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~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Joe le rodeó el cuello con una mano y la obligó a levantar el mentón. ________ quedó rígida cuando él la besó en la boca con calidez y firmeza. Trató de retroceder, pero la presión sobre su cuello aumentó y la sujetó. Él la obligó a soportar el beso hasta que él mismo decidiera ponerle fin.
Cuando terminó, la empujó con rudeza. ________ se tambaleó hacia atrás ante el inesperado rechazo y cayó pesadamente sobre el catre. Con su actitud, él indicó que podía someterla si así lo quería, pero que no la deseaba y que los temores de ella eran infundados. Sin una palabra, se volvió y salió de la habitación.
Estremecida por la frialdad de él, ________ se tendió en el catre y se acurrucó como una pelota. Le ardían los ojos pero ninguna lágrima asomó entre sus pestañas. El sueño demoró mucho en llegar.
Continuación...
Durante dos largos días ________ se mantuvo sola, retirándose a su habitación cuando Joe estaba en la casa. Su sangre se acercaba al punto de ebullición cada vez que lo veía y lo odiaba con una intensidad que la dejaba temblando.
Sin embargo, ________ era impotente, era prisionera de él y vulnerable a sus castigos si llegaba a provocarlo. No había nadie que intercediera por ella. Estaba sola, sola con sus propios instintos de supervivencia para que la guiaran.
Hacia las primeras horas de la tarde del tercer día, los lentos minutos y la habitación que parecía volverse cada vez más pequeña, destrozaban los nervios de _______. Sintió que se volvería loca si tenía que pasar una hora más dentro de la casa.
Caminando con pasos largos y agitados, llegó a la puerta y la abrió. Inmediatamente, el guardia se volvió con el rifle atravesado delante de su pecho, para impedirle el paso. ________ se detuvo y levantó la cabeza, como una cierva que olfateaba el peligro.
El guardia sonrió y mostró unos dientes quebrados y amarillentos. Era Juan, el hombre que había asesinado a Brad y que había tratado de violarla. Oleadas de repulsión cayeron sobre ella cuando esos ojos oscuros y lascivos la recorrieron de pies a cabeza. Él pareció despojarla de toda la ropa mientras la carne de ella se estremecía violentamente bajo el contacto casi físico de esa mirada.
—¿Baño, señora? —preguntó el mexicano, con un fulgor lascivo en la mirada.
_______ trató de tragar el nudo que le cerraba la garganta y meneó la cabeza. El movimiento negativo hizo que su melena leonada cayera alrededor de sus hombros y las hebras más claras capturaron la luz del sol.
Él movió el rifle que tenía en las manos y apuntó el cañón a _______. La boca del arma se apoyó en la delantera anudada de la blusa, empujando a la joven hacia el interior de la casa.
Ella retrocedió un paso y la mirada de Juan se clavó en los pechos de _______ que subían y bajaban agitadamente. ________ sintió pánico pero trató de no demostrar su miedo.
La atención de Juan fue desviada por un sonido a sus espaldas. Miró hacia atrás, la sonrisa lasciva desapareció. La visión de _______ estaba bloqueada por el marco de la puerta, lo cual le impedía ver qué o quién hacía que las toscas facciones del hombre se cubrieran con una máscara obediente y sumisa.
El sonido autoritario de una voz familiar en español le dio la respuesta. Juan respondió y su mirada volvió a _______. La intensa luz de esos ojos dorados pareció prometer que volverían a encontrarse, a solas, sin interrupciones.
_______ se puso pálida ante la silenciosa, ominosa amenaza. Joe apareció ante la vista de ella, con Laredo a su lado. Juan se apartó de la puerta y bajó la boca de su arma hacia el suelo. Brevemente inmovilizada por la mirada de Joe, _______ entró tiesamente a la casa, con los hombros temblorosos por su encuentro con el asesino de Brad.
—¿Qué estaba haciendo usted? —preguntó Laredo.
¿Qué le diría? ¿Qué había sentido deseos de tomar un poco de aire fresco pero que el animal del guardia se lo impidió? ¿Debía decirle que Juan estuvo a punto de obligarla a entrar en la casa y atacarla? No le creerían. Juan era uno de ellos. Aceptarían la palabra de él antes que la de ella. _______ adivinó que se había dado orden de que nadie la tocara, de modo que Juan jamás admitiría que planeaba hacerle daño en alguna forma y diría solamente que se limitó a impedirle que abandonara la casa.
—¡Estoy volviéndome loca encerrada en esta casa! —gritó ________—. ¡Quise tomar un poco de aire fresco, pero el perro que han puesto de guardia en la puerta no me dejó salir!
—Es mejor que se quede adentro —dijo Laredo.
—¿Por cuánto tiempo? —Su voz sonó aguda, a punto de quebrarse, próxima a la histeria—. ¡No pueden esperar que me quede dentro de este agujero miserable para siempre! ¡Ya estoy a punto de treparme por las paredes!
Joe hizo un comentario en español, atrayendo la mirada de Laredo. Entre los dos pasó un mensaje silencioso antes que Laredo volviese a mirar a ________.
—La llevaré a dar un paseo —anunció.
—Gracias —respondió ________, sin entusiasmo y con amargura.
Laredo se hizo a un lado y no respondió al sarcasmo. El bulto bajo y rechoncho de Juan aguardaba afuera. Se apartó del poste del porche para impedirle otra vez el paso, pero una breve orden de Laredo bastó para que el guardia se hiciese a un lado.
________ bajó la cabeza y dejó que su pelo ocultase su cara a los ojos del mexicano, pero sintió que él seguía observándola en silencio amenazador.
~~~
Laredo la tomó de un codo y la guió lejos de la dispersa colección de construcciones de adobe, hacia el lado del cañón sombreado por los árboles. Nuevamente, la aislaban de los otros habitantes del cañón.
________ oyó a sus espaldas unos niños que jugaban. Los pájaros cantaban alegres entre las ramas y arbustos y algunos caballos y cabezas de ganado pastaban tranquilos en el prado soleado, espantando las moscas con sus colas. Todo parecía muy incongruente, considerando su situación personal.
Laredo le soltó el brazo para dejarla caminar con libertad. _______ cruzó los brazos en nervioso gesto de inquietud. Miró directamente hacia adelante, con los ojos agrandados y un brillo de aprensión en sus profundidades.
—Hábleme, Laredo —dijo en tono de urgencia—. Dígame quién es usted y cómo llegó aquí. Dígame mentiras… no me importa. Hábleme a fin de que yo no pueda pensar.
Él se detuvo, la estudió un momento en silencio y reinició la caminata.
—¿Por dónde le gustaría que empezara? —preguntó.
—No me importa. —_______ se encogió de hombros con indiferencia y suspiró entrecortadamente—. ¿Cómo llegó hasta aquí… para unirse a esta banda de renegados o lo que sean?
—Yo estaba contrabandeando marihuana en la frontera. El hombre con quien trataba quiso alterar los términos convenidos, aumentar el precio de lo que yo quería. Luchamos. Él sacó un cuchillo y yo se lo quité y le maté. Desafortunadamente, la policía mexicana llegó antes de que yo pudiera huir.
Su voz sonó neutra, sin emoción. Fue una declaración desnuda de los hechos, nada más.
—Suena como defensa propia —murmuró ________ para seguir la conversación—, o como máximo homicidio involuntario. ¿De qué lo acusaron?
—Nunca fui juzgado.
—¿Qué?
La boca de él se torció en un amago de sonrisa.
—El sistema judicial de Mexico no es como el de Estados Unidos. Es el antiguo Código De Napoleón, bajo el cual uno es culpable a menos que pruebe lo contrario. A uno lo encarcelan hasta que lo llevan a juicio y eso puede demorar mucho tiempo. Así se mantienen las calles libres de delincuentes.
—Es por eso entonces, que usted está aquí, oculto en las montañas, porque la policía lo busca —concluyó ________. Le repugnaba el hecho de que él hubiera matado a un hombre, no importaba como había sido—. ¿Cómo escapó?
Él se detuvo para encender un cigarrillo y ofreció uno a _______. Ella lo aceptó, con la esperanza de que la nicotina del tabaco calmaría algo sus nervios tensos. Él exhaló una delgada nube de humo, la miró enroscarse y disiparse en el aire despejado.
—Hubo una incursión, un asalto bien organizado a la cárcel donde me tenían encerrado. Sucedió todo tan rápidamente que no supe bien lo que pasaba —recordó él con aire ausente—. Se abrían las puertas de las celdas. Todos corrían en todas direcciones, tratando de escapar. Pero yo vi a ese atacante mexicano, frío y controlado. Tenía consigo a otros tres prisioneros americanos y parecía que los guiaba para salir de la confusión. Deduje que sabía lo que hacía y a donde iba… a diferencia de mí… de modo que lo seguí.
—Joe —dijo _______, identificando al líder.
—Sí. —Laredo asintió con la cabeza y estudió la punta de su cigarrillo—. Alguien del exterior lo había contratado para que sacara de la cárcel a los tres presos americanos y los hiciera cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Yo los seguí, eso fue todo.
—¿Pero por qué no regresó con los otros a Estados Unidos? —preguntó ella, arrugando el entrecejo—. ¿Por qué se quedó aquí con él?
—Los otros enfrentaban acusaciones menores sobre tráfico de drogas. Mi delito era homicidio —le recordó él—. Me hubieran extraditado a México para llevarme a juicio. Además, maté a un guardia durante la fuga, así que aun en el caso de que me hubiera podido librar de la otra acusación, ellos me habrían condenado por la segunda. El gobierno americano habría hecho la vista gorda si yo hubiese cometido un delito menor, pero por el bien de las relaciones internacionales, a un asesino lo hubieran entregado. Mi familia habría sido notificada. Habrían aparecido titulares en el periódico local. Ahora ellos no saben dónde estoy ni si me encuentro con vida. Es mejor si me quedo de este lado de la frontera.
—¿Pero su familia no fue notificada cuando lo arrestaron la primera vez? —preguntó ________.
—Fui encarcelado bajo un nombre falso con un pasaporte falso. —Laredo aspiró profundamente de su cigarrillo y meneó la cabeza, soltando una nube de humo—. La policía mexicana descubrió quién era yo en realidad, pero el nombre ficticio todavía sigue en la lista del cónsul americano. De modo que mi familia no lo sabe.
—¿Cómo puede estar seguro?
—Hay formas —repuso él, reiterando la frase misteriosa que sugería conexiones.
_______ empezó otra vez a caminar, acercándose distraídamente a los caballos que pastaban.
—¿Cuánto tiempo lleva con Joe?
—Cerca de tres años.
—Él parece pasar gran parte de su tiempo con usted, más que con los otros —comentó ella.
—Supongo que podría decirse que me he convertido en su mano izquierda —dijo Laredo, sonriendo perezosamente.
—¿Su mano izquierda? —________ lo miró con curiosidad—. ¿Quién es su mano derecha?
—Nadie. Él no confía en nadie para hacerlo su mano derecha.
Laredo se detuvo para apagar la colilla d su cigarrillo con el tacón de su bota.
Un frío helado corrió por la espalda de _______. Arrojó su cigarrillo a medio fumar entre la larga hilera de hierba que crecía bajo sus pies.
—¿Qué va a suceder conmigo, Laredo?
—No sé qué quiere decir.
Ella levantó la cabeza y lo miró con recelo.
—¿Ya se han comunicado con mis padres?
Una máscara apareció ante las facciones del muchacho, volviéndolas duras e inescrutables.
—No puedo responder a eso, señora Townsend —replicó Laredo con sequedad.
—¡Por Dios, llámeme _______! —exclamó ella, presa de súbita agitación—. ¡No quiero que me recuerden a Brad!
—No fue mi intención, _______.
Laredo se relajó ligeramente.
—Cuando haya sido entregado el dinero, ¿me dejarán en libertad? —preguntó ella, aprovechando rápidamente el asomo de compasión que percibió en el tono de él.
—No veo por qué no la dejarían en libertad, una vez que el dinero haya sido pagado.
Se encogió de hombros y empezó a caminar.
Difícilmente era una respuesta satisfactoria y _______ suspiró desanimada. De muy lejos llegó un gemido solitario. Se detuvo y prestó atención. Volvió a escuchar el sonido.
—¿Qué fue eso? —preguntó en un murmullo.
Laredo miró hacia el sur.
—Un tren… el ferrocarril Chihuahua-Pacífico, que corre desde el lado mexicano de Presidio, Texas, cruza las sierras y el Cañón del Cobre y llega a la costa del Pacífico. Cuando el viento sopla en la dirección adecuada, es posible oír el silbato que resuena entre las montañas.
—¿Está muy lejos? —preguntó ella, y en su voz asomó una nota de ansiedad.
—En línea recta no lo sé, quizá no muy lejos; pero más de ciento cincuenta kilómetros de terreno escabroso si trata de llegar a pie. No lo logrará, ________ —concluyó él con sequedad.
Ella apretó la boca. Se negó a admitir que le había pasado por la mente la idea de intentarlo, si le daban oportunidad de escapar. Laredo se detuvo.
—Cambiemos de tema —sugirió el joven, en un intento de despejar la atmósfera cargada—. Dígame, ¿en su casa hay otras como usted?
—Soy hija única —repuso _______—, lo cual es bueno para ustedes, pues mis padres pagarán cualquier cosa por tenerme de vuelta sana y salva.
Laredo dejó pasar el sarcasmo.
—Yo tengo un hermano menor. Es un atleta natural… baloncesto, carreras pedestres… En su primer año del colegio secundario fue zaguero en el equipo de fútbol. Su entrenador pensaba que tenía una beca casi asegurada para cuando se graduara. —Laredo se puso pensativo—. Me pregunto si la habrá conseguido.
—Echa de menos a su familia, ¿verdad? —dijo _______ suavemente, sintiéndose de pronto más cerca de él.
Por un momento sintió como si él empezara a retraerse, a prepararse a negar las palabras de ella. Después, Laredo sonrió y en sus ojos azules bailó una chispa de picardía.
—¿Sabe lo que echo de menos? —Parecía estar riéndose interiormente de sí mismo—. Un gran mantecado caliente con montones de crema batida, nueces y una cereza arriba de todo. Sueño con eso todas las noches. A veces lo ansío tanto que creo que enloqueceré si no lo tengo.
—Usted es un goloso perdido —dijo _______ con una sonrisa.
—Sí —admitió Laredo y le sostuvo la mirada—. He empeorado desde que usted llegó aquí—. Como si súbitamente se hubiera dado cuenta de lo que había dicho, se volvió y se separó unos pasos de ella. Ahora estaba caminando entre los caballos y Laredo pasó una mano por el anca de un alazán—. ¿De modo que es hija única?
_______ vaciló y después de un momento lo dejó que cambiara de tema.
—Así es. Malcriada y consentida, una de esas muchachitas ricas, como solía decir Brad.
El nombre de su esposo salió de sus labios antes de que ella pudiera retenerlo.
—En sentido afectuoso, por supuesto —sonrió Laredo.
—No. —_______ bajó la vista y vio el brillo de su sortija de casamiento—. Lo decía con envidia, creo.
—¿Eso es parte de la razón por la cual usted no lamenta exactamente su muerte? —dijo Laredo, y la observó de perfil.
—En realidad, Brad estaba más interesado en el dinero que en mí. Disfrutaba la sensación de poder que le daba el dinero —respondió ______ secamente.
—¿Por qué me cuenta eso?
Cuando _______ levantó los ojos, él estaba observándola con un asomo de escepticismo en la mirada. La brisa le agitó la melena y ella se apartó el pelo de la cara.
—No lo sé. Quizá porque usted me habló de su familia. O quizá porque tenía que admitirlo en voz alta y escuchar mis propias palabras —respondió lentamente—. Quizá quiero que usted sea mi amigo.
—¿Por qué? —insistió Laredo.
—Porque yo le recuerdo los mantecados calientes, supongo. —Trató de bromear para sacarlo de esa actitud inquisitiva—. ¿Tiene alguna importancia?
—Podría tenerla. —La miró intensamente—. Usted podría querer seducirme a fin de poder manejarme.
—¿Podría hacerlo? —_______ ladeó la cabeza, deliberadamente provocativa.
Laredo crispó una ceja en un gesto levemente burlón antes de desviar la vista.
—Usted tiene la munición en los lugares adecuados —dijo.
Debajo del tono seco de él, _______ percibió una renuente aceptación. No le sorprendió que él le encontrara atractiva.
Pero fue algo que él sólo sugirió lo que interesó a _______. Aunque Laredo había tratado de cortar los vínculos con su familia y su país, no había logrado anularlos a todos. Y ________ representaba un eslabón que lo unía a su tierra, sin que importara que Laredo insistiera en que ahora él pertenecía aquí.
¿Cómo podría ella fortalecer ese eslabón y persuadirlo de que transfiriese sus lealtades de la banda a ella? La respuesta, probablemente, era valerse del sexo, pero la rechazó con violencia.
El paseo los había llevado al extremo más alejado del prado. Un movimiento a la izquierda llamó la atención de ________. Un muchachito estaba poniéndose rápidamente de pie, una mata de pelo negro le caía sobre los ojos oscuros. El poncho de color castaño que llevaba parecía ahogarlo, lo mismo que los flojos pantalones marrones.
Vacilando, el niño inclinó la cabeza en un saludo tímido.
—Buenas tardes, señora, señor.
—Buenas tardes. —_______ repitió la frase con una sonrisa levemente curiosa.
Laredo también saludó.
—Hemos llegado bastante lejos —dijo, cambiando de dirección para volver sobre sus pasos—. Será mejor que regresemos.
—¿Hay muchos niños aquí? Los he oído jugando afuera.
Miró hacia el grupo de casas de adobe y vio movimiento, pero no alcanzó a distinguir las figuras a esa distancia.
—Más o menos una docena, supongo, contando los niños indios —dijo él y se encogió de hombros.
—¿Indios? —preguntó _______ y frunció el entrecejo.
—Cuando vinimos, había viviendo aquí un par de familias de indios tarahumara —explicó él—. No se mezclan mucho con los extraños.
_______ no intentó seguir la conversación durante el camino de regreso. Él le había dicho todo lo que estaba dispuesto a decirle. Pensó que debía felicitarse a sí misma por haber logrado que Laredo se abriera tanto a ella, aunque la información obtenida ciertamente no la beneficiaba.
Cuando terminó, la empujó con rudeza. ________ se tambaleó hacia atrás ante el inesperado rechazo y cayó pesadamente sobre el catre. Con su actitud, él indicó que podía someterla si así lo quería, pero que no la deseaba y que los temores de ella eran infundados. Sin una palabra, se volvió y salió de la habitación.
Estremecida por la frialdad de él, ________ se tendió en el catre y se acurrucó como una pelota. Le ardían los ojos pero ninguna lágrima asomó entre sus pestañas. El sueño demoró mucho en llegar.
Continuación...
Durante dos largos días ________ se mantuvo sola, retirándose a su habitación cuando Joe estaba en la casa. Su sangre se acercaba al punto de ebullición cada vez que lo veía y lo odiaba con una intensidad que la dejaba temblando.
Sin embargo, ________ era impotente, era prisionera de él y vulnerable a sus castigos si llegaba a provocarlo. No había nadie que intercediera por ella. Estaba sola, sola con sus propios instintos de supervivencia para que la guiaran.
Hacia las primeras horas de la tarde del tercer día, los lentos minutos y la habitación que parecía volverse cada vez más pequeña, destrozaban los nervios de _______. Sintió que se volvería loca si tenía que pasar una hora más dentro de la casa.
Caminando con pasos largos y agitados, llegó a la puerta y la abrió. Inmediatamente, el guardia se volvió con el rifle atravesado delante de su pecho, para impedirle el paso. ________ se detuvo y levantó la cabeza, como una cierva que olfateaba el peligro.
El guardia sonrió y mostró unos dientes quebrados y amarillentos. Era Juan, el hombre que había asesinado a Brad y que había tratado de violarla. Oleadas de repulsión cayeron sobre ella cuando esos ojos oscuros y lascivos la recorrieron de pies a cabeza. Él pareció despojarla de toda la ropa mientras la carne de ella se estremecía violentamente bajo el contacto casi físico de esa mirada.
—¿Baño, señora? —preguntó el mexicano, con un fulgor lascivo en la mirada.
_______ trató de tragar el nudo que le cerraba la garganta y meneó la cabeza. El movimiento negativo hizo que su melena leonada cayera alrededor de sus hombros y las hebras más claras capturaron la luz del sol.
Él movió el rifle que tenía en las manos y apuntó el cañón a _______. La boca del arma se apoyó en la delantera anudada de la blusa, empujando a la joven hacia el interior de la casa.
Ella retrocedió un paso y la mirada de Juan se clavó en los pechos de _______ que subían y bajaban agitadamente. ________ sintió pánico pero trató de no demostrar su miedo.
La atención de Juan fue desviada por un sonido a sus espaldas. Miró hacia atrás, la sonrisa lasciva desapareció. La visión de _______ estaba bloqueada por el marco de la puerta, lo cual le impedía ver qué o quién hacía que las toscas facciones del hombre se cubrieran con una máscara obediente y sumisa.
El sonido autoritario de una voz familiar en español le dio la respuesta. Juan respondió y su mirada volvió a _______. La intensa luz de esos ojos dorados pareció prometer que volverían a encontrarse, a solas, sin interrupciones.
_______ se puso pálida ante la silenciosa, ominosa amenaza. Joe apareció ante la vista de ella, con Laredo a su lado. Juan se apartó de la puerta y bajó la boca de su arma hacia el suelo. Brevemente inmovilizada por la mirada de Joe, _______ entró tiesamente a la casa, con los hombros temblorosos por su encuentro con el asesino de Brad.
—¿Qué estaba haciendo usted? —preguntó Laredo.
¿Qué le diría? ¿Qué había sentido deseos de tomar un poco de aire fresco pero que el animal del guardia se lo impidió? ¿Debía decirle que Juan estuvo a punto de obligarla a entrar en la casa y atacarla? No le creerían. Juan era uno de ellos. Aceptarían la palabra de él antes que la de ella. _______ adivinó que se había dado orden de que nadie la tocara, de modo que Juan jamás admitiría que planeaba hacerle daño en alguna forma y diría solamente que se limitó a impedirle que abandonara la casa.
—¡Estoy volviéndome loca encerrada en esta casa! —gritó ________—. ¡Quise tomar un poco de aire fresco, pero el perro que han puesto de guardia en la puerta no me dejó salir!
—Es mejor que se quede adentro —dijo Laredo.
—¿Por cuánto tiempo? —Su voz sonó aguda, a punto de quebrarse, próxima a la histeria—. ¡No pueden esperar que me quede dentro de este agujero miserable para siempre! ¡Ya estoy a punto de treparme por las paredes!
Joe hizo un comentario en español, atrayendo la mirada de Laredo. Entre los dos pasó un mensaje silencioso antes que Laredo volviese a mirar a ________.
—La llevaré a dar un paseo —anunció.
—Gracias —respondió ________, sin entusiasmo y con amargura.
Laredo se hizo a un lado y no respondió al sarcasmo. El bulto bajo y rechoncho de Juan aguardaba afuera. Se apartó del poste del porche para impedirle otra vez el paso, pero una breve orden de Laredo bastó para que el guardia se hiciese a un lado.
________ bajó la cabeza y dejó que su pelo ocultase su cara a los ojos del mexicano, pero sintió que él seguía observándola en silencio amenazador.
~~~
Laredo la tomó de un codo y la guió lejos de la dispersa colección de construcciones de adobe, hacia el lado del cañón sombreado por los árboles. Nuevamente, la aislaban de los otros habitantes del cañón.
________ oyó a sus espaldas unos niños que jugaban. Los pájaros cantaban alegres entre las ramas y arbustos y algunos caballos y cabezas de ganado pastaban tranquilos en el prado soleado, espantando las moscas con sus colas. Todo parecía muy incongruente, considerando su situación personal.
Laredo le soltó el brazo para dejarla caminar con libertad. _______ cruzó los brazos en nervioso gesto de inquietud. Miró directamente hacia adelante, con los ojos agrandados y un brillo de aprensión en sus profundidades.
—Hábleme, Laredo —dijo en tono de urgencia—. Dígame quién es usted y cómo llegó aquí. Dígame mentiras… no me importa. Hábleme a fin de que yo no pueda pensar.
Él se detuvo, la estudió un momento en silencio y reinició la caminata.
—¿Por dónde le gustaría que empezara? —preguntó.
—No me importa. —_______ se encogió de hombros con indiferencia y suspiró entrecortadamente—. ¿Cómo llegó hasta aquí… para unirse a esta banda de renegados o lo que sean?
—Yo estaba contrabandeando marihuana en la frontera. El hombre con quien trataba quiso alterar los términos convenidos, aumentar el precio de lo que yo quería. Luchamos. Él sacó un cuchillo y yo se lo quité y le maté. Desafortunadamente, la policía mexicana llegó antes de que yo pudiera huir.
Su voz sonó neutra, sin emoción. Fue una declaración desnuda de los hechos, nada más.
—Suena como defensa propia —murmuró ________ para seguir la conversación—, o como máximo homicidio involuntario. ¿De qué lo acusaron?
—Nunca fui juzgado.
—¿Qué?
La boca de él se torció en un amago de sonrisa.
—El sistema judicial de Mexico no es como el de Estados Unidos. Es el antiguo Código De Napoleón, bajo el cual uno es culpable a menos que pruebe lo contrario. A uno lo encarcelan hasta que lo llevan a juicio y eso puede demorar mucho tiempo. Así se mantienen las calles libres de delincuentes.
—Es por eso entonces, que usted está aquí, oculto en las montañas, porque la policía lo busca —concluyó ________. Le repugnaba el hecho de que él hubiera matado a un hombre, no importaba como había sido—. ¿Cómo escapó?
Él se detuvo para encender un cigarrillo y ofreció uno a _______. Ella lo aceptó, con la esperanza de que la nicotina del tabaco calmaría algo sus nervios tensos. Él exhaló una delgada nube de humo, la miró enroscarse y disiparse en el aire despejado.
—Hubo una incursión, un asalto bien organizado a la cárcel donde me tenían encerrado. Sucedió todo tan rápidamente que no supe bien lo que pasaba —recordó él con aire ausente—. Se abrían las puertas de las celdas. Todos corrían en todas direcciones, tratando de escapar. Pero yo vi a ese atacante mexicano, frío y controlado. Tenía consigo a otros tres prisioneros americanos y parecía que los guiaba para salir de la confusión. Deduje que sabía lo que hacía y a donde iba… a diferencia de mí… de modo que lo seguí.
—Joe —dijo _______, identificando al líder.
—Sí. —Laredo asintió con la cabeza y estudió la punta de su cigarrillo—. Alguien del exterior lo había contratado para que sacara de la cárcel a los tres presos americanos y los hiciera cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Yo los seguí, eso fue todo.
—¿Pero por qué no regresó con los otros a Estados Unidos? —preguntó ella, arrugando el entrecejo—. ¿Por qué se quedó aquí con él?
—Los otros enfrentaban acusaciones menores sobre tráfico de drogas. Mi delito era homicidio —le recordó él—. Me hubieran extraditado a México para llevarme a juicio. Además, maté a un guardia durante la fuga, así que aun en el caso de que me hubiera podido librar de la otra acusación, ellos me habrían condenado por la segunda. El gobierno americano habría hecho la vista gorda si yo hubiese cometido un delito menor, pero por el bien de las relaciones internacionales, a un asesino lo hubieran entregado. Mi familia habría sido notificada. Habrían aparecido titulares en el periódico local. Ahora ellos no saben dónde estoy ni si me encuentro con vida. Es mejor si me quedo de este lado de la frontera.
—¿Pero su familia no fue notificada cuando lo arrestaron la primera vez? —preguntó ________.
—Fui encarcelado bajo un nombre falso con un pasaporte falso. —Laredo aspiró profundamente de su cigarrillo y meneó la cabeza, soltando una nube de humo—. La policía mexicana descubrió quién era yo en realidad, pero el nombre ficticio todavía sigue en la lista del cónsul americano. De modo que mi familia no lo sabe.
—¿Cómo puede estar seguro?
—Hay formas —repuso él, reiterando la frase misteriosa que sugería conexiones.
_______ empezó otra vez a caminar, acercándose distraídamente a los caballos que pastaban.
—¿Cuánto tiempo lleva con Joe?
—Cerca de tres años.
—Él parece pasar gran parte de su tiempo con usted, más que con los otros —comentó ella.
—Supongo que podría decirse que me he convertido en su mano izquierda —dijo Laredo, sonriendo perezosamente.
—¿Su mano izquierda? —________ lo miró con curiosidad—. ¿Quién es su mano derecha?
—Nadie. Él no confía en nadie para hacerlo su mano derecha.
Laredo se detuvo para apagar la colilla d su cigarrillo con el tacón de su bota.
Un frío helado corrió por la espalda de _______. Arrojó su cigarrillo a medio fumar entre la larga hilera de hierba que crecía bajo sus pies.
—¿Qué va a suceder conmigo, Laredo?
—No sé qué quiere decir.
Ella levantó la cabeza y lo miró con recelo.
—¿Ya se han comunicado con mis padres?
Una máscara apareció ante las facciones del muchacho, volviéndolas duras e inescrutables.
—No puedo responder a eso, señora Townsend —replicó Laredo con sequedad.
—¡Por Dios, llámeme _______! —exclamó ella, presa de súbita agitación—. ¡No quiero que me recuerden a Brad!
—No fue mi intención, _______.
Laredo se relajó ligeramente.
—Cuando haya sido entregado el dinero, ¿me dejarán en libertad? —preguntó ella, aprovechando rápidamente el asomo de compasión que percibió en el tono de él.
—No veo por qué no la dejarían en libertad, una vez que el dinero haya sido pagado.
Se encogió de hombros y empezó a caminar.
Difícilmente era una respuesta satisfactoria y _______ suspiró desanimada. De muy lejos llegó un gemido solitario. Se detuvo y prestó atención. Volvió a escuchar el sonido.
—¿Qué fue eso? —preguntó en un murmullo.
Laredo miró hacia el sur.
—Un tren… el ferrocarril Chihuahua-Pacífico, que corre desde el lado mexicano de Presidio, Texas, cruza las sierras y el Cañón del Cobre y llega a la costa del Pacífico. Cuando el viento sopla en la dirección adecuada, es posible oír el silbato que resuena entre las montañas.
—¿Está muy lejos? —preguntó ella, y en su voz asomó una nota de ansiedad.
—En línea recta no lo sé, quizá no muy lejos; pero más de ciento cincuenta kilómetros de terreno escabroso si trata de llegar a pie. No lo logrará, ________ —concluyó él con sequedad.
Ella apretó la boca. Se negó a admitir que le había pasado por la mente la idea de intentarlo, si le daban oportunidad de escapar. Laredo se detuvo.
—Cambiemos de tema —sugirió el joven, en un intento de despejar la atmósfera cargada—. Dígame, ¿en su casa hay otras como usted?
—Soy hija única —repuso _______—, lo cual es bueno para ustedes, pues mis padres pagarán cualquier cosa por tenerme de vuelta sana y salva.
Laredo dejó pasar el sarcasmo.
—Yo tengo un hermano menor. Es un atleta natural… baloncesto, carreras pedestres… En su primer año del colegio secundario fue zaguero en el equipo de fútbol. Su entrenador pensaba que tenía una beca casi asegurada para cuando se graduara. —Laredo se puso pensativo—. Me pregunto si la habrá conseguido.
—Echa de menos a su familia, ¿verdad? —dijo _______ suavemente, sintiéndose de pronto más cerca de él.
Por un momento sintió como si él empezara a retraerse, a prepararse a negar las palabras de ella. Después, Laredo sonrió y en sus ojos azules bailó una chispa de picardía.
—¿Sabe lo que echo de menos? —Parecía estar riéndose interiormente de sí mismo—. Un gran mantecado caliente con montones de crema batida, nueces y una cereza arriba de todo. Sueño con eso todas las noches. A veces lo ansío tanto que creo que enloqueceré si no lo tengo.
—Usted es un goloso perdido —dijo _______ con una sonrisa.
—Sí —admitió Laredo y le sostuvo la mirada—. He empeorado desde que usted llegó aquí—. Como si súbitamente se hubiera dado cuenta de lo que había dicho, se volvió y se separó unos pasos de ella. Ahora estaba caminando entre los caballos y Laredo pasó una mano por el anca de un alazán—. ¿De modo que es hija única?
_______ vaciló y después de un momento lo dejó que cambiara de tema.
—Así es. Malcriada y consentida, una de esas muchachitas ricas, como solía decir Brad.
El nombre de su esposo salió de sus labios antes de que ella pudiera retenerlo.
—En sentido afectuoso, por supuesto —sonrió Laredo.
—No. —_______ bajó la vista y vio el brillo de su sortija de casamiento—. Lo decía con envidia, creo.
—¿Eso es parte de la razón por la cual usted no lamenta exactamente su muerte? —dijo Laredo, y la observó de perfil.
—En realidad, Brad estaba más interesado en el dinero que en mí. Disfrutaba la sensación de poder que le daba el dinero —respondió ______ secamente.
—¿Por qué me cuenta eso?
Cuando _______ levantó los ojos, él estaba observándola con un asomo de escepticismo en la mirada. La brisa le agitó la melena y ella se apartó el pelo de la cara.
—No lo sé. Quizá porque usted me habló de su familia. O quizá porque tenía que admitirlo en voz alta y escuchar mis propias palabras —respondió lentamente—. Quizá quiero que usted sea mi amigo.
—¿Por qué? —insistió Laredo.
—Porque yo le recuerdo los mantecados calientes, supongo. —Trató de bromear para sacarlo de esa actitud inquisitiva—. ¿Tiene alguna importancia?
—Podría tenerla. —La miró intensamente—. Usted podría querer seducirme a fin de poder manejarme.
—¿Podría hacerlo? —_______ ladeó la cabeza, deliberadamente provocativa.
Laredo crispó una ceja en un gesto levemente burlón antes de desviar la vista.
—Usted tiene la munición en los lugares adecuados —dijo.
Debajo del tono seco de él, _______ percibió una renuente aceptación. No le sorprendió que él le encontrara atractiva.
Pero fue algo que él sólo sugirió lo que interesó a _______. Aunque Laredo había tratado de cortar los vínculos con su familia y su país, no había logrado anularlos a todos. Y ________ representaba un eslabón que lo unía a su tierra, sin que importara que Laredo insistiera en que ahora él pertenecía aquí.
¿Cómo podría ella fortalecer ese eslabón y persuadirlo de que transfiriese sus lealtades de la banda a ella? La respuesta, probablemente, era valerse del sexo, pero la rechazó con violencia.
El paseo los había llevado al extremo más alejado del prado. Un movimiento a la izquierda llamó la atención de ________. Un muchachito estaba poniéndose rápidamente de pie, una mata de pelo negro le caía sobre los ojos oscuros. El poncho de color castaño que llevaba parecía ahogarlo, lo mismo que los flojos pantalones marrones.
Vacilando, el niño inclinó la cabeza en un saludo tímido.
—Buenas tardes, señora, señor.
—Buenas tardes. —_______ repitió la frase con una sonrisa levemente curiosa.
Laredo también saludó.
—Hemos llegado bastante lejos —dijo, cambiando de dirección para volver sobre sus pasos—. Será mejor que regresemos.
—¿Hay muchos niños aquí? Los he oído jugando afuera.
Miró hacia el grupo de casas de adobe y vio movimiento, pero no alcanzó a distinguir las figuras a esa distancia.
—Más o menos una docena, supongo, contando los niños indios —dijo él y se encogió de hombros.
—¿Indios? —preguntó _______ y frunció el entrecejo.
—Cuando vinimos, había viviendo aquí un par de familias de indios tarahumara —explicó él—. No se mezclan mucho con los extraños.
_______ no intentó seguir la conversación durante el camino de regreso. Él le había dicho todo lo que estaba dispuesto a decirle. Pensó que debía felicitarse a sí misma por haber logrado que Laredo se abriera tanto a ella, aunque la información obtenida ciertamente no la beneficiaba.
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
ForJoeJonas escribió:F l r e n c i a. escribió:ADE RECIEN TERMINE DE LEER EL CAP DE TU NOVE Y ME DEJO RE PUM PARA ARRIBA(? Y AHORA ME ACUERDO DE JOE Y EL GATO(? Y ME DEPRIMO U_UForJoeJonas escribió:Flor, anímame un poco. A partir de ahora mis mensajes no tendrán color
No pienses más en eso Flor. Nos va a terminar lastimando más y no merece la pena.
Arriba esos ánimos mi querida amiga. El micro va a ser nuestro de por vida. Nosotras si que lo sabemos disfrutar! Por cierto, ya vas a ver lo mucho que duran (lo digo con ironia)
Creo que te estoy haciendo pensar mucho...
NO PIENSES EN NADA!!!!! CANTEMOS!
I wanna touch your microphone
I wanna feel it the new vibrations
I know that my heart can't stop of beating
For can enjoy it your microphone
YEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH 8)
Ahora si tenemos el estribillo!!!
Venga corazón, te quiero por aquí con las pilas recargadas!!!!!
AJAJAJAJAJAJAJJAAJJ
VOS SI QUE SABES LEVANTAR EL ANIMO ADE!
JAJAJAJAJAJA
MORÍ CON EL ESTRIBILLO DE LA CANCION QUE TODAVIA NO TIENE NOMBRE :| JAJAJAJA
PERO SE PUEDE LLAMAR "I WANNA TOUCH YOUR MICROPHONE"
:grupo:
Y POR ULTIMO EL GATO DE ASHL** ES UNA CAMILLA II, ES SU SUCESORA(?
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Me encantó el capi, Flor. Graaaaaaacias *-*
La canción si, me imagino que se llamará así, es que la define por completo xD
Y al gato lo mandamos al TRASH xD Ahí se tenía que haber quedado.
A lo mejor Camila al lado de ella es una santa.
Mandemosla al carajo!!!!!
Arriba los ánimos, cantemos la cancion!
I wanna touch your microphone
I wanna feel it the new vibrations
I know that my heart can't stop of beating
For can enjoy it your microphone
:grupo:
Mira! El Team RevientaCremalleras interpretando la cancion xD
La canción si, me imagino que se llamará así, es que la define por completo xD
Y al gato lo mandamos al TRASH xD Ahí se tenía que haber quedado.
A lo mejor Camila al lado de ella es una santa.
Mandemosla al carajo!!!!!
Arriba los ánimos, cantemos la cancion!
I wanna touch your microphone
I wanna feel it the new vibrations
I know that my heart can't stop of beating
For can enjoy it your microphone
:grupo:
Mira! El Team RevientaCremalleras interpretando la cancion xD
ForJoeJonas
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
:O siigueeee hahahha es adictiiva la novelaa!
alguieen que no le gusta mucho ahsley y que piensan que va a pasar lo mismo que con camille! :O
igual yo u.u
#TeamJemi
alguieen que no le gusta mucho ahsley y que piensan que va a pasar lo mismo que con camille! :O
igual yo u.u
#TeamJemi
Creadora
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Exaaacto! team Jemi por siempreee y ya XDForJoeJonas escribió:JemiJemiJemi!
Creadora
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Hahahahahha buehh sii es por eso yo soi team Neffy asi Q tranqis hahahha
ahoraa pon mas caps andaaaa! :D
ahoraa pon mas caps andaaaa! :D
Creadora
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
TickleMeNeffy escribió:Hahahahahha buehh sii es por eso yo soi team Neffy asi Q tranqis hahahha
ahoraa pon mas caps andaaaa! :D
JAJAJA
BUE COMO ESTOY DE HUMOR(? Y NO TENGO NADA QUE HACER DENTRO DE UN RATITIN SUBO CAP :D
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii hahahahha pocas veces cuando comento seguido en una nove xd
Creadora
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Capitulo 9
Un nuevo centinela estaba de guardia cuando llegaron a la casa. El hombre tenía facciones chatas, pero acentuadas, e inclinó la cabeza en un deferente gesto de respeto cuando _______ pasó a su lado. Fue el primer gesto de cortesía que recibió desde su llegada al escondite en el cañón.
La animada expresión de sus ojos en el momento que entró en la casa provocó un comentario de Joe. Inmediatamente, sintió que se le erizaba la piel y se volvió a Laredo.
—¿Qué ha dicho ese hombre de mí? —preguntó.
—Simplemente, comentó que usted se ve mejor después de la caminata —respondió Laredo.
—Puede decirle que todos los prisioneros necesitan un poco de ejercicio —replicó _______—. Y también puede decirle que esta tarde me gustaría tomar un baño, mientras el sol esté todavía lo bastante alto para calentar el estanque. Buscaré mi jabón y la toalla para que usted pueda acompañarme. Estoy segura de que no me tiene confianza suficiente para dejarme ir sola.
Se dirigió a su habitación, arruinado el momento de buen humor en el instante que estuvo otra vez en contacto con Joe. _______ cerró con violencia el cajón del tocador y oyó un suave murmullo de voces en la otra habitación. Las voces interrumpieron su diálogo en español cuando ella regresó.
—Estoy lista —anunció _______.
—Tengo un par de cosas que hacer —repuso Laredo, calándose su sombrero Stetson—. Joe la llevará.
________ se enfureció.
—¿De quién desconfía? —preguntó—. ¿De usted o de mí?
—Quizá de los dos —sonrió Laredo—. Él sabe que hace mucho tiempo que no estoy con una rubia.
—¿No basta con que tenga que sufrir la afrenta de no poder bañarme en privado? ¿No pueden permitirme elegir quién tendrá que vigilarme?
Laredo miró la cara inexpresiva de Joe y se encogió de hombros, dirigiéndose a ________.
—Órdenes —dijo.
Esa sola palabra fue su única explicación.
Los nudillos de la mano que aferraba la toalla se pusieron blancos cuando Laredo le hizo una breve y burlona reverencia antes de salir por la puerta. _______ miró con furia la máscara de bronce que ocultaba los pensamientos de Joe y se sintió transida de primitiva cólera.
—Bien, fisgón, ¿está listo? —dijo en tono sarcástico y desafiante.
Comprimiendo sus labios en una delgada línea, _______ se volvió y salió por la puerta que Laredo había dejado abierta. Joe la siguió dos pasos más atrás, dejando que ella encontrara sin ayuda el sendero hasta el estanque alimentado por el manantial.
En el estanque, él fue hacia el mismo árbol de la vez anterior y apoyó un hombro en el tronco.
_______ respiraba agitadamente por su irritación. No tenía deseos de volverse a poner ropas mojadas cuando terminara de bañarse, de modo que volvió la espalda a Joe y empezó a tirar del frente anudado de su blusa.
—¿Usted tiene alguna forma de libido pervertida para excitarse mirando cómo una mujer se desviste para bañarse? —preguntó con voz ronca por la frustración—. ¿O sólo se trata de que obtiene placer al humillarme?
Se quitó la blusa y la arrojó al suelo. Sus blancos omóplatos sintieron el contacto de la mirada de él que descendió por la espalda hasta la flexible cintura. Sus dedos temblaron con el cierre de cremallera de sus pantalones.
—Usted es un monstruo sádico por hacerme soportar esto. —Su voz tembló—. Deberían ahorcarlo y colgarlo para que se lo coman los buitres. Ojalá pudiera entender lo que le digo para que sepa lo inhumano y salvaje que es… Ofensivo… Y vulgar… Y odioso… Y…
________ se quedó sin palabras para describir su odio.
Abierto el cierre de cremallera, sus pantalones cayeron hasta sus tobillos. _______ dio un paso a un lado y su desnudez le tiñó de rojo las mejillas. Un segundo después, se sumergió en el estanque. Emergió casi inmediatamente, sin aliento por la helada temperatura del agua.
_______ apartó los mechones mojados de pelo que le cubrían los ojos y miró hacia el árbol Joe estaba sentado junto a la base, con su sucio sombrero marrón echado sobre los ojos. ________ pudo sentir la mirada perturbadoramente intensa de esos ojos cuando se acercó a la orilla para tomar el jabón que había quedado sobre la hierba, al borde del agua.
Cuando terminó de bañarse, salió del agua caminando atrevidamente, sin intentar cubrirse con las manos. Levantó la toalla y rápidamente empezó a restregarse para secarse, sintiendo el calor de la vergüenza pero negándose a rendirse.
—Mire bien. —Sintió un fuerte impulso de arrojarle la toalla a la cara—. Quizá ello lo ayudará a estimularse para la visita nocturna de Camilla.
Al oír el nombre de su amante, Joe se puso de pie y la miró con una expresión divertida en los ojos, pero no se le acercó. Conteniendo un súbito acceso de nerviosismo, ________ se puso los pantalones, vuelta a medias para no mirarlo.
La tela de seda de la blusa se adhería a su piel húmeda. Cuando él avanzó hacia ella, _______ se sintió a punto de perder su dominio de sí misma. Sus dedos empezaron a luchar para anudar la tela.
Antes que pudiera lograrlo, él le apartó calmosamente las manos y cerró la delantera de la blusa con sus dedos firmes. Cuando ató el nudo, sus nudillos rozaron las curvas hinchadas de los pechos. _______ dio un respingo al sentir el contacto. Los surcos de cada lado de la boca de él se acentuaron en una expresión burlona.
—No puedo evitarlo —murmuró _______, apretando los dientes, con su aplomo estremecido por la proximidad de él—, cuando usted me toca siento necesidad de volver a bañarme.
La carne le ardía por el contacto. Indiferente al tono ácido de ella, Joe estudió las amarillas lenguas de fuego que iluminaban los ojos de ella. Permanecieron en silencio, entre ellos el aire parecía crepitar, _______ casi lo desafió a que volviera a tocarla.
Hubiera querido empujarlo hacia el estanque. Él pareció leerle los pensamientos, porque su mirada oscura fue como un dardo hacia la superficie vítrea del estanque y volvió la cara de ella, nuevamente con un asomo de humor en las profundidades de ébano de sus ojos dorados.
La irritación hervía cerca de la superficie cuando iniciaron el regreso a la solitaria casa de adobe separada de las demás. ________ abrió la marcha, consciente de Joe que iba inmediatamente detrás, pese al silencio animal de sus pisadas. _______ controló su carácter. Sabía que él era peligroso.
~~~
Los paseos de la tarde con Laredo se convirtieron en una rutina diaria. ________ los esperaba con tanta ansiedad como un niño espera una golosina. Eran una interrupción del sofocante aburrimiento de la casa y la presencia turbadora de Joe.
Nunca en su vida _______ había estado tan ociosa. Siempre había tenido algo que hacer para llenar los minutos. Aquí, sólo podía vagar por la casa cuando estaba sola y esperar los paseos de las tardes con Laredo. Después de una semana, esa experiencia vacía y monótona empezó a torturarle los nervios.
Al final de una caminata, Laredo comentó:
—Se ve exhausta, _______. ¿No ha estado durmiendo bien de noche?
—No mucho.
Una fina tensión afiló su respuesta.
La culpa la tenía Joe. Las visitas de Camilla no se producían necesariamente todas las noches, pero para _______ casi era peor escuchar la respiración regular de él a través de la delgada pared de su dormitorio.
—¿Por qué no se tiende un rato y hace una siesta? —sugirió Laredo—. Por su aspecto, se diría que eso le hará bien.
—¡No necesito una siesta! —dijo ______ y entró por la puerta que él tenía abierta para ella.
El aire a su alrededor parecía vibrar como un diapasón. Su agitación aumentó al ver a Joe sentado junto a la mesa, limpiando su rifle.
—¡Lo que necesito es salir de aquí! ¿Cuánto tiempo pasará hasta que tengan noticias de mis padres? ¿O ya las han tenido? —preguntó _______, dirigiéndose a Laredo.
—No puedo responder a eso.
—No puede responder a eso. —Apoyó sus manos en las caderas mientras repetía las palabras en tono burlón—. No puede responder nada, a menos que él tire de sus hilos ¿Por qué no le pide su permiso para conseguirme un nuevo par de pulgares para retorcérmelos? Estoy empezando a cansarme de los que tengo.
—Está aburrida, ¿verdad?
—¿Aburrida? ¡Mi Dios! Eso es muy poco decir.
_______ aspiró disgustada, se volvió y encontró la dorada mirada de Joe, quien la observaba pensativo.
—Las caminatas… —empezó Laredo.
—Ocupan quizá dos horas del día —lo interrumpió _______—. ¿Qué tengo que hacer con las otras veintidós? ¿Dormir?
Laredo aspiró profundamente y miró a Joe, como pidiéndole consejo. ______ escuchó impaciente el diálogo en español.
—¿Qué propuesta tiene el Salomón de los asesinos y ladrones? —preguntó con impaciencia.
Una leve sonrisa asomó a los labios de Laredo, como si le resultara divertida la irritación de ella.
—Él admite que usted tiene demasiado tiempo desocupado. Puesto que debe permanecer dentro de la casa ha decidido que se encargará de la limpieza y que ayudará a Camilla en la cocina.
—¡Él ha decidido! —______ casi se ahogó de indignación—. ¡No basta con tenerme aquí prisionera, ahora espera que yo sea también su sirvienta!
—Tendrá que admitir que eso la ayudará a pasar el tiempo. —La boca de Laredo se crispó en una expresión de buen humor—. Y usted también vive aquí, de modo que debería contribuir en las tareas domésticas.
—¿Así que yo debería…? —lo desafió ella, furiosa—. Sí este lugar estuviera inmaculado, seguiría siendo un agujero miserable. Y en cuanto a cocinar, no sé hacerlo, por lo menos en estas condiciones primitivas. ¡Además, cualquier plato que yo le pusiera delante estaría condimentado con veneno!
—Él correrá el riesgo —replicó Laredo, descartando la amenaza de ella con un encogimiento de hombros.
—Elena no estará muy contenta teniéndome con ella en la cocina —dijo ella.
—Él lo ha decidido. Usted tendrá que ayudar —dijo él, dando por concluida la cuestión.
Cuando Camilla supo del cambio de situación de _______, su temperamento latino estalló con combustión espontánea. Joe se negó a escuchar sus tempestuosas protestas y la silenció con un comentario amenazador formulado en voz baja.
La frágil tregua que había existido entre las dos mujeres quedó destruida. Nuevamente hubo odio nacido de los celos en los ojos de la morena, quien puso a _______ a trabajar en tareas serviles, regañándola en español cuando no entendía.
Durante los preparativos de la comida de la noche, los dos hombres se sentaron como espectadores a la mesa de la cocina. Laredo observó con indisimulado deleite mientras Joe se limitaba a mirar con escaso interés.
Hirviendo de furia por el tono insultante con que la otra se le dirigía constantemente, _______ golpeó violentamente los platos sobre la mesa y miró con rabia a Laredo cuando éste rió por lo bajo.
—¡Dios la asista! —murmuró ella, con los dientes apretados—. ¡Si esa perra no deja de gritarme voy a meterle un tamal entero en la garganta! Diga a su jefe que haga algo para hacerla callar ¡Antes que yo lo haga por él!
—¡Qué geniecillo, qué geniecillo! —dijo Laredo burlón, en voz baja.
—¡Dentro de dos minutos, usted probará mi geniecillo porque ya no podré seguir conteniéndolo!
Un torrente de órdenes menos inteligibles salió de Camilla.______ se volvió, con los puños apretados a sus costados. Una palabra cortante de Joe, cerró de golpe la boca de Camilla. En sus ojos oscuros y malévolos asomó el resentimiento cuando empujó un plato de carne cocida y un cuchillo contra el vientre de _______.
______ los dejó sobre la mesa y aferró el cuchillo por el mango.
—No puedo decidir con quién usaré esto —murmuró.
—No creo que Camilla sepa que a usted no puede confiársele un cuchillo —comentó Laredo con una sonrisa torcida.
_______ devolvió la sonrisa con fingida dulzura.
—Pensándolo mejor, sé exactamente con quien lo usaré… contra su implacable jefe. Me gustaría arrancarle el corazón y ponerlo aquí en este plato, en vez de la carne. —La reluciente hoja se agitó sobre la carne de aspecto correoso—. Después lo cortaría en pedacitos, o quizá resulte tan duro que tenga que dividirlo en trozos grandes.
—Es usted sanguinaria —rió Laredo cuando ______ apoyó la hoja del cuchillo en la carne para cortarla en trozos pequeños y después la movió para rebanar un trozo más grande.
Unos dedos de bronce se cerraron sobre su mano, ________ se puso tensa cuando Joe le movió las manos de modo que la hoja descansó sobre el corte más delgado. Comprendió que él simplemente estaba indicando como cortar la carne.
—Gracias. —Le dirigió una sonrisa burlona—. Preferiría cortar su corazón en trozos pequeños llevaría más tiempo. —Empezó a cortar la carne y miró a Laredo—. ¿Por qué no traduce lo que acabo de decir?
—¿Para arruinarle la diversión? —dijo él y se rió en silencio.
—Estoy segura de que él ya sabe que pienso que es un bastardo cruel y despreciable —replicó _______, sin alterarse.
—Cuidado… —le advirtió Laredo.
—¿Por qué? —Preguntó ella—. Él no entiende una palabra de lo que digo. Puedo llamarlo todo lo que se me ocurra.
—Pero esa palabra no suena muy diferente en idioma de él.
La sonrisa que le curvaba la boca había dejado de ser divertida.
—¿De veras? —______ agrandó los ojos con falsa inocencia. Dirigió su mirada a Joe, velando el furioso fulgor de sus ojos con un lento aletear de pestañas—. Entonces no fue mi intención llamarlo bastardo. Estoy segura de que sería más exacto referirme a él como un hijo de puta.
Se convirtió en un juego divertido insultarlo mientras fingía hacer comentarios corteses. No hubo nunca un asomo de interés en las facciones inescrutables de él y Laredo no se molestó en proporcionar una traducción.
Un nuevo centinela estaba de guardia cuando llegaron a la casa. El hombre tenía facciones chatas, pero acentuadas, e inclinó la cabeza en un deferente gesto de respeto cuando _______ pasó a su lado. Fue el primer gesto de cortesía que recibió desde su llegada al escondite en el cañón.
La animada expresión de sus ojos en el momento que entró en la casa provocó un comentario de Joe. Inmediatamente, sintió que se le erizaba la piel y se volvió a Laredo.
—¿Qué ha dicho ese hombre de mí? —preguntó.
—Simplemente, comentó que usted se ve mejor después de la caminata —respondió Laredo.
—Puede decirle que todos los prisioneros necesitan un poco de ejercicio —replicó _______—. Y también puede decirle que esta tarde me gustaría tomar un baño, mientras el sol esté todavía lo bastante alto para calentar el estanque. Buscaré mi jabón y la toalla para que usted pueda acompañarme. Estoy segura de que no me tiene confianza suficiente para dejarme ir sola.
Se dirigió a su habitación, arruinado el momento de buen humor en el instante que estuvo otra vez en contacto con Joe. _______ cerró con violencia el cajón del tocador y oyó un suave murmullo de voces en la otra habitación. Las voces interrumpieron su diálogo en español cuando ella regresó.
—Estoy lista —anunció _______.
—Tengo un par de cosas que hacer —repuso Laredo, calándose su sombrero Stetson—. Joe la llevará.
________ se enfureció.
—¿De quién desconfía? —preguntó—. ¿De usted o de mí?
—Quizá de los dos —sonrió Laredo—. Él sabe que hace mucho tiempo que no estoy con una rubia.
—¿No basta con que tenga que sufrir la afrenta de no poder bañarme en privado? ¿No pueden permitirme elegir quién tendrá que vigilarme?
Laredo miró la cara inexpresiva de Joe y se encogió de hombros, dirigiéndose a ________.
—Órdenes —dijo.
Esa sola palabra fue su única explicación.
Los nudillos de la mano que aferraba la toalla se pusieron blancos cuando Laredo le hizo una breve y burlona reverencia antes de salir por la puerta. _______ miró con furia la máscara de bronce que ocultaba los pensamientos de Joe y se sintió transida de primitiva cólera.
—Bien, fisgón, ¿está listo? —dijo en tono sarcástico y desafiante.
Comprimiendo sus labios en una delgada línea, _______ se volvió y salió por la puerta que Laredo había dejado abierta. Joe la siguió dos pasos más atrás, dejando que ella encontrara sin ayuda el sendero hasta el estanque alimentado por el manantial.
En el estanque, él fue hacia el mismo árbol de la vez anterior y apoyó un hombro en el tronco.
_______ respiraba agitadamente por su irritación. No tenía deseos de volverse a poner ropas mojadas cuando terminara de bañarse, de modo que volvió la espalda a Joe y empezó a tirar del frente anudado de su blusa.
—¿Usted tiene alguna forma de libido pervertida para excitarse mirando cómo una mujer se desviste para bañarse? —preguntó con voz ronca por la frustración—. ¿O sólo se trata de que obtiene placer al humillarme?
Se quitó la blusa y la arrojó al suelo. Sus blancos omóplatos sintieron el contacto de la mirada de él que descendió por la espalda hasta la flexible cintura. Sus dedos temblaron con el cierre de cremallera de sus pantalones.
—Usted es un monstruo sádico por hacerme soportar esto. —Su voz tembló—. Deberían ahorcarlo y colgarlo para que se lo coman los buitres. Ojalá pudiera entender lo que le digo para que sepa lo inhumano y salvaje que es… Ofensivo… Y vulgar… Y odioso… Y…
________ se quedó sin palabras para describir su odio.
Abierto el cierre de cremallera, sus pantalones cayeron hasta sus tobillos. _______ dio un paso a un lado y su desnudez le tiñó de rojo las mejillas. Un segundo después, se sumergió en el estanque. Emergió casi inmediatamente, sin aliento por la helada temperatura del agua.
_______ apartó los mechones mojados de pelo que le cubrían los ojos y miró hacia el árbol Joe estaba sentado junto a la base, con su sucio sombrero marrón echado sobre los ojos. ________ pudo sentir la mirada perturbadoramente intensa de esos ojos cuando se acercó a la orilla para tomar el jabón que había quedado sobre la hierba, al borde del agua.
Cuando terminó de bañarse, salió del agua caminando atrevidamente, sin intentar cubrirse con las manos. Levantó la toalla y rápidamente empezó a restregarse para secarse, sintiendo el calor de la vergüenza pero negándose a rendirse.
—Mire bien. —Sintió un fuerte impulso de arrojarle la toalla a la cara—. Quizá ello lo ayudará a estimularse para la visita nocturna de Camilla.
Al oír el nombre de su amante, Joe se puso de pie y la miró con una expresión divertida en los ojos, pero no se le acercó. Conteniendo un súbito acceso de nerviosismo, ________ se puso los pantalones, vuelta a medias para no mirarlo.
La tela de seda de la blusa se adhería a su piel húmeda. Cuando él avanzó hacia ella, _______ se sintió a punto de perder su dominio de sí misma. Sus dedos empezaron a luchar para anudar la tela.
Antes que pudiera lograrlo, él le apartó calmosamente las manos y cerró la delantera de la blusa con sus dedos firmes. Cuando ató el nudo, sus nudillos rozaron las curvas hinchadas de los pechos. _______ dio un respingo al sentir el contacto. Los surcos de cada lado de la boca de él se acentuaron en una expresión burlona.
—No puedo evitarlo —murmuró _______, apretando los dientes, con su aplomo estremecido por la proximidad de él—, cuando usted me toca siento necesidad de volver a bañarme.
La carne le ardía por el contacto. Indiferente al tono ácido de ella, Joe estudió las amarillas lenguas de fuego que iluminaban los ojos de ella. Permanecieron en silencio, entre ellos el aire parecía crepitar, _______ casi lo desafió a que volviera a tocarla.
Hubiera querido empujarlo hacia el estanque. Él pareció leerle los pensamientos, porque su mirada oscura fue como un dardo hacia la superficie vítrea del estanque y volvió la cara de ella, nuevamente con un asomo de humor en las profundidades de ébano de sus ojos dorados.
La irritación hervía cerca de la superficie cuando iniciaron el regreso a la solitaria casa de adobe separada de las demás. ________ abrió la marcha, consciente de Joe que iba inmediatamente detrás, pese al silencio animal de sus pisadas. _______ controló su carácter. Sabía que él era peligroso.
~~~
Los paseos de la tarde con Laredo se convirtieron en una rutina diaria. ________ los esperaba con tanta ansiedad como un niño espera una golosina. Eran una interrupción del sofocante aburrimiento de la casa y la presencia turbadora de Joe.
Nunca en su vida _______ había estado tan ociosa. Siempre había tenido algo que hacer para llenar los minutos. Aquí, sólo podía vagar por la casa cuando estaba sola y esperar los paseos de las tardes con Laredo. Después de una semana, esa experiencia vacía y monótona empezó a torturarle los nervios.
Al final de una caminata, Laredo comentó:
—Se ve exhausta, _______. ¿No ha estado durmiendo bien de noche?
—No mucho.
Una fina tensión afiló su respuesta.
La culpa la tenía Joe. Las visitas de Camilla no se producían necesariamente todas las noches, pero para _______ casi era peor escuchar la respiración regular de él a través de la delgada pared de su dormitorio.
—¿Por qué no se tiende un rato y hace una siesta? —sugirió Laredo—. Por su aspecto, se diría que eso le hará bien.
—¡No necesito una siesta! —dijo ______ y entró por la puerta que él tenía abierta para ella.
El aire a su alrededor parecía vibrar como un diapasón. Su agitación aumentó al ver a Joe sentado junto a la mesa, limpiando su rifle.
—¡Lo que necesito es salir de aquí! ¿Cuánto tiempo pasará hasta que tengan noticias de mis padres? ¿O ya las han tenido? —preguntó _______, dirigiéndose a Laredo.
—No puedo responder a eso.
—No puede responder a eso. —Apoyó sus manos en las caderas mientras repetía las palabras en tono burlón—. No puede responder nada, a menos que él tire de sus hilos ¿Por qué no le pide su permiso para conseguirme un nuevo par de pulgares para retorcérmelos? Estoy empezando a cansarme de los que tengo.
—Está aburrida, ¿verdad?
—¿Aburrida? ¡Mi Dios! Eso es muy poco decir.
_______ aspiró disgustada, se volvió y encontró la dorada mirada de Joe, quien la observaba pensativo.
—Las caminatas… —empezó Laredo.
—Ocupan quizá dos horas del día —lo interrumpió _______—. ¿Qué tengo que hacer con las otras veintidós? ¿Dormir?
Laredo aspiró profundamente y miró a Joe, como pidiéndole consejo. ______ escuchó impaciente el diálogo en español.
—¿Qué propuesta tiene el Salomón de los asesinos y ladrones? —preguntó con impaciencia.
Una leve sonrisa asomó a los labios de Laredo, como si le resultara divertida la irritación de ella.
—Él admite que usted tiene demasiado tiempo desocupado. Puesto que debe permanecer dentro de la casa ha decidido que se encargará de la limpieza y que ayudará a Camilla en la cocina.
—¡Él ha decidido! —______ casi se ahogó de indignación—. ¡No basta con tenerme aquí prisionera, ahora espera que yo sea también su sirvienta!
—Tendrá que admitir que eso la ayudará a pasar el tiempo. —La boca de Laredo se crispó en una expresión de buen humor—. Y usted también vive aquí, de modo que debería contribuir en las tareas domésticas.
—¿Así que yo debería…? —lo desafió ella, furiosa—. Sí este lugar estuviera inmaculado, seguiría siendo un agujero miserable. Y en cuanto a cocinar, no sé hacerlo, por lo menos en estas condiciones primitivas. ¡Además, cualquier plato que yo le pusiera delante estaría condimentado con veneno!
—Él correrá el riesgo —replicó Laredo, descartando la amenaza de ella con un encogimiento de hombros.
—Elena no estará muy contenta teniéndome con ella en la cocina —dijo ella.
—Él lo ha decidido. Usted tendrá que ayudar —dijo él, dando por concluida la cuestión.
Cuando Camilla supo del cambio de situación de _______, su temperamento latino estalló con combustión espontánea. Joe se negó a escuchar sus tempestuosas protestas y la silenció con un comentario amenazador formulado en voz baja.
La frágil tregua que había existido entre las dos mujeres quedó destruida. Nuevamente hubo odio nacido de los celos en los ojos de la morena, quien puso a _______ a trabajar en tareas serviles, regañándola en español cuando no entendía.
Durante los preparativos de la comida de la noche, los dos hombres se sentaron como espectadores a la mesa de la cocina. Laredo observó con indisimulado deleite mientras Joe se limitaba a mirar con escaso interés.
Hirviendo de furia por el tono insultante con que la otra se le dirigía constantemente, _______ golpeó violentamente los platos sobre la mesa y miró con rabia a Laredo cuando éste rió por lo bajo.
—¡Dios la asista! —murmuró ella, con los dientes apretados—. ¡Si esa perra no deja de gritarme voy a meterle un tamal entero en la garganta! Diga a su jefe que haga algo para hacerla callar ¡Antes que yo lo haga por él!
—¡Qué geniecillo, qué geniecillo! —dijo Laredo burlón, en voz baja.
—¡Dentro de dos minutos, usted probará mi geniecillo porque ya no podré seguir conteniéndolo!
Un torrente de órdenes menos inteligibles salió de Camilla.______ se volvió, con los puños apretados a sus costados. Una palabra cortante de Joe, cerró de golpe la boca de Camilla. En sus ojos oscuros y malévolos asomó el resentimiento cuando empujó un plato de carne cocida y un cuchillo contra el vientre de _______.
______ los dejó sobre la mesa y aferró el cuchillo por el mango.
—No puedo decidir con quién usaré esto —murmuró.
—No creo que Camilla sepa que a usted no puede confiársele un cuchillo —comentó Laredo con una sonrisa torcida.
_______ devolvió la sonrisa con fingida dulzura.
—Pensándolo mejor, sé exactamente con quien lo usaré… contra su implacable jefe. Me gustaría arrancarle el corazón y ponerlo aquí en este plato, en vez de la carne. —La reluciente hoja se agitó sobre la carne de aspecto correoso—. Después lo cortaría en pedacitos, o quizá resulte tan duro que tenga que dividirlo en trozos grandes.
—Es usted sanguinaria —rió Laredo cuando ______ apoyó la hoja del cuchillo en la carne para cortarla en trozos pequeños y después la movió para rebanar un trozo más grande.
Unos dedos de bronce se cerraron sobre su mano, ________ se puso tensa cuando Joe le movió las manos de modo que la hoja descansó sobre el corte más delgado. Comprendió que él simplemente estaba indicando como cortar la carne.
—Gracias. —Le dirigió una sonrisa burlona—. Preferiría cortar su corazón en trozos pequeños llevaría más tiempo. —Empezó a cortar la carne y miró a Laredo—. ¿Por qué no traduce lo que acabo de decir?
—¿Para arruinarle la diversión? —dijo él y se rió en silencio.
—Estoy segura de que él ya sabe que pienso que es un bastardo cruel y despreciable —replicó _______, sin alterarse.
—Cuidado… —le advirtió Laredo.
—¿Por qué? —Preguntó ella—. Él no entiende una palabra de lo que digo. Puedo llamarlo todo lo que se me ocurra.
—Pero esa palabra no suena muy diferente en idioma de él.
La sonrisa que le curvaba la boca había dejado de ser divertida.
—¿De veras? —______ agrandó los ojos con falsa inocencia. Dirigió su mirada a Joe, velando el furioso fulgor de sus ojos con un lento aletear de pestañas—. Entonces no fue mi intención llamarlo bastardo. Estoy segura de que sería más exacto referirme a él como un hijo de puta.
Se convirtió en un juego divertido insultarlo mientras fingía hacer comentarios corteses. No hubo nunca un asomo de interés en las facciones inescrutables de él y Laredo no se molestó en proporcionar una traducción.
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
ahhhhhhhhhhhhhhhh ameee el cap! hahahah
por diios qiero q joe hable de una buena vez!
xQ se q habla ingles (H) yo lo se tooddo hahaha
sigueeeeeeeeeeee :D
por diios qiero q joe hable de una buena vez!
xQ se q habla ingles (H) yo lo se tooddo hahaha
sigueeeeeeeeeeee :D
Creadora
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Floooor como me la dejas ahí, eeeeeh?
Te voy a matar con los dientes dracu dracu xD
Por cierto, yo soy TEAMJODELINA xDDDDD
Te voy a matar con los dientes dracu dracu xD
Por cierto, yo soy TEAMJODELINA xDDDDD
ForJoeJonas
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
TickleMeNeffy escribió:Exaaacto! team Jemi por siempreee y ya XDForJoeJonas escribió:JemiJemiJemi!
:O! WTF?? Pense q eras del Team Joe's Happiness...
Supongo que ya no... Acaso tambn estas esperando
ver a Joe con el corazon roto solo para no verlo mas con Ash? :(
...
Dayi_JonasLove!*
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