Re: When you start to believe. {Novela colectiva}

por **Call me Aly.** Lun 20 Ago 2012, 12:46 pm

Little Mandy. escribió:Pero casi me pego un tiro cuando ví la pelicula y no era Clato, sino Glato |:
Y Cato no gritó el nombre de Clove ni la buscó en la escena de la Cornucopia, cuando Thresh le lanzó la roca :'(

REFAIL!!

por Invitado Lun 20 Ago 2012, 12:50 pm

Little Mandy. escribió:
Cammi escribió:
Bigger Aly. escribió:
Little Mandy. escribió:¿Se nota que estoy traumada con Clato? *_______________________*

Jajaja, que intensa eres para eso! Yo soy más Gatniss.

¡NO! GLATO ES PURA PASIÓN (? y me enoje con la pelicula porque quería juntarlo más con Glimmer ¡NO! CLOVE! CATO Y CLOVE! XD ok... |:

Apoyo a Gatniss porque Gale la ayudó a alimentar a su familia, pero ¿Glato? o.O Puro flirting (?) Jajajaja para mí que ya chapaste, Cammi xD

ay no. quise poner CLATO (?) jajajjajaja eso me pasa por escribir rápido.

por **W I N T E R is coming. †** Lun 20 Ago 2012, 12:51 pm

Bigger Aly. escribió:

Askalnjkthrfdsc, yo cuando leí los libros, me imaginaba a Clove más bien robusta, y fuerte, estilo Goyle. xd. Por eso cuando pusieron a Isabelle yo ya tenía en mi mente un Cato&Glimmer, y un Tresh&Clove. Aunque me deconcertó que a Cato le diera tanta rabiapena lo de Clove, y a partir de ahi sospeché. xd (?) jajaja. :scratch: Que mala eres little Mandy!!!!!!! xdddd

Yo también, me los imaginaba medio monstruosos, como describió Suzanne xd ¡Justo! Hoy andaba buscando imágenes Clato y encontré ésta:

$When you start to believe. {Novela colectiva} - Página 6 Tumblr_m8x2efAf7i1qb9v25o1_r1_500$

Y dije "¡Pansy! ¡ESA ES PANSY! xd" No es que Pansy y el chico (no sé quién es) sean monstruosos, pero se acercan más a lo que imaginé. Pero Alexander es bastante Cato, Isabelle es un poco baja y parece muy inocente como para interpretar a Clove :P
A mi me pareció bonito que Cato se quedara con Clove hasta el final. La primera vez que lo leí era media ingenua, y me sorprendió un poco, porque bueno, en el Distrito 2 son todos malos |: Cuando lo leí la segunda vez empezé a sospechar ^^ Jajaja no! ¿Por qué soy mala ahora? xd

por **W I N T E R is coming. †** Lun 20 Ago 2012, 12:53 pm

Bigger Aly. escribió:
Little Mandy. escribió:Pero casi me pego un tiro cuando ví la pelicula y no era Clato, sino Glato |:
Y Cato no gritó el nombre de Clove ni la buscó en la escena de la Cornucopia, cuando Thresh le lanzó la roca :'(

REFAIL!!

Sonaré ignorante, pero ¿qué significa eso? xd

por **W I N T E R is coming. †** Lun 20 Ago 2012, 12:53 pm

Cammi escribió:
Little Mandy. escribió:
Cammi escribió:
Bigger Aly. escribió:
Little Mandy. escribió:¿Se nota que estoy traumada con Clato? *_______________________*

Jajaja, que intensa eres para eso! Yo soy más Gatniss.

¡NO! GLATO ES PURA PASIÓN (? y me enoje con la pelicula porque quería juntarlo más con Glimmer ¡NO! CLOVE! CATO Y CLOVE! XD ok... |:

Apoyo a Gatniss porque Gale la ayudó a alimentar a su familia, pero ¿Glato? o.O Puro flirting (?) Jajajaja para mí que ya chapaste, Cammi xD

ay no. quise poner CLATO (?) jajajjajaja eso me pasa por escribir rápido.

JAJAJAJA DON'T WORRY, A TODOS NOS PASA ^^

por **Call me Aly.** Lun 20 Ago 2012, 12:55 pm

Little Mandy. escribió:
Bigger Aly. escribió:
Little Mandy. escribió:Pero casi me pego un tiro cuando ví la pelicula y no era Clato, sino Glato |:
Y Cato no gritó el nombre de Clove ni la buscó en la escena de la Cornucopia, cuando Thresh le lanzó la roca :'(

REFAIL!!
Sonaré ignorante, pero ¿qué significa eso? xd

Jajaja, Fail {error o fallo}, pues re-fail.

por **W I N T E R is coming. †** Lun 20 Ago 2012, 1:03 pm

Bigger Aly. escribió:
Little Mandy. escribió:
Bigger Aly. escribió:
Little Mandy. escribió:Pero casi me pego un tiro cuando ví la pelicula y no era Clato, sino Glato |:
Y Cato no gritó el nombre de Clove ni la buscó en la escena de la Cornucopia, cuando Thresh le lanzó la roca :'(

REFAIL!!
Sonaré ignorante, pero ¿qué significa eso? xd

Jajaja, Fail {error o fallo}, pues re-fail.

¡AHHH! Yo sabía que era algo que tenía que ver con mal :D

por **-Debbie-** Lun 20 Ago 2012, 5:20 pm

Esto es muy difícil... créanme, escribir con una sola mano porque la otra está toda vendada, es exasperante.
cammi arreglo algo de los votos y ya te los mando. Ayer lo quise hacer pero cada vez que lo iba a enviar la página quedaba en blanco :| en fin

por Invitado Lun 20 Ago 2012, 11:41 pm

termine mi parte del capitulo *rodaba por el suelo y moría*
como yasser se fue a dormir |:
ok si me tarde mucho perdón xd
Voy a tener que subirlo todo yo (? así que en eso estoy.

por Invitado Mar 21 Ago 2012, 12:42 am

20 de febrero.
Había dormido muy profundamente, un largo y precioso sueño donde se encontraba en lo alto de un volcán. Y desde allí, a lo lejos podía ver un gran bosque extendiéndose. Casi podía oír el agua corriendo por un río que había en aquel lugar, y el viento soplaba sobre su cara con aire caliente. El sol brillaba en lo alto, potente y lleno de fuego. Estaba tan alto que sentía que podría tocarlo. No tenía miedo de caer dentro del volcán, de que la lava la tragara hasta sus profundidades. En el fondo, era lo que deseaba. Aquel lugar estaba lleno de paz y jamás se sintió tan tranquila. Se quedo allí parada hasta que las estrellas y la luna se asomaron por el cielo, oscureciendo el lugar.
Pero a pesar de que había dormido tanto tiempo, tanto que se había pasado su primera clase, se sentía exhausta. Y mientras corría hacia su clase de pociones sentía que todo el cuerpo le pesaba como si hubiese hecho mucho ejercicio o tuviera poca energía. Avanzaba por los pasillos con el uniforme desprolijo y el cabello suelto, muy pocas veces lo llevaba así ya que prefería tenerlo atado. De fondo solo se escuchaba sus pisadas y el ruido de la lluvia, hoy había una tormenta.

En clases de encantamientos se sentó junto a Beth, esta la miro preocupada y con el ceño fruncido. Emma bostezó, no estaba aburrida ya que aquella era su clase preferida, solo se encontraba cansada. Tan cansada que no parecía ser real, tampoco entendía el porqué su cuerpo reaccionaba como si la energía su hubiese evaporado y ahora se encontrara vacio.
—¿Te encuentras bien, Emma? —Preguntó la ojivioleta. La castaña parpadeo y asintió con la cabeza, se estaba quedando dormida—. Tienes ojeras… ¿No has dormido bien?
—En realidad es todo lo contrario. —Le respondió, y con un suspiro se recostó contra el hombro de su hermana. Solo deseaba dormir, dormir por largar horas, hasta que el sol vuelva a salir.

Se encontró con Eliox en el pasillo, y los dos avanzaron juntos a clase de transformaciones. Él no tuvo que esperar a ver lo cansada que se encontraba, lo supo solo con sentir su presencia. Pero no lo asocio al sueño, más bien su cerebro maquino hasta encontrar el problema. Eliox podía ver que lo que le faltaba era energía, y era por eso que su cuerpo estaba consumiéndola produciéndole cansancio.
—¿Crees que ha sido por curar a Ethan? —Preguntó cuando los dos estaban sentados juntos en la case de transformaciones—. Quiero decir, ya has curado a otras personas y no te has puesto así. Solo cuando curaste a Eustace y Louis al mismo tiempo te ha pasado algo parecido. Pero no te ha durado todo este tiempo, aparte ya has practicado y avanzado…
Eliox dejo de hablar, no quería decirlo, pero se sentía culpable. Él le había pedido curar a Ethan, había visto que el chico estaba demasiado lastimado, tanto interna como externamente. Y Emma había hecho todo lo posible por hacer que el chico se sienta mejor.
—No lo creo. —Dijo ella mientras pasaba una página del libro que el profesor Ben Alistair se encontraba explicando—. Solo lo he curado…
Pero ella pareció recordar algo y se mordió el labio, pensando si debía decirle aquello a su hermano o no. Luego suspiró cuando vio la mirada interrogante de Eliox.
—Ahora que lo recuerdo. —Empezó diciendo con un tono que parecía restarle importancia—. También he curado a Louis…
Su hermano alzo las cejas y después negó con la cabeza. Emma sabía que él se había imaginado que ella había hecho algo así. Pero hubiese preferido que no lo haga, por el bien de ella misma.
—Emma… Sabes que no puedes curar a dos personas seguidas. —Eliox tenía un tono de reproche, como si fuera un padre regañando a su hija—. Menos si eso implica tanta labor, ellos dos estaban muy lastimados. Ahora han consumido toda tu energía.
—¿Preferirías que ellos estuvieran lastimados todavía? —Inquirió con el ceño fruncido. Su hermano negó con la cabeza, él no deseaba ver ni dos segundos a Ethan lastimado. Pero también tenía que pensar por el bien de sus hermanas, después de todo él estaba a cargo de protegerlas, o al menos así lo sentía.
—Podría ayudarte… —Ella negó violentamente con la cabeza cuando lo escucho. Sabía que sus intenciones eran buenas, pero no quería volver a sentir atada a nadie y menos ver a Eliox en el estado que había estado anteriormente.
—Estaré bien. —Aseguró con firmeza, al menos pensaba que iba a estarlo. Era positiva ante eso, ya se había recuperado anteriormente—. No hace falta que hagas nada.
Eliox la miro dudoso, pero luego asintió y volvió a prestar toda su atención a la clase que el profesor dictaba. Emma también lo hizo y no volvieron a hablar, habían evitado prestarle atención a las miradas que le lanzaba el profesor para que se callen pero tampoco querían reprobar la materia.

Emma miraba el pequeño jardín, era el único al cual podrían salir. Se encontraba adentro del colegio y tenía algunos árboles, pero casi todos eran arbustos y flores. También había algunas bancas para sentarse. Pero ella miro con tristeza como la lluvia mojaba todo y pensaba que era un escenario deprimente ante la vista. Seguramente a Vicky le agradaría, ella pensaría que era algo hermoso y se quedaría allí observando. Pero para Emma aquello era todo lo contrarío.
Sintió como unas manos le rodeaban la cintura y la abrazaban por detrás. Louis apoyó su pera en su hombro y observo hacia afuera al igual que ella. Ella soltó un suspiro, pero con él a su lado se sentía mejor.
—Pareces triste. —Comentó él, ella inclino su cabeza, choco contra la de él y sonrió.
—Estaba pensando en cómo no podemos salir afuera. —Louis entendería porque se encontraba así, la conocía y sabía cuánto le gustaba estar en el exterior. Ella se giro para no tener que ver la lluvia, y se encontró con los ojos azules de él, eran tan hermosos y le recordaron al cielo cuando los días estaban sin nubes y el sol brillaba en lo alto.
—Si quieres podemos ir a la biblioteca. —Propuso él un intento de animarla—. Podríamos encontrar algún libro con paisajes, unos que te gusten y…
—Me parece una gran idea. —Le interrumpió ella y luego se inclino para besarlo, pero se separo enseguida—. Pero antes tenemos que pasar por la enfermería. Te permitieron salir por tu recuperación milagrosa, pero debes seguir yendo.
Él rió por lo bajo al escuchar su tono de voz cuando había dicho lo de la recuperación milagrosa. Pero asintió con la cabeza, sabía que no era bueno darle la contra a Emma.

Más tarde, los dos se encontraban sentados en el suelo de la biblioteca con un montón de libros de lugares a su alrededor. Aquellos libros mostraban lo que había en todo el mundo, algunas aldeas mágicas o tiendas, paisajes donde podrías viajar o donde se habían festejado mundiales de Quidditch. A los dos le gustaba aquello, eran amantes del Quidditch y se divertían leyendo sobre él. Emma bromeó diciendo que tal vez apostaría por Hufflepuff en el próximo partido, y con el ceño fruncido Louis dijo:
—No voy a permitir que mi novia aliente por otro equipo. —Ella parpadeó y sorprendida lo miro. Él parecía tranquilo, como si lo que había dicho no fuera nada de otro mundo. Por el rostro de la ojiazul apareció una sonrisa.
—¿Tu novia? —Preguntó con tono burlón. Después de que él le haya dicho que creía que también la amaba, ellos no habían hablado de que serían ahora. Eso la inquietaba un poco, no quería volver a lo que sucedió cuando volvieron de las vacaciones. Vio como Louis asentía con la cabeza con seguridad.
—No te lo había preguntado, porque no se me dan bien estas cosas… Ya sabes. —Comentó y por primera vez vio que Louis parecía avergonzado, había un pequeño rubor en sus mejillas y Emma no pudo evitar reírse. Aparto los libros que había a su alrededor, y se acerco al castaño.
—Entonces… Louis, ¿quieres ser mi novio? —Dijo mientras le rodeaba el cuello con sus brazos. Él la miro a los ojos y se echo a reír, asintió con la cabeza y luego se inclino a besarla. Ella también sonrío mientras lo besaba.
—A veces parece que tú eres el chico en la relación. —Comentó él cuando se separaron, ella lo miro como si estuviera ofendida y lo golpeó con suavidad en el hombro.
—¿Intentas decirme que parezco un chico? —Louis se carcajeo ante su falso enojo y hizo una mueca que daba entender como si estuviera diciendo “Y… a veces”. Ella se volvió a reír y golpeó el brazo de con más fuerza—. ¡Louis!
—Estoy bromeando, tonta. —Dijo mientras reía, acaricio la mejilla de ella y los dos sonrieron con ternura en sus ojos—. Me gusta cómo te queda el pelo suelto, muy pocas veces lo llevas así.
Ella sonrío al recordar que solo había llevado el cabello suelto el día del baile de mascaras. Donde ellos se habían dado su primer beso.

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Eliox y Vicky se encontraban en los pasillos. Hace unos minutos ella había estado riendo de algo que le había dicho un moreno, pero como siempre Eliox los había interrumpido. Había logrado que el chico se vaya y ahora estaba listo para sermonear a Victoria.
—Te dije que te alejaras de él. —Le dijo luego de que su hermana lo mirase aburrida.
—Eliox, no sé de que hablas. Me estoy alejando de él, simplemente me estaba contando algo. —Comentó con un tono inocente que intentó que no sonora falso.
—¡Vicky, ya no me mientas más! ¡Ni si quiera lo estás intentando! —Dijo el chico desesperado.
—Yo no quiero hacerlo. —Admitió esta, luego de un largo tiempo en silencio.
El castaño apoyó una mano en la pared a su lado, y luego se restregó los ojos.
—Escucha, he tenido que soportar ver a Emma llorar por Louis, a Sam deprimirse por Harry, incluso a Beth teniendo problemas con Draco. Pero esto sí que no lo voy a sufrir, Victoria. ¡Necesito paz! —Dijo, luego hizo una pausa y suspiró—. Cuidate, Slightouth, porque si te veo llorando por Zayn, no soy responsable de mis actos futuros.
Con paso decidido rodeo a Vicky y se fue de allí, dejando a la pelinegra con la boca entreabierta y pensando en lo que el chico le había dicho. Aunque tanto ella como Eliox sabían que si él la encontraba a ella llorando, el chico no iba a hacer nada. ¿Pero era eso completamente cierto? ¿Acaso Eliox se atrevería a dañar a Zayn?

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21 de febrero.
Dejo sus clases de Adivinación con la cabeza dándole vueltas, Luna no paraba de hablar a su lado sobre el futuro y todo lo que podría avecinarse. Y le preguntaba que pensaba ella acerca de conocer lo que sucedería con anterioridad.
—En realidad, me da miedo saber que puede suceder en un futuro. —Admitió mientras se encogía de hombros. Todo el tema del futuro jamás le había interesado, ni siquiera le gustaba esta materia. Y no deseaba recordar porque había elegido tomarla. Luna la observo pensándolo y asintió con la cabeza.
—Sería horrible enterarse que algo malo sucedería, lo comprendo. —Así era la rubia, ella siempre veía las cosas de varios puntos de vista. Era por eso que era tan fácil para Emma hablar con ella, sabía que no la juzgaría por algo que piense. De repente, cuando Emma iba a decirle algo a Luna la vio salir corriendo hacia el lado donde se encontraba Hermione Granger y desapareció por los pasillos. Ella no supo si sentirse ofendida o reír, así era Luna.
Fue cuando doblo la esquina del pasillo cuando se encontró con Eustace y Anneliese, los observo detenidamente. Miro el anillo en sus dedos, pensó que la familia Lestrange eran mortifagos muy antiguos. No sabía si podría tener tanto poder como sacarlo de los mortifagos, no era tan fácil como sacar a un Slightouth o a Curcell. Y sabía que Bellatrix le declararía la guerra, pero si ella era un cazador, no podía imaginar nada peor. Cerró los ojos y por un momento recordó a Bellatrix, sacudió la cabeza intentado alejar los recuerdos.
También recordaba a Anne, cuando eran pequeñas ella iba a su casa porque los mortifagos se juntaban y llevaban a sus hijos menores. Y ahora ella también era su enemiga, no habían sido amigas inseparables pero pensó que era una persona en la cual podía confiar y admirar. En aquel momento solo sintió decepción y asco al observarlos.
—¿Están planeando su próximo ataque? —Inquirió con burla. No tenía planeando decir nada, pero verlos allí hacía que le hierva la sangre. Eustace la miro como si estuviera cansando, prefería no encontrarse jamás en su vida con Emma Nott. Porque ella le recordaba todos los días lo que era y lo que había hecho, y sabía que jamás lo perdonaría. Era como una maldición, como si cada vez que pudieras sacar por un minuto un recuerdo horrible de tu cabeza viniera algo y te lo recordara. A veces solo deseaba que ella se callara por siempre, a veces le tenía tanto odio que deseaba hacerle daño. Pero no lo haría, porque no quería ser peor persona y darle la satisfacción a Emma de saber que le afectaba. No deseaba demostrarle que podría lastimar a alguien y que ella lo mire con sus ojos azules llenos de odio y una sonrisa en sus labios. Como si le estuviera diciendo que no se sorprendía, que sabía que él era así. Cuando no era verdad, no lo era para nada, solo que lo estaba haciendo enojar.
—¿Puedes simplemente dejarnos en paz, Nott? —Dijo él con cansancio y un tono enojado en su voz. Pero Emma ni siquiera lo miraba, ella tenía los ojos puestos en Anneliese.
—¿Por qué estas tan nerviosa, Lestrange? —Preguntó después de observarla atentamente. La chica no respondió de inmediato, pero antes que pudiera hacerlo Christopher Bravethron apareció por el pasillo y se quedo plantado allí observándolos. Emma no despegó los ojos de Anneliese, pero los otros dos miraron al chico que tenía las cejas levantadas al notar la tensión del lugar—. ¿Qué ocultas…?
La chica volvió la vista hacia ella otra vez sorprendida, pensó que la atacaría o algo así. Entonces se dio cuenta que la ojiazul no sabía nada, no tenía ni idea quien había torturado a Louis. Él todavía no había dicho nada, se preguntó si lo diría. Emma parpadeo cuando Chris la tomo por un brazo.
—Vamos, Nott. Parece que te gusta meterte en problemas. —Christopher la arrastró fuera de allí, pero no le preguntó nada de lo que estaba pasando. Solo en ese momento Emma se pregunto si el chico tenía suficiente confianza en ella o simplemente no le importaba. Pero Christopher demostraba lealtad, porque estaba protegiéndola al alejarla de allí. Era inteligente, había notado que algo malo sucedía. Sabía que Emma no le había prohibido lastimar a Eustace, también sabía que el castaño era un mortifago o lo fue. Aunque este último detalle no se lo había comentado, Chris sabía de qué lado estaba Emma, y se quería destruir a todos los mortifagos de una vez por todas necesitaba que ella esté viva.

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Ethan Black se carcajeaba mientras con su varita alzaba más alto el libro del pequeño niño de primero, que daba saltitos intentado alcanzarlo, logrando que su bata de Gryffindor se balanceara.
—Vamos, salta. ¿No quieres tu estúpido libro? —Volvió a reír, haciendo aquello volvía a sentirse como él. No estaba indefenso y moribundo tirado en algún bosque. Pero ya no le causaba la misma satisfacción ni diversión de antes, ahora su risa era forzada y estaba comenzando aburrirse. Tenía que admitir que esta le daba pena la situación del niño que todavía no sabía lo suficientes hechizos como para derribarlo.
—¡Ethan! —La voz de Eliox resonó por el pasillo, él se acercaba con el ceño fruncido. Y de inmediato el libro cayó al suelo mientras Ethan miraba a todos lados con nerviosismo. Por alguna razón no desea que Eliox lo descubriera molestando a alguien. El niño agarró su libro y salió corriendo sin mirar atrás. El rubio lo miro con el ceño fruncido.
—¡Si le dices algo a algún profesor la pagaras muy caro! —Le grita, pero el chico no responde y él empieza a correr en otra dirección con la intención de escapar de Eliox.
—¡alto ahí, Black! —Se escuchó que grita y aun ante su resistencia el cuerpo de Ethan frena casi por instinto—. ¿Por qué huyes de mí?
Le preguntó cuando se acercó a su lado, Ethan hace una mueca e inclina la cabeza hacia el costado.
—No huía de ti. —Eliox levanta una ceja sin creerle y él suspira—. Pensé que me ibas a regañar por molestar a aquel niño.
—¡Así que si lo estabas molestando! —Tenía un tono acusatorio, aunque también escondía una sonrisa. Ethan se estaba comportando como un tonto, pero era típico en él—. Pensé que esa etapa tuya ya había desaparecido.
—Lo siento, cariño. No puedes cambiarme. —Dijo el rubio mientras se recostaba contra la pared con los brazos cruzados y una sonrisa torcida. Eliox alzó las cejas y lo miró, pero luego observa para otro lado mordiéndose el labio. Ethan suelta una carcajada, él sabe cuánto lo desea.
—¿Me estas desafiando, rubio? —Aunque lo haya preguntado, suena más a una afirmación. Ethan se acerca a él, tomándolo por la barbilla mientras alza los hombros. En su rostro hay una falsa inocencia, porque sus ojos están llenos de picardía.
—Tal vez. —Dice y se inclina un poco, pero al segundo se separa de Eliox y empieza a alejarse hacia su próxima clase. Dejado al otro chico sorprendido, pensó que lo iba a besar pero en vez de eso Ethan jugaba con sus deseos y lo provocaba. Jamás lo entendería, tenía tantas formas de ser diferentes. Tantos cambios bruscos en su personalidad, pero era por eso también que le gustaba tanto.

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—Me está desafiando... ¿es eso bueno o malo?— Dijo el chico viendo como el rubio se iba por su lado.
Aunque después mientras se acercaba al rubio, no pudo evitar sonreír internamente al ver que Ethan llevaba el collar que él le había regalado. Pero ahora ese rubio que se iba por otro lado, le había desafiando a cambiarlo. Aunque tenía que admitirlo, una de las cosas que menos quería en este mundo era que Ethan Black cambiara. En ese momento una pregunta paso por su mente: "¿Que tan celoso puede llegar a ser Ethan Black?".

—¿Dices que Astoria no puede estar con Draco? —Dijo el verdiazul viendo a su hermana que era su melliza en el pasado.
—No, pero eso no le impide estar enamorada de él. —Respondió la chica acomodándose más en el árbol. Estaban los dos en el pequeño jardín dentro de Hogwarts, muchos iban y venían por allí. Aunque se alejaban de ellos dos, como si fueran dos especies raras que se han juntado.
—Es completamente extraño. —Comentó el castaño—. Aunque no me sorprende, ¿sabes?
—Ni a mí, las personas mágicas están acostumbradas a emparejar a sus hijos con otras personas. Y según ese rumor, Liam Payne está destinado a casarse con Astoria.
—Es completamente deprimente, imagino cómo se deben sentir, ¿y si no están enamorados?
—Yo he aprendido que en estos tiempos solo importa una cosa. —El verdiazul la miro, sabiendo que iba a decir—. Si no encajas en la sociedad, es porque no eres sangre pura, porque no tienes suficientes galeones como para comprar el terreno más grande de todo mundo mágico o porque tienes costumbres diferentes a las demás personas.
—Eso es discriminación, Beth. Y eso ya es normal aquí.
La de ojos violetas suspiro. Luego vio a Ethan Black a lo lejos hablando con Theodore Nott y Thomas Hale, y sonrió pícaramente para luego mirar a Eliox.
—¿Y tú, Eliox? —El chico la miro confundido—. ¿Cómo te trata el amor?
La chica pudo observar como la cara del chico pasaba a varios colores mientras se abría un botón de su camisa. El castaño carraspeo antes de hablar.
—Pues... —Entonces miro hacia adelante y también vio a Ethan—. ¿Tan obvio soy?
Preguntó riéndose de sí mismo.
—Se nota a distancia. De hecho también hay un rumor de ustedes dos...
—¿Cómo? ¿Y qué dice? —Inquirió interesado.
—Es un poco... atemorizante. —Dijo pensándoselo mejor. Pero el chico dio señales de querer saber más—. Las personas dicen que alguien los vio, a ambos, en las mazmorras hace como dos semanas, y ustedes... estaban... bueno, eso.
—¿Eso qué, Beth?
—Bueno... —Dijo la chica también poniéndose roja—. ¿Sabes cómo se crean los bebes?
La chica que se tapo los oídos para no oír el sonoro "¿¡Que!?" que lanzo su hermano al entender a que se refería la chica. Se fijo en su rostro, tenía los ojos como platos y la boca muy abierta, y miraba al césped. La castaña se rió de su expresión.
—Eso está mal, Beth... —Dijo el chico mirándola aun sorprendido—. ¿Cómo se atreven? Yo preferiría el Bosque Prohibido...
La chica soltó una carcajada.
—Tú no vas a cambiar nunca, ¿sabes? —Era esa manera que Iox tenía de mantenerse tranquilo en situaciones como esa, y hasta llegar a hacer una ligera broma—. Y Ethan te está mirando.
Eliox lo miro para confirmar que en efecto, si lo estaba mirando a él. Tal vez fue el grito que Iox lanzo anteriormente, lo que atrajo la atención del rubio. Cual sea la razón, recordó su plan en esos momentos.
—Beth, ¿me ayudas a poner celoso a Ethan? —La chica iba a preguntar la razón—. Porque Ethan me desafío, y pienso cobrármelas.
—¿Debo preocuparme? —El verdiazul negó con la cabeza—. Bien, ¿cómo te ayudo?
—Solo trata de sonrojarte lo mas que puedas.
El chico se acerco a la oreja de la chica y comenzó a susurrarle cosas sin sentido, pero que tenían que ver con Draco. Suficiente como para hacer que Beth se sonroje. Conocía a la chica, si le mencionaban a Draco sonreía estúpidamente y luego se sonrojaba. Al despegarse, la chica no evito sonrojarse, y de reojo y con la cabeza un poco inclinada hacia abajo, vio como los puños del rubio se cerraban. "¡Hurra! ¿Celoso, Black?... Cuidado, que se te puede parar la circulación." pensó el chico riéndose. Ya se esperaba lo siguiente, seguro se desataría una pequeña guerra a partir de ahora entre un Black y un Fretiur. ¿Ira todo bien?

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Estoy encantada de saber que has encontrado a una chica que realmente ames. Tú sabes, Adam, nunca me amaste a mí. Lo nuestro siempre fue amistad, eras y serás como un hermano para mí. ¿Has hablado con Theo? Sé que te abra mandado alguna carta, eres su mejor amigo. Si, él sigue siendo amigo de Ethan y Tom, parece de esas amistades por siempre, como la de ustedes.
Adam, realmente no sé qué está pasando con las desapariciones ni porque culpan a los mortifagos, pero no creo que debamos de hablar de esto por cartas.
La seguridad en Hogwarts está más alta que nunca. Los profesores dan vueltas todo el tiempo por Hogwarts, atento a que nadie rompa las reglas. Hay dementores y aurores por todos lados, ¡y no nos permiten salir a los jardines! ¿Puedes creértelo? Ahora paso la mitad del día en la biblioteca y en el pequeño patio dentro del castillo. ¡Pero no es lo mismo! Allí siempre está lleno de gente.
Me alegra haber recibido una respuesta tuya, no te he agradecido por ayudarme con mi trabajo sobre dragones.
Pronto nos veremos, ahora me tengo que ir, es la hora de la cena. ¡Mándale un saludo a Lyria!

Nos vemos en vacaciones.
Emma.

La castaña doblo el pergamino y lo ató a la pata de Nyx. Que con una simple orden salió volando hacia la casa de los Herredragen. Emma observó la ventana, viendo como se marchaba su lechuza.
—¿Ya podemos ir a cenar? —Preguntó Kayla, que estaba acostada en su cama mientras hojeaba una revista del corazón. Miraba indiferente todo lo que decía, como si realmente estuviera tan aburrida que hubiese agarrado las revistas de Abie solo por molestarla. Todos sabían que la rubia cuidaba sus revistas y no le gustaba que las desordenen.
—Sí, vamos, muero de hambre. —Dijo mientras se alejaba de la ventana y marchaba hacia la puerta. Kayla tiró la revista hacia la cama de Abie, las fotos de allí siguieron moviéndose delante de un fondo rosa se encontraba una bruja con el cabello moreno y los ojos color oro, tiraba un beso a la cámara y salían pequeños corazones de color rojo. Kayla se levanto de la cama y luego siguió sus pasos.
—¿Puedes creer todas las idioteces que pueden poner en una sola revista? —Comentó mientras blanqueaba los ojos—. Realmente no sé como a Black le pueden gustar esas estúpidas noticias sin sentido.

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—¿Has escuchado algo de todo lo que he dicho, Ethan? —Preguntó con frustración Theodoro mientras miraba como su amigo, que ni siquiera fingía escucharlo. A su lado se escucho la risa de Tom.
—Déjalo, no puede apartar los ojos del chico Fretiur. —Fue cuando nombraron a Eliox que el rubio volvió a la realidad y observo a sus amigos con el ceño fruncido. Estaba seguro que lo estaban molestando, pero no había escuchado lo que habían dicho. Sus ojos estaban centrados, fulminando a la chica con la que Eliox se encontraba. Pero cuando escucho el apellido de él, llamaron su atención.
—Eres tan patético, te encuentras aquí, solo mirándolo. —Se burlo Theo mientras viraba los ojos—. ¿Por qué simplemente no vas y hablas con él?
—¿Me estás dando consejos de conquista, justamente tú? —Ethan alzo la cejas, y el pelinegro lo miro con mala cara, que le recalcara que en el amor no le iba bien no le había gustado para nada—. Aparte no necesito ir y hablarle para que él me preste atención.
—Seguro. —Dijo Tom por lo bajo, Theo intento sofocar su risa.
—¿De qué se ríen? Va de enserio, Eliox me adora.
—Yo creo que está más interesada en Greenwood. —Comentó Tom mientras se encogió de hombros, como si dijera «Tú puedes creer lo que quieras…»
—Tal vez tú te has imaginado todo. —Añadió Theo con una sonrisa, aquellos dos habían molestado a Ethan y eran los únicos que lograban bajar su ego, desde que eran pequeños. El rubio por su parte, ya tenía el ceño fruncido pensando en lo que estaban diciendo sus amigos—. Pero si quieres puedo ir a preguntarle ya mismo que piensa él…
Theo empezó a avanzar hacia Eliox, que se estaba empezando a ir con Elizabeth hacia el lado contrario en el que ellos se encontraban.
—¡No, espera! —Gritó Ethan, logrando así que no solo Theo se detuviera. Sino también Beth y Eliox que se dieron media vuelta observándolo. El verdiazul tenía una sonrisa en sus labios, sabía que había logrado lo que quería.

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Emma alzó la vista de su gelatina de fresa, para encontrarse enfrente de ella a Beth y Eliox que reían como tontos mientras se susurraban cosas. Ella alzo una ceja y levanto su cuchara apuntándolos.
—¿Se sienten bien? —Pero ninguno de los dos le prestó atención, ella lo intento devuelta y sacudió la cuchara enfrente de ellos. Logrando así salpicar con un poco de gelatina a algunos que estaban cerca. Kayla que se encontraba a su lado la fulmino con la mirada y Emma se encogió de hombros con una mueca que intentaba decir «Lo siento, no quería llenar tu cabello rubio y perfecto de gelatina…» pero volvió la vista con rapidez hacia sus amigos y los miro como si se hubiesen vuelto locos—. ¡Hey, ustedes dos!
Fue en ese instante donde los vio ver de reojo hacia la mesa que se encontraba detrás de ella, con rapidez giro la cabeza para encontrarse con los ojos de Ethan Black clavados en la mesa de Ravenclaw, precisamente en Beth y Eliox. El semblante de Emma demostró que había entendido que estaba pasando, y luego negó con la cabeza.
—No quiero saber, esto debe ser otra idea loca de Iox. —Luego viró los ojos y miro con falsa decepción a Beth—. ¡Pero no puedo creer que tú le hayas seguido el juego!
—No estamos haciendo nada. —La ojivioleta se encogió de hombros y le sonrió.
—Nada de nada, Emma. —Iox guiño un ojo, Emma entrecerró los ojos y tomo otra cucharada de gelatina.
—Pues, yo no les creo nada de nada. —Después como si se hubiese dado cuenta de algo sonrió y miro su plato con malicia—. Pero si es contra Ethan, no creo que haya maldad en lo que están haciendo. Seguramente se lo tiene merecido.
—Nunca he entendido esa rivalidad entre ustedes. —Comentó Eliox que de reojo miro al rubio, él parecía intentar hablar con Calina, pero parecía entrar en algún tipo de discusión.
—Siempre he pesando que es un presumido y un tonto. —Dijo Emma sin darle importancia al hecho—. Simplemente no congeniamos.
—Pero lo has curado cuando estuvo mal… —Escuchó decir a Beth por la bajo, susurrando para que nadie más escuche. Emma la miro como si estuviese sorprendida de escucharla.
—Claro que sí, que piense que es un tonto y no seamos amigos no quiere decir que lo odie. Él es el mejor amigo de mi hermano y el novio de mi amigo…
—¿El novio? —Inquirió Eliox al escucharla, Emma asintió con la cabeza y al ver el ceño frunció de Eliox, ella viró los ojos. Levanto una mano y la movió dando a entender que daba igual.
—La cosa es… Tú lo quieres, mi hermano y Tom también. Aparte es el hermano de mi mejor amiga. No dejaría que él este mal. Y no lo odio para desearle que lo esté. —Emma podría ser vengativa, peros su venganzas se basaban en gente que hacían daño de verdad, para ella el daño de Ethan siempre era ponerse en ridículo él mismo intentando parecer superior. No era su amigo, pero no le desearía el mal, aun aunque ellos pasaban mucho tiempo discutiendo.

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22 de febrero.
Daphne era una chica con clase, eso era todo lo que ella sabía. Pero nunca había tenido la simpatía de su hermana o hasta su bondad. Y es que Astoria era una Slytherin, pero nunca había tomado como si aquello la convirtiera en una mala persona. Ella seguía sus sueños, sus metas y deseaba llegar a todas ellas, tenía ambición y haría lo que fuera por cumplirlas. Pero nunca se había calificado como una mala persona.
En cambio, Daphne se conocía bastante bien. Y es que con el mundo exterior ella era de una forma, fría y distante. La incomprendida y solitaria Daphne, la rubia que sigue al grupo de Pansy. Sabía que eso era lo que decían de ella. «Daphne, la bonita.» «Daphne, la engreída» Y no se lamentaba de sus títulos, le gustaban. Ella era hermosa y fría, como la nieve, como el hielo.
Pero se derretía cuando se trataba de su hermana o de Louis, ella dejaba salir a otra persona, totalmente diferente a la que pensaba que era.
Pero allí, sentada con Theodoro, podía ser ella. Y estaba segura de que lo era, bonita y engreída. Fría y sarcástica. Así la había descripto él hace unos momentos, y ella solo había virado los ojos diciendo: «Ya lo sé, esa soy yo.» Y se sintió segura, nada comparado a lo que sentía cuando estaba con Louis. Que parecía pequeña y indefensa, con su corazón en su manga y esperando que él la acepte y la ame de la misma forma que ella a él.
Theo no era su amigo, ni tampoco su enemigo. Él simplemente era su compañero de reintegración y jamás había hablado más de dos palabras con él. Porque parecían tan distantes. Él en su mundo con sus amigos, sus libros y su familia. Ella detrás del grupo de Pansy, la soledad, Louis y su hermana. Pero ahora se sentía tan ella, tan segura, que pensó que tal vez estar con Theodoro no era tan malo. Que tal vez él podría llegar a ser un buen amigo.
Lo escucho carcajearse, sus palabras engreídas lograban divertirlo. Y ella tenía que admitir que últimamente estaba exagerando esa pose engreída, solo para que él se divierta. Sabía también, que aquello era algo que el chico se daba cuenta. Pero jamás comentaba nada de aquello o le decía que se comportaba como una tonta por ser así, él simplemente reía y negaba con la cabeza. Haciendo sus típicos comentarios, cargados de dulce ironía.
Algo centello detrás de Theo, Daphne observo pasar a la chica de cabello rojo. Vio como les dirigía una mirada fulminante que podría destrozar a un ejército entero. La rubia la observo con interés, preguntándose qué era lo que le enojaba tanto a Ameliée Davant, que los había mirado de aquella forma.

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Louis se había cansando de ver la mirada triste que echaba Emma hacia las ventanas. Y es por eso, que en su próxima hora libre, los dos escaparon. No era una gran escapada, porque solo sería hacia los jardines. Pero los dos iban riendo tomados de la mano, ella no paraba de repetir que aquello estaba mal y que podrían ser expulsados. Pero nunca se negó a ir, ella avanzo con Louis por los pasillos hacia las afueras del castillo.
El clima era variado, una que otra nube lograba tapar el sol, pero pronto salía devuelta. Los dos corrían por el césped hacia el árbol donde Emma pasaba mucho tiempo leyendo, él mismo árbol que tiempo atrás había sido testigo del amor que se profesaban William y Rose, que siempre pasaban su tiempo junto allí, riendo y besándose.
—Al menos, no me has obligado a escaparme contigo cuando teníamos clases. —Bromeó ella mientras se recostaba contra el árbol. Estaba sin aire por tanto correr, intentando que nadie los viera salir del lugar. Apenas había terminado sus clases, ellos se habían encontrado y él había simplemente tirado de su brazo sin decirle a donde iban. Fue cuando Emma vio que se dirigían afuera cuando él tuvo que responder, aun así, no se detuvo. Solo algunos alumnos los habían visto pasar como rayos, preguntándose a donde se dirigían. Louis la observo con las cejas levantadas y ella se encogió de hombros con una sonrisa—. No creas que no se tu historial, Tomlinson. Te escapas demasiado de tus clases.
—Eso significa que siempre tienes los ojos sobre mí. —Ella viró los ojos al escucharlo, y él se carcajeo mientras se acercaba con lentitud hacia su cuerpo—. Pero sé que siempre he sido tan importante para ti.
—Eres imposible. —Le dijo ella mientras negaba con la cabeza, pero había una media sonrisa asomándose por sus labios, esos mismos que él atrapo entre los suyos. Cuando estaban juntos, pasaban mitad del tiempo besándose y la otra mitad burlándose uno al otro. Es que no había cosas de ellos que no supieran como para contarlas, o tal vez no todas. Había secretos que todavía se escondían en lo profundo de sus corazones como para contarlos, no importaba cuanta confianza se tuvieran. Ellos dos habían sido amigos antes que novios, y seguía siendo así. Los dos eran fuego, chispas volando alrededor, era imposible no sentir el magnetismo cuando estaban juntos.
De todas formas, su amor era dulce, era fuego y como lava hirviendo los derretía. Era pura protección, sabía que ninguno de los dos abandonaría al otro cuando lo necesitara. Eran como dos barreras, que se protegían entre ellos espalda contra espalda. Era amor en el más puro estado, en el sentimiento más hermoso. Era salvaje e inestable, así como los dos. Sus personalidades formaban el amor que se tenían, no había persona que pudiera negar aquello. Encajaban como perfectas piezas, llenos de fuerza, los dos harían cualquier cosa por la gente que amaban y siempre se mantendrían de pie con fuerza. Era por eso, ella sabía que lo amaba, porque de aquella forma lo sentía. Dicen que cuando el amor duele, es verdadero. Bueno, Emma había caído y llorando miles de veces por este amor. Y lucharon, porque eran dos idiotas que temían al amor, y allí estaban sonriéndose unos al otro después de haberse besado.

No fue hasta ese momento en el que ella sintió un escalofrío por su piel. No era nada que tenga que ver con el amor, aquello era un sentimiento horrible. De repente la noche había caído sobre ellos, el viento se levantaba con furia. Y parecía que el frío empezaba a llenar cada recoveco del lugar, cada rincón de su alma.
—Louis… —Ella estaba intentado advertirle, pero él ya había notado lo mismo que él. Dio media vuelta con rapidez, planeaba marcharse de allí corriendo. Pero no estaba preparado para aquella sombra encapuchada que apareció ante él. No le dio tiempo ni a sacar la varita cuando el dementor se lanzo contra él, sujetándolo por el cuello. Emma los observaba, no podía hablar ni siquiera quería respirar, estaba paralizada en el lugar. Pero cuando el dementor empezó a absorber el alma de Louis, su instinto se despertó. No podía utilizar el fuego ahora, ella tenía que ser una bruja, y recordar las clases de Eliox.
—Expecto… —No, ella negó con la cabeza. Tenía que concentrarse, y decirlo con fuerza.
«Piensa en algo feliz…» se obligó a recordar, y no le era tan difícil. Porque los recuerdos se asomaban a su mente como si de una película se tratase. Theo estaba allí, eran pequeños y él siempre había cuidado de ella, saber que alguien la quiso desde el principio la hacía sonreír. Sus hermanos también aparecieron en su mente, todos ellos, juntos y sanos. Sus amigos y Louis, ella no podía pensar en nada triste cuando estaba con ellos. Era momento de usarlo a su favor.
—¡Expecto patronus! —gritó y por primera vez, vio salir de su varita una luz fuerte y potente. Ella había dejado lo mejor de ella en aquel patronus. Ella logro verlo, brillaba tanto que parecía casi blanco en vez de plateado. Por su forma pudo diferenciar que era un caballo, que avanzo trotando hacia el dementor, ahuyentándolo y alejándolo de ellos. Louis cayó al suelo, y Emma vio como el patronus se esfumaba. Y aunque se encontraba feliz de haber logrado hacer un patronus corpóreo, pensando que solo el recuerdo de tantas personas que amaba habría logrado que sea tan potente; su miedo volvió a su cuerpo al ver a Louis. Pero el parecía estar bien, la mirada un poco perdida, pero parecía intentar sonreír.
—Ustedes no deberían estar aquí, niños. —Emma levanto la vista para encontrarse con uno de los aurores que los miraba con desaprobación.

Minerva McGonagall los estaba esperando en la sala como ocupaba gracias a su cargo de directora del colegio. Si ellos habían pensado que ver la cara de desaprobación del auror era suficiente para que se les encoja el estomago, entonces no estaban preparados para la expresión de aquella mujer. Parecía muy irritada porque la haya desobedecido, pero también preocupada.
—Señorita, Nott. Siempre creí que usted era más responsable. —Fue lo primero que dijo cuando los vio entrar por la puerta. Con el ceño fruncido no dejaba de negar con la cabeza, tanto que Emma estaba empezando a sentirse mareada. Jamás había sido castigada, si bien se metía en muchos problemas, ninguno en la cual la hayan descubierto. ¡Siempre era tan cuidadosa! Y ahora que alguien debería estar felicitándola por lograr hacer el encantamiento pratronus, solo recibiría un castigo. Y así fue, porque la diretora le saco veinte puntos a Ravenclaw y a Slytherin por su desobediencia.
—Y estoy siendo muy generosa. —Había aclarado McGonagall, que los hizo volver con rapidez hacia su próxima clase. Emma ayudo a Louis a levantarse de la silla en la cual lo habían sentado, todavía tenía la barra de chocolate en su mano y una mirada perdida—. Tomlinson, mejor usted vaya primero a la enfermería.
Y después de agregar aquello, los dos se marcharon. Emma intento acompañar a Louis, pero él se negó y le dijo que vaya a su clase, así no llegaría tarde y seguirían restándole puntos a su casa por su culpa. Ella acepto resignada, porque supuso que él deseaba pasar tiempo solo y aparte no deseaba perder más puntos. Así que se marcho con rapidez hacia Runas antiguas.

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23 de febrero.
Esa mañana una caja de chocolates había aparecido en su habitación, encima de la repisa de noche al lado de su cama. Rápidamente lo interpreto como una señal de tregua por parte de Ethan, no tenía dedicatoria y pensó que el chico en realidad no era de muchas palabras a la hora de expresar sus sentimientos.
Lo encontró hablando con Thomas en un pasillo del quinto piso, y cuando este lo diviso se despidió del chico y se acero al castaño.
—No pensé que te vería por aquí, rarito. —El rubio se cruzo de brazos, haciendo esa pose habitual que él creía que le daba un aire de superioridad.
—A veces pienso que no me das importancia, Ethan. —Dijo el chico en broma.
—Y yo pienso que eres demasiado escurridizo, casi nunca te encuentro.
—Es un don que se me dio. —Ethan miro hacia todos lados, cerciorándose que nadie los escuche. Había oído los rumores que corrían de ellos dos, recordaba que la sangre había subido a su rostro cuando Theo se los contó. Su amigo se había carcajeado pero él ahora pensaba ser más precavido. Pero no podía evitar molestar a Eliox, así que lo miro pícaramente.
—Pues yo te puedo decir que tipo de dones se me dio a mí. —Su voz sonó engreída y llena de picardía.
—A veces no quisiera encontrarme con ese lado tuyo.
—¿Cual lado? —Preguntó el rubio con una inocencia falsa.
—Esa lado en el que intentas meterme, en el que intentas que yo seda y me una a esa lado oscuro en el que estas, y tu no aceptas que estas ahí.
—No sé de qué estás hablando. —Dijo haciéndose el desentendido.
—Como sea... —Eliox se encogió de hombros sabiendo que el otro no iba a decir más nada—. Por cierto, gracias por los chocolates de esta mañana.
—De nad... —Iba a contestar con una sonrisa, pero estas desapareció al instante—. ¿Que chocolates?
—Los chocolates que tú me regalaste. —Respondió el chico naturalidad, como si no hubiese notado que Ethan no sabía nada de aquello.
—Yo no te he regalado nada.
—¿No fuiste tú? — Pregunto el castaño, y el otro negro con la cabeza. Entonces entendió que esos chocolates no iban de parte de Ethan Black, sino de esa tal K.H.
—¿Quién demonios te regala chocolates, Fretiur? —Ethan se descruzo de brazos, ahora miraba a Eliox inquisitoriamente.
—No lo se...
—Por los calzones de...
—Black, no tengo ni la más mínima idea de quién me envía esos chocolates, eso si te lo puedo asegurar. —Dijo el verdiazul en modo de defensa. Eso solo le estaba oliendo a celos y problemas.
—¿Te ha enviado otras cosas? —Iox se mordió el labio, y ante esto Ethan abrió más la boca y los ojos—. ¡Si te ha enviado otras cosas, Eliox!
—¡Pero no es mi culpa!
—Te apuesto a que es esa Greenwood... estoy seguro pero, ¿por qué lo hace? ¡Ella sabe que tu y yo somos... tenemos algo!
—Elizabeth no tiene nada que ver en esto. —El chico le mando una mirada envenenada.
—La voy a atrapar Fretiur, y cuando lo haga veras que esa chica no es de confiar.
—¿Pero, qué...?
Ethan paso por su lado con paso decidido, estaba dispuesto a atrapar a Elizabeth... ¿pero haciendo qué? Elizabeth no era K.H, y eso era obvio. Estaba en problemas, en serios problemas.

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Luego de que su clase de encantamientos terminara, Emma tenía un descanso corto en el cual utilizo en buscar a unas personas. Por fin las encontró, ellos estaban juntos sentados en el patio, sobre el césped riendo sobre vaya a saber uno de qué.
—Hola. —Dijo mientras se sentaba en el medio de Louis y Niall. Ellos le hicieron un espacio mientras la saludaban, la castaña se inclino hacia su novio y le deposito un beso en la cien—. ¿Te sientes mejor?
Él asintió con una sonrisa, luego escucharon como el rubio y Zayn se aclaraban la garganta para después reír.
—¿De qué se ríen? —Preguntó Emma con el ceño fruncido, Niall negó con la cabeza y pasó un brazo por los hombros de ella.
—Ustedes dos van a terminar casándose. —Dijo logrando que Emma y Louis se sonrojaran. Ella viró los ojos pero se le escapo una sonrisa. Levanto el brazo y empujo a Niall lejos de ella.
—No me digas ¿has estado teniendo clases de adivinación?
—¿Qué has venido a pedirnos, Nott? —Preguntó Zabini de repente. Ella lo miro con las cejas levantas y él la imito. Zayn la conocía, aun cuando habían pasado toda su niñez peleado.
—No he venido a pedir nada. —Dijo a la defensiva, y él bufó. A su lado, Louis pasó un brazo por su cintura y la atrajo hacia el cuerpo de él, deposito un beso en su mejilla con una sonrisa.
—Todos sabemos que has venido a pedir algo. —Louis se separo de ella y la observo, Emma se mordió el labio. Ya se había olvidado hasta porque había venido hacia ellos.
—Sino simplemente hablarías con Louis cuando él este solo, ya los conocemos a los dos. —Comentó Zayn y levanto una mano como si la invitara a hablar. Ella viró los ojos e hizo una mueca, siempre le había gustado la gente directa pero sabía que si se lo decía de una, ellos no aceptarían.
Lo pensó un largo rato y luego se encogió de hombros, no había otra forma de decir las cosas.
—Quiero que se unan al E.D conmigo. —Los tres chicos la miraron en silencio y sorprendidos, para luego echarse a reír al mismo tiempo. Sus carcajadas eran fuertes y llegaron hasta revolcarse por el césped. Emma los observaba como si se hubiesen vuelto locos—. Que exagerados…
—¿Por qué quieres eso? —Preguntó Niall que fue el primero en dejar de fingir que les causaba tanta gracia.
—¿No se han dado cuenta todo lo que está pasando?
—Sí, pero…
—No son los mortifagos. —Dijo bajando la voz, ellos la observaron. En los ojos azules de Emma se veía la seriedad y lo preocupada que estaba por el tema—. Necesitamos estar fuertes, y solo si nos unimos a ellos podremos vencerlos.
—Pero no quiero estar rodeado de gente de Gryffindor. —Fue Zayn quien dijo aquello, y ahí estaba otra vez la rivalidad entre las dos casas. Emma suspiró.
—Lo sé, yo tampoco. Por eso necesito que haya otra gente allí. —Luego se dio vuelta hacia Louis y lo miro directo a los ojos—. También te necesito a ti, no quiero que te pase nada. Quiero que estés preparado sino estoy allí para cuidarte.
—No necesito que me cuides, Emma. —Dijo él con el ego herido, pero no despego la vista de los ojos de ella. Emma se mordió el labio, tendría que mostrarse débil si quería que Louis se uniera.
—¿Y qué pasa si tú no me puedes cuidar a mi? —Preguntó poniendo voz casi infantil—. ¿Qué pasa si me paralizo y no estoy preparada para luchar contra ellos? Necesitamos entrenar. ¿O deseas que me suceda algo?
—¡Te esta chantajeando!
—¡Engatusando! —Gritaron Zayn y Niall, Emma se inclino hacia delante y deposito un beso en los labios de Louis con dulzura. Luego lo volvió a mirar con sus grandes ojos llenos de inocencia.
—Está bien… —Dijo él con un suspiro de rendición y sin escuchar las quejas de sus amigos.
—¡Te llamaran traidor! —Gritó Zayn con frustración. Emma sonrió triúnfate y abrazo a Louis. Tal vez no estaba bien lo que había hecho, pero necesitaba que Louis se uniera al Ejército de Dumbledore, que dejara su orgulloso como ella lo había hecho, y pensara en proteger a la gente que quería.
—No es momento de pensar en la rivalidad de las casas, Zayn. —Le dijo ella separándose del castaño y mirando al moreno con seriedad—. Hay gente muriendo, siendo secuestrada y torturada. Mucha de esa gente está en esa escuela y son parte de los mortifagos. Pero no puedo manejar esto.
—¿Cómo sabes eso, Emma? —Preguntó Niall con el ceño fruncido—. ¿Qué sabes tú que nosotros no?
—Lo importante es que debemos hacer algo. —Dijo ella ignorando su pregunta—. ¿O van a esperar a que haya otra muerte? ¿Les gustaría ver a sus amigos morir uno por uno? ¿Desean perder a otro? No me mires con esa cara, Zayn. Te estoy diciendo la verdad, y te necesito ahora.
Él se sorprendió al escucharla y Louis los miro mal, no le gustaba la idea de que ella necesitara a otro chico. Pero no comento nada, sabía que sus celos no serían bienvenidos.
—¿Por qué necesitas mi ayuda?
—Porque confío en que podrás convencer a Victoria.
—¿Yo? ¿A Vicky?
—Si, ella necesita unirse, Zayn. —Emma tenía casi suplicaba en su voz—. Sé que es fuerte pero necesito que sepa todo sobre defenderse, que entrene. No puedo dejar que le suceda nada.
Zayn se la quedo mirando atentamente, no dijo nada pero Emma casi sonríe triunfal. Lo vio en sus ojos, la preocupación. Él estaba preocupado por Victoria, Zayn haría cualquier cosa por protegerla.

La castaña devolvió el libro a su estante y se preparo para marchase a su próxima clase. Pero cuando giro se encontró con los ojos de Terry. Una sonrisa de escapo de sus labios.
—Pensé que estabas muy ocupado con tu nueva amiga. —Comentó ella mientras lo observaba, él hizo una mueca.
—¿Hablas de Kaylee? Oh, bueno, ella es genial. —Después se encogió de hombros—. He pasado mucho tiempo con ella ¿no? Pensé que te estaba molestando al pasar tanto contigo y quise darte espacio.
Ella se sorprendió al escucharlo y frunció el ceño, nunca le había molestado la presencia de Terry. Hasta lo estaba extrañando. Pero la verdad que la ojiazul no sabía era que él en realidad la estaba ignorando, la evitaba para ver si así lo extrañaba o le causaba celos verle con otra chica. Pero al parecer, eso no sucedió. Por las cosas que se había enterado, Emma había estado pasando bastante bien sus días sin él. Así que no pudo evitar morderse el labio y preguntarles.
—¿Es verdad, entonces? —Dijo él y ella lo observo confundida—. Que tú y Tomlinson…
—Oh. —Los dos se quedaron callados. Mirándose uno a otros y luego de unos minutos Emma asintió con la cabeza—. Le he pedido que sea mi novio…
—¿Después de todo el rumor que se corrió de ustedes por el colegio? —La voz de él sonó casi enfurecida y Emma se sorprendió al escucharlo. Jamás Terry le había hablado de esa forma.
—Lo sé, pero no entiendes. Louis y yo… —Ella no sabía cómo explicarle, no quería decir que lo amaba y sonar como la típica chica que perdonaría todo por el chico que amaba. Fue en ese momento que se dio cuenta que lo era. Y suspiró, el amor la hacía sentir tan tonta.
—Da igual, hablamos más tarde ¿si? —Terry dio media vuelta y empezó a marchase con los puños apretados. Emma lo miro con pena pero no fue corriendo tras él como había hecho miles de veces con Louis. Ella amaba al otro chico y Terry era su amigo, él tendría que entenderlo. Sabía porque se ponía así, pero lo que él sentía por ella no era real. No tenía sentido porque no era tan fuerte y poderoso como el amor que sentían Louis y ella. Porque el chico Tomlinson la conocía de verdad, cada forma de ser de ella y sus más oscuros secretos. En cambio Terry, solo amaba a la chica que ella fingía ser.

por Invitado Mar 21 Ago 2012, 12:42 am

24 de febrero.
Cuando se despertó aquella mañana, se llevo una mano a su pecho. Luego las llevo a su rostro que estaba lleno de lágrimas. Se hundió en su cama y empezó a llorar otra vez. La cortina se descorrió y la cara de Beth apareció. No dijo nada, simplemente se acostó junto a ella y la abrazo. Había sentido la intensidad de su sueño y era lo que la había despertado. El aura llena de dolor de aquel sueño había chocado contra Beth que fue a buscar preocupada a su hermana.
Emma cerró los ojos con fuerza, intentado olvidar que había soñado con el día que los cazadores le regalaron el collar que la hizo ir hacia la casa de Alice. Pero solo hasta ese día, había recordado todo lo que había pasado.

Se sentó en el desayuno con una taza de té en sus manos y paso todo el tiempo junto a Beth que no se alejaba de ella. Eliox la miraba preocupado, pero su hermana le dirigía una mirada cada vez que quería preguntar. Sabía que Emma solo hablaría si quisiera.
Más tarde, después de sus clases de pociones, en las que Vicky le pregunto qué sucedía y ella no respondió. Emma se dirigió hacia la biblioteca y retiro un libro, empezó a vagar por los pasillos hasta que encontró el más alejado y el que menos gente pasaba. Se sentó allí y empezó a leer intentando concentrarse solo en su lectura.
Pero no paso ni cinco segundos cuando por el pasillo aparecieron los dos Tomlinson y se sentaron a su lado. Emma no despego la vista del libro.
—Te seguimos… —Aclaró Sam con sinceridad. Emma no los miro pero asintió con la cabeza.
—Lo he notado, no son las personas más discretas… —Luego se encogió de hombros y suspiro.
—¿Nos vas a decir que sucede, Emma? —Insistió ella—. Porque sé que algo está mal pero…
—No lo creo. —Admitió ella. Y Sam la miro con pena, no pensó que se lo negaría. Parecía que no iba a insistir más y Louis la miro sorprendido, para luego virar los ojos. Él se iba a encargar de que Emma hable. Así que lo hizo, agarro la barbilla de Emma obligándola a que lo mire a los ojos.
—Dime ¿Que es lo que te sucede amor? —Ella lo miro sorprendida, y su corazón se derritió. Parpadeo confundida, no podía dejar que él le haga hablar. Pero ahora estaba usando el mismo truco que ella utilizo para convencerlo de entrar al E.D.
—Por favor… Emma, cuéntanos. —Ella miro a Sam que le pedía aquello intentando ayudarla. Pensó en como ella estaba tan triste últimamente y Emma ni siquiera había intentado cambiarlo porque no podía soportar verla tan mal. Suspiró y asintió.
—Fue un sueño o más bien un recuerdo… —Empezó a contar, ellos la miraron atentamente—. Recordé el día en que los cazadores me mandaron el collar, antes no sabía que paso, pero ahora sí.
—Pero tú sabías lo que Alice y Eustace te contaron… —Comentó Sam y ella asintió.
—Pero ahora viví devuelta toda la experiencia, ahora sé cómo me sentía y que pensaba en ese momento.
—¿Y cómo te sentías? —Preguntó Louis y ella no lo miro, en vez de eso cerro sus ojos y soltó el aire por la boca.
—Completamente desequilibrada, parecía una persona lunática. Sentí que en cualquier momento me iban a decir que tenían que encerrarme en San Mungo, y yo no quiero… No quiero estar en San Mungo.
Emma subió las piernas y se abrazo a sí misma, recordar aquello le daba ganas de llorar.
—Está bien, Emma, no dejaremos que vayas a San Mungo jamás. —Le dijo Sam abrazándola, e intentando consolarla. Emma hundió la cara en el hombro de ella, al final Sam terminaba ayudándola cuando debería ser al revés.

Emma observo el cielo, estaba tirada en el césped mientras sujetaba la mano de Louis que estaba a su lado. Los dos se encontraban pensando, él en ella y Emma en cuanto le gustaría volver al árbol de ellos y pasar tiempo en los jardines y no solo en aquel patio.
—¿Por qué le tienes tanto miedo a San Mungo, Emma? Suenas como si algo horrible estuviera allí… —Le pregunta de repente. Al oírlo ella mira hacia otro lado y cierra los ojos. Suspira sabiendo de antemano lo que estaba a punto de revelar.
—He estado allí. —Emma miro a Louis a los ojos al decir aquello, la sorpresa cruzo por todo el rostro del castaño.
—¿Qué?
—Fue el año pasado, faltaban unos pocos días para mi cumpleaños número quince… —Entonces mientras ella narraba, recordó.

No me gustaba su presencia aquí. Él seguía despotricando sobre los sangre sucia y los mestizos. Yo no podía hablar de los impuros, no sabía que sangre era yo, así que me daba igual todo el tema. Pero ¿Qué tal si mi madre o mi padre fueron impuros? ¿Yo iba a dejar que este hombre los insulte? Un fuerte odio creció en mi, ¿era posible sentir más odio hacía él? Pensé que ya sentía demasiado. Encima estaba allí, sentando en nuestra mesa como si esta fuera una simple cena familiar. Él no comía, ¿acaso él comía algo? Yo tenía una imagen casi vampírica de él bebiendo sangre. Tal vez fueran sus ojos del color rojo que me hacía pensar esas cosas, pero era una teoría que no descartaba. ¿Qué tipo de ser era este? Uno despreciable sin dudas. Sentí que las palabras salían de mí casi vomitándolas.
—No creo que tú seas mejor que ellos. —Escuche como los cuchillos y tenedores de mi familia caían del asombro. Si eso no me avisaba que desde ese momento algo malo iba a pasarme, yo era demasiado tonta. Daba igual, yo estaba harta de verlo ahí, de que venga a mi casa solo para hacer de mi vida un infierno.
—¿Qué has dicho? —Sus ojos brillaron con odio. Su expresión dejó claro que pagaría si no me detenía, pero algo en mi quería mostrarle que todavía no me había destrozado por completo. Tal vez buscaba algo para que él no volviera, después de todo él solo quería un lugar donde esconderse y aparte necesitaba enseñarme a no tener sentimientos.
—¿Qué puedes decir tú? —Dije con cinismo—. Después de todo tu padre fue un muggle, tú no tienes la sangre tan pura que digamos.
Oh, sí yo ese día supe que el infierno no había hecho más que empezar.

—Me arrepiento tengo que admitir, si no fuera tan impulsiva nunca le hubiese dicho algo así. —Los ojos de Emma bajaron a sus manos, ella las retorcía con nerviosismo. A esa altura ya se había sentado junto a Louis en el césped. Ese recuerdo era uno de lo más horribles, no simplemente por todo lo que había tenido que pasar, si no porque lo había venido después—. Me hubiese ahorrado unas cuantas torturas si no hubiese dicho eso.
—No tienes… —Empezó a decir Louis—. …Que hablar de esto si no quieres.
—No, está bien. Tú quieres entender mi miedo, yo te lo explicaré. —Ella siguió narrando aun ante la mirada de asombro de Louis, los ojos de él pasaron por varios estados. Miedo, por ella, aunque sin sentido porque ya no podía lastimarla. Furia, y al final tristeza. Ella se sumergió en sus recuerdos.

Plap, plap, plap. Él ruido de esa gota de agua era insoportable. El hambre y la sed me estaban haciendo delirar, no había ninguna gota, nada. Yo había sido grosera con Voldemort, ahora lo estaba pagando.
¿Cuántos días he estado aquí? Theo había dicho que no podía sacarme de aquí. Él parecía angustiado, me había dicho que cuatro días así era inhumano. Yo casi me reí en su cara ¿Había algo humano en Voldemort?
¿Cuatro días? A mí se me hacían una eternidad. Al menos tengo a Theo, él trae agua cuando puede. Espero que no lo descubran, no quisiera que sufra lo mismo. Defender a los impuros me había costado muy caro.
Observe mi brazo y la leí otra vez lo que decía “Respeto”. Eso sí que me había dolido, casi más que las torturas a partir de la magia. Casi. Pero estaba muy igualada. Bellatrix había pasado por allí, a enseñarme modales. Respeto, para que aprenda a quienes tenía que tenerlo. Respeto, para que aprenda a quienes no.
“Recuérdalo” Había dicho ella. “Porqué será peor la próxima vez que intentes desafiar a mi señor”
No me gustaba este lugar, podía sentir el ruido de las viejas cañerías y cuando pasaba el agua. Sentía que de un momento a otro iban a estallar e inundar el calabozo.
Cuando Voldemort o Bellatrix aparecían yo sabía lo que vendría. Ella no me había lastimado otra vez o marcado mi piel de esa forma, pero si había empleado la maldición cruciatus. Tantas veces, había recibido ese dolor tantas veces que pensé que mi cuerpo iba estallar de un momento a otro. Se colaba en mi piel, viaja por mis huesos. Los hacía sentir como si el acido los quemara, como si se quebraran y la piel amenazaba con rasgarse. ¿Cuántas veces me habían torturado? Había perdido la cuenta. Hasta que antes de llegar al quinto día, sentí que las fuerza me fallaban. Y todo se envolvió en la oscuridad.

—Me desmayé en el cuarto día, no lo soporte más. Y ellos esperaban eso, ver que tan fuerte podía llegar a ser. —Ella soltó el aire de sus pulmones, casi había borrado esos recuerdos. O al menos evitaba recordarlos. Nunca había sido torturada tantas veces seguidas. El año pasado ella era rebelde e impulsiva, si. Pero no estúpida, evitaba enojar a Voldemort desde que descubrió que él ya no iba a usar las torturas en ella para enseñarle a no sentir. Aunque las torturas no se fueron, era con menos regularidad. Desde aquel día, habían sido más frecuentes. Ella se pregunto cómo es que seguía cuerda, se supone que eso te noquea, te desase el cerebro. Te vuelve loco. Nunca pensó que esa locura iba a tenerla en su interior esperando a estallar, ella la había guardado en su intento de seguir en pie. Cuando vio que podía soltarse, se empezó a preocupar. Vivía siempre preocupada de enloquecer, porque no quería. No deseaba volver a San Mungo—. Entonces… Mi padre, quiero decir el padre de Theo. Me llevo a San Mungo a que me curaran. Ellos dijeron que me había desmayado a causa de la deshidratación y por la falta de nutrientes, eso quería decir que no había comido nada en cuatro días. Pero no supieron nada de las torturas, no había forma. Ellos no vieron la cicatriz con la palabra “Respeto”.
—¿Pero si ellos te curaron por qué tienes tanto miedo de estar ahí? Tal vez te ayude… —Emma lo miro fijamente. Los ojos de Louis estaban tristes, él sufría por el dolor de ella.
—Porque no todos los lugares en San mungo son salas lindas y pacíficas. Eso es porque la gente no ve las salas blancas.
—¿Las salas blancas? —Así es como las nombro ella, todavía recordaba ese color blanco resplandeciente… No había color, no había vida.

Cuatro días encerrada, tres días en el hospital. Eso era muy cercano a las torturas, estuve a punto de exigir mi libertad. Ya no puedo pasar un minuto más con este aburrimiento.
Así que salí de mi habitación y camine por los pasillos. No sé cuantas escaleras y pasillos subí pero me gustaba recorrer. Llegue a una puerta.
“Psiquiátrico, prohibida la entrada a personal no autorizado”

¿Psiquiátrico? Me parecía haber escuchado esa palabra, pero era más común entre los muggles. ¿Aquí también había eso? Decidí entrar, romper un poco las reglas me vendría bien. Reglas que no me causaran torturas de parte de lunáticos como Voldemort.
En cuanto entre, una luz muy blanca y potente me golpeo. Achiné los ojos mientras mi vista se nublaba, cuando me adapte a la luz mire todo el lugar. Era un pasillo largo y parecía extenderse en forma de T. No había nada, así que avance hasta el final. Y cuando quiero decir que no había nada, era eso, nada. Solo pared, blanca y lisa. Me sentía en un extraño sueño surrealista. Cuando llegue al final del pasillo mire a los costados. Elegí el camino derecho, estos pasillos estaban llenos de puertas.
Entonces como si hubiese entrado en otro lugar totalmente diferente, el sonido exploto en mis oídos. Eran llantos y gritos desesperados, pedían ayuda, pedían salir, gritaban y exigían su libertad. Otros solo decían cosas que no comprendía, la mayoría hablaba sobre muerte y pedía ser asesinada para terminar con aquel dolor. Me quise ir de ahí pero sentía que debía avanzar, quería ayudarlos. Ellos estaban encerrados… como lo había estado yo.
Observe las puertas blancas, habían pequeñas rejas donde se podía ver el interior. Por lo demás eran metales sólidos. Verlos fue peor que escucharlos, algunos recorrían la habitación con miradas peligrosas, otros solo miraban un punto fijo perdidos mientras gritaban, algunos sollozaban en un rincón y todos estaban atados. Las paredes eran acolchonadas… Tal vez así ellos no podrían hacerse el daño que pedían. Era triste, absolutamente deprimente. El corazón se me encogió y me saltaron las lágrimas de los ojos. Entonces me detuve en uno de las puertas y mire al interior. Había una chica casi de mi edad, estaba muy quieta y tenía la mirada fija en la puerta. Su cabello color negro estaba despeinado, entonces me miro. Sus ojos eran azules, más oscuros que los míos, pero parecidos. Por un momento me vi reflejada en ella. Entonces yo era la que estaba adentro y ella me miraba desde afuera, un escalofrío recorrió mi espalada. Volví a la realidad cuando oí su voz.
—Tú también terminaras aquí, todos terminan en este lugar. ¡Nadie se salva! Ellos dicen que estoy loca, pero no lo estoy. Yo sé que todos terminaremos aquí, porque todos sufren demasiado y escogen la locura para no sentir. Es mentira, no la escojas. Sientes con mucha más intensidad y no puedes controlarlo. —Entonces de repente se levanto, y vino hacía a mí. Sus ataduras eran mágicas no se veían pero estaban allí. No le permitían mover ninguna parte de sus brazos—. ¡Escapa! No dejes que los sentimientos te dominen, no sientas, eso te matará. ¡NO DEJES QUE LA LOCURA ENTRE EN TI! ¡PORQUE SI LO HACE, SI LO HACE NUNCA SALDRÁS DE ESTE LUGAR! Escapa, corre. Antes de que sea tarde.

—No sé si fue el miedo o en realidad le estaba haciendo caso a la chica, pero salí corriendo. Mis piernas corrieron lejos de allí casi por instinto. Y cuando llegue a mi habitación envuelta en lagrimas y temblando, me prometí que nunca volvería a ese lugar. —Los ojos de Louis estaban abiertos con evidente sorpresa.
—¿Cómo es que nunca me contaste esto? —Ella se encogió de hombros.
—Nunca se lo conté a nadie, fue el primer secreto que le escondí a Theo. —Últimamente le estaba escondiendo muchos. Louis se acerco y beso su frente. La estrecho entre sus brazos y suspiró haciendo que el pequeño viento sople en su cabeza.
—No dejaré que nadie te aleje de mí, nadie te llevará allí.
—Eso está bien, tú haces que me sienta débil y fuerte al mismo tiempo. Me debes eso al menos. —Bromeó ella, pero él la miro preocupado.
—Si yo hago que te sientas débil… Tal vez esto no está funcionando, tal vez lo mejor…
—No. —Le cortó ella seria—. No lo digas, estaba bromeando. Si, tú me vuelves loca. Pero no quiero dejarte ir, no ahora que te tengo. No quiero que encuentres ninguna tonta excusa para alejarte de mí, Tomlinson.
—Podrías superarlo. —Dijo él con seguridad de su fuerza.
—Lo sé. —Respondió con sinceridad—. Pero no quiero comprobarlo. Me gusta así, es correcto, es hermoso, estar en tus brazos. Se siente bien.
—Es como se tiene que sentir… Sabes que no tienes que tener miedo a sentir. —Ella frunció el ceño.
—Sentir, era una de las palabras que no estaban en mi diccionario. —Ella se giro hacía él mirándolo de frente—. Voldemort me lo prohibió, la chica esa me lo advirtió. Y sin embargo, no pude evitarlo. Yo sentí y entonces me atrapaste.
—¿Estas arrepentida? —Ella negó con la cabeza.
—Te amo, Louis Tomlinson. Y no me arrepiento de sentir eso. —Algo destello en los ojos de él.
—Me gusta cuando me dices te amo. —Ella sonrío.
—Lo sé, porque sabes que es real. Sabes que no lo diría si no lo sintiera. —Él asintió sonriendo, se inclino y la beso en los labios.
—Yo también te amo. —Susurro, y la envolvió en sus manos fundiéndola en otro beso.

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Con el paso del tiempo el chico Fretiur se había dado cuenta que la vida no solo se trata de recibir limones y hacer limonadas, era aprender el significado de aquello y tratar de que esa limonada tenga el mejor sabor para su gusto. Se resume a una sola cosa, dar y recibir, pero no cualquier cosa sino cosas buenas. Pero siempre se preguntaba, ¿qué clase de cosas era las que tenía que dar? Aun buscaba la respuesta a eso. Una de las razones por las que pudo aguantar más de quince años en el ambiente de su casa es porque sabía que podía irle peor. Las cosas podían ser más horribles de lo que ya era en esos tiempos, y gracias a Merlin no lo fueron. Siempre tuvo confianza en sí mismo, más de la que un niño, solo, con padres que no te quieren podía tener. Pero así mismo como tenía mucha confianza, tenía una igualdad equitativa de desconfianza y atemorizarían. A diario le pedía a los dioses que lo sacaran de ese sitio, a diario Skyl o Rydol intentaban animar al chico, decirle cosas, intentar que él sea el punto blanco en toda esa oscuridad, intentar que él sea el único ser vivo en toda esa pila de basura y cosas inservibles, porque sabían que el chico tenía mucho potencial, podía llegar a ser una gran persona. Skyl Jhynora fue como un padre para Eliox, aunque a él solo lo veía tres días a la semana, Eliox se alegara cuando lo veía. A escondida de sus padres le daba obsequios y presentes que, aunque no eran la gran cosa pues el mago no tenía la mejor posición económica de todas, tenían un valor sentimental muy fuerza hacia el chico. Y aunque Skyl era su sustento emocional, Rydol y los demás elfos eran su sustento físico. Todo lo hacían a escondidas de sus padres, con cosas como darle la comida suficiente para que este nunca tenga hambre, o como cuando era bebe, y esto él lo sabía porque a la fuerza se lo había arrancado a Rydol, casi suplicándole, Eliox sabía que cuando era un bebe sus padres no lo atendieron, no le dieron importancia, y quien se hizo cargo de instruirlo en ese camino entre los primeros años hasta los cinco años fue Rydol. Fue tanto así que su primera palabra decente fue "Elfo". Vivía con presión casi diariamente y, ¿qué clase de niño puede aguantar una presión de ese tamaño? ¿Era justo que la presión de querer devolver a un niño por donde vino cayera sobre sus hombros? ¿La presión de unos padres furiosos con un niño que no tenía la culpa de nada? ¿Era justo que desde muy temprano una persona empezara a pensar que lo mejor hubiera sido no haber nacido?
No lo era, pero Eliox fue fuerte, vio el lado positivo de todo. Tenía a Rydol a su lado, tenía a Skyl a su lado, y no podía pedir más nada, no necesitaba más nada, le era suficiente para vivir, más que el agua o la comida que todos los seres vivos necesitan para sobrevivir.
—Entonces dices que ese Skyl era tu profesor y tu "padre", ¿no? —Preguntó Ethan distraídamente. Ambos se encontraban en la Sala de los menesteres. Eliox se había imaginado una decoración en azul y verde para la sala, y allí estaban sentados, en el sofá azul aqua con los cojines verdes, delante de la chimenea que también se había imaginado. Eran las dos de la mañana y cuando debían estar durmiendo en vez de eso se encontraban allí, observando el fuego de la chimenea extenderse por los trozos de madera.
Cuando Eliox se tardo en contestar, Ethan se dio cuenta de que no debió preguntar eso. Una lágrima rodaba ahora por la mejilla derecha del castaño, una lagrima de un color muy transparente y brillante que emanaba trozos de tristeza y melancolía. El rubio alargo un brazo y posiciono la cabeza del chico en sus piernas, acariciándole los cabellos con una mano y con la otra limpiándole la lagrima, esa lagrima negra que olía a traición por parte de sus ojos.
—Lo siento. —Se disculpo el rubio, besándole la frente y sonriéndole.
Eliox Fretiur parecía un niño indefenso en esos momentos, el largo camino del recuerdo era doloroso, y más si se acordaba de personas que ya no estaban en su vida o de cosas que hubiera deseado tener antes.
—Skyl no era un padre o un profesor, era simplemente Skyl. Simplemente él. —¿Y cómo comenzó todo esto? Eliox pregunto sobre los padres del rubio, luego este pregunto sobre los padres de Iox. Y el chico siento en que no tenía ningún problema para contárselo. Aunque Ethan en esos momentos no supiera demasiado que hacer, Eliox no se dio cuenta de esto, el chico le daba besos en la frente, y eso aunque no quisiera, le hacía sentir algo en el estomago, e internamente sonrió al pensar en lo que era. Mariposas. Cosquillas. Un remolino. Todo junto.

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La sala de los menesteres estaba vacía, excepto por los cinco hermanos que estaban practicando allí. Tal como las sombras de su sueño se lo habían ordenado, Eliox tenía la tarea de fortalecer sus poderes y los de sus hermanas. Debía instruirlas junto a sus ancestros. En esos momentos era cuando recordaba a Ryan. Lo extrañaba, ¿por qué no volvía? Una vez le pregunto a Emma por Ryan, y esta le pregunto a Rose, le dijo que ella lo había ido a buscar a la cueva, pero el chico no se encontraba alli, ¿a donde había ido? Eliox no podía ir a buscarlo, pues por orden de McGonagall no podía salir del colegio, y el chico había decidido que era lo mejor y que tenía que evitar acercarse al santuario y a la cueva, para evitar que algún cazador lo viese.
—Vamos Sam, ¡se que puedes! —Alentó Beth a su hermana.
Eliox y Devonne le habían encargado a Sam la tarea de partir una roca. Según Sam, Devonne decía que la chica podía levantar rocas muy pesadas e incluso partirlas o triturarlas, y estaba claro en que la chica no tenía idea de cómo hacerlo.
La castaña se estaba esforzando y hacia caras muy extrañas en el intento de partir una minúscula piedrecita, pero no podía, la chica simplemente no podía hacerlo. Y Eliox notaba que estaba distraída, no tenía ganas de estar alli, solo lo estaba porque Beth la había arrastrado hasta aquí. Y bien sabía el chico porque no quería estar alli. Eliox compartió una mirada con Emma, quien también estaba notando eso de Sam, ambos compartían una misma idea, tenían que ayudar a Sam.
Hicieron varias cosas más y luego se despidieron, pues ya se hacía tarde, ya era muy avanzada la noche y todos debían dormir. Excepto Sam, Emma y Eliox. Los últimos dos agarraron a Sam por los brazos y la entraron nuevamente a la Sala de los menesteres.

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Kayla entro a su habitación con tranquilidad, dirigió su mirada hacia la ventana y le pareció ver a lo lejos a un dementor. A sus pies llego su gato y lo levanto con una mano. Acaricio su lomo y este ronroneo.
—¿Cómo empezó tu día, Firess? —Su gato que era un Kneazle, maulló y sus ojos oscuros se posaron en un rincón. La rubia observó como este miraba fijamente la cama de Emma, se acerco a paso lento y miro por unos minutos la caja de color negro que había allí arriba—. Tiene un toque tétrico ¿no crees?
Ella mira hacia la puerta, un sentimiento de curiosidad la invadió. Su amiga está escondiendo tantos secretos… Así que no puede evitarlo cuando dejo a su gato encima de la cama y agarró la caja, la abrió para encontrarse con un collar.
El collar combinaba con la caja por su color negro, tenía las siglas “L&E” y Kayla no pudo evitar virar los ojos, aquello era tan cursi. Se mordió el labio y vio como tenía un gancho para abrirse. Miro hacia la puerta otra vez y abrió el collar. De él cayó una nota de un pedazo de pergamino, ella lo agarro mientras miraba el collar por dentro. Tenía una gran piedra negra y un M tallada en ella. Con el ceño fruncido leyó lo que decía el pergamino.

“Tic toc, número dos. Solo espera y verás.
Él reloj avanza y es tu turno.
Tú sabes que sabemos cómo destruirte.
No nos hagas enojar y ven hacia nosotros.
Esperamos que no enloquezcas en el camino”

La leyó una y dos veces, más no entendió que quería decir aquello.
—¿Número dos? ¿Qué querrá decir con el número dos, Firess? —Le preguntó a su gato mientras miraba por la ventana, Firess miraba el pergamino casi como si lo estuviera leyendo. Luego de escuchar a su dueña, saltó de la cama y se perdió por la habitación. Kayla escuchó los pasos detrás de la puerta antes de que la abrieran. Guardo el papel y cerro el collar, lo metió dentro de la caja y la cerro justo cuando la puerta se abría. Beth y Emma entraron por ella, Kayla se sentó en la cama otra vez.
—Te ha llegado esto, Emma. —Le dijo de inmediato, la castaña la observo y luego frunció el ceño al ver la caja. Miro a Beth y esta se encogió de hombros. Las dos juntas se acercaron, pero ojivioleta se detuvo antes que Emma.
—No abras la caja, Em. —Dijo pero ya era tarde, ella había abierto la caja y vio el collar. Por un momento ella simplemente lo observo.
—Kayla… ¿Puedes abrir el collar? —Le pidió sabiendo que apenas tocara el collar, ella no tendría conciencia de sus actos. La rubia se acerco y lo abrió, el pergamino estaba allí abollado. Emma lo agarro evitando tocar la piedra.
Kayla observo como ella leía y su rostro cambiaba de expresión. Había furia pero se sorprendió de ver miedo en los ojos de Emma. Ella siempre había pensado en ella como fría y fuerte, aquel escrito tenía algo que Emma si había entendido, no como ella que ninguna palabra lograba cuadrar.
La castaña hizo un bollo con el papel y lo tiro al suelo. Y luego con furia agarro la caja y la tiro contra la pared.
—¡Emma! —Gritó Beth al verla. Pero la ojiazul se agarro la cabeza y parecía que iba a estallar. Le arranco el collar de las manos a Kayla, pero lo tomo únicamente por la cadena. Lo estrello contra la pared junto a la caja. Con la fuerza que había utilizado este se partió al medio y quedo allí en el suelo. Ante tanto escándalo la gente de su casa había empezado a subir las escaleras y preocuparse. Abrieron la puerta sin preguntar y desde allí todos la miraban sorprendidos. Eliox se abrió paso entre todos y observo la escena. Emma se dejo caer en la cama mientras cerraba los puños y los llevaba a su cara, cubriendo sus ojos con fuerza. Beth se acerco y le paso un brazo por los hombros, abrazándola intentado calmarla.
—Todo irá bien. —Susurró mientras todos miraban la escena atónitos. Al fondo de todo Terry intentaba pasar pero la gente se lo prohibía, no se alejaban de él con la rapidez que algunos hacían al ver a Eliox. Este avanzo por la habitación y llego hasta sus hermanas.
—¿Qué sucedió? —Preguntó con el ceño fruncido, Kayla observaba todo con los ojos entrecerrados. Estaba sacando una conclusión y su teoría estaba a punto de probarse. Vio como Beth apuntaba el papel en el suelo y el verdiazul lo levantaba para leerlo. Al terminar miro preocupado a Emma que abrazaba a Beth.
—No dejaré que les pase nada, Emma. —Dijo mientras se sentaba del otro lado de la cama e intentaba consolar a su amiga. Pero ella negaba con la cabeza, sabía que los dos sabían exactamente como se sentía en ese momento, pero no sabían la historia del collar.
—Estoy harta, quiero que nos dejen en paz, solo eso quiero. —Casi suplicó contra el hombro de Beth quien la miraba con pena. Emma era siempre tan fuerte que te dejaba sin palabras cuando no lo era, cuando se rendía.
—Nos protegemos los unos a los otros, lo sabes. —Emma no dijo nada, cada vez que se sentía fuerte ellos destruían aquello—. Somos fuertes juntos y no dejaremos que ellos ganen. ¿No es así Emma? ¿No es por eso que vamos a entrenar y unirnos al E.D?
Kayla se sorprendió de escuchar lo de ejército de Dumbledore. Pero todo lo que ellos decían, aquello que solo ella escuchaba porque estaba demasiado cerca, la sorprendía más. Pero había algo que se había confirmado, en ese momento supo que todo se unía en ellos. Que su amiga le estaba ocultando algo de mucha importancia.
Por la puerta entro el profesor Flitwick, que observó la caja y el collar. Sorprendido agarro todo entre sus manos y miro a los tres chicos.
—Venga conmigo, señorita Nott. —Emma lo observó y solo en ese momento Kayla se dio cuenta que no estaba llorando. Ella pensaba que sí, pero sus ojos no tenían lágrimas. Emma asintió y se levanto de la cama. Beth la siguió casi por instinto, las dos salieron juntas por la puerta y al marcharse Eliox miro a todo el mundo que todavía seguían allí. Los ojos de todos se posaron en los de él de colores desiguales, y solo basto eso para que se alejaran casi corriendo de la puerta.
Él también se marcho y Kayla quedo sola en la habitación mirando la puerta y analizando todo. Fue en ese momento que Firess se acerco a ella, traía un diario viejo de hace unas semanas. La rubia lo levanto del suelo y lo sostuvo entre sus manos. El Profeta tenía una sola imagen en su primera página. Un dos dibujado en el césped de color rojo.

por Invitado Mar 21 Ago 2012, 1:03 am

¡AL FIN! D: xd jajaja tardamos años para este cap, pero bueno acá esta! (?
Lo de San Mungo, bueno, lo tenía escrito hace mucho mucho tiempo. Primera temporada y creo que Paula todavía seguía aquí. No me acuerdo, pero bueno. Como ven esta narrado por primera vez en primera persona por Emma, recuerden que ahí ella tenía 15 años, por eso su forma de ser es distinta. Para Emma cada año es distinto, le sucede algo que la hace madurar más.
EVERYTHING IS ETHIOX AND NOTHING HURTS
Y Lemma en este cap me hace bien al alma, lalalala.
No sé, si me olvido de explicar algo, i'm sorryyyyyyyyyyy (?)
wiwiwiwiwiiwiw espero que les guste :B

por Invitado Mar 21 Ago 2012, 1:04 am

Y ahora sigue Nella bitchezz

por **Call me Aly.** Mar 21 Ago 2012, 1:09 am

Primer capítulo que leo en cuanto lo suben, a leer se ha dicho <3333333333333333333

por Invitado Mar 21 Ago 2012, 1:11 am

Bigger Aly. escribió:Primer capítulo que leo en cuanto lo suben, a leer se ha dicho <3333333333333333333

klaakkasdkalsdjk Alyyyyyyy estoy tan feliz de que ya llegaste hasta acá. When you start to believe. {Novela colectiva} - Página 6 1606340316

Extraño a Lucretia y ni siquiera he leído un cap de ella (? pero ya es parte de la novela como nuestros organismos biológicos (?)
omg, somos lo peor. Primer capitulo que tienes que leer en el momento que subimos y es re largo D:
bueno, no sé con todos los caps que tuviste que leer y eran re largos tal vez te acostumbraste :pokerface: xd

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