya la sigo
ElitzJb
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