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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Cada dia amo Mas la novela y a joe en la novela por que ahorita desde que ands con la puta me desiluciono
claudia12
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
La buena de Ade... esta santa que aqui se presenta siempre, desea leer capi.
¿Dónde anda el micro hoy?
¿Dónde anda el micro hoy?
ForJoeJonas
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
HOOOOOOLA SWEET GIRLS :D
GRACIAS POR SUS COMENTARIOS.
DENTRO DE UN RATO VA A HABER CAP!
BESOS Y LAS QUIERO
GRACIAS POR SUS COMENTARIOS.
DENTRO DE UN RATO VA A HABER CAP!
BESOS Y LAS QUIERO
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Yo si que soy una sweet girl :jeje:
Aquí espero, Flor
Aquí espero, Flor
ForJoeJonas
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Capitulo 18
Las notas consoladoras de la guitarra sonaban suavemente fuera de la ventana, en una serenata a la luz de las estrellas. ________ trataba de ignorar la canción que oía mientras su mente trabajaba frenéticamente como venía haciéndolo estas últimas semanas, planeando y estudiando la forma de encontrar una vía de escape.
No había ninguna esperanza estando Joe aquí. Él la tenía constantemente a su lado, la llevaba a todas partes, la vigilaba cada minuto, como si supiera exactamente qué sucedía en la mente de ella. ________ contaba con que tendría una oportunidad cuando él se marchara para irrumpir en la prisión que había explorado.
Cuando los días se convirtieron en semanas y Joe no dio indicación de prepararse para la incursión, ________ empezó a ponerse ansiosa. Esta noche, durante la comida, por fin había preguntado, con fingida indiferencia, cuándo partiría él.
Tuvo que recurrir hasta sus últimas reservas de compostura para no reaccionar cuando él le dijo, con la misma indiferencia, que no habría incursión. El prisionero había sido juzgado y trasladado a una prisión americana para cumplir su condena.
________ se volvió y todos sus movimientos parecieron bloqueados. No había ninguna salida. Y no había nadie que la ayudase.
La última nota de la guitarra se disolvió en el silencio, llenando la habitación de una preñada quietud. Una fuerza irresistible, impulsó a _______ a mirar por encima de su hombro. Su pulso dio un salto al percibir la ardiente oscuridad en la mirada entornada, vigilante de Joe. Sintió un deseo intenso de ir hacia él, no para implorarle que la dejase en libertad sino para experimentar el fuego quemante de sus abrazos.
Siempre era así. El poder que él tenía sobre su cuerpo era turbador. Cada vez que la poseía, ________ redescubría el puro éxtasis de esa posesión. Joe se había adueñado totalmente de sus sentidos; podía elevarla a cumbres de pasión que ella no había sabido que podían existir.
La guitarra fue dejada a un lado. Con gracia felina, Joe se puso de pie y se acercó donde estaba ________, junto a la ventana. Ella se sintió perdida en los fuegos oscuros de esos ojos. Aunque él no la tocaba, podía sentir la fuerza de su seducción. Dedos fuertes, delgados, se curvaron alrededor de la carne suave de sus brazos. _________ sintió que sus huesos se derretían cuando él la atrajo hacia sí. Su corazón martilleaba locamente contra sus costillas.
Los erráticos latidos se burlaron de sus planes de fuga. Estaba enamorada de él. Probablemente lo estaba desde hacía mucho tiempo.
Su corazón recordó lo que era él, un líder de una banda de forajidos. Él la tenía cautiva, la usaba como su mujer sin consideración a sus deseos. Pero ________ sabía todo eso. Lo sabía desde hacía tiempo y ello no cambiaba las cosas. El corazón nunca era lógico ni sensato.
Él apartó con la mano el cuello de la blusa y sus labios duros buscaron el punto sensible en el hombro de ella. Un estremecimiento delicioso danzó sobre su piel cuando él lo encontró. La lucha interior entre la sensatez y los sentidos terminó. Esta vez ganó el amor cuando _________ arqueó su espalda para darle a él un mejor acceso al área que estaba explorando.
Pronto él la levantó en brazos y la llevó al dormitorio. Esta vez cuando quedó desnuda debajo de él, ________ no se contuvo en nada. En la dulzura de la rendición encontró la plena realización de su amor. Mañana podría reflexionar sobre las consecuencias de su entrega emocional. Esta noche se entregó a los fuegos apasionados del amor. Pero la fría razón llegó con las alas del temor. El último bastión de sus defensas había sido abatido y ________ no fue más dueña de su corazón. Vivía aterrorizada pensando que él descubriría la profundidad de su enamoramiento. No había futuro para su amor, ________ sabía que tenía que huir de Joe mientras tuviera todavía una posibilidad de olvidarlo.
Joe le tocó un brazo y _______ saltó y lo miró con ojos dilatados para ver si él se había dado cuenta de lo que estaba pensando. Una ceja oscura se arqueó burlona ante la forma violenta en que ella se apartó de su contacto.
—Dijiste que querías cabalgar esta tarde. Juan ha traído los caballos —le dijo él en voz seca pero divertida.
—Bien —dijo ella, apretando los labios.
Pero temblaba con violencia, de modo que hundió las manos en los bolsillos de su Levi's para ocultarlas de la mirada alerta de Joe. Caminó cuidadosamente alrededor de él, evitando contactos innecesarios. Vivía con todos sus nervios en continua tensión. Esto no podía durar mucho.
La yegua roana relinchó cuando ________ se le acercó y bajó la cabeza para que le acariciaran el morro aterciopelado. _________ lo hizo y los músculos tensos alrededor de sus labios se relajaron en una sonrisa.
—Hola, Arriba —murmuró y vio que la yegua erguía las orejas al oír su nombre—. ¿Estás lista para una carrera?
Juan se inclinó desde su silla para entregar las riendas a ________. Ella aferró el arzón, puso un pie en el estribo y montó antes que Joe pudiera ofrecerle ayuda. Él tomó de Juan las riendas del bayo y se dispuso a montar.
En ese momento, Joe vio que Laredo se les acercaba y esperó. _______ percibió la urgencia en el andar de Laredo y escuchó con curiosidad el diálogo en español que mantuvieron los dos hombres en voz baja.
Después de un impaciente movimiento de asentimiento, Joe llevó el caballo para atarlo al poste más cercano y miró a ________.
—Tengo algo que debo hacer —le dijo—. Cabalga con Juan. Yo me reuniré más tarde.
—Por supuesto —murmuró _________. La sonrisa que le dirigió a Juan fue trémula. Su estómago se contrajo—. ¿Vamos?
—Sí —dijo él con una ancha sonrisa y volvió su caballo hacia el prado donde pastaban los otros caballos y el pequeño rebaño de vacas.
________ azuzó a Arriba con los talones y la yegua salió disparada. Consciente del par de ojos oscuros que la seguían, mantuvo rígidamente la cabeza mirando al frente y se negó a mirar hacia atrás, aunque sabía que Joe estaba esperando que lo hiciera. Juan mantuvo su caballo a la par.
—La señora está enfadada por algo, ¿verdad? —dijo Juan con voz cargada de amable preocupación y la miró a la cara.
—No. No, claro que no.
________ repitió la segunda negativa con más vigor y volvió a azuzar a la yegua.
Las vacas se apartaban irritadas de su paso. Una ternera levantó las patas traseras y huyó a la carrera con la cola agitándose en el aire. La yegua de largas patas era veloz, aun al trote, era capaz de aventajar a la cabalgadura más corpulenta y pesada de Juan. _______ miró hacia atrás, sabiendo que él pronto pondría su caballo a un galope más vivo si ella se adelantaba demasiado.
En ocasiones anteriores ________ lo hubiera provocado en broma por la lentitud de su caballo. Hoy se limitó a observarlo con una expresión ausente… por lo menos, su expresión fue ausente hasta que vio que el caballo de Juan tropezaba y caía.
Con ojos asombrados vio que Juan se liberaba de los estribos. Inmediatamente, ________ detuvo a su yegua y la hizo volver hasta donde había caído su compañero. Cuando llegó, Juan ya estaba de pie y caminando.
—¿Se encuentra bien, Juan? —preguntó con ansiedad.
—Sí.
La respuesta fue en tono ausente mientras él animaba a su caballo para que se incorporase.
Pateando y agitando nerviosamente las patas, el asustado caballo por fin se levantó. El animal se apoyó con dificultad en sus patas delanteras.
—Está lastimado —dijo ella, pero Juan ya lo había notado y mientras pasaba una mano sobre una pata, trataba de calmar al animal con palabras en español—. ¿Es muy grave ?
—Lo es… —Juan vaciló y arrugó el entrecejo mientras buscaba la palabra en inglés— …una mala torcedura, creo.
_______ suspiró profundamente aliviada.
—Eso no es tan malo —dijo—. Por un momento, temí… —no terminó la frase.
—Tendré que llevarlo al corral, señora —dijo él en tono de disculpa por tener que terminar tan pronto la cabalgata.
—Está bien, Juan. Compren…
No terminó tampoco esta frase.
Su mente se iluminó como en un relámpago. Esta era la oportunidad que estaba esperando, su oportunidad de escapar. El caballo de Juan estaba lisiado. Él no podría detenerla ni salir en su persecución.
Sin darse otra oportunidad para pensarlo, hizo girar a la yegua en un semicírculo y enfiló hacia el empinado sendero que llevaba fuera del cañón. Había lágrimas en sus ojos y ella no tenía idea de la causa.
—¡Señora! —gritó Juan, sorprendido.
________ clavó los talones en los flancos de la yegua pero el animal saltó y piafó, sin saber qué órdenes obedecer.
—¡Señora! ¡No se vaya! ¡No, señora!
A ________ le tembló el mentón cuando miró hacia atrás. Pudo ver la desesperada expresión de temor en la cara de Juan. El hombre corría hacia ella, pero _________ castigó las ancas de la yegua con los extremos de las riendas y el animal salió disparado.
—¡Vuelva!
La voz de Juan ya se perdía en la distancia. La yegua subía la pendiente, lanzando con sus cascos trozos de tierra y roca. _______, una vez cerca de la cima, miró hacia atrás y vio que Juan cruzaba el prado a la carrera para dar la alarma.
En el paso había un sendero rudimentario que atravesaba la montaña densamente arbolada, serpenteante, riéndose a medida que descendía. _________ se agarró al cuello de la yegua para evitar las ramas que trataban de arrancarla de la silla.
Los troncos de los árboles y otros obstáculos obligaban a marchar al trote y la yegua hacía fluidos cambios de dirección con cada curva del camino. Parecía que venían descendiendo desde una eternidad. Cuando llegaron a terreno llano, la yegua siguió trotando, respirando fuerte y dilatando los ollares para beberse el aire.
El impulso de _________ fue fustigar al animal para hacerlo galopar pues sabía que pronto Joe vendría en su persecución. El sentido común le aconsejó lo contrario. Todavía tenía un largo camino que recorrer hasta llegar a alguna forma de civilización. Tenía que conservar las fuerzas de la yegua.
Cuando hizo marchar a Arriba al paso, el andar de la yegua fue elástico y tranquilizador. En el valle de la montaña, ________ dobló hacia el sur, tomando la avenida de menor resistencia. Hacia el este había más montañas que cruzar, lo cual significaba andar con más lentitud y exigir demasiado a la resistencia de la yegua. El valle se extendía hacia el norte, pero hasta donde ________ sabía, la tierra era abrupta y árida y escasamente poblada. El sur era la elección correcta. Había pueblos y ciudades y campamentos madereros y mineros en esa dirección. Además, el suelo del valle era relativamente parejo y permitiría que la roana galopase y usara su velocidad para alejarse de cualquier perseguidor.
________ miró hacia atrás y no vio que nadie viniera siguiéndola. La imagen de Joe relampagueó en los ojos de su mente y su corazón se encogió de tristeza. Meneó la cabeza para borrar esa imagen.
_________ acarició el cuello húmedo de la yegua. Siguieron cabalgando, alternativamente al galope, al trote y al paso. ________ no tenía idea de cuántas millas habían viajado ni del tiempo transcurrido. El sol había iniciado su descenso hacia el oeste. Sólo quedaban unas pocas horas de luz. Entonces, algo alertó a _________. Se volvió y vio media docena de caballos y jinetes que galopaban en ángulo hacia ella. Instantáneamente reconoció a Joe. Por una fracción de segundo, sólo pudo mirar, incapaz de reaccionar.
Las notas consoladoras de la guitarra sonaban suavemente fuera de la ventana, en una serenata a la luz de las estrellas. ________ trataba de ignorar la canción que oía mientras su mente trabajaba frenéticamente como venía haciéndolo estas últimas semanas, planeando y estudiando la forma de encontrar una vía de escape.
No había ninguna esperanza estando Joe aquí. Él la tenía constantemente a su lado, la llevaba a todas partes, la vigilaba cada minuto, como si supiera exactamente qué sucedía en la mente de ella. ________ contaba con que tendría una oportunidad cuando él se marchara para irrumpir en la prisión que había explorado.
Cuando los días se convirtieron en semanas y Joe no dio indicación de prepararse para la incursión, ________ empezó a ponerse ansiosa. Esta noche, durante la comida, por fin había preguntado, con fingida indiferencia, cuándo partiría él.
Tuvo que recurrir hasta sus últimas reservas de compostura para no reaccionar cuando él le dijo, con la misma indiferencia, que no habría incursión. El prisionero había sido juzgado y trasladado a una prisión americana para cumplir su condena.
________ se volvió y todos sus movimientos parecieron bloqueados. No había ninguna salida. Y no había nadie que la ayudase.
La última nota de la guitarra se disolvió en el silencio, llenando la habitación de una preñada quietud. Una fuerza irresistible, impulsó a _______ a mirar por encima de su hombro. Su pulso dio un salto al percibir la ardiente oscuridad en la mirada entornada, vigilante de Joe. Sintió un deseo intenso de ir hacia él, no para implorarle que la dejase en libertad sino para experimentar el fuego quemante de sus abrazos.
Siempre era así. El poder que él tenía sobre su cuerpo era turbador. Cada vez que la poseía, ________ redescubría el puro éxtasis de esa posesión. Joe se había adueñado totalmente de sus sentidos; podía elevarla a cumbres de pasión que ella no había sabido que podían existir.
La guitarra fue dejada a un lado. Con gracia felina, Joe se puso de pie y se acercó donde estaba ________, junto a la ventana. Ella se sintió perdida en los fuegos oscuros de esos ojos. Aunque él no la tocaba, podía sentir la fuerza de su seducción. Dedos fuertes, delgados, se curvaron alrededor de la carne suave de sus brazos. _________ sintió que sus huesos se derretían cuando él la atrajo hacia sí. Su corazón martilleaba locamente contra sus costillas.
Los erráticos latidos se burlaron de sus planes de fuga. Estaba enamorada de él. Probablemente lo estaba desde hacía mucho tiempo.
Su corazón recordó lo que era él, un líder de una banda de forajidos. Él la tenía cautiva, la usaba como su mujer sin consideración a sus deseos. Pero ________ sabía todo eso. Lo sabía desde hacía tiempo y ello no cambiaba las cosas. El corazón nunca era lógico ni sensato.
Él apartó con la mano el cuello de la blusa y sus labios duros buscaron el punto sensible en el hombro de ella. Un estremecimiento delicioso danzó sobre su piel cuando él lo encontró. La lucha interior entre la sensatez y los sentidos terminó. Esta vez ganó el amor cuando _________ arqueó su espalda para darle a él un mejor acceso al área que estaba explorando.
Pronto él la levantó en brazos y la llevó al dormitorio. Esta vez cuando quedó desnuda debajo de él, ________ no se contuvo en nada. En la dulzura de la rendición encontró la plena realización de su amor. Mañana podría reflexionar sobre las consecuencias de su entrega emocional. Esta noche se entregó a los fuegos apasionados del amor. Pero la fría razón llegó con las alas del temor. El último bastión de sus defensas había sido abatido y ________ no fue más dueña de su corazón. Vivía aterrorizada pensando que él descubriría la profundidad de su enamoramiento. No había futuro para su amor, ________ sabía que tenía que huir de Joe mientras tuviera todavía una posibilidad de olvidarlo.
Joe le tocó un brazo y _______ saltó y lo miró con ojos dilatados para ver si él se había dado cuenta de lo que estaba pensando. Una ceja oscura se arqueó burlona ante la forma violenta en que ella se apartó de su contacto.
—Dijiste que querías cabalgar esta tarde. Juan ha traído los caballos —le dijo él en voz seca pero divertida.
—Bien —dijo ella, apretando los labios.
Pero temblaba con violencia, de modo que hundió las manos en los bolsillos de su Levi's para ocultarlas de la mirada alerta de Joe. Caminó cuidadosamente alrededor de él, evitando contactos innecesarios. Vivía con todos sus nervios en continua tensión. Esto no podía durar mucho.
La yegua roana relinchó cuando ________ se le acercó y bajó la cabeza para que le acariciaran el morro aterciopelado. _________ lo hizo y los músculos tensos alrededor de sus labios se relajaron en una sonrisa.
—Hola, Arriba —murmuró y vio que la yegua erguía las orejas al oír su nombre—. ¿Estás lista para una carrera?
Juan se inclinó desde su silla para entregar las riendas a ________. Ella aferró el arzón, puso un pie en el estribo y montó antes que Joe pudiera ofrecerle ayuda. Él tomó de Juan las riendas del bayo y se dispuso a montar.
En ese momento, Joe vio que Laredo se les acercaba y esperó. _______ percibió la urgencia en el andar de Laredo y escuchó con curiosidad el diálogo en español que mantuvieron los dos hombres en voz baja.
Después de un impaciente movimiento de asentimiento, Joe llevó el caballo para atarlo al poste más cercano y miró a ________.
—Tengo algo que debo hacer —le dijo—. Cabalga con Juan. Yo me reuniré más tarde.
—Por supuesto —murmuró _________. La sonrisa que le dirigió a Juan fue trémula. Su estómago se contrajo—. ¿Vamos?
—Sí —dijo él con una ancha sonrisa y volvió su caballo hacia el prado donde pastaban los otros caballos y el pequeño rebaño de vacas.
________ azuzó a Arriba con los talones y la yegua salió disparada. Consciente del par de ojos oscuros que la seguían, mantuvo rígidamente la cabeza mirando al frente y se negó a mirar hacia atrás, aunque sabía que Joe estaba esperando que lo hiciera. Juan mantuvo su caballo a la par.
—La señora está enfadada por algo, ¿verdad? —dijo Juan con voz cargada de amable preocupación y la miró a la cara.
—No. No, claro que no.
________ repitió la segunda negativa con más vigor y volvió a azuzar a la yegua.
Las vacas se apartaban irritadas de su paso. Una ternera levantó las patas traseras y huyó a la carrera con la cola agitándose en el aire. La yegua de largas patas era veloz, aun al trote, era capaz de aventajar a la cabalgadura más corpulenta y pesada de Juan. _______ miró hacia atrás, sabiendo que él pronto pondría su caballo a un galope más vivo si ella se adelantaba demasiado.
En ocasiones anteriores ________ lo hubiera provocado en broma por la lentitud de su caballo. Hoy se limitó a observarlo con una expresión ausente… por lo menos, su expresión fue ausente hasta que vio que el caballo de Juan tropezaba y caía.
Con ojos asombrados vio que Juan se liberaba de los estribos. Inmediatamente, ________ detuvo a su yegua y la hizo volver hasta donde había caído su compañero. Cuando llegó, Juan ya estaba de pie y caminando.
—¿Se encuentra bien, Juan? —preguntó con ansiedad.
—Sí.
La respuesta fue en tono ausente mientras él animaba a su caballo para que se incorporase.
Pateando y agitando nerviosamente las patas, el asustado caballo por fin se levantó. El animal se apoyó con dificultad en sus patas delanteras.
—Está lastimado —dijo ella, pero Juan ya lo había notado y mientras pasaba una mano sobre una pata, trataba de calmar al animal con palabras en español—. ¿Es muy grave ?
—Lo es… —Juan vaciló y arrugó el entrecejo mientras buscaba la palabra en inglés— …una mala torcedura, creo.
_______ suspiró profundamente aliviada.
—Eso no es tan malo —dijo—. Por un momento, temí… —no terminó la frase.
—Tendré que llevarlo al corral, señora —dijo él en tono de disculpa por tener que terminar tan pronto la cabalgata.
—Está bien, Juan. Compren…
No terminó tampoco esta frase.
Su mente se iluminó como en un relámpago. Esta era la oportunidad que estaba esperando, su oportunidad de escapar. El caballo de Juan estaba lisiado. Él no podría detenerla ni salir en su persecución.
Sin darse otra oportunidad para pensarlo, hizo girar a la yegua en un semicírculo y enfiló hacia el empinado sendero que llevaba fuera del cañón. Había lágrimas en sus ojos y ella no tenía idea de la causa.
—¡Señora! —gritó Juan, sorprendido.
________ clavó los talones en los flancos de la yegua pero el animal saltó y piafó, sin saber qué órdenes obedecer.
—¡Señora! ¡No se vaya! ¡No, señora!
A ________ le tembló el mentón cuando miró hacia atrás. Pudo ver la desesperada expresión de temor en la cara de Juan. El hombre corría hacia ella, pero _________ castigó las ancas de la yegua con los extremos de las riendas y el animal salió disparado.
—¡Vuelva!
La voz de Juan ya se perdía en la distancia. La yegua subía la pendiente, lanzando con sus cascos trozos de tierra y roca. _______, una vez cerca de la cima, miró hacia atrás y vio que Juan cruzaba el prado a la carrera para dar la alarma.
En el paso había un sendero rudimentario que atravesaba la montaña densamente arbolada, serpenteante, riéndose a medida que descendía. _________ se agarró al cuello de la yegua para evitar las ramas que trataban de arrancarla de la silla.
Los troncos de los árboles y otros obstáculos obligaban a marchar al trote y la yegua hacía fluidos cambios de dirección con cada curva del camino. Parecía que venían descendiendo desde una eternidad. Cuando llegaron a terreno llano, la yegua siguió trotando, respirando fuerte y dilatando los ollares para beberse el aire.
El impulso de _________ fue fustigar al animal para hacerlo galopar pues sabía que pronto Joe vendría en su persecución. El sentido común le aconsejó lo contrario. Todavía tenía un largo camino que recorrer hasta llegar a alguna forma de civilización. Tenía que conservar las fuerzas de la yegua.
Cuando hizo marchar a Arriba al paso, el andar de la yegua fue elástico y tranquilizador. En el valle de la montaña, ________ dobló hacia el sur, tomando la avenida de menor resistencia. Hacia el este había más montañas que cruzar, lo cual significaba andar con más lentitud y exigir demasiado a la resistencia de la yegua. El valle se extendía hacia el norte, pero hasta donde ________ sabía, la tierra era abrupta y árida y escasamente poblada. El sur era la elección correcta. Había pueblos y ciudades y campamentos madereros y mineros en esa dirección. Además, el suelo del valle era relativamente parejo y permitiría que la roana galopase y usara su velocidad para alejarse de cualquier perseguidor.
________ miró hacia atrás y no vio que nadie viniera siguiéndola. La imagen de Joe relampagueó en los ojos de su mente y su corazón se encogió de tristeza. Meneó la cabeza para borrar esa imagen.
_________ acarició el cuello húmedo de la yegua. Siguieron cabalgando, alternativamente al galope, al trote y al paso. ________ no tenía idea de cuántas millas habían viajado ni del tiempo transcurrido. El sol había iniciado su descenso hacia el oeste. Sólo quedaban unas pocas horas de luz. Entonces, algo alertó a _________. Se volvió y vio media docena de caballos y jinetes que galopaban en ángulo hacia ella. Instantáneamente reconoció a Joe. Por una fracción de segundo, sólo pudo mirar, incapaz de reaccionar.
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Florencia... te voy a matar! Como la dejas ahiiiiiiiiiii????
SIGUELA POR LA GLORIA DE JOSEPH! Esta noche te quedas sin Chou! Hoy melo disfruto yo!!!
SIGUELA POR LA GLORIA DE JOSEPH! Esta noche te quedas sin Chou! Hoy melo disfruto yo!!!
ForJoeJonas
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Es que es tonta? Siguela por mi q estoy enferma y es mi unica distraccion u.u
Creadora
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
De verdad... Que carajos pasa por mi mente?!?
Joe va a odiarme :( :(
SIGUELAAAA
Joe va a odiarme :( :(
SIGUELAAAA
Dayi_JonasLove!*
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