~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)

Fue el fresco de la tarde contra su piel desnuda lo que por fin arrancó a ________ de la sublime paz de los brazos de él, mucho más tarde y la hizo buscar el abrigo de sus ropas.
Cuando se vestía sin prisa, ________ oyó ruido de ropa a su espalda. Se puso la blusa y se volvió para ver a Joe que metía su camisa dentro de la cintura de sus pantalones. Él se le acercó sin decir nada, pero el brillo oscuro de sus ojos fue cálido y lleno de admiración cuando la miró. ________ sintió que podía vivir contenta calentándose bajo esa luz por el resto de su vida.
—Traeré los caballos aquí —dijo él, acariciándole la mejilla suavemente con los dedos.
Un fantasma de sonrisa cruzó la línea masculina de su boca antes de que saliera de la cueva. ________ lo vio partir y perderse de vista.

Continuación...

Momentos después, hubo un movimiento entre los arbustos, pero en distinta dirección de la que había tomado Joe. Sin embargo, ________ se volvió expectante, suponiendo que lo vería trayendo los caballos. Sus ojos se dilataron alarmados y sus dedos cerraron el frente de la blusa.
Juan Ortega estaba cerca de la entrada, desnudándola con los ojos. ________ se preguntó cuánto tiempo llevaba allí. Algo en la expresión de él le dijo que no acababa de llegar. Pensó con repugnancia que él podía haber presenciado el privado interludio. Ortega le dijo algo en español gutural y dio un paso hacia ella.

Desde afuera de la cueva, una voz cortante hizo que Juan se volviera. Joe había regresado. Ella se apoyó débilmente contra la pared de roca y respiró aliviada. Sus ojos se cerraron cuando oyó la reprimenda de Joe y la apresurada respuesta de Juan Ortega. Permaneció en las sombras, aun después que oyó alejarse a Juan.

—¡_______! —la llamó Joe, con cierta dureza en su voz.
—Sí…

Fue una respuesta trémula pero a él le permitió encontrarla en la oscuridad de la cueva.

—¿Qué haces ahí?
—Él… él venía tras de mí. Yo pensé… —se arrojó temblando en brazos de él.
—Él estaba buscándome a mí —dijo Joe y la rodeó con sus brazos para calmarla—. Pablo le dijo que nos vio venir en esta dirección. Ortega oyó un ruido en la cueva y vino a investigar. Cuando te vio, dijo que preguntó por mí. Tú empezaste a internarte en la cueva y él pensó que era allí donde estaba yo.

________ echó la cabeza atrás y trató de ver la cara de Joe en las sombras.

—¿Tú le crees a él? —preguntó en tono acusador.
—Es posible.
—Sí —dijo ________, tensamente.

El hombre era astuto y ella no confiaba en él. Controlando sus nervios, ________ se apartó de los brazos de Joe y rápidamente cerró los botones de su blusa. Sabía que Joe la observaba pero evitó mirarlo a los ojos.

—¿Los caballos están afuera?

Cambió de tema pues no quería seguir hablando de Juan Ortega y deseaba salir de la caverna que se había contaminado por la invasión del intruso.

—Sí, están afuera.

Cuando ________ salió apresuradamente a la luz del sol poniente, Joe la alcanzó enseguida con sus largos pasos. Dos caballos esperaban cerca de la entrada. Joe la tomó de un brazo.

—Le tienes miedo a Juan Ortega. ¿Por qué?
—Siempre me dio miedo… desde la primera vez que lo vi —respondió ella—, no me importa lo que tú pienses.
—¿Qué significa eso? —preguntó él, con el ceño levemente fruncido.
—Significa que yo no lo invité a entrar en la casa la noche que trató de violarme, aunque sé que tú no me crees. Mi piel se eriza cada vez que él se me acerca.

Joe tomó a ________ de los hombros y la hizo volverse hacia él.

—No necesitas temerle a Ortega. Él no volverá a acercársete. Sabe demasiado bien lo que le haríamos si desobedece.

Él estaba tratando de tranquilizarla y creía en lo que decía. Pero no así ________, sin saber por qué. Era sólo una sensación inquietante que experimentaba cada vez que veía a Ortega. Era algo que no podía explicar.

Joe la apretó con fuerza cuando ella no respondió.

—¿Me entiendes, ________? —preguntó.
—Sí.

Ella asintió y sonrió para ocultar el hecho de que no podía creerle.

El caballo bayo le rozó el brazo con el morro. ________ aprovechó para cambiar de tema.

—¿Por qué no lo montas más, Joe?
—Porque es tuyo.
—No literalmente, por supuesto.

Esta vez ________ sonrió con más naturalidad, recordando la explicación de cuando le habían regalado a Arriba.

—El bayo es mío y puedo dártelo. No es un mero gesto de cortesía —aclaró Joe—. El bayo es tuyo. Se lo he dicho a Juan. El bayo será el caballo que él ensillará cuando quieras cabalgar.
—A causa de Arriba —murmuró ella.
—Sí, a causa de la yegua. No puedo reemplazar el cariño que sentías por ella pero puedo darte un caballo que la iguala. —Acarició la cabeza del bayo—. Este no es tan veloz como la yegua pero puede llevarte a través de un centenar de montañas y quedar con fuerza para atravesar otro centenar. De noche tiene ojos de gato y puede ver el camino seguro.

—Pero…

________ frunció el entrecejo. Él mismo proclamaba que el bayo era mejor caballo. ¿Se lo daba ahora como prueba de confianza? ________ no tuvo oportunidad de preguntárselo.

—Debemos irnos —dijo él, y montó a caballo—. Ha llegado un jinete y tengo que hablar con él.

________ pasó las riendas sobre la cabeza del bayo y montó. Poco después, reconoció en el jinete al mismo hombre que había llegado hacía unas semanas durante una tormenta. Esta vez, el hombre no hizo ningún intento de disimular su interés en ella y ________ tuvo la impresión de que a causa de ella había venido.
Cualquiera que hubiera sido la información que trajo, desagradó a Joe. Cuando ella trató de confirmar sus sospechas de que la información era acerca de ella, él no negó pero se rehusó a decirle los motivos de la visita del hombre.
Fue una de las pocas veces durante los amables días de su recuperación que Joe le negó a ________ una explicación. Y las horas de armonía superaban con holgura a los momentos en que entre los dos se levantaba una barrera invisible.

~~~

El cambio en la relación de ambos era evidente para todos los que los veían juntos. En consecuencia, ________ se encontró recibiendo el respeto amistoso de los habitantes del cañón. Hasta los guardias en la puerta lo demostraban y ya no se ponían inmediatamente alerta cuando ella aparecía, sino que la saludaban con corteses inclinaciones de cabeza. La casa de adobe y el cañón ya no eran una prisión de la cual ella quisiera escapar y parecía que los demás lo sabían.

Con el jabón y la toalla en la mano, ________ salió de la casa. Usando una combinación de señas y del poco español que había aprendido de Consuelo, explicó al hombre de guardia que iba al estanque para lavarse el pelo. Él asintió y le indicó que fuera. ________ sonrió para sí misma, recordando cuando le impedían el paso con un rifle.
Sólo muy raras veces sentía deseos de ver a sus padres o de avisarles que se encontraba bien. Parecía que hacía años que había vivido en casa de ellos. Ahora sentía como si ellos viviesen en otro mundo al cual ella ya no pertenecía. No le importaba. Estaba contenta en este mundo con Joe.

Tarareando distraída, se arrodilló junto al estanque.

Tembló ya antes de meter la cabeza en el agua helada. Su pelo había crecido mucho y flotaba en el agua como un abanico de oro oscuro. Se frotó con jabón el cuello cabelludo y se masajeó el pelo con la espuma formada. Luego se enjuagó la cabeza y tuvo la sensación que había alguien muy cerca. Se volvió, medio esperando ver a Joe, pero no vio a nadie. Se encogió de hombros metió la cabeza en el agua y cerró los ojos para protegerse de la espuma de jabón.
El día estaba demasiado hermoso para regresar inmediatamente a la casa. ________ fue a un lugar cerca del estanque donde el sol atravesaba el espeso ramaje y calentaba la tierra. Desplegó la toalla y empezó a frotarse para secarse los extremos de su pelo. Un leve sonido de hojas la hizo volver la vista a su izquierda. Un hombre estaba de pie observándola. ________ lo había visto en el cañón pero no sabía su nombre. Había algo en él que le causaba inquietud. Sonrió con vacilación.

—Buenos días —dijo.

El hombre no respondió el saludo pero le indicó que se pusiera de pie. Ella obedeció con recelo, tratando de decidir si Joe lo había enviado a buscarla al ver que no regresaba. Por alguna razón, no creyó que así fuera.
Cuando el hombre dio un paso hacia ella, ________ retrocedió. Un brazo le rodeó la cintura desde atrás. Una mano sobre su boca ahogó el grito de alarma. Pateando y arañando, ________ trató de liberarse. El primer hombre se le acercó rápidamente y en su mano apareció una cuerda. Le ataron apretadamente las muñecas y la arrastraron internándose más entre los árboles, hasta un lugar donde había tres caballos atados.
La mano que le tapaba la boca apenas permitía el paso de un poco de aire para respirar. Lo que ________ podía inhalar estaba contaminado con el olor caliente de la mano. Sus fosas nasales estaban distendidas, tratando de beber oxígeno, pero su respiración era agitada y laboriosa por el miedo y el esfuerzo.

Cuando la mano fue retirada, _______ gritó:

—Jo…

Un pañuelo sucio fue metido rudamente en la boca, casi hasta ahogarla. Otro trono de tela fue atado alrededor de su cabeza y mechones de pelo se enredaron en el nudo, aumentando el dolor de su cuero cabelludo.

Cuando ________ fue subida a la fuerza a una silla de montar, pudo ver al segundo secuestrador. No se sorprendió al reconocer a Juan Ortega. Por alguna razón, todo esto venía preparándose desde el día que él mató a Brad en la carretera. La terrible sensación de inevitabilidad la asustó. La sonrisa lasciva de Ortega parecía reírse del terror que se traslucía en los ojos ambarinos de ella, mientras le ataba las manos al arzón para no dejarle ninguna oportunidad de escapar.
Después, el hombre montó en su propio caballo. El primer secuestrador ya estaba esperando montado y los siguió mientras Ortega abría la marcha. En vez de avanzar entre los árboles hacia el este, volvieron hacia el estanque. ________ sintió un poco de esperanza. Si no la llevaban fuera del cañón, había la posibilidad de que pudiera alertar a alguien.
Estaban casi a la altura del estanque, cerca de la pared norte del cañón. Abruptamente, Ortega frenó su caballo y se puso rígido. ________ miró hacia adelante y vio a Juan que bloqueaba el camino con un rifle en la mano.
El segundo hombre se adelantó rápidamente, como para ocultar a ________ de la vista de Juan, pero éste ya la había visto y estaba haciendo una fría pregunta en español.

El corazón de ________ latió aliviado. Había lágrimas en los bordes de sus ojos. Juan sabía cuánto despreciaba y temía a Ortega. Nunca creería ningún cuento que el astuto forajido pudiera inventar. Su mirada fue hacia el despreciable animal disfrazado de ser humano. Esta vez, también, sería detenido.
Entonces sus ojos vieron lo que Juan no podía ver pues tenía la vista bloqueada por el otro jinete y el caballo de Ortega. Ortega estaba sacando, lenta y cuidadosamente, su cuchillo de la vaina. ________ trató de gritar una advertencia pero el pañuelo se lo impidió. Sus intentos hicieron que Juan dirigiera su atención a ella. Fue el momento que Ortega estaba esperando… cuando los ojos agudos de Juan no vigilasen cada uno de sus movimientos.
Con velocidad de relámpago, arrojó el cuchillo. Juan comprendió su error demasiado tarde. Trató de llevarse el rifle al hombro pero la hoja ya se hundía en su pecho y lo empujaba hacia atrás. El grito de terror de ________ no llegó, más lejos de su garganta.

Ortega espoleó su caballo y tiró de las riendas de la cabalgadura de ________. Ella alcanzó a ver fugazmente el cuerpo de Juan retorciéndose en el suelo. Después su caballo fue vuelto hacia la cara rocosa del cañón para trepar por un sendero apenas visible que apareció súbitamente de un peñasco cubierto de musgo. Una segunda salida del cañón. Un sendero cuya existencia ________ ignoraba.

siguela ahh!! Maldito juan lo odio quiero saber que mas pasa siguela nena

SUBE CAPI!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Ya va! Me confundi! Haha ortega apuñealeo a juan? O apuñalaron a juan ortega? Hahaha no la puedes dejar asi PROHIBIDO!



Pdta, estoy supr mega feliz, Demian Arriaga, el percusionista de los Jobros! Paisano venezolano, me respondio en twitter! Me mori!
♥ . ♥

HOOOOOOLA CHICAS!
GRACIAS POR SUS COMENTARIOS, DENTRO DE UN RATO SUBO LA CONTINUACIÓN DEL CAP :D
LAS QUIERO WITH ALL MY

TickleMeNeffy escribió:Ya va! Me confundi! Haha ortega apuñealeo a juan? O apuñalaron a juan ortega? Hahaha no la puedes dejar asi PROHIBIDO!



Pdta, estoy supr mega feliz, Demian Arriaga, el percusionista de los Jobros! Paisano venezolano, me respondio en twitter! Me mori!
.

ORTEGA APUÑALÓ A JUAN, POR AHÍ CONFUNDE UN POCO PORQUE LOS DOS TIENEN EL MISMO NOMBRE JAJAJAJA Y WOOOW FELICIDADEEEEEEEES, QUE GROSO QUE ALGUIEN CERCANO A LOS JONAS TE RESPONDA *__*

Capítulo 21


Una vez fuera del cañón, cabalgaron esforzadamente hacia el oeste. ________ sentía que su caballo tropezaba y se tambaleaba exhausto, tironeado por las riendas.
Vio que los dos hombres miraban nerviosos el sendero que iban dejando atrás. Supo que querían poner la mayor distancia posible entre ellos y el cañón. Cualquiera que fuera su destino final, Ortega tenía intención de alcanzarlo antes que cualquier perseguidor pudiera darles alcance. ________ sólo podía rogar que Joe ya estuviera en el sendero.

El caballo de Ortega tropezó y casi cayó de rodillas. Un salvaje tirón de las riendas le hizo levantar la cabeza mientras Ortega insultaba violentamente al animal en español. ________ vio las gotas de sangre en la espuma alrededor de la boca del caballo y sintió piedad por la bestia herida, pero enseguida decidió que le convenía ahorrar su compasión para ella misma. Pronto llegaría el momento en que le tocaría a ella recibir los malos tratos de Ortega, en una forma diferente y más degradante de salvajismo. En el siguiente claro rocoso Ortega hizo alto para dar a los caballos un muy necesario descanso, pues por fin comprendió que si seguían exigiéndolos, pronto se quedarían a pie.
________ se sentía acalorada y cansada como los caballos.
Tenía las manos y los dedos adormecidos por la presión de la cuerda alrededor de sus muñecas. Sin embargo, el miedo la mantenía doblemente alerta.
Los dos hombres se bajaron y bebieron ansiosamente de sus cantimploras. ________ sentía la garganta reseca. La mordaza aplicada en su boca le hacía doler la mandíbula y la tela absorbía toda la humedad de su lengua. Sólo cuando ellos se hartaron de beber, les dieron un poco de agua a los caballos.

________ se movió en la silla y trató de relajar los músculos acalambrados de sus brazos. El cuero crujió y atrajo hacia ella la mirada de Ortega. El hombre abrió los labios en una sonrisa lasciva y miró fijamente la delantera de su blusa.

El sol calentaba mucho y la transpiración brotaba profusamente de los poros de ________, empapando la blusa y haciendo que la tela se adhiriera a la piel. _______ se puso tensa, consciente de la forma en que sus pechos resaltaban atrevidos con los pezones apretados contra la tela.
De pronto sintió su piel empapada en un sudor frío de miedo cuando Ortega se acercó. Trató de mostrarse estoica, sabiendo que él obtendría placer al verla temblar. Fue difícil no retroceder ante el contacto de esas manos regordetas cuando él desató la cuerda que la sujetaba al arzón de la silla.
Con un tirón, él la hizo caer de la silla. Fue una táctica deliberada para hacerla caer pesadamente en sus brazos. Con una mano, aferró la eminencia redondeada de un pecho y rió con malicia ante el ahogado grito de protesta de ella. ________ trató de recobrar el equilibrio a fin de poder luchar.

El otro hombre le dijo a Ortega algo en español. ________ entendió unas pocas palabras, las suficientes para saber que su otro secuestrador no creía que éste fuera el momento o el lugar para hacer cualquier cosa que Ortega tuviera en la mente. Pero Juan Ortega continuó sonriendo mientras argumentaba que los caballos necesitaban descansar. _______ se retorció desesperada en sus brazos mientras los dedos de sus pies apenas tocaban el suelo. El hombre meneó la cabeza y empezó a alejarse.

Pero Ortega lo llamó e hizo volverse a _______ en sus brazos de modo que quedó dando el frente al otro. La mano que tan rudamente había estado aferrándole el pecho subió para tomar el cuello de la blusa y la desgarró hasta abajo antes que ________ pudiese tratar de impedírselo.
La tela desgarrada fue apartada a un lado, dejando a la vista los globos cremosos de los pechos que subían y bajaban rápidamente con los jadeos asustados que daba ella. La voz de Ortega pareció desafiar a su compinche a que ignorara la presa que había capturado.
Sollozando contra el pañuelo, ________ hizo un esfuerzo sobrehumano y se libró de las manos de él. Trató de correr, pero Ortega aferró un extremo de la blusa y terminó de romperla. El segundo hombre la alcanzó cuando ella trataba de eludir al que más temía. Mientras él la sujetaba, Ortega le quitó lo que quedaba de la blusa. ________ luchó salvajemente mientras él tiraba del cinturón de sus pantalones vaqueros.
El hombre tenía dificultad para sujetarla pero triunfó. _______ sintió el duro bulto masculino apretado contra sus nalgas y supo que él también la violaría después que Ortega hubiese terminado con ella. Le bajaron los pantalones casi hasta los muslos.

________ pateó a Ortega, apuntando a la entrepierna. Él le tomó el pie antes que pudiera aplicar el golpe y tiró de las perneras de los pantalones. Ahora ella estaba enloquecida de miedo y gritaba el nombre de Joe una y otra vez, pero la mordaza impedía que la voz saliera de sus labios.
Fue tendida a la fuerza en el suelo, retorciéndose como una serpiente sobre un lecho de carbones encendidos. El hombre le aferró las muñecas atadas y se las sostuvo sobre la cabeza mientras Ortega empezaba a desabrocharse los pantalones.

Hubo una explosión y súbitamente los brazos de _______ no estuvieron más sujetados contra el suelo. Rodó y trató de ponerse de pie. Ortega ya corría hacia los caballos. Hubo otra explosión y _______ lo vio caer.
Su mente aterrorizada por fin comprendió que las explosiones habían sido disparos de arma de fuego. Se volvió y vio a Joe en el pequeño claro, con el rifle en las manos. Detrás de él estaban Laredo y un tercer hombre.

______ se desplomó, sollozando aliviada. Sus ojos llenos de lágrimas vieron que Ortega trataba desesperadamente de arrastrarse. Hubo otro disparo y dejó de moverse. Enseguida Joe se acercó y con la punta de la bota lo hizo rodar hasta ponerlo de espaldas, apuntándole con el rifle a la cabeza.
________ vio que Laredo se arrodillaba a su lado, se quitaba su chaqueta y la cubría. Ella le agradeció con los ojos.

—Gracias a Dios, estás bien —murmuró Laredo, y estiró la mano para desatar el pañuelo que la amordazaba.
—¡No la toques! —rugió Joe, volviéndose con el rifle en la mano.

Laredo, que lo conocía, se detuvo instantáneamente y con cuidado apartó sus dos manos de la cabeza de ella. _______, que lo estimaba, sintió una oleada fría de miedo ante la furia salvaje de las facciones de Joe. No pudo evitar un estremecimiento cuando él se le acercó.
Sin decir palabra, Joe se inclinó para desatar la mordaza. Sus movimientos fueron suaves pero eso no alteró la furia helada de su expresión. Un largo suspiro de alivio salió de la boca de ella cuando la mordaza fue retirada. Las lágrimas cayeron de sus pestañas, pero ________ no pudo llorar como hubiese querido. Joe deslizó la hoja de un cuchillo entre sus muñecas y cortó la cuerda que las sujetaba, antes de incorporarse para alejarse. Ella estaba demasiado aturdida para ponerse de pie.
Ni Laredo ni el otro jinete se atrevieron a hacer un movimiento para ayudarla. Ella quedó allí tendida, sin saber qué hacer. Deseaba el calido consuelo de los brazos de Joe pero él parecía envuelto en hielo, insensible y duro.

Joe regresó al claro trayendo los tres caballos y una manta en la mano. Entregó las riendas al tercer hombre y caminó hasta donde ________ seguía tendida en el suelo. Después de desplegar la manta en toda su longitud, se agachó a su lado sosteniendo la tela como una cortina, retiró la chaqueta de Laredo y la arrojó en dirección a su dueño.
_______ no hizo ningún intento de ayudarlo cuando él la cubrió con la manta y la envolvió como a una criatura. Después la levantó en brazos y la llevó hasta su caballo alazán.

—¿Qué hacemos con ellos? —preguntó Laredo, señalando los cuerpos de los dos secuestradores.
—Los dejaremos para que los devoren las alimañas —respondió Joe con los dientes apretados.

Después se dirigió secamente al tercer hombre para ordenarle que trajese los caballos de los dos muertos.
_______ tembló y él la rodeó con un brazo y la estrechó contra su pecho. Regresaron al cañón en medio de un silencio pesado y tenso.

~~~

En la casa, Joe saltó ágilmente de su caballo. Con _______ en brazos, indicó al hombre de guardia que abriese la puerta. ________ vio que Laredo empezaba a bajarse pero Joe cerró en ese momento la puerta con un furioso puntapié. La llevó al dormitorio y la depositó suavemente en el suelo.

Su cara era una máscara pétrea, con acerados ojos dorados, fríos y desprovistos de emoción.

—Quédate aquí —ordenó Joe.

Cuando Joe regresó, ________ quiso preguntar por Juan pero la pregunta se le atascó en la garganta. Se elevaba vapor de la jofaina que él había dejado en el suelo, en el centro de la habitación. Tendió una toalla junto a la jofaina y se acercó a ________. Ella lo miró sin comprender. Él quitó la manta que la envolvía, la levantó en brazos y la depositó sobre la toalla.

Con una pastilla de jabón y el agua caliente, Joe empezó a lavar metódicamente cada centímetro de la piel de ella con la indiferencia de un médico. ________ permaneció callada, como un maniquí, recordando otra vez en que ella misma se había limpiado el cuerpo del contacto de Juan Ortega. Joe, también estaba recordando aquella ocasión.

Cuando él la secó con otra toalla, la llevó a la cama donde la depositó y la cubrió con la manta.
Una lágrima cayó de las pestañas de ________ y él la secó suavemente con la punta de un dedo. Sin decir palabra, salió de la habitación. ________ volvió la cara a la pared y se acurrucó en una pelota, con los ojos fuertemente cerrados.

Después que el sol se puso, Joe regresó a la casa y le trajo comida. ________ trató de rechazarla pero él insistió en que comiera. Fueron las únicas palabras que le dirigió. Ella logró tragar una tercera parte de la comida antes de poner el resto a un lado. Entonces, él tomó la bandeja y se marchó.

Por la mañana se repitió el procedimiento, excepto que ________ comió menos. No sabía dónde había dormido Joe, pero no había sido con ella.

ATENCIÓN: FALTAN 4 CAPITULOS Y TERMINA LA NOVE U_U

waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa esta re buenisima...cerdo ese de juan......siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa

solo cuatrO???????? siiguela

Ahh que alivio que la rescataron! Peero que pasa con Joe? Esta molesto? O la qiere dejar irse? Ahhhh si ya tienes otra nove de reemplazo haz un maraton y pon los 4 caps u.u

ME KIERES MATAR?
SIGUE LA NOVE!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Al fin lo mataroon!! Por diooss! Hace años que
Joe debio matar al cerdo de Ortega!! Pero que
demonios le pasa!? Cuando mas se le necesita se
pone así de distante??? :( :( No la dejes ahii SIGUELAAA
PDT: no concuerdo con Steffy ( :O muy raro eso) pero
no quiero que la nove se acabe mas rápido de lo normal :(
ni siquiera quiero que termine así que (jamás pensé decir esto)
pero no pongas maratón jajajajajajajjaja

SIGUELAAAAAAAAAAA :D