No Regrets - Niall Horan y tú

Cenamos de la misma forma que la noche anterior, entre risas y charlarlas sin fin. Terminamos luego de que Niall comiera entre unas cinco y ocho milanesas, pero eso no era lo extraño. Lo extraño era que en el tiempo en el cual yo me había comido dos milanesas y repetido ensalada, él ya había comido casi el cuádruple de la cantidad de comida que yo había comido.
-Estoy repleto…-dijo desperezándose en la silla
-No veo porque-dije divertida, él simplemente me miro con los ojos entrecerrados.
-Con que chistosa, ¿eh?-siguiéndome el juego
-Sep-dije parándome de la mesa y levantando las cosas que había en esta.
-Dejame que te ayude a lavar las cosas.
-No hace falta, no lo haré-me miró desconcertado-mañana a la mañana viene Jane y ella se encargara de los platos.
-¿Quién es Jane?-preguntó aun sin entender
-Es algo así como mi nana, pero ahora que estoy más grande no viene tan seguido. Solo los lunes y los jueves mientras estoy en el colegio.
-Con que si…-dijo algo… ¿pensativo?...no, se estaba haciendo el payaso, lo podía ver en sus hermosos ojos-vení, tengo una hora y media hasta que me vaya-dijo tirándose en el sillón y prendiendo la televisión con el control remoto en sus manos.
-Niall, son las 10:30. ¿A qué se refiere tu mamá con llegar temprano?-lo miré con advertencia.
-Temprano-lo miré mal, no de mala si no que lo último que quería era que esto, de tener su compañía, se cortara por un castigo-vení, todo estará bien.
No sé porque, pero confié ciegamente en él y me acosté sobre su falda. Mi Niñero comenzó a cambiar los canales haciendo zapping, de un momento a otro pude distinguir la casa del Sr. Darcy en la película ‘Orgullo y prejuicio’.
-Volvé-dije sentándome bruscamente-uno más…uno más….¡Ahí!-señale emocionada el aparato-Y que ni se te ocurra cambiar
-No lo haré, ahora podés respirar tranquila, vení-dijo empujando levemente, con su mano, mi espalda para que volviera a mi posición original, acostada en su regazo.- ¿te gusta ‘Orgullo y Prejuicio’?
-Gustar es poco… ¿la conocés?
-A mi mamá y a mi hermana les encanta, así que me la sé de memoria.-Me pareció tierno, ya que seguramente debía de ponerse a ver la película con ellas.
Comencé a imaginar como debía de ser la hermana pequeña de Niall, de seguro era rubia, con unos ojos color cielo preciosos como los de su hermano y dulce, si definitivamente tenía que ser muy dulce. Pero más dulce seria Niall como hermano mayor, de seguro se comportaba de una forma mucho más dulce y protectora con su hermana en comparación por como lo hacía con migo.
Poco a poco en sueño me fue entrando y entre las caricias de Niall y la película me quede dormida. Mi última imagen fue la de Lizzie y Mr.Darcy bajo la lluvia cuando él se le declaraba a ella, le decía que la había amado siempre y que se había dejado guiar por su orgullo y prejuicio.
Tal vez fue por esta última imagen lo que me hizo entrar en un profundo sueño y a soñar con aquella película, pero en vez de estar Mr.Darcy estaba Niall y en el lugar de Lizzie estaba yo. ¿Qué demonios me quería decir el destino? No lo sé.
Luego de unas horas sentí como algo se movía debajo de mi cabeza para luego unos fuertes brazos alzarme. Como acto reflejo pase mis brazos por el cuello de la persona que me tenía en brazos, Niall, y escondí mi cara en su cuello.
Luego de subir las escaleras me dejó en mi cama, me sacó las sandalias y la campera para luego taparme con las sabanas. Se inclino sobre mí y recibí un corto pero suave y tierno beso en los labios.
Pude sentir como un escalofrió que me recorría completamente, desde la cabeza hasta la punta de los pies. Era algo nuevo, algo así como una corriente eléctrica, algo que nunca en la vida había sentido y definitivamente quería volver a sentir.
Después se acerco a mi oído, podía escuchar su respiración y un leve susurro.
-Dentro de poco podre hacer eso en frente del mundo entero, lo prometo-después de eso se alejo, escuché como bajaba las escaleras.
Tenía la ilusión de que esa noche se volviera a dormir en el sofá, pero no lo hizo. Eso me quedó claro cuando la puerta de entrada se cerró y la planta de abajo quedó a oscuras.
-AAAAAAAAAAHHHHHH-grité con todas mis fuerzas debido al fuerte susto que me había pegado. Linna y Zayn habían entrado esa mañana a mi casa y se habían tirado arriba mío y gritado con todas sus fuerzas provocándome un susto de muerte-que tengas mis llaves no significa que puedas entrar y despertarme así, Linna. En casos de emergencia…CASOS DE EMERGENCIA!!!!!
Era verdad, cada una tenía un juego de llaves de la casa de las otras por si necesitábamos entrar y no había nadie o algo por el estilo.
-Esto era una emergencia, Rae, imaginate que hoy no te levantabas de la depresión y…
-¿De verdad me creés capas de eso? Jamás he reaccionado de esa forma ante esta misma situación
-Sí, lo sé. Pero me preocupe.
-Sí, sí está bien.
-Bien-dijo algo más relajada-ahora arriba, bañate, vestete mientras yo te hago el desayuno
-Claro-dije tratando de sonar feliz, pero la verdad es que no lo estaba.
Linna era muy dulce y la quería un montón, pero había algo que no soportaba y eso era que todo lo que ingería era orgánico y por ende todo lo que cocinaba lo era. Zayn no tenía problema porque ella le decía que lo ayudaba a su aspecto, su piel y no sé qué demonios más y con eso se conformaba. Sin contar que había sido flechado.
Hablando de ellos dos, estaban muy juntitos para ser solo ‘salientes’. Se la pasaban todo el día juntos, caminaban de la mano por toda la escuela, él la llevaba a todos lados, de ida y de vuelta, salían a citas, a cenar, a ver películas, al parque, a fiestas, se juntaban en sus casas de día, de noche, por la tarde y al mediodía. Como si fueran novios.
En parte estaba feliz por ambos quienes se lo tenían bien merecido, pero por otro lado me producía algo de envidia. ¿Era tan complicado encontrar a una persona sin escrúpulos a quien amar y que tu amor dado sea correspondido? Al parecer sí. No pedía demasiado. Simplemente alguien que este con migo en las buenas y en las malas sin vueltas, que me haga reír y que me ame.
Bueno supongamos que la había encontrado, y lo había hecho, pero era complicado. Él estaba con Any y….y…no, no había otro problema. La verdadera pregunta era si él me amaba realmente o era un simple capricho. No lo sé, tal vez si, tal vez no. No me quería apresurar y hacer expectativas, pero tal vez y solo tal vez, tenía más posibilidades de que me amara de verdad a que sea un capricho. Pero no lo sabía, así que había que esperar y ver.
Me levante, me bañe y me vestí (http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=53510228 ) con un sweater porque había levantado algo de viento. Bajé las escaleras y me encontré con una escena de lo más tierna. Linna acomodaba cocinaba mientras que Zayn la abrazaba por detrás e iba depositando cortos besos en el cuello y rostro de mi amiga. No los quería interrumpir pero si no llegaríamos tarde.
-Hay un hotel a unas cuadras, puedo llamar si quieren y excusarlos en el colegio debido a su falta. Palabra de honor que no mencionare que están juntos y menos que menos que chanchadas están haciendo-Lin se puso roja de la vergüenza, no sé por qué. Con todo el mundo lo era sí, ¡pero con estando con mi primo la perdía toda! Eso sí cuando nosotras la veíamos volvía a ser la misma pequeña y vergonzosa Linna.
- ¿De verdad nos arias ese favor, R?-preguntó en broma el cínico de mi primo
-Claro, Z, cuando quieras
-Bien el desayuno está listo-interrumpió Linna cambiando de tema.
Desayunamos fruta, cereales de no sé qué y té de hierbas que no sé qué demonios te hacían en el cabello. En fin, un desayuno orgánico bien al estilo de Lin. Pero sea lo que sea definitivamente a ella le hacía estupendamente bien.
Su piel blanca como de porcelana era tersa y suave, su cuerpo era delgado pero fuerte aun que por su carácter fácilmente se podía pensar que era frágil como la pieza de porcelana más fina. Su cabello caía brillante, sano y parejo hasta la mitad de la cintura en un tono dorado natural que cualquiera podría haber pensado que tenía en cima kilos de tintura. En su cara, sus rasgos eran finos y delicados y sus ojos celestes, pequeños pero brillantes y llenos de alegría. Linna era en otras palabras una como una pequeña muñeca de porcelana de la más fina calidad y también lo era su corazón. Listo para ayudar a cualquiera, con solo pensar que tenía unos cinco perros, seis gatos, un loro, un conejo, dos erizos y un mono todos rescatados de casas abandonas o de incendios te dabas cuanta el enorme corazón que tenia.
Cuando terminamos de desayunar fuimos al colegio, el cual estuvo tranquilo. Estuve con las chicas todo el día riéndome, bueno no con todas porque por momentos Linna desaparecía, como siempre. Le conté a Vicky acerca de lo sucedido con Niall el fin de semana, se ofendió un poco con respecto a que llamé a Liam y no a ella el sábado por la noche. Pero luego me agradeció porque a esa hora estaba durmiendo y que sus consejos y ni humor serian los mejores. No vimos a los chicos hasta que terminó la jornada. Era raro no estar con Niall.
-¡Lin! ¡Lin!-escuchamos detrás de nosotras cuando nos dirigíamos al estacionamiento, las cuatro nos dimos vuelta y vimos a Zayn corriendo hacia nosotras y a los otros cuatro chicos caminando detrás de él.-Lin-repitió algo entrecortado debido a su estado de agitación.- ¿qué hacés ahora?
-Nada-dijo Linna algo extrañada y era de esperar, el muchacho le había gritado a todo pulmón desde el otro lado el mundo y luego lo había corrido ¿solo para preguntar eso? Ahí había gato encerrado, conocía muy bien a mi moreno primo como para saber que algo se traía entre manos.
-Bien, entonces ¿me acompañás? Tengo que ir al centro hacer unas cosas-dijo algo inseguro
-Claro-respondió mi servicial amiga, con tal de ayudar haría cualquier cosa. Pobrecita se había tragado el cuanto, no sabía de que se trataba pero si sabía que algo tramaba Z.
-Entonces vamos-dijo Zayn entrelazando sus dedos con los de la rubia y dirigiéndose al auto.
-Genial me he quedado sin chofer-me quejé-¿Liam?-lo miré haciéndole ojitos quien se encontraba a mi lado.
-A mi no me mires, vivo exactamente para el otro lado del mundo
-Me mudé más cerca
-Sí, claro, claro. Le diré a mamá que prepare una torta de bienvenida.-dijo sarcásticamente mientras me abrazaba por los hombros y me daba un beso en la frente-¡Nos vemos!-saludó mientras se alejaba.
-A nosotros no nos mires, tenemos que ir a…a hacer un trabajo-se excusó Lou
-Amigos, les decían-dije reboleando los ojos. Mientras ellos besaban mi mejilla y se iban.
-Nos hará correr mil vueltas en el próximo entrenamiento-logré escuchar que Harry le comentaba a Louis en un intento de susurro.
-De eso no hay duda-le grité. Él se giró y me miró horrorizado para luego seguir su camino.
-Y nosotras no tenemos auto-dijo Ronny, eso si era verdad. Escuchamos una bocina detrás de nosotras-me voy, ¡adiós!
-Quiero un padre que me venga a buscar-protestó Vicky.
-Y yo uno que cuide su salud para estar casa cuando llegó, pero todo no se puede-pude sentir como la mirada de Niall se clavaba en mi interrogándome acerca de mi comentario
-Vamos a tener que mandarlos a una escuela para padres
-Cuando exista seré la primera en la lista
-yo también-dijo divertida-bueno, yo me voy o no llego mas, ¡nos vemos!-y así nos quedamos Niall y yo solos en el estacionamiento del colegio.
-Vamos que te llevo-dijo Niall aun algo confundido- ¿te puedo preguntar algo?-me pregunto mientras caminábamos hasta su moto
-Lo que sea-respondí imaginándome lo que venía.
-¿Por qué hablaste así de tú papá cuando estábamos con Vicky? Es decir el tiene una enfermedad no puede prevenir esas cosas, digo no quiero ser entrometido ni nada pero…
-Mi papá está enfermo, si, y lo que le paso perfectamente le podría pasar a cualquiera aunque estuviera totalmente sano. Pero el puede prevenirlo, tomando los medicamentos y obedeciendo las indicaciones de los médicos. Cosa que no hace
-Entiendo, pero ¿él no se hace esos controles todos los años?
-Sí, controles. No tratamientos.
-Lo lamento
-No tienes porque lamentarte-dije con un hilo de voz. A pesar de que ya lo tenía asumido seguía con las expectativas de que mi padre algún día se ocupara de su enfermedad.
-Ven acá-dijo abrazándome por los hombros para luego hacerlo fuerte y yo esconderme en sus brazos.-Pase lo que pase tienes que saber que estaré siempre para lo que necesites-yo me limité a asentir con la cabeza.
No lloré ni nada, pero nos quedamos así abrazados como por cinco minutos. Me gustaba sentir como sus brazos me contenían, impregnarme de su olor, sentir su cabeza apoyada contra la mía. Me gustaba sentirme acompañada y… ¿querida? Si tal vez si, querida también.

Llegamos a mi casa y se notaba que Jane había estado allí, todo estaba limpio, las camas tendidas, la cena echa, la ropa lavada y planchada. Merendamos y cada quien se puso a hacer su tarea. Yo tenía que hacer unas cosas de historia sobre la segunda guerra mundial, que terminé rápidamente, y Niall al parecer algo de literatura que lo tenía loco.
-¿Necesitás ayuda?-le pregunté al ver que estaba a punto de echar humo por las orejas.
-No… bueno… si, pero no creo que entiendas-dijo levantando la vista del libro.
-Pruébame-le dije agachándome ya que él se encontraba sentado en el piso y yo en el sillón.
-Es un trabajo…y bueno tenemos que hacer un documental sobre Jane Austen.
-¿Eso es un trabajo de literatura?
-Literatura, lengua y medios de comunicación
-¿Qué problema tenés?-me parecía interesante lo que tenía que hacer y sabía que en algo lo podía ayudar ya que había leído todos los libros de esa autora.
-Tengo que planear de que vamos a hablar exactamente, organizar y seleccionar la información que los chicos me manden.
-¿Qué chicos?-le pregunté, de seguro estaba con Any y él estaba haciendo su parte del trabajo.
-Any- aja, ¡lo sabia!-Melissa -una ‘amiga’ de Any, mejor dicho su perro faldero- Liam y Alex-un chico de futbol-y yo estoy haciendo la parte de Any porque dijo que no podía-¿por qué era tan bueno? ¿Qué no se daba cuenta? ¡Era apropósito!
-Es obvio, ¿no crees?
-Sí, pero bueno la cuestión es que tenemos que hacer un documental de por lo menos una hora y media y yo tengo que hacer el trabajo de dos.
-Vení-le indiqué poniéndome de pie.
-¿A dónde?
-Ya verás-le respondí con misterio y él rió
Nos dirigimos al estudio. Una habitación amplia que se encontraba al lado de la de mi padre. Tenía una sola ventana frente a la puerta pero esta era ancha y de más o menos un metro y medio de alto. La cual tenía persianas de madera oscura algo desteñida por los años. El piso y los zócalos eran de una madera también oscura, como la de las persianas, pero sin desteñir. Las paredes eran de un color bordo amarronado. De dos de estas colgaban estanterías desde el piso hasta el techo con kilos de libros. Había libros anchos, flacos, viejos, nuevos, de tapa dura, de cuero, de tapa blanda, de colores oscuros, claros o brillantes. Ese era el paraíso para cualquier lector. Mi padre a pesar de ser un entrenador y fanático del futbol americano era un amante de la lectura y eso, sin duda, lo había heredado. Contra una de las paredes había un escritorio con pilas y pilas de papeles, con una computadora y barios portarretratos. La del frente estaba vacía en relación a los libros, pero tenía un gran hogar de madera, apagado, y algún que otro diploma de mi padre y premios de mi madre colgados o en estantes.
-Guau…-escuche a Niall detrás de mí
-¿Te sorprende?
-Mucho-una pequeña sonrisa a pareció en mis labios.
-Ven, por aquí podremos encontrar toda la colección de Jane Austen y en la computadora podremos buscar cuales fueron sus obras más importantes, su vida personal y qué relación le podemos encontrar con los libros.
-Estupendo-dijo con una sonrisa-Gracias, Rae
-Es lo menos que puedo hacer en agradecimiento a lo que hiciste tú
-No-negó y su sonrisa desapareció. Estaba confundida. Me tomó por los brazos con delicadeza pero a la vez con decisión.-Lo hice porque quise, no quiero que hagas ni esto ni nada en agradecimiento. ¿Entiendes?-me explicó, su voz había cambiado era profunda, decidida y firme.
-Si-su mirada estaba clavada en la mía. Era profunda y decidida como su voz, creo que nadie se atrevería a contradecirlo en ese estado.
-Prométemelo, Rae, prométemelo
-Lo prometo, Niall, no haré nada para agradecerte. Pero esto lo hago porque quiero, que eso también te quede claro.
-Como el agua-rápidamente la sonrisa en su rostro, había vuelto junto con su humor, ¡este era chico bipolar! Pero así me gustaba.
Él se sentó en la computadora y comenzó a buscar en su mail la información que los chicos le habían mandado. Mientras tanto yo buscaba los libros de la autora solicitada y los ordenaba por el orden de publicación.
-¿Esta es tu madre?-me pregunto señalando una foto mía con ella y mi padre.
-Si
-Tienes sus ojos, su boca, su sonrisa y su cabello-tenía razón, tenía otros parecidos pero los más notorios eran esos ya que eran exactamente iguales.-era muy parecida a ti, debió haber sido una mujer hermosa.
-Lo fue-afirmé.
Mi madre había sido una mujer muy hermosa, en todo sentido, tanto por dentro como por fuera. Por eso Linna me hacia acordar mucho a ella, ambas habían dedicado toda su vida al resto del mundo. Lo único que había heredado de ella era su aspecto físico, amor por el arte y la música. Pero con eso me bastaba.
-Estoy seguro
Pasamos horas decidiendo que poner o no en el documental. Los chicos le habían mandado un montón de información y muy útil, vale la aclaración. Seleccionamos la información, la organizamos y escribimos el boceto del guion. Al parecer hacíamos un muy buen equipo.
-Estoy exhausto-suspiró una vez que terminamos.
-Demasiada historia para un mismo día
-Tengo hambre-se quejó mi Niñero sobándose la panza.
-¿Qué hora es?
-Son las…¡8:30!-dijo sorprendido al fijarse en su reloj de pulsera.
-¿Querés comer?
-Definitivamente.
-Pues vamos-dije parándome ya que nos encontrábamos en el piso.
-Me gusta esta habitación-dijo detrás de mí mientras salía y se paraba en el marco de la puerta.- Me da paz.
-Si, a mi también.-Dije asomándome por sobre su hombro.
-Hey, mañana te invito yo a comer-dijo de golpe mientras poníamos la mesa
-¡¿Que vos que!?-le pregunte en shock
-No me refiero a una cita, tonta, es que me has alimentado por tres días
-¿Y?-dije sin entender.
-Que no me parece correcto y menos con la cantidad de comida que ingiero.
-Lo hago porque quiero no tenés que hacer nada para agradecérmelo-le refuté, utilizando sus propias palabras.-me miró con advertencia y yo le saqué la lengua.
-Yo también lo hago porque quiero.
-Bueno, en ese caso. Supongo que sí, sí a vos no te molesta…
-Como me va a molestar, a demás pondré a la gente celosa porque tendré conmigo a la señorita más hermosa del planeta.
-Dijiste que no era una cita.-le recriminé
-Eso no significa que no pueda aprovechar-dijo pícaramente
-Niall-le advertí
-Rae…soy un oportunista ¿qué no recordás?
-Sí, lo recuerdo y también recuerdo que tienes una novia.
-Mientras no se entere no sucederá nada, a demás, no vamos a salir a una cita o algo parecido.
-Como sea.
-No te enojes-dijo parándose en frente mío y poniendo cara de perro abandonado.
-No me enojo
-¿Lo prometés?-me preguntó levantando una ceja.
-Lo prometó-una sonrisa apareció en su rostro y se acerco al mío para besar mi mejilla.
-¡Gracias! Ahora a comer.
Nos sentamos en la mesa y comimos espaguetis con salsa de tomate y albóndigas, la especialidad de Jane. Era muy tierno verlo comer a Niall, quien se llenaba la boca de comida enchastrándose todo mientras intentaba seguirme el hilo de la conversación.
-¿Que mirás?-me preguntó de golpe sacándome de mi trance. Me di cuenta que me había quedado colgada mirándolo, ¿cuando no?
-Nada-dije volviendo a mi comida evitando sonreír.
-¿Tengo monos en la cara?-preguntó levantando una ceja en señal de advertencia.
-No precisamente.-le respondí levantando la mirada y observando su rostro todo rojo debido a la salsa y todo inflado por la enorme cantidad que se acababa de meter en la boca.
-¿Que tengo?-preguntó sin esperar a tragar.
Yo me paré y tomé un par de servilletas que había sobre la mesa. Me paré a su lado y lo tomé del mentón e hice que me mirara. Él se sentó de costado, mirándome, abrió sus piernas y con sus manos en mi cintura me acerco a él.
Comencé a limpiarle, literalmente, toda la cara. De arriba abajo, desde la frente hasta el mentón, y también todo el ancho, desde una oreja a la otra. Mientras él me miraba a la cara como buscando algo y yo para evitarla me ‘concentraba’ en mi trabajo.
Después de unos minutos terminé y dirigí mi mirada a sus ojos. Seguían concentrados en no sé que, pero cuando se dio cuenta que lo estaba mirándolo movió su mirada para encontrarla con la mía. Me dedicó una sonrisa y por inercia se la devolví.
-Gracias-me agradeció aun con una sonrisa en su rostro.
-Cuando quieras-le respondí algo embobada a lo que él soltó una corta pero dulce y melodiosa risa.
Intenté darme vuelta y dirigirme hacia mi asiento pero algo me lo impedía. Mi Niñero me tenia agarrada con sus manos desde mi cintura y con sus piernas apretaba las mías y no dejaba que me moviera.
-¿A dónde vas?-me preguntó pícaro
-A mi lugar, ¿a dónde más?-le pregunte obvia.
-Quedate con migo.
-Niall, mi silla está a un metro.
-Pero tenés que dar la vuelta.
-Niall…-le advertí
-Por favor-me pidió poniendo otra vez cara de perro abandonado. Eso no era justo, no podía resistirme a esa cara, de hecho no podía resistirme a él en sí, pero bueno.
-¿Qué sugeríss?-le pregunté vencida.
-Sentate aquí-me indico la silla a su lado.
-Bien.
Amague para agarrar mis cosas pero no llegue a hacerlo porque Niall ya las había tomado y acomodado a su lado. Una vez que estuve sentada vi como él pasaba su mano por debajo de mi silla y la atraía más a él.
-Ahora si-dijo una vez que nuestras sillas estuvieron pegadas. Me eche a reír por la forma tierna y dulce como se había comportado.- ¿Qué? ¿Por qué te reís? Y no me digas por nada.
-¿Por qué me hiciste sentarme a tu lado y acercaste tanto mi silla?
-No me respondas con otra pregunta-estaba comenzando a molestarse.
-Me rio porque me causo gracia como te comportaste-no le iba a decir que me había causado ternura.
-¿Gracia?-repitió dudoso
-Gracia-afirmé.-ahora tu respondé mi pregunta ¿Por qué me hiciste sentarme a tu lado y acercaste tanto mi silla?
-Porque quería tenerte cerca, ¿qué no es obvio?-me preguntó algo desesperado. Yo simplemente le sonreí y baje mi mirada para seguir comiendo.
-Esta frio-me quejé cuando me metí un bocado en la boca. Más vale que iba a estar frio, nos habíamos pasado un rato largo desde la última vez que me había metido un bocado de comida en la boca-¿Querés que te lo caliente a vos también?-le pregunté levantándome de la silla.
-Si vos querés-dijo hueco, no sonaba enojado o triste si no decepcionado.
-¿Qué te sucede?-le pregunté volviéndome a sentar, ¿acaso volvería a tener cambios repentinos de humor?
-Nada-respondió con el mismo tono implementado anteriormente. Tenía la mirada gacha y la sonrisa se había borrado de su rostro.
-No me digas que te pasa nada, Niall, se perfectamente que algo tienes. ¿Qué es?-le pregunté poniendo mi mano en su mejilla y moviéndole la cara, con suavidad, para que me mirara.
-Respondeme una cosa
-Lo que sea.
-¿Me dirás la verdad y solo la verdad?-preguntó algo inseguro
-La verdad y solo la verdad-respondí aun sin descifrar a que punto quería llegar.
-¿Cómo te pondrías, qué pensarías si yo te dijera ahora que mañana no te llevaré a cenar y qué no quiero volver a estar contigo?
-¿Si todo volviera a ser como antes?-le respondí con otra pregunta quitando mi mano de su mejilla y juntarla con la otra.
-Más o menos.
Era una pregunta complicada, tendría que pensarlo. Bueno no, era sencilla la respuesta. Si él me dejara en ese momento yo simplemente entraría en un estado de depresión muy grande, nunca me había sentido tan acompañada y completa. No éramos nada, pero sinceramente yo sentía como si de verdad fuéramos todo. Aunque no fuera correcto porque él estaba de novio con Any. Con él sentía cosas que jamás había sentido con nadie y menos con un chico. Me sentía segura, querida, feliz, en paz, como si todo fuera a estar bien siempre y cuando yo estuviera a su lado. El único problema era como se lo decía, ya que a pesar que yo sintiera como si fuéramos todo no lo éramos y no podía prácticamente declárale que estaba muerta por él y que lo quería como a nadie nunca había querido. ¿O sí? Me quedé unos minutos en silencio y podía identificar la desesperación en sus ojos.
-Si vos llegaras a hacer eso, yo estaría de verdad muy triste.-comencé, pretendía ser cuidadosa, no fría, pero tampoco irme de boca.-Yo te he tomado mucho cariño, en realidad siempre lo tuve, pero eso ya lo sabés-una débil sonrisa se asomo en sus labios-Sinceramente no me gustaría que te fueras,-tomé aire y valentía para terminar la frase-en realidad no me gustaría que te fueras ni hoy ni nunca.-lo había dicho, en pocas palabras e algo indirectamente, pero lo había dicho.
No dijo nada, simplemente sonrió como nunca antes lo había visto sonreír. Estaba que irradiaba felicidad por todos los poros de su cuerpo. Se acerco a mi oído y susurro un débil y apenas audible ‘Yo también’.
Mi cara se iluminó por completo. Luego se paró, tomó los platos y los llevó a la cocina para calentarlos. Apareció unos minutos después con la comida que echaba humo, dejo los platos en la mesa, se sentó y seguimos comiendo como si nada hubiera pasado a excepción que a ninguno se nos borraba las gigantes sonrisas de nuestros rostros.

Me desperté por el sonido de mi despertador, eran las 6:45 de la mañana. Me levanté y fui hasta el baño. Prendí la ducha y mientras que el agua tomaba temperatura me desvestí. Una vez dentro recordé la noche anterior.
Cuando terminamos de comer pasamos un rato juntos, Niall y yo, y luego se fue a su casa.
Luego vino a mi mente la pregunta que me había hecho la noche anterior mientras cenábamos y su felicidad ante mi respuesta. No era tan complicado, él de verdad sentía algo por mí. Pero ¿por qué seguía de novio con Any? Eso era algo que no me cerraba y yo no haría nada mientras él estuviera con ella, porque no era correcto. De hecho no era correcto lo que estábamos haciendo, pero se sentía bien tenerlo con migo. Estaba mal, pero a mí me hacia bien. Aun que luego recordaba a Any y toda mi felicidad se venía abajo.
Salí de la ducha y me cambie (http://www.polyvore.com/15/set?id=53512312 ). Me armé un bolso con la ropa para esa noche porque no iba a pasar por casa.
Escuché el timbre y supusé que era Zayn, así que tomé mis cosas y salí del departamento. Abajo me esperaban mi primo y Linna. Mientras me acercaba podía ver como discutían algo en susurros.
-¡Hola!-los saludé una vez que estuve cerca.
-Oh, hola, R-me saludó cuando se volteo a verme mientras se rascaba la nuca.
-Que lindo recibimi….-se lo iba a reprochar pero mi amiga me interrumpió.
-Hola, Rae.-me saludó con una sonrisa nerviosa.
-Hola, ¿Está todo bien?
-Si
-No-respondieron ambos al mismo tiempo. Yo simplemente levante una ceja en señal de advertencia, algo escondían esos dos.
-Sí, está todo bien-afirmo Lin.-Pero tenemos algo para decirte.
-Pues escúpelo, amiga, porque llegaremos tarde.
-¿Recordás que ayer fuimos con Linna al centro comercial?-comenzó mi primo.
-Si-asentí
-Bueno resulta que en realidad fuimos a la playa y Zayn me propuso ser su novia-terminó mi amiga quien apretaba con fuerza la mano del muchacho y sonreía. No preguntó cual era la respuesta porque pensé que era obvia, sino no estarían juntos esa mañana.
-Con que eso te traías entre manos, primito-le eché en cara a él. Quien se limitó a asentir.-Mientras que vos-me dirigí a Lin apuntándola con el dedo-tenés que contarme todo con detalles.
-Cuando quieras-afirmó feliz.
Después de eso nos subimos al auto y nos dirigimos al colegio. Al llegar nos encontramos a todos juntos sentados en unos bancos cerca del estacionamiento.
-Hola-saludé
-¡Hola!-saludaron todos al unísono. Pude notar como la mirada de Niall se clavaba en mí, yo simplemente le dedique una sonrisa y me despedí para ir a mi casillero.
-¡Espérame, Rae! ¡Reaven!-escuché que alguien me llamaba. Me di vuelta y me encontré con Ronny que venía corriendo.
-Te espero, tranquila-dije entre risas una vez que estuvo cerca.- ¿Qué pasa?
-Esa misma pregunta te la iba a hacer a vos.-me replicó con una picara sonrisa.
-¿Qué me pasa con qué?-le pregunté sin entender.
-Con Niall-me respondió obvia.
-¿Prometés no decir una palabra?-le pregunté
-Por la garrita-me prometió levantando su dedo meñique, yo correspondí levantando el mío para entrelazarlo con el de ella.
Comencé a contarle toda la historia desde el partido, porque lo anterior ya lo sabía. Entre risas, exclamaciones y acotaciones de su parte terminé mi historia justo cuando el timbre sonaba.
-Ahora ve a clases, luego terminaremos de hablar-me ordenó. Estaba algo desilusionada, seguramente porque recurrí a Liam y no a ella la noche del partido.
Me separé de ella y me dirigí a clases. Me tocaba literatura, era algo que me gustaba pero la profesora era insoportable.
-Buenos días-saludó la profesora Vidal al entrar. Estaba sentada con Vicky e imitábamos su aguda y detestable voz al fondo de la clase. Provocando que todo el que nos escuchara se riera.- ¡Señorita Mc Lean!-escuché que me gritaba la profesora, sin tener el mínimo control de sus agudos.
-Sí, ¿Qué sucede?-pregunté haciéndome la desentendida.
-¿Qué sucede?-me imitó, yo simplemente la miré como diciendo ¿en serio?-Lo que sucede es que usted se está dando la libertad de interrumpir mi clase-me recriminó poniendo énfasis en la palabra ‘mi’-y no todo el mundo se puede dar el lujo de no prestar atención como usted.
-Lo lamento, no volverá a ocurrir-me disculpé intentando sonar lo más creíble posible.
-Sí, lo mismo dijo la clase pasada, la anterior, la anterior y la anterior. ¡Lo ha dicho todo el año!-la mujer se había salido de sus casillas-A la dirección, señorita Mc Lean.
Me levanté de mi asiento, tomé mis cosas y me dirigí a la oficina. Era la primera vez que me mandaban a hablar con el director y para ser sincera me sentía bastante culpable, no por lo sucedido con la profesora porque ella me faltaba el respeto de la misma forma. Llevaba dos años dándome clases y desde el primer día me detestó, mi promedio en esa clase siempre era de siete cuando en muchos trabajos merecía un nueve o diez. ¿Cómo lo sabía?. Bien, porque he ido a hablar con el director y él mismo me ha calificado algunos de mis trabajos o exámenes junto con otros profesores y me han puesto altas calificaciones y había sido felicitada por ellos.
Me sentía culpable porque nunca me habían mandado a la dirección por mala conducta. No sé qué me había sucedido. Por lo general era muy respetuosa con los profesores y las demás autoridades del colegio, pero supongo que la señorita Vidal se ganó mi odio.
Cuando llegué, me encontré con una mata de pelo lacio y marrón todo alborotado, era Louis sentado en los asientos de afuera de la oficina del director.
-Hola, Tommo-lo saludé sentándome a su lado.
-Hola, Rae-levantó su mirada y me saludó con una sonrisa. Su cara estaba toda sucia con tinta, seguramente de marcadores, porque tenía varios colores.
-Te queda bien el azul, combina con tus ojos-bromeé al ver que tenía una gruesa marca al costado del ojo de color azul, al igual que sus ojos.
-Gracias-me respondió coqueto.
-¿Qué sucedió?. Sabés que este año mi padre te pidió exclusivamente que trataras de no meterte en problemas-le dije seria. Podía sonar amarga, pero de verdad me preocupaba. El año anterior habían estado a punto de sacarlo del equipo por sus travesuras.
-Guerra de marcadores con Hazza. Ya lo sé, pero es la primera vez que me llaman a la dirección en todo el año. Deberías felicitarme.
-Tenés razón, en los casi dos meses que vamos de clases es primera vez. ¿Dónde está Harry?.
-Adentro…-se quedó unos momentos pensando.- ¿Qué hacés vos aquí?-preguntó de golpe remarcando la palabra ‘vos’, mientras me señalaba con el dedo.
-La profesora Vidal.
-Oh, ya veo, te detesta.
-Detestar es poco.
-Hey, tengo una pregunta.
-Hazla.
-Pero no puedes decir nada.
-¿Sobre qué es?.
-Vicky.
-¿Qué querés saber?-pregunté algo desconfiada.
-¿Le gusta alguien, es decir, se ha fijado en alguien en el último tiempo?.-¡En ti!, pensaba yo.- Me refiero, ¿tengo chances?-escupió de una vez. Eso me dio mucha ternura, varias veces los chicos del equipo cuando les hacía de psicóloga me preguntaban cosas sobre chicas. Pero nunca de una en especial y nunca Lou.
-¡Tommo!, ¿te gusta Vicky?.
-Creo que los del tercer piso no te escucharon.
-Lo lamento-me excusé.
-Y sí, algo me gusta. Verás, en el último tiempo hemos estado hablando en la escuela y por facebook. Me parece muy divertida y linda. Pero tiene un solo problema.
-¿Cuál?-¿qué problema podía tener Vicky?. Era la persona más dulce y divertida del mundo.
-No le gustan la zanahorias.-me dijo serio. Yo simplemente me eché a reír. Louis tenía una obsesión por las zanahorias, las amaba. Era capaz de casarse con ellas.
-En conclusión, te gusta Vicky, pero qué tengo que ver yo con eso.
-Que vos sos la mejor amiga y tenés que decirme si tengo oportunidad o no.
-Para serte sincera, es probable que tengas algunas oportunidades, pero date prisa.
-Claro, claro-dijo con una sonrisa. Era muy tierno, no había tenido muchas novias. Solamente un par y alguna que otra con la cual había salido pero nada serio.
La puerta de la oficina se abrió y de allí salió Hazza con todos sus castaños rulos alborotados y sus hermosos ojos verdes apagados. No hacía falta aclarar que tenía toda su linda cara y sus fuertes brazos decorados con rayones de colores.
-Tomlinson-se escuchó la profunda y seria voz del director desde adentro.
-Es mi turno-dijo Louis sin la más mínima preocupación, levantándose de la silla y entrando a la oficina.
-¿Te han retado mucho?-le pregunté a Hazza antes de que se fuera. Él me miró y se sentó al lado mío.
-No tanto, tan solo tengo que venir los dos próximos sábados a la detención. Pero han llamado a mi padre.
-Veré que puedo hacer, ¿sí?
Eso si era un problema, el padre de Harry era un padre bastante ausente y dedicado en cuerpo, alma y tiempo a su trabajo, que solo se preocupaba por él cuando se metía en problemas debido a la reputación de la familia. Su madre era una señora muy presente ya que era ama de casa y se preocupaba por sus cuatro hijos. Era muy comprensiva con su hijo mayor, incluso varias veces había traído pastel a los entrenamientos o ido a ver a mi padre al hospital. Siempre me preguntaba porque no la llamaban a ella en vez de a su padre.
Harry tenía la cabeza gacha y su mirada estaba perdida en algún lugar del suelo. Sabía que tendría muchos problemas, él y su madre, si intentaba defenderlo. Pasé mi brazo por detrás de sus hombros y lo atraje a mí. Él apoyo su cabeza en mi hombro y allí se quedó mientras yo le acariciaba el cabello.
No me gustaba verlo así, era un buen chico, alegre que disfrutaba la vida sin contar que era un mujeriego. Pero a pesar de todo, siempre me había tratado con mucho respeto y aprecio y yo por mi parte le había tomado mucho cariño. Estaba tan decaído que podría haberle amargado el día a cualquiera.
Nos pasamos así aproximadamente media hora hasta que Louis salió y fue mi turno de entrar.
-Reaven, ¿qué te trae por aquí?-me preguntó sorprendido el director Jones .Era un hombre bastante alto y con algo de sobrepeso. Su cabello y barba estaban gris por los años. Era el mejor director que cualquier alumno podría haber pedido. Estricto pero bondadoso, podía llegar a sustituir a un profesor si éste no iba, conocía a todos sus alumnos por nombre, apellido y aspecto no importaba si fuera nuevo o viejo. Él siempre sabría donde se encontraba, sin importar horario, curso o clase.
-La profesora Vidal-con ese nombre él comprendía absolutamente todo.
-Siéntate-me indicó, yo obedecí y él se paró. Se dirigió a una pequeña mesa al lado del ventanal de la oficina-¿Té?
-Por favor-en la pequeña mesa había una tetera, tazas y una caja con saquitos de té.
-Aquí tienes-me dijo tendiéndome el té, el cual agarré. Él se volvió a sentar del otro lado del escritorio.- Cuéntame.
-No hay mucho que contar, para ser sincera-comencé mientras le ponía azúcar al té-Mientras ella hablaba yo le hacía burla al final del salón. Yo le falté el respeto, sí. Pero ella se metió con mis calificaciones, que ni siquiera son las indicadas. Sin contar que no fui la única, pero como siempre yo soy la culpable de que nadie preste atención y no es mi culpa si ella hace una clase tan aburrida o el resto de los alumnos no la quieren escuchar y prefieren prestarme atención.
-Comprendo. Sabes que has estado mal, ¿verdad?.
-Lo sé, pero eso no quiere decir que esté arrepentida.
-Bien, vos has estado mal en faltarle el respeto a la profesora, Raeven. Pero tengo que reconocer que en el resto tenés razón. Yo hablaré con ella, pero vos tienes que prometerme que vas a ser un poco más cuidadosa.
-Claro, señor.
-Ahora cuéntame. Tú estás a cargo del equipo, ¿verdad?-el equipo de fútbol americano siempre había sido su gran preocupación.
-Si-asentí.
-Bueno tienes que saber que si llegas a tener algún problema me avisas y yo lo resuelvo.
-No creo que ten…-pero no pude terminar la frase. Si tenía un problema, el padre de Harry.-Si, tengo un problema, señor.
-Dime-me miró atento.
-Es sobre Harry Styles, señor.
-Mmhmm, ¿qué sucede?-su mirada ahora era de preocupación.
-Sucede que usted hoy ha llamado a su padre, no estoy juzgando su autoridad. Sino que usted sabe como es la reacción del señor Styles con Harry y eso lo podría afectar seriamente. Como consecuencia, su forma de jugar y entrenar y usted sabe cómo son los chicos. Ellos son muy unidos y con uno que esté mal se enfocarán en ayudarlo y no en mejorar. Es decir, los entrenamientos no darían fruto y podríamos llegar a quedar fuera de la Copa Anual.
-Comprendo, ¿qué sugieres?-me preguntó.
-Que llame al Sr. Styles y que le diga que todo está solucionado, es decir, que le quite un poco de su enojo. Usted sabe cómo hacerlo.-eso había sido un halago y no podía negarse. Además su peor pesadilla era que el equipo quedara fuera del torneo.
-Yo me encargaré de todo, Reaven, vos quédate tranquila y entrená a mis muchachos.
-Claro, ahora si me disculpa tengo que volver a clases. Que tenga un buen día.-y dicho esto me levanté de la silla y volví a clases.
El resto de la mañana pasó tranquila, lenta pero tranquila.

astupatapotaipahija! Ha sido alucinante! Y me lo he leído todo todito esta mañana...
Jope, tengo que irme a echar la matrícula a la escuela... y sólo me quedan cuatro días. Espero que me cojan :)
Bueno, quitando mis temas personales, me encantó la novela. Debes seguirla cuanto antes.
Any.... se la hecha en falta su humor petulante y estúpido... ¡QUE DIGO! ¡NO SE LA ECHA EN FALTA! OU YES! (te voy a poner un gif acorde a la situación xD)

Bye bitch! vete a Marte! (?

Bueno, me pesentaré después de todo este... extraño momento. Me llamo Virginia, y esto es lo que pienso. Porque es hoy.

El mediodía llegó y como consecuencia la devolución de Ronny sobre lo que había pasado. Estábamos sentados todos juntos cuando llegó con Linna, me miró y comprendí. Me levanté y comenzamos a caminar.
-¿Sabés que me duele que lo hayas llamado a Liam en vez de a mi?-soltó luego de caminar unos minutos.
-No quería lastimarte, Ronny, de verdad. Es solo que fue él quien se me ocurrió que podría aconsejarme.
-¿Y yo no?. ¿Por qué él siempre se entera de todo antes que yo, que nosotras?-me preguntó quedándose quieta en el lugar.
-Primero que nada, él estaba en mi casa y no vos cuando Niall estaba borracho. Y bien que se los conté a todas el lunes siguiente.-le respondí poniéndome en frente de ella.
-¿Por qué no el domingo?.
-No puedo creer que me estés haciendo esto.-le recriminé.
-¿Esto qué?.
-Una escena de celos, Verónica. Sos mi mejor amiga y siempre lo vas a hacer. Siempre te cuento todo, solo vos sabes lo que sucedió con Niall ayer. Solo vos sabes que salgo con él esta noche.
-¿Liam no lo sabe?-preguntó un tanto avergonzada.
-No, ¿y qué si lo supiera?. ¿Qué si nadie lo supiera?. -estaba a punto de explotar-él también es mi mejor amigo, tengo derecho a decidir a quién contarle o no las cosas. A quien pedirle consejos ¿Acaso me vas a sacar esa libertad?.
-No, pero…aghhh nunca me has pedido consejos a mí.
-Sí, lo he hecho.
-No últimamente.
-¿Sabés qué?. Pensá lo que quieras, no tengo ganas para discutir.-me di media vuelta y me dirigí a la mesa con los chicos.
Me senté y pude notar que Niall no estaba allí. Al fijarme en las otras mesas lo pude ver con Any en sus piernas que repartía largos besos en su cuello. ¿Qué las cosas podían ir peor?. Primero me mandan a la oficina del director, segundo Ronny se pone celosa de Liam y ahora Niall tiene a esa cosa en sus piernas y al parecer ni lo ha notado.
‘Dentro de poco podré hacer eso en frente del mundo entero, lo prometo’ esa pequeña promesa se me vino a la cabeza, en ese momento no parecía muy preocupado por poder besarme en frente de todo el mundo. ¡Demonios!. Ahora era yo la celosa, un momento… ¿Yo celosa?. ¡Sí, yo estaba celosa de eso que estaba en las piernas de Niall!.
Toda la tarde la pasé así, con un humor de perros terrible. No había nadie que se acercara que no se fuera disgustado por algún comentario o palabrota mía. Mi situación con Verónica no había mejorado, no nos hablábamos, no nos mirábamos, no nada. Vicky había tratado de hablar conmigo pero no había logrado nada, así que se dedicaba a hacer bobadas para hacerme reír. Como siempre lo lograba, pero al terminar la broma todo el mal humor volvía a su lugar más intensificado que antes.
Llegó el momento del entrenamiento, intenté de no desquitarme con los chicos pero me fue imposible. Cada vez que veía a Niall lo mandaba a correr una vuelta más y como consecuencia, a todo el equipo.
-Todos dense un descanso y tomen algo de agua-indicó Liam, cuando terminaron de correr la vuelta numero veinticinco.
-¿Qué creés que haces?-le pregunté malhumorada cuando se acerco a mí.
-¿Vos qué haces, Rae?-me preguntó acusadoramente mientras se paraba en frente mío.-Nos has hecho correr sin parar una infinidad de vueltas, cuando nos hablas no es más que para criticar o lo haces de mala forma.-su tono era frio y duro, nunca se había enojado así conmigo y definitivamente no me gustaba.
De golpe me cayó la ficha de que había tratado mal a todo el que me hablaba. Incluso a los que ni siquiera lo hacían. Me sentía culpable, la peor persona del mundo, estaba enojada conmigo. No lo podía evitar, una lágrima se escapó por mi ojo, luego otra, luego otra, para terminar hecha un mar de lágrimas. Mis rodillas se quebraron y caí al piso abrazándome con mis propios brazos. Estaba frustrada y no podía hacer mas que eso, llorar.
-Rae-escuché que Liam me llamaba. Me tomó por el mentón y me levantó la cabeza. Aun llorando lo miré a los ojos a través de una cortina de lágrimas. Su mirada no era más fría, dura y acusadora, había vuelto a ser la misma. Dulce, comprensiva y llena de paz.- ¿Qué sucedió, pequeña?-me preguntó abrazándome.
-Tuve un día horrible.-dije algo entrecortado por el llanto.
-Cuéntame-me incitó mientras nos sentábamos en las gradas.
-Cuando llegué Ronny se dio cuenta que algo sucedía con Niall así que le conté. Acuérdate de eso, porque no se quedó muy bien que digamos. En literatura tuve un encuentro con la profesora y me mandó a dirección. En el almuerzo, ¿viste que con Ronny nos fuimos?-él asintió con la cabeza-Hablamos y me dijo que estaba celosa de vos.
-Un momento-me interrumpió-¿de mi?-me preguntó sorprendido.- ¿Por qué?-preguntó más sorprendido aún.
-Porque te llamé el sábado a la noche.
-Ya veo, ¿pero te dijo explícitamente que estaba celosa?.
-No, pero me lo dio a entender y cuando le pregunté si estaba celosa no lo aceptó pero tampoco lo negó. Y para rematar, cuando volví a la mesa vi a Niall en otra con Any en sus piernas, dándole besos como si fuera una babosa.
-Hablando de celos-acotó con una pequeña y disimulada sonrisa de lado en el rostro.
-Sí, estoy celosa, ¿y qué?.
-Sucedió algo después de la noche del sábado, ¿verdad?. Por eso te afecta más el hecho de que Any esté con Niall-yo me limité a asentir.
-Eso no es todo-me miró expectante-me llevará a cenar hoy a la noche-solté. Eso pareció haber sido una cachetada para Liam.
-¿Qué él qué?-sus ojos estaban bien abiertos y su mandíbula se había abierto de golpe y enormemente como la de los dibujitos.
-Como lo oyes.
-Creo que tú tienes cosas para contarme, señorita.
-No estoy para más regaños, Liam, por favor.
-Bien, no hoy. Pero mañana después de la escuela iremos a tomar un helado y me contarás todo.
-Tenía pensado ir a ver a papá-era completamente verdad.
-Iré con vos.
Luego de esa charla el entrenamiento continuó su curso, no sin que antes el equipo recibiera una disculpa, aceptada, de mi parte. El entrenamiento terminó y los chicos fueron a las duchas. A pesar de haber hablado con Liam y estar de mejor humor, no tenía ganas de ir a cenar con Niall. No quería que se hiciera el niño bonito conmigo para luego ir a los brazos de Any. Podría haber ido a hablar con él y aclarar todo, pero en ese preciso instante no tenía muchas ganas.
-¿Estás lista?-me preguntó entrando a la oficina.
-Mira, Niall, agradezco mucho tu ofrecimiento. Pero la verdad es que no estoy de humor para salir a comer.-en su mirada había decepción.
-Entonces podemos ir a tu casa y pedir algo de co…
-No, Niall, no hoy. Estoy cansada, de verdad quiero ir a dormir.-su cabeza estaba gacha y sus manos se encontraban dentro de los bolsillos de su pantalón.
-¿Querés qué te lleve a casa?-me preguntó levantando la cabeza y mirándome como si fuera su última esperanza.
-No está bien, le pediré a Zayn.-su mirada volvió a bajar al piso.
No me miró ni nada, con la vista perdida en algún punto del piso se dio media vuelta y se encaminó hacia la salida. Me hubiera gustado ir con él, pero sinceramente sentía que estaba jugando a dos puntas. Más aun luego de volverlo a ver con la cosa esa en su falda repartiéndole babosos besos por todos lados. Todas mis esperanzas se habían esfumado.
Le pedí a Zayn que me llevara, quien lo hizo con gusto. Pasamos un buen rato durante el camino, escuchando música, riéndonos. Hacía tiempo que no pasábamos tiempo juntos.
Una vez que estuve en casa me puse el pijama y me hice una sopa. No estaba de humor para cocinar. Toqué una canción de cuna en el chelo y me fui a dormir. En realidad simplemente lo intenté, porque fue un intento fallido. En muy poco tiempo me había acostumbrado a la seguridad que me daba saber que Niall estaba abajo, a abrazarlo mirando la televisión, y ahora no podía ni siquiera conciliar el sueño unos minutos y si lo hacía alguna pesadilla me atormentaba y me despertaba.

Bueno, Tiny Puppy, espero que te guste la novela
xoxxoxoxoox

Somewhere we only know - Harry Styles & Katherina Milantra
*aqui*

El miércoles pasó rápido y al llegar el momento de la salida me encontré con Liam para ir a ver a mi padre. Comenzamos a caminar hacia el hospital.
-¡Esperen! ¡Rae! ¡Liam!-nos dimos vuelta y nos encontramos con Vicky que venía corriendo un par de metros más atrás.
-¿Qué pasa?-le preguntamos cuando llegó.
-¿A dónde van?-respondió con otra pregunta.
-Al hospital-respondí.- ¿querés venir?-el propósito de esto era contarle todo a Liam y, pensándolo bien, a Vicky tendría que contarle también todo en algún minuto. Así que mejor matar dos pájaros de un tiro.
-Claro-respondió alegre.
Mientras caminábamos les conté sobre lo sucedido el domingo, el lunes por la tarde y la noche anterior, cuando había rechazado la invitación de Niall para ir a cenar. Sin mencionar nada del beso que Niall me había dado porque sabía que si lo hacía a Liam le saltaría la térmica. Él era muy tranquilo, siempre pensaba dos veces antes de actuar pero sabía que si se lo decía reaccionaria mal. Muy mal. Preferí guardarme eso para cuando estuviera sola con Vick.
-Hiciste bien-dijo mi amiga cuando terminé la historia-no puede jugar a dos puntas.
- ¿Liam? –lo incité a hablar. Como siempre se había quedado callado escuchando, analizando. Mientras que Vicky comentaba, acotaba o daba su opinión.
-La verdad…-se quedó pensando un rato. Los consejos de Liam siempre eran los mejores, aunque a veces eran un poco duros.-Mirá, sé que vos sentís como que él está jugando a dos puntas. Es comprensible, creeme, cualquiera pensaría lo mismo. Pero conociendo a Niall, puedo afirmar que a él de verdad le importás y que debe estar buscando la mejor forma para terminar con Any.
- ¿La mejor forma? –preguntó Vicky irónica- ¿planea tirarla de un balcón?. Porque no creo que se inmute demasiado cuando termine con ella si tiene a toda la escuela babeando atrás.
-No es tan fácil-prosiguió el muchacho-pensá que apenas él termine con Any, ira tras Rae. Le dirá que es su culpa, le…
-Bueno es su culpa-acotó mi amiga, quien se ganó una mirada de odio. Liam se limitó a sonreír y a negar con la cabeza.
-Le hará la vida imposible, entre otras cosas horribles.-concluyó.
-¿Estás diciendo que hace esto para protegerme?-pregunté incrédula.
-Algo así.
-¿Cómo está él después de lo de anoche?-le pregunté a Liam luego de un largo silencio.
-Algo decaído-respondió.
- ¿Algo? –preguntó Vick-en comparación con ayer parecía un zombie. ¿Qué le has hecho?.
- ¿Qué me ha hecho el a mi?, sería la pregunta. No he podido dormir en toda la noche y si lo hacía tenía pesadillas.
-ejemm amor ejemm-dijo tosiendo nuestro acompañante.
-Creo que se te ha trabado algo-dije mientras le pegaba fuerte en la espalda.
-Basta, Rae, ¡basta!-se quejó entre risas.
-¿Qué insinuás, Payne?.
-No insinúa nada, se nota a kilómetros que están enamorados. -respondió mi amiga.
-Muéranse los dos-dije un poco enojada. Pero tenía que aceptarlo, tenían algo de razón.
Llegamos al hospital, mi padre todavía no había despertado. Seguía en aquella habitación, no tan horrible luego de que Niall y yo la decoráramos, pero aún conectado a un montón de cables.
Llamamos a un médico para que nos diera el diagnóstico y nos dijo que junto con el paro respiratorio había tenido una descompensación. Y por eso no había despertado todavía, pero que varias noches había hablado en sueños y eso era una buena señal.
Nos quedamos allí un rato largo y después nos fuimos a tomar un helado y a pasear un rato por la playa.
-Bueno yo me tengo que ir, ya se me está haciendo tarde-avisó Liam, para luego despedirse y dirigirse a su casa.
-¿Querés venir a casa a dormir?-le pregunté a Vicky una vez solas.
-Solo si hay torta-condicionó.
-Creo que hay un par de cajas para hacer bizcochuelo. -respondí divertida.
-Entonces sí-dijo entre risas. Llamó a su mamá y luego de unos minutos le dio permiso.
Comenzamos la vuelta a casa, pero como ya estaba oscuro decidimos tomar un taxi. Llegamos al departamento y mientras yo cocinaba la cena, costeletas de cerdo con puré de manzana, ella hacia el bizcochuelo de vainilla con dulce de leche en el medio.
-¿Cómo vas a hacer para dormir esta noche? Porque yo no te voy a abrazar mientras miramos la tele, ni nada por el estilo-ambas reímos ante su comentario. En ese momento estábamos sentadas en el sillón mirando la televisión mientras comíamos.
-No lo sé, pero por lo menos tendré alguien con quien conversar si no puedo dormir.
-Así que por eso me invitaste-yo simplemente asentí con la cabeza. -Aprovechada.-me acusó.
-Oportunista-corregí mientras reía, pero paré de golpe. Eso mismo me había contestado Niall varias veces atrás. Bajé mi mirada y seguí comiendo.
-¿Qué pasa?-me preguntó.
-Nada, olvidalo.- respondí levantando la mirada y juntándola con la de ella para darle a entender que todo estaba bien y que se quedara tranquila.
Seguimos cenando y cuando terminamos comimos un poco del bizcochuelo, vale aclarar que nos comimos más de la mitad de la torta.
-¿Qué me vas a prestar?-una vez en mi cuarto listas para cambiarnos y dormir.
-Agarrá algo del armario.
-Che, me parece que Jane se confundió de ropa. Mirá-me di vuelta y pude ver que en sus manos sostenía una remera de hombre manga corta color blanco con la insignia de los ‘Red Hot Chillie Pepers’ con la fecha de uno de sus últimos conciertos. Hice memoria y recordé que era la misma remera que tenia puesta Niall la noche después del partido. Eso quería decir que si se había olvidado su remera, probablemente también lo habría hecho con el resto de la ropa que se había quitado.
-Es de Niall-murmuré.
-¡Genial!-exclamó emocionada.
-¿Genial?-pregunté sin entender.
-Sí, pensalo. No podés dormir porque lo necesitas a él.
-¿Entonces?...-la incité a continuar.
-Ponete su remera, tal vez al tener su olor y su ropa puedas conciliar el sueño un par de horas. Digo no es lo mismo que tenerlo a él en persona, pero algo es algo.
-No me cuesta nada probar-dije sin darle demasiada importancia. Aunque me gustaba la idea de ponerme su remera.
-Hay, no te hagás la superada-se quejo-sé que te encanta la idea.-yo solamente sonreí.
Nos cambiamos y nos acostamos en mi cama. La remera, a pesar de que había sido lavada, aun conservaba el peculiar aroma de Niall y su perfume.
-Vicky, tengo que confesarte algo.
-¿Qué?-pregunto extrañada pero dispuesta a escuchar.
-La noche que Niall me dejó en mi cama…me besó-dije algo trabajosamente. Había pensado mucho en eso y había recapitulado esa escena montones de veces en mi cabeza. Pero era completamente diferente decirlo en voz alta y más confesárselo a alguien.
-¿Vos le correspondiste?.
-No, se suponía que estaba dormida y que no lo sé.
-Fue por eso porque te afectó tanto verlo con Any, ¿verdad?-yo me limité a asentir.
-Pero no fue solo eso-proseguí luego de unos minutos de silencio-él también me prometió algo.
-¿Qué?.
- Dentro de poco podré hacer eso en frente del mundo entero, lo prometo-recité-eso, eso sucedió. Él me hizo una promesa que se supone que no la sé, pero lo hago. Una promesa-repetí. Ella sabía lo que significaba para mí que alguien me hiciera una promesa. En mi vida muchas veces me habían prometido cosas, cosas importantes, y varias veces no las habían cumplido.
De un momento a otro tenía los ojos mojados al igual que mi rostro. Lloraba desconsolada en los brazos de mi amiga, quien me susurraba frases de aliento y me prometía que todo estaría bien. Pero no eran como los abrazos de Niall, no me daban tanta seguridad, ella me brindaba apoyo. Un apoyo incondicional, sin duda, sin embargo no era lo mismo. Sus abrazos eran más parecidos a los de Liam, obviamente no podía esconderme en sus brazos como lo hacía con los de él por la enorme diferencia de tamaño que tenían. Eran parecidos porque su efecto era el mismo.
Luego de que me calmé, nos dispusimos a dormir y para mi sorpresa caí en un sueño profundo y tranquilo sin que ninguna clase de pensamiento o sueño me perturbara.

Pulguita, me pone re bien que me digas eso, de verdad, porque como nadie comentaba no subia...perdon, igualmente quedate tranquila que no me gusta dejar mis novelas por la mitad asique tengo un par de capitulos ya escritos, espero que te siga gustando....
xoxoxoxo



Somewhere we only know - Harry Styles & Katherina Milantra
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Yeeeeeeih!!! Gracias gracias gracias!!! Tu sigue escribiendo que yo soy tu fiel lectora :) [b]

siento no haber comentado pero la escuela no me deja, me encantó todos tu caps... niall maldito que culpla!!! hahaha espero que subas pronto kises nicky

siguelaaa pleaseee me atrapaste desde el principio *-* NO PUEDO ESPERAR =) saludos! :3

Siguela!! :D

publicare idioteces para pasar de pagina :D

tu novela es tan mfkefmrgje que me pone jfsjrga tu sabes como nkgjasehjr :D es que sin fjwaghier no seria fjkdarogja

cuantas idioteces tengo que comentar para que pase de pagina?