¡Bienvenidos a Zombieland! (Kendall Schmidt)

El mundo se fue a la mierda. Pasamos de malo a una mierda total. ¿Razón? Zombies, putos y malditos zombies come gente. ¡Bienvenidos a Zombieland, donde cada día puede ser el último y siempre corres el riesgo de volverte una cajita feliz humana!


¿Qué puede ser peor que la vida que vivimos ahora? Pobreza, hambre, un gobierno estúpido y demás chorradas. Teníamos suficiente con el malparido calentamiento global, pero no, a Dios no le gustó. Lo peor que puede pasar es que, de un día a otro, el mundo se llene de unos malparidos zombies.

¿Recuerdan esas películas donde los zombies se comen a la gente y se acaba el mundo? Pues gente, está es mi situación actual.

Todo empezó porque unos médicos no estaban contentos con tener las curas de hoy en día ¡No señor! Empezaron a hacer experimentos para la cura del cáncer, y un día, el experimento salió mal. El científico se volvió el Paciente Cero, el primer zombie. Y con ello, empezó el apocalipsis.

Cuando el azote zombie llegó a mi pueblo, no era más que una cría de dieciocho años. No tenía idea de que esos engendros podrían derrumbar las fuerzas armadas y comerse a todo el que me importa.

¿Un consejo para sobrevivir en Zombieland? Coge una arma. Sin un arma, estás frito. Cualquier cosa que pegué duro, sea resistente y letal tiene potencial para matar zombies. Les recomiendo también mantener buena forma física. Verán, cuando comenzó todo, los primeros en caer, por razones obvias, fueron los gordos.

Pobres bastardos rellenitos.

Pero, bueno, que ya tendré tiempo de hablarles sobre esto. Lo mejor que pueden hacer, es ir ligero. No me refieron en equipaje, también en compañía. Elijan a la persona que más quieran en el mundo, o, en mi caso, la única persona que te quiere en el mundo.

Esa es mi hermana, Lucy.

Y ahora estamos aquí, a punto de ser cajitas felices humanas todo porque a la perra de mi hermana se le olvido revisar. Y yo, que solo quería probar el posible último dulce del mundo. Oh si, otro consejo les va: nunca ¡PERO NUNCA! Olviden revisar un lugar. Eso les puede salvar la vida.

La noche que empezó todo, mi hermana y yo nos quedamos en casa, en ves de ir al punto seguro. Verán, los zombies son atraídos por el ruido y el olor a carne fresca, por lo que los segundos en caer, fueron los "Punto Seguro".

Esa noche mi hermana no se me despegó, yo tampoco. El silencio era horrible, de esos de película de terror en los que sabes que pasará algo. Lo único que se oían eran los gritos de la gente, tratando de ir al camión de Punto Seguro.

Los pobres bastardos no sabían que los atacarían los zombies. Idiotas.

Mi hermana me suplicaba que fueramos al camión, que nos fuéramos. No es por alardear, pero yo soy más lista que ella, y por lo que sabía de zombies (Lo que les acabo de explicar) el Punto Seguro sería nuestra muerte. Oh yeah, soy una puta oráculo.

Eso nos salvó la vida. Resultá que el camión fue "emboscado" (por decirlo de alguna manera) por no un grupito de zombies. ¡Eran cien! (Según escuché), pero en fin, eran demasiados para las fuerzas especiales. Pudieron haber sobrevivido, pero estaba segura que murieron, fin de la historia.

Junto con Lucy habíamos trabado todas las ventanas de la casa, comprado toda la comida que pudimos (mejor dicho, robar toda la comida que pudimos), nos encerramos y buscamos las posibles armas en la casa. Había un bate de beísbol de madera, una metralleta, dos pistolas con cartuchos de recarga y un rifle. Bendito sea el día que papá entró en el ejército.

Todo se quedó en silencio. Por un hueco que era para ver que pasaba afuera, vimos como algunos zombies cazaban los pocos humanos que se quedaron en la ciudad. En ese momento lo supe, sabía que no importaba cuanta resistencia opusiéramos, moriríamos si nos quedábamos allí.

Con todo el dolor del alma de Lucy, cogímos las armas y las provisiones necesarias, y salimos pitando de allí. Le diré algo divertido que quedó en Zombieland: puedes jugar los juegos de disparo ¡En la vida real! No hay nada como cuando matas a tu primer zombie, de eso no hay duda.

Aquel día matamos catorce zombies entre las dos. Yo maté siete y Lucy igual. Al principio creí que se traumaría, y pasó. Tenía algo de culpa porque varios de ellos eran gente que conocimos.

No creo lo que voy a decir, pero yo también.

Con el pasar del tiempo, cualquier sentimiento de culpa se iba yendo. Puedo decir que Lucy ya no llora por las escenas de matanza, creo que ni siquiera llora. Ya no vomitamos al ver intestinos volando y sangre manchándonos, solo por el olor. El único sentimiento que nos quedó fue: nuestro amor y confianza, y los instintos.

Déjenme decirles algo: ¡LOS INSTINTOS SON T-O-D-O! Síguelos, ellos te salvarán la vida la mayoría del tiempo.

Como decía antes. Ahora estamos aquí, en una tienda de dulces, a punto de ser cajitas felices humanas. Oh si, un día normal y perfecto en Zombieland.

Hola nueva Lectora me encanto encerio me qede la verdad no se que decir peroo buaaanoo siguelaaaaaa!! asi me llamo Ericka XD

PD: si necesitas alguna chica para James aqui estoy yo si no hay purrun
PD2: Tqqqmm

holis nueva lkectora!!!!! me encanta tu historia !!!! iap kiero ke la sigas estoy anciosa x saber ke pasa wooooowowowoooo!!!!
a x cierto si necesitas chikas cuenta conmigo siii!!!! (Carlitos ) jjjjj bn bye cuidate!!!!
-Coraima-

wow me encanta como escribes seguila!!!! me llamo andreina :D