When my world wakes up today, you'll be in another town [Harry Styles y Tu]

Comencé a levantarme y colocarme el uniforme aun desorientada por el inquietante sueño que había tenido. Hasta que mi madre se acerco y comenzó a largar carcajadas haciendo que su risa me contagiara sin razón.
—¿De que te ríes?— le pregunte.
—De que ni siquiera en tu cumpleaños te das cuenta que es sábado cariño— me contesto ella acercándose y depositando un beso en mi frente. En verdad mi mama estaba acostumbrada a verme hacer esas cosas, cada vez que me levantaba dormida no sabia ni que día era. Pero aun así se seguía riendo cuando me veía cometer el mismo error. —Hoy será un gran dia— me dijo mi madre mientras tendía mi cama, mientras que yo al mismo tiempo elegía que ponerme. —Espera… tengo un regalo para ti. Para que empieces tu día como se que te gusta— dijo saliendo de la habitación dejándome en ropa interior y volviendo con unas bolsas. Automáticamente sonreí al ver lo que estas traían.
—Gracias— le dije abrazándola.
—De nada. Pero esto es obra y arte de tus amigas— dijo mi madre justo en el momento en el que abrí una bolsa y visualice una nota la cual llevaba escrito “Para que empieces tu día de la mejor manera. Te amamos Gemma y Hannah” Además había dos cartas una con el nombre de Gemma y otra con el nombre de Hannah. Que grandes amigas tengo. Las leería en cuanto este sola, sabía que me iba a emocionar si lo hacía ahora. Prefería dejarlo para más tarde ya que mi madre todavía no había salido de mi habitación.
—Esto es hermoso mama. Pero creo que es mucho para usarlo ahora u hoy— dije al notar que no haría nada fuera de lo común.
—No lo creo cariño. Hay alguien que espera abajo por ti abajo— dijo ella con un mirada picara.
—¿Alguien?— pregunte esperando que me dijera quien.
—Así es. Un chico alto, con rulos, ojos claros…— se detuvo mi madre al ver mi sonrisa la cual le hacía ver que ya había reconocido de quien hablaba.
—¿Harry? Pero ¿qué hace el aquí? tan temprano…— pregunte alegre mientras comenzaba a colocarme la ropa que me habían regalado. Ella se acerco a mí y acaricio mi mejilla.
—Ya lo veras— me contesto generando un inmenso misterio y haciendo que ella reciba una ola de intentos por descifrar que sucedería. —Esta bien. El te llevara de paseo. Es decir… tu lo llevaras— otra vez su mirada picara.
—¿A que te refieres? — pregunte al mismo tiempo que había terminado de vestirme.
—Averígualo tu— me contesto ella hacienda que comenzara a bajar las escaleras corriendo, intentando no tropezar con los grandes tacos que llevaba puestos. Al bajar no había ningún chico alto, con rulos, ni siquiera estaba Zayn, ni mi padre.
—¡Mama! ¿Dónde están todos?— grite desde la cocina y fue entonces que el timbre sonó. Fui a abrir la puerta indignada y al hacerlo me encontré con una escena que me gustaría jamás borrar de mi mente.
—¡Feliz cumpleaños!— grito Harry abalanzándose sobre mi y besándome, haciendo que cuelgue mis brazos en su cuello y el sujetándome de la cintura con un brazo, tirándose para atrás quitando mis pies del suelo. Luego de soltarme me extendió un ramo de rosas.
—Eres tan dulce Styles— le dije en español mientras olía esas hermosas flores.
—Y tu tan hermosa— dijo intentando hablar el mismo idioma. La manera en que movía sus labios y se pausaba para decir cada palabra siempre me volvía loca. Ya sea hablando ingles o español. De repente un ruido nos interrumpió. Era el de una bocina, proveniente de un auto que se encontraba justo detrás de el.
—No puede ser— dije al ver que este llevaba un gran moño en la parte superior. Zayn se encontraba apoyado sobre este y mi padre dentro siendo el que tocaba la bocina. Comencé a gritar como una loca haciendo que Harry y Zayn rían a carcajadas. No podía creer lo que estaba viendo. Mis padres me habían comprado un auto para mi cumpleaños. Fui corriendo y me abalance sobre mi padre. —Gracias, gracias, gracias— Luego hice que saliera del auto y me senté en el asiento de piloto, prendí la radio y la puse a todo volumen, tocaba los asientos, me miraba en el espejo. Esto era un sueño cumplido. Mi madre se acerco y se sentó en el asiento copiloto. —Los amo tanto— dije abrazándola.
—¿Qué esperas? llévame a dar una vuelta— me ordeno ella colocándose sus lentes de sol, si que era coqueta. Tenia a quien salir. No lo dude ni un segundo. Encendí el auto y subí aun más el volumen de la radio.
—¿A dónde creen que van?— dijo mi padre gritando, con mi madre solo reímos y comencé a conducir. Dimos la vuelta a la cuadra tocando bocina y haciendo espamento, con un New Beetle rojo que llevaba puesto un moño gigante. Todos los vecinos saludaban.

Volvimos a mi casa y estacione el auto perfectamente. Mi madre se bajo a carcajadas del auto y yo la seguí. Mi cumpleaños no podía haber empezado mejor. Estaba ansiosa por ver como seguía. Entramos a la casa y me serví un poco de agua, nos sentamos en la mesa que se encontraba en el patio para hablar unos momentos ya que era un hermoso día afuera. Podía notar como todos actúaban sospechosos como si tramasen algo. Por momentos Zayn y Harry usaban excusas absurdas de chicos para irse y hablar entre ellos. No les daba importancia ya que no podía pensar en otra cosa que en aquel auto que ahora era de mi pertenencia.
—Muy bien amor debemos irnos— me dijo Harry mientras se levantaba y se ponía sus lentes Rayban de sol.
—Pásenla lindo— decía mi madre mientras se despedía.
—Adios— nos despedimos de todos. Salimos de mi casa y le pedí ayuda a Harry para quitar el moño gigante que aun estaba sobre el auto. Se lo puso alrededor de el bromeando y no pude evitar sonreír se veía lo suficiente tierno y besable, lo que hizo que me acerque a el y lo llene de besos. Harry se acerco por la puerta trasera del patio de mi casa y dejo el moño. Luego volvió y yo encendí el auto.
—¿Qué se siente?— me pregunto Harry con una de sus mil sonrisas hermosas.
—No lo puedo explicar— dije emocionada haciendo un torpe baile con mi cabeza, lo que genero otra vez una carcajada de Harry. Ya eran varias en el día. —Hey— dije golpeando suavemente su brazo. El se acerco y beso mi mejilla. —Colócate el cinturón de seguridad baby— le dije con una voz seductora.
—Sonó bien, pero hubiera sido mas sexi que lo digas en español— me dijo el. Volví a repetirle lo mismo.
—Colócate el cinturón de seguridad bebe— pero luego hice una cara de repulsión al notar que la palabra Baby no sonaba igual. —Amor ¿A dónde vamos?— dije sin tener la menor idea de que es lo que tramaba Harry.
—Yo te guiare, tu conduce hermosa— me contesto y seguí su orden.

Al cabo de un largo viaje, que había implicado salirnos de Holmes Chapel e ir por la ruta para mi gran sorpresa, estábamos en uno de los lugares más hermosos, era una especie de lago con una gran vista, alejado de todo el ruido, donde solo éramos nosotros dos.
—Espera aquí— Dijo bajando del auto, abrió la puerta del piloto y beso mis labios. Quito las llaves del automóvil y se dirigió a la parte trasera de el. Abrió el baúl y pude sentir como sacaba unas cosas de el. Se acerco hasta la puerta donde estaba yo y la abrió nuevamente. —Todo listo— dijo sosteniendo una gran y pesada canasta que hacía que se marque su brazo, mientras que me estrechaba la otra mano para que descendiera del vehículo. Le sonreí y comencé a hacerlo. Luego de caminar un poco el se detuvo. —Aquí está perfecto— dijo dejando las cosas. Tendió una manta larga en el piso, y quito de la canasta muchísima comida.
—¿Tu hiciste todo esto?— le pregunte sorprendida.
—Tuve algo de ayuda… de dos mujeres— me dijo y en seguida deduje quienes
—Anne y mi madre— le dije sonriendo y el asintió confirmando que habían sido ellas. —No puedo estar mas agradecida con las personas que rodean mi vida— dije acostándome sobre la manta y mirando el cielo azul.
—Eres adorable, todos están felices de que formes parte de sus vidas— me dijo el mientras desarmaba aun la canasta.
—Ven aquí Styles— le dije con el dedo índice haciendo que se arrodillara en frente de mi. Me levante y acorrale sus piernas arrodilladas con las mías que estaban en la misma postura. Le di cortos besos en sus delicados labios y luego me separe rápidamente de el y me pare. Dejando sus labios aun colocados como para dar otro beso. —¿Qué tal una carrera hasta el lago?— dije quitándome los zapatos.
—Amor… ¿Cuándo viste que una chica le gane a un chico en una carrera?— me pregunto el mirándome aun con sus lentes de sol.
—¿Esa es tu excusa Harry para no perder?— le conteste provocándolo.
—Esta bien… espera que dejo…
—¡Ya!— dije comenzando a correr. Sentía como la brisa corría por mi piel mire hacia atrás y Harry venia detrás de mi. Comencé a correr más rápido. No estaba tan cerca como yo creía aquel lago, pero no me dejaría ganar. Estaba a punto de ganar cuando sentí a Harry tomarme por la cintura y levantarme. Comencé a reír y el hizo lo mismo. Me llevo cargando hasta el lugar donde se encontraba el pic nic nuevamente y me poso suavemente en la manta, me puse mis lentes ya que los rayos de sol no me permitían ver del todo bien aun que Harry decía que me veía tierna cada vez que fruncía mis ojos intentándolo ver cuando hablaba.

Comenzamos a comer aquella deliciosa comida que habían preparado nuestras madres. Luego guardamos todo en la canasta, sacudimos la manta quitando las migas y volvimos a recostarnos en esta.
—Espérame aquí, traje algo que hará esto mas perfecto— dijo volviendo al auto y abriendo nuevamente el baúl con las llaves que el aun tenia. Me encantaba que el las tenga ya que me gustaba hacerle sentir que lo mió también era suyo. Como cuando el me demostraba que lo suyo también era mió. Volvió nuevamente con unas pequeñas almohadas y una pequeña cobija dado que estaba refrescando.
—¿También idea de nuestras madres? — dije ironizando. Y el rió. —Eres sensacional. Piensas en todo— dije tomando las almohadas y acomodándolas, luego tome las cobija y cuando el se recostó junto a mi nos tape.

El sol había descendido notablemente, con Harry no habíamos parado de inventar formas con las pocas nubes que iban quedando. También nos encantaba contar anécdotas tontas de cuando éramos pequeños, nos gustaba saber del otro cada minimo detalle de lo que era nuestras vidas anteriores, aun que claro, yo me guardaba algunas cosas oscuras que no eran necesario contar para arruinar aquel momento.
—Amor. Gracias por hacer este, el mejor cumpleaños de mi vida— dije mirando sus ojos, los cuales ya no se encontraban cubiertos por aquellas gafas de sol. El me sonrió con los labios.
—Tengo algo que preguntarte— dijo el algo nervioso. Yo solo hice un silencio otorgando a que el hable. —Sabes… este tiempo juntos fue increíble. Nunca creí que podría enamorarme así de alguien y ahora que se que es posible, y lo estoy viviendo contigo, quiero que todos lo sepan. Quiero llevar esto a algo mas serio. Yo te amo y quería saber…— dijo Harry haciendo una pausa. Otra vez, no podía dejar de ver sus labios pronunciar aquellas palabras tan hermosas, mis ojos siempre se debatían entre sus ojos y su boca. —Amor… ¿Quieres ser mi novia?— dijo el y yo no pude contenerme. Sonreí y comencé a besarlo.
—Claro que quiero Harry— el sonrió y yo me comencé a tirar suavemente hacia el quedando sobre el, su cuerpo pegado junto al mío.

Sus besos eran totalmente perfectos, comencé a tomar su cabello y hacer juegos con el como era costumbre. Acariciaba su rostro, su piel era tan suave como la de un bebe, sus manos eran lo suficientemente fuertes como para tomar mi cintura de la forma mas sutil y delicada a tal forma de hacerme sentir que era suya. No lo podíamos evitar, la sed de tenernos era más fuerte que otra cualquier otra cosa. El beso que expresaba nuestro amor, comenzó a convertirse en lo que simbolizaba la pasión que temíamos demostrar. Estaba en un punto donde no me importaba nada. Solo quería que Harry me haga suya. Podía sentir como Harry intentaba no sobrepasarse, pero lo entendía, a posición en la que me encontraba sobre el era lo bastante provocativa. Cada tanto sus manos llegaban hasta lo mas bajo de mi cintura, tocaban el borde de mi short de jean e intentaban bajar para sentir el sabor de lo prohibido. Siempre había imaginado este momento con Harry, y lo que para su parecer yo era una chica de diesiseis años que nunca había tenido novio y por lo tanto nunca había tenido relaciones ya que aun era muy joven para todo esto, en mi situación real yo era una chica de dieciocho años que si había tenido novio, pero no fue algo lo suficientemente serio, ni siquiera lo amaba. Fue un impulso por no verme sola, una inmadurez de pensar que con el solo hecho de besarlo ya podía formar parte de mi vida, lo que con Harry me había dado cuenta de cómo realmente esas palabras se podían volver literales. Aun así, tampoco había tenido relaciones ya que no había encontrado aun al indicado. Amaba a Harry más que a nada, el me había demostrado que él nunca me fallaría. No imagine conocer un chico de su edad con tanta madurez para una relación, pero sabía que eso solo ocurría conmigo, ya que Felicity, Gemma y Hannah me habían contado como había sido él con las otras chicas anteriores a mí. Eso me hacia quererlo más y darme cuenta cuanto el me amaba. Comencé a meter mis frías manos dentro de su camiseta. Acariciando su cintura, su abdomen. Luego comencé a tocar cada borde de su remera, hasta que finalmente me decidí comenzar a quitársela. Lo note algo sorprendido.
—Amor… Estas segura que quieres hac…— intento decir pero no lo deje terminar ya que puse sutilmente mi dedo índice en su boca en señal de que haga silencio y que solo disfrute del momento.

Luego el levanto su torso suavemente hasta que finalmente me decise de esta. Otra vez mis ojos comprobaban lo que siempre pensaba, el era perfecto. Comencé a dar besos por su cuello, simplemente me dejaba llevar, iba bajando depositando estos en su pecho, abdomen y nuevamente volvía a subir. Luego el comenzó a posar sus manos en mi trasero, cada tanto podía sentir como me presionaba hacia él. Ahora fue él quien tomo el control, debo admitir que eso me gustaba. Comenzó a levantar mi camiseta hasta que finalmente se deciso de ella. Fue entonces que ahora me tomo de la cintura y me coloco debajo de el. Abrí mis piernas y las enrede entre su cintura. El llevo sus manos directo a mis pechos y comenzó a hacer una especie de movimiento con ellos, lo que era algo nuevo para mi pero aun así seguía siendo satisfactorio. Quería que esto sea hermoso, por eso intentaba dar lo mejor de mí. Sabía que es lo que Harry quería. Levante un poco mi torso dejando que el pasara sus manos por mi espalda y pudiera desabrochar aquel corpiño que nos impedia hacer todo el contacto posible de piel con piel. El desengancho los pequeños botones que se encontraban sujetos y quito esta prenda de mí. Si bien el sol ya no se encontraba y la oscuridad y las estrellas nos invadían, debo admitir que tenía un poco de pudor, pero ver la forma en que Harry apreciaba mi cuerpo me devolvía esa seguridad que necesitaba. Ya sin esa vestimenta envolviendo mi torso Harry comenzó a bajar y a besar uno de mis pechos, mientras que con su mano seguía haciendo esas caricias tan excitantes en el otro. De repente pude sentir que ahora entre mis partes intimas tenia un poco mas de presion, y era obvio por que. El pene de Harry se encontraba totalmente erecto. No lo podia evitar, la situación se habia vuelto totalmente excitante. De repente el comenzo a deslizar sus manos hasta el cierre de mi pantalón. Desabrocho el botón que habia primero y luego comenzo a bajarlo, para luego deshacerse de otra prenda de mi, mi Short. Solo tenia la parte inferior de mi ropa interior. Me coloque ahora yo encima de el y comencé a otra vez hacer una seguidilla de besos hasta su abdomen, pude notar como había un bulto en el pantalón de Harry. El que antes me hacia sentir aquella presion en mi parte intima, que luego cuando me coloque sobre el, senti el doble. Era algo totalmente placentero, excitante, algo único debo decir, la ereccion de Harry y yo sobre ella, haciendo sutiles movimiento coordinados por las manos de Harry en mi trasero y en mis caderas. Mientras pensaba en esto, volvi a concentrarme en lo que iba a hacer, comenzar a intentar desabrochar su Chupin negro. Pero fue entonces cuando un molesto sonido nos interrumpio. El celular de Harry comenzó a sonar.
—Maldición— dijo Harry molesto levantando su torso. —Lo olvide… Amor… debemos regresar— dijo el cortando todo el momento. Mi cara hablo por mi sola. Pero si algo había interrumpido esto, debía ser porque aun no era el momento. Comenzamos a vestirnos, y yo no podia dejar de pensar en que era eso tan importante que debíamos hacer como para desperdiciar algo tan hermoso. Pero estaba segura de que mis amigos estaban detrás de esto.