No Regrets - Niall Horan y tú

Pulguita58 escribió:Luuuuchiiiiiii de mi vida y de mi corazón! Cómo no quieres que me enoje con las cosas que hace y piensa Rae! Ahí tenía ya la reconciliación con Niall y noooooooo se echa para atrás y dice "lo siento" nooooooooo grrrrrrrrr
Jajajaja ok ok, ya saqué mi enojo, qué bueno fue leer un capítulo más! Sabes que me encanta tu nove y yo, como desde el principio, lectora siempre fiel aquí n_n

Kssssss

jjajajajajajjaja no te enojes que ya vas a ver como se arregla todo, bb!!!! Gracias por siempre leer ahora YAYAYA subo
xoxoxo

Mis piernas se volvían gelatina a cada paso que daba sobre el escenario del auditorio que estaba iluminado con focos de colores desde lo alto. Los chicos de backstage, vestidos todos de negro, me sacaron el chelo de las manos para apoyarlo contra la silla que me habían preparado y me entregaron un micrófono en su lugar.
Me giré para enfrentar a la multitud sentada en los incómodos asientos de madera ubicados frente al escenario. Tomé una gran bocanada de aire y acerqué con dedos temblorosos el aparato a mi boca.
-Buenas noches, mi nombre es Raeven McLean,-dije sin saber que decir-y voy a tocar una canción compuesta por mí…espero que les guste-dije rápido y sin aire antes de acercarme a la silla.
La gente me miraba expectante y eso no ayudaba a mis nervios. Sentía toda la presión del aire sobre mí, impidiéndome respirar. Me senté en la silla y, después de enganchar el micrófono en el pie, ubiqué el chelo entre mis piernas y el arco en una de mis manos.
Paseé la mirada por el auditorio sin poder reconocer las caras por la capa de nervios que tenía en los ojos. Aún así sabía que las chicas, mi papá, mis tíos y mi primo estarían allí, perdidos en algún lado.
Me tiré el pelo sobre un hombro y bajé la mirada en dirección a mi instrumento, pero cuando iba a deslizar el arco sobre las cuerdas algo me detuvo. Un sonido. Levanté la vista para ver como la puerta del auditorio se abría para dejar entrar una silueta alta y musculosa vestida con una chaqueta de cuero y un casco de motocicleta bajo el brazo. La figura se apoyó contra la cámara de control que iluminaba tenuemente su cabellera rubia.
No me importó si era Niall, si no lo era o si era mi mente jugándome una mala pasada. El solo pensar que cabía la mínima posibilidad de que él estuviera ahí, viéndome, era lo que necesita para hacerme comenzar con confianza y seguridad la pieza que había compuesto pensando en él y para él.
Deslicé por fin el arco sobre las cuerdas, empezando con una melodía lenta y suave como una caricia, pero luego se volvió un lamento débil y chillón que se iba enojando poco a poco hasta volverse una guerra entre las cuerdas y el arco. Sentía como las lágrimas de emoción y tristeza se acumulaban en la parte posterior de mis parpados cerrados mientras los recuerdos me golpeaban al compás de la música. La guerra había terminado y había pasado a ser una persecución, alguien intentando de escapar de la oscuridad flameante que lo perseguía, una carrera contra el tiempo y luego silencio. En el auditorio no se escuchaba ni un solo movimiento o respiración hasta que el arco volvió a acariciar las cuerdas produciendo una melodía delicada y alegre, que su intensidad iba creciendo hasta convertirse en una fiesta que terminada suave y lenta llena de sueño y cansancio.
Los estruendosos aplausos hicieron caer el corto silencio que se había producido después que la melodía desapareciera en un leve murmullo. Abrí los ojos, dejando caer las lágrimas contenidas, para poder ver las figuras borrosas aplaudir incluso algunas estaba paradas y otras chiflando con los dedos en sus labios.
Me paré y tomé el chelo como pude, porque la presentación me había dejado rota y desecha emocionalmente. Hecha un tornado de confusión, recuerdos y sentimientos me pregunté qué demonios debía hacer en ese momento, ¿una reverencia e irme? Sí, esa parecía ser la opción más acertada ya que todos los chicos anteriores habían terminado así su presentación. Asique caminé hasta el borde del escenario y me incliné levemente con una tenue sonrisa detrás de todo mi llanto y me fui tras bambalinas mientras los aplausos comenzaban a apagarse y otro participante se preparaba para presentarse.
Metí el chelo en su funda mientras aceptaba vergonzosa cumplidos y felicitaciones. Me eché mi instrumento al hombro y salí por la puerta trasera del escenario para volver a entrar al auditorio del lado de espectadores. Abrí una de las hojas de la pesada puerta y entré intentando encontrar a mi familia y amigas entre la multitud.
-Rae-escuché a mi lado y perdí todo el aire de mis pulmones.
Me pasé bruscamente las manos por la cara para seca las lágrimas ya secas y para sacarme el delineador corrido antes de girar en redondo y enfrentarme a Niall iluminado por una débil luz.
-Hola-murmuré aferrándome a la corre de la funda, sintiéndome cohibida por el solo hecho de tenerlo en frente después de todo.
-Eso fue impresionante-me felicitó con las manos en los bolsillos.
-Gracias-volví a murmurar sin poder hablar más alto por la falta de aire.
-Lo digo en serio, no por compromiso. Fue increíble lo que compusiste-aseguró dando una par de pasos hacia mí.
-Lo…lo escribí para vos-confesé sin la seguridad de decirlo o no. Él solo sonrió satisfecho-Perdón-solté de golpe cuando parecía que él iba a hablar. Niall frunció el ceño de golpe confundido -Por lo del otro día en los vestuarios-expliqué clavando la vista en mis tacones mientras la música de los parlantes sonaba al tiempo que las porristas bailaban-Yo…vos…vos ibas a…a llorar-tartamudeé pasándome la mano libre por el pelo con nerviosismo. Él se acercó a mí y me acunó la cara levantándola.
-Rae, he estado llorando o aguantándome el llanto desde hace meses y sentirte tan cerca sabiendo que te iba a volver a perder, yo…solo me hizo darme cuenta de lo mucho que te necesito-confesó suavemente acariciándome las mejillas con los pulgares callosos y ásperos de jugar al futbol americano.
-Niall, vos te vas en dos semanas…
-No, no me iré. Me quedaré por el verano y comenzaremos de nuevo-me interrumpió pegando su frente a la mía-¿Confías en mí?-preguntó mirándome a los ojos y haciéndome perderme en los suyos completamente azules. Asentí confundida sin dejar de mirar-Entonces todo va a estar bien, vamos a estar bien-prometió tocando apenas sus labios con los míos.
Nuestros labios empezaron a acariciarse levemente y sin ningún apuro, como si supieran que tenían años por delante para seguir haciéndolo. En cambio, mi corazón se desesperaba y sus palpitaciones me golpeaban todo el cuerpo. Niall se separó de mí y yo lo dejé ir a regañadientes mordiéndole uno de sus labios.
-Iba a traerte flores, pero pensé que te gustaría más que te invitara a cenar-dijo pasándome sus brazos por mi espalda y acercándome a él.
-¿Y si no acepto?-pregunté apoyando mi cabeza en su pecho, sintiendo como subía y bajaba al compás de su respiración.
-No contaba con eso-murmuró besando mi cabello.
-Que bueno-llegué a decir antes de que la voz del director retumbara en el auditorio, ensordeciéndonos a todos.
-Primero que nada quería agradecer la presencia esta noche, no solo a los participantes, sino también a todas las personas que vinieron a acompañarnos hoy. Ahora procederemos a llamar a los ganadores de esta noche a subir al escenario.
En ese momento, y como si estuviera ensayado y fríamente calculado, una de las profesoras vestida con un elegante vestido negro entró al escenario con un sobre que le entregó al director.
-Salgamos de acá-le pedí a Niall enderezando la cabeza. Me aterrorizaba saber quien había ganado. No quería perder, pero tampoco me interesaba el premio.
-¿No querés saber los resultados?-preguntó extrañado.
-Ya gané todo lo que me importaba esta noche-respondí besando su mejilla cortamente.
-En tercer lugar, las porristas del instituto-nos interrumpió el director, seguido por los gritos de las ganadoras.
-Entonces salgamos de acá-afirmó Niall entrelazando nuestras manos y jalándome a la puerta para empezar a correr por los corredores en dirección al estacionamiento mientras la voz del director retumbando en las paredes repetí mi nombre para que fuera a recibir el segundo lugar.