Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Dark Dreams (Liam Payne)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 3 de 13. • Comparte
Página 3 de 13. • 1, 2, 3, 4 ... 11, 12, 13
Capítulo...
Capítulo 1:
"Hay cosas que te hacen perder la razón, a no ser que no tengas ninguna razón que perder"
Lessing
Lessing
Recibió miradas curiosas, otras amables y algunas apáticas.
Megan ya estaba cansada de ser la chica nueva y ser el centro de atención por unos minutos. Ocurría lo mismo una y otra vez: Llegaba, se morían por conocerla, lo hacían, se alejaban, se quedaba sola y de repente, se volvían a mudar. Sería fácil sentirse sola en un lugar permanente, pero tener que soportar la sensación de abandono y rechazo el triple de veces que una persona normal en tan poco tiempo, era más que suficiente para ella.
—¿Cuál es tu nombre? —le preguntó la maestra para que el resto de la clase la conociera. Hasta ella parecía tenerle miedo, tal vez, debido a que los maestros tenían que leer los expedientes de los alumnos, y el de Megan no era una buena señal para ningún docente.
—Megan Horan —refunfuñó. Alcanzó a ver como un chico de la última fila abría los ojos y se tapaba la boca con las manos. Ella fijó su mirada en él y el chico se tornó tan rojo como su cabello.
—Puedes sentarte donde quieras —le señaló la maestra. Megan no apartó sus ojos del chico, y con lentitud, caminó hasta su puesto. Se sentí junto a él y sintió el nerviosismo del muchacho.
—Se supone que el que debe asustar a los chicos para que no se te acerquen, soy yo, no me quites el trabajo, Meg —escuchó de pronto.
Sintió como todo se iluminaba a su alrededor. Su voz hacía que su estómago ardiera en una agradable caricia.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó Megan al chico, ignorando la palabras del otro.
—Da-Daniel —respondió con un titubeo. Megan reconoció esa reacción, y sólo sucedía cuando las personas conocían “La historia”.
—¿Y por qué tan nervioso? Yo no muerdo —le dijo con malicia. Megan aparentaba ser una chica inofensiva, al borde de parecer tan solitaria y depresiva que las personas se alejaban para no sentir pena por ella. Su cabello negro y largo le llegaba hasta la cintura, y ocultaba la mitad de su rostro detrás de éste. Y sus ojos, tan azules como los de sus padres, por más cabello que tuviera, jamás pasaban desapercibidos. A veces su padre, Niall, bromeaba diciendo que Casey era igual cuando iban a la escuela, pero que ella llevaba el cabello corto y usaba kilos de delineador negro. Megan no, no usaba maquillaje, y era tan pálida que no necesitaba usar nada para asustar a las personas en Halloween. Unos vecinos que tuvo cuando se mudaron a la costa Este de Inglaterra, le decían “Zombie”, porque ellos eran bronceados y ella simplemente parecía un muerto.
Pero a Megan le gustaba ese efecto que producía en las personas, la intimidación injustificada, sin siquiera conocerla sentían pánico de estar a su lado y contagiarse de la locura que siempre rumoreaban que tenía. Por la verdad, es que nadie sabía que tan loca podía estar, y ella controlaba eso a su favor.
—Es que… no quiero sonar grosero, pero tu apellido es… muy parecido al de una familia que… bueno, hace años, esto… —Megan sonrió complacida. Así que su compañero de puesto conocía la historia, la famosa historia del “Asesinato de los Horan”.
—¿Hablas de esa familia que fue asesinada violentamente hace unos años, de la cual se dice, el asesino era un compañero de clases del único sobreviviente, y que más encima, ya había asesinado a otra chica unos meses antes? —su compañero asintió, asustado de que ella conociera tantos detalles—. ¡Oh, sí! Siempre me lo preguntan cada vez que llego a una nueva escuela, no te sientas mal por decirlo, es normal.
—Bueno, en serio lo siento si te confundí, es que fue una historia muy fuerte, y creo que sigue dando de qué hablar —se excusó él. Megan lo miró otra vez, le gustó su cabello y su mirada esmeralda, pero tenía a otra persona a su lado, a alguien que sólo ella podía ver y que esperaba que hiciera lo correcto en esos momentos. No podía darse el lujo de enfadarlo, o peor aún, de perderlo por querer hacer relaciones de amistad con un chico.
—Espera… ¿Quién dijo que me has confundido? —esa simple pregunta fue todo lo que se necesitó para saber que había cumplido con las expectativas de “su amigo”.
Daniel no se apartó como los demás, pero mantuvo las distancias durante las siguientes dos horas, y procuró no tocar ninguna cosa de Megan, ni siquiera mirarla a la cara. Al parecer, tendría algo de diversión lo que duraba en esa escuela, pensó Megan.
—Podría haberlo asustado mejor, hacer que se fuera de la ciudad, Meg —le dijo su amigo cuando el timbre sonó para el recreo, y Daniel se fue apresurado para no entablar más conversación con Megan.
—Lo sé, pero no quiero que se vaya, me parece divertido. Me gusta su cabello —vio cómo su amigo hacía una mueca, y sonrió ante eso—. No seas tan celoso, Liam.
—No soy celoso, pero no confió en los pelirrojos —Megan negó con la cabeza, reprimiendo las ganas de reír frente a todos.
—Tampoco confías en los rubios, ni en los castaños, ni morenos, ni siquiera en ese chico de cabello verde.
—Era raro, vestía todo de negro ¿y le viste las orejas? No creo que a eso se le pudieran llamar orejas.
Megan estaba por responder, hasta que se dio cuenta de que una chica rubia y menuda la observaba, con el miedo presente en sus ojos.
—Liam, no te quiero asustar, pero… —murmuró Megan—. ¿Qué tanto oyó esa chica, la rubia de allá? —Liam la miró y enarcó las cejas, claramente disgustado.
—Lo suficiente para estar preparada y esparcir el rumor de que estás loca y que hablas sola —dijo él, con seriedad en la voz, casi ronca.
—Genial, primer día y ya hay chismosos, gracias Liam, de no ser por ti…
—No me eches la culpa, pudiste haberme ignorado y seguir tu cálida y entretenida conversación con “Daniel” —puso énfasis en el nombre del chico, diciéndolo con asco.
—Idiota —le respondió Megan y salió del salón de clases, agarrando su bolso con fuerza. Pudo sentir la mirada de la chica a sus espaldas y deseó que Liam la asustara, pero cambió de idea cuando él estuvo a su lado, caminando por los pasillos de su nueva escuela, disgustado y de mal humor. Seguro que si le pedía asustarla, la mandaría al psiquiatra.
—¿También tienes que ir a orientación aquí? —inquirió Liam, cuando llegaron al casillero de Megan.
—Sí, ya sabes cómo es mamá y su idea de que “eres una mala influencia para mí”.
—Deberías escucharla, Cass sabe lo que dice —Liam se apoyó de brazos cruzados en el casillero de al lado, podría querer tanto a Megan como a su antigua amiga, pero no permitiría que nadie, absolutamente nadie dijera algo malo de Casey, ni siquiera su propia hija. Ni siquiera aunque Casey intentara alejarlo de Megan, porque ambos sabían, tanto Cass como Liam, que él no era bueno para Meg.
—Mamá te odia —le dijo Megan.
—Tiene sus razones —se limitó a contestar. Megan lo miró suspicaz, hace un año, su madre le había dicho que Liam no era bueno, que no era sano tener un amigo imaginario con 15 años y que por eso debía asistir a orientación en el colegio e ir al psicólogo, porque según sus padres, Liam no era bueno para su futuro.
Lo que no comprendían, es que Megan no se imaginaba ningún futuro sin Liam, y eso él lo sabía.
El timbre volvió a sonar y Megan ni siquiera se apresuró en llegar a su próxima clase. Caminó con lentitud, como todo lo que hacía, y cuando al fin llegó después de muchos reclamos por parte de Liam, se encontró nada menos que con su madre en el salón.
—Genial, matemáticas con mamá. Intenta no enfadarla, Liam —masculló Megan cuando entró al salón y su madre la miró con reproche.
—Jamás la enfadaría, Meg —y era verdad. Por más que su madre odiara a Liam, hasta donde Megan sabía, él jamás le había dado un disgusto. Nunca intentó asustarla, e incluso, cuando Megan se enojaba con ella, Liam se ponía de parte de Casey.
—Sólo… no hagas acto de presencia, ¿vale? Ve a dar una vuelta por allí —eso no le agradó a Liam. Le encantaba pasar tiempo con Megan, también disfrutaba de su maléfica mente para fastidiar al resto, pero había una gran diferencia entre ella y Casey, y era que Cass se había sentido sola y desdichada cuando era temida por los demás en la escuela, y que Megan lo disfrutaba. Y él sabía que eso en parte –o la gran mayoría- era culpa suya, porque desde niña mezcló su locura con ella.
Cuando ella tenía 9 o 10 años, era divertido verla hacer cosas malas, como golpear a sus compañeros o provocar pleitos entre ellos. Pero ahora, ya adolescente, era un dolor de cabeza. Liam desconocía el nivel de maldad que tenía Megan y que tanto le había contagiado su locura, pero admiraba a Casey y, por más que le doliera, también a Niall, por no haberla asesinado un par de veces cuando se ponía demasiado rebelde. Él lo hubiese hecho encantado, pero después recordaba el por qué estaba allí y que también sentía una conexión con Meg que lo obligaba a protegerla, incluso de él mismo a veces.
Pero últimamente se hacía muy difícil con esa actitud tan independiente. Se controlaba todo lo que podía para no matarla.
Liam se fue a dar un paseo por la escuela, no era tan distinta de las demás. Descansó en un banco en el patio, le agotaba tener que ir de allí para allá cuando a Megan se le antojaba. Se recostó de espalda y se quedó mirando el cielo, preguntándose si existiría y cómo sería de existirlo. Después recordó que él no lo merecía y su mirada se oscureció de rabia. Necesitaba un descanso, más de 15 años maquinando y pensando era agotador, mucho más con Megan a su lado.
A veces, cuando en verdad planeaba asesinarla por las noches, la veía indefensa y con los ojos cerrados. Sería tan fácil ahorcarla, asfixiarla con la almohada, introducirse en su mente y obligarla a suicidarse. Pero después recordaba sus ojos, ese iris como el océano, y se inundaba de calma. Eran esos momentos en los que en realidad se sentía débil. Sin quererlo, Megan, por más inmadura e irritable que fuera, le hacía sacar una parte humana que había perdido hace años, incluso antes de que hubiera muerto, y eso le asustaba. Era la única cosa a la que le temía: sentir algo demasiado poderoso que podría salirse de su control.
—¡Hey, tú, vuelve a clases! —gritaron de pronto. Liam sonrió, seguro un inspector corría detrás de un chico o una chica, que se quiso pasar de listo y saltarse una clase—. ¡Te lo advierto muchacho! —volvió a gritar.
Liam cerró los ojos, estaba en serio muy cansado, nunca se había sentido así. Dejó que los rayos de sol lo atravesaran, pero de pronto, algo extraño sucedió. Era como si en verdad pudiera sentir su calor.
Sonrió más ampliamente, cuando creía que no podría estar más loco, salía con estas cosas.
—Te lo advertí, chico —abrió los ojos con rapidez. La voz de ese hombre se escuchó a unos centímetro de él, se sentó en el banco sin entender que sucedía, y cuando menos se lo esperaba, se encontró con el inspector frente a él.
—¿Qué demonios…? —murmuró Liam.
—Irás a detención por saltarte las clases —dijo el inspector. Liam miró hacia todos lados, pero no había nadie más que él y ese hombre.
—Espere… ¿usted me puede ver? —preguntó en un hilo de voz.
—¿Pero qué…? No intentes hacerte el listo conmigo, muchacho, vamos, a la oficina, ahora mismo.
Pero cuando Liam se colocó de pie, sin comprender nada de nada, de pronto el inspector saltó hacia atrás y cayó al suelo. Todo rastro de enojo se había esfumado y una horrible expresión de espanto se implantó en su demacrado rostro.
Liam supo que había desaparecido frente a él.
Lo que no comprendía, es que para desaparecer, primero había tenido que ser visto por alguien, y eso era imposible, porque él estaba muerto.
Megan ya estaba cansada de ser la chica nueva y ser el centro de atención por unos minutos. Ocurría lo mismo una y otra vez: Llegaba, se morían por conocerla, lo hacían, se alejaban, se quedaba sola y de repente, se volvían a mudar. Sería fácil sentirse sola en un lugar permanente, pero tener que soportar la sensación de abandono y rechazo el triple de veces que una persona normal en tan poco tiempo, era más que suficiente para ella.
—¿Cuál es tu nombre? —le preguntó la maestra para que el resto de la clase la conociera. Hasta ella parecía tenerle miedo, tal vez, debido a que los maestros tenían que leer los expedientes de los alumnos, y el de Megan no era una buena señal para ningún docente.
—Megan Horan —refunfuñó. Alcanzó a ver como un chico de la última fila abría los ojos y se tapaba la boca con las manos. Ella fijó su mirada en él y el chico se tornó tan rojo como su cabello.
—Puedes sentarte donde quieras —le señaló la maestra. Megan no apartó sus ojos del chico, y con lentitud, caminó hasta su puesto. Se sentí junto a él y sintió el nerviosismo del muchacho.
—Se supone que el que debe asustar a los chicos para que no se te acerquen, soy yo, no me quites el trabajo, Meg —escuchó de pronto.
Sintió como todo se iluminaba a su alrededor. Su voz hacía que su estómago ardiera en una agradable caricia.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó Megan al chico, ignorando la palabras del otro.
—Da-Daniel —respondió con un titubeo. Megan reconoció esa reacción, y sólo sucedía cuando las personas conocían “La historia”.
—¿Y por qué tan nervioso? Yo no muerdo —le dijo con malicia. Megan aparentaba ser una chica inofensiva, al borde de parecer tan solitaria y depresiva que las personas se alejaban para no sentir pena por ella. Su cabello negro y largo le llegaba hasta la cintura, y ocultaba la mitad de su rostro detrás de éste. Y sus ojos, tan azules como los de sus padres, por más cabello que tuviera, jamás pasaban desapercibidos. A veces su padre, Niall, bromeaba diciendo que Casey era igual cuando iban a la escuela, pero que ella llevaba el cabello corto y usaba kilos de delineador negro. Megan no, no usaba maquillaje, y era tan pálida que no necesitaba usar nada para asustar a las personas en Halloween. Unos vecinos que tuvo cuando se mudaron a la costa Este de Inglaterra, le decían “Zombie”, porque ellos eran bronceados y ella simplemente parecía un muerto.
Pero a Megan le gustaba ese efecto que producía en las personas, la intimidación injustificada, sin siquiera conocerla sentían pánico de estar a su lado y contagiarse de la locura que siempre rumoreaban que tenía. Por la verdad, es que nadie sabía que tan loca podía estar, y ella controlaba eso a su favor.
—Es que… no quiero sonar grosero, pero tu apellido es… muy parecido al de una familia que… bueno, hace años, esto… —Megan sonrió complacida. Así que su compañero de puesto conocía la historia, la famosa historia del “Asesinato de los Horan”.
—¿Hablas de esa familia que fue asesinada violentamente hace unos años, de la cual se dice, el asesino era un compañero de clases del único sobreviviente, y que más encima, ya había asesinado a otra chica unos meses antes? —su compañero asintió, asustado de que ella conociera tantos detalles—. ¡Oh, sí! Siempre me lo preguntan cada vez que llego a una nueva escuela, no te sientas mal por decirlo, es normal.
—Bueno, en serio lo siento si te confundí, es que fue una historia muy fuerte, y creo que sigue dando de qué hablar —se excusó él. Megan lo miró otra vez, le gustó su cabello y su mirada esmeralda, pero tenía a otra persona a su lado, a alguien que sólo ella podía ver y que esperaba que hiciera lo correcto en esos momentos. No podía darse el lujo de enfadarlo, o peor aún, de perderlo por querer hacer relaciones de amistad con un chico.
—Espera… ¿Quién dijo que me has confundido? —esa simple pregunta fue todo lo que se necesitó para saber que había cumplido con las expectativas de “su amigo”.
Daniel no se apartó como los demás, pero mantuvo las distancias durante las siguientes dos horas, y procuró no tocar ninguna cosa de Megan, ni siquiera mirarla a la cara. Al parecer, tendría algo de diversión lo que duraba en esa escuela, pensó Megan.
—Podría haberlo asustado mejor, hacer que se fuera de la ciudad, Meg —le dijo su amigo cuando el timbre sonó para el recreo, y Daniel se fue apresurado para no entablar más conversación con Megan.
—Lo sé, pero no quiero que se vaya, me parece divertido. Me gusta su cabello —vio cómo su amigo hacía una mueca, y sonrió ante eso—. No seas tan celoso, Liam.
—No soy celoso, pero no confió en los pelirrojos —Megan negó con la cabeza, reprimiendo las ganas de reír frente a todos.
—Tampoco confías en los rubios, ni en los castaños, ni morenos, ni siquiera en ese chico de cabello verde.
—Era raro, vestía todo de negro ¿y le viste las orejas? No creo que a eso se le pudieran llamar orejas.
Megan estaba por responder, hasta que se dio cuenta de que una chica rubia y menuda la observaba, con el miedo presente en sus ojos.
—Liam, no te quiero asustar, pero… —murmuró Megan—. ¿Qué tanto oyó esa chica, la rubia de allá? —Liam la miró y enarcó las cejas, claramente disgustado.
—Lo suficiente para estar preparada y esparcir el rumor de que estás loca y que hablas sola —dijo él, con seriedad en la voz, casi ronca.
—Genial, primer día y ya hay chismosos, gracias Liam, de no ser por ti…
—No me eches la culpa, pudiste haberme ignorado y seguir tu cálida y entretenida conversación con “Daniel” —puso énfasis en el nombre del chico, diciéndolo con asco.
—Idiota —le respondió Megan y salió del salón de clases, agarrando su bolso con fuerza. Pudo sentir la mirada de la chica a sus espaldas y deseó que Liam la asustara, pero cambió de idea cuando él estuvo a su lado, caminando por los pasillos de su nueva escuela, disgustado y de mal humor. Seguro que si le pedía asustarla, la mandaría al psiquiatra.
—¿También tienes que ir a orientación aquí? —inquirió Liam, cuando llegaron al casillero de Megan.
—Sí, ya sabes cómo es mamá y su idea de que “eres una mala influencia para mí”.
—Deberías escucharla, Cass sabe lo que dice —Liam se apoyó de brazos cruzados en el casillero de al lado, podría querer tanto a Megan como a su antigua amiga, pero no permitiría que nadie, absolutamente nadie dijera algo malo de Casey, ni siquiera su propia hija. Ni siquiera aunque Casey intentara alejarlo de Megan, porque ambos sabían, tanto Cass como Liam, que él no era bueno para Meg.
—Mamá te odia —le dijo Megan.
—Tiene sus razones —se limitó a contestar. Megan lo miró suspicaz, hace un año, su madre le había dicho que Liam no era bueno, que no era sano tener un amigo imaginario con 15 años y que por eso debía asistir a orientación en el colegio e ir al psicólogo, porque según sus padres, Liam no era bueno para su futuro.
Lo que no comprendían, es que Megan no se imaginaba ningún futuro sin Liam, y eso él lo sabía.
El timbre volvió a sonar y Megan ni siquiera se apresuró en llegar a su próxima clase. Caminó con lentitud, como todo lo que hacía, y cuando al fin llegó después de muchos reclamos por parte de Liam, se encontró nada menos que con su madre en el salón.
—Genial, matemáticas con mamá. Intenta no enfadarla, Liam —masculló Megan cuando entró al salón y su madre la miró con reproche.
—Jamás la enfadaría, Meg —y era verdad. Por más que su madre odiara a Liam, hasta donde Megan sabía, él jamás le había dado un disgusto. Nunca intentó asustarla, e incluso, cuando Megan se enojaba con ella, Liam se ponía de parte de Casey.
—Sólo… no hagas acto de presencia, ¿vale? Ve a dar una vuelta por allí —eso no le agradó a Liam. Le encantaba pasar tiempo con Megan, también disfrutaba de su maléfica mente para fastidiar al resto, pero había una gran diferencia entre ella y Casey, y era que Cass se había sentido sola y desdichada cuando era temida por los demás en la escuela, y que Megan lo disfrutaba. Y él sabía que eso en parte –o la gran mayoría- era culpa suya, porque desde niña mezcló su locura con ella.
Cuando ella tenía 9 o 10 años, era divertido verla hacer cosas malas, como golpear a sus compañeros o provocar pleitos entre ellos. Pero ahora, ya adolescente, era un dolor de cabeza. Liam desconocía el nivel de maldad que tenía Megan y que tanto le había contagiado su locura, pero admiraba a Casey y, por más que le doliera, también a Niall, por no haberla asesinado un par de veces cuando se ponía demasiado rebelde. Él lo hubiese hecho encantado, pero después recordaba el por qué estaba allí y que también sentía una conexión con Meg que lo obligaba a protegerla, incluso de él mismo a veces.
Pero últimamente se hacía muy difícil con esa actitud tan independiente. Se controlaba todo lo que podía para no matarla.
Liam se fue a dar un paseo por la escuela, no era tan distinta de las demás. Descansó en un banco en el patio, le agotaba tener que ir de allí para allá cuando a Megan se le antojaba. Se recostó de espalda y se quedó mirando el cielo, preguntándose si existiría y cómo sería de existirlo. Después recordó que él no lo merecía y su mirada se oscureció de rabia. Necesitaba un descanso, más de 15 años maquinando y pensando era agotador, mucho más con Megan a su lado.
A veces, cuando en verdad planeaba asesinarla por las noches, la veía indefensa y con los ojos cerrados. Sería tan fácil ahorcarla, asfixiarla con la almohada, introducirse en su mente y obligarla a suicidarse. Pero después recordaba sus ojos, ese iris como el océano, y se inundaba de calma. Eran esos momentos en los que en realidad se sentía débil. Sin quererlo, Megan, por más inmadura e irritable que fuera, le hacía sacar una parte humana que había perdido hace años, incluso antes de que hubiera muerto, y eso le asustaba. Era la única cosa a la que le temía: sentir algo demasiado poderoso que podría salirse de su control.
—¡Hey, tú, vuelve a clases! —gritaron de pronto. Liam sonrió, seguro un inspector corría detrás de un chico o una chica, que se quiso pasar de listo y saltarse una clase—. ¡Te lo advierto muchacho! —volvió a gritar.
Liam cerró los ojos, estaba en serio muy cansado, nunca se había sentido así. Dejó que los rayos de sol lo atravesaran, pero de pronto, algo extraño sucedió. Era como si en verdad pudiera sentir su calor.
Sonrió más ampliamente, cuando creía que no podría estar más loco, salía con estas cosas.
—Te lo advertí, chico —abrió los ojos con rapidez. La voz de ese hombre se escuchó a unos centímetro de él, se sentó en el banco sin entender que sucedía, y cuando menos se lo esperaba, se encontró con el inspector frente a él.
—¿Qué demonios…? —murmuró Liam.
—Irás a detención por saltarte las clases —dijo el inspector. Liam miró hacia todos lados, pero no había nadie más que él y ese hombre.
—Espere… ¿usted me puede ver? —preguntó en un hilo de voz.
—¿Pero qué…? No intentes hacerte el listo conmigo, muchacho, vamos, a la oficina, ahora mismo.
Pero cuando Liam se colocó de pie, sin comprender nada de nada, de pronto el inspector saltó hacia atrás y cayó al suelo. Todo rastro de enojo se había esfumado y una horrible expresión de espanto se implantó en su demacrado rostro.
Liam supo que había desaparecido frente a él.
Lo que no comprendía, es que para desaparecer, primero había tenido que ser visto por alguien, y eso era imposible, porque él estaba muerto.
Derphantasie
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
oh por diossssssssss. Estoy obsesionada con esto :S, porque ahora Liam está...y Megan ya es grande. Entonces, diosssss. Muero, muero, muero.
Delevingne.
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
¡Por fin! adhasdgshdasd
Megan, me encanta. Es ruda :B hsjdgajsdasd
Megan, me encanta. Es ruda :B hsjdgajsdasd
Verlarc.
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
Quede MUY sorprendida.Megan yo te creía diferente osea WHATS?! ioro ioro ?) Síguela porfavor!
Sweet-Of-Milk
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
fue re awsome TOTO
asdfgghjkkkl muchas emociones con ese Liam y Megan, espero que al final no la mate D:
pero mejor no emujo tus niveles de maldad...
asdfgghjkkkl muchas emociones con ese Liam y Megan, espero que al final no la mate D:
pero mejor no emujo tus niveles de maldad...
Heaven.Foster
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
o.m.g kjdshfkjds, no me haia dado cuenta de que habis subido :3
fue tan mega hermoso. Y bueno, se que ya encontraste una cancion para este fic, pero es que esto fue como: ksjfhbskjd, es que no, esta es la cancion para toto.
Senti a flor de piel mi modo fangirl :B
la cancion es The Only Eception/ Paramore
en serio, fue como dskjfhkds es como la historia hecha en cancion haha bai, y siguela
cambio y fuera, Al ; D
bueno, al principio habla del papa, pero si le pones a Liam todo cuadra : D
fue tan mega hermoso. Y bueno, se que ya encontraste una cancion para este fic, pero es que esto fue como: ksjfhbskjd, es que no, esta es la cancion para toto.
Senti a flor de piel mi modo fangirl :B
la cancion es The Only Eception/ Paramore
en serio, fue como dskjfhkds es como la historia hecha en cancion haha bai, y siguela
cambio y fuera, Al ; D
Opal
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
holaaaaaaa, bueno te cuento un secreto soy una falsa "i love you" la lei en face, y fue hace mucho encerio mucho tiempo, como no estaba segur de quien ere la novela me a pase buscandola y hasta ahora la encontreeee, oye y de verdad estas tipas se quieren llevar todo el credito de tu nove, bueno ame la 1 y la segunda ya la estoy amando, la me gusto tanto que a imprimi y tengo hasta ganas de actuarla.
bueno ahora solo me queda decir sere una fiel lectora
bueno ahora solo me queda decir sere una fiel lectora
Vanesa Lozano
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
OMG, ES GENIAL, TIENES QUE SEGUIRLA. ¿COMO PUDO VER A LIAM?
TIENES QUE SEGUIRLAAAAAAAAAAAA. SERÉ TU FIEL LECTORA :)
TIENES QUE SEGUIRLAAAAAAAAAAAA. SERÉ TU FIEL LECTORA :)
ValeriaBieber
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
WOOOW adoro el primer capitulo, Liam siempre quedra a Cassie :D ! y por el otro lado su hija, me da ganas de ahorcarla, o ahogarla ¬¬ ok, tal vez el primero :D
tienes que seguirla me encanto el primer capitulo
tienes que seguirla me encanto el primer capitulo
Tai.
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
DIOOOOOSSSSSS!!! Me presento: me llamo nazarena y tengo 17, soy de argentina... Lq semana pasada me puse a ver todas tus noves, (ya que hace un monton las leo pero no comento porq no tengo tiempo) y entre rsas, encontre I LOVE YOU, cuando la lei quede re IMPRESIONADA, LA AME!! Cuando lei que ibas a hacer segunda temporada fue como que AHHHHHH TIENE QUE EMPEZARLA TIENE QUE EMPEZARLA!!! Y bueno, me fijo hoy y veo que tened una nove.nueva que se llama Dark Dreams.y digo WOOOHOOOOOO ES LA SEGUNDA TEMPORADAAAA LA EMPEZOOOOOO y lei el prier.xapitulo y quede re OOOOOOHHHH AHHHHH UUUHHHHHH Y TENES QUE SEGUIRLA MUJERRRR
Pd: te amo, sos la mejor escritora del mundo y amo tus novelas
Pd2: me reeee fui con el coment, pero es verdadddd
Pd3: si escribi en coment como analfabeta es porq estoy del cel y me re cuesta escribir cuando se pone rebelde y se traba...
Pd: te amo, sos la mejor escritora del mundo y amo tus novelas
Pd2: me reeee fui con el coment, pero es verdadddd
Pd3: si escribi en coment como analfabeta es porq estoy del cel y me re cuesta escribir cuando se pone rebelde y se traba...
Naz.
Re: Dark Dreams (Liam Payne)
¡Capitulo! No puede ser, lo ame con todas mis ganas, siguela cuando puedas.
justwerock
Página 3 de 13. • 1, 2, 3, 4 ... 11, 12, 13
Temas similares
» Mis novelas
» Dark. {Liam Payne} -Cancelada-
» La Pequeña & Hermosa Esposa De Liam Payne [Liam Payne & Tú]
» Prejudice, Dreams and Love [Liam Payne y Tu]
» Dark Brown Eyes (Liam Payne)
» Dark. {Liam Payne} -Cancelada-
» La Pequeña & Hermosa Esposa De Liam Payne [Liam Payne & Tú]
» Prejudice, Dreams and Love [Liam Payne y Tu]
» Dark Brown Eyes (Liam Payne)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 3 de 13.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.